Exodo 20-12

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Por 

Rav Shraga Simmons

“Honrar a los padres” es uno de los diez mandamientos, (a la altura de “creer en


Dios” y “no matar”). El Talmud lo considera como una de las Mitzvot más
difíciles de realizar adecuadamente.

¿Qué es tan especial acerca de la Mitzvá de honrar a los padres?

Mucha gente cree que honrar a los padres es un tipo de compensación por
todos los años de cambiar pañales y pagar la educación. En realidad, esta
Mitzvá fue dada a la generación que vagó 40 años en el desierto, donde Dios
proveyó automáticamente todas las necesidades. Los padres no alimentaban a
sus hijos, ellos tenían maná para comer. Los padres no proporcionaban ropa, la
ropa crecía con ellos y no necesitaba ser lavada. Sin embargo, fue precisamente
esta generación la que estuvo en el Monte Sinaí y oyó a Dios pronunciar,
“Honra a tu padre y a tu madre”.

Aprendemos de aquí algo asombroso: Esta Mitzvá de honrar a los padres no


depende de lo que tus padres hicieron por ti, o incluso si fueron buenos padres.
Más bien, respetamos a los padres, simplemente porque nos dieron el regalo de
la vida.

Imagina que te estas ahogando y un desconocido llega y salva tu vida. Tú


estarías siempre en deuda con esa persona. Tanto más debemos agradecer a
nuestros padres que nos dieron la vida en primer lugar.

El Talmud enseña que hay tres socios en la formación de una persona: el padre,
la madre y Dios. Si agradecemos a nuestros padres por el regalo de la vida,
¿cuánto más agradeceremos a Dios por la creación y el mantenimiento de todo
el mundo? –por darnos aire para respirar, flores para oler y suelo para caminar-.

Al honrar a aquello que nos trajo a la existencia, aprendemos a no dar nada por
sentado y desarrollamos un verdadero aprecio por la bondad de los demás.

Con esta reflexión, vayamos a la práctica de “cómo” honrar a los padres:

Cómo Honrar

En realidad hay dos partes en este Mitzvá:

1. Honra a tus padres (en hebreo,  kibud ad vaem) – Estas son las acciones
positivas, “hacer” algo.
2. Reverenciar a los padres (en hebreo, Morá) – las acciones negativas, “no
hacer” algo.
La forma básica de respetar a los padres es cuidar de sus necesidades.
Específicamente, esto incluye:

o La forma básica de respetar a los padres es cuidar de sus necesidades.


Específicamente, esto incluye:
o Ayudar con el pago de facturas, bancos, etc.
o Transporte y servicios por ejemplo, llevarlos al médico.
o Visitarlos y estar al pendiente de ellos.

Cuando sea posible, es preferible que un hijo viva cerca de los padres, para una
mejor atención de sus necesidades. Realmente no existen límites en esto, el
Talmud dice que el gran rabino Tarfón se inclinaba para servir como escalera
para que su madre pudiera subir y bajar de la cama.

Los padres deben ser visitados y contactados por teléfono con la mayor
frecuencia posible, dependiendo de las necesidades de los padres y el horario
de los hijos. En general, debemos ser sensibles al hecho de que los padres
naturalmente se preocupan por sus hijos. Hay que Intentar enviar un rápido
mensaje de correo electrónico o hacer una llamada telefónica cada día o dos.
Especialmente si se ha viajado, llamar para hacerles saber que llegaste a salvo.

Si el padre es viejo y no puede valerse por sí mismo, el hijo es responsable de


los arreglos para su cuidado, y debe pagar por ellos si el padre no puede
permitirse el lujo de hacerlo.

Por supuesto, nunca debes dejar que tus padres sientan que son una carga, o
que estás ayudando sólo por obligación.

Como recompensa por honrar a los padres, la Torá promete larga vida. Una
posible explicación es que el cuidado de los padres -sobre todo cuando son
ancianos- puede consumir mucho tiempo. Así que Dios “compensa”, por así
decirlo, mediante la adición de más años en tu propia vida.

Como un bono adicional, cuando tus hijos te vean honrar a tus padres, ellos
aprenderán de la importancia de esta Mitzvá. Esa es la recompensa cuando se
trate de tu turno, cuando estés en el lugar del “viejo receptor”.

Admiración

Honrar a los padres va más allá de simplemente “hacer favores”. Un elemento


de esta Mitzvá es admirar a tus padres y considerar que son personas
eminentes. Por ejemplo, si tú oyes a alguien hablar mal de tus padres, estás
obligado a alzar la voz y defender su honor.

Aún más, debes hacer un esfuerzo específico para amar a tus padres, ¡Hasta el
punto de desarrollar una admiración por ellos como si fueran héroes! ¿Cómo se
consigue esto? La definición de amor es “el placer de identificar a las personas
con sus virtudes”. Debes tratar de descubrir las cualidades que hacen a tus
padres extraordinarios. Cuanto más consciente estés de las virtudes de tus
padres, más podrás apreciar, amar y honrarlos. (Sin embargo, incluso sin el
desarrollo de este “amor”, la obligación sigue siendo honrarlos).

El Talmud sugiere otras formas de aumentar la admiración:

o Si necesitas un favor –por ejemplo, deseas que el mecánico de automóviles


arregle el silenciador lo más pronto posible– debes pedirle que lo haga
“como un favor a tus padres”. Incluso si el mecánico lo hace sólo por ti
de todos modos, el hablar de esta manera aumenta la autoestima de tus
padres en los ojos de todo el mundo.
o Otra forma de construir la admiración es ponerse de pie cuando tu padre
entra en la habitación. A primera vista esto puede parecer extraño en
nuestra sociedad moderna. Pero imagina que estabas sentado en una
reunión de la junta y el presidente entra, tú te levantarías por respeto a
saludarlo. Debemos acostumbrarnos a tratar a nuestros padres de la
misma manera: de pie para recibirlos cuando llegan, y acompañarlos
cuando salen de la habitación.
En general, un hijo debe estar dispuesto a cumplir los deseos de sus padres.
Existen algunos límites, sin embargo:

o Si un padre instruye a un hijo a hacer algo que viola la ley judía, el hijo
con respeto debe negarse a hacerlo.
o Un hijo no necesita cumplir con la petición de los padres de hacer algo
doloroso, degradante o que cause pérdidas económicas.
o Del mismo modo, un hijo se puede negar a asistir a los padres a hacer
algo que es peligroso o insalubre.
Temor y reverencia

Además de la Mitzvá de honrar a los padres, hay un segundo aspecto de


respeto y reverencia. Los detalles de cómo cumplir con esto pueden depender
de la sociedad en la que usted viva. Pero el principio básico es que deben haber
límites claros: “Yo soy el padre y tú eres el hijo. No somos iguales”.

Esto se logra típicamente mediante la observación de las siguientes directrices:


o No te sientes en el lugar designado para tu padre. Por ejemplo, no te
sientes en el asiento de tu madre en la mesa durante la cena, y no te
sientes en el sillón especial de tu padre (a menos que hayas pedido
permiso).
o No contradigas nada de lo que tu padre dice, aunque obviamente no
esté bien. Más bien, puedes plantearlo como una incertidumbre: “Si no
me equivoco, yo he leído algo diferente”. Incluso no puedes
siquiera validar las palabras de tus padres en su presencia, es decir, no
decir, “Yo creo que lo que estás diciendo es correcto”. (Sin embargo, la
validación de la opinión de los padres cuando uno no está en presencia
de ellos, si les da honor).
o No llames a tus padres por su primer nombre. En una situación donde
necesitas indicar el nombre de tus padres, debes agregar un título, por
ejemplo, “Mi padre es el Sr. Joshua Goldberg”.
o No despertar a un padre que está durmiendo, o hacer ruidos que
pudieran perturbarlo.
o Un hijo no debe ver a su padre desnudo.
o No levantes la voz, ni hables sin respeto, o en cualquier forma que rebaje
a tus padres. Más allá de esto, pegar o maldecir a un padre es una
transgresión muy grave.
A veces, los padres pueden sentirse incómodos con las normas de respetar a los
padres, especialmente cuando enseñan (¡y hacen cumplir!) a los niños más
pequeños. Pero es importante tener en cuenta que más que por la causa del
honor de los padres, todo esto es para inculcar buenos rasgos de carácter en el
hijo, para darle un marco para las futuras relaciones – con amigos y colegas, con
sus propios hijos, y con Dios.

Honor póstumo

La obligación de honrar y respetar a los padres se aplica incluso después de que


hayan fallecido. Cuando se hace referencia a un padre que ha fallecido, debes
agregar una expresión de honor, por ejemplo:

o “Mi padre,  zijronó librajá” – ¡Que su memoria sea una bendición! (Para
una madre, la primera palabra es  zijroná).
o “Mi padre,  Alav hashalom” – La paz sea con él. (Para una madre, la
primera palabra es  aleha).
Una vez que esté casado y tenga hijos propios, nombrar a un niño como algún
pariente difunto –padres, abuelos y otros parientes– se considera un honor para
los padres. La costumbre sefardí es dar también el nombre de familiares vivos.
Otras formas de honor póstumo incluyen:

o Donar a caridad en su memoria.


o Recitar Kadish los primeros 11 meses después de la muerte, y en
cada Yortzait (aniversario de la muerte).
o Diciendo la oración conmemorativa Yizkor en las fiestas.
o Encendiendo una vela en el Yortzait.
o Estudiando Torá en el Yortzait.
En general, incrementar tu nivel de compromiso con el judaísmo (es decir, el
estudio de Torá y mitzvot) es un gran mérito para tus padres, incluso después
de que fallezcan.

Familiares

Hay un número de familiares “secundarios” que también debemos honrar:

o Abuelos.
o Suegros.
o Padrastros.
o Hermanos mayores.
o Tías y tíos.
Sin embargo, en un caso de conflicto de intereses, el honor a un padre tiene
prioridad.

Además, la obligación de honrar a estos otros familiares no incluye los aspectos


de “temor y reverencia” (por ejemplo, llamar por su nombre en primer lugar,
sentarse en su silla, etc.).

Por último, cada padre tiene un profundo deseo de ver a su familia en paz unos
con otros. Por lo tanto, los hijos deben ser muy sensibles al dolor que pueden
causar a los padres si están peleados con sus hermanos y otros parientes.

El Padre Difícil

La realidad es, por supuesto, que los padres no son perfectos. Y algunos padres
son objetivamente problemáticos. Sin embargo, no importa cuán difícil sea el
carácter de un padre, un hijo todavía está obligado a mostrar honor y respeto.
Esto se aplica incluso si un padre biológico ha abandonado a su hijo. Y se aplica
incluso si el padre es grosero, desagradable, y lo avergüenza. El Talmud cuenta
la historia de una madre que escupió en el rostro de su hijo y el hijo mantuvo la
compostura y siguió dándole honor.

Al mismo tiempo, mientras que honrar a tus padres es una gran Mitzvá, también
tienes que ser responsable de tu propio bienestar. Uno no está obligado a
poner en peligro su salud física o emocional por un padre. Por lo tanto, si un
hijo no puede enfrentar la conducta de sus padres, se le permite mantener la
distancia.

La obligación de la Mitzvá, sin embargo, sigue siendo válida. Por ejemplo,


todavía estaría prohibido utilizar el primer nombre del padre o de contradecirlo
públicamente. Y siempre es apropiado que un hijo sienta un profundo
agradecimiento hacia los padres por el regalo de la vida.

Por supuesto, todo esto no justifica de modo alguno a un padre abusivo. Por el
contrario, un padre no debe ser demasiado estricto con su propio honor, y
puede optar por renunciar a ese honor, cuando lo considere apropiado.

Los niños son piedras preciosas que se depositan en las manos de los padres
para el pulido y el acabado. Los padres que no pueden construir una relación
cálida y amorosa con sus hijos pagan un alto precio por esta negligencia.

Paradigma Divino

Como hemos mencionado anteriormente, el respetar a los padres sirve como un


trampolín para la gratitud que debemos sentir con Dios. Pero este tema va
mucho más allá. Los comentaristas señalan que los cinco primeros de los Diez
Mandamientos (es decir, la primer tabla) contiene Mitzvot entre el hombre y
Dios: no servir a los ídolos, no tomar el nombre de Dios en vano, etc., mientras
que la segunda tabla contiene Mitzvot entre el hombre y el hombre: No
matarás, no robarás, etc.

¿Dónde está la Mitzvá de honrar a los padres? ¡En la primera serie de cinco!
Porque desde la infancia, la forma en que los padres se relacionan con los hijos,
forma en la conciencia del niño un paradigma de cómo Dios se relaciona con
nosotros. La función principal de un padre, por lo tanto, es comunicar a los
niños: ustedes son amados y apreciados. Tú eres único y especial, creativo y
talentoso. Tú eres valorado y eres protegido.

El mensaje más importante que los padres pueden comunicar es: “Tú no estás
solo en este mundo”. Esta idea es la base de nuestra relación con Dios. Una
persona puede encontrarse en una situación terrible –enfermedad, pobreza,
guerra– pero debe saber que Dios todavía está con él.
Si un padre no es de fiar, o es indiferente, o es inusualmente duro o permisivo,
inconscientemente pone en la mente del hijo que Dios de alguna manera debe
ser igual. Esta es una dificultad emocional que puede ser difícil de superar en el
futuro.

Una reflexión final:

A medida que la sociedad avanza, puede haber una tendencia a que los hijos se
sientan “por delante” de sus padres. Claro, los hijos de hoy son más
conocedores de la tecnología, y conocen lo último en música y moda. Pero en la
conciencia judía, los padres deben ser respetados porque son la fuente de
nuestra tradición. En otras palabras, no sólo los padres nos dieron la vida en
este mundo, sino que son el vínculo que nos une a nuestra herencia judía
eterna.

Honremos visitando a nuestros padres que viven en el Eishel, ellos necesitan de


sus hijos para honrar el “vínculo de vida” que existe entre ambos y así, honrar a
Dios.

" Honra a tu padre ya tu madre " (hebreo: ‫ )ַּכֵּבד אֶת ָאבִיָך ְואֶת אִֶּמ ָך ְל ַמעַן יַא ֲִרכּון יָמֶיָך‬es
uno de los Diez Mandamientos en la Biblia hebrea . El mandamiento
generalmente se considera en fuentes protestantes y judías como el quinto en
la lista de Éxodo 20: 1–21 y en Deuteronomio (Dvarim) 5: 1–23. Los católicos y
luteranos cuentan esto como el cuarto. [1]

Estos mandamientos se hicieron cumplir como ley en muchas jurisdicciones, y


algunos todavía los consideran leyes aplicables. [2] [3] [4] [5] Éxodo 20: 1
describe los Diez Mandamientos como hablados por Yahvé , inscritos en dos
tablas de piedra por el dedo de Dios , [6] rotos por Moisés y reescritos en
piedras de reemplazo por El Señor.

Biblia hebrea

‫יהוה אלהיך נתן לך‬-‫אמך למען יארכון ימיך על האדמה אשר‬-‫אביך ואת‬-‫כבד את‬
Kabbēḏ 'ET-'āḇîḵā wə'eṯ-'immeḵā ləma'an ya'ăriḵûn yāmeyḵā 'al hā' ADAMAH '
ăšer- Yəhwāh 'ĕlōheyḵā Noten lāḵ.
Honra a tu padre y a tu madre, para que puedas vivir mucho tiempo en la tierra
que la SEÑOR que tu Dios te da.
-  Éxodo 20:12 (NVI)
En la Torá , guardar este mandamiento estaba asociado con el beneficio
individual [7] y con la capacidad de la nación de Israel de permanecer en la
tierra a la que Dios los estaba guiando. [8] [9] Deshonrar a los padres
golpeándolos o maldiciéndolos se castigaba con la muerte [10], por lo que la
cláusula "para que vivas mucho" podría interpretarse como "para que no te
maten". En el Talmud , el mandamiento de honrar a los padres humanos se
compara con honrar a Dios. [11] [12] Según el profeta Malaquías , Dios mismo
hace la analogía:

"Un hijo honra a su padre, y un siervo a su amo. Si yo soy un padre, ¿dónde está
el honor que me corresponde? Si soy un maestro, ¿dónde está el respeto que
me corresponde?" dice el SEÑOR de los ejércitos. "Son ustedes, oh sacerdotes,
los que muestran desprecio por mi nombre. Pero preguntan: '¿Cómo hemos
mostrado desprecio por su nombre?'"

-  Malaquías 1: 6 (NVI)
Judaísmo

¿Qué constituye "honor"? Hay que proporcionarles comida, bebida y ropa. Uno
debe traerlos a casa y sacarlos, y satisfacer con alegría todas sus necesidades.

-  Kitzur Shulchan Aruch 143: 7

El mandamiento de honrar a los padres humanos se compara con honrar a Dios,


porque uno debe su existencia a su padre y a su madre.

... Honra el cuerpo que te dio a luz, y los pechos que te dieron de mamar,
mantén a tus padres, porque tus padres participaron en tu creación. "Porque el
hombre debe su existencia a Dios, a su padre y a su madre, en que recibe de
cada uno de sus padres cinco de las partes de su cuerpo, y diez de Dios. Los
huesos, las venas, las uñas, el cerebro y el blanco de los ojos vienen del padre.
La madre le da la piel, carne, sangre, cabello y la pupila del ojo. Dios le da lo
siguiente: aliento, alma, luz en el rostro, vista, oído, habla, tacto, sentido,
percepción y entendimiento ... pero si la gente no honra sus padres, Dios les
dice: "Es bueno que no habite entre hombres, o me hubieran tratado con
arrogancia también" [13].
-  Leyendas de los judíos vol. III
El Talmud dice que dado que hay tres socios en la creación de una persona
(Dios y dos padres), el honor mostrado a los padres es lo mismo que el honor
mostrado a Dios. [14] También compara varios pasajes de la Torá construidos
de manera similar y concluye que el honor hacia los padres y el honor hacia
Dios se equiparan intencionalmente:

Nuestros rabinos enseñaron: Dice: "Honra a tu padre ya tu madre" (Éxodo


20:12), y dice: "Honra a Dios con tus riquezas" (Proverbios 3: 9). Al usar la misma
terminología, la Torá compara el honor que le debes a tu padre y a tu madre
con el honor que debes darle al Todopoderoso. También dice: "Todo hombre
debe respetar a su madre y a su padre" (Levítico 19: 3), y dice: "A Dios tu Señor
respetarás, a él servirás" (Deuteronomio 10:20). Aquí se usa la misma palabra,
respeto. La Torá equipara el respeto que le debes a tus padres con el respeto
que debes mostrarle a Dios. Además, dice: "El que maldiga a su padre o a su
madre, será condenado a muerte" (Éxodo 21:17). Y además dice: 'Cualquiera
que maldiga a Dios, cargará con su pecado' (Levítico 24. – 15). Al usar los
mismos términos, la Torá compara la maldición de los padres con la maldición
del Todopoderoso. [15]

-  Talmud Kidushin 31
Debido a que honrar a los padres es parte de honrar a Dios, la mitzvá no
depende de la dignidad de los padres: "Incluso si su padre es inicuo y pecador,
debe temerlo y reverenciarlo ... Un converso al judaísmo no debe maldecir ni
despreciar su padre no judío ". (Kitzur Shulchan Aruch 143: 13,25)

También requiere honor para los padrastros [16] [17] o un hermano mayor que
lo está criando, [18] y los maestros, [19] aunque uno tiene una mayor obligación
de honrar a un padre que a un abuelo. [20]

El mandamiento se repite ocho veces a lo largo de la Biblia. [ cita requerida ]


[21]

Creencias históricas
Los israelitas asociaron el cumplimiento de este mandamiento con la capacidad
de la nación de Israel de permanecer en la tierra a la que Dios los estaba
guiando. [8] [9] Según la Torá , golpear o maldecir al padre o la madre se
castigaba con la muerte inmediata. [10] En Deuteronomio , se describe un
procedimiento para que los padres lleven a un hijo desobediente persistente a
los ancianos de la ciudad para que lo muera por lapidación. [22]

Honrar a los padres también se describe en la Torá como un análogo a honrar a


Dios. [23] Según el profeta Jeremías , Dios se refiere a sí mismo como Padre de
Israel, [24] y según el profeta Isaías , Dios se refiere a Israel como sus hijos e
hijas. [25] Según el profeta Malaquías , Dios pide un honor similar. [26]

Según Jeremías, Dios bendijo a los descendientes de Recab [27] por obedecer el
mandato de su antepasado de no beber vino y usa a la familia como un
contraejemplo del fracaso de Israel de obedecer su mandato de no adorar a
otros dioses:
"¿No aprenderás una lección y obedecerás mis palabras?" declara el SEÑOR.
"Jonadab hijo de Recab ordenó a sus hijos que no bebieran vino y esta orden se
ha cumplido. Hasta el día de hoy no beben vino, porque obedecen la orden de
su antepasado. Pero te he hablado una y otra vez, pero tú no has obedecido.
Una y otra vez les envié a todos mis siervos los profetas. Ellos dijeron: 'Cada uno
de ustedes debe volverse de sus malos caminos y reformar sus acciones; no
sigan a otros dioses para servirlos. te he dado a ti y a tus padres. Pero ustedes
no me han prestado atención ni me han escuchado. Los descendientes de
Jonadab hijo de Recab cumplieron la orden que les dio su antepasado, pero
esta gente no me obedeció ".

-  Jeremías 35: 12-16 (NVI)


Precedencia

Según la Mishneh Torá, este mandamiento requiere que uno honre a ambos
padres por igual; no se le da mayor peso ni al padre ni a la madre. Mientras que
en algunas partes de las Escrituras, el padre se menciona primero, en otras, la
madre es lo primero. Esto muestra que el honor debido a cada uno es igual. [28]
[29]
Si bien la enseñanza judía sostiene que una mujer casada debe honrar a su
esposo, también existen pautas sobre cómo puede continuar honrando a sus
padres:
Es deber de hombres y mujeres honrar a sus padres. Sin embargo, una mujer
casada, que debe devoción a su esposo, está exenta del precepto de honrar a
sus padres. Sin embargo, está obligada a hacer todo lo que pueda por los
padres si su marido no se opone.

-  Kitzur Shulchan Aruch 143: 17


Requisitos

El mandamiento requiere que uno obedezca a sus padres cuando el


mandamiento dado por uno de los padres es razonable y permisible bajo la ley
judía. Por ejemplo, si un padre le pide a un niño que le traiga agua, debe
obedecer. Debido a que honrar a Dios está por encima de todas las mitzvot, si
un padre le pide a su hijo que infrinja una ley de la Torá , debe negarse a
obedecer. [11] [12]

Todo lo que te dice tu padre, estás obligado a obedecer. Pero si te dice:


"Inclinémonos ante los ídolos", no debes obedecerle, no sea que te conviertas
en un apóstata.

-  Midrash, Yalkut Shimoni, Proverbios 960

Yo soy el Señor tu Dios, y tanto tú como tus padres están igualmente obligados
a honrarme, por lo tanto, no debes escucharlos para ignorar Mi palabra.

-  Kitzur Shulchan Aruch 143: 15

Un niño no está obligado a obedecer si un padre dice que debe casarse con una
persona en particular, o que no debe casarse con una persona con la que desea
casarse, siempre que el matrimonio esté permitido por la ley judía. [30] [31]

Un niño que viaja tiene la obligación de comunicarse con sus padres para
hacerles saber que está a salvo para evitar que se preocupen. [32]

Un niño debe seguir honrando a sus padres después de su muerte. Esto se


puede hacer recitando kadish durante 11 meses y en el yarzeit (aniversario de la
muerte de los padres), y donando caridad en memoria de los padres. El estudio
de la Torá también se considera reverencia hacia un padre, ya que muestra que
un padre crió a un hijo digno. [33]

Un niño nunca debe avergonzar a sus padres ni hablar con arrogancia a sus
padres. [33] Una persona a la que su madre le dice que haga algo por lo que a
su padre no le agrada el resultado no se le permite decirle a su padre que su
madre le dijo que lo hiciera. Esto se debe a que esto podría llevar a que su
padre maldiga a su madre. [34] Un niño no puede interrumpir o contradecir a
un padre, o perturbar el sueño de un padre. [35]

Nuevo Testamento
Rut honró a su suegra viuda Noemí. Simeon Solomon, 1860.

En los evangelios, Jesús afirmó la importancia de honrar al padre y a la madre


(Mateo 15: 1–9, Mateo 19: 17–19, Marcos 10: 17–19, Lucas 18: 18–21). Pablo cita
el mandamiento en su carta. a la iglesia en Éfeso :

Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es correcto. "Honra a tu


padre ya tu madre" (este es el primer mandamiento con promesa), "para que te
vaya bien y tengas una larga vida en la tierra". (Efesios 6: 1–2, ESV. Ver también
Colosenses 3:20)

-  Efesios 6: 1–2 (ESV)

En sus cartas a los Romanos y Timoteo , Pablo describe la desobediencia a los


padres como un pecado grave (Romanos 1: 29–31, 2 Timoteo 3: 2).

Las palabras de Jesús y la enseñanza de Pablo indican que los hijos adultos
siguen obligados a honrar a sus padres al proveer para las necesidades
materiales. En los evangelios, se describe a Jesús enojado con algunas personas
que evitaron proveer materialmente para sus padres al afirmar que el dinero
que habrían usado fue dado a Dios (Mateo 15: 3–8, Marcos 7: 9–12. En estos
pasajes, Jesús cita Isaías 29:13) Según el Evangelio de Juan , cuando Jesús
estaba en la cruz, proveyó para su madre, María , al darle al apóstol Juan el
encargo de cuidarla, lo cual Juan aceptó. [36]
Según el evangelio de Mateo , la obligación de honrar a los padres está limitada
por la obligación que uno tiene para con Dios: "El que ama a padre o madre
más que a mí no es digno de mí". (Mateo 10:37 ESV) Tales límites, y la primacía
del primer mandamiento en sí, llevan a los eruditos a concluir que honrar a los
padres no incluye quebrantar la ley de Dios (es decir, cometer un pecado) a
instancias de uno de los padres. [37] [38]

Las instrucciones de Pablo a Timoteo con respecto al cuidado físico de las


viudas incluyen lo siguiente:

Pero si una viuda tiene hijos o nietos, éstos deben aprender ante todo a poner
en práctica su religión cuidando de su propia familia y pagando así a sus padres
y abuelos, porque esto agrada a Dios.

-  1 Timoteo 5: 4 (NVI)
cristiano

catolicismo
La importancia de honrar al padre y a la madre se basa en el origen divino del
papel de los padres:

La paternidad divina es la fuente de la paternidad humana. (Efesios 3:14) Este es


el fundamento del honor que se debe a los padres. ... Es requerido por el
mandamiento de Dios. (Éxodo 20:12) El respeto por los padres (piedad filial) se
deriva de la gratitud hacia aquellos que, por el don de la vida, su amor y su
trabajo, han traído a sus hijos al mundo y les han permitido crecer en estatura,
sabiduría y gracia. [39]

Según las enseñanzas de la Iglesia Católica, el mandamiento de honrar al padre


y a la madre revela el orden de caridad deseado por Dios: primero Dios, luego
los padres, luego los demás. [40] Guardar el mandamiento de honrar al padre ya
la madre trae recompensas tanto espirituales como temporales de paz y
prosperidad, mientras que no honrar a los padres daña tanto al individuo como
a la sociedad. [41] El efecto social generalizado de la obediencia o
desobediencia a este mandato se atribuye al estatus de la familia como el
bloque de construcción fundamental de la sociedad:
La familia es la célula originaria de la vida social. ... La autoridad, la estabilidad y
una vida de relaciones dentro de la familia constituyen los cimientos de la
libertad, la seguridad y la fraternidad dentro de la sociedad. La familia es la
comunidad en la que, desde la niñez, se pueden aprender valores morales,
comenzar a honrar a Dios y hacer un buen uso de la libertad. La vida familiar es
una iniciación a la vida en sociedad. [42]

El Evangelio de Lucas señala que, cuando era niño, Jesús fue obediente a sus
padres terrenales. Para un niño en el hogar, el mandamiento de honrar a los
padres es integral y excluye las acciones inmorales. Los niños mayores, aunque
no están obligados a obedecer de la misma manera, deben seguir respetando
los deseos, los consejos y la enseñanza de los padres. [43] "El respeto filial se
demuestra con verdadera docilidad y obediencia. 'Hijo mío, guarda el
mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre ... Cuando
camines, ellos te guiarán; cuando te acuestes, ellos vigilarán sobre ti ...
'"(Proverbios 6: 20-22) [44]

La Iglesia enseña que los hijos adultos tienen el deber de honrar a sus padres
brindándoles "apoyo material y moral en la vejez y en tiempos de enfermedad,
soledad o angustia". [45] Este honor debe basarse en la gratitud del hijo o la hija
por la vida, el amor y el esfuerzo de los padres y motivado por el deseo de
devolverles el dinero en alguna medida. [46]

El principio del mandamiento se extiende al deber de honrar a otros en


autoridad directa, como maestros y empleadores. [47] El mandamiento de
honrar al padre ya la madre también forma una base para la caridad hacia los
demás cuando cada persona es vista, en última instancia, como "un hijo o una
hija de Aquel que quiere ser llamado 'Padre nuestro'". [48] Por tanto, las
acciones caritativas se consideran extensiones del honor que se le debe al Padre
celestial.

Iglesia Ortodoxa
El padre Seraphim Stephens ve el "honor" definido como "amor y respeto", y
señala que este mandamiento se coloca entre los que se refieren a las
obligaciones de uno para con Dios y los que se relacionan con la forma en que
uno trata a los demás. "Claramente sienta las bases de nuestra relación con Dios
y con todas las demás personas". [49] Richard D. Andrews señala que, "Cada vez
que hacemos algo bueno, justo, puro, santo, honramos a nuestros padres". [50]

Protestantismo
Juan Calvino describe el origen sagrado del papel del padre humano (que por lo
tanto exige honor). La analogía entre el honor de los padres y el honor de Dios
mismo se ve reforzada por este entendimiento de que la paternidad terrenal se
deriva de la paternidad de Dios. Por tanto, el deber de honrar no depende de si
el padre o la madre es particularmente digno. Sin embargo, Calvino reconoce
que algunos padres son completamente malvados y enfatiza que no hay excusa
para pecar en nombre de honrar a un padre, calificando la noción de "absurda".
[51]

Por tanto, puesto que el nombre del Padre es sagrado, y es transferido a los
hombres por la peculiar bondad de Dios, el deshonor de los padres redundará
en el deshonor de Dios mismo, y nadie puede despreciar a su padre sin ser
culpable de una ofensa. contra Dios, (sacrilegium.) Si alguien objetara que hay
muchos padres impíos y malvados a quienes sus hijos no pueden mirar con
honor sin destruir la distinción entre el bien y el mal, la respuesta es fácil, que la
ley perpetua de la naturaleza no es subvertida por los pecados de los hombres;
y por lo tanto, por indigno de honor que pueda ser un padre, aún conserva, en
tanto que es padre, su derecho sobre sus hijos, siempre que no se derogue en
modo alguno del juicio de Dios; pues es demasiado absurdo pensar en absolver
bajo cualquier pretexto los pecados que son condenados por su ley; es más,
sería una vil profanación usar indebidamente el nombre del padre para cubrir
los pecados. [52]

-  Juan Calvino, comentario sobre Éxodo 20:12 y Deuteronomio 5:16


El comentario de John Wesley sobre el mandamiento de honrar al padre y a la
madre es consistente con la interpretación del Catecismo de la Iglesia Católica.
Resume las acciones que expresan honor de la siguiente manera: 1. Una estima
interior de ellos, expresada externamente, 2. Obediencia a sus mandamientos
legales (Efesios 6: 1-3), 3. Sumisión a sus reprensiones, instrucciones y
correcciones, 4. Actuar teniendo en cuenta el consejo, la dirección y el
consentimiento de los padres. 5. Dar consuelo y atender las necesidades físicas
de los padres ancianos. [53] [54] Al igual que el Catecismo, Wesley también
enseña que el mandamiento incluye honrar a otros con una autoridad secular
legítima. También anima a las personas a honrar a los que están en el liderazgo
espiritual con la pregunta: "¿Habéis obedecido todos los que velan por vuestras
almas y los tenéis en alta estima por amor a su trabajo?" Esta pregunta recuerda
las declaraciones de Pablo a la iglesia en Galacia y a Timoteo. [55]

Matthew Henry explica que el mandamiento de honrar al padre y a la madre se


aplica no solo a los padres biológicos, sino también a quienes cumplen el papel
de madre o padre. Él usa el ejemplo de Ester honrando a su tutor y primo
Mardoqueo:

Como Mardoqueo es el tutor o pro-padre de Esther, se nos dice ... Cuán


respetuosa era ella con él. Aunque en relación a ella era su igual, sin embargo,
siendo inferior a él en edad y dependencia, lo honró como a su padre, cumplió
su mandamiento, verso 20. Este es un ejemplo para los huérfanos; si caen en
manos de quienes los aman y cuidan de ellos, que les devuelvan el debido
deber y afecto. Cuanto menos obligados estaban sus tutores a cuidar de ellos,
más agradecidos están de honrar y obedecer a sus tutores. [56]

-  Matthew Henry, comentario sobre Esther 2

Esther y Mardoqueo escribiendo la segunda carta de Purim. Arent de Gelder, ca.


1685. Óleo sobre lienzo, Museo de Arte de RISD, Providence RI

El mandamiento mismo anima a la obediencia "para que disfrutes de una larga


vida y te vaya bien". [57] Enrique, Wesley y Calvino afirman la aplicabilidad de
esta promesa para todos los que guardan el mandamiento, aunque cada uno
señala que para el cristiano del Nuevo Testamento, la promesa puede cumplirse
como recompensas terrenales y / o recompensas celestiales, como Dios lo
considere oportuno. su sabiduría y amor por el individuo.

En su comentario, Calvino señala las duras consecuencias requeridas en Éxodo y


Levítico por fallas específicas para guardar el mandamiento. Aquellos que
golpearan o maldijeran a sus padres serían condenados a muerte. [58] Los hijos
desobedientes persistentemente debían ser llevados ante los ancianos de la
ciudad y apedreados por toda la comunidad si se consideraba que el testimonio
de los padres era exacto. [59] Calvino escribe que Dios sabía que la pena capital
por estos delitos parecería severo y difícil de pronunciar, incluso para los
responsables de resolver la situación. Por eso, argumenta, el texto asigna
específicamente la responsabilidad de las consecuencias al infractor. La
severidad de la sentencia enfatizó la importancia de eliminar tal
comportamiento de la comunidad y disuadir a otros que pudieran imitarlo. [60]
Aunque Calvino se refiere principalmente a los padres en su comentario sobre el
mandamiento de honrar al padre y a la madre, casi al principio escribe que el
mandamiento menciona a ambos padres a propósito. [52] Como se describió
anteriormente, Proverbios respalda el valor de la guía tanto del padre como de
la madre, [61] y Pablo especificó que los niños deben mantener a sus propias
madres y abuelas viudas, "lo cual agrada a Dios". [62]

Así como "honrar" implica ofrecer un respeto profundo, lo opuesto a honrar a


alguien es trivializarlo, como si no tuviera importancia. [36]

El respeto no es algo que se base únicamente en las calificaciones personales o


profesionales, sino también en la posición que Dios le ha dado a esa persona.
En 1 Samuel 26, David perdona la vida de Saúl, incluso a riesgo de perder la
suya, sometiéndose a la autoridad que Dios había puesto sobre él como rey
ungido. [36]

Recompensas por cumplimiento


Este mandamiento se diferencia de los demás en que se le adjunta una
promesa: "... para que vivas mucho tiempo en la tierra que el Señor tu Dios te
da". [63] Deuteronomio 5:16 amplía esto: "... para que tus días se prolonguen, y
te vaya bien en la tierra que el Señor tu Dios te da". [64]

Consecuencias de la desobediencia
Como ocurre con la mayoría de los términos del pacto entre Dios e Israel, hay
consecuencias por la desobediencia así como recompensas por la obediencia:

Así como la recompensa por honrar a padre y madre es muy grande, el castigo
por transgredirlo es muy grande. Y el que aflige a sus padres hace que la shejiná
[la presencia de Dios] se separe de él y caigan sobre él duros decretos y sufra
muchos sufrimientos. E incluso si la vida le sonríe en esta vida, seguramente
será castigado en el Mundo Venidero.

-  Kitzur Shulchan Aruch 143: 4


Ver también
Ley bíblica en el cristianismo

La Piedad filial
Pietas

Referencias

^ '' Diez mandamientos '', New Bible Dictionary , segunda edición, Tyndale
House, 1982 págs. 1174-1175

^ Posner, Richard A., Cómo piensan los jueces , Harvard University Press, 2008,
p. 322

^ Bromiley, Geoffrey W., The International Standard Bible Encyclopedia , 1988, p.


117

^ Williams, J. Rodman. Teología de la renovación: teología sistemática desde


una perspectiva carismática , 1996 p. 240

^ Jersild, Paul T., Tomando decisiones morales: un enfoque cristiano de la ética


personal y social , 1991, p. 24

^ Catecismo de la Iglesia Católica , §2056, 2003, Religión de Doubleday, ISBN 0-


385-50819-0

^ Comentario conciso de Matthew Henry sobre Éxodo 20:12 leído en línea y


Efesios 6: 1–4 leído en línea (ambos consultados el 31 de agosto de 2009).

^ a b Comentario sobre Éxodo 20:12, La Biblia de estudio judía: Traducción de


Tanakh , Berlín, Adele; Brettler, Marc Zvi y Fishbane, Michael, eds. Prensa de la
Universidad de Oxford. 2004 ISBN 0-19-529751-2 .
^ a b Véase también Deuteronomio 6: 3-4

^ a b Éxodo 21: 15,17, Levítico 20: 9. Vea también Deuteronomio 27:16 y


Proverbios 20:20.

^ a b Mishné Torá, Shoftim, Mamrim 6: 1


^ a b Kitzor Shulján Aruch Yoreh Deah 143: 1

^ Ginzberg, Louis (1909). Las Leyendas de los Judíos Vol. III: Los Otros
Mandamientos Revelados en el Sinaí (Traducido por Henrietta Szold) Filadelfia:
Sociedad de Publicaciones Judías.
^ Talmud Kidushin 31

↑ (ver también Kitzur Shulchan Aruch 143: 1 y Sefer Maalot ha Middot)


^ Mishneh Torah, Shoftim, Mamrim 6:17
↑ Kitzor Shulchan Aruch Yoreh Deah 143: 19

^ Plaut, W. Gunther y Stein, David E. The Torah: A Modern Commentary (p. 504)
2005 (revisado). Unión por el judaísmo reformado ISBN 0-8074-0883-2 ver en
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^ Rossel, Seymour. La Torá: porción por porción (p. 298) 2007. Torah Aura
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^ Isaacs, Ronald H. El libro judío de etiqueta (p. 133) 1998. Jason Aronson. ISBN
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^ Éxodo 21:11; Deuteronomio 5:16; Levítico 19: 3;

^ Deuteronomio 21: 18-21. Tenga en cuenta que la referencia a que el hijo es


un borracho sugiere que no es un niño pequeño.

^ Comentario sobre Éxodo 20:12, Biblia de estudio judía: traducción de Tanaj


^ Jeremías 31: 9

^ Isaías 43: 6
^ Malaquías 1: 6 (NVI)

^ Esta familia se presenta por primera vez en 2 Reyes 10: 15–31.


^ Mishné Torá, Shoftim, Mamrim 6: 2

↑ Shulján Aruch Yoreh Deah 240: 14


^ Isaacs, El libro judío de etiqueta (p. 132)

^ Donin, Hayim Halevy. Ser judío: una guía para la observancia judía en la vida
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↑ Sefer Chassidim 542 en Finkel, Avraham Yaakov. 1997 Sefer Chasidim: El libro
de los piadosos Jason Aaronson ISBN 1-56821-920-2
↑ a b Donin, pág. 129 .

^ Isaacs, págs. 134-135 .


^ El pequeño Midrash dice , volumen III, El libro de Vayikra, por M. Weissman, C
1988, página 165
^ a b c "Honra a tu padre y a tu madre", Comisión de Ética y Libertad Religiosa
de la Convención Bautista del Sur
^ Comentario conciso de Matthew Henry sobre Éxodo 20: 12-17 leído en línea
(consultado el 31 de agosto de 2009)
^ Biblia de estudio NVI. 1999. Zondervan. Nota sobre Colosenses 3:20 con
referencia a Hechos 5:29
^ CCC §§2214–2215 .

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^ CCC §2207 .
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^ Andrews, Richard Demetrius. "Honra a tu padre ya tu madre", Orthodoxy


Today , 2 de junio de 2007

^ Calvino, Juan. Armonía de la ley, Parte III , Comentario sobre Éxodo 20:12 y
Deuteronomio 5:16 leer en línea

^ a b Calvino, Juan. Armonía de la ley, Parte III. Comentario sobre Éxodo 20:12 y
Deuteronomio 5:16 leído en línea

^ Wesley, Juan. Notas sobre la Biblia: Notas sobre el segundo libro de Moisés,
comentario sobre Éxodo 20:12 leído en línea

^ ver también Comentario de Matthew Henry sobre toda la Biblia, comentarios


sobre Éxodo 20:12 leído en línea

^ Gálatas 6: 6 y 1 Timoteo 5: 17-18


^ Comentario de Matthew Henry sobre Esther Capítulo 2 leído en línea

^ Deuteronomio 5:16
^ Éxodo 21: 15,17 y Levítico 20: 9

^ Deuteronomio 21: 18-21


^ Calvino, Juan. Armonía de la ley, Parte III. Comentario sobre Éxodo 21:15, 17 y
Levítico 20: 9 leído en línea
^ Proverbios 6: 20-22

^ 1 Timoteo 5: 4
↑ Plaut y Stein, The Torah: A Modern Commentary (p. 504)

^ Kioulachoglou, Anastasios. "Honra a tu padre y a tu madre", Journal of Bible


Accuracy

Honrar a los Padres

Lo que todo judío debe saber sobre... honrar y respetar a los padres

Honrar a los padres (Kibud av vaem) es una de las mitzvot selectas que aparece en los Diez
Mandamientos. La Torá nos dice: «Honra a tu padre y a tu madre», y también establece:
«Honra a tu Di-os», ¡lo que implica que los padres están a la par con el honor a Hashem! Es el
quinto mandamiento y está colocado entre los cinco que rigen la relación del hombre con Di-
os y es el único que promete larga vida, si se cumple. Por más que respetemos a nuestros
padres, nunca podremos retribuirles el hecho de darnos vida al traernos a este mundo. Sin
embargo, la verdadera razón por la que los respetamos es porque es una mitzvá, y eso es
suficiente. En realidad, se trata de dos preceptos: honor y respeto. ¿Cuál es la diferencia entre
ambos?

Honrarlos incluye:

• Ponerse de pie cuando los padres entren. Permanecer así hasta que se sienten, se ausenten
o digan que te sientes.

• Proporcionarles alimentos, vestimenta y transporte, si los padres no pueden proveérselos.


De hecho, los padres se sienten mejor cuando pueden mantenerse por sí mismos.

Respetarlos significa:

• Si tu padre o madre tiene un lugar especial para sentarse, no lo ocupes.


• No contradigas a tus padres en su cara. Siempre hay una manera discreta de hacerlo. Cuando
no estén presentes, puedes expresar una opinión contraria a la de ellos; pero, de una manera
respetuosa.

• Algunas expresiones como «¡creo que tienes razón, papá!», pudieran ser irrespetuosas. Los
padres no requieren de la aprobación de sus hijos.

• A menos que te pidan su nombre, no los llames ni te refieras a ellos por su nombre propio,
incluso una vez fallecidos.

Casos particulares

• Los padres psicológicamente inestables, deben ser respetados. Es recomendable complacerle


sus caprichos. Si se hace demasiado difícil atenderlos, hay que contratar la ayuda adecuada.

• La obligación incluye honrar y respetar de la misma manera a los padrastros, suegros,


abuelos y hermanos mayores.

• Si el padre o la madre están dormidos no se les debe despertar salvo para el desempeño de
cualquier deber religioso (que pudiese descuidar), ya que todos estamos obligados a honrar Di-
os.

• Uno debe honrar a sus padres, aun después de su muerte. Cuando los padres se nombran
después de su desaparición habría que añadir: «que su memoria sea una bendición».

• Sin embargo, al padre se le prohíbe imponer un yugo demasiado pesado a los hijos, ni ser
muy exigentes con respecto a su honor. Deben perdonar y cerrar un ojo, pues, tienen derecho
de renunciar al honor que se le debe.

Extraído de Rumbo a tu judaísmo de Jabad Venezuela

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46 Comentarios

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Rav.Jorge.Nyska Argentina25 Diciembre, 2021

En relación a tu madre, proporciónale económicamente ,con regularidad lo que esté a tu


alcance pero mantener la relación estrecha con ella ,visitarla asiduamente,invitarla y llevarla a
tomar o a comer sería más importante que el factor económico reclamado.

Tendrías que reflexionar si el trato malo de tu madre estaría sustentado en un reclamo de


atención y afecto cercano.

En cuatro a tus hermanos, antes que te pidan dinero,pídeselo a ellos con el propósito de
ayudar a tu madre.Cada vez que te pidan tienes que decirles que estás esperando que ellos
colaboren.La forma de perderlo todo, incluso la dignidad, es no tener la fuerza para defender y
mantener lo que te costó ganar.

Reply

María Nieves barcelona28 Mayo, 2021

mi madre nunca me ha tratado bien y me ha tratado muy mal y ha sacado provecho


economico siempre queriendo de mas,que debo hacer y intento cortar el contacto con
ellos,pues mis hermanos me tratan igual,solo me necesitan cuando es por dinero usando el
arraigo de la familia,debo cortar el contacto,pues cuando consiguen su proposito empiezan a
hablarme muy mal,no son judios,que debo hacer

Reply

Nohemi Mexicali1 Septiembre, 2021

in response to María Nieves:

Aveces para mantener La Paz es necesario apartarse sin descuidar a tu padre o a tu madre
totalmente. Dale una cantidad que tu consideres que es buena para cubrir las necesidades de
ella. Creo yo eso sería lo mejor para ambas partes.

Reply

Yael Lutzky Buenos aires23 Octubre, 2021

in response to María Nieves:


Creo que deberias tratarlos igualmente de manera amorosa aunque te cueste, tómalo como
un trabajo para ti. Si ellos son agresivos son ellos los que estàn confundidos. Ahora bien si tu
haces esto y sigues obteniendo un comportamiento inadecuado como respuesta entonces
alèjate

https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1199135/jewish/Honrar-a-los-Padres.htm

--

Honrar a los Padres

Extraido de una compilacion de los libros sagrados para el cumplimiento de


esta mitzva. Por el Rabino Moshe Levy, Benei Brak, Israel.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que
Hashem tu D-os te da.
(Shemot 20:12)
El hombre temerá a su madre y a su padre, y Mis Shabat guardaréis. Yo soy
Hashem vuestro D-os.
(Vayikra 19:3)
CADA VEZ QUE OBEDECEMOS A NUESTROS PADRES CUMPLIMOS CON
UNA GRAN MITZVÁ DE LA TORÁ
Y cada vez que una persona presta atención a la voz de su padre o a la voz de
su madre cumple con una gran Mitzvá “Mideoraita” (De la Torá). Pele Yoetz,
letra Jaf “
Honra a tu padre y a tu madre…” Hónralos con toda clase de honor, hazlos
felices con buenas acciones, así como está escrito (Mishle 23:24): “El padre de
los justos se regocijará grandemente”…De la misma manera que un hombre
honra al Santo Bendito Sea, así debe honrar a su padre y a su madre, ya que
tienen una asociación con el Santo Bendito Sea; y de la misma manera en que
es necesario temer al Santo Bendito Sea, así es necesario temer a los padres
y honrarlos con toda clase de honores.
(Zohar ha Kadosh Yitro 92b)

“Así como la recompensa por la Mitzvá de honrar a padre y madre es muy


grande, el castigo por transgredirla es muy grande. Y quien aflige a sus padres
hace que la Shejina [la presencia de Hashem] se separe de él y que duros
decretos pesen sobre él, y recibe muchos sufrimientos. Y aún si la vida le
sonríe en este mundo, seguramente será castigado en el Mundo Venidero”.
LAS LEYES SOBRE HONRAR/TEMER A LOS PADRES DEL CODIGO DE
LEYES JUDIAS CAPITULO 143 KITZUR SHULJAN ARUJ
1. Uno debe ser extremadamente cuidadoso en temer y reverenciar al padre y
a la madre, ya que las Escrituras lo comparan al honor y temor del Santo
Bendito Sea. Los Sabios (Kidushin 30b) nos dicen: “Está escrito
(Shemot/Exodo 20:12): ‘Honra a tu padre y a tu madre’. También está escrito
(Mishlé/Proverbios 3:9): ‘Honra a Hashem con tus bienes’. También
(Vayikrá/Levítico 19:3): ‘Cada uno temerá a su padre y a su madre’; y
(Devarim/Deuteronomio 6:13): ‘Temerás a Hashem tu D-os’. Así, vemos que
hemos de honrar al padre y a la madre de la misma manera en que honramos y
tememos Su gran nombre. Tres socios comparten la creación del hombre: El
Santo Bendito Sea, el padre y la madre. (El padre proporciona al hombre la
sustancia blanca, la mujer la sustancia roja y el Santo Bendito Sea le insufla un
alma y le otorga la facultad de la vista, el oído y el habla. (Nida, 31a). Cuando
honramos a nuestro padre y madre, el Santo Bendito Sea dice: Yo lo considero
como si viviera entre ellos y ellos Me honraran”.
2. No hay límite a la Mitzvá de honrar al padre y a la madre, ya que se trata de
algo muy precioso y aquel que incrementa su cumplimiento es digno de elogio.
Y quien cumple con la Mitzvá de honrar al padre y a la madre merece una larga
vida y días placenteros en esta vida y en la vida del mundo venidero: él merece
riqueza y éxito en todas sus empresas. Y también merece que sus hijos e hijas
le honren, teman y respeten en su edad avanzada. Y para aquel que cumple
con esta Mitzvá en la Tierra de Israel la recompensa es mayor que para aquel
que la cumple fuera de la Tierra de Israel.
3. Todos deben amar a sus padres y madres como si se tratase de sus propios
cuerpos (Zohar ha Kadosh). Y la persona los honrará y encontrará en ellos un
rasgo bueno que tengan, y a través de éste los honrará y amará. Y cuando sus
padres le pidan un favor, debe hacerlo inmediatamente y con gran diligencia.
4. De la misma manera que la recompensa por la Mitzvá de honrar al padre y a
la madre es muy grande, el castigo por transgredirla es muy grande. Y aquel
que aflige a sus padres ocasiona que la Shejina [la presencia de Hashem] se
separe de él y duros decretos pendan sobre él, así como muchos sufrimientos.
Y aún si la vida le sonríe en este mundo, seguramente será castigado en el
mundo por venir.
5. Un hombre tiene la obligación de comprometerse con la Mitzvá de honrar a
su padre y a su madre aun si éstos no le han pedido que lo haga. E incluso
cuando otras personas atienden a sus padres y no les falta nada, de todos
modos es una Mitzvá honrarlos.
6. ¿Qué constituye “temor”? Uno no debe ocupar el lugar designado para su
padre en un consejo de ancianos o el lugar que le está reservado para rezar.
Uno no debe ocupar el asiento en la mesa de la cena generalmente ocupado
por el padre. Uno no debe contradecir al padre y ni siquiera corroborar sus
palabras en su presencia, como decir: “Padre tiene razón”. ¿Hasta qué punto
deben ser temidos los padres? Si un hijo, atildado en lujosos hábitos, hubiera
de presidir una reunión, y llegasen su padre y su madre y le desgarraran los
vestidos, le golpearan el rostro y le escupieran en la cara, él no debería ni
insultarlos ni mostrar malestar en su presencia, ni exteriorizar cólera contra
ellos; empero deberá permanecer en silencio y temer al Rey que es el Rey de
reyes, el Santo Bendito Sea, quien así lo decretó. Puede, no obstante, buscar
retribución legal por el daño que le han causado.
7. ¿Qué constituye “honor”? Uno debe proporcionarles comida y bebida, así
como vestimenta. Uno debe llevarlos a casa y sacarlos afuera, y
proporcionarles cariñosamente todo lo que necesiten. Los hijos que
proporcionan a sus padres sustanciosos manjares, pero lo hacen sin gracia,
incurren en el castigo Divino.
8. Si el padre o la madre están durmiendo y la llave del negocio está debajo de
su almohada, uno no debe despertarlos, aun si al no hacerlo se pierde una
gran ganancia. Sin embargo, si el padre se beneficiaría siendo despertado, y si
el hijo al no despertarlo aquél penará por la pérdida de su ganancia, es su
deber despertarlo, ya que esto le hará feliz. También es deber de los hijos
despertar a su padre para ir a la sinagoga o para el cumplimiento de cualquier
otro deber religioso, dado que todos están igualmente obligados a honrar al
Todopoderoso, bendito Sea.
9. Si un hijo desea un favor de sus conciudadanos y sabe que le será
concedido por mencionar a su padre, aunque sabe que también podría
obtenerlo por cuenta propia, no debe decir sin embargo: “Hacedlo por mí”, sino
más bien: “Hacedlo por mi padre”, a fin de atribuir el favor a la consideración
que la gente tiene por su padre.
10. Si la madre le dice a uno que haga cierta cosa y subsiguientemente el
padre le pregunta: “¿Quién te dijo que hicieras esto?”, si la persona siente que
por decir que su madre le dijo que debía hacerlo su padre se disgustará con su
madre, uno debiera más bien incurrir en la cólera del padre que implicar a la
madre.
11. Los hijos deben levantarse y permanecer de pie en presencia de sus
padres y madres.
12. Se debe honrar a sus padres incluso después de su muerte. Así, si el hijo
menciona sus nombres dentro de los doce meses después de su partida,
debiera decir: “Sea yo una expiación en su lugar (o el de ella)”. (Esto es,
cualquier mal que haya de sobrevenir a su alma, o a la de ella, debe recaer
sobre mí en cambio). Después de haber expirado doce meses (cuando ya no
se imponen castigos, porque ni siquiera los malos son juzgados después del
período de doce meses), uno debe añadir: “Sea su memoria una bendición en
el mundo por venir”.
13. Aún si su padre es malo y un pecador, el hijo debe temerle y reverenciarle.
Incluso un hijo ilegítimo está obligado a honrar y temer a su padre. Algunas
autoridades sostienen que él no está obligado a honrar a su mal padre mientras
éste no se arrepienta, y sólo se le prohíbe causarle pena. Como quiera que
sea, lo mejor es atenerse a la primera opinión.
14. Cuando un hijo ve que su padre infringe una Ley Divina, no debe decirle:
“Tú has violado un mandamiento de la Torá”, sino más bien debe formular una
pregunta: “¿Padre, acaso no está escrito en la Torá esto y aquello…?” Como si
pidiera información y no como si estuviera regañándolo; de modo que el padre
pueda corregirse sin quedar avergonzado.
15. Un hijo no debe acatar a su padre cuando le diga que infrinja un precepto
de la Torá, sea este un mandamiento positivo o negativo, o incluso un mandato
rabínico. Ya que está escrito (Vayikrá/Levítico 19:3): “Cada uno temerá a su
madre y a su padre, y mis Shabat [Shabetotai] guardaréis. Yo soy Hashem
vuestro D-os”. La observancia del Shabat se menciona en yuxtaposición con el
temor al padre y a la madre para significar: “Aunque os ordené temer a vuestro
padre y madre, sin embargo, si os dicen que violéis el Shabat no debéis
escucharlos, y lo mismo es verdad en lo concerniente a otros preceptos,
porque yo soy Hashem vuestro D-os, y tanto tú como tus padres estáis
igualmente obligados a honrarme. Por lo tanto, no debéis acatarlos para
desobedecer Mi palabra.” Asimismo, los mandatos rabínicos son los
mandamientos del Todopoderoso, bendito sea Su nombre, ya que está escrito
(Devarim/Deuteronomio 17:11): “No te apartarás”, etc. Así, si un padre le dice a
su hijo que no le hable a cierta persona con la que el hijo desea reconciliarse y
perdonarla, éste debe pasar por alto la petición de su padre, porque está
prohibido odiar a ningún judío, a menos que lo vea cometer un pecado. De esa
manera, el padre le está diciendo al hijo que infrinja un mandamiento de la
Torá.
16. Si el hijo desea ir a cierto lugar para estudiar la Torá, porque allí logrará
más que en su propio sitio, pero el padre no lo consiente por alguna razón,
aquél no está obligado a escucharle, porque el estudio de la Torá es mayor que
el precepto de honrar a los padres. (Como lo encontramos en el caso de
nuestro ancestro Yaakov , la paz sea con él, que cuando se alejó de Itzjak, se
retiró a la casa de Eber por catorce años, donde se dedicó al estudio de la
Torá. Tiempo después, se fue a la casa de Labán y si contamos el tiempo que
le tomó cubrir el viaje, se mantuvo alejado durante veintidós años. Por estos
veintidós años, durante los cuales no cumplió el precepto de honrar a su padre,
fue castigado, y Yosef le fue ocultado durante veintidós años; pero por los
catorce años que había pasado estudiando la Torá no fue castigado). Si el hijo
desea casarse y el padre no lo consiente, tampoco en este caso el hijo está
obligado a obedecerle.
17. Es deber tanto de hombres como de mujeres honrar a sus padres. No
obstante, una mujer casada que le debe devoción a su marido, está exenta del
deber de honrar a sus padres. Aun así, está obligada a hacer por sus padres
todo lo que pueda, si su marido no pone objeciones.
18. Quienquiera que avergüence a su padre o a su madre, aunque sólo sea
con simples palabras o gestos, está incluido entre aquellos a quienes el
Todopoderoso ha maldecido, porque está escrito (Devarim/Deuteronomio
27:16): “Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre”.
19. Si el padre o la madre tienen una punta de astilla clavada en la piel, no se
le permite al hijo sacarla, no sea que intentándolo ocasione una herida (el cual
acto está sujeto a la pena capital del estrangulamiento). Si el hijo es un médico,
no le está permitido sangrar a sus padres o realizar en ellos una operación,
aunque su intención al hacerlo sea curarlos. Lo antedicho es verdad sólo
cuando hay otro médico para hacerlo; pero si no hay otro disponible, aquél
puede sangrarlos y cortarlos tanto como sea necesario para propósitos de
curación.
20. Si el padre o la madre de uno devienen dementes, el hijo debe tratar de
actuar con ellos de acuerdo a su condición mental, hasta que Hashem se
apiade de ellos. Sin embargo, si el hijo ya no puede soportarlo a causa de su
condición agravada, él puede dejarlos y delegar en otros su cuidado.
21. Se prohíbe pegarle al hijo ya crecido. La palabra “crecido”, en este
contexto, no se refiere a la edad sino a su madurez. Si hay razón para pensar
que el hijo se rebelará y expresará ese resentimiento mediante palabras o
hechos, aún si no ha llegado a la edad del Bar Mitzvá , está prohibido pegarle.
En cambio, hay que razonar con él. Cualquiera que golpee a su hijo crecido ha
de ser excomulgado porque infringe la Mitzvá (Vayikrá/Levítico 19:14): “No
maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo”, porque si los
hijos actúan agresivamente contra los padres, la reacción negativa de éstos es
susceptible de atraer pecado y castigo sobre aquellos.
22. Un hombre debe respetar a su madrastra durante la vida de su padre, y a
su padrastro durante la vida de su madre. Y es apropiado honrar a su
madrastra o a su padrastro, incluso después de la muerte de los propios
padres.
23. Una persona debe honrar a su hermano mayor, sea éste del mismo padre o
de la misma madre. También debe honrar a su suegro y a su suegra (como lo
hallamos en relación al Rey David, la paz sea con él, quien honró a su suegro
el Rey Saúl llamándolo “mi padre”, así como está escrito [Shemuel Alef/Samuel
I 24:12]: “Mi padre, sí, ved el faldón de vuestro atuendo en mi mano”, etc.).
También debe honrar a sus abuelos. Pero el honor que se le debe a los padres
es mayor que el que se le debe a los abuelos.
24. Aquel que verdaderamente desea honrar a su padre y a su madre debiera
dedicarse al estudio de la Torá y a la realización de buenas acciones, porque
este es el máximo honor a sus padres, ya que la gente dirá: “Felices los padres
que criaron tal hijo”. Pero un hijo que no transita por el recto camino ocasiona
reproches a sus padres y les causa desgracia de la manera más ignominiosa.
Asimismo, un padre que está preocupado por el bienestar de sus hijos debiera
dedicarse al estudio de la Torá y a la práctica de buenas acciones, de modo
que pueda complacer a D-os y a los hombres, y así hacer que sus hijos estén
orgullosos de él. Pero aquel que no transita por el camino recto ocasiona
desgracia a sus hijos. Igualmente, los hijos mueren por los pecados de los
padres, como está escrito (Shemot/Exodo 20:15): “Visito la maldad de los
padres sobre los hijos”. No hay mayor crueldad que causar la muerte de los
propios hijos a cuenta de los propios pecados. Y no hay nadie más piadoso
hacia sus hijos que el hombre de rectitud, dado que su mérito prevalece
durante mil generaciones.
25. Un converso al judaísmo no debe maldecir o despreciar a su padre no
judío, no sea que se diga: “Pasó de una santidad más alta a una inferior”, sino
que debiera tratarlo con un cierto grado de respeto.
Rabino Moshe Levy

https://www.tora.org.ar/honrar-a-los-padres/

E l título de nuestra lectura bíblica proviene de la raíz

hebrea kadosh que quiere decir santo o sagrado. Dios le dice a Moshé que


instruya a toda la congregación de Israel ser kedoshim, santificados, porque El,
también lo es. Según Rashí, la instrucción de kedoshim debe entenderse en el
sentido de que nos separemos o que nos mantengamos aparte, que no
participemos en las relaciones sexuales incestuosas que son el tema de los
capítulos anteriores. Al mismo tiempo debemos mantenernos separados de
cualquier averá, que es la desobediencia a una mitsvá, la que a su vez es una
ordenanza Divina contenida en la Torá.
La oración central de las tardes de Shabat reza Atá ejad, veShimejá ejad, umí
keamejá Israel, goy ejad baárets, que quiere decir Tu (Dios) eres Uno
(único), y Tu Nombre es Uno, y quien como Tu pueblo Israel, que es un pueblo
único en la tierra. Efectivamente, desde el comienzo de nuestra historia como
pueblo, hemos sido kedoshim, diferentes y “otros” en relación con el resto de la
humanidad. Según el Midrash, Avraham se llamaba Ivrí, porque él, se situaba
en un éver o lado del río y el resto del mundo estaba en la orilla
opuesta. Avraham enfrenta al resto del mundo y lo estimula con su concepción
de la Divinidad única.
Golda Meir se refirió a esta característica también, cuando, en el seno de las
Naciones Unidas, señaló que cada una de las naciones que la integran, tiene
alguna afinidad especial con alguna otra. Ya sea por pertenecer al mismo
bloque ideológico y político, ya sea por razones culturales o históricas, ya sea
por compartir el idioma o la religión. Venezuela, por ejemplo, pertenece al
grupo Latinoamericano. El español, que es su idioma, es compartido por un
amplio sector del continente. La religión católica es practicada por la mayoría
de sus habitantes y por un gran número de los habitantes de las otras naciones
del continente americano. La afinidad entre los diferentes países árabes es por
todos conocida. El caso de Israel, en cambio, es único. No comparte ni el
idioma, ni la religión con nación alguna. Israel, es diferente. Israel, es
único. Israel es el judío de las Naciones Unidas.
El pueblo judío no adhiere a los principios y a las normas de la historia
universal. El historiador Arnold Toynbee tuvo grandes dificultades en integrar e
incluir a este pueblo en su esquema de la humanidad. Es posible que no
hubiese manifestado prejuicios de antisemitismo cuando nos calificó de pueblo
fósil. Parece que no pudo ubicarnos, cómodamente, en su modelo histórico: es
el único caso en los anales de la humanidad, donde que un pueblo se mantiene
fiel a su identidad nacional y religiosa, por el largo lapso de dos milenios, sin
tierra propia bajo sus pies. Los estudiosos ofrecen diversos motivos y causas
para este hecho. Pero la realidad continúa igual. Hemos desafiado todas las
teorías y continuamos siendo, cuando ya debíamos haber dejado de existir.
De manera similar, la nomenclatura que es aplicable a otros pueblos, no es
rigurosa en nuestro caso. El Judaísmo no es exactamente una religión. (El
finado Rabino Dr. Leo Jung del Jewish Center de New York solía enseñarnos
en un curso que dictaba en Yeshiva University, que en el judaísmo, no hay
dogmas, a sabiendas de que el dogma es fundamental para las religiones). Ser
judío no equivale (no es idéntico) a la práctica del judaísmo. Es mucho más
fácil responder a la famosa interrogante de ¿”quién es judío”? (aunque
políticamente es una cuestión candente en la actualidad, que repercute en este
momento histórico cuando deberíamos sumar fuerzas y abstenernos de
divisiones internas adicionales), que a la pregunta ¿”qué es un judío”?
La “elección” del pueblo judío que es una noción que repetimos cuando somos
llamados a la lectura de la Torá al recitar asher bájar banu mikol haamim,
significa “que nos escogió entre todos los pueblos”, tiene que ser entendida y
explicada de alguna manera. Es arrogante y seguramente erróneo, presumir
que somos mejores que otros. Si nos destacamos en algunas disciplinas,
somos débiles en otros campos. No cabe duda, sin embargo, que el mundo en
el cual hemos actuado nos considera diferentes y “otros”. Nuestra “elección”, se
debe manifestar tal vez, en la firmeza de nuestras convicciones y en la
disposición a entregar nuestras vidas, a mantenernos fieles, leales y
consecuentes con nuestros ideales, que al fin de cuentas debe ser el modelo a
seguir por toda la humanidad. Se nos ha comparado con una corriente en las
cercanías de las islas de Bermuda, que está en medio de un inmenso océano y
que, sin embargo, no permite que sus aguas se confundan con las aguas que
la rodean manteniendo esta corriente sus características especiales.
La Torá le pone un marco y un límite adicional a la relación entre padres e hijos
al incluir en el mismo versículo de nuestro texto semanal, el temor a los padres
y la obligatoriedad de cuidar el Shabat. Los jajamim utilizan esta coincidencia
para enseñar que la obediencia a los padres, está condicionada a las
enseñanzas de la tradición. O sea que la Torá es suprema cuando un padre
ordena el desafío a sus leyes. Este tema, el de la interacción entre padres e
hijos, está incluido en el listado de los Diez Mandamientos. Según los jajamim,
el dictamen que ordena “honra a tu padre y a tu madre” sirve para que se
produzca la transición entre las obligaciones del ser humano con su Creador,
que es el patrón del primer grupo y las leyes que rigen las relaciones entre los
hombres, contenidas en los últimos cinco mandamientos. Dios es el creador del
cosmos y nuestros padres son nuestros “creadores” biológicos.
En nuestros días, cuando observamos el debilitamiento de la unidad familiar se
hace imperioso el énfasis en el cumplimiento de esta ley de “honrar y temer” a
los padres. El Talmud especifica esta relación señalando que un hijo no debe
sentarse en el puesto fijo del padre en la mesa, no debe contradecirlo, y
cuando su padre está debatiendo con otra persona, el hijo debe abstenerse de
participar. Ni siquiera para darle la razón a su padre. Lo antedicho forma parte
de morá, el “temor” al padre. La “honra” que se le debe al padre, kibud, en
hebreo, se traduce en brindarle comida y bebida (en caso de pobreza,) de
proporcionarle vestimentas (si fuese necesario), y de permitirle entrar o salir
primero de cualquier lugar.
El Talmud, igualmente en el tratado de Kidushín, afirma que el padre también
tiene obligaciones específicas con su hijo. El padre tiene la responsabilidad de
enseñarle Torá (desde tiempos antiguos se transfirió la tarea de la educación a
los maestros y a las escuelas), de facilitarle un oficio para que pueda
defenderse en la vida (durante la Edad Media, los judíos fueron excluidos de
los gremios de artesanos y por lo tanto tuvieron que dedicarse a otras
actividades). El padre debe circuncidarlo (berit milá) a los ocho días, “redimirlo”,
cuando es aplicable, a los treinta días (pidyón habén). Un padre tiene que
enseñarle a nadar (¿physical fitness?) a su hijo. Quizás la intención de esta
instrucción es que un padre debe ayudar para que su hijo pueda defenderse en
las diferentes situaciones que la vida y la naturaleza le pueden presentar. Un
padre debe encontrar una esposa para su hijo (la referencia probable es
prepararlo emocional y económicamente para contraer matrimonio). De esta
manera, la tradición judía no se satisface con una instrucción abstracta, sino
que define la manera como debemos llevar a la práctica esta relación entre
padres e hijos.
Nuestros capítulos semanales contienen numerosas leyes e instrucciones
adicionales que son de importancia capital y que merecen un estudio
minucioso. Terminamos nuestras líneas citando a continuación la ley que
prohíbe no sólo la adoración de los ídolos, sino qué incluso está prohibido
considerar la mera posibilidad de su existencia. Es obvio entonces, que
consultar diariamente el horóscopo, o acudir a un adivino o hechicero, no es
algo acorde con nuestra ley. Nuestro asombro fue grande, cuando nos
enteramos de que la esposa de Ronald Reagan consultaba con una astróloga
de Los Ángeles, porque temía por la vida de su esposo. Para Nancy Reagan,
los secretos de la astronomía (que podían ser descubiertos por la nave
espacial Challenger), no se comparan con los vaticinios infalibles para ella, que
la vidente astróloga le proporcionaba. Si esto es así, quien puede menospreciar
la urgente necesidad del estudio de la Torá (con sus normas que prohiben la
práctica de la magia y de la superstición) y de la práctica de sus leyes, que
obviamente continúa vigente en nuestra modernidad.

https://www.pynchasbrener.com/honraras-a-tu-padre-y-a-tu-madre/

En la Torá hay dos Mitzvot que regulan la relación padres /hijos. La primera de ellas es kabbed
et abija ve-et imeja “Honra a tu padre y a tu madre”. Este es el quinto de los Diez
Mandamientos.
RAB YOSEF BITTÓN

Y hay una segunda Mitzvá en el libro de Vayiqrá -Leviticus- 19, 3, que dice ish immó veabiv
tira’u, “Uno debe respetar a su madre y a su padre”. Estas dos Mitzvot son diferentes y de
hecho, se complementan entre sí, como veremos a continuación.

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Comenzaremos por la segunda Mitzvá: Respetar a nuestros padres. El lenguaje que utiliza la
Torá, que nosotros tradujimos como respeto es tira’u , que literalmente significa “temer”. Pero
no se trata de tenerle miedo a los padres sino de un temor reverencial, o sea, respeto.

Respetar a los padres incluye todo lo que no debemos hacer a nuestros padres.

Algunos ejemplos:

-No puedo llamar a mis padres por su nombre particular.

-No puedo contradecir o desobedecer a mis padres.


-Un hijo o una hija no deben sentarse en un lugar que es designado para su padre o su madre.
Por ejemplo, en el asiento de su madre en la mesa o en el sillón especial de su padre en la
casa, o en el asiento de su padre en la sinagoga, etc.

El respeto de los padres es una forma de establecer líneas claras: “Yo soy el padre y tú eres el
hijo: no somos iguales.” Esta distancia es absolutamente necesaria para los hijos, no para el
ego de los padres. Estos principios establecen límites y definen la autoridad, sin lo cual un niño
no puede ser bien educado. En un sentido práctico, la Mitzvá de “respetar” a nuestros padres
se aplica principalmente cuando somos niños o jóvenes y dependemos de nuestros padres. Un
niño judío se educa a actuar con disciplina y a aceptar la autoridad de los padres. Lo cual
eventualmente lo entrenará para aceptar una autoridad superior: la autoridad Divina.

La primera Mitzvá, “Honrar a los padres”, es muy diferente. No se trata de lo que no está
permitido hacer hacia los padres, sino de lo que debemos hacer hacia nuestros padres.
Básicamente, honrar a nuestros padres significa “cuidar a” y “ocuparnos de” nuestros padres.
Y como ya explicamos, este es el quinto de los Diez mandamientos.

Nuestros sabios explicaron que honrar a los padres incluye por ejemplo nuestra obligación de
atender a nuestros padres, acompañarlos, llevarlos y traerlos, y si fuera necesario, darles de
comer y vestirlos. Esta Mitzvá hace hincapié en el deber de gratitud y reconocimiento hacia
quienes nos alimentaron, nos vistieron y cuidaron de nosotros cuando éramos niños.

Como el lector podrá apreciar, el respeto a los padres se aplica principalmente cuando
nosotros, los hijos, dependemos de nuestros padres. Mientras que honrar a los padres se
aplica principalmente cuando nuestros padres son mayores, y dependen de nosotros, los hijos.

Fuente: halaja.org

https://www.enlacejudio.com/2016/08/22/quinto-mandamiento-la-diferencia-respetar-
honrar-a-los-padres/
a idea de
honrar y
respetar a
nuestros
mayores ha
estado fuera de
moda en la
cultura
occidental
durantelas
últimas
décadas. En
una cultura que
valora la
juventud, la
modernidad y
el desarrollo
sobre todo
lodemás, no es
sorprendente
descubrir que
las personas
no tengan gran
estima por
la generación
mayor.
Sinembargo,
las leyes
eternas de
la Torá
incluyen la
obligación de
respetar a los
padres. El
hecho de que
estamitzvá sea
uno de los Diez
Mandamientos
indica cuán
importante es
este precepto.
¿Por qué es
así? Honrara
los padres
expresa
gratitud hacia
ellos por haber
asumido la
responsabilidad
de criar hijos y
atender asus
necesidades
esenciales. En
un nivel más
profundo, el
hecho de
honrar a los
padres pone de
relieve
laimportancia
del rol de la
generación
previa para la
transmisión de
la tradición
judía.
Finalmente,
respetar
anuestros
padres nos
permite
reconocer y
valorar que en
última
instancia es
D’os Quien nos
dio la
existencia,y
Quien
mantiene y
guía al mundo.
Algunas de las
preguntas que
trataremos de
responder en
esta clase son:
 
¿Por qué debo
respetar a mis
padres?
 
¿Qué clase de
comportamient
o y actitud me
pide la Torá
con respecto a
mis padres?

¿Siempre tengo
que hacer caso
a mis padres?

¿Qué pasa si
tengo
verdaderos
problemas con
mis padres?
Esquema de la
Clase:
Sección I. La
Mitzvá de
Kibud Av
veEm
(Honrar a los
Padres) Parte 
A. La Obliga
ción de Honr
ar a los Padre
s Parte B. Alt
os Niveles pa
ra Honrar a lo
s Padres Part
e C. Desde la 
Perspectiva d
el PadreSecci
ón II. ¿Por
Qué Debo
Respetarlos? 
Parte A. Grati
tud Parte B. 
Desarrollar u
na Concienci
a de D'os Part
e C. Mantene
r Intacta la C
adena de la T
radiciónParte
D. La
Recompensa 
Parte E. ¿Qué 
Pasa Si Sient
o Que Mis Pa
dres Han Sid
o Injustos Co
nmigo?
Sección III.
Cómo Honrar
a Nuestros
Padres Parte 
A. Honor Par
te B. Reveren
cia Parte C. R
espeto Parte 
D. Amor Part
e E. Honor P
óstumo

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