Investigacion
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Sensores de distancia
Los sensores de distancia permiten medir cuánto espacio separa un
punto de otro.
Es decir, miden la distancia lineal entre dos elementos de interés. Una
de sus mayores utilidades se encuentra en los equipos para la detección
de movimiento y vigilancia perimetral.
Este tipo de detectores se puede apoyar en un gran número de
tecnologías, normalmente, a través de infrarrojos, medidores
ultrasónicos y receptores de ondas
de alta frecuencia.
Sensores de frecuencia de luz
Los sensores de frecuencia de luz pueden percibir impulsos lumínicos
y decodificar la intensidad de frecuencia de estos, dando como
resultado un parámetro que puede contrastarse en una escala
ayudando a detectar color.
Aunque suelen ser denominados sensores de color porque usan como
referencia el rojo, el azul y el verde, su verdadera utilidad es mucho más
profunda que eso. Son capaces de detectar minúsculas variaciones en
la luz devuelta por una superficie, incluso cuando estas son invisibles al
ojo humano. Son ideales para analizar superficies como etiquetas y
paquetes para determinar si existe algún error en la imprenta; establecer
posibles intrusos y clasificar objetos que comparten transporte en una
misma línea de producción.
Sensores de humedad
Los sensores de humedad permiten medir la temperatura y la cantidad
de humedad relativa en el aire dentro de un espacio específico. Los
resultados de estas medidas son transmitidos a impulsos eléctricos,
usualmente para disparar un mecanismo mayor.
Son esenciales dentro de maquinarias industriales que operan con
componentes químicos, almacenaje de productos secos, medir riesgos
en el depósito, detectar fuga en calderas cerradas y, sobre todo, dentro
de la industria agroalimentaria para controlar los espacios de
invernadero o la necesidad de riego en las plantas. Los sensores más
avanzados pueden medir los niveles de humedad incluso en superficies
o dentro de determinadas fibras sintéticas.
Sensores de luz
Un sensor de luz es un dispositivo capaz de percibir la luz ambiental (o
la que se origina de un punto en concreto) y luego reaccionar a ella con
un impulso eléctrico que varía dependiendo de la intensidad de la luz
que ha detectado.
A mayor lectura de luz, mayor intensidad en la respuesta eléctrica.
Este tipo de sensores también pueden estabilizarse para reaccionar
ante determinadas intensidades, por lo que se les conocen también
como sensores de luminosidad, dado que reaccionan a las variaciones
de luz ambiental. Estos sensores son especialmente útiles para la
regulación de consumo de energía en espacios controlados porque
pueden apagar o encender las celdas de iluminación según sea
necesario, por mencionar un ejemplo.
Sensores de Posición
Los sensores de posición, tal como lo indica su nombre, permiten medir
la posición lineal o angular de un objeto con respecto a un plano (o
usándose a sí mismo como referencia), para transformarla en una señal
eléctrica que puede ser interpretada por un sistema de control mayor.
Después de los sensores de temperatura, los sensores de posición son
los dispositivos de captación de magnitudes más utilizados a nivel
industrial. Estos dispositivos permiten controlar el movimiento de todo
tipo de equipos de robótica para la realización de una infinidad de
trabajos que requieran la reubicación de piezas como brazos
mecánicos, soldadores o cortadores.
Sensores de presión
Los sensores de presión permiten determinar el nivel de presión que
ejerce un fluido dentro de un espacio definido. A través de esta medición
se pueden controlar un sinfín de acciones dentro de una industria. Son
especialmente demandados en seguridad industrial para la prevención
de eventos catastróficos.
Una gran cantidad de espacios son susceptibles a la medición de
presión, usualmente los compartimientos internos de las maquinarias o
las calderas de evaporación. Los sensores de presión pueden usarse
para obtener otras variables como la cantidad de flujo que circula por un
espacio cerrado, la velocidad e incluso el contenido de ciertos envases,
si es que se conocen algunos datos básicos del producto.
Sensores de proximidad
Los detectores de proximidad ayudan a detectar la presencia de un
objeto y su cercanía con el punto de referencia (usualmente el mismo
sensor). Suelen funcionar con un par de dispositivos, un emisor y un
receptor. El emisor envía una señal cada cierto tiempo y el receptor
busca el rebote de la señal lo que le indica la proximidad del objeto.
Los sensores de proximidad pueden devolver muchos datos relevantes
sobre los objetos que miden o detectan dentro de su campo de
funcionamiento. Su utilidad es prácticamente ilimitada, pero se ve con
frecuencia dentro de los cobots, los vehículos no tripulados y las
estaciones de seguridad o vigilancia autónoma.
Sensores de sonido
Los detectores de sonido reciben ondas acústicas en el ambiente
producto de las ondas mecánicas que se generan a partir de las
oscilaciones de precio de aire y, dependiendo de los niveles de
intensidad para los que esté programada su respuesta, convierte estas
perturbaciones en impulsos eléctricos.
Este tipo de sensores suelen ser muy pequeños en comparación con
otros y poseen aplicaciones muy prácticas en la tecnología moderna
como la detección de comandos de voz, la vigilancia inteligente o la
medición de intensidad de trabajo de un equipo. Medir las ondas de
sonido también es importante dentro del ámbito de la seguridad
industrial, ya que ayuda a descartar potenciales condiciones riesgosas
para el personal humano.
Sensores de temperatura
Los sensores de temperatura son los más utilizados dentro del ámbito
industrial y ayudan a medir la diferencia de energía calórica que existe
entre un punto de referencia y el campo que se está midiendo,
convirtiendo dichos datos en salidas eléctricas. Miden el calor.
Los sensores de temperatura suelen funcionar a través de resistencias,
aunque hay muchas formas de operarlos.
Fusionan en una cantidad masiva de equipos dada su naturaleza. Con
ellos se puede medir: el nivel de trabajo de un equipo, detección de
anomalías en circuitos, controlar ciclos de enfriadores y mucho más.
Sensores de velocidad
Los sensores de velocidad ayudan a detectar el lapso de tiempo que
existe entre los cambios de posición de un objeto. Miden la velocidad
de un cuerpo con relación a un punto de referencia. Los datos obtenidos
son transformados en impulsos eléctricos.
Los sensores de velocidad tienen usos puntuales, como la detección de
movimiento en un vehículo, la medición de trabajo en una banda de
caucho, la velocidad de desplazamiento de un equipo industrial, entre
otras.
Sensores magnéticos
Los sensores magnéticos son dispositivos medianamente sofisticados
que, gracias a placas imantadas o conducción eléctrica, pueden
detectar campos magnéticos (y su intensidad) dentro de un área
sensible, convirtiendo dichos datos en impulsos eléctricos.
Este tipo de sensores tienen un gran número de aplicaciones tanto
dentro como fuera de la industria. Fuera de ella, sirven para la detección
de proximidad de un polo imantado, lo que ayuda a identificar fallos de
seguridad o llevar controles abierto-cerrado en ciertas áreas. Dentro de
la industria pueden usarse para detección de proximidad o posición
relativa de un objeto metálico, por ejemplo, los émbolos de cilindro
neumático.
Sensores ópticos
Los sensores ópticos son esenciales dentro de la robótica porque son
los que permiten “ver” determinados objetos y transformar esta
respuesta visual a un impulso eléctrico. Estos sensores no poseen una
visión convencional, sino que perciben un haz de luz constante que al
ser interrumpido (o al variar de intensidad) genera un estímulo medible.
Tipos de actuadores
Actuadores lineales
Los actuadores lineales, como su nombre indica, son dispositivos que
producen un movimiento dentro de una trayectoria recta. Pueden ser
mecánicos o eléctricos y se ven sobre todo en dispositivos hidráulicos o
neumáticos.
Cualquier máquina, equipo o aparato que requiera algún tipo de
movimiento rectilíneo suele tener un actuador lineal. En un actuador
lineal simple, hay una tuerca, una tapa y un tubo deslizante. El tubo
deslizante proporciona el espacio para el movimiento, mientras que la
tuerca y la tapa proporcionan el movimiento de enclavamiento que
mantiene el actuador en una trayectoria recta.
Otros actuadores lineales complejos tendrán piezas adicionales, pero el
sistema mencionado anteriormente es la base del movimiento recto.
Actuadores rotativos
En contraste con los actuadores lineales, los actuadores rotativos crean
un movimiento circular. Desde el término «rotatorio», la mayoría de las
máquinas utilizan estas piezas giratorias para completar un movimiento
de giro.
A menudo se utilizan junto con un actuador lineal si una máquina
requiere moverse hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba o hacia
abajo. Muchos actuadores rotativos se alimentan de forma eléctrica,
pero algunos se alimentan mediante un sistema hidráulico o neumático.
Se pueden encontrar actuadores rotativos en limpiaparabrisas,
ventiladores eléctricos o máquinas de fabricación que transportan
mercancías de una zona a otra.
Actuadores hidráulicos
Los actuadores hidráulicos funcionan mediante el uso de un cilindro
lleno de fluido con un pistón suspendido en el centro.
Por lo general, los actuadores hidráulicos producen movimientos
lineales, y un resorte está unido a un extremo como parte del
movimiento de retorno.
Actuadores neumáticos
Los actuadores neumáticos son una de las opciones más fiables para
el movimiento de las máquinas.
Utilizan gases presurizados para crear movimiento mecánico. Muchas
empresas prefieren los actuadores neumáticos porque pueden realizar
movimientos muy precisos, especialmente al arrancar y parar una
máquina.
Actuadores eléctricos
Los actuadores eléctricos, necesitan electricidad para funcionar. Al igual
que los actuadores neumáticos, también crean un movimiento preciso
ya que el flujo de energía eléctrica es constante.
Los diferentes tipos de actuadores eléctricos son:
o Actuadores electromecánicos: Estos actuadores convierten las
señales eléctricas en movimientos rotativos o lineales e incluso
pueden ser capaces de combinar ambos.
o Actuadores electrohidráulicos: Este tipo de actuador también se
alimenta eléctricamente, pero da movimiento a un acumulador
hidráulico. El acumulador proporciona entonces la fuerza para el
movimiento, normalmente visto en equipos industriales pesados.
Bibliografía