Los Terremotos
Los Terremotos
Los Terremotos
Desde el siglo XVII comienzan a aparecer numerosos relatos sobre terremotos, pero
parece ser que la mayoría fueron distorsionados o exagerados.
Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a través
de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta ( y
probablemente el mayor daño) y las centrales o corporales, que viajan a través de
la Tierra desde su profundidad.
Una vez coordinados los datos de las distintas estaciones, lo habitual es que no
haya una diferencia asignada mayor a 0.2 grados para un mismo punto. Esto puede
ser más difícil de efectuar si ocurren varios terremotos cercanos en tiempo o área.
Aunque cada terremoto tiene una magnitud única, su efecto variará grandemente
según la distancia, la condición del terreno, los estándares de construcción y otros
factores.
(NOTA: Esta escala es "abierta", de modo que no hay un límite máximo teórico)
El gran mérito del Dr. Charles F. Richter (del California Institute for Technology,
1935) consiste en asociar la magnitud del Terremoto con la "amplitud" de la onda
sísmica, lo que redunda en propagación del movimiento en un área determinada. El
análisis de esta onda (llamada "S") en un tiempo de 20 segundos en un registro
sismográfico, sirvió como referencia de "calibración" de la escala. Teóricamente en
esta escala pueden darse sismos de intensidad negativa, lo que corresponderá a
leves movimientos de baja liberación de energía.
II. Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos
altos de los edificios. Los objetos suspendidos pueden oscilar.
III. Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos
de los edificios, muchas personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de
motor estacionados pueden moverse ligeramente. Vibración como la originada por
el paso de un vehículo pesado. Duración estimable.
IV. Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores,
por pocas en el exterior. Por la noche algunas despiertan. Vibración de
vajillas, vidrios de ventanas y puertas; los muros crujen. Sensación como de un
vehíuclo pesado chocando contra un edificio, los vehículos de motor estacionados
se balancean claramente.
V. Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de
vajilla, vidrios de ventanas, etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de
aplanados; caen objetos inestables . Se observan perturbaciones en los árboles,
postes y otros objetos altos. Se detienen de relojes de péndulo.
VI. Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia
afuera. Algunos muebles pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de
aplacados o daño en chimeneas. Daños ligeros.
VII. Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin importancia en
edificios de buen diseño y construcción. Daños ligeros en estructuras ordinarias bien
construidas; daños considerables en las débiles o mal proyectadas; rotura de
algunas chimeneas. Estimado por las personas conduciendo vehículos en
movimiento.
XII Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas
de nivel (ríos, lagos y mares). Objetos lanzados en el aire hacia arriba.
Los terremotos son fenómenos naturales que se producen por la acumulación de
fuerzas en zonas frágiles de la corteza terrestre, denominadas fallas geológicas,
que tienden a romperse cuando se supera su límite de resistencia. En la ruptura
se genera una energía que se propaga en forma de ondas elásticas y cuando
éstas alcanzan la superficie terrestre producen el terremoto o sacudida sísmica.
Los terremotos no se pueden evitar ni predecir a corto plazo, pero sí se pueden
estimar los movimientos esperados en una cierta zona a largo plazo, lo que se
conoce como peligrosidad sísmica. Esto permite el diseño sismorresistente de las
edificaciones y estructuras expuestas, de modo que puedan resistir esos
movimientos, lo que supone reducir su vulnerabilidad. De esta forma el riesgo
sísmico, concebido como el producto de la peligrosidad por la vulnerabilidad y
exposición, puede ser reducido o mitigado. En esto se basa la línea de prevención
de daños a la que actualmente se dedican los mayores esfuerzos para evitar que
terremotos futuros sean catastróficos.