NOZICK
NOZICK
NOZICK
1. Vida y obra.
Nació en 1938 en Brooklyn, Nueva York, y murió en 2002. Sus restos descansan en
Massachussets, ciudad donde se encuentra la Universidad donde ejerció su cátedra. En 1959
obtiene, en la Universidad de Columbia, el Bachelor of Arts cum laude. Allí recibe las
enseñanzas del filósofo Sidney MORGENBESSER. Consiguió doctorarse en Princeton y continuó
sus estudios en Oxford. Durante su estancia en Princeton se sintió atraído por las ideas
socialistas. Posteriormente, algunas obras de defensores del capitalismo como HAYEK le
hicieron repudiar a esas ideas insostenibles. Ejerció de profesor en Harvard y otras
universidades.
Posee una común preocupación con RAWLS: establecer un modelo de sociedad justa en el
que la realización de un concreto ideal de libertad conduzca a la realización de un modelo de
plenitud humana.
La obra de ambos autores pretende dar respuesta al interrogante sobre cuál debe ser el
papel del Estado en la promoción de fines y valores humanos básicos: ¿Activo? ¿Eso sería una
intromisión en la libertad?
Se percibe en NOZICK cierto miedo al sacrificio que supondría para la libertad individual la
intervención del Estado en aras de un bien social superior a los individuos. A ello se le sumaria
la estatalización creciente de la sociedad, lo que lleva a la asunción del Estado de esferas
tradicionalmente propias del individuo. En fin, NOZICK se basa en una posición absoluta del
individuo en defensa de sus derechos naturales en la situación presocial, pues considera que
los individuos son dueños absolutos de sus posesiones dejando al Estado como mero garante
de esos derechos absolutos.
a) Derechos positivos
a. Obligación de hacer algo para el particular o el Estado
b) Negativos
a. No interferir en el ámbito que el derecho delimita.
Hecha esta distinción, para NOZICK los derechos de los individuos se definen por su
carácter negativo, pues consisten en delimitar el ámbito individual que ha de quedar fuera de
NOZICK aboga por una libertad de individuos que niega toda realidad externa y superior.
El Estado de Naturaleza nos presenta a un individuo aislado de sus semejantes que sólo actúa
movido por su interés.
El único Estado que puede justificarse es el Estado mínimo, pues sólo puede afirmarse la
sacralidad del individuo y de sus derechos naturales negativos. Decimos, así, que la función del
Estado queda reducida a la de vigilante nocturno15 de los derechos naturales. El Estado
mínimo debe limitarse a la protección contra la violencia, el robo, el fraude y el cumplimiento
de los contratos, en aras de garantizar la libertad originaria del estado de naturaleza.
Al considerar al individuo como un fin en sí mismo establece que toda restricción de los
derechos naturales es legítima, pues estaría interfiriendo en la vida, libertad o posesiones del
individuo. El individuo solo se preocupa de la defensa de sus intereses y de sus propiedades
por lo que se excluye a cualquier fin colectivo. Así, se fundamenta la actitud reduccionista de lo
político que debe tomar el Estado. NOZICK invoca a KANT para volver a dotar de autoridad su
teoría.
Aunque NOZICK concluye con la creación del Estado, no lo hace con absoluta fidelidad al
esquema contractualista clásico, ni siquiera es propiamente un contractualista:
A su vez, todo esto choca con los presupuestos libertarios que sirven de base a la teoría de
NOZICK, ya que la invocación de un fin general no puede justificarse en la compensación
mediante un determinado beneficio, lo cual se contrapone frontalmente a su teoría, pues el
filósofo, tras proclamar solemnemente el principio kantiano de la sacralidad del individuo
considerado como un fin en sí mismo, acaba instrumentalizado a los “independientes”.
Esta idea recupera la teoría lockeana del derecho de propiedad, más concretamente sobre
la apropiación capitalista. No obstante, sus planteamientos difieren mucho de LOCKE. Según el
proviso lockeano, los individuos tienen el derecho a adquirir propiedad privada de la
naturaleza siempre que quede bastante y de la misma calidad para los demás. Esto conecta
con la exigencia del mejor aprovechamiento de los recursos, que NOZICK no le da relevancia,
mientras que en la situación originaria del estado de naturaleza lockeano la propiedad común
se convierte en privada a través de la intervención del trabajo de los individuos. Sin embargo,
para NOZICK, en la situación originaria la tierra no tiene propietarios.
LOCKE entiende la libertad como un valor que ha de ser garantizado, y como tal, la
propiedad es una de sus garantías más efectivas, que excluye a los demás del ámbito más
estrictamente individual. La propiedad en LOCKE es una condición de la libertad, presupuesto
para hacer efectiva la libertad de los individuos. Pero no es una propiedad que se afirma aun a
costa del propio individuo, de su libertad y de la de los demás, pues una propiedad que atenta
contra la libertad real de otro carece de legitimidad.
Esta concepción nos lleva a pensar en una situación inicial donde los individuos adquieren
inicialmente la propiedad por ser ésta fruto de sus esfuerzos. LOCKE, es el punto de partida de
la justificación moral de la propiedad, pero a partir de aquí, NOZICK elabora una teoría que
admite inicialmente que la apropiación de bienes ha de quedar sujeta a la apropiación
expuesta por LOCKE, al proviso lockeano, que tiene como finalidad evitar que los demás
individuos puedan verse perjudicados por la adquisición.
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Si el perjuicio producido en la posición de los demás reduce su libertad, no se entiende
cómo esta pérdida de libertad puede ser compensada. NOZICK aquí olvida que si entendemos
a los individuos como fines en sí mismos, esta libertad no puede ser compensada, porque es
inembargable.
Estimar la libertad como el bien supremo y admitir que ésta puede ser limitada no casa
con la afirmación de que el Estado más amplio legítimo es el Estado mínimo, y cualquier otra
forma de Estado vulneraría los derechos individuales. RUBIO CARRACEDO indica que la lógica
libertaria de NOZICK acaba por volverse contra sus fundamentos para justificar el capitalismo
desenfrenado pues, en fin, la libertad queda reducida a un instrumento del derecho de
propiedad.
6. Conclusión.