Jesús Opta Por Los Pobres y Marginados de La Sociedad
Jesús Opta Por Los Pobres y Marginados de La Sociedad
Jesús Opta Por Los Pobres y Marginados de La Sociedad
sociedad
Objetivo:
Profundizar en la actitud que Jesús tuvo con los pobres y marginados de su tiempo.
EN GRUPOS
Profundización (20 min)
Jesús anuncia el evangelio a los pobres.
La Buena Noticia del Reino anunciada por Jesús, supone la victoria sobre el
mal físico, psíquico y espiritual, es decir, sobre todo lo que impide al hombre
desarrollarse plenamente según el plan de Dios. Y esa victoria brilla
especialmente en los más débiles, en los que experimentan en su propia
carne la esclavitud de la pobreza, la marginación, la enfermedad o el pecado.
“El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la
buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación de los
cautivos, a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un
año de gracia del Señor.” - Lc 4, 18-19
Jesús buscaba y amaba a los pobres.
Los pobres del tiempo de Jesús por un parte eran el pueblo humilde, la gran
mayoría de la población integrada por jornaleros y siervos, que vivían en una
gran precariedad económica. Formaban una masa inculta, desconocedora de
la Ley, agobiada por las prescripciones de los rabinos y despreciados por los
cultos de Israel. Jesús se acerca a ellos con una compasión sin límites: “Al
ver a las gentes se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y
agotadas como ovejas que no tienen pastor.” - Mt 9, 36
Hoy en día vivimos un mundo de la marginación social, la gente discriminada
por la enfermedad, por el sexo, por la religión o por los comportamientos
inmorales. Jesús se acerca a los círculos de mala reputación integrados por
publicanos, prostitutas, malhechores, extranjeros, leprosos, mendigos. Esto
no significa que no quisiera a los demás: Jesús amaba a todos, pero este
amor le llevó a identificarse con los pobres y humildes, pues el amor hace
iguales a los que se aman.
Jesús se entregaba a los pobres.
La enseñanza más distintiva del cristianismo es que Dios se despojó de sus
atributos divinos y participó de lleno en la experiencia humana.
En este proceso, Jesús mostró al mundo que los seres humanos pueden ser
santos al practicar la compasión por el pobre, el oprimido, el incapacitado, el
paria y el extranjero.
Jesús se ocupaba de sus necesidades espirituales, pero antes se encargaba
de sus necesidades físicas.
Jesús no podía estar del lado de los ricos que se habían distanciado, e
ignoraban a los pobres, creyéndose superiores, despreciándolos y
marginándolos. Jesús quería liberar a todos: a unos, de su pobreza y miseria
y a otros, de su egoísmo y ambición ciega.
Jesús les devolvió la esperanza a los pobres y les dio un sentido a sus
vidas.
La dicha de los pobres y marginados no es, naturalmente, la pobreza y la
marginación, sino la esperanza y el amor que los lleva a la solidaridad y a la
integración. La esperanza es la llave de la felicidad. Los ricos, los que están
hartos de todo, ¿qué pueden esperar ya? La hartura será su tumba. En
cambio, los que vacían su corazón de egoísmo, soberbia y apego a los
bienes materiales podrán llenarlo de una riqueza que no harta y de una dicha
que no se consume.
Jesús decía: cuando des una comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus
hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea también ellos te
devuelvan la invitación y te sirva de recompensa. Al contrario, cuando des un
banquete, llama a pobres, a tullidos, a cojos y a ciegos; y serás
bienaventurado porque no tienen para corresponderte, se te recompensara
en la resurrección de los justos.
Somos bendecidos para ser una bendición para otros y que es un privilegio
servir a los demás.
Pero…… ¿Y cómo actuaba Jesús? (15 min)
El joven rico: Lc 18, 18-23
Referencias:
https://es.catholic.net/op/articulos/17688/cat/331/el-joven-rico-se-
marcho-entristecido.html
https://es.catholic.net/op/articulos/10352/cat/567/la-vocacion-del-joven-
rico.html
Jesús y la samaritana: Jn 4, 3-30
Referencias:
https://es.catholic.net/op/articulos/41779/cat/901/la-mujer-
samaritana.html
https://es.aleteia.org/2017/03/19/papa-francisco-nosotros-somos-la-
samaritana/
Oración (5 min)
Señor, enséñanos a no amarnos a nosotros mismos, a no amar solamente a
nuestros amigos, a no amar sólo a aquellos que nos aman.
Enséñanos a pensar en los otros y a amar, sobre todo, a aquellos a quienes nadie
ama.
Concédenos la gracia de comprender que, mientras nosotros vivimos una vida
demasiado feliz, hay millones de seres humanos, que son también tus hijos y
hermanos nuestros, que mueren de hambre, sin haber merecido morir de hambre;
que mueren de frío, sin haber merecido morir de frío.
Señor, ten piedad de todos los pobres del mundo. Y no permitas, Señor, que
nosotros vivamos felices solos.
Haz nos sentir la angustia de la miseria universal, y líbranos de nuestro egoísmo.
Amén