Protegido Por Habeas Data: Honorables Magistrados Corte Constitucional E. S. D

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23/6/22, 16:00 Correo: Secretaria3 Corte Constitucional - Outlook

DEMANDA INCONSTITUCIONALIDAD
jonathan campaz
Protegido <[email protected]>
por Habeas Data
Jue 23/06/2022 14:57
Para: Secretaria3 Corte Constitucional <[email protected]>
HONORABLES
MAGISTRADOS
CORTE CONSTITUCIONAL
E. S. D.
 
Respetados Magistrados:
 
Yo, JHONATANG
Protegido por HabeasCAMPAZData PRECIADO, ciudadano colombiano, identificado con la
cédula de ciudadanía número n°6´162.613 de Buenaventura-Valle, vecino y residente en la
ciudad de Cali-Valle.  Me dirijo a ustedes para interponer acción pública y  demandar
por inconstitucionalidad el parágrafo 4° del artículo 1° de la Ley 2213 de 2022, "por medio
de la cual se establece la vigencia permanente del Decreto Legislativo 806 de 2020 y se
adoptan medidas para implementar las tecnologías de la información y las comunicaciones
en las actuaciones judiciales, agilizar los procesos judiciales y flexibilizar la atención a los
usuarios del servicio de justicia” por cuanto dicha disposición legal, viola los artículos 2°,
4°, 5°, 9°, 13°, 29°, 93°, 94°, 152° y 153° de la Carta Superior. 

Con todo respeto, 


 

JHONATANG
Protegido por CAMPAZ PRECIADO
Habeas Data
C.C. 6.162.613 de Buenaventura- Valle. 

https://outlook.office.com/mail/inbox/id/AAQkAGMxNjRiNWU1LTNhMjEtNGU2Zi04ZjNmLTAyNTVkNDAxZjIyZAAQAE1AxBv7x59Jp0Va7ojbhOw%3D 1/1
Cali, 22 de junio de 2022

HONORABLES
MAGISTRADOS
CORTE CONSTITUCIONAL
E. S. D.

Respetados Magistrados:

Protegido por Habeas


Yo, JHONATANG Data PRECIADO, ciudadano colombiano,
CAMPAZ
identificado con la cédula de ciudadanía número n°6´162.613 de Buenaventura-
Valle, vecino y residente en la ciudad de Cali-Valle, en uso de mis derechos y
deberes ciudadanos consagrados en los artículos 40 numeral 6° y 95 numeral 7°
de la Constitución Política y Decreto 2067 de 1991, por el cual se dicta el
régimen procedimental de los juicios y actuaciones que deban surtirse ante la
Corte Constitucional. Me dirijo a ustedes para interponer acción pública
y demandar por inconstitucionalidad el parágrafo 4° del artículo 1° de la Ley
2213 de 2022, "por medio de la cual se establece la vigencia permanente del
Decreto Legislativo 806 de 2020 y se adoptan medidas para implementar las
tecnologías de la información y las comunicaciones en las actuaciones
judiciales, agilizar los procesos judiciales y flexibilizar la atención a los
usuarios del servicio de justicia” por cuanto dicha disposición legal, viola los
artículos 2°, 4°, 5°, 9°, 13°, 29°, 93°, 94°, 152° y 153° de la Carta Superior.

NORMA ACUSADA

Transcribo a continuación la norma acusada, publicada en el Diario oficial


n°52.064 de fecha 13 de junio de 2022, Parágrafo 4° del artículo 1° de la Ley
2213 de 2022, la cual reza:

“PARÁGRAFO 4°. El uso de las tecnologías de la información y las


comunicaciones en la especialidad penal de la jurisdicción ordinaria y
penal militar será evaluada y decidida autónomamente, mediante orden,
contra la que no caben recursos, conforme a la Ley Estatutaria de:

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Administración de Justicia, por el Juez o Magistrado a cargo del
respectivo proceso o actuación procesal.”

NORMA CONSTITUCIONAL INFRINGIDA

Me permito señalar la normatividad constitucional infringida:

a) Artículo 2° Constitución Policía, establece que son fines esenciales del


Estado entre otros: “garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan (…) y asegurar
la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.” De igual
modo, establece que las “Las autoridades de la República están
instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia,
en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y
para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de
los particulares.” (negrillas y cursivas del autor).

b) Artículo 4° de Constitución Policía, señala que “La Constitución es


norma de normas. En todo caso de incompatibilidad entre la
Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las
disposiciones constitucionales.” (negrillas y cursivas del autor).

c) Artículo 5° de la Constitución Política, que indica que: “El Estado


reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos
inalienables de la persona y ampara a la familia como institución
básica de la sociedad.” (negrillas y cursivas del autor).

d) Artículo 9° de la Constitución Política expone que las relaciones


exteriores del Estado se fundamentan en “la soberanía nacional, en el
respeto a la autodeterminación de los pueblos y en el reconocimiento
de los principios del derecho internacional aceptados por Colombia.”
(negrillas y cursivas el autor).

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e) Artículo 13° de la Constitución Política que indica que “Todas las
personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma
protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación (…)”, de igual
modo, señala esa disposición normativa que “El Estado promoverá las
condiciones para que la igualdad sea real y efectiva” especialmente
para “ aquellas personas que (…) se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta…” (negrillas y cursivas del autor).

f) El artículo 29 superior, que trata sobre el debido proceso, expone que


“Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto
que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de
la plenitud de las formas propias de cada juicio” de igual modo, “a
presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra”.
(negrillas y cursivas del autor).

g) Artículo 93 superior, establece que “Los tratados y convenios


internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los
derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de
excepción, prevalecen en el orden interno.
Los derechos y deberes consagrados en esta Carta se interpretarán de
conformidad con los tratados internacionales sobre derechos
humanos ratificados por Colombia.” (negrillas y cursivas el autor).

h) Artículo 94 superior, el cual indica que “La enunciación de los derechos


y garantías contenidos en la Constitución y en los convenios
internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros
que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente
en ellos.” (cursivas el autor).

i) Artículo 152 de la Constitución Política, que señala que mediante leyes


Estatutarias el Congreso de la República regulará: (a) derechos y
deberes fundamentales de las personas y los procedimientos y recursos
para su protección; y (b) Administración de justicia.

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j) Artículo 153 de la Constitución Política, que señala que “La
aprobación, modificación o derogación de las leyes estatutarias exigirá
la mayoría absoluta de los miembros del Congreso y deberá efectuarse
dentro de una sola legislatura.

Dicho trámite comprenderá la revisión previa, por parte de la Corte


Constitucional, de la exequibilidad del proyecto. Cualquier ciudadano
podrá intervenir para defenderla o impugnarla.”

CONCEPTO DE LA VIOLACIÓN

El constituyente primario, debidamente representado por sus delegatarios a la


Asamblea Nacional Constituyente determinó que compete al Estado garantizar
la efectividad de los principios contemplados en la carta superior, la vigencia del
orden jurídico justo y asegurar el cumplimiento de los deberes del Estado, entre
ellos, los derechos inalienables de la persona. Principios y normas rectoras que
no fueron tenidos en cuenta por el legislador en el parágrafo 4° del artículo 1°
de la Ley 2213 de 2022, al dejar a discreción del juez o magistrado a cargo del
proceso “penal” el uso de las tecnologías de la información y las
comunicaciones mediante decisión contra la cual no procede ningún recurso.

Al respecto, debe indicarse que conforme a la estructura del Estado y el sistema


de fuentes del derecho que actualmente nos rige, la Constitución es norma de
normas, así como lo es también los tratados válidamente celebrados por
Colombia que versen sobre Derechos Humanos, que no pueden ser desconocidos
ni siquiera en estados de excepción. Lo que significa que la carta superior fue
complementada por disposiciones de orden supra legal que deben ser de forzosa
aplicación en el sistema judicial colombiano, específicamente en el área penal,
donde se está en juego nada más y nada menos que la libertad de las personas.
El segundo derecho fundamental más importante, después de la vida.

Bajo esa premisa, dígase en primera medida que el precepto legal objeto de
reproche, va en contravía del principio fundamental a la confrontación a que

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tiene derecho cualquier persona a quien se le siga una causa penal. Prerrogativa
que está prevista en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como
garantía mínima: “A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a
obtener la comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean
interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo” (Art. 14,
núm. 3º Literal e); y, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
como garantía judicial: “f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos
presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos,
de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos” (Art. 8, núm. 2).
Disposiciones convencionales que también están soportadas en el Art. 29 de la
Constitución Política de Colombia, que contempla a favor de quien se encuentre
incurso en un proceso penal la garantía de “presentar pruebas y a controvertir
las que se alleguen en su contra”.

La importancia del derecho de confrontación (de testigos y peritos) en el derecho


penal es de tan alta importancia en la etapa del juicio que permite al juez percibir
por sus propios sentidos situaciones que una diligencia virtual no le permitirá
apreciar con la misma objetividad. Y es que, exe examen a los testigos de cargo,
al que tiene derecho una persona procesada en una causa criminal, debe ser
garantizado al máximo por el Estado y no dejarlo a la simple discreción de un
operador judicial, que en muchos de los casos llegan a esas dignidades por
clientelismo, y sin las capacidades técnicas que se esperan de un operador para
una excelente prestación del servicio esencial de la administración de justicia.

Esta garantía busca que el juzgador pueda valorar de primera mano (a través de
la inmediación prevista en la L.906/2004) todos aquellos aspectos que le sean
favorables y desfavorables al procesado, para así tener un criterio sólido para
condenar o absolver según sea el caso. Los cuales por obvias razones no pueden
ser garantizados a plenitud en la etapa del juicio oral bajo la modalidad virtual.
Puesto que abran situaciones como la caída del internet, la mala preparación o
preparación amañada de testigos (que incluye tanto a fiscalía como a defensa),
la dificultad para acceder a las TIC ́S para algunas regiones, como por ejemplo
las zonas alejadas del pacifico colombiano que presentan grandes atrasos
tecnológicos en el uso de las tecnologías. Donde se puede dar el caso de una

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negación efectiva al acceso a la administración de justicia y donde se socaven
entre otros derechos los de verdad, justicia y reparación para las víctimas.

Sobre esta garantía inclusive la misma Corte Suprema de Justicia, Sala de


Casación Penal, ha establecido que el principio de contradicción surge esencial
en el desarrollo de las pruebas y lo ha concatenado al derecho a la defensa, de
tal manera que ambos principios fundamentales dentro del derecho penal,
permiten a las partes y especialmente a la defensa, “acceder a cualquier prueba
que se pretenda hacer valer dentro del proceso y a alegar cuando se considere
oportuno, con la legítima finalidad de poder influir en la decisión del juez de
forma que favorezca sus propios intereses”. (Radicación No. 41712 de 2016,
M.P. José Leónidas Bustos Martínez).

En tal medida, toda persona dentro del proceso o actuación penal ostenta la
facultad “de ser oída, de hacer valer las propias razones y argumentos, de
controvertir, contradecir y objetar las pruebas en contra y de solicitar la
práctica y evaluación de las que se estiman favorables, así como de ejercitar los
recursos que la ley otorga”. (Sentencia C-559 de 2019, M.P. Cristina Pardo
Schlesinger).

Ahora, partiendo que el sistema de enjuiciamiento colombiano es una copia del


sistema norteamericano (con sus modificaciones propias) no puede aceptarse
como en una nación como los Estados Unidos y Puerto Rico, los juicios se
siguen haciendo de manera presencial garantizado al máximo el derecho de
confrontación y contradicción. Por lo menos eso demostró el emblemático caso
Johnny Depp contra Amber Heard, el cual fue visto prácticamente en vivo
por gran parte del universo y que sirvió para que la defensa pudiera hacer un
excelente contrainterrogatorio que terminó con la decisión que es de
conocimiento público. Donde se debe resaltar para lo que aquí nos interesa, los
puntos en los que la principal testigo de cargo mintió a la Corte y a los
investigadores del ente acusador, que fue develado únicamente en la etapa del
juicio oral presencial.

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Ni que decir, del derecho a la igualdad, que puede ser objeto de intereses
contrapuestos y trato discriminatorio para algunas personas objeto de
persecución penal. Por ejemplo, los procesos que se siguen en la Corte Suprema
de Justicia contra aforados legales y constitucionales, inclusive un expresidente
de la República juzgado por un juez común. ¿Será que esos aforados y ese
expresidente permitirán un juicio virtual pleno? Ese es el gran interrogante
que debe resolverse la guardiana de la constitución y prever desde ya, cualquier
tipo de demanda internacional por incumplimiento de convenciones a las que se
obligó en el pasado. Pues debe tenerse de presente que uno de los principales
principios del derecho internacional, es el principio de Pacta sunt servanda el
cual consiste en cumplir lo pactado, que no sólo implica el cumplimiento formal
de los tratados, sino, que estos deben ser cumplidos de buena fe, esto es, con la
voluntad de hacerlos efectivos.

Otra razón del reproche constitucional al parágrafo 4° del artículo 1° de la Ley


2213 de 2022, radica en qué, conforme al artículo 152 de la carta política, el
Congreso de la República para regular temas de raigambre constitucional- entre
ellos derechos y deberes fundamentales de las personas y los procedimientos y
recursos para su protección y administración de justicia- deberá hacerlo
mediante una ley estatutaria. Y según el sitio web del Congreso de la República,
esta reforma legal a pesar de tocar aspectos tan delicados como derechos
fundamentales de la forma de acceder a la administración de justicia fue
tramitado por una ley “ordinaria”.

Véase, por ejemplo, que el proyecto de Ley 325 de 2022 del Senado y 441 de
2022 Cámara, fue radicado por el Ministerio de Justicia el 21 de febrero de 2022
y finalmente aprobado 13 de junio de 2022, que al tratarse de una Ley estatutaria
debía hacerse en una sola legislatura compuesta, a su vez, por dos períodos de
sesiones legislativas que deben transcurrir entre el 20 de julio y el 20 de junio
del año siguiente, según lo expresado por el artículo 138 constitucional.

Sobre ello es importante indicar, que, si bien el legislador goza de un amplio


margen de configuración legislativa en materia procesal, ese margen no es
absoluto. Toda vez que la competencia general otorgada por el Constituyente

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“permite una regulación variada de los diferentes procesos, en razón a los
bienes jurídicos objeto de protección y a las distintas finalidades perseguidas
en cada caso. No obstante, dicha potestad como ejercicio de la voluntad popular
y democrática del Estado de Derecho, no puede ser concebida como una
atribución ilimitada y absoluta que conduzca a la arbitrariedad y al
desconocimiento de los fines, principios y valores que emanan de la
Constitución, y obviamente del núcleo esencial de los derechos fundamentales
de los individuos”. El Legislador, según lo anterior, debe actuar con sujeción a
los valores y principios constitucionales sobre los cuales se funda nuestro
contrato social (sentencia C-163-2019).

Ahora si se acoge la tesis que se está ante una ley estatutaria y no ordinaria –en
atención a que se está regulando un tema tan complejo como el procedimiento,
acceso a la administración de justicia, la libertad de las personas en las
audiencias virtuales, la igualdad, entre otros- no era necesario que previo a su
promulgación se hiciera el control automático que le corresponde a la Corte
Constitucional conforme a lo señalado en el artículo 153 superior.

Con todo, el gran interrogante es si es razonable, proporcional y ajustado a la


carta, dejar que un aspecto tan trascendental como un juicio penal, donde -se
insiste-, se debate el segundo derecho fundamental más importante (la libertad),
quede a discreción de un operador judicial, que bien puede suceder, por ejemplo:
hoy esté de ánimo de hacer la diligencia virtual, pero mañana para favorecer a
uno de los extremos – porque puede ocurrir- opte por adelantar la diligencia de
manera presencial. Luego, qué pasaría con la garantía de acceso a la
administración de justicia en condiciones de igualdad, el derecho sustancial
sobre el procesal, los cuales han sido un gran bastión en la historia jurídica y
judicial del país. Respuesta que deberá resolver a fondo la protectora de la carta
superior a través de esta demanda de inconstitucionalidad.

COMPETENCIA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

Señala nuestra Constitución Política en su artículo 241 que a la Corte


Constitucional se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la

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Constitución, en los estrictos y precisos términos de este artículo. Y, que, con tal
fin, cumplirá la función de "Decidir sobre las demandas
de inconstitucionalidad que presenten los ciudadanos contra las leyes, tanto
por su contenido material como por vicios de procedimiento en su formación".
El artículo 40. determina: "La Constitución es norma de normas. En todo caso
de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica se
aplicarán las disposiciones constitucionales". El Decreto Legislativo 2067 de
1991 dicta el régimen procedimental de los juicios y actuaciones que deban
surtirse ante la Corte Constitucional. Son ustedes, entonces, competentes,
Honorables Magistrados, para conocer y fallar sobre esta demanda.

PRETENSIONES

Como pretensión principal, solicito se declare la inexequibilidad de la expresión


acusada de inconstitucional, por contrariar la Constitución Política y el bloque
de constitucionalidad, según lo anotado en precedencia. Como pretensión
subsidiaria, se pide declarar la constitucionalidad condicionada de la norma
acusada en el entendido de que la audiencia de juicio oral únicamente podrá ser
realizada cuando media autorización expresa del procesado o la defensa técnica,
lo cual deberá quedar registrado en las actas y audios de la respectiva diligencia.

NOTIFICACIONES

El suscrito recibe notificaciones en el correo electrónico


[email protected],
Protegido por Habeas Data y teléfono 311-3135570.

Con todo respeto,


Protegido por Habeas Data

JHONATANG CAMPAZ PRECIADO


C.C. 6.162.613 de Buenaventura- Valle.

Página 9 de 9
5/7/22, 12:38 Correo: Secretaria3 Corte Constitucional - Outlook

Demanda de inconstitucionalidad en contra de los artículos 1 (parcial) y 7 (parcial) de la Ley 2213


de 2022
Juan Manuelpor
Protegido López Molina Data
Habeas <[email protected]>
Mar 05/07/2022 11:58
Para:

Secretaria3 Corte Constitucional <[email protected]>

Pereira, Risaralda, julio 5 de 2022 


 
Honorables Magistradas y Magistrados 
 
CORTE CONSTITUCIONAL 
 
E.S.D. 
 
 
Ref.: Demanda de inconstitucionalidad en contra de los artículos 1º
(parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022, POR
MEDIO DE LA CUAL SE ESTABLECE LA VIGENCIA PERMANENTE
DEL DECRETO LEGISLATIVO 806 DE 2020 Y SE ADOPTAN
MEDIDAS PARA IMPLEMENTAR LAS TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES EN LAS
ACTUACIONES JUDICIALES, AGILIZAR LOS PROCESOS
JUDICIALES Y FLEXIBILIZAR LA ATENCIÓN A LOS USUARIOS
DEL SERVICIO DE JUSTICIA Y SE DICTAN OTRAS
DISPOSICIONES.
 
 
Cordial saludo,
Protegido porsoy Juan Manuel
Habeas Data López Molina, ciudadano colombiano identificado con cédula de
ciudadanía número 1.113.648.201. En ejercicio del derecho político consagrado en el numeral 6º
del artículo de la Constitución Política de Colombia, presento, ante esta Honorable Corte
Constitucional, DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD en contra de los artículos 1º
(parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022.
 
Para el efecto, se adjunta, a través del presente mensaje de datos: 
 
a) Texto de la demanda de la referencia en formato pdf. 
 
b) Copia del documento de identidad del accionante en formato pdf. 
 
Muchas gracias. 

https://outlook.office.com/mail/inbox/id/AAQkAGMxNjRiNWU1LTNhMjEtNGU2Zi04ZjNmLTAyNTVkNDAxZjIyZAAQAOQPyA14JYtKhTzKGP45Tl4%3D 1/1
Pereira, Risaralda, julio 5 de 2022

Honorables Magistradas y Magistrados

CORTE CONSTITUCIONAL

E.S.D.

Ref.: Demanda de inconstitucionalidad en contra


de los artículos 1º (parcial) y 7º (parcial) de la Ley
2213 del día 13 de junio de 2022, POR MEDIO DE
LA CUAL SE ESTABLECE LA VIGENCIA
PERMANENTE DEL DECRETO LEGISLATIVO
806 DE 2020 Y SE ADOPTAN MEDIDAS PARA
IMPLEMENTAR LAS TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES EN
LAS ACTUACIONES JUDICIALES, AGILIZAR
LOS PROCESOS JUDICIALES Y FLEXIBILIZAR
LA ATENCIÓN A LOS USUARIOS DEL
SERVICIO DE JUSTICIA Y SE DICTAN OTRAS
DISPOSICIONES.

Protegido por Habeas


Juan Manuel Data mayor de edad, ciudadano colombiano
López Molina,
identificado con cédula de ciudadanía número 1.113.648.201, en ejercicio del
derecho político consagrado en el numeral 6º del artículo 40 de la Constitución
Política de Colombia, presento, ante esta Honorable Corte Constitucional,
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD en contra de los artículos 1º
(parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022, por vulnerar
los principios y derechos consagrados en; el Preámbulo y el artículo 13 de la
Constitución Política de Colombia; el artículo 7º de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos; el artículo 24 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos: y el artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos.

Para fundamentar la presente demanda se estructurará en tres (3) ejes temáticos


su sustentación. Así:
1
En la primera sección (I) se establecerán las cuestiones referentes a la
presentación de la demanda, como son: (1.1) Las normas legales acusadas de
inconstitucionalidad; (1.2) las normas constitucionales y convencionales que se
consideran infringidas por las disposiciones legales cuestionadas; (1.3) la
síntesis del cargo único de la demanda; y (1.4) la petición de fondo.

La segunda sección (II) desarrollará la acusación en contra de los artículos 1º


(parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022, donde se
presentará: (2.1) El análisis de las normas acusadas de inconstitucionalidad;
(2.2) la caracterización del principio constitucional y convencional que es
objeto de limitación por estas; y (2.3) la formulación del cargo único contra
estos dos artículos.

Por último, en la tercera sección (III) se analizarán los presupuestos procesales


de la demanda por inconstitucionalidad, como son: (3.1) La competencia; (3.2)
la cosa juzgada constitucional; (3.3) el trámite; (3.4) el principio pro actione;
(3.5) los anexos; y (3.6) el lugar de notificaciones del accionante.

I. PRIMERA SECCIÓN – PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA

1.1. Norma acusada

A continuación, se transcribe el texto legal de las normas acusadas, donde se


resaltarán en negrilla las expresiones que se considera son inconstitucionales.

LEY 2213

(junio 13 de 2022)

POR MEDIO DE LA CUAL SE ESTABLECE LA VIGENCIA


PERMANENTE DEL DECRETO LEGISLATIVO 806 DE 2020 Y SE
ADOPTAN MEDIDAS PARA IMPLEMENTAR LAS
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS
COMUNICACIONES EN LAS ACTUACIONES JUDICIALES,
AGILIZAR LOS PROCESOS JUDICIALES Y FLEXIBILIZAR LA
ATENCIÓN A LOS USUARIOS DEL SERVICIO DE JUSTICIA Y
SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES.

2
EL CONGRESO DE COLOMBIA

DECRETA:

(…)

ARTÍCULO 1o. OBJETO. Esta Ley tiene por objeto adoptar como
legislación permanente las normas contenidas en el Decreto Ley 806
de 2020 con el fin de implementar el uso de las tecnologías de la
información y las comunicaciones en las actuaciones judiciales y
agilizar el trámite de los procesos judiciales ante la jurisdicción
ordinaria (en las especialidades civil, laboral, familia), jurisdicción
de lo contencioso administrativo, jurisdicción constitucional y
disciplinaria, así como las actuaciones de las autoridades
administrativas que ejerzan funciones jurisdiccionales y en los
procesos arbitrales.

Adicionalmente, y sin perjuicio de la garantía de atención presencial


en los despachos judiciales, salvo casos de fuerza mayor, pretende
flexibilizar la atención a los usuarios del servicio de justicia con el
uso de las herramientas tecnológicas e informáticas como forma de
acceso a la administración de justicia.

El acceso a la administración de justicia a través de herramientas


tecnológicas e informáticas debe respetar el derecho a la igualdad,
por lo cual las mismas serán aplicables cuando las autoridades
judiciales y los sujetos procesales y profesionales del derecho
dispongan de los medios tecnológicos idóneos para acceder de forma
digital, no pudiendo, so pena de su uso, omitir la atención presencial
en los despachos judiciales cuando el usuario del servicio lo requiera
y brindando especiales medidas a la población en condición de
vulnerabilidad o en sitios del territorio donde no se disponga de
conectividad por su condición geográfica.

PARÁGRAFO 1°. Los sujetos procesales y la autoridad judicial


competente deberán manifestar las razones por las cuales no pueden
realizar una actuación judicial específica a través de las tecnologías

3
de la información y las comunicaciones de lo cual se dejará
constancia en el expediente y se realizará de manera presencial.

PARÁGRAFO 2°. Las disposiciones de la presente ley se entienden


complementarias a las normas contenidas en los códigos procesales
propios de cada jurisdicción y especialidad.

PARAGRAFO 3°. El Consejo Superior de la Judicatura en


coordinación con el Ministerio de Justicia y del Derecho deberán
realizar una evaluación externa y periódica en la que se analice de
manera específica las implicaciones positivas y negativas de la
implementación de las disposiciones de esta ley frente al acceso a la
justicia de los ciudadanos, así como las afectaciones al debido
proceso en los diferentes procesos judiciales que manifiesten los
encuestados, La encuesta deberá incluir la perspectiva de
funcionarios y empleados de la rama, litigantes y usuarios de la
justicia. Los resultados deberán ser públicos y permitirán la
realización de ajustes y planes de acción para la implementación
efectiva del acceso a la justicia por medios virtuales.

PARAGRAFO 4°. El uso de las tecnologías de la información y las


comunicaciones en la especialidad penal de la jurisdicción
ordinaria y penal militar, será evaluada y decidida autónomamente,
mediante orden, contra la que no caben recursos, conforme a la Ley
Estatutaria de Administración de Justicia, por el Juez o Magistrado
a cargo del respectivo proceso o actuación procesal.

(…)

ARTÍCULO 7o. AUDIENCIAS. Las audiencias deberán realizarse


utilizando los medios tecnológicos a disposición de las autoridades
judiciales o por cualquier otro medio puesto a disposición por una o
por ambas partes y en ellas deberá facilitarse y permitirse la
presencia de todos los sujetos procesales, ya sea de manera virtual o
telefónica.

No se requerirá la autorización de que trata el parágrafo 2o. del


artículo 107 del Código General del Proceso. No obstante, con
4
autorización del titular del despacho, cualquier empleado podrá
comunicarse con los sujetos procesales, antes de la realización de las
audiencias, con el fin de informarles sobre la herramienta
tecnológica que se utilizará en ellas o para concertar una distinta.
Cuando las circunstancias de seguridad, inmediatez y fidelidad
excepcionalmente lo requieran, serán presenciales las audiencias y
diligencias destinadas a la práctica de pruebas. La práctica
presencial de la prueba se dispondrá por el juez de oficio o por
solicitud motivada de cualquiera de las partes.

Para el caso de la jurisdicción penal, de manera oficiosa el juez de


conocimiento podrá disponer la práctica presencial de la prueba
cuando lo considere necesario, y deberá disponerlo así cuando
alguna de las partes se lo solicite, sin que las mismas deban motivar
tal petición.

Excepcionalmente la prueba podrá practicarse en forma virtual


ante la imposibilidad comprobada para garantizar la
comparecencia presencial de un testigo, experto o perito al
Despacho judicial. La presencia física en la sede del juzgado de
conocimiento solo será exigible al sujeto de prueba, a quien requirió
la práctica presencial y al juez de conocimiento, sin perjuicio de que
puedan asistir de manera presencial los abogados reconocidos, las
partes que no deban declarar, los terceros e intervinientes
especiales y demás sujetos del proceso, quienes además podrán
concurrir de manera virtual.

PARÁGRAFO. Las audiencias y diligencias que se deban adelantar


por la sala de una corporación serán presididas por el ponente, y a
ellas deberán concurrir la mayoría de los magistrados que integran
la sala, so pena de nulidad.1

1
Diario Oficial No. 52.064 de 13 de junio de 2022.
5
1.2. Normas constitucionales objeto de limitación

1.2.1. Constitución Política

Constitución Política de la República de Colombia

PREÁMBULO

El pueblo de Colombia,
en ejercicio de su poder soberano, representado por sus
delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la
protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación
y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la
justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de
un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un
orden político, económico y social justo, y comprometido a
impulsar la integración de la comunidad latinoamericana, decreta,
sanciona y promulga la siguiente:

Constitución Política de Colombia

(…)

TÍTULO II.

DE LOS DERECHOS, LAS GARANTÍAS Y LOS DEBERES

CAPÍTULO 1.

DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

(…)

ARTÍCULO 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la


ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y
gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o
familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
6
El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real
y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o
marginados.

El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que, por su


condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia
de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que
contra ellas se cometan.2

1.2.2. Bloque de Constitucionalidad

1.2.2.1. Declaración Universal de Derechos Humanos

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS

PREÁMBULO

(…)

La Asamblea General proclama la presente

Declaración Universal de Derechos Humanos

(…)

ARTÍCULO 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,


derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual
protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y
contra toda provocación a tal discriminación.3

1.2.2.2. Convención Interamericana Sobre Derechos Humanos

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

(Pacto de San José)

2
Gaceta Constitucional No. 116 del 20 de julio de 1991.
3
https://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
7
PARTE I - DEBERES DE LOS ESTADOS Y DERECHOS
PROTEGIDOS

CAPÍTULO I - ENUMERACIÓN DE DEBERES

(…)

ARTÍCULO 24. IGUALDAD ANTE LA LEY

Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia,


tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.4

1.2.2.3. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos


Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la


Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de
diciembre de 1966

PARTE III

(…)

ARTÍCULO 26. Todas las personas son iguales ante la ley y tienen
derecho sin discriminación a igual protección de la ley. A este
respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas
las personas protección igual y efectiva contra cualquier
discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.5

4
https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-65.html
5
https://www.ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/ccpr.aspx
8
1.3. Síntesis de los cargos de la demanda

A manera de síntesis introductoria, el cargo único en contra de los artículos 1º


(parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022 se presenta
de la siguiente manera:

Cargo único. Las expresiones señaladas y resaltadas supra, contenidas en los


artículos 1º y 7º de la Ley 2213, vulneran los principios y derechos consagrados
en; el Preámbulo y el artículo 13 de la Constitución Política de Colombia; el
artículo 7º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el artículo
24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: y el artículo 26 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Estas normas establecen un doble trato desigual a situaciones fáctica y


jurídicamente equiparables; (i) entre los mismos justiciables, apoderados,
terceros, servidores públicos y demás intervinientes que actúan en la
jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal militar;
y (ii) entre los justiciables, apoderados, terceros, servidores públicos y demás
intervinientes que actúan en la jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y
en la jurisdicción penal militar y los justiciables, apoderados, terceros,
servidores públicos y demás intervinientes que actúan en las otras
especialidades de la jurisdicción ordinaria y en el resto de jurisdicciones que
conforman la Rama Judicial del Poder Público.

1.4. Petición de fondo

Se solicita respetuosamente a la Honorable Corte Constitucional declarar


INEXEQUIBLES las expresiones señaladas y resaltadas en negrilla supra.

De manera subsidiaria, y en caso de que esta Honorable Corporación no


encuentre motivos para declarar la inconstitucionalidad de dichas expresiones,
se solicita se declare su EXEQUIBILIDAD CONDICIONADA en el
entendido de que la decisión de no adelantar actuaciones procesales haciendo
uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones de que habla esta
Ley deberá ser motivada y contra esta procederán los recursos respectivos.

9
II. SEGUNDA SECCION – CONCEPTO DE LA VIOLACION

La segunda sección (II) de este escrito desarrolla el cargo único en contra de


los artículos 1º (parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213 del día 13 de junio de
2022, cargo por infracción al principio de igualdad.

Para justificar la pretensión de inexequibilidad de las expresiones mencionadas


supra se utilizarán los siguientes elementos;: (2.1) el análisis de las normas
acusadas; (2.2) el principio de igualdad como límite material al poder de
configuración legislativo; y (2.3) la formulación del cargo único de la demanda.

2.1. Análisis de las normas acusadas

El día 21 de febrero de 2022, por intermedio del Ministerio de Justicia y del


Derecho, fue radicado en el Senado de la República el Proyecto de Ley 325
“Por medio del cual se establece la vigencia permanente del Decreto
Legislativo 806 del 2020”. Dicho proyecto de Ley, con algunos cambios en su
trámite, finalmente culminó en la expedición de la Ley 2213 de 2022,
sancionada por el Presidente el día 6 de junio de 2022, por la cual se decretó la
vigencia permanente del Decreto Legislativo 806 del 2020 (De ahora en
adelante Decreto 806 de 2020 o simplemente Decreto 806).

Según la exposición de motivos que culminó en esta Ley 2213 de 2022 «(e)l
Proyecto de Ley tiene como objetivo declarar la vigencia permanente del
Decreto Legislativo 806 del 2020, "Por el cual s e adoptan medidas para
implementar las tecnologías de la información y las comunicaciones en
las actuaciones judiciales, agilizar los procesos judiciales y flexibilizar la
atención a los usuarios del servicio de justicia, en el marco del Estado de
Emergencia Económica, Social y Ecológica ", expedido con ocasión de
la crisis generada tras la pandemia, y con el fin de "implementar
el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en las
actuaciones judiciales y agilizar el trámite de los procesos judiciales
ante la jurisdicción ordinaria en las especialidades civil, laboral, familia,
jurisdicción de lo contencioso administrativo, jurisdicción constitucional y
disciplinaria, así como en las actuaciones de las autoridades administrativas
que ejerzan funciones jurisdiccionales y en los procesos arbitra les", a
más de "flexibilizar la atención a los usuarios del servicio de justicia y

10
contribuir pronta reactivación de las actividades económicas que
dependen de este"».6 (Énfasis fuera del texto original)

También, señala la mencionada exposición de motivos que “(r)econociendo


las innumerables ventajas que para la transformación digital de la
justicia devinieron tras la expedición e implementación de las
disposiciones contenidas en el mencionado Decreto Legislativo, la
presente iniciativa busca garantizar que se continúe impulsando el
fortalecimiento y la utilización de los servicios digitales y de
tecnología en la prestación de este servicio público esencial, pues la
experiencia demostró con creces que la adaptabilidad del sistema a
la actual era digital resultaba ser una necesidad”.7 (Énfasis fuera del
texto original)

De otro lado, en la mencionada exposición el Proyecto de Ley se señala


que este “obedece a la necesidad de evitar que la pérdida de vigencia
de las disposiciones contenidas en el Decreto 806 del 2020, (…) la cual
se materializa el 4 de junio próximo, genere un vacío normativo que
traiga consigo un colapso de la administración de justicia, y con este
el consecuente retroceso del país en la prestación del servicio”.8

Y, argumenta, que “ la iniciativa propone garantizar que se dé


continuidad a la utilización de las tecnologías de la información y
de las comunicaciones para facilitar y agilizar el acceso a la misma.”9

Ahora bien, en cuanto a las expresiones acusadas, estas limitan el uso de las
tecnologías de la información y la comunicación en la prestación del servicio
de la jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal
militar.

Originalmente el texto aprobado en el Senado incluía estas especialidades en el


proyecto de Ley, pero el texto aprobado en cámara, con el argumento de que la
virtualidad no es la forma idónea para llevar a cabo ese tipo de procesos,
excluyó del proyecto de Ley a la justicia penal y penal militar.

6
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 3.
7
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 3.
8
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 4.
9
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 4.
11
Finalmente, tras conciliar los textos de Senado y Cámara, y como se desprende
del texto legal de las normas acusadas, el Legislador definió que en la
especialidad penal y penal militar será potestativo del Juez o magistrado a cargo
del proceso el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones
dentro de los procedimientos judiciales. Es decir, mientras en las demás
jurisdicciones y especialidades del derecho la regla general es la virtualidad, en
materia penal y penal militar se establecieron reglas excepcionales, puesto que
será potestativo del juez el uso de las tecnologías de la información y las
comunicaciones, el cual, mediante auto no susceptible de recurso, podrá decidir
si adelanta las diferentes actuaciones del proceso haciendo o no uso de estos
medios tecnológicos. Véase, por ejemplo, como el artículo 7º de esta Ley 2213
señala que de manera oficiosa el juez de conocimiento podrá disponer la
práctica presencial de la prueba cuando lo considere necesario, y deberá
disponerlo así cuando alguna de las partes se lo solicite, sin que las mismas
deban motivar tal petición, señalando, además, que excepcionalmente la prueba
podrá practicarse en forma virtual ante la imposibilidad comprobada para
garantizar la comparecencia presencial de un testigo, experto o perito al
despacho judicial.

En este sentido, y como se acusará en el infra 2.3., la introducción de estas


reglas especiales en materia penal ordinaria y penal militar genera un trato
desigual ante situaciones fáctica y jurídicamente equiparables.

2.2. El principio de igualdad como límite material al poder de


configuración legislativo

En virtud de los artículos 114 y 115 de la Constitución Política el Legislador


goza de una amplia cláusula de configuración normativa para desarrollar y
establecer las diferentes reglas que orientan el ordenamiento jurídico
colombiano.

Particularmente, en materia procesal, el Legislador tiene amplias facultadas


para, a través de la expedición de Códigos y leyes en general, regular las
diferentes formas procesales correspondientes a las acciones, trámites,
actuaciones y demás aspectos que se consideren pertinentes para la consecución
de los fines constitucionales del proceso.

12
Sin embargo, este poder no es absoluto, ni puede considerarse como una
atribución ilimitada que permita a través de la Ley desconocer los fines,
principios y valores que emanan de la Constitución, puesto que dicha potestad
legislativa encuentra restricciones en el Estado Social de Derecho.10

En este sentido, desde su Preámbulo la Constitución Política identifica la


igualdad como un valor fundante del Estado Social de Derecho en Colombia.

Al respecto, la Honorable Corte Constitucional ha identificado una triple


dimensión de la igualdad dentro del ordenamiento jurídico colombiano: Como
valor, como principio, y como derecho de contenido fundamental.

Sobre esta triple dimensión de la igualdad, dijo la Corte:

«Como lo ha reseñado la jurisprudencia de la Corte, la igualdad


tiene un triple rol en el ordenamiento constitucional: el de valor, el
de principio y el de derecho. En tanto valor, la igualdad es una
10
Sobre la razonabilidad y proporcionalidad como límites al poder de configuración normativo del
Legislador, la Honorable Corte Constitucional ha señalado que «(l)a discrecionalidad normativa de
la cual dispone el Legislador significa que puede confeccionar los procesos judiciales dentro de un
amplio espectro de opciones, cuyo límite es “la razonabilidad y proporcionalidad de las medidas
adoptadas, en cuanto éstas se encuentren acordes con las garantías constitucionales de forma que
permitan la realización material de los derechos sustanciales”.» Corte Constitucional. Sentencia C-
086 de 1996, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.

En cuanto a los limites constitucionales que el constituyente a impuesto al poder de configuración


normativo del Legislador, dijo la Corte:

«“Al juez constitucional, en consecuencia, le corresponde garantizar al máximo esa libertad


configurativa que tiene el legislador; libertad, que sin embargo, no puede ser absoluta ni arbitraria,
sino que debe desarrollarse conforme a los límites que impone la misma Carta. En este sentido, la
doctrina constitucional ha considerado que la competencia normativa del legislador resulta acorde
con el estatuto superior, siempre y cuando tenga en cuenta los siguientes aspectos: i) que atienda los
principios y fines del Estado tales como la justicia y la igualdad entre otros; ii) que vele por la
vigencia de los derechos fundamentales de los ciudadanos que en el caso procesal civil puede
implicar derechos como el debido proceso, defensa y acceso a la administración de justicia
(artículos 13, 29 y 229 C.P.) ; iii) que obre conforme a los principios de razonabilidad y
proporcionalidad en la definición de las formas y iv) que permita la realización material de los
derechos y del principio de la primacía del derecho sustancial sobre las formas (artículo 228 C.P.).
De allí que no se estimen válidas, las disposiciones procesales ‘que anulan u obstaculizan
irrazonablemente el ejercicio del derecho de acción’, precisamente porque un objetivo constitucional
legítimo es el de ‘realizar objetiva, razonable y oportunamente el derecho sustancial’.”» Corte
Constitucional. Sentencia C-086 de 1996, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
13
norma que establece fines o propósitos, cuya realización es exigible
a todas las autoridades públicas y en especial al legislador, en el
desarrollo de su labor de concreción de los textos constitucionales.
En su rol de principio, se ha considerado como un mandato de
optimización que establece un deber ser específico, que admite su
incorporación en reglas concretas derivadas del ejercicio de la
función legislativa o que habilita su uso como herramienta general
en la resolución de controversias sometidas a la decisión de los
jueces. Finalmente, en tanto derecho, la igualdad se manifiesta en
una potestad o facultad subjetiva que impone deberes de abstención
como la prohibición de la discriminación, al mismo tiempo que exige
obligaciones puntuales de acción, como ocurre con la consagración
de tratos favorables para grupos puestos en situación de debilidad
manifiesta.»11 (Énfasis fuera del texto original)

En este sentido, como marco normativo que delimita la producción normativa


del Legislador, el artículo 13 de la Constitución Política consagra el principio
de igualdad, según el cual todas las personas nacen libres e iguales ante la ley,
recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades sin discriminación alguna.

En igual dirección, el artículo 7º de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos, el artículo 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y el artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los
cuales señalan que todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho
sin discriminación a igual protección por parte de esta.

Ahora bien, la H. Corte Constitucional ha señalado que el principio de igualdad


se manifiesta en la legislación como límite constitucional que prohíbe
diferencias que sean arbitrarias o injustificadas.

Dijo la Corte:

“El principio de igualdad prohíbe las diferencias que sean


arbitrarias o injustificadas desde un punto de vista jurídico, esto es,
que no se funden en motivos objetivos y razonables, o que sean

11
Corte Constitucional. Sentencia C-104 de 2016, M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
14
desproporcionadas en su alcance o contenido. Igualmente, implica
una evaluación de los efectos y un juicio de razonabilidad de la
diferencia, pues como se ha sostenido la igualdad es básicamente
un concepto relacional, que de forma necesaria conduce a un
proceso de comparación entre dos situaciones tratadas de forma
distinta, en el que es preciso efectuar una valoración de la
diferencia. Sólo tras el análisis de las características de cada
supuesto que se compara, de la entidad de la distinción, y de los
fines que con ella se persigue, podrá concluirse si la medida
diferenciadora es o no aceptable jurídicamente.”12 (Énfasis fuera
del del texto original)

De otro lado, como ha señalado la Jurisprudencia Constitucional, la igualdad


carece de un contenido material específico, es decir, que, a diferencia de otros
principios constitucionales o derechos fundamentales, esta no se materializa en
ningún ámbito concreto de la esfera de la actividad humana, sino que puede
manifestarse ante cualquier trato diferenciado injustificado. De ahí el carácter
relacional de este principio.

Al respecto, dijo la Corte:

“Esta circunstancia, en lo que corresponde a la igualdad de trato,


comporta el surgimiento de dos mandatos específicos, cuyo origen
responde al deber ser que le es inherente, esto es, (i) el de dar un
mismo trato a supuestos de hecho equivalentes, siempre que no haya
razones suficientes para darles un trato diferente; y (ii) el de dar un
trato desigual a supuestos de hecho diferentes.

Los antedichos mandatos, conforme al grado de semejanza o de


identidad, se pueden precisar en cuatro reglas: (i) la de dar el mismo
trato a situaciones de hecho idénticas; (ii) la de dar un trato diferente
a situaciones de hecho que no tienen ningún elemento en común; (iii)
la de dar un trato paritario o semejante a situaciones de hecho que
presenten similitudes y diferencias, cuando las primeras sean más
relevantes que las segundas; y (iv) la de dar un trato diferente a
situaciones de hecho que presentes similitudes y diferencias,

12
Ídem.
15
cuando las segundas más relevantes que las primeras.”13 (Énfasis
fuera del texto original)

Ahora bien, en cuanto a la relación que existe entre el principio de igualdad


y el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, la H. Corte
Constitucional ha señalado que la tutela efectiva implica la posibilidad de
que los justiciables acudan ante la jurisdicción en condiciones de igualdad.

Dijo la Corte:

«En palabras de este Tribunal, el derecho –fundamental- a la tutela


judicial efectiva “se traduce en la posibilidad, reconocida a todas las
personas residentes en Colombia de poder acudir en condiciones de
igualdad ante los jueces y tribunales de justicia, para propugnar por
la integridad del orden jurídico y por la debida protección o el
restablecimiento de sus derechos e intereses legítimos, con estricta
sujeción a los procedimientos previamente establecidos y con plena
observancia de las garantías sustanciales y procedimentales
previstas en las leyes.»14

Por último, y como se expondrá en el desarrollo del cargo único de esta


demanda, en atención a su carácter relacional, la Jurisprudencia Constitucional
ha establecido que el análisis de la igualdad da lugar a un juicio tripartito, pues
involucra el examen del precepto demandado, la revisión del supuesto o
régimen jurídico respecto del cual se alega el trato diferenciado injustificado y
la consideración del principio de igualdad.

2.3. Formulación del cargo único de la demanda

2.3.1. Cargo único en contra de los artículos 1º (parcial) y 7º (parcial) de


la Ley 2213 del día 13 de junio de 2022

En razón de que todas las normas resaltadas en negrilla supra, contenidas en


los artículos 1º y 7º de la Ley 2213, guardan conexidad temática y teleológica,
es decir, ambas establecen reglas especiales que limitan el uso de las
13
ídem
14
Corte Constitucional. Sentencia C-086 de 1996, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. La Corte reitera
lo dicho en la Sentencia C-426 de 2002, M.P, Rodrigo Escobar Gil.
16
tecnologías de la información y la comunicación en la prestación del servicio
de la jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal
militar, se formulará un único cargo por infracción al principio de igualdad
contra todas estas expresiones.

Cargo único. Las expresiones señaladas y resaltadas supra, contenidas en los


artículos 1º (parcial) y 7º (parcial) de la Ley 2213, vulneran los principios y
derechos consagrados en; el Preámbulo y el artículo 13 de la Constitución
Política de Colombia; el artículo 7º de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos; el artículo 24 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos: y el artículo 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.

Como se dijo supra, estas normas señalan que; (i) en la especialidad penal de
la jurisdicción ordinaria y en la jurisdicción penal militar el uso de las
tecnologías de la información y las comunicaciones será decidido por el juez o
magistrado a cargo del respectivo proceso o actuación procesal, sin que sea
susceptible de recurso dicha determinación; (ii) para el caso de la jurisdicción
penal, de manera oficiosa el juez de conocimiento podrá disponer la práctica
presencial de la prueba cuando lo considere necesario, y deberá disponerlo así
cuando alguna de las partes se lo solicite, sin que las mismas deban motivar tal
petición, señalando, además, que excepcionalmente la prueba podrá practicarse
en forma virtual ante la imposibilidad comprobada para garantizar la
comparecencia presencial de un testigo, experto o perito al despacho judicial.

2.3.2. Test de igualdad

En este orden de ideas, y como la cuestión problemática que propone esta


demanda gravita alrededor de un trato discriminatorio que el Legislador da a un
grupo de sujetos en materia de justicia y uso de las tecnologías de la información
y las comunicaciones, esta censura se auxiliará en el test integrado de igualdad,
para lo cual sustentará la tesis del caso a través de dos etapas de análisis.

En la primera (A); (i) se establecerá el criterio de comparación, patrón de


igualdad o tertium comparationis, es decir, se precisará si los supuestos de
hecho son susceptibles de compararse y si se confrontan racional y
razonablemente sujetos o situaciones de la misma naturaleza; (ii) se definirá si

17
en el plano fáctico y en el plano jurídico existe un trato desigual entre iguales o
igual entre desiguales.

En la segunda etapa de análisis (B); se determinará si dicha diferencia está


constitucionalmente justificada, esto es, si los supuestos objeto de análisis
ameritan un trato diferente a partir de los mandatos consagrados en la
Constitución Política. Este examen implica una valoración de los motivos y
razones que fueron expresados para sustentar la norma acusada y de esta forma
obtener su finalidad pretendida. Para tal efecto y como metodología se analizan
tres aspectos; (i) el fin buscado por la medida; (ii) el medio empleado; y (iii) la
relación entre el medio y el fin. Según su nivel de intensidad, este test puede
tener tres grados: estricto, intermedio y leve. Como se caracterizará infra15¸ el
grado de intensidad del test integrado viene establecido por una regla y
diferentes criterios que ha determinado la Jurisprudencia Constitucional.

2.3.2.1. Patrón de igualdad

Como señala la Honorable Corte Constitucional, lo primero que se tiene que


verificar en este primer peldaño del test integrado de igualdad es si los
supuestos de hecho son susceptibles de compararse y si se confrontan sujetos o
situaciones de la misma naturaleza. Esto implica establecer el criterio de
comparación o tertium comparationis. En este cargo único, la censura advierte
que, frente al objeto particular de estas normas, que no es otro que la
implementación permanente del uso de las tecnologías de la información y de
la comunicación en la justicia colombiana, el Legislador establece un doble
trato desigual entre sujetos equiparables; (i) entre los mismos justiciables,
apoderados, terceros, servidores públicos y demás intervinientes que actúan en
la jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal
militar; (ii) entre los justiciables, apoderados, terceros, servidores públicos y
demás intervinientes que actúan en la jurisdicción ordinaria en su especialidad
penal y en la jurisdicción penal militar y los justiciables, apoderados, terceros,
servidores públicos y demás intervinientes que actúan en las otras
especialidades de la jurisdicción ordinaria y en el resto de jurisdicciones que
conforman la Rama Judicial del Poder Público.

15
Infra 2.3.2.3.
18
2.3.2.2. Trato discriminatorio entre sujetos equiparables frente al objeto
particular de la norma

En segundo lugar y en desarrollo de lo expuesto, se observa que el análisis que


se propone sitúa a dos grupos de sujetos que son equiparables frente al objeto
particular de la norma.

Como se dijo supra, estas normas establecen un doble trato desigual a


situaciones de hecho que son semejantes:

A. Entre los mismos justiciables, apoderados, terceros, servidores


públicos y demás intervinientes que actúan en la jurisdicción
ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal militar.

En esta hipótesis el trato desigual se da cuando dos sujetos, en una misma


situación fáctica y jurídica, son sometidos de manera arbitraria a distinto
trato en cuanto al uso de uso de las tecnologías de la información y las
comunicaciones.

Véase, por ejemplo, el caso de sujetos en idénticas condiciones


socioeconómicas, con la misma capacidad de acceso a las tecnologías de
la información y que además tienen la misma condición jurídica de
imputados por el mismo tipo de delito. En este caso, el Legislador permite
que dos jueces penales -incluso el mismo-, que conocen de cada caso,
decidan de manera divergente sobre el uso de las tecnologías de la
información y de las comunicaciones en el respectivo proceso. Lo
anterior, sin ninguna motivación o examen objetivo de las condiciones
que rodean el debate procesal, y estando esta decisión, salvo en materia
probatoria donde el juez debe ordenar la práctica presencial de la prueba
si una de las partes lo solicita, exclusivamente a su arbitrio y sin
posibilidad de recurso.

En este sentido, y, sin ningún tipo de examen de las condiciones del


debate procesal, bien puede el juez penal que gusta de la presencialidad
omitir el uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones
y llevar a cabo todas las audiencias y diligencias del proceso de manera
presencial, incluso contra las necesidades reales de los sujetos que actúan
en este.
19
B. Entre los justiciables, apoderados, terceros, servidores públicos y
demás intervinientes que actúan en la jurisdicción ordinaria en su
especialidad penal y en la jurisdicción penal militar y los justiciables,
apoderados, terceros, servidores públicos y demás intervinientes que
actúan en las otras especialidades de la jurisdicción ordinaria y en el
resto de jurisdicciones que conforman la Rama Judicial del Poder
Público. Puesto que para estos el uso de las tecnologías de la información
y la comunicación es la regla general de acceso a la prestación del
servicio, mientras que para aquellos el uso de estas tecnologías está
sometido, salvo en materia probatoria donde el juez debe ordenar la
práctica presencial de la prueba si una de las partes lo solicita,
exclusivamente a la voluntad del juez, y sin posibilidad de recurso,
inclusive si esta decisión es caprichosa.

También, existe un trato discriminatorio implícito en las expresiones


acusadas en cuanto establecen una excepcionalidad a la regla general del
uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en el
proceso penal. Véase, por ejemplo, el caso del artículo 7º de esta Ley
2213 que señala que “(e)xcepcionalmente la prueba podrá practicarse
en forma virtual ante la imposibilidad comprobada para garantizar la
comparecencia presencial de un testigo, experto o perito al Despacho
judicial”. (Énfasis fuera del texto original)

Esta última norma invierte para los sujetos procesales la regla de


generalidad en la aplicación de los medios tecnológicos en el régimen
probatorio por uno de excepcionalidad en materia penal y penal militar.

Formulada estas tesis, surgen las siguientes problemáticas:

• ¿Por qué el uso de las tecnologías de la información y de las


comunicaciones en la jurisdicción ordinaria en su especialidad
penal y en la jurisdicción penal militar depende, salvo en
materia probatoria donde el juez debe ordenar la práctica
presencial de la prueba si una de las partes lo solicita, del
arbitrio del juzgador, incluso si su decisión es arbitraria e
inconveniente para la eficacia y la economía del proceso?

20
• ¿Cuál es la necesidad de establecer un régimen excepcional de
presencialidad en materia probatoria en una Ley cuya finalidad
es generalizar el uso de las tecnologías de la información y de
la comunicación en la administración de justicia?

Como se examinará infra, no existen argumentos constitucionales o


convencionales que justifiquen este trato desigual entre sujetos equiparables.

2.3.2.3. Necesidad de aplicación de un test intermedio de igualdad

En tercer lugar, y una vez establecido el patrón de comparación, se argumentará


porqué esta diferencia de trato no está constitucional o convencionalmente
justificada, esto es, la situación objeto de análisis no permite en este caso
concreto un trato diferente a partir de los mandatos consagrados en el Texto
Superior.

Para el efecto, se pasará a determinar el nivel de intensidad con el que se debe


abordar el test integrado de igualdad, con la finalidad de valorar los motivos y
razones que explican el trato discriminatorio acusado y la finalidad que con este
se busca.

En tal sentido, y por la importancia que reviste la Jurisprudencia Constitucional


para determinar dicha intensidad de escrutinio, se transcribirán in extenso las
motivaciones de la Sentencia C-104 de 2016.

Dijo la Corte:

«Para determinar cuál es el grado de intensidad adecuado en el


examen de un asunto sometido a revisión, este Tribunal ha fijado
una regla y varios criterios, los cuales se explicarán a
continuación.

La regla consiste en reconocer que al momento de ejercer el control


de constitucionalidad se debe aplicar un test leve, que es el ordinario.
Este se limita a establecer la legitimidad del fin y del medio, debiendo
ser este último “adecuado para lograr el primero, valga decir,
verificar si dichos fin y medio no están constitucionalmente

21
prohibidos y si el segundo es idóneo o adecuado para conseguir el
primero”.

Esta regla se formula a partir de dos importantes consideraciones,


por una parte, se encuentra el principio democrático, que obliga a
darle un peso importante a la labor de creación del legislador, pues
debe permitirse un margen considerable de valoración sobre los
asuntos objeto de regulación, a partir de la búsqueda de propósitos
que se ajusten a los mandatos de la Carta; y por la otra, la presunción
de constitucionalidad que existe sobre las decisiones legislativas, lo
que se traduce en que no toda distinción de trato involucra la
existencia de un componente discriminatorio.

Por ello, la Corte ha reiterado que “la Constitución no prohíbe el


trato desigual sino el trato discriminatorio”, al entender que el
primero puede ser obligatorio en ciertos supuestos, mientras el
segundo establece diferencias sin justificación valida. El test leve
busca entonces evitar decisiones arbitrarias y caprichosas del
legislador, es decir, medidas que no tengan un mínimo de
racionalidad.

Este test ha sido aplicado en casos en que se estudian materias


económicas, tributarias o de política internacional, o en aquellos en
que está de por medio una competencia específica definida en cabeza
de un órgano constitucional, o cuando, a partir del contexto
normativo del precepto demandado, no se aprecia prima facie una
amenaza frente al derecho sometido a controversia.

La aplicación de un test estricto, como la más significativa excepción


a la regla, tiene aplicación cuando está de por medio el uso de un
criterio sospechoso, a los cuales alude el artículo 13 de la
Constitución, o cuando la medida recae en personas que están en
condiciones de debilidad manifiesta, o que pertenecen a grupos
marginados o discriminados. También se ha utilizado cuando la
diferenciación afecta de manera grave, prima facie, el goce de un
derecho fundamental.

22
Este test ha sido categorizado como el más exigente, ya que busca
establecer “si el fin es legítimo, importante e imperioso y si el medio
es legítimo, adecuado y necesario, es decir, si no puede ser
remplazado por otro menos lesivo”. Este test incluye un cuarto
aspecto de análisis, referente a “si los beneficios de adoptar la
medida exceden claramente las restricciones impuestas sobre otros
principios y valores constitucionales”.

Entre los extremos del test leve y del test estricto, se ha identificado
el test intermedio, que se aplica por este Tribunal cuando se puede
afectar el goce de un derecho no fundamental, cuando existe un
indicio de arbitrariedad que puede afectar la libre competencia
económica o en aquellos casos en que la medida podría resultar
“potencialmente discriminatoria” en relación con alguno de los
sujetos comparados, lo que incluye el uso de las acciones
afirmativas. Este test examina que el fin sea legítimo e importante,
“porque promueve intereses públicos valorados por la Constitución
o por la magnitud del problema que el legislador busca resolver”, y
que el medio sea adecuado y efectivamente conducente para
alcanzar dicho fin.»16 (Énfasis fuera del texto original)

En este orden de ideas, para justificar la inconstitucionalidad de las expresiones


acusadas en este cargo único en contra de los artículos 1º (parcial) y 7º (parcial)
de la Ley 2213, se optará por una intensidad intermedia del test integrado de
igualdad, habida cuenta de que la medida: (i) Representa un trato desigual que
entraña una facultad irrazonable; (ii) no promueve intereses públicos valorados
por la Constitución o por la magnitud del problema que el Legislador buscó
resolver con la Ley 2213 de 2022.

2.3.2.3. Razonabilidad de la medida – Trato desigual como medida


inconducente e innecesaria

Como se mencionó, se utilizará la intensidad intermedia del test integrado de


igualdad para justificar la inconstitucionalidad del mencionado trato
discriminatorio. En este orden de ideas; (A) se determinará la legitimidad de la
finalidad, que en el caso del test intermedio se refiere a que sea conveniente en

16
Sentencia C-104 de 2016, anteriormente mencionada.
23
términos constitucionales; y (B) posteriormente se analizará la razonabilidad
de la relación medio-fin, que corresponde a que el medio sea un instrumento
conducente y necesario para la consecución de los fines propuestos.

A. Legitimidad de la finalidad de la Ley 2213 de 2022 -


Fortalecimiento y la utilización de los servicios digitales y de
tecnología en la prestación de este servicio público esencial

Como se desprende de los mismos trabajos preparatorios de la norma acusada,


esta Ley 2213 de 2022 tiene como finalidad “la vigencia permanente del
Decreto Legislativo 806 del 2020”, para lo cual se propone “implementar
el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en las
actuaciones judiciales y agilizar el trámite de los procesos
judiciales”.17 (Énfasis fuera del texto original)

También, señala la mencionada exposición de motivos que “(r)econociendo


las innumerables ventajas que para la transformación digital de la
justicia devinieron tras la expedición e implementación de las
disposiciones contenidas en el mencionado Decreto Legislativo, la
presente iniciativa busca garantizar que se continúe impulsando el
fortalecimiento y la utilización de los servicios digitales y de
tecnología en la prestación de este servicio público esencial, pues la
experiencia demostró con creces que la adaptabilidad del sistema a
la actual era digital resultaba ser una necesidad”.18 (Énfasis fuera del
texto original)

También, argumenta que “ la iniciativa propone garantizar que se dé


continuidad a la utilización de las tecnologías de la información y
de las comunicaciones para facilitar y agilizar el acceso a la misma.”19

En suma, el fin de esta norma es volver el sistema judicial más ágil y cercano
al ciudadano impulsando el fortalecimiento y la utilización de los
servicios digitales y de tecnología en la prestación del servicio
público esencial de administración de justicia, lo cual es conveniente
desde un punto de vista constitucional en tanto maximiza el
17
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 3.
18
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 3.
19
Gaceta del Congreso No. 119 del 2 de marzo de 2022, pág. 4.
24
bienestar de los justiciables que acceden al servicio público de
administración de justicia.

B. Trato inconducente e innecesario

Como se dijo supra, estas normas señalan que; (i) en la especialidad penal de
la jurisdicción ordinaria y en la jurisdicción penal militar el uso de las
tecnologías de la información y las comunicaciones será decidido por el juez o
magistrado a cargo del respectivo proceso o actuación procesal, sin que sea
susceptible de recurso dicha determinación; (ii) para el caso de la jurisdicción
penal, de manera oficiosa el juez de conocimiento podrá disponer la práctica
presencial de la prueba cuando lo considere necesario, y deberá disponerlo así
cuando alguna de las partes se lo solicite, sin que las mismas deban motivar tal
petición, señalando, además, que excepcionalmente la prueba podrá practicarse
en forma virtual ante la imposibilidad comprobada para garantizar la
comparecencia presencial de un testigo, experto o perito al despacho judicial.

En este sentido, las normas acusadas nada tienen que ver con la
consolidación de garantías que permitan hacer el sistema judicial más ágil
y cercano al ciudadano impulsando el fortalecimiento y la utilización
de los servicios digitales y de tecnología en la prestación del servicio
público esencial de administración de justicia.

Esta medida no es conducente. No es posible encontrar una relación entre el


trato privilegiado acusado y la consecuencia del fin perseguido por la Ley 2213
de 2022, esto es, hacer el sistema judicial más ágil y cercano al ciudadano
impulsando el fortalecimiento y la utilización de los servicios
digitales y de tecnología en la prestación del servicio público esencial
de administración de justicia.

Otorgar al juez la facultad de decidir a su arbitrio sobre el uso de las tecnologías


de la información y de la comunicación en todas las actuaciones y diligencias
en materia penal y penal militar, así como establecer excepciones en el uso de
estas tecnologías en el régimen probatorio penal, no se compadece ni
remotamente con los fines de esta Ley 2213.

25
En efecto, se contradice el Legislador cuando, queriendo agilizar el sistema
judicial y acercarlo a los ciudadanos, lo debilita evitando el uso de los servicios
de tecnología en la prestación de este servicio esencial.

La medida es innecesaria. El Legislador no solo se contradice cuando deja al


arbitrio del juzgador el uso de las tecnologías de la información y las
comunicaciones en las distintas actuaciones y diligencias que se surten en la
jurisdicción ordinaria en su especialidad penal y en la jurisdicción penal militar,
así como al disponer como regla general la presencialidad en el régimen
probatorio penal, sino que también se equivoca cuando pondera los costos y
posibilidades que la medida implica en todos los ámbitos del proceso.

En efecto, de entre todas las medidas que el Legislador tiene para alcanzar los
fines de más agilidad y cercanía al ciudadano a través de la utilización
de los servicios digitales y de tecnología en la prestación del servicio
público esencial de administración de justicia, el Legislador escoge
el que más restringe el derecho de los justiciables a acceder a la
justicia a través de medios tecnológicos.

Este trato es innecesario es irrazonable. La justicia digital, entre otros


muchos beneficios: Contribuye al ahorro fiscal; genera agilidad y
economía en los procesos; permite el fácil acceso a los expedientes y
archivos judiciales; facilita los diferentes medios de notificación; disminuye las
inasistencias y aplazamientos en las diferentes actuaciones y diligencias que se
surten ante la jurisdicción; facilita el traslado de los sujetos privados de la
libertad a las audiencias; disminuye el uso del papel y de generación de
residuos en los despachos judiciales.

Todo esto con la consecuente maximización de la eficacia y la economía


procesal, así como de la confianza de la sociedad en el proceso como
método racional de solución de conflictos.

En igual sentido, los intervinientes de la audiencia pública, que, en virtud de la


Resolución No. 11 del 28 de marzo de 2022, la mesa directiva Comisión
Primera Constitucional permanente del Senado de la República convocó
teniendo como tema principal el mencionado Proyecto de Ley 325.20
20
En dicha audiencia pública intervinieron las señoras y señores: Magistrado Martin Bermúdez
(Consejo de Estado); Ulises Canosa Suarez (Presidente Instituto Derecho Procesal); Nattan Nisimblat
26
Por otra parte, como puede observarse en las estadísticas desagregadas de la
Rama Judicial, el uso de las tecnologías de la información y de las
comunicaciones ha generado un impacto positivo en cuanto al número de
audiencias y número de ingresos efectivos de procesos a los despachos
judiciales.21

Ahora bien, en cuanto a los argumentos en contra del uso de las tecnologías de
la información y las comunicaciones en el proceso penal, estos no son lo
suficientemente sólidos como para limitar el uso de estas tecnologías en materia
penal y penal militar. Es evidente que alrededor de la implementación de las
tecnologías de la información y la comunicación se ha estructurado un falso
dilema entre la presencialidad y el uso de estas tecnologías.

El uso de las tecnologías de la información y comunicación en ningún momento


sacrifica el acceso a las condiciones eficientes de administración de justicia. De
ninguna manera se le puede endilgar a estas tecnologías una deficiente práctica
probatoria, ni siquiera en la práctica de la prueba testimonial.

En este sentido, se ha querido hacer creer que la inmediación implica un


principio fundamental del proceso donde el juzgador debe estar en presencia
física de las partes y la pruebas. Este argumento es incorrecto. Como bien ha
señalado la H. Corte Constitucional, “la inmediación no implica
necesariamente una proximidad física entre el juez, las partes y las pruebas.
El uso de las TIC permite garantizar el principio de inmediación, incluso en
mayor medida que la presencialidad, en aquellos eventos en que el contacto
(Magistrado Tribunal Superior de Antioquia); Wilson Ruiz Orejuela (Ministro de Justicia); Carlos
Paz Russi (Presidente Capitulo Valle del Cauca Instituto Colombiano Derecho Procesal); Ramiro
Bejarano (Director del departamento de derecho procesal de la Universidad Externado de Colombia);
Francisco Bernate (Presidente Colegio de Abogados Penalistas de Colombia); Diana Remolina
(Consejo Superior de la Judicatura); Diana Vélez (Presidenta Comisión Nacional de Disciplina
Judicial); Mauricio Rodríguez (Magistrado Comisión Nacional de Disciplina); Diana Talero
(Vicepresidenta Instituto Colombiano Derecho Concursal); Guillermo Rocha – (abogado litigante);
Hugo Alexander Ríos (Presidente Tribunal de Bogotá); Gerardo Duque; (abogado litigante); Aroldo
Quiroz (presidente corte suprema de justicia); Werner Zitzmann (medios de comunicación y
periodista); Fernando mancera (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI); Alberto
samuel Yohai (Camara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones) y Martha Cecilia moreno
(Presidente Certicamara digital). Gaceta del Congreso No. 460 del 11 de mayo de 2022, págs. 3-5.
Esta audiencia también consultarse en el siguiente link:
https://www.youtube.com/watch?v=NtWR5MSAbLk
21
https://www.ramajudicial.gov.co/documents/1513685/108089131/Penal+ENERO+-
+SEPTIEMBRE+2021-OK.pdf/bfdf4885-654b-404e-9214-c063d181b218
27
físico entre el juez y las partes supone un riesgo para la vida. La
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia ha admitido que las TIC son
herramientas útiles para el logro del principio de inmediación en las
actuaciones procesales por cuanto permiten al juez conocer de viva voz las
razones de las partes, aun si esto solo ocurre mediante tecnologías de
transmisión de audio, como las llamadas telefónicas. Incluso, en materia
penal, la Corte Suprema de Justicia ha admitido que el juez se relacione de
manera directa con la prueba o las actuaciones de las partes mediante la
consulta de las grabaciones de audio y video de las audiencias practicadas en
el proceso cuando las circunstancias lo requieran.”22. En este sentido, el
argumento de que el juez tiene que estar físicamente en presencia de los testigos
para poder darse cuenta, a través de sus expresiones, si estos mienten o dicen la
verdad, no deja de ser mas que un argumento de conveniencia que no encuentra
ningún asidero constitucional o convencional para limitar el uso de estas
tecnologías de la información y la comunicación.23 (Énfasis fuera del texto
original)

De otro lado, tampoco resulta plausible el argumento de que la gente de menos


recursos o la gente del campo no tienen acceso a las tecnologías de la
información y la comunicación, amén de que hoy en día resulta más económico
para estos sujetos utilizar estos medios tecnológicos que tener que desplazarse
hasta al despacho judicial a realizar audiencias o diligencias, que las más de las
veces, son tortuosas y demoradas.

Tampoco resulta plausible el argumento que señala que la presencialidad es


imperiosa en el proceso penal porque en este se debaten derechos fundamentales
que están por encima de los demás. Este argumenta desvirtúa y minimiza el
contenido de otros derechos ajenos al debate penal, pero que son de especial
jerarquía constitucional, como por ejemplo los que se debaten en la jurisdicción

22
Corte Constitucional. Sentencia C-420 de 2020, M.P. Richard S. Ramírez Grisales.
23
Recuérdese que, como marco normativo que delimita la producción normativa del Legislador, el
artículo 13 de la Constitución Política consagra el principio de igualdad, según el cual todas las
personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y
gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin discriminación alguna.

En igual dirección, el artículo 7º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artículo


24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 26 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, los cuales señalan que todas las personas son iguales ante la ley y tienen
derecho sin discriminación a igual protección por parte de esta.
28
constitucional en sede de tutela, los cuales si se ven beneficiados de la cláusula
general de virtualidad que impera a lo largo del articulado de la Ley 2213.

En suma, estas normas son inconducentes e innecesarias como medio para


satisfacer intereses públicos valorados por la Constitución o por la magnitud del
problema que el Legislador buscó resolver con la Ley 2213 de 2022.

Por demás, este tipo de medidas atentan contra el uso progresivo de las
tecnologías de la información y claramente conducirán a un retroceso y una
desaceleración de la buena dinámica que el proceso penal venía sosteniendo
con la implementación de estas tecnologías.

Por todo lo anterior, se solicita respetuosamente a la Honorable Corte


Constitucional declarar INEXEQUIBLES las expresiones señaladas y
resaltadas en el supra 1.1. de esta demanda. De manera subsidiaria, y en caso
de que esta Honorable Corporación no encuentre motivos para declarar la
inconstitucionalidad de dichas expresiones, se solicita se declare su
EXEQUIBILIDAD CONDICIONADA en el entendido de que la decisión de
no adelantar actuaciones procesales haciendo uso de las tecnologías de la
información y las comunicaciones de que habla esta Ley deberá ser motivada y
contra esta procederán los recursos respectivos.

III. TERCERA SECCIÓN – PRESUPUESTOS PROCESALES DE


LA DEMANDA POR INCONSTITUCIONALIDAD

3.1. Competencia de la Corte Constitucional

La Honorable Corte Constitucional es competente para conocer de esta


demanda por inconstitucionalidad en los términos del artículo 241 de la
Constitución Política de Colombia, por medio del cual se le “confía la guarda
de la integridad y supremacía de la Constitución en los escritos y precisos
términos de este artículo”, y, que conforme a su numeral cuarto (4to), le otorga
la función de “decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que
presenten los ciudadanos contra las leyes, tanto por su contenido material
como por vicios de procedimiento en su formación”.

29
3.2. Cosa juzgada constitucional

Se considera que no existe cosa juzgada constitucional en el presente caso.

Hasta la fecha este Tribunal Constitucional no se ha pronunciado sobre la


constitucionalidad de la norma acusada en los términos de esta demanda, por lo
cual, respetuosamente, se solicita un pronunciamiento de fondo al respecto.

3.3. Procedimiento constitucional

El trámite que debe seguir la presente demanda es el señalado en el Decreto Ley


2067 de 199124 y el Acuerdo 02 de 2015 (Reglamento Interno de la Corte
Constitucional)25.

3.4. Principio pro actione

Se considera que la presente demanda cumple con los requisitos formales y


sustanciales para su admisión y tramite, cumpliéndose, además, las cargas
argumentales propias que este tipo de control constitucional abstracto exige
cuando los cargos por inconstitucionalidad se estructuran a partir de una
omisión relativa.

En caso de que la Honorable Corte Constitucional no considere que sea así, se


solicita respetuosamente a la Magistratura Constitucional actuar en aplicación
del principio pro actione.26

3.5. Anexos de la demanda

Con este escrito de la demanda se acompaña, a través de mensaje de datos, copia


del documento de identidad del accionante en formato pdf.

3.6. Domicilio y lugar de notificaciones del accionante

• Domicilio:
Protegido porEn
Habeas Data
la carrera 17 # 96-00 de la ciudad de Pereira

24
Diario Oficial No. 40.012, del 4 de septiembre de 1991.
25
https://www.corteconstitucional.gov.co/inicio/Reforma%20Reglamento-19.pdf
26
Sobre este principio las Sentencias C-087 de 2019, C- 291 de 2015, C-767 de 2014 y C-1052 de
2001 entre otras.
30
• Teléfono:
Protegido por Habeas Data
3235135188

• Correo electrónico:
Protegido por [email protected]
Data

De las señoras Magistradas y de los señores Magistrados.

Protegido por Habeas Data


JUAN MANUEL LÓPEZ MOLINA.
C.C. 1113648201.

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