Sujetos Procesales - Sabas Chauan
Sujetos Procesales - Sabas Chauan
Sujetos Procesales - Sabas Chauan
1
Para los antecedentes y discusión legislativa de esta Ley de Reforma:
2
Ver: a) PFEFFER U., Emilio. Op. cit. Anexo I, pp. 103 y ss.; y b) "Las funciones del Ministerio
Público en las Constituciones Centroamericanas". CRUZ CASTRO, Fernando. En: "Pena y Estado". Nº
2, "Ministerio Público". Editores del Puerto. Buenos Aires 1997.
b) En segundo lugar, y consecuencia lógica de la función del Ministerio
Público, es que se estatuye su facultad de imperio, esto es, podrá impartir
órdenes directas a la fuerza pública, debiendo la policía cumplir sin más trámite
su mandato, no pudiendo calificar el fundamento, oportunidad, ni la legalidad o
justicia del mismo. Sin embargo, ciertas actuaciones (las que priven al
imputado o a terceros del ejercicio de los derechos asegurados en la
Constitución o los restrinjan o perturben) requerirán de autorización judicial
previa. Sólo en esos casos, la autoridad policial requerida podrá recabar la
exhibición de dicha autorización judicial.
El Fiscal Nacional así elegido dura 8 años en el cargo3, no puede ser reelegido
para el período inmediatamente siguiente y no puede ser removido, salvo por la
Corte Suprema, ante requerimiento del Presidente de la República, de la Cámara
de Diputados o diez de sus miembros, por incapacidad, mal comportamiento o
negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte Suprema debe
conocer del asunto en pleno especialmente convocado al efecto y, para acordar
la remoción, debe reunir el voto conforme de la mayoría de sus miembros en
ejercicio4 (art. 89 CPR).
3
La duración original de los cargos de Fiscal Nacional y fiscales regionales era de 10 años, período
modificado y reducido a 8 años mediante la Ley Nº 20.050 de 26 de agosto de 2005 que modificó la
Constitución Política de la República en este aspecto. Asimismo, la Ley Nº 20.861, de 2015, modificó
el art. 16 de la Ley Nº 19.640 en el mismo sentido.
4
El quórum fue rebajado, desde 4/7 al actual, por la Ley Nº 20.050.
Entre las funciones del Fiscal Nacional, reglamentadas fundamentalmente en
el art. 17 de la LOCMP, están:
5
El art. 5º letra a) de la Ley Nº 20.074 modificó el art. 17 letra a) de la LOCMP, agregando una frase
final que señala: "Tratándose de los delitos que generan mayor conmoción social, dichos criterios
deberán referirse, especialmente, a la aplicación de las salidas alternativas y a las instrucciones
generales relativas a las diligencias inmediatas para la investigación de los mismos, pudiendo
establecerse orientaciones diferenciadas para su persecución en las diversas Regiones del país,
atendiendo a la naturaleza de los distintos delitos".
Además, existe una importante función que se ejercerá previo informe del
Consejo General, cual es la de crear unidades especializadas para la persecución
de determinados delitos. La LOCMP señala que deberá crearse, al menos, una
unidad especializada para investigar los delitos tipificados en la Ley Nº 19.366,
sobre Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, entendiendo,
en la actualidad, que la referencia legislativa se realiza respecto de la Ley
Nº 20.000 de 16 de febrero de 2005, que sustituyó la anterior normativa de
drogas. Amén de la anterior se han creado otras unidades, concretamente: una
unidad especializada para combatir el lavado de dinero, el crimen organizado y
los delitos económicos, otra para asesorar en responsabilidad penal adolescente
y delitos violentos, una en materias de Derechos Humanos, Violencia de Género
y delitos sexuales y una unidad especializada en Anticorrupción. Dichas
unidades especializadas están dirigidas por un director, designado por el Fiscal
Nacional oyendo al Consejo General, que tiene como función colaborar y
asesorar a los fiscales a cargo de la dirección de la investigación de determinada
categoría de delitos, de acuerdo con las instrucciones que al efecto dicte el Fiscal
Nacional.
El Fiscal Nacional dará cuenta pública de los resultados del Plan Institucional
Anual de conformidad al artículo 21. Además, la referida cuenta se publicará
en la página web institucional".
Para ser nombrado en este cargo se requiere ser ciudadano chileno con
derecho a sufragio, tener a lo menos 5 años el título de abogado, haber cumplido
30 años de edad y no tener incapacidades o inhabilidades legales (art. 31
LOCMP).
Las unidades de análisis criminal, que formen parte del Sistema, tendrán las
siguientes funciones:
a) Generar información mediante el análisis estratégico de los datos
agregados provenientes de delitos contra la propiedad y, en general, de
aquellos de mayor connotación social, calificados por el Fiscal Nacional, ya
sea que su investigación se encuentre vigente o terminada.
Para ser nombrado Fiscal Adjunto se requiere ser ciudadano chileno con
derecho a sufragio, tener el título de abogado y no estar sujeto a incapacidades
e incompatibilidades previstas en la ley. También cesan en su cargo al cumplir
75 años de edad.
6
Originalmente el número total de fiscales era de 625, cantidad que fue aumentada por la Ley Nº
20.084 de acuerdo a las necesidades que traería aparejadas el nuevo sistema de responsabilidad penal
adolescente. La Ley Nº 20.861, citada en el texto, modificó nuevamente el número.
diligencias en todo el territorio nacional, de conformidad a las normas
generales que establezca el Fiscal Nacional (arts. 40 y 72 LOCMP). En lo
relativo a la distribución del trabajo entre ellos, ésta la hace el fiscal adjunto
jefe, conforme a las instrucciones del Fiscal Nacional (siempre tomando en
cuenta criterios objetivos, tales como la carga de trabajo, la especialización y la
experiencia).
En el evento que la fiscalía local cuente con un solo fiscal adjunto, el Fiscal
Regional debe determinar el ayudante del fiscal adjunto que lo subrogará
cuando, por cualquier motivo, no pueda desempeñar el cargo (según el nuevo
inciso segundo del art. 40, introducido por la Ley Nº 19.806).
7
Véase: BINDER, Alberto: "Funciones y Disfunciones del Ministerio Público Penal". En: El
Ministerio Público para una nueva justicia criminal. Fundación Paz Ciudadana. CPU. 1994, pp. 65-
88.
8
Idem.
La segunda función del Ministerio Público, según las normas aludidas, es
ejercer la acción penal pública, en su caso, según la ley. En principio podríamos
aludir a un "monopolio" de tal acción penal por parte del organismo; sin
embargo, no podemos olvidar que, dentro del nuevo procedimiento penal, se ha
mantenido la figura del querellante, que puede adherirse al libelo de acusación
del fiscal o presentar acusación particular (incluso, en el evento que el fiscal
respectivo no desee acusar, puede lograr del Juez de Garantía que remita los
antecedentes a los superiores de aquél a fin que se acuse o, si el Ministerio
Público insiste en su posición de no hacerlo, puede lograr tomar el lugar de éste.
Hipótesis que analizaremos más adelante, del art. 258 CPP).
Sin perjuicio de lo recién señalado, debemos recordar el art. 78 bis del CPP,
que se agregó por la Ley Nº 20.507 de 2011, que tipificó en el Código Penal,
los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, norma que dispone:
"Protección de la integridad física y psicológica de las personas objeto del
tráfico ilícito de migrantes y víctimas de trata de personas. El Ministerio Público
adoptará las medidas necesarias, o las solicitará, en su caso, tendientes a
asegurar la protección de las víctimas de estos delitos durante el proceso penal,
teniendo presente la especial condición de vulnerabilidad que las afecta.
En los casos en que las víctimas de los delitos establecidos en los artículos
411 bis y 411 quáter del Código Penal, carezcan de representante legal o
cuando, por motivos fundados, el juez estime que los intereses de las personas
menores de edad son independientes o contradictorios con los de aquel a quien
corresponda representarlo, el juez le designará un curador ad litem de cualquier
institución que se dedique a la defensa, promoción o protección de los derechos
de la infancia"9.
En lo referido a los testigos, el art. 308 CPP, inciso 2º, señala que el
organismo referido, de oficio o a petición de parte, adoptará las medidas que
fueren procedentes para conferir al testigo, antes o después de prestadas sus
declaraciones, la debida protección. Asimismo, tiene atribuciones en esta
materia el tribunal respectivo, pudiendo obviamente solicitar las medidas el
fiscal correspondiente, u obrar el órgano jurisdiccional de propia iniciativa.
9
Debe advertirse que la Ley Nº 21.057, sobre entrevistas video grabadas en delitos sexuales contra
menores de edad, de 2 de enero de 2018, deroga el inciso 3º de este artículo, lo que ocurrirá
gradualmente acorde con esa ley.
estadounidense, que otorga facultades en la materia al fiscal del caso (que
depende del Departamento de Justicia). En el país del norte la protección puede
tomar una de varias formas, dependiendo de la naturaleza de la amenaza que se
cierna sobre el deponente, así: "puede detenerse al acusado nuevamente si la
amenaza ha sido hecha por él directamente al estar en libertad esperando su
juicio. En este caso no sólo se revoca la fianza, sino que se le acusa nuevamente
por obstrucción de la justicia.
10
RÍOS TORRES, Jorge. "Procesos Penales en los Estados Unidos". En: El Ministerio Público para...
Fundación Paz Ciudadana. CPU. 1994. Op. cit.
11
Seguimos, parcialmente, en esta materia el esquema de DUCE J., Mauricio. "El Ministerio Público
en la Reforma Procesal Penal". En: El Nuevo Proceso Penal. Cuadernos de Trabajo. UDP marzo
2000; o en: El Nuevo Proceso Penal. Editorial Jurídica ConoSur. 2000.
A. Principio de Unidad
B. Objetividad
12
Al decir de Claus ROXIN, citado por BINDER, Alberto. En: "Funciones y Disfunciones...". Op. cit.
defensa, con el objetivo de confirmarlas o descartarlas, pero no resultaría
razonable que investigara todas y cada una de las hipótesis posibles si ellas no
tienen un sustento en su propia investigación. Por otra parte, este principio
debiera imponer un deber de lealtad del Ministerio Público para con la defensa,
que se traduce, entre otras manifestaciones, en que éste no debe esconder
información disponible que pueda favorecer a ésta; y en su deber de mostrar sus
cartas en forma oportuna para que la defensa pueda prepararse adecuadamente.
Finalmente, este principio debiera imponer el deber del Ministerio Público de
actuar de buena fe durante todo el desarrollo del procedimiento, evitando que
las reglas de un juego justo sean vulneradas. Además, todo esto debe ser
complementado con la vigencia del principio de legalidad o sujeción a la ley de
los funcionarios del Ministerio Público, según el cual ellos no debieran realizar
actuaciones que afecten normas constitucionales y legales"13.
Según éste, el Ministerio Público y los fiscales que lo forman están sujetos a
un conjunto de controles de diversa índole. Estos controles y/o contrapesos a su
actuación están contemplados en la CPR, en la LOCMP, en el CPP, y en el
Código Orgánico de Tribunales (COT). Asimismo, la CPR y la LOCMP
establecen responsabilidades civiles, penales, administrativas y políticas para
las distintas categorías de fiscales. Volveremos sobre este tema, sin perjuicio de
señalar que la regla general en esta materia se consagra en el art. 45 de la
LOCMP: "Los fiscales del Ministerio Público tendrán responsabilidad civil,
disciplinaria y penal por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones".
13
DUCE J., Mauricio. "El Ministerio Público en...". Op. cit.
D. Principio de Interdicción de funciones jurisdiccionales
Los procedimientos del Ministerio Público deberán ser ágiles y expeditos, sin
más formalidades que las que establezcan las leyes y procurarán la
simplificación y rapidez de sus actuaciones".
La primera de dichas normas señala que: "los fiscales y los funcionarios del
Ministerio Público deberán observar el principio de probidad administrativa".
Según la definición legal anterior, este principio (art. 2º de la Ley Nº 19.653,
publicada en el Diario Oficial de 14 de diciembre de 1999, sobre probidad
administrativa aplicable a los órganos de la administración del Estado, que
modificó la Ley Nº 18.575) "consistía en observar una conducta funcionaria
intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con
preeminencia del interés general sobre el particular".
14
Rige, también, esta materia la Ley Nº 20.240, de 2008 que regula los incentivos y bonos a fiscales
y funcionarios del Ministerio Público.
un interés particular, sea o no de carácter económico, de quien ejerce dichas
funciones o de los terceros vinculados a él determinados por la ley, o cuando
concurren circunstancias que le restan imparcialidad en el ejercicio de sus
competencias".
Finalmente, en cuanto a los criterios de reserva a que pueden estar sujeto las
actuaciones y documentos de la investigación en materia penal, se encuentra su
fundamentación sustantiva —además— en la norma constitucional del artículo
19 Nº 4, la cual establece lo siguiente: "El respeto y protección a la vida privada
y a la honra de la persona y su familia, y asimismo, la protección de sus datos
personales. El tratamiento y protección de estos datos se efectuará en la forma
y condiciones que determine la ley".
El art. 10 de la LOCMP reza: "Todas las personas que cumplan con los
requisitos correspondientes tendrán el derecho de postular en igualdad de
condiciones a los empleos del Ministerio Público, conforme a esta ley". En
relación con este principio se establece, en la CPR y en la LOCMP, que la
mayoría de los cargos del organismo se proveen mediante concurso público (así,
respecto del Fiscal Nacional: arts. 87 CPR y 15 LOCMP; de los Fiscales
Regionales: arts. 87 CPR y 29 LOCMP; de los fiscales adjuntos: arts. 88 CPR
y 41 LOCMP, etc.).
H. Principio de legalidad
Por aplicación del art. 6º de la CPR y las normas que, en general, regulan la
actuación de los órganos del Estado, sus titulares e integrantes. Debe
considerarse, además, el art. 7º de la CPR y el art. 2º de la Ley Nº 18.575.
2.1.5. Sistema de Controles y Responsabilidades (en relación con el principio
analizado bajo la letra C del acápite precedente)
A. Control Procesal
B. Control político
"El Fiscal Nacional y los Fiscales Regionales sólo podrán ser removidos por
la Corte Suprema, a requerimiento del Presidente de la República, de la
Cámara de Diputados o de diez de sus miembros, por incapacidad, mal
comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones.
La solicitud de remoción señalará con claridad y precisión los hechos que
configuraren la causal invocada y a ella se acompañarán o se ofrecerán, si
fuera el caso, los medios de prueba en que se fundare.
La Corte Suprema sólo podrá decretar medidas para mejor resolver una vez
terminada la vista de la causa.
15
Según el artículo 89 de la Constitución Política de la República, modificado por la Ley Nº 20.050,
el quórum es de la mayoría de los miembros en ejercicio.
Cualquiera de las partes podrá comparecer ante la Corte Suprema hasta
antes de la vista de la causa.
C. Control jerárquico
16
PFEFFER URQUIAGA, Emilio. Op. cit.
El art. 20 de la LOCMP establece que habrá una División de Contraloría
Interna, como ya se señaló. Asimismo, debe tenerse especialmente presente el
art. 7º de la misma normativa, que consagra un control jerárquico permanente
del funcionamiento de las unidades y funcionarios del Ministerio Público, por
parte de las autoridades (como la División referida) y jefaturas. El control se
extiende tanto a la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de los fines y
objetivos establecidos, como a la legalidad y oportunidad de las actuaciones.
Esta norma debe armonizarse con la del art. 38 de la CPR y la del art. 4º de la
Ley Nº 18.575 (y la discusión, entre la doctrina administrativista, acerca del
carácter de esta responsabilidad; objetiva para algunos, subjetiva para otros);
iv) Responsabilidad disciplinaria: se hará efectiva mediante la aplicación de
los arts. 48 a 52 de la LOCMP. El principio básico se recoge en el art. 48 de este
cuerpo legal, que señala que la responsabilidad disciplinaria de los fiscales por
los actos realizados en el ejercicio de sus funciones podrá hacerse efectiva por
la autoridad superior respectiva, de acuerdo con el procedimiento regulado en
los artículos que le siguen.
ii) las funciones de los fiscales del Ministerio Público son de dedicación
exclusiva e incompatibles con toda otra función o empleo remunerado con
fondos públicos o privados. Por excepción pueden desempeñar cargos docentes
hasta por seis horas semanales;
iii) a los fiscales les queda prohibido ejercer la profesión de abogado, salvo
que estén involucrados sus propios intereses o ciertos parientes cercanos;
17
Según modificación hecha por la Ley Nº 20.861 de 2015.
iv) no pueden comparecer, como parte interesada, testigo o perito ante los
tribunales de justicia, sin previa comunicación a su superior jerárquico, respecto
de hechos de que hubieren tomado conocimiento en el ejercicio de sus funciones
o declarar en procedimiento en que tengan interés el Estado o sus organismos
(no se distingue el tipo de procedimiento);
Sin perjuicio de lo señalado, es una realidad evidente que, sea cual sea el
sistema de persecución penal que se adopte y los recursos con que éste cuente,
es imposible que todos los asuntos que ingresan al mismo sean investigados y
castigados por éste.
Siempre existirá una "cifra oscura" de la criminalidad (la cual surge como
resultado de la diferencia existente entre la criminalidad real y la registrada
oficialmente) que demostrará que, ineluctablemente, ha operado la selectividad
del sistema de control penal, y la determinación de tal cifra parte de la
comprobación de que "no todo delito cometido es registrado; no todo delito
registrado es denunciado; no todo delito denunciado es perseguido; no todo
delito perseguido es averiguado; no todo delito averiguado llega a juicio y no
todo juicio llega a sentencia"18.
18
Ver: HORVITZ LENNON, María Inés. "Ministerio Público y Selectividad". En: Pena y Estado Nº 2.
Buenos Aires 1997, pp. 111 a 124.
o no ciertas condiciones o cargas de parte del imputado que se beneficia de
dicha decisión"19.
19
COUSO SALAS, Jaime. "Oportunidad versus Legalidad: Entre economía político-criminal,
despenalización y principios garantistas". En: "Primer Congreso Nacional sobre la Reforma del
Proceso Penal". Cuadernos de Análisis Jurídico Nº 39. UDP 1998, pp. 183 a 195.
20
HORVITZ LENNON, María Inés. "Ministerio Público y...". Op. cit.
Si el delito de que se trata mereciere pena aflictiva, el fiscal a cargo, debe
someter la decisión sobre archivo provisional a la aprobación del Fiscal
Regional.
Desde otro punto de vista, los casos en que se utilice esta facultad, podrán ser
incorporados a bases de datos que permitan un análisis posterior conjunto de
todas aquellas situaciones que respondan a un patrón común y su eventual
esclarecimiento ulterior. Ello a diferencia de lo que ocurría en el sistema
procesal penal anterior, en que los jueces del crimen operaban como unidades
aisladas, verdaderos compartimientos estancos, sin reales posibilidades de
intercomunicación entre ellos, lo que debería evitarse al existir un organismo
dedicado, en exclusiva, a investigar.
a) Los fiscales podrán decretar el archivo provisional si, puesta una denuncia
en su conocimiento, del estudio de los antecedentes y en base a su
experiencia, no emanaren antecedentes que les permitan desarrollar
diligencias investigativas que se proyecten como útiles para el
esclarecimiento de los hechos y la identificación de los partícipes, ni
aparecieren elementos que, en ese momento, permitan relacionarla o
vincularla provechosamente con otros hechos denunciados que presenten
características, modus operandi u otras circunstancias similares.
Como se ve, por esta vía de control, se limita la disposición del Ministerio
Público sobre la acción penal, evitando que la víctima quede desprotegida en
sus derechos, si el fiscal no persigue penalmente.
B. Principio de oportunidad
Para estos efectos, el fiscal deberá emitir una decisión motivada, la que
comunicará al Juez de Garantía. Éste, a su vez, la notificará a los
intervinientes, si los hubiere.
21
Este inciso fue intercalado por la Ley Nº 20.931, de julio de 2016, aunque lo que prescribe ya se
había hecho por los dos primeros Fiscales Nacionales.
También la dejará sin efecto cuando, dentro del mismo plazo, la víctima
manifestare de cualquier modo su interés en el inicio o en la continuación de
la persecución penal.
Una vez vencido el plazo señalado en el inciso tercero o rechazada por el juez
la reclamación respectiva, los intervinientes contarán con un plazo de diez
días para reclamar la decisión del fiscal ante las autoridades del Ministerio
Público.
La norma del art. 170 CPP citada, hace imprescindibles algunos comentarios.
En primer lugar, claramente el Proyecto de CPP se había inclinado por adoptar
únicamente el criterio de insignificancia o mínima importancia del hecho para
fundamentar la aplicación del principio de oportunidad, en el caso legal en
análisis. Ello, por dos factores, a saber: un marco máximo de pena establecido
para el delito (marco que se estimó adecuado para limitar la discrecionalidad
del Ministerio Público en forma absoluta); y la circunstancia que se trate de un
delito cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones22.
Así, en la redacción del proyecto se expresaba que, se aplicaría esta facultad del
fiscal, "cuando se tratare de un hecho que, por su insignificancia, no
comprometiere gravemente, el interés público". Creemos que, no obstante que
se eliminó su referencia explícita, se mantiene el criterio de la insignificancia
aludido.
22
Idem.
Finalmente, en lo atingente a la reclamación que los intervinientes pueden
hacer, posteriormente, ante las autoridades del Ministerio Público, debemos
tener presente que éstas deben examinar si la decisión del fiscal a cargo del caso
se ajusta a las políticas generales del servicio y a las normas dictadas al respecto.
En lo que respecta a las políticas, el Proyecto de Ley Orgánica del Ministerio
Público preveía la existencia de un "Comité Asesor", que formaban integrantes
de los tres Poderes del Estado, entre cuyas funciones podía emitir opiniones
sobre estrategias y políticas generales de persecución penal. Sin embargo, tal
instituto no fue recogido en el texto final de la LOCMP.
En todo caso, los criterios de actuación del Ministerio Público son fijados por
el Fiscal Nacional, oyendo previamente al Consejo General (art. 17, letra a)
LOCMP); además, como se analizará, las autoridades superiores del organismo
pueden dictar instrucciones al respecto.
Con respecto a los efectos civiles que produce la aplicación del principio de
oportunidad que, como dijimos, extingue la acción penal, es evidente que no se
altera el derecho a hacer efectivas, por la vía civil, las eventuales
responsabilidades de esa índole que procedieren, toda vez que la utilización de
la facultad, por parte del Ministerio Público, no "descriminaliza" la conducta,
sino solamente la posibilidad de perseguirla. Atendido ello, perdura la
responsabilidad civil derivada del hecho ilícito.
En primer lugar, como se dijo, el artículo 170 inciso segundo referido, señala
que el ejercicio del principio de oportunidad se regulará mediante instrucciones
generales dictadas por el Ministerio Público, por medio del Fiscal Nacional, con
el objetivo de establecer un uso racional de la misma.
En segundo lugar (acorde con el art. 17, letra a) LOCMP), el Fiscal Nacional
debe dictar las instrucciones generales que estime necesarias para el adecuado
cumplimiento de las tareas de dirección de la investigación de los hechos
punibles, ejercicio de la acción penal y protección de las víctimas y testigos. No
puede dar instrucciones u ordenar realizar u omitir la realización de actuaciones
en casos particulares, con la sola excepción del caso en que, por excepción y
según el art. 18 LOCMP, asuma directamente dichas tareas, según ya
explicáramos.
El CPP contempla un párrafo especial (3º, del Título IV, Libro I), el que
preceptúa, en lo esencial, las ideas que se expondrán a continuación.
23
Véase, en relación con esta materia: a) "Las relaciones de trabajo entre el Ministerio Público y la
policía". BLANCO SUÁREZ, Rafael, y b) "Relaciones policía-Ministerio Público en el nuevo sistema
procesal penal chileno. Desafíos y Propuestas". HORVITZ LENNON, María Inés. Ambos ensayos en:
(Seminario) Los Desafíos en las Relaciones policía-Ministerio Público. CDJ-CPU. Fundación
Konrad Adenauer.
Por su parte, el artículo 80 del CPP, expresa que los funcionarios policiales
que, según el caso, cumplan funciones previstas en el Código, ejecutarán sus
tareas bajo la dirección y responsabilidad de los fiscales y de acuerdo a las
instrucciones que éstos les impartieren para los efectos de la investigación, sin
perjuicio de su respectiva dependencia de las autoridades de la institución a que
pertenezcan.
En este punto es menester dejar constancia que el Proyecto de Código que fue
presentado al Congreso por el Ejecutivo (en el año 1995), disponía un doble
control externo sobre la policía: por parte del Ministerio Público y por parte del
Juez de Control de la Instrucción (hoy Juez de Garantía).
Recordemos nuevamente que las instrucciones que recibe la policía, por parte
del Ministerio Público, pueden ser de dos clases: instrucciones particulares,
referidas al caso concreto (arts. 79 y 80 CPP); o bien instrucciones generales,
que regulan la forma en que el organismo policial cumplirá las funciones
previstas en los arts. 83 y 85 CPP, así como la forma de proceder frente a hechos
de los que tomare conocimiento y respecto de los cuales los datos obtenidos
fueren insuficientes para estimar si son constitutivos de delito y, finalmente,
instrucciones generales relativas a la realización de diligencias inmediatas para
la investigación de determinados delitos (art. 87 CPP)24.
24
Estas últimas instrucciones proceden expresamente tras la modificación efectuada al art. 87 CPP
por la Ley Nº 20.074.
En síntesis, y como se ha dicho25, "podríamos afirmar que la función básica
del Ministerio Público con relación a la policía es de "orientación" más que de
"dirección". No existe un modelo en que el Ministerio Público dirija cabalmente
o sustituya a la policía. En cambio, el Ministerio Público debe saber discriminar
los antecedentes aportados por la policía y encausar jurídicamente la
investigación, especialmente en los casos más graves (delitos capitales) o
delitos complejos (delitos económicos, informáticos, etc.). Ahora bien, el
enfoque apropiado es el que entiende el trabajo Ministerio Público/policía como
uno de coordinación: la policía se encuentra capacitada en las diferentes
técnicas investigativas (balística, dactiloscopía, etc.) y el fiscal debe saber cómo
"construir un caso" desde el punto de vista jurídico-penal a partir de los
antecedentes aportados por la policía, operación que incluya conocimiento
cabal de las normas aplicables al caso, lógica, creatividad, razonamiento
científico, observación, etc. La investigación coordinada incluye la
organización de la información conocida y la elección de los medios adecuados
para adquirir la información requerida".
25
HORVITZ LENNON, María Inés. "Relaciones Ministerio Público-policía...". Op. cit., p. 46.
que toman el primer contacto con la ocurrencia de hechos punibles y, por ende,
no cercena la facultad de dichos funcionarios de realizar algunas actividades de
investigación por propia iniciativa; empero los sujeta a la obligación antes
referida, lo que es coherente con la circunstancia que la dirección de la etapa de
investigación corresponde al Ministerio Público, como se dijo.
26
Vid. JIMÉNEZ, María Angélica. "El Proceso Penal chileno y los Derechos Humanos". Op. cit.
Capítulo I. El análisis se refiere al procedimiento penal antiguo.
pondrá inmediatamente esta circunstancia en conocimiento de quien la hubiere
emitido y de su superior jerárquico en la institución a que perteneciere.
En tal caso, el fiscal o juez que hubiere emitido la orden podrá sugerir o
disponer las modificaciones que estimare convenientes para su debido
cumplimiento, o reiterar la orden, si en su concepto no existiere imposibilidad.
Al respecto, aparece como necesario que el fiscal a cargo del caso comunique
al Fiscal Regional respectivo la situación presentada, a fin que éste lo ponga en
conocimiento de las autoridades policiales inmediatas. Ello sin perjuicio que el
Ministerio Público comunique el hecho a las autoridades policiales superiores.
Según las normas del CPP, contenidas en los arts. 83, 85, 89 y 90, la policía
puede realizar una serie de actuaciones o diligencias, sin necesidad de recibir
una orden previa por parte del Ministerio Público. Al respecto, el Ministerio
Público, en uso de sus facultades legales, ha impartido instrucciones generales
a las policías, en esta materia, como se adelantó. Dichas instrucciones están
contenidas en diversos oficios de la Fiscalía Nacional, y han sido revisadas y
puestas al día desde el año 200827. Asimismo, en el caso de Carabineros de
Chile se han vaciado algunas28en una "Guía Práctica", de formato pequeño, que
el funcionario de servicio puede portar consigo y que fue distribuida en todo el
país.
27
Al respecto: Oficios Nº 207 de 2008, dirigido a Carabineros, y Nº 216 del mismo año, para Policía
de Investigaciones, ambos del Fiscal Nacional.
28
Oficio Nº 629, de noviembre de 2010, del Fiscal Nacional.
debe asegurar el cuerpo del delito, puede interrogar a los testigos y al inculpado,
etc.; agregando que, algunas de estas actuaciones, deben ser convalidadas por
el Ministerio Público. La Policía Judicial tiene la obligación de comunicar la
comisión del delito al Ministerio Público, el que tiene la obligación de inscribir
enseguida en su archivo tal comisión. Por su parte, el profesor Bertolino, señaló
que, en el Código de la Provincia de Buenos Aires, la línea es más o menos la
que ha marcado el magistrado Salvipara Italia.
29
Oficio del Fiscal Nacional Nº 629 antes citado.
— La identificación de la víctima debe ser lo más completa posible,
incluyendo teléfono fijo o celular, direcciones de correo electrónico o redes
virtuales, mediante documentación legal o empadronamiento del entorno
cercano (familiares, vecinos y amigos, entre otros). De ser necesario y si la
víctima consiente en ello, se podrá recurrir al sistema biométrico del Registro
Civil e Identificación que se encuentra habilitado en las Unidades Territoriales
o el Sistema de Apoyo al Patrullaje (PSS).
—Se debe fijar un domicilio conocido para tomar contacto con ella y
advertirle que la entrega de información inexacta, impedirá la comunicación
oportuna de información (advertencia descrita en el artículo 26 CPP).
Protección de la víctima:
30
Se entenderá que existe riesgo grave inminente, especialmente cuando la víctima responda
afirmativamente una o más de las preguntas del parte adoptado para VIF signadas 5.2, 5.3, 6.1, 7.2,
7.4, 8.4, 9.1, 9.3 y/o cuando el imputado registre alguno de los antecedentes previstos en el número
10 del parte.
Explosivos más cercana, el "Registro de armas" que pudiera mantener el
ofensor.
(Se denomina sitio del suceso al lugar donde ha ocurrido un hecho policial
que requiere ser investigado; también se le denomina como "Escena del
Crimen").
En este evento, prescribe el art. 83, letra c), del CPP, según el texto actual,
establecido por la Ley Nº 20.931, "Nueva ley de Agenda Corta", publicada el 5
de julio de 2016, se prescribe que: "Deberán preservar siempre todos los lugares
donde se hubiere cometido un delito o se encontraren señales o evidencias de
su perpetración, fueren éstos abiertos o cerrados, públicos o privados. Para el
cumplimiento de este deber, procederán a su inmediata clausura o aislamiento,
impedirán el acceso a toda persona ajena a la investigación y evitarán que se
alteren, modifiquen o borren de cualquier forma los rastros o vestigios del
hecho, o que se remuevan o trasladen los instrumentos usados para llevarlo a
cabo.
El artículo 83, letra d) del CPP, refiere que es una actuación que se debe
realizar, por los órganos policiales, sin necesidad de recibir orden o instrucción
particular:
Establecida en el art. 83, letra e), del CPP. En relación con esta actuación, el
Ministerio Público ha instruido, también, a las policías.
E. Control de Identidad
31
Estas instrucciones, en virtud del artículo 87 del CPP, se actualizaron mediante el Oficio FN Nº
717, de 2017 (disponible en www.fiscaliadechile.cl).
2002, Nº 19.942 de 15 de abril de 2004, Nº 20.253y cuyo tenor vigente lo fija
la Ley Nº 20.931 ya citada— dispone: "Los funcionarios policiales señalados
en el artículo 83 de la identificación de cualquier persona en los casos fundados,
en que, según las circunstancias, estimaren que exista algún indicio de que ella
hubiere cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que
se dispusiere a cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para
la indagación de un crimen, simple delito o falta; o en el caso de la persona que
se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o disimular su identidad.
32
El actual texto del Código Penal, instaurado por la Ley Nº 20.968, expresa: "El empleado público
que, desempeñando un acto del servicio, cometiere cualquier vejación injusta contra las personas será
castigado con la pena de reclusión menor en su grado mínimo, salvo que el hecho sea constitutivo de
un delito de mayor gravedad, caso en el cual se aplicará sólo la pena asignada por la ley a éste. Si la
conducta descrita en el inciso precedente se cometiere en contra de una persona menor de edad o en
situación de vulnerabilidad por discapacidad, enfermedad o vejez; o en contra de una persona que se
encuentre bajo el cuidado, custodia o control del empleado público, la pena se aumentará en un grado.
No se considerarán como vejaciones injustas las molestias o penalidades que sean consecuencia
únicamente de sanciones legales, o que sean inherentes o incidentales a éstas, ni las derivadas de un
acto legítimo de autoridad".
por sospecha" y que, además introdujo el art. 260 bis el cual es similar a la
redacción del art. 85 CPP, que estamos analizando. Posteriormente, se dictó la
Ley Nº 19.693, en la materia.
En relación con los cambios que se adicionaron al texto del art. 85, por la Ley
Nº 19.789, en lo sustancial, ellos implican: i) se amplía la facultad de control de
identidad a las faltas, lo que no existía en el texto anterior; ii) se autoriza para
que, con ocasión del control, se proceda al registro de vestimentas, equipaje o
vehículo del controlado; iii) se aumenta el tiempo máximo de duración del
procedimiento, desde 4 a 6 horas; iv) se autoriza directamente a la policía para
tomarle huellas digitales al controlado. En tanto que la Ley Nº 19.942 lo
modificó en los siguientes aspectos: a) la solicitud de identificación de
cualquiera persona, en las circunstancias que se indican, dejó de ser una facultad
para las policías ("podrán") transformándose en una cuestión imperativa, un
trámite obligatorio que los mismos deben cumplir si, a juicio de los funcionarios
respectivos, las personas se encuentran en los casos o hipótesis que detalla el
mismo artículo 85; b) se señala que el conjunto de las diligencias a que dé lugar
el control de identidad no podrá exceder de 6 horas, transcurrido el cual la
persona deberá ser puesta en libertad, salvo que "existan indicios de que ha
ocultado su verdadera identidad o ha proporcionado una falsa" o si "se niega
a acreditar su identidad"; c) dispone las situaciones en que, con motivo del
control de identidad, la policía procederá a detener a la persona como autor de
la falta prevista y sancionada en el Nº 5 del artículo 496 del Código Penal, en
cuyo caso la policía deberá informar de inmediato de la detención al fiscal,
quien podrá dejarla sin efecto u ordenar que el detenido sea conducido ante el
juez dentro de un plazo máximo de 24 horas contados desde el momento de la
detención, y si el fiscal nada manifestare, la policía deberá presentar al detenido
ante la autoridad judicial en el plazo indicado. Finalmente, la Ley Nº 20.253 lo
modificó ampliando el plazo de 6 a 8 horas; agregó, como hipótesis para
proceder al control, el que la persona "se encapuche o emboce para ocultar,
dificultar o disimular su identidad". Esta Ley también facultó expresamente
para cotejar la existencia de órdenes de aprehensión pendientes y proceder a la
detención en tal caso y además si, después del registro indicado en la norma, se
configura alguna hipótesis de flagrancia del art. 130 CPP.
Así, al igual que el artículo 260 bis citado (CdPP 1906), el nuevo texto antes
transcrito, establece el llamado "Control de Identidad", procedimiento mediante
el cual los funcionarios policiales (Carabineros e Investigaciones) están
facultados para solicitar la identificación de cualquier persona, sin la necesidad
de una orden previa del Ministerio Público, siempre que se cumplan los
siguientes requisitos:
i) Que se trate de casos fundados. Es decir, que exista mérito suficiente para
controlar la identidad de una persona. Al respecto, el propio precepto legal ha
considerado como casos fundados los siguientes:
Sin embargo, de la lectura del texto se desprende que, los casos fundados antes
citados, no están establecidos en forma taxativa ("tales como"); por lo que,
podría extenderse esta figura a otras circunstancias, siempre que estén fundadas.
Tal sería el caso de los eventuales testigos, conforme a las instrucciones
impartidas por el Ministerio Público.
Siempre que el sujeto, por aplicación del art. 85, haya sido conducido a la
unidad policial, el funcionario que lo traslada debe informarle verbalmente de
su derecho a que se comunique a su familia o a la persona que indicare, de su
permanencia en el cuartel policial (esta comunicación la hace la policía y, según
la Comisión del Senado, "dicha información deberá recaer sólo sobre su
paradero, puesto que el sujeto no está detenido").
33
HORVITZ, M. I., LÓPEZ, J. Op. cit., p. 603.
banco de datos será de uso exclusivo de las policías para efecto de lo dispuesto
en el artículo 85 del Código Procesal Penal, y sus datos sólo serán comunicados
al Ministerio Público y a los tribunales, en el marco de una investigación o
proceso judicial. Los datos contenidos en el registro o banco estarán exentos de
la obligación a que se refiere el artículo 22 de la Ley Nº 19.628, y podrán
contener como antecedentes fotografías, huellas dactilares o características
físicas de las personas cuya detención se encuentra pendiente. Una vez
ejecutada la detención de las personas, sus datos serán inmediatamente
eliminados del registro. Lo mismo ocurrirá respecto de personas con órdenes de
detención pendientes por delitos cuya acción penal haya sido declarada
prescrita. Toda persona podrá solicitar a las policías certificado de dicho
registro, el cual contendrá todos los antecedentes que constaren respecto al
solicitante. Un reglamento del ministerio del cual dependan las policías regulará
la administración y funcionamiento de este banco de datos".
Es otra de las actuaciones que la policía puede llevar a cabo sin necesidad de
orden previa. Regulada en el art. 89 del CPP.
Esta posibilidad se aplica al detenido y se refiere a sus vestimentas, el equipaje
que portare o el vehículo que condujere, cuando existieren indicios que
permitan creer que en ellos oculta objetos importantes para la investigación. Si
se trata del examen de vestimentas, se comisionará a personas del mismo sexo
del imputado, guardando las consideraciones pertinentes.
(El CdPP [1906] contemplaba esta medida sólo respecto de los vestidos que
lleven las personas respecto de quienes haya indicios para creer que ocultan en
ellos objetos importantes para la investigación o comprobación de un delito).
Mantenemos la cita anterior, para efectos de ilustrar reparos que se han hecho
a la normativa sobre control de identidad y de registro que consagra facultades
"preventivas" en un Código que regula la investigación y el procedimiento
penal. Sin embargo, apuntamos que esas críticas perdieron su correlato en la
normativa vigente, teniendo presente las modificaciones introducidas por la Ley
Nº 20.931, ya citada.
Se regula esta situación en el art. 90 del CPP. Por mandato de dicha norma, el
jefe de la unidad policial correspondiente, ya sea en forma personal o por
intermedio de un funcionario de su dependencia, podrá, además de llevar a
34
Idem.
efecto lo dispuesto en el art. 181 (descripción y registro del sitio del suceso),
dar la orden de levantamiento del cadáver en los casos de muerte en la vía
pública, sin perjuicio de las facultades que correspondan a los órganos
encargados de la persecución penal.
Esta norma debe relacionarse con lo preceptuado en el art. 201 del CPP, que
regula la entrega del cadáver.
Asimismo, debemos señalar que, a diferencia del artículo 74 bis B del CdPP
(1906), no se estipula una sanción corporal penal para el caso de infracción de
este art. 92 CPP, porque no se consideró pertinente incorporarla en un Código
de orden adjetivo, y sí en el Código Penal u otra ley especial.
2.3. El imputado
2.3.1. Calidad de imputado y derechos
Es menester tener presente que, según el art. 104 CPP, el defensor podrá
ejercer todos los derechos y facultades que la ley reconoce al imputado, a menos
que expresamente se reservare su ejercicio a este último en forma personal.
Debemos recordar también, como ya se analizó (vid. supra Cap. III, Primera
parte, 1.2.4. "Presunción de inocencia del imputado"), que el establecimiento
expreso de la presunción de inocencia representa una garantía procesal que se
torna insoslayable para todos los participantes en el procedimiento y se
relaciona con una serie de normas del nuevo Código, como las ya citadas y otras
que se mencionarán (como la que consagra los "derechos del imputado", las
normas sobre medidas cautelares personales, sobre declaración del inculpado,
etc.).
La norma que contiene los "derechos y garantías del imputado" es el artículo
93 del CPP que dispone que todo imputado puede hacer valer, hasta la
terminación del proceso, los derechos y garantías que le confieren las leyes.
Dicha norma reconoce, en especial y a modo de ejemplo (no taxativa), los
siguientes derechos:
Sin perjuicio del secreto que se puede decretar respecto de los elementos antes
señalados, no se podrá decretar esta reserva sobre la declaración del imputado
o cualquier otra actuación en que hubiere intervenido o tenido derecho a
intervenir, las actuaciones en que participe el tribunal, ni los informes
evacuados por peritos, respecto del propio imputado o de su defensor. Como se
desprende de la mera lectura, se introdujo una radical modificación a las normas
anteriormente vigentes en la materia, adecuando la normativa procesal penal
chilena al respeto efectivo de los principios que informan el nuevo
procedimiento (contradictorio), a la presunción de inocencia, a las normas
constitucionales y a los tratados internacionales suscritos por Chile (v.b., Pacto
de San José de Costa Rica)35.
35
Se trata de la normativa general sobre el punto, no obstante, existen ciertas normas especiales
que, por las particularidades de la materia legislativa que regulan, establecen excepciones más
drásticas. Así, respecto del secreto en materia de drogas, la Ley Nº 20.000 dispone que:
"Artículo 38. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 36, la investigación de los delitos a que se
refiere esta ley será siempre secreta para los terceros ajenos al procedimiento y también para los
terceros afectados por una investigación preliminar del Ministerio Público. Respecto del imputado y
de los demás intervinientes, la investigación será secreta cuando así lo disponga el Ministerio
Público, por un plazo máximo de ciento veinte días, renovables sucesivamente, con autorización del
Juez de Garantía, por plazos máximos de sesenta días.
A estas investigaciones no les será aplicable lo dispuesto en el artículo 186 del Código Procesal
Penal, cuando se haya decretado el secreto en los términos señalados en el inciso precedente".
Vale decir, en esta materia, se establece un plazo bastante más amplio para la duración del secreto,
el cual, a diferencia de los restantes delitos, puede ser prorrogado en sucesivas oportunidades,
pudiendo, en consecuencia, mantenerse secreta una investigación en todo lo que ésta dure. Similares
normas aparecen en el art. 31 de la Ley Nº 19.913, sobre lavado de activos, donde la reserva puede
durar hasta 6 meses, ampliables.
2.3.2. Declaraciones del imputado. Distinción y regulación. Carácter de
medio de defensa. Prohibiciones
Esta última situación la regula el art. 193 CPP, que fue modificado por la Ley
de Agenda Corta Nº 20.253, quedando con el siguiente texto: "Durante la etapa
de investigación el imputado estará obligado a comparecer ante el fiscal, cuando
éste así lo dispusiere.
A continuación, deben analizarse los arts. 194, 195 y 196. El primero de ellos
regula la "declaración voluntaria del imputado" ante el fiscal. Pesa sobre éste la
obligación de dar a conocer al imputado, antes de comenzar y detalladamente,
cuál es el hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias de tiempo, lugar
y modo de comisión, incluyendo las que fueren importantes para su calificación
jurídica (ej.: la violencia en el robo; la minoría de edad en otros casos, etc.), las
normas legales aplicables y los antecedentes que la investigación arroje en su
contra (concuerda con el art. 93, letra a) CPP).
Luego de lo recién expresado debemos considerar las reglas de los arts. 195
y 196 CPP. Ambas normas establecen reglas que rigen toda declaración que
preste el imputado en cualquier momento del procedimiento. (Aunque, para el
juicio oral existe norma expresa, en el art. 330 CPP, como se detallará en su
oportunidad).
36
Para una visión de la situación de esta materia en el Derecho comparado: DAMASKA, Mirjan: Las
Caras de la Justicia y el Poder del Estado. Análisis comparado del proceso legal. Traducción de
Andrea Morales Vidal. Editorial Jurídica de Chile. 2000, pp. 217-221.
que ahora analizamos no se pueda introducir, por la vía de su lectura o
reproducción, en tal etapa de juicio.
Ello sin perjuicio que, por ejemplo y según parte de la doctrina y la mayoría
de la jurisprudencia, un agente de policía citado a declarar como testigo en el
juicio oral, pudiese prestar testimonio "de oídas" sobre una declaración
voluntaria del acusado, prestada durante la etapa de investigación37. Con todo,
esta última posibilidad, es controvertida en la experiencia comparada. Así en
España, en conformidad con la interpretación que se da a las reglas de los
artículos 710 y 714 de la LECrim., se excluye la posibilidad de utilizar testigos
"de referencia", esto es que conocen del hecho a través de otros testigos sean
directos o, a su vez, de referencia, respecto de un imputado, en el caso de
silencio por parte de éste. Se agrega que, "en modo alguno podría la policía
introducir en el juicio oral declaraciones del imputado en su presencia si las
mismas no se produjeron con las debidas garantías". Esta última afirmación se
entiende referida al caso en el cual el acusado al declarar en el Juicio Oral
contradice deposiciones anteriores ante la policía, debidamente ratificadas ante
el Juez de Instrucción en presencia de su abogado. En Alemania, la posibilidad
en análisis también se restringe fuertemente y sólo se permitiría en el evento
que no haya una oposición del imputado a la valoración de la declaración en el
juicio oral38.
37
En tal sentido: MATUS, Jean Pierre. "Apuntes sobre la Prueba en el nuevo proceso penal". En: La
Semana Jurídica. Editorial Jurídica ConoSur. 8-14 de enero de 2001, p. 5.
38
ASENCIO MELLADO, J. M. Derecho Procesal Penal. Tirant lo Blanch. Valencia. 1998, pp. 140,
259, 260. Asimismo: a) ROXIN, C.: "Derecho Procesal Penal". Traducción de la 25ª edición alemana.
Editores del Puerto. Buenos Aires 2000, pp. 194, 195 y 207 a 217; b) DE URBANO CASTRILLO, E.;
TORRES MORATO, M. A.: La prueba ilícita penal. Aranzadi Editorial. 2ª edición. España 2000, pp.
61 a 68.
Si bien la materia no se encuentra regulada en nuestra legislación de forma
expresa, existe un importante pronunciamiento de la Corte Suprema, de fecha
20 de abril de 2004 en el que, conociendo un recurso de nulidad presentado por
la defensa, fundado en la infracción a la presunción de inocencia y al derecho a
no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, resolvió
que: "(...) En el juicio oral no se incorporaron ni se dio lectura a registros o
documentos. Lo que se hizo fue escuchar el testimonio de unos testigos de
oídas, que dieron cuenta de lo que había declarado el imputado ante ellos,
reconociendo voluntariamente su participación en el hecho punible. No hay
pues nada que permita equiparar esta situación a la vedada por el artículo 334.
5º. Que, asimismo, debe desestimarse la pretensión de la recurrente referida a
un supuesto quebrantamiento del derecho del imputado a guardar silencio.
Antes bien, de los antecedentes de la causa resulta, más bien, que el acusado
prestó sus declaraciones autoinculpatorios [sic] ante la policía y también ante el
fiscal libremente, sin ser obligado a ello en modo alguno, y habiendo incluso
renunciado previamente al referido derecho de guardar silencio. Afirmar que
quienes escucharon lícitamente esa confesión no pudieron dar testimonio de ella
en el juicio oral, significa intentar dar un efecto retroactivo inadmisible a la
decisión posterior del inculpado de guardar silencio durante el juicio oral, con
consecuencias sumamente defectuosas para la suerte que correría la
investigación y la prueba rendida durante ella"; todo ello considerando además
que "(...) las declaraciones en que los policías daban cuenta de la confesión
voluntariamente efectuada ante ellos por el acusado se encontraban entre los
antecedentes reunidos por la Fiscalía en el curso de la investigación, de suerte
que la defensa tuvo amplio acceso a su contenido y, consiguientemente, no es
dable sostener que la desconociera y fuera sorprendida por ella (...)",
consideraciones todas por las cuales rechaza la impugnación de la defensa del
condenado. La interpretación que el máximo tribunal de la República ha hecho
respecto de esta situación ha permitido que, en la práctica, se hayan validado
este tipo de declaraciones39-40.
39
Recurso de nulidad Nº Ingreso Corte Suprema Nº 922-2004 recaído en sentencia definitiva causa
RUC Nº 0300066964-3 RIT Nº 152-2003 del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta.
40
En el mismo sentido y, comentando la sentencia referida, puede consultarse la opinión de
TAVOLARI OLIVEROS, Raúl. En: Instituciones del nuevo proceso penal. Cuestiones y casos. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago, 2005, pp. 159 y ss.
a. Declaración del acusado ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
41
PÉREZ DEL VALLE, C.: "Teoría de la Prueba y Derecho Penal". Editorial Dykinson. Madrid 1999,
p. 76.
42
DE LA OLIVA SANTOS y otros. "Derecho Procesal Penal". Citado por DE URBANO-TORRES
MORATO. La Prueba Ilícita Penal. Op. cit., p. 69.
propia personalidad de quien declara y sus relaciones con la persona a quien
acusa, así como la presencia de posibles móviles de autoexculpación" (sentencia
del Tribunal Constitucional de 7 de julio de 1988).
43
ASENCIO MELLADO, J. M. "Derecho Procesal Penal". Op. cit., p. 261
septiembre de 1997 - STC 153/1997, una resolución de condena no podrá, en
ningún caso, fundarse únicamente en la declaración de un coimputado, con
independencia del grado de fiabilidad intrínseca que ofrezca44.
44
GASCÓN INCHAUSTI, (F): El control de la fiabilidad probatoria: "Prueba sobre la prueba" en el
proceso penal. Ediciones Revista General de Derecho. Valencia 1999, p. 126.
45
ROXIN, C.: "Derecho Procesal Penal". Op. cit., pp. 220 y ss.
46
Idem cita anterior.
criminal), que las declaraciones de los también perseguidos criminalmente,
pueden aceptarse en Chile, con las prevenciones y limitaciones que recogen la
doctrina y jurisprudencias europeas citadas47.
2.3.3. Imputado privado de libertad
47
Véase: CHAHUÁN, Sabas. "Notas sobre la declaración de los imputados...". Op. cit.
que ha sido detenido o preso, el motivo de la detención o prisión y el lugar
donde se encontrare;
Según el art. 97 CPP los órganos de persecución penal deben dejar constancia,
en sus respectivos registros, de acuerdo al avance del procedimiento, de haber
cumplido las normas legales que establecen los derechos y garantías del
imputado.
Si bien se trató en este acápite, es una obligación que pesa sobre fiscales,
tribunales y policías, respecto de todo imputado, libre, detenido o preso.
2.3.4. Imputado rebelde
Su situación se contempla en las normas de los arts. 99, 100 y 101 del CPP.
e) El rebelde que fuere habido pagará las costas causadas con su rebeldía,
salvo que justifique debidamente su ausencia.
2.3.5. Amparo ante el Juez de Garantía
48
TAVOLARI OLIVEROS, Raúl. "¿Eliminación de la Acción de Amparo? (Ante las prematuras
vicisitudes del Amparo en las regiones Cuarta y Novena)". En: La Semana Jurídica Nº 12. Edit.
Jurídica ConoSur, pp. 5 y 6.
De la mera lectura del art. 95 CPP citado, se desprende que ese articulado no
afecta la norma del art. 21 de la CPR. En efecto, pues el nuevo CPP confiere
una acción judicial para recurrir ante el Juez de Garantía, con el fin que examine
la legalidad de la privación de libertad del recurrente o de un tercero, y las
condiciones en que se encontrare. Empero, dicha privación de libertad no debe
tener un origen jurisdiccional. Si la privación de libertad "hubiere sido
ordenada por resolución judicial", su legalidad sólo podrá impugnarse por los
medios procesales que correspondan ante el tribunal que la hubiere dictado
(recursos), sin perjuicio de lo prescrito en el art. 21 de la CPR (acción
constitucional de amparo —o Habeas Corpus—).
Sin embargo, la Comisión optó por mantener esa decisión, porque incorporar
el recurso de amparo contribuiría en alguna medida a reafirmar la idea de que
es una acción procedente contra resoluciones judiciales, en circunstancias que
no tiene esa naturaleza ni una connotación penal, sino que apunta, precisamente
y, por el contrario, a que una persona pueda recabar el amparo de los jueces en
contra de acciones de la autoridad que afecten su libertad.
49
Según consta en el Segundo Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado, en 2º trámite constitucional del Proyecto de Ley sobre CPP, pp. 12-13.
A. Competencia
Con respecto a la competencia para conocer del "amparo" del art. 95 CPP,
ésta corresponde, en única instancia al Juez de Garantía, como se desprende de
la misma norma, su relación con el art. 370 del CPP (que establece las
resoluciones del Juez de Garantía, susceptibles de apelación), y con el art. 14
letras a) y g) del COT, según el texto de las Leyes Nº 19.665 y Nº 19.708, que
le da la función de "asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes
en el proceso penal, de acuerdo a la ley procesal penal" y la facultad de "conocer
y resolver todas las cuestiones y asuntos que este Código y la ley procesal penal
le encomiende".
50
Según lo desarrolla TAVOLARI OLIVEROS, Raúl. En: "¿Eliminación...". Op. cit.
2) La acción constitucional preserva la libertad ambulatoria y la seguridad
individual; el del Código, la libertad ambulatoria y la recta observancia de las
normas que regulan la privación de libertad;
Respecto a este último punto, debe tenerse presente la posición del Ministerio
Público, expresada en su instructivo Nº 51 de fecha 20 de marzo de 2001, con
la cual concordamos: "Las resoluciones del Juez de Garantía en el caso previsto
en el inciso 3º del art. 95 del CPP, serán normalmente inapelables si no ponen
término al juicio, hacen imposible su continuación o lo suspenden por más de
treinta días, únicas hipótesis que permiten el recurso de apelación, según el
art. 370 del mismo Código". "(...) [Si] excepcionalmente el Juez de Garantía al
acoger el amparo y adoptar medidas para corregir las condiciones de la
detención, resuelve además poner término al procedimiento, a hacer imposible
su prosecución o suspenderlo por más de treinta días, en uso de las atribuciones
del mismo artículo 95 y del artículo 10 del nuevo Código, en tales casos sus
resoluciones serán apelables ante la Corte de Apelaciones respectiva. Por
ejemplo, si el Juez de Garantía junto con dejar sin efecto la detención de una
persona y ordenar su libertad, dispone que al haberse infringido las garantías
esenciales del procedimiento seguido ante la policía o ante el fiscal, es necesario
suspender el procedimiento por más de treinta días y/o sobreseer temporalmente
en la causa, sus resoluciones serán apelables conforme lo establece el art. 370
del CPP.
2.4. La defensa
2.4.1. Principios y características principales
51
Véase Instructivo Nº 51 del Ministerio Público. En: "Reforma Procesal Penal. Ministerio Público
Fiscalía Nacional. Instrucciones Generales Nºs. 51 a 75". Editorial Jurídica de Chile. 2002.
contenido del derecho de defensa en el nuevo proceso penal puede, muy
esquemáticamente, resumirse en las siguientes notas básicas52:
52
Siguiendo a CAROCCA PÉREZ, Álex. En: "Las Garantías...". Op. cit.
e.2) A que las partes puedan proponer válidamente todos los medios de prueba
de que dispongan (respecto al imputado, en relación con el juicio oral se
concretiza, a modo ejemplar, en las facultades del art. 263 CPP);
e.3) A que la prueba válidamente propuesta sea admitida (véase, por ejemplo,
el tenor del art. 277, letra e), en relación con el art. 276 del CPP);
e.4) A que la prueba admitida sea practicada y que todas las partes puedan
intervenir en su práctica —principio del contradictorio en la producción de la
prueba—, y
e.5) A que la prueba practicada sea valorada por el tribunal, es decir sea objeto
de apreciación por el tribunal, señalando qué hechos y por qué medios se han
tenido por acreditados, como fundamento de su decisión (considerar, por
ejemplo, los arts. 295 y 297 CPP);
Como ya se esbozó (vid. 2.3) letra A), la intervención del defensor del
imputado es requisito sine qua non, dentro del nuevo procedimiento. En primer
lugar, el imputado tiene derecho a designar libremente uno o más defensores
letrados de su confianza, desde la primera actuación del procedimiento hasta el
término de la ejecución de la sentencia (art. 102, en relación con arts. 7º y 8º
CPP). Si no hace uso de dicha facultad, el juez procederá a hacerlo, en los
términos que señale la ley respectiva (Ley Nº 19.718, publicada en el Diario
Oficial de 10 de marzo del año 2001, que crea la Defensoría Penal Pública). En
todo caso, la designación del defensor debe tener lugar antes de la realización
de la primera audiencia a que fuere citado el imputado (art. 102 CPP).
"La defensa de varios imputados podrá ser asumida por un defensor común,
a condición de que las diversas posiciones que cada uno de ellos sustentare
no fueren incompatibles entre sí.
b) La intervención del sujeto pasivo puede tener lugar desde el inicio del
proceso penal (ya explicado);
Hasta el año 2000 en todo el país y mediados del año 2005 en la Región
Metropolitana, para asegurar a los litigantes un adecuado asesoramiento
jurídico, se recurría en Chile al privilegio de pobreza y a la asistencia gratuita a
través de las Corporaciones de Asistencia Judicial.
Así, por ejemplo, el artículo 593 del Código Orgánico de Tribunales estima
como presunción legal de pobreza la circunstancia de encontrarse preso el que
solicita el privilegio, sea por sentencia condenatoria, sea durante la
sustanciación del juicio criminal.
Tanto uno como otro privilegio de pobreza se traducen, fundamentalmente,
en dos grandes beneficios: el derecho a ser defendido y representado
gratuitamente por los abogados y procuradores de turno, acorde con lo
preceptuado en el artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales, y la
prohibición de imponerse condena para el pago de las costas de la causa, salvo
ciertas excepciones.
En menor grado, la asistencia jurídica era prestada por las clínicas jurídicas
de algunas universidades públicas y privadas, o por algunas instituciones de
caridad, como el Hogar de Cristo, que atendía a menores en conflicto con la
justicia.
53
Véase: Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Diputados.
Boletín Nº 2365-07-1.
En rigor, esa defensa era otorgada en materia penal por personas que aspiran
a ser abogados, de manera que difícilmente podían hacer frente, en igualdad de
condiciones, a un letrado especializado en sostener la acusación, como el fiscal
del Ministerio Público en el actual proceso penal.
El diseño del sistema de Defensa Penal Pública, entrega ésta tanto a abogados
pertenecientes a un órgano estatal (la "Defensoría Penal Pública"), como a
letrados que ejerzan libremente la profesión, en instituciones privadas, sea cual
sea su forma jurídica, o a corporaciones de Beneficencia, universidades, etc.
54
En esta materia, ver: CAROCCA PÉREZ, Álex. a) "La Defensa Penal Pública". En: El nuevo Proceso
Penal. Editorial Jurídica ConoSur. 2000, y b) "La Defensoría Penal Pública". En: El Nuevo Proceso
Penal chileno. Universidad de Concepción. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Agosto de
2000, pp. 263 y ss.
defensoría penal pública. El establecimiento de este sistema busca plasmar,
como objetivos:
El párrafo 1º, bajo el epígrafe "De los órganos de la Defensoría Penal Pública"
(art. 4º) consagra que el Servicio se conforma por una Defensoría Nacional y
por Defensorías Regionales. Éstas organizan su trabajo a través de las
Defensorías Locales y de los abogados y personas jurídicas con quienes se
convenga la prestación del servicio de la defensa penal.
Debe ser ciudadano con derecho a sufragio, tener el título de abogado por a
lo menos diez años, y no encontrarse sujeto a alguna de las incapacidades e
incompatibilidades para ingresar a la administración pública. Sus funciones son
incompatibles con todo otro empleo remunerado, salvo las actividades docentes
hasta por doce horas semanales. Le queda expresamente prohibido el ejercicio
de la profesión de abogado, salvo en casos propios o de su cónyuge (art. 27).
Entre sus funciones, que enumera el artículo 7º, destaca, en forma especial, la
de velar porque la defensoría penal pública se preste de manera eficiente en todo
el país, para lo cual deberá fijar, oyendo al Consejo, los criterios de actuación
de la Defensoría, los que se aplicarán en materia de recursos humanos,
remuneraciones, inversiones, gastos, etc. Asimismo, debe fijar, con carácter
general, los estándares básicos que deben cumplir en el procedimiento penal,
quienes presten servicios de defensa penal pública. Sin embargo, en uso de esta
facultad no podrá dar instrucciones u ordenar realizar u omitir la realización de
actuaciones en casos particulares.
Debe llevar las estadísticas del Servicio, que serán siempre públicas y elaborar
una memoria que dé cuenta de la gestión anual de éste. También nombra y
remueve a los Defensores Regionales, en conformidad con la ley.
La Defensoría Nacional contará con diversas unidades administrativas, bajo
la supervisión de un Director Administrativo Nacional.
Está integrado por cinco miembros, los Ministros de Justicia (en su defecto el
Subsecretario de esa cartera), el de Hacienda y el de Planificación y
Cooperación, o sus representantes, un académico con más de cinco años de
docencia universitaria en las áreas del Derecho Procesal Penal o Penal,
designado por el Consejo de Rectores y un académico con más de cinco años
de docencia universitaria en las áreas del Derecho Procesal Penal o Penal,
designado por el Colegio de Abogados con mayor número de afiliados en el
país.
El párrafo 5º, artículos 23 a 26, se refiere a las Defensorías Locales, que son
definidas como unidades operativas en las que se desempeñarán los defensores
locales de la Región. Si ésta cuenta con dos o más defensores, se nombra un
defensor jefe. Los defensores locales son funcionarios a contrata y acceden al
cargo por concurso público. Pese a lo anterior, se dispone que pueden ejercer
funciones directivas o de jefaturas en las Defensorías Locales en que se
desempeñen. Se les exige ser ciudadanos con derecho a sufragio, tener título de
abogado y no tener alguna de las incapacidades o incompatibilidades para el
ingreso a la administración pública. Hay un número de 145 defensores locales,
los cuales deberán ser contratados entre los grados 5 y 11, ambos inclusive, de
la planta de profesionales del Servicio (arts. 25 inciso 1º, 26 y 31) (este número
no considera los defensores especializados que, por aplicación de la Ley
Nº 20.084 sobre Responsabilidad Penal Juvenil, deben existir y que, en la
actualidad, ascienden a 40).
Pueden postular las personas naturales que cuenten con el título de abogado y
cumplan con los demás requisitos para el ejercicio de la profesión, y personas
jurídicas con o sin fines de lucro, que cuenten con profesionales que cumplan
los requisitos para ejercer como abogados. (En la actualidad, el número de
abogados que prestan servicios, vía licitación, asciende a 350, y se espera que,
producto de nuevas licitaciones, ese número aumente, llegando a cerca de 450
el año 2008.)
El pago de los fondos licitados será realizado, según el reglamento (en forma
diferida), lo que permite que los adjudicatarios mantengan flujos de ingresos
periódicos a través del tiempo. Además, a título de garantía, se retendrá un
porcentaje de los diferentes pagos, según lo expresado en las bases, con el fin
de asegurar la entrega total y en las condiciones ofrecidas, de las prestaciones
convenidas. El Consejo debe exigir al abogado o a la institución respectiva,
boleta de garantía o cualquier otra caución que estime suficiente para asegurar
la prestación adecuada de los servicios licitados.
a) Inspecciones;
b) Auditorías externas;
d) Reclamaciones.
Las sanciones que pueden recibir los prestadores privados son una multa,
según lo establecido en el contrato respectivo, o que se disponga el término del
mismo.
El Título VII de la Ley Nº 19.718, se compone del artículo 75, que modifica
el COT. De estos cambios es llamativo el que deroga el artículo 596, relativo a
la defensa de procesados por abogados de turno o procuradores del número.
2.5. La víctima
2.5.1. Concepto
55
Respecto de los estándares de la defensa penal pública, puede consultarse: a) HORVITZ, M. I.,
"Defensa penal pública. Estándares de prestación de defensa penal pública"; b) SOTO, Miguel, "En
torno a los estándares básicos que debe cumplir la defensa penal pública"; c) TAVOLARI, R.,
"Estándares básicos de actuación de la defensa penal". Todos en Revista de Estudios de la Justicia.
Nº 1. Centro de Estudios de la Justicia. Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
este afectado podía ser el que lo fue directamente o sus parientes más cercanos
(derecho germánico).
Muchas veces esto resulta gravoso para la víctima, quien no quiere informar
que ha ocurrido un hecho delictivo ni luego contribuir a probar que (...) ha
ocurrido. Sin embargo, el Estado de algún modo la obliga a hacerlo.
Entonces lo que tenemos es el Estado que adquiere completa preeminencia
en el ejercicio de la persecución penal (...) Como lo señalamos, el Estado
instrumentaliza a la víctima; incluso se dice que victimiza a la víctima en este
proceso (...) En efecto, esta persona no sólo es víctima porque ha habido un
atentado delictivo en su contra, sino que vuelve a ser victimizada en la medida
en que el cumplir funciones al interior del sistema (...) denunciar, producir
prueba del delito (...), le significa nuevos problemas, nuevos sufrimientos,
nuevas penurias, que van desde tener que enfrentarse con el imputado en un
careo, tener que perder tiempo, destinar recursos, etc.
Durante la vigencia del antiguo procedimiento penal (CdPP 1906), se dijo: "la
situación de la víctima es absolutamente precaria, especialmente en los sectores
de menores ingresos. En la práctica su contacto con el sistema, lejos de alivianar
o dar satisfacción a su problema, se transforma en un segundo gravamen.
Además del dolor y el daño sufrido por el delito, su contacto con el sistema
penal la obliga a soportar esperas, trato inadecuado, molestias diversas y hasta
exponerse a una intimidación por el hechor, sus amigos y parientes (...) [Existe]
la sensación generalizada que el sistema estatal no brinda auxilio y satisfacción
a quienes sufren un atentado en contra de su persona o de su patrimonio"57.
56
RIEGO R., Cristián. "Los Sujetos Procesales. La Víctima. El Querellante. La policía". En: El Nuevo
Proceso Penal chileno. Universidad de Concepción. Op. cit., pp. 39 y ss.
57
BILLARD ACUÑA, Joaquín e IBARRA MENDOZA, Viviana: "El individuo pasivo en el proceso penal:
la Víctima". En: Cuadernos de Análisis Jurídico, Nº 39 UDP. 1998, pp. 319 y ss.
relación Estado contra imputado, haciendo aparecer un nuevo actor con lo cual
el sistema inquisitivo sufre una importante transformación"58.
58
Ministerio Público. División de Atención a las Víctimas y Testigos. "La Víctima en el Nuevo
Proceso Penal". En: La Víctima y el Testigo en la Reforma Procesal Penal. Editorial Fallos del Mes.
Santiago, 2003, pp. 47 y ss.
59
En el mismo sentido y más ampliamente respecto de las fundamentaciones teóricas de
incorporación de la víctima como un sujeto procesal en nuestro nuevo sistema procesal penal, véase
"La Víctima en el Nuevo Proceso Penal". Op. cit., pp. 43 y ss.
muerte del ofendido o si éste no pudiere ejercer los derechos que le otorga el
nuevo Código, se considera víctima a diversas personas.
b) los ascendientes;
d) el o los hermanos, y
e) el adoptado o adoptante.
2.5.2. Derechos y ciertas actuaciones
60
En virtud de la existencia del Acuerdo de Unión Civil, según la Ley Nº 20.830, de 21 de abril de
2015.
Reiteramos que, una de las novedades más relevantes en esta materia, es que
se confiere a la víctima el carácter de sujeto procesal, aun cuando no intervenga
como querellante en el proceso, por el solo hecho de serlo, como sucede con el
imputado. No obstante, se mantiene la figura del querellante particular,
pudiendo intervenir formalmente en el proceso, mediante la respectiva querella
criminal, libelo que se regula, como se expondrá.
61
Dentro de estas medidas y, por vía ejemplar, podemos citar: tramitación de una línea telefónica
privada; contacto prioritario telefónico de la víctima con la policía; entrega de celulares de llamado
restringido a la policía o la fiscalía; rondas periódicas de carabineros; punto fijo de carabineros;
ubicación temporal en casa de acogida; relocalización permanente en otro lugar del país; entrega de
alarma personal.
"La víctima podrá intervenir en el procedimiento penal conforme a lo
establecido en este Código, y tendrá, entre otros, los siguientes derechos:
b) Presentar querella;
62
RIVES SEVA (A): "La Prueba en el Proceso Penal. Apuntes Jurisprudenciales". Citado por: Urbano
Castrillo-Torres Morato. Op. cit., p. 71.
63
HORVITZ LENNON, María Inés. "Estatus de la víctima en el Proceso Penal. Comentario a dos fallos
de la Corte Suprema. En: Revista de Estudios de la Justicia. Centro de Estudios de la Justicia. Facultad
de Derecho, Universidad de Chile. Nº 3, año 2003, p. 139. En el mismo sentido: CHAHUÁN, Sabas,
"Notas sobre la declaración...". Op. cit.
víctima de importantes derechos durante el procedimiento, por el hecho que se
le considera sujeto procesal por la sola circunstancia de ser afectada por el
delito, la figura del querellante aparece como bastante disminuida, en relación
con lo que ha sido tradicional en el proceso penal chileno.
b) Ejercer los demás derechos del art. 261 CPP, que se analizarán en la
Tercera Parte de este Capítulo (etapa intermedia);
64
El concepto no resulta muy afortunado si se piensa que, todo delito, en tanto protege un bien jurídico
que es tal por interesar a toda la sociedad, constituye un "interés social relevante", perdiéndose de
vista el objetivo original del legislador y su intención de restringir la acción popular vigente en el
sistema antiguo.
el procedimiento, amén de las reglas generales, por querella del Ministro del
Interior, de los Intendentes Regionales, de los Gobernadores Provinciales y de
los Comandantes de Guarnición; etc.
Requisitos. Según el art. 113 CPP, toda querella debe presentarse por escrito,
ante el Juez de Garantía y, además, debe contener:
d) La relación circunstanciada del hecho, con expresión del lugar, año, mes,
día y hora en que se hubiere ejecutado, si se supieren;
e) La expresión de las diligencias cuya práctica se solicitare al Ministerio
Público, y
Debe considerarse la letra d) del art. 114 CPP, recién transcrita, porque, si el
Juez pretende declarar inadmisible la querella por aparecer de manifiesto que la
responsabilidad penal del imputado se encuentra extinguida, debe citar
previamente al Ministerio Público. Ello es de toda lógica porque la facultad de
investigar los hechos punibles recae en los fiscales y no en los tribunales. Por
lo demás, si el Ministerio Público comparte la apreciación del Juez, no
impugnará la declaración de inadmisibilidad.
a) Los cónyuges, a no ser por delito que uno hubiere cometido contra el otro
o contra sus hijos, o por el delito de bigamia.
b) Los convivientes civiles, a no ser por delito que uno hubiere cometido
contra el otro o contra sus hijos. (Agregado por Ley Nº 20.830 de 2015).
c) Los consanguíneos en toda la línea recta, los colaterales y afines hasta el
segundo grado, a no ser por delitos cometidos por unos contra los otros, o contra
su cónyuge o hijos.
C. Desistimiento
65
En cierto supuesto, resulta curiosa la disposición en lo relativo a la posibilidad de ser tenida como
denuncia, en caso de declararse inadmisible. En efecto, "Cuando fuere presentada
extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 112", vale decir, cuando fue presentada
tras el cierre de la investigación, por lo que, claramente, al tribunal le constará que "la investigación
del hecho respectivo ya se hubiere iniciado de otro modo"; de hecho, no sólo se ha iniciado, sino que,
además, se ha cerrado, de modo tal que la presentación de la querella resulta extemporánea.
No obstante la facultad antedicha, los efectos del desistimiento en relación
con la continuación del procedimiento serán diversos según la clase de acción
penal de que se trate. Así, estando frente a una querella por un delito de acción
privada, salvo que hubiere oposición del querellado, si hay desistimiento se
decretará el sobreseimiento definitivo de la causa (art. 401 CPP). Ello no
ocurrirá tratándose de otro tipo de delito, como se verá.
D. Abandono de la querella
La acción penal pública (art. 53 CPP) para la persecución de todo delito que
no esté sometido a regla especial debe ser ejercida de oficio por el Ministerio
Público. Además, puede ser ejercida por las personas que determine la ley, con
arreglo a las normas del Código. Siempre se concede acción penal pública para
la persecución de delitos cometidos contra menores de edad.
Empero, una vez iniciado el procedimiento, éste se tramita de acuerdo con las
normas generales.
b) La violación de domicilio;
d) Las amenazas previstas en los artículos 296 y 297 del Código Penal;
a) La calumnia y la injuria;
b) La falta descrita en el número 11 del artículo 496 del Código Penal (injuria
liviana de palabra o de obra, sin publicidad);
D. Sujeto Pasivo
Al igual que el art. 39 del antiguo Código procedimental (1906), el nuevo CPP
establece que la acción penal sólo puede entablarse contra las personas
responsables del delito.
Asimismo, se expresa que la responsabilidad penal sólo puede hacerse
efectiva en las personas naturales. Por las jurídicas, responden los que hubieren
intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la responsabilidad civil que
pudiere afectarles66.
1) Distinción. En relación con esta materia, habrá que diferenciar entre las
distintas clases de acciones civiles que pueden plantearse. Distinguiremos:
a) Restitutoria. Esta es aquella acción civil que tiene por objeto la restitución
de la o las "cosas" objeto material de los delitos respectivos, o los instrumentos
destinados a cometerlos.
El art. 59 del CPP señala que la acción civil que tuviere por objeto únicamente
la restitución de la cosa, deberá interponerse siempre durante el respectivo
procedimiento penal, de conformidad a lo previsto en el artículo 189. Ahora
bien, esta última norma se refiere a las "reclamaciones o tercerías" que se
relacionan con los objetos recogidos o incautados, acción que debe intentarse
siempre ante el Juez de Garantía, dándosele tramitación incidental. La
resolución que falla el mentado incidente, "se limitará a declarar el derecho del
reclamante sobre dichos objetos, pero no se efectuará la devolución de éstos
sino hasta después de concluido el procedimiento, a menos que el tribunal
considerare innecesaria su conservación".
66
Debe tenerse presente, en esta materia, la posibilidad excepcional de imputar responsabilidad penal
a las personas jurídicas, por los delitos de cohecho, financiamiento del terrorismo y lavado de activos,
en los términos previstos en la Ley Nº 20.393, publicada el 2 de diciembre de 2009, y sus
modificaciones por la Ley Nº 21.121, publicada el 20 de noviembre de 2018.
67
Al respecto adoptamos el esquema de RUIZ PULIDO, Guillermo. "La Acción Civil en el Nuevo
Proceso Penal". En: Revista de Derecho. Consejo de Defensa del Estado. Nº 2, diciembre de 2000.
El inciso 2º del art. 189 tiene casi idéntico tenor que el inciso 2º del art. 115
del anterior CdPP (1906) y dispone: "Lo dispuesto en el inciso precedente no se
extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al
dueño o legítimo tenedor en cualquier estado del procedimiento, una vez
comprobado su dominio o tenencia por cualquier medio y establecido su
valor"68.A continuación se agrega que "En todo caso, se dejará constancia
mediante fotografías u otros medios que resultaren convenientes de las especies
restituidas o devueltas en virtud de este artículo".
68
Inciso modificado por la Ley Nº 19.950 de 5 de junio de 2004, de modo de agregar la situación de
la mera tenencia.
Por ende, la víctima del delito puede deducir la acción propiamente
indemnizatoria, amén de otras (como las llamadas "reparatorias")69. En cambio,
aunque sean titulares de estas acciones, los terceros deben regirse por lo
preceptuado en el inciso final del art. 59 CPP. Es decir, no pueden interponer
estas acciones en sede penal y deberán plantearse ante el tribunal civil.
69
RUIZ PULIDO, Guillermo. "La Acción Civil en el Nuevo Proceso Penal". Op. cit.
Asimismo, deberá contener la indicación de los medios de prueba, en los
mismos términos expresados en el artículo 259 (que regula los requisitos del
libelo de acusación).
Concretamente, y de acuerdo a las normas del COT (art. 14, modificado por
Leyes Nºs. 19.665, 19.708, 20.084 y 20.477), las funciones básicas del Juez de
Garantía son:
70
POBLETE ITURRATE, Orlando. "Nuevos Tribunales en lo Penal y Ministerio Público". Charla en
Seminario Las Reformas del Proceso Penal. Colegio de Abogados de Chile. 11 de octubre de 2000.
vii) Audiencia para resolver la suspensión condicional del procedimiento
(art. 237 CPP);
ix) Audiencia para resolver sobre el sobreseimiento (arts. 248, 249, 250, 252);
De las funciones someramente expuestas aparece claro que el rol del Juez de
Garantía es piedra angular del procedimiento y permite resituar a los jueces,
durante la investigación, en las labores que les son propias y exclusivas.
2.7.2. Tribunales de Juicio Oral en lo Penal
Éste es el tribunal colegiado del juicio oral, que se compone por tres jueces
profesionales, cuyas funciones son (art. 18 COT):
A) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas
relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un Juez de
Garantía;
C) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral (ej.:
sobre prueba no solicitada oportunamente);
E) Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal y la ley que
establece disposiciones especiales sobre el Sistema de Justicia Militar les
encomiende.
Los tribunales orales en lo penal funcionan en una o más salas integradas por
tres de sus miembros. Sin perjuicio de ello, pueden integrar también cada sala,
otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar, si fuere
necesario, a los miembros que se vieren impedidos de continuar participando
en el desarrollo del juicio oral, en los términos delosarts. 76, inciso final, y 281,
inciso quinto del CPP (la primera norma señala que el tribunal deberá continuar
funcionando con exclusión del juez que hubiere sido inhabilitado y la segunda
señala la facultad del juez presidente de la sala para convocar a más de tres
jueces para integrar el tribunal, antes que comience el juicio oral).
Cada sala es dirigida por un juez presidente de sala, quien tiene las
atribuciones a que alude el artículo 92 del COT y las demás de orden que la ley
procesal penal indique, las que veremos más adelante.
2.7.3. Principales reformas al Código Orgánico de Tribunales en la materia.
Organización de los tribunales. Nuevos órganos administrativos71
1) Los diferentes juzgados de letras que existen en el país tienen un juez cada
uno. En cambio, los juzgados de garantía que pueden tener uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, catorce o diecisiete jueces de
garantías.
71
Ver: VARGAS VIANCOS, Juan Enrique. "Organización y funcionamiento de los tribunales en el
nuevo sistema procesal penal". En: El Nuevo Proceso Penal, Cuadernos de Trabajo UDP, marzo de
2000; o en: El Nuevo Proceso Penal. Editorial Jurídica ConoSur. 2000.
2) Los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, funcionan integrados por una o
más salas de tres jueces cada una (o sea cada juicio oral, como se ha dicho, será
conocido y resuelto por tres jueces) y puede tener tres (es el mínimo), seis,
nueve, doce, quince, dieciocho, veintiún, veinticuatro o veintisiete jueces en lo
penal.
Es elegido por la mayoría de los jueces del tribunal y dura dos años en el
cargo, pudiendo ser reelegido. Preside el Comité de Jueces y, en general, vela
por el correcto funcionamiento administrativo del tribunal, califica al personal,
propone el procedimiento de distribución de causas, etc.
Este Juez Presidente del Comité de Jueces no debe confundirse con el Juez
Presidente de Sala del Tribunal del Juicio Oral en lo Penal. En efecto, el primero
existe en ambos tipos de tribunales (Juzgados de Garantía y Orales), en cambio
el segundo sólo en los colegiados del Juicio Oral; además el Juez Presidente del
Comité de Jueces no tiene atribuciones jurisdiccionales que incidan en los
procesos pendientes, por el contrario, el Presidente de la Sala sí tiene tales
atribuciones en los juicios que conozca su Sala (ej.: modera el debate, controla
el comportamiento de los presentes en el Juicio Oral, etc.).
Requiere, para ser nombrado, un título profesional relacionado con las áreas
de gestión y administración, otorgado por una universidad o instituto
profesional, de una carrera de ocho semestres de duración a lo menos. Son
designados desde una terna, elaborada por concurso público de oposición y
antecedentes por el Juez Presidente, por el Comité de Jueces (arts. 389C y 389D
COT).
ii) Como veremos más adelante, es facultad del Ministerio Público agrupar o
desagrupar investigaciones, en ciertos casos. Por ello, para la primera hipótesis,
se adecuó el art. 159 del COT, en los siguientes términos:
El o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que
obraren en su poder al Juez de Garantía al que correspondiere continuar
conociendo de las gestiones a que diere lugar el procedimiento.
3º Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como Juez
de Garantía en el mismo procedimiento".
iv) Se modifica una prohibición para ser jueces (art. 256 Nº 5 COT),
señalando que no pueden serlo los que "de conformidad a la ley procesal se
hallaren acusados por crimen o simple delito o estuvieren acogidos a la
suspensión condicional del procedimiento". En similar sentido se adecuan los
arts. 295, letra f), 332, 523 Nº 3 (requisitos para ser abogado), etc.
72
En relación con la actividad del Ministerio Público en esta etapa procesal, deben tenerse
especialmente presente los criterios de actuación contenidos en la Instrucción General dictada por el
Fiscal Nacional, mediante el Oficio FN Nº 060/2014 (disponible en www.fiscaliadechile.cl).
1. INTRODUCCIÓN
Según lo sostiene Alberto Binder74: "las fases preparatorias [del juicio oral],
más allá de la organización concreta que adopte cada sistema procesal, pueden
ser divididas en dos etapas: una es la de instrucción y otra la fase intermedia.
73
RIEGO, Cristián. DUCE, Mauricio. "El nuevo sistema de instrucción". En: El Nuevo Proceso Penal.
Cuadernos de Trabajo. Universidad Diego Portales. Marzo de 2000, o en: El Nuevo Proceso Penal.
Editorial Jurídica ConoSur. Santiago. 2000.
74
BINDER, Alberto. "Funciones y Disfunciones del Ministerio Público Penal". En: El Ministerio
Público. Para una nueva Justicia Criminal. Fundación Paz Ciudadana. CPU. 1994.
La primera es la netamente preparatoria; la segunda es la fase de control, crítica
instructoria, análisis de los fundamentos de la acusación (...)", "(...) la fase
propiamente preparatoria, a la que comúnmente llamamos instrucción (...) es
compleja. ¿Qué significa preparar el juicio? Significa diversas actividades:
4) Preparar la defensa;
Sin embargo, surge la pregunta acerca de los principios que deben regir la
etapa preparatoria del juicio oral y, por lo tanto, las directrices en las actuaciones
del procedimiento de investigación por parte del fiscal.