Geopolitica en Mexico

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GEOPOLÍTICA EN MÉXICO: EL ESTADO NACIÓN ANTE UN PROCESO

GLOBALIZADOR Y DESGLOBALIZADOR
Mtro. Alfredo Gómez González1
Docente de Asignatura Universidad Autónoma del Estado de México
Unidad Académica Profesional de Cuautitlán Izcalli
[email protected]

Jenny Alvarez Botello2


Profesor de Tiempo completo Universidad Autónoma del Estado de México
Unidad Académica Profesional de Cuautitlán Izcalli
[email protected]

Mtra. Norma Angélica Mosqueda Raygoza3


Docente de Asignatura Universidad Autónoma del Estado de México
Unidad Académica Profesional de Cuautitlán Izcalli
[email protected]

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Alfredo Gómez González, Jenny Alvarez Botello y Norma Angélica Mosqueda Raygoza (2020):
“Geopolítica en México: el estado nación ante un proceso globalizador y desglobalizador”, Revista
Observatorio de la Economía Latinoamericana, ISSN: 1696-8352, (septiembre 2020). En línea:
https://www.eumed.net/rev/oel/2020/09/geopolitica-mexico.html

Resumen
La dinámica económica mundial muestra un rostro inusitado que se hace manifiesto a través de las
formas cómo las economías de muchos países, entre ellos México, van más allá de las fases discursivas
y se insertan en rumbos que no necesariamente se habían prefigurado. Una alta dependencia de los
escenarios y cambios mundiales es la que provoca la reflexión sobre su realidad, como uno de los países
cuya subsistencia depende de las relaciones económicas con el país que dio origen al neoliberalismo
económico, Estados Unidos, mismo que actualmente adopta una política proteccionista como parte de su
actuar geoeconómico y geoestratégico, basado siempre en su protagonismo hegemonista. El objetivo del
presente trabajo es analizar el estado nación ante un proceso globalizador y desglobalizador atendiendo
los aspectos geopolíticos relevantes de México; la metodología de la investigación se realizará mediante

1
Candidato a Doctor en Ciencias de la Educación en el Colegio Mexiquense de Estudios Psicopedagógicos de Zumpango. Maestría
en Docencia y Administración de la Educación Superior por el Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México. Formación
profesional en Licenciatura en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana. Licenciatura en Diseño Industrial por la
misma universidad. Formación de Bachillerato Eclesiástico en Filosofía en el Seminario Diocesano Guadalupano de Cuautitlán.
2
Doctora en Ciencias de la Educación, Mtra. En Administración con Especialidad en Ingeniería Financiera e Ingeniería Industrial.
Curso en Logística Integral y gestión de la Cadena de Suministro. Integrante de ANFECA (Asociación Nacional de Facultades y
Escuelas de Contaduría y Administración) y de la Red Internacional de Investigadores en Competitividad A.C. Integrante del cuerpo
académico de Investigación e Innovación Educativa Aplicada a las Ciencias. Profesor de tiempo completo, Coordinadora de la
Licenciatura en Logística y profesora de Maestría y Doctorado.
3
Maestra en Administración por la Universidad ETAC. Licenciada en Pedagogía por el Instituto Tepeyac. Docente de asignatura en
la licenciatura de Negocios Internacionales y en la Licenciatura en Logística de la Universidad Autónoma del Estado de México en
modalidades presencial y a distancia.

Recibido: 19/03/19 Corregido: 31/10/20 Publicado: 05/11/20


Geopolítica en México

una revisión documental de tipo descriptivo, transversal y retrospectivo. La apertura de México al mundo
en el proceso de globalización no fue una decisión tomada ad intra del territorio nacional, como búsqueda
del propio crecimiento, sino que han influido fuertemente los intereses norteamericanos, permitiéndole
caminar hacia el desarrollo, pero condicionándolo y limitándolo, al tiempo que ha permanecido alineado a
la política de aquella nación.

Palabras clave: proceso globalizador, proceso desglobalizador, geoeconomía, geoestrategia,


protagonismo hegemonía.

GEOPOLITICS IN MEXICO: THE NATION STATE FACING A GLOBALIZING AND


DEGLOBALIZING PROCESS
Abstract

The global economic dynamics shows an unusual face that is manifested through the ways in which the
economies of many countries, including Mexico, go beyond discursive phases and are inserted in
directions that have not necessarily been foreshadowed. A high dependence on world scenarios and
changes is what provokes reflection on its reality, as one of the countries whose subsistence depends on
economic relations with the country that gave rise to economic neoliberalism, the United States, which
currently adopts a policy protectionist as part of its geoeconomic and geostrategic actions, always based
on its hegemonic leadership. The state of the present work is to analyze the nation state in the face of a
globalizing and deglobalizing process, attending to the relevant geopolitical aspects of Mexico; The
research methodology will be carried out through a descriptive, cross-sectional and retrospective
documentary review. The opening of Mexico to the world in the globalization process was not a decision
taken ad intra of the national territory, as a search for its own growth, but it has strongly influenced North
American interests, allowing it to move towards development, but conditioning and limiting it, at the same
time. that has remained aligned with the politics of that nation.
Key words: globalizing process, deglobalizing process, geoeconomics, geostrategy, hegemony
protagonism.

Introducción
La conformación del estado-nación mexicano puede contarse en la historia mundial como una de las más
complejas y con riesgos constantes que no permitían una definición ni del rumbo ni de los aspectos
estructurales de la misma. Valga decir, que después de trescientos años de colonización y de franca
dependencia de España, el territorio de la nación tuvo su independencia en los albores del siglo XIX, una
dependencia que no pudo verificarse en el plano de la realidad, a pesar del creciente deseo de la
sociedad más sometida y de quienes enarbolaban los ideales de la libertad para poder ser los autores y
promotores de la autodeterminación de los pueblos que habitaban el territorio en aquellos momentos.
México ha sido, desde su independencia, un espacio geográfico sobre el que han tenido muchos
intereses varias potencias mundiales tales como España, Francia, Inglaterra y, sobre todo, Estados
Unidos, con un marcado protagonismo hegemónico.
Es precisamente sobre su proceso de estado-nación y los riesgos que ahora enfrenta, de lo que se habla
en el presente artículo, donde se abordan vetas de reflexión sobre lo que es este país, el cual, a
diferencia de muchos otros, aun hablando de los latinoamericanos, comparte fronteras con la nación más
Geopolítica en México

poderosa del mundo derivando en un destino incómodo como realidad insoslayable, que es factor
altamente condicionante del desarrollo y subdesarrollo al mismo tiempo.

La independencia bajo los efectos de la dependencia

Cuando se habla de independencia en cuestión de estados-nación en épocas recientes, se tiene una


mucho mejor comprensión de cómo las naciones han tenido que sustentarse como tales desde un
aspecto jurídico y político, pero también desde un aspecto económico que las fortalezca y, sobre todo, les
permita el desarrollo. El aspecto cultural de la nación ha sido rebasado desde su origen para sobreponer
el ideal nacionalista y de homogeneidad, a pesar de que sabemos que México es en realidad un país
plurinacional, heterogéneo en su conformación cultural per se. Atendido a dicha idea, el Diccionario de
Sociología, editado por Pratt Fairchild (1987), afirmaba al respecto de la nacionalidad lo siguiente:
…Grupo humano unido por vínculos especiales de homogeneidad cultural. Una nacionalidad auténtica
está animada por la conciencia de lo semejante y tiene una similaridad fundamental en sus
costumbres…No es necesario que haya, y se da pocas veces, uniformidad en todos los rasgos culturales;
pero debe existir conformidad o, al menos, simpatía y cooperación en relación con cierto número de
instituciones fundamentales como el lenguaje, la religión, el vestido y el adorno, las formas de recreo, el
código moral, el sistema político, la organización familiar y las ideas éticas. (pág. 196)
Los ideales de los estados nación que se conformaban, sobre todo en el siglo XIX, no tan sólo hablaban
de cómo quedaban constituidas las naciones con sus límites geográficos y divisiones políticas, con sus
formas de gobierno, con las garantías a los miembros de dichos estados, sino como naciones valiosas,
dignas de ser ellas mismas quienes eran, con sus proyectos de postergación y fortalecimiento, así como
la clara intención de mostrarse al mundo para ser reconocidas y respetadas.
Ante esa realidad, el discurso de los gobiernos que hacían operativo al estado-nación se inclinaba hacia
la búsqueda de una homogeneidad, hacia la exaltación de la idiosincrasia y, sobre todo, hacia la
construcción de un nacionalismo por inocular en la mente de la población.
Desde fuera, el interés de las potencias era acechante y México fue víctima en el siglo XIX de varias
intervenciones de otras naciones sobre las que debe hacerse una necesaria reflexión. En primer lugar, la
de España en 1829 que inconforme con la pérdida de tan vasto territorio y una importante fuente de
recursos buscó recuperar la Nueva España.
La segunda, por parte de Francia en 1838-1839 conocida como Guerra de los Pasteles, cuyo trasfondo
era la obtención de privilegios económicos y no permitir que la unión americana avanzara desde México
para la ocupación de todo el continente.
La tercera con Estados Unidos, en el lapso 1846-1948 que significó para México la pérdida de una
enorme extensión de su territorio.
Una cuarta fue la de Francia de 1862-1867 la cual, tras la suspensión del pago de la deuda externa
motivó la intención de invasión de España, Inglaterra y Francia; ésta última si la realizaría.
Geopolítica en México

Una más de Estados Unidos en 1914 al puerto de Veracruz, para evitar la llegada de armamento
destinado al gobierno federal y el apoyo a las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza y,
finalmente, otra de Estados Unidos en 1916, en la Batalla de Columbus para luchar contra las fuerzas de
Francisco Villa.
Todas estas intervenciones demostraron una cosa: México era un territorio codiciado y antes que permitir
su conformación o emancipación, las potencias estaban dispuestas a ocuparlo como fuente
importantísima de recursos y punto de partida de un mayor dominio territorial. La riqueza, el recurso
humano y la tradicional forma de gobierno centralizado permitieron a los norteamericanos calcular los
nuevos escenarios para su avance.

Hacia qué tipo de desarrollo se condujo a México


México no se condujo por sí mismo hacia un tipo de desarrollo definido, sino que fue conducido por las
potencias. En el siglo XIX la influencia americana y europea marcaban un rumbo incierto. Maximiliano de
Habsburgo fue el último emperador en México y con él terminó el dominio europeo directo sobre nuestro
territorio. La elite conservadora había elegido para México y su segundo imperio una monarquía
moderada, hereditaria y, sobre todo, apoyada por la Iglesia Católica.
Los intereses de recuperar para la iglesia los bienes eclesiásticos a través de Maximiliano eran claros,
pero el monarca tenía ideas liberales y de legalidad en favor de la sociedad mexicana. Se puede decir
que no representó debidamente los intereses de Francia en estos territorios fortaleciendo el contrapeso
de la Doctrina Monroe: “América para los americanos” y los ideales del Presidente Benito Juárez,
alineados a Estados Unidos.
Estados Unidos se negó a reconocer el imperio de Maximiliano, pues consideró inaceptable la invasión
de una potencia europea a una república americana. Mientras tanto, en Europa soplaban vientos de
guerra a causa del expansionismo de Prusia. Todos esos factores se conjugaron contra el desafortunado
Maximiliano. (Enciclopedia Oceáno de México, 2000)
A partir de entonces las cosas cambiaron y, aunque México jamás dejaría de tener influencia europea,
sobre todo de Inglaterra, se fortalecería la que provenía de norteamerica, conduciendo en gran medida el
rumbo de nuestra nación.

La geopolítica norteamericana y el efecto en México


Estados Unidos, junto con Inglaterra, han buscado en los últimos dos siglos el dominio mundial. Esa
búsqueda de hegemonía está asentada en la misma teoría de las relaciones internacionales desde la
perspectiva del realismo que afirma que por naturaleza los americanos nacieron para dominar el mundo,
mantenerlo en un orden cual si fuese una predestinación divina y a favor de los demás habitantes del
planeta.
Es comprensible que, para una nación con una ideología expansionista, aquellos países más próximos a
su territorio representaran sus primeras metas de avance y dominio. Para ello, después de haberlo hecho
a través de las armas, poco a poco fueron encontrando la manera de intervenir, desde la diplomacia e
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injerencia convirtiendo en aliados a miembros del mismo gobierno mexicano, hasta los dominios que hoy
en día pueden hacerse sobre los países a través de la economía y las finanzas.
La estrategia geoeconómica era clara: inundar de empresas norteamericanas para generar una
dependencia para el consumo y una riqueza más allá de su propio territorio. Al mismo tiempo, no permitir
su desarrollo, generar un espionaje y mantener a nuestro país subyugado y sin mayores oportunidades.
México selló su destino norteamericano cuando el ex asesor de Seguridad Nacional de EU, Zbigniew
Brzezinski, dictaminó en los 60 del siglo pasado que EU no deseaba un Japón en la frontera, por lo que
se le ha dado la triste tarea de país esclavizado, ni siquiera para manejar su petróleo ni su electricidad ni
su agua –la fétida ley Korenfeld, a punto de ser aprobada por un apátrida Congreso disfuncional y
genuflexo; La traición del político mexicano … para beneficiar a Israel en detrimento del interés nacional...
(Jalife Rahme, 2016)
Desde la perspectiva incluso de ciertas personas de la unión americana, no tan sólo México, sino la
América Latina, es el patio trasero de la primera potencia mundial. Aunque la diplomacia mundial
pareciera que tienen altas consideraciones respecto del continente, la verdad es que Estados Unidos se
dirime entre el poder que quieren ostentar en relación con China y Rusia, ya que no superan la idea de
hacer que el mundo sea unipolar.

El desarrollo científico y tecnológico


Los Tratados de Bucareli, firmados por el presidente Obregón en la década de los años veinte son un
cruel antecedente de limitación al desarrollo mexicano. No fue del agrado de Estados Unidos que en el
artículo 27 constitucional se consagrara como propiedad de la nación el petróleo y otros recursos, ya que
pedían ser ellos quienes tuvieran privilegios de operarlos y usufructuarlos con sus compañías
particulares.
México fue condenado a no desarrollar industria tras reconocerlo como un país pacífico después de su
guerra de revolución. México no debía desarrollar bienes pesados, es decir, bienes de producción
industrial.
Para la década de los 70`s México ya tenía mayor libertad, pero había quedado sometido a una
producción condicionada, de poco desarrollo tecnológico y dedicada a atender los intereses que en ese
momento tenía Estados Unidos. Aunque hubiera nuevos pozos petroleros o posibilidades de comenzar a
exportar más productos, por eso debió contentarse con ser más bien un importador, con un desarrollo
menor en cuanto a productos y calidad. A la fecha, aunque es un país maquilador y se encuentra entre
las primeras quince economías del mundo, no cuenta con muchas patentes ya que éstas pertenecen a
las potencias, sobre todo a Estados Unidos.

El desarrollo económico a lo largo de dos siglos


Hoy en día se considera que México es una economía media e incluso emergente. Nadie puede negar
que está entre las 15 más importantes economías del mundo y que llegó a ser la economía número siete
en el ranking mundial en la época del famoso “Milagro mexicano” a partir de la década de los 40`s. En
Geopolítica en México

aquel momento el mundo se encontraba en guerra, mientras nuestro país se había estabilizado
políticamente, ya habían sido expropiados el petróleo y la energía eléctrica, se estaba impulsando el
campo y se apertura el programa bracero para los mexicanos que quisieran ir a trabajar a Estados
Unidos en un momento en el que aquel país requería de mano de obra ya que se encontraba en guerra.
Podría decirse que dicha época de bonanza fue benéfica y su mejor antecedente fue quizás la época
porfiriana que también permitió un periodo de paz, de crecimiento a las exportaciones y la formación de
una nueva clase social oligárquica.
Hoy en día, México no alcanza a crecer más del 2% y se estima que ni siquiera lo está haciendo al 1%
por la desconfianza que genera el cambio de gobierno y el retiro de inversiones, así como el declarado
abandono del modelo neoliberal y de la total alineación a la política económica norteamericana.
Hoy hay otros actores muy importantes en el plano económico y, aunque pudieran existir frenos para que
nuestro país se vincule con ellos, hablando de China, Rusia y economías emergentes como Irán, la
realidad es que a nivel mundial se empieza a dar una dinámica diferente a pesar del poderoso país del
norte.

Detrás de Estados Unidos hacia la globalización


Cabría preguntarse si México por voluntad propia decidió formar parte del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (NAFTA) o fue conducido hacia allá por los altos intereses de Estados Unidos. El
discurso desde los espacios políticos fue que con dicho tratado y la apertura a nuevos mercados, la
nación lograría mayor desarrollo, aumento en las exportaciones, mejores posibilidades laborales y, en
consecuencia, un mayor bienestar de la población. México era una nación joven con un futuro
prometedor y, además, formaría parte del mercado más grande del mundo.
Tras la firma de este, existía la promesa de la reducción arancelaria y el aliento a la competitividad
empresarial.
La realidad se vislumbra muy distinta a tres décadas de distancia, porque se han beneficiado pocos, se
ha polarizado la sociedad y han quedado desprotegida la mayor parte de la población, con un significativo
aumento de la pobreza.
Según Mbuyi Kabunda Badi, de una manera resumida:
…el fundamentalismo económico de los PAE [ Programas de Ajuste Estructural] inspirados en el modelo
neoliberal, se resume de la manera siguiente:
• La eliminación de la función económica y social del Estado
• Las privatizaciones y la deificación del mercado en todos los aspectos de la vida nacional;
• La máxima apertura externa, a través del fomento a las exportaciones y del trato favorable a las
inversiones extranjeras, conforme a las exigencias del mercado mundial. (como se cita en Fung y
Salabarría, 2009, pág.72)

La desglobalización y el proteccionismo norteamericano


Geopolítica en México

De acuerdo con el análisis realizado se identifican, a nivel mundial, tres tipos de modelos económicos
que permiten comprender mejor cómo se comportan las economías del mundo, a saber:
a) Uno es cuando las economías están centralmente planificadas, es decir, el Estado es quien determina
con toda claridad cómo han de desarrollarse, ejemplos claros son China, Rusia.
b) El otro modelo es cuando las economías están abiertas a las reglas del mercado, como en el caso del
liberalismo y neoliberalismo económicos, con los ejemplos más claros de Inglaterra y Estados Unidos y
una gran cantidad de países en la actualidad. Por ejemplo, Estados Unidos e Inglaterra.
c) Uno más es cuando en los mercados se da una combinación de ambos modelos denominándose
economías mixtas. Un ejemplo de ello sería México.
Es importante resaltar que, a pesar de las características anteriores, algunas naciones pudieran aparecer
en el plano económico mundial con una u otra tendencia más marcada, dependiendo también del
momento histórico en que estén atravesando. En el caso de México, sabemos que actualmente está, al
igual que Estados Unidos e Inglaterra, en un proceso de reconversión económica, es decir, buscando
abandonar el modelo neoliberal y buscando proteger la economía nacional.
La idea misma de economía mixta nos indica que la Constitución no establece un modelo unívoco de
economía; es decir, no se adscribe ni siquiera mayormente a la visión de una economía centralmente
planificada, ni a la de una economía de libre mercado; la economía mixta, para nuestros constituyentes,
supuso incorporar al modelo mexicano, elementos de los anteriores; es decir, sí establece la libre
concurrencia de los particulares en las actividades económicas, pero también determina el papel
regulador o suministrador por parte del Estado, indicando las áreas exclusivas de su actuación
económica. Los elementos de los dos modelos son la libre concurrencia y la planificación estatal; por lo
que en teoría deberían dar lugar a un sistema armónico, donde las libertades de empresa y de trabajo
convivieran con las necesidades de regulación por parte del Estado. (Valero Flores, 2008)
Es importante destacar, que tanto nacionales como extranjeros en nuestro país han tenido una fuerte
influencia en el desarrollo económico ya que la misma Constitución tutela la propiedad privada. A pesar
de que hay condiciones para limitarla y suprimirla, es muy cierto que se han dado grandes facilidades a la
misma en pro de un mayor desarrollo y, sobre todo, en función de que a través de ésta se genere
infraestructura, empleo y un dinamismo económico mucho mayor.
Por su parte, Estados Unidos desde la década de los 80´s había adoptado el modelo neoliberal como la
mejor respuesta a sus empresas trasnacionales que buscaban ampliar sus mercados, hasta el grado de
tener un dominio prácticamente mundial.
Estados Unidos, no tan sólo llegó a considerar que con la caída de la Unión Soviética a inicios de la
década de los 90´s del siglo pasado se convertía en la única potencia política y militar del mundo, sino
también la potencia económica.
Sin embargo, el resurgimiento de Rusia que la llevó a convertirse en una primera potencia a nivel militar y
el posicionamiento mundial de China como la primer potencia económica y comercial, darían un revés a
la geopolítica norteamericana y su estrategia fallida de dominación mundial, motivándose así el proceso
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desglobalizador. A continuación, se muestra la visión del geopolítico Alfredo Rahme Jalife al respecto de
dicho proceso:
… tres escenarios en que se produciría la desglobalización. El primero de ellos sería transitar hacia
una globalización suave y reformada. En este caso no se busca la eliminación de este sistema, sino
simplemente que se regule de mejor manera para evitar las distorsiones ocasionadas alrededor del
mundo…El segundo escenario lo constituye la regionalización con economía mixta y con una mayor
regulación. En éste se visualiza un Estado–nación fortalecido y con capacidad de mando frente a los
capitales privados…el tercer escenario lo compone el neo–renacentismo humanista o socialismo del siglo
XXI, donde el hombre será el centro de los intercambios en lugar del mercado. (Ibarra Cisneros, 2008)

La encrucijada de una realidad globalizadora y desglobalizadora


México se ha visto envuelto en una encrucijada, así como ha sucedido con los demás países de América
Latina. En palabras de Preciado Coronado (2009), la actitud que Estados Unidos ha tomado puede ser
considerada un manejo agresivo de carácter geoestratégico. En su escrito sobre las agendas
geoeconómicas y geoestratégicas de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de Norteamérica
(ASPAN) hace un fuerte cuestionamiento al modelo neoliberal. En este trabajo el autor claramente
explica la estrategia de dominio de Estados Unidos tras los acontecimientos del 11 de septiembre,
resaltando la política americana antiinmigrantes y antiterrorismo, con un trasfondo económico en
detrimento de varios países, incluidos México y Canadá. Es muy clara la tendencia de ir contra gobiernos
de inspiración de izquierda como ha sido el caso de Bolivia, Brasil y recientemente México, la lucha
contra el narcotráfico que criminaliza los movimientos sociales, así como la amenaza de declararlos
terroristas para poder intervenir nuevamente nuestro territorio, además del endurecimiento de políticas
migratorias ampliando fuerzas militares en la frontera. Y, finalmente, el aspecto discursivo, amenazando
con sanciones comerciales.
Se comprende entonces que el país ha sido llevado hacia la globalización por fuerzas internas y externas
formando parte del tratado comercial más grande del mundo enfrentando hoy en día los devastadores
efectos que durante tres décadas dejó tras de sí el modelo neoliberal, en una situación que obliga a
replantear la conducción del país y buscando superar las condiciones actuales en que está subsumido. El
punto es que, pareciera que eso será alcanzable, por lo menos en las siguientes décadas, porque no fue
posible para México durante el desarrollo estabilizador que vislumbró el surgimiento de una nueva
potencia mundial.

…cada vez más la vida económica se ha venido concentrando en torno a una serie de grandes
producciones masivas, y éstas son las que están en crisis: controlar esta crisis es imposible precisamente
por su amplitud y profundidad, que han llegado a tener tales dimensiones que la cantidad se convierte en
cualidad, o sea hay crisis orgánica y no sólo coyuntural. (Gramsci, 1999, págs.1077-1078)

Conclusiones
Geopolítica en México

Históricamente México, es una nación influenciada de manera constante y el proceso de desarrollo


económico ha sido totalmente dependiente de decisiones geoeconómicas de la potencia más grande del
mundo. A pesar de que es un país rico en recursos y de que ha luchado por tener una independencia
política, durante los siglos XIX, XX y XXI, han influido fuertemente los intereses norteamericanos,
permitiéndole caminar hacia el desarrollo, pero condicionándolo y limitándolo, al tiempo que ha
permanecido alineado a la política de aquel país.
La apertura de México al mundo en el proceso de globalización no fue una decisión tomada ad intra del
territorio nacional, como búsqueda del propio crecimiento. Los gobiernos de derecha, encabezados por el
partido en el poder, han sido fieles al mandato norteamericano y han sentado las bases de una
dependencia con la iniciativa privada de aquel país desarrollando reformas que favorecen sus intereses y
actúan en menoscabo de nuestros recursos y del bienestar social.
Hasta hoy, la política del nuevo gobierno ha sido de reforzamiento del nacionalismo, lucha contra la
corrupción y búsqueda de acuerdos con el vecino del norte en pro de una autodeterminación y respeto a
nuestra nación. Dicho comportamiento ha generado disgusto, pero es también una respuesta más seria y
menos dependiente de los intereses que pudieran tener demócratas o republicanos.
Lo que ha limitado una actuación más radical de Estados Unidos es que, precisamente, la política exterior
que han desarrollado ha generado la reacción no sólo de México sino de otros países latinoamericanos
como Venezuela, Bolivia, Argentina y Brasil en su momento, pero también de Rusia, China, Irán y
potencias europeas como Alemania y Francia.
La decadencia de la hegemonía norteamericana en los déficits comerciales, en sus enormes gastos
militares y en una diplomacia tendenciosa a la exacerbación de su nacionalismo, son ahora las realidades
discursivas que obstaculizan las acciones que podrían ponerlo en riesgo constante a su seguridad y
economía, dentro y fuera de su territorio.

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