Cinética Química

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CINÉTICA QUÍMICA

Definición de cinética química


La cinética química es la rama de la química que se ocupa del estudio de las velocidades a
las que ocurren las reacciones químicas y los factores que influyen en estas velocidades.
Implica la investigación de los mecanismos y la dinámica de las reacciones químicas,
incluida la determinación de las velocidades de reacción, el orden de las reacciones y los
factores que afectan la velocidad.

Velocidad de reacción
La velocidad de reacción se refiere a la velocidad a la que tiene lugar una reacción química.
Por lo general, se mide como el cambio en la concentración de un reactivo o producto por
unidad de tiempo. La velocidad de reacción está influenciada por varios factores, como la
temperatura, la concentración, la presión, el área superficial y la presencia de catalizadores.

Orden de reacción
El orden de velocidad, también conocido como orden de reacción, es un término utilizado
para describir la relación entre las concentraciones de los reactivos y la velocidad de una
reacción química. Representa la relación matemática entre la velocidad de la reacción y las
concentraciones de los reactivos, según lo determinado experimentalmente. El orden de
velocidad se expresa mediante leyes de velocidad específicas, que se determinan mediante
observaciones experimentales.
El orden de la velocidad puede ser de orden cero, de primer orden, de segundo orden o
incluso de orden fraccionario. Estos términos indican la relación matemática entre la
velocidad de la reacción y la concentración de un reactivo. Por ejemplo:
- Reacción de orden cero: La velocidad de la reacción es independiente de la concentración
del reactivo. La velocidad es constante en el tiempo.
- Reacción de primer orden: La velocidad de la reacción es directamente proporcional a la
concentración de un solo reactivo. A medida que aumenta la concentración del reactivo, la
velocidad aumenta proporcionalmente.
- Reacción de segundo orden: La velocidad de la reacción es directamente proporcional al
producto de las concentraciones de dos reactivos o al cuadrado de la concentración de un
solo reactivo.

La determinación del orden de velocidad es esencial para comprender la cinética de una


reacción, predecir el comportamiento de la reacción en diferentes condiciones y diseñar
mecanismos de reacción. Los datos y análisis experimentales se utilizan para establecer el
orden de la velocidad, lo que permite el desarrollo de modelos matemáticos que describen
la velocidad de la reacción.

Molecularidad
La molecularidad se refiere al número de moléculas o especies que participan como
reactivos en un paso elemental de una reacción química. Es un concepto utilizado en
cinética química para describir el orden de una reacción elemental.
Ejemplos:
1. Reacción unimolecular (Molecularidad = 1):
Un ejemplo de una reacción unimolecular es la descomposición del peróxido de hidrógeno
(H2O2) en agua y oxígeno:
H2O2 → H2O + ½ O2
En este caso, una sola molécula de peróxido de hidrógeno se descompone para formar agua
y oxígeno. La molecularidad es 1 porque solo una molécula participa como reactivo.

2. Reacción bimolecular (Molecularidad = 2):


Un ejemplo de reacción bimolecular es la reacción entre hidrógeno (H 2) y yodo (I2) para
formar yoduro de hidrógeno (HI):
H2 + I2 → 2 HI
En este caso, dos moléculas (una de hidrógeno y otra de yodo) chocan para producir dos
moléculas de yoduro de hidrógeno. La molecularidad es 2 porque dos moléculas participan
como reactivos.
3. Reacción Termolecular (Molecularidad = 3):
Las reacciones termomoleculares son relativamente raras pero pueden ocurrir bajo ciertas
condiciones. Un ejemplo es la reacción entre dos moléculas de óxido nítrico (NO) y una
molécula de oxígeno (O2) para producir dos moléculas de dióxido de nitrógeno (NO2):
2 NO + O2 → 2 NO2
En este caso, dos moléculas de óxido nítrico y una molécula de oxígeno chocan para formar
dos moléculas de dióxido de nitrógeno. La molecularidad es 3 porque tres moléculas
participan como reactivos.
Es importante tener en cuenta que la molecularidad de una reacción elemental se determina
en función de la estequiometría de la reacción y el número de moléculas que participan en
el paso determinante de la velocidad. No está directamente relacionado con el orden de
reacción general, que se determina experimentalmente. Las reacciones elementales con
mayor molecularidad (más allá de 3) son altamente improbables debido a la baja
probabilidad de que múltiples moléculas colisionen simultáneamente en una orientación
específica.

Métodos para determinar el orden de reacción


Hay varios métodos experimentales que se pueden emplear para determinar el orden de la
velocidad de reacción para una reacción química dada. Tres métodos comúnmente
utilizados:
1. Método de velocidad inicial:
En este método, las velocidades iniciales de la reacción se miden a diferentes
concentraciones iniciales de los reactivos. Al variar sistemáticamente la concentración de
un reactivo mientras se mantienen constantes los demás, se puede observar el efecto de la
concentración sobre la velocidad de la reacción. El orden de velocidad con respecto a cada
reactivo se determina comparando los cambios en las velocidades iniciales con los cambios
correspondientes en las concentraciones de reactivo. El orden general de velocidad es la
suma de los órdenes de velocidad individuales.
2. Método de ecuación de velocidad integrada:
Este método implica monitorear la concentración de un reactivo a lo largo del tiempo y
analizar los datos usando ecuaciones de velocidad integradas. Las ecuaciones de velocidad
integradas describen la relación entre la concentración de un reactivo y el tiempo para
diferentes órdenes de velocidad. Ajustando los datos experimentales a la ecuación de
velocidad integrada adecuada, se puede determinar el orden de la velocidad de reacción.
Este método es especialmente útil cuando la velocidad de reacción es difícil de medir
directamente.
3. Método de vida media:
La vida media de una reacción es el tiempo requerido para que la concentración de un
reactivo disminuya a la mitad. Al medir la vida media a diferentes concentraciones iniciales
de un reactivo, se puede determinar la relación entre la vida media y la concentración. Para
una reacción de primer orden, la vida media es constante e independiente de la
concentración inicial. Por el contrario, para una reacción de segundo orden, la vida media
varía con el recíproco de la concentración inicial. Al analizar la relación entre la vida media
y la concentración, se puede determinar el orden de velocidad.
Es importante tener en cuenta que la determinación del orden de la velocidad de reacción a
menudo requiere múltiples experimentos y análisis de datos. Los métodos mencionados
anteriormente proporcionan enfoques generales, pero la configuración y el análisis
experimentales específicos pueden variar según la naturaleza de la reacción y los recursos
disponibles. Además, las técnicas de modelado y simulación por computadora también se
pueden emplear para determinar los órdenes de velocidad de reacción ajustando datos
experimentales a modelos matemáticos.

Ejemplos de reacciones químicas simples y su cinética.


1. Descomposición del Peróxido de Hidrógeno (H2O2):
La descomposición del peróxido de hidrógeno es una reacción bien conocida que ocurre
espontáneamente con el tiempo. La reacción puede ser catalizada por la presencia de ciertas
sustancias, como el dióxido de manganeso (MnO2). La reacción global se puede representar
como:
2 H2O2 → 2 H2O + O2
Cinética: Esta reacción sigue una ley de velocidad de primer orden. La velocidad de la
reacción es directamente proporcional a la concentración de peróxido de hidrógeno. La
velocidad de reacción se puede expresar como:
Velocidad = k [H2O2]
donde [H2O2] representa la concentración de peróxido de hidrógeno y k es la constante de
velocidad.

2. Reacción entre el tiosulfato de sodio y el ácido clorhídrico:


Cuando el tiosulfato de sodio (Na2S2O3) reacciona con el ácido clorhídrico (HCl), se forma
un precipitado amarillo de azufre (S). La ecuación química balanceada para esta reacción
es:
2 Na2S2O3 + 2 HCl → 2 NaCl + S + SO2 + H2O
Cinética: la reacción entre el tiosulfato de sodio y el ácido clorhídrico generalmente se
observa visualmente midiendo el tiempo que tarda la mezcla de reacción en enturbiarse
debido a la formación de azufre. La reacción a menudo se estudia utilizando el método del
"reloj de yodo", donde se permite que la reacción continúe hasta que se genera yodo (I2).
La velocidad de la reacción se determina midiendo el tiempo que tarda en formarse una
cantidad fija de yodo, que es inversamente proporcional a la velocidad de la reacción.

3. Reacción entre permanganato de potasio y ácido oxálico:


La reacción entre el permanganato de potasio (KMnO 4) y el ácido oxálico (H2C2O4) es una
reacción redox que da como resultado la formación de iones de dióxido de carbono (CO 2),
agua (H2O) y manganeso (II) (Mn2+). La ecuación química balanceada es:
2 KMnO4 + 5 H2C2O4 + 3 H2SO4 → 2 MnSO4 + 10 CO2 + 8 H2O + K2SO4
Cinética: La velocidad de reacción está influenciada por las concentraciones de
permanganato de potasio y ácido oxálico. La reacción se puede controlar
espectrofotométricamente midiendo la absorbancia de la solución a una longitud de onda
específica a lo largo del tiempo. Al analizar el cambio en la absorbancia, se puede
determinar la velocidad de la reacción y el orden de velocidad con respecto a los reactivos.
Para determinar el orden de reacción de la reacción dada, necesitamos información sobre la
velocidad de la reacción con respecto a cada reactivo. El orden de reacción se determina
analizando la relación entre la velocidad de la reacción y la concentración de cada reactivo.

Determinación del orden de rección


La ecuación balanceada de la reacción es:
2 KMnO4 + 5 H2C2O4 + 3 H2SO4 → 2 MnSO4 + 10 CO2 + 8 H2O + K2SO4
Supongamos que la velocidad de la reacción se puede expresar como:
Velocidad = k[A]m[B]n[C]p

Donde [A], [B] y [C] representan las concentraciones de los reactivos y k es la constante de
velocidad.
Con base en la ecuación balanceada, podemos analizar la reacción con respecto a cada
reactivo:
- KMnO4: El coeficiente de KMnO4 es 2 en la ecuación balanceada. Para determinar el
orden de reacción necesitamos conocer el cambio de concentración en un intervalo de
tiempo determinado.
- H2C2O4: El coeficiente de H2C2O4 es 5 en la ecuación balanceada. Si la velocidad de la
reacción es directamente proporcional a la concentración de este reactivo, el orden de
reacción con respecto al H2C2O4 sería 1 (m = 1).
- H2SO4: El coeficiente de H2SO4 es 3 en la ecuación balanceada.

Se necesitan datos experimentales, como la velocidad de la reacción a diferentes


concentraciones de cada reactivo, para determinar con precisión el orden de la reacción.
Estos ejemplos ilustran diferentes tipos de reacciones químicas y su cinética, incluidas
reacciones de primer orden, reacciones con observación visual y reacciones monitoreadas
mediante espectrofotometría. El estudio de la cinética nos permite comprender la velocidad
a la que ocurren las reacciones y los factores que influyen en sus velocidades.

Influencia de la temperatura en la velocidad de reacción.


La temperatura tiene una influencia significativa en la velocidad de reacción de las
reacciones químicas. Generalmente, a medida que aumenta la temperatura, también
aumenta la velocidad de reacción. Esta relación se describe mediante la ecuación de
Arrhenius, que establece que la constante de velocidad k de una reacción aumenta
exponencialmente con la temperatura. Hay algunas razones por las que la temperatura
afecta las velocidades de reacción:
1. Energía de activación: la temperatura proporciona la energía necesaria para que las
moléculas reactivas superen la barrera de energía de activación y se conviertan en
productos. A medida que aumenta la temperatura, una fracción más grande de moléculas
reactivas posee suficiente energía para superar la energía de activación, lo que conduce a
colisiones más exitosas y una velocidad de reacción más alta.
2. Frecuencia de colisión: las temperaturas más altas aumentan la energía cinética de las
moléculas, lo que conduce a un mayor movimiento molecular y frecuencia de colisión. Con
más colisiones que ocurren por unidad de tiempo, aumentan las posibilidades de colisiones
exitosas con suficiente energía y orientación adecuada, lo que promueve las tasas de
reacción.
3. Constantes de velocidad de reacción: La ecuación de Arrhenius relaciona la constante de
velocidad k con la temperatura. Establece que la constante de velocidad aumenta
exponencialmente con el aumento de la temperatura. En consecuencia, incluso un pequeño
cambio de temperatura puede tener un efecto significativo en la velocidad de reacción.

Aquí hay tres ejemplos que demuestran la influencia de la temperatura en las velocidades
de reacción:

1. Reacción de combustión: La quema de combustible, como el metano (CH 4), es un


ejemplo de reacción de combustión. A medida que aumenta la temperatura, más moléculas
de combustible adquieren la energía de activación necesaria, lo que da como resultado una
combustión más rápida y una mayor liberación de calor.
2. Reacciones enzimáticas: las enzimas juegan un papel crucial en las reacciones
bioquímicas. Son altamente sensibles a la temperatura, con un rango de temperatura óptimo
para su actividad. A medida que la temperatura se desvía del rango óptimo, la actividad
enzimática disminuye. A temperaturas extremadamente altas, las enzimas se desnaturalizan
y pierden su función catalítica.
3. Cinética química: en general, la velocidad de reacción de la mayoría de las reacciones
químicas se duplica o triplica por cada 10 °C de aumento de temperatura, lo que se conoce
como "coeficiente de temperatura" o valor "Q10". Por ejemplo, la velocidad de la reacción
del reloj de yodo (reacción entre los iones de yoduro y el peróxido de hidrógeno) aumenta a
medida que aumenta la temperatura, lo que provoca un cambio de color más rápido o la
desaparición de la mezcla de reacción.

En estos ejemplos, la temperatura afecta directamente la velocidad de las reacciones al


afectar la frecuencia de colisión, la energía de activación y la constante de velocidad. Es
fundamental tener en cuenta la temperatura al estudiar la cinética de las reacciones, ya que
desempeña un papel vital en la comprensión y el control de los procesos químicos.
La ecuación de Arrhenius es una ecuación que relaciona la constante de velocidad k de una
reacción química con la temperatura T y la energía de activación Ea de la reacción. Se usa
comúnmente para describir la dependencia de la temperatura de las velocidades de
reacción. La ecuación de Arrhenius se expresa de la siguiente manera:

−E a/ RT
k= Ae

dónde:
- k es la constante de velocidad de la reacción,
- A es el factor pre-exponencial o factor de frecuencia, que representa la frecuencia de
colisiones exitosas entre moléculas de reactivos,
- Ea es la energía de activación, que representa la energía mínima necesaria para que las
moléculas de los reactivos sufran la reacción química,
- R es la constante de los gases 8.314 J/(mol·K), y
- T es la temperatura absoluta en Kelvin.

Consideremos un ejemplo de una reacción donde se puede aplicar la ecuación de Arrhenius:


La reacción entre gas hidrógeno (H2) y gas yodo (I2) para formar gas yoduro de hidrógeno
(HI):
H2(g) + I2(g) → 2 HI(g)

En este ejemplo, supongamos que queremos investigar la dependencia de la temperatura de


la constante de velocidad de reacción.
Se recopilan datos experimentales para la constante de velocidad de reacción (k) a
diferentes temperaturas (T). Al graficar el logaritmo natural de la constante de velocidad (ln
k) frente al recíproco de la temperatura (1/T), debe observarse una relación lineal si la
reacción sigue la ecuación de Arrhenius.

La pendiente de la recta resultante corresponde al valor negativo de la energía de activación


dividido por la constante de los gases (-Ea/R). Calculando la pendiente, se puede determinar
la energía de activación (Ea) de la reacción.
El factor preexponencial (A) también se puede calcular conociendo la constante de
velocidad (k) y la energía de activación (Ea) a una temperatura específica utilizando la
ecuación de Arrhenius.
Mediante el análisis de la dependencia de la temperatura de la velocidad de reacción
utilizando la ecuación de Arrhenius, es posible obtener información sobre la barrera de
energía (energía de activación) que las moléculas de los reactivos deben superar para que se
produzca la reacción. Esta ecuación nos permite comprender cómo la temperatura influye
en la velocidad de las reacciones químicas y proporciona una descripción cuantitativa de la
relación entre la temperatura y la cinética de la reacción.

Estudios acelerados de estabilidad


Los estudios acelerados de estabilidad se llevan a cabo para evaluar la estabilidad química
de un fármaco o producto en condiciones de almacenamiento exageradas durante un
período relativamente corto. Estos estudios ayudan a predecir la vida útil y el perfil de
degradación del producto, lo que permite a los fabricantes establecer recomendaciones de
almacenamiento y fechas de caducidad adecuadas. Aquí hay tres ejemplos de estudios de
estabilidad acelerada:

1. Estudios de estabilidad acelerada basados en temperatura: Este tipo de estudio implica


someter el fármaco o producto a temperaturas elevadas para acelerar los procesos de
degradación. Por ejemplo, una empresa farmacéutica puede almacenar un medicamento a
una temperatura de 40 °C (o superior) durante un período prolongado. Al comparar el
patrón de degradación observado a temperatura acelerada con la degradación esperada a
temperatura ambiente, pueden estimar la vida útil y hacer las recomendaciones de
almacenamiento adecuadas.

2. Estudios de estabilidad acelerada basados en la humedad: la humedad también puede


afectar la estabilidad de los medicamentos y productos, especialmente aquellos propensos a
la degradación inducida por la humedad. Se pueden realizar estudios de estabilidad
acelerada que involucren condiciones de alta humedad, como almacenar el producto en una
cámara húmeda o exponerlo a una solución salina saturada. Al monitorear la degradación y
compararla con la degradación esperada en condiciones normales de humedad, se puede
evaluar el impacto de la humedad en la estabilidad del producto.

3. Estudios de estabilidad acelerada basados en la fotoestabilidad: Ciertos medicamentos y


productos son sensibles a la luz y pueden sufrir degradación fotoquímica. En estudios de
fotoestabilidad acelerada, el producto se expone a fuentes de luz intensas, como lámparas
UV, durante un período específico. Al comparar la degradación observada con la
degradación esperada en condiciones normales de luz, se puede evaluar la fotosensibilidad
del producto y se pueden hacer las recomendaciones de empaque apropiadas para
protegerlo de la degradación inducida por la luz.

En todos estos ejemplos, los estudios de estabilidad acelerada implican someter el producto
a condiciones más duras que las que se encuentran durante el almacenamiento normal. Al
monitorear los patrones de degradación, los cambios en las propiedades físicas y químicas y
la formación de productos de degradación, se puede evaluar el perfil de estabilidad del
producto. Estos estudios ayudan a determinar la vida útil esperada, las condiciones de
almacenamiento y los requisitos de empaque para mantener la calidad y la eficacia del
medicamento o producto a lo largo del tiempo. Es importante tener en cuenta que los
estudios de estabilidad acelerados proporcionan estimaciones y deben corroborarse con
estudios de estabilidad a largo plazo en condiciones normales de almacenamiento para
establecer fechas de caducidad precisas y recomendaciones de almacenamiento.

Reacciones complejas
Las reacciones complejas involucran múltiples pasos elementales que ocurren simultánea o
secuencialmente para convertir reactivos en productos. Aquí hay explicaciones de tres tipos
de reacciones complejas: reacciones reversibles, paralelas y consecutivas.

1. Reacciones reversibles:
En una reacción reversible, los reactivos pueden formar productos y los productos
también pueden reaccionar para reformar los reactivos originales. Esto se denota con una
flecha de dos puntas (↔) en la ecuación química. La reacción puede proceder tanto en la
dirección directa como en la inversa hasta que se alcanza un equilibrio, donde las
velocidades de las reacciones directa e inversa son iguales. Un ejemplo de reacción
reversible es la conversión de dióxido de nitrógeno (NO2) en tetróxido de dinitrógeno
(N2O4):
2 NO2 ↔ N2O4
En este caso, la reacción puede proceder en ambas direcciones: la reacción directa (de
izquierda a derecha) convierte el NO2 en N2O4, mientras que la reacción inversa (de derecha
a izquierda) vuelve a convertir el N 2O4 en NO2. La velocidad de la reacción directa está
influenciada por las concentraciones de NO2, mientras que la velocidad de la reacción
inversa está influenciada por la concentración de N2O4.

2. Reacciones en paralelo:
Las reacciones paralelas ocurren cuando dos o más reacciones tienen lugar
simultáneamente, comenzando con el mismo conjunto de reactivos, pero dando lugar a
diferentes productos. Estas reacciones pueden competir por los mismos reactivos y
proceder de forma independiente. Un ejemplo es la combustión de hidrocarburos, donde se
pueden formar varios productos, como dióxido de carbono (CO 2) y agua (H2O),
dependiendo del hidrocarburo específico y las condiciones de reacción. Por ejemplo:
C2H6 + O2 → CO2 + H2O
C2H6 + 2,5 O2 → 2 CO + 3 H2O
En este caso, la reacción de C2H6 con oxígeno puede resultar en la formación de CO 2 y H2O
o CO y H2O, dependiendo de las condiciones de reacción.
3. Reacciones consecutivas:
Las reacciones consecutivas ocurren cuando dos o más reacciones elementales tienen lugar
secuencialmente, y el producto de una reacción se convierte en el reactivo de la reacción
siguiente. Cada paso tiene su propia constante de velocidad, y la velocidad de reacción
general depende del paso más lento, a menudo denominado paso determinante de la
velocidad. Un ejemplo es la oxidación de óxido nítrico (NO) a dióxido de nitrógeno (NO 2)
a través de múltiples pasos:
2 NO → N2O2
N2O2 + O2 → 2 NO2

En este caso, el primer paso involucra la conversión de dos moléculas de NO a N 2O2,


mientras que el segundo paso involucra la reacción de N 2O2 con oxígeno para formar dos
moléculas de NO2. La velocidad de reacción global está determinada por el más lento de los
dos pasos.

Comprender los tipos de reacciones complejas es importante para estudiar los mecanismos
de reacción, determinar las velocidades de reacción y predecir el comportamiento de los
sistemas químicos. Los modelos cinéticos a menudo se utilizan para describir y analizar
estas reacciones, considerando las velocidades individuales de los pasos elementales y su
relación con la velocidad de reacción general.

Mecanismo de reacción
El mecanismo de reacción describe la secuencia de pasos elementales que ocurren durante
una reacción química. Proporciona una comprensión detallada de cómo las moléculas
reactivas se reorganizan y se transforman en productos. El mecanismo de reacción incluye
la identificación de especies intermedias y la determinación del paso determinante de la
velocidad, que gobierna la velocidad general de la reacción. Aquí hay una descripción
general del mecanismo de reacción:

1. Pasos elementales:
El mecanismo de reacción consta de una serie de pasos elementales, que son eventos
moleculares individuales que involucran la ruptura y formación de enlaces químicos. Cada
paso elemental tiene su propia ley de velocidad, que representa la velocidad a la que se
produce ese paso específico. Estos pasos se pueden clasificar como unimoleculares (que
involucran una molécula) o bimoleculares (que involucran a dos moléculas).

2. Intermedios de reacción:
Los intermedios son especies que se forman y consumen durante la reacción pero que no
aparecen en la ecuación química balanceada general. Por lo general, son especies altamente
reactivas y de vida corta. Los intermedios se forman en los primeros pasos del mecanismo y
posteriormente se consumen en pasos posteriores para producir los productos finales.

3. Paso de determinación de la velocidad:


El paso determinante de la velocidad, también conocido como el paso más lento, es el paso
elemental con la barrera de energía más alta o la velocidad más lenta. La velocidad de la
reacción global se determina mediante este paso porque limita la velocidad de reacción
global. La ley de velocidad para el paso determinante de la velocidad determina la ley de
velocidad general de la reacción.

4. Catalizadores y vías de reacción:


Los catalizadores son sustancias que aumentan la velocidad de una reacción al proporcionar
una vía de reacción alternativa con menor energía de activación. No se consumen en la
reacción y no aparecen en la ecuación química balanceada global. Los catalizadores
proporcionan un mecanismo alternativo que puede involucrar diferentes especies
intermedias o un paso diferente en la determinación de la velocidad.

Determinar el mecanismo de reacción a menudo implica una combinación de técnicas


experimentales, cálculos teóricos y modelos informáticos. Las técnicas como la
espectroscopía, la espectrometría de masas y las mediciones cinéticas pueden proporcionar
información valiosa sobre los intermedios de reacción y el orden de los pasos. Los cálculos
teóricos y el modelado computacional pueden ayudar a proponer y refinar posibles
mecanismos de reacción.
En general, comprender el mecanismo de reacción permite obtener información sobre los
procesos moleculares subyacentes, predecir el comportamiento de las reacciones químicas
en diferentes condiciones y diseñar estrategias para controlar y optimizar las reacciones
químicas.

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