Revista EJES PDF
Revista EJES PDF
Revista EJES PDF
enero/julio 2022
de ECONOMÍA
y SOCIEDAD
Año 6 Nro. 10
enero/julio 2022
ISSN 2591-4669
http://doi.org/1 0.33255/2591-4669
Contacto:
[email protected]
Http://www.fceco.uner.edu.ar/index.php/free-extensions/revista
PRESENTACIÓN INSTITUCIONAL
Si bien uno de los principales intereses de la revista es la indagación sobre problemáticas referidas al
pasado, presente y futuro de la economía y de la sociedad, su objetivo es la difusión de investigaciones
científicas sobre temáticas más generales, en los campos de las ciencias sociales y humanidades.
La revista publica trabajos originales e inéditos, efectuados a partir de técnicas específicas o a partir
de mecanismos interdisciplinares, pretendiendo explícitamente estimular el debate y las interac-
ciones e intersecciones teórico-metodológicas.
Los contenidos de la revista, con acceso libre e inmediato, están destinados a los miembros de la
comunidad científica, pero también a un público masivo, partiendo del principio de democratización e
intercambio del conocimiento como contribución no solo a la dinámica intelectual en particular, sino
a la social en general.
POLÍTICA DE SECCIONES
La revista EjES publica Artículos evaluados por pares, en los que se reflejan resultados de investigaciones
avanzadas o concluidas. La revista también publica Contribuciones y avances evaluados por el comité
académico, donde se presentan avances de investigaciones en marcha, reflexiones o contribuciones
sobre una problemática, críticas bibliográficas, ensayos, informes coyuntura, entrevistas. Finalmente
la revista también publica Reseñas de libros, evaluadas por el comite académico.
La convocatoria para la presentación de artículos para la revista EjES es permanente. Todos los
trabajos son sometidos a un sistema doble ciego (blind peer review) de evaluación por parte de dos
integrantes del Comité científico, que opinan sobre la calidad y pertinencia de los trabajos propuestos
y recomiendan su aceptación o rechazo.
FRECUENCIA DE PUBLICACIÓN
La revista EjES tiene, una periodicidad semestral, es decir que publica 2 números por año (enero-
junio / julio-diciembre). Publica en forma continua y la convocatoria para presentación de trabajos
es permanente.
La revista EjES provee acceso libre inmediato a su contenido bajo el principio de gratuidad al acceso
de los resultados de la investigación, lo cual fomenta un mayor intercambio de conocimiento global. En
resumen, la Revista es de acceso abierto (Open Access) y se encuentra bajo licencia de Creative Commons.
POLÍTICA DE PRESERVACIÓN DIGITAL
La revista EjES utiliza el sistema LOCKSS para crear un sistema de almacenamiento distribuido entre
las bibliotecas participantes y permite la creación de archivos permanentes en la revista con
fines de conservación y restauración.
ASPECTOS ÉTICOS
La revista EjES adhiere a normas éticas que aseguren la integridad en la publicación de los artículos,
promoviendo una conducta ética en todos los participantes del proceso editorial (lectores, autores,
revisores, editores, etc.).
Todos los trabajos son sometidos a un sistema doble ciego de evaluación por parte de dos asesores
externos que opinan sobre la calidad y pertinencia de los trabajos propuestos y recomiendan su
aceptación o rechazo. Esta modalidad imposibilita la discriminación de autores/as por su categoría
académica o profesional, por su origen geográfico y/o por su género.
La revista EjES entiende que el proceso editorial debe ser transparente y justo, motivo por el cual
adhiere a los principios y políticas que permitan asegurar una conducta ética y equitativa para las
partes implicadas. Estos principios y políticas se inspiran en las normas y códi-gos de ética establecidos
por el Committee on Publication Ethics (Code of Conduct and Best Practices Guidelines for Journals
Editors, COPE) y por el International Committee of Medical Journal Editors (ICJME).
EQUIPO EDITORIAL
Director:
Mateo, José Antonio (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas —Universidad
Nacional de Entre Ríos)
Secretaria de Redacción:
Prof. Ana María Ferreyra (Universidad Nacional de Entre Ríos)
Jefe de Redacción:
Dr. Maximiliano Camarda (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas —Universidad
Nacional de Entre Ríos)
Asistente de dirección::
María Iris Villagra (Universidad Nacional de Entre Ríos)
Redes Sociales:
Cian, Janet (CONICET).
Chicahuala Ferreyra, Axel (UBA).
Revisión de inglés:
Prof. Superior en Inglés Claudia Ester Schira (Universidad Nacional de Entre Ríos)
Revisión en portugués:
Ranieri, María Guadalupe (Universidad Nacional de Entre Ríos)
Maquetación y diseño:
Ríos, Evelyn Lucía (Universidad Nacional de Entre Ríos)
EQUIPO TÉCNICO:
Petitti, Eva Mara (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas —Universidad Nacional
de Entre Ríos)
Boyer, Robert (PhD) (École des Hautes Études en Sciences Sociales –EHESS– Francia)
Rispoli Florencia (PhD) (Universidad Nacional de La Plata — Argentina; Universidad Nacional Arturo
Jauretche)
Gil Montero Raquel (CONICET - Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales CCT- CONICET
Mendoza)
Año 6 N° 10 | FCECO | 12
COMITÉ INSTITUCIONAL
Tapa: “El último viaje” intervención sobre fotografía de Rogelio Roldán de José
Mateo.
El crecimiento de los suicidios en Santa Cruz durante la década de 1990. 115- 144
Aportes desde la tesis de Émile Durkheim.
Pamela Sosa
La electrificación del sur de Santa Catarina: de las primeras iniciativas 258 - 287
a la interconexión de los sistemas eléctricos (versión en castellano por
José Mateo).
Fabio Farías de Moraes
La economía de las luces: reformas de los aranceles postales y dinámica 336 - 365
de la circulación de la impresión en el siglo XIX en Brasil (versión en
castellano por Ana María Ferreyra).
Pérola Maria Goldfeder Borges de Castro
El Ferrocarril Noroeste Argentino y su rol en la integración económica 366 – 392
de la provincia de Tucumán (1885-1895)
Daniel Moyano
El complejo vial ferroviario argentino en el siglo XX. La evolución del 393 – 421
transporte de cargas.
Teresita Gómez Milo & Silvia Tchordonkian
Artículos
Sujeitos de direitos”: o discurso sobre a infância na construção das 424 - 443
políticas assistenciais no projeto Criciúma Criança (1990-1992) (versión
original).
Ana Carolina de Sá & Ismael Gonçalves Alves
El día del sociólogo. Antonio Dellepiane y sus aportes a la sociología 527 - 530
argentina
Manuel Cavia
Entre Ríos durante los años peronistas. La obra pública en la gobernación 531 - 546
de Héctor Maya (1946-1950)
María Iris Villagra
Reseñas
Magdalena Candioti, (2021) Una historia de la emancipación negra. 577 - 579
Esclavitud y abolición en la Argentina por Natalí Monzón.
Julián Casanova, (2017). La venganza de los siervos. Rusia 1917 por 580 - 583
Agustín Migone.
Ferrero, Brián G., compilador (2019). Islas de naturaleza. Perspectivas 584 - 587
antropológicas sobre las políticas de conservación por Francisco José
Preiti.
Año 6 N° 10 | FCECO | 18
PRESENTACIÓN EDITORIAL
José Mateo
Director
Paraná, 28 de octubre de 2021
Año 6 N° 10 | FCECO | 20
Dossier:
La muerte en las
ciencias sociales
Celeste Castiglione
Instituto de Estudios Sociales en Contextos de Desigualdades
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Universidad Nacional de José C. Paz
[email protected]
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Año 6 N° 10 | FCECO | 22
Celeste Castiglione. Presentación al dossier “La muerte en las ciencias sociales” 22 - 23
DOI: http://doi.org/10.33255/25914669/61012
Celeste Castiglione
https://orcid.org/0000-0001-7283-8089
Instituto de Estudios Sociales en Contextos de Desigualdades
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Universidad Nacional de José C. Paz
[email protected]
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Recibido: 01/03/2022
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
El presente trabajo busca ofrecer una lectura contextualizada de un
fragmento del Censo de 1914 escrito por Francisco Latzina (1843-1922),
migrante del Imperio Austro-Húngaro, que formaba parte de la élite
política e intelectual que gobernó la Argentina de 1880 a 1916, pero que
proyecta su discurso hasta el presente.
En su figura confluyen una multiplicidad de niveles: las corrientes que
conforman una Sociología argentina embrionaria, las migraciones tem-
pranas que aportan una construcción étnica e identitaria particular, la
formación de cuadros intelectuales que asumen un registro de obser-
vación al otro y en este caso específico con el estudio de su muerte se
Año 6 N° 10 | FCECO | 24
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Abstract
This paper seeks to offer a contextualized reading of a fragment of the
1914 Census written by Francisco Latzina (1843-1922), a migrant from the
Austro-Hungarian Empire who was part of the political and intellectual
elite that ruled Argentina from 1880 to 1916, but projecting his speech to
the present.
In his figure, a multiplicity of levels converge: the currents that make up
an embryonic Argentine Sociology, the early migrations that contribute a
particular ethnic and identity construction, the formation of intellectual
cadres that assume a register of observation of the other and in this case
with the study of his death are revealed from his positivist approach in all
their contradictory complexity.
Keywords: Migrations -Francisco Latzina-Death- Suicides-Sociology
Los significantes del progreso llegaron al Río de la Plata incorporando una nueva
noción del espacio y la temporalidad en donde la historia se inscribía en una
concepción lineal, ascendente y acumulativa dentro de la cual los individuos se
desembarazarían de los resabios del pasado para ir transformándose en nuevos
actores sociales guiados por las ideas de modernidad. Las prácticas y discursos de
la Ilustración comenzaban a filtrarse como parte del clima político que nutría las
corrientes independentistas. Las ideas enciclopedistas corporizadas en los textos
de Voltaire, Montesquieu y Rousseau constituyeron parte de las bibliotecas de un
circuito culto, por lo general, conformado por una parte del clero, letrados y los que
gravitaban alrededor de los primeros periódicos. Instituciones como el Real Colegio
de San Carlos fundado en 1783, luego Colegio de Ciencias Morales será un vórtice
que reunirá a los futuros miembros de la élite política (Belgrano, Moreno, Castelli,
Rivadavia, por citar solo algunos), constituyendo un grupo intelectual que nutría
parte del poder político.
A principios del siglo XIX, un conjunto de ideas económicas y las formas de
desarrollarlas en el territorio abren un debate en cuanto a los alcances de la libertad
de empresa y los límites que se podrían imponer en cuanto a la agricultura, como
una forma pacífica e idílica de gobernar un país en construcción. Una de las líneas
ideológicas, que recupera Terán (2015) es la forma en la que algunas profesiones y
Año 6 N° 10 | FCECO | 26
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Año 6 N° 10 | FCECO | 28
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Año 6 N° 10 | FCECO | 30
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
los cuerpos, que, en día más cruento de la peste, llegó a transportar más de 500
cadáveres que quedaban a la espera de su cristiana sepultura (Ver Fig. 3).
1 Algunas comunidades habían pensado en autoasistirse en cuestiones de salud y las ideas embrionarias de los futuros hospitales ya
habían nacido desde los británicos en 1844, el francés en 1863, el alemán en 1871, el italiano en 1872, el español en 1877, el gallego en
1912, el sirio libanés y el israelita en 1916 (Pizarro, 2008).
Año 6 N° 10 | FCECO | 32
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
2015:24), mientras la gran mayoría trataba de sobrevivir en los intersticios del modelo
agroexportador.
Numerosos son los volúmenes acerca de la historia de la migración que se han escrito
con respecto a esta etapa que llega hasta 1914, cuando la Primera Guerra Mundial
pone en tensión los alcances del modelo. Si bien las ideas anarquistas y socialistas
reunían adeptos, las mejoras laborales no estaban dentro de las prioridades del
Estado y eran desoídas o pospuestas. En este nuevo mundo, según el discurso de las
élites gobernantes, había que subirse al “tren del progreso”, en donde toda causa
tenía un efecto y el mundo era predecible y calculable. El campo intelectual ofrecía
también sus voces para apoyar esa narrativa: el sacrificio del presente llevaría a la
felicidad de las futuras generaciones.
La paradoja se encontraba en los miembros de la élite que, si bien, impulsaban la
modernización, de hecho, la necesitaban, al mismo tiempo lamentan los efectos que
esta conllevaba a partir de la presencia de la masa poblacional que habita la ciudad.
El “interior” y el espacio rural se transforman en el reservorio de lo tradicional, lo
bueno, lo puro, frente a los “males” de la gran aldea, en donde extranjeros brutos
dominaban el comercio transformándose en “nuevos ricos” que ponían en peligro el
ideario de Nación.
Las leyes laicas sancionadas a fines del siglo XIX (Matrimonio Civil, Servicio Militar
Obligatorio y de Educación Obligatoria y gratuita), contribuyeron a la formación como
ciudadanos de los hijos de migrantes para que adquirieran el amor a la nueva Patria;
pero la mirada sobre ellos era construida con elementos biológicos, pinceladas
cientificistas, metáforas zoomórficas y un racismo de base. Ramos Mejía, desde su
púlpito de la Facultad de Medicina en 1899, escribía sobre los niños escolarizados a
partir de la ley 1420 de 1884:
Ese embrión primero, el inmigrante, debía haber revestido en el orden social algo así como
la estructura de los peces, luego de los anfibios y finalmente la de un mamífero, quiero
decir que habría seguido en el orden de su perfeccionamiento intelectual y moral un
transformismo semejante (…) Crepuscular, pues, y larval en cierto sentido, es el estado
de adelanto psíquico de ese campesino, en parte, el vigoroso protoplasma de la raza
nueva, cuando apenas pisa nuestra tierra. Forzosamente tiene uno que convencerse de
que el pesado palurdo no siente como nosotros (1899:291).
La primera generación es, a menudo, deforme y poco bella hasta cierta edad; parece el
producto de un molde grosero, los primeros vaciamientos de la fundición de un metal
noble, pero todavía lleno de engrosamientos y aristas que el pulimento posterior va a
corregir. Hay un tanto por ciento de narices chatas, orejas grandes y labios gruesos: su
morfología no ha sido modificada aún por el cincel de la cultura (1899:301).
Las formas de pensar la llamada “cuestión social” (Lobato, 1996) tiene una respuesta
positivista desde el Estado bien clara, en donde las leyes de las ciencias naturales,
fácilmente podían aplicarse a estos grupos protoplasmáticos, que se encontraban en
estadios inferiores de evolución, que “sienten” distinto y del que cada grupo formaba
parte de una función dentro del “cuerpo social”, (con partes diferenciadas: una que
piensa, otra que trabaja, y otra que constituye los desechos) aplicadas en diversas
metáforas organicistas.
Podríamos seguir con cientos de ejemplos que la cúpula intelectual vierte en
numerosos escritos y foros académicos nacionales e internacionales conformada
por José María Ramos Mejía, Agustín Álvarez, Carlos Octavio Bunge y luego José
Ingenieros, introduciendo a posteriori, la corriente de la criminología lombrosiana y
eugenésica (Miranda y Vallejo, 2005).
Desde el plano político, la figura de Miguel Cané será la más representativa, tanto
como escritor o como senador pone de manifiesto lo latente en las capas altas de su
sociedad. A través de la ley de Residencia sancionada en 1902, condensa un grupo
de ideas y promueve la expulsión de extranjeros que comprometieran la seguridad
nacional o perturbaran el orden público. Allí se englobaban cualquier tipo de
sospechas con respecto a migrantes e incluso a nativos, y solamente en la semana
siguiente a su sanción fueron deportados 500 españoles, italianos y argentinos
sospechados de actividad anarquista (Constanzo, 2009). El principal biógrafo de
Cané, Horacio Sanguinetti mencionaba que hubo un arrepentimiento por los efectos
de la ley y el modo vergonzosamente arbitrario en que fue ejecutada: “Pero esta
aplicación aberrante fue reconocida y denunciada por el propio Cané, y esto lo honra
y lo reivindica en su error. Su inteligencia y su perspicacia no podían dejar de advertir
el crecimiento del monstruo que de buena fe había contribuido a crear” (Sanguinetti,
2000:22).
Terán no deja de mencionar que el “lamento” de Cané, como usualmente ocurre, se
halla relacionado con los privilegios (personales y de clase) que se encuentran en
juego y que expresa de manera clara:
¿Dónde, dónde están los criados viejos y fieles que entreví en los primeros años en la
casa de mis padres? ¿Dónde aquellos esclavos emancipados que nos trataban como a
pequeños príncipes, dónde sus hijos, nacidos hombres libres, criados a nuestro lado,
llevando nuestro nombre de familia, compañeros de juego en la infancia, viendo la vida
recta por delante, sin más preocupación que servir bien y fielmente? El movimiento de
las ideas, la influencia de las ciudades, la fluctuación de las fortunas y la desaparición
de los viejos y sólidos hogares, ha hecho cambiar todo eso. Hoy nos sirve un sirviente
europeo que nos roba, se viste mejor que nosotros y que recuerda su calidad de hombre
libre apenas se le mira con rigor”. Como contrapartida emerge la revalorización de las
provincias del interior y sobre todo de las campañas, donde “quedan aún rastros vigorosos
de la vieja vida patriarcal de antaño, no tan mala como se piensa (Cané, 76 [1901]2004)
En 1910, previendo disturbios ocasionados por las huelgas en distintos sectores que
daban visibilidad a las pésimas condiciones laborales que soportaban, y temiendo
Año 6 N° 10 | FCECO | 34
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
su impacto en los festejos del Centenario, se sanciona la Ley de Defensa Social, que
prohibía la entrada de anarquistas, los que ingresaban tenía penas de tres a seis años,
se prohibía el asociacionismo, se censuraba sus publicaciones y hasta se promovió
la pena de muerte. En el discurso del diputado Eduardo Oliver se lee en el Diario de
Sesiones del 27 de junio: “Sostengo, señor, que estos monstruos están fuera de toda
ley social que los ampare” (Constanzo, 2009:36).
Año 6 N° 10 | FCECO | 36
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
2 Adolfo Doering nació el 22 de enero de 1848 en Neuwaake, Hannover, Alemania. Estudió en la Universidad de Goettingen, donde dejó
inconclusos sus estudios de doctorado en Ciencias Naturales. Arribó a la ciudad de Córdoba en 1872 como ayudante de la cátedra de
Química de la Universidad Nacional de Córdoba. Al ser separado de puesto el titular, Máximo Siewert, Doering lo reemplazó primero en
forma interina y en 1875 como titular. Cabe aclarar que la cátedra de Química junto con las de Matemáticas, Física, Botánica, Zoología y
Geología constituyeron el núcleo sobre el cual se fundó la Facultad de Ciencias Fisico-Matemáticas en 1876. En esta misma institución,
Doering dictó la materia de Zoología desde 1892 hasta 1916.Al igual que su hermano (Oscar Doering) participó en la organización
de la Academia Nacional de Ciencias, de la que fue miembro desde su creación en 1878 y ocupó la presidencia entre 1914 y 1923.En
la República Argentina Adolfo Doering desarrolló una importante labor científica en química, zoología y geología, siendo una de las
principales el Informe oficial de la Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la Expedición al Río Negro. Murió en 1925
en Capilla del Monte, provincia de Córdoba. (ANC, 2022)
3 Jorge Hieronymus, nacido en 1846 en Silesia (hoy parte de Polonia), dejó inconcluso su doctorado al aceptar el cargo de ayudante del
Profesor Pablo Lorentz (botánico alemán residente en Córdoba que junto con Doering acompañó a Roca en la “Conquista del Desierto”
en 1879), arribando en 1872, a tiempo para unirse a la exploración hacia el noroeste organizada por el Profesor de Botánica. Su primera
contribución al estudio de la flora argentina fue resultado de la travesía desarrollada por las provincias del norte. En 1874 Hieronymus
ascendió al cargo de profesor y director del Museo de Botánica. Posteriormente, participó en forma decidida en la organización de la
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (1876) y de la Academia Nacional de Ciencias. Al frente del Museo de Botánica acrecentó las
colecciones y produjo un conjunto de trabajos originales, escritos en español. Después de 11 años, regresó a Alemania donde murió en
1921. (ANC, 2022)
Como miembro del Instituto Geográfico Argentino (IGA) y la Sociedad Científica
Argentina (SCA), diseñó un mapa a requerimiento de la IGA que se tituló Mapa
geográfico y estadístico de la República Argentina. La República Argentina como
destino de la emigración europea (1883), con ampliaciones de la ciudad de Buenos
Aires y la ubicación de las colonias agrícolas de Santa Fe, con información de leyes,
clima, valor de la tierra, medios de comunicación, tabla de pesos y medidas, así como
el tipo de artículos de consumo popular. Fue traducido al alemán, español, inglés e
italiano, con una impresión de 12.000 ejemplares que se distribuyeron en embajadas
y consulados (González Bollo, 2013). (ver Fig. 4 y 5)
En 1884 Latzina, que ya era Director General de Estadísticas de las Nación, integró
junto a otras personalidades la Comisión Especial de Investigación Agrícola y luego
formó parte de la Comisión Argentina para la Exposición Universal de París en 1889
y el Exposición de Chicago en 1892.
Año 6 N° 10 | FCECO | 38
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Figura 6: Francisco Latzina en su despacho en la Dirección General de Estadística de la Nación, circa 1915.
4 Todos estos datos al igual que la foto se la debo a Salvador Francica, porque como suele suceder “al mejor cazador se le escapa la
liebre” y cerrando el artículo di cuenta de que faltaba la morada final de Latzina y fue allí cuando la amiga Liliana Rothkpf con su
habitual generosidad me conectó con el cementerio de la Recoleta, ya descartado que no estuviera en el Cementerio Chacarita.
Año 6 N° 10 | FCECO | 40
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
las enfermedades que provenían del exterior, léase inmigrantes, que llevaban
progresivamente a una “degeneración moral” que derivaba en delitos de diversa
índole, al mismo tiempo que seguían arribando en su “lucha por la vida”, ¿eran
parte de la selección natural? Una de las conclusiones a las que arribaron era que
estos individuos estaban sometidos o tenían una predisposición a dejarse llevar por
pasiones descontroladas, vicios, alcoholismo y múltiples categorías de locura que
empiezan a tipificar.
La élite intelectual y profesional de Argentina se hace eco de los temas que
preocupaban a las sociedades modernas en donde el suicidio era uno de los más
importantes. En su edición original de 1897 Émile Durkheim traza en El Suicidio la
relación entre su aumento con las sociedades modernas estableciendo una tipología
en donde la pérdida de lazos sociales eran el origen de su incremento. Enrico
Morselli que publica Il suicidio. Saggio di statistica morale comparata en 1879, era un
psiquiatra y sociólogo italiano, que usó las estadísticas para sostener que el suicidio
era resultado de la lucha por la vida que proponía el avance de la civilización y uno
de los autores citado por Latzina. Los ecos de los debates europeos darwinistas,
spencerianos y malthusianos se sumaban con la cuestión social en Argentina, que
seguía recibiendo migrantes.
El incremento poblacional en la Argentina posee tres momentos diferenciados: un
período de crecimiento moderado desde el siglo XVII hasta 1857, fluctuantes pero
inferiores al 2% de la tasa media anual; un crecimiento que Otero (2006) señala
como “espectacular” entre 1857 y 1914, con valores superiores al 3% con el pico de
3,65% en 1914, para luego ir descendiendo describiendo una campana de Gauss, con
un crecimiento vegetativo importante y un aporte sin precedentes de la población
extranjera.
Por otro lado, si consideramos el crecimiento poblacional total se observa una
trayectoria que ilustramos en la Tabla N°1, en donde se describen fluctuaciones
vinculadas a una alta proporción de retornos (por ejemplo, en la Crisis de 1890, la
volatilidad “golondrina” del mercado de trabajo, ya que el flujo migratorio estuvo
marcado por una alta tasa de masculinidad hasta mediados del siglo XX, así como
aspectos o demandas vinculados a su sociedad de origen que auspiciaban su regreso).
Año 6 N° 10 | FCECO | 42
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
primera generación que se inicia a mediados del siglo XIX. 5Asimismo, las fuerzas
policiales, el mundo penitenciario y la medicina encontrarán una intersección que
suministrará casuística para ser presentada en los congresos científicos que proliferan
a medida que las disciplinas se formalizan y establecen sus pertinencias.
Latzina forma parte de la segunda generación que se establece a partir de la Ley
3180, que en 1894 crea el Departamento Nacional de Estadísticas, dependiendo de la
Dirección General en el Ministerio de Hacienda, ya de carácter nacional.
A partir de ese momento la estadística se despliega en todo el organigrama
administrativo, con cargos más estables y una “promoción meritocrática” (Otero,
2006:196). En ese contexto el Segundo Censo se desarrolla en 1895 con un nivel
técnico y organizacional en donde se separó con distintas fichas individuales con
colores por sexo y se identificó la nacionalidad, pero será el de 1914 el que brinde un
análisis retrospectivo de las implicancias de las migraciones que analiza Latzina y en
un aspecto particular que es el suicidio, fragmento del cual nos ocupamos.
Al inicio de este fragmento, Latzina manifiesta que su punto de partida será el “método
positivo de investigación que consiste en el desarrollo de series comparativas y en
el cálculo de proporciones y términos medios estadísticos de hechos observados”
(Latzina, 1918:592), que aplica al suicidio siendo este un “fenómeno social”.
A lo largo de su análisis comparativo con respecto a otros países, se hace preguntas
que él mismo se responde de causas que podrían acrecentar la tendencia al suicidio y
llega a algunas conclusiones en virtud de las categorías estudiadas. En consecuencia:
no es el clima, ni las estaciones, ni la lluvia, ni la influencia telúrica, ni la estatura del
individuo, ni la estructura antropológica, ni el género, así como tampoco la extensión
de los ferrocarriles lo que lleva al individuo a matarse. Un aspecto interesante lo
plantea en función de los regímenes alimenticios evaluando ejemplos, pero concluye
que es más el acceso al alcohol y especialmente el aguardiente la que favorece
“mucho las tendencias al suicidio [como] es sabido, aun cuando no se pueda atribuir
a aquél solo toda la razón determinante de éste” (602)
El paulatino abandono de las creencias religiosas contribuye “indudablemente”
señala Latzina a aumentar las cifras de los suicidios. Si bien esta es una afirmación
coincidente con las hipótesis de Durkheim, éste nunca lo menciona. Y, seguramente,
formado en un protestantismo ascético señala:
Hay individuos que no faltan a ninguna misa como no faltan a ningún estreno teatral,
y que, esto no obstante, no creen en nada: mientras que otros, que no asisten nunca a
ninguna función religiosa, son verdaderos creyentes, porque tienen el altar ante el cual
5 La primera generación estuvo vinculada a los intentos por institucionalizar una repartición estadística a principios de la década de
1850. De esta etapa, el Primer Censo de 1869, durante la presidencia de Sarmiento constituyó un hito fundamental en esta etapa ya que
hubo un intento de adecuar a los criterios modernos las preguntas a través de un organismo único encargado. Para profundizar en la
historia de los censos, ver Otero (2006) y Massé (2016).
E incluso los judíos presentan las cifras más exiguas dentro de las estadísticas de
suicidios, aunque no lo da por cerrado.
Resulta sumamente interesante la observación que realiza con respecto a la prensa
y la forma en que la sugestión y la imitación contribuyen al aumento de suicidios
de los sujetos que portan pobres existencias y “que se estrellan contra los escollos”
(Latzina, 1916:593) llevándolos a su fatal decisión.
Aquí incorpora una variable, en concordancia con su línea ideológica, y es la
inteligencia, planteando que son los individuos “vulgares” o “intelectualmente
desequilibrados, moralmente exhaustos y enfermos sin esperanza” los que se suicidan.
De a poco comienza toparse con el conflicto y la contradicción que representan las
sociedades modernas y de las que hablaban Cané, Ramos Mejía y Bunge, en las que el
grado de alfabetismo tampoco define a una persona como “culta”: “el 90% de los que
saben leer y escribir son ignorantes, casi tan ignorantes como si fuesen analfabetos”
(Latzina, 1918:600), de manera que la relación entre alfabetos y analfabetos no revela
una solución posible. Percibe que es la “cultura a medias”, una suerte de emulación
de civilización y falsa erudición por parte de algunos individuos, lo que los lleva
--cuando se enfrentan con su vacío--, a suicidarse.
Lo que queda al descubierto es el crecimiento de la tasa de suicidios a lo que el
clima de la época no dudó en tildar de epidemia y que Latzina diluye a partir de
la constante comparación con otros países, aunque reconoce que “Nuestra cifra me
parece un poco elevada para una tierra en promisión” (1916:596)
Esta era la narrativa que se vertía hacia las clases trabajadoras, entre las que en
su mayoría se encontraban los migrantes. Allí Latzina expone un cuadro que es el
corazón de esta reflexión retrospectiva, que lejos está de ser definitiva, y que hemos
reconfigurado en un gráfico que ilustra su análisis:
Año 6 N° 10 | FCECO | 44
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
¿Qué nos dice este gráfico al que Latzina no dedica más que dos pequeños párrafos
y pone en evidencia que el 60% de los de los suicidios son de extranjeros, pero sobre
lo que no agrega nada más?6. De 1891 a 1914, 2699 argentinos se sacaron la vida y
3825 eran migrantes, lo cual pone en relieve la emergencia que este segmento de la
población atravesaba, y del que la élite política e intelectual no ofrece respuesta, dado
que traza una línea ascendente durante los años consignados.
Este constituye un dato insoslayable acerca de las situaciones críticas que debía
atravesar la población migrante que, junto a las condiciones indignas de trabajo y
de vida, se sumaban el desarraigo, la distancia, la discriminación entre tantas otras
dolencias físicas y mentales.
A menudo las asociaciones étnicas, también llamadas sociedades de socorros mutuos,
ofrecían algún consuelo material (información de trabajos, contactos, préstamos de
dinero, médicos, vivienda) o simbólicos (encuentros sociales que reforzaban la identidad
étnica, fiestas donde el individuo podía hablar en su idioma y/o dialecto, cantar y ser de
manera natural miembro de un colectivo). Estas instituciones detectaban a través de
6 Las cifras de Latzina, corresponden a una parte del territorio (Buenos Aires en un sentido amplio) como bien me ha informado el
Dr. Julián Arroyo, especialista en este período histórico específico y del suicidio en particular, que me ha facilitado no solo numerosa
bibliografía sino también su tiempo y gran conocimiento de manera generosa, a fin de profundizar este artículo.
Tabla N°3 Fragmento de los Censos de 1895 y de 1914 con respecto a las nacionalidades elegidas por Latzina
(En números y %)
1895 1914
Gran Bretaña 21.788 2.1% 27.692 1.2%
Alemania 17.148 1.6% 26.995 1.1%
Francia 94.098 8.9% 79.491 3.4%
España 198.685 18.7% 829.701 35.2%
Italia 492.636 46.5% 929.863 39.4%
En la Tabla N°3 se observa que, si bien las tres primeras nacionalidades eran parte
de las llamadas migraciones tempranas en donde nos hemos detenido en el punto 2,
se observa no solo su escaso volumen sino también su descenso.
El en caso de Gran Bretaña, que registra el número más bajo con 101 suicidios su
número se mantiene escaso con menos de diez casos por años, con la excepción de
1908 sin uno y 1909 con 13.
En el caso de Alemania, el número de suicidios es bajo, e incluso en 1898 no se
registra ninguno, hay algunos en donde se percibe un notable aumento de los casos,
especialmente en los últimos tres años consignados con 17, 13 y 14 registrados.
Este número resulta significativo dado que su presencia seguía trazando una línea
descendente de migrantes.
El descenso de migración francesa resulta drástico en la relación intercensal, y sin
embargo mantiene un trazado regular otorgando, en la mayoría de los años números
entre la decena y la treitena de suicidios, llegando a un pico en 1913 con 32 casos,
posicionándose en un tercer lugar.
Los españoles aumentan significativamente su volumen en Argentina dibujando una
traza ascendente con un pico de 156 casos en 1914, que resulta importante, al igual
que la de los italianos. Como expresa Arroyo en su análisis de las cartas (2018) y
Año 6 N° 10 | FCECO | 46
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Otro de las categorías que estudia Latzina son las causas y allí, el “hastío de la
vida”, que hoy podríamos encuadrar en los distintos tipos de depresión, le continúa
como la segunda fuente de decesos auto infligidos. Latzina engloba aquí a el amor
contrariado, los celos, los disgustos de la vida y los malos tratamientos. Apoyando
la información acerca de la relación con la vejez le siguen las “dolencias físicas”
y las “penurias pecuniarias”, producto de inversiones fallidas, escasez de recursos
materiales y simbólicos a los cuales recurrir, estafas e incluso ludopatía.
En distintos momentos Latzina bordea una explicación que encuentra en la relación
entre la civilización y las necesidades ficticias que esta conlleva, haciendo que el
hombre común desee y ambicione realidades que no están a su alcance, o peor, al
que las luces de la ciudad le hicieron creer que era “merecedor”: “Un individuo con
pocas necesidades es rico y feliz, y lo es en tanto más cuanto menores son éstas”
(Latzina, 1918:600). En consecuencia, es mejor no desear sino aceptar el lugar en
donde Dios y sus propias acciones los han llevado a desempeñar. En consecuencia,
advierte, en las comarcas más avanzadas económicamente son más frecuentes las
muertes autoinflingidas que en las pobres y atrasadas en función de las tentaciones
que ofrece.
Llega a una interesante reflexión en cuanto a que cuando la población es más densa
como ocurre en las ciudades “los modos de ganarse la vida es más cruda”, así como
también lo son más frecuentes en los espacios urbanos más que en el ámbito rural,
Año 6 N° 10 | FCECO | 48
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Bibliografía
Año 6 N° 10 | FCECO | 50
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Año 6 N° 10 | FCECO | 52
Celeste Castiglione. De Moravia a Buenos Aires: la presencia de Francisco Latzina en la... 24 - 53
Julián Arroyo
https://orcid.org /0000-0003-2023-4050
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Humanas
Centro de Estudios Sociales de América Latina /
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
[email protected]
Tandil, Buenos Aires
Argentina
Recibido: 01/03/2022
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
En el presente artículo abordamos, desde una perspectiva histórica
y sociocultural, un conjunto de casos de suicidio ocurridos en la
ciudad de Buenos Aires entre 1859 y 1888, con el fin de observar el
contenido de los mensajes escritos por los hombres que se quitaron
la vida y su relación con el horizonte masculino de expectativas de
la época. Al mismo tiempo, al indagar estos referentes empíricos
también prestamos especial atención a dos cuestiones. En primer
lugar, observamos los distintos tipos de enunciados transmitidos en
las notas (declarativos, expresivos, regulativos, etc.). Asimismo, al
Año 6 N° 10 | FCECO | 54
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
Abstract
This article addresses, from a historical and sociocultural perspective,
a set of suicide cases that occurred in the city of Buenos Aires between
1859 and 1888, in order to observe the content of the messages
written by the men who took off their life and its relationship with the
masculine horizon of expectations of the time. At the same time, when
investigating these empirical referents, special attention is also paid
to two questions. In the first place, the different types of statements
transmitted in the notes (declarative, expressive, regulative, etc.) are
observed. Likewise, when analyzing these speeches, it is investigated
whether the suicide was responsible for what happened, or, on the
other hand, blamed, directly or indirectly, others for his acts.
Keywords: suicide; death; buenos aires; 19th century; cultural history.
1 Este trabajo retoma ideas abordadas en el décimo capítulo de la Tesis Doctoral del autor, así como nuevas fuentes documentales,
reflexiones y argumentos desarrollados a partir de nuestras tareas de investigación actuales. Agradezco al Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), por brindarme el financiamiento necesario para llevar adelante mis estudios de
postgrado y, en la actualidad, por proveer los fondos para la etapa postdoctoral.
2 Para desarrollar nuestra investigación hemos consultado los sumarios judiciales del fondo “Tribunal Criminal” de la ciudad de Buenos
Aires, disponibles en el Archivo General de la Nación [en adelante, AGN, FTC]. Estos abarcan el período que va de 1859 a 1888. De este
modo, relevamos 722 expedientes, en los que figuran un total de 724 casos de suicidio (500 consumados y 224 tentativas). Parte de este
material fue consultado por Donna Guy (2014), para estudiar los casos de suicidio de las prostitutas de la ciudad de Buenos Aires, entre
1880 y 1900. Asimismo, también hemos consultado algunos ejemplares de los diarios “La Prensa” y “La Nación”, a fin de observar los
discursos que circulaban en los medios gráficos acerca de los casos de suicidio.
3 Hemos encontrado pocas investigaciones que aporten a la comprensión del suicidio desde una perspectiva histórica en Argentina, por
ejemplo: Otero (1991), Caminotti (2010), Guy (2014), Arroyo (2018, 2020, 2021) y González (2019).
4 Podemos definir un tipo narrativo como la historia general que subyace dentro de un relato específico. En este sentido, una misma
narración puede hacer referencia a más de un tema / causa determinante, aunque uno de ellos sea el que predomina. Así, nos
propusimos encontrar, en el conjunto de los testimonios relevados, diferentes modelos de narración. Es decir, reconocer diferentes
formatos de historia verosímil, a partir de los elementos en común, dicho de otro modo, los núcleos centrales de cada modelo narrativo;
por ejemplo, un tipo de narración estaba centrado en los sufrimientos internos del sujeto que padecía la enfermedad; en otro, el relato
estaba orientado a los problemas económicos que estaba atravesando el individuo que se quitó la vida, entre otros posibles modelos
narrativos.
Año 6 N° 10 | FCECO | 56
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
modo, hallamos diferentes relatos que se repetían con mayor frecuencia, a la hora de
narrar los suicidios ocurridos en la capital del estado argentino, entre 1859 y 1888.
Así, encontramos las historias verosímiles enunciadas por el suicida y los integrantes
de su red vincular. Asimismo, logramos identificar los valores y creencias que daban
sentido a un suicidio, es decir, los principios del marco axiológico.5 En la etapa actual
de nuestra investigación, por otra parte, elegimos centrar nuestra atención en las
acciones comunicativas de los que llevaron adelante un acto suicida. En este sentido,
una de nuestras metas es estudiar el rol que desempeñaba la elaboración de cartas
por parte de los suicidas; dicho de otro modo, cuál era el papel que tenía la redacción
de estos escritos en diversas circunstancias, y qué significados transmitían a los
integrantes de la red social del que se quitaba la vida. Con este objetivo, consultamos
los textos dejados por los suicidas a sus otros significativos.6
En el transcurso de la investigación policial, algunos de los escritos elaborados por
los suicidas fueron incorporados como parte de los expedientes. En otros casos, quedó
registro de la existencia de las notas y datos del contenido, pero no fue adjuntada con
el resto de la documentación. Otras veces, el suicida dejó un mensaje para la policía y
el resto de las cartas en sobres cerrados, para que fueran enviadas a sus destinatarios;
en algunos episodios, los deudos proveían información sobre la nota y las últimas
palabras del suicida. Si los escritos eran encontrados en el hogar del suicida, o entre
sus vestimentas, los integrantes de la familia o sus amistades pedían estos textos; tal
vez, con la intención de preservar estos documentos a modo recuerdo, o de impedir
que los hechos narrados en las notas fueran expuestos en los diarios y periódicos.
En la mayoría de los sumarios, no encontramos notas o referencias a las cartas
legadas por los suicidas. De los 722 sumarios relevados, 180 guardaban escritos de
este tipo en su interior, o alguna mención de su existencia por parte de los policías y
los testigos. Asimismo, observamos que la mayoría de los que dejaron carta fueron
hombres (156 casos, 86,67%). Aunque esto no es sorpresivo, teniendo en cuenta
que la mayoría de los suicidas eran varones, encontramos una pequeña diferencia
si confrontamos este valor con la proporción de suicidios masculinos dentro de
la totalidad de los sumarios analizados (78,18%). Como contracara, mientras que
las suicidas representaban el 21,82% en el total de los casos estudiados, las que
escribieron notas tenían una representación menor en el total de los casos (13,33%,
24 casos).
En vista de que en etapas previas de nuestra investigación hemos notado diferentes
representaciones, actitudes y prácticas vinculadas con los actos suicidas de hombres
y mujeres, consideramos oportuno analizar los escritos redactados por los actores
6 Para una reflexión desde una perspectiva historiográfica sobre las notas y cartas de los suicidas como fuentes históricas, véase entre
otros, el reciente trabajo de Mario Fabregat y Daniela Belmar (2020). Sobre este tema consultar también Arroyo (2018, 2020, 2021).
7 Los expedientes judiciales presentan diferentes hipótesis manifestadas tanto por los que declaraban como por los interrogadores.
En estos testimonios, podemos encontrar distintas interpretaciones, ilusorias o fundadas, sobre los posibles fundamentos para poner
fin a la vida por mano propia. Es decir, lejos de darnos una visión acabada de lo que ocurrió, estas fuentes nos dicen más sobre lo que
resultaba verosímil para los contemporáneos. Por otra parte, para resultar creíble la explicación debía estar fundada en ciertos hechos
de la vida del suicida. Si bien no podemos comprobar la sinceridad de sus respuestas, o la veracidad de los pormenores de cada historia,
podemos tratar de entrever algunas de las principales dificultades o conflictos que apremiaban al suicida en los momentos previos a
quitarse la vida.
Año 6 N° 10 | FCECO | 58
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
8 Según Julian Pitt-Rivers (1999, p. 242), las formas de matar, o inclusive de suicidarse, podían tener un significado honorífico en cada
cultura. Así, por ejemplo, en algunas sociedades, morir por la pérdida de sangre era más honroso que perder la vida asfixiado. Si el medio
de quitar la vida podía ser un símbolo de prestigio o de deshonra, los motivos que alegaba el que se suicidaba también podían afectar
su reputación en la comunidad. Las cuestiones de honor fueron parte de la construcción de las identidades femeninas y masculinas de
la época y como tales eran motivos verosímiles para los que buscaban explicar los casos de suicidio. En algunos, los mismos individuos
que se habían suicidado dejaban sentado en sus cartas frases y enunciados en los que hacían referencia a la importancia de su honra y
la de su grupo familiar. Proteger la respetabilidad de la familia era de importancia, era un mandato central. Las acciones de hombres
y mujeres, de generación en generación, construían a partir de la reputación legada. Así, los méritos y las virtudes, o en su defecto,
los vicios y faltas de cada uno de los miembros del grupo familiar repercutía en el conjunto: el apellido podía ser portador de virtud
o deshonra. En este sentido, los individuos, en cada situación, estaban siendo evaluados por el tribunal de la opinión pública, como
veremos, incluso cuando decidían quitarse la vida. En el período que abordamos, la honra masculina era asociada con el valor, la fuerza
física, la virilidad y la honradez (honestidad en los negocios comerciales y desempeño profesional). Sobre esta última cualidad estaban
centrados los discursos y las referencias legadas por los suicidas que analizamos en esta oportunidad. En este sentido, encontramos
pocas alusiones a la honra masculina y su vinculación con otros temas, por ejemplo, la fidelidad de sus familiares de género femenino,
parejas o cónyuges. Sobre el honor en la cultura durante el proceso de formación de la Argentina Moderna, véase, entre otros, Gayol
(2000 y 2008) y Cicerchia (2001).
Personas que conocían al suicida nos hacen saber que ha sido victima de su delicadeza
y tal vez del desaliento que le causo la perspectiva de quedarse sin recursos para
vivir, después de una vida laboriosa que le proporcionó una fortuna respetable. [...] En
estos días tenían algunos vencimientos de importancia para los que no contaba con
efectivo disponible: pero deja tres propiedades libres de carga, cuyo valor escedera
Año 6 N° 10 | FCECO | 60
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
de cincuenta mil pesos fuertes, cantidad sobrada para pagar todas sus obligaciones
en plaza.10
Según lo relatado por el cronista, Becker dejó ocho cartas. Una de estas estaba
dirigida a su ex-patrón, Antonino Cambaceres:
Un detalle que demuestra la prolijidad serena conque tomo esa fatal determinación,
es que la carta dirigida al señor Cambaceres le enviá cuidadosamente envueltos en
papeles de seda los retratos de cada uno de los miembros de la familia de aquel que
durante los veinti tantos años que estuvo de cajero, tanto con el padre de D Antonino
Cambaceres como con este mismo señor, había recibido.11
El contenido de las otras cartas dejadas por el suicida también era interpretado
por el cronista como signo de su carácter imperturbable y frío, propio de una mente
serena, que deja en orden sus asuntos antes de poner fin a su existencia: “En las cartas
indicadas se revela la tranquilidad de ánimo con que dicto su última voluntad”.12
En todas hablaba de sus negocios, sobre todo, en la dirigida a su socio, Costa. En
sus últimos escritos también se mostró preocupado por la suerte de su empleado
doméstico: “Se ha cuidado de la suerte de García con verdadero interés, y en una de las
cartas recomienda al dependiente para que le proporcionen colocación”. Asimismo,
según el cronista, le dejó a su sirviente tres meses de salario adelantado. Por último,
en la dirigida a García lo alentaba a seguir adelante con firmeza: “Póngase a las
órdenes del señor Señorans y tenga sangre fría como corresponde a un viejo soldado
como Vd.”. Por último, en las notas suicidas, Becker pedía un entierro sencillo y sin
invitación. Según el cronista, esto fue respetado por los deudos: “Cumpliendo su último
deseo, hoy será conducido modestamente a su última morada”. Becker fue presentado
en este recuento biográfico como un ejemplo de laboriosidad y honradez, antes que
incumplir con el pago de sus deudas, respondía con su vida y con las propiedades
que le quedaban. Sus actos no eran representados como los de un desesperado, un
apasionado o un loco; eran presentadas como las acciones de un hombre tranquilo,
que había tomado su resolución con serenidad. Al mismo tiempo, en la desgracia,
demostraba preocupación por su empleado y gratitud hacia sus antiguos patrones,
aquellos que le brindaron las posibilidades para crecer y progresar. En suma, era
el relato de un “gran hombre” que había caído en desgracia y terminaba su vida
estoicamente.
El caso de Julio Becker ejemplifica otras situaciones narradas en los sumarios
10 La Prensa, 15/09/1884
11 Ídem.
12 Ídem.
En esta nota, el suicida se representaba como un hombre honrado que cumplió con
su deber hasta el final, legando un buen nombre a su familia. No era un “cansado de
la vida” o un individuo consumido por los vicios, había luchado hasta ese entonces
por su hija, que encomendaba a su yerno. Sólo le quedaba solicitar perdón a sus
14
14 La categoría más enigmática que hemos encontrado hasta ahora entre las causas determinantes es el llamado “hastío” o “cansancio”
Año 6 N° 10 | FCECO | 62
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
familiares y que pagaran sus deudas con los bienes que quedaran de su negocio. La
carta de Manuel Pastor funcionaba de la misma forma que las necrológicas elogiosas
y afectuosas, dejaba una imagen más amable que recordar a sus deudos, guardianes
de la memoria del suicida.
Por otra parte, otros suicidas no manifestaban el estado de serenidad y tranquilidad
de espíritu con el que fue caracterizado Becker. De acuerdo con la nota suicida que
dejó Edgardo Moreno (argentino, 41 años, casado, dos hijos, ingeniero), los últimos
momentos de su existencia estuvieron cargados de una fuerte desesperación. Moreno
se quitó la vida en su domicilio, el 3 de agosto de 1888, cerca de las 7:30hs de la
mañana. Según los testimonios de la familia (tenía esposa y cuatro hijos), creían
15
que se había suicidado después de tener una serie de pérdidas como consecuencia
de sus operaciones bursátiles, aunque recalcaban que para ese entonces habían
solucionado estas dificultades con éxito. De acuerdo con la versión de los hechos
narrada en “La Prensa” (04/08/1888), el suicida era hermano de Enrique B. Moreno,
ministro argentino de relaciones exteriores en Rio de Janeiro. Edgardo Moreno se
había desempeñado, la mayor parte de su vida, como ingeniero, y sólo en el último
tiempo se dedicó a las especulaciones bursátiles, de acuerdo con lo mencionado en
la noticia. Las fuertes pérdidas en la Bolsa, durante los meses de junio y julio de ese
mismo año, habían obligado a Moreno a entregar, en pago de lo que debía, todo lo
que poseía y, además, también firmó papeles que lo comprometían a pagar en plazos
el resto de lo adeudado. Al mismo tiempo, Moreno se negó a recibir el auxilio de sus
amistades, que se ofrecieron a ayudarlo para saldar sus deudas. La nota que dejó a
su familia y amigos no fue reproducida, pero el cronista mencionaba su existencia y
aclaraba que, en este escrito, pedía perdón a su esposa y amigos por su resolución y
expresaba su deseo de que nadie tuviera que ocuparse de su muerte. Por último, la
noticia concluía con estas últimas líneas:
Eran bien conocidas sus cualidades, como hombre honrado y trabajador, que le
granjearon amigos y simpatías merecidas.
Es una perdida verdaderamente lamentable, a cuyo pesar nos asociamos sinceramente.
de la vida. De alguna forma, era diferente al resto (demencia, padecimientos físicos, pobreza, malos negocios, etc.), aunque su significado
no nos queda claro. Sólo podemos interpretar que nos habla de un intenso estado de desesperación, pero sin estar asociado a un
hecho concreto o a una variable particular. El “cansancio” o el “hastío” de la vida, más allá de las particularidades de cada caso, era
interpretado, desde el discurso científico, como un signo de la falta de aptitud para encarar la lucha por la existencia en el desarrollo
de la evolución social. José María Ramos Mejía (1896), por ejemplo, entendía esa falta de energía, ese desprecio por la vida (el taedium
vitae), como el resultado de la selección natural que iba acabando con los seres de estructura física, mental y moral débil. Desde esta
perspectiva, estos eran individuos poco útiles para el organismo social, ya que no podían soportar el alto grado de nerviosismo al que
estaban expuestos los que vivían en el mundo civilizado. De acuerdo con el discurso de algunos médicos de la época, los casos que
estaban agrupados bajo el calificativo “cansancio” o “hastío” de la vida, estaban en la frontera que separaba la locura de la razón.
16 Sobre este asunto, reflexionamos a partir de las ideas presentadas por Daniela Belmar (2018, p. 95) acerca de las actitudes de los
suicidas a la hora de tomar responsabilidad por sus acciones. Belmar, al estudiar los casos de suicidio de Santiago de Chile y San Felipe,
entre 1920 y 1940, observó que mientras los varones tendieron a hacerse responsables de su acto suicida y las circunstancias que los
motivaron a llevarlo adelante, las mujeres, en cambio, hicieron responsables de sus acciones a otras personas o a factores externos.
Como veremos a continuación, al consultar la documentación, si bien podemos observar cierta tendencia de los varones a tomar
responsabilidad o no culpar a terceros por sus actos suicidas, también encontramos casos en los que los suicidas de sexo masculino
denunciaban a otros cuando estaba en juego su reputación personal.
Año 6 N° 10 | FCECO | 64
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
occidental. Por otra parte, estos mismos discursos establecían la responsabilidad del
varón como proveedor material y guardián del buen nombre de su grupo familiar. En
este sentido, ser exitoso y seguir los ideales patriarcales también representaba una
carga psicológica para los varones que los habían interiorizado, y asumían el deber
de cumplir las expectativas del horizonte masculino de la época.
En el caso de Denny Williams (escocés, 39 años, casado, administrador de la
compañía Italo-platence), por otra parte, si bien no culpaba a otros por el fracaso de
sus negocios en Buenos Aires, mencionó en sus cartas las dificultades que le generaba
su “enfermedad mental”:
Su muy amoroso
W Denny
El texto anterior es la traducción del mensaje que contenía una de las cartas.18 Las
dos notas que dejó estaban en inglés y fueron traducidas al español por la policía. En
la segunda, el suicida dejó un mensaje para su padre:
Mi querido padre,
18 El 17 de marzo a las 15:45 Williams se dio un disparo con una pistola. Hacía 9 meses que Denny estaba en suelo argentino. No tenía
bienes o familia. Su esposa, hijos, padres y hermanos estaban en Escocia. Vivía en Belgrano, junto con un hombre de apellido Anderson,
gerente del Banco de Londres. Este último se hizo cargo del cuerpo y del entierro de Williams. Las cartas originales no quedaron en
el expediente, un amigo de Denny, Don Pedro Chirstopherson, solicitó estos documentos al juez para que fueran entregadas a sus
destinatarios. Los escritos fueron encontrados en la mesa del escritorio de Williams, por el gerente y dos empleados de la compañía
para la que trabajaba el suicida.
Año 6 N° 10 | FCECO | 66
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
Enrique!
A partir de la lectura de este documento, podemos observar que Negri sentía afecto
hacia el destinatario. Asimismo, por un lado, destacaba que había hecho todo lo que
entregaran unas llaves, las demás notas fueron encontradas en sobres cerrados para
ser enviadas a sus destinatarios. Según Eugenio Berdan (francés, 36 años, casado),
propietario de la casa amueblada “La Universal” (San Martín N°148), hacía dos meses
y medio que ocupaba una habitación allí. En dicha pieza, Jackson (50 años, casado,
comerciante) se quitó la vida. Según el informe médico, el cuerpo estaba rodeado
de un charco de sangre y presentaba una herida de bala en la cabeza, a la altura de
la sien derecha; la pistola con la que se dio muerte estaba entre sus muslos. El Dr.
Blancas, médico de la policía, concluía que se trataba de un suicidio. El policía aclaraba
en su informe: “Se supone que la causa que lo ha inducido a Jackson a quitarse la
vida es el quebranto de su fortuna”. Berdan declaró que desde el momento en que
conoció al suicida, notó un comportamiento extraño: “parecía un loco tanto por la
incoherencia de sus palabras cuanto por su habitual tristeza”. La ruina económica era
representada como una situación desesperante, el sentimiento de angustia era tan
intenso que podía llevar a los individuos a un estado de alienación mental.
Ahora bien, ¿cómo explicaban ese malestar los contemporáneos? Es probable que
en el caso de los hombres casados y con hijos, el bienestar de la familia fuera fuente
de desvelos para el cabeza del grupo familiar. Así lo expresó Luis Giani (italiano, 44
años, casado, 4 hijos, dueño de un almacén), en la nota que dejó antes de quitarse
la vida. Giani se suicidó mientras todos dormían, el día 9 de mayo de 1886, en la
21
letrina de su almacén (que también era el domicilio donde residía con su familia).
Según declaró su esposa, Catalina Ganatti, ya había intentado quitarse la vida en
otras oportunidades. Esa noche, Giani se acercó al lecho, cuando ella dormía, y la
despertó para dejarle una carta que debía enviar al señor Juan Capello (domiciliado
en calle General Lavalle N°518). Según el testimonio de este último, en esa nota
Año 6 N° 10 | FCECO | 68
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
de abril de 1884, a las 11:00 h., Klome se dio un disparo con un revolver en la sien
derecha. La nota que encontramos en el expediente estaba dirigida a uno de sus
amigos, Roberto Schaff. En este escrito le expresaba que esperaba que sus amigos no
lo juzgaran o condenaran por sus acciones. Según el policía que elaboró el sumario,
en los papeles que dejó el suicida había varias referencias a deudas que Klome tenía y
no podía devolver. Los testimonios de este tipo, relevados en los casos, dan cuenta del
sufrimiento que provocaba verse expuesto públicamente ante el imaginario “tribunal
del honor”, que mediaba y valuaba la reputación de cada miembro de la comunidad.
En este sentido, la vergüenza era representada como desesperante e insoportable.
El contenido de las notas que dejó Francisco David (español, 39 años, soltero,
comerciante), antes de quitarse la vida, ilustra muy bien cómo se representaba a sí
mismo y a los demás. El 20 de junio de 1875, uno de los empleados del local, José
24
Manuel López (español, 25 años, soltero), amigo íntimo de David, volvía de comer
con su primo y al entrar en el negocio encontró a su patrón sentado en el sillón de
su escritorio, fallecido, con una herida de bala en la cabeza. David era copropietario
de su comercio con Pedro Imeda (español, 35 años, soltero, comerciante). Al mismo
tiempo, tenía otros negocios con Nemesio Zanoletti (español, 46 años, casado, agente
judicial) relacionados con la compra de terrenos. Las circunstancias no quedan claras
en el expediente, pero la situación de los compromisos que David y Zanoletti tenían
por su cuenta se habían complicado de forma grave, lo que, además, comprometía
el emprendimiento que tenían junto con Imeda. Transcribimos la carta dejada por el
suicida a Zanoletti:
24 AGN, FTC-SE, D2, David, Francisco. Tanto Nemesio Zanoletti como José M. López solicitaron que se les devolvieran las cartas que
la policía había recolectado, pues estaban dirigidas a ellos. El Juez de primera instancia en lo criminal indicó que les fueran devueltas
luego de concluido el sumario y que su contenido fuera registrado por escrito. A partir de dicha transcripción, pudimos acceder al
contenido de las notas originales que no quedaron contenidas en el expediente.
F. David
Le suplico haga lo que este en su mano para evitar que este suceso se publique en los
diarios. También le pido haga dar sepultura a mi cadáver en la tierra y ponga junto a
él, el de mi hijita. Y por último, que lo adjunto vaya por mano segura y la entreguen en
mano propia.
Año 6 N° 10 | FCECO | 70
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
Querido López
Todo el bien que le quise hacer resultó en mal. Tu que quieres, hasta ahi llegó mi fatal
destino. Pero llevo la confianza, que tu has conocido mis intenciones, que no hubieran
sido otras si como sin tutor hubiese sido tu padre.
Perdóname pues y recibe mi último abrazo.
F. David
Por lo que se deja entrever, David sentía un profundo afecto por López y temía
que sus acciones hubieran perjudicado al joven de algún modo (no encontramos
más información al respecto en el expediente). Lo que sí podemos identificar es
el remordimiento que expresaba David en sus cartas por haber comprometido el
bienestar de sus socios y amigos. Asimismo, sufría por la imagen que sería construida
en público, por el escándalo de su situación económica y por haberse quitado la
vida en dichas circunstancias. En este sentido, el suicidio era representado como una
acción que comunicaba la vergüenza y el arrepentimiento por las faltas cometidas.
A pesar de los pedidos de David, el caso fue publicado en el diario “La Prensa”
(23/06/1875). El relato de lo sucedido presentado en el cuerpo de la noticia sigue
la línea de eventos que figuran en el expediente. Sin embargo, hay dos cuestiones a
resaltar. En primer lugar, no se incluyó la carta dirigida a Nemesio Zanoletti, sólo se
reprodujo la destinada a José Manuel López. En segundo lugar, no se dieron detalles
de las deudas y problemas económicos de David. Solo se mencionó que el mal estado
de sus negocios era producto de una especulación; ésta, en lugar de darle fortuna
había acortado su vida… algo que “sólo a Dios incumbe señalar término”, concluía el
cronista.
3. Proteger el honor
Los casos presentados hasta ahora son en su mayoría de comerciantes. Teniendo en
cuenta que la honra en el mundo moderno se defendía cumpliendo los compromisos
comerciales y monetarios, no es extraño que estén afectados por el destino de sus
negocios. Sin embargo, no eran los únicos que recurrían al discurso del honor. En este
sentido, hemos encontrado diferentes actores sociales, con perfiles ocupacionales
diversos, que apelaban a la honra, la vergüenza o asuntos de reputación, para explicar
sus acciones y las de los hombres y mujeres que se quitaban la vida. Por ejemplo, un
Año 6 N° 10 | FCECO | 72
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
soltero) nos brinda más indicios sobre la autoagresión como una forma de buscar el
perdón y la redención tras haber manchado la propia honra personal y/o familiar.26
Lavezzari comunicó lo que sentía a su prima, Emilia, antes de quitarse la vida.27 El
16 de agosto de 1876, Cipriana Sánchez de Rubio (argentina, 77 años, abuela de
Eduardo,) junto a Emilia Rubio (argentina, 14 años), su nieta, estaba en el comedor;
en la casa sólo estaban ellas y las empleadas domésticas. Alrededor de las 14:00hs,
sintieron una detonación que provenía de uno de los cuartos de la casa. Al llegar a la
habitación, encontraron a Eduardo, sin vida, con una herida de bala en el pecho, a la
altura del corazón, y el revólver de uno de sus hermanos, Marcelo, en el piso. Según
la señora Sánchez de Rubio, “su nieto tenía un carácter muy variable, pues a veces
se le veía muy alegre, y otras triste sin saber la causa, oyéndoselo hablar siempre
con desprecio de la vida, y que en cuanto a la causa cree que haya sido algunos
compromisos que no podía cumplir”. Lavezzari dejó una nota dirigida a su prima,
Emilia. Ésta se negó a entregar la carta original, por eso en el expediente figura una
transcripción del contenido hecha por el policía que llevó adelante el sumario y que
transcribimos a continuación:
Emilia esta determinación de suicidarme que no es sino una villanía, lo hago por salvar
mi honor, pues hoy tengo una letra y como me es imposible el pagarla antes que falle a
mi firma dejo de existir cosa que lo que vengan a cobrar se encuentren con un cadáver.
Emilia mi ultimo deseo es que te resignes.
En este caso, vemos que Eduardo Lavezzari decidió dar cuenta de lo sucedido a un
pariente por el que sentía afecto, que suponía lamentaría su muerte. Al mismo tiempo,
dejaba testimonio del significado de su última acción: salvar su honor. Respondía con
su sangre y con su vida a los compromisos que no podía cumplir. En este sentido,
creemos que la intención de los que dejaban sus notas antes de llevar adelante el
acto suicida era trascender la muerte a través del recuerdo de los integrantes de sus
redes afectivas, de los otros significativos. Así, pensamos que Emilia, tal vez, deseaba
preservar el último adiós de un ser querido y, al mismo tiempo, retirar evidencia que
contribuyera al escándalo público y a la circulación de rumores mal intencionados
sobre su primo. “La Prensa” (18/08/1876) informó el caso de Lavezzari e incluyó en
el cuerpo de la noticia la reproducción de una carta encontrada en la mesa de luz de
su habitación:
29 Esta es la traducción que la policía elaboró a partir del original en alemán. Al comparar ambos textos, se comprueba que lo
traducido, en líneas generales, es fiel a lo expresado en la carta dejada por Kyleurz. Quiero agradecer a Tim Oliver Sander, profesor de
alemán, quien comparó y comprobó que el mensaje era el mismo en los dos escritos.
Año 6 N° 10 | FCECO | 74
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
En “La Nación”, el suicida era descripto como una persona meticulosa y delicada,
proclive a caer en la melancolía.30 En “La Prensa” (25/06/1876), fue representado
como un ser “de caracter silencioso y tétrico, y de genio corto y pusilánime, en una
palabra, era uno de esos sujetos excesivamente susceptibles pero faltos de energía
moral”, un trabajador minucioso y perfeccionista, frío para llevar adelante sus
actos, como los alemanes e ingleses, incluso a la hora de darse muerte.31 Según el
30 La melancolía era un concepto que venía del saber psiquiatrico de la época, el paradigma alienista. ¿Cómo entendían las enfermedades
mentales los médicos alienistas? Las pasiones humanas (opuestas al entendimiento), producto del desorden propio de la civilización
y la vida en el mundo urbano, donde los medios de subsistencia eran más difíciles de conseguir (a diferencia del espacio rural), eran el
origen de la alienación mental (Vezzetti, 1985, p. 82). Éstas se manifestaban en comportamientos que la psiquiatría establecía como
anormales, siendo catalogados como neurosis, locuras parciales, ocultas en las conductas del sujeto. El conocimiento médico de la
época planteaba toda una clasificación de los cuadros mentales asociados al suicidio. José Vásquez (1891), discípulo del célebre alienista
argentino, el Dr. Lucio Meléndez, asociaba los suicidios con varias afecciones mentales, entre otras: el alcoholismo agudo (delirium
tremens), el alcoholismo crónico (locura alcohólica), las manías (en general), la melancolía, el delirio de las persecuciones, la locura
histérica, la locura religiosa, la locura epiléptica. Una forma menos notoria de locura, por ejemplo, era la melancolía o lipemanía. Si
en las manías, como el delirio de las persecuciones, el sujeto era llevado por la idea recurrente y obsesiva hacia un estado de inquietud
y actividad, esto no ocurría en todos los casos de suicidio. En otros, algunos individuos eran identificados por un estado de tristeza
profundo, que no parecía tener explicación alguna. Desde la perspectiva del saber médico, la tristeza era un signo de melancolía. Ésta
era otra de las patologías que el saber alienista asociaba con la muerte voluntaria. El suicidio de los melancólicos, según Vásquez,
era motivado por las alucinaciones que la tristeza despertaba en los que padecían la lipemanía, o melancolía suicida. Mientras que
los maníacos eran agitados e impulsivos, los melancólicos eran calmos y reincidentes. Por esta razón, este alienista, recomendaba
prestar especial atención, ya que: “Se sabe que los melancólicos se distinguen en una cuadrilla de alienados, porque manifiestan tal
tranquilidad que simulan momias vaciadas en mármol, según la espresión de un alienista; se encierran en un mutismo absoluto, que
parece mentira tengan tanta insistencia por acabar con su vida” (Vásquez, 1891, p. 97). Para Alejandro Korn (1883), también médico
especialista en patologías mentales, la melancolía era la forma de locura que más promovía conductas delictivas o criminales en los
individuos. Ésta tenía como rasgo característico la tristeza producida por el decaimiento de las capacidades intelectuales. Las oscuras
reflexiones que nublaban el juicio del sujeto lo volvían sensible a cualquier acontecimiento adverso, y podían conducirlo a sentir un
fuerte hastío hacia la vida, aunque no padeciera delirio o alucinaciones. Si el estado melancólico avanzaba en su desarrollo, podía
desencadenar acciones violentas en los individuos afectados, como el homicidio o el suicidio (Korn, 1883, p. 45-47).
31 Cuando se habla de “energía moral”, se está haciendo referencia a la fuerza de voluntad para apartarse de los deseos inmorales,
la ociosidad, el vicio y el descontrol de las pasiones, para portarse como un ciudadano heroico que llevara adelante las acciones
virtuosas basadas en el entendimiento y la razón, desde la perspectiva de la moral burguesa, es decir, apuntando a dedicar la energía
al trabajo, a actividades útiles, al bien público y a generar un ámbito familiar sano y armónico. El vicio y la inmoralidad eran una peste
igual de peligrosa que las enfermedades infectocontagiosas desde la perspectiva alienista. En este caso, la falta de “energía moral”,
era la debilidad frente a las pasiones internas que afectaban a Kyleurz, un sujeto en extremo sensible que no resistía el nerviosismo
de la vida civilizada. Trabajo, educación, matrimonio y vida en familia eran algunas de las actividades recomendadas para preservar la
salud mental de la población desde el discurso alienista. En este discurso también aparecía la oposición entre inmigrantes alienados
y criminales, consumidos por vicios y por la obsesión de obtener fortuna, y la visión idealizada de ciudadanos virtuosos, productivos,
heroicos y comprometidos con la nación. Sobre este tema véase: Vezzetti (1985).
Año 6 N° 10 | FCECO | 76
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
servido tanto”. También dejaba sentados los nombres de los que debían pagar el
monto motivo de discordia. En síntesis, podemos entrever que Martín Echenique
alegaba que había dado dinero de Rozas a quienes lo habían solicitado, actuando
de buena fe y que no era una persona deshonesta o un ladrón. Juan Rozas, por su
parte, interpretaba que su empleado doméstico se había suicidado después de que
su robo fuera descubierto, como consecuencia de la vergüenza y el remordimiento.
Tanto “La Nación” como “La Prensa”, el día 30 de mayo de 1885, mencionaban que
Echenique decidió suicidarse para evadir un castigo injusto en su carta, aunque no
había testimonios que respaldaran las acusaciones del suicida sobre dicha sanción.
Así, los diarios daban fundamento a la versión de Juan Ortiz de Rosas, quien negaba
las últimas palabras escritas por su difunto empleado.
Próspero Galliard (francés, 30 años, soltero, empleado en una tienda), también alegó,
en su nota suicida, que había sido culpado de robar a sus patrones.33 El 22 de abril de
1873, se degolló con una navaja de afeitar en su cuarto. Según el informe policial, en
un cuaderno de memorias, que estaba a su lado, dejó escrito que se suicidaba porque
lo acusaban de un robo. Sus patrones, al igual que Juan Ortiz de Rozas, desmintieron
esto y declararon que lo habían notado raro a Galliard e interpretaron que estaba
alienado.
Ser tildado de ladrón dañaba la reputación personal y la propia autoestima. Es
probable que muchos hayan sido denunciados en público como delincuentes sin
honra y que no se quitaron la vida. Por otra parte, la violencia en sí era una forma de
demostrar virilidad y honradez. En este sentido, el uso de la violencia no era sólo una
forma de protegerse, formaba parte de la propia identidad masculina. Un hombre
como tal debía estar dispuesto a jugarse la vida para defender su reputación. Este
era un valor compartido tanto por los inmigrantes como por la población nativa. A
la hora de dirimir conflictos entre dos hombres, frente a alguna ofensa, estos podían
resolver sus diferencias como asuntos privados, recurriendo a la agresión física,
por medio de armas de fuego, cuchillos o golpes a mano limpia. No responder el
desafío era una cobardía, un acto vergonzoso. Un insulto o un comentario injurioso
podían dar pie para que los contendientes se trabaran en combate. En las historias
analizadas, la autoagresión aparecía como un modo de dar veracidad a lo expresado
en las notas; es decir, rebatir las palabras injuriosas oponiendo las que pronunciaban
los hombres de honor, dispuestos a jugarse la vida para probar la falsedad de las
calumnias lanzadas sobre sus nombres.
4. Consideraciones Finales
En el presente trabajo nos dedicamos a estudiar y analizar algunas de las notas
Año 6 N° 10 | FCECO | 78
Arroyo, J. El deber y la honra. Suicidio, acción comunicativa y representación de la identidad.. 54-80
Bibliografía
Arroyo, J. (2018). Los significados de la desesperación. Las representaciones del suicidio
en Buenos Aires (1868-1903) (Tesis doctoral). Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina.
Arroyo, J. (2020). El significado de las últimas palabras: las notas suicidas como acciones
comunicativas. Buenos Aires, 1859-1888. Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En línea].
Doi: https://doi.org/10.4000/nuevomundo.82661
Arroyo, J. (2021). "Por este muero hoy": Suicidio, acción comunicativa y representación de
la identidad femenina en la Ciudad de Buenos Aires (1859-1888)”. Revista de Historia
Americana y Argentina, 56 (2), 47–76 [en línea]. Doi: https://doi.org/10.48162/
rev.44.011
Barrancos, D. (2020). Historia mínima de los feminismos en América Latina. Ciudad de
México, México: El Colegio de México, pp. 14-26.
Belmar, D.(2018). A nadie se culpe de mi muerte: suicidios entre 1920-1940, Santiago y San
Felipe. Santiago de Chile, Chile: Ediciones Universidad Alberto Hurtado.
Caminotti, D. (2010). Morir en el territorio de Neuquén: una aproximación al estudio
del suicidio (1903-1957). En G. Rafart (comp.), Historia social y política del delito en
Patagonia. Neuquén, Argentina: Educo.
Cicerchia, R. (2001), Historia de la vida privada en la Argentina (Tomo II). Buenos Aires,
Argentina: Troquel.
Devoto, F. y Madero, M. (1999). Historia de la vida privada en la Argentina (Tomo II).
Buenos Aires, Argentina: Taurus.
Año 6 N° 10 | FCECO | 80
Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel
Puig
Literature and cinema: a journey through the life of
Manuel Puig
DOI: http://doi.org/10.33255/25914669/61014
Recibido: 21/02/2022
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
El escritor y cineasta Manuel Puig nació en General Villegas (Buenos
Aires) el 28 de diciembre de 1932. Pasó su infancia en su ciudad natal,
donde el cine era su gran pasión. Inició sus estudios secundarios
en la ciudad de Buenos Aires, Su relación con su ciudad natal fue
conflictiva, y se incrementó en 1969 al publicar su primera novela,
“Boquitas Pintadas”. La situación sociopolítica y el avance de la
homofobia obligaron a Puig a emigrar de Argentina en 1973. Vivió
en diferentes ciudades, dedicado a la literatura y la cinematografía;
escribiendo guiones y dirigiendo películas. Finalmente se estableció
en Cuernavaca (Méjico) donde falleció el 22 de julio de 1990. Sus
restos fueron cremados y sepultados junto a los de su madre en el
Cementerio Municipal de La Plata.
Abstract
The writer and filmmaker Manuel Puig was born in General Villegas
(Buenos Aires) on December 28, 1932. He spent his childhood in
his hometown, where cinema was his great passion. He began his
secondary studies in the city of Buenos Aires. His relationship with his
hometown was conflictive, and increased in 1969 when he published
his first novel, “Boquitas Pintadas”. The socio-political situation and
the advance of homophobia forced Puig to emigrate from Argentina
in 1973. He lived in different cities, dedicated to literature and
cinematography; writing scripts and directing films. He finally settled
in Cuernavaca (Mexico) where he died on July 22, 1990. His remains
were cremated and buried next to those of his mother in the Municipal
Cemetery of La Plata.
Año 6 N° 10 | FCECO | 82
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
“El pueblo era como un western. Una película que yo había ido a ver por error, y de
la que no podía salir” Manuel Puig
Introducción
El presente trabajo sobre el escritor Juan Manuel Puig Delledonne se realiza
a partir de un interés surgido como lectora y cinéfila de su variada obra literaria,
aclarando que la misma esta mediada por la inmediata interpretación y comprensión
adquirida al mirar esa realidad empírica desde un inevitable enfoque profesional
antropológico-social, resultado de contrastar textos escritos y sus adaptaciones al
cine. La aspiración no es hacer crítica literaria ni de cine o historiar la biografía de
un personaje que adquirió notoriedad pública. Ciertamente Bourdieu en su obra con
Darbel (2012:233) ha señalado que “De hecho, el sociólogo esta siempre bajo sospecha
(…) de impugnar la autenticidad y sinceridad del placer estético por el sólo hecho de
describir sus condiciones de existencia.” Sabiendo ello y que formamos parte de la
visión epistémica profesional del campo social consideramos que para entender a
una personalidad de trascendencia internacional y a su obra- en este caso Puig- es
fundamental comprender cuáles fueron sus placeres estéticos como escritor, llegar a
conocer el origen de esa inclinación por la actividad y el ambiente donde desarrolló
su vida, sus condiciones personales y los condicionamientos recibidos producto de su
articulación con el ámbito social de pertenencia.
a b c
Figura 4: a. colonias de microorganismos b. Bóveda Delledonne-Marenghi. c. nicho de María Elena
Delledonne y Manuel Puig
Año 6 N° 10 | FCECO | 84
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
.
Quien fue Manuel Puig.
Puig nació un 28 de diciembre de 1932 en la ciudad de General Villegas situada
a poco más de 500 km de la capital provincial La Plata y en el extremo noroeste
de la provincia de Buenos Aires. Es una localidad limítrofe a tres provincias, La
Pampa, Córdoba y Santa Fe, con las cuales comparte sus características ambientales.
El paisaje que rodeó su infancia fue el de una llanura de suaves ondulaciones y
lagunas, con suelos muy productivos de pradera cubiertos de gramíneas forrajeras
que permitieron el desarrollo de actividades agropecuarias. Estas fueron las tierras
del legendario Panguitruz Guor (Zorro Cazador de Leones), bautizado por Juan Manuel Rosas
como Mariano Rosas.
Se podría pensar como un bucólico pueblo donde las noticias llegaban tardíamente
o eran escuchadas en las viejas radios a galena o a válvula. Puig mismo lo describe
como “…la ausencia total del paisaje, es una planicie perfecta y el horizonte es una
recta, no crece nada más que ese pasto…”(Entrevista, 1977). Siente que la ciudad está
muy lejos de todo, a miles de kilómetros del mar, de las montañas y del mundo.
Su abuelo Catalán fue un anarquista exiliado en la Argentina que se radicó en
Villegas. Sus padres fueron Baldomero Puig comerciante fraccionador de vinos y
María Elena Delledonne, licenciada en Farmacia que cumplía tareas como Jefe de
farmacia en el hospital local (Goldchluk, Panesi y Romero (2001:1). Pasó su infancia
en el pueblo natal. (Fig. 1 a y b) y su adolescencia estudiando en el colegio Ward de
ideología cristiana ubicado en Villa Sarmiento partido de Morón.
…
Figura 3 a. Male y su hijo b. Manuel Puig en la primaria.1
Año 6 N° 10 | FCECO | 86
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
En relación a la vida en su ciudad natal fueron sus propias palabras las que revelaron
claramente sus sentimientos al respecto -quizás exagerando las distancias por la
sensación de aislamiento- en la entrevista que le realizó el periodista español Soler
Serrano.
…yo rechacé totalmente la realidad que me tocó vivir. Era un pueblo casi de western;
a mil kilómetros casi de la capital, en la zona que se llama pampa seca. La pampa
húmeda es la parte que está cerca del mar, hasta 400 kilómetros, más o menos. Es
otro tipo de tierra. Pero allí donde empieza la pampa seca las cosas se ponen muy
serias porque no hay agua. Se saca el agua de napas subterráneas, pero no hay agua
que corra a la vista, no se ve…y todo es muy seco. Crece un pasto que es bueno para
el ganado. Es la riqueza del lugar, pero aquello es de miedo… (…)… el mar está a mil
kilómetros y las montañas están a mil kilómetros y todo, todo está lejos. La persona
que nace y se muere ahí no ha visto nada; nada más que lo que le dan en el cine... (Puig
a Fondo, entrevista, Radiotelevisión Española, 30 de octubre de 1977)
De su etapa del colegio secundario declaró “…La vida allí fue atroz. …(…)… Mis
compañeros eran crueles… (…)… Extrañaba tremendamente a mi madre…”.
“…me hice amigo de un compañero judío: descubrí que él sabía todo lo referente a Freud
y sentí que ser el mejor alumno no significaba tanto como yo había pensado. Dejé,
entonces, de estudiar mis lecciones y empecé a leer a Hesse, Huxley, Sartre, Thomas
Mann. (…)… descubrí el placer de la lectura... También mi amigo me enseñó que no
todas las películas venían de Hollywood. Incitado por él vi “Crimen en París”, un policial
de H. G. Clouzot, que me fascinó. Allí la estrella era el director. A través de esa película
descubrí, finalmente, lo que quería ser: director de cine. Ya que no podía ser Tyrone
Power o Ginger Rogers o Robert Taylor o Eleanor Powell, podía ser Clouzot. Primer
paso: estudiar seriamente francés e italiano, los “nuevos” idiomas del cine.” (Puig a
Año 6 N° 10 | FCECO | 88
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
junto a ella, en la nichera del panteón familiar del cementerio platense, expresando
así, que la estrecha relación madre-hijo continuaba después de la muerte.
Su mundo literario
En este campo sus obras en novela son La traición de Rita Hayworth (1968);
Boquitas pintadas (1969); The Buenos Aires affair (1973); El beso de la mujer araña
(1976); Pubis angelical (1979); Maldición eterna a quien lea estas páginas (1980);
Sangre de amor correspondido (1982); Cae la noche tropical (1988) y finalmente
que quedó inconclusa Humedad relativa 95 %] (1965-1966).
Las teatrales fueron Bajo un manto de estrellas (1983); El beso de la mujer araña
(1983); La cara de villano (1985); Recuerdos de Tijuana (1985).
En forma póstuma Beatriz Viterbo editora publicó en 1997 El misterio del ramo de
rosas, prologada por Julia Romero y Angelo Morino; en 1998 La tajada - Gardel, uma
lembrança. Con el prólogo de Graciela Goldchluk y Julia Romero y Triste golondrina
macho - Amor del bueno - Muy señor mío prólogo de Julia Romero y Graciela
Goldchluk.
Sus obras se caracterizan por una estructura dialogada y el empleo de formatos y
estereotipos de géneros «menores», tales como el folletín, el radioteatro sentimental
o la telenovela que tanto le gustaban. Sus características fundamentales fueron la
experimentación narrativa, utilizando técnicas como el montaje, desplazamiento,
asociación de ideas.
La traición de Rita Hayworth, ambientada en “Coronel Vallejos”, los personajes
se corresponden con sus familiares pero cambia su sobrenombre Coco por “Toto”
y el nombre de su primo por el de “Héctor”, cambios que serían comunes en sus
siguientes libros. Un amigo, el cineasta Néstor Almendro mandó el manuscrito a la
editorial francesa Gallimard que la publicó en 1967, recibiendo una crítica positiva en
el diario Le Monde que la consideró una de las mejores novelas del año. Finalmente la
editorial Jorge Álvarez de Buenos Aires la publicó en 1968. En la entrevista realizada
por la revista Confirmado Puig se refiere a su contenido
Año 6 N° 10 | FCECO | 90
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
“Cuando la gente que quiere ser mejor se le proponen modelos torpes y valores
ilegítimos, el ridículo, la parodia, instalan su reino. Cuando el ideal es ser fino y el
molde es la cursilería, se acaba doblando el dedo meñique para tomar la taza. Pero
esto no me causa gracia. No escribí Boquitas... como una parodia, sino como la historia
de gentes de la pequeña burguesía que, como primera generación de argentinos, debía
inventarse un estilo” (Aída Bortnik, Manuel Puig, 1969).
En 1973 Sudamericana publicó The Buenos Aires Affair, una novela policial que
relata los últimos días de vida del personaje principal, por su contenido, que
preanunciaba el terrorismo de Estado, fue prohibida por el gobierno. Puig al igual que
otros intelectuales y actores recibió amenazas de la “Triple A”, decidiendo exiliarse en
México.
El beso de la mujer araña de 1976, tuvo reconocimiento internacional. Ambientada
durante el tercer gobierno de Perón (1973-1976) en Argentina, cuenta la historia de dos
Año 6 N° 10 | FCECO | 92
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
párrafos sostiene “…los individuos son moldeados para ser dominados y/o para
dominar, y esto se realiza a través de específicos y poderosos mecanismos sicológicos,
mecanismos que en último término acaban sosteniendo y perpetuando ese orden de
la dominación.”, culpando al sistema capitalista cuyo eje y propósito “…es asegurar la
explotación de la fuerza de trabajo en beneficio de una clase, todos los actos de todos
los individuos están dirigidos hacia ese fin supremo…”, señala la importancia de la
familia que es una “…microsociedad que reproduce en almácigo el sistema que la
nutre…”. En otro de sus párrafos expone “…En la familia standard hay un detentar del
poder, el macho, que, en la medida en que maneja el poder económico en la familia y
el poder político en la sociedad, maneja por derecho propio el sistema de relaciones
familiares y su extensión, las relaciones sociales. El objeto de su dominación es, en
primer lugar, la mujer; y en segundo lugar, los hijos…”
En este manifiesto se puede ver claramente, el pensamiento de Puig al respecto que
expresara en la entrevista con Soler Serrano respecto al machismo imperante en el
ambiente social de su ciudad natal.
La revista El Porteño publica en 1995 un artículo de su autoría El error Gay en el cual
expresa sus ideas sobre el sexo y el erotismo humano “… el sexo carece absolutamente
de significado moral trascendente…” dice que es “…un juego, una actividad, una
actividad de la vida vegetativa como comer y dormir… (…)…Existen personas que
practican actos sexuales con sujetos de su mismo sexo, pero este hecho no debería
definirlos porque carece de significado”.
Adhirió a una posición más radical, de una “sexualidad libre” porque considerar
la existencia de una identidad homosexual implicaba la creación de un ghetto
con sus represiones, semejante al de la “condición heterosexual” por consiguiente
homosexualidad y heterosexualidad eran conceptos que debían eliminarse. El origen
de las restricciones en todo lo relacionado con el machismo y el erotismo fue que
“·… El concepto de pecado hizo posible la creación de dos roles diferentes de mujer,
el ángel y la prostituta. Es decir una sirvienta en casa y una cortesana afuera para
divertirse…”.
Suzanne Jill Levine escribió, en su artículo Manuel Puig, Edipo ronda la Pampa (2012,
p.49) :
Consideraciones Finales
Para finalizar pondría el foco en la estrecha relación del escritor con su madre, quien
lo inició en su pasión por el cine y quien cuidó de los restos de su hijo y de su legado
Año 6 N° 10 | FCECO | 94
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
literario hasta su muerte producida en el año 2006. Marcando una gran diferencia
con el padre, quien nunca salió de General Villegas y por lo tanto a los ojos de su hijo
Manuel, no había conocido nada. Sólo había vivido en la llanura seca pampeana.
Un coyuntura de vida para remarcar en Puig fue la ambivalencia de la articulación
con el espacio familiar y social natal, creando una realidad en el cual el cine fue “…su
ventana al mundo…” y el rechazo de lo local como la verdadera realidad, hecho que
fue esencial o fundamental en la construcción de su personalidad, distinguiéndolo
entre los demás al generar la sensación de no pertenencia y la necesidad de buscar
otros horizontes.
Esa ajenidad de Puig y la hostilidad de sus contemporáneos villeguenses a partir de
su novela “Boquitas Pintadas” -en la que rebautizó como “Coronel Vallejos” a General
Villegas- implantaron un conflicto de relación que expreso así “…salí a los quince años
y nunca volví…”. En el Documental “Regreso a Coronel Vallejos”, dirigido por Carlos
Castro (2018) se relata cómo las nuevas generaciones villeguenses, a 28 años de su
muerte, han vuelto a leer sus obras, superándose, la hostilidad inicial. Ya no queda
nada de aquellas familias ofendidas por la obra de Puig. Por último, destacamos que
los restos de Manuel Puig al encontrarse en el Cementerio Municipal de La Plata, nos
han permitido generar esta reflexión.
Bibliografia
Bortnik, Aída; Puig, Manuel (1969). «Manuel Puig: Renace el folletín». Señoras
y señores, Buenos Aires.
Bourdieu Pierre (2010) El sentido social del gusto. Buenos Aires, Siglo XXI.
Bourdieu Pierre y Alain Darbel (2012) El amor al arte. Buenos Aires. Prometeo.
Catullo, María Rosa (1998) La antropología del desarrollo, un enfoque multivariado para
el análisis de la fundación de la ciudad de La Plata como Proyecto a Gran escala
(PGE). El fin de Siglo: El hombre y su tiempo, T II: 435. Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad Católica Argentina, Buenos Aires. Rago.
(2011) Fundación de la ciudad de La Plata. El primer proyecto argentino a Gran Escala.
En Sempé y Flores Comp. El cementerio de La Plata y su contexto histórico: 31-40. La
Plata, El Autor.
(2013) Memoria Política Platense: Dr. Ricardo Balbín. En Flores (Comp.) cementerios,
patrimonio y memoria. La Plata: el autor. CD-Rom.
Catullo, María Rosa y Vilma G. Rosato (2013) Manuel Puig: de General Villegas a La
Plata; II Jornadas Locales de Valoración Patrimonial de Cementerios de la Red
Argentina de Valoración y Gestión Patrimonial de Cementerios.
Año 6 N° 10 | FCECO | 96
Catullo, M. Literatura y cine: un recorrido por la vida de Manuel Puig. 81 - 97
Recibido: 10/08/2021
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
El escrito presenta elementos para comprender el papel del Estado
en el tratamiento social de tres casos de muertes excepcionales
en el nordeste argentino, ocurridos entre 2012 y 2017. Para ello,
recupera los conceptos de construcción estatal de las mentalidades
y conciencia colectiva, presentes en las teorizaciones de P. Bourdieu
(1997), P. Corrigan y D. Sayer (2007) sobre el Estado y su función de
construir ideas desde las cuales se interpreta y actúa en el mundo
social. Partiendo de allí, reconoce una serie de “rituales” o formas
típicas de acción, tendientes a constituir un ordenamiento acorde
al desarrollo del sistema económico; entre las cuales destaca la
administración de la vida en función de su utilidad y el descarte de los
Año 6 N° 10 | FCECO | 98
Navarro, C. Estado y regulación social de la muerte. Construcción estatal de las mentalidades... 98-114
Abstract
This article outlines the keys to understand the role of the State in the
social treatment of three exceptional death cases occurring between
2012 and 2017 in northeastern Argentina. To this end, it brings forward
the concepts of mindset construction by the State and collective
consciousness, which have been theorized by P. Bourdieu (1997), P.
Corrigan and D. Sayer (2007) when addressing the State and its role
in the construction of the ideas that serve as a basis for interpreting
and acting in the social world. From there, it recognizes a series of
“rituals” or prototypical forms of action, which are conducive for
building an order concurrent with the development of the economic
system; among which the life administration in terms of usefulness
and the disposal of surplus bodies stand out as the foundation of state
inaction in the treatment of the referred cases.
Para Bourdieu (1997) “uno de los poderes más importantes del Estado es el de
producir e imponer… las categorías de pensamiento que aplicamos a todo lo que
en el mundo hay…” (p. 91; la cursiva es nuestra). Ante semejante afirmación, cabe la
pregunta acerca de la forma ¿Cómo el Estado produce e impone dichas categorías
de pensamiento? La respuesta que ofrece Bourdieu es que lo hace a través de la
naturalización de las divisiones y jerarquías sociales arbitrarias, presentes en la
cultura, que organiza el accionar legítimo (probable, esperable y aceptable) de un
grupo humano específico. Este proceso opera en la cosas y en las mentes, como un
mecanismo de producción simbólica, desde la cual se presenta el interés del Estado,
que no es otra cosa que el de un grupo de funcionarios que se han apropiado de su
administración; como un interés universal.
La capacidad para lograr que una forma específica de cultura, concordante con las
necesidades de un grupo particular, se naturalice de manera tal en la estructura
cognitiva de los sujetos, que sea percibida como lo que realmente es (validez
universal); se convierte en lo más específico del Estado. Es lo que Bourdieu (1997)
denomina la “eficacia simbólica” (p. 115) que el Estado detenta. Esta es una cualidad
sobre la cual coinciden varios autores, entre ellos, Abrams (2015) que le atribuye una
función ideológica cuando define al Estado como una “falsa representación colectiva
característica de las sociedades capitalistas” (p. 52). Continúa Abrams, y vale la pena
citarlo en extenso:
[El estado es] un proyecto ideológico. Es, ante todo, un ejercicio de legitimación; (…)
un intento de lograr sustento para, o tolerancia de, lo indefendible y lo intolerable,
presentándolos como algo distinto de lo que son, es decir, dominación legítima,
desinteresada. (p. 53)
Sayer denominan los “rituales de mando” o rutina, que comprenden “[e]l repertorio
de actividades e instituciones convencionalmente designado como el ‘Estado’” (2007,
p. 43), que son, como ya se anticipó, formas culturales. En concordancia con la
definición de Estado, los ritos no generan un tipo de sociedad, sino que organizan
una dicotomía de mando-obediencia ya presente en la misma. De manera tal que
conserva ciertos elementos (prácticas, instituciones, etc.) como modo de legitimar
-en una tradición sostenida en el tiempo- nuevos sentidos, funciones y fines; acordes
a la nueva estructuración social; definiendo “las formas e imágenes aceptables de la
actividad social y de la identidad individual y colectiva.” (Corrigan & Sayer, 2007, p.
44-45)
El proceder del Estado se da a través de la clasificación y la rutina. Dentro de las
múltiples formas que puede adoptar la conducta humana, y las variadas formas de
sociedades que podrían ser constituidas; se promueven algunas y se castigan otras;
modelando un tipo de vida aceptable. Las clasificaciones fundamentales por edad y
sexo se sacralizan por la constancia con que se practican, se incrustan en instituciones,
y se vuelven rutina, procedimientos administrativos. El Estado basa su potencialidad
en la posibilidad de establecer esos ritos, presentes en todos los órdenes de la vida;
de allí, la sugerente afirmación de estos autores, cuando sostienen que “el ‘Estado’,
realmente, nunca para de hablar” (Corrigan & Sayer, 2007, p. 45).
La constancia de las rutinas actúa por acumulación, produciendo una saturación que
vuelve normal, y hasta natural, el ejercicio de un orden social histórico y particular;
generando una “regulación moral”, esto es, una tipificación de la conducta a la que
los sujetos particulares deben ajustarse, por el carácter totalizante que se le adscribe.
Dicha regulación moral actúa de manera tal que permite construir un colectivo, una
comunidad imaginaria a la cual se pertenece. Unión que a su vez es separación de
lo distinto, de los que atentan contra la comunidad; ya sea internos, los que realizan
conductas no reguladas, y, por lo tanto, peligrosas como los delincuentes, los locos,
los enfermos y los niños (Foucault, 1976); o externos, como los extranjeros.
Esta moral socializada (totalizada) por el Estado, constituye el campo de comprensión
de los fenómenos sociales; desde cuyas categorías se ve y entiende la sociedad y lo
que en ella acontece. Esta idea de una especie de unidad de formas de pensamiento
en la multiplicidad individual, está presente en muchos autores, aunque con distintas
procedencias y alcances. Para Durkheim es el “pensamiento social”, que es el Estado
mismo, pero que sin embargo, no explica el complejo campo comprendido por un
concepto mayor, el de la “conciencia colectiva”, que precede al Estado y a la cual éste
se inserta y regula (Corrigan & Sayer, 2007, p. 48). En Marx, también aparece la idea
de una comunidad creada, de un conjunto de ideas compartidas por un grupo que
determinan un “orden ilusorio”. Sin embargo, a diferencia del anterior, para Marx
y Engels, estas ideas no preceden al grupo humano, sino que se constituyen como
parte de la estrategia de una clase emergente para desplazar a una anterior en el
control de las formas productivas. De este modo, el Estado funciona como una entidad
Esta afirmación, que condensa en pocas palabras el desarrollo hasta aquí hecho,
constituye el núcleo del argumento para comprender la diferencia en el tratamiento
social de la muerte en los casos de obreros pobres; ya que asume la existencia de
una conciencia social unificadora, sostenida en una sociedad desigual, por lo que
la forma de comprensión se aplicará, valorando de manera diferente según sea la
posición en esa situación. A continuación procederemos a una descripción de los
casos a analizar.1
Los casos
a. Corrientes
El primero de los casos a analizar, ocurrió en la ciudad de Corrientes, capital de la
provincia del mismo nombre, el 22 de marzo del 2012. Cerca del mediodía treinta
obreros trabajaban en la construcción de un edificio de siete pisos en la calle San
Martín al 500, en el centro de la ciudad. Un grupo de trece de ellos armaban una
estructura de hormigón a unos 25 metros de altura, que sostendría un tanque
de agua. Una parte de la base de esa estructura cedió y los obreros que estaban
abocados a ella cayeron al vacío, impactaron sobre el techo de una vivienda vecina.
Ocho murieron y seis resultaron heridos, producto del impacto del golpe propio de la
caída y de los materiales que cayeron sobre ellos.
Las víctimas fatales fueron Ramón Valentín Zacarías, Marcos Ramón González,
Diego Hernán Rodríguez, William Arnaldo Valenzuela, Enrique Eduardo Sosa, Pablo
Alejandro Medina, Jorge Ismael Acevedo y Eduardo Luciano Acevedo. El mayor de
ellos tenía 45 años, el menor 19.
Una mención necesaria es que la obra se realizaba de manera ilegal, ya que fue
paralizada por irregularidades constatadas en una inspección realizada unos días
1 Este apartado denominado “Los casos”, constituye una nueva versión, actualizada, de datos que se han publicado en otros lugares
(Navarro, 2020) y que constituyen el material de trabajo de una tesis doctoral en curso.
b. Misiones
El segundo caso del cual nos ocupamos ocurrió el 17 de junio del 2013, en la provincia
de Misiones. Veinticuatro personas, catorce de ellas menores de edad, transitaban en
la parte trasera de un camión de carga, la Ruta Provincial N° 220. Eran trasladados
hacia Villa Bonita, su localidad de origen, después de haber realizado su trabajo: la
tarefa.
Villa Bonita forma parte del Departamento de Oberá, y tiene según el último Censo
Nacional de Población poco más de 1300 habitantes. Todos los ocupantes del camión,
salvo el conductor, tenían algún vínculo de parentesco o vecindad.
El hecho suponía al menos dos características que lo tornaban ilegal. En primer
lugar, cualquier persona debe transitar las rutas en transportes aptos para pasajeros,
con una serie de medidas de seguridad (espacio, butacas, fijaciones, etc.) y no parados
en la parte trasera de un camión. En segundo lugar, los trabajadores de cualquier
rubro no deben ser menores de edad. A pesar de esto, la situación era habitual.
A la altura del empalme con la Ruta Nacional N° 14, en la zona de Aristóbulo del
Valle, el camión tuvo un desperfecto mecánico, el conductor perdió el control y cayó
bruscamente a la banquina, lo que hizo que los trabajadores, al no contar con ningún
medio de sujeción, fueran expulsados. Ocho de los veinticuatro tareferos murieron
c. Chaco
El tercer caso ocurrió el 11 de julio de 2017, en la provincia de Chaco. Cuando
Trabajadores de la empresa SAMEEP (Servicio de Agua y Mantenimiento Empresa del
Estado Provincial) debían realizar tareas de mantenimiento de una cámara séptica
en Puerto Vilelas, municipio ubicado a unos diez kilómetros de Resistencia; la capital
de la provincia.
Cuatro obreros constituían la “cuadrilla” ocupada en la tarea. Uno de ellos, abrió
la tapa y se dispuso a ingresar a la cámara séptica; abajo emanaban los gases y
fluidos tóxicos propios de un espacio de esas características. El trabajador no contaba
con los elementos de seguridad necesarios; en este caso, reglamentariamente debía
disponer de una máscara y oxígeno. La inhalación de las emanaciones provocó el
desvanecimiento del operario. Cuando advirtió lo ocurrido, uno de sus compañeros,
que había quedado en la superficie, descendió para intentar ayudarlo. Ninguno de
ellos emitió algún tipo de señales durante unos segundos; ante lo cual, los otros dos
que aún permanecían fuera de la cámara decidieron ingresar, tampoco volvieron a
subir.
Los cuatro trabajadores murieron por inhalación de gases tóxicos, ninguno contaba
con los elementos de seguridad reglamentarios (no tenían máscaras, oxígeno, guantes
o botas de goma específicos). Los cuerpos fueron retirados de la cloaca por la División
de Bomberos Voluntarios de Barranqueras que les practicaron las maniobras de RCP
de rutina, sin lograr resultados, ya que estaban muertos desde hacía varios minutos.
Las víctimas fueron Daniel Peloso, de 38 años, Mario Fernández de 22, Jorge Ramírez
de 26 y Leonel de Prieto de 24.
A raíz del hecho, se inició una investigación judicial. Los funcionarios del Estado
provincial y municipal cruzaron acusaciones, en el marco de lo cual se dieron a
conocer otros casos similares ocurridos en el interior de la provincia que habían
tenido poca difusión en los medios locales. Al otro día de la muerte de los obreros,
al finalizar un acto, Gobernador manifestó públicamente “su “pesar” por lo ocurrido y
la intención de fomentar y colaborar con la investigación judicial, que hasta la fecha
no ha llegado a juicio. A nivel institucional no se produjeron modificaciones en la
estructura de gobierno del Estado provincial ni municipal, ni a nivel organizativo ni
de cargos. Más allá de algunas acusaciones que replicaban internas partidarias, no
se asumieron responsabilidades en ningún ámbito.
Bajo el argumento de “resarcir” al núcleo de familiares directos de las víctimas, se
les ofreció que algunos de ellos ocupasen los puestos que habían aquellas habían
ocupado y que estaban vacantes. Acuerdo que fue aceptado por las familias.
La falta de asignación de responsabilidades provocó que, desde algunos sectores
de movimientos sociales y partidos políticos de izquierda organizados en un frente
denominada “La multisectorial”, sumaran el reclamo de esclarecimiento del hecho a
otros pedidos que se realizaban en marchas frecuentes contra el gobierno provincial.
un paso más allá de donde pretendimos encontrarla. Siguen resonando las palabras
de Abrams “el estado, concebido como una entidad sustancial y autónoma respecto
de la sociedad, ha demostrado ser un objeto de análisis muy difícil de alcanzar” (2015,
p. 22).
El problema para la investigación es que damos por sentado qué es el Estado,
“mientras sigue sin quedar aun mínimamente claro qué es” (Abrams, 2015, p. 18).
Nos topamos con el poderío del Estado, “vemos” la consecuencia de su accionar, pero
no podemos determinar cómo lo hace. Abrams, sugiere algo sumamente interesante,
que no vemos al Estado, sino que sufrimos su poder político; el problema no es el de
la emanación sino el del punto de acción, el de la “sujeción políticamente organizada”
(p. 28). Así el análisis debe correrse del estudio del Estado al de la sujeción,
movernos “desde el análisis del estado hasta la preocupación por las realidades de la
subordinación social” (p. 28); en la medida en que se entiende que los distintivo no es
lo institucional sino el proceso a través del cual despliega su poder.
Por lo cual, se hace necesario estudiar los mecanismos a través de los cuales se lleva
a cabo ese ejercicio de gobierno; cómo, de qué manera el Estado regula la vida, con qué
prácticas. En este escrito hemos reconocido cuatro, como ya se dijo, el silencio como
modo de invisibilizar, de no hacer presente algo. La separación de los acontecimientos
de la estructura social. La reorganización discursiva en torno a la idea de accidente
laboral y la consecuente unificación de los sujetos en torno a la idea de comunidad
afectada. Y el control de las emociones con la morigeración, por la lejanía (social)
de las víctimas. Hay otras que aplicarían a este estudio y seguramente las aquí
propuestas son discutibles, pero existen razones fundamentadas, desarrolladas aquí,
para sostenerlas. Dejando evidencia que el proceso por el cual se procesaron las
muertes referidas, puede ser comprendido colocando en el centro de la explicación
al accionar del Estado, considerado como un instrumento de regulación de la vida.
Referencias
Abrams, P. (2015). Notas sobre la dificultad de estudiar el estado. En P. Abrams, A.
Gupta, & T. Michel, Antropología del estado. (págs. 17-70). México: Fondo de Cultura
Económica.
Althusser, L. (2008). Ideología y aparatos ideológicos del estado. México: Siglo XXI.
Pamela Sosa
https://orcid.org/0000-0002-6666-2192
Facultad de Humanidades y Ciencias
Universidad Nacional del Litoral
[email protected]
Santa Fe, Santa Fe
Argentina
Recibido: 20/08/2021
Aceptado: 10/05/2022
Resumen:
Este artículo analiza la relación entre los fenómenos de transformación
social y política generados por la redefinición del perfil social de
la provincia argentina de Santa Cruz, en la década de 1990, y el
aumento de la tasa de suicidios. Partiendo de las principales tesis
de Emile Durkheim, a lo largo del trabajo se visibiliza que aquella
provincia estuvo atravesada por procesos de anomia social, fenómeno
concomitante al aumento de las muertes autoinfligidas. Para abordar
esta problemática, se reconstruyen los impactos de la crisis del
modelo socio estatal argentino hacia fines de 1980 y la aplicación de
las medidas neoliberales en las instituciones típicas de integración
social y regulación social: la familia, el sistema educativo, el Estado,
las relaciones comunitarias y el mundo laboral.
Abstracts
This article analyzes the relationship between the phenomenon of
social and political transformation birthed by the redefinition of the
social profile in the Argentinean province of Santa Cruz in the 1990’s,
and the increase in the suicides rates. Taking as a starting point the
main thesis of Émile Durkheim, this writing makes visible a province
stricken by social anomie, a concomitant phenomenon to the rise in
self-afflicted deaths. To tackle this problematic, we reconstruct the
impact of the crisis of the Argentinean socio-statal model towards the
end of the 1980’s, and the application of neoliberal measures upon
the typical institutions of social integration and regulation: family,
educative system, State, communitarian relationships and the world
of labor.
Introducción
En las últimas décadas han aumentado significativamente los suicidios a nivel
mundial, convirtiéndose en una de las causas principales de mortalidad de la
población. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud del año 20151, en
los últimos 45 años su tasa se ha incrementado un 60% a nivel global, constituyendo
una problemática que trasciende los países y los distintos niveles económicos de los
grupos afectados. Según señala el informe, el suicidio es una de las primeras tres
causas de muerte entre personas de 15 a 44 años de edad y la segunda entre jóvenes
de 15 a 19 años.
Por otro lado, también existen en la actualidad ciertos cambios de tendencia en los
grupos más propensos al suicidio. Aunque tradicionalmente las mayores tasas se han
registrado entre los varones de edad avanzada, entre los jóvenes han ido en aumento;
actualmente son el grupo de mayor riesgo en un tercio de los países, tanto en el
mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo ¿A qué tipo de fenómenos se
asocia esta problemática creciente? ¿Qué explica el crecimiento de lo que podríamos
interpretar como un indicador de sufrimiento e infelicidad de las sociedades y de
ciertos grupos? ¿Qué afecta a los individuos para llevarlos a tomar este tipo de
decisiones, aún a aquellos que poseen posiciones económicas privilegiadas? En este
artículo se aborda esta problemática a partir de un estudio de caso, el aumento de
la tasa de suicidios en la provincia de Santa Cruz (Argentina) durante la década de
1990 y sus posibles relaciones con fenómenos estructurales de la sociedad. El caso
de la provincia de Santa Cruz resulta sumamente ilustrativo de la problemática, ya
que esta provincia tuvo históricamente -atributo que comparte con las provincias de
la región de la Patagonia- tasas más elevadas que la media nacional y la más alta en
el año 2004, según los datos consignados en este trabajo.
La envergadura de esta problemática en este territorio en la década de 1990 y
probablemente su carácter pionero –como veremos posteriormente esta provincia
lideró el crecimiento general de los suicidios en la Argentina- llamaron la atención
de la literatura, el cine y el mundo periodístico. El ya clásico y difundido trabajo de
Leila Guerriero “Los suicidas del fin del mundo. Crónica de un pueblo patagónico” de
la Editorial Tusquets (2005), el documental de Leandro Listorti “Los jóvenes muertos”
(2010) y multiplicidad de notas periodísticas2 sobre los suicidios pusieron en evidencia
el fenómeno que recorre este trabajo. Aún hoy, probablemente con mayor agudeza
que en el pasado, el suicidio continúa formando parte del paisaje social y público de
esta provincia. Actualmente, se reclama la reglamentación de la ley de prevención
2 Véase, “Suicidios en once años. Un record indigno para la provincia de Santa Cruz” (Prensalibre, 3/12/2009).
El interrogante principal que inspiró esta investigación supone una toma de posición
teórica. Partimos de una concepción sobre la integración y regulación social que
implica la adhesión a los presupuestos principales de la teoría de Durkheim (2006),
que tiene como centro el problema de la cohesión social. Este problema se puede
definir como el estudio de las ligazones, conexiones, lazos o mediaciones, que permiten
la existencia de los grupos y regulan las acciones de los individuos (Lacroix, 1984;
Besnard, 1993). Nos guiamos particularmente de los estudios que Durkheim realizó
para las sociedades religiosas, domésticas y políticas, prestando especial atención a
las formas que adquieren las sociedades con bajos niveles de cohesión y regulación
social que el autor analizó en El Suicidio (Durkheim, 2006).
En sus investigaciones sobre el suicidio el autor define tres tipos que muestran
distintos niveles y formas de integración social de los individuos. En el suicidio egoísta,
el autor indaga sobre la frecuencia de interacción entre el individuo y el grupo, y
entre los grupos, para comprender la intensidad de vínculos sociales. En este tipo,
las formas políticas, religiosas y familiares dan forma a una mayor individualización
de los miembros de la sociedad que, en contraste con sociedades con mayor cohesión
poseen altos niveles de suicidio.
Así mismo –y en contraste-, las sociedades que dan mayor preponderancia al colectivo
generan un tipo nuevo, el denominado suicidio altruista. Este tipo expresa aquellas
sociedades fuertemente colectivistas en las que las posibles ofensas al colectivo –con
fuertes niveles de integración-, la sobre adaptación a los mismos o el honor de su
cumplimiento pueden generar provocar acciones suicidas en sus miembros.
Finalmente, Durkheim define el suicidio anòmico, el que nos interesa principalmente
en este trabajo7. A diferencia de los anteriores, este tipo se produce en una coyuntura
particular; un momento social en el que las normas y pautas sociales que organizaban
3 Véase, “El diputado Roquel pidió la reglamentación en Santa Cruz de la ley de prevención contra el suicidio” Nuevo día, 20/08/21).
4 Véase, “Santa Cruz avanza en la confección de estadísticas criminales” (La Opinión Austral, 17/07/21)
5 Véase, “Se inauguró la sede de la fundación «Un día a la vez» en El Calafate” (Ahora Calafate, 17/02/21) https://ahoracalafate.com.ar/
contenido/4596/se-inauguro-la-sede-de-la-fundacion-un-dia-a-la-vez-en-el-calafate.
7 Durkheim nombra y define un cuarto tipo de suicidio, el fatalista. Sin embargo, no lo desarrolla exhaustivamente. Este suicidio
constituye el opuesto al anòmico, es aquel producido por un exceso de normas.
8 En los últimos años, los especialistas han llamado la atención sobre los limites generados por la información estadística vinculada
a determinadas muertes. Especialmente en los casos de suicidio, debe ser contemplado el problema del subregistro generado como
consecuencia de las reservas por vergüenza, trastornos familiares y temas religiosos. Por otro lado, en la Argentina particularmente
ha sido señalada la persistente dificultad para discriminar la frontera entre muertes accidentales e intencionales, con el subsecuente
impacto que esto supone en la elaboración de las tasas de muertes violentas en general, y de suicidio en particular. Por estas razones
los datos utilizados deben ser tomados con cautela y como estimaciones de la realidad, no un fiel reflejo de la misma.
Por último, se pone en evidencia cómo este conjunto de transformaciones debilitó los
lazos sociales de tres espacios de socialización: la familia, el trabajo y la comunidad.
Para abordar estos objetivos analizamos datos demográficos, periodísticos, leyes y
decretos, y datos secundarios.
Cuadro 1
Extraído de Fleitas (2014, p. 18). Elaborado en base de mortalidad del Ministerio de Salud.
9 Entre 1997 y 2012 la tasa pasó de 6, 5 a 8 cada 100.000 hab. El crecimiento en la tasa de suicidio en la década de 1990 en Argentina
responde a una tendencia creciente de este tipo de muertes inaugurada entre 1985 y 1989 y consolidada durante toda la década. El
crecimiento en las tasas no implicó un aumento generalizado de este fenómeno en la sociedad, fueron los suicidios de la población
masculina los que desataron la tendencia creciente (Datos de la Organización Mundial de la Salud citados en Orellano, 2005, p. 66)
Sin embargo, cuando analizamos los grupos que componen la Argentina -como por
ejemplo las regiones del país- podemos observar diferencias significativas. Entre
fines del siglo XIX y principios del XX, las provincias patagónicas presentaron tasas
en promedio más elevadas que el resto de las regiones. El siguiente cuadro muestra
la evolución de las tasas en las distintas regiones del país:
Cuadro 2
Fuente: Extraído de “Perfil epidemiológico del suicidio en la Argentina. Sistema de vigilancia epidemiológica
en Salud Mental y Adicciones” Ministerio de Salud de la Nación (2011). Disponible en http://www.fepra.org.ar/
docs/salud_mental/suicidio.pdf
Cuadro 3
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del
Ministerio de Salud de la Nación.10
Fuente: Elaboración propia con datos del DEIS, Ministerio de Salud de la Nación.12
11 La región del NEA (nordeste argentino) comprende las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones y la región del NOA
(noroeste argentino) comprende las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, la Rioja y Santiago del Estero.
III. Una hipótesis explicativa del aumento de los suicidios en los ’90
Como los suicidios en Santa Cruz se han convertido en un problema social, sus
causas ya han sido, aunque de manera relativa, determinadas por esta sociedad.
Existen definiciones sobre porqué las personas deciden terminar con su vida en ese
lugar. Estas muertes fueron explicadas por los vaivenes del petróleo, especialmente
en la zona norte de la provincia, ya sea por los efectos de la desocupación generados
por la privatización, ya sea por la recesión productiva del sector de 1998, ya sea por la
radicalización de los niveles del desempleo en plena crisis de 2000. Esta problemática
quedó atribuida a un grupo social particular: los jóvenes.
La falta de expectativas laborales, de proyectos a futuro, de cosas para hacer, de
lugares para ir, la ausencia de sentido de la vida, el clima inhóspito, la escasez de
actividades culturales, el alto porcentaje de embarazo adolescente, la alta deserción
escolar, el alcoholismo, la violencia, la multiplicación de prostíbulos, etc. fueron
parte de las diversas explicaciones que la sociedad de Santa Cruz –muy influenciada
por las olas de suicidio que afectaron a zona norte de ese territorio durante la década
de 1990- se dio así misma sobre las muertes y sobre los contextos sociales que
las rodeaban.14 Ahora bien ¿debemos imputar el aumento de los suicidios a estas
explicaciones sociales de los mismos? ¿Qué potenciales fenómenos sociales están
detrás de los aumentos de los suicidios en esa década?
14 Estas representaciones sobre los suicidios se ven reflejadas en los artículos periodísticos, libros y películas que abordan esta pro-
blemática y retoman declaraciones de habitantes del lugar. Véase, “Suicidas del fin del mundo” (Página 12, 25/11/01); Guerreiro, 2005;
“Suicidios en once años. Un record indigno para la provincia de Santa Cruz” (Prensalibre, 3/12/2009) y la película“Los jóvenes muertos”
dirigida por Leandro Listorti.
15Las regalías petroleras, que llegaban a cubrir el 70% de los gastos provinciales –conformados básicamente por salarios- estaban
congeladas desde septiembre de 1988, mientras los precios hasta junio de 1989 se habían quintuplicado. Por otro lado, la administra-
ción Nacional de YPF no realizaba los aportes correspondientes a la provincia en materia de ingresos brutos desde el año 1981, principal
fuente autónoma de recursos de la misma, sostenida por el cobro de impuestos a las empresas estatales. La coparticipación, segunda
fuente de ingresos, se llevaba a cabo de forma mensual pero, en un contexto de alta inflación, su pago atrasado –vinculado central-
mente a la capacidad de recaudación del gobierno nacional-desvalorizaba el poder adquisitivo de la provincia.
16 En enero de 1992, el Estado provincial debía el sueldo de diciembre de 1991 y el medio aguinaldo anual, el retraso salarial era de 70
días.
17 La ruptura de la cadena de mandos internas de esta institución fue un elemento visible de todo este proceso.
20 Véase, “Solicitada del SOEM. La única verdad es la realidad” (La Opinión Austral, 4/12/91. P. 2)
21 Así mismo, entre 1980 y 1991 la población “no productiva” se duplicó en términos absolutos, pasando a ser en términos relativos (en
relación a la población ocupada en el sector agrícola y de la industria y comercio) el 39, 4% de la Población Económicamente Activa
(PEA). Efectivamente, la planta orgánica del personal de la APP pasó de tener de 9544 agentes en 1980 a 17812 en 1988, casi el doble
en menos de una década (Luque, et al, 2000).
22 Véase, Ley de Emergencia Económica 2.077; Ley de reforma del Estado provincial 2.193 y Decreto 0139/91. Capítulo V.
23 La disposición implicó la suspensión de las convenciones colectivas de trabajo para el sector público provincial. Todos los regímenes
legales de determinación de remuneraciones del personal dependiente de cualquiera de los tres poderes del Estado provincial, que
tengan en cuenta formulas en función de coeficientes, porcentajes, índices de precios de referencia, adicionales, plus remunerativos
o no, o cualquier otro medio de cálculo que tenga como base retribuciones distintas a las del propio cargo, o categoría o norma que
establezca la automática aplicación de mejores beneficios correspondientes a otros cargos, sectores, categorías laborales o escalafo-
narias o funciones, cuando ellas no se ejerzan efectivamente o que adopten pautas salariales establecidas en otra jurisdicción que la
provincial (Decreto 0139/91. Capítulo IV)
Fue, sin dudas, el proceso de desocupación generado por los retiros anticipados, la
24Esto que podemos definir como la separación entre retribución económica y regulación social es posible apreciar con más claridad
en la política que el FVS realizó hacia el sector docente; el sector de la APP más importante de la provincia tanto en términos políticos
y en términos económicos. A posteriori de este proceso, las gestiones del Frente para la Victoria tendieron a reproducir esta dinámica.
Los ingresos fueron determinando que el gobierno provincial salde sus deudas con los empleados, como cuando se restableció el 10%
y el 15% para los empleados de la APP, el sueldo de diciembre y el medio aguinaldo del decreto 309 cuando ingresaron los fondos por
regalías mal liquidadas y los ingresos generados por el pacto fiscal federal a nivel nacional.
26 El fenómeno de la privatización a nivel local afectó centralmente estas tres empresas nacionales de producción energética. La pri-
vatización de las empresas provinciales, especialmente aquellas vinculadas a la producción de servicios como la provisión de agua, luz
y teléfono quedaron en manos del Estado provincial. También la Caja de Previsión Social y el Banco de la provincia que fue privatizado
tardíamente, en 1998.
27 La nueva organización de la economía instaló la paradoja de la globalización; los procesos de desmantelamiento social, entre ellos
la desocupación, fueron acompañados por fuertes dinámicas de crecimiento económico. El mundo petrolero, que expulsó mano de obra
durante la década de 1990, tuvo un crecimiento extraordinario; las empresas privatizadas, producto de la tecnología, los niveles de in-
versión y sus nuevas formas de organización terciarizadas generaron una dinámica económica explosiva, especialmente en la provincia
de Santa Cruz. Mientras entre 1985 y 1991 las tasas de crecimiento (promedio de las tasas de crecimiento anual) de la producción fue-
ron negativas, entre 1992 y 1994, con el sistema privado en pleno funcionamiento, Santa Cruz pasó de una tasa de crecimiento negativa
de 13 a una tasa positiva de 28, triplicando las tasas de crecimiento del sector de Chubut. Más aún, en 1995, en plena crisis del tequila,
crisis de carácter internacional generada por la devaluación de la moneda mexicana, la provincia duplicó la tasa de crecimiento que
había presentado el año anterior (Cicciari, 1999).
Ahora bien, este proceso de pérdida no puede ser escindido de las dinámicas sociales
28 Para el análisis de las características del tejido social según el tipo de estructura familiar véase, Bonaldi (2002a)
IX. Conclusión:
A lo largo de este trabajo se reconstruyeron las tasas de suicidios de las distintas
regiones de la argentina en las décadas de 1980, 1990 y 2000, su evolución en el
tiempo y la distribución de las mismas por género y edad. En segundo lugar, se
sugirieron un conjunto de fenómenos sugerentemente relacionados con el aumento
significativo de la tasa de suicidios en Santa Cruz durante la década de 1990, aun
cuando tuvo históricamente niveles elevados, atributo que comparte con el resto de
las provincias que conforman la región patagónica.
El análisis de los orígenes sociales del crecimiento de la tasa de suicidios en la
provincia, promediando la década de 1990, nos permitió indagar e identificar un
proceso de ruptura y debilitamiento de los vínculos sociales a partir del estudio de
los impactos de la crisis y transformación social, económica y política desencadenada
hacia fines de la década de 1980, identificada con la crisis del Estado, y consolidada,
a través de las reformas neoliberales, durante toda la década de 1990.
El impacto de la crisis y de las reformas estatales en el mundo del trabajo, la vida
comunitaria, los espacios de socialización vinculados a las redes institucionales del
Estado provincial y los vínculos familiares nos permitió visualizar un proceso de
desregulación y debilitamiento de esos espacios colectivos. El debilitamiento de las
estructuras de aquellos agrupamientos, en tanto formas institucionalizadas de lazos
sociales, permite sugerir la hipótesis de que el aumento de suicidios en la provincia
de Santa Cruz formó parte de fenómenos sociales de alcance mayor. Investigaciones
posteriores podrán profundizar mediante otras fuentes e interrogantes la relación y
las formas de influencia de los fenómenos estructurales visualizados en este trabajo
y sus formas de incidencia en la salud mental.
X. Bibliografía:
Almgren, Gunnar, Guest, Avery, Immerwahr, George y Spittel, Michael. <<Joblessness,
Family Disruption, and Violent Death in Chicago, 1970-1990>>. En Social Forces 76,
Nº4, 1998: pp.1465-1493.
Armony, Vicente y Kessler, Gabriel. <<Imágenes de una sociedad en crisis. Cuestión
social, pobreza y desempleo>>. En La historia reciente, Novaro, Marcos y Palermo,
Vicente. Buenos Aires: Edhasa, 2004.
Auzoberría, Miguel, Luque, Elida y Martínez, Susana. Los ’70 y la crisis política en Santa
Cruz: la caída del Comodoro Raynely. Buenos Aires: Dunken, 2007.
Azpiazu, Daniel y Basualdo, Eduardo. <<Las privatizaciones en la Argentina. Génesis,
desarrollo y principales impactos estructurales>>. En Las privatizaciones y la
desnacionalización de América Latina Petras, James y Veltmeyer, Henry (comp.).
Buenos Aires: Prometeo, 2004.
Besnard, P. (1993). Anomia y fatalismo en la teoría durkheimiana de la regulación.
Revista Española de investigaciones sociológicas, 81/98. Disponible en http://www.
reis.cis.es/REIS/PDF/REIS
Bohoslavsky, Ernesto. La Patagonia. De la guerra de las Malvinas al final de la familia
ypefiana. Buenos Aires: UNGS, Biblioteca Nacional, 2008.
Bonaldi, Pablo. <<Debilitamiento del tejido social y muertes violentas>>. En La
Argentina de los Jóvenes, entre la indiferencia y la indignación. Sidicaro, Ricardo y
Tenti Fanfani, Emilio (comp.). Buenos Aires: UNICEF – Losada, 1998.
<< ¿Estamos frente a una nueva forma de violencia?>> En Vertex. Revista Argentina de
Psiquiatría, Nº 39, 2000.
<<Orígenes sociales de las muertes violentas en la Argentina, 1980-1999>>. Artículo
inédito, 2002a.
<<Evolución de las muertes violentas en la Argentina, 1980-1999>>. Violencias, Delitos
y Justicias en la Argentina. En: Gayol, Sandra y Kessler, Gabriel (comps.). Buenos
Aires: Manatial/UNGS, 2002b.
<<Desintegración social y muertes violentas en los países de la Unión Soviética>>.
En Psicodebate: psicología, cultura y sociedad (2). 2011. Disponible en http://www.
palermo.edu/cienciassociales/publicaciones/psicodebate [28 de Septiembre de 2015]
Bourbeau, Robert y Courville, Valérie. <<La mortalité violente selon l’âge, le sexe et la
cause: un essai de classification des pays industrialisés, 1985-1989>>. En European
Journal of Population Nº 13, 1997.
XI. Fuentes:
Diarios:
Datos demográficos:
Informes institucionales:
Leyes y decretos:
Bárbara Martínez
https://orcid.org/0000-0002-6822-9608
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Buenos Aires
Instituto de Ciencias Antropológicas
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
[email protected]
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Recibido: 20/02/2022
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
Nutriéndose de los aportes conceptuales y metodológicos de la
antropología crítica, este trabajo presenta y explora los derroteros
de campo etnográfico en la construcción de un Proyecto de salud
intercultural en la provincia de Catamarca, Argentina, en la década de
2010, que surgió a partir de la demanda de los sectores involucrados.
En particular, analiza los derroteros profesionales que se plantearon
desde las disputas iníciales, y que continuaron en la organización, y en
los primeros resultados de la experiencia. Asimismo, reflexiona sobre
la salud como un proceso de construcción política, las trayectorias de
la comunicación entre las partes, y el rol profesional de la antropología
en estos contextos.
1 El manejo conjunto de los dos tipos de medicina, y la administración de fármacos que complementen tratamientos nativos, ha sido
estudiada por Eduardo Menéndez (1992, 109).
DINÁMICAS DIALÓGICAS
El modo de interacción entre los agentes de salud y algunos pobladores, que
ejemplifiqué al inicio, no era nuevo para mí. El hospital zonal se encuentra en
una ciudad de aproximadamente veinte mil habitantes, que conforma el centro
administrativo, económico y eclesiástico del área. En el área del valle del territorio
departamental, se ubican diversas localidades con gente campesina e indígena, cada
una de las cuales posee un pequeño centro de salud denominado unidad sanitaria,
en el que trabajan un enfermero y un agente sanitario que pertenecen a la población.
Algunas de ellas se ubican en zonas de altura mientras que otras se encuentran más
cercanas al hospital.
Desde la perspectiva de buena parte de la gente de la ciudad, las poblaciones más
cercanas a ella habían sido absorbidas a su dinámica. Por ello, su organización
como comunidad originaria los interpeló (Briones 1996, 1998, 2008). Paulatinamente
fueron estableciéndose mecanismos de creación de la alteridad mediante los que
se cuestionó su legitimidad (Comaroff y Comaroff, 1992). Tópicos enunciados por los
pobladores citadinos como “no son indios verdaderos”, acompañadas por acusaciones
sobre los artilugios de corte económico que los llevaron a organizarse políticamente,
acompañaron los inicios de estos procesos (Escolar, 2005; Gordillo y Hirsch, 2010).
En paralelo, la gente que habita en los pueblos más distantes es considerada por
quienes viven en la ciudad como poseedora de un pasado precolombino arquetípico.
Esta definición del otro no carece de ambivalencias (Ibáñez Caselli, 2005). Por un
lado, en la práctica cotidiana se los liga a ciertas dificultades en asimilar el modo
de vida de la ciudad (v. gr. una escasa experticia en el uso de tecnologías, como
cajeros automáticos). Pero, por el otro, su acción ritual es altamente valorada pues,
desde la perspectiva citadina, estas poblaciones poseen la capacidad de comunicarse
con entidades tutelares pre cristianas, manipulándolas de maneras que sólo ellos
conocen. Así, durante momentos específicos del calendario anual, como la fiesta del
santo patrono, la gente de la ciudad arriba a estos poblados para adquirir tanto los
productos locales (por ejemplo, vegetales y ganado) como su saber ritual (a través de
la consulta con los especialistas locales). En este contexto, como señala Menéndez
(2016), la interculturalidad “en los hechos”, como fenómeno de encuentro político,
económico y religioso ya se producía al menos desde el S. XIX. Y aunque aún no
sabemos la existencia y el alcance de intercambios de tipo sanitario para esas fechas,
de la etnografía que vengo realizando se desprende un diálogo de al menos medio
siglo sobre el saber ritual y las prácticas de salud y enfermedad.
medicalización y las normativas hospitalarias que ésta conlleva. Sin embargo, para
N.M. la realización del encuentro en ese sitio garantizaría la asistencia de un número
significativo de trabajadores de la salud, dándole impulso y visibilidad a nuestro
proyecto.
Convocamos a la población a primera hora de la mañana. A medida que arribaban,
y mientras el silencio reinaba en la sala, fui notando el patrón de distribución que
comenzó a formarse: por un lado, se habían ubicado los pobladores locales, y por
el otro, en un área diferenciada, los miembros del sistema de salud. Nosotros, en el
centro, conversábamos animadamente con ambos sectores.
N.M. inició el encuentro comentando brevemente que el objetivo era “articular
posiciones entre la medicina que practican los médicos en este centro, las condiciones
farmacológicas, la adherencia terapéutica, las formas ancestrales que tienen ustedes
para curarse, y disminuir la morbimortalidad”. De inmediato las personas que
estaban en el auditorio comenzaron a mirarse unos a otros con cierta perplejidad.
En primer lugar, campesinos e indígenas (pero sobre todo éstos últimos) no estaban
habituados a ser escuchados, y menos aún que les sea requerida su opinión en temas
de biomedicina y de salud comunitaria. Es que, a nivel local, su horizonte histórico
se inserta en múltiples procesos de dominación, subordinación y explotación (que
continúan hasta la actualidad de la mano de proyectos extractivos como la minería)
y, que han contribuido a formular mecanismos de desequilibrio de fuerzas en sus
diálogos con el estado. Por otra parte N.M., teniendo también a sus colegas como
interlocutores, estaba utilizando un lenguaje técnico y una serie de términos ajenos
al discurso de la gente habituada a ejercer con él un trato caracterizado por el uso de
términos que les eran familiares.
Algunos agentes de salud tomaron la palabra para decir que, desde su perspectiva,
los problemas hospitalarios se relacionaban más bien con el acceso a los recursos
o con las condiciones laborales, entre otros factores. Desde este enfoque, cuestiones
como la falta de adherencia terapéutica, o la incomprensión mutua entre etiquetas
de habla, etc., era un problema de los indígenas y campesinos, pues ellos “hacían
lo correcto” de acuerdo a su práctica profesional. Otros, sin embargo, estaban más
interesados en adentrarse en estas cuestiones, considerándolas una problemática a
resolver en conjunto.
Ante la situación, tomé la palabra para decir que nos interesaba “poder conversar
sobre las formas en que la gente de acá se cura, cuáles son los remedios que usa,
cómo es el tema con las plantas, las cosas que les parecen que los curan y que no son
de los médicos, qué cosas les molestan o les parecen que no están bien del hospital,
y les parece que se puede hacer para evitar las muertes””. Por supuesto, yo sabía
que la trayectoria histórica local mostraba diversos mecanismos mediante los cuales
los campesinos e indígenas habían aprendido a enmascarar sus formas nativas de
relacionarse con el entorno y con los seres que lo pueblan. Los modos en que los
vínculos entre el poder político y eclesiástico local habían impactado en el sistema
“Ustedes nos vienen a decir eso pero es muy difícil atenderlos. A veces cuando vienen
ya están graves y tienen que pasar para Tucumán5, porque acá ya no hay cómo. Y
después andan diciendo que nosotros tratamos mal a los enfermos, que no servimos, y
nosotros nos enteramos esas cosas. Pero cuando llegan no dicen nada, asienten nomás
cuando les hablamos, y después no hacen lo que les decimos que tienen que hacer”
(S.B., médico, 48 años).
3 Es frecuente que ambos actores actúen como nexo entre el sistema de salud y las poblaciones alejadas, operando como traductores
culturales de la biomedicina, e incluso colaborando en cuestiones organizativas (como el cuidado de animales de los enfermos) para
favorecer la adherencia terapéutica. Su carácter mediador y su experticia en trabar relaciones con el sistema de salud citadino hace que
cuenten con herramientas discursivas para expresarse a viva voz en contextos como el de la reunión a la que convocamos.
4 El término “la camioneta” refiere a un vehículo que, una vez a la semana, transporta a las personas, sus bienes y el ganado entre y
hacia las poblaciones de altura. Sin embargo, pese a tener días prefijados, la regularidad de su recorrido es bastante fluctuante. La
camioneta es, además un símbolo de modernidad y un alerta de movimientos poblacionales. Es decir, cuando llega a un caserío “es
señal de que algo pasa, de que llega alguien” (T. A., Noroeste Argentino, mayo de 2013).
6 Desde la perspectiva analítica, puede decirse que mientras el chisme expone situaciones de la vida diaria sobre otro, el rumor articula
circunstancias locales con hechos a una escala más amplia, ya sea regional y global (Stewart y Strathern, 2004; Ceriani Cernadas,
2017).
7 Me preocupaban, sin embargo, las condiciones de elaboración de estos documentos, debido a que buena parte las formas nativas de
concebir los procesos de salud, enfermedad y atención se sustentan en dispositivos orales, como los rezos. Retomaré este tema con
posterioridad.
“Estoy de acuerdo con esta reunión, que me habían comentado de la anterior que fue lo
que conversaron, y (ahora) vine a esta. Pero yo no creo que se pueda llegar a un buen
resultado de esta conversación si no se solucionan antes otros problemas. Nosotros
no tenemos únicamente el problema de que no se nos reconocen nuestros modos de
curarnos las enfermedades, que son los modos en que nuestros abuelos se curaban.
Nosotros tenemos el problema de que el río crece, no se puede pasar la ambulancia,
y ahí nomás la gente se nos muere y no podemos hacer nada. Y ustedes saben que
a veces se nos mueren intentando cruzar el río. El río se los lleva y lo encontramos
(a quien intenta atravesarlo) a los días. Nosotros también tenemos el problema de
que no se nos toma en cuenta, no se nos trata como es debido, no nos tratan como a
los demás cuando nos vamos a atender. Pero tampoco nos tratan como a los demás
cuando vamos al municipio, al banco, a cualquier lugar. Nosotros estamos siempre
atrás, siempre somos el último lugar. Hemos visto que nuestros niños no son tratados
como los otros en las escuelas. Se les dicen indios, atrasados, que no comprenden. Eso
lo he visto yo, que me ha tocado a mí mismo vivirlo. Antes los maestros nos enseñaban
que no había más indios, ya no, eso es un progreso, pero no nos reconocen, no nos ven.
Que nos acusan de no ser verdaderos, todo eso tenemos que aguantar. Los políticos
Frente a ello, encolerizada, F.B., una mujer que habita en la ciudad capital, ejerce
como docente en una institución educativa de nivel primario, y posee un conflicto
sobre tierras de larga data con una comunidad, pidió la palabra, y eufóricamente
expresó:
“¿Cómo va usted a decir eso? No se entiende. Ustedes están por aquí y por allá
pidiendo becas y les dan. A nuestros niños no. Plata para esto, plata para lo otro.
Piden alimento, cosas, y les dan ahora por ser indios. A nuestros niños no. Ahora
está lleno de indios, pero resulta que hace 30 años no había ninguno. ¿Dónde
estaban? Ustedes se dieron cuenta de que eran indios de repente, cuando les
convenía, y ahora nosotros tenemos que dejar todo de lado y aguantar que les
den todo a ustedes y encima andan por ahí, por todos lados acusando. Acusando
a los médicos, acusando a los maestros. Y ya se dicen que andan queriendo las
tierras. ¿Las tierras también les vamos a tener que dar? Ahora todos andan por
ahí, adorando a la Pachamama y subiendo las fotos (a aplicaciones de internet).
Y pone a una viejita ahí para sacarle fotos también. Pero nosotros también
hacemos nuestras cosas con la Pachamama, y no andamos ahí subiendo fotos
ahí para mostrarnos. Y además los niños llegan mal, llegan mal. No saben las
cosas, hay que andar enseñándoles todo de nuevo. Y uno ve que ni los cuidan.
Andan botados (tirados) por ahí, por la plaza todo el día. Solos andan esos
niños8” (F.B., docente, 42 años).
En ese punto, comencé a hablar con el objeto de mediar entre las posturas que uno
y otra habían enunciado. Mi conocimiento de la realidad local hacía que pudiera
percatarme muy bien de los procesos que ambas partes mencionaban. Puntualizando
cada uno de estos asuntos, traté de retomar el eje central que nos convocaba, es decir,
la posibilidad de establecer algunos lineamientos básicos en salud, sustentados en el
respeto y conocimiento mutuo de ambos sistemas.
Luego de ello, siguieron dos horas en las que los miembros de los distintos sectores
expusieron sus ideas las actividades a desarrollar para concretar el proyecto. En
conjunto se confeccionó un documento que, sintetizando, contenía estos puntos
generales:
8 Se refiere a los jóvenes que, por falta de educación secundaria en su lugar de origen, deben migrar a la ciudad y permanecer lejos de
la vigilancia de sus padres durante el ciclo lectivo.
Aquella tarde cerramos la jornada con un nuevo objetivo: N.M. y yo, junto a las
personas que quisieran adherirse a la iniciativa, colaboraríamos con las partes
asistiendo en lo que requirieran para alcanzar estas acciones. En este marco, también
distribuiríamos los textos elaborados por las comunidades a los médicos de la
institución hospitalaria que hubiesen o no asistido a las jornadas, a las autoridades
municipales ligadas al sistema de salud, y a cualquier interesado en la temática.
Programamos, además, un nuevo encuentro que se realizaría luego de dos meses,
con el objeto de realizar una evaluación de la implementación de estas ideas básicas,
así como de los resultados obtenidos.
9 Días antes el hospital había puesto en marcha una serie de medidas alineadas con el Programa. Entre ellas se encontraban, por
ejemplo, la implementación de un esquema prioritario de atención para los pobladores debían regresar prontamente a sus lugares de
origen.
10 Esta idea no carecía de correlato con la realidad. En los hechos, desde hacía años los médicos entregaban medicamentos de forma
gratuita provistos por el Programa Remediar del Ministerio de Salud de la Nación. Los destinatarios, sin embargo, no eran sólo las
poblaciones indígenas, sino también los sectores que en ese momento estaban realizando el reclamo.
2001), no es menos cierto que el contexto local es modificado por la presencia de los
interlocutores de nuestros interlocutores (es decir, nosotros, mediante el ejercicio de
la labor de campo) (Fabian, 1983).
Aunque la primera y la segunda reunión que mencioné en los apartados anteriores
resultaron relevantes para el desarrollo del proyecto, la tercera marcó el inicio
del declive de su puesta en marcha. En primer lugar, un cambio de autoridades
hospitalarias hizo que a partir de entonces para los intereses de la institución el
trabajo realizado no resultara prioritario. Es cierto que la organización de un programa
profundo y significativo, que pudiera transformar de manera drástica las relaciones
entre la biomedicina y la medicinal local, estaba muy lejos de lo que durante ese
corto período pudimos organizar. Además, también era problemático considerar que
el Proyecto lograría un diálogo horizontal entre las partes, pues los procesos sociales
por los que discurrían la desigualdad y las lógicas del poder local conformaban parte
del horizonte histórico desde hacía al menos un siglo. Sin embargo, aquella pequeña
experiencia permitió poner en agenda los lineamientos que afectaban profundamente
a la población. Antes de esta serie de encuentros, los médicos se ocupaban de identificar
las patologías, pero las cuestiones vinculadas a los modos en que se conceptualiza la
muerte, se despliega la medicina nativa y se realiza la comunicación con los pacientes
no formaban parte de sus intereses. Es decir, las dinámicas de los procesos de salud,
enfermedad, y atención (Menéndez, 1992) no constituían instancias que merecían
acuerdos y discusiones entre las partes. Menos aún, los procesos de morir (Martínez
2013a). En cualquier caso, el acercamiento y entendimiento que logramos entre las
partes involucradas derivó en menores aunque relevantes modificaciones.
CONSIDERACIONES FINALES
En este artículo presenté las dinámicas que aspiraban a diagramar un proyecto
de salud intercultural en el que se plasmaron las formas nativas de comprender y
conceptualizar la muerte, así como los procesos de salud/enfermedad/atención, en
una población de la provincia de Catamarca (noroeste argentino). En especial, focalicé
en las dinámicas de la labor profesional y los primeros resultados que arrojó esta
experiencia de mediación y diálogo intercultural. El anonimato sobre el nombre de la
localidad y los actores recorre el texto, pues éste constituyó una solicitud explícita de
mis interlocutores.
Los encuentros llevados a cabo involucraron la articulación entre los agentes
del estado, las poblaciones campesinas y las indígenas, que ilustraron alianzas y
conflictos, algunas veces de larga data. Los chismes y los rumores, como hechos
sociales, eran la herramienta cultural mediante la que las comunidades indígenas,
el sector campesino y la gente de la ciudad expresaban su descontento con la labor
hospitalaria, ilustrando las relaciones y posiciones de los grupos en la estructura
social local (Gluckman, 1963). En paralelo, algunos miembros del sistema de salud
hacían uso de herramientas de creación de la alteridad, sin prestar atención a las
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Abad González, L. (2004) Salud intercultural y pueblos indígenas: la experiencia de un
programa de salud de atención primaria con comunidades Aguarunas de la selva
amazónica en Perú. En: G. Fernández Juárez (Coord.), Salud e interculturalidad en
América Latina. Perspectivas antropológicas (pp. 75-92). Quito, Ecuador: Abya-
Yala/BOLHISPANA/Universidad de Castilla-La Mancha.
Abercrombie, T. (2006). Caminos de la memoria y el poder. Etnografía e historia en
una comunidad andina. Lima, Perú: IFEA/IEB/ASDI.
Albó, X. (2004). Interculturalidad y salud. En: G. Fernández Juárez (Coord.), Salud e
interculturalidad en América Latina. Perspectivas antropológicas (pp. 65-74).
Quito, Ecuador: Abya-Yala /BOLHISPANA/Universidad de Castilla-La Mancha.
Bartolomé, M.A. (2003). En defensa de la etnografía. El papel contemporáneo de la
investigación intercultural. Revista de Antropología Social, 12, pp. 199-222.
Briones, C. (2008). Diversidad cultural e interculturalidad: ¿De qué estamos hablando?
En . C. García. (Comp.), Hegemonía e interculturalidad: Poblaciones originarias y
migrantes. La interculturalidad como uno de los desafíos del siglo XXI (p.p. 35-58).
Buenos Aires, Argentina: Prometeo.
CONICET.
Scholte, B. (1972). Toward a reflexive and critical anthropology. En D. Hymes (Ed.),
Reinventing anthropology (pp. 430-457). Nueva York, Estados Unidos: Phanteon
books.
Ramírez Hita S. (2011). Salud intercultural. Crítica y problematización a partir del
contexto boliviano. LaPaz, Bolivia: Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología.
Ricard Lanata, X. (2007). Ladrones de sombra. El universo religioso de los pastores del
Ausangate (Andes sur peruanos). Lima, Perú: IFEA/CBC: Lima.
Rigby, P. (1985). Persistent pastoralist, nomadic societies in transition. London,
Inglaterra: Zedbooks.
Santi, F. (2016). Ética de la investigación en ciencias sociales Un análisis de la
vulnerabilidad en la investigación social. En: F. Santi (Ed.). Ética de la investigación
en ciencias sociales Un análisis de la vulnerabilidad en la investigación social (pp.
99-113). Ginebra, Suiza: Globethics.net.
Stewart, P. y Strathern, A. (2004). Witchcraft, sorcery, rumors and gossip. Cambridge,
Estados Unidos: Cambridge University Press.
Wright, P. (1994). Experiencia, intersubjetividad y existencia. Hacia una teoría-práctica de
la etnografía, Runa, XXI, 347-380.
Recibido: 01/03/2022
Aceptado: 31/05/2022
Resumen
En el presente trabajo se aborda el fenómeno de la violencia
interpersonal en la campaña bonaerense desde un enfoque
cuantitativo. El estudio hace foco en una problemática común a
los estudios históricos sobre la criminalidad para períodos pre
estadísticos: las dificultades para elaborar y analizar la evolución de
1 Las actas de defunción suelen incluir generalmente los siguientes datos: lugar y fecha del entierro con asiento del día, mes y año;
indicación temporal del momento del deceso, por ejemplo “murió ayer a la noche”; tipo de entierro, celebrado con rito mayor o menor,
con cruz alta o baja, ceremonia cantada o rezada, ello vinculado al arancel del entierro efectivizado; indicación del cuerpo de párvulo
— en cuyo caso suele aparecer el nombre y apellido de los padres y circunstancia de ser el niño legítimo o natural— o adulto; nombre
y apellido del difunto; en ocasiones el estado civil con indicación del nombre del cónyuge; condición jurídica en caso de esclavos, e
identificación de la etnia en el sector de no españoles; lugar de sepultura; existencia o ausencia de mandas testamentarias; si recibió
los sacramentos antes de fallecer y registro del clérigo interviniente.
muertas por agresiones letales, arrojando así un promedio anual 7, 9 casos. De todas
formas, es probable que el número de homicidios cometidos haya sido en realidad
mayor, puesto que algunas de las parroquias consideradas en este estudio no habían
sido aún fundadas para principios del siglo XIX, por lo que carecemos de los datos
aportados por los libros de muertos para estos años.
Los registros parroquiales presentan para la década de 1810 en adelante, en cambio,
menos vacíos de información. Como podemos apreciar, ya desde la segunda mitad
de la década el número de muertes violentas comenzó a ser sensiblemente mayor
respecto a los años anteriores. Aunque sería a partir de 1820 donde se verifica un
salto cuantitativo de mucho mayor magnitud. Desde entonces y hasta el año 1835 la
cantidad de muertes violentas que figuran en los libros de defunciones se acrecentó
de manera muy notoria. Los curas párrocos documentaron unos 553 homicidios, lo
que elevó el promedio de muertes violentas a una media de 34,5 casos anuales. En el
gráfico 2 puede visualizarse más claramente la concentración de muertes violentas
referida. Allí se destacan particularmente los primeros años de la década de 1820,
con una media de 36 muertes violentas anuales, así como el período entre 1830 y
1834, con un promedio de homicidios todavía más alto de 39,4 casos por año.
2 Sobre este punto, un conjunto de trabajos dedicados al fenómeno del bandidaje han demostrado lo extendido que estuvo este fenó-
meno en la campaña bonaerense durante la década de 1820. Las fuentes parroquiales aportan pruebas adicionales a esta conjetura.
De hecho, en muchas de las partidas de defunciones realizadas en estos años puede leerse anotaciones de los propios curas párrocos
tales como “muerto por una gavilla”, “asesinado en sus casa por los ladrones” o “murió degollado por unos salteadores”, en no pocas
ocasiones.
resultante es entonces “el número anual de homicidios por cada 100.000 habitantes.”
Conviene destacar que solo hemos podido calcular la tasa de homicidios desde el año
1815 en adelante, ya que es a partir de entonces cuando se cuenta con información
medianamente fiable sobre la población de las localidades rurales bonaerenses aquí
analizadas.
En el Gráfico 3 se representa la curva de la tasa de homicidios por cada 100 mil
habitantes entre los años 1815 y 1854 así como la evolución del número de homicidios
para el mismo período. Para realzar las tendencias a mediano plazo exponemos la
misma información en períodos de cinco años en el Gráfico 4.
Como podemos apreciar, los datos que disponemos de este indicador a partir
de mediados de la década de 1810 revelan que la tasa de homicidios conoció un
crecimiento muy marcado desde comienzos de 1820. Así, durante los primeros años
de la década, se registraron las tasas más elevadas de toda la serie con valores que
alcanzaron los 157, 97 y 112 homicidios por cada 100 mil habitantes respectivamente.
En el bienio siguiente, la tasa descendería, aunque volvería a incrementarse entre
1825 y 1826 durante la guerra con el Imperio del Brasil. Luego de protagonizar una
significativa caída en 1827 durante la fugaz gobernación de Manuel Dorrego, el índice
daría un nuevo salto hacia finales de la década. De esta forma, en el marco de la
guerra civil que enfrentó a unitarios y federales, treparía a 113 muertos por cada 100
mil personas, para mantenerse entre los 88 y 99 casos por cada 100 mil habitantes
durante buena parte de los años siguientes. Si consideramos el período 1820-1835,
la tasa de homicidios promedio se ubicó en los 83,1 casos por cada 100 mil personas
100.000 habitantes durante la primera mitad del siglo XIX (Roth, 2009).
Conclusiones
El recurso a los registros parroquiales como fuente para el análisis cuantitativo de
los homicidios en el mundo rural bonaerense nos ha permitido reunir un conjunto de
evidencia mucho más sólida para abordar el fenómeno de la violencia interpersonal
que la suministrada hasta entonces por otros estudios basados en fuentes de origen
judicial. El uso de los libros de muertos nos ha permitido de este modo calcular la
tasa de homicidios y, a partir de este indicador, poner en perspectiva las variaciones
de la violencia interpersonal durante buena parte de la primera mitad del siglo XIX.
El trabajo confirma la reducción de la violencia interpersonal durante los años rosistas
advertido antes por otros estudios. Pero también brinda sólidos indicios sobre los
altos niveles de violencia letal que predominaron en la campaña bonaerense durante
el período previo. De este modo, los cambios apreciados en los casos de muertes
violentas invitan a reflexionar sobre la relevancia de historizar este fenómeno a fin
de comprender mejor el marco social en el que se inscribe.
Fuentes.
Libros de difuntos
Arrecifes (parroquia San José, Libros II, III y IV de difuntos), Las Conchas (parroquia de
Inmaculada Concepción, Libros I, II y III ), Capilla del Señor (parroquia de Exaltación
de la Cruz, libros de difuntos II y III), Chascomús (Parroquia de Nuestra Merced, Libros
de difuntos I y II), Lobos (parroquia de Nuestra Señora del Carmen, libros de difuntos
1, II y III) Luján (parroquia de Nuestra Señora de Luján, libros de difuntos, tomos II
y III) Morón (Parroquia de Inmaculada concepción del Buen Viaje, libro de difuntos,
tomos I, II y III) Pergamino (parroquia de Nuestra Señora de la Merced, libros de
difuntos, tomos I, II y III), Pilar (parroquia de Nuestra señora de Pilar, libros de
difuntos, tomos I, II y III), Quilmes (parroquia de Inmaculada concepción, libro de
difuntos I, II y III) Ranchos (Nuestra Señora del Pilar de Ranchos, libro de defunciones,
tomos I, II y III), San Fernando (parroquia de Nuestra Señora de Aranzazu, libros de
difuntos I, II y III)), San Isidro (parroquia de San Isidro Labrador, libro de defunciones,
tomos I, II y III) San Miguel del Monte (Parroquia de San Miguel Arcángel, libro de
defunciones, tomos I,II y III) San Nicolás de los Arroyos (parroquia de San Nicolás de
Bari, libros de difuntos, tomos II, III y IV)
Eisner, Manuel (2003), “Long-Term Historical Trends in Violent Crime”. Crime and Justice,
30: 83–142.
Fradkin, Raul y GELMAN, Jorge (2015) Juan Manuel de Rosas. la construcción de un
liderazgo político. Buenos Aires: Edhasa.
Fradkin, Raúl (2006) Historia de una montonera. Bandolerismo y caudillismo en Buenos
Aires, 1826. Buenos Aires: Siglo XXI.
Gelman, Jorge (2000) “Crisis y reconstrucción del orden en la campaña de Buenos Aires:
estado y sociedad en la primera mitad del siglo XIX”. Boletín del Instituto de Historia
Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Tercera serie, núm.21. 7-31.
Gelman, Jorge y Santilli, Daniel (2018) “La distribución de la riqueza en el Buenos Aires
rural entre finales de la colonia y la primera mitad del siglo XIX. ¿Una desigualdad
moderada y en declive? Am. Lat. Hist. Econ [online]. 2018, vol.25, Nº 2, 7-41.
Garavaglia, Juan Carlos (1999) “Paz, orden y trabajo en la campaña: la justicia rural y los
juzgados de paz en Buenos Aires, 1830-1852”. Poder, conflicto y relaciones sociales.
El Río de la Plata, XVIII-XIX. Rosario: Homo Sapiens. 57-87.
Johnson, E. A., Salvatore, R. D., & Spierenburg, P. (2012). “Murder and mass murder in
pre-modern Latin America: from pre-colonial Aztec sacrifices to the end of colonial
rule; an introductory comparison with European societies”. Historical Social Research,
37 (3): 233-25.
Roth, Randolph, Maltz, Michael D. & Eckert, Douglas L. (2011) “Homicide Rates in the Old
West”. Western Historical Quarterly. 42:173-195.
Roth, Randolph (2009) American Homicide. Cambridge: Belknap Press of
Harvard University Press.
Salguero, Paula (2011) “Homicidios en Buenos Aires 1830-1849. Una mirada sobre el uso
de las normas y el universo de los casos”. Piazzi, Carolina (coord.) Modos de hacer
justicia. Agentes, normas y prácticas. Buenos Aires, Tucumán y Santa Fe durante el
siglo XIX. Rosario: Prohistoria. 93-111.
Salvatore, Ricardo (1997) “Los crímenes de los paisanos: una aproximación
estadística.” Anuario IEHS, N° 12: 91-100.
Salvatore, Ricardo (2018), Paisanos itinerantes. Orden estatal y experiencia subalterna
en Buenos Aires durante la era de Rosas. Buenos Aires: Prometeo.
Slatta, Richard & ROBINSON, Karla (1990) “Continuities in Crime and Punishment: Buenos
Aires, 1820-1850”. Johnson, Lyman (ed.) The problem of Order in Changing Societies.
Essays on Crime and Policing in Argentina and Uruguay, 1750-1940. Albuquerque:
University of New Mexico Press.18-45.
Spierenburg, Pieter (1996), “Long-Term Trends in Homicide: Theoretical Reflections and
Dutch Evidence, Fifteenth to Twentieth Centuries”. JOHNSON, Eric y MONKKONEN,
Eric (ed). The Civilization of Crime: Violence in Town and Country since the Middle
Ages. Urbana: University of Illinois Press. 63–105.
Taylor, William (1982) “Algunos temas de la historia social de México en las Actas de
juicios criminales”. Relaciones Estudios de Historia y Sociedad, Vol. III, N° 11: 89-97.
Referencias:
Barsky, Osvaldo y Gelman, Jorge (2009) Historia del agro argentino. Desde la conquista
hasta comienzos del siglo XXI. Buenos Aires. Sudamericana.
Gómez Teresita & Tchordonkian, Silvia (2016) “En torno al sistema de transportes
en la Argentina. Caminos y vías férreas, 1930-1950” En: Transportes, Servicios y
Telecomunicaciones, (TST). Revista de Historia. Madrid. España - Edicared. Marzo,
nº 30, pp. 48-79.
Kuntz Ficker, Sandra (coord.) (2010) Historia Económica General de México. México. El
Colegio de México/ Secretaría de Economía.
Nunes Ivanil (2011) Integraçao ferroviária sul-americana por que não anda esse trem?
São Paulo. Brasil. Annablume editora.
Recibido: 05/02/2022
Aceptado: 10/05/2022
Resumen
A comienzos del siglo XX surgió en la Argentina la preocupación por
el atraso tecnológico en la agricultura. Esa preocupación llegó a los
directorios de las grandes compañías ferroviarias de capital británico que
colaboraron con el gobierno en campañas para la mejora de semillas,
para la difusión de nuevas técnicas de cultivo entre los agricultores y
para facilitar su acceso a la propiedad de la tierra. Esa colaboración fue
exitosa. La Argentina aumentó al volumen de su producción agrícola
y el rendimiento por hectárea de los principales cultivos. Las grandes
compañías ferroviarias actuaron con el objeto de aumentar sus ingresos
sin subordinación a los intereses de otros grupos como el de los grandes
terratenientes dedicados a la producción ganadera.
Colaboración.
Abstract
At the beginning of the XXth Century, concern arose in Argentina about
the lack of technological development in agricultura. That concern
reached the Boards of the large British-owned railway companies that
collaborated with the Argentine Government in a series of coordinated
activities to improve seeds, to spread new tillage techniques among
farmers and to facilitate access to land ownership. That partnership
was succesful. Argentina increased its agricultural production and
the yields per hectare of the main crops towards the end of the 1920s.
The large railway companies acted in order to increase their income
without subordination to the interests of other groups such as the large
landowners, dedicated to livestock production.
1 López (2018 a)
2 La información relevada en este trabajo se limitará a esa región y a los cultivos predominantes: trigo, maíz y lino, sin perjuicio de hacer
alguna referencia, en algún momento a la expansión agrícola fuera de ella.
que permitían una mayor eficiencia. Por último, se hará mención a lo realizado por
estas compañías en materia de crítica al latifundio y en la concreción de proyectos de
fraccionamiento de tierras y de colonización. Se tendrá especial cuidado en mostrar
la colaboración que existió entre las empresas y el gobierno, en base a los planes
desarrollados por el Ministerio de Agricultura. Cuando corresponda se comparará
el comportamiento de las grandes empresas de capital británico con lo hecho en el
seno de los Ferrocarriles del Estado, que también se interesaron en estos temas, sin
perjuicio de dejar aclarado que la actividad de la empresa estatal no entra dentro de
nuestro objeto de estudio.
En las conclusiones, partiendo de los hechos reconstruidos, se tratará de desarrollar
las hipótesis enunciadas al comienzo de esta Introducción, en especial, por un
lado, el diagnóstico hecho por las compañías ferroviarias sobre los problemas de
la agricultura, su vinculación con la posición adoptada por el gobierno nacional,
el grado de colaboración entre ambos actores, la dimensión del esfuerzo realizado
y el resultado obtenido en las acciones concretas emprendidas. Por otro lado, se
vincularán estas cuestiones agrícolas con la estrategia empresarial de tratar de
remunerar el capital invertido en base a la ganancia obtenida por la venta de un
servicio de transporte, que implicaba, en lo posible maximizar los ingresos y minimizar
los gastos, con prescindencia en la defensa de ningún otro interés sectorial, lo que
para nosotros es la esencia del comportamiento autónomo.
Para el desarrollo del estado de la agricultura en la Argentina se hará uso de fuentes
secundarias provenientes de autores que han reconstruido la historia agraria de esos
años, sobre todo sobre tecnificación y extensión agrícola. También se recurrirá a
fuentes primarias publicadas, fundamentalmente las Memorias del Ministerio de
Agricultura y los Diarios de Sesiones del Congreso Nacional. Para la descripción del
quehacer ferroviario las principales fuentes primarias publicadas serán las Memorias
de las compañías ferroviarias y otras publicaciones realizadas por las mismas como
las revistas de difusión, las guías comerciales y los programas semanales. Entre las
fuentes primarias inéditas usadas estarán los expedientes de la Dirección General
de Ferrocarriles. Asimismo, se recurrirá a fuentes periodísticas en la forma de los
principales diarios de la época.
4 Reca 2006:191-192.
5 Reca 2006:192. El segundo ministro de Agricultura de Roque Sáenz Peña, Adolfo Mugica, llamaba a este hecho “el desarrollo exten-
sivo de la agricultura”. Ver Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1913-II:610.
8 Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1910:100. Ezcurra también señalaba que en Canadá, que tenía un presupuesto general de
gastos equivalente al 93 % del argentino, se gastaba en promoción de la agricultura el doble que en nuestro país. Memoria Ministerio
de Agricultura, Año 1910:14.
10 López 2005:238-239.
13 Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1912:19 y 33. Ye en 1909 habían corrido los primeros trenes llevando técnicos del Ministerio
de Agricultura en los ferrocarriles Sud, Central Argentino y Pacífico. Ver Martocci 2013:11.
14 Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1912:154-158. Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1913-II:610-613.
15 Las Memorias Ministerio de Agricultura presentadas en estos años fueron las de 1913 y 1915 (Ministro Horacio Calderón), 1916 (Mi-
nistro Honorio Pueyrredón) y 1920 (Ministro Alfredo Demarchi)
17 Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1915:96-97 y 1916:159. Ver también Marotta 1916:12.
18 Martocci 2014.
19 Regalsky 1999:45-46, distingue dos etapas en la actividad bancaria, separadas por la crisis de 1890. Antes de ese año existió crédito
abundante para la expansión económica, incluso en el sector agrario, con instituciones especializadas en préstamos a largo plazo como
los bancos hipotecarios. Desde entonces, y hasta entrado el siglo XX, la actividad bancaria se limitó a asistir a la estructura empresarial
ya consolidada. La actividad agrícola sólo podía acceder el crédito informal de corto plazo proveniente de los comerciantes con los que
trataban. Sobre esto último ver Adelman 1992:20-21.
21 La ley fue resultado de un proyecto redactado por Manuel de Iriondo, Ministro de Hacienda de José Figueroa Alcorta, presentado en
agosto de 1909. Esta ley permitió poner definitivamente en marcha al Banco, después de su recuperación de los daños producidos por
la crisis de 1890. Los créditos hipotecarios eran dados a 33 años de plazo. También se preveían préstamos a corto plazo para “colonos
agrícolas”, sin garantía real. Fue sancionada recién el 29 de agosto de 1911. Cámara de Senadores, Diario de Sesiones 1911-II:229-253,
258, 279 y 486 .
22 La ley se originó en un proyecto del Poder Ejecutivo de agosto de 1917, siendo el Ministro de Hacienda Domingo E. Salaberry. Se san-
cionó con consenso de legisladores de todos los partidos. Cámara de Senadores, Diario de Sesiones 1919-I:625 y 643-653.
23 Bórea 1923:34-50.
24 Me he ocupado de ello en López 2018 b:237-247. Por esa razón el desarrollo agrícola de esa región no será tratado en este trabajo.
Cabe señalar aquí que las compañías no se encontraban todas en igual situación. Para el Ferrocarril Sud en su línea a Neuquén, y en
forma similar el Oeste en su línea a Colonia Alvear, el fomento era imprescindible para crear tráfico para la extensión íntegra. Mientras
que, en el Central Argentino, que transportaba azúcar desde Tucumán, y el Pacífico, que transportaba vino desde Cuyo, el fomento sólo
era necesario en secciones intermedias de sus extensiones. Otro ferrocarril para el que era fundamental crear tráfico en zonas hasta
entonces no productivas era el estatal Central Norte Argentino. En ese sentido, en forma contemporánea a los hechos descriptos en
este trabajo, realizó en combinación con el Ministerio de Agricultura, una vasta tarea para promocionar el cultivo de algodón en el
oriente santiagueño y en el Chaco. Sobre ello ver Revista Riel y Fomento Nº 4, Año 1922, p. 73; Nº 12, mayo 1923, p. 133; Nº 23, Marzo
1924, p. 98; Nº 24, abril 1924, p. 105; Nº 28, agosto 1924, p. 59; Nº 30, octubre 1924, p. 24; Nº 38, octubre 1925, p. 60, y Nº 41, enero 126,
pp. 10 y 11.
25 El Ferrocarril Central Norte Argentino, además de la promoción de nuevos cultivos, también se preocupó del fomento de la agricul-
tura tradicional en el norte de Córdoba y centro de Santa Fe. Revista Riel y Fomento Nº 12. Abril 1923, p. 133, y Nº 14, junio 1923, p. 37.
En los directorios de las compañías ferroviarias la idea de que era necesario mejorar
la forma en que se hacía la agricultura de los cultivos principales (trigo, maíz, lino) se
dio al acercarse el término de la Guerra. El Gerente General del Central Argentino, en
su informe para el ejercicio cerrado el 30 de junio de 1918 señalaba la necesidad de
realizar una campaña para hacer más intensivo el cultivo de trigo26. Un año después
Fernando Guerrico, Presidente de la Comisión Local del Ferrocarril Sud, sostenía que
la producción agrícola en la Argentina estaba afectada de falta de innovación y que
eran necesarias medidas para asegurar el depósito de las cosechas y reformar el
régimen de tenencia de tierras27. Sin embargo, poco fue lo hecho por estas empresas
en materia de mejoramiento de semillas antes de que el gobierno nacional se
decidiera a impulsarlo. Sólo el Ferrocarril Sud, al iniciarse el año 1922, comenzó a
hacer esfuerzos para introducir mejores semillas de trigo, avena y maíz, y estableció
su primera chacra experimental para zonas cerealeras en Pontaut, hizo convenios con
dueños de tierras para instalar centros de experimentación y se dispuso a establecer
subestaciones de su chacra en Copetonas, Energía, Curumalán, Balcarce, Stroeder y
Gascón28.
Al asumir Marcelo T. de Alvear la Presidencia en octubre de 1922 designó como
Ministro de Agricultura a Tomás Le Breton, hasta entonces embajador argentino en
Estados Unidos. El nuevo Ministro retomó con entusiasmo el programa reformista29.
Al presentar su Memoria abarcando el primer año de labor comenzó señalando
que “la agricultura permanece estacionaria desde hace más de 15 años mientras
que el Canadá casi ha triplicado su producción agrícola”. Para terminar con el
estancamiento, según Le Breton, era imperioso destinar a agricultura tierras hasta
entonces ganaderas y aumentar la cantidad de chacareros propietarios30. Pero
Que la preocupación más importante era sobre todo mejorar la agricultura en la pampa húmeda surge del mensaje del Poder Ejecutivo
que acompaña el proyecto de ley de colonización de Roque Sáenz Peña de 1913. Allí se dice que la reforma “es una necesidad improrro-
gable en las zonas en que con más intensidad se practican los trabajos agrícolas”. Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1913-II:611.
28 FCS, Memoria al 30/06/1922, Informe del Gerente General, p. 25. Miatello 1936:15. Cabe hacer notar que el Ferrocarril Sud ya había
instalado en 1918 una chacra experimental en el valle de Río Negro y ello le facilitaba iniciar una acción similar en la zona cerealera.
Ver López 2018 b:239. El Central Argentino también había instalado una chacra experimental en Tacanas, Santiago del Estero, pero
para promover los cultivos de secano. FCCA, Memoria al 30/06/1919, Informe del Gerente General, p. 22. Pero en la zona central recién
comenzó la tarea de promoción en 1923.
29 Alvear, en su primer mensaje al Congreso en mayo de 1923 dijo sobre el tema: “La selección de semillas, la perfección de los méto-
dos de cultivos, cosecha y comercio de los productos, contribuirán a vigorizar nuestra agricultura” y que “pronto sería presentado al
Congreso (un proyecto de ley) con el propósito de una colonización intensa de agricultores, propios y extraños, en tierras adquiridas en
zonas adecuadas”. Cámara de Senadores, Diario de Sesiones 1923-I:23.
33 Además de Pontaut en 1922 la empresa instaló la primera subestación en Copetonas. Al cabo de tres años ya se habían obtenido
resultados positivos. FCS, Memoria al 30/06/1924, Asamblea del 22//1924, p. 14.
34 FCS, Memoria al 30/06/1923, Informe del Gerente General, p. 21-2; Memoria al 30/06/1924, Informe del Gerente General, p. 25-6;
Memoria al 30/06/1925, Informe del Gerente General, p. 30; Memoria al 30/06/1926, Informe del Gerente General, p. 33.
35 El Ferrocarril Sud gastó unos $ 90.000 o/s para instalar la estación en Bordenave (una mitad en los terrenos y la otra en las cons-
trucciones) y unos $ 147.000 o/s para la estación en Quequén (también una mitad en los terrenos y la otra en las construcciones), en
total aproximadamente £ 48.000. Ver MNF-ADGFC Caja 1254, Expediente Nº 014517/S/1929. La empresa pidió que se reconociera el ca-
pital por estas inversiones pero la Dirección General de Ferrocarriles dictaminó que “los gastos de esta naturaleza no deben admitirse
con cargo a capital por no ser necesarios ni indispensables para la explotación normal del ferrocarril”. Mismo expediente.
36 FCS, Memoria al 30/06/1927, Informe del Gerente General, p. 31-2; Memoria al 30/06/1928, Informe del Gerente General, p. 35; Me-
moria al 30/06/1929, Informe del Gerente General, p. 34.
37 El Ministerio de Agricultura volvió a contratar a numerosos técnicos, además de Backhouse, muchos de ellos extranjeros. Esta acción
generó reacción dentro de la propia Unión Cívica Radical con argumentos nacionalistas. Ver Cámara de Diputados, Diario de Sesiones
1924-I:614.
38 Memoria del Ministerio de Agricultura, Año 1924:7; Memoria del Ministerio de Agricultura, Año 1925:8; Miatello 1936:15. Revista
Ferrocarril Sud Nº 39, septiembre 1928, p. 34 en la que se afirma que las variedades “Excelsior” y “Pagador” rendían aproximadamente
1650 kg/ha, un 100 % más que los trigos comunes.
40 MNF-ADGFC Caja 1255, Expedientes Nº 032749/S/1929 (agregado al 05063/S/1930), folios 12 y 14; Nº 32013/S/1930 (agregado al
0734/S/1931), folios 16 y 19, y Nº 25988/F/1931, folios 8 bis y 10. En todos los casos la Dirección General de Ferrocarriles no admitió la
pérdida de las granjas como gasto de explotación “por ser su explotación ajena a las finalidades del ferrocarril”.
41 FCS, Memoria al 30/06/1934, Informe del Gerente General, p. 31; Memoria al 30/06/1935, Informe del Gerente General, p. 42, y Me-
moria al 30/06/1936, Informe del Gerente General, p. 43.
44 FCO, Memoria al 30/06/1929, Informe del Gerente General, p. 18. En Revista El Oeste, Nº 96, enero 1929, p. 5, se describe las instala-
ciones de la granja experimental. Su director era F.G. Graham, especialmente contratado para ese cargo. Los primeros ensayos fueron
con trigo variedad Kanred y diferentes variedades de maíz.
45 A mediados de 1929 la empresa había adquirido toda la tierra para la estación experimental por un precio de $ 41.053,80 m/n (algo
así como £ 3.800). Ver MNF-ADGFC Caja Nª 1269, Expediente 013283-O-1930, folio 128. La Dirección General de Ferrocarriles tampoco
aceptó esta partida en la cuenta capital. La estación experimental de Ingeniero Foster cerró en enero de 1934. Diario La Nación del
20/1/1934.
47 Diario La Prensa del 16/2/1929, p. 24. También el Ferrocarril Oeste participó en la organización de una empresa para clasificar, em-
paquetar y comercializar la fruta. Ver FCO, Memoria al 30/06/1927, Asamblea de accionistas del 18/10/1927, p. 9; y López 2018 b:242-3.
49 El Central Argentino consideraba en 1927 que, si todos los agricultores de su zona usaran semillas seleccionadas, podría ingresar £
100.000 más por año sólo en concepto de esos fletes. Al mismo tiempo afirmaba que por la falta de tecnología el rendimiento del trigo
en la Argentina seguía siendo muy inferior al de los países competidores. FCCA, Memoria al 30/06/1927, Informe del Gerente General,
p. 15.
a ellas51. Hasta 1921 la compañía invirtió algo más de ochenta mil pesos oro sellado
(unas £ 17.000) en esta estación experimental52. También incursionó esta empresa en
la promoción del cultivo de frutales. Cuando las obras del embalse de Río Tercero
avanzaron, la Compañía del Central Argentino adquirió 125 hectáreas en Almafuerte
en 1927 e instaló en ellas una chacra experimental para el desarrollo de durazneros,
damascos, perales y manzanos. Poco después hizo lo mismo en la estación Fernández,
en Santiago del Estero, pero en este caso para el cultivo de cítricos53.
El Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico tampoco desarrolló tareas de investigación
en semillas propias aunque sí se preocupó en probar semillas de otro origen que
fueran especialmente aptas para su zona. Ya en 1922, en su vivero de José C. Paz
comenzó a hacer pruebas con semillas de cereales y de plantas forrajeras. En los años
siguientes instaló viveros en zonas más alejadas, como Monte Comán, Coquimbito y
Rama Caída, en Mendoza, y Villa Dolores, en Córdoba, en los que también realizó ese
tipo de ensayos. En su mayoría las semillas usadas provenían del Criadero Argentino
de Plantas Agrícolas de Enrique Klein. Por ejemplo, en 1927 el Pacífico compró a
ese semillero la producción completa de determinadas variedades de trigo, que
luego probó en sus instalaciones, y distribuyó lo producido entre los agricultores
con amplias facilidades54. Además de cereales, en diversas oportunidades probó
semillas de oleaginosas como lino y soja55. La empresa promovió el uso de las nuevas
semillas entre los productores de su zona y fue verificando año a año en qué medida
las mismas eran adoptadas56.
El Pacífico realizó una tarea un poco más compleja en el campo de investigación,
51 FCCA, Memoria al 30/06/1917, Informe del Gerente General, p. 34; FCCA, Memoria al 30/06/1920, Informe del Gerente General, p.
20; Memoria el 30/06/1927, Informe del Gerente General, p. 35; Memoria al 30/06/1926, Informe del Gerente General, p. 40. En su viaje
Miatello, en mayo de 1927, comenzó su recorrido en Nueva York, donde fue recibido por el embajador argentino Honorio Pueyrredón,
fue luego a Canadá y terminó en California. En parte de él fue acompañado por Gerald Williamson, hijo de Lord Forres, presidente del
Central Argentino. Los temas estudiados fueron amplios pero prestó mayor atención al dry farming californiano. Ver Revista del Ferro-
carril Central Argentino Nº 197, mayo de 1927, p. 35, Nº 198, junio de 1928, p. 35 y Nº 203, noviembre de 1927, p. 36.
52 MNF-ADGFC, Caja Nº 1261, Expediente 019185-C-1921, folios 7, 155/161, 333 y 346. La suma invertida se destinó en un 43 % a compra
de la tierra y en un 57 % a instalaciones y equipamiento. Como en todos los casos similares la Dirección General de Ferrocarriles obser-
vó las partidas destinadas a promoción agrícola y, finalmente, la compañía desistió de su incorporación.
53 FCCA, Memoria al 30/06/1927, Informe del Gerente General, p. 35; Memoria al 30/06/1929, Informe del Gerente General, p.36; Me-
moria al 30/06/1930, Informe del Gerente General, p. 39.
54 Revista Mensual BAP, Nº 110, enero de 1927, p. 15; Nº 112, marzo de 1927, p. 39, y Nº 113, abril de 1927, p. 15.
55 FCBAP, Memoria al 30 /06/1922, Informe del Directorio, p. 6; Memoria al 30/06/1926, Informe del Directorio, p. 6; Memoria al
30/06/1927, Informe del Directorio, p. 9
56 El Directorio informó a los accionistas en 1928 que ya había en su zona 20.000 hectáreas sembradas con semilla de pedigree. Para
1929 la superficie había subido a 200.000 y para 1930 a 500.000. Asimismo, estimaba que en este último año el rendimiento del trigo
sembrado con semilla de primera generación era de 770 kg/hs, mientras que el sembrado con semilla propia era de 480 kg/ha. FCBAP,
Memoria al 30/06/1928, Informe del Directorio, p. 7, Memoria al 30 /06/1929, Informe del Directorio, p. 6, y Memoria al 30/06/1930,
Informe del Directorio, p. 6.
57 Monte Comán se instaló en 1919 sobre 14 has. y tenía un monte de frutales de 5.000 plantas. Coquimbito tenía una superficie de 3,5
has. también con frutales y era de 1925. Rama Caída y Godoy Cruz eran de 1927, el primero con un vivero desarrollado en 80 has. y el
segundo principalmente con viñedos sobre 6 has. Ver Revista Mensual BAP, Nº 112, marzo de 1927, p. 15 y Nº 114, mayo de 1927, p. 21, y
FCBAP, Memoria al 30/06/1925, Informe del Directorio, p. 7. En 7 años los viveros del Pacífico vendieron alrededor de 1.250.000 plantas.
Ver Miatello 1936:22. Como muestra del costo que implicaba mantener estos establecimientos téngase en cuenta que para el ejercicio
cerrado el 30/06/1929, con todos los viveros en funcionamiento, el Pacífico gastó $ 50.711,80 o/s, unas £ 10.100, que la Dirección Gene-
ral de Ferrocarriles no aceptó como gasto de explotación. MNF-ADGFC, Caja Nº 1277, Expediente 01676-P-1936, folios 3 y 13.
58 Sobre Estrada ver Revista Mensual BAP, Nº 112, marzo de 1927, p. 15; sobre Videla Nro. 110, enero de 1927, p. 25 y Nº 112, marzo de
1927, p. 31.
60 Diario La Prensa del 26/10/1923, p. 14 y 16/11/1924, p. 29. En el concurso de 1924 los jurados fueron un representante del Ministerio
de Agricultura, otro de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Hugo Miatello (h), del Central Argentino.
61 Revista Riel y Fomento Nº 33, febrero 1925, p. 23, y Revista del Ferrocarril Sud Nº 21, junio 1927, p. 32.
62 Revista del Ferrocarril Sud Nº 19, enero 1927, p. 5; Revista El Oeste, Nº 73, febrero 1927, p. 3225, y Revista del Ferrocarril Central
Argentino Nº 212, agosto de 1928, p. 36 y Nº 214, octubre de 1928, p. 36.
63 FCS, Programa Semanal Nº 410/28 de 21/5 a 27/5/1928, p. 3; Nº 458/29 de 22/4 a 28/4/1929, p. 2, y 500/30 del 8/2/1930.
64 El primer tren escuela circuló el 10 de octubre de 1909. Hugo Miatello, el agrónomo nacional de Mercedes, Buenos Aires, viajó en él
y dio tres conferencias en Chivilcoy, Suipacha y Alberti. Marotta 1916:12.
65 Miatello 1936:30; Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1912:33. Diario La Prensa, 27/8/1912.
66 Diario La Prensa 27/10/1913 y 17/1/1914. Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1915:80, 96 y 97; Año 1916:159.
69 Diario La Prensa del 24/7/1928, 2da. Sección, p. 1; y del 29/7/1928, 2da. Sección, p. 1. Por esta época los trenes exposición contaban
al menos con cuatro coches, tres de ellos para exponer distintos aspectos de las cuestiones llamadas de granja (lechería, avicultura,
cunicultura) y el restante para el personal. Ver Revista El Oeste, Nº 96, enero 1929, p. 4437, donde se transcribe una nota del ingeniero
agrónomo Pedro A. de Sarasqueta con una descripción de los trenes.
72 Diario La Prensa del 2/7/1927, p. 19; 8/7/1927, p. 22; 14/7/1917, p. 23, y 17/7/1927, p. 9.
77 FCO, Memoria al 30/06/1924, Informe del Gerente General, p. 29. El Gerente General del Ferrocarril Oeste al comentar el armado
de su primer vagón con la respectiva máquina clasificadora señaló que de esa forma se hacía eco de la preocupación del Ministerio de
Agricultura de difundir “una concepción más científica de la agricultura”.
78 Memoria Ministerio de Agricultura, Año 1925:143 y 148, y Año 1926:109. La cantidad de estaciones visitadas fueron 40 en el Ferro-
carril Sud, 31 en el Central Argentino, 30 en el Oeste, 23 en el Central Córdoba, 17 en el Pacífico, 12 en el Entre Ríos y 8 en la Compañía
General. El Ferrocarril Central Norte Argentino comenzó a organizar su tren clasificador de semillas en 1923, con un equipo donado
por el fabricante, y en mayo de 1924 estaba funcionando. Estaba dedicado a la limpieza y clasificación de semilla de trigo en sus líneas
entre Cruz del Eje (Córdoba) y Laguna Paiva (Santa Fe) y entre esta estación y Bandera (Santiago del Estero). Revista Riel y Fomento Nº
13, mayo de 1923, p. 98; Nº 20, diciembre de 1923, p. 97, y Nº 25, mayo de 1924, p. 72
80 Revista del Ferrocarril Sud Nº 25, julio de 1927, pp. 33-35. Sobre los vagones para seleccionar semillas del Ferrocarril Central Cór-
doba y del Ferrocarril de la Provincia de Santa Fe, ver Instituto de Estudios Económicos del Transporte 1937:29/30 y 41.
81 Revista del Ferrocarril Sud Nº 23, mayo de 1917, p. 29 y Nº 27, septiembre de 1927, p. 31; FCO, Memoria al 30/06/1927, Informe del
Gerente General, p. 28, y Memoria al 30/06/1928, Informe del Gerente General, p. 17.
Villa María, para lo cual también se convocó a autoridades y a la prensa82. Para 1928
incorporó un segundo vagón y de ahí en más se preocupó en resaltar las campañas
anuales realizadas en diversas secciones de la red. En total realizó ocho campañas,
desde 1927 a 1934, clasificando en cada una de ellas alrededor de 3500 tn de semilla
de trigo y de lino83.
82 FCCA, Memoria al 30/06/1927, Informe del Gerente General, p. 14; Revista del Ferrocarril Central Argentino Nº 195, marzo de 1927,
p. 7, 36 y 37, y Nº 196, abril de 1927, p. 37.
83 FCCA, Memoria al 30/06/1930, Informe del Gerente General, p. 40; Memoria al 30/06/1931, Informe del Gerente General, p. 37; Me-
moria al 30/06/1932, Informe del Gerente General, p. 39, y Memoria al 30/06/1933, Informe del Gerente General, p. 39. Miatello 1936:20.
84 Como ejemplo ver el artículo “Impresiones del viaje de estudio realizado por el ingeniero agrónomo Sr. Hugo Miatello (h). La fruti-
cultura en Norte América”, Revista del Ferrocarril Central Argentino Nº 203, noviembre de 1927, p. 36
86 Como ejemplo puede citarse el artículo de Mario Estrada, “La semilla de trigo para las zonas del Ferrocarril Buenos Aires al Pa-
cífico”, en Revista Mensual BAP Nº 111, enero 1927, p. 15, o el de Andrés Barcos (del Ministerio de Agricultura), “Control y análisis de
semillas”, en Revista Mensual BAP Nº 120, noviembre 1927, p. 53.
93 Los Ferrocarriles del Estado también publicaron su revista, a partir de 1922. Se denominó Riel y Fomento. Contenía artículos di-
versos, muchos de ellos referidos a arte, literatura y arquitectura en los que predominaba una visión nacionalista. El nacionalismo,
presente desde el comienzo de la publicación y con pretensiones de extenderse a otros temas (El Nº 20, diciembre de 1923, lleva como
encabezado la frase “Nacionalismo integral”), comenzó a ceder espacio a los temas de promoción agrícola. En ese sentido, la publica-
ción de la revista de los ferrocarriles estatales se acercó a lo hecho por las compañías privadas, al incluir múltiples avisos de maqui-
naria y de colonización y notas técnicas sobre agricultura firmadas por los responsables de la Sección Fomento Rural de la empresa y
de colaboradores externos.
96 FCS, Guía Comercial 1936:48. Sobre Pontaut ver Guía Comercial 1922:291.
98 FCS, Guía Comercial 1936:284. En este misma Guía, en su p. 216, también puede leerse: Hay que emplear métodos científicos de
cultivo … si se desea obtener éxito de una explotación agrícola …”.
100 A principios de la década de 1930 Hugo Miatello (h) afirmaba que las compañías ferroviarias habían publicado multitud de folletos
y volantes sobre temas agrícolas. El Central Argentino había contribuido con más de 70 de ellos. Miatello (1936), pp.15, 20 1 22.
102 Revista del Ferrocarril Central Argentino Nº 198, junio 1927, p. 8, y Revista Mensual BAP Nº 119, octubre 1927, p. 34
106 FCS, Programa Semanal Nº 402/28 del 26/3 a 1/4/1928, p. 4, y FCS, Programa Semanal Nº 925/38 del 4/4 a 10/4/1938, pp. 1 y 2.
107 FCS, Programa Semanal Nº 417/28 del 9/7 a 15/7/1928, p. 3; Nº 481/28 del 28/9/1929, y Nº 959/38 de 28/11 a 4/12/1938, p. 1.
108 MNF-ADGFC, Caja Nº 1277, Expediente Nº 016768-P-1936, folio 12. Como siempre en estos casos la Dirección General de Ferroca-
rriles no aceptó la partida como gasto de explotación.
109 Revista Riel y Fomento Nº 4, agosto de 1922, p. 13. En el artículo allí publicado “El latifundio, factor negativo” se analiza el tema
desde el punto de vista del tráfico ferroviario. Por su parte el presidente del directorio del Ferrocarril Oeste, al dar cuenta de que existía
un proyecto de colonización privada en tierras ubicadas entre las estaciones Trenel y Martini, en el territorio de La Pampa, afirmaba
que con la producción ovina esa explotación suministraba a la empresa 150 tn de carga anual de lana. Si se destinaban las tierras a
la producción de trigo la carga anual subiría a 20.000 tn y a más de 40.000 si fuera maíz. FCO, Memoria al 30/06/1922, Asamblea de
accionistas del 24/10/1922, pp. 10 y 11.
112 FCO, Memoria al 30/06/1922, Asamblea de Accionistas del 24/11/1922, pp. 10 y 11.
113 Sobre el origen de la Compañía de Tierras del Sud Ver López 2018 b:239; sobre la Guatrache Land Company ver Damus 2008:117-119.
Sobre ventas de lotes por estas compañías en la década de 1920 ver Revista del Ferrocarril Sud, Nº 19, enero 1927, p. 68 y Nº 20, febrero
1927, p.21 y FCS, Guía Comercial Año 1922:275 y 458.
115 FCO, Memoria al 30/06/1923, Asamblea de Accionistas del 23/10/1923, p. 12. Las palabras de Alvear fueron dichas en una reunión
que tuvo el 17/5/1923 con un director y el presidente del Ferrocarril Oeste. Este último concluyó que “ahora el gobierno apoya la sub-
división de la tierra con el fin de atraer colonos y aumentar la producción” (p.11).
116 Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1924-III:480-481. En el mensaje que acompañó al proyecto se afirmaba que su propósito
era lograr “el acceso permanente y definitivo a la tierra del trabajador rural que quiera y sepa cultivarla”; luego se aclaraba que con el
proyecto se pretendía combinar la acción estatal y la iniciativa privada junto “con las empresas de ferrocarril interesadas en aumentar
su tráfico”; el Poder Ejecutivo esperaba que “la ley obre por simple presencia, que los consorcios de propietarios, de empresas de trans-
porte y colonizadores surjan libremente” (Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1924-III:475-479).
117 El diputado Antonio De Tomaso, en representación del bloque socialista, criticó la iniciativa del gobierno por demasiado simple y
poco concreta. En su lugar, presentó un proyecto que creaba la “Sección Agraria” en el Banco de la Nación Argentina para que este
actuara en forma similar al Banco Hipotecario Nacional. Tampoco tuvo éxito alguno. Cámara de Diputados, Diario de Sesiones 1924-
VI:9-13.
118 Para las compañías ferroviarias esto fue una decepción. El presidente del directorio del Ferrocarril Oeste en octubre de 1924 se
lamentaba del comportamiento del Congreso y afirmaba que “para el Ferrocarril Oeste sería beneficioso que hubiera más granjas que
produjeran grano en lugar de inmensas estancias que crían ganado. La agricultura requiere más trabajo y el ferrocarril se beneficia
por el mayor movimiento”. FCO, Memoria al 30/06/1924, Asamblea de accionistas del 21/10/1924, p. 7.
119 FCO, Memoria al 30/06/1925, Informe del Gerente General, pp. 22 y 23.
121 Revista El Oeste Nª 73, febrero 1927, pp. 3186 y 3238/9; Revista del Ferrocarril Sud Nº 21, marzo de 1927, p. 21 y Nº 22, abril 1927, p. 9.
122 Revista Riel y Fomento Nº 42, noviembre de 1925, pp. 25-29 donde se transcribe un informe elevado por Ledesma al Administrador
General Enrique S. Pérez.
123 Esas palabras formaban parte de su mensaje de apertura al Congreso al iniciar las sesiones de 1927. Ver Revista Mensual BAP Nº
115, junio 1927, p. 29.
124 Alvear propuso la idea a los representantes legales de las grandes empresas ferroviarias Guillermo Leguizamón, Manuel Augusto
Montes de Oca y Santiago O’Farrell. Montes de Oca fue el encargado de llevar la sugerencia a Londres y defender la iniciativa. Ver diario
La Nación del 26/1/1927, p. 1 y del 29/1/1927, p. 7.
125 Revista El Oeste Nº 73, febrero 1927, p. 3231. Ver también diario La Nación del 16/3/1927, p. 1 y del 18/3/1917, p. 1 y p. 2.
127 FCO, Memoria al 30/06/1927, Informe del Gerente General, p. 28. Rögind 1937:652-3.
129 FCS, Memoria al 30/06/1927, Informe del presidente de la Comisión Local, p. 18, y Asamblea de accionistas del 19/10/1927, p. 10. El
proyecto de Plottier implicaba fraccionar en lotes de unas 15 has cada uno dotados de casa, galpón y equipos para fumigar los futuros
montes. Revista del Ferrocarril Sud, Nº 39, septiembre 1928, pp.29-33, donde se transcribe un informe del vicepresidente del Banco
Hipotecario Nacional Alfredo Goti sobre la colonización en el alto valle del Río Negro.
130 FCO, Memoria al 30/06/1928, Informe del Gerente General, p. 17 y Asamblea de Accionistas del 23/10/1928, p. 6. Para comienzos
de 1929 ya se habían levantado la mayor parte de las instalaciones previstas. El Ferrocarril Oeste las valuó a razón de $ 5.000 m/n por
parcela. Cada una de estas tendría una hipoteca a favor del Banco Hipotecario Nacional por el 80% del precio y una segunda hipoteca
a favor del Ferrocarril por las mejoras. Ver Revista El Oeste, Nº 96, p. 14
Conclusiones
En nuestra opinión, del relato que antecede, surge, en primer lugar, una reflexión
general. Los hechos descriptos hacen muy difícil sostener ciertas afirmaciones, que
son comúnmente aceptadas, acerca de la vinculación de las compañías ferroviarias
británicas con determinados grupos o sectores de la sociedad argentina, como
por ejemplo la sugerencia contenida en el párrafo siguiente: “Con el término élite
conservadora me refiero a los terratenientes más importantes de la región del litoral
argentino … Hasta 1916, este grupo también controlaba el Estado, y durante esa
época se lo conocía comúnmente como ‘la oligarquía’. Al mismo tiempo cobijaba
varios grupos de presión subsidiarios, siendo los principales los grupos empresariales
británicos, que controlaban el sistema de transporte y gran parte de la organización
del comercio exterior argentino …”133.
Más allá del significado que se le quiera dar a términos tan vagos como “élite
conservadora”, cuya crítica no podemos incluir aquí, lo cierto es que las acciones
de fomento de la agricultura, que implicaban apoyar a los pequeños y medianos
productores agrícolas y propiciar la división de los latifundios, como hemos visto,
no parecen ser una demostración de que las compañías fueran “grupos de presión
subsidiarios”, controlados por “los terratenientes más importantes”. Muy por el
contrario, tanto en esas acciones de fomento como en otras contemporáneas, como
el proceso de reducción de tarifas de 1927 y 1928, esas compañías aparecen como
antagonistas de los grandes terratenientes134.
134 Sobre este conflicto de intereses en la cuestión de la reducción de tarifas ver López 2012:239-245 y 258-281.
En tercer lugar, nos parece relevante preguntarnos sobre los efectos que tuvo toda
esa actividad de fomento de la agricultura, tanto las emprendidas por el gobierno
argentino por sí solo como las que fueron resultado de la colaboración citada. En
grandes números, parecería que puede afirmarse que fue una actividad exitosa.
Algunas cifras así lo indican. Por ejemplo, el número de productores aumentó. Las
chacras dedicadas a la producción de cereales y lino pasaron de 85.311 en 1912-3
a 153.254 en 1929-30. También creció el crédito bancario. Lo muestran, entre otras
cosas, los préstamos otorgados por el Banco de la Nación Argentina a agricultores
cuyo monto pasó de cuarenta y un millones de pesos moneda nacional a casi
ciento noventa de 1920 a 1930135. Y en ese ambiente se logró que el porcentaje de
arrendatarios sobre el total de productores agrícolas disminuyera de 68 % a 61 % de
1909-10 a 1925-6136. Ello era una evidencia del avance en el fraccionamiento de la
tierra, en buena medida por la acción del Banco Hipotecario Nacional. Por la mayor
disponibilidad de crédito también creció el uso de maquinaria agrícola. El capital
invertido en equipo y maquinaria se incrementó un 49 % por hectárea del quinquenio
1920-4 al quinquenio 1925-9137.
Estos cambios, como se pretendía, implicaron mayor volumen de producción agrícola
y más eficiencia. La producción anual de cereales y oleaginosas trepó de 10.520.000 tn
promedio en el quinquenio 1910-4 a 17.151.000 en el quinquenio 1925-9, mientras que
el rendimiento promedio por hectárea, del quinquenio 1910-14 al quinquenio 1935-9,
mejoró en los tres cultivos principales: 45 % más en trigo, 29 % en maíz y 28 % en
lino138. También crecieron, en consecuencia, las toneladas exportadas. Si comparamos
el promedio del quinquenio 1921-5 con el del quinquenio 1926-30 el crecimiento fue
del 27 % en trigo, 41 % en maíz y 31 % en lino139. La Argentina se había acercado algo
a la situación de Canadá, en rendimiento por hectárea, pero también era cierto que en
ese país la producción había crecido mucho más incorporando tierras de peor calidad
136 Barsky y Gelman 2005:243. El porcentaje de arrendatarios calculado es para las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y
Entre Ríos y el territorio de La Pampa. La disminución no fue igual en cada una de estas unidades. Las que presentaban los porcentaje
más altos en 1910 (como Buenos Aires, Córdoba y La Pampa) disminuyeron más, mientras que las provincias con mayor colonización
inicial (Entre Ríos y Santa Fe), apenas si aumentaron el número de productores propietarios.
137 Barsky y Gelman 2005:242. En ese sentido Barsky (1988:75), en base a datos publicados por la CEPAL en 1959, da estas cifras sobre
el capital invertido en equipo y maquinaria (millones de pesos por hectárea): 1920-4, 189; 1925-9, 283; 1930-4, 301; 1935-39, 273; 1955,
223
138 Barsky y Gelman 2005:242. En líneas generales, puede decirse que la producción creció algo más que el área sembrada, lo que
muestra una mejora en el rinde. La producción total de cereales y oleaginosas pasó de 6 millones de toneladas en 1910/1 a algo más
de veinte millones en 1930/1, mientras que el área sembrada en el mismo período pasó de 11,8 millones de hectáreas a veinte millones.
Ver Vázquez-Presedo (Ed.) 1988:94 y 114.
139 FCS, Memorias al 30/06/1921 a 1930. En el Informe del Presidente de la Comisión Local, pp. 8 a 14 de cada año, se informan las
toneladas exportadas por tipo de grano.
141 Balsa 2006:29, 50 y 68-9. Este autor considera que por los cambios ocurridos en la década de 1920 los agricultores argentinos estu-
vieron en buenas condiciones para enfrentar el derrumbe de los precios de los cereales en la década de 1930. Sartelli 1995 también afir-
ma lo mismo y sostiene que fue recién a partir de 1945 que la agricultura en la Argentina volvió a caer en el atraso. Regalsky 2018:54,
muestra que el porcentaje de créditos para la agricultura, junto con la industria, creció de 1914 a 1930, en detrimento del comercio y la
ganadería. Las cifras que obran en los cuadros del Anexo al final del trabajo muestran un panorama de los efectos de lo hecho en la
década de 1920 y lo ocurrido inmediatamente después.
142 Solberg 1987:221. Guillermo Leguizamón, presidente de la Comisión Local del Ferrocarril Oeste, quien había visitado Canadá a fin
de estudiar las cooperativas agrarias y su sistema de elevadores de granos, fue nombrado presidente de la comisión. FCO, Memoria al
30/06/1928, Acta de la Asamblea de Accionistas del 23/10/1928, p. 7.
144 El precio promedio del trigo en $ m/n por quintal pasó de 14,31 en 1924/5 a 10,50 en 1928/9 y a 5,56 en 1930/1. Ver Roberto Cortés
Conde 2005:62. Los mayores exportadores de trigo habían aumentado la producción, importantes importadores como Italia y Alemania
cerraron sus mercados y la Unión Soviética que hacía años que no exportaba volvió a hacerlo, todo en la segunda mitad de la década
de 1920. Solberg 1987:189.
145 Detalles del esfuerzo financiero en las obras de irrigación pueden verse en López 2018 b:237-239.
Fuentes y Bibliografía
Fuentes inéditas
Museo Nacional Ferroviario, Archivo de la Dirección General de Ferrocarriles (MNF-
ADGFC)
Fuentes publicadas:
Congreso Nacional, Cámara de Diputados, Diario de Sesiones, Años 1911 a 1929
146 Solberg afirma que la rebaja de tarifas del Ferrocarril Sud dispuesta en 1928 por el gobierno de Alvear fue la causa del fracaso de
la colonización ferroviaria. Solberg 1987:218. Aunque este autor no cita una fuente concreta que respalde su afirmación, es probable
que fuera cierto. El Ferrocarril Sud estimaba que por esa rebaja había dejado de ingresar £ 476.000. FCS, Memoria al 30/06/1929, Acta
de Asamblea de Accionistas del 23/10/1929, p.1.
147 FCCA, Memoria al 30/06/1925, Informe del Presidente de la Comisión Local, p. 13.
Fuentes Periódicas:
Diario La Prensa 1913 a 1929
Diario La Nación 1927 y 1934
El Oeste Revista Mensual de la Guía Comercial del Ferrocarril Oeste (citada como
Revista El Oeste) Nº 72 enero de 1927 a Nº 108 diciembre de 1929
Revista del Ferrocarril Sud Nº 19 enero de 1927 a Nº 42 diciembre de 1928
Revista Mensual del Ferrocarril Central Argentino (citada como Revista del Ferrocarril
Central Argentino) Nº 193 enero de 1927 a Nº 216 diciembre de 1928
Revista Mensual BAP Publicación Oficial del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico
(citada como Revista Mensual BAP) Nº 110 enero de 1927 a Nº 121 diciembre de 1927
Bibliografía
Jeremy Adelman (1992), “Financiamiento y expansión agrícola en la Argentina y el
Canadá, 1890-1914”, en Revista Ciclos, Año II, Vol. II, Nº 3, segundo semestre 1992,
pp. 3-21.
Javier Balsa (2006), El desvanecimiento del mundo chacarero. Transformaciones
sociales en la agricultura bonaerense. 1937-1988, Quilmes, Universidad Nacional
de Quilmes Editorial.
Osvaldo Barsky (1988), “La caída de la producción agrícola pampeana en la década
de 1940”, en Osvaldo Barsky et al, La agricultura pampeana. Transformaciones
productivas y sociales, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1988, pp. 31-112.
Agrario, Vol. 15, Nº 29, agosto 2014, Universidad Nacional de La Plata, publicación
electrónica www.mundoagrario.unlp.edu.ar/article/view/2320.
Hugo Miatello (Hijo) (1936), “La acción de los ferrocarriles en el progreso de la agricultura
y la colonización de la República Argentina”, Buenos Aires, 1936, Separata de los
Anales de la Sociedad Rural Argentina.
Fuente: Barsky (1988), pp.34/35 (con datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires)
Cuadro II: Área sembrada con cereales y oleaginosas en miles de Has
Fuente: Barsky (1988), pp. 36/37 (con datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires)
Fuente: Barsky (1988), p. 40 (con datos del Banco Central de la República Argentina)
Fuente: Barsky (1988, p. 41 (con datos del Banco Central de la República Argentina)
Año Año
1910 382,2 1929 915,2
1915 564,3 1930 605,1
1920 970,0 1931 375,9
1925 767,5 1934 262,1
1928 1046,0 1938 247,3
Fuente: Barsky (1988), p.74 (con datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires)
Resumo
O conteúdo deste artigo traz um levantamento das iniciativas privadas
no setor elétrico da região Sul de Santa Catarina, desde as primeiras
décadas do século XX. Trata-se da formação das primeiras redes de
alcance local, passando a interligação regional, capitaneada por
investimentos estatais, até a interconexão a sistemas maiores, com
abrangência no sul do Brasil. De início, são relacionados alguns
dos principais sistemas isolados, que pulverizados no território sul
catarinense, serviam às diversas localidades. Em seguida, o elemento
unificador de um sistema mesorregional, a Usina Termelétrica da
Companhia Siderúrgica Nacional toma algum espaço de nossa
exposição. Outro investimento estatal, de grande relevância para a
eletrificação do Sul do estado, o Complexo Termelétrico Jorge Lacerda,
tem centralidade a seguir. Finalmente, com algumas considerações
panorâmicas sobre o desfecho da eletrificação na região, encerra-se
este artigo.
Abstract
The content of this article brings a survey of private initiatives in the
electricity sector in the southern region of Santa Catarina, since the
first decades of the 20th century. It is about the formation of the first
networks with a local reach, passing the regional interconnection, led
by state investments, to the interconnection to larger systems, with
coverage in the south of Brazil. Initially, some of the main isolated
systems are listed, which, spread over the southern territory of Santa
Catarina, served the various locations. Then, the unifying element of a
regional system, the Companhia Siderúrgica Nacional’s Thermoelectric
Power Plant takes up some space in our explanation. Another state
investment, of great relevance for the electrification of the south of the
state, the Jorge Lacerda Thermoelectric Complex, has a central role to
follow. Finally, with some panoramic considerations about the outcome
of electrification in the region, this article ends.
Introdução
Na região estudada, o Sul catarinense, na primeira fase da eletrificação no Estado, ou
seja, até meados da década de 1950, atuavam concessionárias privadas de pequena
dimensão, administradas pelas municipalidades ou pela associação de pequenos
capitais locais. As maiores empresa do setor elétrico que atuam em Santa Catarina
estavam localizadas nas regiões economicamente mais dinâmicas, Litoral Norte e Vale
do Itajaí. Outras duas empresas concessionárias, com alguma expressão, construíram
sistemas elétricos de abrangência regional, a Cia. Catarinense de Força e Luz, com
sede em Lages, e a Empresa de Luz e Força de Florianópolis – ELFA (denominação
dada à empresa que se originou nos serviços públicos de energia elétrica da capital
do Estado). Essas empresas formarão a base para criação e expansão da estatal
criada para o desenvolvimento do setor elétrico catarinense, desde a década de 1950,
a Centrais Elétricas de Santa Catarina – CELESC.
Mesmo antes disso, já ao final dos anos 1940, o quadro do setor iniciou uma
transformação, com a adição de elementos que catalisaram a interconexão dos
sistemas: como as linhas de transmissão da Companhia Siderúrgica Nacional - CSN,
desde o Sul; a estatização da Empresa Sul Brasileira de Eletricidade – Empresul (a
partir da desapropriação de capitais alemães, tratados como indenização de guerra),
no Norte, e; os investimentos privados como os da empresa Força e Luz Santa
Catarina, adentrando o Alto Vale do Itajaí; além do sistema regional da Capital, cuja
atenção do poder público foi notória para sua formação. Havia, para isso, uma média
termelétrica e um conjunto de usinas hidrelétricas que haviam sido construídas até o
final da década de 1940, que supriam carga aos sistemas regionais.
Consideramos todo esse período como de uma eletrificação claudicante1 de Santa
Catarina, porque, mesmo que limitada, de avanço lento e disforme, alcançou as
várias regiões do território do estado. A expansão das redes, o aumento da potência
geradora e, até mesmo, o surgimento embrionário da indústria eletrotécnica (no
Nordeste e Meio Oeste) de Santa Catarina corresponderam ao grau de avanço da
economia regional.
A fase claudicante da eletrificação do estado corresponde ao período de prevalência
dos circuitos elétricos locais isolados, característico das primeiras décadas de
formação do setor elétrico em Santa Catarina, e a um segundo momento, entre as
décadas de 1920 e 1930, em que as áreas de maior desenvoltura industrial, como o
Vale do Itajaí, a região de Joinville e o corredor ervateiro, além da Capital, evoluíram,
por causas distintas, para consolidação de sistemas elétricos regionais.Esses
passam a conviver com o modelo primário. Com a expansão da capacidade geradora
1 Que assim como Claudio, o estigmatizado imperador romano, entre 41 e 54 d.c, retratado em novelas quase inextricáveis do romancis-
ta Robert Graves, fez grandes obras e liderou importantes conquistas militares que expandiram o Império. Utilizamos o termo na ten-
tativa de dar um sentido positivo, em oposição à ideia de eletrificação fraca ou insuficiente, comum na historiografia de Santa Catarina.
2 Ambos industriais locais, o primeiro foi um dos sócios fundadores da Carbonífera Próspera, fundada em 1921, o segundo, gerente da
Sociedade Brasileira Carbonífera Progresso, no início da década de 1930
3 Sócio fundador da Sociedade Carbonífera Ouro Preto Ltda., em 1931, e da Sociedade Carbonífera Cresciúma Ltda. em 1932.
4 Em Araranguá, no sul do estado, em 1934 a notabilidade do Hotel Labes cita a existência de “luz elétrica em todos os quartos”
5 A data de instalação da usina, constante nem levantamento feito pelo DNPM, em 1942, conflita com a petição apresentada pela firma
Bortoluzzi e Irmãos, em 1919, ao Conselho Municipal de Araraguá (DNPM, 1942; BORTOLUZZI E IRMÃOS, 1919).
Sombrio, desde 1941, com Paulo Isopo & Jóse Stuart, utilizando da termeletricidade
(DNPM, 1942).
No primeiro quartel do século XX, a região sul do estado tinha pelo menos cinco
cidades/localidades com serviços públicos de eletricidade, Criciúma, Imbituba,
Orleans, Tubarão e Laguna. Em todos esses casos a termoeletricidade foi a opção
adotada. E também seria ainda nas usinas surgidas posteriormente em Criciúma,
Araranguá, Jaguaruna, Urussanga, Içara e, mais tardiamente, em Sombrio e
Forquilhinha. Fora alguns casos, como Sombrio, cujo combustível utilizado foi o
diesel, e outros que utilizaram madeira, foi empregado carvão mineral na maior
parte dessas termelétricas. A região também registra o funcionamento de algumas
pequenas hidrelétricas, em que destacamos uma usina privativa em Nova Veneza,
pela precocidade, e as usinas hidrelétricas de Meleiro (que abastecia o centro de
Araranguá) Orleans e Urussanga. Outras usinas, ainda menores, permitiram que
o extremo-sul não ficasse completamente desabastecido. Toda a região dependeu
dessas pequenas usinas locais até a chegada das linhas de transmissão da UTE-CSN,
entre fins dos anos 1940 e a década de 1960.
6 Nota: As usinas elétricas são estruturas perenes. Por isso, a figura traz, se disponível, dados da potência final das usinas, pois a capa-
cidade de expansão é fator relevante para a oferta de energia nas várias regiões, quando os sistemas ainda eram isolados. Nas usinas
em operação é considerada a potência atual.
7 Dada a retomada da importação de carvão e do movimento de dieselização da rede ferroviária nacional, por volta de 1955, intensifi-
cando-se após 1957. O transporte ferroviário, naquele momento era o maior consumidor de carvão vapor da época. Este movimento
também se fez na navegação.
Tabela 1: Potência nominal (em kW) das usinas geradoras em Santa Catarina (1934-1955)
Brasil
Ano Termoelétrica Hidráulica Total SC 1934=100 Brasil 1934=100
1934 845 13.156 14.001 100 828.000 100
Tabela 2: Produção total e participação da UTE-CSN na energia elétrica gerada em Santa Catarina (em
MWh) - 1950/55
Ano Total UTE-CSN Ano Total UTE-CSN
1950 118.081 10,9% 1953 150.149 29,4%
1951 119.802 19,2% 1954 186.167 26,7%
1952 138.395 19,0% 1955 207.423 33,3%
Fonte: SANTA CATARINA (1955); CELESC (1960); CBE (1957). Elaboração própria.
8 A Celesc, estatuída em 1955, ultrapassou a abrangência de um quarto do território de Santa Catarina até metade da década de 1960.
Com a operação unificada e os investimentos em geração (Usinas hidrelétricas: Garcia em Angelina, Celso Ramos em Faxinal dos Gue-
des, Palmeiras em Rio dos Cedros, Pery em Curitibanos e Governador Ivo Silveira em Campos Novos.), em grandes linhas de transmissão
(Como Tubarão-Lages-Herval do Oeste-Xanxerê e o Tronco Norte — Joinville-São Bento do Sul-Rio Negrinho-Mafra-Canoinhas) e em
linhas de distribuição, até a metade da década de 1970, sua área de alcance chegou a mais de 90% do estado (CELESC, 1975).
recursos hídricos.
A ideia de ampliar o uso de carvão mineral na geração elétrica em Santa Catarina
não era nova. Haviam termelétricas a carvão mineral nos três estados sulinos e
propostas de construção de outras unidades eram debatidas desde fins da década
de 1940 (na “Batalha do Carvão”). Além do mais, a criação da Comissão [Executiva]
do Plano do Carvão Nacional - CPCAN (Lei 1.886/1953) trazia expressamente esse
objetivo. O projeto de lei para o Plano Nacional de Eletrificação de Vargas também
tratava do tema. Da mesma forma, a “Meta do Carvão Mineral”, dentro do Plano de
Metas, reconhecia a termeletricidade como alternativa ao mercado do carvão vapor,
sem detalhar as condições para isso.
A CPCAN serviu, então, como intermediadora entre o governador Jorge Lacerda e o
governo federal, levando, em suas exposições de motivos, as demandas regionais e
propondo soluções as negociações. Primeiro Jorge Lacerda pleiteava uma termelétrica
de 50 MW de potência, mas a indústria carbonífera necessitava de uma usina maior
(com pelo menos 100 MW) para reduzir seus grandes estoques. Por outro lado, uma
usina maior não encontraria mercado consumidor para a energia gerada somente
nas imediações e precisaria estar interligada, por longas linhas de transmissão, a
outros estados, possivelmente, até mesmo a São Paulo. Mesmo isso já havia sido
pensado no governo Vargas. A CPCAN, recorrendo a consultoria estrangeira, da
italiana Società Edison, conseguiu emplacar o projeto de 100 MW (GOULARTI FILHO;
MORAES, 2004). Segundo Miranda (1967), então presidente da CEPCAN, em discurso
para o 10º aniversário da Sotelca, a iniciativa de elevar a potência instalada a ser posta
no projeto de lei da criação da termelétrica partia de Nereu Ramos, que encabeçou a
comissão que entregou a proposta ao presidente da república, Juscelino Kubitschek.
Em 1956, já tramitava o projeto de lei para criação da sociedade, elaborado de forma
a não gerar encargos ao Tesouro, visto que previa uma participação da União pelo
emprego de dotações já a disposição da CPCAN, no total de Cr$ 130 milhões. O governo
federal ainda participaria da sociedade por meio da subscrição de ações pela CSN,
com Cr$ 120 milhões, e o governo de Santa Catarina entraria com Cr$ 160 milhões,
enquanto particulares (mineradores) participariam com Cr$ 20 milhões. Em março
de 1957 foi autorizada a constituição da sociedade e logo em seguida aprovado o
estatuto e feitos os demais atos administrativos. Meses depois, o Paraná também
receberia a aprovação para a Termelétrica Figueira (Lei nº 3.119/1957).
O projeto previa a construção da central geradora, subestações e uma linha
de transmissão (Capivari-Florianópolis-Ilhota-Joinville). Nos meses seguintes
foi elaborado o projeto executivo e iniciada a contratação de empreiteiras. Os
equipamentos vieram da Alemanha e Suíça e contavam com aval do BNDE nos
financiamentos pelo Deutsche Bank e pela Societé de Banque Suisse (SOTELCA, 1962).
A inflação elevada e forte desvalorização da moeda nacional faziam os valores
previstos para as obras subirem muito rapidamente. Se em novembro de 1958 a
previsão total de gastos era de Cr$ 1,4 bilhões, em outubro de 1961 já chegava a Cr$
brasileiro. A Eletrobrás foi ativa, nos anos seguintes9, nos projetos para unificação
e padronização do sistema elétrico e nos levantamentos de potencial hidráulico.
Dispunha, inclusive, de abundante crédito internacional para isso, caminho que foi
amplamente utilizado durante II PND.
Desde 1965 a composição acionária da Sotelca havia sido alterada, ampliando-
se a participação do governo federal (Governo da União: 51,0%; Eletrobrás: 33,5%;
CEPCAN: 13,3%; CSN: 0,9%; Celesc: 1,2%; Mineradores particulares: 0,1%). Em 1968
a Sotelca tornou-se uma subsidiária da Eletrobrás, que detinha 81% das ações da
companhia (Eletrobrás: 81,0%; CEPCAN: 12,6%; USIMINAS: 4,3%; CELESC: 1,1%; CSN:
0,8%; Mineradores particulares: 0,2%) (SOTELCA, 1971).
Em dezembro de 1968 foi constituída e Eletrosul, a terceira subsidiária da Eletrobrás,
junto à Chesf, no nordeste, e Furnas, no Sudeste. Em 1973, o grupo seria completado
pela Eletronorte. A Eletrosul surge, portanto, em pleno Milagre Brasileiro, momento
em que o setor elétrico passava por intensa expansão (ELETROSUL, 1994).
Há capítulos relevantes da eletrificação em todo o Sul do Brasil que dizem respeito
à atuação da Eletrosul. Por isso, não pretendemos abordar sua história. Cabem
considerações bastante panorâmicas, todavia. A nova sociedade anônima de
economia mista, autorizada a funcionar em 1969 (Decreto 64.395/69), era sediada
em Brasília, com escritório central no Rio de Janeiro, e objetivava estudos, projetos,
obras de geração e transmissão de energia elétrica do Sul e a integração dos sistemas
regionais entre si e desses com um sistema nacional.
A Eletrosul ficou responsável pela construção das hidrelétricas Passo Fundo e Salto
Osório e pela operação da termelétrica Charqueadas, e, desde 1971, também das
termelétricas de Alegrete e a Jorge Lacerda. A estatal também assumiu a UTE Serviços
de Eletricidade SA, desde 1973. Esta usina, contudo, funcionaria até 1982, quando
dispunha de uma potência instalada de somente 18 MW, sendo irrelevante frente à
recente expansão do Complexo Termelétrico Jorge Lacerda (ELETROSUL, 1994).
Nos primeiros anos da Eletrosul, sua participação na capacidade instalada da região
sul foi de 6%, em 1970, para 30%, em 1974. Esse incremento foi escorado na conclusão
da hidrelétrica Salto Osório e na Jorge Lacerda II. Também eram construídas grandes
linhas de transmissão no litoral e no oeste da região Sul do Brasil e ampliavam-
se, ou construíam-se novas subestações, de forma que os sistemas antes estaduais
foram interconectados, já na primeira metade da década de 1970 (ELETROSUL, 1994).
A função de interligação de sistemas elétricos da Eletrosul foi reforçada, em
1973 (com a Lei 5.899/73), com a responsabilidade de construção das linhas de
transmissão que partiam de Itaipu. Decorrente disso, foram celebrados os acordos,
entre as concessionárias estaduais (Celesc, CEEE e Copel) e a Eletrosul, repartindo
9 Integrando o consórcio Canambra Engineering Consultant Limited, junto às empresas canadenses Montreal Engineering e Crippen
Engineering e a empresa estadunidense Gibbs & Hill, com apoio, além do governo brasileiro, da Organização das Nações Unidas - ONU
e do Banco Mundial.
10 Nos projetos aparecem como 125 MW cada. O dado de 131 MW refere-se a potência atual das unidades V e VI do Complexo Termelé-
trico Jorge Lacerda.
mais atrativo como fonte energética, mas também com emprego na indústria. Como
efeito prático do II PND, o aproveitamento do carvão na indústria química e, claro, na
geração de energia elétrica, levou a ampliação do complexo carbonífero catarinense.
Os planos de inversão do II PND incluíam a construção da carboquímica e sua entrada
em operação, além da construção unidades termelétricas em Capivari.
Os planos de industrialização pesada fizeram deslanchar a produção carbonífera
no país (de limitadas reservas). O governo ainda provia estímulos como incentivos
fiscais, cotas obrigatórias de consumo e financiamento para mecanização da lavra.
Indiretamente, a melhoria dos transportes, da modalidade rodoviária, mas também
da navegação de cabotagem e o reaparelhamento portuário, além transformações
da infraestrutura social básica e do parque industrial nacional, corroboraram com o
aumento da produção, mas com negligenciamento da questão ambiental. Assim, após
a estagnação da produção, que se estendeu de 1949 a 1957 (quando atingiu 1,2 milhões
de toneladas), a extração de carvão em Santa Catarina foi crescente. Os principais
produtos da mineração de carvão encontravam mercado: o carvão metalúrgico seguia
do Porto de Imbituba para os portos do Sudeste e, daí, para as grandes siderúrgicas
estatais, CSN, Cosipa e Usiminas, além do emprego em outras indústrias; o carvão
vapor era consumido na geração de energia elétrica pelo Complexo Termelétrico
Jorge Lacerda e; a pirita servia à produção de ácido sulfúrico e ácido fosfórico pela
Indústria Carboquímica Catarinense - ICC11, empresa do grupo Petrobrás Fertilizantes
SA - Petrofértil. A projeção da indústria carbonífera pelos planos de industrialização
pesada levou a expansão contínua da produção até a primeira metade da década de
1980 (19,8 milhões de toneladas, em 1985, e quase 14 mil empregos diretos). Foi nesse
contexto que foi projetada a sétima unidade termelétrica de Capivari (MORAES, 2003).
A reversão desse quadro, entretanto, iniciou na segunda metade da década de 1980,
quando as políticas neoliberais vão retirando o Estado das funções econômicas
que havia assumido. No governo Collor, são eliminados os benefícios concedidos à
indústria. Extinguiram-se as cotas de consumo, desobrigou-se o consumo de carvão
nacional pelas siderúrgicas brasileiras e foi liberada a importação. Com a inclusão da
Petrofértil no Plano Nacional de Desestatização, em 1990, a já sucateada ICC entrou
em processo de liquidação, em 1993.
O neoliberalismo impactou duplamente o Complexo Termelétrico Jorge Lacerda,
implicou no atraso da construção da sua última unidade e levou, em 1997, mesmo
ano da operação da unidade VII (de 363 MW de potência), a sua privatização, junto
com empresas do grupo Gerasul, cujo leilão foi arrematado pela Tractebel Energia
SA. Mesmo após a privatização, o carvão consumido na geração elétrica da Jorge
Lacerda permaneceu recebendo subsídios.
11 A ICC também tinha a capacidade de geração de 15 MW, também instalada durante o II PND, que gerava energia no processo de trans-
formação de pirita carbonosa em ácido sulfúrico para consumo próprio e para distribuição nos arredores. (MORAES, 2004)
12 Em seus primeiros anos de atividade, incorporou empresa regionais, como a Elffa, a Empresul e a Força e Luz de Videira - Videluz,
passando a controlá-las em esquema de holding, absorvendo parte da capacidade já instalada no estado. No início da década de 1960,
juntariam-se ao controle da Celesc mais três subsidiárias, a Companhia Pery de Eletricidade - Cipel, de Curitibanos, a Companhia Serra-
na de Eletricidade - Cosel e a Companhia Oeste Catarinense de Eletricidade - Ciaoeste, de Concórdia, e a Força e Luz Santa Catarina S.A.,
de Blumenau. No final de 1963, pela incorporação das sociedades, a CELESC aumentou o controle operacional sobre o setor, o incluía a
incorporação de ações de empresas distribuidoras como a Força e Luz São Francisco e SA e da Canoinhas Força e Luz SA (CELESC, 1964).
década de 1960, portanto, por conta da Termelétrica Jorge Lacerda, tendo como
consequência (não só por isso) o desenvolvimento de suas atividades industriais,
passando a posição de segundo maior consumo per capta do Estado.
Na década de 1970, com essa nova conjuntura, o governo estadual desenvolveu seu
programa de eletrificação rural, com novos recursos captados junto ao BID, por meio
da Empresa de Eletrificação Rural de Santa Catarina – ERUSC13. Criada em 1973, na
reforma administrativa de Colombo Salles (Lei Estadual nº 4.824/73), a Erusc se estatuía
sobre o espólio da extinta a CEE (com todos os recursos, mão de obra e, até, o caixa), já
então no papel exclusivo da eletrificação rural (SANTA CATARINA, 1975). A CEE, antes
de se “transformar” em Erusc, chegou auxiliar simultaneamente 41 cooperativas
de eletrificação rural, em 1966, a maioria do Sul de Santa Catarina, quando, então,
iniciou a incorporação de algumas delas. Até 1973, foram 8 incorporações (CEE, 1974).
13 Lei Estadual de Santa Catarina nº 4.824, de 15 de janeiro de 1973. Cria a Erusc e extingue a CEE, incorporando seus compromissos,
seus bens, servidores e até mesmo o saldo orçamentário deste órgão para aquele ano.
Treze de Maio,
COORSEL 1961 Orleans, Pedras 1.400 38.932 Perm.
Grandes, Tubarão
Braço do Norte,
Rio Fortuna,
Gravatal,
CERBRANORTE 1962 623 79.243 Perm.
Armazém, Santa
Rosa de Lima,
Grão Pará
CERGAPA 1962 Grão-Pará 354 22.732 Perm.
Pedras Grandes,
Urussanga, Cocal
CERMOFUL 1962 do Sul, Morro 263 70.153 Perm.
da Fumaça,
Criciúma, Içara
Paulo Lopes,
CERPALO 1962 Garopaba, 306 38.141 Perm.
Imbituba, Imaruí
Treviso,
Urussanga,
Siderópolis, Cocal
CERTREL 1962 269 28.105 Perm.
do Sul, Lauro
Müller, Criciúma,
Nova Veneza
Armazém, São
COOPERZEM 1962 Bonifácio, São 1.000 nd nd
Martinho
Praia Grande,
São João do
Sul, Passo de
CEPRAG 1963 Torres, Balneário 569 36.594 Perm.
Gaivota, Jacinto
Machado, Santa
Rosa do Sul
Tubarão,
CERGAL 1963 Jaguaruna, 322 35.935 Perm.
Laguna, Gravatal
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALMANAK LAEMMERT. Guia geral do Brasil. Rio de Janeiro: Tipografia do Almanak
Laemmert, 1934.
ARNS, Otília. Forquilhinha 1912-2002: história e resgate da memória dos nossos
antepassados. Forquilhinha: Ed do Autor, 2003. 417 p.
BARENTIN, Leopoldo. Timbé: suas raízes, sua história, sua gente : dos primórdios à
Tijucas do século XXI . Blumenau: Odorizzi, 2002. 200 p.
BORTOLUZZI E IRMÃOS. Requerimento ao Conselho Municipal de Araranguá. Nova
Veneza-SC, 1919. (Manuscrito)
Resumen
El contenido de este artículo analiza las iniciativas privadas en el sector
eléctrico en la región sur de Santa Catarina, desde las primeras décadas
del siglo 20. Trata de la formación de las primeras redes con un alcan-
ce local, pasando de la interconexión regional, liderada por inversiones
estatales, a la interconexión a sistemas más grandes, con cobertura en
el sur de Brasil. Inicialmente, se enumeran algunos de los principales
sistemas aislados, que, repartidos por el territorio sur de Santa Catarina,
sirvieron a las diversas ubicaciones. En primer lugar, el elemento unifi-
cador de un sistema regional, la Central Termoeléctrica de la Siderúrgica
Nacional ocupa un espacio en nuestra exploración. En segundo, otra in-
versión estatal de gran relevancia para la electrificación del sur del es-
tado, el Complejo Termoeléctrico Jorge Lacerda, tiene un papel central.
Finalmente, con algunas consideraciones panorámicas sobre el resulta-
do de la electrificación en la región, finaliza este artículo.
Palabras clave: Sur de Santa Catarina – Electrificación - Termoeletricidad
ABSTRACT
The content of this article brings a survey of private initiatives in the
electricity sector in the southern region of Santa Catarina, since the first
decades of the 20th century. It is about the formation of the first networ-
ks with a local reach, passing the regional interconnection, led by state
investments, to the interconnection to larger systems, with coverage in
the south of Brazil. Initially, some of the main isolated systems are listed,
which, spread over the southern territory of Santa Catarina, served the
various locations. Then, the unifying element of a regional system, the
Companhia Siderúrgica Nacional’s Thermoelectric Power Plant takes up
some space in our explanation. Another state investment, of great rele-
vance for the electrification of the south of the state, the Jorge Lacerda
Thermoelectric Complex, has a central role to follow. Finally, with some
panoramic considerations about the outcome of electrification in the re-
gion, this article ends.
Keywords: South of Santa Catarina. Electrification. Thermoelectricity.
1 Que al igual que Claudio, el estigmatizado emperador romano, entre los años 41 y 54 d.c, retratado en novelas casi inextricables por
el novelista Robert Graves, realizó grandes obras y lideró importantes conquistas militares que expandieron el Imperio. Utilizamos el
término en un intento de dar un sentido positivo, en oposición a la idea de electrificación débil o insuficiente, común en la historiografía
de Santa Catarina.
Capital, evolucionaron, por diferentes causas, para consolidar los sistemas eléctricos
regionales. Estos vienen a vivir con el modelo primario. Con la expansión de la
capacidad de generación en estas mismas áreas y la mejora de las redes eléctricas,
entre mediados de la década de 1930 y la década de 1950, esta region contó con
sistemas eléctricos regionales interconectados. En la segunda fase de electrificación
en Santa Catarina, que hemos llamado “electrificación planificada” y que se basa en
un movimiento a mayor escala, con la planificación de la intervención estatal en la
economía y una postura proactiva del poder público, a nivel estatal y federal para
enfrentar las limitaciones al proceso de industrialización, se produjo la transición a
un sistema eléctrico estatal interconectado.
1. La primera fase de electrificación en el sur de Santa Catarina
Laguna, una de las ciudades más importantes del sur del estado, ya contaba, a
principios de la década de 1920, con una central termoeléctrica, la “Central Eléctrica
Municipal”, que servía a la sede del municipio y al muelle portuario (Von Schönenbeck,
1922. p. 147). El suministro de electricidad a la ciudad fue realizado por la Compañía
Brasileña del Carbón Araranguá - CBCA, hasta mediados de la década de 1950, cuando
fue transferido al propio gobierno municipal. Otras zonas del municipio de Laguna
quedaron bajo concesión de la empresa carbonífera. CBCA, la que también ha sido
responsable del suministro de electricidad en Tubarão desde 1923. Con la operación
de la planta termoeléctrica de CSN en Capivari (que tratamos justo después) CBCA
ahora tuvo el suministro mayorista y no haría otras inversiones en generación. En la
década de 1960, la compañía tuvo sus concesiones y redes incorporadas por CELESC
(Santos; Reyes, 2002).
En Imbituba (territorio de Laguna hasta 1958, cuando se emancipa como “Henrique
Lage” la Cia. Docas de Imbituba, parte del complejo carbonífero, mantuvo una
de estas termoeléctricas desde 1917. Esta planta también abastecía a la industria
cerámica de Imbituba SA. – ICISA, que a su vez también fabricaba aisladores para
redes eléctricas, entre otros. A finales de la década de 1950 la ciudad fue abastecida
a granel por CELESC, con una derivación de la línea de transmisión Capivari-
Florianópolis, mientras que la Cia Docas de Imbituba solo dejaría de explorar los
servicios de distribución de electricidad en la década de 1980, con la transferencia
de la concesión a CELESC y la desactivación de esta termoeléctrica (IMBITUBA, 2017;
BRASIL, 1959. Dic. 46.331).
En el sur del estado todavía había otras pequeñas plantas termoeléctricas,
principalmente de las décadas de 1930 y 1940. Algunos de los casos más relevantes,
como las de Laguna y Tubarão, fueron de las empresas carboníferas de la región
de Criciúma, que utilizaban la termoelectricidad para sus actividades servían a
sus aldeas operativas. La instalación de locomotoras en la localidad de Criciúma,
probablemente entre finales de la década de 1910 y mediados de la década de 1920,
por Marcos Rovaris y Benjamin Bristot, fueron las primeras iniciativas observadas. La
concesión de los servicios habría pasado por algunas manos, como Charles Pitet, tras
2 Ambos industriales locales, el primero fue uno de los socios fundadores de The Prosperous Carboniferous, fundada en 1921, el segun-
do, gerente de la Sociedad Brasileña Carboniferprogress, a principios de la década de 1930.
3 Socio fundador de la Sociedade Carbonífera Ouro Preto Ltda., en 1931, y de la Sociedade Carbonífera Cresciúma Ltda. en 1932.
4 En Araranguá, en el sur del estado, en 1934 la notoriedad del Hotel Labes cita la existencia de “luz eléctrica en todas las habitaciones”
5 La fecha de instalación de la planta, contenida en el relevamiento realizado por DNPM, en 1942, entra en conflicto con la petición
presentada por Bortoluzzi e Irmãos, en 1919, al Municipio de Araraguá (DNPM, 1942; Bortoluzzi y Hermanos, 1919).
6 Nota: Las centrales eléctricas son estructuras perennes. Por lo tanto, la cifra trae, si está disponible, datos de la potencia final de las
plantas, porque la capacidad de expansión es un factor relevante para el suministro de energía en las diversas regiones, cuando los
sistemas aún están aislados. En las plantas en operación se considera la potencia actual.
7 Dada la reanudación de las importaciones de carbón y el movimiento de dieselización de la red ferroviaria nacional, alrededor de
1955, intensificándose después de 1957. El transporte ferroviario en ese momento era el mayor consumidor de carbón de vapor en ese
momento. Este movimiento también tuvo lugar en la navegación.
Tabla 1: Potencia nominal (en kW) de las plantas generadoras de Santa Catarina (1934-1955)
Brasil
Año Termoeléctrico Hidráulica Total SC 1934=100 Brasil 1934=100
1934 845 13.156 14.001 100 828.000 100
1940 5.568 11.137 16.705 119 1.244.000 150
1945 5.983 11.967 17.950 128 1.342.000 162
1950 11.840 29.966 41.807 299 1.883.000 227
1955 21.038 45.691 66.729 477 3.148.000 380
Fuente: IBGE (1936; 1937; 1939); CEE (1967); CELESC (1963; 1964; 1965; 1971). Elaboración propia.
Tabla 2: Producción total y participación de UTE-CSN en electricidad generada en Santa Catarina (en MWh)
- 1950/55
Ano Total UTE-CSN Año Total UTE-CSN
1950 118.081 10,9% 1953 150.149 29,4%
1951 119.802 19,2% 1954 186.167 26,7%
1952 138.395 19,0% 1955 207.423 33,3%
Fuente: SANTA CATARINA (1955); CELESC (1960); CBE (1957). Elaboración propia.
8 CELESC, establecida en 1955, excedió el alcance de una cuarta parte del territorio de Santa Catarina hasta mediados de la década de
1960. Con la operación unificada y las inversiones en generación (Centrales hidroeléctricas: García en Angelina, Celso Ramos en Faxinal
dos Guedes, Palmeiras en Rio dos Cedros, Pery en Curitibanos y Governador Ivo Silveira en Campos Novos.), en grandes líneas de trans-
misión (Como Tubarão-Lages-Herval do Oeste-Xanxerê y tronco Norte — Joinville-São Bento do Sul-Rio Negrinho-Mafra-Canoinhas) y
en líneas de distribución, a mediados de la década de 1970, su rango alcanzaba más del 90% del estado (CELESC, 1975).
había alcanzado los 10.500 millones de reales. Debido a esto, algunas contribuciones
de capital y suscripción de acciones fueron realizadas por BNDE, CPCAN (elevando
el capital de la compañía a Cr$ 2.83 mil millones a fines de 1961) y más tarde por
Eletrobras. El pronóstico para la primera central térmica se puso en funcionamiento
en 1963, pero la construcción se retrasó.
Con el cambio de gobierno en 1961, y la toma de posesión de Celso Ramos, miembro
de la oligarquía de Ramos, con orígenes en el Planalto Serrano, evolucionaron las
negociaciones entre los gobiernos estatal y federal para interconectar la región de
Lages, a través de la construcción del Capivari. - Lagos. Todo fue remitido, en los
gobiernos Celso Ramos e Ivo Silveira, para que SOTELCA fuera vista como una base
para la formación de un sistema eléctrico estatal y a partir de él se rompieran las
líneas de transmisión que internalizarían el suministro eléctrico en Santa Catarina.
Sin embargo, la deficiencia de recursos presupuestarios impuso lentitud a las obras
del sector eléctrico en todo el país. Esto requirió, en 1965, un crédito especial al MME
de Cr$ 30,6 mil millones. Santa Catarina tendría parte de estos nuevos recursos
correspondientes a “Cr$ 5.080.000.000 (...) para la finalización de la primera etapa
de la Planta Capivari, que dará servicio a los Estados de Santa Catarina y Paraná;
Cr$1.150.000.000 (...) para su aplicación en las plantas del sistema Palmeiras, García
y SOTELCA” (BRASIL, 1965. Dic. 56.436).
Finalmente, en julio de 1965, entró en operación la primera central térmica de
SOTELCA, la cual fue nombrada Termoeléctrica Jorge Lacerda, en honor al ex
gobernador. En marzo del año siguiente entró en funcionamiento la segunda unidad.
En ese momento ya se completaron las obras de las líneas de transmisión a Joinville
(anticipadas a SOTELCA, porque estaban diseñadas para transportar, inicialmente,
la energía generada por la UTE) y a Lages, yendo de allí hacia el oeste, hasta llegar
a Joaçaba, entonces, y al extremo oeste a principios de la década de 1970. En 1967,
la Meseta Norte, hasta Mafra también se interconectó con una línea de transmisión
que partía de Joinville; y también se completó la línea Joinville-Curitiba, que en la
práctica interconectó SOTELCA con el sistema Paraná y, por lo tanto, con la Central
Eléctrica de São Paulo - CESP. En 1970, la línea de transmisión Capivari-Siderópolis-
Farroupilha llegó a la interconexión al sistema gaucho del CEEE (SOTELCA, 1971).
En el último Año del gobierno de Kubitschek, comenzó una reorganización
institucional del sector eléctrico. La creación del Ministerio de Minas y Energía -
MME tuvo lugar en 1960. En 1961, después de años de procedimientos en el Congreso
Nacional (Ley Nº 3.890-A), se autorizó la constitución de Eletrobras, el holding de
las compañías eléctricas federales, actuando desde la formulación inicial de los
proyectos de electrificación brasileños hasta la distribución de electricidad. Para ello,
tuvo a su disposición el Fondo Federal de Electrificación - FFE (anteriormente bajo
el control de BNDE). Así, desde principios de la década de 1960, ha habido cambios
importantes en el esquema de planificación y financiamiento del sector eléctrico
brasileño que, desde 1963, permitirá una nueva etapa de la planificación del sector
9 Como parte del consorcio Canambra Engineering Consultant Limited, con las empresas canadienses Montreal Engineering y Crippen
Engineering y la empresa estadounidense Gibbs & Hill, con apoyo, además del gobierno brasileño, las Naciones Unidas - ONU y el
Banco Mundial.
10 En los proyectos aparecen como 125 MW cada uno. Los datos de 131 MW se refieren a la potencia actual de las unidades V y VI del
Complejo Termoeléctrico Jorge Lacerda.
11 EL ICC también tuvo una capacidad de generación de 15 MW, también instalada durante el II PND, que generó energía en el proceso
de transformación de pirita de carbono en ácido sulfúrico para su propio consumo y distribución en el entorno. (MORAES, 2004)
12 En sus primeros años de actividad, constituyó empresas regionales, como Elffa, Empresul y La Fuerza y Luz de viña - Videluz, comen-
zando a controlarlas en un esquema de holding, absorbiendo parte de la capacidad ya instalada en el estado. A principios de la década
de 1960, otras tres filiales, Companhia Pery de Eletricidade - Cipel, de Curitiba, Companhia Serrana de Eletricidade - Cosel y Companhia
Oeste Catarinense de Eletricidade - Ciaoeste, de Concordia, y Força e Luz Santa Catarina S.A., de Blumenau, se agregarían al control
de Celesc por parte de Celesc. A finales de 1963, debido a la constitución de las empresas, CELESC aumentó el control operativo sobre
el sector, incluyendo la incorporación de acciones en empresas de distribución como Força e Luz São Francisco e SA y Canoinhas Força
e Luz SA (CELESC, 1964).
13 Ley Estatal de Santa Catarina N° 4.824, de 15 de enero de 1973. Crea ERUSC y extingue la CEE, incorporando sus compromisos, sus
activos, servidores e incluso el balance presupuestario de este organismo para ese año.
También hay algunas de estas cooperativas de electrificación rural, que junto con
algunas empresas privadas (João Cesa y EFLU) cubren el resto del área de distribución
de electricidad en el sur de Santa Catarina. A continuación (Tabla 4), enumeramos las
cooperativas restantes del Sur del Estado.
Treviso,
Urussanga,
Siderópolis,
CERTREL 1962 Cocal do Sul, 269 28.105 Perm.
Lauro Müller,
Criciúma, Nova
Veneza
Armazém, São
COOPERZEM 1962 Bonifácio, São 1.000 s/d s/d
Martinho
Praia Grande,
São João do
Sul, Passo
de Torres,
CEPRAG 1963 Balneário 569 36.594 Perm.
Gaivota, Jacinto
Machado,
Santa Rosa do
Sul
Tubarão,
Jaguaruna,
CERGAL 1963 322 35.935 Perm.
Laguna,
Gravatal
Içara, Balneário
Rincão,
COOPERALIANÇA 1963 490 124.805 Conc.
Jaguaruna,
Araranguá
São Ludgero,
Braço do
CEGERO 1963 Norte, Orleans, s/d s/d s/d
Tubarão,
Pedras Grandes
Referencias
ALMANAK LAEMMERT. Guia geral do Brasil. Rio de Janeiro: Tipografia do Almanak
Laemmert, 1934.
ARNS, Otília. Forquilhinha 1912-2002: história e resgate da memória dos nossos
antepassados. Forquilhinha: Ed do Autor, 2003. 417 p.
BARENTIN, Leopoldo. Timbé: suas raízes, sua história, sua gente : dos primórdios à
Tijucas do século XXI . Blumenau: Odorizzi, 2002. 200 p.
BORTOLUZZI E IRMÃOS. Requerimento ao Conselho Municipal de Araranguá. Nova
Veneza-SC, 1919. (Manuscrito)
BRASIL. AGÊNCIA NACIONAL DE ENERGIA ELÉTRICA. Sistema de Informações
Geográficas do Setor Elétrico - SIGEL. 2019. Disponível em: <https://sigel.
aneel.gov.br/arcgis/rest/directories/arcgisjobs/portal/layertoshape_gpserver/
jc8fdbfeaf41e4bb1b1d91eb8ff8ed761/scratch/output.zip>. Acesso em: 05 mar. 2019.
BRASIL. Decreto nº 29.920, de 27 de agosto de 1951. Outorga a João Cesa concessão para
transmissão e distribuição de energia elétrica no distrito de Siderópolis, município de
Urussanga, Estado de Santa Catarina e dá outras providências. Coleção de Leis do
Feliciano Franco
https://orcid.org/0000-0001-6596-8520
Facultad de Ingeniería
Universidad Nacional de Entre Ríos
[email protected]
Oro Verde Entre Ríos
Argentina
Recibido: 15/10/2021
Aceptado: 15/03/2022
Resumen
La movilidad urbana, es uno de los elementos centrales que definen
las dinámicas de desarrollo de las urbes. Es determinante tanto para
la productividad económica de las ciudades, como para la calidad de
vida de quienes las habitan. En ese sentido gestionar adecuadamente
el sistema de transporte, se torna una disciplina científica, ya que,
utilizando las nuevas tecnologías y el manejo del big data, se pueden
construir modelos de gestión, adecuando así el sistema de transporte,
el cual, se analiza a través del estudio de los indicadores de gestión y
las tendencias de evolución, lo que permite enriquecer la discusión en
torno a la generación de políticas públicas, y el perfeccionamiento de
regulaciones para satisfacer las necesidades de la población con base
en datos estadísticos y técnicos. El sistema SUBE (Sistema Único de
Boleto Electrónico), implantado en la ciudad de Paraná-Entre Ríos-
Argentina, es un importante generador de datos, este estudio busca
la construcción de indicadores, que permitan medir el desempeño
del sistema de gestión del transporte público de pasajeros, del área
Metropolitana de la Ciudad. Los indicadores permiten obtener y
Abstract
Urban mobility as a whole is one of the central elements that define
the dynamics of urban development. It is decisive both for the
economic productivity of cities and for the quality of life of those who
inhabit them. In this sense, managing the transport system properly
becomes a scientific discipline, since, using new technology and the
management of big data, management models can be built, thus
adapting the transport system, which is analyzed according to through
the study of management indicators and evolution trends, which allows
enriching the discussion around the generation of public policies, and
the improvement of regulations to meet the needs of the population
based on statistical and technical data. The SUBE system (Unique
Electronic Ticket System), implemented in the city of Paraná-Entre
Ríos-Argentina, is an important generator of data, this study seeks to
build indicators that allow measuring the performance of the public
transport management system of passengers, of the Metropolitan area
of the City. The indicators allow obtaining and evaluating evolution
indices and trends, an evaluation of the service will be carried out, and
tools for urban mobility planning can also be provided. On the other
hand, the novelty of this work, since Paraná is an intermediate city, its
population is close to 300 thousand inhabitants, it points to models of
city indicators that comply with the population characteristics, in this
way to manage the planning of the territory having as a central axis
the public passenger transport.
1. Introducción
La gestión adecuada de la movilidad urbana es uno de los elementos centrales
que definen las dinámicas de desarrollo urbano. Es determinante tanto para la
productividad económica de la ciudad como para la calidad de vida de sus habitantes.
La gestión de un sistema debe contar con datos actualizados que permitan obtener
índices y generar tendencias de evolución de forma tal que permita tomar decisiones
con la menor incertidumbre posible, así enriquecer la generación de políticas públicas
y perfeccionar las regulaciones para satisfacer las necesidades de la población. El
sistema SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico) implantado en la ciudad de
Paraná en el año 2017, es un generador de datos, los cuales pueden ser usados para la
construcción de indicadores. La gestión del transporte debe contemplarse desde una
óptica integral, ya que, no es independiente de otras políticas sectoriales: el transporte
no es un fin en sí mismo [1], sino un medio para alcanzar determinados destinos,
donde satisfacer un conjunto de necesidades. Los indicadores como instrumentos de
control han tenido un auge especial en las administraciones municipales, debido a la
dificultad para introducir mecanismos de mercado que permitan utilizar la capacidad
de elección de los ciudadanos para favorecer la obtención de servicios de mayor
calidad [2]
Los Indicadores de gestión son un valor numérico que provee una medida para
ponderar el desempeño cuantitativo y/o cualitativo de un sistema, es decir, un
indicador es una medida estratégica que permite evaluar los objetivos estratégicos
definidos por la organización, en este caso un sistema de transporte público de
pasajeros.
SUBE es un importante sistema de generación de datos, ya que, la consola no solamente
registra venta de boletos, sino también genera información georreferenciada, con lo
cual se obtiene, distancias recorridas por cada servicio. Es por ello, que las bases de
dato de SUBE generan grandes volúmenes de información, la cual está consolidada
en tablas de información que están disponibles para cada autoridad de aplicación
local. En eso orden de ideas, las herramientas de la ingeniería permiten optimizar y
obtener lectura del sistema con un buen manejo de las bases de datos aportadas por
el sistema SUBE.
2. MATERIALES Y Métodos
2.1 Sistema de Control de Gestión
Controlar es mantener el comportamiento de los factores vitales dentro de un rango
determinado, de un proceso durante un periodo establecido, incluyendo los rangos
de variación tolerable, establecidos para cumplir tanto los niveles estratégicos como
los niveles operativos. Asociados directamente a los objetivos fijados en la fase de
planeación. Además, se debe tener en cuenta que el control de gestión se concibe sobre
un proceso en funcionamiento y se basa en la continua conversión de información
3.Caso de Estudio
3.1 Ubicación Geográfica y Descripción del Área Metropolitana de Paraná
La Capital de la Provincia de Entre Ríos, se encuentra ubicada sobre la margen
izquierda del Río Paraná, en la Mesopotamia Argentina. Limita al Norte y Oeste con
el Río Paraná, al sur con el municipio de Oro Verde y al este con los municipios
de San Benito, Colonia Avellaneda y Sauce Montrull (ver Figura 1), conformando
una superficie de 29.000 hectáreas denominada Gran Paraná. San Benito es una
localidad suburbana con características residenciales, las vías de ingreso son la RN
N° 18 y la RN N° 12. Colonia Avellaneda, se conecta con la misma a través de la RN
N° 18, la superficie urbanizada representa entre un 10 y 15% de la superficie de su
ejido municipal, incrementándose en el último lustro por la creciente radicación de
habitantes que tienen sus actividades diarias en la ciudad de Paraná. Dicha ciudad
funciona como conurbación residencial de esta última. Sauce Montrull, localidad
vecina de Colonia Avellaneda y San Benito, su escasa población se encuentra sobre
las RN N° 12 y 18, siendo su perfil netamente residencial. Por último, la ciudad de Oro
Verde, localidad al sur de la ciudad capital, se puede acceder transitando la RP N° 11
desde y hacia Paraná. El ejido municipal cuenta con mayor equipamiento urbano que
sus vecinas localidades menores. Alberga sedes universitarias, centros médicos de
alta complejidad, entre otras, lo que se convierten en atractores de viaje adicionales
a los requeridos por las localidades más residenciales.
Líneas que operan dentro del ejido urbano: Con 12 líneas y 3 ramales
Líneas que operan en el área metropolitana: Con 9 líneas y 3 ramales cubren las localidades aledañas de
Colonia Avellaneda, Sauce Montrull, San Benito, Oro Verde y Fontana (ver Figura 2).
Figura 2 - Red operante dentro del ejido de Paraná Vrs. Líneas que operan el área Metropolitana –
Fuente: ERSA Urbano SA- Google Maps
5. SELECCIÓN DE INDICADORES
a) Índice Evolución Interanual de Pasajeros Mensual (IPAX)
Donde:
Mes x es el mes calendario de análisis.
Año a es el año extremo tomado para análisis.
Actualización Mensual
Donde:
Mes x es el mes calendario de análisis.
Año a es el año extremo tomado para análisis.
IPK
Objetivo Razón entre pasajeros transportados y km recorridos
RPK
Objetivo Razón entre la recaudación total y km recorridos
ITM
Objetivo Tarifa equivalente que pagarían todos los Usuarios de
existir un solo valor en el cuadro tarifario.
Concepto Relación entre la recaudación por venta de boletos y los
pasajeros totales.
Actualización Mensual
Referencia Evolución respecto de mes anterior: crece, se mantiene,
decae
ITM
Parámetro de No tiene.
alarma
IRT
Objetivo Relación entre la Tarifa Media y la Tarifa Plana o Boleto
General
Concepto Muestra la amplitud entre la Tarifa Media y el Boleto
General estableciendo el porcentaje de rendimiento de
esta última. También, permite analizar de transferencia
de subsidios cruzados hacia el Boleto General.
actualización Mensual
Referencia Evolución respecto del mes anterior: crece, se mantiene,
decae. Debe considerarse la estacionalidad de los meses
para esta lectura.
Evolución interanual: permite obtener una evolución
respecto de un mismo mes evitando el efecto de
estacionalidad
Parámetro de IRT < 75%
alarma
IDC
Objetivo Relación entre la demanda de hora pico y la capacidad
estimada de trasporte.
Concepto Permite monitorear la capacidad ofertada del sistema
y su relación con la demanda de hora pico pudiendo
determinar si el operador genera subexplotación,
sobreexplotación o la oferta es consistente con la
demanda. Cuando se cuenta con una serie histórica
de datos diarios mensuales, puede determinarse su
tendencia y generar las acciones de corrección.
Actualización Mensual
6. RESULTADOS
Para expresar los resultados de la manipulación de esa gran cantidad de datos, se
optó por desarrollar un tablero de control o dashboard que permitió la posibilidad
de ordenar, filtrar, pivotar, agregar y realizar otros manejos sobre los datos de las
transacciones del sistema SUBE a petición del usuario y presentar gráficas a partir
de este procesamiento para su posterior análisis (ver Figura 4).
El tablero de control se implementó como una aplicación web. Se desarrolló en
lenguaje python utilizando el microframework Flask. Los datos del sistema SUBE
se almacenaron en una base de datos relacional implementada en PostgreSQL. La
interfaz de la aplicación consiste en una sola vista, ocupando la mayor parte de
esta las gráficas de las series temporales de los indicadores. Mediante un panel de
opciones (ver Figura 4) se configuran las gráficas, pudiéndose elegir las líneas a
visualizar, la evolución de los indicadores a mostrar -mensual o interanual-, el post-
procesamiento de las series temporales de las líneas -líneas graficadas por separado,
agregadas o agrupadas-, y los límites temporales de la serie.
Las salidas graficas del panel (ver Figuras 5 a 13) donde se presentan los resultados
de los indicadores IPAX, IKM, IPK, RPK, ITM, IRT y evolución de las transacciones
en Tarifa Plana, con Atributos Locales (ATS Loc.) y Atributos Nacionales (ATS Nac.),
todas con sus respectivos parámetros de alarma. La representación se hizo en el
modo “Agrupados” donde los datos de las líneas son agrupados mostrando valores
medios y rangos.
sistema. Asimismo, de los índices de ATS Nac. y ATS Loc., puede observarse que sus
participaciones porcentuales aumentaron en 2019, de lo que refuerza la aseveración
de que las mermas en pasajeros totales se dieron en el perfil de Tarifa Plana por
expulsión del sistema o migración hacia las tarifas con descuentos.
8. CONCLUSIONES
Se concluye que el manejo de información y la robustez del volumen de datos,
permite tener un abanico de indicadores de gran potencial para la gestión y control del
sistema de TPP, pudiendo realizarse un diagnóstico certero de la evolución temporal
del sistema, a su vez tener la capacidad de leer dichas variaciones constituyendo una
herramienta poderosa.
Debido a que, al momento de realizarse este estudio, se contaba con solo dos años
completos de registros de SUBE, los indicadores desarrollados en esta etapa solo
pueden mostrar la evolución del sistema, no obstante, se estima que, al transcurrir
mayor tiempo, será posible desarrollar indicadores que permitan predecir evoluciones
en la demanda que anticipen y perfeccionen la gestión y planificación del TPP.
Asimismo, es posible extrapolar la batería de indicadores a cualquier jurisdicción
territorial, mientras cuente con el relevamiento necesario de los datos o con
integración del sistema SUBE. El Área del Gran Paraná fue un caso de estudio no
excluyente.
Es importante destacar la importancia del desarrollo de este tipo de herramientas,
dado que las mismas tienen una transferencia directa al medio. Asimismo, permite
mejorar la calidad de la investigación aplicada mediante casos reales y por último
la inclusión de este tipo de herramientas en el proceso formativo de estudiantes e
investigadores.
9. REFERENCIAS
[1] Prado Lorenzo, José Manuel; García Sánchez. Isabel María (2004 Los indicadores
de gestión en el ámbito municipal Implantación, Evolución y Tendencias. ISSN 1696-
294X, Vol. 2
[2] Izquierdo, Rafael; (1994). “Transporte un enfoque integral”. Servicio de Publicaciones,
Colegio de Ingenieros, Canales y Puertos. Madrid, Reino de España.
[3] Beltrán Jaramillo y Jesús Mauricio. (1999). “Indicadores de Gestión, Herramientas
para lograr la competitividad”. Primera Edición. 3R Editores. Bogotá, Colombia
[4] Decreto DEM Nº 101/2019 - Actualización Tarifaria Para Diferentes categorías de
Boletos. (2019).
Recibido:28/02/2022
Aceptado:19/05/2022
Resumo:
Esse artigo tem como objetivo apresentar um dos temas transversais
de nossa investigação de doutorado recentemente concluída, qual
seja: o lugar dos impressos na economia política do Império relativa às
comunicações. Para isso, analisamos o evolver da legislação tarifária
postal, sua discussão nas diferentes esferas de representatividade
(Câmara/ Senado/ Imprensa) e a estatística dos Correios relativas ao
volume, categoria e direção dos fluxos de correspondencia.
As publicações periódicas são hoje uma necessidade dos Povos civilizados; apresentando
em limitado espaço e com certa concisão o essencial das boas doutrinas, [...] acompanhando
o estado, e modificações da sociedade, os Jornais estão sempre em dia com as precisões
da população, e se ocupam com as questões e interesses do momento, que se sucedem
sem cessar, reclamando contra a prepotência, em favor do oprimido, ou patenteando os
abusos de qualquer gênero, que obstam ao bem, e melhoramentos sociais. É por isso que
essa sorte de escritos é indispensável em um Governo Representativo, e aí forma um dos
corretivos do Poder; mas a sua influencia será quase nula, se eles não penetrarem em
todos os ângulos, e não forem levar a luz aos mais ocultos esconderijos; se se [sic] não
estabelecer por seu meio uma franca permutação de ideias uteis, de informações e bons
ofícios, como que se aumente em toda a parte a massa dos conhecimentos humanos, ou o
que é o mesmo a civilização (A AURORA FLUMINENSE, 01 set. 1828).
Com essas palavras, Evaristo Ferreira da Veiga, um dos líderes da oposição a Pedro I,
sintetizava a visão de seus contemporâneos sobre o papel da imprensa periódica na
constituição do regime monárquico constitucional no Brasil. Para o publicista carioca,
os jornais eram, sobretudo, vetores de civilização, sendo a liberdade de imprensa um
dos fundamentos dos governos representativos.1 Ora, para haver livre circulação de
jornais pelo território nacional eram necessárias tarifas postais especificas para esse
tipo de material impresso, e Ferreira da Veiga sabia disso: tanto que, naquele ano
de 1828, ele já havia se manifestado a favor de um projeto que então circulava na
Câmara dos Deputados para se isentarem de porte todas as folhas nacionais:
Nem sempre, contudo, os jornais fizeram parte do fluxo postal. O primeiro país a
incluir esse tipo de material na relação de itens expedidos pelos Correios foram os
Estados Unidos, por meio do Post Office Act de 1792. Uma lei complementar de 1794
1 Em 1644, o poeta e intelectual britânico John Milton já defendia o direito à liberdade de imprimir suas ideias e opiniões sem qualquer
tipo de censura; quase dois séculos mais tarde, essa reivindicação seria retomada por seu compatriota Jeremy Benthan em dois ensaios:
Sobre a liberdade de imprensa e de discussão política (1821) e Garantias contra o abuso do poder (1822 – 1823). Na literatura france-
sa, um dos principais representantes da ideia de liberdade de imprensa é Alexis de Tocqueville: Em A Democracia na América (1835),
coletânea de escritos organizada após sua viagem aos Estados Unidos, ele descreve e analisa diversas instituições políticas, dentre
elas a liberdade de imprensa. Para o autor francês, “a soberania do povo e a liberdade de imprensa são, pois, duas coisas inteiramente
correlativas. A censura e o voto universal são, ao contrário, duas coisas que se contradizem e não se podem encontrar por muito tempo
nas instituições políticas de um mesmo povo” (TOCQUEVILLE, 1998, p. 209).
Fonte: Elaboração da autora com base no Aviso de 14 de março de 1801. In: Coleção da Legislação Portuguesa
(CLP). Lisboa: Tipografia Maigrense, 1828, pp. 683 – 684.
os giros dos pedestres, estabelecer regras para arrematações, fixar taxas, etc.2
Quanto à correspondência transportada por navios mercantes estrangeiros, essa
passou a seguir as disposições da lei de 26 de fevereiro de 1810 – também conhecida
como Convenção dos Paquetes – que estabeleceu viagens com regularidade mensal
entre o porto de Falmouth e a cidade do Rio de Janeiro. Esse dispositivo, contudo,
não legislava especificamente sobre periódicos; apenas determinava que as cartas
simples permutadas entre Grã-Bretanha e Brasil pagassem três shillings e oito
pences sterlinos – valor que, na época, equivalia a 120 réis.
A cobrança dessa taxa deve ter suscitado equívocos. Um aviso expedido pela Secretaria
dos Negócios do Brasil continha a seguinte alegação: “por essa Administração do
Correio [da Corte] se tem cobrado indevidamente das cartas vindas pelos navios
mercantes ingleses [...], obrigando-se de mais a mais os donos das amostras das
fazendas, e das gazetas a pagar por estas um porte que não é devido” (Aviso nº 40
[Fazenda], de 14 de novembro de 1812). Sendo assim, o documento recomendava que
apenas cartas fossem taxadas em 120 réis, ficando gazetas e amostras de fazendas
sujeitas ao que na Grã-Bretanha se legislasse sobre o assunto.
Esses são, pois, os principais dispositivos do período joanino concernentes a tarifação
postal. Vistos em conjunto, eles refletem não apenas o processo de interiorização
da metrópole na colônia, mas também a incapacidade dessa metrópole em impor
um monopólio sobre a remessa de correspondências, quer fossem cartas, gazetas,
papéis oficiais, etc. Com algumas alterações, essa legislação continuou vigorando no
Brasil após a Independência. A seguir, veremos o debate ocorrido durante o Primeiro
Reinado (1822 – 1831) sobre a isenção tarifária de impressos.
2 O Erário Régio também administrava o cumprimento das arrematações de linhas postais por particulares, o pagamento de funcio-
nários dos Correios, bem como a concessão de licenças e aposentadorias aos mesmos.
4 O texto original do projeto era o seguinte: “Não pagarão portes de Correio as folhas periódicas e jornais públicos que forem dirigidos a
bibliotecas publicas, e os livros para as mesmas bibliotecas serão isentos das alfândegas, e portos secos, revogadas para esse fim todas
as leis, alvarás, decretos e mais resoluções em contrario”. APB, 25 out. 1827, p. 147.
5 Vale lembrar que aqueles grupos aos quais a palavra escrita era interditada (escravos, operários, mulheres, etc.) frequentemente
abriam espaço à comunicação por meio da oralidade. Cf.: MOREL, Marco. “Palavras além das letras: apontamentos sobre imprensa e
oralidade na primeira metade do século XIX”. Acervo – Revista do Arquivo Nacional, v. 23, nº 1, jan-jun.: França e Brasil: história, v. 23,
nº 1, pp. 63 – 80, 2010.
baiano José Avelino Barbosa, por exemplo, apresentou uma emenda para que a
isenção fiscal dos livros destinados às bibliotecas públicas fosse ampliada “para
todos os cidadãos do império do Brasil” (APB, 07 jun. 1828, pp. 57 – 59).6 Outro
parlamentar, José Gervásio de Queiroz Cerqueira, propôs um artigo aditivo para que
os periódicos fossem tratados como cartas seguras. Receava o deputado cearense
que os extravios, então recorrentes, aumentassem entre os periódicos francos de
porte. Com essa medida, buscava impor à administração dos Correios “a obrigação
de pagar o importe do seguro para obrigá-la a ser mais diligente”. José Lino dos
Santos Coutinho, por sua vez, chamou atenção para as ilegalidades que já ocorriam e
que poderiam se intensificar com essa mudança de legislação:
6 Segundo Avelino Barbosa, havia um foral da Alfândega, datado de 15 de outubro de 1518, que legislava sobre esse objeto. A proposta
em questão foi ainda apoiada com ressalvas pelos deputados Francisco de Paula e Souza e Bernardo Pereira de Vasconcelos.
No estado em que estamos a respeito de finanças, e quando até nos vemos em circunstâncias
de pôr alguns impostos, não sei como possamos prescindir dessa receita, ao mesmo tempo
que [sic] com isto aumentamos a despesa. Com efeito, uma vez que o porte dos periódicos
for gratuito, crescerá a remessa de tais papéis, e, portanto será preciso maior número de
transportes, e condutores, e consequentemente maior despesa com o Correio (ASIB, 06 jun.
1829, p. 314).
Carneiro de Campos, por sua vez, dizia reconhecer nos periódicos um meio “de
propagar as luzes na massa geral do povo”, porém asseverava: “é cousa [sic]
perigosa a mudança que há de um imposto para outro, pois o povo estranha tudo
o que é novo”. Na opinião do senador bahiano, os Correios brasileiros não davam
“grandes rendimentos” como em outros países, pois estavam sujeitos a diversos
abusos: “vemos nesse diário chamado do Rio de Janeiro anunciar-se todos os dias,
que Fuão [sic] vai à loja de tal, onde se acham cartas para lhe serem entregues;
isto é um verdadeiro contrabando”, denunciava. Sendo assim, mais importante do
que isentar os materiais impressos de porte era promover uma reforma que coibisse
as práticas mencionadas.
Contrapondo-se à lógica fiscalista presente nessas alegações, o mineiro José Inácio
Borges declarou: “Eu também olho para a economia; mas olho para aquelas cousas
[sic] que se opõem a ela, e não para aquelas que resultam em benefício público”.
Nicolau de Campos Vergueiro, por sua vez, apresentou raciocínio semelhante sob a
perspectiva de integração do território:
Os periódicos que são remetidos pelo Correio são poucos, porque como as distâncias são
grandes, e as taxas são fortes, ficam muito caros; um, ou outro é que faz esta despesa. Se é
conveniente conservar as Províncias isoladas, é outro caso; mas eu assento que ninguém
o dirá. É necessário comunicarem-se todas para que não se extinga o espírito nacional.
7 Essa resolução chegou ao Senado em 17 de junho de 1828, tendo sido discutida entre os dias 4 e 18 de setembro. Na ocasião, José Lis-
boa da Silva (Visconde de Cairú) apresentou uma emenda que suprimia o artigo concernente ao porte de folhas periódicas estrangeiras,
enquanto João Antonio Rodrigues de Carvalho sugeriu a supressão da parte do texto que instava o governo a tomar medidas contra o
contrabando. Apenas essa segunda emenda foi aprovada. Cf.: ASIB, 10 set. 1828, p. 246.
Ao final da discussão, a imagem dos Correios que prevaleceu foi a de serviço público
essencial e não a de fonte de renda. Essa precedência não apenas garantiu a aprovação
da resolução no Senado, como também convenceu senadores que, como Carneiro de
Campos, haviam se posicionado contra a isenção tarifária de impressos.
Antes de sancionar a resolução aprovada pelas duas casas legislativas, o Imperador
convocou o Conselho de Estado para dar seu parecer sobre o assunto. Em 4 de julho
de 1829, esse órgão se reuniu no Paço Imperial da Corte e, em presença do Ministro
e Secretário dos Negócios do Império, votou unanimemente por não se isentar de
porte os periódicos nacionais. Justificavam os conselheiros sua decisão “pelos
prejuízos que [a medida] causava a este estabelecimento [Correios], desfalcando-
se tão consideravelmente seu rendimento, quando suas despesas tanto se haviam
aumentado para que desta Repartição se tirassem os melhores resultados em
beneficio público” (ATAS DO CONSELHO DE ESTADO, 1873, v. 1, p. 20 – 21). Após adiar
sua decisão por mais de uma semana, d. Pedro I corroborou, por fim, com a opinião
de seus conselheiros e prescreveu a resolução sobre o porte franco de impressos.
Vimos até aqui dois projetos bastante representativos do liberalismo constitucional
predominante na Câmara dos Deputados durante a primeira década de Independência.
Os diferentes desfechos que essas propostas tiveram revelam-nos a existência de
duas lógicas distintas que estiveram em constante conflito e acomodação na esfera
do debate político: a ideologia liberal de difusão das luzes e o imperativo fiscal,
prioridade do governo. Para deputados da ala liberal, a disseminação de jornais que
advogassem por sua causa era condição de significativa vantagem na luta contra
os agentes retrógrados da política nacional. Já os governistas argumentavam que
a ampliação da isenção tarifária a todos os periódicos traria consigo o aumento do
porte das cartas e a consequente ruína financeira dos Correios.
Essas diferentes lógicas remetem-se, por sua vez, à existência de grupos políticos
distintos com projetos de Estado igualmente conflitantes: de um lado, parlamentares
vinculados a interesses provinciais que defendiam o estabelecimento pleno do sistema
constitucional, a limitação da autoridade do governo e a adoção de princípios liberais
mais abrangentes, como distribuição equitativa de poderes, liberdade de imprensa e
autonomia administrativa. Do outro lado, situavam-se o próprio d. Pedro I e políticos
da base governista, os quais buscavam preservar o arranjo institucional vigente,
reiterando a proeminência do Executivo sobre os demais poderes constitucionalmente
estabelecidos.
No primeiro caso analisado, é provável que o franqueamento de impressos remetidos
a bibliotecas públicas tenha sido visto pelo governo como uma medida positiva, de
vez que o bônus civilizacional – difusão de luzes pelo interior das províncias – fosse
maior que o ônus financeiro advindo da diminuição de arrecadação pelos Correios.
Ao proporem a generalização dessa medida a todos os periódicos que circulavam
pelo Império, os parlamentares brasileiros foram, contudo, além do que estava
disposto ceder o governo em prol da comunicação. Daí o uso do veto imperial, medida
8 Essa Comissão era então composta pelos deputados Diogo Antonio Feijó, José Martiniano de Alencar e Ernesto Ferreira França.
9 23 fev. 1832. Ofício de Manoel Ignácio de Melo e Souza a Diogo Antonio Feijó, Ministro e Secretário de Estado dos Negócios do Império.
Porquanto nem todos os jornais são dignos de serem levados à custa da Nação; e se devem
ser dispensados do porte, são só, a nosso ver, os Diários da Assembleia, e os do Governo,
porque convém que ao mais remoto lugar do Império cheguem os feitos destes poderes
Constitucionais; mas a Nação levar a sua custa Matracas, Filhos da Terra, Caramurús,
Carijós, etc., é sem dúvida filantropia demasiada, ou demasiada proteção aos jornalistas,
únicos a quem, o beneficio desta Lei, toca (A VERDADE, 27 mar. 1832).
A opinião desse jornal revela uma visão bastante exclusivista da atividade periódica,
visão essa que se desenvolvera entre os setores moderados do pensamento liberal
brasileiro por ocasião do boom de pasquins radicais ocorrido entre os anos finais do
Primeiro Reinado e o início da Regência. Os redatores do A Verdade reconheciam que,
se os jornais começassem a pagar porte, haveria menor quantidade de impressos
e, consequentemente, menos arrecadação para Tesouro. Esses fatos, porém, seriam
compensados, segundo eles, pela existência de periódicos “mais instrutivos, e mais
úteis” à opinião pública. E concluíam: “perca ela [nação]; mas não tanto que leve
grátis o veneno, onde não deve chegar”.
A reforma dos portes passou a ser pauta do governo em 1835, por iniciativa do titular
da pasta da Fazenda, Manuel do Nascimento Castro e Silva. Em seu relatório, consta
a seguinte nota: “A receita do correio geral não chega nem para metade de sua
despesa; convém sujeitar ao porte as folhas periódicas e aumentar o porte das
cartas pelos paquetes” (APB, 08 maio 1835, p. 51). Com essa proposta, o ministro
reiterava a lógica fiscal do governo, ao mesmo tempo em que atacava dois aspectos
por ele considerados críticos: a onerosidade dos serviços postais marítimos e a
dificuldade de se transportar por terra volumosos maços de materiais impressos
isentos de porte.
AHCD, lata 70, maço 4, pasta 4. Esse documento foi posteriormente publicado pelo Correio Mercantil em 21 de março de 1832.
§1ª Pagarão as cartas conduzidas pelo correio terrestre um real por oitava de peso em
cada légua de caminho de 20 ao grau; e pelo correio marítimo 5 réis por oitava de grau
em grau de latitude; o máximo porte para cada oitava em ambos estes casos será de 100
réis. §2ª Os autos e outros papéis do foro pagarão a quarta parte do porte das cartas. §3ª
O mínimo porte para cada uma carta será 20 réis. §4ª Pagar-se-á aos particulares que
entregarem nas estações do correio cartas e outros papéis por eles conduzidos, ¼ do porte
correspondente.
***
Os protestos contra o retorno da taxação de impressos começaram logo no início do
novo ano financeiro, não se restringindo à Corte. No jornal O Novo Farol Paulistano,
por exemplo, um correspondente de pseudônimo Veritas deplorou os efeitos que a
medida teria sobre o progresso da imprensa local, além de privar os cidadãos “de
mais um meio de comunicação entre eles e a Autoridade Pública” (O NOVO FAROL
PAULISTANO, 06 jul. 1836). A seu ver, o imposto sobre periódicos era um “meio de fazer
retroceder a civilização do povo” e, caso fosse mantido, em breve os habitantes das
cidades marítimas estariam “mais ao fato de conhecer a capacidade das influências
estrangeiras, do que das do seu próprio país”.
Em outro número do mesmo jornal, Veritas voltou a questionar a validade do imposto
em questão, argumentando que o lucro dele proveniente desapareceria na proporção
em que a indústria tipográfica fosse definhando, “até por fim igualar-se a zero”. Tal
prognóstico levava o correspondente a refletir sobre os paradoxos dos governos tanto
do passado como daquele presente em relação às comunicações:
Pedro 1º era infenso às liberdades públicas, e Pedro 1º sancionou a lei que liberava de
porte as folhas periódicas: no entanto que o Governo Regencial eminentemente patriótico,
eminentemente amigo do progresso do país sancionou a lei contrária. A imprensa era
hostil a D. Pedro, e D. Pedro nem por isso a quis por tal forma pear; mas a oposição erguida
e sustentada pela imprensa apenas maioria influente no governo logo procura refrear seu
desenvolvimento. Sim novos parricidas, eu o direi [...] – quereis assassinar a mãe que vos
deu o ser (O NOVO FAROL PAULISTANO, 13 jul. 1836).
Já o jornal O Paquete do Rio, após discorrer sobre a origem dos Correios e sua
adoção por diversos governos modernos, assim se expressou sobre o assunto:
A medida, que agora se está pondo em prática de fazer pagar porte os Periódicos, e Jornais
é sumamente prejudicial à Sociedade, e de alguma maneira imprópria de um país onde há
um Governo Liberal, como o nosso. O Brasil não se acha tão ilustrado, que não precise de
que se espalhem as luzes, e ideias pelas Províncias; a lei de fazer pagar porte aos Jornais, e
Periódicos principalmente os Nacionais aumenta sim as rendas Nacionais, porém impede
o espalharem-se pelas Províncias as luzes de que tanto se precisa para a civilização dos
povos, entorpece o comércio, e faz o povo ignorante relativo à marcha do Governo, e ao
estado geral do Império (O PAQUETE DO RIO, 20 jul. 1836).
Com base no argumento de que “um Governo Constitucional precisa dar aos
seus atos a maior publicidade possível”, os redatores dessa folha questionavam:
“Como poderá isto acontecer, se daqui em diante não haverá quem queira ter
os Periódicos que da Corte vão para as Províncias, ou destas vem para a Corte,
visto que o seu porte custa mais caro que a sua assinatura?”. Eles alegavam não
querer que os impressos deixassem de pagar porte, mas requeriam que esse valor
O nosso País é o País das contradições, e das anomalias: um espírito exclusivo de imitação
tem sido a qualidade mais característica da nossa índole social: as teorias, e as práticas
estrangeiras tem sido geralmente copiadas em todas as nossas reformas, e inovações,
embora não fossem elas na maior parte consentâneas ao nosso estado social; mas
ao mesmo tempo que este espírito de geral imitação transluz em todas as nossas leis,
e regulamentos, um ato legislativo aparece (a imposição dos pesados direitos sobre os
jornais, e os outros impressos) que se poderia dizer positivamente calculado para coibir
essa nossa tendancia [sic], não nos excessos que nos desnacionalizam, mas nos progressos
das ciências, e das artes, e no movimento da civilização, que pertence ao nosso século (O
INDICADOR DA UTILIDADE PÚBLICA, 27 jul. 1836).
“Para imitar as Nações”, continuava o autor, era necessário “acompanhar o
movimento da sua ilustração, e a sucessão dos seus melhoramentos”, daí a
importância de se haver periódicos. Como a taxa sobre materiais impressos ia contra
esse princípio, ele classificava a dita lei como “efeito da mais miserável mesquinharia
financeira” e “expressão a mais clara do nosso atraso nos conhecimentos, e
práticas da sociabilidade”. E acrescentava: o resultado de tão “mal calculada
e impolítica” medida não seria outro senão apartar-se o Império “da majestosa
marcha das Nações cultas para a maior civilização, e aperfeiçoamento social”,
imprimindo-se “um movimento retrógado para a ignorância, e barbaridade dos
passados séculos”.
Nesse clima de protesto em vários veículos de imprensa, os deputados Araújo Vianna,
Calmon du Pin e Souza Martins apresentaram uma emenda à lei do orçamento para
o ano financeiro de 1837/38 que substituía o parágrafo relativo ao porte de periódicos
pelo seguinte texto: “Os jornais e mais publicações periódicas pagarão desde já
somente 10 réis, por número, sem atenção ao peso e às distâncias” (APB, 09 ago.
10 Semelhante argumento também existia nos Estados Unidos: segundo Richard John, “enquanto poucos esperavam que o sistema
postal retornasse lucros, todos estavam de acordo que ele deveria ser, ao menos, autossustentável. Além disso, o subsídio [de materiais
impressos] era pago por aqueles que escreviam cartas, os quais eram em sua maioria mercadores” (JOHN, 1995, p. 39) (tradução nossa).
1836, p. 161). Essa iniciativa foi elogiada pelos redatores do Jornal do Commercio que
diziam não conceber como os legisladores, “esquecidos do exemplo dos países mais
cultos”, anuíram às recomendações do governo para reinstituir o porte de periódicos.
Novamente em oposição à fala do ministro Castro e Silva, eles acreditavam que o
imposto em questão levaria a uma diminuição no rendimento dos Correios, em razão
do cancelamento das assinaturas de jornais estrangeiros:
A lei vigente obsta a que se instrua o povo, a que se desenvolva os dons com que a
natureza o dotou; ataca de alguma forma a liberdade da imprensa, um dos primeiros
elementos do sistema constitucional. E como poderão as províncias longínquas
conhecer as necessidades do país? Onde irão elas saber, se os seus representantes
merecem a confiança que neles depositaram e se se [sic] tem mostrado dignos de
novamente as representarem, quando tenham de procurar outra vez os seus sufrágios?
A ignorância é a causa principal da pobreza, da miséria, e da degradação da espécie
humana. O excessivo imposto que ora pesa sobre os periódicos, contribui a perpetuar
esta ignorância, cumpre pois removê-lo.
Menos de uma semana após a publicação desse artigo, foi a vez da Comissão da
Praça do Comércio do Rio de Janeiro – na pessoa de seu presidente, o comerciante
Felipe Nery de Carvalho – se manifestar sobre o assunto. Em representação dirigida
ao Imperador, esse órgão reclamava da “mal entendida execução dada ao artigo 9
da lei de 31 de Outubro de 1835” pois, a seu ver, a elevação ao dobro do porte das
cartas transportadas por embarcações inglesas ia contra o disposto na Convenção
dos Paquetes de 1810 (JORNAL DO COMMERCIO, 31 ago. 1836).
A Comissão também protestava contra a administração dos Correios por não entregar
cartas senão conjuntamente aos maços de gazetas e periódicos. Argumentava o dito
órgão que essa prática feria o artigo 59º do regulamento de 1829, que obrigava o
destinatário a retirar da agência apenas a totalidade das cartas em seu nome,
omitindo sobre periódicos e materiais impressos.
Preocupados com os jornais comerciais e demais publicações periódicas que a
Comissão mandava trazer “de todas as praças mais notáveis da Europa e América”,
os peticionários reiteravam a isenção fiscal concedida pela mencionada lei do
orçamento aos materiais impressos de países que guardassem reciprocidade com o
Brasil. De acordo com as informações por eles colhidas em diferentes consulados, os
periódicos brasileiros pagavam, em Portugal, 20 réis por folha; na Inglaterra, o valor
era de 20 ou 50 réis por unidade, independentemente da distância percorrida; na
França, em 5 centimes ou 12 réis por folha e nos Estados Unidos, por fim, pagava-se
6 cents ou 80 réis por maço de gazetas que fosse entregue no porto de chegada.
A Comissão concluía sua exposição com as seguintes demandas: 1) permanência do
porte das cartas transportadas por paquetes ingleses segundo a convenção de 1810;
2) derrogação da retenção de cartas das pessoas que não quisessem retirar jornais e
3) ajuste do porte das folhas estrangeiras de acordo com o preço pago por impressos
brasileiros em seus respectivos países de origem.
Em resposta a essa representação, o então titular da pasta dos Negócios do Império,
Antonio Paulino Limpo de Abreu, não deu qualquer sinal de que o governo estaria
disposto a mudar a execução da lei para satisfazer redatores de jornais e comerciantes.
Em relação ao primeiro tópico levantado pela Comissão, o ministro observou que,
tendo a lei do orçamento para o ano de 1836/37 dobrado o porte das cartas, qualquer
que fosse a origem das mesmas, era “indubitável” que a correspondência conduzida
por paquetes ingleses estava inclusa nessa disposição (JORNAL DO COMMERCIO, 31
ago. 1836). Ele ademais contradizia os peticionários afirmando não haver nenhum
embaraço legal relacionado à Convenção de 1810.
Quanto à obrigatoriedade da retirada conjunta de cartas e materiais impressos,
Limpo de Abreu justificou a razão dos legisladores, ao afirmar que eles consideraram
“implicitamente compreendidas” no referido artigo do regulamento as gazetas e
demais folhas periódicas. Segundo o ministro, a finalidade daquela disposição era
obstar qualquer lesão à Fazenda Pública que porventura pudesse ocorrer com o
abandono de papéis nas agências e administrações, “abandono tanto mais prejudicial
para ela [Fazenda], quanto manifesto o maior ônus do seu transporte”.
Limpo de Abreu recomendava, por fim, que para se efetivar a isenção fiscal dos
periódicos estrangeiros, era necessário que os interessados dessem uma “segurança
oficial” ou mostrassem “por documento autêntico” quais eram os países onde a
reciprocidade vigorava. Tal resposta desconsiderava os certificados dos ministros
plenipotenciários e cônsules de França, Portugal, Inglaterra e Estados Unidos
anexados pelos comissionários à referida representação.
Em sua réplica, publicada no Jornal do Commercio do mês seguinte, a Comissão se
disse sensível “ao clamor e desgosto geral” que tinha tomado o corpo do comércio
carioca após a resposta do ministro (JORNAL DO COMMERCIO, 06 set. 1836).
Reconhecendo esse clamor como “justíssimo”, ela temia que, caso não houvesse
modificações nas tarifas impostas pela lei, aquele setor se veria “privado das
vantagens de uma comunicação rápida e segura com a Europa”; isso porque o
pagamento de 3$856 réis por uma carta simples – cálculo feito com base na soma
do novo porte brasileiro e do valor convertido de três shillings pago nos Correios
britânicos – era “igual a uma proibição”. Os comissionários argumentavam ademais
ser “oposto à boa razão” supor que “um país livre e constitucional”, onde existia
“uma perfeita liberdade de imprensa”, os legisladores pretendessem proibir a
entrada de jornais, gazetas e demais materiais impressos.
Em relação ao aumento do porte das cartas transportadas por embarcações
britânicas, a Comissão citava ipsis litteris o artigo do regulamento de 1829 que tratava
do assunto, porém questionava se aquela legislação havia sido referendada pela outra
parte contratante: “Não estando em vigor, onde existe o direito de exigir maior
Dados estatísticos como os que vemos nessa nota começaram a ser disponibilizados
pela Diretoria Geral dos Correios apenas a partir de meados da década de 1840. Para
o período anterior, o que se tem são arrolamentos feitos por fiscais alfandegários
em apreensões específicas ou epistolários utilizados por outros pesquisadores para
compreender a dinâmica de correspondência de funcionários régios, autoridades
consulares e comerciantes. Por seu caráter privado e individual, esses registros não
são capazes, porém, de compor um quadro amplo sobre o volume, a composição e a
direção dos fluxos de comunicação postal no Brasil daquela época.
Em relação a essa primeira categoria de análise (GRÁFICO 1), percebe-se que a
soma das correspondências recebidas (importação) e expedidas (exportação) cresceu
significativamente (542%) entre 1846 e 1865:
Essa tendência foi vista de maneira distinta pelos ministros que a comentaram. Para
Excede [...] de dois milhões o numero de cartas e mais papéis expedidos pelo Correio,
durante o ano próximo passado [1850]: cresce, pois, todos os anos de uma maneira
sensível o expediente, e por tanto o trabalho que necessariamente se duplica com a falta
de espaço e cômodos apropriados ao seu desempenho; cumpre pois que na proporção
em que ele aumenta se aumente também o pessoal e a remuneração que lhe é devida,
facilitando-se ao mesmo tempo os meios e arranjos indispensáveis para que se faça com
a maior presteza e pontualidade o respectivo expediente (1850, pp. 55 – 58).
Gráfico 2 – Volume total de correspondências remetidas e expedidas por província (1846 – 1865)
Fonte: Elaboração da autora com base nos relatórios dos Ministérios dos Negócios do Império (1832 – 1860) e
Fonte: Elaboração da autora com base nos relatórios dos Ministérios dos Negócios do Império (1832 – 1860) e
da Agricultura, Comércio e Obras Públicas (1861 – 1865).
em questão, quase 47.000 deles (29%) ficaram circunscritos ao Rio de Janeiro. Não
obstante tal concentração era essa a categoria espacialmente mais bem distribuída
de todas, não havendo sequer uma província que registrasse menos de 2% de ofícios
expedidos ou remetidos.
A concentração de jornais no território fluminense também era de 29% (231.264 itens),
porém, nesse caso, a desigualdade era maior: havia províncias, como o Rio Grande
do Norte e Piauí, que não corresponderam a nem 1% do total de folhas expedidas ou
recebidas pela Administração Geral dos Correios. Além disso, o número de impressos
procedentes de outras províncias não chegava a 90.000, representando 11% do total
que circulara por aquela repartição no período em análise (792.698 itens).
Em contrapartida, 80% desse cômputo (630.582 itens) compunham-se de maços que
iam para administrações e agências do interior ou alhures. Sem contar a província
do Rio de Janeiro, os principais receptores desse material eram Minas Gerais (17% ou
131.271 itens) e São Paulo (15% ou 118.941 itens). Já importação era liderada pelos
periódicos estrangeiros (38% ou 58.916 itens) (MAPAS 1 e 2).
Mapa 1 – Jornais expedidos pelas repartições postais provinciais e recebidos pela Administração Geral dos
Correios da Corte (1846 – 1849)
Mapa 2 – Jornais expedidos pela Administração Geral dos Correios da Corte e recebidos pelas repartições
postais provinciais (1846 – 1849)
Fonte: Elaborado pela autora com base em Relatórios Ministeriais dos Negócios do Império (1832 – 1860);
Relatórios Ministeriais dos Negócios da Agricultura, Comércio e Obras Públicas (1861 – 1865); Instituto
Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE).
Os dados até aqui analisados confirmam o lugar central ocupado pela Corte no
conjunto das atividades burocrático-administrativas, comerciais e intelectuais: era
dela que saiam ou para ela se endereçavam a maior parte dos ofícios, cartas e jornais
que circulavam pelo Império entre os anos 1840 e 1860. Essa centralidade não era,
contudo, absoluta: em províncias onde o tom da dinâmica econômica era dado por
centros urbanos regionais, havia espaço para arranjos alternativos de comunicação.
Vejamos o caso de Alagoas: em 1857, essa província expediu e recebeu 50.577 objetos
postais, dos quais 55% (27.883 itens) eram cartas, 23% (11.760 itens) ofícios e 22%
(10.934 itens) jornais. Cerca de 11.000 papéis (23%) circularam em território alagoano;
o restante foi para outras províncias, especialmente para Pernambuco, que liderou a
recepção e a emissão de cartas e jornais na região: 11.605 (42%) e 4.587 (42%) itens,
respectivamente. A direção da maioria dos ofícios não era, contudo, Recife, mas sim a
Corte, capital política e administrativa do Império: cerca de 2.000 itens (18%) de um
total de 11.760 provinham dela, ou para ela eram endereçados (GRÁFICO 4).
Gráfico 4 – Comparativo de jornais recebidos e remetidos pelos Correios da província de Alagoas (1857)
Fonte: Elaboração da autora com base nos relatórios dos Ministérios dos Negócios do Império (1832 – 1860) e
da Agricultura, Comércio e Obras Públicas (1861 – 1865).
Outra conclusão que a análise dos mapas estatísticos provinciais nos leva a formular
é que o distanciamento geográfico em relação à Corte, aspecto tão lamentado pelas
autoridades administrativas e governamentais da época, não era fator impeditivo
de comunicações com aquela capital: das quase 10.500 cartas, ofícios e jornais que
circularam no Amazonas em 1853, 8.213 itens (79%) provinham do Rio de Janeiro ou
de outras províncias. Essa porcentagem aumenta em se tratando da correspondencia
privada: 98% dos jornais (1.135 itens) e 88% das cartas (4.442 itens) eram oriundos
Gráfico 5 – Comparativo de jornais recebidos e remetidos pelos Correios da província do Amazonas (1853)
Fonte: Elaboração da autora com base nos relatórios dos Ministérios dos Negócios do Império (1832 – 1860) e
da Agricultura, Comércio e Obras Públicas (1861 – 1865).
Considerações finais
Ao refletir sobre as reformas tarifárias ocorridas na Europa dos anos 1840/50, Léonard
Laborie sugere que elas teriam dado início à formação de um espaço atlântico de
trocas informacionais (o qual seria institucionalizado em 1874, com a União Postal
Martins, Ana Luiza; Luca, Tânia Regina de. (2008). História da Imprensa no Brasil. São
Paulo: Contexto.
Morel, Marco; Barros, Mariana Monteiro de. (2003). Palavra, imagem e poder: o
surgimento da imprensa no Brasil do século XIX. Rio de Janeiro: DP&A.
Morel, Marco. (2010) “Palavras além das letras: apontamentos sobre imprensa e
oralidade na primeira metade do século XIX”. Acervo – Revista do Arquivo Nacional,
[s.l.], v. 23, n. 1, jan-jun., França e Brasil: história, v. 23, n. 1, pp. 63 – 80.
Ozouf, Jacques. (1976). A opinião pública: apologia das sondagens. In: LE GOFF, Jacques,
NORA, Pierre (orgs.). História: novos objetos. Rio de Janeiro: Francisco Alves p.186-
198.
Raffestin, Claude. (1993). Por uma geografia do poder. São Paulo: Ática.
Relatório da Repartição dos Negócios do Império apresentado à Assembleia Geral
Legislativa na 1ª Sessão da 7ª Legislatura pelo respectivo Ministro e Secretário de
Estado Visconde de Macaé. Rio de Janeiro: Tipografia Nacional, 1848.
Relatório da Repartição dos Negócios do Império apresentado à Assembleia Geral
Legislativa na 1ª Sessão da 8ª Legislatura pelo respectivo Ministro e Secretário de
Estado Visconde de Monte Alegre. Rio de Janeiro: Tipografia Nacional, 1850.
Santos, Milton. (1996). A natureza do espaço. São Paulo: Hucitec.
Silva, António Delgado (org.). (1845) Coleção da Legislação Portuguesa (1791 – 1801).
Lisboa: Tipografia Maigrense.
Silva, António Delgado (org.). (1845) Coleção da Legislação Portuguesa (1801 – 1810).
Lisboa: Tipografia Maigrense.
Sodré, Nelson Werneck. (1999). História da imprensa no Brasil. Rio de Janeiro: Mauad,
1999.
Souza, Otávio Tarquínio de. (1988). História dos Fundadores do Império do Brasil:
Evaristo da Veiga. Belo Horizonte: Itatiaia Ltda.
Tocqueville, Alexis de. (1998). A Democracia na América. Livro 1. São Paulo: Martins
Fuentes.
Recibido:28/02/2022
Aceptado:19/05/2022
Resumo:
Esse artigo tem como objetivo apresentar um dos temas transversais
de nossa investigação de doutorado recentemente concluída, qual
seja: o lugar dos impressos na economia política do Império relativa às
comunicações. Para isso, analisamos o evolver da legislação tarifária
postal, sua discussão nas diferentes esferas de representatividade
(Câmara/ Senado/ Imprensa) e a estatística dos Correios relativas ao
volume, categoria e direção dos fluxos de correspondencia.
Abstract:
This paper aims to present one of the cross-cutting themes of our
recently completed doctoral research, which is: the place of printed
material in the political economy of the Brazilian Empire regarding
communications. For this, we analyzed the evolution of postal tariff
legislation, its discussion in different spheres of representation
(Chamber of Deputies/Senate/Press) and General Post-Office’s statistics
regarding the volume, category and direction of correspondence flows.
Con estas palabras, Evaristo Ferreira da Veiga, uno de los líderes de la oposición
a Pedro I, resumió la opinión de sus contemporáneos sobre el papel de la prensa
periódica en la constitución del régimen monárquico constitucional en Brasil. Para
el publicista de Río, los periódicos eran, sobre todo, vectores de civilización, y la
libertad de prensa era uno de los fundamentos de los gobiernos representativos.
Sin embargo, para tener libre circulación de periódicos por el territorio1 nacional,
era necesario tarificarlas postales específicas para este tipo de material impreso, y
Ferreira da Veiga lo sabía: tanto que, en ese año de 1828, ya se había manifestado a
favor de un proyecto que entonces circulaba en la Cámara de Representantes para
eximir todas las impresos nacionales:
1 Para 1644, el poeta e intelectual británico John Milton ya defendía el derecho a la libertad de imprimir sus ideas y opiniones sin ningún
tipo de censura; casi dos siglos después, esta afirmación sería retomada por su compatriota Jeremy Benthan en dos ensayos: Sobre la
libertad de prensa y la discusión política (1821) y Garantías contra el abuso de poder (1822-1823). En la literatura francesa, uno de los
principales representantes de la idea de la libertad de prensa es Alexis de Tocqueville: En Democracia en América (1835), una colección
de escritos organizados después de su viaje a los Estados Unidos, describe y analiza diversas instituciones políticas, incluida la libertad
de prensa. Para el autor francés, “la soberanía del pueblo y la libertad de prensa son, por lo tanto, dos cosas totalmente correlativas. La
censura y el voto universal son, por el contrario, dos cosas que se contradicen entre sí y no se pueden encontrar durante mucho tiempo
en las instituciones políticas de las mismas personas” (Tocqueville, 1998, p. 209).
No siempre, sin embargo, los periódicos formaban parte del correo. El primer país en
incluir este tipo de material en la lista de artículos emitida por la Oficina de Correos
fue Estados Unidos, a través de la Ley de Correos de 1792. Una ley suplementaria de
1794 estableció en solo 1 centavo el tamaño de todos los periódicos que se imprimieron
en los estados de los Estados Unidos, independientemente de la distancia recorrida
por los transportistas. Para el historiador Richard John, esta medida se basó en la
creencia republicana de que, al difundir noticias y opiniones, la Oficina de Correos
desempeñaba un papel destacado en la vida política de una sociedad, contribuyendo
así a la realización del principio de ciudadanía informada (John, 1995, pp. 28-30).
En Portugal, la legislación postal exigía que el cálculo de los gastos de envío se
hiciera sobre la base del volumen: cualquier carta que pesara hasta cuatro octavas
tendría 80 réis. A partir de esto, 40 réis aumentaron cada dos octavas (Carta Real
del 20 de enero de 1798). Posteriormente, se establecieron cinco distancias básicas
(Tabla 1), “con el fin de favorecer la más difícil comunicación de los pueblos” (Aviso
del 14 de marzo de 1801). Los valores de la primera columna se referían a “cartas
individuales”, es decir, que no excedían de dos octavas de peso. Había, además, tres
clases de “cartas plegadas” según el peso, es decir: 1ª) de 2 a 4 octavas; 2º) de 4 a 6
octavas y 3º) de 6 octavas a 8 octavas (1 onza). Las gacetas, los papeles impresos y los
documentos de archivo que se enviaran sin una cubierta cerrada pagarían en última
instancia la mitad de las tarifas establecidas.
(en léguas) (en réis) (en réis) (en réis) (en réis)
0 a 10 $20 $30 $40 $50
10 a 20 $25 $40 $50 $60
20 a 30 $30 $50 $60 $70
30 a 40 $35 $60 $70 $80
40 a 50 $40 $70 $80 $90
Fuente: Elaboración del autor basada en el aviso del 14 de marzo de 1801. In: Coleção da Legislação Portuguesa
(CLP). Lisboa: Tipografia Maigrense, 1828, pp. 683 – 684.
2 El Royal Bank también gestionó el cumplimiento de los arrendamientos de líneas postales por parte de particulares, el pago de em-
pleados postales, así como la concesión de licencias y jubilaciones a los mismos.
4 El texto original del proyecto era el siguiente: “Las impresos periódicas y periódicos públicos que se dirijan a las bibliotecas públicas
no se pagarán en los portes, y los libros para las mismas bibliotecas estarán exentos de aduanas, y puertos secos, revocando a tal efecto
todas las leyes, permisos, decretos y más resoluciones a su inversa”. APB, 25 de octubre de 1827, p. 147
5 Vale la pena recordar que aquellos grupos a los que la palabra escrita estaba prohibida (esclavos, trabajadores, mujeres, etc.) a
menudo hacían espacio para la comunicación a través de la oralidad. Cf.: Morel, Marco. “Palabras más allá de las letras: notas sobre
la prensa y la oralidad en la primera mitad del siglo 19”. Colección – Revista do Arquivo Nacional, v. 23, nº 1, ene-jun.: Francia y Brasil:
história, v. 23, nº 1, pp. 63 – 80, 2010.
6 Según Avelino Barbosa, existía un despacho aduanero, fechado el 15 de octubre de 1518, que legislaba sobre este objeto. La propuesta
en cuestión también fue apoyada con reservas por los diputados Francisco de Paula e Souza y Bernardo Pereira de Vasconcelos.
periódicas”, concluyó.
La enmienda sobre la inhibición del contrabando de cartas puso de relieve las críticas
derivadas de las imitaciones del poder del Ejecutivo. El padre José Custódio Dias, uno
de los opositores más radicales al gobierno en la Cámara, se opuso vehementemente
a la propuesta de Lino Coutinho, alegando que, con ella, la Legislatura dio resquicios
para que los ministros tomaran medidas arbitrarias, cómo darse de baja de estos
formularios. En el Senado, esta enmienda terminó siendo excluida del texto original.7
Los senadores que votaron en contra de la resolución lo hicieron por dos razones:
el temor a que Hacienda perdiera una fuente de ingresos y la convicción de que la
medida en cuestión aumentaría el gasto estatal en servicios postales. En palabras de
Paranaguá:
Carneiro de Campos, a su vez, dijo reconocer en las revistas un medio “de esparcir
las luces en la masa general del pueblo”, pero aseveró: “es peligroso cambiar de un
impuesto a otro, porque la gente es extraña a todo lo que es nuevo”. En opinión
del senador de Bahía, la Oficina de Correos de Brasil no dio “grandes ingresos”
como en otros países, porque fueron objeto de diversos abusos: “vemos en este
diario llamado Río de Janeiro anunciarse todos los días, que Fuão [sic] va a la
tienda de tales, donde se encuentran cartas para ser entregadas a él; esto es un
verdadero contrabando”, dijo. Por lo tanto, más importante que eximir de tamaño
a los materiales impresos era promover una reforma que cohesionara las prácticas
mencionadas.
En contraste con la lógica fiscalista presente en estos alegatos, el minero José Inácio
Borges declaró: “Yo también miro la economía; pero miro aquellas cosas [sic] que
se oponen, no las que resultan en beneficio público”. Nicolau de Campos Vergueiro,
a su vez, presentó un razonamiento similar desde la perspectiva de la integración del
territorio:
7 Esta resolución llegó al Senado el 17 de junio de 1828, y fue discutida entre el 4 y el 18 de septiembre. En ese momento, José Lisboa da
Silva (Vizconde de Cairú) presentó una enmienda que suprimía el artículo sobre el tamaño de las impresos de periódicos extranjeros,
mientras que João Antonio Rodrigues de Carvalho sugirió la eliminación de la parte del texto que instaba al gobierno a tomar medidas
contra el contrabando. Sólo esta segunda enmienda fue aprobada. Cf.: ASIB, 10 Sep. 1828, 246.
8 Esta omisión estuvo compuesta entonces por los diputados Diogo Antonio Feijó, José Martiniano de Alencar y Ernesto Ferreira França.
Porque no todos los periódicos son dignos de ser traídos a expensas de la nación; y si
deben quedar exentos del tamaño, es sólo, a nuestro juicio, los Diarios de la Asamblea,
y los del Gobierno, porque es apropiado que el lugar más remoto del Imperio pueda
llegar a las escrituras de estos poderes constitucionales; pero la nación se lleva a su
costa Matracas, Hijos de la Tierra, Caramurús, Carijós, etc., es sin duda demasiada
filantropía, o demasiada protección para los periodistas, el único a quien, en beneficio
de esta Ley, toca (LA VERDAD, 27 de marzo de 1832).
9 23 de febrero. 1832. Carta de Manoel Ignácio de Melo e Souza a Diogo Antonio Feijó, Ministro y Secretario de Estado de Negocios del
Imperio. AHCD, lata 70, pack 4, pegar 4. Este documento fue publicado posteriormente por la correio mercantil el 21 de marzo de 1832.
Y concluyeron: “Pierde su [nación]; pero no tanto como para que saque el veneno
libre, donde no debería llegar”.
La reforma de los portes se convirtió en la agenda del gobierno en 1835, por
iniciativa del titular de la cartera de tesorería, Manuel do Nascimento Castro e Silva.
Su informe dice: “Los ingresos generales por correo no alcanzan ni la mitad de sus
gastos; es aconsejable someter las impresos periódicas al franqueo y aumentar el
tamaño de las letras por las campanas” (APB, 08 de mayo de 1835, p. 51). Con esta
propuesta, el ministro reiteró la lógica fiscal del gobierno, al tiempo que atacó dos
aspectos considerados críticos por él: la carga de los servicios postales marítimos y
la dificultad de transportar por tierra voluminosos paquetes de materiales impresos
libres de tamaño.
En sintonía con la perspectiva ministerial, el Comité de Finanzas y Presupuesto de
la Cámara de Representantes redactó un proyecto de ley que proponía “la expansión
de algunos impuestos en lugar de otros del mismo género, o la modificación de
ciertos, con el fin de aumentar sus ingresos y simplificar su recaudación” (APB, 23
de junio de 1835, pág. 202). Estas deliberaciones deberían adoptarse antes de que el
proyecto para arreglar los ingresos y gastos generales del Imperio estuviera listo y
entrara en vigor a partir del 1 de julio de 1836. En el cuerpo del texto (artículo 9) se
destacan las siguientes directrices:
§1° Pagará las cartas realizadas por correo terrestre un real por octava de peso en
cada legua de ruta desde 20 hasta grado; y por correo marítimo 5 réis por octava de
grado en grado de latitud; el tamaño máximo para cada octava en ambos casos será
de 100 réis. §2. El caso y demás garantías del aforo abonarán la cuarta parte de la
portación de las cartas. §3- Los gastos de envío mínimos para cada tarjeta serán de 20
réis. §4) Los particulares que entreguen cartas y demás trabajos realizados por ellos
serán abonados en las oficinas de correos, 1/4 de los portes correspondientes.
Pedro 1º estaba en contra de a las libertades públicas, y Pedro 1º sancionó la ley que
liberaba las impresos periódicas: sin embargo, el Gobierno regencia eminentemente
patriótico, eminentemente amigo del progreso del país sancionó la ley contraria. La
prensa era hostil a D. Pedro, y D. Pedro no lo quería de esa manera; pero la oposición
erigida y sostenida por la prensa sólo de mayoría influyente en el gobierno pronto
busca frenar su desarrollo. Sí nuevos parricidas, lo diré [...] – quieres firmar a la madre
que te dio el ser (El NUEVO FARO DE SÃO PAULO, 13 de julio de 1836).
La medida, que ahora se está poniendo en práctica para hacer pagar las revistas
y los periódicos, es extremadamente dañina para la sociedad, y de alguna manera
inapropiada para un país donde hay un Gobierno liberal, como el nuestro. Brasil no
está tan ilustrado, que no necesita las luces y las ideas para extenderse por todas las
Provincias; la ley de hacer del tamaño de los periódicos, y publicaciones periódicas
principalmente los Nacionales aumenta las rentas nacionales, pero impide la difusión
por las Provincias de las luces que tanto se necesita para la civilización de los pueblos,
embota el comercio, y hace que el pueblo ignore la marcha del Gobierno, y el estado
general del Imperio (EL PAQUETE DE RÍO, 20 de julio. 1836).
Partiendo del argumento de que “un Gobierno Constitucional necesita dar a sus actos
la mayor publicidad posible”, los redactores de esta hoja se preguntaron: “¿Cómo
puede suceder esto, si a partir de ahora no habrá nadie que quiera que los Diarios de
la Corte vayan a las Provincias, o estos lleguen a la Corte, ya que su tamaño cuesta
más caro que su firma?”. Alegaron que no querían que lo impreso dejara de pagar
franqueo, pero exigieron que esta cantidad fuera más razonable que la estipulada
por esa ley. Concluyeron: “Las cartas son de particular interés, y las Revistas son
de interés general, por lo que sería más conveniente que el tamaño de estas fuera
menos pesado, incluso si el que resume más”.10
Una de las reflexiones más elaboradas sobre el tema apareció en “Doctrina social:
obstaculizar la ilustración es retirarse a la barbarie: el retorno no debe entender
la ilustración”. Publicado en la revista O Indicador da Utility Pública, este texto
anónimo criticaba la tributación de las revistas desde la perspectiva de la antinomia
entre la “naturaleza imitativa” del pueblo brasileño y el obstáculo a los “modelos de
organización social y administrativa” europeos representados por la ley:
“Para imitar a las naciones”, continuó el autor, era necesario “seguir el movimiento
de su ilustración y la sucesión de sus mejoras”, de ahí la importancia de tener
publicaciones periódicas. Como el impuesto sobre los materiales impresos iba
en contra de este principio, clasificó dicha ley como “el efecto de la mezquindad
financiera más miserable” y “la expresión más clara de nuestro retraso en el
10 Tal argumento también existía en los Estados Unidos: según Richard John, “aunque pocos esperaban que el sistema postal devol-
viera las ganancias, todos estuvieron de acuerdo en que debería ser al menos autosuficiente. Además, la asignación [de los materiales
impresos] era pagada por aquellos que escribían cartas, que en su mayoría eran vendedores” (John, 1995, p. 39) (nuestra traducción).
La ley actual impide que se instruya al pueblo para que desarrolle los dones con los que
la naturaleza le ha dotado; de alguna manera ataca la libertad de prensa, uno de los
primeros elementos del sistema constitucional. ¿Y cómo pueden las provincias remotas
conocer las necesidades del país? ¿Dónde sabrán, si sus representantes merecen la
confianza que han depositado en ellos y si [sic] se han mostrado dignos de representarlos
de nuevo, cuando tienen que buscar su sufragio nuevamente? La ignorancia es la
principal causa de la pobreza, la miseria y la degradación de la especie humana. El
excesivo impuesto que ahora pesa sobre las revistas, ayuda a perpetuar esta ignorancia,
por lo tanto, debe eliminarla.
Los datos estadísticos como los que vemos en esta nota comenzaron a ser puestos a
disposición por la Oficina General de Correos solo a partir de mediados de la década
de 1840. Para el período anterior, lo que se tiene son las indicaciones hechas por los
inspectores de aduanas en incautaciones específicas o epistolares utilizadas por otros
investigadores para comprender la dinámica de la correspondencia de los empleados
reales, las autoridades consulares y los comerciantes. Sin embargo, debido a su
carácter privado e individual, estos registros no pueden crear una imagen amplia
sobre el volumen, la composición y la dirección de los flujos de comunicación postal
en Brasil en ese momento.
Con respecto a esta primera categoría de análisis (Gráfico 1), se observa que la suma
de la correspondencia recibida (importación) y despachada (exportación) aumentó
significativamente (542%) entre 1846 y 1865:
Fuente: Elaboración de la autora basada en los informes de los Ministerios de Negocios del Imperio (1832 -
1860) y de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865).
Esta tendencia fue vista de manera diferente por los ministros que la comentaron.
Para José Carlos Pereira de Almeida Torres (Vizconde de Macaé), el aumento en el
número de exportaciones no se tradujo en mayores ingresos: “En la Administración
de la Corte, [...] en 1846, se emitieron 777,000 cartas, y los ingresos de 80,436 $
216, mientras que 849,464 cartas se emitieron durante el año pasado, los ingresos
recaudados alcanzaron solo 76,652 $ 772 “, señaló (1848, p. 42). José da Costa
Carvalho (Vizconde de Monte Alegre), aunque también le sorprendió la falta de
proporción entre volumen e ingresos, vio estadísticas desde el ángulo del servicio
público proporcionado por el Estado:
Supera [...] en dos millones el número de cartas y más papeles emitidos por
el Correo durante el último año [1850]: el número de expedientes crece tanto
cada año de manera sensible, y por lo tanto el trabajo que necesariamente
se duplica con la falta de espacio y salas adecuadas a su desempeño; por
lo tanto, es necesario que en la proporción en que aumenta, también se
incremente el personal y la remuneración que se le debe, al tiempo que
se facilitan los medios y las disposiciones necesarias para aprovecharlo al
máximo y señalar el recurso respectivo (1850, p. 55 - 58).
Gráfico 2 – Volumen total de correo enviado y enviado por provincia (1846 - 1865)
Fuente: Elaboración de la autora basada en los informes de los Ministerios de Negocios del Imperio (1832 -
1860) y de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865).
20% o más de todas estas clases de documentos fueron recibidos o emitidos por la
Administración General de Correos de la Corte, cuyo cálculo total en el último año de
la serie fue de 3.936.636 ítems (Gráfico 3).
Gráfico 3 – Comparación entre Río de Janeiro y las otras provincias en número de periódicos recibidos y
enviados (1849 - 1865)
Fuente: Elaboración del autor a partir de los informes de los Ministerios de Empresa del Imperio (1832 - 1860)
y de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865).
Queda por ver cómo los flujos de correspondencia, especialmente de los materiales
impresos, se extendieron por todo el territorio del Imperio. Para ello, analizamos
cuatro direcciones: 1) de la Corte a las provincias; 2) de las provincias a la Corte; 3)
de las capitales de provincia al interior y 4) del interior a varias localidades, incluida
la Corte. Aunque los flujos procedentes de otros países o destinados a ellos estaban
representados en los mapas que presentamos a continuación, no fueron analizados
en detalle, ya que las comunicaciones internacionales no estaban contempladas en el
ámbito de nuestra tesis doctoral. Para una futura agenda de investigación, adquieren,
por otro lado, un carácter primordial.
Entre 1846 y 1849, 4.763.488 cartas y periódicos circularon por la Administración
General de Correos de la Corte. De este total, 1.130.918 artículos (24%) provenían de
administraciones y agencias de la provincia de Río de Janeiro, o estaban destinados
a ellos. El extranjero fue otra ruta importante (21% o 1.006.556 artículos), seguido
por São Paulo (14% o 660.223 artículos); Minas Gerais (13% o 619.235 artículos); São
Mapa 1 – Periódicos emitidos por las oficinas postales provinciales y recibidos por la Administración
General de Correos de la Corte (1846 - 1849)
Fuente: Elaborado por el autor a partir de los Informes Ministeriales de los Negocios del Imperio (1832 - 1860);
Informes Ministeriales de Asuntos de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865); Instituto Brasileño
de Geografía y Estadística (IBGE).
Fuente: Elaborado por el autor a partir de los Informes Ministeriales de los Negocios del Imperio (1832 - 1860);
Informes Ministeriales de Asuntos de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865); Instituto Brasileño
de Geografía y Estadística (IBGE).
Los datos analizados hasta ahora confirman el lugar central que ocupaba la
Corte en el conjunto de actividades burocrático-administrativas, comerciales e
intelectuales: fue de ella que partieron o dirigieron a ella la mayoría de los oficios,
cartas y periódicos que circularon por todo el Imperio entre los años 1840 y 1860.
Esta centralidad no era, sin embargo, absoluta: en las provincias donde el tono de la
dinámica económica estaba dado por los centros urbanos regionales, había espacio
para arreglos alternativos de comunicación.
Veamos el caso de Alagoas: en 1857, esta provincia emitió y recibió 50.577 envíos
postales, de los cuales el 55% (27.883 artículos) eran cartas, el 23% (11.760 artículos)
artesanías y el 22% (10.934 artículos) periódicos. Alrededor de 11.000 papeles (23%)
circularon en territorio de Alagoas; el resto se destinó a otras provincias, especialmente
Pernambuco, que lideró la recepción y emisión de cartas y periódicos en la región:
11.605 (42%) y 4.587 (42%) artículos, respectivamente. La dirección de la mayoría de
los oficios no era, sin embargo, Recife, sino la Corte, capital política y administrativa
del Imperio: alrededor de 2.000 artículos (18%) de un total de 11.760 provenían de
ella, o a ella se dirigían (Gráfico 4).
Gráfico 4 – Comparación de periódicos recibidos y enviados por correos de la provincia de Alagoas (1857)
Fuente: Elaboración del autor a partir de los informes de los Ministerios de Empresa del Imperio (1832 - 1860)
y de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865).
Otra conclusión que el análisis de los mapas estadísticos provinciales nos lleva a
formular es que el distanciamiento geográfico de la Corte, aspecto tan lamentado
por las autoridades administrativas y gubernamentales de la época, no fue un
impedimento para las comunicaciones con esa capital: de las casi 10.500 cartas,
oficios y periódicos que circularon en la Amazonía en 1853, 8.213 artículos (79%)
provenían de Río de Janeiro u otras provincias. Este porcentaje aumenta en el caso
Amazonas (1853)
Fuente: Elaboración de la autora a partir de los informes de los Ministerios de Empresa del Imperio (1832 -
1860) y de Agricultura, Comercio y Obras Públicas (1861 - 1865).b
Consideraciones finales
Reflexionando sobre las reformas arancelarias que tuvieron lugar en Europa en las
décadas de 1840/50, Léonard Laborie sugiere que habrían comenzado la formación
Daniel Moyano
http://orcid.org/0000-0003-2269-6750
Instituto Superior de Estudios Sociales
CONICET-Universidad Nacional de Tucumán
[email protected]
Tucumán, Argentina
Resumen
La conexión ferroviaria entre Tucumán y la región central del país
afianzó la autoridad nacional en el norte y fue clave para el impulso
de la industria azucarera. La historiografía cuenta con destacados
avances. Empero, se atendió casi exclusivamente a su relación con
la modernización y salida de la producción de esta agroindustria, y
la conexión entre ingenios y plantaciones. Se buscará aportar nueva
evidencia al tema, a través del estudio del Ferrocarril Noroeste
Argentino, una línea clave para integrar económicamente la provincia.
Se analizará su rol en el desarrollo de la “nueva” región azucarera de
la llanura centro-sur. Además, se abordarán otras facetas, ya que este
tendido reorganizó las comunicaciones y el transporte de personas
al unir a la capital tucumana con centros poblacionales ubicados
en antiguas rutas comerciales, y propició la expansión de diferentes
ramas de la economía durante este período de transformaciones.
1 Vale la pena destacar trabajos que analizaron los proyectos, la realización de las obras y el desempeño de diversas líneas que surca-
ron el suelo tucumano a partir de fuentes oficiales. Véase Rebuelto (1994), López (1994 y 2000).
2 Cabe aclarar que Bosonetto (1952) integró al FCNOA como parte de su análisis sobre la distribución de los ingenios tucumanos.
Pero, sin dudas, fue Sánchez Román (2005) quien avanzó con mayor detalle en el estudio de esta línea y su relación con la actividad
azucarera.
“El ferro-carril que hoy inauguramos […] viene en hora oportuna, cuando las
industrias creadas lo esperaban para dar otros mercados á sus productos. –El azúcar
Tucumana se consume después de veinte días en Córdoba y llega en estos momentos
al Litoral. La apertura de esta via es así bajo todos los aspectos un acontecimiento
nacional, y su influencia se hará muy pronto sentir en los consumos del país entero.”
3 Un planteo con mayor profundidad sobre los inconvenientes para reconstruir la economía tucumana durante el auge azucarero a
partir de los datos estadísticos, en Moyano (2022)
4 Trabajos que indagaron sobre las transformaciones económicas durante el auge azucarero a partir de las cédulas censales, en Fan-
dos (2007), Juarez-Dappe (2010), Moyano (2017 y 2022)
5 Los distritos de los valles de altura (Tafí, Encalilla y Colalao, en el noroeste de Tucumán), como gran parte de los del norte y este de
la provincia generaron una configuración comercial particular, entre otros motivos, por la lejanía de las vías y su menor frecuencia en
el abasto de mercaderías y bienes desde los principales centros de acopio.
Durante los años previos al enlace ferroviario con los mayores mercados del
litoral pampeano, la ciudad de Tucumán conservaba el vínculo con otras regiones
a través de diversas calzadas carreteras y caminos de tropas. Además de mantener
su lugar estratégico como paso obligado de la ruta comercial que conectaba a los
mercados sur andinos con Córdoba y las ciudades-puerto de Rosario y Buenos Aires,
sostuvo un destacado flujo comercial con la región de Cuyo y las provincias vecinas.
Particularmente los distritos ubicados al sur de la ciudad de Tucumán, en la fértil
llanura central y en la falda oriental de la Sierra del Aconquija, representaban las
jurisdicciones más dinámicas luego del departamento Capital, con una producción
que comprendía una variedad de cultivos, elaboración de harinas, azúcares y
aguardientes, explotación de maderas, cría de ganado, curtido de cueros, manufactura
de tabaco, entre las más destacadas (de Moussy, 1860: 255-258; Terán, 1875; Mulhall,
1875: 260-262). Asimismo, constituían los distritos con mayor población (ver cuadro
1).6 La conexión de los poblados de estas jurisdicciones se realizaba mediante sendas
locales y caminos tradicionales que empalmaban con una carretera principal que,
luego de atravesar los poblados más importantes de la campaña, llegaba hasta la
ciudad de Tucumán. Los medios de transporte consistían en ligeros coches diligencias
para los pasajeros, mientras que por medio de carros y carretas se transportaba el
grueso de la producción. Empero, el tendido del ferrocarril procedente de Córdoba
modificaría, en buena medida, esta organización espacial de las comunicaciones.
Mediante sus rieles, no solo se reforzó la vinculación con Córdoba y, por su intermedio,
con los puertos fluviales y los mercados más importantes de la zona central del
país. Además, generó un mayor dinamismo mercantil por la baja pronunciada de los
costos de flete en comparación con el transporte en tropas de carretas, lo mismo que
el incremento de la capacidad de carga y la reducción de los tiempos de traslado. Sin
embargo, debido a su particular trazado, sus efectos inmediatos pudieron sentirse
mayoritariamente en la ciudad de Tucumán –destino prioritario de esta línea, para
luego avanzar con el tendido hacia el norte– y con menor intensidad en el resto de
la campaña.7
En efecto, el plan original de la línea proyectado por el ing. Pompeyo Moneta, en
1866, contemplaba dos posibilidades una vez ingresada la punta de rieles en el
sudeste tucumano: continuar por el este, sobre un llanura despoblada y con escasa
6 En esta época Tucumán se dividía en diez departamentos: Capital, el más extenso y rico ubicado en el centro del territorio provincial;
al sur se encontraban Famaillá, Monteros, Chicligasta, Río Chico, Graneros; Leales, en el este; Burruyacu y Trancas, en el norte; y final-
mente Encalilla en el noroeste (ver imagen 1).
7 El plan original proyectaba la inmediata extensión a las provincias más septentrionales, una vez que los rieles tocaran la ciudad de
Tucumán. Empero, por diversos factores, la extensión demoró varios años hasta que se reactivaron las obras en la década de 1880.
Sobre este particular, se recomienda la lectura de Fandos (2011)
8 “hay muchos obstáculos que superar; pero en compensación está la diferencia en la naturaleza del territorio que se cruza. Toda la
región […] es admirablemente favorecida por la naturaleza para el más próspero desarrollo de la agricultura. La población allí es
bastante densa, más densa que en cualquier en cualquier otra parte de la república (se escluye Buenos Aires), porque de los 100,000
habitantes que cuenta la provincia de Tucumán, los cuatro quintos de ellos están en esta región. Es claro pues que el solo tráfico local,
dará allí buenas rentas al ferrocarril.” (Moneta, 1867: 10)
9 Sobre la planificación y construcción de esta línea, se recomiendan los clásico estudios de Ortiz (1946), Cuccorese (1969) y Scalabrini
Ortiz (1971), junto con una renovada mirada sobre los proyectos de conectividad y administración impulsados por el Estado, entre otros,
López (1994), Palermo (2006), Salerno (2003). Cabe señalar que Sánchez Román (2005: Cap. 2) realizó un pormenorizado análisis sobre
el impacto de los ferrocarriles en la agroindustria azucarera tucumana y las relaciones entre empresariado y política.
Imagen 1: Línea del Ferrocarril Central Norte, estaciones, caminos principales del centro-sur provincial e
ingenios azucareros de la provincia (1885)
Fuente: Elaboración propia a partir de Beyer (1894) y Genoma, Consejo Federal de Inversiones (https://
genoma.cfi.org.ar/). Nota 1: Departamento (1) Trancas; (2) Burruyacu; (3) Capital; (4) Famaillá; (5) Monteros;
(6) Chicligasta; (7) Río Chico; (8) Graneros; (9) Leales. Nota 2: Estación (a) La Madrid; (b) Monteagudo; (c)
Simoca; (d) Bella Vista; (e) Río Lules; (f) San Felipe.
El principal efecto que generó la llegada de los rieles fue la modernización del
1882-1885
Río
Departamentos Capital Famaillá Monteros Chicligasta Graneros
Chico
Población 60.000 17.000 24.000 20.000 15.000 14.000
Ingenios
30 60 20 45 s/d s/d
preindustriales
Ingenios
16 6 3 3 1 1
modernos
Industrias varias * * * * *
cultivos varios * * * * * *
Ganadería … s/d s/d s/d * *
SM de Santa La
Urbes Lules Famaillá Monteros Simoca Concepción Medinas Graneros
Tuc Ana Cocha
Población 27.000 300 s/d 2.000 s/d s/d 1.200 s/d 1.500 800
Telégrafo * * (a)
s/d * * s/d * … … *
Mercados/ferias 3 * * * * * * s/d … *
Comercios 326 s/d 16 26 varios 20 20 varios 18 10
Fuente: Elaboración propia a partir de República Argentina (1872: 500-501, 516) Groussac et al. (1882: 667-
687); Mulhall (1885: 517-531). Notas: (a) Ubicado en Estación Río Lules, a pocos kilómetros.
“La magnitud del proyecto y la gran importancia que encierra él, para el progreso
económico de la Provincia, contribuye a facilitar el desarrollo de las riquezas
de los Departamentos más poblados y comerciales […] El gobierno cree que son
incalculables los beneficios que esta línea férrea hará a la Provincia, pues que viene a
llenar una necesidad sentida por los centros principales de comercio de la campaña”
Mensaje del Poder Ejecutivo de Tucumán, 12/03/1885 (AAVV, 1885, V. 11: Ley 528)
En 1885, el gobierno de Tucumán, en virtud de las deficiencias del trazado del FCCN –no
10 Sobre las deficiencias en el servicio durante los primeros años del FCCN, véase Sánchez Román (2005: 97).
11 Sobre el esquema de garantías y demás beneficios a las empresas privadas por parte del Estado nacional (y en algunos casos, de
los estados provinciales), véase Lewis (1983) y López (2000). Este último autor realizó una breve pero sugerente reconstrucción sobre
el derrotero de la empresa inglesa propietaria del FCNOA (pp. 521-523). También puede consultarse algunos detalles de esta línea y su
vinculación con la actividad azucarera en Sánchez Román (2005: 100-114)
12 Cabe señalar que, al tiempo en que se construía el tendido, el FCCN fue vendido –a finales de 1887–, a “Hume Hnos.” y, en 1889, pasó
a manos de la compañía inglesa “Ferrocarril Central de Córdoba”. En consecuencia, cuando se habilitó el FCNOA, los esquemas de
frecuencias y conexiones tuvieron que pactarse con la nueva firma propietaria de la línea troncal a Córdoba.
13 Informe del ing. L. Bohm, Departamento Topográfico de la Provincia de Tucumán, 20/02/1888. (AA.VV., 1888, v. 12: 563-567).
Imagen 2: Trazado de las líneas ferroviarias, estaciones e ingenios azucareros en la provincia de Tucumán
(1885-1889)
14 Archivo Histórico de Tucumán (AHT), Sección Protocolos (SP), Serie A, 1890: Contrato entre el FCNOA e “Hileret y Cía.” (ingenio Lules,
Famaillá), fs. 544-548v.; Contrato entre el FCNOA y Matías Salazar (ingenio La Reducción, Famaillá), fs. 551-555; Contrato entre el FC-
NOA y “Padilla Hnos.” (ingenio Mercedes, Famaillá) 489v-493v. Con respecto a los cañeros, podemos mencionar dos tipos de acuerdos:
Contrato entre el FCNOA e “Isidoro y Juan José Gómez” (finca cañera en Naranjo Esquina, Río Chico), fs. 520v.-525v; y el Contrato entre
el FCNOA y “Vázquez y Cía.” (finca cañera en Monte Grande, Famaillá), fs.896v.-901. Este último caso posee un especial interés ya que la
sociedad estaba integrada por el cañero Eudoro Vázquez junto con los propietarios del ingenio Concepción (ubicado en el departamento
Cruz Alta). En consecuencia, el ramal construido desde la finca cañera pudo haber alimentado con materia prima a otros ingenios hasta
que, en los años siguientes, la trocha angosta del FCSC llegó a Tucumán y posteriormente se unió con el FCNOA. A partir de entonces,
Fuente: Moyano (2022). Nota 1: Departamento (1), Trancas; (2) Burruyacu; (3) Tafí; (4) Capital; (5) Cruz Alta; (6)
Famaillá; (7) Monteros; (8) Chicligasta; (9) Río Chico; (10) Graneros; (11) Leales. En 1889 se realizó la división
del departamento Capital, que pasó de representar la mayor jurisdicción administrativa, a comprender poco
más que la ciudad de Tucumán, su zona de influencia y localidades aledañas. El departamento Cruz Alta se
formó con el sector oriental, mientras que el departamento Tafí comprendió los valles de altura y parte de
piedemonte cercano a la ciudad. Nota 2: Estación (a) Tucumán; (b) Lules; (c) Famaillá; (d) Monteros; (e) Villa
Quinteros; (f) Concepción; (f-1) Ramal Medinas; (g) Aguilares; (h) Santa Ana; (i) Villa Alberdi; (j) Graneros; (La
Madrid). Nota 3: (FCCN) Ferrocarril Central Norte; (FCCC) Ferrocarril Central Córdoba; FCNOA (Ferrocarril
Noroeste Argentino); (FCBAyR) Ferrocarril Buenos Aires y Rosario; (FCSC) Ferrocarril San Cristóbal.
los miembros de esta sociedad pudieron trasladar la caña desde su finca hasta la fábrica, ubicadas ambas en regiones cañeras distan-
tes. Ejemplos adicionales pueden consultarse en Sánchez Román (2005: 100-104).
15 El Ferrocarril Buenos Aires y Rosario (FCBAyR) arribó a la capital provincial en febrero de 1891, y el Ferrocarril San Cristóbal (FCSC),
en julio de 1892. Ambos atravesaban el corazón de las colonias de Santa Fe y dividían sus trochas en Rafaela, para luego ingresar a
Tucumán por el naciente, a una de las zonas con mayor concentración de ingenios azucareros, en la tradicional área azucarera ubicada
al este de la capital (Lahitte y Correa, 1898: 108-109).
17 En este proceso no solo se incrementaron los cañaverales de los ingenios. También aportaron materia prima los agricultores inde-
pendientes, un actor clave dentro del complejo azucarero tucumano, cuya participación se incrementó de solo 13% en 1874 al 48% en
1895 (Bravo, 2008: 51). Véase También León (1993), Juárez-Dappe (2010)
Número Número
Superficie total de Superficie % con % otros
Departamento de de fincas
las fincas (en ha) cultivada (en ha) caña cultivos
ingenios cañeras
Capital 6 772 17.641 7.184 66 34
Cruz Alta 14 1.158 48.281 25.088 88 12
Tafí (a) 1 433 4.944 2.899 52 48
Famaillá 6 1.056 43.001 13.045 72 28
Monteros 4 2.076 30.984 14.641 31 69
Chicligasta 3 1.308 21.056 12.666 60 40
Río Chico 2 1.333 44.131 11.875 49 51
Graneros 1 583 5.140 2.215 3 97
Leales … 702 13.123 3.497 27 73
Burruyacu … 595 4.209 2.449 5 95
Totales (b)
37 (c)
10.016 232.508 95.559 59 41
Fuente: Moyano (2017: 98). Dicho cuadro se elaboró a partir de las Cédulas del Segundo Censo de la
República Argentina (1895), Sección Agrícola, N° 27 (T. 1-18, 20, 22-23). Notas 1: (a) Se tomó el distrito 1º del
departamento, que comprende las zonas bajas, aptas para la caña. (b) Se excluyó el departamento de Trancas
por no representar una zona agrícola destacada y sin cultivos cañeros. (c) En 1895 molieron 31 ingenios. Nota
2: Las celdas sombreadas corresponden a los departamentos del centro-sur tucumano.
19 A lo largo de la década de 1880 se delineó un esquema proteccionista que fijó tarifas aduaneras para desalojar los símiles extran-
jeros que se consumían en las mayores plazas de consumo y favorecer la colocación del azúcar nacional. Paralelamente se imple-
mentaron otras medidas como la exención impositiva al ingreso de maquinaria, la rebaja de los fletes y el apoyo financiero oficial a la
actividad. Bravo y Campi (1999).
Fuente: Elaboración propia a partir de Schleh (1910: 81, 98, 109, 193); Groussac, et al (1882: 521); Greger (1883:
318-319); Rodríguez Marquina (1889: 177, 193); República Argentina (1899: 342-343). Notas: (a) Comprende
35 ingenios con trapiches de hierro y 47 establecimientos que trabajaban con métodos preindustriales. (b)
Valores declarados por 23 ingenios (70% del total). (c) Cálculo realizado sobre los ingenios que declararon. (d)
Valores declarados por 29 ingenios (78% del total). (e) Cálculo realizado sobre los ingenios que declararon. (f)
En 1895 figuran 37 ingenios, pero solo 31 molieron. Las celdas sombreadas corresponden a los departamentos
del centro-sur tucumano. (HP) Horsepower o caballo de fuerza, equivale a 1,0138 caballos vapor (CV). (*)
Declararon 22 propietarios. Cuatro de los ocho ingenios que no se tiene información corresponden a la zona
centro-sur.
Totales Diferencias
Departamentos
1869 (a) 1882 (b)* 1895 (c) a-b b–c
Capital 37.559 55.156 49.338 +17.597 …
Cruz Alta … … 28.821 … …
Tafí 1.461 2.156 8.411 +695 +6.255
Famaillá 10.190 25.553 26.991 +7.645 +1.438
Monteros 14.181 20.816 25.511 +6.635 +4.695
Chicligasta 11.960 17.559 22.978 +5.599 +5.419
Río Chico 8.687 12.756 20.001 +4.069 +7.245
Graneros 8.534 12.531 10.420 +3.997 -2.111
Leales 7.203 s/d 8.803 s/d s/d
Burruyacu 5.500 8.079 8.578 +2.579 +499
Trancas 3.670 5.391 5.890 +1.721 +499
Total provincial 108.953 159.997 215.742 +51.044 +55.745
Fuente: Elaboración propia a partir de Provincia de Tucumán (1884: 3), República Argentina (1899: 517), Bolsi
(2000). Nota 1: (*) Según indica la fuente, consisten en cifras calculadas con base en el Censo Nacional de 1869
más el aumento del 3% acumulativo. Se advierte que puedan existir ciertas inconstancias. Nota 2: Las celdas
sombreadas corresponden a los departamentos del centro-sur tucumano.
20 Cada departamento de la provincia estaba dividido en dos distritos con la finalidad de organizar la justicia, el cobro de impuestos y
la fiscalización en general.
21 Un análisis pormenorizado sobre comercio provincial a partir de las cédulas censales, en Moyano (2022)
Imagen 3: Distribución de las casas comerciales de acuerdo a segmentos conformados a partir del capital
en mercaderías (1895)
Fuente: Elaboración propia a partir de la Imagen 1 y 2, y AGN, Censo Nacional de 1895. Cédulas del Segundo
Censo de la República Argentina (1895). Censo Comercial, n° 41 (T.1-22). Nota 1: Capital en mercaderías
declarados por los mismos propietarios. Valores expresados en pesos moneda nacional. Nota 2: los nombres
de los departamentos pueden ubicarse al pie de la imagen 2. Solo se identificaron los distritos en los
departamentos que servía el FCNOA.
Fuente: Elaboración propia a partir de Rodríguez Marquina (1896); República Argentina (1899); AGN, Cédulas
del Segundo Censo de la República Argentina (1895), Censo Económico y Social, Sección Agrícola, N° 27 (T.
1-18, 20, 22-23). Nota: Se tomaron solo los departamentos por donde surcaban las vías del FCNOA.
23A título de ejemplo, un propietario de aserradero, al igual que los dueños de ingenios o fincas cañeras, contrató con el Ferrocarril
En suma, contamos con suficiente base empírica para especular que en la región
centro-sur, con mayor población y dinamismo económico, tuvo como puntal el
servicio del FCNOA, no solo para los ingenios instalados a lo largo del trazado, sino
para la producción agrícola, ganadera y el movimiento de pasajeros, tal como lo
muestra el cuadro 6.
Cuadro 6: Cargas en estaciones y circulación de pasajeros dentro de la provincia en las diversas líneas
ferroviarias (1895)
Ciertamente, esta información debe ser matizada, ya que resulta lógico que el
Ferrocarril Provincial arroje cifras superiores al resto en lo referente al traslado de
pasajeros y carga de mercaderías. No solo poseía el mayor número de estaciones
entre todas las líneas que atravesaron el suelo tucumano, sino que usufructuaba del
monopolio del servicio para los poblados más importantes del centro-sur provincial,
sus 14 ingenios y su variada producción agropecuaria. Estos elementos pueden servir
de insumo para preguntarnos por qué motivos el FCNOA mostró un curso errático en
la segunda mitad de la década de 1890, hasta ser finalmente vendido a la empresa
Ferrocarril Central de Córdoba (FCCC), que lo pasó a administrar como un ramal
(Padilla, 1922: 160; López, 2000: 522-523). Interrogantes que merecen respuestas,
no solo respaldadas en los resultados financieros de las empresas, sino en datos
empíricos que permitan indagar sobre los aciertos o falencias en la concreción de
ramales, en la frecuencia y calidad del servicio, o en la conexión de nuevas zonas
de la provincia. Con todo, la distribución geográfica de esta línea, por lo menos
hasta 1895, pareció beneficiar sustancialmente al centro-sur provincial, consolidó
poblados, generó otros nuevos y tejió una red de ramales que conectaron diversos
emprendimientos productivos. Sin dudas una indagación en profundidad otorgará
provincial la construcción de un ramal para extraer su producción a las líneas troncales. AHT, SP, Serie A, 1890. Contrato entre el FC-
NOA y Rodulfo Ovejero (Alto Verde, Chicligasta), fs. 1149v.-1153v.
Palabras finales
A lo largo del escrito hemos introducido ciertas observaciones e hipótesis preliminares,
por lo que creemos redundante insistir en ellas. Reportará mayor interés reflexionar
sobre las facetas salientes del análisis, buscando destacar su real aporte y ponderar
sus postulados mediante el respaldo de una base empírica construida a la medida
de nuestros interrogantes. Con todo, como se podrá comprender, la ausencia de
precedentes para este tipo de estudio en la provincia hace que sus conclusiones
posean un carácter tentativo, en la expectativa de una discusión que las afine
mediante análisis específicos en diferentes poblados.
La temática trabajada es parte de un proceso de cambio más amplio acaecido en la
provincia, con su inserción en el crecimiento económico propiciado por la expansión
agroexportadora a partir de la agroindustria azucarera. Sin dudas, la línea Córdoba-
Tucumán contribuyó en su momento a conectarla comercial y productivamente con el
litoral pampeano. Pero el crecimiento de los ingenios de las zonas azucareras del este
y sur provincial encontraban un tope y sus poblaciones estaban distantes de la línea
troncal. Fue preciso, entonces, habilitar un nuevo recorrido para que se vincularan
fincas e ingenios, y para que los beneficios del ferrocarril se sintieran en las demás
ramas de la economía. El FCNOA vino a llenar esas necesidades. Afianzó no solo al
aparato productivo azucarero, sino que benefició a diversas actividades agrícolas,
manufactureras y comerciales, además de consolidar el eje de poblamiento en la
llanura occidental y el piedemonte. En este sentido, la transformación de la estructura
productiva que experimentaron esos departamentos fue cuantiosa. También lo fue
la ampliación y evolución del sector comercial, tanto en las antiguas poblaciones
mercantiles como en las noveles urbes, que el trazado del Ferrocarril Provincial vino a
consolidar.
Con todo, la estructura económica provincial durante el “despegue azucarero” aún
es poco conocida, y en algunos puntos nuestra comprensión continuará inconsistente
en tanto las fuentes no permitan avances significativos. El tipo de análisis propuesto
de las estadísticas, junto con el cruce de información de las cédulas censales de 1895,
permite un abordaje más certero que los datos agregados. Resultarán valiosos, en
consecuencia, los estudios detallados sobre los aspectos productivos y comerciales
imperceptibles a escala departamental. Confiamos en que ello será posible en un
breve plazo.
Bibliografía y Fuentes
AA.VV. (1916-1919). Compilación ordenada de leyes, decretos y mensajes del periodo
constitucional de la provincia de Tucumán, que comienza en el año 1852. T. IV-XIX
(años 1870-1895). Tucumán, Argentina: Edición Oficial.
Silvia Tchordonkian
https://orcid.org/0000-0003-2117-6382
Facultad de Ciencias Económicas
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Buenos Aires
[email protected]
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Resumen:
La evolución del transporte de cargas terrestre en Argentina en los
últimos dos siglos, en medio del desarrollo ferroviario primero y en el
auge automotriz después, pone en una relación conflictiva al sistema
productivo y la capacidad instalada de movilizar la producción. Nuestro
objetivo es dar cuenta de los cambios vinculados con la propiedad, el
efectivo control y los ámbitos de desarrollo del movimiento de cargas
Abstract:
The evolution of land freight transport in Argentina in the last two
centuries, in the midst of first rail development and later in the
automotive boom, puts the productive system and the installed capacity
to mobilize production in a conflictive relationship. Our objective is to
account for the changes related to ownership, effective control and
the areas of development of the movement of loads that, according to
the stages, improve or complicate the transport service. We evaluated
the impact of the adjustments carried out in the 90s that promised to
provide the country with an efficient transport system, referenced in
the first world models.This work is a continuity of a series of previous
presentations framed in a UBACYT project. The bibliographic tour
and the statistics are the production of specialists on the subject and
resources generated in national organizations.
Introducción.
El diseño del sistema de transportes terrestres en Argentina se desarrolla en forma
acelerada a partir de la segunda mitad del siglo XIX. El auge ferroviario expresa a
las claras la voluntad modernizadora de la clase dirigente de la época y se inserta
en la lógica del crecimiento económico orientado al mercado externo. Durante la
vigencia de ese modelo, los avances y retrocesos del sistema ferroviario se vincularán
estrechamente con la evolución del comercio exterior.
La aparición del automóvil por estas latitudes a comienzos del siglo XX, coincide con
la etapa de mayor expansión de la red ferroviaria, único medio que hegemoniza el
movimiento de cargas de un país que ha construido la red más larga de América del
Sur y la octava por su extensión en el mundo. En ese panorama, el automotor abre
la posibilidad de un cambio en la circulación interior pero su progreso a diferencia
del ferroviario será lento, determinado por las circunstancias económicas que
condicionan al sector y la carencia de acciones concretas en la definición de una
política vial de largo plazo considerada onerosa e innecesaria, frente a los beneficios
generados por los caminos de hierro. La manifestación más evidente de esta postura
es que las rutas terrestres en uso, heredadas de la colonia, corren paralelas a las vías
del ferrocarril. Las ventajas que pueden aportar las mejoras de los caminos, tanto en
extensión como en infraestructura, se reducen a conectar las zonas alejadas con los
caminos troncales, o abrir pasos en las zonas rurales para agilizar los movimientos
internos allí donde las economías regionales lo justifiquen, y lo más importante,
mejorar las entradas y salidas de productos desde y hacia las estaciones ferroviarias.
Estas concepciones no se dieron solo en la Argentina. El auge ferroviario fue un hecho
común en toda América.1 Los estados nacionales ofrecieron garantías e impulsaron
normas adecuadas para dar seguridad y alentar a los extranjeros a invertir en los
trazados más rentables. Desde el punto de vista de las políticas nacionales el balance
final fue positivo; los distintos países de América del Sur forjaron en sus territorios
sistemas acordes a sus propias necesidades, sin relación con el contexto lindante2y
sin generar un grado aceptable de integración regional efectiva. Muy pocos países a
excepción de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile, llegaron a contar
con conexiones fronterizas a través del ferrocarril, desde y hacia Argentina.
Habrá que esperar a los efectos de la crisis mundial para que el reordenamiento
del mercado interno derive en la puesta en marcha de obras viales de envergadura
adecuadas al desenvolvimiento del sistema automotor, que en esos años críticos se
impone como una alternativa económica frente a los ferrocarriles cuando las distancias
2 I. Nunes (2011)
I. El país agroexportador
1. El Ferrocarril
a) Algunos apuntes sobre la etapa fundacional de los ferrocarriles
La construcción de los ferrocarriles revolucionó los medios de transporte, pero
fundamentalmente alteró el orden imperante en todos los sectores de la economía
por sus efectos multiplicadores y por los eslabonamientos abiertos en las estructuras
productoras. El impulso dado a la diagramación e integración de los mercados
interiores y el efecto colonizador tienen en buena medida una vinculación directa con
la transformación generada en el transporte de carga.
En la Argentina la aparición del ferrocarril se asocia al desarrollo productivo de la
región pampeana; en primer lugar, de la provincia de Buenos Aires, como respuesta
al crecimiento de la actividad ganadera y de los primeros avances en el cultivo de
cereales, en las afueras y a cortas distancias de la capital. Pero también, tiene una
importancia relevante en el movimiento de los productos de quintas y chacras de los
alrededores de la gran ciudad, que aseguran el abastecimiento diario de alimentos
frescos.
A partir de los primeros trazados y al compás de la apertura de las fronteras interiores
que da empuje al sector primario, la necesidad de medios de carga aumenta y con
ello el interés de las compañías de extender los circuitos. El incremento resultante
en la oferta de transporte, como alternativa a las carretas, significa un cambio en
los conceptos espaciales en el sentido de que modifica las distancias y acentúa
la importancia de los puestos ferroviarios, las estaciones, que se convierten en
3 Schvarzer (1999)
2. La vialidad
a) La agenda estatal
Mientras Argentina asiste a una acelerada extensión de los ferrocarriles, la red de
caminos permanece estancada en las condiciones de los siglos coloniales. Los criterios
de modernización de la dirigencia nacional, no involucran una transformación
profunda en ese plano. En tanto el ferrocarril se conforma como el principal
medio transporte, la red caminera continúa cumpliendo las funciones que habían
determinado su trazado originalmente.
Fue recién a partir de los años veinte del siglo pasado que el Estado nacional comienza
a destinar sumas crecientes del presupuesto al desarrollo del sistema, cuestión que
continúa a lo largo de la década siguiente coincidiendo con la crisis ferroviaria.6
Para entonces las empresas del riel sostienen que su decadencia se debe en gran
4 Schvarzer (1999)
5 Schvarzer (1999)
7 En 1907 la legislación reguladora de 1907 conocida como Ley Mitre incluyó una cláusula que imponía el aporte de las empresas fe-
rroviarias al armado de la infraestructura vial. Así lo establecía el artículo 8ª de esa Ley 5.315: “El importe del 3 % del producto líquido
(aportado por los Ferrocarriles) será aplicado a la construcción y mantenimiento de los puentes y caminos ordinarios de los municipios
o departamentos cruzados por la línea, en primer término, de los caminos que conduzcan a las estaciones y en proporción a la exten-
sión de vías en cada provincia.” Por tanto, los nuevos caminos (fueran mejorados, pavimentados o de tierra) realizados con los aportes
de las compañías de trenes, no tuvieron otro destino que los trayectos que empalmaban o conducían a las estaciones de ferrocarril.
8 El artículo 3º dice “que, al establecerse los caminos de la red troncal nacional, debe darse preferencia, entre otros conceptos, a los
siguientes: a los que unan las provincias y territorios nacionales, y a los que den acceso a los países limítrofes...” (Art. 3 Ley 11.658)
• La Ruta 3 que une Buenos Aires con Ushuaia pasando por Bahía Blanca, Viedma,
Rawson, Río Gallegos.
• La Ruta 7 que une Buenos Aires con Mendoza y la frontera. Esa ruta empalma con la
Ruta 8, que llega a Río Cuarto y Villa Mercedes.
• La Ruta 40 que desde el Paso Socompa (norte de Salta) llega a Río Gallegos. Recorre
el país de norte a sur junto a la cordillera.
• La Ruta 38 que une Córdoba con Tucumán pasando por la Rioja y Catamarca.
• la Ruta 7 que se extiende entre Buenos Aires- Las Cuevas (Mendoza) y llega a Chile.
Para 1940, año que tomamos como referencia, el estado de las obras evidencia
avances dispares, producto de las restricciones internacionales. El trazado de la Ruta
9 registra los mayores avances (1000km) en el tramo hasta Salta, a partir de lo cual
allí se abre una discusión en torno a los mejores pasos de ingreso a Bolivia.11En la
ruta 7 se trabaja en el tendido de calzadas pavimentadas hasta Mendoza. Respecto
a la Ruta 11 de tierra, el trazado definitivo se posterga para la etapa siguiente y se
establece como punto de partida la ciudad de Rosario para ir costeando los ríos
Paraná y Paraguay hasta Clorinda, frente a Asunción. Hacia Brasil, el trazado parte
de Paraná, y arriba a Paso de los Libres, localidad donde se construye el puente
internacional sobre el río Uruguay, en cuyo extremo opuesto está ubicada la localidad
de Uruguayana. Esta obra de magnitud prevista para la década del ‘40 se completa
en 1945.12
En lo que se refiere al tipo de caminos, vale la aclaración de que recién a partir de
1938 comienzan a realizarse caminos de hormigón armado. Hasta entonces la regla
general es abrir caminos de tierra y en algunos casos, en trayectos cortos, de madera.
11 Los caminos del Plan internacional son la ruta 9 por La Quiaca y la variante por Yacuiba a donde llegaba el ferrocarril. En el acuerdo
firmado en febrero de 1941 entre los gobiernos de Argentina y Bolivia, se estipuló que Argentina anticiparía los fondos para la construc-
ción de la ruta en territorio boliviano que sería devuelto en petróleo.
12 La Ingeniería (1943) diciembre, nro.830, p. 1031. Son las cuatro rutas que integran el sistema panamericano. Ver mapa en anexo.
13 Estas fueron algunas de las razones por las que hacia el final de la década del 30 se aumentaron los impuestos a los combustibles.
14 El primer escollo que se encuentra a la hora de describir al sector de transporte automotor en nuestro país es la falta casi absoluta
de estadísticas sectoriales. No se trata sólo del desconocimiento de los flujos de las mercaderías (datos que son conocidos en otros
países de la región como Brasil, Chile o Colombia, por ejemplo) sino también del tamaño del parque, la cantidad de empresas, el empleo
que el sector genera, etc. Eso no es menor a la hora de diseñar políticas públicas. Roberto Liatis y Jorge Sánchez(2011)
15 A los Ferrocarriles del Estado pertenecían 12.986km es decir, un 31% del total.
1. Ferrocarriles
a) Aspectos organizativos del transporte
El traspaso de los ferrocarriles a la administración pública no significa un cambio
radical en los aspectos organizacionales. Las empresas continúan operando en
forma separada como lo venían haciendo, con los equipos recibidos cuya renovación
constituye una dificultad siempre enfrentada a las restricciones presupuestarias y
a la escasez crónica de recursos. Debemos tener en cuenta que la empresa pública
incrementa el número de trabajadores, justificado por cuestiones políticas o
necesidades operativas. El crecimiento del empleo, en un contexto de salarios en
alza, incide en el aumento de los gastos de empresa estatal en que la que los ingresos
no llegan a compensar esas erogaciones, debidas en parte a la baja relativa de las
tarifas que no se subsanan con un crecimiento proporcional de las cargas.
Dada su relevancia, el tema del transporte ferroviario aparece entre los prioritarios
en los enunciados del Segundo Plan Quinquenal, pero en la práctica los aspectos
mencionados conforman una barrera difícil de sortear. La falta de divisas para
acceder a los mercados abastecedores de insumos, limita la puesta en práctica de las
mejoras previstas en torno a la reposición de equipos y materiales, la renovación de
las unidades para optimizar el funcionamiento del sistema en su conjunto y cubrir las
exigencias de la demanda.18 Los desequilibrios del sistema se agudizan por el efecto
agregado de la escasez de vagones, a cuya producción interna insuficiente se suma la
restringida provisión desde el exterior, lo que deriva la falta de una oferta adecuada
para responder a las necesidades locales.
Como consecuencia de esta suma de limitaciones, la carga transportada muestra una
16 A fin de profundizar en este aspecto, ver Schvarzer, Jorge; Salerno, Elena; Gómez, Teresita y Waddell, Jorge, entre otros. (1991)
17 Dagnino Pastore, Lorenzo y Donaldson, María Susana (1953), citado en Gómez (2013)
18 A modo de ejemplo, un documento del Ministerio de Transporte de la Nación, expediente Nª31258/52, da cuenta de pedidos de
construcción de una segunda línea en los que se les contesta que deberán dejarse para “un futuro mediato” pues no están incluidos
en el “II Plan Quinquenal que solo contempla las obras ferroviarias de imprescindible necesidad, dada la escasez de material férreo”.
(Gómez:2013)
19 Schvarzer(1999)
21 Schvarzer(1999)
Automotores
(corta, mediana y
Año Ferrocarril larga distancia)
1950 490.987 1.207.496
25 Ídem.
2. Ferrocarriles
a) Desmembramiento del sistema ferroviario
Las reformas estructurales impactaron sobre el sistema ferroviario nacional de
manera profunda. La noción de eficiencia empresarial se tradujo en la decisión
política de reducir los costos de la empresa, para acabar con sus efectos sobre el
presupuesto público. Contrariamente a lo buscado el déficit se agudizó, el despido
de personal gerencial y técnico redujo la capacidad de respuesta de la empresa, a la
vez que se contrajo la oferta de transporte de carga y los ingresos derivados de ello.
Ambas variables (transporte e ingresos) cayeron a niveles mínimos.
El efecto se repitió en el transporte de pasajeros. Los viajes suburbanos de Buenos
Aires pasan de 350 millones en los años ochenta, a 200 millones entre 1991 y
199228 tema que coincide además con el deterioro en los niveles de ocupación.
Más allá de lo ilustrativo de estas cifras, la crisis del sector es palpable. Distintos
servicios interurbanos fueron suspendidos a comienzos de la década en beneficio del
transporte automotor y el avión, para cubrir distancias de hasta 2000 km. Cuando
los conflictos sindicales arreciaron, el gobierno mostró su decisión de liquidar el
problema ferroviario, sintetizando su postura en la frase: “ramal que para, ramal que
cierra.” Como medio de acuerdo y compensación el mismo gobierno entregó a la
Unión Ferroviaria (1993) el manejo del sistema de carga de la red de trocha angosta,
el Ferrocarril General Belgrano, que se siguió manteniendo en base a subsidios
estatales, dada la mínima carga y los servicios de pasajeros escasos.
Paralelamente se va desarrollando un proceso de privatización, complejo, con idas
y vueltas, que afecta al:
1. Sistema de servicios de pasajeros suburbanos en Buenos Aires, decisivo por sus efec-
tos sociales, que no puede afrontar los costos operativos sin aportes estatales. Esta
red, de 800 km, es dividida en cuatro empresas entregadas en concesión por separado,
contrariamente a lo que se hace en las ciudades del mundo donde el servicio trata de
unificarse.
3. Los ramales cedidos a las provincias para su explotación, al igual que los trenes de
pasajeros locales, deben ser financiados por los respectivos gobiernos que asumen la
responsabilidad sobre el saneamiento del déficit que pudiera generarse.29
Estas privatizaciones como señalamos, tuvieron marchas y contramarchas, en torno
a las renegociaciones en los plazos de los contratos, las firmas de nuevos convenios
con las empresas de servicios de pasajeros, la modificación de las tarifas, las
exigencias de inversiones, etc.
29 La superposición de las concesiones obligaba a las provincias a pagar peaje por utilización de las vías a las empresas adjudicatarias.
31 Nuevo Central Argentino,explota las cargas del ferrocarril B. Mitre desde 1992.
32 Ferroexpreso Pampeano, controla la operación de trenes de carga de parte de los ferrocarriles Roca, San Martín, Sarmiento y Mi-
tre desde noviembre de 1991.
con los puertos de Rosario y Bahía Blanca. La empresa tiene vínculos con el grupo
Techint, que mueve la producción de acero. Estas conexiones han facilitado cierta
especialización de los servicios de carga, así como han activado las inversiones
necesarias para lograrlo.
Las empresas que comienzan a operar entre 1991 y 1994, recuperan parte de la carga
perdida en los años previos, pero no logran hacer lo mismo con los niveles reales de
ingresos. Las tarifas aplicadas (en términos reales) cayeron entre un 10 y un 40 por
ciento respecto a lo supuesto en las proyecciones realizadas en 1992 en el momento
de acceder a la concesión. En esta caída han incidido las nuevas condiciones del
servicio por carretera más competitivo en términos del mercado. Según los datos
elaborados por Ferrocámara el organismo que asocia a los concesionarios de
trenes de carga, durante 1997 las cinco concesionarias facturaron 180 millones de
dólares. Para lograr ese resultado hicieron inversiones en equipos y organización
que permitieron aumentar la especialización de las cargas, renovaron o instalaron
los sistemas de comunicaciones obsoletos y tendieron a concentrar los movimientos
del transporte sobre los corredores decisivos del sistema. Los fondos para inversión
surgieron de aportes de capital propios más recursos provistos vía endeudamiento.
La inversión realizada incluye erogaciones decisivas en actividades que prácticamente
no existían y no en tareas de renovación, lo que apunta a la modernización del sistema.
Un comentario del diario La Nación del 20-8-97, hace referencia a que siguen en pie
estaciones y pasos a nivel del ferrocarril donde las señales se transmiten mediante
lámparas de kerosén y en condiciones técnicas: “La antigüedad de los puentes y de las
vías, poco contribuyen al mejoramiento del sistema. Los trenes tienen que disminuir
su velocidad en algunos tramos con la finalidad de evitar accidentes.”
Las inversiones realizadas, de todos modos, no modifican el estado general de la
red. Las compras de equipos durante esos años, se concentran en materiales usados
que se suman al atraso de décadas del esquema argentino, y por ende no arrojan
los resultados ni la utilidad esperable del material más moderno, ni de un sistema
ferroviario acorde a los tiempos.
c) Carga transportada
Las estadísticas de cargas para 1997, muestran una variación importante en los
rubros respecto de las décadas anteriores, lo que nos permite hablar de una tendencia
hacia la especialización. El 45% del tonelaje total en la fecha citada, se origina en
productos agrícolas con un porcentaje importante de aceites, y otros derivados. De lo
restante el 29% se clasifica como materiales de construcción y entre ellos predomina
el cemento, y el clinker la materia prima para fabricar cemento portland. Estos dos
rubros explican las tres cuartas partes del tráfico total, lo cual muestra lo reducido
en cuanto a la variedad de la carga transportada. La empresa que más diversifica su
carga es BAP (Buenos Aires Pacífico), donde el 30% de los traslados corresponden a
productos agrícolas, el 21% a materiales de construcción y el 15% al petróleo.
Conclusiones
Las transformaciones que presenta el sistema de transporte de cargas en Argentina
en los a lo largo del siglo pasado nos permiten ciertas reflexiones:
1. La expansión de los ferrocarriles a medida que los inversores británicos se retiraban
y el Estado se hacía cargo de su tendido y explotación, fue exitosa en cuanto a lograr
una mayor integración nacional atravesando zonas marginales. Sin embargo, desde el
punto de vista económico no se lograron resultados similares, puesto que la magnitud
de las cargas no generó niveles de rentabilidad óptimos. Por otra parte, el proceso de
nacionalización se encontró con dificultades propias de un sistema que requería un
reordenamiento y racionalización que el Estado no pudo generar.
33 CEPAL (2003)
5. La concesión parcial de la red vial nacional, de los accesos a las ciudades de Bue-
nos Aires y Córdoba y de tramos de rutas pertenecientes a estados provinciales ha-
bilitó que la irrupción del capital privado en la gestión vial impactase en el recupero
y ampliación de la infraestructura de un país caracterizado por su gran superficie,
baja densidad de población y grandes distancias entre las zonas de producción y los
centros de consumo o puertos.
Bibliografía
Fuentes:
Bibliografía secundaria:
Barsky, Osvaldo y Gelman, Jorge (2009) Historia del agro argentino. Desde la conquista
hasta comienzos del siglo XXI. Buenos Aires. Sudamericana.
Belini, Claudio (2009) La industria peronista. Buenos Aires. Edhasa.
Belini y Korol (2012) Historia económica de la Argentina en el siglo XX. Buenos Aires.
Siglo XXI editores.
Gómez, T. y Ruiz J. (2014) “Impactos de la Segunda Guerra Mundial en el Comercio
Exterior Argentino”. XXIV Jornadas de Historia Económica. Rosario. Argentina.
Gómez, T., Tchordonkian S. (2014) “Redes viales y ferroviarias en las décadas del treinta
y del cuarenta: ¿mapas superpuestos?” Cladhe IV. Bogotá.
Prieto, Gonzalo (2020) “El ascenso y ocaso de la red ferroviaria argentina” https://www.
geografiainfinita.com/2020/03.
Rofman, A. y Romero Luis A. (1998) Sistema socioeconómico y estructura regional en
la Argentina. Buenos Aires. Amorrortu editores.
Schvarzer, J. (1991) Del transporte ferroviario al ómnibus. Cambios en las prácticas
urbanas en Buenos Aires. Argentina. Centro de Investigaciones Sociales sobre el
Estado y la Administración (CISEA). Buenos Aires.
Schvarzer, Jorge (1999) “Los ferrocarriles de carga en la Argentina. Problemas y desafíos
en vísperas del siglo XXI”. Documento de Trabajo n°2. Centro de Estudios Económicos
de la Empresa y el Desarrollo. IIE/FCE/UBA.
Sánchez Ricardo y Tomassian, Georgina Cipoleta (2003) “Identificación de obstáculos
al transporte terrestre internacional de cargas en el Mercosur”, Santiago de Chile,
CEPAL, Serie Nro. 54, julio.
Anexo
Distribución de las cargas transportadas (en miles de kilómetros)
Año Ferrocarril Automotor (Más da 60 km) Automotor urbano (Menos de 60 km)
Ana Carolina de Sá
https://orcid.org/0000-0003-2356-2121
Programa de Pós-Desenvolvimento Socioeconômico
Universidade do Extremo Sul Catarinense
[email protected]
Criciúma, Santa Catarina
Brasil
Recibido: 28/12/2021
Aceptado: 10/05/2022
1 Este artigo faz parte do projeto intitulado “Cuidando das famílias pobres: a assistência social materno-infantil na região carbonífera
catarinense (1930-1980)” financiado pela Chamada Universal MCTIC/CNPq n. 28/2018.
Resumo:
Neste trabalho temos como objetivo analisar os discursos sobre
infância pobre presentes nas políticas assistenciais do projeto Criciúma
Criança. O projeto, desenvolvido pelo poder executivo municipal, em
conjunto com instituições filantrópicas, buscou implementar ações
assistenciais voltadas as crianças pobres da cidade. Nossa pesquisa se
desenvolveu em torno dos documentos planejadores do projeto, sobre
os quais empregamos o método da análise do discurso proposto por
Michel Foucault, para quem o discurso é um importante instrumento
constitutivo dos regimes de verdade. Assim, ao analisar as fontes
selecionadas, identificamos como discursos excludentes sobre a
infância pobre foram base de políticas assistenciais infanto-juvenis
marcadas por noções elitistas sobre estas fases da vida.
Astract:
In this paper, we aim to analyze the discourses on poor childhood
present in the assistance policies of the Criciúma Criança project. The
project, developed by the municipal executive power, in conjunction
with philanthropic institutions, sought to implement assistance actions
aimed at poor children in the city. Our research was developed around
the project planning documents, on which we used the method of
discourse analysis proposed by Michel Foucault, for whom discourse
is an important constitutive instrument of truth regimes. Thus, when
analyzing the selected sources, we identified how excluding discourses
about poor childhood were the basis of child and youth assistance
policies marked by elitist notions about these stages of life.
historiador medievalista Philippe Ariès (1981), que em suas pesquisas apontou para
a complexidade dessa fase da vida e demonstrando a inexistência de um sentimento
a-histórico e único em relação à infância, diferenciando-a das atuais noções de nossa
sociedade. Além disso, o autor também destacou em sua obra a falta de empatia dos
familiares adultos com relação a esses indivíduos, pois havia uma percepção geral
de que essa fase da vida deveria ser rapidamente superada, colocando fim a um
momento de debilidade e animalidade da vida humana. Nesse contexto, as crianças
e adolescentes eram classificados a partir das denominadas “etapas da vida”, que
organizavam esse período de acordo com atividades e etapas em que esses sujeitos
se enquadravam. Aponta Ariès (1981):
A duração da infância era reduzida a seu período mais frágil, enquanto o filhote do homem
ainda não conseguia bastar-se; a criança então, mal adquiria algum desembaraço físico,
era logo misturada aos adultos, e partilhava de seus trabalhos e jogos. De criancinha
pequena, ela se transformava imediatamente em homem jovem, sem passar pelas etapas
da juventude, que talvez fossem praticadas antes da Idade Média e que se tornaram
aspectos essenciais das sociedades evoluídas de hoje (p. 10).
construção das ações assistenciais que seriam realizadas; atas de reuniões com todos
os representantes do projeto; cartilha informativa de toda a proposta, entre outros.
Entendemos que os documentos produzidos pelo setor público são importantes
elementos para compreensão do processo de institucionalização de direitos, por isso
consideramos que os documentos escritos são peças-chave na interpretação dos
processos históricos que formataram a vida de meninas e meninos no passado. Le
Goff (1990) aponta:
O documento é uma coisa que fica, que dura, e o testemunho, o ensinamento (para evocar
a etimologia) que ele traz devem ser em primeiro lugar analisados, desmitificando-lhe o
seu significado aparente. O documento é monumento. Resulta do esforço das sociedades
históricas para impor ao futuro – voluntária ou involuntariamente – determinada
imagem de si próprias. No limite, não existe um documento-verdade. Todo documento é
mentira. Cabe ao historiador não fazer o papel de ingênuo (p. 547).
Assim, compreendemos que a análise histórica se constitui a partir de uma perspectiva
pessoal do historiador, por meio de um problema que o mobiliza a compreender
determinados processos históricos. Desta maneira, com o intuito de compreender o
projeto Criciúma Criança este artigo apresenta mais dois tópicos e as considerações
finais. O primeiro trata da conformação socioeconômica e urbana de Criciúma ao
longo do século XX, priorizando a análise do espaço ocupado pela infância entre os
gestores da cidade até a estruturação e implementação do projeto Criciúma Criança
na década de 1990. Destacamos, ao longo de nossas análises, a importante relação
com o Estatuto da Criança e do Adolescente (ECA) e o projeto Criciúma Criança, que
naquele momento, pós-ditadura civil-militar, era um importante marco nacional de
respeito aos direitos de crianças e adolescentes.
No segundo item apresentamos e analisamos o projeto Criciúma Criança, abordando
a constituição dos direitos das crianças e adolescentes, a implementação do discurso
e como todo o projeto esteve alicerçado com a proposta do ECA.
A proteção da saúde e da educação das crianças de hoje é o mais básico dos investimentos
na capacidade física e mental da próxima geração e, portanto, no desenvolvimento
social e econômico das sociedades. Uma saúde melhor, melhoraria a frequência e o
desempenho escolar; uma melhor escolaridade levaria a uma maior produtividade.
2 O Estatuto da Criança e do Adolescente foi um documento promulgado no ano de 1990 com o objetivo de garantir e assegurar os
direitos fundamentais da criança e do adolescente. Esse documento foi constituído após diversos debates e reinvindicações de inúmeros
movimentos sociais.
A escola passou a ser vista como uma forma de cura para os males sociais, sendo a
única possibilidade de remediar os males ocasionados pela pobreza e a mistura de
raças. As escolas então passaram a funcionar como verdadeiras clínicas e hospitais para
salvaguardar a geração futura e assegurar o desenvolvimento do país (p. 36).
3 A Declaração Universal dos Direitos das Crianças passou a vigorar a partir do dia 20 de novembro de 1959. Esta declaração possuiu
importante papel no desenvolvimento de outros documentos que garantem e asseguram os direitos fundamentais das crianças e ado-
lescentes. O Estatuto da Criança e do Adolescente (1990) foi constituído a partir dos direitos presentes nesta declaração.
A sociedade exigirá que a criança seja, mais tarde, um adulto bem integrado, capaz de
usar de modo benéfico, favorável às outras pessoas, todos os seus atributos, só que é
preciso ter em conta que nos primeiros anos, que são os momentos decisivos de seu
desenvolvimento, tais atributos dependem muito mais dos outros do que da própria
criança.
A escola começa a suprir sua função social de educar no momento em que o aluno
ingressa. Esta condição, a de ingressar, embora não suficiente para garantir a função
social da escola, é certamente necessária. Para as crianças oriundas das camadas de
baixa renda, a escola se constitui na única oportunidade de acesso ao saber sistematizado
do conhecimento.
4 Os principais médicos higienistas da região foram: Francisco de Paula Boa Nova Júnior e David Boianovisky. Ambos possuíram grande
participação na construção da rede de assistência direcionada às famílias operárias. Os discursos transmitidos pelos médicos afirma-
vam que o alto índice de mortalidade infantil estava relacionado às condições sanitárias precárias e na negligência e ignorância das
famílias na realização dos trabalhos de cuidados com seus filhos e filhas, sendo as principais culpabilizadas pelo entrave: as mães. A
partir desses discursos, os médicos procuraram constituir diversas ações assistenciais, juntamente com entidades filantrópicas e reli-
giosas, com o intuito de melhorar a saúde das famílias, diminuir a mortalidade e preservar a exploração acelerada do minério.
É curioso observar que essas análises não estabelecem uma relação evidente, mas
incômoda: que a prosperidade do capital e a força do Estado estão enraizadas na
exploração dos trabalhadores do campo e da cidade. Precisamente as vítimas das
“dificuldades agudas da fome, desnutrição, falta de habitação condigna e de mínimas
condições de saúde” (p. 147).
É preciso compreender, pois, que não se trata apenas de aumentar a produção, mas,
especialmente, de definir nas mãos de quem ficarão as rendas e a riqueza produzida.
Apenas aumentar os esforços de qualquer população, sem redefinir os critérios de
apropriação e redistribuição da nova produção obtida não é somente injusto e perverso –
tem, igualmente, o efeito de esterilizar o esforço, porque a população só alcançará “uma
participação mais equitativa” numas parcas migalhas (p. 114).
Voltar os olhos para a população pobre que receberia novas produções com o objetivo
de acalmar esses indivíduos seria uma nova estratégia afim de confundi-los, para que
essa camada não questionasse seus problemas e sobrecarga da produção. Dispor de
estratégias assistenciais para essas famílias foi a maneira encontrada para assegurar
que os pobres continuassem pobres, afinal, enquanto essa população permanecesse
4- Considerações finais
A história da infância passou por diferentes alterações ao longo de distintos
processos históricos. Essas mudanças nas concepções psicossociais sobre infância
foram importantes instrumentos na construção e reinvindicação dos direitos. A
consolidação de tais documentos foram as bases norteadoras na constituição de
uma rede de amparo e assistência direcionada às famílias pobres. Historicamente,
no campo da assistência, os cuidados materno-infantis foram pensados a partir de
discursos médicos que buscavam instituir no interior das famílias, principalmente
aquelas oriundas das camadas populares, ações de cuidados que qualificariam as
crianças como sujeitos que futuramente pudessem contribuir com o desenvolvimento
socioeconômico do país.
O projeto Criciúma Criança, pensado durante o governo do prefeito Altair Guidi,
por meio das políticas assistências à infância, e por consequência à maternidade,
buscava entre as camadas populares urbanas da cidade de Criciúma um ideal de
criança e mãe de acordo com um país que se redemocratizava e buscava se inserir,
internacionalmente, como um país desenvolvido. O projeto vigorou entre os anos de
1990 a 1992, e contava com a participação das Secretarias da Saúde e da Educação,
entidades filantrópicas, além do próprio gabinete do prefeito, que por meio de ações
socioassistenciais buscavam garantir os recém-implementados direitos fundamentais
da criança.
No entanto, ao mesmo tempo que garantia direitos de crianças e mães, o projeto
difundia o modelo ideal de infância almejado pela administração pública criciumense,
que por sua vez combinaria com a nova fase da cidade, que abandonava as marcas
negativas do carvão, como a excessiva mortalidade infantil. Assim, as estratégias
propostas pelo Criciúma Criança atingiram diretamente as famílias pobres – grupos
prioritários desse tipo de intervenção social – com o intuito de reafirmar os “papéis
Referências
Alayón, N. (ed 2.). (1995). Assistência e assistencialismo: controle dos pobres ou
erradicação da pobreza?. São Paulo, Brasil: Cortez Editora.
Alves, I.G. (2014). (Re)construindo a maternidade: as políticas públicas materno-
infantis brasileiras e suas aplicações na região carbonífera catarinense (1920-
1960). Obtido em https://acervodigital.ufpr.br/bitstream/handle/1884/35264/R%20
-%20T%20-%20ISMAEL%20GONCALVES%20ALVES.pdf?sequence=1.
Alves, I.G. (2017). A infância e morte na região carbonífera: os discursos médicos sanitários
sobre a mortalidade infantil no Sul de Santa Catarina. História: Questões & Debates,
volume (65), 119-143. Obtido em https://revistas.ufpr.br/historia/article/view/53892.
Arend, S. M. F. (2015). Convenção sobre os Direitos da Criança: em debate o labor
infantojuvenil (1978 - 1989). Revista Tempo E Argumento, 7(14), 29 - 47. https://doi.or
g/10.5965/2175180307142015029
Ariès, P (ed 2.). (1986). História Social da Criança e da Família. Rio de Janeiro, Brasil:
Editora Guanabara.
Brasil. (ed. 9). (1999). Estatuto da Criança e do Adolescente. São Paulo, Brasil: Saraiva.
Cardoso, M.G. (2011). De volta para a casa: a inserção dos retornados à cidade de
Criciúma/SC (1995-2009). Obtido em http://www.faed.udesc.br/arquivos/id_
submenu/480/ppgh_udesc_dissert_michele_goncalves_cardoso.pdf.
Donzelot, J. (ed. 9.). (1980). A Polícia das Famílias. Rio de Janeiro, Brasil: Edições Graal.
Foucault, M. (ed. 3.). (1996). A ordem do discurso. São Paulo, Brasil: Edições Loyola.
Foucault, M. (1995). A Arqueologia do Saber. Rio de Janeiro: Forense Universitária.
Ianni, O. (1989). A questão social. Revista USP, volume (3), 145-154. Doi: https://doi.
org/10.11606/issn.2316-9036.v0i3p145-154.
Le Goff, J. (1990). História e memória. Campinas, Brasil: Editora da Unicamp.
Oliveira, F. (2018). A criança e a infância nos documentos da ONU: a produção da
criança como “portadora de direitos” e a infância como “capital humano do
futuro”. Obtido em https://repositorio.ufscar.br/handle/ufscar/2206.
Criança, C. (1990). Criciúma Criança - Crescendo Juntas: Documento Básico. Criciúma,
Brasil. Obtido em Arquivo Histórico Municipal.
Criança, C. (1991). Criciúma Criança: Casulo. Criciúma, Brasil. Obtido em Arquivo
Histórico Municipal.
Rizzini, I. (2011a). A efetivação de políticas públicas no Brasil: o caso das políticas para
crianças e adolescentes em situação de rua. Cadernos de Pesquisa CIESPI. Obtido
em http://www.ciespi.org.br/media/Livros%20e%20Periodicos/Livros%20e%20
periodicos%20pg%202/1efetivacao%20politicas%20publicas%20no%20brasil.pdf.
Rizzini, I. (2011b). A infância sem disfarces: uma leitura histórica. Em Rizzini, I, Pilotti, F.
(ed 3), A arte de governar crianças: a história das políticas sociais da legislação da
assistência à infância no Brasil. (15-33). São Paulo, Brasil: Cortez Editora.
Faleiros, V.P. (2011). Infância e processo político no Brasil. Em Rizzini, I, Pilotti, F. (ed
3), A arte de governar crianças: a história das políticas sociais da legislação da
assistência à infância no Brasil. (34-97). São Paulo, Brasil: Cortez Editora.
Teixeira, J.P. (1995). Os donos da cidade: poder e imaginário das elites em Criciúma.
Obtido em https://repositorio.ufsc.br/handle/123456789/76207.
Wadsworth, J.E. (1999). Moncorvo Filho e o problema da infância: modelos institucionais
e ideológicos da assistência à infância no Brasil. Revista Brasileira de História,
volume (19), 103-124. Doi: http://dx.doi.org/10.1590/s0102-01881999000100006.
Ana Carolina de Sá
https://orcid.org/0000-0003-2356-2121
Mestranda no Programa de Pós-Desenvolvimento Socioeconômico
Universidade do Extremo Sul Catarinense
[email protected]
Criciúma/SC
Brasil.
Recibido: 28/12/2021
Aceptado: 10/05/2022
Resumen:
En este trabajo pretendemos analizar los discursos sobre la infancia
pobre presentes en las políticas asistenciales del proyecto Criciúma
Criança. El proyecto, desarrollado por el poder ejecutivo municipal,
1 Este artículo forma parte del proyecto titulado “Cuidado de familias pobres: asistencia social materno-infantil en la región carbonífera
de Santa Catarina (1930-1980)” financiado por la Convocatoria Universal MCTIC/CNPq n. 28/2018.
Resumo:
Neste trabalho temos como objetivo analisar os discursos sobre
infância pobre presentes nas políticas assistenciais do projeto Criciúma
Criança. O projeto, desenvolvido pelo poder executivo municipal, em
conjunto com instituições filantrópicas, buscou implementar ações
assistenciais voltadas as crianças pobres da cidade. Nossa pesquisa se
desenvolveu em torno dos documentos planejadores do projeto, sobre
os quais empregamos o método da análise do discurso proposto por
Michel Foucault, para quem o discurso é um importante instrumento
constitutivo dos regimes de verdade. Assim, ao analisar as fontes
selecionadas, identificamos como discursos excludentes sobre a
infância pobre foram base de políticas assistenciais infanto-juvenis
marcadas por noções elitistas sobre estas fases da vida.
Astract:
In this paper, we aim to analyze the discourses on poor childhood
present in the assistance policies of the Criciúma Criança project. The
project, developed by the municipal executive power, in conjunction
with philanthropic institutions, sought to implement assistance actions
aimed at poor children in the city. Our research was developed around
the project planning documents, on which we used the method of
discourse analysis proposed by Michel Foucault, for whom discourse
is an important constitutive instrument of truth regimes. Thus, when
analyzing the selected sources, we identified how excluding discourses
about poor childhood were the basis of child and youth assistance
policies marked by elitist notions about these stages of life.
1. Introducción
Con el fin de garantizar un futuro supuestamente promisorio para los niños y
adolescentes, la ciudad de Criciúma, después del final de la dictadura cívico-militar,
buscó organizar políticas sociales destinadas a resolver un problema considerado
central por várias instituciones y organismos nacionales e internacionales, la
infancia considerada pobre. El año 1990 estuvo marcado por la construcción e
implementación de una política pública que, con sus acciones, buscó impactar la
vida de diferentes sujetos sociales, creando las condiciones necesarias para alcanzar
las diferentes dimensiones cotidianas de las niñas y niños que habitaban la ciudad.
El proyecto Criciúma Criança fue desarrollado por el entonces alcalde Altair Guidi,
quien, junto con la participación de numerosos departamentos gubernamentales,
produjo colectivamente estrategias y políticas sociales destinadas a mejorar la
calidad de vida de los niños y adolescentes, en términos de acceso y permanencia en
las escuelas, en la práctica del cuidado higiénico, en salud, entre otros.
El diseño y planificación de esta política pública se dio a través de reuniones
semanales, con representantes de las instituciones de salud, educación y privadas que
también fueron invitadas a participar de la propuesta. Esta relación entre lo público
y lo privado fue un instrumento importante en la producción de políticas públicas
locales, asegurando la corresponsabilidad con otros actores sociales, relevando
al Estado de responsabilidad por la exclusividad del proceso, es decir, según Alves
(2014), “com intuito de obter maior efetividade em suas ações assistenciais, o Estado
buscou o apoio de iniciativas privadas e filantrópicas desenvolvidas no âmbito local,
que em muitos casos foram o ponto de partida para as políticas nacionais”.
Cabe señalar que a principios de la década de 1990 aún no existían políticas
asistenciales centralizadas en Brasil y/o efectivamente establecidas por la Unión,
creándose así las condiciones necesarias para la fragmentación y pulverización de
las políticas sociales, así como la creciente participación de los terceros sector en su
promoción y articulación en las distintas esferas de la administración pública.
Siguiendo el camino de la ampliación de los derechos civiles y sociales, en
la posdictadura, el proyecto Criciúma Criança buscó instituir mecanismos de
salvaguarda de la asistencia social en la ciudad que garantizaran un futuro promisorio
para las nuevas generaciones, después de todo, serían responsables de mantener
la comunidad nacional. A partir de este entendimiento, el programa implementó
diversas actividades de esparcimiento, enseñanza y atención médica entre las
clases populares, con el objetivo de crear un vínculo de corresponsabilidad entre la
administración pública y los niños, niñas, adolescentes y sus respectivas familias,
promoviendo así el desarrollo de individuos considerados saludables. Así, frente a
esa complejidad, el artículo aquí presentado tiene como objetivo identificar y analizar
las políticas públicas de salud y asistencia social previstas en el proyecto Criciúma
Criança, así como sus posibles implicaciones entre la población infantil del municipio
de Criciúma.
A duração da infância era reduzida a seu período mais frágil, enquanto o filhote do homem
ainda não conseguia bastar-se; a criança então, mal adquiria algum desembaraço físico,
era logo misturada aos adultos, e partilhava de seus trabalhos e jogos. De criancinha
pequena, ela se transformava imediatamente em homem jovem, sem passar pelas etapas
da juventude, que talvez fossem praticadas antes da Idade Média e que se tornaram
aspectos essenciais das sociedades evoluídas de hoje (p. 10).
A partir del siglo XVI se produce un cambio significativo en relación con la concepción de
la infancia, estableciéndose un nuevo sentimiento en el que, señala Ariès (1981), el niño
“...se tornava uma fonte de distração e de relaxamento para o adulto, um sentimento
que poderíamos chamar de “paparicação”.”. Este cambio consolidó el surgimiento del
sentimiento de protección y cuidado de los niños y adolescentes, que coincidió con el
encierro de las familias en el espacio privado, dentro de sus casas. Así, como lo presenta
Fabiana Oliveira (2008), “a família tinha sua vida totalmente voltada para a comunidade,
no entanto, a partir desse momento, a família se fecha, tornando-se cada vez mais
privada e substituindo funções antes desenvolvidas pela comunidade” (p. 29).
entre el adulto y el niño, sin embargo, la conquista de los derechos de los niños y
adolescentes vendría años después, como señala Oliveira (2008).
En cuanto al tema de los derechos civiles y sociales, los niños, niñas y adolescentes
fueron entendidos, en diferentes legislaciones, como sujetos fundamentales
de derechos recién en el siglo XX. La preocupación dirigida a los niños sólo se
estableció definitivamente ante la realidad de precariedad marcada por altas tasas
de mortalidad, enfermedades y explotación del trabajo infantil. Como afirma Arend
(2915) La aplicación de los derechos del niño se da en diferentes momentos del
siglo XX, sin embargo, se oficializó a partir del movimiento de las Naciones Unidas
a mediados de la década de 1980, cuando los principios de igualdad, entendimiento,
desarrollo, libertad, la dignidad y la integridad física, psíquica y moral de los niños a
través de la Convención sobre los Derechos del Niño.
La construcción de este documento promulgado en 1989 se basó en documentos
anteriores que, a pesar de garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes,
lo hicieron de manera universalizadora y homogeneizadora. Arend (2015) señala:
“Destacam-se os exercitáveis durante a fase da vida denominada infância, ou
seja, o direito à alimentação, à educação, à saúde, à nacionalidade e a um nome e
patronímico” (p. 33). Como resultado, los documentos parten en busca de derechos
directamente relacionados con la niñez y derechos heterogéneos (Arend, 2015).
Para comprender las interlocuciones entre el proyecto Criciúma Criança y la
construcción de políticas públicas dirigidas a la niñez y la adolescencia en la ciudad de
Criciúma, esta investigación se basa metodológicamente en el “Análisis del Discurso”
de Michel Foucault (1996), para quien “por mais que o discurso seja aparentemente
bem pouca coisa, as interdições que o atingem revelam, logo, rapidamente, sua ligação
com o desejo e com o poder” (p.10). Además, Foucault (Foucault, 1995) advierte que
todo discurso está marcado por enunciados que lo preceden y lo siguen y apunta a
un análisis de la complejidad de la formación discursiva:
Así, con base en esta metodología, buscamos comprender los efectos discursivos
del proyecto en el establecimiento de un modelo de niño e infancia que buscaba
normalizar y enmarcar diferentes arreglos familiares dentro de una perspectiva
hegemónica de cuidado infantil.
A partir de esa premisa, el objetivo general de este artículo es analizar los discursos
–y también las voces– que instituyeron, a través de políticas públicas, la noción de
infancia presente en el proyecto Criciúma Criança. Para ello, utilizamos documentos
encontrados en el Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Criciúma/SC, en el
acervo referente al proyecto Criciúma Criança. Entre los documentos encontrados en
O documento é uma coisa que fica, que dura, e o testemunho, o ensinamento (para evocar
a etimologia) que ele traz devem ser em primeiro lugar analisados, desmitificando-lhe o
seu significado aparente. O documento é monumento. Resulta do esforço das sociedades
históricas para impor ao futuro – voluntária ou involuntariamente – determinada
imagem de si próprias. No limite, não existe um documento-verdade. Todo documento é
mentira. Cabe ao historiador não fazer o papel de ingênuo (p. 547).
El auge de la minería del carbón se produjo entre las décadas de 1930 y 1960, cuando la
ciudad se integró efectivamente a la economía nacional y despertó intereses políticos
y económicos en diferentes ámbitos. Ante el proceso de industrialización nacional y
la importancia del carbón, el Gobierno Vargas instituyó la participación directa del
Estado en la exploración, producción y exportación del mineral. Al respecto, Teixeira
(1995) afirma:
A proteção da saúde e da educação das crianças de hoje é o mais básico dos investimentos
na capacidade física e mental da próxima geração e, portanto, no desenvolvimento
social e econômico das sociedades. Uma saúde melhor, melhoraria a frequência e o
desempenho escolar; uma melhor escolaridade levaria a uma maior produtividade.
2 El Estatuto del Niño y del Adolescente fue un documento promulgado en 1990 con el objetivo de garantizar y garantizar los derechos
fundamentales de los niños, niñas y adolescentes. Este documento fue elaborado luego de varios debates y reclamos de numerosos
movimientos sociales.
A escola passou a ser vista como uma forma de cura para os males sociais, sendo a
única possibilidade de remediar os males ocasionados pela pobreza e a mistura de
raças. As escolas então passaram a funcionar como verdadeiras clínicas e hospitais para
salvaguardar a geração futura e assegurar o desenvolvimento do país (p. 36).
Con base en ello, las estrategias concebidas por el proyecto Criciúma Criança
buscaron la observancia de los derechos de los niños y adolescentes. Sin embargo,
al velar por la vigilancia de tales derechos, la alcaldía también buscó construir
discursos con el objetivo de encaminar a los niños y adolescentes hacia un futuro
3 La Declaración Universal de los Derechos del Niño entró en vigencia el 20 de noviembre de 1959. Esta declaración jugó un papel im-
portante en el desarrollo de otros documentos que avalan y garantizan los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
El Estatuto de la Niñez y la Adolescencia (1990) se constituyó a partir de los derechos contenidos en esta declaración.
A sociedade exigirá que a criança seja, mais tarde, um adulto bem integrado, capaz de
usar de modo benéfico, favorável às outras pessoas, todos os seus atributos, só que é
preciso ter em conta que nos primeiros anos, que são os momentos decisivos de seu
desenvolvimento, tais atributos dependem muito mais dos outros do que da própria
criança.
Estas exigencias, impuestas por el discurso del orden social, surgen de la necesidad de
establecer y hacer que los niños pobres no escapen a su rol social de buen ciudadano,
rol que sería fundamental en el futuro para el mantenimiento social, urbanístico y
económico. Rizzini (2011b) afirma que la clase dominante y el gobierno vieron en la
infancia una oportunidad de controlar efectivamente a la población pobre a través
de políticas públicas dirigidas a la niñez y la adolescencia. Así, asegurar que la niñez
pobre permaneciera controlada según las normas burguesas, como señala Alves
(2017), significaba “resguardar o próprio desenvolvimento da nação, pois a imagem
que se divulgava da criança estava intimamente ligada à noção de progresso e de
cidadania”. (pág. 124).
Teniendo en cuenta que el año 1990 fue un hito importante en la garantía y conquista
de los derechos del niño, la construcción e implementación de documentos oficiales
que garantizaban los derechos del niño y del adolescente ayudaron directamente en
la creación del proyecto Criciúma Criança. Así, el proyecto se basó en los derechos
fundamentales de los niños y, como se establece en el “Documento Básico” (Criciúma
Criança, 1990), “o trabalho da Prefeitura Municipal de Criciúma a ser desenvolvido
terá, portanto, como princípios basilares os seguintes direitos fundamentais da
criança: o direito de ser; o direito de pensar e o direito de viver”.
Todos los derechos fundamentales del proyecto buscaban adecuar estos sujetos al
mantenimiento del orden social, ya que el niño era concebido como “un reinicio de
la humanidad, un nuevo rumbo hacia el infinito, una parte del espíritu humano que
podía ser depositaria de un nuevo mensaje” o cuna de un tiempo para todos los seres
humanos”. (Criciúma Niño, 1990). Considerar al niño como una especie de reinicio
de la humanidad y reconocerlo como sujeto de derecho desde una edad temprana
garantizaría que sea reconocido como “persona y tratado como tal, desde el primer
momento de la vida. Sólo así se desarrollará correcta y completamente y contribuirá
al bienestar y mejoramiento de la humanidad, integrándose en la comunión humana”.
(Criciúma Niño, 1990).
Este discurso afirmaba y determinaba al niño como una nueva oportunidad para el
progreso de la humanidad. El proyecto encontró en la atención a niños y adolescentes
unas estrategia para asegurar la continuación del desarrollo socioeconómico, la
preservación del orden social y la reafirmación de los roles sociales esperados por la
comunidad nacional. Por lo tanto, al garantizar la observancia de los derechos civiles
y sociales de los niños y adolescentes, los articuladores del proyecto Criciúma Criança
buscaron crear las condiciones para la reproducción del ideal de orden basado en el
buen ciudadano. Según el documento (Criciúma Criança, 1990), “só a garantia de
que a criança tenha resguardado seus direitos levará a sociedade a ser mais justa e
permitirá a instalação de uma nova ordem social. ”.
Las acciones propuestas por el proyecto estaban directamente relacionadas con
las áreas de salud y educación. Con base en los datos recopilados por la gestión
administrativa del proyecto, los representantes del programa consideraron urgente
resolver los problemas relacionados con la educación y la salud de los niños y
adolescentes en la ciudad de Criciúma. Entre 1970 y 1986, Santa Catarina enfrentó una
tasa de escolarización decreciente que llegó hasta la niñez pobre, em 1981 atendia-
se 82,12% das crianças e em 1986 este índice baixou para 76,48%”. (Criciúma Niño,
1990). Ante ello, el proyecto consideró que para hacer frente a esta disminución de la
tasa de escolaridad sería necesario aumentar las vacantes en los espacios escolares.
Según el documento base del proyecto Criciúma Criança (1990):
A escola começa a suprir sua função social de educar no momento em que o aluno
ingressa. Esta condição, a de ingressar, embora não suficiente para garantir a função
social da escola, é certamente necessária. Para as crianças oriundas das camadas de
baixa renda, a escola se constitui na única oportunidade de acesso ao saber sistematizado
do conhecimento.
El conocimiento sistematizado del saber, según los discursos del proyecto Criciúma
Criança, estaría relacionado con la calificación de los niños para desempeñar
diferentes oficios en el momento en que fueron insertados en el mercado, ya en la
edad adulta. Esta cualificación no sólo sería profesionalizante, sino también una
cualificación social. Así, se puede apreciar que el discurso de la inserción escolar de
los niños pobres respondía a la intención de transformarlos en mano de obra futura
de la industria nacional, sustentando con su valor agregado el enriquecimiento de
las élites. Según Faleiros (2011):
4 Los principales higienistas de la región fueron: Francisco de Paula Boa Nova Júnior y David Boianovisky. Ambos jugaron un papel
importante en la construcción de la red de asistencia dirigida a las familias de clase trabajadora. Los discursos transmitidos por los
médicos afirmaron que la alta tasa de mortalidad infantil estaba relacionada con las precarias condiciones sanitarias y la negligencia y
desconocimiento de las familias en la realización de las labores de cuidado con sus hijos e hijas, con el principal culpable del obstáculo:
la madres A partir de esos discursos, los médicos buscaron establecer diversas acciones asistenciales, junto a entidades filantrópicas y
religiosas, con el objetivo de mejorar la salud de las familias, reducir la mortalidad y preservar la explotación acelerada del mineral.
cuerpos de niños y familias pobres de la ciudad, ya que estos grupos sociales eran
considerados vulnerables y especialmente peligrosos. El documento (Criciúma
Criança, 1990) señala que “este esforço é direcionado preferencialmente aos centros
comunitários e bairros da periferia”, que eran considerados las zonas más precarias
de la ciudad. Siguiendo un discurso presente en todo el territorio nacional, para la
élite criciuense, el progreso urbano estaba anclado en la reproducción de infancias
consideradas sanas -física y moralmente- porque sólo así esos individuos, al llegar a
la edad adulta, continuarían asegurando el avance socioeconómico de la población.
Con respecto a esta discusión, Ianni (1989) afirma que:
É curioso observar que essas análises não estabelecem uma relação evidente, mas
incômoda: que a prosperidade do capital e a força do Estado estão enraizadas na
exploração dos trabalhadores do campo e da cidade. Precisamente as vítimas das
“dificuldades agudas da fome, desnutrição, falta de habitação condigna e de mínimas
condições de saúde” (p. 147).
É preciso compreender, pois, que não se trata apenas de aumentar a produção, mas,
especialmente, de definir nas mãos de quem ficarão as rendas e a riqueza produzida.
Apenas aumentar os esforços de qualquer população, sem redefinir os critérios de
apropriação e redistribuição da nova produção obtida não é somente injusto e perverso –
tem, igualmente, o efeito de esterilizar o esforço, porque a população só alcançará “uma
participação mais equitativa” numas parcas migalhas (p. 114).
4. Consideraciones finales
La historia de la infancia ha sufrido diferentes cambios a lo largo de diferentes
procesos históricos. Estos cambios en las concepciones psicosociales de la niñez
fueron instrumentos importantes en la construcción y reivindicación de derechos. La
consolidación de tales documentos fueron las bases orientadoras en la constitución
de una red de apoyo y asistencia dirigida a las familias pobres. Históricamente, en el
campo de la asistencia, el cuidado materno-infantil fue pensado a partir de discursos
médicos que buscaban instituir, en el seno de las familias, especialmente las de las
clases más bajas, acciones de cuidado que calificaran a los niños como sujetos que
pudieran contribuir al desarrollo en la futura situación socioeconómica del país.
El proyecto Criciúma Criança, concebido durante el gobierno del alcalde Altair
Guidi, a través de las políticas de asistencia a los niños, y consecuentemente a la
maternidad, buscaba entre las clases bajas urbanas de la ciudad de Criciúma un
ideal de niño y de madre acorde con un país que se redemocratizó y buscó insertarse
internacionalmente como un país desarrollado. El proyecto se desarrolló entre 1990
y 1992, y contó con la participación de las Secretarías de Salud y Educación, entidades
filantrópicas, así como de la alcaldía, que a través de acciones de asistencia social
buscaban garantizar los derechos fundamentales del niño recién implantados.
Sin embargo, al mismo tiempo que garantizaba los derechos de los niños y las
madres, el proyecto difundió el modelo ideal de infancia deseado por la administración
pública criciumense, que a su vez compaginaría con la nueva fase de la ciudad, que
abandonaba las marcas negativas de carbón, como la excesiva mortalidad infantil. Así,
las estrategias propuestas por Criciúma Criança llegaron directamente a las familias
pobres –grupos prioritarios para este tipo de intervención social– para reafirmar los
“roles sociales” y caminos estipulados por las clases dominantes y el Estado.
Referências
Alayón, N. (ed 2.). (1995). Assistência e assistencialismo: controle dos pobres ou
erradicação da pobreza?. São Paulo, Brasil: Cortez Editora.
Alves, I.G. (2014). (Re)construindo a maternidade: as políticas públicas materno-infantis
brasileiras e suas aplicações na região carbonífera catarinense (1920-1960). Obtido
em https://acervodigital.ufpr.br/bitstream/handle/1884/35264/R%20-%20T%20
-%20ISMAEL%20GONCALVES%20ALVES.pdf?sequence=1.
Alves, I.G. (2017). A infância e morte na região carbonífera: os discursos médicos sanitários
sobre a mortalidade infantil no Sul de Santa Catarina. História: Questões & Debates,
volume (65), 119-143. Obtido em https://revistas.ufpr.br/historia/article/view/53892.
Arend, S. M. F. (2015). Convenção sobre os Direitos da Criança: em debate o labor
infantojuvenil (1978 - 1989). Revista Tempo E Argumento, 7(14), 29 - 47. https://doi.or
g/10.5965/2175180307142015029
Ariès, P (ed 2.). (1986). História Social da Criança e da Família. Rio de Janeiro, Brasil:
Editora Guanabara.
Brasil. (ed. 9). (1999). Estatuto da Criança e do Adolescente. São Paulo, Brasil: Saraiva.
Cardoso, M.G. (2011). De volta para a casa: a inserção dos retornados à cidade de Criciúma/
SC (1995-2009). Obtido em http://www.faed.udesc.br/arquivos/id_submenu/480/
ppgh_udesc_dissert_michele_goncalves_cardoso.pdf.
Alejandro Heinrich
https://orcid.org/0000- 0002- 1633- 2240
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de Entre Ríos
[email protected]
Paraná, Entre Ríos
Argentina
Juliana Sampietro
https://orcid.org/0000-0001-6315-1963
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Universidad Autónoma de Entre Ríos
[email protected]
Paraná, Entre Ríos
Argentina
Recibido: 17/12/2021
Aceptado: 10/05/2022
Abstract
The objective of this article is to present a review of some of the
dimensions of the methodological process of an investigation carried
out within the framework of the National Study on the modifications
in substance use and the the political responses implemented from
the Preventive and Compulsory Social Isolation (ASPO) by COVID-
19, carried out by the Chair of Social Psychology of the Faculty of
Humanities, Arts and Social Sciences of the Autonomous University of
Entre Ríos in conjunction with the Secretariat of Comprehensive Drug
Policies of the Argentine Nation, Which includes a review, analysis and
reflection of the research process, the implications, challenges and
potential of remote work in the context of a pandemic during 2020.
Introducción
Partiendo del contexto histórico de Pandemia por Covid- 19, que plantea un
escenario global inédito, y de una cantidad moderada de antecedentes, con
estrategias metodológicas cuantitativas, sobre las modificaciones en las rutinas
de la vida cotidiana y problemáticas asociadas al consumo de drogas durante el
aislamiento generalizado, es que desde la Dirección del Observatorio Argentino de
Drogas y la Dirección Nacional de Investigación y Estadísticas de la SEDRONAR, se
propuso convocar a distintas universidades del país para colaborar en la realización
de un relevamiento estratégico, teniendo en cuenta varios componentes, con el fin
de elaborar un documento – informe que refleje los cambios en los consumos de
sustancias legales y no legales, los cuidados y atención en la población general, en las
consultas a dispositivos públicos y en las respuestas a nivel de políticas provinciales y
nacionales de las agencias de drogas, a partir de la implementación del Aislamiento,
Social, Preventivo y Obligatorio en marzo del 2020.
El presente trabajo es una propuesta de revisión, análisis y principalmente de
reflexión sobre el proceso de Investigación desplegado en transcurso del año 2020
en el denominado “Estudio nacional sobre las modificaciones en los consumos de
sustancias y las respuestas políticas implementadas a partir Aislamiento Social
Preventivo y Obligatorio por COVID-19”, llevado adelante por la cátedra de Psicología
Social de la Facultad de Humanidades Artes y Ciencias Sociales de la Universidad
Autónoma de Entre Ríos en conjunto con la Secretaría de Políticas Integrales sobre
droga y de la Nación Argentina (SEDRONAR).
Cabe aclarar que el Estudio nacional constó de dos ejes: el primero, de corte
cuantitativo, referido a las modificaciones en las políticas y los dispositivos de
acompañamiento y asistencia; y el segundo, de enfoque cualitativo, relativo a las
modificaciones en las prácticas de consumo en la población general.
Nuestra participación en el proyecto estuvo centrada en el segundo eje, al igual que
esta publicación.
A continuación, se expondrá un esbozo de las dimensiones de estrategia general
de investigación, técnicas de recolección y análisis de la información. Esto fue
articulado con diversos aportes teóricos que permitieron robustecer el análisis de
las implicancias de nuestra experiencia de trabajo, en el marco de la virtualidad.
Se incluyen reflexiones en torno a las particularidades presentadas en el trabajo
de campo: la convocatoria de los participantes, la planificación y la ejecución de las
entrevistas grupales en grupos focales virtuales.
El concepto de reflexión etimológicamente deviene del latín reflectus de re-flectus
que significa acción de doblar o curvar, y el prefijo re significa, de nuevo, hacia
atrás; por lo tanto, nos proponemos volver sobre los aportes desarrollados en la
investigación.
I - Particularidades de la convocatoria
El reclutamiento se llevó adelante en base a contactos personales, enviando
convocatorias por WhatsApp, y solicitando el reenvío de la misma a sus contactos
con el fin de viralizar la invitación. Desde ella se podía acceder al formulario Google
de la convocatoria donde los interesados volcaban los datos recabados y se ponían a
disposición de los organizadores.
También se recurrió a las páginas institucionales de la UADER, a medios masivos
de comunicación, Canal 11, y páginas web de noticias, como www.elonce.com, de
gran llegada en nuestro medio. Sin embargo, no se logró ningún reclutado por estos
medios.
Quedan abiertos los interrogantes en relación a la dificultad que se tuvo para
generar una convocatoria masiva. Consideramos que dicha peculiaridad podría
estar en relación a diversos factores, entre los que se podrían mencionar el contexto
histórico inédito en el que se llevó a cabo el estudio, las dificultades en cuanto a la
conectividad y la brecha digital referida a las desigualdades existentes en cuanto a
la posibilidad de acceso a las nuevas tecnologías y al conocimiento sobre el uso de
las mismas, la residencia en los diferentes lugares geográficos, la complejidad de
la problemática abordada en el estudio, a pesar de haber garantizado en todos los
espacios de difusión la confidencialidad de los participantes y de los datos que se
adquieran, entre otras consideraciones que podrían tenerse en cuenta.
Teniendo en cuenta lo indicado con antelación, creemos que existe un sesgo en la
modalidad virtual de la realización de los grupos focales que implicó una escasa
participación del Nivel Socioeconómico “C”, referido a la población de bajos recursos.
En este sentido, tuvimos dificultad para llegar a este nivel, más allá de la amplia
convocatoria realizada en la etapa del reclutamiento, realizada principalmente bajo
la modalidad virtual.
En el Formulario digital, abierto desde el día 27 de julio hasta el 23 de agosto, se
inscribieron 99 personas. De allí pudimos reclutar los 33 participantes que integraron
los distintos GFVs. Se realizó con cada participante una videoconferencia individual,
la misma funcionó como un espacio de evacuación de dudas. Asimismo, se les
proporcionó información sobre el Consentimiento Informado (CI) (¿Qué es? ¿Cuál es
su objetivo?), el cual se les envió en formato PDF. En relación al CI inferimos que,
debido a su lenguaje técnico jurídico, llevó a que algunos candidatos desistieran de
su participación en el estudio.
período de ASPO.
La logística que rodeo la materialización de cada Grupo Focal Virtual consistió en
un grupo integrado por cuatro personas: un Coordinador, dos Observadores, y un
asistente técnico que no participaba del grupo, pero estaba atento a los aspectos
técnicos del encuentro virtual, como grabaciones, conectividad y eventuales caídas
de línea de alguno de los miembros de la organización.
• Equipo de trabajo
• El encuentro
El lugar elegido debe ser neutral y no tener ninguna relación con el tema investigado.
Se tratará de llevar a cabo el encuentro en un ambiente controlado que permita una
charla amena y sin interrupciones externas ajenas al tema en debate, propiciando así
la participación libre de los invitados.
La reunión, en la medida de las posibilidades técnicas con que se cuente, se grabará
y registrará, para su posterior análisis, con el consentimiento previo de los asistentes.
● Coordinador y Observador
La reunión será dirigida por un Coordinador, quien será la figura de referencia para
todos los invitados que, recordemos, no se conocen entre sí.
La otra persona de la organización que formará parte del Grupo de Discusión será el
Observador, quien tendrá a su cargo la tarea de registrar todo lo que suceda durante
el debate.
También se podrá contar con Observadores Externos que colaborarán con el registro,
pero alejados del grupo propiamente dicho, en cuanto su dinámica y funcionamiento,
no intervendrán de forma directa con su presencia.
Resulta imprescindible tener en claro los roles de quienes llevan adelante la reunión.
La premisa será: el Coordinador “coordina” y el Observador “observa”. Salvo acuerdos
previos, y porque el tema así lo requiere, no se aconseja la participación activa del
observador, ya que se genera un doble polo de atención para los participantes,
pudiendo conllevar la división del grupo.
Las funciones del coordinador son dar la palabra, generar la fluidez en la conversación
y profundizar el tema de forma dialéctica. Estas dinámicas, en las cuales se usan
distintas herramientas, serán abordadas en texto específico para el tema.
Se debe tener en cuenta lo que se dice y lo que se hace cuando alguno de los
integrantes del grupo enuncia un concepto; en este punto, el lenguaje corporal es
uno de los indicadores que permite ver quienes acuerdan o no con el enunciado que
se ha efectuado. El observador será quien pueda dar cuenta de los aspectos verbales
y no verbales que se presenten en el grupo, así como también los aspectos implícitos
y explícitos.
Llegada al lugar del encuentro: Se debe realizar con la anticipación necesaria para
adecuar el lugar al encuentro que hemos planificado. Siempre los organizadores
deben estar antes que los invitados.
Duración real: El tiempo que efectivamente ocupamos para la reunión y que se debe
contar desde el momento de llegada del primer invitado hasta la partida del último,
esto independientemente del tiempo destinado a la discusión propiamente dicha.
Una vez finalizado el Grupo de Discusión se realizarán los siguientes pasos:
Control de registro: Una vez que se retiran los invitados, los organizadores van
a trabajar en corroborar que se haya registrado todo lo percibido, que queden
plasmadas las diferentes cuestiones observadas a lo largo del encuentro. No se trata
de un momento de análisis, sino que será una tarea posterior.
Llegada del primer invitado: Para los organizadores el grupo comienza a funcionar
con la llegada del primer invitado y comienza un tiempo de pre tarea hasta el formal
inicio del grupo de discusión. En esta etapa se observa y registra del mismo modo
que en el desarrollo formal de la actividad.
Doble cierre: El primer cierre versa sobre el tema, se solicita a cada invitado que
exprese lo que a su criterio es una conclusión o síntesis de lo abordado durante el
encuentro. El segundo cierre consiste en solicitarle a cada uno de los invitados una
impresión personal de su participación, de cómo se sintieron participando del evento.
Esta meta-reflexión permite a cada invitado un momento de profilaxis de la actividad,
así podrá cortar con la misma y volver a sus actividades habituales.
Se va el último invitado: Luego del doble cierre finaliza formalmente el grupo. Pero
es habitual que hasta el momento de retirarse los invitados realicen comentarios, que
debemos observar para ser incluidos en el registro y así formen parte del posterior
análisis.
El grupo termina cuando se retira el último de los invitados.
especial a los aspectos técnicos, pero, una vez comenzada, la reunión se desarrolla
dentro de los parámetros de cualquier reunión presencial. Rápidamente la virtualidad
pasa a segundo plano y el diálogo, el relato de experiencias y los aportes ganan el
primer plano en la charla.
Reflexiones Finales
En el presente se realizó una reseña del proceso metodológico de investigación, en el
que se desarrolló específicamente la dimensión de estrategia general y la dimensión
de técnicas utilizadas para la recolección y análisis de los datos, complementando con
desarrollos teóricos sobre el enfoque utilizado para el acercamiento a la “realidad”
que tuvo en consideración la cualidad de los datos recabados para interpretar los
fenómenos sociales.
Asimismo, se desarrollaron diversas reflexiones en torno a algunos de los momentos
de las dimensiones señaladas, haciendo hincapié en las particularidades del trabajo
de campo en el marco del trabajo remoto. En este sentido, coincidimos con Guber
(2004) en considerar a la reflexividad como un componente fundamental del
proceso de investigación, entendida por la autora como un proceso de interacción, de
diferenciación y reciprocidad entre la reflexividad del sujeto cognoscente y la de los
actores o sujetos/objetos de investigación (Gutiérrez Vidrio, 2008).
A partir de la propia experiencia del equipo de trabajo en la realización de grupos
de discusión en diversos ámbitos, se intentó destacar los principales aspectos a tener
en cuenta sobre esta técnica de investigación cualitativa, incluyendo el encuadre
de trabajo, la organización interna y las funciones del equipo que consideramos de
relevancia y de gran utilidad, con el fin de ofrecer un aporte para su implementación
considerando las vicisitudes que planteó la modalidad virtual para el trabajo con la
misma. Así, se buscó dejar registro de los desafíos que conlleva su adaptabilidad al
formato virtual, teniendo en cuenta las variaciones que la misma requirió en cuanto
a los aspectos técnicos y organizacionales.
Este trabajo buscó volver sobre la experiencia, entendida por Sergio Rascovan (2018)
como una configuración de vivencias heterogéneas que articula múltiples aspectos
como los emocionales, cognitivos, intersubjetivos, conscientes e inconscientes, para
reflexionar sobre el trabajo conjunto y articulado en el marco de la virtualidad
durante el primer tramo de la pandemia, haciendo hincapié en el contexto socio-
histórico en el que tuvo lugar la investigación como práctica social (Sirvent, 2003)
teniendo en cuenta las implicancias, inconvenientes, desafíos y alcances que tuvo el
trabajo realizado a lo largo de todo el proceso.
Bibliografía
Guber, R. (2004). El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el
trabajo de campo. Buenos Aires: Paidós.
Gutiérrez Vidrio, S. (2008). Metodología de la investigación. La visión de los pares. Perfiles
Educativos, 31(124). https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2009.124.18840.
Marradi, A., Archenti, N. y Piovani, J. (2018). Manual de metodología de las ciencias
sociales. Buenos Aires: siglo xxi editores.
Mella, O. (2000) Grupos focales. “Focus Groups”. Técnicas de investigación cualitativa.
Documento de Trabajo N° 3, CIDE, Santiago, Chile.
Muñoz Justicia, J. y Sahagún Padilla, M. (2017) Hacer análisis cualitativo con Atlas.ti 7.
Manual de uso. Versión 1.1, enero, 2017. Zenodo. Disponible en https://doi.org/10.5281/
zenodo.273997.
Powell, R. y Single, H. (1996). Focus groups. International Journal for Quality in Health
Care, 8(5), 499-509. Tomado el 15 de febrero del 2009, de Base de datos Celsius
Klüber, T. E. (2014) Atlas.ti as a tool for analysis of qualitative research according
phenomenological approach ETD: Educação Temática Digital, ISSN-e 1676-2592, Vol.
16, Nº. 1, 2014. Kluber. Atlas.ti como instrumento de análise em pesquisa qualitativa
de abordagem fenomenológica
Rascovan, S. (2018). Orientación vocacional. Contexto social, sujetos y prácticas. Racovan,
S. (Comp.) Orientación vocacional con sujetos vulnerabilizados: Experiencias
sociocomunitarias en los bordes. Colección: Ensayos y experiencias. Ciudad Autónoma
de Buenos Aires: Editorial Noveduc.
Sampieri Hernández, R., Fernández Collado Carlos y Baptista Lucio Pilar (2010),
Metodología de la Investigación, México: Mc Graw Hill.
Sirvent, T. (1998) Lecturas de investigación cualitativa I. “El descubrimiento de la teoría
de base”. FFyL. Universidad de Buenos Aires. Ficha El método comparativo constante.
Autora: Ana Clara Monteverde. Buenos Aires.
Sirvent, T. (2003). La investigación social en Argentina y el compromiso del investigador:
contradicciones y desafíos. En Cahiers des Amériques latines, 42, pp. 81-100.
Taylor, S. J y Bogdan R (1990), Introducción a los métodos cualitativos de investigación,
Buenos Aires: Paidós
Vasilachis de Gialdino, I (2006). Estrategias de investigación cualitativa. Biblioteca de
educación: Herramientas universitarias. Ed. Gedisa. Barcelona.
Recibido: 08/08/2021
Aceptado: 15/05/2022
Resumen
La política de colonización durante la década del setenta en el
Chaco ocupó un lugar preponderante, en especial durante el
segundo gobierno de Deolindo Bittel entre los años 1973-1976. Estas
medidas se relacionaban al denominado Plan Trienal planificado
por el tercer gobierno de Juan Domingo Perón, las cuales buscaban
promover la productividad agrícola y fortalecer la expansión de las
áreas extrapampeanas. De esta forma, el artículo plantea analizar
la reconstrucción de los proyectos de colonización diseñados por el
Estado nacional y provincial. Estudiaremos el rol de las instituciones
y de los expertos en la formulación y en los trabajos realizados en el
territorio a fin de lograr cambios en el agro chaqueño.
Abstract
The colonization policy during the seventies in the Chaco occupied
a prominent place, especially during the second government of
Deolindo Bittel between 1973-1976, these measures were related to
the so-called Triennial Plan planned by the third government by Juan
Domingo Perón, which sought to promote agricultural productivity
and strengthen the expansion of extra-pampeans
1 Las Ligas Agrarias se conformaron en 1970 frente a la situación agrícola que se había generado tras el estancamiento productivo y
las condiciones de vida de miles de productores en la región Nordeste. Destacamos los aportes de Ferrara F. ( 1973), Roze ( 1992). Des-
tacamos el documental que se titula El campo de Pie https://www.youtube.com/watch?v=Bc2J3FcynWs
Fuente: Elaborado en base al Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional 1974-1977. Tomo 4.
Diciembre 1973.
2 Nació el 26 de mayo de 1922 en Villa Ángela, fue escribano y dirigente político del Partido Peronista-Laborista- Frejuli- Justicialista.
Fue vicegobernador de la Provincia Presidente Perón (1953-1955). Ganó en tres ocasiones las elecciones de gobernador, pero solo pudo
asumir dos de ellas ( 1963-1966/ 1973-1976), siendo una de ellas anulada (1962). Fue candidato a vicepresidente en 1983, fue senador
nacional e intendente de la ciudad de Resistencia en 1987. Fallece el 22 de septiembre de 1997.
3 Este año la provincia fue declarada como zona de emergencia dadas las lluvias que superaban los 450 milimetros, los departamentos
afectados fueron los departamentos de Fontana, Santa Maria de Oro, 9 de Julio, Chacabuco, 12 de Occtubre, Tapenaga, O’Higgins, San
Lorenzo, San Fernando y Libertad
4 Este plan coordinado la OEA se llevó adelante en coordinación con las instituciones del Chaco durante el periodo 1973-1976: Banco
de la Provincia del Chaco; el Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Dirección de Bosques, el Instituto de Colonización, el Ministerio
de Economía y Obras Públicas. Asimismo la administración de la Provincial de Recursos Hídricos, la Dirección de Estadística y Censos,
la Dirección de Industrias, Comercio y Transporte, la Dirección de Planificación y la Dirección Provincial de Vialidad. ( 1977)
“El tema del minifundio ocupaba un sitio relevante en el Acta de Compromiso del
Campo —junto con el de los productores—, haciendo explícita la intención de liberar
efectivamente al productor directo de la estructura minifundiaria, posibilitando que
el trabajo productivo ingresos suficientes para el alcance de “una vida digna”, a través
de programas de colonización, incorporación y distribución de tierras, creación y
mantenimiento de unidades de carácter familiar y el desplazamiento de la frontera
6 El Impenetrable constituye una microregión del Chaco argentino que integra el Chaco seco/árido y los vínculos con el Chaco húmedo,
se ubica en los Departamentos General Güemes y Almirante Brown, presentando a la localidad de Castelli como la “puerta al Impene-
trable” y a Nueva Pompeya, misión franciscana creada en 1900, como la localidad más antigua de la zona. Este espacio está poblado
especialmente por comunidades indígenas qom y wichí, y población criolla (Quevedo y Giordano 2021).
En la provincia, el minifundio era una problemática abordada por expertos del Consejo
Federal de Inversiones (CFI) y se sugeria abordar nuevas estrategias para lograr la
trasnformación del campo chaqueño. Teniendo en cuenta estos debates, el gobierno
de Bittel, la solución planificada fue diversificar las actividades económicas de estos
colonos algodoneros, dedicándose a las actividades pecuarias y la explotación del
monte.
En materia de colonización, el gobierno intentó lograr que cada productor tuviera
una infraestructura de servicios y posibilidades de producción que les aseguren una
vida digna, por este motivo se proyecto la asistencia técnica de ingenieros agrónomos,
crediticia y social. Por su parte, en su politica de tierras entendía que debía continuar
el proceso de colonización en áreas disponibles, y financieramente viables. Se preveía
sobre una base de 1.100.400 ha disponibles para zonas y sub-zonas de aplicación
de implementación de obras y el fortalecimiento de nuevos asentamientos que
beneficiaria a un total de 5600 familias y la entrega del suelo iba variar entre 100 a
625 ha dependiendo de la zona.
Zona Número de familias Superficie por predio familiares Superficie por predio
Cooperativas
Forestal Ganadera 823 1740 ------
Fuente: Gobierno Popular de la Provincia del Chaco. Plan Trienal 1974-1977, Resistencia, 1974, p 49.
Este plan establecía que no se iban a entregar los títulos de propiedad, se consideraba
que iba a existir un plazo de 10 años de plazos para la entrega de los títulos, esto
intentaba evitar la venta del terreno y asegurar su ocupación directa.
Por su parte, los diputados de la provincia presentaron un proyecto de ley de apoyo
económico en la Cámara de Diputados de la Nación para la realización de este avance
de la frontera. Se estimó que el costo iba a ser de $ 9.950.000 e iba a tener una
duración de 20 años para asentar definitivamente a casi las 6000 familias (República
Argentina. Cámara de Diputados. 1973 Extracto: Silva y otros. N 3285. Prestar apoyo al
plan de colonización de la provincia del Chaco proyectada por el gobierno provincial).
Este pedido de ayuda económica fue aprobada en mayo de 1975. De esta forma Nación
apoyaba desde lo normativo el avance sobre la frontera.
Fuente: Elaboración propia en base a Gobierno Popular de la Provincia del Chaco. Plan Trienal 1974-1977,
Resistencia, 1974
7 Existe una interesante y fastuosa bibliografía sobre la conceptualización de la Reforma Agraria en America Latina y en Argentina. En
tal sentido destacamos los aportes que problematizan conceptualmente a esta medida Garcia (1967) y aquellos que lo analizan desde
una perspectiva histórica Gomez( 2018), Lazzaro ( 2008, 2013a, 2013b, 2017), Reboratti( 1985)
“La reforma agraria integral se asocia aquí con el concepto de reforma agraria marginal,
que no apunta hacia la ruptura del monopolio latifundista sino que opera en una línea de
reformas superficiales, intentando desviar la presión sobre la estructura agraria basada
sobre la gran propiedad, a través de operaciones como la colonización en regiones
periféricas, la parcelación marginal de latifundios o los procesos de mejoramiento de
tierras; persiguiendo como objetivo estratégico la conservación del statu quo dentro
del marco de la estructura agraria pero también en el ámbito de la dinámica política
nacional” ( 2013a, p 116).
“Haz la reforma agraria chaqueña”, me decían. “Haz expropiaciones y mete colonos”, otros.
de instituciones internacionales referidas al agro. Los autores del Plan fueron Julio
Gil del Moro y Antonio Nieves Fernández, el primero de ellos, era médico veterinario
pero con especialidad en desarrollo agrícola y desde 1976, luego de su paso por el
Consejo Agrario Nacional, trabajó en el Instituto Interamericano de Cooperación para
la Agricultura (IICA) con sede en República Dominicana. Mientras que el segundo era
ingeniero agrónomo y se desempañaban en la Secretaria de Estado de Agricultura
y Ganadería. Para este plan se involucraron 23 expertos, todos desempeñando
tareas en el instituto o en otras dependencias del gobierno provincial y Nacional del
Ministerio de Agricultura y Ganadería, de Economía y de Obras públicas. Del Instituto
de Colonización participaron 6 expertos, de los cuales 5 eran ingenieros agrónomos.
En el prólogo del plan se destacaba la acción de los miembros del Instituto, y hasta
ese momento no hay proyecto que tenga tanta incidencia en un plan sistemático de
ocupación y colonización, se destacaba el trabajo en conjunto con otros ministerios
como: educación, salud, agua y de comercio. En el marco de este plan, se estableció una
coordinación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) delegación
de Presidencia Roque Sáenz Peña por ser la más próxima al área de trabajo.
Los expertos autores que elaboraron el proyecto destacaban con estos trabajos
resolver la inseguridad de legal de la tenencia del suelo y combatir el minifundismo,
en definitiva lograr la modernización del campo chaqueño
“La necesidad de agilizar los procesos de las tierras, de aprovechar las economías
de escala y tamaño, de facilitar la aplicación de la técnica y de utilizar el crédito
y, finalmente, de favorecer, por intermedio de la cooperación, a los sectores
marginados, lleva a plantear como alternativa distinta a la tradicional colonización
en unidades individuales, la formación de cooperativas de trabajo” (Gil de Muro y
Fuentes, 1974, p 109).
8 Estos trabajos se llevaron adelante en las colonias agrícolas, se inicio su aplicación desde 1974, con las visitas de inspectores de
tierras.
9 “El hecho de que se hiciera en Resistencia, capital de la provincia del Chaco, fue estratégica, porque es la zona de la Argentina en que
se está procurando la aplicación de empresas asociativas, en planes de colonización. Hubo oportunidad también para conocer expe-
riencias concretas sobre desarrollo de empresas asociativas que funcionan en Argentina, Uruguay y Perú, gracias a la colaboración de
técnicos que ofrecieron conferencias sobre casos especiales en sus respectivos países”. Informe Anual IICA 1975, p 33
Fuente: Brodersohn, V., Slutzky, D. y Valenzuela, C. (2009) - Instituto de colonización, Resumen estadístico
“Debemos ser conscientes de que las limitaciones seran difíciles de superar en el presente
ejercicio, pues como expresara hace poco el señor ministro de Económia de la Nación, el
estado coyuntural de las finanzas públicas hace necesario ajustar nuestras expectativas y
demandas a esas limitaciones en beneficio de la Nación toda.
Ello significa que nuestro gobierno va a seguir asumiendo todos los compromisos
necesarios para cumplir los objetivos del Plan, pero extendiendo su tiempo de ejecucón
de acuerdo a la disponibilidad de recursos financieros, y al estado de provisión de bienes
y materiales, dada la reducción consecuente de la capacidad ejecutiva” (Bittel, 1975, p 15).
Consideraciones finales
Los planes de colonización durante el tercer gobierno de Perón y el segundo gobierno
de Bittel demuestran la ampliación de la frontera agrícola y la regularización de la
tenencia del suelo. Para lograr este propósito durante su gobierno se planificaron dos
planes trienales provinciales y un plan Trienal Nacional, identificaban la problemática
de la regularización de la tenencia de la tierra, la extensión del minifundio.Para lograr
estos objetivos se acudieron al trabajo en conjunto con instituciones técnicas las
cuales contribuyeron con informes y propuestas que eran relevantes en el territorio.
Teniendo en cuenta estos proyectos elaborados y la acción estatal, la cuestión de la
tierra tuvo un lugar preponderante en la discusión y en la formulación de medidas de
Bibliografía
Almirón A. ( 2020) “Una reforma agraria practicable en Chaco (Argentina): propuestas,
objetivos y apreciaciones del poder político y actores rurales (1963-1966)”. Revista
Estudios. Recuperado: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/estudios/article/
view/44809
Bageneta, J (2015). Del algodón a la soja. Territorio actores y cooperativas en el gran
Chaco Argentino (1960-2010). Buenos Aires:INTERCOP.
Brodersohn, V., Slutzky, D. y Valenzuela, C. (2007). Dependencia interna y desarrollo.
El caso del Chaco. Posadas, Argentina: Editorial Universitaria de la Universidad
Nacional de Misiones.
Bruniard, E. (1978). El Gran chaco Argentino. Resistencia, Argentina: Universidad
Nacional del Nordeste.
Barsky O (1990). Políticas agrarias en América Latina. Buenos Aires: Imago Mundi.
Barsky O y Gelmán J. ( 2009). Historia del Agro Argentino. Desde la conquista hasta
comienzos del siglo XXI. Buenos Aires: Sudamericana.
Balsa, J. ( 2006). El desvanecimiento del mundo rural chacarero: trasnformaciones
Fuentes
Bittel R (1974) Presentación filosófico-política del Plan de Colonización para la
Reconstrucción Nacional. En: V reunión interamericana de Ejecutivos de Reforma
Agraria, Septiembre-Octubre de 1974, IICA, Asunción
Gil de Muro J y Fuentes N (1974). “Una propuesta de organización económica y social
para el estrato de población más relegado de la provincia del Chaco” En: V reunión
interamericana de Ejecutivos de Reforma Agraria, Septiembre-Octubre de 1974, IICA,
Asunción
Informe Anual IICA 1975. Recuperado de : https://repositorio.iica.int/bitstream/
handle/11324/13242/BVE20118529e.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Instituto de Colonización. Sintesis estaditsica
Presidencia de la Nación (1973). Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación
Nacional 1974-1977. Tomo 4. Diciembre 1973
Provincia del Chaco (1974). Diagnóstico social del sector rural de la Prov. del Chaco.
Tomo IV, Resistencia.
Provincia del Chaco ( 1974). Gobierno Popular de la Provincia del Chaco. Plan Trienal
1974-1977, Resistencia.
Provincia del Chaco (1975). Mensaje del gobernador Felipe Bittel a la cámara de
Diputados. Periodo Ordinario de seiones. Resistencia.
Provincia del Chaco. Memoria de Económia . Periodo 16-2-77 al 15-6-77. Resistencia.
República Argentina. Cámara de Diputados.( 1973) Extracto: Silva y otros. N 3285.
Prestar apoyo al plan de colonización de la provincia del Chaco proyectada por el
gobierno provincial.
República Argentina.(1977) II - Cuenca Inferior del Río BermejoProgramación para su
Desarrollo. Estudio llevado a cabo por la Unidad Técnica durante el periodo 1973-
1976. Gobierno de Argentina Programa de Desarrollo Regional Secretaría General de
la Organización de los Estados Americanos Washington, D. C. Recuperado: https://
www.oas.org/DSD/publications/Unit/oea22s/ch16.htm#10.2.1.1%20plan%20de%20
colonizaci%C3%B3n%20para%20la%20reconstrucci%C3%B3n%20nacional.%20
pro
Revista Militancia Peronista para la Liberación N° 17, 4 de octubre de 1973, Buenos Aires.
Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos. Cuenca del Plata -
Estudio para su Planificación y Desarrollo - República Argentina - Cuenca del Río
Bermejo II - Cuenca Inferior. 1977
Recibido: 13/03/2022
Aceptado: 15/05/2022
Resumen
Abstract
The article analyzes the attributes of the elective executive elite of our
country from the return of the democratic regime to the Kirchnerist
years of government (1983-2015), through the classical question of the
“democratization” of elites (Cantón, 1964, De Imaz, 1964). The elite is
analyzed and compared from its institutional “positions” (Mills, 1987)
in the different periods of government. The positions that are analized
are those of president and vice president and provincial governors.
The research reveals that the selected political staff has been
“democratized” over the years in several aspects: first-time women
in elective executive positions, individuals with new credentials (such
as engineers), who were educated in new national universities (public
and private), and who represented new political forces created after
the crisis of 2001.
2014; Centeno y Silva, 1998; De Luca, 2011; Giorgi, 2013; Heredia, Gené y Perelmiter,
2012; Pomares, 2014, entre muchos otros).1
Como consecuencia de ambas decisiones, la elite política que será analizada aquí
está integrada por todos aquellos individuos que hayan ocupado por lo menos una
vez los cargos de Presidente de la Nación, Vicepresidente de la Nación, Gobernador
o Interventor de todas las provincias argentinas e Intendente o Jefe de Gobierno2
de la Ciudad de Buenos Aires, entre los años 1983 y 2015. Incorporamos a estos
individuos en nuestro universo independientemente, por ejemplo, del tiempo que
hayan permanecido en la posición de elite; y, además, los registramos tantas veces
como posiciones de elite hayan ocupado (así, si alguno de ellos ocupó durante el
período más de una posición de elite, sus propiedades particulares pasarán a tener
un peso mayor dentro del universo).
El material empírico fundamental del que nos servimos proviene de una gran base
construida de manera colectiva, que contiene datos sociodemográficos, educativos,
profesionales y políticos de los miembros de las elites políticas, técnicas, económicas
y corporativas argentinas entre 1976 y 2019.3 La base ha sido completada con fuentes
secundarias de diversa índole: periódicos nacionales y provinciales, biografías,
material periodístico, bases de datos de políticos publicadas, archivos oficiales,
recursos de internet, etc.
Como muestra la tabla 1, nuestro universo está integrado por un total de 260 casos,
o posiciones de elite. En este universo sobresale el peso de los gobernadores, que
representan el 86,5% del total de las posiciones, manteniendo una importancia
similar en todos los subperíodos.
1 Se excluyeron también los presidentes de la Nación que ocuparon ese cargo en diciembre 2001 luego de la renuncia de Fernando De
la Rúa, puesto que no fueron electos por el voto popular y gobernaron durante algunos días en medio de la crisis institucional, salvo a
Eduardo Duhalde, que completó el mandato presidencial de De la Rúa y gobernó hasta el año 2003.
2 Si bien este cargo no es electivo hasta el año 1997, decidimos incluirlo para poder establecer una serie de tiempo homogénea a lo
largo de todo el periodo considerado, junto con los demás cargos ejecutivos electivos (presidentes y gobernadores)
3 Base de Datos elaborada por el Programa de Estudios sobre las Elites Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Socia-
les, Universidad Nacional de General San Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Vicepresidente 1 2 1 1 2 7
Interventor
0 6 2 1 0 9
Federal
Total 57 75 35 33 60 260
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Los casos se distribuyen desigualmente entre los 5 subperíodos en los que dividimos
el gran período 1983-2015. El periodo de 1983-1989, presidencia de Raúl Alfonsín
(UCR); el de 1989-1999, que contempla las 2 presidencias de Carlos Menem (PJ); el de
1999-2003, que incluye las dos administraciones de Fernando De la Rúa (Alianza) y
de Eduardo Duhalde (PJ); el de 2003-2007, del gobierno de Néstor Kirchner (PJ), y el
de 2007-2015, que incluye las 2 presidencias de Cristina Fernández de Kirchner (PJ).
De acuerdo con los interrogantes planteados más arriba, seleccionamos un
conjunto reducido de variables biográficas, sociales, educativas y políticas propias
de este universo, que atravesarán el análisis en torno a la democratización o no
de la elite seleccionada. Se trata, concretamente, de las siguientes variables: sexo,
edad promedio, nivel educativo, tipo de título alcanzado, universidad elegida y
partido político de pertenencia. Además de esta descripción cuantitativa, donde sea
pertinente, ilustraremos también los resultados con una descripción cualitativa de
algunos casos significativos.
4 Cristina Fernández de Kirchner fue la primera mujer electa para ejercer el cargo de Presidenta de la Nación para el período 2007-2011,
y reelecta para el período 2011-2015. Es abogada de la Universidad Nacional de La Plata, y viuda de Néstor Kirchner, también abogado y
político profesional, que la antecedió en el cargo de Presidente de la Nación, con quien tuvo 2 hijos. Ocupó numerosos cargos políticos,
especialmente parlamentarios, siempre por el PJ y representando a la provincia de Santa Cruz.
María Fabiana Ríos es la primera mujer electa gobernadora en el país, por la provincia de Tierra del Fuego para el período 2007-2011
por el ARI, y reelecta para un segundo período, 2011-2015, por el Partido Social Patagónico (fuerza que fundó tras distanciarse del ARI).
Es farmacéutica de la Universidad Nacional de Rosario. Tiene 2 hijas y está divorciada de Gustavo Longhi, quien fue electo en 2007 como
concejal de Río Grande por el ARI, y luego candidato a Intendente por el Partido Social Patagónico. Fue legisladora de Tierra del Fuego
por el Partido Socialista y diputada nacional por el PSP .
Lucía Corpacci Saadi fue electa gobernadora de la provincia de Catamarca (2011-2015). Nacida en Catamarca, es hija de Sebastián Cor-
pacci, ex ministro del gobernador Vicente Saadi. Es médica cirujana de la Universidad Nacional de Córdoba. En 2007 fue electa como
vicegobernadora acompañando a Eduardo Brizuela del Moral, por el Frente Cívico y Social de Catamarca, y en 2009 fue electa senadora
nacional por Catamarca por el PJ.
Claudia Ledesma Abdala fue electa gobernadora de la provincia de Santiago del Estero durante el período 2013-2015 (fin de base), ele-
gida por el Frente Cívico por Santiago (UCR). Es abogada de la Universidad Católica de Santiago del Estero. Está casada con el político
profesional Gerardo Zamora, gobernador de la provincia desde 2005, a quien sucedió en ese cargo en 2013 y con quien tiene una hija.
Tabla 2
Edad promedio de ingreso a la elite según subperíodos
1983-1989 52,4528 53
1989-1999 50,3288 73
1999-2003 53,4412 34
2003-2007 50,3939 33
2007-2015 53,2833 60
Total 52,4226 253
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
*Diplomaturas.
5 Fundamentalmente, son individuos que no terminaron sus estudios universitarios (por ejemplo, Sergio Urribarri la carrera de Conta-
dor y Mario Das Neves la de Abogacía), otros de extracción sindical con título secundario (como Daniel Peralta, ex Secretario General
de la CGT y de los Bancarios) y otros comerciantes o empresarios (como Jorge Sobisch, empresario gráfico, Carlos Sancho de familia
de comerciantes dedicados a los negocios inmobiliarios o Hugo Cóccaro, empresario de la construcción). Excepto Sobisch (del MPN) y
Colazo (radical aliado a Kirchner), todos pertenecen al peronismo.
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
*Farmacéutico/a, Licenciado en Comercialización, Veterinario, Técnico Vial, Odontólogo, Técnico Químico,
Licenciado en Ciencias de la Información, Licenciado en Geología, Técnico Gráfico, Técnico en Estadística,
Licenciado en Letras, Licenciado en Historia.
**Primario, secundario.
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
Tipo de
1983-1989 1989-1999 1999-2003 2003-2007 2007-2015 Total
universidad
Publica 40 45 23 21 42 171
Privada laica 0 0 0 3 2 5
Privada religiosa 1 6 1 2 8 18
Total* 41 51 24 26 52 194
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
*Fueron excluidos los casos sin datos y los no corresponde (sin estudios
universitarios y carreras militares).
6 La aparición de las universidades privadas laicas está representada por 2 individuos: uno graduado en 1992 en la Universidad del Mu-
seo Social Argentino (Pablo Lanusse, interventor de Santiago del Estero en 2004) y otro graduado en 2015 en la Universidad Argentina
de la Empresa (Daniel Scioli, gobernador de Buenos Aires -2007/2015-, y vicepresidente de la Nación -2003-2007).
fuerzas. El peronismo gobernó la Nación durante 24 años hasta 2015 (de entre los
cuales dos años completó el mandato de la Alianza UCR-FREPASO), correspondientes
a 5 mandatos gubernamentales completos; es decir, más de un 61% del período total
aquí considerado.
Si miramos el comportamiento partidario por subperíodo, encontramos que el PJ
tiene la mayor representatividad en todos los subperíodos. Es decir que, aún durante
los años en los que la UCR controló el Poder Ejecutivo Nacional –es decir, durante
las presidencias de Alfonsín y De la Rúa-, la mayor parte de las posiciones políticas
ejecutivas subnacionales fue ocupada por miembros del PJ. Aunque es importante
aclarar que esta presencia es mayor cuando detenta el ejecutivo nacional: durante
estos subperíodos, no baja del 66%.
Tabla 7
Partido político* de pertenencia según subperíodos (%)
Partido
1983-1989 1989-1999 1999-2003 2003-2007 2007-2015 Total
político
PJ 50,9 66,7 51,4 72,7 66,7 61,2
UCR 35,1 14,7 31,4 24,2 16,7 22,8
MPN 3,5 2,7 2,9 3 3,3 3
PB 3,5 0 0 0 0 0,8
UCEDE 0 1,3 0 0 0 1,5
PRO 0 0 0 0 3,3 0,8
PS 0 0 0 0 3,3 0,8
PSP 0 0 0 0 3,3 0,8
Otro 3,5 12 11,4 0 3,3 6,5
Total 100 100 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia sobre la Base de Datos construida por el Programa de Estudios sobre las Elites
Argentinas (Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Universidad Nacional de General San
Martín) y por el Observatorio de las Elites (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
*A efectos de ganar en comparabilidad en un período de tiempo tan prolongado, no se consideraron los frentes
políticos, sino los partidos políticos de pertenencia de los miembros de la elite.
7 Para un análisis más reciente sobre los procesos de (des)nacionalización, territorialización y fragmentación de los partidos políticos
en Argentina, y de los casos específicos del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) en Santa Fe y de la coalición Cambiemos (a cuya
cabeza se encontraba PRO) en la Ciudad de Buenos Aires y en la Nación, ver Cruz (2019).
sin embargo, alcanzaba por primera vez posiciones de poder tan altas en el país.
Además, tres de estos cuatro individuos provienen de la provincia de Santa Fe e
iniciaron su vida política en el Partido Socialista, habiendo vinculado fuertemente
su militancia con su carrera profesional en el área de la salud (dos médicos, Binner
y Bonfatti, y una farmacéutica, Ríos, todos graduados en la Universidad Nacional de
Rosario). El PS es, en efecto, una fuerza que ha demostrado grandes performances
electorales pero que no ha podido proyectarse aún –a diferencia de PRO- al ámbito
ejecutivo nacional.
Reflexiones finales
La pregunta por la “apertura” o “democratización” de las elites políticas argentinas
en su diversa composición ha constituido una preocupación central de los trabajos
clásicos de la sociología de las elites en Argentina, como los de De Imaz (1964) y
Cantón (1964). En este sentido, ambos autores han distinguido al peronismo como el
movimiento político local más “abierto” o “democrático” en términos de reclutamiento
de sus elites. Así, frente a la relativa cerrazón de los grupos dirigentes que contribuirían
a mantener otras corrientes políticas, un rasgo central del reclutamiento político
peronista habría sido permitir el acceso a las más altas posiciones de grupos
relativamente periféricos. Como consecuencia, el alto funcionariado político de
los primeros gobiernos peronistas presentaba atributos poco frecuentes entre los
ocupantes tradicionales del poder político: una mayor participación de mujeres, de
individuos más jóvenes, con un nivel educativo relativamente más bajo que el de
otras elites, o con credenciales profesionales y laborales más cercanas a las de los
sectores populares que a las de las elites, entre otros aspectos.
En este artículo hemos presentado una descripción panorámica de las elites
políticas argentinas ejecutivas electivas del nivel provincial y nacional desde la
recuperación democrática hasta los años de gobierno kirchneristas. A partir de la
selección de un conjunto definido de variables buscamos identificar en cuáles de
ellas se presentaron ciertos rasgos disruptivos que pudieran indicar algún grado de
apertura o “democratización” en la configuración de las elites ejecutivas electivas,
en el sentido en el que lo entendían los analistas clásicos de la sociología de las
elites en Argentina. Para ello, tuvimos en cuenta los atributos correspondientes a las
posiciones de presidente y vicepresidente de la Nación, gobernador, jefe de gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires e interventor federal.
El primer indicador en este sentido lo constituye el género. Tal como lo indica la
bibliografía especializada, el personal político argentino ha sido históricamente
masculino, tendencia que se observa también para todos los países con democracias
representativas. En nuestro universo aparecen dos mujeres ocupando una posición
de elite durante el primer gobierno menemista (1989-1995), pero son mujeres
designadas como interventoras provinciales por el presidente de la Nación. Hay que
esperar hasta el año 2007 para encontrar por primera vez en la historia de nuestro
Referencias bibliográficas
Adrogué, G. (1993). Los ex militares en política. Bases sociales y cambios en los patrones
de representación política. Desarrollo Económico, 33 (131): 425-442.
Almaraz, G. (2010). Ambición política por la reelección en las provincias. Revista SAAP,
4 (2): 191-226.
Amorim Neto, O. (1998). Cabinet Formation in Presidential Regimes: An Analysis of 10
Latin American Countries. Paper presented on meeting of the Latin American Studies
Todos los 1 de junio de cada año se conmemora el día del sociólogo en la Argentina,
profesión esta de importancia sustancial para comprender los hechos del mundo
social, pero lo que nos proponemos en esta breve reseña, no es precisamente hablar
sobre el oficio del sociólogo, más cuando importantes profesionales del área han
tratado y trataran con pertinencia el tema, de lo que aquí trataremos es de desentrañar
como se llega y a través de quien se conmemora esta efeméride del día del sociólogo
en la Argentina.
Para adentrarnos en esa historia es necesario mencionar que un 1 de junio de 1899
se dictó la primera cátedra de sociología en la Argentina, más precisamente en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y esa distinción recayó en
el Dr. Antonio Narciso Dellepiane, nacido en Capital Federal en 1861 y fallecido en
1939. El personaje en cuestión fue abogado, historiador y profesor de la Facultad
de Derecho y Filosofía y Letras de la UBA, además fue vicepresidente del instituto
Internacional de Sociología en la segunda década del siglo pasado, buena parte de
su obra fue traducida y publicada en la Biblioteca Sociología Internacional, como
también se le otorgo el Título de Profesor agréé de la Universidad de Paris, publico
más de 30 libros y, como dato de color, se casará con la hija de Nicolás Avellaneda y
Carmen Miguens, apellido este emparentado, ya bastante más adentrado el siglo XX,
con el creador de la segunda carrera de sociología de la Argentina en la Universidad
Católica Argentina, me refiero al Dr. José Enrique Miguens; pero es hora de volver al
Dr. Dellepiane para poder comprender los lazos que lo unen a la conmemoración del
día del sociólogo.
Responder al porqué de la fecha elegido para celebrar el día del sociólogo y al
vínculo que tendrá con Luis Dellepiane, implica transcender lo socialmente conocido
al respecto, para buscar en su perfil intelectual cuál fue su aporte a la sociología
argentina. En ese sentido, sus temas iniciales de interés los dedicó a la vida y obra
de Juan Manuel de Rosas y de esa época es su texto “Rosas”; sobre quien tendrá una
perspectiva decididamente crítica, también escribirá sobre Dorrego y el federalismo;
Año 4 N° 8 | ISSNAño
2591-4669
6 N° 10 | FCECO 528
FCECO| |528
Cavia, M. El día del sociólogo. Antonio Dellepiane y sus aportes a la sociología argentina. 527 - 530
a la ciencia que los estudia sobrepasar el carácter abstracto. Dellepiane pensará que
los fenómenos que estudia la sociología no son directamente perceptibles, ni pueden
ser registrados y medidos, dado que ellos son infinitos y dispersos en el tiempo. En
este aspecto, cree que aún le restan estudiar estos temas y completar la enunciación
de las reglas de una seria y sana metodología sociológica.
Tiene en claro que, la nueva ciencia, tiene problemas sociológicos y que aún le
resta interrogarse sobre el campo de exploración de los fenómenos sociales y los
hechos que se propone estudiar la sociología. Su preocupación angular es conocer
que es lo que reviste de social a una sociedad y que no lo es. En este punto y a
comienzos del siglo XX introducirá a este debate a Emile Durkheim, de quien leerá
“Las reglas del método sociológico”, refiriéndose a él como “el reputado sociólogo”.
No le parece, sin embargo, aceptable su definición sobre los hechos sociales y su
forma de obrar y sentir como exteriores a los individuos, interrogándose sobre quién
los impone a esos modos de sentir y de obrar a los que alude Durkheim. El otro
dato de significación es que conoce y utiliza los anales del instituto internacional de
sociología para fundamentar sus apreciaciones, es decir tiene información y lecturas
sociológicas actualizadas para la época.
En ese camino que emprende sobre las inquietudes sociológicas, diríamos, de
manera casi inevitable, lo llevará a interrogarse sobre la causalidad en la sociología,
pero para ello es necesario saber que para él “la sociología es el estudio de los hechos
de asociación; que ella se propone explicar la sociedad, en sus múltiples actividades”.
También se interroga sobre los nexos causales que ligan los hechos sociales y
para esta polémica hará nuevamente gala Dellepiane de sus lecturas sociológicas
actualizadas, nuevamente recurriendo a los anales del instituto internacional de
sociología, a Marx, Engels y Labriola, al mismo tiempo que rechaza las ideas que
aporta al respecto Tarde y sus pautas sobre la imitación o bien las de Durkheim.
Sus búsquedas intelectuales lo llevan a reflexionar sobre si es posible determinar
la existencia de leyes para el mundo social y, al respecto, como en cada uno de estos
debates, volverá a hace gala de sus conocimientos sobre los debates de la época.
Por ello tendrá clara convicción de la disposición de poder contar con pocas leyes
sociológicas, en contraposición a las “expresiones literarias”, que si entiende abundan
en sociología.
Al comienzo del escrito señalamos que Dellepiane tuvo como objeto de estudio,
de manera genérica, los aspectos ligados a la delincuencia y la criminalidad; al
respecto, tomara debida distancia de la teoría de Lombroso, quien contaba con cierta
reputación e importancia en ese mundo de finales del siglo XIX; él lo relegará a la
categoría de una hipótesis inconsistente y no demostrada todavía, dando cuenta que
en los congresos internacionales de Sociología 1888 y 1889, el primero en Bruselas
y el segundo en Paris, abordaran la tesis de Lombroso y concluyen que ellas son
“arriesgadísimas y extremas opiniones”.
Finalmente, queda algo por destacar por si algo aún faltó sobre Dellepiane, es el de
Bibliografía utilizada
Dellepiane, A. (1892), Las causas del delito, Imprenta de Pablo E. Coni e Hijos, Bs. As.
Dellepiane, A. (1894), El idioma del delito. Contribución al estudio de la psicología
criminal, Arnaldo Moen Editor, Bs. As.
Dellepiane, A. (1907), Estudios filosofía jurídica y social, Valerio Abeledo editor, Bs. As.
Dellepiane, A. (1950), Rosas, Santiago Rueda Editor, Bs. As.Entre Ríos durante los años
peronistas.
“Para trabajar por el bien común nosotros tenemos la más amplia y completa
libertad. No tenemos compromisos ni obligaciones con nadie que no sea con
el propio pueblo, que nos ha traído aquí para que cumplamos un mandato
revolucionario.
Y estamos en nuestras respectivas funciones, sin odios, sin rencores de ninguna
especie, que no podemos tenerlos, porque tampoco tenemos agravios, a Dios
gracias.
Estamos animados por un propósito de realizar obras que tienden al beneficio de
todos los entrerrianos, sin excepción de ninguna especie”.
(Palabras de Dr. Héctor D. Maya a los periódicos el 31 de mayo de 1946 al iniciar sus
funciones de Gobernador)1
2 Héctor Domingo Maya era hijo de Antonio Mariano Maya que fue intendente de Gualeguaychú en 1923 y de Ana Guezamburu. Fue
alumno de la Escuela Guillermo Rawson y del Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. Se graduó de abogado a los 21 años en la
Universidad de Buenos Aires. Contrajo matrimonio con Angélica Paz Laplacette, tuvo cinco hijos.
3 https://web.archive.org/web/20160304035405/http://www.revistaanalisis.com.ar/
4 http://www.laopinionpopular.com.ar/noticia/34466-hector-domingo-maya-primer-gobernador-peronista-de-la-provincia-de-en-
tre-rios.html
5http://www.laopinionpopular.com.ar/noticia/45693-hector-maya-lleva-al-triunfo-en-entre-rios-al-naciente-peronismo.html. Fuen-
te: Archivo General de Entre Ríos
6 https://es.on1.click/tiki-index.php?page=info_H%C3%A9ctor_Domingo_Maya
Salud:
El presupuesto para salud en la provincia de Entre Ríos pasó de ser de $ 475.660
en el año 1944 a $ 6.502.260 en 1949. El siguiente cuadro recuenta la inversión:
Educación:
Síntesis final
Tal es la obra que promueve el Gobierno de Entre Ríos, surgido de la Revolución
Nacional. Tal su programa económico-social, concordante en sus propósitos y
paralelo en su ejecución con el contenido moral y material del plan de gobierno
que propugna el general Perón. Tal lo realizado y a realizar para redimir el digno
Estado mesopotámico del injustificable y funesto estancamiento a que lo sometiera
la incurría oficial en el inmediato pasado y liberarlo de la enervante rutina de un
feudalismo absurdo.
Fotografía 1 Sauce Pinto es próspera y densamente poblada colonia del departamento de Paraná. Sus
necesidades escolares serán debidamente atendidas con este edificio en ejecución parte de un plan de 230
construcciones que el gobernador, Dr. Maya, visita Junto con el Ministro de Obras Públicas Ing. Gaggero, vocal
del Consejo de Educación, Sr. Lagraña y arquitecto Sr. Massera.
Fotografía 3 Dos etapas de un mismo sacrilegio pedagógico: la primitiva tapera que en Ceybas (departamento
de Gualeguaychú) oficiaba de escuela reducida por el tiempo a una misérrima osamenta abierta al viento, al
agua y al sol. A poca distancia la que hubo de reemplazarla, y que acaba de ser condenada por mandato de la
revolución y del gobierno entrerriano: misérrimo habitáculo de paja y cañas donde funcionó la Escuela Nro.
51 de Ceybas. Es de admirar la perseverancia y desaprensión con que maestros y alumnos pudieron soportar
sus tareas a la sombra de los «quinchos».
Fotografía 4 Era hora que se remediase la injuria que comporta para los moradores de la campaña, educar
sus hijos en recintos semejantes. El gobernador Maya interpretando un deber primordial de la cultura y del
patriotismo, ha promovido la construcción de 230 edificios escolares similares a éste, distribuidos en todos los
distritos rurales de la provincia, destinados a reemplazar con dignidad las anacrónicas ranchadas.
Fotografía 5 Uno de los dispensarios de barrio inaugurados recientemente en la ciudad de Paraná, cuya
instalación será extendida a todos los centros rurales y suburbanos de la provincia.
Fotografía 7 En Estación Ramírez se efectúa la inauguración de otro Hospital de Zona, confortable y moderno.
Fotografía 8, 9 y 10: Entubamiento parcial del Arroyo “Antoñico” y de sus cauces de acción, cuya obra permitirá
urbanizar las barrancosas adyacencias suburbanas.
Carosio, Alba
ORCiD 0000-0003-2503-5624
Universidad Central de Venezuela
[email protected]
Caracas, Venezuela
1 El presente artículo fue elaborado como resultado de la estancia de investigación/fellowship financiada por el Centro Maria Sibylla
Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (CALAS), habiendo participado en el Laboratorio
de Conocimiento “Confrontando las desigualdades en América Latina: Perspectivas sobre riqueza y poder”.
Abstract
The paper proposes an approach on the problem of wealth
regulations in Latin America during two historical turning points: the
interwar crisis and the current COVID-19 pandemic crisis. Through
an interdisciplinary work between history and sociology, it focuses
on the cases of Ecuador, Mexico, Argentina and Brazil, presenting
advancements and partial results for the study of the capacities of tax
instruments and regimes to distribute wealth and reduce inequalities
in Latin America. Different regulatory experiences are addressed on
the bases of historical research, bridging to the challenges posed by
the current COVID-19 pandemic crises.
2 En la discusión sobre la definición de la riqueza sujeta a los nuevos tributos se encontraban las posiciones que sostenían que la rique-
za radicaba fundamentalmente en la propiedad de la tierra y que era por tanto el sector terrateniente el que debía afrontar mayores
cargas fiscales, mientras que otras posiciones se inclinaban por definiciones centradas en los capitales o los ingresos en un sentido
más amplio, incluyendo por lo tanto a sectores empresariales entre los principales sujetos alcanzados por los nuevos gravámenes.
3 Sobre las características de la política fiscal durante los últimos años del porfiriato puede consultarse Carmagnani (1994) y Lomelí
Vanegas (2018).
parte de los gobiernos locales que consideraban a los tributos sobre la tierra como
una de sus principales fuentes de ingresos. El impuesto a la renta, por el contrario,
logró implementarse más exitosamente y bajo una menor resistencia de los sectores
empresariales y de los gobiernos locales. En este caso Obregón y posteriormente
Elías Plutarco Elías Calles no sólo lograron presentar el nuevo impuesto como más
moderno y justo, sino que además desplegaron una estrategia de beneficios fiscales
y crediticios a los sectores empresariales, y de coparticipación de los ingresos con los
gobiernos estaduales y municipales. En este marco, las resistencias al nuevo tributo
lograron aplacarse y los sectores empresariales terminaron por acompañar el mismo
(Unda Gutiérrez, 2017; Aboites, 2003).
En el caso de Ecuador, los debates sobre la necesidad de realizar reformas fiscales
progresivas se desarrollaron durante los gobiernos reformistas a mediados de
la década de 1920, en gran medida bajo la influencia de la experiencia mexicana.
En este caso, también fueron las recomendaciones de Edward Kemmerer para la
estabilización de las finanzas del estado ecuatoriano las que suscitaron resistencias
y reacciones por parte de las elites regionales, las comunidades campesinas y otras
clases trabajadoras. Los informes de la misión Kemmerer incluyen cartas de distintos
sectores para defender sus posiciones. Mientras las elites regionales destacaban sus
nociones de status y la relevancia superior de sus intereses, las clases populares
hacían énfasis en su rol en la economía y la democracia. El debate sobre los impuestos
salta a la vista de manera particularmente relevante en estos informes puesto que
las elites a la vez que obstaculizan el trabajo de la comisión racionalizadora cuando
trata de imponerles reglas, la favorece por el contrario cuando ésta se inclina por la
imposición de impuestos a los bienes de consumo por sobre los impuestos al capital,
definidos siempre como destinatarios de todos los cuidados y condiciones para realizar
inversiones en el país. Las clases populares, por su parte, buscaron manifestarse
en contra de mayores impuestos al consumo, particularmente sobre productos de
consumo masivo como algodón, gasolina y otros alimentos. A través de repertorios
de acción colectiva, las clases populares intervinieron en la esfera pública a través
de medios impresos, expresando la articulación entre las organizaciones políticas del
Radicalismo y del Socialismo con las organizaciones obreras y campesinas del país.
De este modo, los debates en economía política abundan en la prensa de los años
veinte y treinta. En este caso el pensamiento socialista en Ecuador no resultó en una
reproducción de escuelas foráneas sino una activa intervención intelectual y política
organizativa que se reconoció asentada en la escuela de economía política de los
democráticos y del alfarismo. En el marco de la crisis, se analizó el papel cumplido por
la banca para embargar tanto la producción como al estado. Asimismo, se introdujo
el concepto del proletario como un concepto que define las distintas clases y formas
de precarización del trabajo en la economía exportadora, gamonal y transnacional.
Todo este debate en la esfera pública fue clave para marcar la coyuntura sobre la
cual se tomaron las decisiones en torno a impuestos y a regulaciones de la riqueza
en Ecuador durante este periodo. Así, en el debate constitucional de 1928, junto a la
4 Sobre las características de la política fiscal argentina hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX puede consultarse Carmagnani
(2011), Montequín (2000) y Oszlak (2004).
Sin embargo, el nuevo tributo tuvo un alcance limitado debido a múltiples factores,
entre los que se destacan el hecho no alcanzar las propiedades inmuebles -potestad
de los gobiernos estaduales y municipales- y de proveer una serie de deducciones
que beneficiaban principalmente a los sectores del comercio y la industria. Si bien
el gobierno buscó eliminar estas deducciones, el impuesto a la renta no logró
representar más del 6% de los ingresos totales del tesoro nacional hacia 1933. De
este modo, en su diseño no logró modificar la estructura regresiva del sistema fiscal
brasileño (Sánchez Román, 2005).
Los casos mencionados dan cuenta de los distintos impactos que la crisis de la primera
posguerra tuvo sobre los sistemas fiscales latinoamericanos. La crisis económica y
social generó nuevos problemas y demandas hacia los estados que debieron asumir
nuevos roles a fin de brindar mayores y mejores respuestas en el plano asistencial,
sanitario y laboral. Asumir nuevos roles implicaba por tanto asignar mayores partidas
presupuestarias. El nuevo contexto estimuló de este modo los debates en torno a los
mecanismos de acumulación de la riqueza y la profundización de las desigualdades,
y el rol regulador de los estados para intervenir sobre ambos aspectos a través de
nuevos y más justos instrumentos fiscales. Sin embargo, si bien en cada caso las
posibilidades y limitaciones de estas reformas comparten algunas características, las
mismas también presentan trayectorias divergentes, presentándose ante todo como
un terreno de fuertes disputas políticas y económicas entre los sectores vinculados a
los capitales nacionales y transnacionales, las distintas organizaciones y expresiones
políticas, y las clases populares.
Respecto de la gran depresión en América Latina, la literatura ha dado cuenta de
la persistencia de distintos proyectos socio-estatales centrados en la cuestión social
durante los años de la crisis, y cómo éstos combinaron políticas redistributivas
con procesos de inclusión democrática. Sin embargo aún resta observar cómo
estos nuevos modelos intervinieron frente a los mecanismos de acumulación de la
riqueza, la renta y el capital global (Drinot y Knight 2016). Estos resultados pueden
ser evaluados desde análisis centrados en la economía o en sus impactos políticos
para configurar sujetos políticos, pero también al respecto de las bases materiales,
institucionales, culturales y de las relaciones socio-estatales que coexistieron en
tensión con el régimen de acumulación capitalista, cuya condición dominante tiene
además una dimensión global.
Por caso, estudios recientes han notado la preocupación que existió en las empresas
transnacionales y en el mismo Departamento de Estado norteamericano por la
influencia socialista y comunista en el Estado Reformado en el Ecuador previo a la
guerra fría, y la intervención que hacía sobre la propiedad de las élites internas y
las empresas de inversión del capital transnacional (Becker 2017; López-Pedreros
y Weinstein 2012). De igual modo, en el debate más reciente se ha discutido si las
incursiones populistas fueron democratizadoras, reguladoras o autoritarias (De La
Torre 2015; Coronel 2020).
5 Entre los proyectos socialistas solo subsistió el de la Unión Soviética dado el quiebre de la social democracia alemana, de la República
española, y el ascenso de los fascismos.
En los cuatro países, la población fue apoyada de alguna forma con un enfoque en
los hogares más pobres y vulnerables aunque a través de diferentes estrategias. En
México, el gobierno se centró en los avances de becas y pensiones, el apoyo rural y
el microcrédito, pero no proporcionó fondos especiales a los trabajadores informales
sin reembolso como sucedió en Ecuador, Argentina y Brasil. No obstante, los
fondos proporcionados por Ecuador fueron bajos y de alcance limitado, resultando
inadecuados en términos de seguridad para las poblaciones afectadas. Por su
parte, tanto los gobiernos de Argentina como de Brasil se buscaron apoyar a los
trabajadores informales, los desempleados, las madres solteras con hijos menores
de edad y las madres menores de edad. En Brasil, el beneficio de emergencia se
abonó mensualmente, mientras en Argentina el mismo se realizó en tres cuotas.
Estos programas de ayuda de emergencia en Brasil y Argentina fueron importantes
para estabilizar la economía y mantener la paz social.
Asimismo, como hemos mencionado, estos esfuerzos financieros y el aumento de
la pobreza y la desigualdad abrieron el debate sobre la necesidad de establecer
sistemas tributarios más progresivos. En esta línea, podemos destacar la iniciativa
desarrollada en el caso de la Argentina a través de la llamada Ley de Aporte
Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas, aprobada en diciembre de 2020.
El nuevo tributo se definió como un aporte solidario extraordinario y único vinculado
al patrimonio de personas físicas y patrimonios indivisos con activos de más de
doscientos millones de pesos argentinos (2.100.000 dólares). La propia ley determinó
para qué se destinarán los ingresos: 20% para la compra y/o fabricación de equipos
médicos, equipos de protección, medicamentos, vacunas y todos los demás bienes
esenciales, 20% para subsidios para PYMES, 20% para becas para estudiantes, 15%
para el Fondo de Integración Socio Urbana de mejora de las condiciones de vivienda
de los residentes de barrios pobres, y 25% para la exploración, desarrollo y extracción
de gas natural. Esta última asignación ha sido criticada por los sindicatos y los
movimientos sociales. Unas 10.000 personas con activos de más de 200 millones de
pesos pagaron el impuesto. El 20% se negó a pagar el impuesto y algunos de ellos
apelaron. De esta manera, el estado recibió $ 2.38 mil millones. En una evaluación
preliminar, podemos decir que se trató de una medida moderada, ya que fue un
gravamen único. Sin embargo, puede evaluarse como exitosa con respecto a la
cantidad recaudada.
Pandemia, confinamiento y restricciones se han extendido en el tiempo con incremento
de consecuencias negativas, magnificando los históricos problemas estructurales:
desigualdad, limitaciones fiscales, alta informalidad, fragmentación de los sistemas
de salud y de la protección social. La caída del PIB es la más grande en 120 años y es
muy clara la movilidad descendente. CEPAL, por su parte, sostiene la necesidad de
mantener un ingreso básico de emergencia para los sectores más golpeados por la
pandemia, que necesita fuentes de financiamiento que podrían conseguirse a partir
de una reforma tributaria con más justicia y menos regresividad.
Reflexiones finales
A partir de nuestro ensayo hemos buscado reflexionar sobre la base de la investigación
histórica acerca de las experiencias ofrecidas por la crisis de entreguerras en América
Latina sobre el fenómeno de la disputa por el poder y la regulación de la riqueza,
trazando un puente hacia los desafíos planteados por la crisis contemporánea
por la pandemia de COVID-19. Con ello pretendemos realizar un aporte para la
reflexión interdisciplinaria desde la historia y la sociología sobre el presente, en
el que la literatura ha observado un nuevo ciclo de tensión entre la capacidad
regulatoria de los estados nacionales frente al poder del capital transnacional y sus
expectativas de acumulación desregulada o privilegiada. En este sentido, respecto
del rol regulador del estado resulta clave observar cómo una reciente y creciente
producción historiográfica ha cuestionado la imagen de los estados latinoamericanos
como meros instrumentos al servicio de una u otra clase social, proponiendo por
Bibliografía
ABOITES, A.L. (2003) Excepciones y privilegios: modernización tributaria y
centralización política 1922-1972. México: El Colegio de México.
BECKER, M. (2017) The FBI in Latin America: the Ecuador files. Durham; London: Duke
University Press.
CARAVACA, J. (2009). Estado, economía y economistas: el caso del impuesto a la renta
en la Argentina, 1890-1932. Tesis de Maestría. FLACSO. Sede Académica Argentina,
1) Introducción
Afirma Juan Bautista Alberdi: “…en América todo lo que no es europeo, es bárbaro;
no hay más división que ésta: primero el indígena, es decir el salvaje; segundo, el
europeo, es decir nosotros” (Alberdi, 1979, pp. 49–56 [1852]). Alberdi no nombra a
los negros. Y muchos más ignoraron la presencia de africanos en el país, aunque en
épocas precoloniales hasta tenían profesiones emblemáticas. El rol de los negros, en
las primeras teorías de la organización política de la incipiente República, no estaba
contemplado ¿Será por eso que se quejaba el negro del poema citado más arriba?
La posición del Estado volvió a hacerse explícita al realizarse el Censo Nacional
de 1895 cuando sus responsables afirmaron: “No tardará en quedar la población
unificada por completo formando una nueva y hermosa raza blanca” (De la Fuente,
1908, p. 48).
Hacia 1822, en la ciudad de Buenos Aires, la proporción de negros era del 16% y la
de mulatos del 9% (Mateo, 2013). En 1887, según datos del censo, la población negra
en la ciudad de Buenos Aires no llegaba al 2% del total (Coria, 1997, p. 24). A partir de
ese momento no será registrada en los censos hasta el nacional de 2010, en el que se
consultaba sobre el origen afroamericano.
La Constitución Nacional de 1853 fomentó la inmigración europea desde el artículo
25 que establecía: “El Gobierno federal fomentará la inmigración europea”. Esta
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Las tareas rurales son en promedio el 61,6% para los tres partidos, siguiéndole
los artesanos con un 18%, los comerciantes con un 8%, los empleados con un 6%.
Estas actividades suman el 93,6%. Las otras profesiones declaradas son las tareas
domésticas, las relacionadas al transporte, los artistas y las profesiones “liberales”
médicos y procuradores.
¿Vá á la escuela?
En promedio para los tres partidos el 51,3% de los inmigrantes entre 5 y 14 años iban
a la escuela. En Gral. Alvarado iba a la escuela el 43% de las personas entre 5 y 14
años; en Necochea el 51% y en Lobería el 60%.
Gráfico 3 Pirámides de edades en valores absolutos de nativos en Necochea, Gral. Alvarado y Loberia en
1895.
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Comerciantes
domesticas
Empleados
Transporte
Artesanos
Origen
Tareas
Otros
Argentinos 78 9 2 7 1 1 2
Extranjeros 63 18 8 6 3 1 1
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Alfabetización
Con respecto a la alfabetización se ve que, para los extranjeros, en Gral. Alvarado los
que sabían leer y escribir eran el 81%, en Necochea el 68% y en Lobería 71%.
Entre los argentinos en Gral Alvarado el 45% sabía leer y escribir, en Lobería el 45%
y en Necochea el 43%.
Tabla 3 promedio para los tres partidos en porcentajes desde 14 años
¿Va a la escuela?
Tabla 4 Personas entre 5 y 14 años promedio para los tres partidos en porcentajes
Extranjeros 51,3
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
El estado civil
Entre los inmigrantes desde de 14 años en Gral Alvarado había 61% de casados,
39% de solteros ; en Necochea 62% de casados, 38% de solteros y en Lobería 58% de
casados 42% de solteros.
Para los argentinos desde14 años, en Gral. Alvarado había 43% de casados, 57% de
solteros; en Necochea 43% de casados, 57% de solteros; mientras que en Lobería 44%
de casados, 56% de solteros.
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Si discriminamos los sexos, entre las mujeres extranjeras desde 14 años, para
Necochea 82% casadas y 18 % solteras; Gral Alvarado 88% casadas, 12% solteras, y
en Lobería también 88 % casadas y 12 solteras. En promedio para los tres partidos:
casadas 86% y solteras 14%.
Entre los varones para Necochea 53% estaban casados y 47% solteros; Gral. Alvarado
50% casados, 50% solteros y para Lobería 47% casados y 53% de solteros. En promedio
para los tres partidos: casados 50 % solteros 50%
Entre los argentinos se ve que en Necochea el 53% de las mujeres estaban casadas y
el 47% solteras; en Gral. Alvarado el 50% casadas y 50% solteras y en Lobería el 58%
estaba casada y el 42% solteras. En promedio para los tres partidos: casados 53,7%
y solteros 46,3%
Y entre los varones para Necochea el 35% casados y 65% solteros ; en Gral. Alvarado
Origen
Sexo Casados Solteros
Mujeres 58 42
Argentinos
Varones 34,7 65,3
Mujeres 88 12
Extranjeros
Varones 50 50
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Sexo
Entre los inmigrantes en Necochea había un 68% varones y 32% de mujeres,en
Gral. Alvarado 72% varones 28% de mujeres; y en Lobería 77% de varones y 23% de
mujeres.
En cambio entre los argentinos había en Necochea 53% de varones y 47% de mujeres,
en Lobería 55% de varones y 45% de mujeres; y en Gral. Alvarado 52% varones, 48%
mujeres.
Tabla 6 Promedio para los tres partidos en porcentajes
Origen Varones Mujeres
Argentinos 53,3 47,7
Extranjeros 72,3 27,7
Fuente: Elaboración propia con datos de las cédulas censales del Segundo Censo Nacional.
Bibliografía
Alberdi, J. B. (1979). Bases: y puntos de partida para la organización política de la
República Argentina. Centro Editor de América Latina.
Cardoso, C. F. S., & Pérez Brignoli, H. (1986). Los métodos de la historia. Crítica.
Coria, J. C. (1997). Pasado y presente de los negros en Buenos Aires. Editorial J.A. Roca.
Daumard, A. (1963). Une référence pour l’étude des sociétés urbaines en France aux
XVIIIe et XIXe siècles. Projet de code socio-professionnel. Revue d’histoire Moderne et
Contemporaine (1954-), 10(3), 185–210.
De la Fuente, D. (1908). Segundo censo de la República Argentina. Taller tipográfico de
la Penitenciaría Nacional.
INDEC. (2010). Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010: total del país,
resultados provisionales. Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Mateo, J. (2013). La sociedad: población, estructura social y migraciones. In M. Ternavasio
(Ed.), Historia de la provincia de Buenos Aires. Tomo 3 De la organización provincial a
la federalización de Buenos Aires : 1821-1880 (pp. 73–116). Unipe/Edhasa.
Sánchez Alonso, B. (2004). La inmigración española en Argentina, 1880-1914; capital
humano y familia. In C. E. Lida & J. A. Piqueras (Eds.), Impulsos e Inercias delCambio
Económico. Ensayos en Honor a Nicolás Sánchez-Albornoz (pp. 197–230). Fundación
Instituto de Historia Socia
incorporados a los ejércitos y los conflictos entre amos y Estado por esa fuerza de
trabajo. En un segundo momento, en este capítulo se traza la biografía colectiva de un
grupo de africanos y afrodescendientes para conocer la dinámica de la participación
armada y, por el otro, iluminar las formas de construcción de redes y de pertenencias
durante esas experiencias y luego de ellas. En este sentido, la autora cambia la
escala de análisis para rescatar el rol que tuvieron las solidaridades diaspóricas en
las estrategias de asimilación y movilidad social.
El capítulo 6 estudia la dimensión racial de la ciudadanía rioplatense para comprender
de qué manera incidió ser africano, afrodescendiente y liberto en las posibilidades de
obtener la emancipación y acceder a la ciudadanía plena. Se analizan las prácticas de
resistencia a las políticas de exclusión protagonizados por pardos y morenos.
El capítulo 7, último de la obra, presenta la historia intelectual del abolicionismo
letrado local. Se analizan discursos que revelan el profundo conocimiento por parte
de la elite intelectual del debate atlántico sobre el fin de la esclavitud y ofrecen
una reflexión situada sobre la condición de los africanos y las leyes rioplatenses.
El capítulo concluye con el análisis de los debates y propuestas que circularon en
la Asamblea Constituyente de 1853, donde se prohibió definitivamente la institución
esclavista. De este análisis, Candioti sostiene que el proceso de abolición en Argentina
fue “silencioso”, al declararse sin debates ni celebraciones públicas.
De esta manera, el libro “Una historia de la emancipación negra. Esclavitud y
abolición en la Argentina” explora las múltiples dimensiones que asumió el proceso
gradual de abolición de la esclavitud en el Río de la Plata, a partir de un enfoque que
revela cómo fue la lógica de este proceso al explorar, indagar y deducir lo que significó
para las élites y para los esclavizados el “tiempo de los libertos”. Así, Candioti ofrece
un interesante aporte historiográfico que invita a reflexionar sobre la presencia negra
en la historia argentina y comprender cómo se produjo la invisibilización mientras se
construía la nación.
Todo amante de la historia se ha encontrado alguna vez con algún artículo, libro
o documental que hable de la Revolución Rusa. Este proceso histórico siempre
ha tenido un papel estelar en los debates de los historiadores, y en las charlas de
quienes aman esta disciplina, y no han sido pocos los autores que se han esforzado
en entender, pregonar, o condenar, a este cambio radical consolidado en 1917. No
obstante, pocos han podido esbozar en un libro conceptos que son sólidos a nivel
académico, y amigables para un público general que busca conocer qué llevó a la
revolución de octubre, y es por ello que les propongo abordar La venganza de los
siervos. Rusia en 1917 de Julián Casanova.
Casanova es, para quienes aún no lo conocen, un historiador español muy reconocido,
que ha tratado distintas problemáticas de la España franquista (1992) 2011). Más
recientemente, se sumergió en el periodo de las dos guerras mundiales en Europa
(2011), y la Revolución Rusa en el libro que proponemos leer en esta reseña.
Antes de iniciar la lectura de La venganza de los siervos. Rusia en 1917 es necesario
tener en cuenta algunos conceptos que el autor irá desarrollando. En primer lugar,
uno de los aportes más considerables que hace Casanova en su publicación, es la idea
de que, con el fin de la URSS, surgió una nueva corriente historiográfica dispuesta a
de este evento histórico que ha marcado de manera intrínseca a la historia del siglo XX,
y nuestra actualidad.
Trabajos Citados
Casanova, J. (1992). El pasado oculto. Fascismo y violencia en Aragón, 1936-1939. Madrid:
Siglo XXI.
Casanova, J. (2011). Europa contra Europa,1914-1945. Barcelona: Editorial Crítica.
Casanova, J. (2017). La venganza de los serivos. Rusia 1917. Barcelona, Crítica.
Este libro reúne una serie de trabajos de investigación social y antropológica en torno
de procesos de conservación de la naturaleza, en los cuales se analizan prácticas
y representaciones de las relaciones humano ambientales que tales procesos
configuran. Se aborda, de manera detallada y desde diversos enfoques, la producción
social del territorio que se asienta a través de la configuración de áreas de conservación
considerando las relaciones de poder inscritas y las formas de reapropiación social de
la naturaleza (Escobar, 1999). Nuestra propuesta no es presentar cada uno de los ocho
capítulos que componen a Islas de naturaleza ya que dicha labor podrá encontrarse
en la Introducción del libro bajo el subtítulo “Los trabajos de este volumen” (p. 36).
Más bien lo que nos convoca en esta oportunidad, es bosquejar las problemáticas más
relevantes que aborda el libro considerando conceptualizaciones teóricas generales a
fin de que el potencial lector del libro pueda orientarse en el tema preliminarmente
antes de iniciar la lectura.
Vale comentar que los contextos etnográficos de los análisis compendiados en Ferrero
(2019) dan muestra de una variedad de localizaciones con distintas problemáticas
socio territoriales que atañen a varios países de América Central y del Sur, Europa
y África. Entre ellas podemos encontrar trabajos en torno de: las Comarcas del
Alto Pirineo de Cataluña, en la vertiente meridional del Pirineo Central (Capítulo
1); tres Áreas Protegidas de Ecuador y España: el Parque Nacional de Machalilla,
el Parque Nacional Galápagos y Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Capítulo 2); el
Parque Nacional Chapada Diamantina ubicado en la región Centro-Oeste del Estado
de Bahía en Brasil (Capítulo 3); El Parque Nacional Lanin y el Parque Nacional
Nahuel Huapi de Argentina (Capítulo 4); el Parque Nacional Korup, en el sudoeste de
Camerún (Capítulo 5); las Áreas Protegidas de Paso Centurión y Sierra de Ríos, en el
Departamento de Cerro Largo como partes del Sistema Nacional de Áreas Protegidas
de Uruguay (Capítulo 6); El Parque Nacional Islas de Santa Fe, Argentina (Capítulo 7)
y diferentes Áreas Naturales Protegidas de Argentina y México (Capítulo 8).
A partir de los casos de estudio, interpretamos que dos objetos fundamentales
del libro se presentan como las “dos caras de un mismo papel”. Dos objetos que se
implican mutuamente y son: en el anverso, la identificación y el análisis de formas
sociales de construir ‘la naturaleza’ en diferentes territorios por parte de actores
materialmente capaces de modificar las relaciones cosmológicas preexistentes. Y en
su reverso, el impacto social significativo como contraparte de un proceso simbólico y
material que conduce a su resignificación por parte de las poblaciones locales. En tal
sentido, un fundamento transversal que justifica la utilidad social de los análisis podrá
vincularse a que las Áreas Protegidas, en gran proporción, orientan sus esfuerzos
hacia el tratamiento de los problemas sociales que se configuran en relación con las
poblaciones locales más que en torno de la conservación de esa naturaleza que han
promovido. Incluso tales áreas de conservación pueden presentarse como respuestas
institucionales y estatales a conflictos socioambientales de usos y representaciones
del territorio, como lo evidencian Ferrero y Arach (2019) en el Capítulo 7 del libro.
Desde este punto de vista, los conflictos sociales no son una externalidad de las
Áreas Protegidas sino un aspecto aparentemente secundario hacia el cual, en
definitiva, se terminan destinando los mayores esfuerzos por parte de las gestiones
conservacionistas.
Por ello, el compendio aquí reunido, que va desde la propuesta de un análisis
fenomenológico (Cortez Vázquez, 2019) y escalar (Nardi y Mahmoud, 2019) hasta
enfoques etnográficos (Trentino, 2019), antropológicos (Ferrero y Arach, 2019) y
procesuales (Gómez Elías, 2019) con diversas metodologías de abordaje, se focaliza
en el análisis de experiencias de manejo territorial por parte de modelos globales
de conservación. En tales análisis se profundiza, desde la óptica que pueda proveer
la Etnografía y la Antropología Social, la Antropología de la Conservación, la
Fenomenología, la Geografía Humana y otras disciplinas científicas y sociales, en el
análisis de documentos institucionales, testimonios etnográficos tanto individuales
como colectivos y relatos orales, en función de reconstruir e interpretar los procesos
históricos sociales en los territorios considerados. Los casos abordados se articulan
en esta compilación en función de examinar las tensiones entre la implementación
Así, Islas de naturaleza, nos convoca a cuestionar los modos en que ha sido forjada la
naturaleza en contraposición al ser humano. Los cuestionamientos fundamentales del
libro se vinculan al hecho de que las Áreas Protegidas “…se han ido construyendo de
manera aislada frente a lo que sucede a su alrededor” (Ferrero, Prol y Arelovich, 20211).
La crítica se relaciona de forma general con la consideración de que tal aislacionismo
emerge como característica inmanente en la conservación de la naturaleza.
A pesar de ello, las Áreas Protegidas están fuertemente vinculadas a las sociedades
contiguas y a través de ellas se erigen modelos de territorio que, en definitiva,
responden a imaginarios atravesados por la escisión ontológica entre la cultura y la
naturaleza que manifestamos más arriba. Entonces al binomio Naturaleza / Cultura se
le intercala el de preservación de la naturaleza / existencia de poblaciones humanas,
como desafío contemporáneo de los proyectos ambientales actuales (Alcantara
Guanaes, 2019).
De este modo, podemos inferir que los análisis compendiados en Islas de naturaleza
responden a investigaciones de carácter situado. Es decir que nos encontramos con
desarrollos teórico metodológicos que han tensionado perspectivas teóricas críticas
actuales con datos empíricos, históricos y documentales mediante metodologías de
abordaje precisas para cada caso de estudio. El lector, experto o no, podrá hacerse
con esta lectura, de un recorrido pormenorizado de los debates contemporáneos en
torno a la conservación del territorio, a la gestión de Áreas Protegidas (desde un
punto de vista crítico) y a la des-naturalización de formas societales de organizar la
experiencia humana y los territorios sedimentadas por la historia y el lenguaje.
Bibliografía
Descola, P. (2012) “Más allá de naturaleza y cultura”. 1° Ed. Editorial Amorrortu, Buenos
Aires, Argentina.
Ferrero, B. Comp. (2019) “Islas de naturaleza: perspectivas antropológicas sobre las
políticas de conservación”. 1ª Ed. Editorial UNRaf, Rafaela, Argentina.
Escobar, A. (1999) “El final del Salvaje: naturaleza, cultura y política en la Antropología
Contemporánea”, CEREC, Bogotá, Colombia.
Latour, B. (2001) “La esperanza de Pandora. Ensayo sobre la Realidad en los Estudios de la
Ciencia”. 1° Ed. Gedisa, Barcelona, España.
1 Apuntes de la presentación del libro en el espacio de Comunicación Ambiental gestionado por Sergio Rinaldi en el Centro Cultural
Roberto Fontanarrosa, 29/11/2021 en Rosario, Argentina)
La revista Ejes de Economía y Sociedad se propone como una revista que ofrece artículos originales
en el campo de las Ciencias Económicas y Sociales y la producción de información. Su periodicidad
es semestral. Tiene como propósito aportar al debate y la circulación de la producción académica
en esas áreas del conocimiento, especialmente en Argentina y priorizando los estudios regionales.
Se orienta a la promoción de la producción científica y académica inédita en el ámbito contable,
administrativo, jurídico, matemático, estadístico, económico y humanístico de la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos, así como de autores externos.
La Revista publica artículos en español, portugués e inglés.
El primer fascículo del año comprende el período entre enero y junio. Para este número se reciben
artículos hasta el 31 de julio del año anterior a la publicación. El segundo fascículo corresponde al
período entre julio y diciembre. Para este número se reciben artículos hasta el 31 de enero del año de
la publicación.
Tanto las reseñas, los ensayos bibliográficos, como los artículos de investigación puestos a
consideración de la revista, deben contar con las siguientes normas para su presentación:
Arial, 12 puntos, interlineado sencillo, hoja tamaño A4. Se debe enviar una versión del texto en formato
de Word para Windows. Los escritos deben ser enviados vía correo electrónico a: revistaejes@fceco.
uner.edu.ar.
Los artículos deben tener una extensión máxima de 60.000 caracteres con espacios (20 a 25 páginas),
incluyendo las notas a pie de página y la bibliografía al final del texto. Se debe agregar al comienzo un
resumen en español y en inglés de una extensión máxima de 800 caracteres con espacios (10 líneas),
además debe incluirse las palabras claves y el título en inglés y en español.
Las reseñas tendrán una extensión máxima aproximada de 12.000 caracteres (4 páginas).
La revista EJES de Economía y Sociedad (EjES) sigue las normas de citación de la APA 6 (American
Psychological Association 6ta, edición), puede consultarlas aquí: http://normasapa.net/2017-
edicion-6/.
Para la publicación de reseñas de libros, se aceptan si el texto reseñado fue publicado máximo 5 años
antes de la convocatoria y debe tratarse sobre temas relacionados con la especialidad de la revista.
Existiendo la posibilidad de comunicarse con el autor del libro reseñado, se le invita para que haga
una respuesta o replica, no mayor a 2 o 3 páginas, esto para generar canales de discusión dentro de
la revista.
Se recomienda eliminar los metadatos de autoría y la autocita para preservar el anonimato del autor
dado que la publicación utiliza el régimen de evaluación “doble ciego” (blind peer review).