Notas Ecuaciones Funcionales

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Seminario de problemas.

Curso 2018 -19


Problemas sobre ecuaciones funcionales
José Luis Arregui Casaus

Estas notas pretenden ser un complemento a las que escribió Manuel Bello para las sesiones
del curso 2017–18. Como ejemplos, resolveremos los problemas propuestos en la hoja previa
a la hoja 10 del presente curso.

Una ecuación funcional expresa una propiedad que cumplen los valores de una función
en algunos (tal vez todos) de los puntos de su dominio, y la relación puede involucrar
a otras funciones, operando o componiendo. El problema más habitual consiste en hallar
todas las funciones que satisfacen dicha propiedad, las soluciones de la ecuación. En alguna
ocasión el problema puede ser otro, tal vez simplemente encontrar una solución. Observación
importante: no es lo mismo la solución del problema (la respuesta adecuada a lo que se
pregunta) que las soluciones de la ecuación que sale en el problema.

Estrategia general #1. En muchos casos es fácil adivinar una solución, especialmente si
existe entre las más sencillas de alguna clase de funciones que conocemos bien, por ejemplo
los polinomios. Esta solución podrı́a ser la única o podrı́a servir para llevarnos a todas las
soluciones (o no, lo que pasa muchas veces en las que f = 0 es una solución).

Estrategia general #2. Posiblemente la función que resulta al transformar de cierta ma-
nera una solución, o al combinar varias soluciones, es una función que cumple otra ecuación,
que o bien es más sencilla que la dada o bien ya la hemos tratado. Esto es útil si el conocer
cómo ha de ser esta función nos permite deducir cómo ha de ser la que buscamos.

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Ejemplo: Se trata de hallar todos los polinomios que cumplen que

p(x + 1) = p(x) + 2x + 1

para todo x ∈ R.
Solución: Una solución es, claramente, q(x) = x2 . Notemos que, si p y q son dos soluciones,
entonces la función f = p − q cumplirá que, para todo x, f (x + 1) − f (x) = 0. Es decir, f es
periódica de perı́odo 1, f (x + 1) = f (x). Pero f es un polinomio, luego debe ser constante:
f (x) − f (0) es otro polinomio que se anula en 0, 1, 2, 3, . . . luego f (x) − f (0) es el polinomio
nulo (todo polinomio no nulo tiene un número finito de raı́ces), ası́ que f (x) es igual a f (0)
en todos sus puntos.

1
Por tanto, si p es una solución entonces debe ser p(x)−x2 = c, constante. Y comprobamos
que, en efecto, x2 + c cumple la ecuación, para cualquier c. Hemos encontrado todas las
soluciones:
p(x) = x2 + c (c ∈ R) .
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Estrategia general #3. Cuando damos valores destacados a las variables de la ecuación
(x, y, z, n, m, k . . . ) obtenemos nuevas condiciones que han de cumplir las soluciones. En la
mayorı́a de los casos, los mismos términos que aparecen en la ecuación son los que nos
sugieren qué valores probar. No tienen necesariamente que ser valores concretos, pueden ser
expresiones que dependen de las variables, si con eso obtenemos otras ecuaciones en las que
salgan términos que en la ecuación inicial aparecen en otro lado.

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Ejemplo: Buscamos las funciones tales que, para cada x real en su dominio,

x f (x) + 2x f (−x) = −1 .

Solución: Si x = 0 el término de la izquierda se anula y el de la derecha no, por lo


que cualquier solución f debe dejar a 0 fuera de su dominio. Además, la condición dice
implı́citamente que el dominio es simétrico (x es del dominio si y solo si lo es −x). Buscamos
soluciones en R \ {0}.
En este caso, que la expresión involucre al valor de f en cualquier x y en su opuesto
sugiere investigar qué pasa si aplicamos la condición a −x. Resulta la ecuación

−x f (−x) − 2x f (x) = −1 ,

es decir
−2x f (−x) − 4x f (x) = −2 ,
y sumando esta ecuación y la inicial obtenemos

−3x f (x) = −3 ,

con lo que necesariamente f (x) = 1/x para cada x no nulo. Recı́procamente, es directo ver
que esta función es una solución, y es la única.

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Ejemplo: Se trata de hallar todas las funciones f : R → R que cumplen, para todos x e y,
que
x f (y) + y f (x) = (x + y) f (x) f (y) .

2
Solución: Una solución es f = 0. Buscaremos más. Si y = 0 la ecuación nos dice que, para
cualquier x, x f (0) = x f (x) f (0). Es decir, para todo x

x f (0)(1 − f (x)) = 0 .

Concluimos que, si f (0) 6= 0, entonces f (x) = 1 en todo x 6= 0. Esto ya nos permite encontrar
muchas soluciones: elijamos cualquier a ∈ R, fijemos f (0) = a y f = 1 en R \ {0}. Se ve
directamente que la función f definida ası́ es una solución.
Notemos que si x + y = 0 entonces el término de la derecha es nulo. Tomamos cualquier
x y elegimos y = −x, y obtenemos

x (f (−x) − f (x)) = 0 ,

luego en todo punto f (−x) = f (x), f es una función par. Está bien saberlo, pero no lo
vamos a usar.
Es mejor que elijamos y = x, ya que entonces la ecuación dice que

2x f (x) = 2x f (x)2 ,

luego para todo x


2x f (x)(1 − f (x)) = 0 ,
por lo que f (x), si x 6= 0, solo puede tomar los valores 0 y 1. Puede parecer que habrá
muchas formas de elegirlos para definir más soluciones de la ecuación, pero en realidad no
hay más soluciones que las ya mencionadas: si f (x) = 0 y f (y) 6= 0, la ecuación nos da
directamente que x = 0.

****
Ejemplo: Se piden todas las soluciones f : R → R de

f (x) f (y) = f (x − y) .

Solución: Dos soluciones obvias son las constantes f = 0 y f = 1. Vamos a ver que no hay
más soluciones:
Si x = y = 0 la ecuación dice que f (0)2 = f (0), ası́ que o bien f (0) = 0 o bien f (0) = 1.
Pero si x es no nulo y hacemos y = x vemos que f (x)2 = f (0). Por tanto, si f (0) = 0 la
única solución es f = 0. Supondremos en adelante que f (0) = 1, y entonces f (x)2 = 1 para
todo x. Si vemos que f ≥ 0, se sigue que f = 1.
Para ello, observamos primero que f es par: la ecuación, si x = 0, dice que f (y) = f (−y).
Entonces, dado t, tomamos x = t/2 e y = −t/2 y obtenemos que f (t/2)2 = f (t), luego en
efecto f (t) ≥ 0.

****

3
Ejemplo: Queremos hallar todas las funciones f : R → R tales que
 1 
f (x) + f = x si 0 6= x 6= 1 .
1−x
Solución: De forma similar a un ejemplo anterior, veamos qué obtenemos si cambiamos x
por g(x) = 1/(1 − x): la ecuación inicial es

f (x) + f (g(x)) = x ,

y obtenemos que
f (g(x)) + f (g(g(x))) = g(x) .
Con el mismo cambio,
f (g(g(x))) + f (g(g(g(x)))) = g(g(x))
(debemos notar que, si 0 6= x 6= 1, entonces 0 6= g(x) 6= 1).

1 1−x 1
Resulta que g(g(x)) = 1 = = 1 − , y g(g(g(x))) = x.
1 − 1−x −x x
Por tanto, la tercera ecuación es

f (g(g(x))) + f (x) = g(g(x)) .

Le restamos la segunda, y sale que

f (x) − f (g(x)) = g(g(x)) − g(x) .

Sumamos esta ecuación y la inicial, y concluimos que

2 f (x) = x + g(g(x)) − g(x) ,

ası́ que necesariamente


1
f (x) = (x + g(g(x)) − g(x))
2
1 1 1 
= x+1− − si 0 6= x 6= 1 .
2 x 1−x
Recı́procamente, si f es ası́ en los valores distintos de 0 y 1 y tomamos f (0) y f (1) como
queramos, esta función f cumple la ecuación: si x no es ni 0 ni 1
1  1 
f (x) + f (g(x)) = x + g(g(x) − g(x)) + g(x) + x − g(g(x)
2 2
1
= (x + x) = x .
2

****

4
En el siguiente ejemplo se trata una de las llamadas ecuaciones funcionales de Cauchy,

f (x + y) = f (x) + f (y) .

Las otras ecuaciones ası́ llamadas son f (x + y) = f (x)f (y), f (xy) = f (x) + f (y) y
f (xy) = f (x)f (y). Todas ellas tienen soluciones muy conocidas y muy importantes.

****
Ejemplo: Si f (x + y) = f (x) + f (y) para todos x e y, y f (1) = a, se pide determinar f (x)
para todo x ∈ Q.
Solución: Primero, vemos por inducción que, para cualesquiera x y n ∈ N, f (nx) = nf (x).
En particular, tomando n = 2 y x = 0 deducimos que f (0) = 0.
Ahora tomamos y = −x en la ecuación, y deducimos que f es una función impar, es
decir f (−x) = −f (x).
Por tanto, f (nx) = nf (x) para todo x y cualquier n ∈ Z.
1
Dados x cualquiera y n ∈ N, f (x) = f (n x) = nf (x/n)), ası́ que f (x/n) = f (x)/n.
n
Por último, si además m ∈ Z tenemos que

f (m/n)x = mf (x/n) = (m/n)f (x) .

Tomamos x = 1, y concluimos que


m m
f = a.
n n
es decir, f (x) = a x para todo x ∈ Q.

****
Si f está definida en R y es una solución de la ecuación de Cauchy anterior, ¿podremos
demostrar que f (x) = ax para todo x real? En realidad no, pero es muy complicado dar
ejemplos que lo demuestran. Lo que vemos a continuación es la prueba de que dichos ejem-
plos deben ser muy muy extraños (de hecho algunos autores los llaman monsters). Los
primeros que se expresaron explı́citamente fueron dados por Hamel en 1905, a partir de
ciertos conjuntos que por esa razón se llaman bases de Hamel.
Proposición. Sea f : R → R tal que f (x + y) = f (x) + f (y) para todos x, y y tal que en
cierto intervalo [α, β], con α < β, f está inferiormente acotada. Entonces, si a = f (1) resulta
que
f (x) = ax para todo x ∈ R .

5
Demostración: Sea c una cota inferior de f en [α, β]. Es decir, c ≤ f (x) para todo x ∈ [α, β].
Veamos entonces que c0 = c − f (α) es cota inferior de f en [0, δ], donde δ = β − α: si
0 ≤ x ≤ δ entonces α ≤ x + α ≤ β, luego c ≤ f (x + α) = f (x) + f (α), y c − f (α) ≤ f (x).
Notemos que c0 ≤ 0.
Para cualquier k, la función g(x) = f (x) − kx cumple también la ecuación de Cauchy.
Tomaremos k = f (δ)/δ, y entonces g(δ) = 0, por lo que g tiene periodo δ: g(x + δ) =
g(x) + g(δ) = g(x). Como g está acotada inferiormente en [0, δ], porque en dicho intervalo
g(x) ≥ c0 − |k|δ, se sigue que g está acotada inferiormente en R. Pero si fuera g(t) 6= 0 en
algún punto t ∈ (0, δ), tomando n natural lo bastante grande tendrı́amos que o bien g(nt),
igual a ng(t), o bien g(−nt), igual a −ng(t), son arbitrariamente pequeños, en contradicción
con lo anterior. En definitiva g = 0, ası́ que f (x) = kx (y k = f (1) = a) para todo x ∈ R. 

Observemos que, en particular, la continuidad en un punto asegura la acotación en un


entorno de ese punto, luego las soluciones extrañas a las que nos referimos deben ser discon-
tinuas en todos los puntos de R.

****

Ejemplo: Sea a fijo, y sea f : R → R tal que f (x + y) = f (x) + f (y) − a para todos x e y.
¿Cuánto vale f (x) para cada x ∈ Q?

Solución: Sea g(x) = f (x) − a. Entonces

g(x + y) = f (x + y) − a = f (x) + f (y) − 2a = f (x) − a + f (y) − a = g(x) + g(y) ,

luego g cumple la ecuación de Cauchy que hemos tratado, y para todo x ∈ Q sabemos que
g(x) = g(1)x = (f (1) − a)x, ası́ que

f (x) = a + (f (1) − a)x .

****
Ejemplo: Se pide el valor para cada x ∈ Q de tres funciones f, g, h si sabemos que, para
todos x e y,
f (x + y) = g(x) + h(y) .

Solución: Llamemos α = g(0) y β = h(0). Si x = 0 resulta que f (y) = h(y) + α, y si y = 0


obtenemos que f (x) = g(x) + β. Por tanto

f (x + y) = f (x) − β + f (y) − α = f (x) + f (y) − (α + β) .

6
Por el ejemplo anterior concluimos que, para todo x ∈ Q,

f (x) = α + β + f (1) − α − β x , g(x) = f (x) − β, y h(x) = f (x) − α .

****
Las técnicas inductivas son mucho más frecuentes en los problemas donde las funciones
tienen como dominios N, N ∪ {0} o, en general, un subconjunto de Z. El último problema
propuesto en la hoja previa es de esta clase (aparece también en las notas del curso pasado,
con una solución distinta):

****
Ejemplo: Supongamos que f : N → N cumple que

f (n + 1) > f (f (n)) para todo n .

Hay que probar que, entonces, f (n) = n para todo n. (IMO 1977)
Solución: El conjunto de imágenes de f tiene un mı́nimo, como todos los subconjuntos no
vacı́os de N. La ecuación nos dice que dicho mı́nimo es necesariamente f (1), y que f (n) >
f (1) ≥ 1 para cada n > 1. Razonando de la misma manera, el mı́nimo de {f (2), f (3), . . . }
es f (2), y f (n) > f (2) ≥ 2 para todo n > 2. Supongamos que hemos probado que f (1) <
f (2) < f (3) < · · · < f (n) y que f (k) > f (n) ≥ n para todo k > n. Entonces el mı́nimo de
{f (n + 1), f (n + 2), . . . } es f (n + 1), y f (k) > f (n + 1) ≥ n + 1 para todo k > n + 1. Hemos
probado, por inducción, que
f (1) < f (2) < f (3) < · · ·
(es decir, f es una función creciente) y que f (n) ≥ n para todo n.
Supongamos que f (k) > k. Entonces f (k) ≥ k + 1, y como f es creciente f (f (k)) ≥
f (k + 1), en contradicción con la ecuación que cumple f .
Por tanto, f (n) = n para todo n.

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