Imprimir Competencia
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CAPÍTULO I
DE LOS CONFLICTOS DE JURISDICCIÓN
Artículo 38
1. Los conflictos de jurisdicción entre los Juzgados o Tribunales y la
Administración serán resueltos por un órgano colegiado constituido por el
Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por cinco vocales, de los
que dos serán Magistrados de la Sala de lo Contencioso-administrativo del
Tribunal Supremo, designados por el Pleno del Consejo General del Poder
Judicial, y los otros tres serán Consejeros Permanentes de Estado, actuando
como Secretario el de Gobierno del Tribunal Supremo.
2. El Presidente tendrá siempre voto de calidad en caso de empate.
Artículo 39
1. Los conflictos de jurisdicción entre los Juzgados o Tribunales de cualquier
orden jurisdiccional de la jurisdicción ordinaria y los órganos judiciales
militares, serán resueltos por la Sala de Conflictos de Jurisdicción,
compuesta por el Presidente del Tribunal Supremo, que la presidirá, dos
Magistrados de la Sala del Tribunal Supremo del orden jurisdiccional en
conflicto y dos Magistrados de la Sala de lo Militar, todos ellos designados
por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial. Actuará como
Secretario de esta Sala el de Gobierno del Tribunal Supremo.
Número 1 del artículo 39 redactado por L.O. 4/1987, 15 julio («B.O.E.» 18
julio), de la competencia y organización de la Jurisdicción Militar.
2. El Presidente tendrá siempre voto de calidad en caso de empate.
Artículo 40
Anualmente se renovarán los componentes de los órganos colegiados
decisorios previstos en los dos artículos anteriores.
Artículo 41
El planteamiento, tramitación y decisión de los conflictos de jurisdicción se
ajustará a lo dispuesto en la Ley.
CAPÍTULO II
DE LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIA
Artículo 42
Los conflictos de competencia que puedan producirse entre Juzgados o
Tribunales de distinto orden jurisdiccional, integrados en el Poder Judicial, se
resolverán por una Sala especial del Tribunal Supremo, presidida por el
Presidente y compuesta por dos Magistrados, uno por cada orden
jurisdiccional en conflicto, que serán designados anualmente por la Sala de
Gobierno. Actuará como Secretario de esta Sala especial el de Gobierno del
Tribunal Supremo.
Artículo 43
Los conflictos de competencia, tanto positivos como negativos, podrán ser
promovidos de oficio o a instancia de parte o del Ministerio Fiscal, mientras
el proceso no haya concluido por sentencia firme, salvo que el conflicto se
refiera a la ejecución del fallo.
Artículo 44
El orden jurisdiccional penal es siempre preferente. Ningún Juez o Tribunal
podrá plantear conflicto de competencia a los órganos de dicho orden
jurisdiccional.
Artículo 45
Suscitado el conflicto de competencia en escrito razonado, en el que se
expresarán los preceptos legales en que se funde, el Juez o Tribunal, oídas las
partes y el Ministerio Fiscal por plazo común de diez días, decidirá por
medio de auto si procede declinar el conocimiento del asunto o requerir al
órgano jurisdiccional que esté conociendo para que deje de hacerlo.
Artículo 46
1. Al requerimiento de inhibición se acompañará testimonio del auto dictado
por el Juez o Tribunal requirente, de los escritos de las partes y del
Ministerio Fiscal y de los demás particulares que se estimen conducentes
para justificar la competencia de aquél.
2. El requerido, con audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes por plazo
común de diez días, dictará auto resolviendo sobre su competencia.
Artículo 47
1. Si no se accediere al requerimiento, se comunicará así al requirente y se
elevarán por ambos las actuaciones a la Sala de Conflictos, conservando
ambos órganos, en su caso, los testimonios necesarios para cumplir lo
previsto en el apartado 2 del artículo 48.
2. La Sala, oído el Ministerio Fiscal por plazo no superior a diez días, dictará
auto en los diez siguientes, sin que contra él quepa recurso alguno. El auto
que se dicte resolverá definitivamente el conflicto de competencia.
Artículo 48
1. Desde que se dicte el auto declinando la competencia o acordando el
requerimiento, y desde que se tenga conocimiento de éste por el Juez o
Tribunal requerido, se suspenderá el procedimiento en el asunto a que se
refiere aquél.
2. No obstante, la suspensión no alcanzará a las actuaciones preventivas o
preparatorias ni a las cautelares, cualesquiera que sean los órdenes
jurisdiccionales en eventual conflicto, que tengan carácter urgente o
necesario, o que, de no adoptarse, pudieran producir un quebranto irreparable
o de difícil reparación. En su caso, los Jueces o Tribunales adoptarán las
garantías procedentes para asegurar los derechos o intereses de las partes o
de terceros o el interés público.
Artículo 49
Las resoluciones recaídas en la tramitación de los conflictos de competencia
no serán susceptibles de recurso alguno, ordinario o extraordinario.
Artículo 50
1. Contra la resolución firme en que el órgano del orden jurisdiccional
indicado en la resolución a que se refiere el apartado 6 del artículo 9 declare
su falta de jurisdicción en un proceso cuyos sujetos y pretensiones fuesen los
mismos, podrá interponerse en el plazo de diez días recurso por defecto de
jurisdicción.
2. El recurso se interpondrá ante el órgano que dictó la resolución, quien, tras
oír a las partes personadas, si las hubiere, remitirá las actuaciones a la Sala de
Conflictos.
3. La Sala reclamará del Juzgado o Tribunal que declaró en primer lugar su
falta de jurisdicción que le remita las actuaciones y, oído el Ministerio Fiscal
por plazo no superior a diez días, dictará auto dentro de los diez siguientes.
CAPÍTULO III
DE LAS CUESTIONES DE COMPETENCIA
Artículo 51
1. Las cuestiones de competencia entre Juzgados y Tribunales de un mismo
orden jurisdiccional se resolverán por el órgano inmediato superior común,
conforme a las normas establecidas en las leyes procesales.
2. En la resolución en que se declare la falta de competencia se expresará el
órgano que se considere competente.
Artículo 52
No podrán suscitarse cuestiones de competencia entre Jueces y Tribunales
subordinados entre sí. El Juez o Tribunal superior fijará, en todo caso, y sin
ulterior recurso, su propia competencia, oídas las partes y el Ministerio Fiscal
por plazo común de diez días. Acordado lo procedente, recabarán las
actuaciones del Juez o Tribunal inferior o le remitirán las que se hallare
conociendo.
Auto 004/22
INEXISTENCIA DE CONFLICTO DE COMPETENCIA ENTRE
JURISDICCIONES-Incumplimiento del presupuesto subjetivo
(…) la Superintendencia Nacional de Salud (i) desplaza a los jueces
laborales cuando ejerce funciones jurisdiccionales y, para efectos del recurso
contra sus providencias y el trámite de definición de competencia, (ii) se
asimila funcional y no orgánicamente a un juzgado de la jurisdicción
ordinaria, en su especialidad laboral (…)
Referencia: expediente CJU-182
Conflicto de jurisdicciones entre
el Juzgado 30 Laboral del Circuito de
Bogotá D.C. y la Superintendencia
Nacional de Salud
Magistrada ponente:
PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA
Bogotá D. C., diecinueve (19) de enero de dos mil veintidós (2022)
La Sala Plena de la Corte Constitucional, en cumplimiento de sus atribuciones
constitucionales, en particular, la prevista por el numeral 11 del artículo 241
de la Constitución Política, profiere el siguiente
AUTO
I. ANTECEDENTES
1. El 3 de julio de 2019, Sanitas E.P.S. promovió demanda ordinaria
laboral en contra de la Entidad Administradora de los Recursos del Sistema
General de Seguridad Social en Salud (en adelante, ADRES) . Esto, con el
propósito de obtener “el reconocimiento y pago de las sumas de dinero que
fueron asumidas por EPS Sanitas y que están relacionadas con los gastos en
que esta incurrió por razón de la cobertura efectiva de servicios y/o
tecnología”, no incorporados en el Plan de Beneficios en Salud (en adelante,
PBS), “en cumplimiento de autorizaciones emitidas por el entonces Comité
Técnico Científico (CTC) y acciones de tutela”.
2. Sanitas E.P.S. solicitó al despacho judicial que, entre otros, (i) declare
la responsabilidad de la ADRES por la causación de los perjuicios
ocasionados en la modalidad de daño emergente, “con ocasión del rechazo
infundado de trescientos dieciséis (316) recobros, conformados por
trescientos noventa y nueve (399) ítems, cuyo costo asciende a la suma de
ciento treinta y dos millones setecientos veinticuatro mil trescientos catorce
pesos ($ 132,724,314.00)” ; (ii) declare la responsabilidad de la ADRES en la
causación de los perjuicios causados a Sanitas E.P.S., “que ascienden a la
suma indemnización (sic) del 10% por gastos administrativos de recobro:
trece millones doscientos setenta y dos mil cuatrocientos treinta y uno pesos
($13.272.431)” y, por último, (iii) condene a la ADRES al pago de las sumas
presuntamente adeudadas, así como al pago de intereses moratorios.
3. El conocimiento de la demanda le correspondió al Juez 30 Laboral del
Circuito de Bogotá D.C., quien, mediante auto de 24 de julio de 2019, declaró
su falta de jurisdicción para conocer de la demanda y remitió el expediente a
la Superintendencia Nacional de Salud (en adelante, la Supersalud). En su
criterio, la competencia del juez laboral se circunscribe a “las controversias
relativas a la prestación de los servicios de la seguridad social que se
susciten entre los afiliados, beneficiarios o usuarios, los empleadores y las
entidades administradoras o prestadoras”, que no a “las controversias que se
originen entre entidades prestadoras de servicios y entre estas y la ADRES”,
según lo previsto por el artículo 2.2. de Código Procesal del Trabajo y de la
Seguridad Social (en adelante, CPTSS). Por el contrario, resaltó que “la
Superintendencia Nacional de Salud puede conocer y fallar en derecho, con
carácter definitivo y con las facultades propias de un Juez, conflictos
derivados de las devoluciones o glosas a las facturas entre entidades del
Sistema General de Seguridad Social en Salud”, según lo disponen los
artículos 126 de la Ley 1438 de 2011 y 41 de la Ley 1122 de 2007.
4. Por medio de auto A2019-003465 de 24 de octubre de 2019, la
Supersalud rechazó la demanda por falta de competencia y remitió las
diligencias al Consejo Superior de la Judicatura, para que resuelva el conflicto
de jurisdicciones suscitado. Esto, por cuanto la competencia de dicha entidad,
prevista por el artículo 41 de la Ley 1122 de 2007, “es de carácter
concurrente y no privativa, y su conocimiento compete, tanto al juez laboral,
como a la Superintendencia Nacional de Salud, a prevención”. Al respecto,
resaltó que la competencia de la Supersalud se limita, de forma exclusiva y a
petición de parte, a los asuntos jurisdiccionales previstos por los literales a) al
f) del artículo 41 de la Ley 1122 de 2007. Asimismo, reiteró que la
jurisdicción ordinaria, en su especialidad laboral, es competente para conocer
de las controversias relativas a la prestación de los servicios de la seguridad
social, así como de la ejecución de obligaciones emanadas del sistema de
seguridad social integral que no correspondan a otra autoridad, de acuerdo con
lo dispuesto por los artículos 2 y 11 del CPTSS. En esos términos, concluyó
que, debido a la elección del demandante de presentar la demanda ante la
jurisdicción ordinaria, en su especialidad laboral, la Supersalud fue desplazada
del conocimiento de la causa, en los términos dispuestos por el parágrafo
primero del artículo 24 del Código General del Proceso.
5. El 2 de febrero de 2021, la Secretaría Judicial de la Comisión de
Disciplina Judicial dispuso remitir el presente conflicto de competencias a la
Corte Constitucional. Esto, en atención a lo dispuesto por el artículo 14 del
Acto Legislativo 2 de 2015. En sesión de 25 de mayo de 2021 de la Sala Plena
de esta Corte, el expediente de la referencia fue asignado al despacho de la
magistrada sustanciadora.
II. CONSIDERACIONES
1. Competencia
6. La Corte Constitucional no tiene competencia para resolver conflictos
de competencia al interior de una jurisdicción. El artículo 241.11 de la
Constitución Política prevé que la Corte Constitucional es competente
para “dirimir los conflictos de competencia que ocurran entre jurisdicciones”.
Esta disposición no confiere a la Corte facultad alguna para resolver conflictos
de competencia que se susciten entre autoridades judiciales que forman parte
de una misma jurisdicción. Estos conflictos deben ser resueltos al interior de
dichas jurisdicciones, de conformidad con lo previsto por la Ley Estatutaria de
la Administración de Justicia –Ley 270 de 1996–, así como el Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo –Ley 1437
de 2011–, que definen las autoridades judiciales que deben resolver los
conflictos de competencia al interior de la jurisdicción ordinaria y la
jurisdicción de lo contencioso administrativo, respectivamente.
7. Los conflictos de competencia al interior de la jurisdicción
ordinaria. El artículo 18 de la Ley 270 de 1996 dispone que la Corte Suprema
de Justicia y los Tribunales Superiores de Distrito Judicial son competentes
para resolver los conflictos de competencia que se susciten entre autoridades
judiciales que forman parte de la jurisdicción ordinaria. De un lado, el inciso
1º de esta disposición prevé que la Corte Suprema de Justicia es la encargada
de dirimir los conflictos de competencia “que se susciten entre autoridades de
la jurisdicción ordinaria que tengan distinta especialidad jurisdiccional y que
pertenezcan a distintos distritos”. De otro lado, el inciso 2º ibídem dispone
que los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, por conducto de sus salas
mixtas, deben resolver “[l]os conflictos de la misma naturaleza que se
presenten entre autoridades de igual o diferente categoría y pertenecientes al
mismo Distrito”.
8. La controversia sub examine no configura un conflicto de
competencias entre jurisdicciones. La Sala Plena de la Corte Constitucional
carece de competencia para definir el presente conflicto. Esto, por cuanto
advierte que la controversia sub examine no configura un conflicto de
competencias entre distintas jurisdicciones. En efecto, la Sala constata que:
3. Prevenir, remediar, sancionar o denunciar por los medios que este código
consagra, los actos contrarios a la dignidad de la justicia, lealtad, probidad y
buena fe que deben observarse en el proceso, lo mismo que toda tentativa de
fraude procesal.
5. Adoptar las medidas autorizadas en este código para sanear los vicios de
procedimiento o precaverlos, integrar el litisconsorcio necesario e interpretar
la demanda de manera que permita decidir el fondo del asunto. Esta
interpretación debe respetar el derecho de contradicción y el principio de
congruencia.
9. Guardar reserva sobre las decisiones que deban dictarse en los procesos. El
mismo deber rige para los empleados judiciales.
12. Haber dado el juez consejo o concepto fuera de actuación judicial sobre las
cuestiones materia del proceso, o haber intervenido en este como apoderado,
agente del Ministerio Público, perito o testigo.