Tema 2
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Tema 2
Conceptualización,
principios y funciones
de la Orientación
Profesional
Conceptualización, principios y funciones de la Orientación Profesional
Por otro lado, la Formación Profesional nace en 1980 con la Ley 5/1980, de 8 de Octubre,
Básica de Empleo. En esta ley el Instituto Nacional de Empleo se encargó de fomentar
Programas de Formación Profesional Ocupacional gratuitos para las personas que quisieran
insertarse en el mercado laboral, quisieran reconvertirse o especializarse de mayor forma.
Posteriormente entra en marcha el Real Decreto 1618/1990, de 14 de diciembre, por el que
se regula el Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional. En esta Ley se
especifica y se amplía más el ámbito de actuación de la Formación Profesional: ya podemos
distinguir entre Programas de formación compensatoria de jóvenes menores de dieciséis años,
Formación Profesional Ocupacional para jóvenes menores de veinticinco años, para jóvenes
parados menores de veinticinco años, para jóvenes entre veinticinco y treinta años, para
parados de larga duración, etc. Una peculiaridad muy importante, y por eso mencionamos este
Real Decreto, es que por primera vez en la Formación
Profesional se toma en cuenta la Orientación Educativa y Profesional. Así, en el artículo 25 se
establece lo siguiente:
Para desarrollar y gestionar los anteriores programas, el Instituto Nacional de Empleo
organizará un grupo de promotores de orientación e inserción profesional que se encargarán
de:
a) Promocionar las iniciativas de formación profesional ocupacional y de su adecuación a las
necesidades detectadas.
b) Realizar la prospección continua de las necesidades de cualificación profesional en las
Empresas.
c) Participar en la selección y control de los Centros Colaboradores.
d) Colaborar en la asignación de los medios formativos procurando alcanzar la mayor
rentabilidad social de los recursos públicos disponibles.
e) Analizar los resultados alcanzados por los alumnos al término de los cursos, así como sus
efectos sobre la inserción profesional de los citados alumnos.
f) Promover y, en su caso, realizar las actividades de orientación e información profesional
con el fin de facilitar la inserción profesional de los trabajadores.
Si nos damos cuenta, el marco legislativo de la Formación Profesional y el del Sistema
Educativo comparten una característica en lo que concierne a la Orientación Educativa y
Profesional: en ambos se le empieza a otorgar importancia en el año 1990. Por un lado, en el
ámbito educativo con la entrada de la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación
General del Sistema Educativo (LOGSE) se fundamenta y se le da el peso que merece en el
sistema educativo (y posteriormente, con el Real Decreto 83/1996, de 26 de enero, por el que
se aprueba el Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria, se establecen
los Departamentos de Orientación, sus funciones y los miembros de sus equipo). Por otro
lado, con la inclusión del Real Decreto 1618/1990, de 14 de diciembre, por el que se regula
el Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional, por primera vez se establecen las
funciones de un profesional de la educación encargado de orientar e insertar en el ámbito
profesional a los alumnos y alumnas
Como síntesis, podemos resumir que la normativa legislativa concerniente a
la Orientación Profesional persigue:
● Dotar a las personas de herramientas que les sean útiles para realizar el tránsito del sistema
educativo al mundo vocacional
● Fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida, y no solo en las etapas educativas.
● Estudiar el rendimiento académico de los alumnos, así como maneras de mejorarlo.
● Incrementar la inserción sociolaboral de las personas.
2. Organización de la información y Orientación Profesional: los servicios de
información y orientación profesional.
Los servicios de información y orientación profesional nacen en el 2002, con la Ley Orgánica
5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional. La mencionada
ley, en su artículo 15 bis establece su ordenación del siguiente modo:
1. El Gobierno, en el ámbito de sus competencias, promoverá el desarrollo de un sistema
integrado de información y orientación profesional, estableciendo una red que asegure, al
menos, el asesoramiento de los ciudadanos en relación con las posibilidades de formación,
empleo y el reconocimiento de competencias, que permita la coordinación y busque la
complementariedad de los dispositivos dependientes de las administraciones educativas y
laborales, de la Administración local, de los interlocutores sociales, y de cualquier otro
organismo o entidad que preste servicios de orientación, en tanto que servicio público.
2. El Gobierno, en cooperación con las Comunidades Autónomas, velará y promoverá actuaciones para
que los servicios públicos de orientación profesional se adecuen a las siguientes directrices:
a) La orientación integral y la calidad de los servicios de orientación, con independencia de la entidad
que los preste.
b) La adecuada formación inicial y continua de los profesionales que prestan servicios de orientación.
c) La coordinación entre los servicios de orientación y las políticas de educación, empleo y de inclusión
social.
d) La accesibilidad de este servicio a todos los ciudadanos, independientemente de su condición social
y profesional y de su ubicación geográfica, y de acuerdo con el principio de igualdad de oportunidades.
e) La prestación de servicios de atención singularizada a las empresas, especialmente pequeñas y
medianas, así como a trabajadores autónomos, en tanto que recurso que permite optimizar su capital
humano y diseñar itinerarios formativos ajustados a sus necesidades.
3. El Gobierno impulsará la recogida sistemática de datos a nivel nacional sobre el uso del servicio de
información y orientación profesional y la demanda potencial, a fin de ajustar el mapa de estos
servicios y elaborará un informe con recomendaciones y herramientas para mejorar la calidad de la
prestación.
4. El Gobierno, desarrollará, con la colaboración de las administraciones de las Comunidades
Autónomas, una plataforma informática integrada de información y orientación, para el
asesoramiento de los ciudadanos en relación con las posibilidades de formación, empleo y el
reconocimiento de competencias, que facilite la coordinación y la complementariedad de los
dispositivos dependientes de las administraciones educativas y laborales, de la Administración
local, de los interlocutores sociales, y de cualquier otro organismo o entidad que preste
servicios de información y orientación. Esta plataforma estará vinculada a la Red Europea para
el desarrollo de las políticas de orientación permanente.
AUTOR DEFINICIÓN
Parsons (1909) Orientación profesional es “la acción de proporcionar a la juventud: 1.una clara comprensión de la aptitudes (propias y
ajenas), de las capacidades, intereses, ambiciones, medios, limitaciones y sus causas; 2.conocimiento de los requisitos y
condiciones de éxito, ventajas, compensaciones, oportunidades y perspectivas en las diferentes clases de trabajos; 3.una
eficaz discusión de las interrelaciones de estos dos grupos de factores”.
National Vocational Guidance “Orientación Vocacional es el proceso de asistir al alumno para elegir una ocupación, a prepararse a ella, ingresar y progresar
Association (1937) en ella”.
Mira y López (1947)^ La orientación profesional es “una actuación científica compleja y persistente, destinada a conseguir que cada sujeto se
dedique al tipo de trabajo profesional en el que con menor esfuerzo pueda obtener mayor rendimiento, provecho y
satisfacción para sí y para la sociedad”.
Conferencia General de la Orientación profesional es “la ayuda prestada a un individuo para resolver los problemas referentes a la elección de una
Organización Internacional del profesión y al progreso profesional, habida cuenta de las características del interesado y de la relación entre éste y las
Trabajo (1949) posibilidades del mercado de empleo”.
Super (1951) “Orientación vocacional es el proceso por el que se ayuda a una persona a desarrollar y aceptar una imagen adecuada e
integrada de sí misma y de su rol en el mundo del trabajo, a someter a prueba este concepto en la realidad cotidiana y a
convertirlo en realidad para satisfacción de sí misma y beneficio de la sociedad”
Tabla 1: Definiciones de la Orientación Profesional desde 1900 hasta 1951. Adaptado de Duarte y cols (2012)
AUTOR DEFINICIÓN
Castaño López- Mesas (1983) “La orientación vocacional es un proceso de maduración y aprendizaje personal a través del cual se presta una
ayuda al individuo para facilitarle la toma de decisiones vocacionales, con el objeto de que logre un óptimo de
realización personal y de integración a través del mundo del trabajo”.
Rodríguez Moreno (1992) “Programa sistemático de información y experiencias educativas y laborales coordina- das con la labor del
orientador, planificadas para auxiliar en el desarrollo profesional de una persona”.
MEC (1992) Proceso de ayuda al individuo, mediante el cual éste
identifica y evalúa sus aptitudes, competencias e intereses con valor profesionalizador;
Álvarez (1995) “Entendemos por orientación profesional el proceso sistemático de ayuda, dirigida a todas las personas en
período formativo, de desempeño profesional y de tiempo libre, con la finalidad de desarrollar aquellas conductas
vocacionales que le preparen para la vida adulta”.
Rivas (1995) La orientación profesional es “el proceso estructurado de ayuda técnica, solicitado por una persona que está en
situación de incertidumbre con el fin de lograr el mejor desarrollo de su carrera profesional mediante la facilitación
y clarificación de cuanta información relevante sea precisa, para que tras la evaluación de sus propias
experiencias y el contraste con el mundo laboral, pueda llegar a la toma de decisiones vocacionales realistas y
eficaces”.
Tabla 2: Definiciones de la Orientación Profesional desde 1983 hasta 1995. Adaptado de Duarte y cols (2012)
4. Principios de la Orientación Profesional
La mayoría de autores coinciden en la asunción de cuatro principios básicos en la acción orientadora, y estos
son: principio antropológico, de prevención, de desarrollo y de intervención social. Nos ceñiremos al trabajo de
Ruiz (2009) donde explica pormenorizadamente estos cuatro principios.
Función educativa: Es imposible desligar a los alumnos o alumnas de su faceta educativa o académica
por mucho que nuestra labor sea ayudarlos a conseguir una inserción socio-laboral. Una persona que
acude a Orientación desde un Instituto, desde un centro de Formación Profesional, desde un Centro de
Enseñanza de Adultos… sigue siendo un estudiante al fin y al cabo, con sus necesidades académicas
que debemos cubrir.
Función socio-afectiva: Al igual que no es posible desligar a un alumno de su campo académico,
tampoco es posible desasirlo de su vertiente social y afectiva. Saber cuáles son sus intereses, sus
motivaciones, ayudarle a gestionar la ansiedad si así lo necesita, asesorarle para la gestión de estrés,
fomentar la autoestima… estas son características socio-afectivas que no solo están presentes en el
contexto educativo, sino que se hacen patentes en la vida activa y también como es lógico en el
ambiente laboral.
Función vocacional/profesional: Si nuestra principal misión es integrar al alumno o alumna plenamente
en la vida activa, esta función queda también patente. Es necesario introducir al estudiante en el mundo
vocacional de una manera escalonada.
6. Objetivos de la Orientación Académico-Profesional
En cuanto a los objetivos de la Orientación Académico-Profesional tenemos que distinguir entre la orientación
de los Institutos de Educación Secundaria Obligatoria y de la Formación Profesional.
En cuanto a los Institutos, Bisquerra (2008) ha enumerado los objetivos que debemos perseguir en nuestra
labor orientadora académico-profesional:
Propiciar un conocimiento de sí mismo (autoconocimiento), que le permita al alumno ahondar en sus:
• Aptitudes: Es fundamental que el alumno tome conciencia de sus habilidades. En función de esto se verá
más capaz para realizar una profesión u otra.
• Intereses: Si bien las habilidades del alumno o alumna es un factor muy importante a tener en cuenta,
saber qué gustos tiene no es menos importante. La preferencia es un gran impulso vocacional.
• Personalidad: En función de si el alumno o alumna es más extrovertido, introvertido, con dotes de
liderazgo, empático… sus intereses y motivaciones cambiarán con respecto a una profesión u otra.
• Emociones: No todas las profesiones requieren las mismas dotes emocionales ni les dan tanta
importancia. Un profesional que se dedique a atender al público cara a cara depende de tener una
resiliencia y una tolerancia a la frustración nada desdeñables, por ejemplo.
• Motivaciones: Las motivaciones, al igual que los intereses, impulsan al alumno o alumna de una forma
pura, les dirigen hacia una meta (vocacional en este caso) desde un primer momento. Es una cualidad que
hay que tener presente, ya que sin motivación hacia una profesión en concreto, por muchas aptitudes y
habilidades que tenga un estudiante lo más probable es que no se esfuerce tanto por ella que por otras
vocaciones que le motiven más.
● Valores: Los valores también entran en juego a la hora de elegir una vocación u otra. Estos valores,
algunos inculcados por los padres o tutores legales, otros por los amigos y su círculo cercano y otros
interiorizados, decantarán al alumno o alumna por una profesión que se ajuste a sus valores morales.
● Rendimiento académico: También es necesario que el alumno tome conciencia de su propio
rendimiento académico con vistas a elegir su vocación ideal. Hay profesiones en las que se necesita
una formación mucho más intensiva que en otras, y esto también lo debe tener en cuenta el
estudiante.
● Estilo de aprendizaje: Va a influir también sobre todo en cómo se prepara el alumno en sus estudios
necesarios para formar parte de la profesión. ¿Tiene el alumno un estilo de aprendizaje más lógico?
¿Estudia mejor si entra en juego un aprendizaje verbal? Al igual que con los valores, motivación,
intereses, etc, un cierto estilo de aprendizaje favorecerá el estudio de una profesión u otra.
● Forma de trabajar: ¿Cómo se aplica el alumno? ¿Necesita estudiar grandes cantidades de horas al día
o no necesita tantas para plasmar su conocimiento en la escuela? Esto también repercutirá a la toma
de decisión vocacional.
También hay que otorgar al alumno toda la información académica y profesional
disponible. No solo es importante que el estudiante tome conciencia y mejore sus habilidades,
sino que también debe tener todo el conocimiento para tomar la mejor decisión posible. Así, es
necesario proporcionarle información sobre:
• La estructura del sistema educativo
• La Educación secundaria (ESO, Bachillerato, formación profesional)
• La enseñanza técnico-profesional: ramas y especialidades
• Los Ciclos formativos: de grado medio y de grado superior
• La Universidad: graduado, master, doctorado
• Otras alternativas: Enseñanzas a distancia Enseñanzas no regladas
• La formación ocupacional
• Optatividad (Materias optativas y toma de decisiones con respecto a estas)
Tampoco hay que olvidar de dotar al alumno de herramientas complementarias para encarar
su futuro profesional con la mayor confianza posible. Estas herramientas son:
• Elaboración del currículum vitae: Es la herramienta más básica a la hora de adentrarse en
el mundo laboral, pero no hay que desdeñarla. Que el alumno sepa cómo elaborar un CV
adecuado es un buen inicio para su introducción sociolaboral.
• Información sobre el proceso de entrevista personal: La mayoría de trabajos incluyen una
entrevista entre los candidatos al puesto de trabajo. Es crucial que el alumno o alumna
sepa cómo desenvolverse en la misma.
• Información sobre cómo funcionan los procesos de oposición, concurso-oposición y la
elaboración de bolsas de interinidad: Puede que la intención del alumno sea encontrar
trabajo mediante la preparación de una oposición. En este caso, hay que dotarle de todo el
conocimiento disponible sobre cómo la puede preparar. Esto no significa darle toda la
información posible sobre una convocatoria en concreto, sino proporcionarle pautas de
estudio, ayudarle a saber cómo buscar las ofertas públicas de empleo en el BOE, facilitarle
algunas páginas webs donde recopilan toda la información necesaria sobre las recientes
oposiciones, etc.
También es necesario acompañar y asesorar al alumno en el proceso de toma de decisiones, en el
cual cobran una especial importancia:
• La actitud
• Las competencias de cada alumno o alumna
• Las motivaciones y emociones
• Aceptar un riesgo de error
Por último, también es necesario realizar un proceso de transición a la vida activa del alumno. Si parte
de nuestra labor es introducir al mismo en el mundo vocacional, tendremos que proporcionarle
estrategias como:
• Aproximación al mundo laboral: Esto puede darse visitando a empresas desde el Instituto o
haciendo que las empresas vayan al propio Instituto. También se pueden realizar proyectos de
aproximación al mundo laboral, como por ejemplo el programa 4ºESO+empresa, donde los
alumnos de 4º de ESO se integran por un tiempo en diferentes empresas con el fin de tener una
mejor preparación de cara al mundo laboral.
• Estrategias de búsqueda de empleo: Se puede enseñar al alumno las diferentes aplicaciones que
existen en España para buscar trabajo (Infojobs, JobToday, Jooble, LinkedIn, etc.) y también
diferentes sitios y páginas webs estatales o regionales.
En definitiva, según Bisquerra (2008) los objetivos a conseguir en la Orientación
Académico-Profesional son los siguientes:
Fomentar el autoconocimiento del alumno o alumna con el fin de que sea consciente de sus
aptitudes, fortalezas y debilidades
Dotar al estudiante de herramientas que les sean útiles para encarar su futuro profesional.
Dar al alumno la mayor cantidad de información académica y profesional disponible.
Guiar al alumno en el proceso de toma de decisiones.
Llevar a cabo un proceso de transición a la vida activa del alumno.
Con respecto a la Orientación Académica y Profesional en Formación Profesional:
En la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional se concretan los objetivos de este tipo
de orientación (artículo 95):
• El desarrollo personal y profesional de las personas, con independencia de su edad, sexo, procedencia, situación personal o laboral, nivel
socioeconómico o cultural, capacidades diferentes y necesidades educativas especiales.
• La mejora de la formación profesional y de su relación con el mercado laboral, así como de la productividad de las empresas mediante la
formación.
• El ofrecimiento de información, de manera proactiva, a personas, empresas y organizaciones sobre las ventajas de la acreditación de las
competencias profesionales y la cualificación y recualificación permanentes.
• La información y el asesoramiento individualizados sobre las ofertas de formación profesional que, ajustadas al perfil correspondiente y a las
oportunidades de empleo, permitan la cualificación y recualificación desde la motivación y la identificación clara de los propios objetivos
personales.
• La información sobre los perfiles de las ocupaciones, las tendencias en la evolución del mercado de trabajo, las posibilidades de acceso al
empleo y las oportunidades de formación relacionadas con ellas, con objeto de facilitar la inserción y reinserción laboral, la mejora en el empleo y
la movilidad laboral.
• La adquisición de habilidades y competencias básicas para la toma de decisiones, el trazado de itinerarios formativos y profesionales
conducentes a nuevos aprendizajes y oportunidades profesionales, y la participación activa en la vida laboral y en la sociedad en un contexto en
constante cambio.
• La ampliación de las expectativas hacia familias profesionales STEM de las jóvenes, así como de los jóvenes hacia familias profesionales
feminizadas.
• El acompañamiento en los procesos de acreditación de las competencias profesionales.
• La difusión de las oportunidades ofrecidas por el Sistema de Formación Profesional para el desarrollo de empresas y entidades.
• La información y la formulación de propuestas a medida a las empresas y entidades para la acreditación de competencias profesionales y mejora
de la formación continua de sus trabajadores, en el lugar de trabajo o fuera de él, como elemento de valor para su competitividad empresarial.
• El apoyo a las economías locales, regionales y estatal mediante el desarrollo y la adaptación de las personas trabajadoras a las demandas
económicas y las circunstancias productivas cambiantes, con especial atención a los entornos rurales y las zonas en declive demográfico.
7. Contextos de intervención de la Orientación Profesional
¿Qué entendemos por contexto? Según la Oxford University Press el contexto es el “Conjunto de circunstancias
que rodean una situación y sin las cuales no se puede comprender correctamente.”
Como psicopedagogos en este caso, nuestro actor protagonista va a ser el alumno, y el conjunto de
circunstancias que le rodea y sin las cuales no se puede comprender su actuación correctamente son cuatro: el
contexto educativo, el familiar, el social y el laboral.
En primer lugar, el contexto educativo es en el que nosotros trabajos directamente. Día a día estamos en
contacto con alumnos y alumnas, ya sea de manera indirecta ayudando a tutores y/o profesores o bien con los
estudiantes directamente (realizando entrevistas, charlas con los alumnos, pruebas psicopedagógicas, técnicas
de trabajo intelectual, etc)
Por otro lado, también intervenimos directa o indirectamente en el contexto familiar. En lo que concierne a la
Orientación Profesional la familia es un elemento que siempre hay que tener en cuenta. De esta manera, todas
las orientaciones académico-profesionales que proporcionemos al alumno debe no solo contar con la
aprobación de los padres o tutores legales, sino que también deberíamos actuar en sintonía con los mismos.
Además, en muchos de los programas de Orientación Vocacional en los que se trabaja la elección profesional
también vamos a trabajar con las familias.
Por último, el contexto socio-laboral hace referencia a la inclusión del alumno en el entorno vocacional y social.
Es decir: nuestra meta no es solo que el estudiante tenga éxito en el ámbito profesional, sino que contribuya a
la sociedad y sea una parte activa de la misma.
8. Marco del Estatuto de los Trabajadores
• Jornada laboral: su duración estará determinada por convenio colectivo o por el contrato
de trabajo. La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo será de 40 horas
semanales. Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente existirá un mínimo
de 12 horas de descanso. Cuando la duración de la jornada diaria supere las seis horas,
se establecerá un descanso de mínimo 15 minutos (media hora en caso de que el
trabajador fuese menor de 18 años)
8.4. Cambios en el contrato de trabajo (modificación, suspensión, etc)
Conocer cuándo pueden cambiar las condiciones del trabajo que estamos realizando es también crucial. Saber cuándo nos pueden modificar las
condiciones de trabajo, bajo qué causas se pueden dar las suspensiones de contrato, etc. es fundamental para no encontrarnos indefensos si alguna de
estas situaciones se dan.
El artículo 41 desgrana bajo qué situaciones se pueden modificar las condiciones de trabajo:
1. La dirección de la empresa podrá acordar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo cuando existan probadas razones
económicas, técnicas, organizativas o de producción. Se considerarán tales las que estén relacionadas con la competitividad, productividad u
organización técnica o del trabajo en la empresa.
Tendrán la consideración de modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, entre otras, las que afecten a las siguientes materias:
a) Jornada de trabajo.
b) Horario y distribución del tiempo de trabajo.
c) Régimen de trabajo a turnos.
d) Sistema de remuneración y cuantía salarial.
e) Sistema de trabajo y rendimiento.
f) Funciones,
Por otra parte, el artículo 45 explica bajo qué condiciones se puede suspender el contrato con la empresa
• Ley Orgánica 5/1980, de 19 de junio, por la que se regula el Estatuto de Centros Escolares
• Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación
• Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo
• Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional.
• Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación
• Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación
• Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa
• Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de
mayo, de Educación
• Ley 5/1980, de 8 de Octubre, Básica de Empleo.
• Real Decreto 1618/1990, de 14 de diciembre, por el que se regula el Plan Nacional de Formación e
Inserción Profesional
Referencias
● Bisquerra, A.. (2008). Orientación psicopedagógica: áreas y funciones. En Funciones del
departamento de orientación (pp. 11-37). Subdirección General de Información y Publicaciones
● Álvarez, G. & Bisquerra, A. (1998). Modelos Teóricos. Carácter Multidisciplinar de la
Orientación. Orientación e Intervención Psicopedagógica. Barcelona: Praxis.
● Sanchiz Ruiz, M. L. (2009). Modelos de orientación e intervención psicopedagógica. Universitat
Jaume I.
● Manzanares Moya, A., & Sanz López, C. (2018). Orientación profesional. Fundamentos y
estrategias. Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha