Rómulo y Remo
Rómulo y Remo
Rómulo y Remo
Rómulo y Remo
Érase una vez… dos hermanos -Rómulo y Remo- que eran hijos de Marte, dios de la guerra
y de una bella princesa. Ellos eran los herederos al trono del reino. Sin embargo, su tío, que
estaba celoso de ellos, los mandó a matar para quedarse con la corona.
Los hermanos tuvieron mucha suerte porque quien debía asesinarlos sintió pena y sólo fue
capaz de ponerlos en una canasta y arrojarlos río abajo. Pronto, los niños fueron
encontrados por un aloba llamada Luperca, que los amamantó y protegió por un tiempo
hasta que fueron nuevamente hallados por un pastor de nombre Fausto, que los acogió y
crio como a sus propios hijos.
Cuando crecieron, los jóvenes descubrieron la verdad sobre si origen y enfrentaron a su tío
dándole muerte. Luego, decidieron fundar una ciudad en las orillas del río Tiber, lugar en
donde habían sido rescatados por Luperca. Pero, muy pronto vino un gran conflicto: ¿Quién
de ellos debía ser el rey de la nueva ciudad?
La solución se la encomendaron a los dioses, Dicen que cada uno de ellos se paró en una
colina distinta e imploraron por ver algún signo divino que los ayudara. Remo vio seis
buitres volando en el cielo. Rómulo vio
doce. Éste último, como ganador, trazó
los límites de la ciudad anunciando que
quien los traspasara sin su permiso,
recibiría la muerte. Remo, enojado, cruzó
la línea de un salto y Rómulo lo mató.
La ciudad de Roma recibió ese nombre en
honor a Remo, a causa del
arrepentimiento de Rómulo por haber
dado muerte a su hermano.