"Para Qué Memorizar Lo Que Ya Está Escrito en Los Libros." Albert Einstein
"Para Qué Memorizar Lo Que Ya Está Escrito en Los Libros." Albert Einstein
"Para Qué Memorizar Lo Que Ya Está Escrito en Los Libros." Albert Einstein
Viene a ser un tema un tanto controversial ya que unos están a favor y otros en
contra, yo me encuentro bastante en contra porque es una ridiculez que la
inteligencia se mida en base a un número, ¿pero por qué?
Existen distintas razones por las cuales se puede sacar una buena o no tan buena
nota, por ejemplo, haber estudiado bastante pero de los nervios e inseguridad
acabar respondiendo lo que no era y sacó mala nota; por otro lado, existe aquella
posibilidad que sin estudiar sea capaz de sacar un 70, a mí me ha pasado, ¿a
quién no le ha pasado?
Presionar a un estudiante en sacar buenas notas no es bueno, ¿de qué le sirve
hacerlo si seguramente lo único que hará es hacer que se aprenda las cosas de
memoria y se sienta mal? Saber las cosas de memoria no es aprender, es repetir
y eso no genera mucha enseñanza, está bien que me sepa el concepto ¿Pero y si
no sé aplicarlo?
“Para qué memorizar lo que ya está escrito en los libros.”
Albert Einstein.
Hay formas de motivar a la gente a sacar buenos puntajes, métodos para que
entiendan, ¿no creen que puedan existir problemas en casa, con uno mismo que
evite que uno pueda prestar atención, estudiar sin dificultan entre otras cosas? Es
fácil criticar las notas y el aprendizaje de una persona cuando no se está en los
zapatos de ella o no vive lo que está viviendo; otros factores es que cada persona
aprende de forma diferente, a otros les cuesta más que a otros, no en todo se
puede en ser bueno.
En vez de juzgar deberíamos acercarnos a la persona y hablar con ella, tratando
de comprenderla, motivando porque créanme por más que el cumplido sea
pequeño: “Lo estás haciendo bien, solo debes esforzarte un poco más” eso logra
sacarle una sonrisa y hacer que haga un pare en el camino, para reflexionar.
A veces dejamos nuestra salud mental y física por la presión de tener buenas
notas, no decepcionar a nadie, de ser el mejor, ¿pero de qué sirve tenerlas si no
me encuentro bien conmigo mismo? Las notas no llenarán el vacío que sientes,
quizás te darán la felicidad momentánea ¿Y cuándo se acabe que? Volveremos al
mismo ciclo de esforzarnos descomunalmente sin pensar en nosotros solo por no
querer ser llamados “tontos”. Nadie aquí es tonto, solo existe la gente que tienen
conocimientos más avanzados que otros, donde aprendemos diferentes, donde
nuestras capacidades no serán iguales que las de mi compañero.
Para hacer este artículo, decidí entrevistar a unos cuantos estudiantes sobre que
era para ellos estudiar, si se sentían presionados, muchas razones se repitieron:
“Me cuesta mucho ciertas materias, en un momento comprendo y en otro ya no he
entendido por más que preste atención. Eso me frustra y más cuando me dicen
que no estaba prestando atención cuando si lo hacía.”
“El método no es fácil, es como si me hablaran en otro idioma y no sé porque, me
estoy esforzando por aprender.”
“Trato de dar lo mejor de mí, pero es como si no existiera o no lo vieran, ¿yo soy el
problema?”
Fueron de las opiniones que más me impactaron, por respeto y privacidad decidí
no revelar los nombres, ahora por favor relea y céntrese en esas tres opiniones,
¿no se ha sentido así en algún momento? ¿No lo ha pensado? Yo muchas veces.
Con esto quiero que se detengan a pensar, reflexionen y dejen de creer que un
número podrá decidir y medir la inteligencia de alguien o quién es.
- Hannah Rincón.