Deporte Solidario: Mucho Más Que Fútbol: Rosa Roncal

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Deporte solidario: mucho más que fútbol

Rosa Roncal

El pasado mes celebramos el Día Internacional del Deporte y la Cooperación. Es una


gran noticia que el propio día exista, ya que es un reconocimiento a todos los que
trabajamos para que el deporte sea una herramienta de cooperación en situaciones de
conflicto, desastre natural o sencillamente pobreza en el mundo. Sin embargo, suele
existir una confusión al entender que el deporte para el desarrollo pasa por la detección
y formación de deportistas de élite de origen humilde. Ese no es ni debe ser el camino,
ya que el deporte no solo es una industria sino sobre todo es un derecho, un movimiento,
una fuerza que puede cambiar el mundo y mejorarlo. Desde la Fundación Real Madrid
trabajamos con el deporte, el fútbol y el baloncesto, para promover el apoyo a la
educación de los niños en todo el mundo, para la integración de los menos favorecidos,
para la cooperación y para el desarrollo de las comunidades. Porque el deporte es una
herramienta de paz que une, educa, motiva, integra, vertebra…y es la mejor forma de
utilizar el tiempo libre

Los proyectos y escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid van mucho más
allá de la promoción de la práctica deportiva ya que su propósito es apoyar la
escolarización, fomentar la educación en valores y la integración de colectivos con y sin
riesgo de exclusión. Pero, además, cada escuela sociodeportiva es un proyecto integral
que incluye las actividades sociales necesarias para los beneficiarios, como la nutrición,
los servicios sanitarios o el refuerzo extraescolar; de esta forma, desde Australia a
Kenia, de Camboya a Bucarest, el fútbol y el baloncesto se pueden convertir en
catalizadores del progreso de pequeñas comunidades, gracias a la motivación del
escudo más conocido del mundo: el del Real Madrid.

Cuando se entiende que el desarrollo a través del deporte pasa por la búsqueda de
talentos entre los menos favorecidos del planeta, no se tiene en cuenta que son millones
los niños del mundo que necesitan ayuda y solo unos cientos los que podrían llegar a
ser deportistas de élite. La cooperación a través del deporte pasa por facilitar que el
mayor número de niños del mundo encuentren en la práctica deportiva una motivación,
un campo de aprendizaje del compañerismo, de la importancia del esfuerzo, de la valía
de uno mismo como parte de un conjunto, del compromiso con su salud y su
comunidad… y un largo etcétera de principios y valores en los que el deporte en equipo
forma a los jugadores de manera integral. Pero además, el deporte debe servir como
canalizador de ayuda hacia otras necesidades de esos niños; porque si bien es cierto
que el derecho a jugar es un derecho fundamental de los niños, no se puede jugar
cuando se vive en un ambiente de conflicto y de bandas armadas, como en El Salvador
o Río de Janeiro, no se está bien alimentado, como los menores de poblados chabolistas
y favelas, o se carece de atención sanitaria adecuada, como sucede con los
beneficiarios de nuestras Escuelas en La India. No se puede jugar cuando se carece de
conocimientos básicos por no tener escuela, como los menores de nuestros proyectos
en Perú, o se carece de ropa y techo, como es el caso de los niños en los campos de
refugiados en los que trabajamos. Tampoco cuando no tienes una familia que te anime
en los partidos o te lleve al entrenamiento, como en el caso de los menores centros de
acogida. Podríamos seguir enumerando las distintas duras realidades sociales que, aun
pareciéndonos lejanas, conviven con nuestro modo de vida. Pero por todo ello, los
proyectos sociodeportivos deben ser, necesariamente, integrales para que el deporte
sea un aliado de la cooperación y del progreso y no un fin en sí mismo.

Pero hay otras formas de hacer del deporte una herramienta de solidaridad,
probablemente la más común está relacionada con los partidos benéficos y, en esto, la
Fundación Real Madrid es también un referente gracias al Corazón Classic Match, el
partido benéfico por excelencia que celebrará una nueva edición el próximo 11 de junio.
En el Corazón Classic Match, que pronto cumplirá una década, la colaboración altruista
de nuestras leyendas se fusiona con un sentimiento similar de los clubes y jugadores
que han sido rivales en otros tiempos y que lo son cada temporada en la UEFA
Champions League. Es un encuentro entre los mejores clubes, ya que cuando se trata
de un bien común, no existe rivalidad. Pero no se debe confundir esa colaboración con
la falta de competitividad. El final, un deportista de élite, independientemente de su edad,
siempre querrá llegar más lejos, correr más rápido, encestar más canastas o marcar
más goles. Y eso es el Corazón Classic Match, un partido benéfico, donde se pone en
juego la solidaridad, la cooperación y el deporte como impulsor de la voluntad de ayudar.

Este año el estadio Santiago Bernabéu latirá en el Corazón Classic Match por África,
para ayudar a esos más de 6.000 niños y niñas que participan en los proyectos que la
Fundación desarrolla en colaboración con más de 20 ONG, en 29 países. El partido es
importante para sostener esos 41 proyectos que permiten mejorar las vidas y el futuro
de miles de niños en el continente más castigado, en África. Este año, el 11 de junio, los
veteranos del Real Madrid se enfrentarán a los mitos del AS Roma. Leyendas de otros
grandes del fútbol europeo, como lo son el Manchester United, el Bayern de Múnich, el
Inter de Milán, la Juventus, el AC Milan, el Liverpool o el AFC Ajax ya han participado
en este encuentro. Un partido que se convierte en una fiesta del fútbol para toda la
familia y para todos los bolsillos, porque ser solidario no es caro y ayudar es
responsabilidad de todos.

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