Segunda Etapa FECHA DE ENTREGA: Jueves 14 de Mayo - 23:55 Hs. en Aula Virtual

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                                          Universidad Nacional de Entre Ríos.


 
Facultad: Ciencias de la Educación.
Carrera: Tecnicatura en Gestión Cultural.
Materia: Introducción a la Gestión Cultural
Grupo 6: 
Cortez Luz
Mihura Camila
Morilla Tamara 
Wagner Yamila
Etapa: 2
Titulo: Barrios aledaños al Balneario Thompson de Paraná (Barrio El Morro-Villa
Almendral)

SEGUNDA ETAPA
FECHA DE ENTREGA: jueves 14 de Mayo -  23:55 hs. En aula virtual
CONSIGNAS: luego del análisis y mapeo del micro sector elegido en la Etapa 1, a
intervenir (en la localidad que ya han trabajado en el mapeo); esta segunda etapa
consiste en:
DIAGNOSTICAR, según el alcance y el análisis del sector, en qué situación se encuentra
el área estudiada, que potencialidades emergen y que necesidades culturales y/o
demandas interpretan que requiere;
DESCRIBIR esa necesidad detectada, fundamentarla y describir una propuesta, es decir 
una idea de base cultural que el grupo crea conveniente y factible desarrollar en el
lugar.
 
ETAPA  2: localizar y acotar el sitio a intervenir.
a)  Describa y fundamente el diagnóstico que el grupo detecta en el sitio.
b)  Fundamente la necesidad o demanda cultural visualizada en el sitio. 
c)  Describa y fundamente una propuesta cultural  para esa demanda: qué propone y
para qué.-
 
Desarrollo: 
a) A partir del desarrollo de la Etapa 1 del Trabajo Integrador y la correspondiente
actividad de mapeo sociocultural, pudimos identificar la caracterización de una
producción y reproducción social compleja, encontrándonos con diversos matices, en
una zona de explotación turística y épica de la ciudad de Paraná como lo es la Zona del
Balneario Thompson, el cual cual limita con el Río Paraná hacia el Norte, el ingreso a
Puerto Sánchez hacia el Oeste y el Arroyo Las Viejas hacia el Noreste, teniendo de
vecino al Club Náutico de Paraná en el lado Este del balneario. Asimismo, al sur y
suroeste encontramos las villas de emergencia “ Villa Almendral” y “Barrio El Morro”
respectivamente. Esta zona de Balneario tiene límites naturales (Río) y artificiales
(calles). 
A dicho territorio se ingresa por Avenida Ramírez Norte y Laurencena, pero también se
puede ingresar por Ambrosetti, y las calles de los barrios que abrazan el balneario,
tales como Francisco Soler, P. Scalabrini y 3 de Febrero. Otro punto de entrada y salida
es el Puerto Sanchez. 
Si bien, la zona balnearia, a grandes rasgos, es un espacio de calidad como plantea
Jordi, en cuanto a que en el mismo se acoge a usuarios de diversos sexos y géneros y
edades, personas solas, en pareja o en grupos; que intercalan y desarrollan actividades
diversas, dinámicas y pasivas – juegos y deportes, conversación, paseo y descanso,
también se manifiesta su calidad en cuanto al tiempo de su ocupación, tanto diurna
como nocturna, de diferentes tipos y usuarios. 
Al interiorizarnos y profundizar el análisis en los barrios que abrazan a este peculiar
espacio de playa, río y camping, nos encontramos con una gran expresión de
desigualdades sociales en lo que refiere tanto a las condiciones materiales de
existencia, como así también la distribución y apropiación de los espacios de
encuentros humanos, siendo de gran visibilidad el derecho vulnerabilizado de la
comunidad costera, en lo que respecta al no acceso de servicios básicos para el
desarrollo de la vida cotidiana como por ejemplo la red al gas natural, o zonas
inundables como Puerto Sánchez. Lo cual deja en manifiesto que la mejora de los
barrios con el propósito de impulsar el turismo ha sido discontinua, sin atender las
demandas específicas de quienes habitan en el territorio.
Asimismo, dimos cuenta de los proyectos colectivos que han emergido, por construir y
reconstruir espacios de encuentros y recreación propiamente humanas, tales como: 
 El mejoramiento de la Placita del Barrio “El Morro” ubicada sobre Av. Ramirez;
 La implementación del Plan Impulsar en el Barrio “Villa Almendral” en 2018,
frente al Club Ministerio, sobre calle Ambrosetti
 El derrumbe del muro que dividió al Barrio “El Morro” del “Puerto Sánchez”, lo
cual denota la percepción del espacio público como escenario de cambio
político y no solo lo público como espacio de representación.  
A partir de estas interacciones, y la organización barrial para transformar el lugar, en
pos de garantizar un lugar donde los vínculos humanos sean un punto de partida para
pensar otros espacios posibles, este tipo de territorio nos permite pensar en la línea
propuesta por Jordi, en cuánto que la diversidad y el intercambio son dimensiones
fundamentales, para pensar  la "ciudad ciudad" ya que es en ella que se optimizan las
oportunidades de contacto humano y la multiplicación de los espacios de encuentro,
no obstante observamos que los espacios públicos de recreación, de formación,
capacitación y el desarrollo de actividades deportivas y culturales como alternativas a
la educación formal, es un punto de vulnerabilidad social que logramos identificar
como disparador para generar proyectos que acompañen el impulso de alternativas
para la inclusión de las voces y visiones de lo que se quiere narrar en primera persona,
teniendo en cuenta que en el Barrio El Morro se cuenta con un espacio físico como lo
es el Salón de Usos Múltiples, (en el cual se llevan adelante actividades referidas a la
salud y saneamiento animal, como así también es un espacio donde se realizan
trámites referidos a la constitución de ciudadanía, como por ejemplo la realización del
DNI)
Otro punto de análisis, es lo que respecta a lo ambiental en su dimensión ecológica, en
este punto,  y para profundizar en lo que respecta a la planificación (o no) de los
espacios de recreación humana, retomamos a Olmos, H. en su escrito “Globalización e
identidad Cultural” ya que a partir de estos procesos, casi no planificados
estatalmente, nos preguntamos e indagamos acerca de la construcción de identidad en
relación con el medio ambiente, teniendo en cuenta que el autor lo plantea como eje
identitario fundamental, ya que es de público conocimiento los usos y abusos tanto de
las vertientes de agua hacia el río, el río mismo, los procesos lentos del acceso al agua
potable, la falta de redes cloacales, dilucidando conflictos en las condiciones de vida,
de la mayoría de les habitantes de la zona. En este sentido tanto como la decisión
política del derrumbe del muro que separaba el Puerto Sánchez del Barrio el Morro y
el reacondicionamiento de la Plaza de Juegos del Barrio el Morro, da cuenta de la
apropiación simbólica y la búsqueda de la resignificación de los espacios comunes que
comparten los habitantes de los  barrios que rodean el Balneario del Thompson.  
B) En lo que respecta a la demanda cultural del territorio, en este caso, no sólo se trata
de posibles proyectos de urbanización e hídricos que tomen en cuenta los riesgos de la
zona inundable de Puerto Sánchez, o la extensión de la red de gas.
Lo que pudimos visualizar a través de nuestro acercamiento, es la falta de espacios
para desarrollar actividades culturales gratuitas, que permitan acercar a la comunidad
a su cultura desde otro lugar, no como hábito cultural (trabajo, estudios, etc.), sino
como una forma de habitar el territorio a través de espacios públicos ciudadanos,
como explicita Jordi.
En el territorio analizado no encontramos espacios que permitan a los niños y
adolescentes realizar otra actividad que no tenga que ver con los parques de juegos o
las instituciones escolares. No hay talleres de arte, fotografía, movimientos corporales
(yoga, circo, etc.), o bibliotecas comunitarias; el único espacio para realizar deporte de
manera guiada es el club ministerio, que sólo cuenta con disciplinas como fútbol, vóley
y box.
Esta demanda de un espacio cultural que funcione para la comunidad, podría
permitirles a los vecinos del barrio el encuentro e intercambio, la socialización,  así
como explicita Jordi, se lograría:

“(...) la expresión colectiva, las manifestaciones cívicas, la visibilidad de los


diferentes grupos sociales, tanto a escala de barrio como de centralidad
urbana. El espacio público como lugar de ejercicio de los derechos es un
medio para el acceso a la ciudadanía para todos aquellos que sufren algún
tipo de marginación o relegación. Es la autoestima del manifestante en
paro que expresa un sueño de ocupante de la ciudad, que es alguien en ella
y no está solo.” (JORDI:10)
 

Pero además, consideramos que bien armado el proyecto, este espacio cultural podría
a su vez ser funcional para la idea del borde costero y balneario como espacio turístico.
Lo que, brindaría simultáneamente más puestos de trabajo o mejoras en los ya
existentes.
C) A partir de relevar estas demandas, proponemos construir un espacio común para
ambos Barrios, a fin de que pueda ser utilizado como lugar de recreación
interdisciplinar. Creemos que la presencia del río tiene una fuerte impronta, por lo que
juega un lugar central a la hora de pensar proyectos culturales para ese territorio.  Es
por eso que nuestra propuesta, en este caso, es construir un espacio físico y cerrado,
en el que se dicten diferentes talleres que articulen de manera transversal distintas
disciplinas, como lo son la Literatura, la Fotografía, la Pintura y la encuadernación, a
fin de que dichas disciplinas sean enseñadas de manera articulada a niños y
adolescentes que habiten en ese territorio. Proponemos también, que en ese mismo
espacio funcione una biblioteca gestionada por la comisión vecinal en conjunto con los
mismos integrantes de los talleres. La idea central para esta biblioteca es que, además
de contar con libros en su formato tradicional, niños y jóvenes puedan confeccionar
sus propios libros artesanales y reflejar, de este modo, su vida cotidiana, su identidad
y su cultura en torno al río. Es importante remarcar el papel fundamental que juega la
interdisciplinariedad en nuestro proyecto, pues creemos que brinda un mayor acceso a
materiales que pueden ser utilizados para confeccionar los libros.
El espacio físico al cual nos referimos, puede ser también uno que ya exista, es decir,
algún salón vecinal que pueda destinarse a tal proyecto. En ese caso, sería necesario
reacondicionarlo para que pueda funcionar realmente como un taller.
Una vez en funcionamiento, este lugar podría ser una atracción turística para quienes
visiten el Thompson.

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