Tendencias Mundiales de Salud en Enfermedades Dependientes Del Clima

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Tendencias mundiales de salud en enfermedades dependientes del

clima
Introducción: El Cambio Climático es la mayor amenaza para la salud mundial
del siglo XXI. La salud es y será afectada por los cambios de clima a través
de impactos directos (olas de calor, sequías, tormentas fuertes y aumento del
nivel del mar) e impactos indirectos (enfermedades de las vías respiratorias y
las transmitidas por vectores, inseguridad alimentaria y del agua, desnutrición y
desplazamientos forzados).
El cambio climático exacerba algunas amenazas para la salud y crea nuevos
desafíos de salud públicos. En todo el mundo ocurrirán 250,000 muertes
adicionales por año en las próximas décadas como resultado del cambio
climático.
El sector salud tiene un papel importante que desempeñar en la reducción de
las emisiones de gases de efecto invernadero que son la causa del cambio
climático. Deben realizarse inversiones para "ecologizar" las instalaciones
para la atención de salud, con el uso de paneles solares, equipos de
eficiencia energética y gestión de residuos.

Las emisiones de carbono y otras acciones humanas están teniendo un gran


impacto en el medio ambiente, y lo seguirán teniendo durante las próximas
décadas. El mundo, desde los gobiernos hasta las personas, debe tomar
medidas para reducir las emisiones, así como encontrar soluciones para hacer
frente a los cambios que ya son inevitables.

Actividades principales del equipo de cambio climático y salud de la OPS:

1. Apoyar a los países en la preparación de políticas y planes basados en


evidencias.
2. Fortalecer la vigilancia nacional y regional: mediante el desarrollo e
implementación de sistemas de alerta temprana para enfermedades y
condiciones sensibles al clima
3. Mejorar la infraestructura de salud: evaluar y transformar esas
infraestructuras para que sean más seguras y operativas durante y
después de los eventos relacionados con el clima, y usar tecnologías
más ecológicas
4. Proporcionar capacitación y sensibilización: desarrollo de capacidades a
través de talleres y cursos sobre cambio climático y salud, presenciales
y en el campus virtual de la OPS
5. Crear alianzas para los co-beneficios de salud: promover y medir los co-
beneficios de salud de las acciones de mitigación intersectoriales;
https://www.paho.org/es/temas/cambio-climatico-salud
6. Fortalecer las capacidades para la investigación sobre el cambio
climático y la salud: llevar a cabo investigación y vigilancia y formular
políticas a nivel nacional para comprender las repercusiones de la
variabilidad y el cambio climático sobre la salud
7. Fortalecer las capacidades y la coordinación para acceder a los recursos
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/38566/
OPSCDE19007_spa.pdf?sequence=17

SEQUÍAS: la sequía hará vulnerables a las mujeres, especialmente a causa de la


malnutrición

TEMPERATURAS EXTREMAS: Cuando la temperatura máxima del mismo día es mayor o


igual que 29°C, el riesgo de muerte súbita del lactante es 2,78 veces más elevado que
cuando es de 20 °C
El calor, las inundaciones y las sequías favorecen la malaria y el dengue, que pueden
provocar una infección placentaria. La agresión a la placenta puede favorecer el parto
prematuro.
Las personas con problemas de salud mental constituyen uno de los grupos con más
riesgo de sufrir las consecuencias negativas del cambio climático
- El estrés persistente debido a las inundaciones, las sequías y los huracanes puede
llevar a la depresión y la ansiedad
- La ansiedad y la depresión probablemente son las afecciones más prevalentes
relacionadas con el cambio climático
- Las personas con afecciones mentales no se adaptan bien cuando las temperaturas
son muy altas o muy bajas, lo que aumenta la probabilidad de que deban acudir a las
salas de urgencia. Las razones para explicar estos problemas se relacionan con la toma
de medicamentos psiquiátricos que pueden alterar la termorregulación, así como una
vida solitaria o una situación de pobreza

Empoderar a los representantes de salud:comprometer a la salud en las


negociaciones sobre cambio climático y convocar reuniones técnicas y de alto
nivel sobre salud y cambio climático;
Movilizar recursos sobre el cambio climático y la salud: establecimiento de una
red de donantes y preparación de propuestas de financiación para la mitigación
y adaptación en la salud a nivel regional y nacional.

El Cambio Climático está afectando en la propagación de enfermedades infecciosas,


aumentando las poblaciones de riego expuestas a patologías emergentes y co-
epidemias.

Las zonas de costa están volviéndose un entorno idóneo para la transmisión de


patógenos bacterianos del tipo Vibrio. Además, los meses de foco activo para estos
microorganismos en zonas continentales han aumentado, en el caso de la malaria, un
31,3% en el continente americano y un 13,8% en África desde la década de 1950 hasta
la de 2010. La transmisión de dengue en este mismo periodo de tiempo incrementó un
12%.

Parejo al empeoramiento de los impactos en salud del cambio climático, encontramos


crisis mundiales activas como escasez de recursos. La humanidad depende ahora más
que nunca de los distintos Sistemas de salud implementados para crear la primera línea
de defensa frente a esta amenaza.

Solo 48 de los 95 países que manifestaron su posición frente al riesgo inminente han
confirmado acatar los protocolos que se les impusieron para plantar cara al cambio
climático con medidas adaptativas a las nuevas situaciones.

La implementación de medidas a largo plazo para reducir la huella de carbono emitida


se ve continuamente opacada por los problemas coexistentes, por ejemplo, tras el
COVID-19 las medidas que se tomaron empeoraron la situación climática al aumentar
una demanda de producción de productos plásticos como mascarillas y guantes o de
productos tóxicos para el medio ambiente. Aumentando los riesgos para salud en lugar
de trabajar en conjunto con el objetivo de emisiones limpias.

La situación actual con Rusia puede significar un verdadero punto de inflexión, ya que,
tras el corte de suministros de petróleo y gas natural al resto de países, estos se han
visto forzados a buscar otras formas rápidas de obtener energía para suplir la
demanda, apostando por energías fósiles de otros proveedores o incluso carbón.
Amenazando la estabilidad de las explotaciones de estos recursos no renovables y
revirtiendo los avances en mejoría de la calidad del aire.
Cada vez nos aleja más de cumplir los objetivos establecidos en la conferencia de París
y acelera el desenlace de un cambio climático desorbitado.
La mejoría de la calidad del aire contribuiría a prevenir 1,2 millones de muertes a causa
de exposición a ambientes derivados de la combustión fósil. cifra de las muertes
atribuidas a esta causa solo en el año 2020)

Las medidas a implementar debe estar basadas en un enfoque a salud que


retroalimente los esfuerzos por decelerar la transición climática.
Promover el transporte con poca huella de carbono y aumentar las zonas verdes
urbanas incitaría a la actividad física de la población mejorando la salud física y mental
del conjunto.

Orientar el mercado a un consumo de dietas con base vegetal reduciría en un 55% las
emisiones agrícolas provenientes del sector cárnico y lácteo. Además, prevendría 11,5
millones de muertes anuales achacadas a la mala alimentación y a las enfermedades
transmitidas por alimentos de origen animal.

Estos cambios orientados a salud reducirían el bruto de enfermedades detectables y no


detectables, aliviando la necesidad de personal sanitario y propiciando sistemas de
salud más robustos y versátiles que minimicen los impactos de futuras oleadas de
enfermedades infecciosas y crisis geopolíticas. Reparando esa primera linea de defensa
que supone para la población.

El aumento de la temperatura en la superficie terrestre en 1,1ºC de media, está


afectando fehacientemente la salud física y mental. Se presentan nuevos y cambiantes
patrones de transmisores infecciosos, se amenaza la seguridad alimentaria y de agua
potable, aumentan los riesgos de affeciones por calor y desastres naturales. Estos
escenarios ocurren muchas veces simultáneamente y son las mayor amenaza del siglo,
con la proyección de incremento de temperaturas para 2100 entre 2,3- 3,5ºC por
encima de los niveles actuales. Siendo vital la adaptación global para mitigar los efectos
concomitantes.

1. Romanello M, Di Napoli C, Drummond P, et al. The 2022 report of the Lancet


Countdown on health and climate change: health at the mercy of fossil fuels
[published correction appears in Lancet. 2022 Nov 3;:] [published correction
appears in Lancet. 2022 Nov 19;400(10365):1766]. Lancet.
2022;400(10363):1619-1654. doi:10.1016/S0140-6736(22)01540-9

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