La Niña

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La Niña (clima)

Para otros usos de este término, véanse Niño (desambiguación) y La Niña


(desambiguación).

Anomalías de la temperatura de la superficie del mar mostrando condiciones de La Niña (azul) en


noviembre de 2007.

La Niña es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural global


del climaconocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO). Este ciclo global tiene dos
extremos: una fase cálida conocida como El Niño y una fase fría, precisamente conocida
como La Niña. Cuando existe un régimen de vientos alisios fuertes desde el Este, las
temperaturasecuatoriales se enfrían y comienza la fase fría o La Niña. Cuando la
intensidad de los alisios disminuye, las temperaturas superficiales del mar aumentan y
comienza la fase cálida, El Niño.

Cualquiera de ambas condiciones se expande y persiste sobre las regiones tropicales por


varios meses y causan cambios notables en las temperaturas globales, y especialmente
en los regímenes de lluvias a nivel global. Dichos cambios se suceden alternativamente en
períodos que varían promedialmente de los cinco a los siete años y se tienen registros de
su existencia desde épocas prehispánicas.

Índice
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 1Características
 2Transición del fenómeno frío (La Niña) a un episodio cálido (El Niño)
 3Frecuencia de El Niño y La Niña
 4Eventos de mayor duración y mayor intensidad
 5Su impacto en el clima global
o 5.1Efecto en el clima de Nicaragua
o 5.2Efecto en el clima de Bolivia
 6Fases del fenómeno
 7Duración y frecuencia
 8Detección de los fenómenos
 9Comportamiento actual de la precipitación en los eventos
 10Influencia histórica de los eventos en la estación lluviosa
 11Diferencia entre la corriente de El Niño y el evento de La Niña
 12Véase también
 13Enlaces externos
 14Referencias

Características[editar]
Impactos climáticos regionales de La Niña.

Tanto El Niño como La Niña, son los ejemplos más evidentes de los cambios climáticos
globales, siendo parte fundamental de un vasto y complejo sistema de fluctuaciones
climáticas. El Niño es conocido como el periodo cálido y La Niña como el frío. La Niña se
caracteriza por temperaturas frías y perdurables, si se le compara con El Niño ya que éste
se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente calientes sobre la zona ecuatorial
delocéano Pacífico.
Los episodios de La Niña, al igual que el fenómeno de El Niño, producen cambios a gran
escala en los vientos atmosféricos sobre el océano Pacífico, incluyendo un incremento en
la intensidad de los vientos alisios del Este(Este-Oeste) en la atmósfera baja sobre la parte
oriental del océano Pacífico en Sudamérica, y de los vientos del oeste en la atmósfera
superior. Estas condiciones reflejan cambios significativos en la circulación ecuatorial de
Walker.
Los episodios cálidos del niño y fríos de La Niña, forman parte del ciclo El Niño-Oscilación
del Sur, ENOS. Estos ciclos tienen un período medio de duración de aproximadamente
cuatro años, aunque en el registro histórico los períodos han variado entre 2 y 7 años.
Durante un episodio de La Niña, es típico observar condiciones más secasrespecto a lo
normal sobre la parte centro-ecuatorial del océano Pacífico, debido a un debilitamiento de
la corriente en chorro entre los meses de diciembre y febrero, y por el fortalecimiento de
los sistemas monzónicos enAustralia, el Sudeste de Asia, América del
Sur, Centroamérica y África.
En las primeras fases de los episodios de La Niña, la termoclina —isoterma de 20 °C que
separa las capas superficiales del océano de las más profundas— se localiza a poca
profundidad respecto a lo habitual, principalmente en los sectores centrales del océano
Pacífico y frente a las costas de América del Sur (Ecuador, Perú y Chile). Durante la fase
madura la termoclina gradualmente se profundiza en la parte occidental del Pacífico y en el
sector central en las últimas fases de los episodios.
Transición del fenómeno frío (La Niña) a un episodio cálido
(El Niño)[editar]
Como resultado de los cambios indicados, las temperaturas subsuperficiales del mar se
vuelven gradualmente más cálidas de lo normal en los sectores occidental y central de la
zona ecuatorial del océano Pacífico, creándose condiciones muy favorables para una
transición a un estado neutral, o a un episodio de El Niño. Los factores críticos que
determinarán dicha transición son los vientos del Este de nivel bajo. En las últimas fases
de los fenómenos El Niño, la profundidad de la termoclima y de la temperatura del mar
subsuperficial llegan a ser inferiores a lo normal por diversas partes ecuatoriales del
océano Pacífico. Esta evolución indica un vaciado del calor hacia la parte superior del
océano y a la vez son los preparativos para una fase de transición hacia un estado neutral,
o a un año más del fenómeno de La Niña .

Frecuencia de El Niño y La Niña[editar]


Véase también: Anexo:Eventos de El Niño y La Niña en el Siglo XXI

Es importante señalar que cuando finaliza un evento El Niño, no necesariamente se debe


esperar que se desarrolle un episodio de La Niña inmediatamente. Sin embargo, esta
transición sí tiene lugar en la mayoría de los casos. Por ejemplo, los eventos El Niño
de 1957, 1965 y 1991presentaron un rápido descrecimiento de las temperaturas de la
superficie del océano, pero no se desarrollaron eventos fríos de La Niña.
También, ha habido ocasiones en que unos episodios cálidos conllevaron episodios fríos
en la estación siguiente, tal y como sucedió en 1969,1972 y 1987; pero en cada uno de
estos episodios, las condiciones frías completamente establecidas se desarrollaron hacia
fines de julio. Las condiciones de un episodio La Niña moderado, se desarrollaron a
continuación de El Niño 1982/83. En este caso, las condiciones de La Niña se
desarrollaron entre septiembre y noviembre de 1983.
Regularmente los eventos de El Niño ocurren más frecuentemente que los eventos de La
Niña. Por ejemplo, durante el período 1950-1998 (49 años) y según los registros de
la NOAA, han ocurrido un total de doce eventos del fenómeno El Niño contra sólo nueve
de La Niña.
Eventos de "La Niña" desde 1950 a 20121

Eventos de mayor duración y mayor intensidad[editar]


De acuerdo a los registros de NOAA, los eventos La Niña de mayor duración han sido los
ocurridos en 1954-1956 y en 1998-2001, siendo este último de 2 años 9 meses de
duración. El evento reciente de mayor intensidad se desarrolló entre 1973-1974, con un
máximo en diciembre de 1973.2

Su impacto en el clima global[editar]


En los trópicos las variaciones experimentadas en el clima global por efecto del fenómeno
de La Niña son radicalmente opuestas a las variaciones ocasionadas por El Niño.
En América Central es bastante probable esperar condiciones relativamente más húmedas
de lo normal, principalmente sobre las zonas costeras del mar Caribe. En América del
Sur predominan las condiciones más secas y más frescas de lo normal sobre Ecuador y
Perú, secas y calurosas en Chile central, así como condiciones más húmedas
en Guyana y el nordeste de Brasil.
Efecto en el clima de Nicaragua[editar]
En el caso particular de Nicaragua el fenómeno de El Niño está íntimamente relacionado
con la ocurrencia de sequías sobre su territorio. Contrariamente, La Niña se asocia con
estaciones lluviosas benignas o más húmedas y también con la ocurrencia de eventos
meteorológicos extremos que causan desastres naturales como depresiones atmosféricas,
tormentas y ciclones tropicales.
En años de La Niña, durante el período de junio a agosto, sobre Centroamérica prevalecen
las condiciones más frescas y húmedas, de tal manera que sobre Nicaragua es posible
esperar un período canicular benigno, o en su defecto la ausencia de este mínimo estival
en la marcha mensual del régimen de precipitación.
Según la información histórica que posee INETER (Instituto Nicaragüense de Estudios
Territoriales) sobre vórtices ciclónicos que han impactado al territorio nacional en los
últimos 100 años, se puede concluir que los desastres naturales de origen meteorológico
más trágicos han ocurrido en años La Niña. Durante el evento 1970-71, en septiembre
de 1971 el huracán IRENE atravesó el país de este a oeste siguiendo la ruta más al sur
utilizada hasta la fecha por un vórtice ciclónico, recibiendo el nombre de OLIVIA
como tormenta tropical en aguas del océano Pacífico. En el evento 1974-75, catalogado
como el de mayor duración en los últimos 49 años, en septiembre de 1974 Nicaragua se
vio seriamente afectado de forma indirecta por el huracán FIFÍ, el cual causó severas
inundaciones en los Departamentos de Chinandega y León principalmente, como resultado
de la circulación atmosférica creada por el sistema ciclónico.
En octubre de 1988 otro evento de La Niña clasificado como el más intenso del período
195?-1998, propició la entrada al territorio del segundo huracán más desastroso en la
historia de Nicaragua, el JOAN, y el más intenso respecto a la escala internacional de
Saffir-Simpson de los que han impactado directamente al país. A pesar que los daños
fueron cuantiosos en infraestructura, en el sector agrícola, en forestaría y en algunos
ecosistemas, se podría decir en relación a la última catástrofe provocada por el huracán
MITCH que la pérdida de vidas humanas causadas por el JOAN podrían ser inferiores al
10% de las originadas por este último.
Nuevamente la ocurrencia del evento de La Niña 1995-1996 clasificado como débil
internacionalmente, creó condiciones propicias para que en julio
de 1996 el huracán CESAR irrumpiera sobre territorio Nicaragüense a la altura de Kukra
Hill y que posteriormente atravesara el territorio nacional con intensidades de tormenta y
depresión tropical. En lo general, se podría decir que el huracán CESAR (intensidad 1 en
la escala internacional) no ocasionó grandes daños económicos ni significativas pérdidas
humanas respecto a JOAN y MITCH.
En mayo de 1998 de forma abrupta finalizó uno de los eventos El Niño más intensos del
presente siglo XX, creando condiciones propicias para que de forma acelerada se iniciase
la gestación de un episodio de La Niña, el cual actualmente está en su sexto mes de vida
junio - noviembre) y que ha sido catalogado por la comunidad científica internacional de
intensidad moderada. Así mismo las últimas predicciones de los Modelos Numéricos de
pronósticos de los Centros Internacionales, indican un fortalecimiento del Episodio Frío/La
Niña durante lo que resta de 1998, continuando con condiciones moderadas hasta abril -
junio de 1999.
Una vez más un Episodio Frío/La Niña, potenció el desarrollo de condiciones atmosféricas
y oceánicas favorables para que se desarrollara en la cuenca del mar Caribe el huracán
MITCH, considerado como el vórtice ciclónico más potente (categoría 5 en la escala
internacional Saffir-Simpson) que nunca jamás había afectado de forma indirecta al
territorio nacional, causando a la vez los daños más arteros y trágicos en la población más
pobre de nuestro país, así como en infraestructura; afectando a la vez significativamente a
los sectores económicos más sensibles, como el sector
agrícola, ganadero, energía y salud, principalmente.
Sobre la base de lo antes expuesto se puede decir, que es más que evidente la relación
que existe entre el fenómeno de La Niña y la exagerada actividad ciclogenética que se
observa en la cuenca del Océano Atlántico - Golfo de México - Mar Caribe, así mismo en
años La Niña la probabilidad crece tanto que es muy probable que un vórtice ciclónico
afecte directa o indirectamente al país, originando desastres naturales de origen
meteorológico, tales como lluvias intensas, tormentas y ciclones tropicales, y
consecuentemente inundaciones, marejadas de tempestad y deslizamientos de tierras,
entre otros.
Efecto en el clima de Bolivia[editar]
El fenómeno de La Niña genera más lluvia en los Andes centrales, que resulta en
inundaciones catastróficas en los Llanos de Mojos en el Departamento del Beni en Bolivia.
Tales inundaciones están documentadas para los años de 1853, 1865, 1872, 1873, 1886,
1895, 1896, 1907, 1921, 1928, 1929 y 1931.3

Fases del fenómeno[editar]


Este fenómeno, sobre el que se ha escrito poco y que aparece por primera vez en la
literatura científica a finales de 1989, se divide en cuatro fases.

1. El Preludio al fenómeno La Niña, es la terminación del fenómeno El Niño


(Oscilación del Sur)
2. El Inicio del fenómeno La Niña, que se caracteriza por:
1. Un fortalecimiento de los vientos alisios que confluyen en la zona de
convergencia intertropical y un desplazamiento más temprano de esta
hacia el norte de su posición habitual.
2. Un aumento de la convención en el océano pacífico, al oeste del meridiano
de 180°, donde la temperatura del agua superficial del océano sube de su
valor habitual (28 y 29 °C)
3. El Desarrollo del fenómeno se identifica por:
1. Un debilitamiento de la corriente contra ecuatorial, lo que ocasiona que la
influencia de las aguas cálidas proveniente de las costas asiáticas afecten
poco las aguas del pacífico de América.
2. Una ampliación de los afloramientos marinos, que se producen como
consecuencias de la intensificación de los vientos alisios.
3. El fortalecimiento de la corriente ecuatorial del sur, especialmente cerca del
ecuador, arrastrando aguas frías que disminuyen las temperaturas del
pacífico tropical oriental y central.
4. Una mayor cercanía de la termo clima a la superficie del mar en el pacífico
tropical, lo que favorece la permanencia de especies marinas que
encuentran sus alimentos durante periodos largos.
4. La maduración es el final del evento La Niña, y ocurre después de que la
intensidad de los vientos alisios ha regresado a su estado normal

Duración y frecuencia[editar]
El fenómeno la Niña puede durar de 9 meses a 3 años y según su intensidad se clasifica
en débil, moderado y fuerte.
Es más fuerte mientras menor es su duración, y su mayor impacto en las condiciones
meteorológicas se observa en los primeros 6 meses de vida del fenómeno. Se presenta
con menos frecuencia que el Niño y se dice que ocurre cada 3 a 7 años.
Según la NOAA de 1950 se han presentado 8 fenómenos de la Niña.

Detección de los fenómenos[editar]


El Programa Mundial de Investigación Climática de la OMM a través del Programa de
Océanos Tropicales y la Atmósfera Mundial monitorea elocéano Pacífico Tropical
utilizando boyas fijas, boyas a la deriva, mareógrafos, batí-termógrafos y satélites, los
cuales generan información para conocer las condiciones actuales de este y alimentar los
modelos para la predicción del futuro comportamiento y características de La Niña.

Comportamiento actual de la precipitación en los


eventos[editar]
Se ha observado que en el periodo seco noviembre-abril la precipitación es superior a la
histórica y que la precipitación anual supera las normas históricas y las registradas en los
años El Niño.

Influencia histórica de los eventos en la estación


lluviosa[editar]
En el análisis del periodo 1971-1997 se ha observado que durante los 5 eventos La Niña el
primer sub-periodo lluvioso (mayo-junio), tiene un comportamiento errático, no
encontrándose una correlación directa de aumento de la precipitación en el periodo
lluvioso con la ocurrencia de La Niña.
Del análisis resulta que el mes de mayo presenta déficit de precipitación en todas las
regiones del país (Perú), en cambio el mes de junio solamente la región del Pacífico y
el Atlántico presentan déficit y excesos, mientras que la región norte y central solo
presenta déficit. El mes de julio es el más estable y presentan déficit y exceso en todas las
regiones del país.
En el segundo subperiodo lluvioso de los 5 eventos La Niña examinados, la región del
Pacífico ha presentado en promedio un exceso de 14,7 %, la región Norte de 11,4 %, la
región Central de 5 % y la región Atlántico un ligero déficit de -2,8 %.

Diferencia entre la corriente de El Niño y el evento de La


Niña[editar]
Es de suma importancia establecer la diferencia entre los términos Corriente y Evento El
Niño. El primero de estos, Corriente El Niño, trata de un evento periódico y normal que
sucede cada año durante los meses de diciembre a abril. Este tiene características de
aguas cálidas que provienen del norte de la cuenca de Panamá y bajan por las costas de
Sudamérica, marcando el inicio de la estación cálida y húmeda de la región costera del
Ecuador.
El segundo término, Evento La Niña o también conocido como evento ENOS (El Niño-
Oscilación Sur) por su relación con la Oscilación del Sur, por el contrario se trata de un
evento no periódico, por lo que este sucede hasta cierto punto de manera sorpresiva y sus
consecuencias se dan a nivel global y no únicamente en las costas de Sudamérica como
en el caso anterior.
Por su parte al evento ENOS se le define científicamente como la respuesta dinámica del
océano Pacífico al forzamiento prolongado de los vientos ecuatoriales, así como la
presencia de aguas cálidas frente a las costas de Ecuador y Perú con anomalías
(desviaciones de su valor normal) superiores a una desviación estándar por no menos de
cuatro meses. Cada evento ENOS varía notablemente entre uno y otro, principalmente en
lo que se refiere a su intensidad y duración, por lo que se los ha clasificado en cuatro
categorías de acuerdo a su intensidad. Estas son: débil, moderado, fuerte y
extremadamente fuerte.
Debido a las características de los eventos ENOS y sus grandes consecuencias a nivel
global se llevan a cabo una serie de investigaciones y se crean un sinnúmero de proyectos
e institutos dedicados a su estudio y monitoreo, con sus resultados se busca, en cierta
forma, disminuir los desastrosos impactos de este evento a nivel mundial, mediante un
pronóstico oportuno de su ocurrencia.

Véase también[editar]

  Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Corrientes oceánicas.


 El Niño
 Circulación termohalina
 Corriente del Golfo
 El Niño y La Niña en el siglo XX
 Eventos de El Niño y La Niña en el Siglo XXI

consecuencias del fenómeno del niño

Si a inicio de año algunos científicos dudaban de que el fenómeno El


Niño tocaría las costas de América, hoy esta premisa ni se cuestiona. El
aumento de la temperatura del océano Pacífico es inminente y, siempre y
cuando mantenga las mismas condiciones oceanográficas y
climatológicas, podría golpear nuestro continente en un máximo de tres
meses. 

PUEDES VER: Fenómeno El Niño: Minsa prepara plan de acción para


zonas vulnerables del país

El último pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y


Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) reafirma esta versión e
incluso da cuenta de la intensidad con la que se está desarrollando
este evento climático cíclico. 

Es así como esta agencia científica, que pertenece al Departamento de


Comercio de los Estados Unidos, refiere que El Niño del 2015 es
“significativo y se encuentra fortalecido”, lo que quiere decir que desde ya
se perfila como uno de los fenómenos de mayor magnitud, incluso
superior al que vivimos en 1997, el cual causó más pérdidas humanas y
materiales que sus antecesores.

Respecto a la prolongación en el tiempo, la NOAA detalla que “existe la


posibilidad de más de 90% de que El Niño se extienda hasta el invierno
en el hemisferio norte (es decir, verano en el Perú) y cerca de 85% de
probabilidad de que dure hasta primavera del 2016 (otoño en el país)”. 

Con esta advertencia, el ente norteamericano deja en claro que estamos


ante un evento que cobra fuerza de manera constante y frente al que las
autoridades deben actuar de manera preventiva. Perú podría ser uno de
los más afectados.

Ni bien se hizo público el  último diagnóstico de El Niño el jueves pasado,


fue divulgado a la población por los diversos medios estadounidenses,
entre ellos The Washington Post, que no dudó en calificarlo como "el
pronóstico más fuerte emitido por la NOAA en lo que va del año".

Si bien aún no se sabe con exactitud cuándo golpeará con intensidad ni


qué daños provocará, se tiene en claro que para que El Niño llegue a
tener la categoría de "muy fuerte" la temperatura de las aguas tropicales
del océano Pacífico deben superar las mediciones de calor en al menos
2 grados centígrados del promedio normal en los siguientes tres meses.

Esta situación solo se ha presentado dos veces en la historia, desde que


los meteorólogos iniciaron el monitoreo de las condiciones
oceanográficas del Pacífico tropical: en 1982-1983 y 1997-1998.

Desde que inició agosto, los científicos de diferentes instituciones vienen


realizando una comparación mano a mano de las temperaturas récord de
1997-1998 con las que actualmente se presentan.

El Niño 2015 VS. 1997


Esto ha llevado a que los meteorólogos de la NOAA aseguren que la
temperatura de las aguas tropicales del Pacífico aumentarán y
empujarán a El Niño a la categoría "fuerte", e incluso llegaría a alcanzar
o superar los 2 grados del promedio normal, hasta conseguir la
clasificación de "muy fuerte".

En tanto, especialistas de la NASA han mostrando a través de una serie


de imágenes satelitales la extensión de las aguas cálidas en el océano y
su cambio en el transcurso de los días. Un pequeño video muestra y
compara las últimas instantáneas del satélite OSTM / Jason-2, con las
del TOPEX/Poseidon de 1997 en razón a la temperatura.

Allí se puede ver que El Niño de este año nació en el océano Pacífico
ecuatorial, entre marzo y abril, mientras que el de 1997 para estas fechas
recién se estaba formando. 

 
Precisamente, la temperatura superficial del mar del Pacífico del Lejano
Oriente está llegando a la temperatura promedio en lo que va de este
año, con agua más cálida concentrada en la costa central del Pacífico.
Sin embargo, en 1997 el agua más caliente se movilizó del Lejano
Oriente hasta el final del año, justo en contra de la costa de América del
Sur.

"Será interesante ver cómo El Niño sigue transformándose este año, ya


que algunos estudios han demostrado que solo tomará ligeras
variaciones en la fuerza y en alcance para cambiar la forma en que
afecta a nuestro clima", asegura un artículo del Washington Post.

Un niño destructor
La página web del servicio público de radio, televisión e internet del
Reino Unido, BBC Mundo, también ha hecho pública la alerta de la
llegada de El Niño. Aunque en su informe no toma en cuenta el último
pronóstico de la NOAA, sí hace referencia a la opinión del experto del
Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, William Patzert.

"Los datos que tenemos nos indican que se trata de El Niño más fuerte
desde 1997, pero obviamente los modelos climáticos solo pueden
predecir lo que sucederá a unos pocos meses vista, así que hay que ser
precavidos", explica Patzert y añade que para que alcance una
intensidad similar a la del periodo 1997-1998 tienen que suceder dos
cosas: la primera condición es que en los próximos meses los vientos
alisios (movimientos de aire originados desde los 30° de latitud en
dirección al Ecuador) que van de este a oeste en el Pacífico –es decir, de
Brasil a Perú– pierdan fuerza.

"Si eso sucede, veremos una transferencia dramática de calor de las


aguas del oeste del Pacífico a las del Pacífico central y oriental", detalla
Patzert. Ante esas condiciones, los patrones de temperatura y
precipitaciones del planeta pueden alterarse y generar lluvias
torrenciales, inundaciones y sequías prolongadas.

 
"Este Niño tiene todo el potencia para ser 'El Niño Godzilla'", concluye el
experto de la NASA, por su gran intensidad y las dramáticas
consecuencias que podría generar si no se toman acciones desde ahora
en todo el mundo, especialmente en América.

Golpearía el mundo
De alcanzar la categoría de "muy fuerte", en los próximos meses El Niño
golpearía los cinco continentes, estima William Patzert.

"El Niño hace que la corriente subtropical, que habitualmente se


encuentra en el sur de México y Centroamérica, se desplace hacia el
norte. Eso provoca inviernos más lluviosos de lo habitual en el sur de
EEUU", detalla.

"En contraste –añade– la corriente polar, que ha sido muy potente en


Norteamérica en los dos últimos inviernos, se debilita, por lo que se
registran unos inviernos más templados en el norte de EEUU y el sur de
Canadá". 

En Sudamérica
Para Patzert, si bien la actual condición climatológica que afronta el
sureste de EEUU (con el aumento de las precipitaciones) es una buena
noticia para la región por el largo periodo de sequía que atravesó, de
continuar podría generar considerables inundaciones.

En el caso de Sudamérica, desde el norte de Chile hasta Ecuador, "El


Niño hace que haya inviernos muy lluviosos".

"Si la temperatura del agua permanece inusualmente alta  (en esta zona)
se producirá un colapso en la pesca, impactando en las economías de
los países", explica. En tanto, en el noreste de Brasil, El Niño suele
provocar sequías, mientras que en el sur y el norte de Argentina,
inundaciones".
 

En el continente asiático, en tanto, "cuando el agua caliente se mueve


hacia Sudamérica, en lugares como Filipinas  o Indonesia se registran
sequías extremas" y en algunos de estos países, en los que la agricultura
supone un gran porcentaje del PBI, se puede dar un aumento del precio,
lo cual afecta el valor de las materias primas a escala global.

"En Europa, los años en los que El Niño es potente se dan inviernos muy
fríos, así como en el occidente de Rusia", explica el experto de la NASA.

En el caso del lado sur del continente africano y en Madagascar "tienden


a verse afectados por la sequía". Mientras que áreas del África
subsahariana, que son muy secas, experimentan más precipitaciones".

Temporales de nieve, lluvias e inundaciones en Sudamérica


Aunque aún no se conoce la máxima intensidad con la que golpeará el
fenómeno El Niño a la costa de América, el calentamiento de las aguas
del Pacífico ya viene repercutiendo en varios países que afrontan por
estos días temporales de nieve, lluvias e inundaciones.

En Bolivia, la caída de nieve suspendió los vuelos y restringió el paso


vehicular en varias vías del país, dejando varadas a miles de personas
en La Paz. También se cerraron los caminos hacia Oruro y Cochabamba
por el mismo motivo. La entidad encargada del clima ha pronosticado la
continuidad del evento en los siguientes días y semanas.

En Argentina, la situación es similar. A la nieve se suman las lluvias


torrenciales que han inundado varias ciudades, entre ellas Buenos Aires,
donde 30 mil personas resultaron afectadas, cuatro de ellas perdieron la
vida y una se encuentra desaparecida.

 
Por su parte, las ciudades chilenas de Antofagasta y Tocopilla aún
permanecen en estado de excepción constitucional de emergencia
debido al temporal de viento y lluvias en la costa.

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