Espermatozoides
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Célula
OBSTACULOS PARA EL VIAJE DE LOS ESPERMATOZOIDES
Pese a ello, no todo son dificultades en el viaje de los espermatozoides. El óvulo intenta allanar el camino a los
espermatozoides liberando moléculas y mandando señales. Las trompas de Falopio y el útero ejercen una fuerza de
succión por medio de contracciones rítmicas y el moco cervical se vuelve menos denso permitiendo que los
espermatozoides naden mejor.
Por su parte, el líquido seminal que acompaña a los espermatozoides neutraliza el pH y ofrece azúcares al
espermatozoide. Este fluido le sirve de escudo protector ante los glóbulos blancos.
A lo largo de todo el recorrido, los espermatozoides más fuertes, es decir, los que han sido capaces de superar los
obstáculos femeninos, adquieren una habilidad extraordinaria: la capacidad de fecundación. Esto es lo que se
conoce como hiperactivación del espermatozoide. Desde este momento, su cola se mueve con mucha más fuerza y
energía, permitiendo un movimiento vigoroso que facilita la llegada al óvulo.
Una vez llegan a las trompas de Falopio, muchos espermatozoides se quedan adheridos a las paredes, agotados y sin
capacidad de seguir el recorrido.
En este punto, son pocos los espermatozoides que quedan en la carrera, pues la gran mayoría se han ido perdiendo por
el camino. De las pocas decenas de espermatozoides que quedan ante la atenta mirada del óvulo, solo uno logrará
atravesar la gruesa puerta de entrada al óvulo: la zona pelúcida. El espermatozoide elegido, el más fuerte y capacitado,
al contacto con la zona pelúcida, inicia la llamada reacción acrosómica.
Durante este recorrido, es decir, desde el testículo hasta el exterior, el espermatozoide adquiere la forma exacta que le
permite fecundar el óvulo. Los cambios que se producen en esta etapa final de la maduración del espermatozoide son:
Compactación del ADN para permitir que la cabeza (donde se almacena el ADN) sea lo más pequeña posible y
pueda moverse mejor. Además, esto ayudará a atravesar la zona pelúcida (cubierta del óvulo).
La cola adquiere el diseño perfecto para que el espermatozoide tenga una gran resistencia y velocidad.
La pieza media posee una elevada cantidad de mitocondrias para mantener la energía en alto nivel. Esto ofrece al
espermatozoide una gran eficiencia en el consumo de energía.
La cabeza del espermatozoide contiene el ADN, que al combinarse con el ADN del óvulo, creará un nuevo individuo, la
punta corresponde a la porción llamada acrosoma que permite al espermatozoide penetrar en el óvulo y la parte media
contiene la mitocondria que suministra la energía que la cola necesita para moverse.