Bloque 10

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BLOQUE 10.

Estándar 115.- Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda


República y relaciona sus dificultades con la crisis económica mundial de los años
30 (Estándar Teórico Opción A. El resto del bloque forma parte de la B).
Tras la caída de la Dictadura de Miguel Primo de Rivera (enero de 1930) y la
“dictablanda” del General Berenguer (1930-1931), se convocan elecciones municipales
el 12 de abril de 1931. Sin embargo, dichas elecciones adquieren un carácter plebiscitario
de apoyo o rechazo a la monarquía. Los resultados arrojan dos España: Por un lado, la
España rural, dominada aún por el caciquismo y las oligarquías, en la que vencen las
candidaturas monárquicas; pero, por otro lado, en las capitales de provincia y grandes
ciudades vence la conjunción (coalición) republicano-socialista.
El rey Alfonso XIII comprende que su descrédito va en aumento por su vinculación
primero al sistema político de la restauración y luego a la dictadura. No cuenta, por tanto,
con apoyo popular y abandona España el 14 de abril de 1931, día en el que se proclama
la II República en España en un ambiente de general alegría. En Madrid se va a formar
un Gobierno Provisional presidido por Alcalá Zamora que luego será el primer presidente
de la República Española.
El régimen republicano va a representar un serio intento de modernización de las
estructuras sociales, culturales, económicas y políticas de una España atrasada con
respecto a los países de la Europa Occidental.
Para comprender la llegada de la II República, debemos conocer los factores, tanto
internos como externos, que hacen posible su proclamación.
Causas internas:
a) El fracaso de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), último intento
desesperado por salvar la monarquía de Alfonso XIII ante el claro fracaso del régimen de
la Restauración, que entre 1912 y 1922 había sufrido una enorme inestabilidad política e
institucional y un creciente malestar social evidenciado en continuas huelgas. La dimisión
de Miguel Primo de Rivera (enero de 1930) evidenció el fracaso de la experiencia política
de la dictadura, dejando a la monarquía sin apoyos.
b) La modernización de la sociedad española. España seguía siendo un país agrario.
Sin embargo, también se estaba dando un desarrollo urbano que permitía la formación de
una clase media cada vez más influyente formada por pequeños propietarios,
profesionales liberales e intelectuales. Igualmente, la industrialización había dado origen
a una clase obrera industrial demandante de derechos políticos y sociales a través de sus
organizaciones políticas y sindicales. Esos cambios eran incompatibles con el caduco
sistema político de la Restauración, diseñado por Cánovas en 1874 que tenía como
objetivo primordial defender los intereses de la Corona y la oligarquía dominante.
Causas externas:
a) La crisis económica de 1929. Aunque los efectos de aquella crisis internacional
fueron menores en España que en otros países, la contracción del comercio mundial afectó
a regiones que, como Canarias, dependía de las exportaciones agrícolas. El desempleo, la
bajada de los salarios, y la lentitud en la aplicación de las reformas por parte del Estado,
radicalizó a las organizaciones obreras.
b) La crisis de las democracias y el auge de las ideologías totalitarias. En los años
veinte y treinta, el comunismo, el fascismo y el nazismo eran ideologías en auge. Las
democracias liberales eran vistas como ineficaces e inoperantes para resolver la crisis
económica y la inestabilidad política en buena parte de Europa. Los principios
democráticos y republicanos de la Segunda República, iban a ser atacados desde la
derecha (Falange Española, CEDA, la Iglesia Católica) y desde la izquierda (PCE,
anarquistas y el sector más extremista del PSOE), utilizando la libertad que la República
les garantizaba para combatirla.
En resumen, la Segunda República marca un momento crucial de la historia de
España, ya que supuso intento de profunda renovación política, socioeconómica y cultural
en el marco de un régimen democrático. Sin embargo, la empresa reformista fracasaría al
verse rebasada por la acción radical y violenta de las corrientes revolucionarias proletarias
y por la resistencia a los cambios, de las fuerzas sociales conservadoras. Los numerosos
conflictos no fueron más que la culminación de los graves problemas que dividían al país,
y la tensión social fue en aumento, en una escalada de lucha de clases entre trabajadores
y oligarquía que desembocará, tras la sublevación militar de julio de 1936, en la guerra
civil.
En este ambiente de radical enfrentamiento, debemos entender la evolución hacia la
Guerra Civil que estalló en julio de 1936.

OPCIÓN B. ESTÁNDARES TEÓRICOS.


BLOQUE 10
Estándar 117.-Resume las reformas impulsadas durante el bienio reformista de la
República.
Un gobierno de coalición republicano-socialista, presidido por Azaña, emprendió un
programa de profundas reformas –Bienio reformista, 1931-1933– para solucionar los
graves problemas heredados.
La mala coyuntura económica internacional tras la crisis de 1929 y el afán de no aumentar
la deuda del Estado hicieron fracasar parte de estas reformas por falta de medios:
a. Reformas socio-laborales: Las medidas más importantes fueron impulsadas por el
ministro de Trabajo Francisco Largo Caballero, miembro del PSOE y de la UGT. Entre
otras, aprobó la Ley de Contratos de Trabajo que regulaba los convenios colectivos, las
vacaciones pagadas y protegía el derecho a huelga. También impulsó los seguros sociales
y el seguro de retiro, aunque no pudo establecer un sistema generalizado de Seguridad
Social. El objetivo final era dar más poder a la clase obrera. Con la mejora de las
condiciones de los trabajadores, el gobierno esperaba una mayor paz social, pero eso no
sucedió porque la CNT entendía que se estaba reforzando al sindicato socialista UGT, por
lo que los anarquistas (CNT) provocaron huelgas y movilizaciones de todo tipo.
b. La reforma agraria: en septiembre de 1932 se aprobó la Ley de Bases para la Reforma
Agraria, con la oposición de la derecha. Se buscaba acabar con el latifundismo, el
absentismo y la miseria de 2 millones de jornaleros. Se expropian sin indemnización las
tierras a los Grandes de España y se declaran expropiables con indemnización los
latifundios mal cultivados o sistemáticamente arrendados. Las tierras serían entregadas a
los campesinos. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) para llevarla a cabo. El
ritmo de la reforma fue muy lento y sus resultados escasos; los campesinos,
decepcionados con la República, se inclinaron hacia el anarquismo revolucionario
(Aragón y Andalucía, con los sucesos de Casas Viejas). Por otro lado los terratenientes
se mostraron claramente hostiles.
c. La reforma religiosa: se eliminaba la subvención al clero, la religión en las escuelas,
se prohibía a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza, se reconocía el matrimonio civil
y el divorcio y se disolvía la Compañía de Jesús. Estas medidas tendentes a crear un
Estado laico generaron fuerte oposición en la jerarquía eclesiástica y en buena parte de
una ciudadanía aún muy influida por la Iglesia. La reacción de la Iglesia provocó, a su
vez, una ola de violencia anticlerical que estalló en mayo de 1931 en Madrid y otras
ciudades, pero que el gobierno no supo atajar. Muchos católicos identificaron República
con ataque a Dios y el catolicismo fue la idea que galvanizó (polarizó) la oposición a la
República.
d. La reforma militar: Azaña trató de someter el ejército a la autoridad civil y aumentar
su eficiencia reduciendo el excesivo número de oficiales que podía pasar voluntariamente
a la reserva con toda su paga. La falta de presupuesto impidió la modernización y creó
fuerte malestar entre los oficiales. Ya en 1932 el Gral. Sanjurjo intentó un golpe de Estado
que fracasó. Se encargó a la Guardia de Asalto, adicta a la República, el mantenimiento
del orden público.
e. La reforma territorial: se concedió a Cataluña en 1932 el Estatuto de Autonomía: un
Gobierno autónomo, la Generalitat, tenía competencias en cultura, obras públicas y orden
público. Fue elegido presidente Françesc Macià. En el País Vasco el proyecto de Estatuto
elaborado por el Partido Nacionalista Vasco y los carlistas, fue rechazado por
tradicionalista y poco democrático. No habrá Estatuto de Autonomía hasta 1936, iniciada
la guerra civil. Una parte del Ejército entendió que peligraba la unidad de España y ya en
1932 el Gral. Sanjurjo protagonizó una intentona golpista que acabó en fracaso.
f. La reforma educativa: la escuela primaria era obligatoria, gratuita, laica y mixta.
Aumentó en un 50% el dinero destinado a educación, construyéndose más de 10.000
escuelas y se crearon 7000 puestos de maestros, mejor pagados. Misiones Pedagógicas
llevó la cultura a regiones rurales atrasadas. La Iglesia Católica reaccionó contra la
pérdida de sus privilegios en el sistema educativo.

Estándar 122.-Explica las causas de la formación del Frente Popular y las


actuaciones tras su triunfo electoral, hasta el comienzo de la guerra.
Las elecciones celebradas en febrero de 1936 dieron la victoria al Frente Popular, una
gran coalición que incluía a los republicanos reformistas, PSOE e, incluso, a los
comunistas. Con la experiencia del fracaso electoral de 1933 que dio paso al bienio
conservador, la izquierda vio esta vez la necesidad de unir sus fuerzas contra la reacción
de derechas.
Para entender el resultado electoral y la situación en la que se desarrolló el nuevo periodo
de la República hay que acudir al contexto político-social. La revolución de octubre de
1934 provocó una fuerte polarización política y una radicalización de posiciones, tanto
de la izquierda como de la derecha. La izquierda, tras la represión que siguió a la
revolución de octubre, impulsó una concentración de fuerzas que desembocó en la
creación del Frente Popular. También contribuyó a ello el avance del fascismo en Europa
y la recomendación de la Internacional Comunista de frenarlo mediante la formación de
frentes antifascistas integrados por todas las fuerzas de izquierdas.
El Frente Popular triunfó principalmente en las ciudades y las provincias del sur y la
periferia. La derecha triunfó en el norte y el interior del país.
Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República, sustituyendo en el cargo a
Alcalá Zamora. El gobierno, presidido por Santiago Casares Quiroga, estaba formado
exclusivamente por republicanos de izquierda (sin socialistas ni comunistas, cumpliendo
lo acordado al constituirse el Frente Popular).
El nuevo gabinete centró su acción en retomar y sacar adelante las medidas impulsadas
durante el bienio reformista. Destacan las siguientes medidas:
1. Se decretó la amnistía para todos los represaliados de la revolución de 1934, así como
el reingreso a sus puestos de trabajo.
2. Se restauró el Estatuto de Autonomía de Cataluña y se retomó la tramitación de nuevos
estatutos de autonomía, como el del País Vasco y Galicia.
4. Se reanudó el programa puesto en marcha por el Bienio Reformista: Ley de Reforma
Agraria, enseñanza, religión, etc.
5. Se alejó de Madrid de los generales enemigos de la República: Franco (a Canarias),
Mola (a Navarra) y Goded (a Baleares). Sanjurjo se encontraba refugiado en Portugal tras
el fallido intento de golpe de Estado de 1932 (conocido como “sanjurjada”).
Sin embargo, el ambiente social era cada vez más tenso. La izquierda obrera había optado
por una postura claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente detener
esta revolución. Desde el mes de abril se sucedieron los enfrentamientos violentos en las
calles entre grupos falangistas armados y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.
Unos y otros parecían prepararse para el enfrentamiento inminente.
Al mismo tiempo, se inició la conspiración militar contra el gobierno del Frente Popular.
Por un lado, había una trama política conformada por los principales líderes de los
partidos de la oposición (Gil Robles, Calvo Sotelo, José Antonio Primo de Rivera). Por
otro lado, había una trama militar y crecía el número de generales implicados (Franco,
Goded, Fanjul, Varela) y Mola, destinado en Pamplona, se convirtió en el jefe de la
conspiración.
El 12 de julio era asesinado el Teniente José del Castillo, destacado socialista, y en la
madrugada del 13 de julio era asesinado, como respuesta al anterior crimen, José Calvo
Sotelo, jefe de la oposición monárquica. Estos hechos no hicieron más que acelerar el
proceso que ya se venía gestando, de modo que el 17 de julio se produjo en Marruecos el
alzamiento militar que daría origen a la Guerra Civil española.
Estándar 127.-Especifica los costes humanos y las consecuencias económicas y
sociales de la guerra.
La Guerra Civil fue el episodio más traumático que vivió la sociedad española durante el
siglo XX. Durante tres años, conciudadanos, e incluso miembros de una misma familia,
luchaban entre sí, el odio entre los españoles se acrecentó, resultando inevitable el deseo
de aniquilación del contrario.
En cuanto a costes humanos, hubo un elevado número de víctimas mortales entre las
víctimas de los frentes y las de la represión de las retaguardias. Los cálculos más
aceptados estiman alrededor de 500.000 muertos en la guerra. En la Guerra Civil la
crueldad fue norma común en los territorios controlados por ambos bandos. Los militares
sublevados, cuando conquistaban un pueblo o ciudad, eliminaban sistemáticamente a
miembros y simpatizantes de partidos y sindicatos de izquierdas, pero entre sus víctimas
también hubo un numeroso contingente de maestros e intelectuales. En la zona
republicana, en especial en los primeros meses de la guerra, también fueron frecuentes
las ejecuciones aplicadas a cualquiera que resultara sospechoso de ayudar o simpatizar
con los sublevados para lo cual a menudo bastaba con tener opiniones conservadoras, ser
sacerdote o religioso. No obstante, el número de ejecuciones en esta zona fue
sensiblemente inferior al del bando sublevado y fueron, en la mayoría de los casos, al
margen del Estado. Puntos negros destacados de una siniestra geografía de muerte fueron
Badajoz y Paracuellos del Jarama.
Desde el punto de vista económico, la destrucción fue muy intensa en el sector de las
comunicaciones (ferrocarriles y carreteras), así como la destrucción de viviendas. Unas
500.000 viviendas quedaron parcial o totalmente destruidas. La producción industrial
descendió un tercio por la falta de materias primas y energía, y la agrícola una cuarta parte
debido a la marcha de los hombres al frente. La cabaña ganadera se redujo entre un tercio
y la mitad.
Se considera que la guerra costó entre el 25 y el 30% de la renta nacional de 1935. La
renta nacional no recuperó los niveles de 1936 hasta mediado finales de los años 50, fruto
de lo difícil que fue la recuperación sin contar además con ayuda internacional. Lastrar a
España con una dictadura de 40 años.
Desde el punto de vista político, tras alzarse con la victoria, el bando nacional instaura
un régimen totalitario con Francisco Franco a la cabeza. Gran parte de los avances
políticos y sociales son abolidos. También supone un aislamiento con el resto del mundo
hasta el comienzo la Guerra Fría cuando, el bloque liderado por EEUU, vuelve a
establecer relaciones diplomáticas.
En cuanto a consecuencias sociales, en la España de la posguerra no hubo reconciliación
y la represión se continuó aplicando por el régimen franquista una vez acabada la guerra:
personas fusiladas, encarceladas, trabajadores de la Administración Pública separados de
sus cargos o sancionados de alguna forma. Medio millón de españoles se vieron obligados
a tomar el camino del exilio huyendo de la represión franquista, la mayoría con destino
a Francia, México y Argentina, muchos de ellos para no regresar jamás.
Culturalmente, las generaciones más jóvenes, sin haber participado en la guerra nacieron
en un mundo de rencores y miedos, forzados a alinearse en las filas del régimen. Las
Universidades, institutos, escuelas de profesores y en especial el cuerpo de maestros
nacionales fueron objeto de durísimos procesos de depuración. La nueva cultura se
impone por decreto al servicio de los ideales del nuevo régimen. Cerca de 90% de los
intelectuales de este país marcharon al exilio, dejando a los españoles sin maestros; los
novelistas maduros, los estudiosos de la lengua, los poetas se van y su voz se silencia.
Casi al completo la generación del 27, con Pedro Salinas, Jorge Guillén, Alberti se exilia.
Los premios Nóbel del 56 (Juan Ramón Jiménez) y 59 (Severo Ochoa) están fuera de
España
En lo moral, la guerra supuso una verdadera fractura del país. Varias generaciones
marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra. El régimen
de Franco nunca buscó la reconciliación de los españoles y siempre recordó y celebró su
origen bélico. Las heridas de la guerra civil perduraron durante decenios y la persecución
y represión de los vencidos son un rasgo clave del franquismo.
OPCIÓN B. ESTÁNDARES PRÁCTICOS.
BLOQUE 10.
Estándar 124.- Especifica los antecedentes de la Guerra Civil.
Discurso de Juan Negrín en el Council of Foreign Relations (Nueva York)
“[...] Desde 1931 hasta 1936 estuvieron en el poder varios gobiernos, unos liberales,
otros conservadores. Hubo dos legislaturas parlamentarias entre esos años. La primera
fue ligeramente inclinada a la izquierda, pero sin un solo comunista en el Parlamento.
La otra fue marcadamente derechista en su color y contó con un solo diputado
comunista de un total de cuatrocientos sesenta y siete.
En febrero de 1936 hubo elecciones generales convocadas y celebradas bajo un
gobierno derechista. Permítanme recordarles a ustedes, como solemos decir nosotros,
que el gobierno que «hace» elecciones en España normalmente obtiene la victoria. Pero
estas elecciones dieron como resultado una victoria de los republicanos. En el nuevo
Parlamento había una mayoría de centroizquierda.
Desde ese mismo momento, justo al día siguiente de conocerse los resultados, comenzó
una plaga de actos de violencia, sabotajes y persecuciones. Y los autores de la mayoría
de estos actos militaban y estaban pagados por los elementos reaccionarios y
profascistas de la derecha española. Por parte del gobierno, hubo debilidad. Era la
debilidad derivada del exceso de tolerancia. Y como efecto hubo represalias.
Represalias censurables. Sus autores eran extremistas de los márgenes de la izquierda.
Y luego llegó el asesinato de Calvo Sotelo, el líder de la derecha monárquica y fascista.
Su asesinato fue un crimen. Pero no puede ser considerado al margen de la cadena de
actos terroristas que le precedió. Como es natural, ha habido intentos de utilizar ese
asesinato como pretexto y justificación de la rebelión militar de julio. Pero todo el mundo
debe saber a estas alturas que esa rebelión había sido preparada con muchos meses
de anticipación. Y que su propósito era recuperar por la violencia lo que se había perdido
y someter el país a un sistema más o menos totalitario. Los propios generales rebeldes
han dejado testimonio de todo esto en innumerables libros que estarán disponibles aquí.
[...]”
Nueva York, 8 de mayo de 1939
1. ¿Cómo explica Juan Negrín los motivos de la sublevación militar?
Estamos ante un texto de tipo político, pues se trata de un discurso de Juan Negrín,
socialista y último presidente de Gobierno de la Segunda República durante la Guerra
Civil española, desde mayo de 1937 hasta el final de dicho conflicto. Una vez expulsado
el gobierno socialista del poder, Negrín se exilió de España y se dedicó a realizar
conferencias en defensa de su sistema político recientemente caído y vencido. El
documento es una fuente primaria donde el propio Negrín se dirige a un colectivo de
personas con alcance internacional.
En el primer párrafo del discurso aquí tratado (pronunciado por el último presidente de la
II República en el Council of Foreign Relations), Negrín hace alusiones a la etapa inicial
de la Segunda República, pues explica los gobiernos centristas y medianamente estables
que estaban al poder en la época, y recalca cómo en un primer momento no existían
movimientos e ideologías extremistas en el poder (“[...] pero sin un solo comunista en el
Parlamento. [...] un solo diputado comunista de un total de cuatrocientos sesenta y siete”).
En el siguiente párrafo habla sobre las elecciones de 1936 y comenta cómo la derecha,
concretamente la extremista, quedó sorprendida e insatisfecha con el resultado, en contra
de la creencia de que los partidos nacionales acogerían más escaños pues había sido un
gobierno derechista el responsable de convocar las Cortes y dichas votaciones.
Pese a todo lo previamente argumentado, es en el último párrafo donde el ex-presidente
contempla las acciones y reacciones que guiaron a España y sus ciudadanos a la guerra,
fomentadas por la primera respuesta violenta de la derecha a la victoria opositora. A falta
de medidas de contención por el nuevo gobierno, extremistas de izquierdas tomaron
justicia por su mano y se enzarzaron contra la ideología extremista contraria hasta
provocar el asesinato de “Calvo Sotelo, el líder de la derecha monárquica y fascista”. Este
suceso significó el punto de partida de la guerra, puesto que aceleró y agravó las
respuestas de ambos bandos.
2. Señala los antecedentes de la Guerra Civil y el contexto al que hace referencia este
discurso.
Dentro de un contexto internacional, la situación española era semejante a la del resto de
Europa; es más, se considera la Guerra Civil española como el prólogo de la Segunda
Guerra Mundial, conflicto bélico principalmente europeo en el que se enfrentaron las
fuerzas democráticas y comunistas contra el fascismo. La crisis económica de 1929,
acompañada por una crisis social cada vez más agudizada (desempleo, manifestaciones y
huelgas); los Tratados de Versalles, que habían concluido la Primera Guerra Mundial
culpando y castigando con el pago de todos los costes a los vencidos; y el temor de ciertos
sectores sociales a una revolución comunista provocaron el desprestigio de las
democracias liberales, una radicalización creciente y un auge de las ideologías totalitarias
(comunismo, fascismo, nazismo…).
En España, el antagonismo y la bipolarización de la vida política se intensificó a partir
del triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. El centro desapareció
y la iniciativa política la tomaron los partidos de extrema derecha, que pretendían crear
un gobierno fuerte de corte fascista y acabar con la República, y los de extrema izquierda,
cuyo objetivo era establecer una república en base al modelo soviético y acabar también
con el sistema político y judicial vigente. Así pues, tanto el parlamentarismo como la
democracia defendidos por la República estaban cuestionados por ambos extremismos.
La victoria del Frente Popular concedió una nueva oportunidad para llevar a cabo el
programa reformador de Azaña en el bienio reformista. Sin embargo, estos nuevos
proyectos causaron un descontento importante entre el proletariado, los campesinos, las
clases altas y parte de la clase media o burguesa, los religiosos y los militares, que
desembocó en una fuerte conflictividad social y polarizó a la sociedad en dos bandos con
planteamientos ideológicos diferentes: los defensores de la República (izquierda) y los
contrarios a ella (derecha). La tensión fue entonces trasladada a la calle, donde crecieron
los enfrentamientos, las huelgas y desórdenes en un clima de violencia: Falange Española
y otros grupos de extrema derecha conformaban patrullas armadas que iniciaban ataques
violentos contra líderes izquierdistas, acciones respondidas del mismo modo por los
militantes más radicales de izquierda (comunistas y anarquistas). No obstante, buena
parte de la derecha estaba preparando un golpe de fuerza para acabar con el Frente
Popular, y varios generales comenzaron a planear una sublevación militar, tal y como
señala Negrín en el discurso (“Los propios generales rebeldes han dejado testimonio de
todo esto en innumerables libros que estarán disponibles aquí”). Este levantamiento
armado fue posteriormente liderado por Sanjurjo y organizado por el general Mola, bajo
justificaciones poco desarrolladas más allá de la “restauración del orden y la autoridad”,
la defensa de la unidad de España y de la religión católica, y de un marcado carácter
antidemocrático y anticomunista. Consideraban además que los partidos políticos
cercanos al gobierno suponían una clara amenaza al orden social capitalista y a la unidad
de España.

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