3 - INVERSIONES A LARGO PLAZO - Luis

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INVERSIONES A LARGO PLAZO

Las inversiones a largo plazo son, en términos estrictos, aquellas que se mantienen por un período
superior de entre 12 y 18 meses. Pero en realidad, cuando hablamos de inversiones financieras a
largo plazo, el horizonte suele ser mucho mayor.
Un ejemplo claro de inversión a largo plazo es marcarse un objetivo con vistas a planificar nuestra
jubilación. Las estrategias deben estar basadas en aprovechar todo ese tiempo, hacer de él nuestro
aliado.
LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS INVERSIONES A LARGO PLAZO
Los objetivos de esta estrategia es conseguir la mejor rentabilidad posible, a la par que se
construye una inversión sólida, constante y sin grandes oscilaciones. Buscamos beneficios
aprovechando los flujos de efectivo que ofrecen los activos de la cartera (sean dividendos o
intereses). La revalorización de los activos en el mercado queda en un plano secundario.
En las inversiones con plazo menor puede resultar interesante el buscar activos con alta volatilidad,
puesto que gran parte de los beneficios deben provenir de la revalorización de los activos
seleccionados en el mercado. Pero, en este caso, deberemos aprovechar el tiempo, los flujos de
efectivo, la reinversión de los beneficios y en última instancia la revalorización (activos muy poco
volátiles).El primer punto para realizar una inversión a largo plazo es reconocer el valor de la
diversificación. Lo explicamos mejor.
Un activo tiene un riesgo determinado, y por ello ofrece una determinada rentabilidad. El inversor
tan sólo tiene dos opciones: o aceptar la rentabilidad y el riesgo asociado; o no aceptarlo y, por
consiguiente, no destinar dinero a su inversión.
Tratándose de inversiones con un amplio horizonte temporal, el riesgo debe minimizarse. Esto se
debe a que un inversor no puede estar expuesto a un nivel de riesgo elevado durante un período tan
amplio. Las probabilidades de que el riesgo acabe materializándose aumentan considerablemente.
La mejor forma de reducir el riesgo específico de cualquier inversión es diversificándola con otras.
Construyendo una cartera global.
Las inversiones a largo plazo deben estar planteadas bajo un perfil conservador o moderado.
Deben ser inversiones estables, para que puedan perdurar en el tiempo sin sufrir graves daños.
Los activos idóneos para la inversión a largo plazo debieran ser estables y solventes, para que no se
ponga en riesgo el constante pago de rendimientos. Los activos estables son poco volátiles (un
ejemplo claro de esto es la renta fija).

Ejemplos de Inversiones a largo plazo


A continuación vamos a ver dos ejemplos de inversiones a largo plazo. En primer lugar, los fondos
indexados, el mercado de valores suele ser una buena inversión a largo plazo, ya que
históricamente acaba subiendo con el tiempo. Es importante destacar que no todas las acciones son
iguales.
El segundo ejemplo de inversiones a largo plazo son los fondos cotizados en bolsa. Invertir en
fondos pasivos como los ETF es otra estrategia ganadora para construir riqueza a largo plazo y este
tipo de inversiones proporcionan una diversificación atractiva con bajos costos continuos.

Inversiones a largo plazo rentables


Hasta este punto se ha hablado del riesgo y de la necesidad de minimizarlo cuando se trata de
inversiones a largo plazo.
Pero ¿qué pasa con la rentabilidad?
Si la rentabilidad está asociada al riesgo asumido y debemos poner nuestro foco en activos con poco
riesgo, generalmente obtendremos una pobre rentabilidad.
En todo caso, si invertimos en un activo que ofrezca una rentabilidad adecuada, podemos ajustar el
riesgo que asumimos si lo combinamos en una cartera con otros activos más seguros. De esta forma
podemos construir una cartera con una rentabilidad adecuada, manteniendo el riesgo en niveles
óptimos para la inversión a largo plazo.
Por consiguiente, lo que debemos aplicar son estrategias con carteras diversificadas, no activos
individuales. Las estrategias descritas principalmente se basan en activos de renta variable, ¿por
qué?
Sencillamente porque su rentabilidad es mayor. Estudios llevados a cabo por Jeremy Siegel,
profesor de la Wharton Schook University of Pennsylvania, demostraron que en el largo plazo los
activos de renta variable se comportan mejor que cualquier otro tipo de instrumentos financieros.
Si combinamos estos activos con una parte de renta fija en nuestra cartera global para obtener una
mayor estabilidad y consistencia, tenemos la fórmula perfecta para la inversión a largo plazo; y
podemos constituirla desde ya mismo. Al final de este texto veremos algún modo para completar
nuestra cartera global.
COMPLEMENTAR NUESTRA INVERSIÓN A LARGO PLAZO
Cualquier fondo de renta fija a largo plazo puede ser útil para complementar estas estrategias de
renta variable. Un fondo que tenga un buen comportamiento en el largo plazo como por ejemplo el
MFS Meridian Global credit; fondo de deuda corporativa global con un 2,83% de rentabilidad
anualizada en los últimos 5 años (contabilizando las pérdidas sufridas en marzo de 2020 por la
pandemia del coronavirus).Otra opción puede ser añadir a la cesta global de fondos un mixto
flexible. Como por ejemplo el B&H Flexible A FI. Este fondo invierte hasta un 80% en renta
variable y el resto en renta fija pública y/o privada.

Por último, para aquellos que pretendan tener más seguridad en su rentabilidad, dado que se trata de
una inversión a largo plazo y por lo tanto la liquidez es menos importante, una buena opción sería
completar su cartera con un fondo garantizado. Así pues, la fórmula para realizar nuestras
inversiones a largo plazo está completa. La idea es ir sobreponderando o infraponderando la cartera
con renta fija u otro producto más estable según las condiciones económicas y de mercado.

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