Delincuencia Organizada: Una Visión Criminológica Y de Derecho Comparado
Delincuencia Organizada: Una Visión Criminológica Y de Derecho Comparado
Delincuencia Organizada: Una Visión Criminológica Y de Derecho Comparado
Universidad de Sevilla
Curso 2016/2017
1
2
A mi querida y amada esposa Adriana, por su apoyo incondicional
y por la grandiosa fineza de un matrimonio eterno
3
4
ABREVIATURAS
APUD - En la obra de
CE - Constitución Española
Cfr. - Confróntese
Coord. - Coordinador
Dir. - Director
Ed. - Editor/Editorial
Edic. - Edición
5
INACIPE - Instituto Nacional de Ciencias Penales
LM - Ley de Migración
LO - Ley Orgánica
UE - Unión Europea
Vol. - Volumen
6
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
ASPECTOS CRIMINOLÓGICOS DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL
7
CAPÍTULO II
LA ACCIÓN DEL DELITO DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL
CAPÍTULO III
ELEMENTOS DE LA TIPICIDAD
8
E) Prohibición de regreso 113
F) Imputación a la víctima: auto puesta en peligro de la víctima 116
G) Fundamentos normativos de la imputación personal 119
CAPÍTULO IV
LA ANTIJURIDICIDAD EN EL DELITO DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL
9
CAPÍTULO V
IMPUTACIÓN SUBJETIVA EN EL DELITO DE
ORGANIZACION CRIMINAL
CAPÍTULO VI
PUNIBILIDAD
10
II.- Perspectiva político-criminal del Derecho penal del enemigo en el delito de
organización criminal 285
A) Aproximación al concepto funcionalista de Derecho penal de enemigo 288
B) Derecho penal de ciudadano versus Derecho penal del enemigo 293
C) El estadio previo a la lesión del bien jurídico tutelado en el tipo penal de
organización criminal 302
III.- Análisis funcional del Derecho penal del enemigo de la Ley federal contra la
delincuencia organizada en México 307
IV.- Legalidad y legitimidad constitucional del Derecho penal del enemigo en
México 311
V.- Análisis funcional del Derecho penal del enemigo en la reforma de la Ley Orgánica
5/2010, sobre el artículo 570 bis de organizaciones criminales en España 316
VI.- La organización criminal como fenómeno de criminalidad bajo la prospectiva del
Derecho penal del enemigo 323
VII.- La organización como estatus 331
CAPÍTULO VII
ITER CRIMINIS. ESPECIAL REFERENCIA A LA TENTATIVA Y EL
DESISTIMIENTO EN LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL
11
B) Teorías que fundamentan la punición de la tentativa 371
C) Tentativa acabada e inacabada 376
D) Tentativa idónea e inidónea 377
III.- El desistimiento en la organización criminal 379
A) Contribución al esclarecimiento del delito 384
B) Resultado típico y evitación voluntaria del mismo en las distintas hipótesis
de conducta típica alternativa 388
IV.- La consumación como forma anticipada de criminalización en los delitos de
organizaciones criminales 390
CAPÍTULO VIII
AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN: LA INTERVENCION CRIMINAL EN EL
DELITO DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL
CONCLUSIONES 451
12
INTRODUCCIÓN
13
y componentes criminológicos que resultan en su configuración como los factores
socio-culturales, económicos, políticos y el impacto de la criminalidad organizada
en la globalización, así como las características esenciales en la configuración de la
organización criminal como lo es la pertenencia a un grupo criminal, el fin
económico, la corrupción el uso de la violencia y la comisión de delitos graves como
un fenómeno delictivo y su análisis criminológico.
14
legislaciones, la jurisprudencia y la doctrina aún no se ponen de acuerdo para
definirse sobre su clasificación, para terminar con la exclusión de la antijuridicidad a
través de las causas de justificación.
15
moderno concepto del momento de la realización del delito en la conformación de la
organización criminal, se adentra al estudio de que sí en el delito en estudio cabe la
tentativa punible o es ya considerado un delito consumado por su propia
conformación y la forma de desistimiento en la organización criminal así como su
punición.
16
CAPÍTULO I
ASPECTOS CRIMINOLÓGICOS DE LA ORGANIZACIÓN CRIMINAL
1
GARRIDO, Vicente / STANGELAND, Per / REDONDO, Santiago, Principios de Criminología,
17
Por tanto, si queremos explicar el aspecto de referencia de la organización
criminal, hemos de tener presente que tal fenómeno social afecta gravemente la
seguridad nacional de un país suele ser muy complicado; máxime si este
comportamiento gravemente dañino para una sociedad conlleva delitos de tan alto
impacto social, que se analizan en un Derecho penal de excepción, tanto en la parte
dogmática como en la procesal, ya que, sobre ser un fenómeno social único y
devastadoramente complejo, suele manifestarse como un concepto difuso tanto en su
contenido como en su estructura.
A) Delimitación criminológica
18
Norte América, las mafias italianas Cámorra, Ndragheta de Calabria, las mafias
rusas, las triadas chinas, los yakusas japoneses y los grupos criminales mas actuales
como los Latin Kings, Crips en EUA, los Skinnheads en Inglaterra, los Bloods en
EUA, Cholos en América Latina, la mafia Serbia, la mafia Israelí o los cárteles de
narcotráfico colombianos y mexicanos, sino que el concepto de organización
criminal, dependerá de la propia funcionalidad del concepto donde se quiera
analizar.
19
atender a la Política criminal de reacción y prevención. Esto es, debemos definir y
explicar que es organización criminal para determinar la forma de protección
formales e informales de éste fenómeno criminológico, y así determinar a través del
ius puniendi, las formas comisivas de dicho delito, sus modalidades y el tipo de
conducta típica que realizan los sujetos imputados. Además servirá para distinguirlo
de otros tipos de criminalidad.
3
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal.
Contribución a la determinación del injusto penal de organización criminal, Editorial Comares,
Granada, España, 2009, pág. 33.
20
un mundo globalizado, máxime que esta se ha expandido a niveles trasnacionales y
por lo tanto debemos saber cómo será su prevención y represión4.
21
en un estadio previo6 a la comisión fáctica del tipo penal que se le impute al sujeto
en particular.
6
Mas adelante analizaremos la criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico.
7
En el mismo sentido MEDINA ARIZA, Juan J, “Una Introducción al estudio criminológico
del crimen organizado”, en FERRÉ OLIVÉ, Juan Carlos / ANARTE BORRALLO, Enrique, Delincuencia
organizada. Aspectos penales, procesales y criminológicos, Universidad de Huelva Publicaciones,
España, 1999, págs. 109 y sigs.
8
ANARTE BORRALLO, Enrique, “Conjeturas sobre la criminalidad organizada”, en FERRÉ
OLIVÉ, Juan Carlos / ID., Delincuencia organizada. Aspectos penales, procesales y criminológicos,
Universidad de Huelva Publicaciones, España, 1999, págs. 13 y sigs.
9
CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada. Evidencias
empíricas y propuestas teóricas a partir de los casos italianos, Centro de estudios constitucionales,
Madrid, España, 1996, pág. 93.
22
sanciones penales, que obedece a la naturaleza propia de las actividades ilícitas
realizadas por sus miembros, a la característica estructura interna y a las relaciones
de colusión mantenidas con estratos de la sociedad”10.
10
ZHANG, X, Analyse de la criminalité organiseé en China; En HERRERO HERRERO, César,
Criminología…, op. cit., 2007, pág. 611
11
Preámbulo de las Disposiciones Generales de la Ley Orgánica 5/2010 de fecha 22 de
junio de 2010. Fecha de consulta: 24 de abril de 2010.
12
HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 610.
23
organización para cometer delitos específicos. En el caso particular citaremos los
conceptos de la normativa internacional y de la normativa interna de los países en
comparación de organización criminal.
2) Unión Europea
13
Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, en
la resolución 55/25 de la Asamblea General, del 15 de noviembre del año 2000. Fecha de consulta
24 de abril de 2014.
24
que esos delitos constituyan un fin en sí mismos o un medio de obtener beneficios
patrimoniales y, en su caso, de influir de manera indebida en el funcionamiento de la
autoridad pública”14. La Recomendación REC (2001) 11 del Comité de Ministros
sobre principios directrices en la lucha contra el crimen organizado manifiesta: “por
grupo criminal se designa una estructura grupal de tres o más personas, que existen
o coexisten después de cierto tiempo; al comienzo cometieron una o varias
infracciones graves, directa o indirectamente obteniendo ventajas materiales o
financieras”15. La definición acordada por los Ministerios de Justicia e Interior de
Alemania en 1990 considera el crimen organizado como una violación planificada
de la ley con el propósito de obtener ganancias y/o adquirir poder, estas violaciones
deben ser cada una de ellas o conjuntamente de la mayor significancia y llevadas a
cabo con la cooperación de más de dos participantes dentro de la división de tareas,
por un periodo indeterminado de tiempo, usando estructuras comerciales, violencia u
otros medios de intimidación, influencia política, de los medios de comunicación, de
la administración pública, de la justicia o de la economía legal16.
14
Artículo 1 de la acción común de 21 de diciembre de 1998, relativa a la tipificación penal
de la participación en una organización delictiva en los Estado miembros de la Unión Europea. En,
LÓPEZ BARJA DE QUIROJA, Jacobo, “Posición de la unión europea sobre el crimen organizado”, En
GRANADOS PÉREZ, Carlos, La criminalidad organizada. Aspectos sustantivos, procesales y
orgánicos, Consejo General del Poder Judicial, España, 2001, pág. 121.
15
Conseil de L´Europe Comité des Ministres. Recommandation Rec (2001) 11 du Comité
de Ministres aux etats members concernant des príncipes directeurs pour tutte contre crime
organize.
16
DE LA CRUZ OCHOA, Ramón, Crimen organizado. Delitos más frecuentes. Aspectos
criminológicos y penales, Editorial Universitaria, Cuba, pág. 55.
25
de hecho de tres o más personas, para cometer delitos en forma permanente o
reiterada, en términos de la ley de la materia”17. Ahora bien, sigue el legislador
conceptualizando el tipo en la LFDO en su artículo 2°: “Cuando tres o más personas
se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que
por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los
delitos siguientes, serán sancionados por ese solo hecho, como miembros de la
delincuencia organizada”18.
17
CPEUM. Fecha de consulta 24 de abril de 2014.
18
LFDO. Fecha de consulta 24 de abril de 2014.
19
CPE. Fecha de consulta 24 de abril de 2014.
26
3. Concierto y coordinación entre los integrantes. Existe una ordenación
criminal cada miembro de la organización se ponen de acuerdo y se coordinan para
comer alguna encomienda directa en el grupo.
27
Es de gran trascendencia observar que uno de los medios por los cuales el
Estado trata de garantizar la seguridad pública y la paz social, es por medio de
estrategias de todo tipo, desde vehículos, armas o hasta laboratorios con
equipamiento técnico y científico, o bien sistemas informáticos para el análisis y
tratamiento de la información.
Ahora bien, una de las causas para que el Estado legitime ciertas medidas de
seguridad a los ciudadanos se debe a la percepción de la población en lo que
respecta la delincuencia. Al existir esta percepción de creciente inseguridad entre los
ciudadanos, queda claro que el Estado debe asegurarse de la protección de derechos
fundamentales entre las personas, por lo que a medida que la delincuencia
incrementa en número, también incrementa en medios para destruir o delinquir, por
lo que el Estado debe superar esas tecnologías que el delincuente adquiere conforme
avanza la ciencia y la tecnología. El tópico de la problemática en torno a la
seguridad21 se caracteriza por los siguientes elementos:
20
FOUCAULT, Michel, Seguridad, territorio y población, Fondo de Cultura Económica,
México, 2006, pág. 39.
21
V id . MASSIMO, Pavarini, Democracia y seguridad. Nuevos enfoques en las políticas de
seguridad pública, Ediciones Coyoacán, México, 2006, págs. 9 y sigs.
28
2. De la inseguridad todos los sujetos tienen que ser responsabilizados
individualmente: los sujetos de la inseguridad por su estilo de vida, que conduciría a
un destino transitorio de neutralización, de indefensión de las víctimas ante la
inseguridad, debido a su propio estilo de vida imprudente.
22
BARATTA, Alessandro, Seguridad, Instituto de Criminología Anivar de Castro,
Venezuela, 2001, pág. 215.
29
necesidades básicas o reales, que pueden definirse como primarias (alimento,
vestimenta y abrigo). Esta política abarca un campo “extremamente más amplio que
la restringida prospectiva de la “lucha” contra la criminalidad”.
A) Socio-culturales
23
Vid. SCIMÉ, Francisco Salvador, Criminología causas y cosas del delito, Ediciones
jurídicas, Buenos Aires, Argentina, 1999, pág. 328.
24
SZABÓ, Denis, trad. BLANCO, Félix, Criminología y política en materia criminal, XXI
Siglo veintiuno editores, México, 1980, pág. 45.
30
humanos, como son el clima socio-familiar y los procesos relacionales en su
vecindad, sin olvidar el papel de los medios de comunicación, así también el
ambiente sociocultural desarrolla en el sujeto estímulos para desarrollar conductas
delictivas dentro de su organización social, así pues, la familia, el habitad urbano,
las sociedades postindustriales, el origen étnico25, son influencia para transitar a la
violencia y desencadenar rasgos de organizaciones criminales tomando en cuenta
también los factores de personalidad26; la desorganización social entre los
ciudadanos y la delincuencia desarrolla que mas sujetos se inclinen por participar en
la criminalidad, la sociedad es un organismo vivo y cambiante, por lo que genera
disconformidad social general y delincuencia particular, y en este caso
organizaciones criminales. De ahí que la delincuencia adulta y juvenil son resultado
de la quiebra de los controles sociales relacionados con los tradicionales grupos
primarios como la familia y la sociedad27. Es más, los sujetos actúan socialmente
cumpliendo o desvalorando las normas vigentes, que aunque no las conozcan como
tal, reconocen que sus actos y su comportamiento causan un daño social máxime si
se trata de la organización criminal, causando un disgusto social que conlleva una
consecuencia social y jurídica28.
De otra parte, la vida en una estructura social implica modos de vida que se
relacionan entre los sujetos intervinientes de cada sociedad, con lo cual emergen
situaciones significativas de desarrollo social entre los participantes de la sociedad,
pero no solo hay situaciones objetivas positivas de convivencia, sino lo mas, es las
imposiciones culturales y económicas que se advierten en la forma de vida de las
sociedades, lo que resulta una diversificación de intereses entre los sujetos que
25
SZABÓ, Denis, Criminología y política en materia criminal, op. cit., 1980, pág. 29.
26
CEREZO RAMÍREZ Fuensanta, Conductas agresivas en la edad escolar: Aproximación
teórica y metodológica: propuestas de intervención, Pirámide, España, 2006, pág. 15.
27
Vid. HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit.,2007, pág. 367.
28
Vid. SCIMÉ, Francisco Salvador, Criminología causas y cosas del delito…, op. cit., 1999,
págs. 326 y sigs.
31
adoptan ambiciones, propósitos, modos de vida29, que evidentemente de manera
lícita no podrían conseguir, por ello se involucran en actos ilícitos a través de la
organización criminal.
29
SCIMÉ, Francisco Salvador, Criminología causas y cosas del delito…, op. cit., 1999, págs.
335 y sigs.
30
Vid. HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, págs. 368 y sigs.
31
Vid. HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 344.
32
a la frustración engendrada a la vida social y a sus necesidades y ello conlleva unirse
a las organizaciones criminales para satisfacer sus necesidades sociales y
económicas32. Además el uso de la violencia para resolver conflictos establece una
forma de orden social, los códigos de honor y venganza por supuesto que están
asociados con el uso de la violencia y esto genera una participación mas activa en
las agrupaciones criminales. Entonces el uso de la violencia en las sociedades
modernas favorece a la organización criminal ya que es una forma de vida en la
actualidad y la única forma de sobrevivir en esta precaria sociedad en bajo el cobijo
de las organizaciones criminales.
Otro factor que influye en los sujetos a cometer conductas delictivas y ser
miembros de la organización criminal es la migración, muchos individuos en
situaciones de marginación o precariedad optan por emigrar a otros países,
principalmente a los países de primer mundo, buscando una mejor calidad de vida.
32
HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 345.
33
HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 350.
34
HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, págs. 370 y sigs.
33
En ocasiones estas personas llegan a generar problemas de inmigración tanto legal
como ilegal35, es decir, la movilidad social desarrolla factores de segregación social
y por ende desarrolla conductas delictivas, así la realidad sociocultural desarrolla
una fenomenología delictiva, en este caso enfocada a la organización criminal.
35
BECK, Ulrich, ¿Qué es la globalización?. Falacias del globalismo, Respuestas a la
globalización, Paidos, España, 2004, pág. 185.
36
IZQUIERDO ESCRIBANO, Antonio, La inmigración inesperada: La Población extranjera
en España (1991-19995), Trotta, España, 1996, pág. 58.
37
SEN AMARTYA, Kuman, Desarrollo y libertad, Planeta 2000, Barcelona, España, pág. 38.
38
GIDDENS, Anthony, Un mundo desbocado, los efectos de la globalización en nuestras
vidas, Taurus, España, 2003, pág. 265.
34
Todos los problemas planteados conllevan a que se relacione a la inmigración
con la organización criminal, al formarse subculturas con diferentes valores que
chocan en una sociedad estable. Claro ejemplo de ello son las organizaciones
criminales de los EUA conocidos como los MS-13 “Los Maras Salvatrucha”39.
Otro factor es la explotación infantil siendo el trabajo de los niños que impide
su educación, amenaza su salud física o psíquica y les impide jugar; realizando
jornadas que superan las doce horas, obteniendo remuneraciones mínimas y trabajos
que afectan a su dignidad o autoestima, por tal razón la organización criminal se
percibe a través de diferentes grupos de edades y como se dijo medios
socioculturales, los menores son susceptibles a los actos delictivos, y por ello les son
de gran interés por su forma de vida.
Las niñas sufren una doble discriminación por su condición de mujeres y son
más vulnerables a todas las formas de explotación, sobre todo al abuso sexual y a la
prostitución, generando así redes organizadas de delito de lenocinio, o trata de
personas. Excluidos de la educación y atrapados en el círculo vicioso de la pobreza
estos menores trabajadores ven sus derechos básicos quebrantados, su salud e
incluso su vida.
35
trabajo que un adulto, sin ningún tipo de queja y a cambio de una remuneración muy
inferior. En menores que han sufrido abuso sexual se encuentran problemas
relacionados con dificultades en las relaciones, conductas antisociales y problemas
emocionales. Éstos parecen ser indicadores generales de las diversas formas de
maltrato y/o abandono. Las conductas autodestructivas que se producen en menores
que han sufrido maltrato físico activo, algunos problemas de carácter sexual como la
precocidad en el juego sexual, el conocimiento de cuestiones sexuales inusuales para
la edad o el nivel evolutivo del menor y determinadas manifestaciones de carácter
sexual, dirigidas hacia adultos o hacia iguales que nunca se observan en los
compañeros hace mucho más vulnerables para ser en el futuro víctimas de abuso
sexual, por consiguiente son fáciles presos de la organización criminal.
La fuerza más poderosa que conduce a los niños y a las niñas al trabajo
peligroso y agotador es la pobreza. Los progenitores de los menores están a menudo
desempleados y desesperados por conseguir un empleo. Sin embargo, no son ellos
sino sus hijos e hijas quienes reciben las ofertas de trabajo, quizás porque son más
fáciles de explotar.
Ello prueba que los jóvenes suelen ser un blanco fácil de conseguir por parte
de las organizaciones criminales, una cultura de prestigio social por la obtención de
riqueza sin importar como se logra, es motivo sencillo para que más jóvenes se
36
involucren de la agrupación criminal, ello concatenado con la influencia de
actividades de adicción como suele ser la droga, el alcohol, el consumismo, que
ponen a los jóvenes vulnerables a estos factores sociales, en contrapartida con una
vida triste y miserable al lado de su familiares y su entorno social de desarrollo
habitual, no queda mas que adherirse a las organizaciones criminales.
B) Económicos
40
CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada…, op. cit., 1996,
pág. 99.
41
Vid. HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 358.
37
criminógenas del comportamiento de la personalidad del miembro de la
organización criminal.
La pobreza disminuye los recursos que las familias tienen para obtener los
alimentos necesarios y una inadecuada alimentación obstaculiza el desarrollo normal
y puede incrementar la violencia. La alimentación deficiente: producto de la pobreza
o del abandono, los niños mal alimentados no desarrollan plenamente sus
capacidades intelectuales y son más proclives a adoptar hábitos delincuenciales,
además de contraer numerosas enfermedades.
42
SZABÓ, Denis, Criminología y política en materia criminal, op. cit., 1980, pág. 45 y sigs.
38
El riesgo que supone la pobreza extrema no sólo se deriva del estrés que
origina en la vida familiar, sino también de su relación con otras condiciones de
riesgo y de las menores oportunidades que implica para desarrollar condiciones
compensadoras (habilidades socio-emocionales, apoyo social, autoestima). Por eso,
una de las actuaciones necesarias para proteger a la sociedad es mejorar las
condiciones de vida de las familias que atraviesan por graves dificultades
económicas43. La pobreza y la marginación incrementan los riesgos de que los seres
humanos padezcan en el ámbito familiar desnutrición y explotación infantil, lo que
puede ocasionar problemas académicos, sociales y legales. Las condiciones
protectoras y de riesgo de padecer violencia dependen de la posición que una familia
ocupan en la sociedad, y de las oportunidades que la persona va a tener en el
transcurso de su vida para acceder e integrarse a nuevos contextos.
43
DÍAZ AGUADO, María José, Et Al., Infancia en situación de riesgo social. Un
instrumento para su detección a través de la escuela, Comunidad de Madrid. Dirección General de
Investigación, España, 1996, pág. 126.
39
que afecta especialmente a aquellos que esta sociedad considera como los más
débiles: niños, mujeres y marginados.
40
Como colofón, la actividad de la organización criminal representa un
instrumento esencial para ganar dinero y para asegurar un rápida promoción social
con los consiguientes poder y prestigio económico y social.
C) Políticos
Uno de los principales factores políticos que genera la delincuencia pasa a ser
responsabilidad de los medios de comunicación que tienen efectos positivos y
negativos en la población, cada día nos transmiten noticias acerca de hecho
violentos en todo el mundo, y en muchos de los casos de actos realizados por las
organizaciones criminales44. Algunas de sus cualidades son que tienen elementos
útiles para enseñar y brindar una socialización continua de las actitudes, los valores
y los comportamientos de la sociedad45.
44
MIDDENDORFF, Wolf. La criminalidad violenta de nuestra época, Espasa-Calpe S.A.,
Madrid, España, 1978, pág. 9.
45
CASTELLS, Manuel, La era de la información. economía, sociedad y cultura, Alianza,
Madrid, España, 2006, pág. 238.
46
GÓMEZ GÓMEZ, Amalia, La escuela sin ley, Salva Libros, Madrid, España, 2009, pág. 64
41
Algunas de sus características configuradoras son las siguientes:
47 JOHNSON, David, W., Cómo reducir la violencia en las escuelas, Paidos, Buenos Aires,
Argentina, 1999, pág. 16.
48
ORTEGA RUIZ, Rosario, Malos tratos entre escolares. De la investigación a la
intervención, Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, Madrid, España, 2008, pág. 30.
42
que normalizan y hacen divertidas las situaciones agresivas, sin importar el dolor de
las víctimas y promueven las agresiones como medio de solución de conflictos49.
43
elección popular, quienes participaban en una organización criminal terrorista, ahora
tenia la oportunidad de acceder a a una vida democrática53.
Siguiendo en ese mismo orden de ideas, en Sicilia, Italia la política local cayo
en manos de la mafia siciliana, al caso que la política nacional tuvo la necesidad de
apoyarse con los locales para las diputaciones, ya que la mafia siciliana procuraba
votos y controlaba afilados partidistas, este grupo criminal empezó a condicionar a
políticos, magistrados y personal de seguridad nacional, fue tanta su expansión que
llego hasta territorio de EUA54.
53
Vid. SESIÓN DE CONTROL, El brazo político de ETA, 2012, 14 enero 2014,
www.sesióndecontrol.org
54
Vid. CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada…, op. cit.,
1996, pág. 102.
44
Otro aspecto a resaltar sobre los factores políticos es la falta de participación
democrática de los ciudadanos de un Estado democrático de Derecho, en estos
países es sobresaliente las actividades delictivas de la organización criminal como es
el caso de México, y nos encontramos con la inconformidad social, la desesperanza
en la utilización de las fuerzas políticas para lograr una movilidad social, es un
espacio ideal para la proliferación de la delincuencia organizada55.
55
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal op.
cit., págs. 11 y sigs.
56
BLANCO CORDERO, Isidoro, Principales instrumentos internacionales relativos al crimen
organizado: La definición de la participación en una organización criminal y los problemas de
aplicación de la ley penal en el espacio, en Criminalidad organizada, Reunión de la sección
Nacional Española Preparatoria del XVI Congreso de la AIDP en Budapest, Gabinete del Rector de
la Universidad de Castilla-La Mancha, España, 1999, págs. 18 y sigs.
57
HERRERO HERRERO, César, Criminología…, op. cit., 2007, pág. 620.
45
D) Especial referencia a la globalización y su impacto sobre la
criminalidad
46
movimiento de personas, bienes, servicios y capitales, es un proceso de unificación
de mercados mundiales, lo que conocemos actualmente como globalización y que es
donde se va desarrollando en la actualidad la organización criminal62. Pero además
las grandes organizaciones de delincuencia, como lo hemos mencionado, si bien son
originadas en un Estado, operan normalmente más allá de las fronteras nacionales,
es decir, en diversos Estados, aprovechando las oportunidades del enriquecimiento
rápido que ofrece el mercado mediante el uso de actividades delictivas. Por ello las
actividades delictivas ahora son de carácter trasnacional, la globalización de los
mercados ha permitido a las organizaciones criminales pasen de lo local a realizar
sus operaciones de manera trasnacional63.
62
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal…, op.
cit., 2009, págs. 61 y sigs.
63
Vid. BLANCO CORDERO, Isidoro, El Delito de blanqueo de capitales, Aranzadi, España,
2002, págs. 37 y sigs.
64
Término informático que significa suplantación de identidad.
65
Término informático que hace referencia a una red de robots que ejecutan de manera
autónoma y pueden controlar ordenadores o servidores de forma remota.
47
Así pues, las nuevas tecnologías como lo hemos mencionado conllevan a
modificar las nuevas formas de cometer los tipos penales, el fraude será fraude solo
que ahora se realiza a través de un ordenador, así se debe atender a las nuevas
formas de cometer delitos y en el caso particular de los cometidos por
organizaciones criminales, así las trasnacionalidad se da en el hecho penalmente
relevante y en su resultado, porque con la organización criminal se dan resultados
materiales en lugares distintos de su preparación y ejecución, v.gr. el tráfico de
drogas en su modalidad de transportación. Este tipo de comportamientos penalmente
relevantes obligan a romper las fronteras legales que ya no existen para delinquir, las
nuevas concepciones de la intimidad y privacidad a que conllevan, son elementos
sustanciales que obligan a urgentes adaptaciones de la respuesta penal, y deben
hacerlo cada vez con mayor premura, pues las llamadas nuevas tecnologías cada vez
forman más destacada parte de nuestra cotidianidad y lo deben hacer globalizando
respuestas como la de armonización penal y procesal a nivel trasnacional, situación
que se ve muy complicada, por lo menos para el caso del Continente Americano66.
66
En el plano internacional la lucha trasnacional contra la delincuencia organizada se
plasma por la ONU a partir de la Convención Internacional contra el Crimen Organizado
Trasnacional y sus protocolos, Nueva York, 2004.
48
como paraísos fiscales para poder ocultar o invertir el dinero y gananciales
obtenidos de manera ilícita, para blanquearlos y retornarlos a la economía legal67.
67
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…,op. cit., 2002, págs. 22
y sigs.
68
Apud GARRIDO, Vicente / STANGELAND, Per / REDONDO, Santiago, Principios de
Criminología…, op. cit., 2006, pág. 74.
49
A) Permanencia a un grupo criminal y su organización
69
ORSI, Omar Gabriel, Sistema penal y crimen organizado. Estrategias de aprehensión y
criminalización del conflicto, Editores del Puerto, Argentina, 2007, pág. 41.
70
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal…,
2009, op. cit., 2009, pág. 127.
71
CHOCLÁN MONTALVO, José Antonio, “Criminalidad organizada. Concepto. La
asociación ilícita. Problemas de autoría y participación”, en GRANADOS PÉREZ, Carlos, La
criminalidad organizada…, op. cit., pág. 239.
50
Ahora bien, es imprescindible que la organización criminal se designen los
objetivos o fines comunes, siendo éstos los que determinan sus características,
estructura, fines intermedios, división de trabajo, relaciones entre miembros, toma
de decisiones72, etc., además, estas características se deben desarrollar por un tiempo
establecido, la organización criminal debe tener objetivos comunes en un lapso de
tiempo prolongado no ocasional, centrándose en una delegación de funciones, roles
específicos, derechos y deberes coordinados en un sistema organizacional con fines
y objetivos bien delimitados, que en este caso es cometer delitos tipificados como
organización criminal. En tal sentido la STS sostiene que la aplicación de la
agravación por pertenencia a una organización requiere, desde la entrada en vigor de
la reforma del Código Penal (RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777) operada por
la LO 5/2010 (RCL 2010, 1658): “la agrupación formada por más de dos personas,
con carácter estable o tiempo indefinido, que de manera concertada y coordinada se
repartan diversas tareas o funciones, con el fin de cometer delitos” (artículo 570
bis.1, párrafo segundo del CP). Por lo tanto, la prueba ha de ser suficiente para
acreditar la existencia de la agrupación formada por más de dos personas, de las que
deberán excluirse aquellas que se limitan a una aportación ocasional sin que pueda
afirmarse su integración en el colectivo; que tiene carácter estable o se ha formado
por tiempo indefinido, lo que excluye los casos de reunión, más o menos fortuita,
para la comisión inmediata de un delito; que existe un reparto de tareas de forma
concertada y coordinada en el que participa de alguna forma el acusado, lo que
generalmente supone la fungibilidad de los distintos miembros, aunque no implique
necesariamente en todo caso una jerarquización, ya que la distribución puede
realizarse desde un plano de igualdad; y que todo ello se ha realizado con el fin de
cometer delitos73.
72
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal…,. op.
cit., 2009, págs. 128 y sigs.
73
STS 25.10.2013 (Ponente: MENÉNDEZ DE LUARCA, Miguel Colmenero)
51
Así, la organización criminal distribuye funciones a la pluralidad de personas
que le integran que se distribuyen funcionalmente para los fines de la organización,
en inicio tiene una estructura jerárquica y en algunos casos piramidal, tiene una
estructura similar a la que representan las empresas legítimas, que conllevan una
seria de actividades delegadas y con división de trabajo, un eficaz orden laboral,
manifestaciones estructurales, normas de funcionamiento, distribución de roles,
jerarquías y criterios de adscripción y depuración, la organización criminal es una
autentica empresa criminal con modelos y estructura propia de las empresas legales
y ello conlleva una profesionalización de sus actividades74, que en la mayoría de los
casos realiza actividades transnacionales e intensa movilidad territorial dentro de un
mismo país, esto claro con una acción prolongada en el tiempo.
74
Vid. SÁNCHEZ GARCÍA DE PAZ, Isabel, La criminalidad organizada. Aspectos penales,
procesales, administrativos y policiales, Dykinson, Madrid, España, 2005, pág. 41.
75
Circular 2/2011 de la Fiscalía General del Estado sobre la reforma del Código Penal
Español por la Ley orgánica 5/2010 en relación con las organizaciones y grupos criminales. Fecha
de consulta 24 de abril de 2014.
76
CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada…,op. cit., 1996,
pág. 96.
52
cometidas de cada cual. El fin delictivo único da coherencia a los diferentes papeles
y trabajos de cada integrante que, sólo sumados al final, explican y suponen el éxito
de su actividad criminal conjunta. El trabajo en cadena potencia la acción criminal
cuando la cadena delictiva se pone en marcha. A diferencia del mismo delito
cometido por un individuo en solitario, el crimen organizado permite que cada uno
de los diversos integrantes realice sólo una parte de la acción que, penalmente
hablando, concretaría la figura de organizaciones criminales.
53
por ejemplo, un caso similar al contemplado en la STS 12/06/200777, que no duda en
condenar a todos por estafa informática, aunque muchos de los integrantes viven en
países diferentes y no tienen conocimiento personal entre sí, bastando su relación a
través de internet, de tal efectividad que posibilita el delito itinerante entre países.
77
STS: 12.06.2007 (Ponente: GIMÉNEZ GARCÍA, Joaquín). Estafa. Valerse de alguna
manipulación informática para conseguir la transferencia no consentida de cualquier activo
patrimonial en perjuicio de tercero: existencia: colaboradores en trama de «pisshing» que abren
cuentas en las que ingresar lo estafado y transmitirlo a los principales culpables: que no conocieran
la parte fundamental de la red no les exime. Fecha de consulta 28 abril 2014.
78
STS 24.3.1998 (Ponente: BERDUGO Y GÓMEZ DE LA TORRE, Juan Ramón), fecha de
consulta 28 abril 2014.
54
1) Que alguien hubiera dado comienzo a la ejecución del delito. 2) Que
posteriormente otro u otros ensamblen su actividad a la del primero para lograr la
consumación del delito cuya ejecución había sido iniciada por aquél. 3) Que quienes
intervengan con posterioridad ratifiquen lo ya realizado por quien comenzó la
ejecución del delito aprovechándose de la situación previamente creada por éste, no
bastando el simple conocimiento. 4) Que cuando intervengan los que no hubieran
concurrido a los actos de iniciación ya no se hubiese producido la consumación,
puesto que, quien interviene después, no puede decirse que haya tomado parte en la
ejecución del hecho (v. S de 29 de marzo de 1993 [ RJ 1993, 2569] ); 5) que la
coautoría presupone la común y unitaria resolución de todos los partícipes para
llevarla a efecto, siendo esencial la unidad de conocimiento y voluntad de aquéllos
como elemento subjetivo, junto al objetivo de la puesta en práctica de la acción
conjunta, debiendo tener la actuación de cada uno la entidad y relevancia precisas
que definan al delito (S de 14 de diciembre de 1985 [RJ 1985, 6265]); 6) que la
coautoría debe ir acompañada en su vertiente subjetiva por dolo directo o eventual
(S 2 de febrero de 1982 [RJ 1982, 614]); que el acuerdo de voluntades entre dos o
más personas para llevar a efecto la realización de un plan delictivo por ellos
trazado, establece entre los que se conciertan un vínculo de solidaridad penal que les
hace partícipes con igual grado de responsabilidad, cualquiera que sea la función o
cometido que a cada uno de los concertados se le asigne (S de 31 de mayo de 1985
[RJ 1985, 2570]); y 7) que la jurisprudencia actual rompe con la idea de que la
existencia de un acuerdo previo convierte a los diversos partícipes en coautores,
pues conllevaría a un criterio extensivo de autor y calificaría como tal a toda forma
de participación concertada, sin tener en cuenta el aporte objetivamente realizado al
delito. Por este motivo, la jurisprudencia se ha acercado cada vez más a un concepto
de autoría fundado en la noción del dominio del hecho, para el que resulta decisivo,
en relación a la determinación de si se ha «tomado parte directa» en la realización de
55
la acción típica, la posición ocupada por el partícipe en la ejecución del hecho (S de
8 de febrero de 1991 [RJ 1991, 915])79.
B) Fin económico
79
STS 24.3.1998 (Ponente: BERDUGO Y GÓMEZ DE LA TORRE, Juan Ramón). Fecha de
consulta 29 de abril de 2014.
80
CHOCLÁN MONTALVO, José Antonio, Criminalidad organizada…,op. cit., 2001, págs.
243 y sigs.
56
blanqueo de capitales, lavado de dinero, etc., la solvencia económica ilícita es uno
de los fines principales de la organización criminal, que no en todos los casos aplica,
como podría ser el terrorismo islámico, pero en en muchos de los casos si lo es,
específicamente como en los cárteles de droga mexicanos y colombianos.
81
ANARTE BORRALLO, Enrique, Conjeturas sobre la criminalidad organizada…, op. cit.,
1999, pág. 46.
82
En el mismo sentido BLANCO CORDERO, Isidoro, “El increíble desarrollo mundial de los
mercados ilícitos ha generado también la formación de formidables patrimonios. estos se han
acumulado gracias al extraordinario volumen de beneficios obtenidos de la economía ilegal. La
concentración en pocas manos de la riqueza acumulada en el sector ilegal ha otorgado a la
criminalidad organizada un poder económico y político sin precedentes y en constante aumento”,
Criminalidad organizada y mercados ilegales, en Revista Eguzkilore, Cuaderno del Instituto Vasco
de Criminología, núm., 11, San Sebastián, España, 1997, pág. 338.
83
En el caso de Caro Quintero, para evitar pasar buena parte de su vida en prisión, luego de
ser detenido en 1985, Rafael Caro Quintero ofreció pagar la deuda externa de México: 80.099
millones de dólares. Eso es, al menos, lo que se contaba en las calles, recuerda la versión digital del
periódico mexicano El Universal. En el caso de Joaquín Guzmán Loera, la revista Forbes
manifiesta: CEO del cártel de Sinaloa, "El Chapo" es el narcotraficante más poderoso del mundo. El
cártel es responsable de aproximadamente el 25% de todas las drogas ilegales que entran a los
EE.UU. a través de México. Expertos antinarcóticos estiman, de forma conservadora, que los
ingresos anuales del cartel pueden exceder los tres mil millones.
84
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…,op. cit., 2002, pág. 21.
57
C) Corrupción
85
CHOCLÁN MONTALVO, José Antonio, Criminalidad organizada…, op. cit., 2001, págs.
235 y sigs.
58
En el caso de la organización criminal italiana su característica principal ha
sido la de intervenir en la política en todos sus niveles, recurriendo a la violencia
para eliminara físicamente a su opositor en el mucho de los casos, la corrupción, la
intimidación, la presión por chantaje. Por lo que encontramos relaciones estrechas
entre la organización criminal y política, entre criminales y políticos86.
¿Pero cuáles son los beneficios obtenidos por la organización criminal por
acceder al poder político y gubernamental de los Estados?: sencillamente
impunidad, y que ésta sea por un lapso de tiempo mínimo en el que el servidor
público afectado este en el cargo o comisión, principalmente en lo que se refiere a
la actuación policial, ministerial y judicial. La corrupción es esencial para la
supervivencia del grupo delictivo y de sus operaciones ilícitas89.
86
CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada…, op. cit., 1996,
págs. 93 y sigs.
87
CACIAGLI, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada…, op. cit., 1996, pág. 97.
88
Vid. CACIAGLI, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada, op.cit., 1996, p. 98.
89
Vid. SÁNCHEZ GARCÍA DE PAZ, Isabel, La criminalidad organizada, op. cit., 2005, p. 68.
59
delictivo del blanqueo de capitales o lavado de dinero, el blanqueo de capitales se ha
mostrado como el gran corruptor de la actividad económica legal90.
90
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal, op.,
cit., 2009, pág. 143.
91
CATANZARO, Raimundo, El delito como empresa, Taurus, España, 1992, pág. 292.
92
Como en el caso mexicano lo que esta sucediendo en Michoacán, ante las constantes
agresiones del crimen organizado muchas personas han decidido pasar a la acción a través del
movimiento conocido como grupos de autodefensa. Ahora la población que se encuentra armada es
la gran protagonista y no es aceptable que la propia ciudadanía sea la que toma la justicia en su
propia mano y nos damos cuenta que la cohesión y el tejido social se encuentran erosionados ante
la ausencia de estrategias del gobierno para garantizar la paz social en ese Estado Mexicano.
93
Como el caso de Colombia con Pablo Escobar Gaviria, narcotraficante colombiano
fundador del llamado cartel de Medellín, aproximadamente en el año 1976 escobar empezó su
carrera política en un barrio para desheredados en Medellín Medellín sin Tugurios o el barrio de
Pablo Escobar, una barriada de 780 viviendas unifamiliares, que construyó con destino a la gente
necesitada para obtener los votos que le convirtieron primero en teniente de alcalde del
Ayuntamiento de Medellín y, después, como candidato del Movimiento de Renovación Liberal, en
diputado suplente del Congreso de la República en 1982.
60
para lograr así la impunidad de sus actividades delictivas ilícitas, podemos decir que,
la organización criminal ha encontrado en la corrupción el medio más poderoso para
conseguir sus objetivos, sus finalidades de poder económico, en todos los sentidos
poder. De igual forma, busca el cobijo y protección de los agentes políticos en los
diferentes niveles de gobierno encargados del ius piniendi, como pueden ser los
legisladores, fiscales ministeriales, jueces y magistrados, servidores penitenciados y
altos mandos del poder ejecutivo como gobernadores, presidentes municipales ¿y
porque no?, en su caso hasta con el primer mandatario del Estado94.
D) Empleo de la violencia
94
V.gr., se dice que el gobernador jaliscienses que ha mantenido más estrechas ligas con los
jefes de la droga fue Guillermo COSSÍO VIDAURRI, una de cuyas sobrinas, Sarita, fue novia de
Rafael CARO QUINTERO, relación que provocó un escándalo mayúsculo que impactó a los círculos
políticos y sociales del país mexicano. Se dice también que Enrique Álvarez del Castillo, quien
también fuera gobernador y luego fiscal de la República, también estuvo involucrado con el narco.
A ÁLVAREZ DEL CASTILLO se le relacionó con el asesinato del agente de la poderosa Agencia
Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique CAMARENA SALAZAR. Entre los implicados se
mencionó también al cuñado del expresidente Luis ECHEVERRÍA ÁLVAREZ, Álvaro ZUNO, todavía
preso por esa misma causa. Vid. Gastón PARDO, Conexiones de los grupos políticos mexicanos con
el narcotráfico. http://www.voltairenet.org/article125678.html
61
criminal demuestra su poder e intimidación a ambos sectores a través del uso de la
violencia característica por ejemplo en el caso español del terrorismo95. Claro
ejemplo de lo mencionado lo encontramos en los hechos ocurridos en la Sentencia
número 1140/2010 de 29 diciembre. RJ 2011\135 del TSE, hechos ocurridos en
Barcelona en le año de 200896, entre finales de 2007 y principios del año 2008 un
grupo de personas de origen pakistaní e indio, de religión musulmana, residentes en
Barcelona, se fueron radicalizando en su ideología, hasta el punto de decidir seguir
los postulados de violencia y empleo de la yihad, preconizados por el líder talibán
Demetrio y entrar en contacto con los dirigente de este grupo, vinculado a Al-Qaeda,
y localizado en Pakistán. La aceptación de estos planteamientos les llevó a decidir
realizar una acción violenta, empleando material explosivo contra el metro en la
ciudad de Barcelona, que pudiese provocar un elevado número de víctimas.
62
organización, que en su mayoría son las formas más graves de comportamiento
delictivo y esta peligrosidad se manifiesta con el carácter expansivo de la actividad
delictiva de la organización. Así el comportamiento de la organización criminal han
de tener una relevancia de dañosidad social por el uso indiscriminado de la violencia
y por consecuencia de la concretización de delitos considerados como graves, v.gr.,
el delito de corrupción cometido por un individuo no representa la misma magnitud
si dicho delito se maximiza por bajo los efectos de la autoría de la organización; así
pues, los delitos cometidos por la organización criminal representan el máximo
peligro para los bienes jurídicamente tuteados como lo son; narcotráfico, trata de
personas, blanqueo de capitales, lavado de dinero, corrupción, etc.. Es evidente que
para la realización y concreción de estas conductas delictivas se requieran medios y
formas para lograrlos, lo que generalmente son cometidos por medio de la violencia
en todos sus formas; como lo pueden ser, violencia física, corrupción de
funcionarios, lesiones, homicidios, falsificación de todo tipo de documentos, etc.
97
Circular 2/2011 de la Fiscalía General del Estado sobre la reforma del Código Penal
Español por la Ley orgánica 5/2010 en relación con las organizaciones y grupos criminales, Fecha
de consulta 24 de abril de 2014.
63
64
CAPÍTULO II
LA ACCIÓN DEL DELITO DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL.
De ahí que el Derecho penal solo protege aquellos bienes jurídicos que
vulneran a una sociedad en particular, y como ya se dijo esta lesión jurídico penal se
realiza en el mundo fáctico, y así pues, se combate a las conductas humanas
socialmente dañosas o indeseadas98, que crean un peligro para el pleno desarrollo y
estabilidad de la sociedad. Es por ello que resulta eficaz conceptualizar el concepto
98
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal. Parte general I. El hecho punible, trads.
CANCIO MELIÁ, Manuel / SANCINETTI, Marcelo A., Thomson, Civitas, España, 2000, pág. 98.
65
jurídico penal de la acción como la hemos considerado y observar su desarrollo
doctrinal, ya que de ella se deriva la imputación de esa conducta humana penalmente
relevante para el Derecho penal.
99
VON LISZT, Franz, Tratado de Derecho penal, tomo II, trad. JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis, 20ª
edic., Instituto editorial Reus, España, 1927, pág. 297.
100
WELZEL, Hans, Derecho penal. Parte general, trad. FONTAN BALESTRA, Carlos, Roque
Depalma Editor, Buenos Aires, Argentina, 1956, pág. 39.
66
comportamiento a objetivos ya ideados para la obtención concreta de los mismos101.
La finalidad de un ser humano es un actuar dirigido conscientemente desde el
objetivo, no así la causalidad que no va dirigida hacia un objetivo, dice WELZEL, la
“finalidad es vidente; y la causalidad es ciega”102.
101
WELZEL, Hans, Derecho penal, op.cit., 1956, pág. 39.
102
WELZEL, Hans, Derecho penal, op.cit., 1956, pág. 39.
103
Vid. WESSELS, Johanes, Derecho penal, Parte general, trad., FINZI, Conrado A.,
Ediciones Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1980, pág. 24.
104
Vid. JAÉN VALLEJO, Manuel, El concepto de acción en la dogmática penal, Editorial
Colex, España, 1994, pág. 57.
67
Para WESSELS, “acción es la conducta socialmente relevante dominada por la
voluntad humana o que ésta puede dominar”105. Como consecuencia toda conducta
es socialmente relevante cuando tenga injerencia el ser humano frente a su ámbito
social donde se desarrolla, con arreglo a sus consecuencias deseadas o no deseadas,
y debe tener una apreciación relativa al valor106, debemos analizar si la conducta
humana llevada por la voluntad conlleva una relevancia social.
El concepto personal de acción fue acuñado por ROXIN, quien dice que un
concepto de acción ajustado a su función se produce si se entiende la acción como
“manifestación de la personalidad”108, esto es que “es acción todo lo que se puede
atribuir a un ser humano como centro anímico-espiritual de acción”109.
105
WESSELS, Johanes, Derecho penal…, op. cit., 1980, pág. 25.
106
WESSELS, Johanes, Derecho penal…, op. cit., 1980, pág. 26.
107
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal. Parte general, trad. OLMEDO
CARDENETE, Miguel, 5ª edic., Comares, Granada, España, 2002, pág. 239.
108
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Fundamentos. La estructura de la teoría
del delito. tomo I, trads., LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel / DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel, / DE
VICENTE REMESAL, Javier, 2ª edic., Civitas, España, 1997, pág. 252.
109
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op.cit., 1997, pág. 252.
68
De ahí que se desarrolla un concepto enfocado a la atribuilidad de un sujeto al
momento de realizar un comportamiento, es decir una atribuilidad personal. Así
pues, el comportamiento de un sujeto al momento de cometer un hecho penalmente
relevante de ser atribuido a su persona por el hecho de manifestar y exteriorizar su
personalidad en sentido de los hechos y hacerlo suyo, con esta propuesta del
concepto de acción se engloba lato sensu el concepto de acción, que abarca las
formas de la manifestación delictiva dolosos e imprudentes, así como también las
manifestaciones de omisión, incluso las omisiones imprudentes110. Inclusive este
concepto personal de acción nos delimita lo decisivo entre acción y la falta de
acción, siendo las ultimas las acciones que realizan los animales, los actos realizados
por personas jurídicas, lo meros pensamientos, actitudes internas y disposiciones de
ánimo que permanezcan en la esfera interna del sujeto y cuando al cuerpo humano le
falta la manifestación de la personalidad, cuando sólo funciona como una masa
mecánica, sin el espíritu y la psiquis del sujeto111.
110
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 255.
111
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 258 y sigs.
112
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 265.
69
la medida en que está relacionada con el Derecho penal”113. El concepto de acción,
para JAKOBS, debe combinar a la sociedad y al Derecho penal. Por lo que al hablar
del concepto de acción se debe hablar de una responsabilidad para el autor que
produzca los movimientos corporales realizados o que podría realizar, así se hablaría
de una responsabilidad por el resultado114. Así, JAKOBS desarrolla un concepto de
acción dirigido a la evitabilidad individual, sustituye la finalidad por el requisito de
la evitabilidad, señala que la dirección de la acción ha de determinarse siempre en
función de las capacidades individuales del autor115.
113
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción, trad. CANCIO MELIÁ, Manuel,
en Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO
SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Peru, 2000, pág. 78.
114
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, 2000, op. cit., págs. 82 y
sigs.
115
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general. Fundamentos y teoría de la
imputación, trads. CUELLO CONTRERAS, Joaquín / SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis, 2ª
edic., Marcial Pons, Ediciones Jurídicas, España, 1997, págs. 171 y sigs.
116
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 173.
117
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 174.
118
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 90.
119
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, págs. 90 y sigs.
70
interpretación120, así “quien actúa se convierte de manera individualmente evitable
en la razón determinante de un resultado”121.
120
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, págs. 93 y sigs.
121
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 96.
122
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 97.
123
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 98.
124
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal. Parte general. Teoría jurídica del delito,
volumen I, tomo II, Bosch, Barcelona, España, 2000, pág. 260.
125
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 99.
126
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 105.
71
Como colofón, manifiesta JAKOBS que un “concepto de acción que almacene
el programa completo del Derecho penal debe ser ampliado hasta la culpabilidad,
acción es convertirse a sí mismo en culpable”127, y prosigue afirmando que “el
comportamiento en cuanto suceso psico-físico, debe ser objetivamente imputable,
evitable y culpable”128.
127
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, págs. 102 y
sigs.
128
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 106.
72
KINDHÄUSER al delimitar un concepto intencional de acción, en el contexto de la
intencionalidad dirigida a un objetivo que sobre pasa el mero movimiento129,
situación que acontece en los miembros integrantes de las organizaciones
criminales, desde el inicio de su actividad criminal su actividad de conducta va
encaminada a delinquir, su acción tiene contenido intencional, solo bajo el contexto
intencional puede mostrarse la conducta criminal de organizaciones criminales
encaminados a realizar los delitos contenidos en la lex lata, así su conducta conlleva
el conocimiento de una intención de reunirse o agruparse de forma permanente en el
tiempo para cometer delitos y alcanzar un objetivo económico primordialmente,
v.gr., quien con su comportamiento produce sustancias o vegetales que se
consideran narcóticos por la LGS, esta creando una acción típica de delincuencia
organizada, y por supuesto el miembro integrante de la organización criminal, pudo
en su momento evitar ese comportamiento y no lo quiso, y creo con su
comportamiento un movimiento corporal sensorial externo con todas las
peculiaridades objetivas del resultado peligroso para la sociedad, desde el momento
mismo de sembrar una semilla de marihuana para después su correspondiente
comercialización.
129
KINDHÄUSER, Urs, Acción y norma en el Derecho penal, trad. DE LA VEGA MARTINIS,
Orlando Humberto, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho
penal, Contexto, Argentina, 2011, págs. 72 y sigs.
73
Ahora bien, nos encontramos que en la conducta desplegada por el miembro
de la organización per se se ejecuta una duplicidad de comportamientos, a saber uno
que es propiamente la conducta de agrupación y organización de hecho, es decir, la
conducta intencionada de reunirse de forma permanente y reiterada, en un lapso de
tiempo indefinido, con el firme propósito de cometer delitos tipificados por la lex
lata, esta seria la primera manifestación fáctica de conducta criminal; la de reunión y
agrupación para fines delictivos, y la segunda forma de comportamiento deriva de la
participación fáctica del miembro de la organización criminal, aquel miembro de la
organización que desea invertir una gran cantidad de dinero fruto de actividades
ilegales tales como la extorsión, juegos ilícitos, prostitución o tráfico ilícito de
drogas y contrata a experto financiero para la inversión de estos recursos
económicos esta realizando la conducta típica del art. 301 del CPE de blanqueo de
capitales, por lo que denota en el caso en concreto la realización de duplicidad de
conductas delictivas, en las conductas penalmente relevantes de los miembros de la
organización criminal.
130
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal, Parte general, 10ª edic., Editorial Reppertor,
Barcelona, España, 2015, págs. 192 y sigs.
74
Finalmente podemos decir que la acción como forma de realizar la conducta
típica de organización criminal, es aquel comportamiento humano sensorial externo
que crea un peligro de dañosidad social, y que se realiza de manera intencional para
cometer delitos contenidos en la lex lata, que pudo evitar y que por su propia
voluntad no lo quiso.
131
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 201.
132
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 223.
75
relevante se le imputa su resultado objetivamente y que a posteriori se le imputara
de manera subjetiva133.
Por otro lado dentro del núcleo de la conducta típica encontramos los
elementos descriptivos y normativos del tipo que en cada caso se requiere, los
primeros son aquellos elementos que sensorialmente se perciben en la realidad
perceptibles a través de los sentidos y los segundos son aquellos que aluden una
valoración determinada por una norma jurídica o por una norma social.
133
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 222 y sigs.
134
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 222 y sigs.
76
B) Pluralidad de conductas típicas alternativas
Por supuesto que se deben considerar los factores subjetivos dentro del tipo
penal de un delito de comisión, ya que como lo hemos desarrollado en primer lugar
en la acción del hecho no solo se da la producción del resultado -tipo objetivo-, sino
también aquellos elementos subjetivos del tipo, como también la imputación
subjetiva -dolo o imprudencia- donde se expresa las condiciones de evitabilidad por
parte del sujeto de la parte objetiva del tipo, y se halla constituida siempre por la
voluntad del sujeto y algunas veces por elementos especiales requeridos en ciertos
tipos penales135.
135
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2017, pág. 233. Así también, ROXIN,
Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 306.
77
la seguridad pública, la soberanía y el Estado de Derecho, así como la seguridad de
la nación, el orden público, la paz social y la seguridad ciudadana, que son los
bienes jurídicos materiales que tutela el tipo penal, ya que por el hecho del
conocimiento de su existencia no solo produce inquietud social, sino también por el
peligro que implica para la preservación del orden social establecido y protegido
legalmente.
136
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 235.
137
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 233.
78
Los sujetos de organización criminal son plurinumerales, el tipo requiere tres
o más, el delito no implica necesariamente que sus miembros se encuentren
concentrados o materialmente reunidos en el mismo lugar, pues es posible que los
integrantes de la organización delictiva se hallen en sitios distintos ya que tienen
asignadas diversas funciones, incluso es factible que no se conozcan todos los
miembros entre sí, en virtud de las funciones y zonas asignadas para la ejecución de
sus actos, lo cual implica que no todos los miembros se conozcan unos a otros a
pesar de pertenecer a la misma organización, puesto que diversos miembros de esa
agrupación que se encuentran en la cúspide distribuyen sus funciones para
conformar de esa manera una sola organización.
138
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 200.
79
En la organización criminal las innumerables formas de conducta personal
que se encuentran descritas en la ley, los tipos deben resaltar aquellas que se desvían
gravemente del orden social regular, intentan captar el ilícito penalmente relevante,
tipificado139. A saber en ocasiones el tipo requiere la reducción de determinado
resultado material o formal de la conducta que en el caso particular de la
organización criminal contiene un peligrosidad abstracta140 o futura de una conducta
como finalidad final, por ejemplo, quien se agrupa de forma permanente y reiterado
para cometer delitos contra la salud tipificado en el artículo 195 del CPM, comete el
delito de posesión de narcóticos con fines de comercio, se requiere para que se de el
resultado que exista disponibilidad libre y pacífica de los narcóticos por el sujeto,
por lo que la simple posesión en el momento no implica un daño próximo para la
sociedad, sin embargo, esa es la motivación de la posesión.
El actuar típico cae gravemente fuera del orden social normal141, no existe
duda que el integrante de la organización criminal no garantiza la seguridad de la
expectativas sociales, su comportamiento es penalmente dañino para la sociedad por
ello, el comportamiento típico del integrante de la organización criminal responde
por las expectativas sociales de su su comportamiento en lo individual.
139
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 112.
140
LUZON PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal. Parte general, tomo I, Editorial
Universitas, Madrid, España, 2004, pág. 349
141
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, págs. 112 y sigs.
80
o reiterada; esto es, la organización tendrá como teleología delinquir, si es
permanente; o que se verifique el tipo penal en más de una ocasión como meta
mediata, si esta función es, como la ley expresa, reiterada.
81
establece que la temporalidad de la organización delictiva debe realizarse de forma
permanente o reiterada, se trata de un hecho ilícito que se atribuye al imputado,
cuyos efectos se reflejan en el tiempo de forma indefinida.
82
Por organización debe entenderse el acuerdo de varias personas (en el caso
tres o más) para dedicarse a determinada actividad. La actividad concreta se da en el
momento en que se tiene una estructura sistematizada por medio de la cual se
planeará y actuará la asociación para lograr sus fines ilícitos, esta forma de unión u
organización mantendrá las características de subordinación, especialización e
independencia, no solamente en su formación, como sociedad delictiva, sino
también abarca a sus integrantes.
83
De lo anterior se colige que el acuerdo a que se refiere la ley debe entenderse
como un pacto que comprende una pluralidad de planes delictivos, que lleva consigo
una cierta permanencia, y que lo diferencia de la concurrencia de voluntades para
uno o más delitos, que tienen lugar en cada caso y con ello el carácter de transitorio,
que es propio de la participación.
142
CPEUM (accesible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_07072014.pdf,
fecha de consulta 15 de julio de 2014)
84
organizada establecido en el artículo 2º de la dicha ley: “Cuando tres o más personas
se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que
por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los
delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la
delincuencia organizada”; así. los elementos de la conducta típica del tipo penal de
delincuencia organizada son:
85
delincuencia organizada porque falta el elemento de temporalidad delictiva; de
forma permanente y reiterada.
143
En el mismo sentido, Época: Novena Época, Registro: 179616, Instancia: Primera Sala ,
Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXI, Enero
de 2005, Materia(s): Penal, Tesis: 1a. CLXVIII/2004, pág. 412, Delincuencia organizada. El delito
previsto en el artículo 2o. de la Ley federal relativa, es autónomo con respecto al de asociación
delictuosa contenido en el artículo 164 del Código penal federal. De conformidad con el primero de
los numerales citados, los elementos integradores del delito de delincuencia organizada son los
86
B) Análisis del tipo penal de organizaciones criminales del
artículo 570 bis del código penal español.
87
fin la comisión de delitos graves, y con la pena de prisión de uno a tres años en los
demás cosas”, ahora bien los elementos de la conducta típica serán los siguientes:
88
d) Con el fin de cometer delitos, así como llevar a cabo la perpetración
reiterada de faltas. como cuarto elemento se requiere el elemento subjetivo del dolo
de participación en una organización criminal, un conocimiento previo de querer
agruparse y tener como finalidad no sólo agruparse sino cometer delitos de manera
permanente en un lapso de tiempo indefinido.
89
organización, en calidasd de autores en el delito de organizaciones criminales, así la
de cooperación económica o de otro tipo será de mera participación.
145
En este sentido, POLAINO-ORTS: “Cuando se trate de una macro organización,
compuesta por un elevado número de personas (art. 570 bis.2.a). Este primer tipo agravado deja en
la absoluta indefinición el número de sujetos activos exigible para que la organización sea
considerada una macroorganización, inobservado el deber básico de certeza legal y
comprometiendo con ello la legitimidad de este precepto por infracción del principio de taxatividad,
de certeza normativa o prohibición de indeterminación (nullum crimen, nula poena, sine lege certa).
Pero es que, además, el legislador presupone erróneamente, con una presunción iuris et de iure (que
no admite prueba en contrario) que toda organización compuesta por un alto número de personas es
per se más grave que si esta compuesta por un número menor, lo cual es muy cuestionable sino se
estima al mismo tiempo la idoneidad lesiva de la organización, el grado de profesionalidad de los
integrantes y la vulnerabilidad de la víctima”, en Organizaciones y grupos criminales…, op. cit.,
2011, pág. 567.
90
b) “Disponga de armas o instrumentos peligrosos”. Prevé esta agravante las
organizaciones criminales que requieren el uso de la violencia y las amenazas para
perpetrar sus fines delictivos, situación que en la actualidad pensamos que la gran
mayoría de la organizaciones criminales cuentan con esta agravante.
91
ser fehacientemente comprobada”146, por ello, el tipo pena de organizaciones
criminales se sanciona por el hecho de ser una organización que por su solo creación
perturba a la sociedad y es lesiva a los derechos fundamentales de los ciudadanos en
sociedad, así que sólo cuando se constata objetivamente la idoneidad lesividad de la
organización criminal puede sancionarse, como autores de un delito anticipado a los
integrares de la propia organización criminal147.
Así podemos concluir que la conducta típica del tipo penal de organizaciones
criminales queda acreditada con los supuestos expuestos148.
146
POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, op. cit., 2011, pág. 571.
147
POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, op. cit., 2011, pág. 571.
148
Apud CARDONA TORRES, Juan, Derecho penal, Parte especial. Adaptado a la reforma
de la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, Bosch, Barcelona, España, 2010, págs. 607 y sigs.;
SÁNCHEZ GARCÍA DE PAZ, Isabel, De las organizaciones criminales, en GÓMEZ TOMILLO, Manuel,
Comentarios al Código penal, 2ª edic., Lex Nova, Valladolid, España, 2011, págs. 1921 y sigs.;
POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, 2011, pág. 563 y sigs., SÁINZ-
CANTERO CAPARROS, José E., Delitos contra el orden público (V). De las organizaciones y grupos
criminales, en MORILLAS CUEVA, Lorenzo, (Coordinador), Sistema de Derecho penal español,
Parte general, Dykinson, S.L., Madrid, España, 2011, págs. 1185 y sigs.
92
CAPITULO III
ELEMENTOS DE LA TIPICIDAD
149
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 303.
150
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 396.
93
8 de noviembre de mil novecientos noventa y seis de acuerdo al artículo único
transitorio151 de la correspondiente ley.
El tipo penal es “un instrumento legal del que dispone el legislador penal para
determinar las acciones que son penalmente relevantes”152 y al determinar estas
acciones que se realizan las conductas en el mundo fáctico se configura la conducta
típica, que exige la concurrencia exactamente de los elementos descritos por el
legislador, en caso contrario estaríamos en presencia de una conducta atípica y por
ende irrelevante para el derecho penal.
151
Ley federal contra la delincuencia organizada. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 7 de noviembre de 1996.
Único.- Este Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación. México, D.F., a 28 de octubre de 1996.- Sen. Melchor de los Santos Ordóñez,
Presidente.- Dip. Serafín Núñez Ramos, Presidente.- Sen. Eduardo Andrade Sánchez, Secretario.-
Dip. Severiano Pérez Vázquez, Secretario.- Rúbricas”. En cumplimiento de lo dispuesto por la
fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y para su
debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la residencia del Poder Ejecutivo
Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los seis días del mes de noviembre de mil
novecientos noventa y seis.- Ernesto Zedillo Ponce de León.- Rúbrica.- El Secretario de
Gobernación, Emilio Chuayffet Chemor.- Rúbrica.
152
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, 2000, op. cit., pág. 397.
153
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 110.
94
causas de justificación y las causas de exclusión de la culpabilidad, con ello se
cumple con un “tipo garantía”154.
154
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 111.
155
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág., 191
156
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág., 402.
157
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2011, págs. 222 y sigs.
95
en los delitos sexuales ¡no desearas a la mujer de tu prójimo!, etc…, así cuando el
ciudadano decide quebrantar esa norma potencializa su comportamiento personal al
mundo fáctico, así la conducta del sujeto se armoniza con la descripción legal, por
ende aquella conducta penalmente relevante que se realiza con todos los requisitos
descritos en el tipo legal se dice que es típica, sería pues una conducta típica.
El resultado creado por la conducta del sujeto debe tener un significado para
el derecho penal y una relación de imputación entre la conducta desplegada creada
por el sujeto y el resultado causado, es decir un nexo de imputación, a mejor decir,
que el resultado muerte sea causa directa e inmediata del comportamiento personal
del sujeto que tuvo la obligación de evitar y que no hizo y que por ello y por el
desvalor de la norma ha creado el resultado en el mundo fáctico: “para que se realice
el tipo no basta con la concurrencia de una persona que actúe de un determinado
modo y de una cosa dañada, sino que ha de comprobarse que el resultado es la obra
del autor”158 .
158
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 304 y sigs.
159
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 398.
160
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 398.
96
relevantes y la conducta típica es un juicio de adecuación161 de determinados
comportamientos a la descripción de cada tipo legal que el juzgador deberá acreditar
en base al sumario que se analiza.
161
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 400.
162
ROXIN, Claus, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 304 y sigs.
163
En el mismo sentido, POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de
combate mediante el Derecho penal, Flores editor y distribuidor, México, 2013.
97
II.- Imputación objetiva en el delito de organización criminal
A) El rol social
98
El rol social que cada uno desempeña nos da la medida de nuestra
responsabilidad en la gestión de cada parcela social. El rol identifica a cada sujeto en
el mundo social, si, pero también sirve para que los demás ciudadanos sepan a qué
atenerse. Eso significa que el rol social no es algo que sólo sirve para el titular del
mismo, sino que sirve también para los demás164.
164
POLAINO ORTS, Miguel, ¿Qué es la imputación objetiva?, en CARO JOHN, José Antonio /
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales, Flores Editor y
Distribuidor, México, 2009, págs. 64 y sigs.
165
Vid. POLAINO ORTS, Miguel, ¿Qué es la imputación objetiva?…, op. cit., 2009, págs. 66
y sigs.
166
POLAINO-ORTS, Miguel, ¿Qué es la imputación objetiva?…, op. cit., 2009, pág. 70.
167
Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal. Acotaciones
críticas al concepto kantiano de imputación desde una perspectiva funcionalista, en MIRÓ
LINARES, Fernando / POLAINO-ORTS, Miguel, La imputación penal a debate. Una confrontación
99
organización criminal se presenta con el solo hecho de agruparse de forma
permanente o reiterada para comer los delito fin, en ese momento quebrantan su rol.
Se trata del único rol como que tienen los miembros de la organización criminal: el
rol de comportarse como una persona en Derecho, es decir, el de respetar los
derechos de los demás como contrapartida al ejercicio de los derechos propios168.
Ahora bien, como lo hemos esbozado supra las sociedades modernas a través
de las normas identifican hacia los ciudadanos roles sociales que deben acontecer,
motivo por el cual aquel sujeto que cumple con su rol, es fiel al derecho, este
ciudadano orienta su conducta a la propia norma como referente de su
comportamiento. Por ello el ejercicio del rol de cada ciudadano fomenta la garantía
social, si todos los ciudadanos-personas en Derecho- nos ajustamos a nuestro rol
social, fomentamos a través del conocimiento de la norma su acatamiento y
blindamos el entorno social170.
entre la doctrina de la imputación kantiana y la imputación objetiva de Jakobs, Ara Editores, Perú,
2010, pág. 77. También, POLAINO-ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal.
Acotaciones críticas al concepto kantiano de imputación desde una perspectiva funcionalista, en
MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO-ORTS, Miguel, Imputación y valoración en Derecho penal. Un
debate moderno entre los conceptos funcionalista y kantiano de imputación, Flores editor y
distribuidor, México, 2013, págs., 55-94.
168
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal, trad. CANCIO MELIÁ,
Manuel, Editorial Civitas s.a., España, 1996, págs. 146 y sigs.
169
Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal…, op. cit., 2010,
pág. 82.
170
Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, ¿Qué es la imputación objetiva?…, op. cit., 2009, págs. 70
y sigs.
100
Empero, lo contrario de cumplir con el rol social es infringir ese rol y no dar
cumplimiento a él, por ello el ciudadano portador del rol se puede comportar en dos
vertientes: 1) Cumplir su rol comportándose como persona en Derecho, y 2)
quebrantar su rol, y crear una consecuencia lesiva, defraudando la expectativa social,
quebrantando la norma y creando un riesgo social por dicha defraudación. Situación
que acontece en el miembro integrante de la organización criminal, el decide y
reconoce que sus conductas delictivas ejecutadas como hecho propio, quebrantan el
rol social de un ciudadano en Derecho, y ejecuta su propia quebrantamiento del rol
además también de los participantes por ser un delito de organización, así su sola
participación en la organización criminal obedece su imputación al quebrantamiento
del rol social171.
B) Riesgo permitido
171
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1996, págs.
150 y sigs.
172
JAKOBS, Günther. La imputación objetiva en Derecho penal…, op. cit., 1996, pág. 117.
173
JAKOBS, Günther. La imputación objetiva en Derecho penal…, op. cit., 1996, pág. 118.
101
marco de lo permisible un desarrollo de cualquier actividad social dentro de su
entorno, y por ello la comunidad jurídica debe permear el límite tolerado por dicha
actividad. Por lo que el riesgo permitido es un instituto básico de la teoría jurídica
del delito para determinar cuál es el cuidado necesario que debe tener un ciudadano
portador de un rol social, pero esa determinación depende de una ponderación de
intereses extrapenales que no le corresponde ni al juez ni al dogmático174.
174
Vid. FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo José, Imputación objetiva en Derecho penal, Instituto
Peruano de Ciencias Penales, Grijley, Perú, 2002, págs. 200 y sigs.
175
Vid. JAKOBS, Günter, La imputación objetiva en Derecho penal…, op. cit., 1996, págs.
44 y sigs.
176
POLAINO-ORTS, Miguel, ¿Qué es la imputación objetiva?…, op. cit., 2009, pág. 79
102
Así pues, el elemento básico para la teoría actual de la imputación objetiva es
el entendimiento de que la producción de consecuencias jurídicas no le es imputable
a una persona simplemente porque ésta haya provocado las consecuencias de modo
causal. Más bien es necesario, además, que las consecuencias producidas de modo
causal representen la realización de un peligro -de un riesgo- creado por el autor y
desaprobado en el tipo penal respectivo177, si este riesgo está permitido por la
sociedad, entonces, su conducta está amparada por la propia sociedad a través de su
comportamiento apegado a la misma norma, y por ende no la ha defraudado,
situación que no sucede con la organización criminal, ya que el propio objetivo de
agrupación será cometer delitos contemplados en la lex lata del correspondiente país
es ya un riesgo latente para la sociedad y que dichos comportamientos no
corresponden a los parámetros contenidos a la adecuación social.
177
FRISCH, Wolfgang, Comportamiento típico e imputación del resultado, trads. CUELLO
CONTRERAS, Joaquín / SERRANO MURILLO, José Luis,Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales
S.A., España, 2004, pág. 34.
178
CORCOY BIDASOLO, Mirentxu, El delito imprudente. Criterios de imputación del
resultado, PPU, Barcelona, España, 1989, pág. 310.
103
son algunos de los elementos que determinan la frontera de lo permitido179, contrario
es lo que sucede con las actividades organizadas con los integrantes de este delito,
su comportamiento es determinado por la peligrosidad que conlleva agruparse de
forma permanente para cometer delitos concertados, y además realizan actividades
coordinadas y delegadas con el fin delictivo, su actividad preponderante es
desestabilizar el orden público con sus actividades criminales, por ello encierran un
riesgo latente en la sociedad.
179
Vid. MARTÍNEZ ESCAMILLA, Margarita, La imputación objetiva del resultado, EDERSA,
España, 1992, pág. 134.
180
MARTÍNEZ ESCAMILLA, Margarita, La imputación objetiva del resultado…, op. cit.,
1992, págs. 135 y sigs.
104
cuando tú decides romper el cerco de persona el riesgo permitido que conlleva un
quebrantamiento a la norma, una violación a la misma se convierte en un riesgo no
permitido, y por ello dejas de comportarte como persona en Derecho y con tu propia
actividad quebrantas ese riesgo permitido.
181
Vid. en MARTÍNEZ ESCAMILLA, Margarita, La imputación objetiva del resultado…, op.
cit., 1992, pág. 158.
105
del riesgo permitido182, situación que se demuestra plenamente en los casos de éste
fenómeno criminal.
Por lo que para la imputación del resultado debe haberse creado un peligro
jurídicamente desaprobado creado por el sujeto al que se le imputa el resultado
concreto realizado por su conducta, así cuando de esta conducta se han creado varios
riesgos diferentes para la protección del bien jurídico, solo serán imputables aquellos
riesgo que queden fuera del riesgo permitido.
182
MARTÍNEZ ESCAMILLA, Margarita, La imputación objetiva del resultado…, op. cit.,
1992, pág. 129.
183
CORCOY BIDASOLO, Mirenxu, El delito imprudente…, op. cit., 1989, pág. 302.
184
CORCOY BIDASOLO, Mirenxu, El delito imprudente…, op. cit., 1989, pág. 304.
106
organización criminal, por el hecho de que una organización de más de dos personas
concierto previo deciden de forma permanente en el tiempo cometer delitos de alto
impacto público contenido ene la lex lata.
Por ello se deben definir de manera precisada los riesgos con los cuales la
producción del resultado causado es considerado como un riesgo jurídicamente
reprobado, es decir, no permitido. Por lo que que se debe valorar el peligro creado
por el sujeto al momento de realizar la conducta típica antijurídica, para así saber si
el riesgo creado por el sujeto imputado es permitido o no lo es. Así pues, para que se
cree un riesgo no permitido el sujeto debe haber creado un peligro desaprobado (de
la realización de ciertos resultados) en el sentido del tipo penal respectivo.
185
KINDHÄUSER, Urs, El denominado riesgo no permitido, trad. PASTOR MUÑOZ, Nuria, en
KINDHÄUSER, Urs / POLAINO-ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho penal, Contexto,
Argentina, 2011, pág. 221.
186
ROXIN, Claus, Reflexiones sobre la problemática de la imputación en el Derecho penal,
trad. LUZON PEÑA, Diego-Manuel, en Problemas básicos de Derecho penal, trad. LUZON PEÑA,
Diego-Manuel, Reus, Madrid, España, 1976, pág. 131.
107
extranjera en metálico y lo consiguen por un lapso de tiempo considerable, estarán
cometiendo el delito de falsificación de moneda con la modalidad de introducción,
considerada esta conducta como delincuencia organizada.
C) Riesgo no permitido
Así pues en los casos del riesgo permitido la imputación al tipo objetivo
supone que se rebase el limite del propio riesgo permitido y con ello la creación o
187
Vid. KINDHÄUSER, Urs, El denominado riego “no permitido”, op. cit., 2011, pág. 220.
188
RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva, Universidad Externado de
Colombia, Centro de Investigaciones de Derecho Penal y Filosofía del Derecho, Colombia, 1998,
págs. 36 y sigs.
108
incremento del riesgo permitido y por lógica de imputación dicho riesgo no esta
permitido, y por lo tanto se le debe imputar al sujeto la realización del resultado.
189
GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, Delitos cualificados por el resultado y causalidad, B de
F., Buenos Aires, Argentina, 2007, pág. 167.
190
Vid. ROXIN, Claus, Reflexiones sobre la problemática de la imputación en el Derecho
penal…, op. cit., 1976, págs.131 y sigs.
191
Vid. RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva…., op. cit., 1998,
págs. 30 y sigs.
109
del bien jurídico protegido, al poner en peligro todos los bienes jurídicos
subsumibles de protección, sin importar en todos los casos la producción concreta
del resultado, como sería el secuestro de una persona. Así en los delitos de
narcotráfico en su modalidad de transportación la imputación objetiva se acredita al
sujeto que ordeno dicha transportación, toda vez que, en si misma, la transportación
de sustancias prohibidas conllevan un peligro desaprobado por la norma penal, aun
cuando el resultado concreto lo haya realizada el conductor del vehículo donde
transportaba la droga.
Ahora bien, esta imputación debe ser analizada en la praxis jurídica por parte
del juez del sumario, ya que la conducta del que instruyo la transportación de la
droga sobrepasa la medida permitida de la transportación de carga en general, y esta
se da cuando dicha transportación es ilícita y por ende ha creado un peligro
desaprobado, y que esta actividad delictiva conlleva una finalidad que es la venta de
la carga ilícita o entrega a su comprador para su futura venta ya sea la mayoreo o
menudeo, por lo que, el juzgador debe investigar las circunstancias ex ante y ex post
del incremento del riesgo de la conducta de los integrantes de la organización
criminal, ya que en su proceder fundamentan el resultado de peligrosidad por
encima de la medida permitida de la transportación de carga lícita.
192
Artículo 2º de LFDO y en España, el narcotráfico, lavado de dinero, blanqueo de
capitales, terrorismo, etc.
110
normas penales que tienen por objeto la protección de bienes jurídicos socialmente
valorados y de gran importancia proteccionista por el ámbito legislativo.
Por otro lado, los límites objetivos de la participación criminal válida para
todos los tipos en caso concreto de los tipos de organización criminal. En el caso
especifico de este delito, la imputación jurídico penal debe retroceder hasta el último
de los eslabones que se haya comportado de forma desaprobada por la norma, caso
específico de este tipo de delincuencia. En los delitos de organización criminal la
última persona que sola o conjuntamente realiza una conducta penalmente relevante
da lugar a la responsabilidad libre y autónoma del resultado imputable. El que crea
autónomamente un riesgo que se realiza directamente en un resultado excluye de la
responsabilidad por autoría a todas las personas que anteriormente hayan
contribuido a la causación del resultado.
D) Principio de confianza
111
comportamiento de modo correcto. En segundo término, la confianza se dirige a que
una determinada situación existente haya sido preparada de modo correcto por parte
de un tercero194, como por ejemplo, el médico que, al operar a corazón abierto
confía en que el material quirúrgico ha sido esterilizado con anterioridad a la
operación que va a llevar a cabo.
Podemos inferir que dentro de los márgenes del riesgo permito nos
encontramos que existen conductas que nos sólo dependen de la persona o sujeto
que las realiza, sino que también existen terceros que participan en dichas conductas,
v.gr., si un sujeto renta una camioneta tipo van para trasladar a 13 personas de
Chiapas a la ciudad de Tijuana, y se realiza un contrato de prestación de servicios de
transportación, y las personas que son transportadas son de ilegal estancia en el País,
pues el conductor de la camioneta tipo van no estaría cometiendo el delito de tráfico
de indocumentados tipificado en el artículo 159 fracción III de la LM195, por el
principio de confianza y por su conducta que es considerado como neutral, toda vez
que, él sólo es un chofer de la camioneta tipo van. En estos casos se crea un riesgo
especial que fundamenta una posición de garante con respecto a las demás personas.
Aquí nos encontramos con lo que se denomina el principio de confianza, tenemos
los ciudadanos la confianza de que los demás se comportan dentro de los parámetros
del riesgo permitido, se trata de determinar los deberes de cuidado que deben tener
los terceros hacia los demás ciudadanos, como lo subrayamos, tomando en cuenta
que ellos se comportan dentro de los límites del riesgo permitido dentro de su rol
social196.
194
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 30.
195
LM: Artículo 159. Se impondrá pena de ocho a dieciséis años de prisión y multa de
cinco mil a quince mil días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, a quien: (…)
III. Albergue o transporte por el territorio nacional, con el objeto de obtener directa o
indirectamente un lucro, a uno o varios extranjeros con el fin de evadir la revisión migratoria.
196
Vid. FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo José, Imputación objetiva en Derecho penal…, op. cit.,
2002, págs. 273 y sigs.
112
El sujeto que realiza una actividad arriesgada, en principio lícita, puede
confiar en que quienes participan junto a él en la misma se van a comportar
correctamente. Por regla general no ha de responderse de faltas de cuidado ajenas,
sino se puede confiar en que todos cumplirán con sus deberes de cuidado. El
principio de confianza se refiere a aquellos casos en los que el sujeto que actúa en
principio es responsable de la situación de riesgo por él creada o que a él
corresponde controlar, y en la interacción social le está permitido confiar en que el
comportamiento de otros en esa situación será cuidadoso; al decirse que en principio
es responsable, entonces queda claro sencillamente se quiere decir que es una fuente
de peligro cuya administración corresponde al sujeto197.
E) Prohibición de regreso
197
Vid. CANCIO MELIÁ, Manuel, Líneas básicas de la teoría de la imputación objetiva,
Ángel Editor, México, 2001, pág. 78.
198
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado. Estudios sobre
el fundamento de la responsabilidad jurídico-penal en la comisión, trad. CANCIO MELIÁ, Manuel,
en Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO
SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, pág. 183.
199
Vid. JAKOBS, Günther, La Prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit.,
2000, págs. 174 y sigs.
113
realiza una conducta que de modo estereotipado es inocuo, no quebranta su rol como
ciudadano aunque el otro incardine dicho vínculo en una organización no permitida,
por lo tanto existe una prohibición de regreso200. Se trata de casos en los que un
autor desvía hacia lo delictivo el comportamiento de un tercero que per se carece de
sentido delictivo201.
Lo cual nos permite inferir que es posible que el comportamiento causante del
resultado esté permitido en virtud de circunstancias especiales, que se haya cometido
sin culpabilidad, o que se halle exculpado por concurrir circunstancias especiales,
pero nunca es insuficiente por sí mismo para generar responsabilidad202.
200
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 31.
201
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 32.
202
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit., 2000,
pág. 169.
203
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, Parte general, tomo II,
Tecnos, 2ª edic., España, 2016, págs. 103 y sigs.
114
Por lo tanto bajo el rubro de prohibición de regreso se analizan los casos y
condiciones donde se le puede imputar a un sujeto B el resultado de otro sujeto A
creado por un primer autor que posibilita o facilita a un segundo la comisión de un
delito, ya sea doloso o imprudente y llevado a cabo de forma completamente
responsable204. Se trata de la imposibilidad de sancionar la intervención imprudente
que de manera dolosa se ha creado un delito doloso, ejemplo claro el del taxista
citado.
Por lo que un comportamiento cotidiano e inocuo no adquiere significado
delictivo cuando el autor lo incluye en sus planes, como lo es el caso supra citado,
puesto que el taxista se ha mantenido dentro del marco de su rol inocuo, se ha
comportado dentro de su rol de ciudadano que se comporta legalmente, por lo que
no se le debe imputar el resultado de su comportamiento205.
204
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito: Fundamento y límites, Marcial
Pons, Madrid, España, 2003, pág. 80.
205
Vid. JAKOBS, Günter, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997, págs.
82 y sigs.
206
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Límites de la participación criminal. ¿Existe una
“Prohibición de Regreso” como límite general del tipo en Derecho penal?, Comares, Granada,
España, 1999, pág. 10.
115
Por eso debemos limitar los criterios de la responsabilidad penal y que no
retroceda desde el autor hasta otras personas que han tenido relación con la conducta
penalmente relevante del autor inmediato. Así cuando se habla de la limitación de la
relación casual se habla en realidad de una limitación de la imputación jurídico
penal como un problema de valoración de un comportamiento y no de una
constatación causa efecto. Por lo que la teoría de la prohibición de regreso se
construye como una teoría normativa o valorativa, alejada ya de consideraciones
basadas en la causalidad207, así debemos analizar en el ámbito del dominio del hecho
la participación y autoría de los integrantes de la organización criminal, para
analizar de manera personal el principio de prohibición de regreso.
207
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Límites de la participación criminal…, op. cit., 1999, pág.
20.
208
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit., 2000,
pág. 195.
209
Vid. JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit.,
2000, pág. 196.
116
jurídicamente eficaz el comportamiento arriesgado del autor o cuando el lesionado
ha asumido el riesgo de una lesión al bien jurídicamente tutelado210. Estos supuestos
tienen relevancia en la tipicidad por la conducta de un sujeto que en la realización de
la misma haya intervenido de algún modo, resultando posteriormente “víctima” de
ese comportamiento211. El titular del bien jurídico protegido por la norma está de
acuerdo con el menoscabo de su bien212, sin embargo en el caso de los delito fin de
los realizados por la organización criminal nos encontramos que la conducta de la
víctima en casi todos los casos es inocua, v.gr., en el caso de los delitos fin
considerados como organizaciones criminales, en lo referente a los delitos contra la
salud, las lesiones producidas por el consumo algún narcótico, el sujeto lesionado B
esta de acuerdo con que el sujeto A que le suministre el narcótico y menoscabe su
salud, por lo que en este caso debemos analizar si se excluye el tipo objetivo o no,
ya que la conducta de la víctima sería inocua como lo hemos mencionado, si se
tratare de imputar al sujeto B la conducta tipificada en el artículo 194 fracción I del
CPM, en los denominados delitos contra la salud en su modalidad de suministro213,
toda vez que, el sujeto lesionado B expreso su consentimiento de forma
jurídicamente eficaz214, sin embargo no excluye la imputación al sujeto B.
Observamos en este caso en particular que del nacimiento del riesgo que lesiona el
bien jurídico protegido y que acaba siendo lesionado a la víctima han intervenido
tanto la víctima como el autor215.
210
KINDHÄUSER, Urs, El Denominado riesgo no permitido…, op. cit., 2011, pág. 223.
211
CANCIO MELIÁ, Manuel, Aproximación a la teoría de la imputación objetiva, en
BOLAÑOS GONZÁLEZ, Mireya, (Compiladora), Imputación objetiva y dogmática penal, Consejo de
Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la Universidad de los Andes, Venezuela,
2005, pág. 101.
212
KINDHÄUSER, Urs, El denominado riego no permitido…, op. cit., 2011, pág. 234 y sigs.
213
CPM, Artículo 194: “Se impondrá prisión de diez a veinticinco años y de cien hasta
quinientos días multa al que: I.- Produzca, transporte, trafique, comercie, suministre aun
gratuitamente o prescriba alguno de los narcóticos señalados en el artículo anterior, sin la
autorización correspondiente a que se refiere la Ley General de Salud. Fecha de consulta: 23 de
julio de 2014.
214
KINDHÄUSER, Urs, El Denominado riego no permitido…, op. cit.,, 2011, pág. 235.
215
CANCIO MELIÁ, Manuel, Aproximación a la teoría de la imputación objetiva…, op. cit.,
2005 pág. 101.
117
Así pues, si el lesionado del bien jurídico protegido está de acuerdo con la
producción del resultado y está legitimado a disponer sobre su bien jurídico, la
producción del resultado imputado está permitido mediante el consentimiento del
sujeto lesionado y por ello se ha suspendido la prohibición de lesionar216.
216
KINDHÄUSER, Urs, El denominado riego no permitido…, op. cit., 2011, pág. 235.
217
RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva…, op. cit., 1998, pág. 20.
218
RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva…, op. cit., 1998, pág. 22.
219
RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva…, op. cit., 1998, pág. 63.
118
sobredosis, entonces al sujeto A vendedor no se le puede imputar la muerte de B por
la sobredosis que le mismo se origino causada por la droga. Con ello podemos
inferir que aquellos sujetos que solamente posibilitan o favorecen una auto puesta en
peligro con conocimiento y responsabilidad de la víctima no se hace imputable el
resultado causado.
220
KINDHÄUSER, Urs, El Denominado riesgo “no Permitido”, po. cit., 2011, pág. 220.
119
enemigo221, ya que con su sola decisión de integrar un grupo de tres o más personas
con el propósito y finalidad de cometer delitos graves tipificados en la lex lata, toma
la decisión de no ser fiel al Derecho con su comportamiento y esta es una decisión
personal individual y conlleva per se los conocimientos normativos de su actuar, es
decir, es sabedor de su comportamiento como integrante de la organización delictiva
y con ello causa un peligro para la sociedad por su propia conducta de agrupación.
Por ende los resultados del comportamiento que despliegue el sujeto le serán
imputables a su persona.
120
consecuentemente puede este mismo sujeto quebrantar su rol y por tanto quebrantar
la expectativas sociales que se tienen de él en una sociedad223. Pues el sujeto
integrante de una organización criminal a todas luces quebranta la expectativa
social, pero ¿cuál es inicialmente su perspectiva de cumplir su rol? Si analizamos la
definición de la organización criminal, por la que se entiende un grupo de tres o más
personas que se reúnen de manera permanente en el tiempo, con un sentido de
coordinación y concertación, con el propósito y la finalidad de cometer delitos
considerados como graves por la lex lata, con una estructura organizacional y con un
fin económico específico, nos podemos preguntar: ¿cuál es el rol social del sujeto
integrante de la organización criminal?, ¿cuál es el quebrantamiento del rol que el
sujeto ha desaprobado por la expectativa social? Estamos hablando de sujetos que
por si mismo deciden agruparse de manera voluntaria y consientes de su actividad
criminal que de forma permanente en el tiempo cometen delitos altamente
peligrosos para la sociedad, que no sólo cometen delitos aislados sino que de forma
permanente los cometen, tenemos por ejemplo el conocido caso de Édgar alias “El
Ponchis”, el niño sicario miembro del CPS, comenzó desde muy pequeño su
actividad delictiva a los cinco años fue separado de su madre, quien emigró a
Estados Unidos, y fue acogido en las calles, donde hizo amigos que lo iniciaron en
su carrera delictiva. Su primer crimen fue el asalto a un negocio, aunque no fue a la
cárcel por ser menor de 12 años. Fue entonces cuando se integró a las filas del CPS,
en cuyas filas estuvo dos años desempeñándose como sicario. El caso de “El
Ponchis” es el primer documentado de un menor de edad adiestrado en México por
miembros de la delincuencia organizada. El menor fue sentenciado a tres años de
prisión por posesión de armas de fuego exclusivas del ejército, y por participar en
secuestros, torturas y homicidios. En sus declaraciones, Édgar asegura haber
asesinado a cinco personas, siguiendo las órdenes de su jefe que eran las de primero
223
POLAINO-ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal…, op. cit., 2010, págs.
73 y sigs.
121
torturar a las víctimas en casas de seguridad y luego matarlas. Además, “El Ponchis”
se encargaba de detener rivales, sacar información a las víctimas y robar224.
224
http://www.eluniversal.com.mx/estados/2013/ponchis-crueldad-perfil-968465.html:
consultado 30 abril 2014.
225
Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal…, op. cit., 2010,
págs. 75 y sigs.
122
En relación con la aseveración de POLAINO ORTS de que “si la imputación es
la desviación del rol, entonces únicamente puede ser objeto de esa imputación el
quebrantamiento o inobservancia de alguno de los deberes inherentes al rol… dice,
el rol define la posición que cada sujeto cumple en el mundo social, y además pinta,
delimita, da la medida de su propia esfera de competencia, y fija el limite de la
responsabilidad”226, nos volvemos a preguntar: ¿cuál es el rol social definido para
los sujetos partícipes de la organización criminal? Estamos seguros que podemos
contestar con el propio POLAINO-ORTS en el sentido de que la imputación penal no
sólo es imputación personal y normativa, sino también una imputación social,
porque todo comportamiento de una persona en sociedad denota siempre un
cumplimiento al contrato social y por ende el comportamiento del integrante de la
organización criminal con su propia conducta de agrupación presupone siempre la
defraudación de expectativas sociales227, como es el no crear riesgos permanentes
dentro de una sociedad, como lo es los delitos multicitados tanto en el CPE y el
artículo 2º de la LFDO.
226
Vid. POLAINO ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal…, op. cit., 2010,
pág. 78.
227
Vid. POLAINO ORTS, Miguel, Las cuatro caras de la imputación penal…, op. cit., 2010,
pág. 80.
228
Vid. JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal, trad. CANCIO
MELIÁ, Manuel, AD-HOC, Buenos Aires, Argentina, 1997, págs. 68 y sigs.
123
concreto no encaja en el comportamiento de los integrantes de las organizaciones
criminales sino todo lo contrario, el comportamiento lesivo del integrante de la
organización criminal de origen denota un comportamiento que lesiona con la sola
participación a la organización criminal, su agrupación pone en peligro la estabilidad
de la paz social y el orden público y crea una perturbación angustiosa por la
realización del riesgo que originan los fines delictivos de la organización criminal.
229
Vid. JAKOBS, Günther, La imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs. 74 y sigs.
230
Vid. JAKOBS Günther, La imputación objetiva…, op. cit., 1997, pág. 89.
124
normativa, ya que los comportamientos de sus integrantes son los que generan
directamente los resultados concomitantes, tiene la voluntad de realizar el
comportamiento de agrupación y con ello realizar delitos tipificados en la lex lata,
conllevan un plan delictivo con independencia del resultado delictivo se conozca o
sólo sea cognoscible para cada uno de ellos en forma particular231. Lo cual nos
permite inferir que los integrantes de la organización criminal conllevan per se una
determinada participación en el aspecto delictivo de la organización y que este sea
de modo ensamblado y apoyándose de sus roles delictivos para que puedan concurrir
en un conjunto de actuación delictiva que finaliza son el plan delictivo, es decir,
desvaloran las expectativas normativas desde el inicio de su incorporación a la
organización delictiva, y este comportamiento no puede ser compatible con el
contrato social y por tanto lo defrauda. A mayor profundidad nos percatamos que el
comportamiento de agruparse en una organización delictiva es precisamente para
realizar la defraudación a las expectativas normativas, y conocen intrínsecamente el
significado de esa defraudación por lo que ahí es donde toma relevancia jurídica
penal la imputación del comportamiento y posterior resultado de las conductas
realizadas por los integrares de la organización criminal, al imputa al autor el plan
delictivo232.
231
Vid. JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado. Estudios
sobre el fundamento de la responsabilidad jurídico-penal en la comisión, trad. CANCIO MELIÁ,
Manuel, en Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel /
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, pág. 190.
232
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit., 2000,
págs. 187 y sigs.
125
de realizar un comportamiento defraudatorio de las expectativas sociales; b) cuando
el sujeto hace suyo el comportamiento al plan de otro, siendo éste un plan que no
puede estar motivado como plan no delictivo, sino que ahí esta el centro
gravitacional de su imputación, se sabe motivado por el plan delictivo y además lo
alimenta233. Entonces “el comportamiento de efectos causales mediatos también ha
de definirse por un plan delictivo si se crea directamente una situación en la que es
inevitable de hecho o de Derecho que se produzca la defraudación de
expectativas”234.
233
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit., 2000,
págs. 193 y sigs.
234
JAKOBS, Günther, La prohibición de regreso en los delitos de resultado…, op. cit., 2000,
pág., 169.
235
Artículo 194 del CPM.
126
capitulo imputar es asignar, atribuir algo a alguien, pero en el caso de la
organización criminal aparte de imputarle el hecho y atribuirle su resultado concreto
al sujeto, se le debe imputar el significado de la permanencia a una organización
delictiva, para cometer delitos fin considerados como tal en un sentido social236. Al
sujeto perteneciente a la organización criminal que se reúne de manera permanente
en un lapso de tiempo para cometer delitos fin podemos afirmar que no solo se le
imputa un hecho concreto sino que éste hecho concreto se le imputa porque tiene el
conocimiento de pertenencia a la organización criminal, se le atribuye su
participación consiente y voluntaria y con ello realiza una conducta en beneficio o
para los fines concretados en su organización delictiva, así podemos decir que la
imputación del sujeto perteneciente a la organización criminal, es una imputación no
solo objetiva al resultado causado si no que su imputación es a nivel personal de
asignación en un sentido social a un determinado comportamiento criminal ya que el
partícipe conoce la valoración normativa de su participación en una organización
delictiva237. Tiene un valoración de responsabilidad al concretar el resultado
objetivo por la creación de su conducta, por lo que al imputar objetivamente su
conducta delictiva también se le debe imputar un comportamiento inadecuado
atribuible al integrante de la organización criminal en el sentido de que él sabe y
conoce los alcances de su actividad dentro de los roles de participación
organizacional. La conducta de la organización que de manera permanente o
reiterada en un lapso de tiempo para cometer delitos considerados como
organizaciones criminales determina para los integrantes de la misma una
desvalorización normativa per se de su comportamiento por tener el conocimiento
236
MIRÓ LINARES, Fernando, La imputación penal. Enseñanzas del modelo kantiano para
la superación (sistemática) de la teoría de la imputación objetiva, en MIRÓ LINARES, Fernando /
POLAINO-ORTS, Miguel, La imputación penal a debate. Una confrontación entre la doctrina de la
imputación kantiana y la imputación objetiva de Jakobs, Ara Editores, Perú, 2010, pág. 14; también
ID., La imputación penal. Enseñanzas del modelo kantiano para la superación (sistemática) de la
teoría de la imputación objetiva, en MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO-ORTS, Miguel,
Imputación y valoración en Derecho penal. Un debate moderno entre conceptos funcionalista y
kantiana de imputación, Flores editor y distribuidor, México, 2013, págs.. 1-54.
237
Vid. MIRÓ LINARES, Fernando, La imputación penal…, op. cit., 2010, págs. 14 y sigs.
127
de que se les puede atribuir esa conducta delictiva en sus actividades delictivas ya
que con su propia actividad realizan un riesgo desvalorado normativamente238, a
mejor decir, un incremento del riesgo por su propia reunión delictiva, y que por
supuesto se le imputa al sujeto.
238
Vid. MIRÓ LINARES, Fernando, La imputación penal…, op. cit., 2010, pág., 18.
239
MIRÓ LINARES, Fernando, La imputación penal…, op. cit., 2010, pág. 19.
128
organización criminal se le imputa un resultado objetivamente por la concreción del
resultado a título personal de atribuilidad del caso concreto y por la participación en
la organización delictiva, ya que, la imputación de su conducta se le atribuye al
hecho concreto realizado en el tipo penal y a la realización al hecho de pertenecer a
una organización delictiva de manera permanente y reiterada y que ya por su propia
integración es una conducta normativamente desvalorada y por lo tanto injusta.
240
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva, especialmente en el ámbito de las
instituciones jurídico penales del riesgo permitido, la prohibición de regreso y el principio de
confianza, en Estudios de Derecho penal, trad. PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en Estudios de
Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España, 1997, págs., 209 y sigs.
129
como fines cometer delitos fin, y que este hecho es reprochado por el Derecho penal
a través de imputar su conducta creadora de riesgo permanente y reiterados en un
lapso de tiempo para que a posteriori se aplique la lex lata, es decir, primero se
deben reunir de manera permanente o reiterada tres o más personas en un lapso de
tiempo para cometer delitos tipificados en las respectivas leyes penales o especiales,
lo cual lleva a deducir una desvalorización al acuerdo normativo: “se imputa el
hecho a la persona, luego se aplica la ley valorando la conformidad o
disconformidad del mismo con la norma, y finalmente se le imputa la desaprobación
jurídica a título de demérito”241. Lo cual nos permite inferir que imputar es “hacer a
alguien responsable de su obra”242, y en el caso en estudio de su conocimiento de
participación, consecuentemente “significa que a un sujeto se le considera como lo
que es, agente. Lo cual presupone ser susceptible de pautas de conducta y éstas
exigen conciencia en el agente para ser tal. La imputación conduce a un concepto de
persona como centro de atribución”243. Lo cual implica que, tratándose de
criminalidad organizada, la imputación debe dirigirse hacia el momento mismo del
origen del hecho, es decir, del momento en que tres o más personas convergen para
cometer delitos fin de manera permanente y reiterada por un lapso de tiempo, delitos
altamente peligrosos para una sociedad considerados como graves, este momento es
un momento de imputación personal donde cada integrante decide unirse al grupo
delictivo. “Sólo si una acción es su propia acción, el agente es responsable de la
acción realizada por él y de su resultado… y emana directamente del yo central de
esa persona, si tiene en él su autentico origen y si ese yo central domina y dirige la
ejecución de la acción resultante de aquélla244”, por lo que la imputación del sujeto
241
Vid. MIRÓ LINARES, Fernando, La imputación penal…, op. cit., 2010, págs. 39 y sigs.
242
SÁNCHEZ-OSTIZ, Pablo, Imputación y teoría del delito. La doctrina kantiana de la
imputación su recepción en el pensamiento jurídico-penal contemporáneo, B de F., Buenos Aires,
Argentina, 2008, pág. 399.
243
SÁNCHEZ-OSTIZ, Pablo, Imputación y teoría del delito…, op. cit., 2008, pág. 399.
244
INGARDEN, R, Sobre la responsabilidad. Sus fundamentos ónticos, en SÁNCHEZ-OSTIZ,
Pablo, Imputación y teoría del delito…, op. cit., 2008, págs. 399 y sigs.
130
integrante de organización criminal no solo debe ser por la realización concreta del
resultado lascivo sino por la decisión ex ante de asociarse.
131
Como colofón, podemos decir que las conductas desplegadas por la
organización criminal son un hecho socialmente perturbador que se ejecuta tanto en
el comportamiento como en el resultado de su conducta, tanto en la organización
como en el resultado de su participación en la organización delictiva, el que posea
narcóticos como podría ser estupefacientes sin la autorización correspondiente por
la LGS y siempre y cuando esta posesión sea con la finalidad de comerciar dichos
estupefacientes, responde por el delito de organizaciones criminales ya que su
conducta es socialmente perturbadora. Y esto en la medida de que la persona como
persona en Derecho tiene un rol de ciudadano como persona y su expectativa social
es que no introduzca en la sociedad riesgos insoportables para los demás
ciudadanos, que pueden exigir no ser dañados por los demás, por lo que a todas
luces observamos que los integrantes de la organización criminal generan con su
comportamiento y su resultado concreto estos daños sociales246. Finalmente como
subraya JAKOBS, en el Derecho penal moderno nadie responde sin culpabilidad247.
246
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva, especialmente en el ámbito…, op. cit., 1997,
págs. 210 y sigs.
247
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva, especialmente en el ámbito…, op. cit., 1997,
pág. 209.
132
CAPÍTULO IV
LA ANTIJURIDICIDAD EN EL DELITO DE ORGANIZACIÓN
CRIMINAL
248
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal, Parte general. Teoría jurídica del delito,
volumen I, tomo II, Bosch, Barcelona, España, 2000, pág. 501.
249
GRACIA MARTÍN, Luis, Fundamentos de dogmática penal. Una introducción a la
concepción finalista de la responsabilidad penal, Atelier, Barcelona, España, 2006, pág. 296.
250
GÓMEZ BENÍTEZ, José Manuel, Teoría jurídica del delito. Derecho penal parte general,
Editorial Civitas, España, 1984, pág. 277.
251
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito, MAVE Mario A.
Viera, Editor, Argentina, 2000, pág. 595.
133
antijuridicidad penal es la tipicidad penal252.
De manera que con ello se garantiza la posible existencia del posible hecho
antijurídico, puesto que se sabe no todo hecho antijurídico es penalmente relevante,
o sea, existen en el sistema normativo de un Estado democrático de Derecho un sin
fin de conductas antijurídicas en las diferentes áreas del Derecho v.gr. Derecho civil,
mercantil, económico, familiar, etc…, antijuridicidad en general es contrariedad a
normas de cualquier sector jurídico256. Lo que aquí interesa es aquel hecho
antijurídico que sea penalmente relevante al realizar un tipo legal de delito, que
conlleva descripción de una lesión o puesta en peligro de un bien jurídico protegido.
252
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal, Parte general, 10ª edic., reimpresión, Editorial
Reppertor, Barcelona, España, 2015, pág. 158.
253
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 166.
254
ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general. Fundamentos. La estructura de la teoría
del delito, trads. LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel / DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel / DE VICENTE
REMESAL, Javier,tomo I, 2ª edic., Civitas, España, 1997, pág. 557.
255
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general…, op. cit., 1997, pág. 567.
256
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal, Parte general, tomo I, Editorial
Universitas, Madrid, España, 2004, pág. 340.
134
El tipo penal debe proporcionar al ciudadano a través del proceso legislativo
una claridad de cual es el bien jurídico protegido en la norma penal, al legislador le
pertenece de forma exclusiva seleccionar las conductas que el mismo considera que
son penalmente antijurídicas de acuerdo a la peligrosidad para la convivencia
social257. En nuestro caso los tipos de organizaciones criminales y delincuencia
organizada se encuentran previstos en los artículos 570 bis del CPE y el artículo 2º
de la LFDO respectivamente, aun cuando en el caso de la organización criminal
basta por el momento contemplar la manera de descripción de los elementos del
injusto penal, así como el desvalor de la norma prohibitiva que se concierta258.
257
BERDUGO GÓMEZ DE LA TORRE, Ignacio, et al., Curso de Derecho penal. Parte general,
Ediciones Experiencia S.L., Barcelona, España, 2004, pág. 193.
258
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal, Parte general, trad. OLMEDO
CARDENETE, Miguel, 5ª edic., Comares, Granada, España, 2002, pág. 262.
259
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 505.
135
En el tipo penal se analiza la forma comisiva del miembro de la organización
criminal y se acreditan los elementos objetivos y normativos que la descripción legal
requiere, así como los elementos subjetivos del injusto penal, con lo que el tipo de
organización criminal manifiesta a priori un hecho que para que sea antijurídico
precisa la ausencia de causas de justificación260.
En consecuencia, para que una conducta típica sea antijurídica debe tener dos
requisito formales: 1) el desvalor a la norma plasmada en el tipo y; 2) que no se
acredite algún supuesto de causas de justificación. En realidad debemos distinguir
los conceptos jurídicos de antijuridicidad e injusto penal, siendo el primero una
contradicción a la norma integrada en el tipo penal que pueden ser prohibiciones o
mandatos; mientras que el segundo propiamente dicho es la acción típica y
260
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, págs. 159 y 160.
261
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 160.
136
antijurídica262.
262
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997 pág. 557.
263
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 502.
264
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal..., op. cit., 2002, pág. 249.
137
hecho con el derecho penal265, pues sólo es tenida en cuenta la contradicción de la
acción en el mandato normativo266. Así una acción antijurídica es formalmente
antijurídica en la medida en que contraviene una prohibición o mandato legal267. El
plano de la antijuridicidad formal versa sobre la relación que existe entre la acción
típica del miembro de la organización criminal y el tipo penal vigente, es decir, la
relación de contrariedad de la conducta a la norma en perspectiva nomológica268,
una acción típica es formalmente antijurídica cuando realiza lo descrito en el tipo
penal y cumple los presupuestos normativos que se encuentran establecidos en la
misma, el miembro de la organización criminal infringe la norma de conducta, pero
cumple con lo establecido en el tipo penal .
265
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 160.
266
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit. 2002, pág. 250.
267
ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general…, op. cit., 1997 pág. 558.
268
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber? Apuntes sobre el
concepto material del delito, Atelier, Barcelona, España, 2003, pág. 20.
269
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 501.
270
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 161.
138
“antijuridicidad material en la medida en que en ella se plasma una lesión de bienes
jurídicos socialmente nociva y que no se puede combatir suficientemente con
medios extrapenales”271, significa “lesión o puesta en peligro reprobables y graves
de un bien jurídico protegido en concreto y del propio Derecho”272.
271
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997 pág. 558.
272
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal…, op. cit., 2004, pág. 324.
273
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 501.
274
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit. 2002, pág. 250.
275
Así también ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?...,
op. cit., 2003, pág. 26: “como ejemplo especialmente ilustrador de este cometido de la noción de la
antijuridicidad material puede traerse a colación la interpretación restrictiva que por la doctrina
suele realizarse de determinados delitos de peligro abstracto, exigiendo, frente a la mera
peligrosidad estadística un cierto grado de peligrosidad de la conducta en el caso concreto (a
determinar desde una perspectiva ex ante), alegando que sólo la exigencia de una cierta
probabilidad de lesión del bien jurídico permitirá afirmar un injusto material”.
276
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 161.
277
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 165.
139
En ese contexto, la antijuridicidad enuncia un juicio de desvalor por el que se
desaprueba la acción típica de organización criminal, sin la acción humana del
miembro de la organización criminal que es contraria a la norma jurídica y que se
realiza una acción típica no estaríamos hablando de la existencia del injusto penal278,
por ello al miembro integrante de la organización delictiva se le atribuye un juicio de
desvalor que es contrario a lo socialmente reconocido y protegido por la norma
jurídica penal, tal juicio normativo de desvalor corresponde la comprobación de los
dos aspectos de la antijuridicidad el formal y el material, que en este caso se acredita
cuando el miembro de la organización criminal decide ser participe de dicha
agrupación delictiva de manera organizada, permanente, coordinada y concertada
tengan como finalidad cometer delito fin, ya que dicho comportamiento demuestra
la contrariedad a la norma jurídica penal, como norma prohibitiva y la acción típica
que pone en peligro el bien jurídico protegido en la legislación correspondiente279.
La antijuridicidad del miembro de la organización criminal se constata con la
contradicción de su conducta con la norma que es amenazada por una sanción,
donde ambas se encuentran plasmadas en el tipo penal280.
278
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal, Publicaciones de la
Universidad de Sevilla, Sevilla, España, 1974, págs. 79 y 80.
279
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 502.
280
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…, op. cit., 1974,
pág. 86.
281
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 257.
140
acción típica282; el desvalor de acción es la realización de la acción típica que resulta
desvalorada por el ordenamiento jurídico283.
282
En este sentido, POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…,
op. cit., pág. 328: “El desvalor de resultado se presenta como lesión o puesta en peligro objetivas de
un determinado bien jurídico protegido en un concreto tipo legal de delito”.
283
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 611.
Asimismo también POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op.
cit., 2000, pág. 601: “el desvalor de resultado se presenta como lesión o puesta en peligro objetiva
del bien jurídico protegido en un tipo legal”.
284
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op, cit., 2000,
pág. 605.
285
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op, cit., 2000,
pág. 613.
141
El tipo penal de organizaciones criminales se acredita cuando tres o mas
personas en concierto previo deciden organizarse de manera permanente en el
tiempo y de manera concertada y coordinada se reparten tareas para cometer delitos
fin, nos encontramos con un resultado objetivo, donde dicha organización tiene un
cometido primordial que es el quebrantamiento de la norma jurídico penal, con lo
que la antijuridicidad es un juicio de valor y en el caso concreto un desvalor al
resultado286.
142
criminal dirigen su conducta delictiva a desvalorar la norma que es la esencia de la
antijuridicidad, principalmente que su voluntad esta dirigida a poner en peligro el
bien jurídico protegido, con ello se deduce el contenido de la norma jurídica penal
que se ve desvalorada, es el objeto de valoración del juicio de antijuridicidad, “el
dolo de la voluntad de acción que se dirige inmediatamente en contra del mandato
de la norma es el núcleo central del injusto personal de acción289” de la organización
criminal.
289
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 259.
290
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, págs. 180.
143
Así mismo, el injusto del delito de la organización criminal presenta una serie
de circunstancias imputables a sus miembros en conjunto como lo es que el desvalor
de la norma jurídica penal no se concreta por un autor individual sino que al ser un
delito de estatus contiene un contexto colectivo, la organización de tres o más
personas que de manera permanente o reiterada concierten tareas previas para comer
delitos fin, y se les sanciona por el simple hecho de pertenecer a la organización
criminal por las futuras laceraciones cometidas en los delitos fin, esto es, que con los
actos de organización ilícita de manera permanente en el tiempo y con una
organización jerárquica para el reparto de tareas delictivas teniendo como finalidad
la de cometer delitos fin, son actos realizados para la preparación o participación
respecto a delitos futuros, pero no cualquier delito, sino sólo los denominados
delitos fin que son la finalidad de la organización criminal, en los que el
comportamiento delictivo quebranta la norma prohibitiva y se pone en un peligro
latente el estatus de ciudadano por la amenaza que realiza la organización criminal,
siendo ésta una amenaza permanente en el tiempo291.
291
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo. Estructura típica e injusto, Reus,
Madrid, España, 2010, pág. 87. Véase también, CANCIO MELIÁ, Manuel / SILVA SÁNCHEZ, Jesús
María, Delitos de organización, B de F, Argentina, 2008.
144
B) La norma jurídica penal como norma de valoración en el
injusto penal de organización criminal
292
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo, fundamentos, potencial de sentido
y límites de vigencia, Bosch, España, 2009, pág. 225.
293
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 241 y sigs.
294
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 519.
295
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit. 2002, pág. 253.
145
todo conato normativo que ampara a la sociedad y con ello poner en peligro latente
de manera permanente en el tiempo la seguridad de los ciudadanos.
296
Apud LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal…, op. cit., España, 2004,
págs. 330 y sigs.
297
Apud LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal…, op. cit., España, 2004,
págs. 340.
298
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…, op. cit., 1974,
pág., 321.
146
protegido?, ¿cuál es su modo de ataque al interés protegido y el objeto de dicho
agresión?299. Cuestiones que se analizaron en las siguientes líneas.
Así también podemos decir que el bien jurídico protegido en realidad incide en
299
Vid. GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio, Asociaciones ilícitas en el Código penal,
Bosch, España, 1978, pág. 127.
300
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit. 2002, pág. 254.
301
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…, op. cit., 1974,
pág. 321.
302
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 158.
303
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales, 2ª edic., Aranzadi, A
Thomson company, España, 2002, pág. 178.
304
HEFENDEHL, Roland, El bien jurídico como eje material de la norma penal, trad.
MARTÍN LORENZO, María, en HEFENDEHL, Roland, (ED), La teoría del bien jurídico.
¿Fundamentos de legitimación del Derecho penal o juego de abalorios dogmáticos?, trad.
ALCÁCER, Rafael / MARTÍN, María / ORTIZ DE URBINA, Iñigo, Marcial Pons, España, 2007, págs.
180 y 181, para quien para quien el bien jurídico contiene tres aspectos legislativos, el primero
como sentido de formulación del tipo el legislador de acuerdo con la realidad social considera
cuales son los bienes jurídicos que ha de tener protección a través de la norma jurídica penal;
segundo la conciencia del contenido, el legislador debe tomar conciencia político criminal para
tipificar conscientemente que en al mundo fáctico ese bien jurídico merece de la protección jurídica;
tercero el legislador prohíbe a través de una norma jurídico penal una causación lesiva a los bienes
colectivos que requieren de una protección normativa, por lo que se establece una relación entre el
objeto de la conducta y el bien jurídico protegido.
147
en todas las categorías del delito, su contribución versa desde el tipo, la acción
típica, el injusto típico, la culpabilidad y la punibilidad, es decir, influye en su
totalidad en la teoría de la imputación penal305.
Se ha entendido que “el bien jurídico protegido son los atributos del hombre,
objetos e instituciones que sirven al libre desarrollo personal, los cuales son
merecedores de protección desde el principio de la más beneficiosa coexistencia
universal en libertad”309, reconociendo dos ideas centrales en el bien jurídico: la
primera, “determinadas propiedades de personas, cosas o instituciones que
posibilitan o aseguran la participación libre e igual en el entendimiento
normativo310” y la segunda, “aquellas propiedades de seres humanos, cosas, e
305
FERNÁNDEZ, Gonzalo D., Bien jurídico y sistema del delito. Ensayo de fundamentación
dogmática, B de F, Argentina, 2004, pág. 153.
306
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 274.
307
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 554.
308
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 603.
309
KINDHAUSER, Urs, en ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de
deber?, op. cit., 2003, pág. 95. Vid. FERNÁNDEZ, Gonzalo D., Bien jurídico y sistema del delito...,
op. cit. 2004, pág. 147: “El bien jurídico se constituye entonces como aquel núcleo de cualidades
esenciales de las personas, las cosas o las instituciones, que sirven al libre desarrollo del individuo
en un Estado constitucional, social y democrático de Derecho”.
310
KINDHAUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad, trad.
MAÑALICH R., Juan Pablo, en KINDHÄSER, Urs / MAÑALICH R, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en
148
instituciones que sirven de libre desenvolvimiento individual y que resultan
merecedoras de protección bajo el principio de la coexistencia de libertad ventajosa
para todos”311.
Por eso, la protección del bien jurídico protegido a través del Derecho penal en
el caso de la organización criminal se manifiesta con la prohibición de agrupación
organizada, mas esta agrupación organizada debe tener una perspectiva ilícita, no se
prohíbe cualquier agrupación ni se refiere al Derecho de agrupación que consagra la
CE312 ni la CPEUM313, sino que se refiere a la ilicitud normativa de agruparse
ordenadamente en forma de organización y dicha organización tiene una finalidad
delictiva para cometer delitos tipificados en la lex lata, la asociación debe ser ilícita
y debe tener como finalidad cometer delitos fin pero no basta con una ocasión sino
debe de ser permanente en el tiempo y con una coordinación de tareas concertadas
previamente, así que esta organización criminal tiene una finalidad socialmente
149
peligrosa y dañina, con ello desvalora la norma ab initio314.
314
En tal sentido POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de combate
mediante el Derecho penal, Flores editores, México, 2013, pág. 98: “El principal fruto dogmático
de la criminalidad organizada es le llamado delito de organización. En este tipo de delito se
considera punible un acto (asociación) que, en sí sería inocuo y aun ejercicio de un derecho
fundamental (derecho constitucional de asociación), pero que aquí deviene delictivo no tanto por el
propósito delictivo con que se reúnen los sujetos, cuanto por la conformación de una empresa
criminal, esto es, de un grupo socialmente desestabilizador que ya genera, de facto, una
conminación de las bases del Estado”.
315
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…. op. cit., 2000,
pág. 568.
316
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, pág.
179.
317
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal…, op. cit., 2004, pág. 326.
318
Apud HORMAZÁBAL MALARÉE, Hernan, Bien jurídico y Estado social y democrático de
Derecho. Objeto protegido por la norma penal, Editorial jurídica Conosur, Santiago de Chile, 1992,
págs. 139 y sigs.
150
En otro aspecto el Derecho penal cumple con una función social por lo que
respecta a la protección de los bienes jurídicos protegidos, los dota de tutela para el
desarrollo de la vida de las personas en sociedad protegiendo bienes y valores,
personales o colectivos319.
Por otro lado, JAKOBS manifiesta que los bienes jurídicos son “todas aquellas
realidades o finalidades, que resultan necesarias para el libre desarrollo del
individuo, para las realización de sus derechos fundamentales y para el
funcionamiento de un sistema estatal organizada sobre la base de esta finalidad”320.
Bajo esta premisa, el bien jurídico protegido ya no es un bien jurídico personal sino
bienes jurídicos sociales, si se lesiona un bien jurídico personal, dicha lesión es
contra una persona en su posición en la sociedad y el conflicto denota en la sociedad
que el delito es una perturbación normativa de la sociedad, a lo que AMELUG
denomina “daño social”321, que consiste en la contradicción entre una persona
competente y la obligatoriedad de la institución social322, el quebrantamiento del
pacto social323.
319
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma: ¿Dos funciones excluyentes?, En JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE,
Miguel / POLAINO ORTS, Bien jurídico, vigencia de la norma y daño social, Ara, Perú, 2010, pág.
35.
320
JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, trad.
POLAINO-ORTS, Miguel, Bien jurídico, vigencia de la norma y daño social, Ara, Perú, 2010, pág.
19.
321
En JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, Bien
jurídico, vigencia de la norma y daño social…, op. cit., 2010 págs. 23 y sigs.
322
JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, Bien
jurídico, vigencia de la norma y daño social…, op. cit., 2010, pág. 25 y sigs.
323
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003,
pág. 92.
151
estos bienes jurídicos es que “lesionan los derechos garantizados por el contrato
social”324. Bajo esa premisa, la organización criminal resulta ser una asociación que
causa un daño socialmente potencial y por ende destruye la estabilidad que como
persona tienen los ciudadanos, y por eso lo que debería de proteger el bien jurídico
en la organización criminal es la seguridad como un objeto de acción de protección
jurídica325.
324
AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de bienes
jurídicos, en HEFENDEHL, Roland (Ed.), La teoría del bien jurídico. ¿Fundamentos de legitimación
del Derecho penal o juego de abalorios dogmáticos?, trad ALCÁCER, Rafael / MARTÍN, María /
ORTIZ DE URBINA, Iñigo, Marcial Pons, España, 2007, págs. 228 y sigs.
325
AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de bienes
jurídicos…, op. cit., 2007, págs. 242 y sigs.
326
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003,
pág. 93.
327
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003,
págs. 22, 67 y sigs., donde considera que lo protegido por la norma jurídico penal tiene que
centrarse en los intereses esenciales del ciudadano, en las condiciones que le permitan su sano
desarrollo de libertad en sociedad, así que cuando un sujeto en este caso el miembro de la
organización criminal impida esa prerrogativa fundamental es cuando el bien jurídico entra en su
función de protección y estaríamos en la proposición de si el concepto del delito como lesión de un
bien jurídico debe aún permanecer en al ámbito de la dogmática actual.
152
aquellas conductas que causan una lesión o puesto en peligro tanto a los bienes
individuales como a los colectivos y que son subsumibles de una pena328.
328
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…. op. cit., 2000,
pág. 568.
329
MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la política criminal. Sobre las
perspectivas y los fundamentos de una teoría crítica del bien jurídico hacia el sistema, trads.
CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Manuel, Universidad Externado de Colombia,
Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho, Colombia, 2001, pág. 39:
“Para la teoría de los sistemas, la normatividad es un aspecto de la necesaria estructuración del
sistema social; el símbolo del deber significa la generalización temporal y social de expectativas: las
expectativas normativas”.
330
Apud MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la política criminal, op.
cit., págs. 11 y sigs.
331
En POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 600.
153
protegido solo será de manera mediata332.
Bajo es tesitura, las normas son expectativas sociales y varían de una sociedad
a otra, tanto en el presente como en el tiempo pasado y futuro, así el legislador penal
se encuentra vinculado a la sociedad, donde se construyen las expectativas de cada
sociedad, a mejor decir, sus propias normas jurídicas se vinculan al Derecho y el
contexto normativo, las normas son esquemas simbólicos336 que orientan a las
personas en sociedad, es un sistema de comunicación social, motivo por el cual los
bienes jurídicos para el funcionalismo normativista son considerados como
categorías creadas por el Derecho, así el “objeto de protección del Derecho penal no
puede ser la lesión o puesta en peligro del bien jurídico, sino la garantía del
mantenimiento de las expectativas normativas con independencia de su eventual
332
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal, trads.
CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo, Thomson, Civitas, Madrid, España, 2003,
págs. 59 y 67. Así también, JAKOBS, Günther, trads. AA.VV., Dogmática de Derecho penal y la
configuración normativa de la sociedad, Thomson, Civitas, Madrid, España, 2004, pág. 76.
333
En POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 602.
334
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 109.
335
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003,
pág. 75.
336
MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la política criminal…, op. cit.,
2001, pág. 36.
154
lesión”337.
En ese tenor el Derecho penal lo que debe garantizar es que las personas no
ataquen los bienes jurídicos, significa en este caso que una persona representada en
sus bienes es protegido frente el ataque de otras personas338, las personas en Derecho
son titulares de deberes y derechos y sólo pueden ser tratadas como personas en la
medida en que dirigen su conducta a las normas, así si los miembros de la
organización criminal se comportan contrariamente a la norma se convierten en
enemigos, esto es, normativamente en no-persona en Derecho339.
337
POLAINO-ORTS, Miguel, Funcionalismo normativo. Bases dogmáticas para el nuevo
sistema de justicia penal (I). Fundamentos y función del Derecho penal, Instituto de Investigación
del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas, México, 2014, págs. 142
y sigs.
338
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?, trad. CANCIO MELIÁ, Manuel, Ediciones jurídicas Cuyo, Santiago de Chile, 2001, págs. 14
y sigs.
339
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal…, op. cit.,
2003, pág. 54. Cfr., al respecto, MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la
política criminal…, op. cit., 2001, págs. 12 y sigs.; ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien
jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003, pág. 79.
340
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?..., op. cit., 2001, pág. 17.
341
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal…, op. cit.,
2003, pág. 49.
155
jurídicos342.
342
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?..., op. cit., 2001, págs. 18 y sigs.
343
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal…, op. cit.,
2003, pág. 62.
344
AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de bienes
jurídicos…, op. cit., 2007, pág. 249.
345
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., México, 2013, pág. 93.
346
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?..., op. cit., 2001, págs. 29 y sigs.
347
AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de bienes
jurídicos…, op,cit., 2007, pág. 249.
156
hacia este llamado348, esto es, al miembro de la organización criminal se le imputa
por infringir la norma de manera imputable y la vigencia de la norma es confirmada
por la pena349.
348
Apud MÜSSIG, Bernd, trads., Desmaterialización del bien jurídico y de la política
criminal…, op. cit., 2001, pág. 44.
349
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal…, op. cit.,
2003, pág. 52.
350
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma…, op. cit., 2010, págs. 45 y sigs.
351
MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la política criminal…, op. cit.,
2001, pág. 50.
352
JAKOBS, Günther, Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal…, op. cit.,
2003, pág. 58.
157
Por ese motivo desde la perspectiva funcionalista que aquí se recoge podemos
decir que la organización criminal al quebrantar la norma exterioriza su vigencia y
para que la vigencia de la norma siga teniendo vigencia, la pena sirve para confirmar
la identidad normativa, ya que ésta no sirve para reparar los bienes jurídicos
protegidos y mas en concreto como lo es en el delito de la organización criminal el
bien jurídico la seguridad ciudadana, su puesta en peligro es irreparable, la seguridad
ciudadana ya se encuentra dañada socialmente se ha producida así una dañosidad
social permanente -perene- y solo podemos decir que el Derecho penal garantiza la
vigencia de la norma y no la protección de los bienes jurídicos protegidos.
Una norma, según argumenta POLAINO-ORTS, debe contar siempre con una
“cimentación cognitiva”353, y con ello la posibilidad de que ésta pueda ser
quebrantada, existe pues una expectativa normativa como criterio personal, así el
miembro de la organización criminal a defraudado las expectativas sociales al
lesionar la norma que protege a los ciudadanos. También para que la norma sea
efectiva en su vigencia debe estar dirigida a personas idóneas, es decir, a los
ciudadanos en Derecho y que éstos tengan la mínima seguridad cognitiva para
respetar la norma354. La seguridad cognitiva “es el saber o el tener la razonable
seguridad de que la norma nos ampara es conditio sine qua non para hacer de la
norma un modelo social de orientación previsible y confiable con parámetros de
razonabilidad”355.
353
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 227.
354
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 234 y sigs.
355
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 244.
356
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 238.
158
miembro de la organización criminal crea es una desestabilidad permanente para el
Estado, produce una erosión a la seguridad cognitiva del ordenamiento jurídico, su
conducta como miembro de la organización criminal establece un ataque a las
mismas bases del sistema social357, por lo que queda como resultado que los demás
ciudadanos respetuosos de la norma ya no puedan confiar en su estatus de
ciudadano, por la peligrosidad que causan de forma permanente los miembros de la
organización criminal358. A finales de los años noventas, la creciente ola del crimen
organizado en México trajo como consecuencia que las organizaciones criminales
expandieran su poderío en el territorio mexicano, motivo por el cual el Estado
mexicano de Michoacán se vio infestado del crimen organizado y salieron a la luz
dos organizaciones criminales que afectaron gravemente a la ciudadanía michoacana
son la familia michoacana y los caballeros templarios, tal fue el azote de la violencia
que los propios ciudadanos organizaron la defensa por sus propios medios
denominándose “autodefensas” y mediante el uso de la información y las armas
empezaron a combatir a estas organizaciones criminales, que han utilizado por mas
de una década el uso de las armas para amenazar y castigar, y obtener recursos
económicos para corromper y compensar a las autoridades locales y estatales,
sembrando entre la población su imperio del miedo y poniendo en peligro la
seguridad ciudadana359.
357
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 247.
358
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 253.
359
Vid. RIVERA VELÁZQUEZ, Jaime, Crimen organizado y autodefensas en México: el caso
de Michoacán, Friedrich Ebert Stiftung, 2014, www.library.fes.di.
159
reacciona para solucionar ese deterioro normativo a través de tipificar la conducta, y
lo considera subjetivamente culpable, creando la estructura delictiva una
permanencia perniciosa para la vigencia de la norma360. No existe ninguna duda que
el fundamento delictivo de la organización criminal tiene como finalidad perturbar
el orden constitucional de un estado democrático de Derecho o mas puntualmente la
seguridad ciudadana, atemorizando a los personas en Derecho como estatus de
ciudadano y no permitir su sano desarrollo de libertad.
360
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 255.
361
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?..., op. cit., 2001, págs. 57 y sigs.
362
JAKOBS, Günther, ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la
norma?..., op. cit., 2001, pág. 64.
160
asociación, el orden público, la seguridad pública, la seguridad interior del estado, la
seguridad ciudadana o la paz pública363, para ello consideramos que el titular del
bien jurídico protegido en los tipos penales establecidos en los artículos 570 bis del
CPE y el artículo 2º de la LFDO respectivamente es la ciudadanía de un Estado
democrático de Derecho.
363
FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2012, pág. 201.
364
Vid. POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op, cit.,
2000, págs. 617 y 618: “el peligro en su acepción técnica en la teoría del delito, ha sido básicamente
entendido, respecto a sus posibilidades de incidencia jurídica relevante, en el sentido de la situación
real susceptible de provocar un mal abstracto o concreto para las personas individuales o para la
sociedad” “ el peligro es entendido … como el estado situacional de probable causación de lesión
de un bien jurídico: tal situación es algo real, no mero juicio de probabilidad”. Vid. POLAINO
NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…, op. cit., 1974, págs. 86, 334, 336: “el
vocablo peligro, y más exactamente la expresión puesta en peligro. Posee un significado propio, y
cumple un cometido perfectamente delimitado en el ámbito de la antijuridicidad penal considerada
en ele aspecto material. En el plano de este entendimiento, cabe calificar de peligrosos el estado, la
situación o las condiciones que denotan la posibilidad de lesión de un bien jurídico”.
161
lesivo del bien jurídico365, toda vez que la actividad criminal pone en sometimiento
el bien jurídico protegido a una situación de grave peligro y riesgo, y es desvalorado
por su propia magnitud por la norma366, así el delito de organización criminal como
un delito de puesta en peligro expone el bien jurídico a una situación de riesgo, es
decir, la seguridad ciudadana se encuentra en una situación de riesgo latente, la
sociedad se ve vulnerada de facto por la permanencia de organizaciones criminales
con fines delictivos que conciertan un riesgo no permitido ni socialmente adecuado
y que además existe la probabilidad de un suceso dañoso del bien jurídico protegido,
y que esta puesta en peligro sea objetivamente peligrosa que se ensalza con la
dirección de la voluntad del miembro de la organización criminal poniendo en
peligro el bien jurídico de forma permanente367.
365
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El bien jurídico en el Derecho penal…, op. cit., pág.
334.
366
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 554.
367
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op, cit.,
2000, págs. 614 y sigs.
368
Vid. CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 102.
369
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit., 2000,
págs. 602 y sigs.
370
FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, pág. 228.
371
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op, cit., 2000,
pág. 621.
162
en una situación de angustia social372, y que la concreción de una lesión a un bien
jurídico protegido se da al momento de cometer el delito fin por parte de la
organización criminal.
372
Recientemente en el mes de marzo del 2016, en el el municipio de Cuautlancingo,
Puebla, México a habido una serie de acontecimientos perpetrados por la una organización criminal,
significativo ha sido el “levantón” que ha sufrido una decena de personas presentes en un palenque
ubicado a un acalle del Palacio Municipal, en días posteriores se han encontrado restos humanos
hallados en tambos que contenían ácido en otro municipio de San Andrés Calpan, que coinciden
con lo sujetos “levantados” en el Palenque clandestino de Cuautlancingo, situación que ha hecho
que la ciudadanía de ese municipio mexicano se encuentre en un estado de alerta y por supuesto se
encuentra en un grave peligro social.
373
Apud VON HIRSCH, Andrew / WOHLERS, Wolfgang, Teoría del bien jurídico y
estructura del delito. Sobre criterios de una imputación justa, trad. SPÍNDOLA TÁRTALO, Beatriz, en
HEFENDEHL, Roland, (ED), Iñigo, La teoría del bien jurídico..., op. cit., trad, ALCÁCER, Rafael /
MARTÍN, María / ORTIZ DE URBINA, Marcial Pons, España, 2007, pág. 288.
374
Vid. HEFENDEHL, Roland, El bien jurídico como eje material de la norma penal…, op.
cit., 2007, págs. 190 y sigs.
375
Apud FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en
el Código penal español…, op. cit., 2012, pág. 228.
376
Apud VON HIRSCH, Andrew / WOHLERS, Wolfgang, Teoría del bien jurídico y
estructura del delito. Sobre criterios de una imputación justa…, op. cit., 2007, pág. 290.
163
legal de peligro e implica una anticipación a las barreras de protección de la norma,
esto es lo que denomina JAKOBS la criminalización en el estadio previo a la lesión
del bien jurídico377. Desde esta perspectiva, tal anticipación de la barrera de
criminalización378 sólo puede estar justificada, de una manera excepcional, en base a
la excepcional peligrosidad que se manifiesta en la organización criminal, a sus
miembros se les considera una peligro para el bien jurídico no es necesario que el
miembro de la organización criminal realice el delito fin, sino que de facto es
considerado como una fuente de peligro, es decir, un enemigo del bien jurídico379,
por lo que denota una embestida a los bienes jurídicos colectivos que en el caso que
no ocupa es la seguridad ciudadana380. Claro es el ejemplo pasmado en el artículo 2º
de la LFDO que emplea el término “se organicen” la organización per se ya supone
un adelantamiento a la barra de punición, conlleva un contenido de reproche penal.
Lo cual nos permite inferir que la función del tipo penal creado por el legislador es
la de prevenir un peligro que proviene de la organización criminal, el fin de
protección de la norma es desmantelar una fuente de peligro excepcionalmente
dañosa para la sociedad381.
377
Vid. JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ,
Carlos J., en JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, Editorial Civitas, Madrid, España, 1997.
378
Vid. JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, trad. PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Moderna Dogmática penal.
Estudios compilados, Editorial Porrúa, México, 2002.
379
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico…,
op. cit., 2002, pág. 393.
380
Apud CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, págs. 87 y
sigs.
381
ZIFFER, Patricia S., El delito de asociación ilícita, op. cit., 2005, pág. 38.
164
por una puesta en peligro del bien jurídico protegido sobre todo por la peligrosidad
de las futuras conductas delictivas que realizaran en el seno de la organización382.
v.gr., en la LFDO en su artículo 2º inciso II se sanciona como delincuencia
organizada el acopio de armas contemplado en lo artículos 83 bis383, donde se
entiende por acopio de armas la posesión de más de cinco armas de las de uso
exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Área mexicano, estamos en presencia de
que el acopio es un delito autónomo a la organización criminal, sin embargo, el
acopio es un acto preparatorio de la organización criminal, es un estadio previo al
delito fin, que tendrá la organización criminal respecto a la utilización de las armas,
por eso sólo motivo se criminaliza tal conducta.
382
Vid. CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 111.
383
LFDO artículo 2º inciso II, LFAFE artículo 83 bis.
384
Vid. FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, págs. 234 y 235.
165
prevenirse ante cualquier génesis de peligrosidad lesiva tanto actual como futura385,
por ello la punición de los miembros de la organización criminal reside en la
protección adelantada de los bienes jurídicos protegidos de los delitos fin y esa
peligrosidad se funda de manera objetiva en la propia organización con fines
delictivos y por lo tanto existe una puesta en peligro del bien jurídico protegido, por
ello cohabita una peligrosidad criminal organizada orientada a planificar la comisión
de delitos futuros386.
Así mismo, el estadio previo a la lesión del bien jurídico protegido es el punto
central de la anticipación punitiva por lo que al miembro de la organización criminal
se le sanciona por el simple hecho de permanencia y de la proyección de futuros
delitos fin cuya comisión por parte de la organización se teme, considerados como
una fuente de peligro incrementado, por lo que se justifica “excepcionalmente” que
la organización criminal sea combatida en un estadio de la preparación a los delitos
fin387.
385
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 619.
386
Vid. FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, pág. 236.
387
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 101.
388
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 125.
166
organización de facto vulnera la norma principal que es la de la prohibición de
organización ilícita y genera una conexión normativa con las normas de los delitos
fin creando un peligro real e inminente que genera peligrosidad tanto en lo
individual como en lo colectivo389. El caso es que la organización criminal genera
una dañosidad social fáctica en la seguridad de los ciudadanos en ejercicio de los
derechos pertenecientes al Estado, y ésta peligrosidad es la que pone en peligro el
bien jurídico protegido que desestabiliza la seguridad ciudadana generando una
violencia subsistente como un elemento de comunicación política390 y conlleva a
desafiar al propio Estado de Derecho. Así, la organización criminal es un generador
potencial de peligrosidad que amenaza al propio Estado y esto yace en el grado de
fortaleza interna que tenga la organización criminal en su estructura.
389
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 125.
390
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 131.
391
Apud BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002,
págs. 188 y 189.
167
pretende prevenir en principio futuras organizaciones criminales y en segundo plano
prevenir la comisión de futuros delitos fin y por ello se pone en peligro la seguridad
ciudadana392.
392
Apud BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002,
pág. 190.
393
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 602.
394
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, págs. 602 y 603.
168
jurídico protegido -la seguridad ciudadana- y de la misma manera ex post prevenir
futuras lesiones que dañan gravemente a las personas en su calidad de ciudadanos,
por ello el Derecho penal protege bienes jurídicos, les concede una garantía
normativa para la evitación de futuros delitos, reafirmándose, como consecuencia de
ello, la autoridad de la norma como elemento integrante de la estructura social395. En
suma: “la protección de bienes jurídicos es el contenido y la prevención de los delito
es el fin, o por mejor decir, la protección de viene jurídicos es la función y la
confirmación de la vigencia de la norma la consecuencia directa de esa función”396.
Con tales afirmaciones cabe concluir que no podemos prescindir del concepto del
bien jurídico protegido, ya que nos dará cuenta de lo que acontece en la realidad
criminal, como es el caso de la organización criminal. Definitivamente, la norma y
bien jurídico no puede ser incompatibles : la norma es la forma y el bien jurídico, el
contenido397.
395
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma…, op. cit., 2010, pág. 51.
396
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma…, op. cit., 2010, pág. 51.
397
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma…, op. cit., 2010, pág. 55.
398
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, págs. 603 y sigs.
169
consecuencia se debe sancionar399, así consideramos que el bien jurídico protegido
en la organización criminal es un bien jurídico colectivo.
a) Orden público
399
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 104.
400
CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 114.
401
Vid. COLINA RAMÍREZ, Iván, Sobre la legitimación del Derecho penal del riesgo, J.B.
Bosch penal, España, 2014, pág. 28.
170
el orden público, y podemos decir que los delitos contra el orden público son delitos
que no recaen en sobre algún bien jurídico determinado, sin embargo, es necesario
tomar una postura al respecto ya que estos producen un efecto de alarma colectiva y
atacan los derechos de la tranquilidad ciudadana402. La sola existencia de la
organización criminal conlleva la finalidad de cometer delitos fin, fundando una
perspectiva amenazante que perturba la confianza social en la vigencia de la norma
y que afecta por lo tanto a la seguridad ciudadana403: “la asociación como tal por su
mera existencia turba la seguridad pública por el peligro y alarma que propaga, la
asociación criminal lesiona la seguridad pública, la paz social,, incluso si no llega a
ejecutar los delitos programados”404.
171
producir”407, que “consiste en una situación de orden exterior o tranquilidad en una
comunidad; es decir, el mero orden de la calle, con ausencias de agresiones
violentas, mítines, revueltas, etc.”408.
b) Seguridad pública
407
En LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco, Seguridad ciudadana y orden público…, op. cit.,
1992, pág. 18.
408
LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco, Seguridad ciudadana y orden público…, op. cit.,
1992, pág. 18.
409
ZIFFER, Patricia S., El delito de asociación ilícita…, op. cit., Argentina, 2005, pág. 37.
410
PALOMAR OLMEDA, Alberto, El nuevo régimen de la seguridad ciudadana, Aranzadi,
España, 2015, pág. 21.
411
TUE artículo 3.2.
172
pueden resultar afectados412.
412
CORCOY BIDASOLO, Mirentxu, La perspectiva jurídico-penal, En, MIR PUIG, Santiago /
QUERALT, Joan J., (Directores), La seguridad pública ante el Derecho penal, B de F, Buenos Aires,
Argentina, 2010.
413
Apud AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de
bienes jurídicos…, op, cit., 2007, pág. 251.
414
Apud AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de
bienes jurídicos…, op, cit., 2007, pág. 253.
415
LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco, Seguridad ciudadana y orden público…, op. cit.,
1992, pág. 19.
416
CASTELLANOS MUÑOZ, Jesús / GUTIÉRREZ SANTOS, Oscar, La función de investigación
de las policías conforme al nuevo modelo policial en México, y su normativa federal, Flores
editores, México, 2016, pág. 5.
173
de personas y bienes y al mantenimiento de la tranquilidad y el orden ciudadano”417.
Así, la seguridad pública es una función del Estado forma administrativa y policial.
417
PALOMAR OLMEDA, Alberto, El nuevo régimen de la seguridad ciudadana…, op. cit.,
2015, pág. 21.
418
CE artículo 149.1.29ª
419
CPEUM artículo 21.
420
Cfr. HEFENDEHL, Roland, El bien jurídico como eje material de la norma penal…, op.
cit., 2007, pág. 186, quien la entiende como “un estado de seguridad jurídica general así como de
conciencia en los ciudadanos de estar y seguir estando protegidos, en sus intereses legítimos
garantizados por el ordenamiento jurídico con el siguiente efecto tranquilizador”.
174
c) Seguridad ciudadana
421
Apud VON HIRSCH, Andrew / WOHLERS, Wolfgang, trad. SPÍNDOLA TÁRTALO, Beatriz,
Teoría del bien jurídico y estructura del delito. Sobre criterios de una imputación justa, en
HEFENDEHL, Roland, (ED), trad, ALCÁCER, Rafael / MARTÍN, María / ORTIZ DE URBINA, Iñigo, La
teoría del bien jurídico..., op.cit., Marcial Pons, España, 2007, pág. 286.
422
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 261.
423
FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, págs. 221 y sigs.
175
Motivo por el cual cuando la organización criminal crea una situación de peligro que
atemoriza a la ciudadanía por mínima que ésta sea la vigencia de la norma se
deteriora y por lógica normativa a los ciudadanos se les impide su sano desarrollo de
la personalidad dentro de los barómetros de la normalidad de la seguridad
ciudadana424.
424
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 261.
425
Artículo 104 de la CE.
426
FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, págs. 225 y sigs.
427
Consell de Garanties Estatutàries de Catalunya, DICTAMEN 7/2015, de 4 de junio, sobre
la LO 4/2015, de 30 de marzo de protección de seguridad ciudadana.
176
La seguridad pública y la seguridad ciudadana son conceptos diferentes: la
primera deber ser entendida como la actividad dirigida a la protección de personas y
bienes y al mantenimiento de la tranquilidad u orden ciudadano, que lo podemos
llamar orden publico material428, y la seguridad ciudadana como “aquel estado en el
cual los ciudadanos gozan de una situación de tranquilidad y de estabilidad tal que
les permite ejercitar de forma libre y responsable los derechos y libertades
reconocidos por la constitución”429.
428
JIMÉNEZ DÍAZ, María José, Seguridad ciudadana y Derecho penal, Dykinson S.L.,
España, 2006, pág. 19.
429
JIMÉNEZ DÍAZ, María José, Seguridad ciudadana y Derecho penal, op. cit., 2006, págs.
19 y 20.
430
JIMÉNEZ DÍAZ, María José, Seguridad ciudadana y Derecho penal, op. cit., 2006, págs.
19 y 20.
431
JIMÉNEZ DÍAZ, María José, Seguridad ciudadana y Derecho penal, op. cit., 2006, pág.
21.
177
La seguridad ciudadana el bien jurídico protegido en el delito de organización
criminal, que genera una puesta en peligro, un riesgo latente que deriva directamente
de las acciones producidas por la organización criminal dirigidas a perturbar la
situación de normalidad mínima de convivencia, no comprende una forma de
criminalidad que vaya a aniquilar el Estado sino que “impide gravemente que los
ciudadanos sean personas en Derecho”432, además pone en peligro el sano desarrollo
de las actividades ciudadanas con una finalidad potencialmente peligrosas en contra
de la seguridad ciudadana y la protección penal versa en evitar graves riesgos
potenciales para el orden ciudadano, la tranquilidad pública433 y la prevención de los
delitos fin, además la permanencia de la organización criminal imposibilita el
normal ejercicio de los derechos fundamentales como ciudadano y la ordinaria y
habitual convivencia ciudadana434, por lo que se determina que el delito de
organización criminal es un peligro para la seguridad ciudadana puesto que la
voluntad de la organización, es una voluntad colectiva que dirige el titular de la
organización en base a las funciones y tareas de sus dirigentes que es una
característica de peligrosidad para la seguridad ciudadana y por ello se sanciona la
mera existencia de la organización criminal como un delito autónomo con un bien
jurídico protegido autónomo respecto de los delitos fin435.
Así podemos decir que con la seguridad ciudadana como bien jurídico
protegido de la organización criminal se garantizan las condiciones por las cuales los
ciudadanos pueden revelar su papel de ciudadanos y se protege el libre desarrollo
del individuo en sociedad, contribuyendo con ello al ámbito de la percepción de
seguridad hacia los ciudadanos. El soporte de la protección de la seguridad
ciudadana versa sobre las condiciones de desarrollo y participación de los
432
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, pág. 123.
433
Apud PALOMAR OLMEDA, Alberto, El nuevo régimen de la seguridad ciudadana…, op.
cit., 2015, pág. 25.
434
STC de 16.XII.1987 (Ponente: RODRÍGUEZ PIÑERO Y BRAVO-FERRER)
435
Vid. FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, págs. 235 y sigs.
178
ciudadanos, por ello sólo han de ser “relevantes aquellas propiedades de personas,
entidades e instituciones que constituyan las condiciones para el libre desarrollo
personal en una sociedad”436.
436
KINDHAUSER, Urs, en ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de
deber?..., op. cit., 2003, pág. 97.
437
Apud AMELUG, Knut, El concepto bien jurídico en la teoría de la protección penal de
bienes jurídicos…, op,cit., 2007, pág. 255.
179
como ciudadano en Derecho438, y con la garantía de la libertad y participación
ciudadana se protege el pacto social a través de la vigencia de la norma439.
2) Función protectora
438
Vid. STRATENWERTH, Günter, La criminalización en los delitos contra bienes jurídicos
colectivos, en HEFENDEHL, Roland (Ed.), trad. ALCÁCER, Rafael / MARTÍN, María / ORTIZ DE
URBINA, Iñigo, La teoría del bien jurídico..., op. cit., Marcial Pons, España, 2007, pág. 366.
439
ALCÁCER GUIRAO, Rafael, ¿Lesión de bien jurídico o lesión de deber?..., op. cit., 2003,
pág. 98, 122 y sigs., donde afirma que “la protección del bien jurídico constituye el fin último del
Derecho penal, la protección de la normas es un cometido especifico de la pena”.
440
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Derecho penal.., op. cit., 2000, pág. 556.
441
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 175.
180
daño o puesta en peligro del orden público, la paz social, y el libre desarrollo de la
personalidad en una sociedad democrática.
181
integridad, su vida actual y futura, su autoridad y viabilidad. Estas formas de
delincuencia vulneran o ponen en riesgo la capacidad de autodeterminación popular,
en cuanto condicionan las decisiones nacionales o los resultados de éstas.
443
Disposiciones generales de la LO 5/2010 de 22 de junio de 2010.
182
razón de que es una organización peligrosa en su propio constitución delictivo sino
también porque genera instrumentos y procedimientos dirigidos a la impunidad y
corrupción Estatal y así asegurar la actividad delictiva de la organización en los
diferentes tipos de delitos fin, y con esto se afectarían los órganos de gobierno
estatal, la seguridad jurídica, la vigencia efectiva del principio de legalidad, los
derechos y libertades de los ciudadanos, en síntesis la democracia de un Estado
democrático de Derecho444.
183
condiciones y exigencias de la realización de la acción típica para que éste no
constituya un injusto penal449.
184
obró”455. Así, se “reconoce como causa de justificación toda norma permisiva o de
obligación de cualquier sector del Derecho”456. Las “causas de justificación son
normas que permiten la realización de las conductas prohibidas por los tipos
penales; hacen que los hechos típicos no sean antijurídicos”457.
El art. 20.4 CP español regula la legítima defensa: “El que obre en defensa de
la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos
siguientes: Primero. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará
agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito y los ponga en grave
peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus
dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas;
Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla;
Tercero. Falta de provocación suficiente por parte del defensor”458.
455
BACIGALUPO, Enrique, Principios de Derecho penal. Parte general, 4ª edic., Akal, Iure,
España, 1997, pág. 251.
456
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Curso de Derecho penal…, op. cit., 2004, pág. 342.
457
GÓMEZ BENÍTEZ, José Manuel, Teoría jurídica del delito…, op. cit., 1984, pág. 279.
458
Artículo 20 CPE.
459
Artículo 20 CPE.
185
El cumplimiento de un deber y el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o
cargo se incluyen en el art. 20. 7 del CP español460.
Legítima defensa es prevista en la fracción IV: “Se repela una agresión real,
actual o inminente, y sin derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos,
siempre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados
y no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o de la
persona a quien se defiende.
460
Artículo 20 CPE.
461
Artículo 15 CPM.
186
haberse consultado al titular, éste hubiese otorgado el mismo”462.
Del análisis anterior podemos inferir que la exigencia para que concurran
causas de justificación deben estar determinadas por la permisión normativa de las
mismas. Sin embargo, en lo que respecta al delito de organización criminal,
podemos inferir que no existen consideraciones normativas para poder configurar un
excluyente de responsabilidad penal por la vía de causas de justificación, porque el
ánimo de los miembros de la organización criminal versa en la voluntad normativa
de realizar de manera fáctica la acción típica y antijurídica, decidiendo realizar el
injusto típico desde el momento mismo de la agrupación criminal, con la finalidad
de concretar el quebrantamiento de la norma y vulnerar el bien jurídico protegido de
la seguridad ciudadana y la vigencia de la norma.
462
Artículo 15 CPM.
463
Artículo 15 CPM.
464
Artículo 15 CPM.
187
Las causas de justificación tienen como premisa la regulación social correcta
en los intereses que se contraponen entre los bienes jurídicos que se colisionan, por
lo que se analizan desde el punto de vista de la antijuridicidad material, conforme el
cual se acredita la exclusión del injusto típico ante la falta de dañosidad social de la
acción típica465, situación que en el caso de la organización criminal no se acredita,
puesto que no hay alguna causa de justificación que conceda tales salvedades a
algún miembro de la organización criminal, el miembro de la organización criminal
realiza el injusto típico y subjetivamente teniendo conocimiento de que actúa sin
ninguna causa de justificación466, conociendo todas y cada una de las circunstancias
de los presupuestos del tipo penal que se encuentran previstos en los artículos 570
bis del CPE y el artículo 2º de la LFDO respectivamente.
465
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 574.
466
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, págs. 586 y sigs.
467
GÓMEZ BENÍTEZ, José Manuel, Teoría jurídica del delito…, op. cit., 1984, pág., 279.
468
Apud GÓMEZ BENÍTEZ, José Manuel, Teoría jurídica del delito…, op. cit., 1984, pág.
278.
188
CAPÍTULO V
IMPUTACIÓN SUBJETIVA DEL DELITO DE ORGANIZACION
CRIMINAL
469
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal. Parte general, tomo II,
Tecnos, 2ª edic., España, 2016, pág. 181.
189
a favor del injusto típico, este segundo nivel de imputación se denomina imputación
subjetiva, imputación a la culpabilidad470.
470
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, “Pena y ciudadanía”, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH,
Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad. MAÑALICH, Juan
Pablo, B de F, Argentina, 2011, págs. 116 y sigs.
471
Apud RIGHI, Esteban, La culpabilidad en materia penal, Ad-Hoc, Buenos Aires,
Argentina, 2003, pág. 112.
472
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 599.
473
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 181.
474
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal, Parte general…, op. cit., 2002,
pág. 465.
190
a los enfermos mentales. Por esta razón actúa sin culpabilidad quien es incapaz de
entender el injusto del hecho o de actuar conforme a esa inteligencia475.
475
ROXIN, Claus, “Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurídico-
penales”, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, Reus, España, 1981, pág.
66.
476
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 182.
477
Esta Ley se aplicará para exigir la responsabilidad de las personas mayores de catorce
años y menores de dieciocho por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas en el
Código Penal o las leyes penales especiales.
478
Artículo 5. Grupos de edad. Para la aplicación de esta Ley, se distinguirán los grupos etarios I,
II y III: I) De doce a menos de catorce años; II) De catorce a menos de dieciséis años, y III) De
191
adolescentes el dieciséis de junio del año dos mil diecisesis, ya que la CPEUM en su
artículo 18 párrafo cuarto considera que la justicia para adolescentes debe ser de
acuerdo al sistema de justicia procesal penal acusatorio oral479. Ambas legislaciones
consideran inimputables a los menores de las doce años y los adolescentes
192
comprendidos entre los catorce y dieciocho años serán sancionados de acuerdo a su
capacidad de culpabilidad a su responsabilidad disminuida480.
480
LNSIJPA Artículo 20. Responsabilidad. La responsabilidad de la persona adolescente se
fincará sobre la base del principio de culpabilidad por el acto. No admitirá, en su perjuicio y bajo
ninguna circunstancia, consideraciones acerca de la personalidad, vulnerabilidad biológica,
temibilidad, peligrosidad, ni de cualquier otra que se funde en circunstancias personales de la
persona adolescente imputada.
481
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, págs. 184
y sigs.
482
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op., cit., 1997, pág. 837.
193
desarrollo intelectual, de madurez moral y de fuerza de voluntad que justifique su
valoración de su comportamiento al Derecho. Jurídicamente es muy sencillo llegar a
esa conclusión, dado que tanto en la CE como en la CPEUM se considera la edad
penal a los dieciocho años cumplidos483, y en el sumario se debe de llegar a esa
conclusión de manera indubitable, sin embargo, se llega al debate si efectivamente
los miembros de la organización criminal menores de edad no tiene la capacidad de
comprensión del injusto penal, ya que no es posible afirmar que carecen de esa
capacidad todas las personas que han alcanzado una edad determinada y tampoco es
sensato afirmar que esa capacidad de culpabilidad se adquiere en los mismos
tiempos biológicos, psicológicos y sociales del menor, toda vez que de estos
aspectos el menor puede tener diferentes apreciaciones normativas disvaliosa del
daño a la norma, máxime si se encuentran inmersos en el fascinante mundo de las
organizaciones criminales. Por lo que si aducimos al concepto de culpabilidad
funcional de JAKOBS, podemos preguntarnos si los menores de edad tienen la
capacidad de ser fieles al Derecho, y se dice que los menores carecen de
competencia para cuestionar la validez de la norma484, así que lo que le interesa al
Derecho penal es la responsabilidad por el déficit de lealtad al Derecho485, y
entonces estaríamos en posibilidades de poder contestar la pregunta planteada.
483
CE, Artículo 12. “Los españoles son mayores de edad a los dieciocho años”. CPEUM,
Artículo 34, fracción I: “Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la
calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: I. Haber cumplido 18 años”.
484
JAKOBS, Günther, Derecho penal, Parte general…, op. cit., 1997, pág. 629.
485
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op., cit., 1997, pág. 588.
486
GRECO, Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach. Una
contribución al debate actual sobre los fundamentos del Derecho penal, trads. DROPULICH, Paola /
BÉGUELIN, José R.,Marcial Pons, España, 2015, pág. 395.
194
suficientemente maduro, según su desarrollo moral y mental, para comprender el
injusto del hecho y actuar conforme a esa comprensión”487.
487
ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general…, op. cit., 1997, pág. 848.
488
LFJOAM, Artículo 15: “Artículo 20. Responsabilidad. La responsabilidad de la persona
adolescente se fincará sobre la base del principio de culpabilidad por el acto. No admitirá, en su
perjuicio y bajo ninguna circunstancia, consideraciones acerca de la personalidad, vulnerabilidad
biológica, temibilidad, peligrosidad, ni de cualquier otra que se funde en circunstancias personales
de la persona adolescente imputada”.
489
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho, 2ª edición revisada, Bosch, Barcelona, España, 1982, págs. 96 y sigs.
195
capacidad normal de resistencia frente a los impulsos delictivos490, situación que en
particular es ya muy discutible máxime en el caso mexicano, hay que reconocer que
la participación de los menores de edad entre los catorce a dieciocho años es cada
vez más intensa y si de facto al culpabilidad como principio de culpabilidad discurre
sobre aspectos de prevención general y especial por cuestiones de política criminal,
podemos reconocer que es necesaria la aplicación de una responsabilidad disminuida
gradual en cada caso concreto por criterios de política criminal que actúe en
protección de la seguridad ciudadana, ya que estos menores participantes de delitos
fin con un carácter de organización criminal su modus operandi es con culpabilidad
desde ab initio, por ello la imposición de una pena puede tener efectos positivos en
necesidad de una prevención general y especial, así el caso planteado de este grado
de edad puede verse que los menores alcanzan el discernimiento del límite
normativo que es representado por su culpabilidad491.
490
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, págs. 98 y sigs.
491
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, págs. 100 y sigs.
196
general y especial en base al grado de la gravedad de capacidad de culpabilidad,
fijándose el grado del injusto culpable al miembro de la organización criminal492.
492
Apud LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Culpabilidad y pena en el código penal español de
1995, en AA.VV., Teorías actuales en Derecho penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1998,
pág. 318.
493
“a) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere catorce o quince años de edad, la
medida podrá alcanzar tres años de duración; b) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere
dieciséis o diecisiete años de edad, la duración máxima de la medida será de seis años;…, En este
supuesto, cuando el hecho revista extrema gravedad, el Juez deberá imponer una medida de
internamiento en régimen cerrado de uno a seis años; … 2. Cuando el hecho sea constitutivo de
alguno de los delitos tipificados en los artículos 138, 139, 179, 180 y 571 a 580 del Código Penal, o
de cualquier otro delito que tenga señalada en dicho Código o en las leyes penales especiales pena
de prisión igual o superior a quince años, el Juez deberá imponer las medidas siguientes: a) si al
tiempo de cometer los hechos el menor tuviere catorce o quince años de edad, una medida de
internamiento en régimen cerrado de uno a cinco años de duración…, b) si al tiempo de cometer los
hechos el menor tuviere dieciséis o diecisiete años de edad, una medida de internamiento en
régimen cerrado de uno a ocho años de duración”.
494
“El internamiento se utilizará como medida extrema y por el tiempo más breve que
proceda a las personas adolescentes que al momento de habérseles comprobado la comisión de
hechos señalados como delitos, se encuentren en el grupo etario II y III. El Órgano Jurisdiccional
deberá contemplar cuidadosamente las causas y efectos para la imposición de esta medida,
procurando imponerla como última opción. Se ejecutará en Unidades exclusivamente destinadas
para adolescentes y se procurará incluir la realización de actividades colectivas entre las personas
adolescentes internas, a fin de fomentar una convivencia similar a la practicada en libertad. Para los
efectos de esta Ley, podrá ser aplicado el internamiento en los siguientes supuestos, previstos en la
legislación federal o sus equivalentes en las entidades federativas: a) De los delitos previstos en la
Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la
fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; b) De
los delitos previstos en la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia
de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos;
c) Terrorismo, en términos del Código Penal Federal; d) Extorsión agravada, cuando se comete
por asociación delictuosa; e) Contra la salud, previsto en los artículos 194, fracciones I y II, 195,
196 Ter, 197, primer párrafo del Código Penal Federal y los previstos en las fracciones I, II y III del
artículo 464 Ter y en los artículos 475 y 476 de la Ley General de Salud; f) Posesión, portación,
fabricación, importación y acopio de armas de fuego prohibidas y/o de uso exclusivo del Ejército,
Armada o Fuerza Aérea; g) Homicidio doloso, en todas sus modalidades, incluyendo el
feminicidio; h) Violación sexual; i) Lesiones dolosas que pongan en peligro la vida o dejen
incapacidad permanente, y j) Robo cometido con violencia física”.
197
corpus iures la graduación de capacidad de culpabilidad para determinar la
responsabilidad de menores integrantes de la organización criminal.
495
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, Culpabilidad y pena en el código penal español de
1995…, op. cit., 1998, págs. 318 y sigs.
198
mayor responsabilidad del menor en relación al hecho imputado496. Este modelo se
basa en fusionar lo educativo con lo judicial, con la implementación de medidas de
seguridad como el internamiento a régimen cerrado, semi abierto y abierto,
internamiento terapéutico a régimen cerrado, semi abierto y abierto, tratamiento
ambulatorio, asistencia de día, permanencia de fin de semana, libertad vigilada,
prohibición de acercarse a víctimas y familiares, hasta llegar a la más severa que es
la medida de internamiento como una medida excepcional y en caso extremo, sólo
en caso de los delitos considerados como graves, el menor de edad es considerado
inimputable, carece de capacidad de culpabilidad, sin embargo no es del todo
acertado respecto de los menores de edad entre catorce y dieciocho años de edad,
que cuentan con una capacidad de culpabilidad disminuida y por ello son sujetos a
medidas de responsabilidad por el régimen sancionador del Estado y competencia de
funcionarios especializados en justicia para adolescentes, donde dicha medida de
seguridad es un tratamiento tan represivo como el que le corresponde a los
adultos497, máxime si la intervención delictiva juvenil es el ámbito de delitos graves
como es le caso de la organización criminal.
496
VÁZQUEZ GONZÁLEZ, Carlos, La responsabilidad penal de los menores en Europa,
disponible en: www.victimasyjusticia.org, pág. 1.
497
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo, fundamentos, potencial de sentido
y límites de vigencia, Bosch, España, 2009, pág. 522; también, POLAINO-ORTS, Miguel, Curso de
Derecho penal del enemigo. Delincuencia grave y exclusión social en el Estado de Derecho,
Editorial edición digital, España, 2013.
199
artículo 163498 que la medida de internamiento solo se aplicara para aquellos delitos
considerados como graves, sin embargo, no contempla el delito de delincuencia
organizada se ha creado un gran hoyo negro de impunidad para el delito en estudio,
así que en la práctica forense si una autoridad detiene a un miembro de la
organización criminal menor de edad, cometiendo el delito de delincuencia
organizada según el principio de legalidad no podría ser imputado por ese delito ya
que la legislación especializada contiene la citada hipótesis de impunidad; no
contempla en su artículo 164 que el delito de delincuencia organizada sea
considerado como delito grave, situación que esta generando un gran vacío de
legalidad, por lo menos en México.
498
LNSIJPA. Artículo 164. Internamiento. El internamiento se utilizará como medida
extrema y por el tiempo más breve que proceda a las personas adolescentes que al momento de
habérseles comprobado la comisión de hechos señalados como delitos, se encuentren en el grupo
etario II y III. El Órgano Jurisdiccional deberá contemplar cuidadosamente las causas y efectos para
la imposición de esta medida, procurando imponerla como última opción. Se ejecutará en Unidades
exclusivamente destinadas para adolescentes y se procurará incluir la realización de actividades
colectivas entre las personas adolescentes internas, a fin de fomentar una convivencia similar a la
practicada en libertad. Para los efectos de esta Ley, podrá ser aplicado el internamiento en los
siguientes supuestos, previstos en la legislación federal o sus equivalentes en las entidades
federativas: a) De los delitos previstos en la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en
Materia de Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; b) De los delitos previstos en la Ley General para Prevenir,
Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia
a las Víctimas de estos Delitos; c) Terrorismo, en términos del Código Penal Federal; d) Extorsión
agravada, cuando se comete por asociación delictuosa; e) Contra la salud, previsto en los artículos
194, fracciones I y II, 195, 196 Ter, 197, primer párrafo del Código Penal Federal y los previstos en
las fracciones I, II y III del artículo 464 Ter y en los artículos 475 y 476 de la Ley General de Salud;
f) Posesión, portación, fabricación, importación y acopio de armas de fuego prohibidas y/o de uso
exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea; g) Homicidio doloso, en todas sus modalidades,
incluyendo el feminicidio; h) Violación sexual; i) Lesiones dolosas que pongan en peligro la vida
o dejen incapacidad permanente, y j) Robo cometido con violencia física.
200
régimen cerrado, que equivale a la pena de prisión de los adultos499, para los
supuestos más graves como contempla la LORPPM en su artículo 9.2: “La medida
de internamiento en régimen cerrado sólo podrá ser aplicable cuando: c) Los hechos
tipificados como delito se cometan en grupo o el menor perteneciere o actuare al
servicio de una banda, organización o asociación, incluso de carácter transitorio, que
se dedicare a la realización de tales actividades”, y con ello se configura de manera
excepcional la medida de internamiento que como lo hemos mencionado en el caso
mexicano el máximo será de siete años y para el caso español la duración de la pena
privativa de libertad viene fijada por la LORPPM de cinco años y de manera
excepcional hasta diez años para casos de extrema gravedad.
Por lo que hemos señalado, es evidente que tanto en España, pero con más
énfasis en México, la participación de los menores de edad en la organización
criminal se hace patente y por ello la Política criminal ha favorecido el
endurecimiento del Derecho penal juvenil, como única respuesta ante el incremento
intensivo de la participación de menores en la organización criminal. Uno de los
casos más emblemáticos de los últimos tiempos en México es el conocido como el
“Ponchis”, joven detenido en 2010 cuando tenia catorce años de edad, Edgar “N”
pertenecía a una la organización criminal del cártel del Pacífico desde los 10 años, y
cometió un gran número de delitos, entre ellos, homicidio, secuestro, acopia de
armas.
499
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 274.
500
Vid. más ampliamente FRANK, Reinhard, Sobre la estructura del concepto de
culpabilidad, trad. ABOSO, Gustavo Eduardo / Low, Tea, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2002;
también DONNA, Edgardo Alberto, La culpabilidad y la prevención como conceptos antagónicos,
201
de la voluntad que conduce a la decisión de cometer un delito debe ser
reprochable502, al sujeto se le reprocha el haber realizado el injusto típico y el no
haberse comportado de una manera diferente a la de cómo se comporto pudiendo
haberse decidido por el Derecho, comportarse conforme a Derecho503, con el juicio
de desvalor de la culpabilidad se le reprocha al autor que se haya decidido por el
injusto a pesar de haberse podido comportar lícitamente, de haberse podido decidir
por el Derecho504. “El reproche de culpabilidad reside en el hecho de que la persona
está dotada de una facultad de autodeterminación ética, libre y responsable, siendo
por lo tanto capaz, tan pronto como haya alcanzado la madurez moral, de optar por
el derecho y en contra de los que sea injusto, de orientar su comportamiento de
acuerdo con las normas del deber ser jurídico y de evitar lo que esté prohibido por el
Derecho”505, también la culpabilidad pronuncia el juicio jurídico de reproche
personal del autor por el injusto típico realizado por quien tiene capacidad de auto
determinación de comportarse en sentido normativo y optó por motivar su conducta
en sentido contrario a la norma realizando el injusto típico506.
en AA.VV., Teorías actuales en Derecho penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1998, pág. 251:
“el concepto de culpabilidad, es sinónimo de reprochabilidad”.
501
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 187.
502
HASSEMER, Winfried, Persona, mundo y responsabilidad. Bases para una teoría de la
imputación en Derecho penal, trads. MUÑOZ CONDE, Francisco / DÍAZ PITA, María del Mar, Temis,
Colombia, 1999, pág. 58; también en AA.VV., Cuadernos de política criminal, Edersa España,
1982.
503
JAKOBS, Günther, “El principio de culpabilidad”, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel /
PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., en JAKOBS, Günther, Estudios de
Derecho penal, Editorial Civitas, Madrid, España, 1997, pág. 374.
504
ROXIN, Claus, “Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurídico-
penales”, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, Reus, España, 1981, pág.
61.
505
BGHSt 2. 194. 200, en JESCHECK, Hans-Heinrich, “Evolución del concepto jurídico
penal de culpabilidad en Alemania y Austria”, trad., ESQUINAS VALVERDE, Patricia, Revista
electrónica de Ciencia penal y Criminología, RECPC 05-01-2003, disponible en http://
criminet.urg.es/recpc, pág. 7; también en ROXIN, Claus, Culpabilidad y responsabilidad como
categorías sistemáticas jurídico-penales…, op. cit., 1981, pág. 61; también KINDHÄUSER, Urs,
“Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de Derecho”, trad. MAÑALICH, Juan Pablo,
en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de
Derecho, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011, pág. 211.
506
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 187.
202
Lo cual demuestra que la razón interna del reproche de culpabilidad esytriba
en que la persona es capaz de desarrollar una autodeterminación libre, responsable y
moral y por ello tiene la capacidad de decidirse a favor del Derecho y contrario al
injusto penal507. Lo cual demuestra que los miembros de la organización criminal
han decidido en contra del Derecho, ha decidido comportarse antijurídicamente
conformando un juicio de reproche hacia el miembro criminal.
Antes bien, la norma penal tiene dos imperativos hipotéticos la primera puede
ser una prohibición; cuando se ordena no realizar determinado comportamiento, y la
segunda un mandato; cuando se ordena realizar una determinada conducta, esas
507
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op., cit., 1997, pág. 374.
508
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 434.
509
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal.., op. cit.,. 2002, pág. 434.
510
GRACIA MARTÍN, Luis, Fundamentos de dogmática penal. Una introducción a la
concepción finalista de la responsabilidad penal, Atelier, Barcelona, España, 2006, pág. 330.
203
prohibiciones y mandatos generan en los miembros de la sociedad una motivación
para que valoren la norma, la respeten, cuando el sujeto miembro de la sociedad
obra conforme a la norma éste orienta su comportamiento conforme la valoración de
la vigencia de la norma. Sin embargo, cuando el sujeto realiza su comportamiento
contrariando lo estipulado en la norma la desvalora, la quebranta, ha realizado la
conducta prohibida u omitió la prescrita, lo cual acredita que no se ha motivado por
la norma. Sobre estas concepciones tradicionalmente se ha considerado a la
culpabilidad como un juicio de reproche que se formula al autor por haber realizado
el injusto penal, cuando estuvo en condiciones de haberse comportado conforme a la
norma, por consiguiente un miembro de la organización criminal es culpable cuando
en el momento del hecho de organización, le era exigible que obrara en una forma
distinta a la infracción de la norma, es decir, que hubiera dirigido su conducta a otra
clase de agrupación u organización con tintes netamente lícitos511. El concepto
material de la culpabilidad lo podemos asentar bajo la premisa de que reúne los
elementos procesales para acreditar la categoría de la culpabilidad en el sumario.
Por tal razón es dable considerar en el caso que nos ocupa, las condiciones
que deben presentarse para que se pueda aseverar que el miembro de la organización
criminal pueda ser considerado culpable del injusto penal son la capacidad de
511
Apud RIGHI, Esteban, La culpabilidad en materia penal…, op. cit., 2003, págs. 92 y sigs.
204
culpabilidad -imputabilidad-, el conocimiento de la antijuridicidad y la exigibilidad,
en caso contrario el miembro no es culpable.
205
fidelidad al Derecho, expresa con su comportamiento su rebelión normativa. En el
caso de los miembros de la organización criminal podemos afirmar que se
encuentran con una conciencia plena de la ilicitud de su hecho penalmente relevante,
se hace sabedor que la organización a la que pertenece es netamente ilícita y por lo
tanto prohibida y aun así decide integrase de manera llana y lisa, confirmando con
ello su pretensión de infidelidad al Derecho y comprobando su conocimiento de la
conciencia de la antijuridicidad.
514
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 444.
515
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 461.
516
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 456.
517
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 439.
206
razón de los valores y las normas518, así la atribución de la responsabilidad no
significa un reproche hacia la persona, sino una evaluación social negativa de un
acto cometido dentro de la sociedad en un sistema de libertad, por lo que se
configura una reproche social519.
518
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 440.
519
DONNA, Edgardo Alberto, La culpabilidad y la prevención como conceptos antagónicos,
op. cit., 1998, pág. 255.
520
KINDHÄUSER, Urs, “Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de Derecho”,
trad. MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad
en el Estado democrático de Derecho, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011, pág.
213; también, KINDHÄUSER, Urs, “Retribución de culpabilidad y penal”, en KINDHÄUSER, Urs /
MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad.,
MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011, pág. 163,
521
KINDHÄUSER, Urs, Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de Derecho…
op. cit., Argentina, 2011, pág. 214.
207
persona de derecho respecto del seguimiento de las normas”522, el menoscabo hecho
por el injusto típico a la vigencia de la norma es el daño concreto de la defraudación
normativa523.
522
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 166.
523
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 167.
524
Apud KINDHÄUSER, Urs, Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de
Derecho… op. cit., Argentina, 2011, págs. 214 y sigs.
208
posteriori ha decidido quebrantar la norma y por lo tanto se justifica el reproche de
culpabilidad525.
525
Apud KINDHÄUSER, Urs, Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de
Derecho… op. cit., Argentina, 2011, págs. 225 y sigs.
526
MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, págs. 102 y 103.
527
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach. Una
contribución al debate actual sobre los fundamentos del Derecho penal, Marcial Pons, trads.
DROPULICH, Paola / BÉGUELIN, José R, España, 2015, pág. 379.
528
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
pág. 383.
529
SHÜNEMANN, Bernd, “La función del principio de culpabilidad en el Derecho penal
preventivo”, en SHÜNEMANN, Bernd, (compilador), El sistema moderno del Derecho penal:
209
idea tradicional de que la culpabilidad sea considera un juicio de reproche y de que
el sujeto deba hacerse depender de la posibilidad de obrar de otro modo para
determinar su culpabilidad, considera que la tercera categoría del delito debe versar
en imponer una pena al creador del injusto penal con la exigencias de la prevención
general y especial. La “responsabilidad significa una valoración desde el punto de
vista de hacer responsable penalmente al sujeto”530.
cuestiones fundamentales. Estudios en honor de Claus ROXIN en su 50º. aniversario, trad. SILVA
SÁNCHEZ, Jesús María, Tecnos, 1991, pág. 159.
530
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit.m 1997, pág. 791.
531
RIGHI, Esteban, La culpabilidad en materia penal…, op. cit., 2003, pág. 105.
532
SHÜNEMANN, Bernd, La función del principio de culpabilidad en el Derecho penal
preventivo…, op. cit., 1991, pág. 159.
210
ello ya no es dable hablar de culpabilidad, sino de responsabilidad533. El miembro de
la organización criminal que actúa culpablemente precisa en los tipos penales una
sanción penal preventiva, el legislador cuando tipifica esta conducta, parte de la idea
de que debe ser combatida con una pena cuando asista el injusto penal y la
culpabilidad, así la responsabilidad penal se da con la solo existencia de la
culpabilidad534. Si el miembro integrante de la organización criminal ha actuado de
forma asequible a la norma el momento de cometer el hecho de organización y ha
tenido la conciencia de libertad de la persona como un hecho psicológico y social, se
le puede reprochar la responsabilidad535; la reprochabilidad es una condición
necesaria, pero no suficiente para la responsabilidad: “ha de añadirse la necesidad
preventiva”536.
533
ROXIN, Claus, Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurídico-
penales…, op. cit., 1981, págs. 70 y sigs.
534
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op., cit., 1997, pág. 792.
535
ROXIN, Claus, El principio de culpabilidad y sus cambios…, op. cit., 1998, pág. 175.
536
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op., cit., 1997, pág. 796.
537
ROXIN, Claus, “El principio de culpabilidad y sus cambios”, trad. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., en Dogmática penal y política criminal, Idemsa, Lima, Perú, 1998, pág. 175.
538
ROXIN, Claus, Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurídico-
penales…, op. cit., 1981, págs. 71 y sigs.
211
El miembro de la organización criminal actúa culpablemente cuando con su
comportamiento realiza el injusto penal aún le podía motivar el efecto de la llamada
de atención de la norma y poseía la capacidad suficiente de autocontrol, como un ser
racional, de modo que era psíquicamente asequible una conducta conforme a
Derecho539. Actúa culpablemente quien se comporta típica y antijurídicamente pese
a que en el momento del hecho era normativamente asequible, por ello a la
existencia de la culpabilidad deviene la punibilidad540, en ese sentido podemos
entender a la culpabilidad “como actuación injusta pese a la existencia de
asequibilidad normativa”541. Así, los miembros de la organización criminal son
responsables cuando le son psíquicamente asequibles la posibilidad de decisión por
una conducta orientada conforme a la norma542, por ello la culpabilidad y la
necesidad preventiva conjuntamente dan lugar a una sanción penal543. Cuando el
miembro de la organización criminal se comporta con dicha asequibilidad
normativa, posee la capacidad de comportarse conforme a la norma, pero no lo ha
querido, sino que ha decidido adoptar un comportamiento contrario, y al constatarse
la capacidad general de autocontrol y de asequibilidad normativa ha de responder de
su injusto penal544.
A) La fidelidad al Derecho
212
con el concepto de evitabilidad de acción, a la que concibe como causación evitable
del resultado545. Así, el sujeto no ha reconocido la “vigencia de la norma”546 a través
de una conducta en la que la culpabilidad es presupuesto de la acción: “habrá acción
siempre que el sujeto se haga, con su actuar, culpablemente responsable del
menoscabo de la vigencia de la norma”547. La acción es todo aquello que
objetivamente puede manifestarse como expresión del sujeto y la cuestión es si el
sujeto podrá evitar individualmente su comportamiento, por lo que en ese sentido la
cuestión debía resolverse en el ámbito de la culpabilidad, siendo pretensión del
Profesor de Bonn “desarrollar el concepto de acción en Derecho penal
culpabilístico”548, ya que sólo quien vulnera la norma con su comportamiento siendo
responsable puede ser considerado culpable, por vulnerar esa norma y lesionando la
vigencia de la norma. Así pues, el autor de un hecho antijurídico tiene culpabilidad
cuando dicho injusto penal no sólo demuestra una falta de motivación a la norma,
por ello es antijurídica, sino que además el autor es responsable de esa falta549. De
ahí que la culpabilidad es el resultado de una imputación reprobatoria, en
concurrencia de que la defraudación normativa se ha correspondido por la voluntad
defectuosa de la persona, la culpabilidad es reprochabilidad, en el lenguaje
coloquial: tener culpa550.
545
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 173.
546
JAKOBS, Günther, “El concepto jurídico-penal de acción”, en JAKOBS, Günther, Bases
para una teoría funcional del Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ,
Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ GÓNZALEZ, Carlos
J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, pág. 97.
547
POLAINO NAVARRETE, Miguel Derecho penal. Parte general…, op.cit., 2000, pág. 260.
548
JAKOBS, Günther, El concepto jurídico-penal de acción…, op. cit., 2000, pág. 105.
549
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general..., op. cit., 1997, pág. 566.
550
JAKOBS, Günther, “El principio de culpabilidad”, trad., PEÑARANDA RAMOS, Enrique,
en Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España, 1997, pág. 365.
213
a la norma correspondiente y se confirma un déficit de fidelidad del derecho, la
culpabilidad es “un déficit en la motivación jurídica del autor, un déficit de fidelidad
al ordenamiento jurídico”551 y este comportamiento injusto afecta la confianza
general en la norma. Así la culpabilidad en el miembro de la organización criminal
será “la responsabilidad por un déficit de motivación jurídica dominante, en un
comportamiento antijurídico”552, por lo que supone la falta de fidelidad del
Derecho553. La culpabilidad es pues la falta de fidelidad al Derecho554.
551
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op., cit., 1997, pág. 393.
552
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general..., op. cit., 1997, pág. 566.
553
Para JAKOBS, “la culpabilidad se denominará en los sucesivo como falta de fidelidad al
Derecho, o brevemente, como infidelidad al Derecho”, en JAKOBS, Günther, Derecho penal, Parte
general..., op. cit., 1997, pág. 566.
554
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op., cit., 1997, pág. 392; también
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal. Fundamentos y posibilidades de
aplicación, Comares, Granada, España, 2005, pág. 427: “La culpabilidad, por tanto, se configura
como una falta de fidelidad al ordenamiento de acuerdo con un juicio objetivo, social, dado que el
autor cuestiona la vigencia de la norma fuera de los cauces habilitados para ello”.
555
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, págs. 102 y sigs.
556
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, pág. 105.
214
sino que ha decidido actuar ilícitamente, el Derecho penal reacciona porque le
miembro de la organización criminal no observo la prohibición de agrupación
delictiva, por lo que acredito el déficit de motivación de fidelidad al Derecho y por
tanto se le reprocha al miembro como falla personal557.
557
Apud KINDHÄUSER, Urs, Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de
Derecho…, op. cit., Argentina, 2011, págs. 218 y sigs.
558
JAKOBS., Günther, “Culpabilidad y prevención”, trad. SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J, en
Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997, pág., 86.
559
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op., cit., 1997, pág. 382.
560
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general..., op. cit., 1997, pág. 567.
215
especial referencia al estatus de organización el miembro de la organización
criminal se comporta como un delincuente de agrupación no es un delincuente en
solitario como los delitos cometidos por una sola persona, esta especial referencia
conlleva a acreditar que su culpabilidad individual es fundamentada en su estatus
miembro de una organización, pero no cualquier organización debe tener un número
específica para su configuración que es de por lo menos tres integrantes, esta
culpabilidad de agrupación conlleva que debe ser de carácter ilícita, permanente en
el tiempo, coordinada y concertada y debe contener el tipo de culpabilidad el
elemento subjetivo del injusto penal que es la finalidad de cometer delitos fin, aquí
podemos decir que la imputación subjetivo del delito de organización criminal
conlleva a acreditar el aspecto subjetivo del tipo y el aspecto subjetivo de la
culpabilidad, teniendo una participación preponderante del dolo, una doble posición
del dolo, dolo de tipo y dolo como elemento autónomo de la culpabilidad561, el
miembro de la organización criminal no solo actúa con dolo de tipo, no solo decidió
organizarse de manera permanente para cometer delitos fin, sino es sabedor de todas
la categorías sistemática del delito de organización criminal, su resolución criminal
es el resultado fáctico de su comportamiento delictivo, proceso al que llego con una
formación de voluntad, conoce en su desarrollo interno su lado subjetivo de la
culpabilidad, por ello actúa con dolo como elemento autónomo de la culpabilidad.
561
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 461.
216
debe decidir sobre la fidelidad o infidelidad al Derecho con la que obre el miembro
de la organización criminal y con ello se fundamenta el concepto funcional de
culpabilidad562. Lo cual nos permite inferir que el miembro de la organización
criminal desarrolla con su comportamiento un déficit de motivación al Derecho, es
más su comportamiento es por un injusto penal doloso, tiene plena conciencia de la
antijiridicad, tiene completo dominio de su evitabilidad y de poder motivarse hacia
la fidelidad al Derecho, pero hace todo lo contrario, su motivación se dirige a la no
evitación de la acción de organización, al desvalor de la norma, a la lesión de la
vigencia de la norma y finalmente a serle infiel al Derecho, por ello el miembro de
la organización criminal se le debe considerar como culpable.
562
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general..., op. cit., 1997, pág. 582.
563
JAKOBS, Günther, Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, pág. 84.
564
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op. cit., 1997, pág. 365.
217
confirmara el reconocimiento de la vigencia de la norma y tendría como un concepto
funcional de culpabilidad como fundamento de la prevención general positiva.
218
actitud frente al Derecho por lo que debe ser desaprobada a través del injusto típico.
La pena al miembro de la organización criminal sólo puede ser cimentada sobre la
comprobación de que al miembro se le puede reprochar la formación de su voluntad,
una voluntad de agrupación, de una organización por más de tres miembros de
manera permanente en el tiempo y con la finalidad de cometer delitos fin, esta
voluntad de organización delictiva es el fundamento de su reproche jurídico y con
este fundamento es merecedor de la pena en base a su culpabilidad. La culpabilidad
material como fundamento y medida de la pena para los miembros de la
organización criminal tiene un presupuesto de libertad de decisión de cada uno de
sus miembros por la decisión de agruparse de manera organizada delictiva para
cometer delitos fin, así son hechos responsables sus miembros por haber cometido el
injusto penal en lugar de comportarse como persona en Derecho y ser fiel al mismo.
219
comportamiento antijurídico, en consecuencia, le cabe imputar al miembro de la
organización criminal su comportamiento a título de culpabilidad569. El objeto de
reproche del miembro de la organización criminal es el quebrantamiento de la norma
penal tipificada en los artículos 570 bis del CPE y 2º de la LFDO, se sanciona por
qué la ausencia del motivo para que siguiese la norma y porque el miembro de la
organización criminal debió haberse formado el motivo de seguimiento a la norma
he hizo lo contrario570.
569
KINDHÄUSER, Urs, “La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad”, trad.,
GARCÍA CAVERO, Percy, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el
Estado democrático de Derecho, Juan Pablo, trad., MAÑALICH, B de F, Argentina, 2011, pág. 68.
570
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, pág. 68.
571
Apud KINDHÄUSER, Urs, “Personalidad, culpabilidad y retribución, de la legitimación y
fundamentación ético-jurídica de la pena criminal”, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER,
Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad.
MAÑALICH, Juan Pablo, Argentina, B de F, 2011, pág. 16.
220
Ante todo podemos decir que el miembro de la organización criminal ha
decidido a través de su decisión de control de comportamiento normativo dirigir su
imputación subjetiva en base a su libertad, por ello se le considera responsable, así el
principio de culpabilidad debe tener una base con características político criminales,
pues si la pena no es sostenida en base a su culpabilidad no puede declarársele
culpable del injusto penal y en la praxis jurídica este sostenimiento da como
resultado el merecimiento de la pena, la culpabilidad del miembro de la
organización criminal para la fundamentación de la pena se debe sostener bajo que
presupuestos existe la culpabilidad y por tanto responsabilidad. Para la medición de
la pena la culpabilidad concierne el supuesto del hecho y la conexión para la
medición judicial de la pena572, ya que la sentencia en el sumario se fundamenta en
el solo hecho del injusto penal de organizaciones criminales y si ha podido concretar
el delito fin estaríamos hablando de un concurso de delitos, y con ello crear una
política criminal de prevención general, lo que significa un paradigma para los
ciudadanos de los que se espera que en un futuro eviten tomar la decisión de
agruparse en una organización criminal573.
572
ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general…, op., cit., 1997, pág. 814.
573
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 443.
574
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Evolución del concepto jurídico penal de culpabilidad
en Alemania y Austria…, op. cit., 2003, pág. 10.
221
Por ello, el ordenamiento jurídico considera al miembro de la organización
criminal responsable por su decisión de ingresar a una organización ilícita con fines
preponderantemente delictivos, el miembro niega mediante el injusto penal el
fundamento de la obligatoriedad de la norma y se contradice a si mismo como ser
racional mediante la irracionalidad de su comportamiento575.
575
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, pág. 73.
576
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, págs. 105 y sigs.
577
GÜNTHER, Jakobs., Culpabilidad y prevención…, op. cit., 1997, págs. 73 y sigs.
222
cometer el injusto penal se les considera culpables por la decisión que han tenido por
su comportamiento578.
578
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, pág. 78.
579
GÜNTHER, Jakobs., Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, págs. 78 y sigs.
580
KINDHÄUSER, Urs, La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad… op. cit.,
2011, págs. 108 y sigs.
223
miembro de la organización criminal ha decidido quebrantar la norma, la pena sirve
no solo como un medio coercitivo sino que le asociamos el reproche de que el
miembro falló como persona en Derecho al haberse comportado de un modo
condenable581.
581
KINDHÄUSER, Urs, Culpabilidad jurídico-penal en el Estado democrático de Derecho…
op. cit., Argentina, 2011, pág. 220.
582
JAKOBS, Günther., Culpabilidad y prevención…, op. cit., 1997, págs. 97 y sigs.
583
MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, pág. 107.
224
delito después del injusto típico584. Entonces la imputación individual de un
miembro de la organización criminal es entendido como un presupuesto de la pena,
al miembro se le fundamenta una interpretación preventiva de los elementos que
fundamentan su imputación, el argumento es, si el miembro de la organización
criminal habría podido actuar de otro modo, es decir, en lugar de organizarse de
manera ilícita hubiera preferido no hacerlo y por ello la pena cumple con una
función de necesidad preventiva, vale decir, en su función social585. Además la
imputación individual confirma a través de la prevención general positiva la sanción
pública por la infracción de la norma de conducta que en este caso lo es el no
organizarse de manera ilícita, y por ello al miembro de la organización criminal se le
conmina penalmente, para que de manera individual y colectiva mediante una
sanción haga manifiesto de su orientación normativa hacia los ciudadanas en
Derecho y con ello se instruya a los demás a ser fieles al Derecho586.
V.- El dolo
584
ACHENBACH, Hans, “Imputación individual, responsabilidad, culpabilidad”, en
SHÜNEMANN, Bernd (compilador), El sistema moderno del Derecho penal: cuestiones
fundamentales. Estudios en honor de Claus ROXIN en su 50º. aniversario, trad. SILVA SÁNCHEZ,
Jesús María, Tecnos, 1991, págs. 134 y sigs.
585
ACHENBACH, Hans, Imputación individual, responsabilidad, culpabilidad…, op. cit.,
1991, págs. 137 y sigs.
586
ACHENBACH, Hans, Imputación individual, responsabilidad, culpabilidad…, op. cit.,
1991, pág. 140.
587
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito. Materiales de
aplicación a la investigación y judialización de delitos cometidos en el ejercicio de la función
pública, Ara, Perú, 2014, pág. 111.
225
conlleva la realización de la acción típica en forma de dolo o imprudencia588. Así
que la imputación del resultado al dolo se caracteriza como imputación subjetiva y
de manera especial el delito de organización criminal se caracteriza como
imputación al dolo, lo cual nos permite inferir que el delito de organización criminal
es un delito de comisión esencialmente dolosa, de ello se trata que la descripción del
lado externo del actuar prohibido de los miembros de la organización criminal tiene
que ser complementada siempre con la descripción de su lado interno589; el aspecto
subjetivo del tipo; así que el dolo es la modalidad más grave del injusto, es la forma
comisiva de este tipo penal.
588
Apud CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit.,
2014, págs. 111 y sigs.
589
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2000, pág. 142.
590
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 309.
591
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 455.
592
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 261.
593
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 146.
594
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 312.
226
cometido dolosamente595, por ello en el tipo penal de organización criminal la
voluntad de realización del tipo así como el delito fin van dirigidas al tipo
objetivo596, por ello en este tipo penal el sujeto integrante de la organización
criminal lesiona ipso facto la norma penalmente protegida y la lesiona gravemente
ya que el imputado menoscaba conscientemente el interés protegido por la propia
norma y la quebranta de manera voluntaria597. Por ende, el miembro de la
organización criminal cuando exterioriza su acción típica realiza fácticamente lo que
el legislador trata de evitar al momento de tipificar esa conducta, es decir, el
legislador define la conducta de organizaciones criminales y delincuencia
organizada como típica cuando se establece el deber de evitar la realización598 a la
reunión de manera permanente y reiterada para cometer delitos fin.
Así, quien actúa dolosamente se decide en favor de la lesión del bien jurídico
protegido o en otras palabras actúa de modo desviado respecto de la norma de
conducta establecida por la lex lata599. Por su parte, PUPPE indica que hay dolo
cuando el autor quiere causar un peligro no permitido a la víctima600. El dolo
significa conocer y querer los elementos de tipo penal601, se dice que el dolo posee
un momento intelectual, el lado cognitivo y otro volitivo, el momento intelectual del
dolo percibido como conocimiento602 es esencial en la comisión del tipo penal, así
que el dolo requiere el conocimiento de esas circunstancias, por tal razón sólo se
puede conocer algo que ya existe, situación que acontece en el conocimiento que
tiene el miembro de la organización criminal para agruparse de manera estable o por
595
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 312.
596
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 143.
597
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 144.
598
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e imprudencia en los delitos de
resultado lesivo. Sobre la normativización del dolo, En Cuadernos de Política criminal, Edersa,
Madrid, España, s.a., pág. 273.
599
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 148.
600
PUPPE, Ingeborg, El Derecho penal como ciencia. Método, teoría del delito, tipificado y
justificación, trad. SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2014, pág. 200.
601
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 314.
602
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 315.
227
tiempo indefinido para que de manera concertada y coordinada cometan delitos fin,
es consciente de realizar su conducta dolosa603. El momento volitivo consiste en la
resolución dirigida a la realización de la conducta típica y en la ejecución de tal
decisión, es decir, de la intención y con ello alcanzar el resultado típico604. El dolo
debe referirse a todos los elementos del tipo objetivo, en el caso concreto deben
acreditarse los elementos descriptivos, normativos y subjetivos diferentes la dolo605,
al constituir conocimiento y voluntad de la realización de los elementos objetivos606
del tipo de organizaciones criminales y de delincuencia organizada607.
603
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 149.
604
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 31.
605
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 316.
606
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales, 2ª edic., Aranzadi, A
Thomson company, España, 2002, pág. 354.
607
“Aquellos sujetos que han decidido formar parte de una organización criminal, un grupo
concertado y coordinado con la finalidad de llevar a cabo las operaciones de introducción en
España, distribución y venta de un cargamento de cocaína, para lo cual existió un previo reparto de
funciones entre sus miembros quienes contaban con medios específicos a tal fin. A tal efecto los
acusados, siguiendo con el plan acordado, tomaron parte en la operación, de introducción en el
territorio español de cocaína, convenida con individuos no identificados, y que les fue entregada en
un punto del Océano Atlántico situado a bastantes millas al oeste del archipiélago portugués de
Madeira”: STS de 4.II.2016 (Ponente: GIMÉNEZ GARCÍA). “Es el caso de varios sujetos que toman
participación en el delito de blanqueo de capitales, obviamente el tipo subjetivo del injusto exige
que el autor del blanqueo, además de con esos componentes subjetivos de la finalidad a la que
dirige su comportamiento, actúe dolosamente”: STS de 3.IX.2015 (Ponente: MARTINEZ ARRIETA).
608
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 152.
609
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 313.
228
con sus consecuencias. Este conocimiento es respecto del tipo objetivo de los
elementos que integran conducta típica, la acción que es generadora de un peligro
jurídicamente relevante, el dolo se configura con el conocimiento de probabilidad de
aparición del riesgo, lo que genera el deber de evitación, así una comprensión
normativa del dolo lleva la afirmación de que el “conocimiento del autor no se
constata, ni se verifica, sino se imputa”610.
610
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, págs. 121 y 122 .
611
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal, Parte general, tomo II,
Tecnos, España, 2013, pág. 102.
612
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 318; MIR
PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2015, pág. 265: “En el dolo directo de primer grado el
autor persigue la realización del delito. Por eso se designa también esta clase de dolo como
intención”.
613
JAKOBS, Günther, Derecho penal, Parte general…., op. cit., 1997, pág. 321.
614
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 319.
615
WESSELS, Johanes, Derecho penal, Parte general, trad. FINZI, Conrado A., Ediciones
Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1980, pág. 67.
229
estatus de miembro de la organización criminal con la intención de cometer delitos
fin.
Digo actúa intencionalmente con dolo directo de primer grado aquél a quien
le importa realizar el hecho por el cual la lex lata presupone una actuación
intencionada, situación que conlleva al tipo penal de organización criminal616, es
más, al miembro de la organización criminal en su actuar le interesa solamente
realizar la conducta intencionalmente no importando que realice el delito fin o no, su
intención es de agrupación y sabe como seguro que su conducta conduce a lo
descrito por el tipo penal de organizaciones criminales y de delincuencia organizada.
El dolo directo de segundo grado significa que “el autor sabe con seguridad
que concurren determinados elementos del tipo o que lo harán durante su acción y,
particularmente, que prevé como cierto el acaecimiento del resultado típico”617; “en
el dolo directo de segundo grado el autor no busca la realización del tipo, pero sabe
y advierte como seguro que su actuación dará lugar al delito”618. Aquí el sujeto
imputado no persigue la comisión de la conducta típica, sino que esta se le presenta
como consecuencia accesoria619.
616
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 320.
617
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 320.
618
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2015, pág. 265.
619
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2015, pág. 265.
620
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 321.
230
comportamiento y con ello realizar el resultado típico, por ello las características
típicas del miembro de la organización criminal denotan que el autor tiene dolo de
pertenecer a la organización criminal y de cometer delitos fin y por tal razón actúa
con dolo porque es consciente de cometer el resultado típico, así realiza el peligro de
dolo621.
Ante todo podemos decir que cuando un sujeto quiere cometer un delito
empieza por representarse el hecho al cual dirigida su conducta622, se representa el
autor un estadio previo623 a su conducta típica, estructura su comportamiento a un
nivel psíquico estructurando de esa forma su orientación hacia el desvalor de la
norma, motivo por el cual esta percepción psicológica contendría fundamentar su
imputación subjetiva624; de manera que el dolo es la forma comisiva del delito de
organización criminal; su forma de comisión es enteramente dolosa, a mejor decir,
se exige la comisión dolosa de este tipo penal ya que implica que el miembro
integrante de la organización criminal conozca todos los elementos del tipo penal,
así como la conciencia de realizar la conducta típica descrita en el tipo625, se exige
que el miembro de la organización criminal debe conocer el origen delictivo de la
organización y percatarse de manera fáctica de que la conducta que realiza
voluntariamente constituye el tipo penal de organización criminal626. Por tanto, el
dolo que abarca la conducta típica de organización criminal debe abarcar todo los
621
PUPPE, Ingeborg, El Derecho penal como ciencia…, op. cit., 2014, págs. 203 y 204.
622
CARO JOHN, José Antonio, “Imputación subjetiva”, en CARO JOHN, José Antonio /
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales, Flores Editor y
Distribuidor, México, 2009, pág. 259.
623
CARO JOHN, José Antonio, Imputación subjetiva…, op. cit., 2009, pág. 259.
624
CARO JOHN, José Antonio, Imputación subjetiva…, op. cit., 2009, pág. 259.
625
ARÁNGUEZ SÁNCHEZ, Carlos, El delito de blanqueo de capitales, Marcial Pons, España,
2000, págs. 264 y sigs.
626
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, págs.
354-355.
231
elementos del tipo y dado que el tipo de organización criminal versa sobre la
organización de hecho por más de tres personas, para que de forma permanente y
reitera comentan el delito fin, se infiere que el miembro de la organización criminal
conoce el fin delictivo de la organización criminal.
627
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, pág. 116.
628
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, pág. 121.
232
organización criminal toma la decisión de constituir una organización permanente y
reiterada para cometer delitos. “En el dolo directo de primer grado el autor persigue
la realización del delito”629, con la intención dirigida a un fin del resultado típico630.
El miembro de la organización criminal tiene el conocimiento de organizarse cuando
menos en un conjunto de tres personas, en una organización de hecho y que es
permanente en el tiempo, y que su comportamiento va dirigido a realizar conductas
de forma permanente o reiterada para cometer delitos fin. Así, al miembro de la
organización criminal le importa el resultado que persigue, y por ello existe
intención aun cuando no realice los delito fin, por ello a su comportamiento de
agrupación se le asocia el sentido normativo de esa forma determinada de
pensamiento631 que es la agrupación. Aquellos sujetos que de forma organizada
deciden realizar la conducta tipificada en el artículo 234 del CPM falsificación,
alteración y destrucción de monedas, deben producir, almacenar, distribuir o
introducir al territorio mexicano cualquier documento o pieza que contenga
imágenes u otros elementos utilizados en las monedas circulantes, y que por ello
resulte idóneo para engañar al público, por ser confundiese con moneda emitidas
legalmente, han tomado todas las previsiones necesarias para poder realizar su
conducta típica, han desarrollado los medios necesarios concomitantes para
desarrollar su conducta típica632.
629
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2011, pág. 265; también MIR PUIG,
Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 19.
630
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, 1997, pág. 417.
631
CARO JOHN, José Antonio, Imputación subjetiva…, op. cit., 2009, pág. 260.
632
Artículo 234 del CPM.
633
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 311.
634
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 323.
233
La intención del miembro de organización criminal está dirigida a cometer
delitos futuros, como podrían ser: terrorismo, delitos contra la salud, falsificación o
alteración de moneda, acopia y tráfico de armas, etc…, a saber, la intención de los
miembros de la organización criminal se entiende como voluntad dirigida a un
objetivo635. El miembro de la organización criminal obra con conocimiento de la
conducta descrita, que la quiere por si misma y por sus consecuencias636.
635
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 320.
636
Vid. PORCIÚNCULA, José Carlos, Lo “objetivo” y lo “subjetivo” en el tipo penal. Hacia
la “exteriorización de lo interno”, Atelier, Barcelona, España, 2014.
637
Apud MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo, en JIMÉNEZ VILLAREJO,
José, Director, Elementos subjetivos de loa tipos penales, Consejo General del Poder Judicial,
Madrid, España, 1994, pág. 13.
638
JESCHECK, Hans-Heinrich,Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 326.
234
delitos fin. Y además la voluntad del miembro de la organización criminal tiene que
estar dirigida a la realización del acontecer típico639 por su propio hecho.
639
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 156.
640
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 156.
641
CARO JOHN, José Antonio, Imputación subjetiva…, op. cit., 2009, pág. 260.
642
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 316.
643
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 14.
235
la organización criminal desea el resultado ejecutado al inicio de su conducta y es el
motivo de sus acción644.
644
Apud MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, págs. 26
y sigs.
645
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 34.
646
LGPSDMS.
647
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 34.
648
PORCIÚNCULA, José Carlos, Lo “objetivo” y lo “subjetivo” en el tipo penal…, op. cit.,
2014, págs. 306 y ss. Así pues, el dolo se imputa al miembro de la organización criminal como
conocimiento del significado típico de su actuar, ya que al momento de su decisión éste realiza una
conducta con conciencia de su significado típico, el miembro de la organización criminal expresa a
través de su conducta el significado típico, v.gr., aquellos sujetos que han decidido realizar la
conducta típica de trafico de indocumentados previsto y sancionado por el artículo 159 fracción I de
la LM han decidido poner en marcha de manera fáctica su significado típico al llevar a una o más
personas a internarse al territorio de los EU sin la documentación correspondiente, con el objeto de
obtener un lucro. Bajo esta premisa el miembro de la organización criminal quiere sin duda realizar
236
concreto y por ello realiza con su conducta típica la forma más reprochable de
infringir la norma649.
la conducta descrita en la lex lata, el miembro actúa dolosamente porque conoce el significado
típico de su comportamiento penalmente relevante y lo realiza voluntariamente. Por ello podemos
decir que el conocimiento exigido en el dolo, no es un conocimiento interno sino un dolo
exteriorizado en el mundo fáctico.
649
Apud FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e imprudencia en los delitos
de resultado lesivo…, op .cit., s,a., págs. 304 y 305.
650
JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de
combate mediante el derecho penal, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor,
México, 2013, pág. 83.
651
CARO JOHN, José Antonio, Imputación subjetiva…, op. cit., 2009, pág. 276.
237
Se debe distinguir entre el conocimiento de organización del hecho típico y el
conocimiento de que la conducta que se realiza esta prohibida, ya que por lo que
respecta al derecho de organización éste es lícito, sin embargo, en la organización
criminal denota una especial característica que es la organización ilícita, y aquí
podemos identificar cuales son organizaciones lícitas y cuales no, así podemos
distinguir el dolo típico de organización. Así el dolo típico de organización a de ser
referido al dolo típico de organización; el conocimiento de que los miembros de la
organización criminal tienen la intención de agruparse652, v.gr., aquel sujeto que
decide pertenecer a una banda armada con fines de cometer el delito de terrorismo
ha decidido poner en marcha de manera cognitiva dolo de organización.
652
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 12.
653
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2015, págs. 262 y sigs.
238
delito de organizacione criminal que el dolo de agrupación se presente durante la
acción de la conducta típica y esta bastaría para acreditar el resultado causado por la
motivación de agruparse de manera reiterada, sin esperar a que cometan el delito fin,
ya que esto sería un elemento subjetivo del injusto penal654.
El conocimiento integrante del dolo recae sobre los elementos objetivos del
tipo, que tendrá por objeto tanto a los elementos descriptivos como los normativos
del tipo penal656. Objeto del dolo típico se integra por los elementos descriptivos y
654
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general…, 1997, págs. 453 y sigs.
655
Apud FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e imprudencia en los delitos
de resultado lesivo…, op. cit., sa. págs. 277 y sigs.
656
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, págs.
361 y sigs.
239
normativos contenidos en el tipo657, son elementos descriptivos los que expresan una
realidad naturalística aprehensible por los sentidos658, son elementos normativos los
que aluden a una realidad determinada por una norma jurídica o social659.
Así pues, el dolo directo de primer grado en el que se cometen las conductas
típicas de los miembros de la organización criminal conllevan un conocimiento
previo de realización de la propia conducta típica ya que el sujeto miembro
integrante configura con su actuar una verdadera meta de la acción662, bajo esta
premisa el autor se ha decidido a realizar la conducta típica descrita en el tipo penal
en comento, por ello el autor espera un resultado típico con su actuar y sus
propósitos, de ello nos encontramos con un conocimiento previo de actuar con
intención: dolo directo de primer grado. Por ello en la medida en que el miembro de
la organización criminal persigue conscientemente con su actuar de agrupación y
organización el de reunirse de forma permanente con la finalidad de cometer delitos
657
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, págs. 263 y sigs.
658
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 14.
659
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 14.
660
Apud ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general…, 1997, pág. 431.
661
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 162. Cfr. BLANCO
CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, págs. 363 y 364; FEIJÓO
SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e imprudencia en los delitos de resultado lesivo…,
op.cit., sa., pág. 277.
662
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 162.
240
fin, es decir, con fines externos conlleva la ejecución de su conducta típica663. Lo
cual significa que concurrirá una ejecución dolosa previo a la comisión de delitos fin
por parte de los miembros de la organización criminal por el resultado querido
cuando el riesgo creado por los miembros permita explicar el curso causal de su
conducta típica, que tiene por objeto realizar conductas arriesgadas de modo no
permitido, que son creadas dolosamente como condición del resultado, así los
miembros de la organización criminal han creado dolosamente un riesgo no
permitido664. Incluso el miembro de la organización criminal es sabedor de que la
conducta típica que realiza conlleva un peligro per se aun así la quiere llevar
adelante, acepta dicha peligrosidad, y se conforma con ella, el querer realizar la
conducta típica del miembro de la organización criminal es dolosa en cuanto se
decide voluntariamente activar la conducta cuya peligrosidad se toma en serio. “El
conformarse con la peligrosidad de la conducta típica es una consecuencia necesaria
de querer dicha conducta tomando en serio su peligrosidad”665.
663
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 316.
664
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 357.
665
MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 28;
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, pág. 390, para
quien el miembro integrante al cometer la acción típica del tipo penal de organización criminal ha
de proceder con una valoración de los hechos que ha decidido realizar, tales hechos constituyen per
se la conducta delictiva que él ha decidido realizar, el conocimiento previo ha de ser, una conducta
antijurídica penal, será el injusto típico del tipo penal de organizaciones criminales y delincuencia
organizada respectivamente, teniendo como resultado el conocimiento previo correspondiente del
dolo típico que abarca todo los elementos de la conducta típica; FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, La
distinción entre dolo e imprudencia en los delitos de resultado lesivo…, op. cit., sa. pág. 319, quien
estima que el dolo en el tipo penal de organización criminal se acredita en el sentido del actuar del
miembro integrante, ya su conocimiento del hecho desvalorado por la norma es muy evidente y el
sujeto tuvo una mayor relevancia para comportarse en sentido contrario y no lo hizo. Por ello el
delito de organización criminal es un delito perturbador para la sociedad conlleva el conocimiento
intrínseco del miembro de la organización criminal y esto implica una mayor vinculación subjetiva
con la infracción de la norma, entonces el miembro integrante obra conociendo el peligro concreto
que se deriva de su acción típica y dicho peligro supera socialmente el peligro permitido.
241
perspectiva subjetiva en el ánimo del miembro para, en primer lugar organizarse,
después reunirse permanentemente y en tercer lugar que esta organización
permanente sea para cometer delitos fin, bajo esa premisa el autor plenamente
admite su acción típica y la comisión dolosa del tipo penal en estudio, así el
conocimiento existe en el momento de la consumación del delito666. Se entiende que
el conocimiento previo del dolo típico del miembro de la organización criminal
requiere el conocimiento y la voluntad de la acción peligrosa, así como consecución
y el conocimiento del resultado que se quiere obtener667.
D) Dolo normativo
666
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2002, pág.
391.
667
Apud MIR PUIG, Santiago, Conocimiento y voluntad en el dolo…, op. cit., 1994, pág. 12.
242
organización criminal como dolo normativo, toda vez que, se necesita un momento
anímico trascendente respecto del dolo y que éste dolo es mucho mas exigido que la
clásica denominación de dolo directo, dolo indirecto y dolo eventual. Puesto que el
conocimiento que se le imputa al miembro de la organización criminal, es el
necesario para que reconozca los riesgos implícitos de su comportamiento delictivo
y las consecuencias lesivas que conduce, que son las mismas que defraudan las
expectativas sociales esenciales para la convivencia pacífica y el orden social668.
243
organización criminal con su conducta propia de organización de hecho para que de
forma permanente y reiterada, aprueban el hecho de organización y la comisión
permanente en el tiempo de cometer delitos fin.
Por estas razones, la creación del peligro de dolo depende del conocimiento
fáctico del miembro de la organización criminal al momento de tomar la decisión de
organizarse para cometer los delitos fin de manera permanente y reiterada y con ese
conocimiento de organización fáctica reconoce la conducta típica del miembro, por
lo cual lo que se debe valorar jurídicamente es la acción objetivamente peligrosa por
673
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, págs. 128 y 129.
674
PUPPE, Ingeborg, La distinción entre dolo e imprudencia…, op. cit., 2010, págs. 82 y 83 .
675
PUPPE, Ingeborg, La distinción entre dolo e imprudencia…, op. cit., 2010, págs. 92 y 93.
244
parte del miembro de la organización delictiva, que se realiza con la libre decisión
de su conocimiento en el sentido de imputación normativa. Por ende la intención del
miembro de la organización criminal en producir el resultado típico es un elemento
del elemento constitutivo del peligro de dolo676. El dolo en el miembro de la
organización criminal es el conocimiento de que ha generado un riesgo penalmente
relevante, a partir del cual se genera un deber de evitación o neutralización, así quien
conoce plenamente el riesgo generado como lo es el miembro de la organización
criminal; actúa con dolo677. En el momento en que el miembro de la organización
criminal actúa intencionalmente para organizarse de manera permanente y reiterada
en el tiempo para cometer delitos fin también aplica los métodos idóneos para
alcanzar su intención normativa. v.gr., Aquellos sujetos que han decidido conformar
una organización criminal referente a el acopio de armas previsto en el artículo 83
bis de la LFAFE ha decidido normativamente organizarse para después cometer el
delito fin. Por lo que, la intención de producir el resultado típico de organización
sirve como resultado que lo ha empleado para cometer los delitos fin, por lo que una
concepción del dolo como elemento subjetivo del ilícito penal fundamenta el dolo
normativo, el miembro de la organización criminal ha decidido normativamente
lesionar el bien jurídicamente tutelado ya que tiene un disernamiento de que la
conducta típica la realiza adecuando su conducta al tipo penal, por ello dolo
normativo es la creación voluntaria de un peligro propio del dolo678. Evidentemente
el dolo consiste en la creación voluntaria de un peligro de dolo, por ello los
miembros de la organización criminal con su decisión de organizarse de manera
permanente y reiterada, crean voluntariamente todos los factores desencadenante de
ese peligro679.
676
PUPPE, Ingeborg, La distinción entre dolo e imprudencia…, op. cit., 2010, pág. 53.
677
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico – práctico de teoría del delito…, op. cit.,
Perú, 2014, pág. 133.
678
PUPPE, Ingeborg, La distinción entre dolo e imprudencia…, op. cit., 2010, pág. 133.
679
V.gr.: “Un caso sumamente importante de una organización criminal que crea un factor
de peligro y que sus integrantes son claro ejemplo de dolo normativo es el caso de Michoacán,
México; el Estado de Michoacán, ubicado en el occidente de México es uno de los mayores
245
Lógicamente en una teoría del peligro, el dolo exige que el miembro de la
organización criminal genere un método apropiado para producir el resultado lesivo,
por lo que nos encontraros con un dolo eminentemente normativo. Aparte de ello lo
que aquí interesa es que el miembro de la organización criminal conoce la situación
concreta de peligro, es decir, con su comportamiento doloso esta de acuerdo con
organizarse de manera permanente en el tiempo con tres o más personas para que de
forma coordinada y concertada dispongan de tareas y funciones para cometer delitos
fin, y con ello crear un riesgo con su comportamiento, es un dolo de conocimiento
normativo, el miembro de la organización criminal conoce perfectamente la
situación de riesgo que produce y por tanto se le imputa a titulo de dolo normativo
su proceder típicamente relevante680.
246
la organización criminal, por ello en el sumario debe acreditarse objetivamente y
subjetivamente la existencia del injusto penal bajo la premisa de la voluntad
normativa del autor681.
681
Cfr. PRITTWITZ, en PUPPE, Ingeborg, El Derecho penal como ciencia. Método, teoría del delito,
tipificado y justificación, trad. SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2014, págs.
291 y 292: “cada vez existe mayor consenso en que la clave del problema del dolo no radica en el
aspecto conceptual sino en el procesal”; FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e
imprudencia en los delitos de resultado lesivo…, op. cit., pág. 275: “para constatar la existencia de un
injusto el juzgador tiene que valorar objetivamente si una determinada persona ha infringido una
norma de conducta penalmente relevante”.
682
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, pág. 135.
683
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit., Perú,
2014, pág. 141.
684
ROXIN, Claus, Prólogo a la obra de PÉREZ BARRERA, Gabriel, El dolo eventual. Hacia el
abandono de la idea de dolo como estado mental, Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 2011, pág.
33.
247
De otra parte, en este tipo de dolo se exige ex ante la aceptación del resultado
típico, tanto del tipo de organización criminal como del resultado del delito fin; ya
sea en el mismo momento comisivo o en otro diferente. El dolo se exige como un
elemento de la conducta peligrosa ex ante, que como lo mencionamos el resultado
concreto de la organización criminal para cometer a posteriori cometer delitos fin685.
VI.- Elemento subjetivo del injusto trascendente más allá del dolo
Por ello este tipo penal conlleva no solo la realización dolosa del tipo
objetivo, en forma de que el autor concurra de modo evitable, sino que se requiere
una evitabilidad cualificada, es decir, dolo y una singular intención finalista
requerido en la figura legal de delito como singular elemento subjetivo del injusto,
diferente del dolo, trascendente más allá del mismo, correspondiente a la estrcutura
dogmática de los delitos intencionales688.
685
Apud MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op.cit., 2015, págs. 269 y sigs.
686
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito, Mario A. Viera,
Editor, Argentina, 2000, pág. 137.
687
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit., 2000,
pág. 137.
688
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 370.
248
resulta trascendental que esta reunión permanente y reiterada sea el elemento
subjetivo del injusto de la finalidad que han planeado para lograr su consumación
hacia lesionar el bien jurídico protegido de los delito fin, es más, sólo se realizará el
tipo cuando la organización se produzca exactamente con la finalidad de cometer
delitos fin conformándose un tipo subjetivamente configurado, que exige determinar
si constituye un delito intecional de resultado cortado o un delito intencional
mutilados de dos actos, sin la exigencia en todo caso de la objetiva comisión del
delito intencionalmente pretendido por el autor cuya producción dterminaría la
aprecicón de un concurso de delitos689.
689
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…., op. cit., 1997, pág. 372.
690
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Los elementos subjetivos del injusto en el Código penal
español, Publicaciones de la Universidad de Sevilla, España, 1972, pág. 317.
691
692
Artículo 570 bis del CPE.
249
indefinido, siempre que tengan como fin cometer delitos, pues en tal exigenc legal
se centran los elementos subjetivos del injusto diferentes al dolo de agrupación.
Dicha finalidad permite distinguir la conducta típica del delito del tipo de
organizaciones criminales y delincuencia organizada de otro tipo de organizaciones
delictivas, al exigir como elementos subjetivo de la conducta típica la finalidad de
cometer delitos, pues la descripción del tipo legal hace referencia subjetivamente a
una carga adicional intencional que diverge del mero conocimiento de agrupación de
manera permanente y reiterada y que trasciende más allá del ámbito propio del dolo
circunscrito a los elementos objetivos del tipo.
693
Artículo 2º de la LFDO
694
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 174.
250
exigen además del dolo un singular elemento subjetivo del injusto, que consiste en
una singular intención finalista del autor que trasciende más allá del ámbito
subjetivo propio del dolo que se circunscribe a los elementos objetivos del tipo.
Pertenecen a la categoría de los delitos de intención trascendente más allá del dolo, y
dentro de la misma a la sub-categoría de los delitos intencionales mutilados de dos
actos, que se caracterizan porque el sujeto realiza la conducta típica básica dolosa
con la finalidad intencional de realizar una ulterior conducta delictiva cometida por
el mismo autor. Siguiendo ese mismo orden de ideas, Los delitos mutilados de dos
actos se representan en los tipos penales intencionales en la que una conducta dolosa
es realizada por el sujeto activo del delito, es decir, por el miembro integrante de la
organización criminal, al momento de decidir agruparse de manera permanente o
reiterada, siendo esta agrupación un medio ejecutivo de la misma agrupación
criminal para alcanzar un fin subjetivo, que es cometer delitos fin, cometidos por
todos los integrantes de la organización criminal en sus respectivas comitivas,
siendo una ulterior actuación de los propias miembros695.
695
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit., 2000,
pág. 138.
696
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit., 2000,
pág. 138.
251
coordinada para cometer ulteriores delitos, sin importar de momento que los delitos
fin se cometan o no se cometan, lo que permite inferir que si éstos son cometidos
dará lugar a concurso de delitos697.
697
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit.,
2000, pág. 138.
698
SCJN en la siguiente Tesis: Época: Novena Época. Registro: 186612. Instancia: Pleno.
Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XVI, Julio
de 2002. Materia(s): Constitucional, Penal. Tesis: P. XXXII/2002. Página: 10. Delincuencia
organizada. los artículos 2o., fracción i, y 4o., fracción i, inciso a), de la ley federal relativa, no
tipifican los mismos hechos o conductas ilícitas que prevé el artículo 194, fracción iii, del Código
penal federal y, por tanto, no violan el artículo 23 de la Constitución federal, al establecer: “El solo
acuerdo de organización o la organización misma que, como establece el artículo 2o., fracción I, de
la ley de la delincuencia organizada, tenga como fin cometer alguno de los delitos contra la salud,
es suficiente para imponer las penas previstas en el artículo 4o. de la propia ley, con independencia
de la comisión y sanción de estos últimos, implicando la autonomía del tipo, respecto del artículo
194, fracción III, del Código Penal Federal. En efecto, del artículo relativo al delito contra la salud
en la modalidad de colaborar "de cualquier manera al financiamiento, supervisión o fomento para
posibilitar la ejecución de alguno de los delitos a que se refiere este capítulo (capítulo I ‘De la
producción, tenencia, tráfico, proselitismo y otros actos en materia de narcóticos’, comprendido en
el título séptimo ‘Delitos contra la salud’)", del Código Penal Federal, se advierte que la descripción
del tipo penal es la siguiente: Que el sujeto activo preste colaboración a otras personas en el
financiamiento, supervisión o fomento para posibilitar la ejecución de alguno de los delitos a que se
refiere el capítulo I, título séptimo, del Código Penal Federal, en la inteligencia de que esa
colaboración implica su intervención en inversiones o cuestiones financieras que capten los recursos
procedentes del narcotráfico, y que después vuelvan a reinvertirse como recursos económicos en el
financiamiento de esas conductas ilícitas, o bien supervisando o fomentando para posibilitar la
ejecución de estas últimas. Por su parte, los elementos del tipo de delincuencia organizada son: 1)
El acuerdo de tres o más personas para organizarse o que se organicen; 2) Que el acuerdo para
organizarse o la organización sea en forma permanente o reiterada; y, 3) Que el acuerdo o la
organización tenga como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos que señala el
mencionado artículo 2o., esto es, los tipos de ambas figuras delictivas "delincuencia organizada" y
"delito contra la salud" en la modalidad mencionada son diferentes: primero, porque mientras aquél
contempla dentro de sus elementos integrantes el acuerdo para organizarse o la organización, por sí
solos, para cometer reiterada o permanentemente alguno de los delitos señalados en esa ley federal,
con independencia de que se actualice la comisión de alguno de esos ilícitos, el segundo alude a la
conducta consistente en prestar colaboración a otras personas, en el financiamiento, supervisión o
fomento para posibilitar la ejecución de alguno de los delitos a que se refiere el capítulo aludido; en
segundo lugar, el numeral 2o. requiere de pluralidad de sujetos activos del delito, es decir,
concurrencia de voluntades, requisito no exigido en el artículo 194, pues conforme a éste el activo
del delito contra la salud puede ser una sola persona. Lo expuesto revela que los artículos
252
Por esta razón, la realización por parte de la organización criminal de decidir
agruparse concretaría la conducta básica de los tipos penales en estudio y dicho
comportamiento típico ha de ser necesariamente dolosa, pues el elemento subjetivo
intencional de agruparse fin de manera coordinada, concertada y de manera
permanente para cometer delitos presupone el dolo en la realización del
comportamiento básico, motivo por el cual no se puede decidir cometer delitos
contra la salud en su modalidad de producción, transportación y comercialización
de narcóticos sin tener conciencia y voluntad de la acción básica de agrupación,
siendo el dolo de agrupación el acto básico para acreditar la finalidad subjetiva
ulterior a la agrupación y a la realización del delito fin, puesto que, en palabras del
profesor POLAINO NAVARRETE, “la finalidad, en los delitos de intención mutilado en
dos actos, trasciende del ámbito del dolo. Donde termina el objeto del dolo
(conciencia y voluntad de acción básica), comienza el elemento subjetivo del injusto
(fin ulterior trascendente del ámbito del dolo)”699.
analizados contemplan figuras delictivas diferentes; de ahí, que el auto de formal prisión con el cual
inicia la prosecución del proceso a la peticionaria de garantías no se sigue por dos delitos que
sancionan la misma conducta sino que se está en presencia de un concurso real de delitos, como lo
establece el artículo 18 del Código Penal Federal y no infringen el artículo 23 de la Constitución
Federal. Amparo en revisión 446/2001. 25 de junio de 2002. Once votos. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Gonzalo Arredondo Jiménez. El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada
hoy veinticinco de junio en curso, aprobó, con el número XXXII/2002, la tesis aislada que antecede;
y determinó que la votación es idónea para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a
veinticinco de junio de dos mil dos”.
699
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto típico en la teoría del delito…, op. cit., 2000,
pág. 138.
253
seguimos manifestando el delito en comento lo consideramos como un delito
intencional mutilado en dos actos, en el que se constata la presencia de la específica
finalidad de la descripción típica siendo la organización de hecho de tres o mas
personas para realizar de forma permanente o reiterada conductas que por si o
unidas otras, tienen como finalidad cometer delitos fin, en este caso es irrelevante la
concreción del delito fin ya que la disposición anímica del miembro de la
organización delictiva fundamenta el injusto700, y por ello será sancionado como
miembro de la organización criminal ya que en ese momento la disposición legal se
consuma y no se requiere que se consuma también el delito fin, ya que de ser
acreditado éste sería una nueva imputación y la comisión de una nueva conducta
típica, así podemos señalar que este singular fin constituye un elemento subjetivo
del injusto en este delito mutilado en dos actos, toda vez que la finalidad típica
exigida constituye un elemento subjetivo del injusto como singular elemento típico
fundamentador de la antijuricidad penal701.
700
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Los elementos subjetivos del injusto en el Código penal
español…, op. cit., España, 1972, pág. 274.
701
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Los elementos subjetivos del injusto en el Código penal
español…, op. cit., España, 1972, págs. 278 y sigs.
702
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Los elementos subjetivos del injusto en el Código
penal español…, op. cit., España, 1972, págs. 317 y sigs.
254
CAPÍTULO VI
PUNIBILIDAD
703
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal. Parte general, tomo II,
Tecnos, 2ª edic., España, 2016, pág. 203.
255
riesgo no permitido, el cual da como resultado el estatus de organización, este
comportamiento se adecua a la conducta atribuible de la descripción legal contenida
en los artículo 570 bis del CPE y 2º de la LFDO, siempre y cuando el resultado del
estatus de organización sea causa directa e inmediata del miembro,
consecutivamente, quien contraviene la norma de comportamiento la quebranta, no
la reconoce, por tanto, se le reprocha normativamente su desvalor normativo, éste
reproche penal al miembro de la organización criminal le presupone la capacidad de
imputación normativa y la capacidad personal de evitación, por lo cual al miembro
de la organización criminal se le considera responsable por un comportamiento que
trae como consecuencia su falta de fidelidad al derecho, todo ello trae como
resultado un reproche de la conminación penal estatal, que sirve de fundamento para
la pena, esta construcción sistemática de las condiciones de punibilidad presuponen
que la norma de comportamiento pueda ser una una razón vinculante para la acción,
cuya falta de reconocimiento justifica el reproche penal y esto solo es posible en la
expectativa de la fidelidad al Derecho por parte del miembro de la organización
criminal704.
704
MAÑALICH, Juan Pablo “Pena y ciudadanía”, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan
Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, B
de F, Argentina, 2011, págs. 116 y 117.
705
MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y ciudadanía… op. cit., 2011, pág. 116.
256
Adicionalmente la punibilidad como conminación penal debe estar contenida
en las normas de sanción penal de acuerdo al principio de legalidad, así el miembro
de la organización criminal puede discernir sobre serle fiel o infiel al Derecho,
expresa el rechazo a la norma penal, el quebrantamiento de una norma puede dar
como resultado la imposición de una sanción penal, empero, dicha norma de sanción
debe estar sujeta al principio de legalidad solo se pueden establecer delitos y penas,
dispuestas en la ley anterior el hecho imputado706.
706
MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, pág. 33.
707
KINDHÄUSER, Urs, “Retribución de culpabilidad y pena”, en KINDHÄUSER, Urs /
MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad.
MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011, pág. 147.
708
Apud MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho…, op. cit., 1982, págs. 93 y sigs.
709
Apud STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?,
Universidad Externado de Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del
Derecho, Colombia, 1996, pág. 11.
710
JESCHECK, Hans-Heinrich, Evolución del concepto jurídico penal de culpabilidad en
Alemania y Austria…, op. cit., pag. 1.
711
JAKOBS, Günther, “El principio de culpabilidad”, trad. PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en
JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA
RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, 1997, pág. 365.
257
límite de la pena en el orden constitucional712, y la pena exige la responsabilidad de
autor por un comportamiento concreto que satisfaga los elementos del tipo delictivo
de organización criminal y que no este justificada, así la responsabilidad esta
formalmente estipulada cuando el miembro de la organización criminal pudo evitar
la realización del injusto penal, pero no lo hizo713. Sólo se puede castigar al que
actúa culpablemente, el ordenamiento jurídico solo puede responder con una pena a
un sujeto que haya causado culpablemente un injusto típico, la culpabilidad trata
sobre la cuestión de que condiciones son susceptible de reprochar al autor, y en que
medida su voluntad personal es antijurídica y por tanto merecedora de una pena714,
la culpabilidad es el resultado de una imputación reprobatoria, en concurrencia de
que la defraudación normativa se ha correspondido por la voluntad defectuosa de la
persona715, y la pena exige la culpabilidad bajo el principio nulla poene sine
culpa716.
712
GRACIA MARTÍN, Luis, Fundamentos de dogmática penal. Una introducción a la
concepción finalista de la responsabilidad penal, Atelier, Barcelona, España, 2006, pág. 329.
713
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 147.
714
GRACIA MARTÍN, Luis, Fundamentos de dogmática penal…, op. cit., 2006, pág. 330.
715
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op. cit., 1997, pág. 365.
716
JESCHECK, Hans-Heinrich, Evolución del concepto jurídico penal de culpabilidad en
Alemania y Austria…, op. cit., 2003, pág. 2.
717
ROXIN, Claus, “El principio de culpabilidad y sus cambios”, trad. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., en ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, trad. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., Idemsa, Lima, Perú, 1998, pág. 181.
718
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 148.
258
En ese contexto la pena es un instrumento político social que determina con
su coerción el aseguramiento de la fidelidad al Derecho en la sociedad, dicha
conminación penal debe compensar justamente el hecho punible719. La pena como
conminación general espera que tenga un efecto preventivo concreto en el sentido de
que no se cometan conductas punibles720, por ello en la organización criminal se ha
creado un aumento extraordinario de la conminación penal del hecho punible que da
como resultado le agravación de la pena según la praxis procesal en España y
México.
719
Apud STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op. cit.,
1996, págs. 14 y 15.
720
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
pág. 339.
721
ROXIN, Claus, “Prevención y determinación de la pena”, op. cit., pág. 115.
259
regirse por la culpabilidad722, se determina en atención a la medida del daño
causado723.
722
ROXIN, Claus, “La determinación de la pena a la luz de la teoría de los fines de la pena”,
op. cit., Reus, España, 1981, pág. 94.
723
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 148.
724
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 150.
725
ROXIN, Claus, El principio de culpabilidad y sus cambios…, op. cit., 1998, pág. 177.
726
ROXIN, Claus, La determinación de la pena a la luz de la teoría de los fines de la pena,
op. cit., 1981, pág. 97.
727
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, El injusto penal y su prevención ante el nuevo Código
penal de 1995…, op. cit., 1997, pág. 51.
260
por ello la pena contiene un fin preventivo: “quien ha confiado en la validez de la
norma ve que el quebrantamiento de la norma no vale, y de ese modo se fortalece en
su disposición a continuar siguiendo la norma”728.
261
constante, su estatus de miembro lo hace un sujeto peligroso para la vertiente
política criminal de la prevención a través de la culpabilidad como fundamento de la
pena, el motivo es que su comportamiento es inmensamente amenazador, su
comportamiento es mas dañoso socialmente que cualquier otro tipo de delito –salvo
los delitos de organización-, por los siguientes motivos mas adelante se analizara la
propuesta del Derecho penal del enemigo como una vertiente de política criminal
hacia la organización criminal.
Insisto en los últimos años se han desarrollado ideas sobre la culpabilidad con
tendencias netamente preventivas, y es preciso diferenciar entre la relación que se
tiene entre el principio de culpabilidad como fin y medida de la pena; y con la
sistemática categoría de la imputación subjetiva. La categoría de la imputación
subjetiva es la manifestación sistemática de la comprobación del injusto penal y el
principio de culpabilidad es el fundamento de la culpabilidad como fin y medida de
la pena.
Los principios políticos criminales de la teoría del fin de la pena sustentan las
categorías sistemáticas de la culpabilidad, la pena presupone en todo momento la
culpabilidad, así ninguna necesidad de sanción penal puede contradecir el principio
de culpabilidad, por ello para que se pueda sancionar penalmente a un miembro de
la organización criminal debe haberse acreditado la culpabilidad y su sanción
versara sobre principios preventivos.
262
debe mantenerse la culpabilidad como base de legitimación estatal730, por ello es
necesario que de forma sistemática se llegue a la comprobación de la culpabilidad
para que el miembro de la organización criminal sea merecedor de una sanción
penal y que contenga un aspecto preventivo conminante hacia los demás ciudadanos,
“la finalidad preventiva fundamenta la necesidad de la pena”731, la conminación
penal se puede observar en la realidad como el fin fundamental de la imposición de
la pena732.
730
SHÜNEMANN, Bernd, “La función del principio de culpabilidad en el Derecho penal
preventivo”, en SHÜNEMANN, Bernd, (compilador), El sistema moderno del Derecho penal:
cuestiones fundamentales. Estudios en honor de Claus ROXIN en su 50º. aniversario, trad., SILVA
SÁNCHEZ, Jesús María, Tecnos, 1991, pág. 171.
731
SHÜNEMANN, Bernd, La función del principio de culpabilidad en el Derecho penal
preventivo…, op. cit., 1991, pág. 171.
732
GRECO Luis, trads., Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit.,
2015, pág. 344.
733
KINDHÄUSER, Urs, “Personalidad, culpabilidad y retribución, de la legitimación y
fundamentación ético-jurídica de la pena criminal”, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER,
Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho,
Argentina, B de F, 2011, pág. 3.
263
ilícitamente para cometer delitos fin734. De modo que la función de la pena como
medida de prevención no solo debe ir dirigida al individuo en su rol de destinatario
de la norma, sino en su rol de ciudadano del Estado, los presupuestos normativos de
normas de comportamiento y normas de sanción son determinados por un proceso
democrático, su función es un proceso comunicativo de la norma penal para una
auto comprensión del ciudadano y éste demuestre su fidelidad al Derecho, por el
contrario, cuando hay un déficit de comunicación hacia la norma , éste le es infiel al
Derecho y el daño a la validez de la norma ha de ser compensado con una pena que
debe ser en relación al grado de evitabilidad del quebrantamiento de la norma penal
bajo la suposición de la suficiente fidelidad que se espera de él735. Es así como la
conducta punible transita bajo las condiciones materiales y jurídicas bajo las que
permite la imposición de la pena, en un sentido de pena como ámbito de validez de
prevención general positiva que tiene como requisito una pena retributiva y con ello
la necesidad y merecimiento de la pena a los miembros de la organización
criminal736.
734
MAÑALICH, Juan Pablo, “Retribucionismo expresivo. Acerca de la función comunicativa
de la pena”, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado
democrático de Derecho, trad. MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011, págs. 34 y 35.
735
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, págs. 167 y
sigs.
736
PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada. Estudios de filosofía jurídica y Derecho
penal, trads., AA.VV., Marcial Pons, España, 2010, págs. 77 y sigs.
737
LFDO Artículo 4o.- Sin perjuicio de las penas que correspondan por el delito o delitos
que se cometan, al miembro de la delincuencia organizada se le aplicarán las penas siguientes:
I. En los casos de los delitos contra la salud a que se refiere la fracción I del artículo 2o. de
esta Ley:
264
medida de la culpabilidad con fines netamente preventivos, ello por la necesidad de
protección a los bienes jurídicos penales, que en este caso es la seguridad ciudadana
y por la intensidad de la energía criminal manifestado en su comportamiento en la
organización criminal, en la medida en que éstas sean conocidas por el miembro en
cuanto a las tareas o funciones específicas que hayan coordinado y concertado e
imputadas subjetivamente al propio miembro, por ello su peligrosidad es la
motivación de su comportamiento que se expresa creando una afectación de
dañosidad social y un alto peligro para el orden social de paz738.
265
Derecho reconocen la validez de la norma como fin de protección del Derecho
penal, así que el fin de la pena exige que solo las normas que se hayan quebrantado
serán indicio de punibilidad que serán reforzadas mediante la pena739. En ese mismo
orden de ideas la conducta punible del miembro de la organización organizada
conlleva per se un peligro penalmente relevante y esos comportamientos conllevan
consigo mismos una repetición permanente, la conducta de organización es
permanente en el lapso de tiempo por parte de los integrantes de su organización,
por ello en base a la necesidad y merecimiento de pena desde una vertiente
retributiva740.
266
criminalidad741. El segundo autor considera siguiendo la propuesta de HEGEL que la
pena suponiendo un mal para el delincuente, es válida por qué él mismo también le
ha causado un mal a la víctima del delito, por ello también se legitima la presencia
de el pena toda vez que el miembro de la organización criminal también ha causado
un mal comportamiento y por ello se le sanciona742.
PAWLIK también hace referencia a la pena como una consecuencia del daño
que ha de repararse a la víctima, sin embargo, la reparación del daño sobre el que
versa el delito en estudio es la constante de seguridad, el sentimiento sobre los
ciudadanos en Derecho y su garantía de seguridad cognitiva, ese ambiente de
percepción normativa de estabilidad en una sociedad, por ello es complicado que la
víctima contemple una compensación al daño causado que es la inseguridad
ciudadana, con ello la pena supone una reacción pública a una contravención
también pública, que es la conducta punible de organización criminal 743.
741
STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op. cit., 1996,
pág. 81.
742
PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, pág. 81.
743
PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, pág. 84.
267
Resulta por demás interesante que desde el punto de vista normativo el
miembro de la organización criminal al cometer la conducta punible ha aceptado y
dado su consentimiento en la imposición de la pena, el miembro de la organización
criminal tiene conocimiento de la conminación penal para este delito, el fundamento
jurídico de la imposición de la pena a los miembros de la organización criminal es
pues, el hecho de su conminación previa mediante la ley. Una teoría moderna del
consentimiento sería la justificación de la pena al miembro de la organización
criminal, él sabe que se le condena por su estatus de miembro744. Consecuentemente
el miembro de la organización criminal ha consentido la pena, porque con su
conducta punible no ha sido motivado por la conminación penal a pesar de que pudo
haberse motivado, por todo ello es susceptible de pena porque el miembro de la
organización criminal no se siente conminado, se le reconoce como un ser no
intimidable por la conminación penal745.
744
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
págs. 373 y sigs.
745
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
págs. 391 y sigs.
746
Artículo 570 bis:
1. Quienes promovieren, constituyeren, organizaren, coordinaren o dirigieren una
organización criminal serán castigados con la pena de prisión de cuatro a ocho años si aquélla
tuviere por finalidad u objeto la comisión de delitos graves, y con la pena de prisión de tres a seis
años en los demás casos; y quienes participaren activamente en la organización, formaren parte de
ella o cooperaren económicamente o de cualquier otro modo con la misma serán castigados con las
penas de prisión de dos a cinco años si tuviere como fin la comisión de delitos graves, y con la pena
de prisión de uno a tres años en los demás casos.
2. Las penas previstas en el número anterior se impondrán en su mitad superior cuando la
organización:
a) esté formada por un elevado número de personas.
b) disponga de armas o instrumentos peligrosos.
c) disponga de medios tecnológicos avanzados de comunicación o transporte que por sus
características resulten especialmente aptos para facilitar la ejecución de los delitos o la impunidad
de los culpables.
268
la perspectiva política criminal de prevención general, la evitación de una
organización de tres o más sujetos de manera permanente o reiterada, y de forma
coordinada y concertado con un reparto de tareas específicas tengan la finalidad de
cometer delitos fin, que es considerado como un comportamiento no deseado y que
tiene efectos de dañosidad social en el mantenimiento del orden público, la
seguridad pública y la seguridad ciudadana y se justifica con la necesidad de la
protección de los bienes jurídicos penales y esta imposición de penas se fundamente
en la culpabilidad como una exigencia de política criminal con una pena justa, por
ello hay que respetar la exigencia de culpabilidad como condición de la imposición
269
de la pena748, que es aquella que corresponde a la gravedad del injusto penal y
culpabilidad del comportamiento doloso del miembro de la organización criminal749.
748
MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 38 y 39.
749
SANZ MORÁN, Ángel José, “Algunas consideraciones sobre culpabilidad y pena”, en
DÍEZ RIPOLLÉS, José Luis / ROMERO CASABONA, Carlos María / GRACIA MARTÍN, Luis / HIGUERA
GUIMERÁ, Juan Felipe, La Ciencia del Derecho penal ante el nuevo siglo. Libro homenaje al
Profesor Doctor Don José CEREZO MIR, Tecnos, Madrid, España, 2002, págs. 157 y sigs.
750
MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y ciudadanía… op. cit., 2011, pág. 138.
751
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 54 y
sigs.
270
través del reproche punitivo sea fiel al Derecho; y que a través de la retribución de la
pena al miembro de la organización criminal, la comunicación es preventiva
especial.
752
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
pág. 339.
753
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
pág. 391.
754
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 60 y
sigs.
271
organización criminal, por lo tanto, el miembro de la organización criminal funda la
desaprobación al Derecho, su infidelidad al mismo; así el reproche y pena deber ser
merecidos755.
755
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 63 y
sigs.
756
JAKOBS, Günther, “Culpabilidad y prevención”, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel /
PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., en JAKOBS, Günther, Estudios de
Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997, págs. 73 y sigs.
757
JAKOBS, Günther., Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, pág. 91.
758
JAKOBS, Günther, El principio de culpabilidad…, op., cit., 1997, pág. 385.
759
MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 42 y 43.
272
Por eso, la culpabilidad debe tener una relación con el fin de la pena, bajo esa
premisa podemos concebir como el autor se ha distanciado de lo necesario para
mantener el orden, así las cosas, los miembros de la organización criminal por
mucho se han distanciado del ordenamiento normativo, su estatus de miembro hace
que sea un peligro latente para las personas en Derecho, son consideradas como un
foco de infección a la sociedad y en la medida de su culpabilidad será la medida de
su pena, la retribución de su culpabilidad a los miembros de la organización criminal
se refiere al contenido en cuanto a perturbación social760. Es por ello la
determinación de la culpabilidad versa sobre necesidad preventivo general, y la
necesidad de una pena es el resultado denominado responsabilidad761. Así la pena es
un mero medio de intimidación, se trata pues, de un fortalecimiento a la pretensión
de la vigencia de la norma penalmente protegida762, en ella se constata el
quebrantamiento de la norma con la causación del daño respectivo, es un reproche
que responde a una lesión a la vigencia de la norma, los miembros de la
organización criminal responden con una pena porque es la consecuencia inmediata
al comportamiento contrario a la norma que es merecedor de pena763. Es por ello que
la conducta punible de los miembros de la organización constituye un
quebrantamiento de la norma, el comportamiento del miembro de la organización
criminal expresa una falta de reconocimiento a la prudencia de su actuar, con ello
justifica un reproche de culpabilidad, y la pena retributiva justificaría el reproche de
materialización de la pena764.
760
JAKOBS, Günther, Sobre la teoría de la pena, trad. CANCIO MELIÁ, Manuel, Universidad
Externado de Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho,
Colombia, 1998, pág. 14.
761
JAKOBS, Günther, Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, pág. 78.
762
Apud STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op. cit.,
1996, pág. 20.
763
KINDHÄUSER, Urs, Personalidad, culpabilidad y retribución, de la legitimación y
fundamentación ético-jurídica de la pena crimina…, op. cit., 2011, págs. 21 y sigs.
764
MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, págs. 45 y sigs.
273
Con todo ello la determinación de la culpabilidad bajo la aplicación del
Derecho penal vigente fundamenta la necesidad de punir las conductas realizadas
por los miembros de la organización criminal, bajo la tesitura de una confirmación
del ordenamiento normativo como fundamento de la prevención general. Se trata
aquí de que la prevención general a través de la práctica de la fidelidad de la norma
se reestablezca tal fidelidad a través de la pena, así la pena solo se debe imponer
cuando sea necesaria para el mantenimiento del orden jurídico y siempre que
concurra la perturbación de la expectativas sociales, cuando el miembro de la
organización criminal ha concretado la defraudación a la vigencia de la norma y ha
dejado de ser fiel al Derecho, como consecuencia a todo ello se le sanciona con la
expectativa de que no vuelva a reincidir y se espera que la pena sea intimidatoria
para los demás ciudadanos en Derecho765, la íntima conexión entre la culpabilidad y
la pena refleja la fundamentación de la culpabilidad en la prevención766, la
prevención general positiva es el ejercicio en la fidelidad al Derecho767.
765
JAKOBS, Günther, Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, pág. 78.
766
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal. Fundamentos y
posibilidades de aplicación, Comares, Granada, España, 2005, pág. 415.
767
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, “Prevención general positiva: estabilización normativa
mediante imposición de males. Una réplica de la teoría de la pena de GÜNTHER Jakobs”, en CANCIO
MELIÁ, Manuel / FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo, Teoría funcional de la pena y de la culpabilidad.
Seminario con GÜNTHER Jakobs en la UAM, Civitas, España, 2008, pág. 146.
274
merecimiento de la pena, en el sentido de que, el miembro de la organización
criminal se le atribuye el injusto típico y culpable768.
768
PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, págs. 85 y sigs.
769
JAKOBS, Günther, Sobre la teoría de la pena…, op. cit., 1998, págs. 15 y sigs.
275
menos le interesa resocializarse, es más sí por alguna circunstancia algún miembro
de la organización criminal ha sido sentenciado y ha salido al cumplimentar su pena,
es altamente probable que vuelva a reincidir y ahí la reincidencia es un indicio de
una ensalzada culpabilidad, no sólo porque demuestra una infidelidad al Derecho
sino porque de manera permanente niega lo prescrito por la norma770, por ello
debemos de tratarlo de una manera excepcional no lo debemos de tratar como
persona en Derecho sino como enemigo ya que representa un foco de infección para
los demás ciudadanos en Derecho. Es por ello que la organización criminal es
considera como una fuente de peligro, por sus características de intolerancia
normativa, este tipo de riesgo inherente al comportamiento del miembro de la
organización criminal es sumamente peligroso por eso el sólo estatus de
organización es motivo suficiente para su penalización771.
770
JAKOBS, Günther, Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, pág. 92.
771
Apud PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, pág. 102.
772
JAKOBS, Günther, Culpabilidad y prevención…, op., cit., 1997, págs. 79 y sigs.
773
APUD., STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op.
cit., 1996, pág. 22.
276
orientación, hacia el mantenimiento de la vigencia de la norma y la confirmación de
todos los ciudadanos hacia la fidelidad al Derecho774.
De ahí que la teoría funcionalista del Derecho penal, hace que el fin del
mismo sea la de garantizar la identidad normativa y la constitución de la sociedad.
La pena confirma la configuración normativa de una concreta sociedad776. Por ello,
en el delito de la organización criminal lo que se pretende a través de la prevención
general positiva es que caiga sobre los ciudadanos una finalidad de evitar conductas
perniciosas, máxime que el delito en comento conlleva un comportamiento de actuar
doloso777, la imposición de la pena con efectos preventivos generales conlleva una
amenaza indirecta, se impone la pena para que los demás ciudadanos perciban que
es mejor no comportarse como delincuentes condenados778. Así la tarea preventiva
general positiva atiende mantener en límites tolerables de la comisión del delito de
774
JAKOBS, Günther., Sobre la teoría de la pena…, op. cit., 1998, págs. 28 y sigs.
775
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J Prevención general positiva…, op. cit., 2008, pág. 150.
776
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal. Fundamentos y
posibilidades de aplicación, Comares, Granada, España, 2005, pág. 417.
777
APUD., STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op.
cit., 1996, pág. 26.
778
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015,
pág. 366.
277
organización criminal a través de la conminación penal y la sanción personal del
miembro de la organización criminal, para el reforzamiento de la conciencia jurídica
de la sociedad y su pericia de cumplir las normas demostrando por parte de los
ciudadanos su fidelidad al Derecho, así pues, se fundamenta el dominio íntimo de
los ciudadanos, donde se plasma de manera general la fidelidad al Derecho a través
de la conminación penal para la protección del bien jurídico protegido, que resulta
ser la seguridad ciudadana779.
779
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Aproximación al Derecho penal contemporáneo, J.M.,
Bosch, editor s.a., España, 1992, págs. 229 y sigs.
780
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal…, op. cit., 2005, pág.
424.
781
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal…, op. cit., 2005, pág.
424.
278
confirmando la identidad normativa de la sociedad, así se produce una
funcionalización del concepto de culpabilidad782.
2) Prevención especial
782
GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal…, op. cit., 2005, págs.
425 y sigs.
783
JAKOBS, Günther, Sobre la teoría de la pena…, op. cit., 1998, pág. 33.
784
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Prevención general positiva…, op. cit., 2008, pág. 152.
785
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Retribución y prevención general. Un estudio sobre la
teoría de la pena y las funciones del Derecho penal, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2007, págs.
727 y sigs.
279
aislado, sino como algo permanente y constante, y desafortunadamente se traslada a
la sanción punitiva de forma drástica, porque no existe otra forma más convincente
de relación de prevención, con ello la imposición de la pena se ve legitimada por la
lesión tanto a la expectativa de la vigencia de la norma, como para la lesión al bien
jurídico material que es la seguridad ciudadana Entonces, la prevención especial
sólo pretende que el miembro de la organización criminal cumpla con una pena para
que no vuelva a delinquir, la prevención especial implanta una necesidad real al
momento de determinar la pena y sobre todo en la ejecución de la misma786, por lo
que la privación de la libertad como forma de alejamiento de futuros delitos
converge en prevenir la reincidencia, así el miembro de la organización criminal es
considerado como un foco de peligro para los bienes jurídicos protegidos, el
combate contra dichos miembros de la organización criminal con carácter de peligro
sería el fin de la pena desde la perspectiva de la prevención especial787. Por ello la
pena debe medirse equitativamente por la realización del injusto típico y culpable788.
786
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Retribución y prevención general…, op. cit., 2007, pág.
730.
787
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Las teorías relativas II. La prevención especial, Revista
peruana de ciencias penales, año VII-VIII, Ediciones especial, No. 11, Idemsa, Perú, pág. 393.
788
Apud PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, págs. 102 y sigs.
280
no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que
estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este
Capítulo…”, así como en el artículo 1º de la LGP: “Las instituciones penitenciarias
reguladas en la presente Ley tienen como fin primordial la reeducación y la
reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de
libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y penados.
Igualmente tienen a su cargo una labor asistencial y de ayuda para internos y
liberados”789. En el caso de México, el artículo 18 párrafo segundo de la CPEUM
manifiesta: “El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los
derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud
y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y
procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la
ley. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los
hombres para tal efecto”. Sin embargo, por las cuestiones penitenciarias ya
conocidas es muy probable que se transite de la resocialización a la
desocialización790.
789
LGP, Ley orgánica 1/ 1979 de fecha 26 de septiembre, General Penitenciaria, texto
consolidado, última modificación 1º de julio 2003.
790
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general, 10ª edic., Editorial Reppertor,
Barcelona, España, 2015, pág., 140: “La legislación Española acoge, como es sabido, el principio
de resocialización, tanto en la Constitución (art. 25) como en la Ley Penitenciaria (art. 1). Sin
embargo, la realidad de las cárceles es muy otra, hasta el punto de que puede llegar a resultar
contraria a la Constitución”; Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y
democrático de Derecho, 2ª edición revisada, Bosch, Barcelona, España, 1982, pág. 37: “Lo que es
seguro es que las cárceles como actualmente existentes en España ni siquiera intentan la
resocialización, porque ni si quiera se hallan mínimamente orientadas a esta finalidad, sino que más
bien facilitan la desocialización del recluso”. Cfr. FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Retribución y
prevención general…, op. cit., 2007, págs. 730 y sigs.
281
aquella que contiene los factores más controvertidos de la pena con efectos
“desocilaizadores y criminógenos más evidentes”791.
791
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo J, Retribución y prevención general…, op. cit., 2007, pág.
735.
792
STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?..., op. cit., 1996,
pág. 30.
793
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y ciudadanía… op. cit., 2011, pág. 116.
282
centros especiales. Las autoridades competentes podrán restringir las
comunicaciones de los inculpados y sentenciados por delincuencia organizada con
terceros, salvo el acceso a su defensor, e imponer medidas de vigilancia especial a
quienes se encuentren internos en estos establecimientos. Lo anterior podrá aplicarse
a otros internos que requieran medidas especiales de seguridad, en términos de la
ley”. La privación de la libertad excepcional se funda ya no en una perspectiva de
resocialización, sino más bien desde una tendencia desocializadora, ya que el
miembro de la organización criminal peregrina a través de la pena una relación de
rencor y desconfianza con la sociedad, así como, con el sistema penitenciario, y en
caso de salir en libertad, plausiblemente reincidirá794 y ante tal perspectiva la pena
como función de prevención especial nada puede hacer.
283
considerados enemigos y estarán perenemente internos, con ello podemos
desarrollar un sistema de medición preventiva desde las aristas de prevención
general positiva y la prevención especial.
795
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Aproximación al Derecho penal contemporáneo…, op.
cit., 1992, págs. 216 y sigs.
796
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Retribucionismo expresivo…, op., cit., 2011, pág. 64.
797
GRECO Luis, Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach…, op. cit., 2015.
798
CFR., PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada…, op. cit., 2010, págs. 102 y sigs.
284
que dure la peligrosidad del sujeto, y que en el caso de la organización criminal la
peligrosidad es en exceso.
El status quo del Derecho penal se ocupa de la compensación del daño que se
ha producido a la validez de la norma que se produce por el injusto típico, culpable y
punible, generalmente el autor de este daño social no se ve de otra forma mas que
como persona en Derecho, quien es portadora de derechos y deberes800, sin
embargo, hay ocasiones en que las personas dejan de cumplir con sus deberes y
cometen conductas delictivas, con ello después de cometer el hecho punible, se
vuelven a comportar de manera correcta, adecuan nuevamente su conducta a la
norma y vuelve a ser tratado como persona en Derecho801.
799
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Aproximación al Derecho penal contemporáneo…, op.
cit., 1992, pág. 204.
800
JAKOBS, Günther, “¿De qué trata exactamente la problemática del Derecho penal del
enemigo?” trad. POLAINO-ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel /
POLAINO-ORTS, Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad.
POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, pág. 2. También JAKOBS,
Günther, “¿Derecho penal del enemigo? Un estudio acerca de los presupuestos de la juricidad” trad.
POLAINO-ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS,
Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad., POLAINO-ORTS,
Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, pág. 14.
801
Apud JAKOBS, Günther, ¿De qué trata exactamente la problemática del Derecho penal
del enemigo?..., op. cit, 2008, pág. 3.
285
En algunos presupuestos normativos se ha determinado acotar la evitación de
peligros potencialmente perturbadores y con ello crear normas penales que prohíban
penalmente la propia perturbación ciudadana. Se dice que con este referente se
lesiona un ámbito de validez supra personal, se lesiona el Derecho a la seguridad
ciudadana, toda vez que, el Estado ya no es puede garantizar el derecho fundamental
a la seguridad del ciudadano802, y por lo tanto debe existir un derecho de prevención
de peligros perturbadores, dicho Derecho de excepción debe fundamentarse
constitucionalmente.
802
JAKOBS, Günther, “En los límites de la orientación jurídica: Derecho penal del
enemigo”, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel,
Criminalidad organizada. Formas de combate mediante el Derecho penal, trad. POLAINO-ORTS,
Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2013, pág. 17.
803
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La expansión del derecho penal. Aspectos de la Política
criminal en las sociedades postindustriales, 3ª edic., ampliada, B de F, Argentina, 2011, pág. 184.
286
Las cuestiones de política criminal del denominado Derecho penal del
enemigo conllevan una dogmática sistemática como la anticipación a las barreras de
punibilidad sin reducción adecuada de la pena, el debilitamiento o eliminación de
garantías procesales804 que ponen de manifiesto la lucha contra determinadas formas
de criminalidad como lo es la organización criminal.
804
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 172.
805
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, “¿Pertenencia o intervención? del delito de pertenencia a
una organización criminal a la figura de la participación a través de organización en el delito”, en
OCTAVIO DE TOLEDO Y UBIETO, Emilio / GURDIEL SIERRA, Manuel / CORTÉS BECHIARELLI,
Emilio (Coordinadores), Estudios penales en recuerdo del Profesor RUIZ ANTÓN, Tirant lo Blanch,
Valencia, España, 2004, pág. 1071.
806
KINDHÄUSER, Urs, Retribución de culpabilidad y pena…, op. cit., 2011, pág. 174.
287
A) Aproximación al concepto funcionalista del Derecho penal del
enemigo
807
Ponencia presentada al Congreso de los penalistas alemanes celebrado en Frankfurt,
Alemania en mayo de 1985, cuyo título en alemán se denomino “Kriminalisierung im Vorfeld einer
Rechtsgutsverletung”.
808
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo, fundamentos, potencial de sentido
y límites de vigencia, Bosch, España, 2009, págs. 47 y sigs.
809
JAKOBS, Günther, “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”,
trad. PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Moderna Dogmática penal. Estudios
compilados, Trads. AAVV, Editorial Porrúa, México, 2002, págs. 392 y sigs.
810
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 49.
288
criminalizan las formas más tempranas de indicios de peligro para el bien jurídico,
con la finalidad excepcional de contrarrestar el peligro sin esperar que se lesione el
bien jurídico protegido por la norma812.
811
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico,
op. cit., 2002, pág. 424.
812
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 49.
813
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 51 y 52.
289
funcionalismo jurídico-penal se concibe como aquella teoría según la cual el
Derecho penal está orientado a garantizar la identidad normativa, a garantizar la
constitución de la sociedad”814. Bajo esa premisa, el mandato en Derecho es “sé
persona y respeta a los demás como persona”815, así cuando una persona en Derecho
no resguarda la expectativa social se le alienta para que se comporte conforme al
mandato normativo, también cuando una persona quebranta la norma se le sanciona
y éste puede nuevamente a ser persona en Derecho y con ello se mantiene la
vigencia de la norma, sin embargo, hay sujetos los cuales han decidido no garantizar
una mínima seguridad cognitiva, los cuales su calidad de persona esta en juego, y
por ello se les debe excluir del sistema social ya que crean un foco de contagio
social, la cual se le denomina como “enemigo”, por ello el Estado al legislar tipos
penales adelantando las barreras de punibilidad, esta dando protección normativa
hacia los ciudadanos para mantener la seguridad cognitiva del Estado de Derecho.
Por lo anterior podemos aseverar que el concepto del Derecho penal del enemigo se
sustenta en el concepto de persona, concepto central de la filosofía del Derecho de
Hegel: el Derecho penal del enemigo utiliza la pena en cuanto a medida contra
aquellos sujetos que no ofrecen la certeza de comportarse como personas en
Derecho y que no ofrecen la garantía de un comportamiento personal en sociedad816.
290
deberes adecuando su comportamiento a la norma, es decir, actúa como ciudadano,
como persona en Derecho817.
Con ello, podemos afirmar que las normas de Derecho penal del enemigo son
normas funcionales en un determinado contexto social, como sucede en el caso de
España y México, por ello se establecen normas de protección de manera que
aunque el sujeto imputado aún no ha cometido el delito fin, ha desencadenado ya
por su sola permanencia a una organización criminal una perturbación externa,
máxime si sus planes delictivos se concretan y con ello crea un detrimento a la
vigencia de la norma desde la perspectiva social de la víctima, ya que como lo
hemos sostenido la organización criminal es un delito de estatus, un delito de
pertenencia a una agrupación delictiva y con ello las amenazas a la seguridad
ciudadana se hacen públicas y por tanto se de debe combatir normativamente818.
817
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Funcionalismo penal y autodeterminación personal,
Flores editor y distribuidor, México, 2013, págs. 25 y sigs.
818
Apud JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, op. cit., 2002, págs. 420 y sigs.
291
ciudadana, atacando la organización criminal a la identidad social de un Estado de
Derecho, por ello los miembros de la organización criminal fundamentan una
inseguridad ciudadana y por sus decisiones dejan de orientarse hacia la vigencia de
la norma y en contrario determinan su actividad delictiva al quebrantamiento de la
norma y como lo hemos manifestado anteriormente819, la seguridad ciudadana es un
Derecho cuyo aseguramiento debe hacerse valer a través del Estado, por ello a través
del Derecho penal de excepción (del enemigo) se protege la lesión al Derecho de la
seguridad como un precepto normativo820.
819
1) El bien jurídico en el delito de organización criminal; c) la seguridad ciudadana.
820
Apud JAKOBS, Günther, Sociedad, norma y persona en una teoría de un Derecho penal
funcional, op. cit., 2002, págs. 18 y sigs.
821
POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 61.
822
LFDO Artículo 4o.- Sin perjuicio de las penas que correspondan por el delito o delitos
que se cometan, al miembro de la delincuencia organizada se le aplicarán las penas siguientes:
En los casos de los delitos contra la salud; operaciones con recursos de procedencia ilícita a que
refiere la fracción I; trata de personas que refiere la fracción VI; secuestro que refiere la fracción
VII y delitos cometidos en materia de robo de hidrocarburos que refiere la fracción IX, del artículo
2o. de esta Ley: [Párrafo reformado DOF 16-06-2016]
a) A quien tenga funciones de administración, dirección o supervisión, respecto de la
delincuencia organizada, de veinte a cuarenta años de prisión y de quinientos a veinticinco mil días
multa, o
292
es la seguridad ciudadana. Y con ello se materializa un cuerpo normativo de lucha
contra la organización criminal, como una delincuencia de especial peligrosidad823.
293
expectativa social, así el ámbito de su rol define su competencia826, ser persona en
sociedad significa ser reconocido en esta sociedad cotidianamente y en su conjunto
como portador de derechos y deberes827. Es por ello que la principal tarea del
Derecho es asegurar las aspiraciones sociales de todos los ciudadanos por conducir
su vida de acuerdo al contrato social funcional, por ello el ciudadano en Derecho
actúa conforme su rol y con ese comportamiento proyecta una efectiva integridad en
contra de posibles daños, por ello el Estado es responsable de la protección y
desarrollo social a través del Derecho828.
294
Por tanto, existe en toda sociedad sujetos los cuales al desarrollar su conducta
en sociedad han decidido apartarse de ese rol, manifiestan un desacuerdo normativo,
transgreden las expectativas sociales, emiten una deliberación normativa de
desvalor, desarrollan un comportamiento delictivo persistente, convirtiéndolo en un
sujeto peligroso por su forma de comportarse en sociedad. Por ello podemos
manifestar que aquel sujeto que por alguna circunstancia ha manifestado su desvalor
a la norma, la ha quebrantado y por ello debe ser sancionado, con esto a la postre
podrá otra vez, dar vigencia la norma y volver a ser ciudadano en Derecho, JAKOBS
a esto lo ha denominado “Derecho penal del ciudadano” en contrario sensu aquellos
sujetos que han decidido ser ciudadanos peligros y ser persistentes en su actividad
delictiva al grado de resultar entes peligrosos para el sano desarrollo de la sociedad
lo ha denominado “Derecho penal del enemigo”830.
Por tal razón aquel sujeto que decide nuevamente dar vigencia a la norma
debe ser tratado como persona en Derecho “todo aquel que preste fidelidad al
ordenamiento jurídico con cierta fiabilidad tiene derecho a ser tratado como
persona”831, persona es quien adecúa su comportamiento a la norma, el ser humano
influido por el aspecto normativo832, por lo anterior, la ley representa la expectativa
del comportamiento de una comunidad en sociedad, el Juez representa la ley y el
ciudadano que actúa legalmente representa de forma ejemplar la vigencia de las
leyes833.
830
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo, op. cit.,
2006, págs. 21-56.
831
JAKOBS, Günther, “¿Terroristas como personas en Derecho?”, trad. CANCIO MELIÁ,
Manuel, en JAKOBS, Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, Derecho penal del enemigo, 2ª edic.,
Thompson Civitas, España, 2006, pág., 68. También JAKOBS, Günter, ¿Derecho penal del enemigo?
Un estudio acerca de los presupuestos de la juricidad…, 2008, pág. 25: “todo aquel que prometa de
modo más o menos confiable fidelidad al ordenamiento jurídico tiene derecho a ser tratado como
persona en Derecho”.
832
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 159.
833
PAWLIK, Michel, Ciudadanía y Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 44.
295
Así cuando un sujeto abandona su rol como ciudadano, defrauda la
expectativa normativa y por ello se le imputa, así el sujeto delincuente tiene derecho
a la reinserción a la sociedad y por ello mantiene su estatus de persona por no
delinquir de modo constante. Empero para aquellos sujetos que se han descarriado,
que han decidido reincidir de manera incansable en la comisión de delitos y que han
decidido ser potenciales fuentes de peligro deben ser tratados de manera
excepcional, por ello la coacción estatal se dirige al sujeto peligroso ya no como una
persona sino como un enemigo834, por lo tanto, “el Derecho penal del ciudadano
mantiene la vigencia de la norma, el Derecho penal del enemigo combate
peligros”835.
834
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2006, págs. 24 y sigs. Así mismo, el pensamiento filosófico de JAKOBS se cimenta en filósofos
como ROUSSEAU, FICHTE, HOBBES, KANT y HEGEL, tan es así que en el desarrollo del
planteamiento del problema ius filosófico sobre el Derecho penal del enemigo, el Profesor alemán
cita a KANT manifestando: “En consecuencia, quien no participa en la vida en un estado
comunitario-legal, debe irse, lo que significa que es expelido; en todo caso no hay que tratarlo como
persona, sino que se le puede tratar como enemigo”.
835
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2006, pág. 34.
836
PAWLIK, Michel, Ciudadanía y Derecho penal…, op. cit., 2016, págs. 40 y sigs.
837
PAWLIK, Michel, Ciudadanía y Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 45.
296
En consecuencia, la persona en Derecho cuando con su conducta ha causado
un daño a la vigencia de la norma, el Estado lo conmina a equilibrar el daño causado
a la vigencia de la norma, esto es así cuando el ius puniendi lo sanciona con una
pena y se mantiene la expectativa social de imputación por quebrantar la norma, así
a pesar de que el sujeto decidió quebrantar la norma a posteriori también ha
decidido actuar nuevamente fiel al ordenamiento normativo, subsiguientemente de
expiar su pena, y por ello la expectativa social nuevamente es que su conducta sea
conforme a la norma y que los demás también se comportaran en el mismo sentido
normativo, en síntesis sin infringir la norma838.
838
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2006, págs. 34 y sigs.
839
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 585 y
sigs.
297
Por el contrario en lo que respecta a nuestro objeto de estudio la organización
criminal expresa todo lo antitético del denominado Derecho penal del ciudadano,
siendo un delito de estatus, de pertenencia como lo hemos sostenido a lo largo de la
presente investigación, denota de manera duradera su representación criminal y han
decidido alejarse completamente del aspecto normativo de la sociedad y por ello no
presentan ninguna garantía cognitiva mínima que es necesaria para ser tratado como
persona en Derecho. Enemigo es quien ha decidido no participar en el tejido social,
que ha decidido infringir la norma de forma permanente, y que con su
comportamiento genera una inseguridad cognitiva que pone en peligro el desarrollo
normal de los ciudadanos en una sociedad840, con tal desarrollo de inseguridad se le
impide a los ciudadanos ser personas en Derecho y desdoblar su vida cotidiana con
normalidad, ante tal peligro los ciudadanos se encuentran frenados de realizar sus
actividades normales dentro de la sociedad y comienzan sentir temor en su libre
tránsito en una ciudad, como por ejemplo dejan de salir de sus casas a determinadas
horas del día, y dejan de visitar determinados lugares por temor a que les suceda
algún tipo de perjuicio.
840
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 165.
298
indeseadas, en un contexto social y normativo, por ello se les debe combatir de
manera excepcional.
841
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 192.
También POLAINO-ORTS, Miguel, Funcionalismo penal y autodeterminación personal…, op. cit.,
2013, pág. 44: “El enemigo es…, el sujeto que, siendo especialmente peligroso, no presta la
garantía mínima socialmente exigible para que pueda ser tratado como “persona en Derecho”,
produciendo una inseguridad cognitiva en su comportamiento. Precisamente por manifestar una
actitud de especial rebelión contra la norma, el ordenamiento jurídico lo trata como un foco de
peligro que ha de combatir específicamente a través de medios más eficaces de aseguramiento para
mantener la confianza de los ciudadanos en el sistema y la vigencia efectiva de la norma”. También
POLAINO-ORTS, Miguel, Funcionalismo penal y autodeterminación personal…, op. cit., 2013, pág.
50.
299
garantiza la mínima seguridad cognitiva del comportamiento personal, demostrando
este déficit mediante su conducta propia”842.
842
JAKOBS, Günther, “Sobre la teoría del Derecho penal del enemigo”, trad. POLAINO-
ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de
combate mediante el Derecho penal, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor,
México, 2013, pág. 57.
843
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2006, págs. 38 y sigs.
844
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 170 y
sigs.
300
sociedad y serle nuevamente fieles al Derecho, y los segundos son aquellos
ciudadanos que por el estatus en su comportamiento despliegan en la sociedad un
comportamiento peligroso y por ello se les combate normativamente en un estadio
previo a la materialización fáctica de un hecho penalmente relevante,
consecuentemente se le debe considerar como enemigo, tal es el caso de los
miembros de la organización criminal, que con su estatus de miembro generan un
peligro latente a la seguridad ciudadana como bien jurídico material del tipo penal
de organizaciones criminales.
Así pues, el Estado actúa de dos formas hacia los sujetos imputados, la
primera es aquella dirigida a los ciudadanos quienes han quebrantado una norma,
pero sin embargo, éste logra resarcir el daño social a través de dar nuevamente
seguridad cognitiva social, y el segundo va dirigido a aquellos sujetos que han
decidido destruir el ordenamiento jurídico. Por ello aquel que no puede procurar la
seguridad cognitiva suficiente por su comportamiento personal, no puede esperar ser
tratado como persona en Derecho845, y por lo tanto el Estado lo trata de manera
excepcional conminándolo a través de normas jurídicas excepcionales, que anuncian
peligros de daño futuros, y también por su permanencia delictiva, considerándolo
como un delito de estatus delictivo y la grave peligrosidad que conlleva si
permanencia en la sociedad.
845
JAKOBS, Günther, Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2006, págs. 46 y sigs.
301
el entorno social, vulnerando permanentemente la calidad de vida de los ciudadanos,
transgreden permanentemente la seguridad ciudadana en un Estado democrático de
Derecho y por ello deben ser tratados como enemigos.
846
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 307.
847
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág., 309.
848
CANCIO MELIÁ, Manuel, “El injusto de los delitos de organización: peligro y
significado”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Delitos de organización,
B de F, Argentina, 2008, págs. 30 y 31. También CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de
terrorismo. Estructura típica e injusto, Reus, Madrid, España, 2010, pág. 97.
302
De manera que el modelo de anticipación de las barreras de criminalización a
un estadio previo a la lesión de un bien jurídico, es desde la perspectiva de las
infracciones que posteriormente se cometerán en el cerco de la organización, y por
ende se vislumbra una perspectiva de peligrosidad futura incrementada, y que es
combatida a través de la prevención excepcional, tipificando conductas previas a la
comisión del delito fin, por el potencial riesgo extraordinario que representa la
organización criminal849.
849
CANCIO MELIÁ, Manuel, El injusto de los delitos de organización: peligro y
significado…, op. cit., 2008, págs. 53 y sigs. También CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de
terrorismo…, op. cit., 2010, pág. 11 y sigs.
850
JAKOBS, Günther, En los límites de la orientación jurídica: Derecho penal del
enemigo…, op. cit., 2013, págs. 21y 22.
851
Tan es así que en el caso mexicano se tuvo una última reforma el día dieciséis de junio
del año 2016.
303
Así pues, se considera a la organización criminal como un actor que
constituye un peligro para el bien jurídico material -seguridad ciudadana- y para el
bien jurídico genérico -la vigencia de la norma-, se considera a la organización
criminal como potencialmente fuente de peligro852, y que así lo es, en la actualidad
la organización criminal como fuente de peligro genera en la sociedad una
inseguridad persistente a tal grado que la sociedad no puede desarrollarse
plenamente como ciudadano en Derecho y se encuentra en un estado de zozobra
criminal, en espera de en que momento puede ser lacerado por los miembros de la
organización criminal. La tesis de la criminalización en el estadio previo se
establece funcionalmente en la última reforma contenida en la LFDO
específicamente en sus artículos 2º bis y 2º ter donde se establece la resolución de
concierto para cometer las conductas señaladas en el artículo 2º de la citada ley, así
como la participación intencional y activa de conductas que tengan como finalidad
alcanzar el fin delictivo853, con ello el legislador mexicano combate en una forma
muy temprana algún signo de peligro, por ello se considera al miembro de la
organización criminal en su calidad de estatus de miembro como un sujeto
potencialmente peligroso para los bienes de la víctima, que en el caso particular son
los ciudadanos en derecho854.
En tal caso la organización criminal de facto representa un peligro latente
para la sociedad, y que si bien en algún momento no han ejecutado los delitos fin, la
852
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico,
op. cit., 2002, págs. 392 y 393.
853
LFDO. Artículo 2o. bis.- Se impondrá hasta dos terceras partes de las penas previstas en
el artículo 4o. del presente instrumento a quienes resuelvan de concierto cometer las conductas
señaladas en el artículo 2o. de la presente Ley y acuerden los medios de llevar a cabo su
determinación.
Artículo 2o. ter.- También se sancionará con las penas contenidas en el artículo 4o. de esta
Ley a quien a sabiendas de la finalidad y actividad delictiva general de una organización criminal,
participe intencional y activamente en sus actividades ilícitas u otras de distinta naturaleza cuando
conozca que con su participación contribuye al logro de la finalidad delictiva.
854
Apud JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, op. cit., 2002, pág. 394.
304
sola conformación de la organización criminal supone una sublevación a la
seguridad ciudadana que merece de manera excepcional ser combatida855.
855
POLAINO-ORTS, Miguel, “El Derecho penal del enemigo como garantía de la juridicidad
democrática estatal”, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS,
Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad. POLAINO-ORTS,
Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, pág. 42.
856
Vid. SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, ¿Pertenencia o intervención?..., op. cit., 2004, pág.
1088: “A la organización criminal la podemos considerar como un delito de estatus, es decir, no se
considera por la lesión o puesta en peligro del bien jurídico material, sino por la posesión de un
determinado estatus social”.
857
Vid. Capítulo VII, Iter criminis, la tentativa y desistimiento de la organización criminal:
1) la preparación “…Como lo dijimos, tradicionalmente los actos preparatorios se consideran como
irrelevantes para el Derecho penal, por consecuencia son impunes, toda vez que, se encuentran en al
ánimo interno del autor antes del comienzo de la ejecución, sin embargo, algunos actos
preparatorios pueden ser considerados como punibles por su propia estructura de preparación y por
razones de técnica legislativa, así podemos observar supuestos donde se anticipa las barreras de
punibilidad que consideran consumados actos preparatorio, es decir, en la actualidad existen actos
preparatorios considerados delito autónomos o consumados que son actos preparatorios para un
posterior delito…”, como es el caso de la organización criminal.
305
como ente perturbador per se del ámbito social858, JAKOBS la considera como “una
perturbación externa por la incalculabilidad de los posibles cursos de daños”859.
858
Apud JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, op. cit., 2002, págs. 412 y sigs.
859
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico,
op. cit., 2002, págs. 416.
860
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico,
op. cit., 2002, págs. 417.
861
JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico,
op. cit., 2002, págs. 421.
306
agrupación delictiva y por ello se criminaliza en un estadio previo a la lesión de los
delitos fin, haciéndolo el legislador a través de Derecho penal de excepción862.
862
Apud JAKOBS, Günther, Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien
jurídico, op. cit., 2002, págs. 423 y sigs.
863
Artículo 16 Párrafo noveno de la CPEUM.
864
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y ciudadanía… op. cit., 2011, págs. 142 y sigs.
307
Por tal razón el Estado mexicano desarrollo un Derecho penal y procesal de
excepción, así pues, el sujeto imputado es considerado como un sujeto procesal865
con todas las garantías consagradas en la CPEUM y en el CNPP denominados como
Derechos del imputado866, sin embargo el legislador mexicano al considerar a la
delincuencia organizada un especial foco de peligro, y en sí, a sus miembros por su
estatus son considerados como individuos que ponen en peligro la base democrática
de un Estado, por ello legislan figuras de excepción para su investigación y
persecución, así como, para su imputación del hecho que la ley considera como
delito, creando figuras que en el Derecho penal del ciudadano se consideran
violatorios al debido proceso, y que al momento de legislarlas se consideran tanto
legales como legítimas, así encontramos que en México el siete de noviembre del
año de mil novecientos noventa y seis se expide la LFDO, que contempla figuras
procesales de el denominado Derecho penal del enemigo. En este sentido podemos
mencionar la prisión preventiva oficiosa867, la unidad especializada en la
investigación y procesamiento de la delincuencia organizada868, así como, la
intervención de la SHCP en auditorias a personas físicas y morales donde se
presuma que sus actividades comerciales están relacionadas con recursos de
procedencia ilícita869, también para la efectiva investigación de los delitos cometidos
por la delincuencia organizada se hará uso de investigaciones en cubierta con
agentes encubiertos dotándoles de una nueva identidad y documentos que los
865
CNPP, artículo 105 fracción III. El imputado. Los sujetos del procedimiento que tendrá
la calidad de parte en los procedimientos previstos en este Código, son el imputado y su defensor, el
Ministerio Público, la víctima u ofendido y su asesor jurídico.
866
CNPP, artículo 113.
867
LFDO, Artículo 3.- El delito de delincuencia organizada, así como los señalados en los
artículos 2o., 2o. Bis y 2o. Ter de esta Ley, ameritarán prisión preventiva oficiosa.
868
LFDO, Artículo 8o.- La Procuraduría General de la República deberá contar con una
unidad especializada en la investigación y procesamiento de delitos cometidos por personas que
formen parte de la delincuencia organizada, integrada por agentes del Ministerio Público de la
Federación, quienes tendrán bajo su mando y conducción a policías y peritos.
869
LFDO, Artículo 9o.- Cuando el Ministerio Público de la Federación investigue
actividades de miembros de la delincuencia organizada relacionadas con el delito de operaciones
con recursos de procedencia ilícita, deberá realizar su investigación en coordinación con la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
308
acredite870, además se contempla que dichos agentes en cubierta se tendrá bajo
reserva su identidad y se les asignara una clave numérica con extrema secrecía871,
también se contemplan figuras como el arraigo872, la intervención de
comunicaciones privadas873, el decomiso874, la protección de personas875 y la
870
LFDO, Artículo 11.- Para tal efecto, el Titular del Ministerio Público de la Federación o
el servidor público en quien éste delegue la facultad, podrá autorizar en términos de lo que
establezca el marco normativo aplicable, las operaciones encubiertas dirigidas a alcanzar los
objetivos señalados en el párrafo anterior.
Los agentes de las fuerzas del orden público que participen en dichas investigaciones, con
base en las circunstancias del caso, se les proporcionará una nueva identidad, dotándolos para tal
efecto de la documentación correspondiente.
871
LFDO, Artículo 11 Bis.- El Titular de la Unidad Especializada prevista en el artículo 8o.
podrá autorizar la reserva de la identidad de los agentes de las fuerzas del orden público que
participen en las operaciones encubiertas, así como de los que participen en la ejecución de órdenes
de aprehensión, detenciones en flagrancia y caso urgente, cateos relacionados con los delitos a que
se refiere esta Ley, mediante resolución fundada y teniendo en cuenta el tipo de investigación,
imposibilitando que conste en la investigación respectiva su nombre, domicilio, así como cualquier
otro dato o circunstancia que pudiera servir para la identificación de los mismos.
En tales casos, se asignará una clave numérica, que sólo será del conocimiento del
Procurador General de la República, del Titular de la Unidad Especializada antes citada, del
Secretario de Gobernación y del servidor público a quien se asigne la clave.
En las etapas del procedimiento penal, el agente del Ministerio Público de la Federación y
la autoridad judicial citarán la clave numérica en lugar de los datos de identidad del agente. En todo
caso, el agente del Ministerio Público de la Federación acreditará ante la autoridad judicial el
acuerdo por el que se haya autorizado el otorgamiento de la clave numérica y que ésta corresponde
al servidor público respectivo, preservando la confidencialidad de los datos de identidad del agente.
En caso de que el servidor público, cuya identidad se encuentre reservada, tenga que intervenir
personalmente en diligencias de desahogo de pruebas, se podrá emplear cualquier procedimiento
que garantice la reserva de su identidad de manera integral.
872
LFDO, Artículo 12.- El Juez de control podrá decretar el arraigo, a solicitud del
Ministerio Público de la Federación, tratándose de los delitos previstos en esta Ley, siempre que sea
necesario para el éxito de la investigación, para la protección de personas, de bienes jurídicos o
cuando exista riesgo fundado de que el imputado se sustraiga de la acción de la justicia.
873
LFDO, Artículo 16.- Cuando en la investigación el Ministerio Público de la Federación
considere necesaria la intervención de comunicaciones privadas el Titular de la Procuraduría
General de la República o los servidores públicos en quienes se delegue la facultad podrán solicitar
al Juez federal de control competente, por cualquier medio, la autorización para practicar la
intervención, expresando el objeto y necesidad de la misma.
874
LFDO, Artículo 29.- Cuando existan indicios razonables, que hagan presumir
fundadamente que una persona forma parte de la delincuencia organizada, además del
aseguramiento previsto por el Código Nacional de Procedimientos Penales, el agente del Ministerio
Público de la Federación podrá dictar el aseguramiento de los bienes de dicha persona, así como de
aquéllos respecto de los cuales ésta se conduzca como dueño, quedando a cargo de sus tenedores
acreditar la procedencia legítima de dichos bienes, en cuyo caso ordenará el levantamiento de la
medida.
309
recompensa para el auxilio de la localización de miembros de la delincuencia
organizada876, por todo ello, nos encontramos con un Derecho penal de excepción,
donde el Estado abole derechos procesales al sistema de imputación penal por
considerar a los miembros de la delincuencia organizada como enemigos y tratar
normativamente de eliminar los potenciales riesgos que generan estas
organizaciones criminales.
875
LFDO, Artículo 34.- La Procuraduría General de la República prestará apoyo y
protección suficientes a jueces, peritos, testigos, víctimas y demás personas, cuando por su
intervención en un procedimiento penal sobre delitos a que se refiere esta Ley, así se requiera.
876
LFDO, Artículo 37.- Cuando se gire orden de aprehensión en contra de un integrante de
la delincuencia organizada, la autoridad podrá ofrecer recompensa a quienes auxilien eficientemente
para su localización y aprehensión, en los términos y condiciones que, por acuerdo específico, el
Procurador General de la República determine.
310
México, donde las diferentes normas jurídicas se emiten como defensa frente a
riesgos futuros contemplados tanto en la ley adjetiva como procesal.
311
normativa de garantizar la seguridad ciudadana877, con ello es el propio Estado quien
legitima el estado de excepción878, los legisladores son totalmente libres de tipificar
las conductas que ellos consideren como delictivas y que en el caso mexicano sólo
se tipifican en la LFDO sino también en la CPEUM en su artículo 16 párrafo
noveno879.
312
de la seguridad ciudadana, y siendo el Derecho penal parte del sistema jurídico,
recibe del mismo un apoyo cognitivo, en la medida de que se trate de la defensa de
riesgos perturbadores para la sociedad882.
882
MÜSSIG, Bernd, Derecho penal del enemigo: Concepto y fatídico presagio. Algunas
tesis…, op. cit., 2006, pág. 387.
883
CPEUM artículo 14 segundo párrafo.- Artículo 14. Nadie podrá ser privado de la libertad
o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y
conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
313
desestabilizar el entorno social de convivencia ciudadana y por ello se le debe
combatir de manera excepcional, como enemigo. Respuesta a esto es la creación de
leyes dirigidas a enemigos como lo es la LFDO con ello se demuestra que para
México se ha comprobado que el uso de leyes excepcionales –leyes de Derecho
penal del enemigo- son legítimas y legales ya que previamente se ha comprobado
del peligro real e inminente que las organizaciones criminales han desatado en la
base misma de la democracia y ha impedido el desarrollo de proyecto personal de
los ciudadanos, lesionando la seguridad ciudadana como bien jurídico material
protegido del injusto típico de la delincuencia organizada884.
884
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 421 y
sigs.
885
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Funcionalismo penal y autodeterminación personal…,
op. cit., 2013, págs. 45 y sigs.
314
las leyes de excepción proporcionan garantías no solo a los imputados como
miembros integrantes de la delincuencia organizada, sino también a las víctimas y a
la sociedad en general y por ello el “Derecho penal del enemigo en sentido
funcionalista únicamente tiene sentido en un contexto democrático”886.
886
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 551.
887
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 554.
POLAINO-ORTS, señala también que “la expresión Derecho penal del enemigo ni es una
contradicción en sus términos ni un oxímoron, sino que se trata de un conjunto de normas jurídicas
que, con un fin asegurativo y protector, combaten a un delincuente especialmente peligroso para
mantener el Estado de Derecho”. POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit.,
2009, pág. 605.
315
comportamiento de vida que es contraria a los valores fundamentales de la
convivencia social y con ello su peculiar estatus de peligrosidad y agresividad
pública y con este tipo de sujetos organizados se convierte en la forma de
criminalidad más temible para la seguridad ciudadana888.
888
Apud DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, págs. 649
y sigs.
889
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 596 y
sigs.
316
el simple hecho de pertenecer a la organización criminal, de tener el estatus de
miembro.
890
https://www.boe.es/boe/dias/2010/06/23/pdfs/BOE-A-2010-9953.pdf, fecha de consulta
6 de marzo de 2016.
317
agruparse de manera permanente- y el otro elemento subjetivo, correspondiente a la
comisión futura de delitos fin bajo el seno de la organización delictiva, por ello el
simple concierto para delinquir ya genera de facto una desestabilidad presente y
futura por la conformación de hecho criminal, y con ello pone en peligro la
seguridad ciudadana, con ello la propia organización criminal constituye un sistema
asocial y constituido como un sistema de injusto, un sistema penalmente antijurídico
y disfuncional respecto a la estructura social, por ello los aportes de los miembros de
las organizaciones criminales son vistos por el legislador español como un foco de
peligro hacia los ciudadanos españoles891.
891
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, “Organizaciones y grupos criminales”, en JAKOBS,
Günther / POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de combate mediante el
Derecho penal, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editores, México, 2013, págs. 155 y sigs.
También POLAINO-ORTS, Miguel, “Organizaciones y grupos criminales: Nuevos perfiles de su
combate penal”, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, El
Derecho penal ante la criminalidad del núcleo duro: Una respuesta desde el Estado de Derecho,
trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Contexto, Resistencia, Chaco, 2011, págs. 79-102.
318
debilitamiento o eliminación de garantías procesales como lo por ejemplo la
ampliación de los plazos usuales de prisión preventiva o de acceso a beneficios
penitenciarios, que ponen de manifiesto la lucha contra determinadas formas de
criminalidad como lo es la organización criminal, también la penalidad agravada por
la conducta anticipada a la comisión del delito fin, por ejemplo: “las penas previstas
en el numeral anterior se impondrán en su mitad superior cuando la organización; a)
esté formada por un elevado número de personas; b) disponga de armas o
instrumentos peligrosos; disponga de medios tecnológicos avanzados de
comunicación o transporte que por sus características resulten especialmente aptos
para facilitar la ejecución de los delitos o la impunidad de los culpables. Si
concurren dos o más de dichas circunstancias se impondrán las penas de grado
superior, además se impondrán en su mitad superior las penas respectivamente
previstas en este artículo si los delitos fueran contra la vida o la integridad de las
personas, la libertad, la libertad e indemnidad sexuales o la trata de eres
humanos”892, por lo que podemos advertir que el delito de organizaciones criminales
establecido en el numeral señalado constituye un modelo del Derecho penal del
enemigo, donde se combate de manera asegurativa y proporcional la peligrosidad de
los miembros de dicha organización como sujetos especialmente peligrosos que
contraviene las bases mismas de la democracia y por supuesto de la seguridad
ciudadana.
892
Artículo 570 bis del CPE.
893
Artículo 570 bis del CPE.
319
temporal; b) que de manera concertada y coordinada se repartan diversas tareas o
funciones894, vislumbramos el reparto sobre la ejecución de tareas y funciones como
elemento instrumental, una distribución de roles de intervención delictivos, lo que
podrá acontecer en una estructura jerarquizada en el denominado pactum scoeleris;
c) con el fin de cometer delitos, así como de llevar a cabo la perpetración reiterada
de faltas895, hallamos la finalidad delictiva, como elemento subjetivo del injusto, con
ello no es necesaria la producción del delito fin, ni al menos el inicio de la ejecución,
para acreditar el delito de organizaciones criminales basta la finalidad comisiva, así
no se sanciona los delitos cometidos por la organización sino que la organización
per se es un delito.
894
Artículo 570 bis del CPE.
895
Artículo 570 bis del CPE.
896
Artículo 570 bis del CPE.
320
organización criminal, una imputación de acuerdo a su rol de jerarquía, sin embargo
nos encontramos, como lo es también en México, con la anticipación de la
anticipación de las barreras de punibilidad en el verbo rector de promotor de la
organización criminal, nos topamos que en este supuesto la organización criminal
aun no existe, el sujeto actúa previo a la constitución fáctica de la organización al
promoverla, y los restantes casos son ya posterior a la constitución de la
organización897, con esto podemos inferir que el legislador español considera a los
participes de la organización criminal como sujetos portadores de una peligrosidad
lesiva que esta fehacientemente comprobada, una constitución de una organización
socialmente perturbadora y lesiva de la seguridad ciudadana y con ello sancionar a
los lideres de dichas organizaciones criminales, por ello el Derecho penal de
excepción es un instrumento legislativo para el mantenimiento del Estado de
Derecho.
897
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, op. cit., 2013,
págs. 164 y sigs. También, POLAINO-ORTS, Miguel, “Criminalidad organizada: El combate penal de
las organizaciones y de los grupos criminales”, en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel,
Persona y enemigo. Teoría y práctica del Derecho penal del enemigo, trads. POLAINO-ORTS,
Miguel, Ara editores, Perú, 2011, págs. 65 y sigs.
898
Artículo 570 bis 2. CPE
321
menciona ni especifica el número mínimo ni máximo para imputar un número
elevado de personas, sin importar la peligrosidad que representa dicha agravación ya
que el legislador español solo considera como más lesiva la conducta a través de un
número elevado de personas sin importar su grado de peligrosidad, vrg., una
organización de 100 jóvenes con intenciones de robar combustible derivado de
hidrocarburos, como la gasolina y que no tienen un plan idóneo para perpetrarlo, se
considera más lesivo de aquel grupo de cuatro secuestradores que atentan en contra
de un prominente empresario y que dicho de paso el modo de presionar a la familia
para obtener el rescate es cortarle la lengua al secuestrado. Del mismo modo, cuando
la organización disponga de armas o instrumentos peligrosos, denota la disposición
por parte de la organización criminal de objetos que suponen peligro, de manera que
resulta que dicha organización criminal es un ente con mayor peligrosidad social, y
con ello se tendría una agravación por al tenencia ilícito de armas o instrumentos
peligrosos. A su vez cuando la organización disponga de medios tecnológicos
avanzados de comunicación o transporte que por sus características resulten
especialmente aptos para facilitar la ejecución de los delitos fin, con ello podemos
vislumbrar un cualidad específica de cualquier tipo de tecnología o transporte que
genera una agravación por la peligrosidad que genera estos adelantos científicos y de
transporte para la finalidad delictiva de la organización899.
899
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, op. cit., 2013,
págs. 173 y sigs.
900
Artículo 570 bis 3. CPE.
322
enemigo, que el delito fin que comete la organización criminal es inminentemente
generador de desestabilidad social y de mayor inseguridad ciudadana y por ello
habrá de combatirle de manera excepcional, con ello la agravación de la sanción
desde el punto de vista funcional tiene sentido cuando la organización criminal es
ciertamente peligrosa, cuando se constata fehacientemente la realidad fáctica del
peligro creado901.
901
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Organizaciones y grupos criminales…, op. cit., 2013,
págs. 177 y sigs.
902
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, “Criminalidad organizada: fundamentos dogmáticos y
límites normativos (con referencia a la Ley Federal mexicana contra la delincuencia organizada)”,
en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de combate
mediante el Derecho penal, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editores, México, 2013, págs. 71 y
sigs.
323
Así pues, sin lugar a dudas el Derecho penal del enemigo o como lo hemos
expresado en el cuerpo del presente capítulo Derecho penal de excepción903, es un
instrumento jurídico de verdadero análisis dogmático, dado que se encuentra
establecido en la legislación penal, en el Derecho positivo vigente de España y
México, que hace énfasis en delitos de alto impacto social, que debe repercutir en
implicaciones de la política criminal de un Estado democrático de Derecho, como lo
es España y México, con ello es importante analizar el fenómeno de la criminalidad
organizada y las repercusiones fenomenológicas desarrolladas en la actualidad. Por
eso el Derecho penal del enemigo infiere un instrumento legislativo para referir un
determinado comportamiento criminal organizado de gran relevancia política
criminal904.
Para CANCIO MELÍA y SILVA SÁNCHEZ905, las figuras del Derecho penal han
desarrollado una metamorfosis en su configuración, especialmente en un Derecho
penal del hecho, donde para éstos autores el Derecho penal sufre una “expansión”
desarrollando tipos penales excepcionales, tutelando bienes jurídicos supra
903
En Italia, Massimo DONINI, lo ha conceptualizado como un Derecho penal de lucha: “ El
Derecho penal de lucha respecto a tales fenómenos resulta así un derecho temporal, tanto más si se
configura como Derecho ““excepcional””, incluso si no todo Derecho penal de excepción ve en sus
destinatarios a enemigos”…, “…El Derecho penal que disciplina estos sectores es eminentemente
un Derecho penal de lucha, es un instrumento dinámico en la manos no sólo de los fiscales, sino
también de los jueces; se pide al juez contemporáneamente que implemente un programa de lucha
en el presente y para el futuro, y que emita un dictum imparcial sobre violaciones procesales.
DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, págs. 616 y 624, donde
también lo denomina Derecho penal de la emergencia: “Un sector donde es más marcada la función
del Derecho penal en vista de la lucha contra un *enemigo* es seguramente el de la criminalidad
organizada, profesional, o bien de tipo mafiosos y terrorista. A nivel internacional, y no sólo
nacional, éste es un campo que ve la convergencia del esfuerzo de los Estados y organizaciones
políticas en una verdadera y propia lucha contra este tipo de fenómenos. Las formas más
reconocidas y puras del Derecho penal de la emergencia, en Italia, desde los años setenta hasta hoy,
se colocan exactamente en esta área de intervención”, DONINI, Massino, El Derecho penal frente al
enemigo…, op. cit., 2006, pág. 623.
904
Apud CANCIO MELIÁ, Manuel, “De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?”, en JAKOBS,
Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, Derecho penal del enemigo, 2ª edic., Thompson Civitas,
España, 2006, págs. 85 y sigs.
905
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La expansión del derecho penal. Aspectos de la política
criminal en las sociedades postindustriales, 3ª edic., ampliada, B de F, Argentina, 2011.
324
personales, como lo es la seguridad ciudadana, y como también ya lo hemos
analizado una criminalización en un estadio previo a la lesión o puesta en peligro de
bienes jurídicos como lo es la organización criminal, donde se sanciona la sólo
permanencia delictiva, por lo que consideramos que es un delito de estatus, y que
dicho estatus genera un “Derecho penal del riesgo906”. Por lo que el fenómeno
criminológico de la organización criminal en la actualidad se analiza bajo esta
perspectiva por tres vías diversas: a) mediante la tipificación del delito de
organización criminal, b) mediante la agravación del elemento organización, que
como delito de estatus añade una especial peligrosidad en su conformación para la
seguridad ciudadana y c) mediante la pertenencia a la propia organización
criminal907, con lo que podemos confirmar que desde esta dimensión también denota
un Derecho penal de excepción.
906
CANCIO MELIÁ, Manuel, De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?, op. cit., 2006, pág.
92. Vid. también COLINA RAMÍREZ, Edgar Iván, Sobre la legitimación del Derecho penal del
riesgo, Bosch penal, España, 2014.
907
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María “La intervención a través de la organización, ¿Una forma
moderna de participación en el delito?”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / SILVA SÁNCHEZ, Jesús María,
Delitos de organización, B de F, Argentina, 2008, págs. 87 y 88.
908
DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, pág. 617.
325
aquellos sujetos que han decidido mantener el estatus de miembro o de pertenencia a
la organización delictiva909.
909
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 414 y
sigs.
910
LFDO última reforma publicada el dieciséis de junio del año dos mil dieciséis donde se
adiciona el articulo 2º Bis: “a quienes resuelvan de concierto cometer las conductas señaladas en el
artículo 2º de la presente ley y acuerden los medios de llevar a cabo su determinación”.
911
En este sentido FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo J, El Derecho penal del enemigo y el Estado
democrático de derecho, op. cit., 2006, pág. 834: “…, un amplio adelantamiento de la intervención
del Derecho penal, falta de una reducción de la pena proporcional de dicho adelantamiento,
existencia de leyes procesales específicas…, a ello habría que sumar una cierta exasperación
punitiva en todos aquellos delitos en los cuales lo que más pesa es la prevención de la delincuencia
organizada o la lucha contra ésta”.
912
Apud CANCIO MELIÁ, Manuel, De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?, op. cit., 2006,
págs. 110 y sigs. En el mismo sentido, POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo: ¿Qué
es? ¿Existe? ¿Debe existir? Por qué existe?..., op. cit., 2008, págs. 64 y 65.
326
cuales ya se han analizado en los tópicos supra esgrimidos. De ahí que la
organización criminal es considerado un modelo ejemplar del Derecho penal del
enemigo, por lo tanto, el Derecho penal del enemigo fácticamente existe como parte
de un Derecho penal de excepción913.
913
Apud CANCIO MELIÁ, Manuel, De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?, op. cit., 2006,
pág. 126; POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo: ¿Qué es? ¿Existe? ¿Debe existir?
Por qué existe?..., op. cit., 2008, págs. 65 uy sigs.
914
Apud FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo J, El Derecho penal del enemigo y el Estado
democrático de Derecho, op. cit., 2006, págs. 821 y sigs.
327
criminales estables915, consideradas como un fuente potencial de peligros para la
seguridad ciudadana y el estatus de ciudadano, por ello el Estado a través de la
política criminal legislativa genera una amenaza punitiva con el fin de contrarrestar
y excluir dicho foco de peligro. Bajo esa tesitura consideramos a la organización
criminal como un delito de estatus, al miembro de la organización criminal se le
demoniza por el simple hecho de su permanencia activa imputable a la organización
criminal, por ello a los miembros nos le conmina por cometer el delito fin, sino por
su pertenencia a la organización criminal, no se le imputa el hecho cometido –delito
fin- sino el estatus de miembro, en consecuencia nos encontramos con un Derecho
penal de autor916, donde el etiquetamiento de peligroso prevalece frente al “hecho”
cometido917. Esto es, cuando un sujeto ya no proporciona garantía cognitiva alguna a
su personalidad, el combate contra el delito va acorde al combate del delincuente,
sancionando a este sujeto no por el hecho penalmente relevante sino se sanciona por
el hecho de pertenencia y participación en la organización criminal918.
915
Apud DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, pág. 624.
916
CANCIO MELIÁ, Manuel, De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?,op. cit., 2006, pág.,
128: “el Derecho penal del enemigo no es un Derecho penal del hecho, sino de autor”. En el mismo
sentido, FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo J, El Derecho penal del enemigo y el Estado democrático de
derecho, op. cit., 2006, pág. 818: “la dicotomía entre ciudadanos y enemigos platea serios
problemas de compatibilidad con el principio del hecho como concepto básico de un Derecho de
penas propias de un Estado de Derecho, inclinándose más bien hacia un Derecho penal de autor,
aunque no se puede negar que se trata de un Derecho penal de autor de características distintas a los
modelos que conocíamos hasta ahora”.
917
DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, pág. 651.
918
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La intervención a través de la organización…, op. cit.,
2008, págs. 93 y 94.
328
que tiene por finalidad cometer delitos trasgrediendo a priori el pacto social y
lesionan sustancialmente la seguridad ciudadana919.
919
Apud DONINI, Massino, El Derecho penal frente al enemigo…, op. cit., 2006, págs. 652
y sigs.
920
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, ¿Pertenencia o intervención?..., op. cit., 2004, pág. 1088.
921
Apud CANCIO MELIÁ, Manuel, De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?, op. cit., 2006,
págs., 137 y sigs.
922
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, pág. 125.
329
La conducta del miembro de la organización criminal es eminentemente
objetiva, dada la incorporación a la propia organización, un comportamiento de
pertenencia, un elemento de reunión con otros sujetos miembros de la misma
organización delictiva, y que genera el elemento objetivo del tipo, el elemento
fáctico del hecho penalmente relevante, y por otro lado la conducta del miembro de
la organización contiene un elemento subjetivo del injusto que es el fin delictivo,
dado que los mismos se reúnen para concertar futuros delitos fin y con ello
materializar el peligro inminente de su conformación delictiva, razón por la que la
existencia misma de la organización criminal genera una desestabilización social, un
estado de zozobra que impide a los ciudadanos desarrollar con un mínimo de
seguridad su personalidad en Derecho, por ello se combate anticipadamente la
reunión de sujetos con fines delictivos923.
923
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, págs. 125 y sigs.
924
En el caso de español la LO 5/2010 de fecha 23 de junio de 2010 contempla la
tipificación del tipo penal de organizaciones criminales en al artículo 570 bis del CPE, donde se
pondera el principio de legalidad; “nullum crimen, nulla pœna sine lege praevia”, para el caso
mexicano la CPEUM en su artículo 14 señala el principio de legalidad: “Nadie podrá ser privado de
la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
330
VII.- La organización como estatus
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho”. Además la CPEUM va
más allá al establecer en su artículo 16 párrafo 9º la descripción legal de delincuencia organizada:
“Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o más personas, para
cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia”.
Igualmente el siete de noviembre del año 1996 se expide la LFDO donde en su artículo 2º se
establece el tipo penal de delincuencia organizada: “Cuando tres o más personas se organicen de
hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen
como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionados por ese
solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada”.
925
Vid. “Injusto del Sistema y sistemas de injusto”, LAMPE, Ernst-Joachim, La dogmática
jurídico-penal entre la ontología social y el funcionalismo, trads. GÓMEZ-JARA DÍEZ, Carlos /
ORCE, Guillermo / POLAINO-ORTS, Miguel, Editora jurídica Grijley, Perú, 2003.
926
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La intervención a través de la organización…, op. cit.,
2008, pág. 94.
927
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, pág.
97.
331
de injusto, con ello los miembros de la organización criminal han desarrollado un
sistema organizado de responsabilidad en deterioro de la sociedad y específicamente
de la seguridad ciudadana, con ello la agrupación colectiva puede generar un peligro
para la persona en su calidad de ciudadano, por ello la organización criminal como
sistema de injusto proporciona subjetivamente una posición adversaria a la
seguridad ciudadana que genera desestabilización social, por la agrupación sistémica
de la misma. Por ello al organización sistémica organizada resulta especialmente
peligrosa y merecedora de regulación en un Estado democrático de Derecho, por
ello el Estado ha proporcionado sendas normas especiales para su combate
excepcional928, por lo tanto la organización criminal conforma un injusto por su
mera existencia -la organización como estatus- sin que se tenga la necesidad de
manifestar conducta alguna, y como resultado concibe un estado de cosas
antijurídico en un sistema organizado con carácter asocial per se constitutiva de
ilícito929.
928
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, págs.
99 y 100.
929
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La intervención a través de la organización…, op. cit.,
2008, pág. 97.
930
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, pág.
103.
332
En ese tenor el injusto sistémico muestra su propio estatus de conformación a
través del acto formal de la organización criminal, el cual los miembros de dicha
organización acuerdan de manera fáctica la realización de las expectativas típica,
que es el de cometer delitos fin, con ello encontramos como característica principal
que la organización criminal como injusto sistémico, es la de la peligrosidad de la
organización, la utilización de medios materiales para la obtención de los objetivos
criminales, así como la permanencia en el tiempo de forma permanente, sin importar
que algún miembro de la misma sea dado de baja por cualquier motivo, la
organización persiste en el tiempo, y por supuesto la finalidad delictiva que es
cometer delitos fin, esta finalidad es su estatus como elemento conformador de su
sistema, una organización fáctica criminal931.
931
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, págs.
111 y sigs.
932
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, pág.
128.
333
potencial riesgo se funda en un ataque organizado contra la seguridad ciudadana
como bien jurídico material protegido, con ello los miembros de la organización
criminal demuestran un sentimiento de camaradería, y este sentimiento es esencial
para su conformación criminal y por consiguiente este potencial de riesgo
contraviene el ordenamiento jurídico, como lo manifestamos con estos cuatro
factores se constituye la organización criminal como sistema de injusto933. Y por
ello su imputación como un delito de organización se divisa completamente
justificada, ya que su conformación fáctica contraviene el sano desarrollo de la
personalidad de los ciudadanos en un Estado democrático de Derecho y con ello sus
miembros integrantes son responsables por existir como organización criminal
fáctica y que con dicha organización cometen delitos y con ello al ejercer la
actividad de pertenencia a la organización fundamente su responsabilidad por el
sistema, así pues, es necesaria la confirmación vinculante de participar de manera
punible en el hecho de la organización y tener el estatus de miembro, es decir, que
como miembro de la organización concierten y participen en la comisión de delitos
fin y con ello con la existencia de la organización como injusto sistémico pone en
peligro de manera constate a la seguridad ciudadana y a la lesión o puesta en peligro
del delito fin como acción individual del miembro de dicha organización934.
933
LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003, págs.
137 y sigs.
934
Apud LAMPE, Ernst-Joachim, Injusto del Sistema y sistemas de injusto…, op. cit., 2003,
págs. 152 y sigs.
935
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La intervención a través de la organización…, op. cit.,
2008, págs. 108-109.
334
Por las anteriores razones, el injusto sistémico de la organización criminal se
le debe considerar como un injusto autónomo independiente de los injustos propios
de los delitos concretos que se quieran cometer a futuro936 y con ello podemos
afirmar que como sistema de injusto, como subsistema disfuncional al sistema
social, genera un peligro latente y lesiona a la seguridad en general y
específicamente a la seguridad ciudadana937.
936
Así también, CANCIO MELIÁ, Manuel, Los delitos de terrorismo. Estructura típica e
injusto, Reus, Madrid, España, 2010, pág. 86: “La relevancia que el, ordenamiento atribuye a los
grupos organizados que criminaliza se manifiesta, ante todo, en que la mera permanencia a la
organización, o incluso (en materia de terrorismo) la colaboración (desde fuera con ella, constituyen
ya de por si un infracción criminal autónoma”.
937
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, La intervención a través de la organización…, op. cit.,
2008, págs. 95 y 96.
938
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 194 y
sigs.
335
sanciona por el solo hecho de agruparse de forma fáctica y por tener el estatus de
miembro de la misma, con ello se sanciona por el propio estatus que ostenta el
miembro, la determinada posición en el seno de la organización criminal, se le
imputa el desvalor del injusto colectivo por representar de manera individual la
personalidad de la organización criminal y su pertenencia a la misma se de
denomina “delito propio de estatus”939.
Así pues, POLAINO-ORTS define a los delitos de estatus como aquellos “en los
que se considera especialmente peligrosos a un sujeto que se halla revestido de
cierta cualidad fundante (a saber: la de la pertenencia a un determinado grupo
terrorista, banda armada o colectivo de delincuencia organizada), sin necesidad de
que realice algún hecho punible adicional que lesione efectivamente algún otro bien
jurídico protegido”940.
939
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, pág. 83.
940
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, pág., 93.
941
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 395 y
sigs.
336
En consecuencia, la organización criminal es llamada como un delito de
organización toda vez que, en este tipo de delito se considera punible un hecho que
es el de la asociación -que en si debería sería inofensivo y en ejercicio del legítimo
Derecho constitucional de asociación-, pero que en el topos que se analiza deviene
delictivo, la simple conformación de la asociación criminal contiene un sentido
desestabilizador de la seguridad ciudadana y que por ello debe ser combatido942.
337
seguridad ciudadana, dicha peligrosidad la generan sus propios miembros en su
calidad de pertenecía a la organización, a su estatus de miembro como portador de
peligrosidad cognitiva y por ello estos sujetos son combatidos como autores de un
delito consumado de organización criminal, delito que solo se puede imputar a
través de la organización como estatus945.
945
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, págs. 98 y
sigs.
946
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 397 y
sigs.
338
organizada concierten reunirse para en un futuro cometer delitos, es ya una fuente
sistémica de peligro para la seguridad ciudadana947.
947
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, págs. 106 y
sigs.
948
LFDO. Artículo 2o. Bis.- Se impondrá hasta dos terceras partes de las penas previstas en
el artículo 4o. del presente instrumento a quienes resuelvan de concierto cometer las conductas
señaladas en el artículo 2o. de la presente Ley y acuerden los medios de llevar a cabo su
determinación.
949
LFDO. Artículo 2o. Ter.- También se sancionará con las penas contenidas en el artículo
4o. de esta Ley a quien a sabiendas de la finalidad y actividad delictiva general de una organización
criminal, participe intencional y activamente en sus actividades ilícitas u otras de distinta naturaleza
cuando conozca que con su participación contribuye al logro de la finalidad delictiva.
950
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 195 y 196.
339
criminal como injusto sistémico lesiona fácticamente a la seguridad ciudadana como
delito consumado por su solo presencia desestabilizadora en la sociedad sin esperar
la lesión o puesta en peligro de los delitos fin, cuyo principio de realización ni
siquiera es exigido por el legislador, es decir, no serán necesario para la imputación
de los miembros de la organización criminal ni siquiera la constatación de esa lesión
o puesta en peligro a los delitos fin y que además puede ser inexistente, porque el
delito sistémico de concierto para delinquir se consuma incluso cuando los delitos
fin que quiere realizar no llegan nunca a ejecutarse y que en caso de ejecutarse se
considerara el concurso de delitos951.
951
POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, págs. 120 y sigs.
952
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, págs. 402 y
sigs.
340
estatus de la organización criminal953. Y con ello se actualiza el topos que hemos
defendido a lo largo de la presente investigación que es la imputación de delitos
cometidos a través de la organización, lo que nos interesa en suma es la pertenencia
a la organización criminal, es decir, la organización como delito. Con ello podemos
defender la adhesión a la organización criminal es fundamental para la imputación a
los miembros de la misma, así cada miembro de la organización criminal se halla
sometido al poder constitutivo de la organización y por ende son responsables de un
delito de organización como estatus.
Finalmente considero que el Derecho penal del enemigo debe ser considerado
como Derecho penal de excepción954, donde los miembros de la organización
criminal sin dejar de ser ciudadanos en Derecho se justifique un tratamiento
jurídico-penal, procesal y penitenciario especial “excepcional” en el marco de un
Estado democrático de Derecho, un Derecho penal de peligrosidad que combate
sujetos especialmente peligrosos como lo son los miembros de la organización
criminal con medidas de protección que se encuentran legitimadas y con límites
legales constitucionales, acopiadas en las legislaciones tanto de España como de
México, y por ello considero que el Derecho penal del enemigo se encuentra más
vivo que nunca.
953
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Criminalidad organizada…, op. cit., 2013, pág. 136.
954
En este sentido, JAKOBS, Günther, En los límites de la orientación jurídica: Derecho
penal del enemigo…, op. cit., 2013, pág. 28: “se trata internamente de Derecho penal del enemigo,
de manera que los enemigos resultan jurídicamente excluidos o, de manera más precisa, se
autoexcluyen. A pesar de eso, el Derecho penal del enemigo es una creación peligrosa, pero
precisamente por eso debe ser definido y calificado como Derecho de excepción”.
341
342
CAPITULO VII
ITER CRIMINIS, LA TENTATIVA Y EL DESISTIMIENTO EN LA
ORGANIZACIÓN CRIMINAL
955
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal. Parte general I. El hecho punible, trads.
CANCIO MELIÁ, Manuel / SANCINETTI, Marcelo A., Thomson, Civitas, España, 2000, pág. 275.
956
GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico. Parte general, Ara editores, Perú,
2003, pág. 707.
343
progresiva delictiva, que pasa por la ideación identificando el propósito de
agrupación, los actos preparatorios, los actos de ejecución y la consumación del
delito, pues el iter criminis está conformado por una fase interna y una fase
externa957.
957
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal. Parte general, tomo II,
Tecnos, 2ª edic., España, 2016, pág. 237.
958
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general, 10ª edic., Editorial Reppertor,
Barcelona, España, 2015, pág. 341.
959
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 237.
344
finalmente la etapa de la resolución que es donde el autor ejecuta el comportamiento
penalmente relevante960.
La fase externa corresponde a los actos de manifestación de la voluntad
personal, que tienen relevancia jurídico penal y que conllevan a la conformación
primaria de una representación típica por parte del autor del delito. En está fase
externa el autor del delito demuestra que su voluntad personal trasciende de lo
interno, de su ámbito mental y su comportamiento exteriorizado alcanza un
significado socialmente dañoso, con significaciones de expectativa social que son
penalmente relevantes961. Los actos externos se conforman por los actos
preparatorios y los actos de ejecución.
1) La preparación
960
QUINTERO, María Eloísa, Complemento a la realización del tipo y a la culpabilidad:
Actos preparatorios, tentativa y desistimiento, en http://www.inacipe.gob.mx/stories/investigacion/
descargas/CAPÍTULO%2011%20Complemento.pdf, pág. 7.
961
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 238.
962
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 276.
963
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 346.
964
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 858.
345
preparatorios, que representan una especial peligrosidad que encierra la implicación
de otras personas en la aspiración criminal965, como la conspiración, la proposición,
la provocación y la apología regulados por los artículos 17 y 18 del CPE966.
Por otro lado, el legislador tipifica de manera autónoma ciertos delitos como
consumados no obstante poder ser considerados como actos preparatorios como es
el caso de la organización criminal967. Los actos preparatorios del delito son
definidos como “actos exteriores que no consisten en la ejecución sino en la
preparación de un hecho delictivo”968. Tradicionalmente los actos preparatorios se
consideran como irrelevantes para el Derecho penal, por consecuencia son impunes,
si bien algunos actos preparatorios pueden ser considerados como punibles por su
propia estructura de preparación y por razones de técnica legislativa, así podemos
observar supuestos donde se anticipa las barreras de punibilidad al momento de la
ejecución de actos preparatorios969. Así, la LFAFE en su artículo 83 bis sanciona:
“Al que sin el permiso correspondiente hiciere acopio de armas, se le sancionara…”,
aquí nos referimos que el acopio de armas se entiende por la posesión de más de
cinco armas de las de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea mexicana,
aquí el acopio de armas no solo tiene la finalidad de poseer y de acumular más de
965
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 341.
966
Artículo 17 y 18 del CPE. Artículo 17. 1. La conspiración existe cuando dos o más
personas se concierten para la ejecución de un delito y resuelven ejecutarlo. 2. La proposición existe
cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a ejecutarlo. 3. La
conspiración y la proposición para delinquir sólo se castigarán en los casos especialmente previstos
en la ley. Artículo 18. 1. La provocación existe cuando directamente se incita por medio de la
imprenta, la radiodifusión o cualquiera otro medio de eficacia semejante, que facilite le publicidad,
o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un delito. Es apología, a los efectos de
este Código, la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de
ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. La apología sólo será delictiva
como forma de provocación y si por su naturaleza y circunstancias constituye una incitación directa
a cometer un delito. 2. La provocación se castigará exclusivamente en los casos en que la Ley así lo
prevea. Si a la provocación hubiese seguido la perpetración del delito, se castigara como inducción.
967
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
238.
968
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 238.
969
QUINTERO, María Eloísa, Complemento a la realización del tipo y a la culpabilidad, op.
cit., pág. 20.
346
cinco armas con las especificaciones descritas, sino que se tiene con una finalidad
posterior, en este caso el de venta de esas armas a un grupo autodefensa en
Michoacán, México, configurándose otro delito que es el comercio de armas
tipificado en el artículo 83 bis fracción II de la LFAFE que señala que “a los
comerciantes en armas que sin permiso trasmitan la propiedad de los objetos a que
se refiere la fracción I… (los objetos se refiere a armas, municiones, cartuchos y
explosivos)”, por ello en el mundo fáctico y procesal el acopio de armas es un acto
preparatorio considerado ya un delito consumado y autónomo, para la preparación
de otro delito posterior que es el comercio de armas. Otro caso similar es lo que
ocurre en los delitos contra la salud en su modalidad de cultivo o cosecha de plantas
de marihuana y su posterior comercialización sancionado el primero de ellos por el
artículo 198 y el segundo por el artículo 194 ambos del CPM, primeramente para
poder vender la planta de la marihuana es necesario poderla tener, así que, es
necesario primero cosecharla, posterior a ello se realizan los procedimientos
agropecuarios y técnicos para estar preparada para su posterior venta y
comercialización, con ello podemos afirmar que la siembra, cultivo o cosecha de la
planta de marihuana es un acto preparatorio considerado ya como un delito
consumado y autónomo, para posteriormente configurar también la figura de la
comercialización de la marihuana. Este concepto de acto preparatorio nos servirá de
base para fundamentar a la organización criminal como un acto preparatorio para
cometer el delito fin.
2) La ejecución
347
conducta punible970. La ejecución consiste en una conducta real del sujeto, que ha
decidido cometer un delito por medio de acciones de decisión de su voluntad971. La
tentativa es acto ejecutivo imperfecto, en que el autor comienza a ejecutar los actos
encaminados a concretar la consumación y, sin embargo, por causas ajenas a él no se
logra la consumación ad nutum, así, habrá tentativa cuando el autor ha realizado
todo o en partes los elementos de estructura sistemática del tipo penal pero que no se
ha logrado la consumación in totum, y la consumación representa el acto ejecutivo
perfecto972, es decir, es el momento en que compendian todos los elementos de la
estructura sistémica del tipo penal, es decir, la realización completa del tipo penal973.
970
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 238.
971
STRUENSEE, Eberhard, Dolo, tentativa y delito punitivo, trad., SANCINETTI, Marcelo A.,
Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 1992, págs. 27 y sigs.
972
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 243.
973
GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico…, op. cit., 2003, pág. 714.
974
POLAINO ORTS, Miguel, Curso de Derecho penal del enemigo. Delincuencia grave y
exclusión social en el Estado de Derecho, Editorial edición digital, 2ª edición España, 2013, pág.
87.
975
POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 345.
348
que anticipa la criminalidad a un estadio previo, remonta las barreras de protección
al momento de configurarse la organización criminal.
349
seguridad cognitiva de los ciudadanos, sin que sea necesaria la constatación de esa
peligrosidad.
979
MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal. Algunas
consideraciones conceptuales, en Revista de estudios de la Justicia, Centro de estudios de la
Justicia, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, Chile, No. 4, 2004, págs. 152 y sigs.
980
GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio, Asociaciones ilícitas en el código penal, Bosch,
España, 1978, pág. 338.
981
En este sentido, expresamente, POLAINO-ORTS: “Pero tampoco es inusual que los
mismos Códigos contengan, dentro de su Parte especial, autónomas incriminaciones de tipos
consumados que, en realidad, responden a la estructura de tentativa de otro delito diverso.
Constituyen éstos tipos de delito de consumación anticipada, mediante la incriminación de
tentativas autónomas en los que ficticiamente, y debido al grado de enemistad jurídica manifiesta
350
protección penal, liberar la maquinaria del Ius puniendi en un estadio previo a la
lesión material del bien jurídico y con ello “asegurar anticipadamente las
condiciones de la de vigencia real de la norma, afianzando la seguridad cognitiva de
los ciudadanos en función orientadora de la norma”982, como protección del bien
jurídico genérico que es la vigencia de la norma.
351
El artículo 2º de la LFDO señala: “Cuando tres o más personas se organicen
de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o
unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos
siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia
organizada”. Cuando tres o más personas se organicen de hecho para llevar a cabo
de forma permanente o reiterada conductas que por si mismas o unidas a otras que
tengan como fin o resultado cometer algunos de los delitos señalados en las ocho
fracciones del artículo en comento, estaríamos hablando de que se ha configurado el
delito de delincuencia organizada y se entiende como un delito ya consumado al
estar integrado en su totalidad los elementos sistemáticos del hecho punible, con lo
anterior, podemos afirmar que la organización criminal es considerada como una
organización que es fuente de eventual peligro para el bien jurídico material
protegido que es la seguridad ciudadana.
El artículo 570 bis del CPE dispone: “1. Quienes promuevan, constituyeren,
organizaren, coordinaren o dirigieren una organización criminal …,si aquélla tuviere
por finalidad u objeto la comisión de delitos graves…, y quienes, participaren
activamente en la organización, formen parte de ella o cooperen económicamente o
de cualquier otro modo con la misma…, con el fin de cometer delitos graves…,
entendiéndose por organización criminal la agrupación formada por más de dos
personas con carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera concertada y
coordinada se repartan diversas tareas o funciones con el fin de cometer delitos”, por
lo que podemos advertir que la agrupación conformada por tres o mas personas que
con carácter estable o por tiempo indefinido, y de manera concertada y coordinada
se repartan tareas como las de promover, constituir, organizar, coordinar, dirigir,
participar, cooperar o pertenecer a ella y que tenga como finalidad cometer delitos
graves nos encontraríamos en la hipótesis normativa de organizaciones criminales,
también estaría consumado ya en todos sus elementos descritos en el tipo, y
materialmente esta agrupación criminal servirá para cometer delitos fin
352
posteriormente, por ello el legislador considera adelantar las barreras de punición
por su estatus de peligrosidad cognitiva.
985
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 354.
986
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 355.
353
un estadio de adelantamiento de la punibilidad anterior a la consumación987, que
pretende sancionar por la puesto en peligro de un bien jurídicamente protegido y así
mismo, por mantener la vigencia de la norma, en otras palabras, en el
comportamiento que no supone consumación es un caso de anticipación de la
punibilidad988. El fundamento de la punibilidad en el injusto de tentativa reside en la
ejecución de un comportamiento previo a la consumación del delito toda vez se
acredita la objetiva puesta en peligro del bien jurídico material y genérico y la
manifestación del dolo en el hecho989. También realiza la misma quien “se pone de
manera inmediata a realizar el tipo penal, lesiona ya la norma de conducta
sancionada penalmente, que ha de ser asegurada por la conminación penal”990.
987
MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal…, op. cit.,
2004, págs. 137 y sigs.
988
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 852.
989
JAKOBS, Günther, “El desistimiento como modificación del hecho”, trad. PEÑARANDA
RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ, Manuel /
PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España.
1997, págs. 325 y sigs.
990
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 277.
991
Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 319.
354
ejecutivos no podrán ser consumados, así en palabras de POLAINO NAVARRETE “la
tentativa empieza allí donde acaba el acto preparatorio, y la consumación empieza
allí donde acaba la tentativa”992.
El injusto penal -en este caso tanto el injusto de delito consumado como
injusto de tentativa- expresa un quebrantamiento a la norma por aquél sujeto que
excede del riesgo permitido establecido en el tipo y que las propias normas jurídico
penales prohíben dicho comportamiento, por consiguiente el quebrantamiento de la
norma se certifica tanto en el injusto del delito consumado como en el injusto de
tentativa, aunque este quebrantamiento se objetivice más intensamente en el delito
consumado que en la tentativa995.
Cabe por ello afirmar que el injusto de la tentativa es igual al del delito
consumado, en cuanto ambos exigen para su configuración un resultado jurídico,
992
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 244.
993
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura. Sobre el concepto jurídico-penal de resultado, Universidad
Externado de Colombia, Centro de investigación en Filosofía y Derecho, Colombia, 2004, pág. 11.
994
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 249,
quien manifiesta: “Toda acción delictiva supone una infracción de una norma y, en consecuencia, la
pena que se impone por la realización de tal acción constituye la reacción al quebrantamiento de
una norma. Quebrantamiento o desautorización a la norma y reacción a ese quebrantamiento o
desautorización es, pues, un binomio básico que describe la relación entre delito y pena”. Vid.
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de mera
actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 11.
995
JAKOBS, Günther, El desistimiento como modificación del hecho…, op. cit., 1997, pág.
326.
355
que conlleva un desvalor normativo y ambos implican un quebrantamiento a la
norma, existiendo entre ambos una diferencia de índole cuantitativa, por cuanto,
mientras en la tentativa existe el quebrantamiento de la norma más la puesta en
peligro del bien jurídico protegido, en el delito consumado se produce el
quebrantamiento o desautorización de la norma pero ya no se presenta la puesta en
peligro del bien jurídico protegido sino precisamente la lesión típica del mismo bien
jurídico996. Entonces, tanto en el delito consumado como en el injusto de tentativa,
se infiere una lesión a la norma jurídica penal, una desautorización que conlleva una
reacción punitiva con el objeto de seguir manteniendo la validez de la norma997.
996
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
247.
997
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 13.
998
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, págs. 860 y 861.
999
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 864. Así,
también, POLAINO-ORTS: “desde el punto de vista normativo ha de concluirse que la tentativa
supone ya una defraudación de la norma, una infracción de las bases de vigencia de una norma
concreta”. Vid. POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 332.
356
iniciar un juicio objetivo y racional conforme al hecho penalmente relevante1000, y
supone que el sujeto inicia la ejecución de un hecho típico, sin que se llegue a
producir el resultado por causas ajenas a la voluntad del sujeto1001. A pesar de que la
lesión material del bien jurídico no se ha presentado, se considera adecuado
combatir anticipadamente esa conducta toda vez que desde la visión normativo la
lesión a la vigencia de la norma se ha confirmado, corroborando que tanto el injusto
de delito consumado como el injusto de tentativa son una infracción perfecta a la
norma, por ello la punición de la tentativa queda justificada por el hecho de que
desde le punto de vista normativo es un grado de ejecución perfecto en cuanto al
quebrantamiento de la validez de la norma1002.
Por otro lado, la tentativa presenta tres elementos: a) una parte objetiva, la
ejecución parcial o total que no llega a consumación ; b) una parte subjetiva, la
voluntad de consumación del autor; y c) la ausencia de desistimiento voluntario. De
manera que la parte objetiva del plan del autor se centra en la puesta en peligro
inmediata del bien jurídico material y la inmediatez temporal, se inicia la tentativa
cuando se produce de forma inmediata la puesta en peligro del bien jurídico y se
prosigue inmediatamente a la ejecución del tipo penal1003.
1000
JAKOBS, Günther, “Representación del autor e imputación objetiva”, trad. SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J, en JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, trads. CANCIO MELIÁ,
Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid,
España, 1997, págs. 231 y sigs.
1001
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 332.
1002
Apud POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 335.
1003
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, págs. 355 y sigs.
357
resultado delictivo que justamente no se ha producido1004. La tentativa se caracteriza
por la realización completa del tipo subjetivo que se confronta a una carencia del
tipo objetivo, la no realización del tipo objetivo, con una realización incompleta o
una realización completa del tipo subjetivo1005.
1004
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, págs. 282 y sigs.
1005
STRUENSEE, Eberhard, Dolo, tentativa y delito punitivo…, op. cit., 1992, pág. 43.
1006
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 34.
1007
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 35.
358
Por otra parte, ROXIN señala que el fundamento de la tentativa radica en la
necesidad político-criminal de prevención general o de prevención especial de
sancionar penalmente aquellas conductas que pongan en peligro el bien jurídico de
manera dolosa y que también realicen una infracción normativa que se manifiesta en
una acción cercana al tipo. Esta conducta cercana al tipo se encuentra en la tentativa
idónea, siendo un nivel previo a la consumación y encajando sólo la tentativa idónea
dentro de la teoría de la imputación objetiva, pues “la tentativa idónea consiste en la
creación de un riesgo no permitido cuya realización caracteriza a la
consumación”1008.
Por ello, podemos decir que cabría la posibilidad de que en los delitos de
mera actividad como lo es la organización criminal, siendo posible apreciar la
tentativa como una forma imperfecta de realización del injusto penal, respecto de la
1008
ROXIN, Claus, “Acerca del fundamento penal de la tentativa”, trads. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., en ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, Idemsa, Lima, Perú, 1998, págs.
255 y sigs.
1009
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los
delitos de mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 36.
359
conducta de fundar una organización1010, pero no cualquier organización sino una
organización criminal, que tenga como principal finalidad el intento desestabilizador
de la seguridad ciudadana como bien jurídico, en relación con el quebrantamiento de
la norma. Así, corresponde apreciar tentativa cuando alguno de los miembros de la
organización criminal promovieran, constituyeren, organizaren, coordinaren o
dirigieren una organización criminal, así como participación activa, cuando formen
parte de ella o cooperan económicamente en la organización criminal, sin perjuicio
de estar a presencia de un delito de mera actividad y que para su consumación se
necesita la completa ejecución de la conducta típica.
1010
Vid. GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio, Asociaciones ilícitas en el código penal…,
op. cit., 1978, pág. 328.
360
a) La agrupación formada por más de dos personas. El primer requisito o
elemento del tipo es un elemento cuantitativo el número de personas que deben ser
como un mínimo de tres para poder configurar la organización criminal, sin
embargo, la simple agrupación de tres o más personas de inicio no resulta ilícita, así
que si esta agrupación de personas consiguiese acreditar el injusto de tentativa de
organización criminal en este apartado sería un acto preparatorio impune, ya que las
agrupaciones de personas así de simples son lícitas, por lo tanto, habría una tentativa
inidónea e impune1011;
361
delictiva, por lo que podríamos asegurar que es una organización jerarquizada y con
una estructura bien definida, al repartirse tareas y actividades delictivas, debe
contener una complejidad organizativa, como lo mencionamos un reparto de tareas y
actividades, sin embargo, no podemos asegurar que dicha organización sea ilícita
por que existen infinidad de organizaciones permanentes y con un reparto de tareas
en el ámbito jurídico y que son consideradas lícitas, por lo tanto, la solución es
tentativa inidónea e impune;
1012
Vid. JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, págs. 928 y sigs.
1013
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 565.
362
a) “Quienes promovieran, constituyeren, organizaren, coordinaren o
dirigieren una a organización criminal serán castigados con la pena de prisión de
cuatro a ocho años si aquélla tuviere por finalidad u objeto la comisión de delitos
graves, y con pena de prisión de tres a seis años en los demás casos”. Ahora bien,
por lo que respecta a estas formas de participación en la organización criminal,
podemos decir que sólo es posible el injusto de tentativa en la promoción, como una
tentativa de inducción intentada, ya que como lo manifestamos el delito de
organización criminal lo consideramos como ya consumado, y sólo a alguno o
algunos de los miembros le corresponde cada una de las tareas específicas a repartir
de forma coordinada y concertada, que es la promoción de la organización criminal,
que puede ser ejecutada practicando esa actividades que debería producir un
resultado, pero no un resultado material como lo hemos mencionado, sino como un
resultado normativo, que otras personas quebranten la norma y decidan agruparse a
una organización criminal, y que por causas ajenas a los miembros de la
organización no se produjo el resultado de la promoción, aunque el miembro de la
organización criminal hizo todo o parte de lo actos para lograr objetivamente la
producción del resultado, que es la promoción de la organización criminal, por ello
si cabria el injusto de tentativa acabada de inducción1014, toda vez que, a través de la
promoción se induce a un tercero a cometer el hecho, que es integrarse como
miembro de la organización criminal, solo en la modalidad de la promoción porque
de facto el miembro de la organización criminal ya per se ha cometido el delito de
organizaciones criminales por pertenecer al mismo.
363
estaríamos hablando de organizaciones criminales, sino de organizaciones lícitas y
por lo tanto no punibles. La coordinación y la dirección son tareas también propias
del delito ya consumado y que rigen por las mismas condiciones de punibilidad de
los miembros de la organización criminal1015.
1015
En este sentido FARALDO CABANA manifiesta: “Estas conductas individuales de
fundación, integración, dirección o favorecimiento deben realizarse en el seno o a favor de una
asociación, organización o grupo concretos, los cuales, son la única excepción de la conducta típica
de fundación, deben estar ya constituidos”. Vid. FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y
organizaciones criminales en el código penal español, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2012,
pág. 337.
364
tendría repercusión en la agravante de participación, pero resultaría óbice para el
delito de organizaciones criminales.
365
c) “Conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado
cometer alguno o algunos de los delitos siguientes”. Constituye un elementos
subjetivo de realizar ciertas conductas delictivas de manera individual o colectiva,
de manera que los miembros de la delincuencia organizada tienen como finalidad
cometer conductas delictivas que contempla el artículo en estudio, de modo que a la
integración de una organización delictiva se une la finalidad de realización de una
conducta delictiva, y es en este momento cuando el delito de delincuencia
organizada se consuma.
1016
En sentido similar, GARCÍA-PABLOS: “1) Los delitos de asociaciones ilícitas tipifican
actos preparatorios, y respecto a los actos preparatorios no caben las formas imperfectas, 2) No cabe
la tentativa en los delitos formales –como los de asociaciones ilícitas- porque estos tipos no admiten
estadios intermedios entre la conducta preparatoria y la consumación, 3) la formas imperfectas sólo
son imaginables en aquellos comportamientos susceptibles de fraccionamiento, divisibles,
compuestos de una pluralidad de actos, lo que no es el caso en estos delitos; 4) Conceptualmente no
pueden admitirse las formas imperfectas de los mismo: en ciertas hipótesis legales, al menos, como
las de “organizar” y “dirigir” una asociación ilegal sería un absurdo lógico; 5) En todo caso, y dada
la configuración “escalonada” de los respectivos tipos, no tiene sentido planear el problema de las
formas imperfectas; porque en los contados supuestos en que pudiera presentarse, las tentativas se
convertirían automáticamente en consumaciones de otros tipos”. Vid. GARCÍA-PABLOS DE MOLINA,
Antonio, Asociaciones ilícitas en el código penal, Bosch, España, 1978, págs. 330 y 331.
366
pues se estima ya punible la ejecución del comportamiento básico con la finalidad
típica exigida1017.
1017
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 37.
1018
Cfr., JAKOBS, Günther, Representación del autor e imputación objetiva…, op. cit., 1997,
pág. 224 .
367
organización sin conseguirlo; sin embargo, este tipo de conductas son per se lícitas,
considerándolas como una tentativa inidónea e impune1019, y si consideramos a la
tentativa inidónea ajustada a la teoría de la imputación objetiva, por el principio del
riesgo permitido, en la tentativa inidónea no existe ningún riesgo ex ante de la
finalidad de cometer delitos fin1020. Así para determinar de facto la constitución de la
organización ha de constar el elemento intencional de la finalidad de cometer delitos
fin, sin que sea necesaria la ejecución de los mismos1021.
1019
Vid. MIR PUIG, Santiago, Derecho penal…, op. cit., 2015, pág. 347: “La impunidad de
la tentativa absolutamente inidónea, porque no resulta objetivamente peligrosa”.
1020
Vid. ROXIN, Claus, Acerca del fundamento penal de la tentativa… op. cit., 1998, pág.
261.
1021
Apud FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en
el código penal español…, op. cit., 2012, págs. 337 y sigs.
1022
Vid. JAKOBS, Günther, Representación del autor e imputación objetiva…, op. cit., 1997,
pág. 235.
1023
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, págs. 282 y sigs.
368
exterioriza realizando en parte o totalmente los actos ejecutivos que deberían
producir el resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si aquél no se consuma
por causas ajenas a la voluntad del agente”. El legislador mexicano considera a la
tentativa desde un punto de vista de la teoría mixta subjetiva-objetiva ya que pone de
manifiesto que se debe exteriorizar -momento objetivo- la resolución de cometer el
delito -momento subjetivo- y en segundo lugar, en el uso del término “parte” se
refiere a la tentativa inacabada y en el uso del término “totalmente” contempla la
tentativa acabada1024.
1024
QUINTERO, María Eloísa, Complemento a la realización del tipo y a la culpabilidad, op.
cit., pág. 25.
1025
Época: Novena Época, Registro: 197472, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Tipo de, Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VI,
Noviembre de 1997, Materia(s): Penal, Tesis: IV.4o.1 P, Página: 515, rubro “Salud, delito contra la.
tentativa de suministro. los actos preparatorios no la integran”.
1026
Época: Novena Época, Registro: 189846, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Tipo de, Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIII, Abril
de 2001, Materia(s): Penal, Tesis: XIX.2o.34 P, Página: 1141, rubro, “Tentativa delictuosa.
elementos para que la conducta del activo sea idónea para integrarla (legislación del estado de
tamaulipas)”.
369
estima que la tentativa punible debe contener tres actos: a) un aspecto subjetivo
relacionado con la voluntad del sujeto para dirigir sus actos a la comisión de un
delito, es decir, una finalidad fáctica; b) un elemento objetivo encaminado a causa
una lesión material al bien jurídico protegido; c) un elemento no perteneciente a la
voluntad del autor que se refiere a que no se llega a la consumación del delito por
causas ajenas a él.
1027
CPE artículo 16.1.
1028
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 244.
370
actividad, por ello debemos entender que el legislador lo que trata de tipificar es el
resultado típico de una conducta penalmente relevante, es decir, la puesta en marcha
de un comportamiento que lesiona o pone en peligro al bien jurídico protegido, por
tal razón es de entender que todos los delitos tienen un resultado típico o jurídico1029
y sólo algunos exigirán la producción de un resultado material. Por ello, el resultado
a que alude el artículo 16.1 ha de ser entendido en el sentido normativo del
quebrantamiento de la vigencia de la norma por la creación de un riesgo no
permitido que por ello debe ser sancionado.
1029
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 247.
1030
Sobre las teorías que sustentan la punibilidad de la tentativa, CUELLO CONTRERAS,
Joaquín, El Derecho Penal español. Parte general. Teoría del delito (2),volumen II, 2ª edic.,
Dykinson, Madrid, España, 2009: NÚÑEZ PAZ, Miguel Ángel, El delito intentado. Fundamento de
su punición, concepto, naturaleza y elementos. La llamada tentativa inidónea, el desistimiento en la
tentativa, Colex, España, 2003; FARRÉ TREPAT, Elena, La tentativa de delito. Doctrina y
Jurisprudencia, Bosch, España, 1986.
1031
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, págs. 19 y sigs.
1032
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 244.
371
delictiva del autor del comportamiento delictivo lo que repercute mas allá del
pensamiento delictivo mismo, lo que se necesita es que estos puros pensamiento se
exterioricen con iniciar uno o el completo de los elementos del tipo penal, con
independencia de alcanzar el resultado querido, así el injusto de tentativa es
valorado por la desvalor de acción1033. Así, la punición de la tentativa reside en la
voluntad expresa por el autor criminal independientemente de la puesta o no del
peligro del bien jurídico protegido: “Si el autor realiza todo lo que, según su plan, es
necesario, entonces existe ya, plena y completamente, el desvalor de acción”1034.
1033
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
245. Vid. también POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los
delitos de mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 26: “Las teorías subjetivas parten
de la idea de que el injusto (también injusto de tentativa) es valorado por un juicio de desvalor de
acción”.
1034
KAUFMANN, Armin, en POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el
ejemplo de los delitos de mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 26.
1035
POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de
mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, pág. 27.
1036
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, págs. 861 y 862.
1037
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 282.
372
de la tentativa se conforma con una composición subjetiva interna de decisión del
sujeto y su acto de voluntad dirigido a la consumación del hecho en un plano
netamente subjetivo, que es donde se puede corroborar tanto la tentativa acabada y
la inacabada1038.
1038
STRUENSEE, Eberhard, Dolo, tentativa y delito punitivo…, op. cit.., 1992, págs. 55 y 56.
1039
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
245.
1040
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 860.
1041
MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal…, op. cit.,
2004, pág. 141.
373
comportamiento del sujeto haya sido creador de un riesgo típicamente relevante
desde un panorama ex ante1042. Es por ello que, para la imputación objetiva, el
comportamiento de un sujeto resulta ser penalmente relevante cuando establece la
infracción de un rol, por ello se le atribuye al portador de ese rol la creación de un
riesgo prohibido mediante el incumplimiento de los deberes que derivan de su
organización como persona en sociedad1043, por ello cuando, el sujeto ha
quebrantado una norma jurídico penal a través de su infracción a su rol social y con
ello ha objetivizado su conducta hacia la puesta en peligro del bien jurídico material
y genérico, estaríamos hablando del injusto de tentativa.
Por otro lado, existe también una teoría mixta objetiva-subjetiva conocida
como teoría de la impresión. Esta teoría se manifiesta por la impresión de la
conducta en la sociedad, estimando que la conducta que causa una alarma en la
sociedad es la que debe ser sancionada, y explicando la punibilidad de la tentativa a
partir del efecto de conmoción social. El fundamento de la tentativa es la voluntad
del autor que dirige su comportamiento en contra de la norma, y con ello ve afectada
la confianza de la colectividad de la validez del ordenamiento jurídico, así como la
percepción de seguridad jurídica. También se basa la punibilidad de la tentativa en la
peligrosidad del autor, ya que la puesta en peligro de bien jurídico protegido reside
1042
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal…, op.
cit., 2004, pág. 141.
1043
GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico. Parte general, Ara editores, Perú,
2003, pág. 711.
1044
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, págs. 860 y 862.
374
en la voluntad dirigida al hecho penalmente relevante1045. Se ha considerado que la
teoría de la impresión comprende mejor el fundamento de la punibilidad de la
tentativa por la necesidad de la “preservación del ordenamiento jurídico: manifiesta
que en la tentativa el objeto de punición es la voluntad antijurídica del autor
trasladada al hecho, esto es, el injusto doloso de acción del tipo correspondiente”1046.
1045
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, págs. 552 y 553.
1046
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 553.
1047
Vid., en el mismo sentido, JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit.,
1997, pág. 868: “El § 22 no comprende la tentativa imprudente, ya que este precepto exige la
representación del hecho como acción y como ocasionamiento del resultado”; MIR PUIG, Santiago,
Derecho penal…, op. cit., 2015, pág., 341: “en los delitos imprudentes sólo puede castigarse la
consumación”.
1048
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, págs. 554 y 555.
375
complementan perfectamente y se reclaman recíprocamente, de manera que cuando
los elementos realizados para la consecución de un resultado normativo son idóneos,
se debe punir dicha infracción normativa a nivel de injusto de tentativa1049.
1049
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, El injusto de la tentativa en el ejemplo de los
delitos de mera actividad y de omisión pura…, op. cit., 2004, págs. 28 y sigs.
1050
ROXIN, Claus, Acerca del fundamento penal de la tentativa… op. cit., 1998, págs. 264 y
sigs.
1051
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 560.
1052
Vid. JAKOBS, Günther, Derecho penal, Parte general…, op. cit., 1997, pág. 889;
GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico…, op, cit, 2003, pág. 725: “En la tentativa
acabada el autor ha realizado todos los actos dirigidos ala producción de la consumación del delito”.
376
cuando se realizan todos los elementos del tipo penal1053. En otras palabras, en la
tentativa acabada está representados completamente los actos decididos para lograr
la consumación.
1053
MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 363.
1054
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 581.
1055
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 905.
1056
STRUENSEE, Eberhard, Dolo, tentativa y delito punitivo…, op. cit., 1992, pág. 32.
1057
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
246.
377
La tentativa inidónea es totalmente irrelevante para el Derecho penal: así,
cuando una acción que se ha puesto en marcha para realizar un hecho resulta ser
incapaz de producir una lesión al bien jurídico protegido, es decir, de alcanzar la
consumación, se considera que no es punible. Existe tentativa inidónea cuando la
conducta del sujeto dirigida hacia una realización de un tipo penal por algunas
razones no se logra alcanzar la consumación de hecho por situaciones fácticos o
jurídicas. Estos presupuestos fácticos o jurídicos pueden descansar en supuestos
inidóneos, como pueden ser el objeto, el medio o el sujeto y por lo tanto resulta
óbice punir dichos actos1058.
Contrariamente, MIR PUIG considera que la tentativa inidónea tendría que ser
punible, ya que en un Derecho penal preventivo de un Estado social y democrático
de Derecho, se deben sancionar todas aquellas conductas que per se aparezcan como
peligrosas para bienes jurídicos materiales, considera que la “tentativa inidónea es
peligrosa ex ante en la medida en que, para el espectador objetivo situado en el lugar
del autor hubiera podido no concurrir en ella inidoneidad y producirse por su virtud
el delito”1059, finalmente sostiene que la tentativa inidónea representa un peligro
abstracto, a diferencia del peligro concreto que ocurre en la tentativa idónea.
1058
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 569; en el
mismo sentido, MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, págs. 363 y
364: “hay delito imposible (o tentativa inidónea) cuando por inidoneidad del objeto, de los medios o
del sujeto, no podía llegarse a la consumación del delito efectivamente intentado”; STRATENWERTH,
Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 280: “todo esfuerzo ulterior tiene que estar dirigido a
precisar las circunstancias bajo las cuales una tentativa deber ser considerada peligrosa (idónea) y,
por ello, punible, o no peligrosa (inidónea) e impune”.
1059
Cfr. MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 2015, pág. 364.
378
sino la voluntad dirigida a la infracción penal por ello habrá que no hacer ninguna
diferencia entre el injusto de la tentativa y el injusto del delito consumado, por ello,
cabría la punibilidad en la tentativa tanto idónea como la inidónea1060.
Asimismo también ROXIN considera que la tentativa inidónea tendría que ser
punible en algunos casos, porque fundamenta la peligrosidad cercana al tipo que se
encuentra en la representación del autor, que cimenta una perturbación para la paz
altera el sentimiento de seguridad jurídica y ocasiona una conmoción jurídica,
considera que la tentativa inidónea es una perturbación de la paz sin una real puesta
en peligro, que sin embargo es considerablemente menor1061, igualmente la
considera básicamente punible porque “quien con su acción parte erróneamente de
circunstancias que, si se presentaran, completarían al tipo”1062 y por ello debe ser
punible.
1060
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 280.
1061
ROXIN, Claus, Acerca del fundamento penal de la tentativa… op. cit., 1998, págs. 262 y
sigs.
1062
ROXIN, Claus, “La delimitación entre tentativa inidónea y delito putativo”, trad.
ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., en ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, Idemsa,
Lima, Perú, 1998, pág. 317.
1063
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 898.
1064
Cfr., en sentido contrario, ROXIN, Claus, “Sobre el desistimiento de la tentativa
inacabada”, trad. LUZON PEÑA, Diego-Manuel, en ROXIN, Claus, Problemas básicos de Derecho
379
la impunidad en el desistimiento como un estimulo o incentivo dirigido al autor de
la tentativa para que evite la consumación; el desistimiento es constituido por un
comportamiento del autor al cual resulta atribuible la evitación de la consumación de
una tentativa ya emprendida1065.
penal, Reus, Madrid, España, 1976, pág. 252: “Sea cual sea le motivo que se considere como ratio
legis de la impunidad del desistimiento voluntario, ninguna de las concepciones en pugna, podrá
justificar el privilegio en tales casos. No hay por qué tenderle un puente de plata a costa de la
impunidad para que se vuelva atrás a quien ve fracasar su plan de realizar impunemente el delito y
lo abandona ya por esa razón”.
1065
MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal…, op. cit.,
2004, págs. 165, 167.
1066
ROXIN, Claus, Sobre el desistimiento de la tentativa inacabada…, op. cit., 1976, págs.
253 y sigs.
1067
Apud GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico…, op. cit., 2003, págs. 725 y
sigs.
380
Quien voluntariamente se desiste y evita la consumación del hecho o se
esfuerza ponderadamente en ello, enmienda la perturbación social y por ello merece
indulgencia1068. El desistimiento del autor presupone en todo momento que el sujeto
está en posibilidades de consumar el hecho y renuncia a hacerlo, modificando el
desistimiento el hecho, que ya no llega a su consumación.
1068
Apud JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 580.
1069
ROXIN, Claus, Sobre el desistimiento de la tentativa inacabada…, op. cit., 1976, págs.
265 y sigs.
1070
Apud JAKOBS, Günther, El desistimiento como modificación del hecho…, op. cit., 1997,
págs. 328 y sigs.
381
Así, podemos decir que existen supuestos donde la ausencia de consumación
es atribuible al comportamiento del autor, que de manera voluntaria interrumpe su
ejecución o realiza acciones tendientes a evitar su consumación. El desistimiento se
entiende como una abolición del injusto de la tentativa, por ello tiene como resultado
de manera sistemática la exclusión del injusto típico. JAKOBS sostiene que el
desistimiento no puede hacer desaparecer la tentativa, sólo cesa la fase de la
tentativa, porque ya un momento ex ante hubo un quebrantamiento de la validez de
la vigencia de la norma, por tanto, se presenta una minimización del
quebrantamiento de la norma que tiene relevancia en todas las categorías del delito,
por lo tanto procede la renuncia de la pena1071. Por ello, una conducta de
desistimiento exonera la pena por tentativa cuando se lleva a cabo voluntariamente:
“voluntaria es, por tanto, la motivación a desistir que es incompatible con la
motivación de realizar un hecho concreto”1072.
Con todo, el autor sólo se puede desistir en la medida en que puede revestir
su camino hacia la realización del tipo penal, así sólo puede hablar del desistimiento
cuando el autor puede en la esfera de su dominio eliminar la creación del peligro
penalmente relevante.
El artículo 12, párrafo tercero, del CPM señala: “Si el sujeto desiste
espontáneamente de la ejecución o impide la consumación del delito, no se
impondrá pena o medida de seguridad alguna por lo que a éste se refiere, sin
perjuicio de aplicar la que corresponda a actos ejecutados u omitidos que
constituyan por sí mismos delitos”. El autor del comportamiento del injusto de
tentativa se desiste espontáneamente de la ejecución del delito emprendido y además
impide voluntariamente la consumación del delito. A consecuencia de ello, la
1071
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 899.
1072
JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 918.
382
doctrina mayoritaria considera que el desistimiento es considerado impune, y -como
establece el legislador- “no se le impondrá, pena o medida de seguridad alguna”,
salvo que haya cometido algún otro delito diferente, lo que puede considerarse como
un premio punitivo al que se desista voluntariamente de la conducta penamente
relevante.
1073
Apud CUELLO CONTRERAS, Joaquín, El Derecho Penal español. Parte general. Teoría
del delito (2),volumen II, 2ª edic., Dykinson, Madrid, España, 2009, pág. 119.
383
del resultado, esècificando el legislador español que el impedimento o intento de
impedimento debe ser de forma seria, firme y decidida.
1074
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
245.
1075
Apud MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal…, op.
cit., 2004, pág. 161.
384
criminales y por los delitos fin, así quien ha sido miembro de una organización
criminal y se desiste de su actividad criminal1076 sigue siendo punible por los hechos
cometidos con anterioridad, así que el delito de organización criminal como delito
de peligro abstracto consumado, sigue siendo punible, pero con un beneficio en la
conminación penal1077.
1076
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 588.
1077
En este sentido, ZIFFER, Patricia S., El delito de asociación ilícita…, op. cit., 2005,
págs., 170-171: “admiten el desistimiento respecto de la asociación ilícita se vinculen a conductas
de “arrepentidos”, que premian diversas clases de intentos “serios” de impedir la subsistencia de la
asociación, o bien, aportes de información a las autoridades de persecución penal que permitan
evitar la comisión de delitos planeados por el grupo. Se trata, en general, de reglas que premian con
la impunidad -o la atenuación de la pena- distintas formas de delación, y que responden a dudosas
concepciones éticas, en las que el Estado negocia con los delincuentes a cambio de información”.
385
cumplimentar el presupuesto normativo que todas estos y demás datos ofrecidos por
el colaborador tiendan a la persecución próxima de los demás integrantes de la
organización criminal, con todo la ayuda eficaz que preste el miembro de la
organización criminal será en su beneficio ya que depende de las etapas de
investigación y etapas procesales los beneficios punitivos serán diferentes para el
miembro colaborar en la investigación y persecución de la organización criminal1078.
1078
Artículo 35 LFDO:
I Cuando no exista averiguación previa en su contra, los elementos de prueba que aporte o
se deriven de la averiguación previa iniciada por su colaboración, no serán tomados en cuenta en su
contra. Este beneficio sólo podrá otorgarse en una ocasión respecto de la misma persona;
II Cuando exista una averiguación previa en la que el colaborador esté implicado y éste
aporte indicios para la consignación de otros miembros de la delincuencia organizada, la pena que
le correspondería por los delitos por él cometidos, podrá ser reducida hasta en dos terceras partes;
III Cuando durante el proceso penal, el indiciado aporte pruebas ciertas, suficientes para
sentenciar a otros miembros de la delincuencia organizada con funciones de administración,
dirección o supervisión, la pena que le correspondería por los delitos por los que se le juzga, podrá
reducirse hasta en una mitad, y
IV Cuando un sentenciado aporte pruebas ciertas, suficientemente valoradas por el juez,
para sentenciar a otros miembros de la delincuencia organizada con funciones de administración,
dirección o supervisión, podrá otorgársele la remisión parcial de la pena, hasta en dos terceras
partes de la privativa de libertad impuesta.
En la imposición de las penas, así como en el otorgamiento de los beneficios a que se
refiere este artículo, el juez tomará en cuenta además de lo que establecen los artículos 51 y 52 del
Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en
Materia de Fuero Federal, la gravedad de los delitos cometidos por el colaborador. En los casos de
la fracción IV de este artículo, la autoridad competente tomará en cuenta la gravedad de los delitos
cometidos por el colaborador y las disposiciones que establezca la legislación sobre ejecución de
penas y medidas de seguridad.
386
apreciar en primera instancia que cuando el miembro de la organización criminal se
ha propuesto abandonar de forma voluntaria sus actividades delictivas, este
presupuesto se tendrá que valorar ya en la sentencia por el Juez o los tribunales que
conocen del sumario, pero estos beneficios punitivos se tendrán que tomar en cuenta
cuando concurran lo siguientes requisitos: a) Que la reducción punitiva debe ser
concedida ya en sentencia, es decir, el miembro de la organización criminal debe
estar sujeto a un proceso judicial, sin embargo, el abandono voluntario de la
actividad criminal debe ser antes de ser encausado al proceso para que pueda ser
beneficiario de la conminación pena, b) el abandono del la actividad criminal debe
ser voluntario, se debe acreditar el dolo de abandono, que es esencial para poder
acreditar su verdadero arrepentimiento normativo, c) este beneficio punitivo debe
estar condicionado, no vasta con el solo abandono de la actividad criminal sino que
para que surta efectos jurídicos los beneficios punitivos, el abandono de la actividad
criminal debe estar acompañado de la colaboración activa con las autoridades o con
los agentes destinados a la investigación de la organización criminal, tomando
participación activa en la colaboración para la obtención de pruebas decisivas que
tengan como finalidad la identificación o captura de otros miembros de la
organización criminal o finalmente impedir la actuación o desarrollo de la
organización criminal a la cual el colaborador haya pertenecido, y d) poder
colaborar para la evitación de futuros delitos fin, una vez cumplimentados dichos
presupuestos normativos el juez del sumario podrá otorgar al miembro de la
organización criminal beneficios punitivos, como contrapartida por su colaboración
en el seno de la organización criminal.
387
ciertas características ya analizadas. Los efectos del desistimiento del delito de
organizaciones criminales por lo menos en ambos país es la disminución de la
punibilidad, y estas razones por cuestiones de política criminal por la decisión del
miembro de la organización criminal de su desistimiento voluntario, y por ello le
reconocen al delincuente su arrepentimiento activo con una disminución de su pena.
Ante todo, resulta complicado trasladar las reglas del desistimiento para el
interviniente que participa en una organización criminal, ya que desarrolla un hecho
en el estadio previo a la realización del tipo, y dentro de la figura del desistimiento
puede darse la hipótesis del desistimiento del miembro de la organización criminal
como un autor ejecutor, por ello no sólo basta con que no siga actuando, sino que
1080
Apud JAKOBS, Günther, El desistimiento como modificación del hecho…, op. cit., 1997,
págs. 334 y sigs.
388
requiere una seria de cualidades de evitación para poder configurar su actuar de
arrepentimiento, que conlleva una serie de características específicas, toda vez que
la conducta ya está realizada y el miembro de la organización ha decidido
arrepentirse en las diferentes hipótesis normativas contempladas en la ley.
1081
Vid. JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 588:
“el desistimiento del delito consumado, de los actos preparatorios autónomos y de los delitos de
emprendimiento”.
1082
Vid. JAKOBS, Günther, Derecho penal. Parte general…, op. cit., 1997, pág. 921.
1083
Vid. JAKOBS, Günther, El desistimiento como modificación del hecho…, op. cit., 1997,
págs. 330 y sigs.
389
Ante ello, sólo es relevante el arrepentimiento en las diferentes hipótesis
normativas de evitación de participación, como criterio de medición de la pena, que
en este caso reduce o elimina las necesidades de restablecer la norma defraudada.
Máxime en el delito de organización criminal, que es un delito permanente, por lo
que la consumación de un solo acto permanece en un estado antijurídico indisoluble,
que sólo puede cesar con un acto de voluntad de los miembros que admita el
abandono de la organización1084.
1084
FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el
Código penal español…, op. cit., 2012, págs. 338-339.
1085
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 248.
1086
Así también en FARALDO CABANA, Patricia, Asociaciones ilícitas y organizaciones
criminales en el código penal español…, op. cit., 2012, pág. 340: “La consumación acaece cuando
se realiza la totalidad de los elementos del tipo de injusto de que se trate”.
1087
POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal del enemigo…, op. cit., 2009, pág. 307.
390
cumplimenten plenamente todos y cada uno de los elementos típicos exigidos en la
figura de delito. Si faltare alguno, sería insuficiente su conformación y no estaríamos
hablando de consumación, por ello la efectiva constitución en el mundo fáctico de la
organización criminal con la finalidad delictiva constituye el elemento esencial del
tipo. De ahí que no podríamos hablar de consumación si los elementos de la
descripción típica no se acreditan, y habríamos de remitirnos a los actos
preparatorios no punibles o en su caso hipotéticamente tentativa inidónea, que
representan actos atípicos anteriores al establecimiento de la organización y a la
consumación una vez constituida la organización con la finalidad delictiva exigida
en la descripción del tipo legal1088.
1088
Apud GARCÍA-PABLOS DE MOLINA, Antonio, Asociaciones ilícitas en el código penal…,
op. cit., 1978, pág. 328.
391
392
CAPÍTULO VIII
AUTORIA Y PARTICIPACIÓN: LA INTERVENCION DELICTIVA
EN EL DELITO DE ORGANIZACIÓN CRIMINAL
1089
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 310.
1090
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico – práctico de teoría del delito. Materiales de
aplicación a la investigación y judialización de delitos cometidos en el ejercicio de la función
pública, Ara, Perú, 2014, pág. 157.
1091
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 718.
393
delictiva, es decir, el tipo penal, la hipótesis normativa por lo general para dirigida
hacía un individuo “el que”, sin embargo, la descripción típica que nos concierne en
el presente análisis es un tipo penal cualificado de manera cuantitativa, es decir, el
supuesto normativo de la organización criminal de entrada contempla un número
específico mínimo de intervención criminal, si tal supuesto normativo no se
contempla en la vida fáctica no estaríamos hablando de una intervención delictiva a
título de organización criminal. La CPEUM, en su artículo 16, párrafo noveno,
manifiesta: “Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de
tres o más personas”1092, y en el artículo 2º de la LFDO: “cuando tres o más
personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada,
conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o
algunos de los delitos”1093, por lo que un elemento cuantitativo de intervención
delictiva, al mínimo tres personas para que pueda acreditarse la conducta típica de
delincuencia organizada, es origen de la complejidad de la intervención delictiva.
1092
CPEUM, artículo 16, párrafo noveno.
1093
LFDO, artículo 2º.
1094
CPE, artículo 570 bis. 1, segundo párrafo.
394
delictiva en términos de la teoría del funcionalismo y sostenerla en el desarrollo del
presente capítulo, motivo por el cual iniciamos el desarrollo del mismo.
Por consiguiente para el caso mexicano el artículo 13 del CPM nos señala que
serán personas responsables de los delitos: “Artículo 13.- Son autores o partícipes
del delito: I.- Los que acuerden o preparen su realización. II.- Los que los realicen
por sí; III.- Los que lo realicen conjuntamente; IV.- Los que lo lleven a cabo
sirviéndose de otro; V.- Los que determinen dolosamente a otro a cometerlo; VI.-
Los que dolosamente presten ayuda o auxilien a otro para su comisión; VII.- Los
que con posterioridad a su ejecución auxilien al delincuente, en cumplimiento de
una promesa anterior al delito y VIII.- los que sin acuerdo previo, intervengan con
otros en su comisión, cuando no se pueda precisar el resultado que cada quien
produjo. Los autores o partícipes a que se refiere el presente artículo responderán
cada uno en la medida de su propia culpabilidad”1095. Como podemos observar, en el
caso mexicano se señalan en el citado artículo dos formas de intervención delictiva,
la autoría y la participación, sin embargo, no hace diferenciación de una u otra, ni
tampoco identifica cual es una y cual otra, podemos distinguir en la fracción II que
se habla de la denominada autoría inmediata, la fracción III de la coautoría, la
fracción IV de la autoría mediata, la fracción V ya delimita la intervención por
participación, específicamente la inducción del participe de manera dolosa, la
fracción VII se contempla la cooperación necesaria y fracción VIII complicidad.
Figuras jurídicas de intervención delictiva que será objeto del desarrollo del presente
capítulo y que solo es menester en estas líneas solo citarlas para con posterioridad
entrar al fondo de su análisis.
1095
CPM, artículo 13.
395
los delitos y faltas los autores y cómplices”1096. El legislador español contempla a
los autores y cómplices como participes de la intervención delictiva, y en el artículo
posterior 28 donde delimita el concepto de autor y lo diferencia de los partícipes:
“son autores quienes realizan el hecho por sí solo, conjuntamente o por medio de
otro del que se sirven como instrumento”1097, aquí podemos advertir que el
legislador español considera a la autoría inmediata en primer término,
posteriormente a la coautoría y finalmente a la autoría mediata, posteriormente
señala en el mismo artículo que también serán considerados como autores: “a) los
que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo; b) los que cooperan a su
ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado”1098. El legislador español
considera también como autores a los inductores y al cooperador necesario, lo cual
stricto sensu no significa que sean autores, sino que debemos entenderlos como
partícipes del delito, como en el artículo 29 del CPE que señala a los cómplices de
intervención delictiva: “Son cómplices los que, no hallándose comprendidos en el
artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos anteriores o
simultáneos”1099, por lo que entendemos que son participes de la intervención
delictiva los inductores, los cooperadores necesarios y los cómplices1100, tópicos que
serán objeto de análisis en las posteriores líneas.
1096
CPE, artículo 27.
1097
CPE, artículo 28.
1098
CPE, artículo 28.
1099
CPE, artículo 29.
1100
ARÁNGUEZ SÁNCHEZ, Carlos, El delito de blanqueo de capitales, Marcial Pons, España,
2000, pág. 348.
396
conducta al tipo, y no solo eso sino también en dicho tipo penal encontramos las
diferentes formas de participación e intervención delictiva, lo cual entraña lo
fundamental de este tipo penal.
1101
ROXIN, Claus, “Las formas de intervención en el delito: Estado de la cuestión”, trad.
CASTIÑEIRA PALOU, María Teresa, en ROXIN, Claus / JAKOBS, Günther / SCHÜNEMANN, Bernd /
FRISCH, Wolfgang / KÖHLER, Michael, trads. SILVA SÁNCHEZ, José María / AA.VV., Sobre el
estado de la teoría del delito (Seminario en la Universitat Pompeu Fabra), Civitas, España, 2000,
pág. 158.
1102
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 236.
1103
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 236.
397
causalmente a la comisión de un delito, por ello bajo esta tesitura sería autor quien
no es partícipe1104.
WELZEL propuso el concepto final de autor, señalando que la teoría del autor
no tiene otra finalidad que la de establecer un centro personal de acción del hecho
antijurídico. Es por ello que la autoría pertenece al dominio final sobre el hecho,
señor del hecho es aquel que lo realiza en forma final, en razón de su decisión
volitiva. Por dicha razón, la voluntad final de realización del hecho es el momento
general del dominio sobre el hecho1105.
1104
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 237.
1105
WELZEL, Hans, Derecho penal alemán. Parte general, 11ª edic., 4ª edic., castellana,
trads. BUSTOS RAMÍREZ, Juan / YÁÑEZ PÉREZ, Sergio, Editorial jurídica de Chile, Chile, 1993,
págs.. 120 y sigs.
1106
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, Especiales formas de aparición
del delito, trads. LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel (Director) / DÍAZ Y GARCÍA-CONLLEDO, Miguel / DE
VICENTE REMESAL, Javier / PAREDES CASTAÑÓN, José Manuel, Civitas, España, 2014, pág. 65.
1107
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, pág., 66.
1108
DÍEZ Y GARCÍA-CONLLEDO, Miguel, “Coautoría alternativa y coautoría aditiva:
¿Autoría o participación? Reflexiones sobre el concepto de coautoría”, en SILVA SÁNCHEZ, Jesús
María, (coordinador), Política criminal y nuevo Derecho penal. Libro homenaje a Claus ROXIN,
J.M. Bosch editor s.a., Barcelona, España, 1997, pág. 306.
398
persona que ejerce el más alto grado de control sobre el acontecer típico1109,
podemos advertir que la autoría se trata de un problema de imputación objetiva y
con ello estamos completamente de acuerdo, no obstante, esta imputación objetiva
referente a la intervención delictiva debe ser descendida a grado de intervención por
parte del sujeto imputado y no solo a la realización del hecho típico.
JAKOBS ha señalado que dentro de la autoría puede haber sólo una persona
que organice el delito, que es siempre responsable y realiza el ejecución del hecho
siempre por sí mismo; autor de propia mano es “quien comete el hecho por sí
mismo, es decir, quien ejecuta de propia mano la acción fáctica dolosamente y sin
sufrir error, y presenta las necesarias cualificaciones de autor, objetivas y subjetivas,
específicas del delito”1111, por ello, la ejecución a propia mano comprende el
comportamiento que supone la realización del tipo sin intervención de otra persona.
También existe un supuesto donde varios toman parte del suceso delictivo,
coordinando mutuamente sus ámbitos de organización de tal modo que se organizan
conjuntamente para configurar un delito, como sucede en el caso de la organización
1109
DÍEZ Y GARCÍA-CONLLEDO, Miguel, Coautoría alternativa y coautoría aditiva…, op.
cit., 1997, pág. 322.
1110
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 239.
1111
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 744.
399
criminal, si esto ocurre dice el Profesor de Boon, los partícipes será, coautores1112,
así quienes participen en un suceso delictivo responden todos ellos de la infracción
de la norma, pero con distintas cuotas de participación, con una perspectiva
cuantitativa por el quantum de participación.
1112
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 718.
1113
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 231.
1114
MONTEALEGRE LYNETT, Eduardo / PERDOMO TORRES, Jorge Fernando,
“Funcionalismo y normativismo penal. Una introducción a la obra de Günther JAKOBS”, en DAZA
GÓMEZ, Carlos (Director y presentador) / QUINTERO MARÍA, Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel,
(Coordinadores), El pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores editor y
distribuidor, México, 2007, págs. 124.
400
señala POLAINO NAVARRETE, la intervención delictiva presupone quién responde,
cómo responde y por qué responde penalmente por su intervención delictiva1115.
1115
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 231.
1116
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, pág. 68.
401
determinante en la realización del tipo1117, mientras que los partícipes, si bien
ejercen influencia en el acontecer, no configuran de manera decisiva la ejecución en
los delitos de dominio. Así también ha desarrollado el dominio en los delitos de
infracción de deber, en estos casos es autor quien realiza el resultado mediante la
infracción de su deber especial específico para el tipo1118. También ha propuesto una
tercera forma de autoría en los delitos cometidos por propia mano, en los que no se
puede contemplar como figura central de la ejecución del delito más que quien
realiza de propia mano el tipo1119.
1117
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, pág. 70.
1118
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, págs. 69 y sigs.
1119
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, pág. 70.
1120
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, pág. 75.
402
ejecución, a la que ha denominado dominio funcional del hecho que constituye la
característica esencial de la coautoría1121.
Por su parte, JAKOBS ha sobreresaltado “el ocaso del dominio del hecho”1122 y
ha abogado por una teoría funcionalista de la intervención delictiva, que sostiene
que la teoría del dominio del hecho no permite distinguir el cargo de los aportes de
cada uno de los intervinientes en el hecho punible y por ello no permite distinguir
fehacientemente quién tiene el dominio del hecho al momento de cometer el delito;
en cambio, si analizamos el nivel de intervención delictiva por parte de los sujetos
de acuerdo a su rol de intervención delictiva, estaremos en mejor posición para
imputar el hecho punible, por lo que la atribución normativa -que es la que aquí se
sostiene- es de superior jerarquía que el dominio1123.
403
hecho punible, por ello quedan vinculados con el hecho penalmente relevante,
además todos los integrantes de la organización criminal han decidido de manera
tajante infringir la norma, con ello queda demostrado que los intervinientes de la
organización criminal tienen un quantum de intervención criminal y por ello se les
imputa su actuar1124.
Bajo esa tesitura, se puede aceptar que el quantum del aporte que hace el
miembro de la organización criminal es el criterio delimitador de su intervención
delictiva, ya sea como autoría o participación, de acuerdo al rol de intervención
delictiva, y así cada caso en particular delimitará el tipo de intervención delictiva
que ha de imputarse, y acorde al tipo de intervención delictiva sería la contribución a
la concreción del hecho punible que se estructuraría en forma de coautoría o en las
diferentes topos de participación, inducción, cooperación necesaria o complicidad,
ello es así porque es importante la división de roles de intervención delictivo, de tal
manera que es decisivo determinar cuál de los diversos roles ha de querer cumplir un
interviniente en el desarrollo fáctico del hecho punible1125. Así, el quantum no puede
deducirse sólo de la graduación de la intervención sino también del significado
comunicativo que tiene el aporte delictivo en el arreglo al hecho punible, con lo que
demostramos que en el caso que nos ocupa el tipo penal de organizaciones
criminales denota una intervención delictiva de por lo menos tres personas, donde
dichas personas tienen una finalidad delictiva de cometer delitos fin, lo que significa
la importancia de la configuración típica, y con ello demostramos que serán
considerados coautores los miembros integrantes de la organización criminal, y
cuantitativamente de acuerdo a la intervención delictiva se determinará la
punibilidad.
1124
Vid. POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
232.
1125
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 313.
404
Adicionalmente el tipo penal de organizaciones criminales se refiere a un
sistema de intervención, donde concurren las aportaciones provenientes de una
personal individual con las otras que obran conjuntamente de acuerdo a su rol de
intervención delictivo dentro de la organización criminal, todo ello se conforma un
colectivo típico integrado por intervinientes con capacidad para infringir la
norma1126 contemplada en los tipos penales que en le caso que nos ocupa son los
artículos 2º de la LFDO y 570 bis del CPE, así pues, cada interviniente en la
organización criminal tiene un poder de representación sobre la realización del tipo,
a esto le hemos denominado rol de intervención delictivo dentro de la organización
criminal, con ello debemos empezar a dejar la idea tradicional de que el autor es el
protagonistas principal y el partícipe ingresa en el ámbito de la tipicidad gracias al
autor, por lo que debemos decir que la distinción entre autoría y participación será
solo en relación a su rol de intervención delictiva en el seno de la organización
criminal.
405
el codominio funcional del hecho se debe imputar a los sujetos que cometen un
delito en coautoría, pues la imputación por autoría o participación no es un problema
de dominar el hecho o no, sino un problema de imputar objetivamente el resultado
causado por intervención delictiva, es decir, por el grado de participación en la
infracción de la norma de acuerdo a su rol de intervención delictivo, y más
específicamente en el delito de organización criminal se desvelará el quantum de
intervención que se pueda imputar objetivamente al coautor.
Así, para ROXIN, la construcción del dominio del hecho funcional se basa en
la figura del autor como eje central del acontecer típico, de la división del trabajo y
de la concepción de que cada sujeto no sólo domina su propia aportación -rol
delictivo- sino que participa en el dominio conjunto del hecho; así, los elementos
centrales del dominio funcional del hecho son: el plan común, la contribución del
sujeto para el logro del plan determinado y la contribución esencial de que el plan se
produzca en la fase ejecutiva1128.
1128
ROXIN, Claus, Autoría y dominio del hecho en Derecho penal, trads. de la 7ª edic.
CUELLO CONTRERAS, Joaquín / SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis, Marcial Pons,
ediciones jurídicas y sociales S.A., Madrid, España, 2000, págs. 305 y sigs.
406
orientada a la ejecución, adoptada por todos los coautores1129. Por consiguiente, un
dominio funcional del hecho en la realidad fáctica debe insistir en que los aportes
tienen que ser prestados en el estadio de ejecución del delito para que pueda llegar a
fundamentarse la coautoría, la representación de los aportes que deben presentarse
en la etapa de ejecución constituyen el elemento cualitativo que según la doctrina
del dominio funcional del hecho distingue entre la autoría y la participación1130, y
aquí es donde ROXIN yerra, ya que lo fundamental en la teoría de la intervención
delictiva no es el aspecto cualitativo, sino precisamente el aspecto cuantitativo de
intervención delictiva, el quantum de participación de acuerdo a su rol de
intervención delictiva.
1129
WEEZEL, Alex Van, “Coautoría en delitos de organización”, en MONTEALEGRE
LYNETT, Eduardo (Coordinador), El funcionalismo en Derecho penal. Libro homenaje al Profesor
Günther JAKOBS, Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigación en Filosofía y
Derecho, Tomo II, Colombia, 2003, págs. 277 y sigs.
1130
WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op. cit., 2003, págs. 290 y
sigs.
407
organización criminal de manera fáctica permanente en el tiempo se constituye la
distribución de roles de intervención delictivos de acuerdo al plan criminal de
cometer en un futuro delitos fin, así a cada uno de los miembros de la organización
criminal se le imputa su intervención de acuerdo a su aportación delictivo según
determine su rol de intervención delictiva y de acuerdo al plan delictivo común1131,
ni más ni menos. Por ello, cada interviniente como miembro de la organización
criminal accede al tipo penal mediante su propio hecho, así cada miembro de la
organización depende de cada uno para concretar el conglomerado colectivo de las
aportaciones que depende, por supuesto, de su rol de intervención delictiva que
tenga cada miembro dentro de la organización, con ello podemos decir que, la
intervención delictiva del miembro de la organización criminal se determina en
función de la atribución de su comportamiento y de las consecuencias1132.
1131
Apud WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op cit., 2003, págs.
292 y sigs.
1132
JAKOBS, Günther, El ocaso del dominio del hecho…, op. cit., 2000, pág. 170.
1133
WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op cit., 2003, pág. 300.
408
organización criminal, debe desempeñar un comportamiento que le es propio por su
rol que determine la propia organización y un rol que no es ajeno al que ha decidido
llevar a cabo a través de la agrupación criminal, que es un delito fin, y aquí es donde
radica la especialización de imputación de la organización criminal, de modo que a
cada miembro de la organización criminal se imputa una parcela del tipo penal de
acuerdo a su rol de intervención delictivo, de acuerdo al quantum de participación
criminal y con ello el resultado de la conducta típica es propia de cada partícipe.
Participación es por tanto, la realización del tipo de manera objetiva, aquél a quien
se le puede imputar de manera objetiva y subjetiva dicha realización, así objeto de
imputación es la realización del tipo y en el caso que nos ocupa, dicha imputación
versa en la constitución de un ente colectivo de por lo menos tres personas que
decidan aglutinarse de forma permanente con la finalidad de cometer delitos fin, de
acuerdo al quantum de intervención delictiva y con ello la configuración el tipo en
específico determina su competencia y cuantificación de su participación1134.
1134
Apud WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op cit., 2003, págs.
302 y sigs.
409
densidad de actuación frente a la norma1135, de acuerdo a la graduación de
peligrosidad que emitan con su comportamiento y en base a su rol de intervención
delictivo fáctico en el desarrollo de su propia actividad criminal dentro de dicha
organización, a mejor decir, a su quantum de participación delictiva en el seno de
una organización criminal.
1135
Apud WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op cit., 2003, págs.
304 y sigs.
410
cualquier otro modo con la misma y con ello podemos tener –como se ha sostenido-
un quantum de intervención delictiva, una diferencia cuantitativa no cualitativa,
dentro de un comportamiento común dentro de una conducta típica colectiva propia
de su configuración legislativa.
411
la finalidad de cometer delios fin están defraudado la norma jurídico-penal, por lo
que se les debe imputar ese comportamiento, tocando ahora desenhebrar cuál es el
grado de imputación de los miembros de la organización por su respectivo rol de
intervención delictiva.
1137
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs.
48 y sigs.
412
seno de una organización criminal, en base a un determinado rol de intervención
delictiva1138.
1138
Apud LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997,
págs. 52 y sigs.
1139
Apud LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997,
pág. 66.
1140
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs.
73 y sigs.
413
el cual el interviniente ha desarrollado en el tipo penal, así podemos decir, que le
intervención delictiva es problema de la imputación objetiva para determinar el
quantum de intervención, así esta graduación de intervención nos puede descifras si
el interviniente en la organización criminal se le imputa como autoría o
participación1141.
C) Tipos de autoría
1141
Apud LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997,
págs. 52 y sigs.
1142
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs.
74 y sigs.
414
coautoría, que se presenta cuando se da la posibilidad de la autoría por la
organización común, la coautoría es la comisión conjunta de un hecho punible1143.
Temas que abordaremos en las siguientes líneas.
1) La autoría inmediata
Para ROXIN, autor es quien cumple o realiza el tipo global mediante propia
actividad corporal, manifestando que no se puede dominar mejor un hecho que
cuando lo ejecuta uno mismo. En suma, en la autoría inmediata el dominio del hecho
viene dado por el ejecutor de la acción que corresponde al tipo penal, por ello se
habla de un dominio de la acción, la autoría realizada a propia mano es cuando se
confirma la adecuación de la conducta al tipo penal y se atribuye la autoría a quien
comete por si mismo el hecho punible1144.
2) La autoría mediata
1143
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 730.
1144
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, págs., 80 y sigs.
415
a cabo sirviéndose de otro1145, y de manera similar el articulo 27, inciso tercero, del
CPE dispone que son autores quienes realizan el hecho por medio de otro del que se
sirven como instrumento1146, autor mediato es aquel que con ayuda de un error
conscientemente provocado por él, origina y dirige queriendo los hechos, de forma
que el que se equivoca en la valoración debe ser considerado instrumento1147, aquí es
donde observamos que la autoría mediata contempla como presupuesto tres
elementos esenciales, uno de ellos es el autor mediato, que es quien comete el delito
utilizando a otro sujeto para ello, la doctrina mayoritaria considera denominarle a
este sujeto “el hombre de atrás” que es el hombre que maneja el conjunto de cuerdas
que da movimiento a la marioneta desde un contexto delictivo, otro es el
instrumento -marioneta delictiva- que es el ejecutor material de hecho punible,
también denominado “el hombre de adelante” y finalmente el sujeto pasivo del
delito, que es el titular del bien jurídico material lesionado1148.
1145
CPM, artículo 13, fracción III.
1146
CPE, artículo 28.
1147
ROXIN, Claus, Las formas de intervención en el delito: Estado de la cuestión…, op. cit.,
2000, pág. 160.
1148
Apud POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016,
págs. 243 y sigs.
416
persona que da órdenes dentro de un aparato organizado de poder a lo cual se ha
denominado dominio de la voluntad en virtud de aparatos organizados de poder.
Como se puede inferir, los estudios realizados por ROXIN desde 1963 hasta la
actualidad1149 referentes al dominio de la voluntad hacen reseña de los denominados
aparatos organizados de poder, en los que se dispone de un aparato que asegure la
ejecución de órdenes incluso sin fuerza o engaño, ya que el aparato como tal es
quien garantiza la ejecución. Así, a través del aparato organizado de poder, se puede
avalar la realización de la acción esperada aun cuando el sujeto instrumento sea
desconocido para el ejecutor mediato1150, por lo que el autor inmediato solo es una
pieza en el puzzle delictivo y que en determinado momento es intercambiable, así el
hombre de atrás que es quien en verdad maneja y controla el aparto organizado de
poder1151. Con ello se manifiesta que en el seno de los aparatos organizados de poder
el ejecutor domina el hecho concreto a través de su propia conducta -dominio de la
acción-, y el hombre de atrás domina el hecho a través del dominio sobre la
organización que lo hace independientemente de la individualización del ejecutor.
1149
Vid. ROXIN, Claus, Dirección de la organización como autoría mediata, trad. GÓMEZ
NAVAJAS, Justa, Revista de estudios de la Justicia, No. 7, año 2006; también, ROXIN, Claus, El
dominio de organización como forma independiente de autoría mediata, trad. ABANTO VÁSQUEZ,
Miguel A, Conferencia dictada en la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello, Chile,
2009.
1150
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general, tomo II, op. cit., 2014, págs. 111 y sigs.
1151
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, págs. 112 y sigs.
417
concreto como autores mediatos, pues ellos tiene el verdadero dominio de la
organización1152.
1152
ROXIN, Claus, Autoría y dominio del hecho en Derecho penal…, op. cit., 2000, págs.
269 y sigs.
1153
ROXIN, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo II, op. cit., 2014, págs. 156 y sigs.
1154
ROXIN, Claus, “Problemas de autoría y participación en la criminalidad organizada” en
FERRÉ OLIVÉ, Juan Carlos / ANARTE BORRALLO, Enrique, Delincuencia organizada. Aspectos
penales, procesales y criminológicos, Universidad de Huelva Publicaciones, España, 1999, págs.
192 y sigs.
418
independencia del miembro de la organización criminal que ejecutara dicha
instrucción.
1155
ROXIN, Claus, Problemas de autoría y participación en la criminalidad organizada…,
op. cit., 1999, págs. 197 y 198.
419
en la organización criminal el miembro de la misma se adhiere por convencimiento
a la organización delictiva, y tiene una capacidad de intervención delictiva bajo el
plan delictivo de la propia organización y no sólo por la instrucción del hombre de
atrás, como ha desarrollado ROXIN, que señala que en el seno de la organización
criminal no puede haber coautoría porque los que dan las órdenes y el ejecutor ni se
conocen y en modo alguno se hallan entrelazadas sus acciones, la orden sólo tiene la
función de desencadenar la acción típica1156, pues la intervención delictiva de la
organización criminal se fundamenta en la agrupación de hecho de tres o más
personas, de manera coordinada y concertada por tiempo indefinido se repartan
tareas y funciones para cometer delitos fin, y aquí es donde reside el quantum de
intervención delictiva de la organización criminal, independientemente de que exista
en el seno de la organización un dirigente criminal, y de que quien ejerce el rol de
dirección, líder o cabecilla de la organización conoce personalmente a los demás
miembros de la organización criminal con diferentes roles delictivos, de modo que
la estructura de la propia organización criminal depende de ella misma y no en
definitiva del dirigente criminal de suerte que, en el caso de la detención de su líder,
la organización sigue en funciones1157.
1156
ROXIN, Claus, Las formas de intervención en el delito: Estado de la cuestión…, op. cit.,
2000, pág. 171.
1157
Apud ARÁNGUEZ SÁNCHEZ, Carlos, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2000,
pág. 352.
1158
LFDO, artículo 5º, fracción II.
420
D) La coautoría como supuesto normativo de intervención delictiva
en la organización criminal
1159
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 732.
1160
CORCINO BARRUETA, Fernando, “Coautoría, imputación objetiva y semántica social”,
en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel / CORCINO BARRUETA, Imputación normativa.
Aspectos objetivo y subjetivo de la imputación penal, Contexto, Argentina, 2011, pág. 76.
421
criminal tendrán que cumplir con todos los elementos típicos para poder
imputárseles su intervención delictiva a título de autoría o participación1161.
1161
Apud JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 723 y sigs.
1162
Así también LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit.,
1997, pág. 90: “Coautoría es realización del delito mediante la división del trabajo; y en la división
del trabajo no se trata de la conformidad de voluntades (reciprocas), sino del reparto del trabajo que
debe presentarse para la realización del tipo”.
1163
ROXIN, Claus, Derecho penal, Parte general, tomo II, op. cit., 2014, pág. 147.
1164
CORCINO BARRUETA, Fernando, Coautoría, imputación objetiva y semántica social…,
op. cit., 2011, pág. 79.
422
para delinquir1165. La codelincuencia requiere un especial reparto de tareas,
concretamente de un reparto de trabajo que vincula en de delinquir1166, que en este
caso es el elemento sustancial del tipo penal de organizaciones ex art. 570 bis CP:
“… que de manera concertada y coordinada se repartan diversas tareas y funciones
con el fin de cometer delitos”1167, lo que significa que los miembros de la
organización criminal en común abarcan los hechos como obra de todos los
intervinientes, no sólo como suyo propio, el miembro de la organización responde
jurídico-penalmente porque la ejecución es, a causa del reparto de trabajo
vinculante, también a la suya1168.
1165
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 745 y 746.
1166
JAKOBS, Günther, El ocaso del dominio del hecho…, op. cit., 2000, pág. 172.
1167
CPE, artículo 570 bis.
1168
JAKOBS, Günther, El ocaso del dominio del hecho…, op. cit., 2000, pág. 175.
423
misma, así desde esta perspectiva la separación entre autoría y participación no es
una distinción entre tipos de codelincuencia diferenciados de forma cualitativa, sino
precisamente como lo hemos sostenido en función de cantidades de intervención y
con ello un signo de medición de la pena1169.
1169
JAKOBS, Günther, El ocaso del dominio del hecho…, op. cit., 2000, pág. 179.
1170
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs.
86 y sigs.
1171
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva…, op. cit., 1997, págs.
87 y sigs.
424
las parcelas singulares de su rol de intervención delictiva, es decir, los integrantes
miembros de la organización criminal su objetivo de conformación y su plan común
lo es esencialmente cometer delitos fin, todos los intervinientes saben que él y otros
cooperan dolosamente1172. Así, elemento constitutivo de la organización criminal es
la finalidad de cometer delitos a través de una producción común y un reparto de
roles de intervención delictiva: en el caso mexicano, cometer delitos que contempla
el artículo segundo de la LFDO1173, y en el caso español cualquier tipo de delitos,
ello también es así porque en este sentido existe una división del trabajo, que se
1172
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 746.
1173
Terrorismo, previsto en los artículos 139 al 139 Ter, financiamiento al terrorismo
previsto en los artículos 139 Quáter y 139 Quinquies y terrorismo internacional previsto en los
artículos 148 Bis al 148 Quáter; contra la salud, previsto en los artículos 194, 195, párrafo primero y
196 Ter; falsificación, uso de moneda falsificada a sabiendas y alteración de moneda, previstos en
los artículos 234, 236 y 237; operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto en el artículo
400 Bis; y en materia de derechos de autor previsto en el artículo 424 Bis, todos del Código Penal
Federal; Acopio y tráfico de armas, previstos en los artículos 83 bis y 84 de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos; Tráfico de personas, previsto en el artículo 159 de la Ley de
Migración; Tráfico de órganos previsto en los artículos 461, 462 y 462 Bis, y delitos contra la salud
en su modalidad de narcomenudeo previstos en los artículos 475 y 476, todos de la Ley General de
Salud; Corrupción de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen
capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para
resistirlo previsto en el artículo 201; Pornografía de personas menores de dieciocho años de edad o
de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no
tienen capacidad para resistirlo, previsto en el artículo 202; Turismo sexual en contra de personas
menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el
significado del hecho o de personas que no tiene capacidad para resistirlo, previsto en los artículos
203 y 203 Bis; Lenocinio de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no
tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad
para resistirlo, previsto en el artículo 204; Asalto, previsto en los artículos 286 y 287; Tráfico de
menores o personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho, previsto en
el artículo 366 Ter, y Robo de vehículos, previsto en los artículos 376 Bis y 377 del Código Penal
Federal, o en las disposiciones correspondientes de las legislaciones penales estatales o del Distrito
Federal; Delitos en materia de trata de personas, previstos y sancionados en el Libro Primero, Título
Segundo de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de
Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos, excepto en el caso de los
artículos 32, 33 y 34; Las conductas previstas en los artículos 9, 10, 11, 17 y 18 de la Ley General
para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI
del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Contrabando y su
equiparable, previstos en los artículos 102 y 105, cuando les correspondan las sanciones previstas
en las fracciones II o III del artículo 104 del Código Fiscal de la Federación; Los previstos en las
fracciones I y II del artículo 8; así como las fracciones I, II y III del artículo 9, estas últimas en
relación con el inciso d), y el último párrafo de dicho artículo, todas de la Ley Federal para
Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos.
425
asigna a cada uno de los miembros de la organización criminal en función del
trabajo delictivo en conjunto, por lo que ARÁNGUEZ SÁNCHEZ considera como
coautores a quienes “en el marco de un plan global unitario acuerdan llevar a cabo
diferentes acciones, distribuyéndose las tareas”1174, por lo que los coautores deben
brindar aportes de igual jerarquía y entidad relevante para la estructuración del
suceso típico1175, siendo además evidente que en el caso de la organización criminal
sólo el acuerdo recíproco de agrupación ilícita, y del reparto de tareas, y de la
comisión de delitos fin a través de la organización, de los miembros de la
organización criminal de forma dolosa en la configuración del tipo penal permite
confirmar la coautoría, pues ellos toman la decisión fáctica de configurar dicha
hipótesis normativa, principalmente el desarrollo de su rol de intervención delictiva
que asumen normativamente para la ejecución del hecho punible y con ello confluye
las acciones de todos los miembros de la organización criminal y todos ellos
dependen de la clase de intervención delictiva en el acontecer del hecho1176.
1174
ARÁNGUEZ SÁNCHEZ, Carlos, El delito de blanqueo de capitales…, op. cit., 2000, pág.
350.
1175
MONTEALEGRE LYNETT, Eduardo / PERDOMO TORRES, Jorge Fernando, Funcionalismo
y normativismo penal…, op. cit., 2007, pág. 125.
1176
Apud STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, págs. 335 y 336.
1177
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 719.
426
conforma con su rol delictivo y con ello cuantitativamente acreditar su intervención
delictiva de cada miembro de la organización.
1178
LFDO, artículo 4º.
1179
CPE, artículo 570 bis.
1180
CPE, artículo 570 bis.
1181
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, págs. 749 y sigs.
1182
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 314.
427
permanente o reiterada, conductas que por si o unidas a otras, tienen como fin o
resultado cometer alguno o algunos delitos fin”)1183, de la misma manera que la del
artículo 570 bis CP (“se entiende por organización criminal la agrupación formada
por más de dos personas con carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera
concertada y coordinada se repartan diversas tareas o funciones con el fin de
cometer delitos”)1184, confirman que estamos en presencia de un delito que se imputa
en su modalidad de coautoría, a través de un acuerdo de voluntades para constituirse
en una organización criminal, con un acuerdo previo de agrupación, un acuerdo de
voluntades para organizarse de facto para cometer delitos fin, en una concordancia
de intervención delictiva en conjunto, una coincidencia de voluntades genéricas de
conformación grupal y un dolo común de agrupación1185, con la singular intención
dinalista de comisión de delitos, en una permanencia en el tiempo que conlleva un
reparto y división del trabajo, de forma que no todos los integrantes hacen las
mismas tareas, no realizan cabalmente todo igual, sino que existe en el seno de la
organización una distribución de tareas.
1183
LFDO, artículo segundo.
1184
CPE, artículo 570 bis.
1185
Capítulo V, Imputación subjetiva del delito de organización criminal, V) El dolo.
1186
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 242.
428
quienes tengan funciones de administración, dirección o supervisión, además de
aquellos que no tenga esas funciones, que para el caso mexicano y quienes
promovieran, constituyeren, organizaren, coordinaren o dirigieren una organización
criminal para el caso español, y se les imputará como participes para el caso
mexicano a quienes a sabiendas de la finalidad y actividad delictiva general de una
organización criminal, participe intencional y activamente en las actividades ilícitas
u otras de distinta naturaleza cuando conozco, que con su participación contribuye al
logro de la finalidad delictiva1187, y para el caso español se contempla que serán
participes quienes participen activamente en la organización, formen parte de ella o
cooperen económicamente o de cualquier otro modo con la misma1188, con ello
encontramos una pluralidad de sujetos y de hipótesis normativas que conforman un
mismo injusto, y la determinación del grado de imputación será a través del quantum
de intervención delictiva. Esta intervención delictiva por varios sujetos significa que
existe una acción coordinada de esferas de organización hay una planeación y
administración antijurídica de los segmentos de libertad pertenecientes a cada
interviniente, por ello los miembros de la organización criminal otorga una
contribución organizativa de la misma importancia y por ello se configura coautoría,
y desde el quantum de intervención si coexiste un menor grado de aportación a la
intervención delictiva habrá participación por medio de la inducción, cooperación
necesaria o complicidad1189.
1187
LFDO, artículo 2º Ter.
1188
CPE, artículo 570 bis 1.
1189
SANTA-RITA TAMÉS, Gilberto, El delito de organización terrorista: Un modelo de
Derecho penal del enemigo. Análisis desde la perspectiva de la imputación objetiva, Prólogo del
Prof. Dr. Miguel POLAINO-ORTS, JMª Bosch, Penal, España, 2015, pag. 578.
429
organizaren, coordinaren o dirigieren, deberán de ser acrisoladas para obtener el
quantum de la aportación específica de la manera más precisa y determinar la
responsabilidad penal de cada interviniente, así podemos dilucidar que en los
primeros casos de intervención conlleva una mayor peligrosidad de imputación
hacia la sociedad, podemos observar para el caso mexicano que además esa
peligrosidad se da por el delito fin que se cometa en el seno de la organización
criminal, pues si los delitos fin que se cometen en el seno de la organización
criminal son aquellos delitos contra la salud, operaciones de recursos de procedencia
ilícita, trata de personas, secuestro y delitos de robo de hidrocarburos, entonces para
aquellos que tengan funciones de administración, dirección o supervisión serán
sancionados de veinte a cuarenta años de prisión y de quinientos a veinticinco mil
días de multa1190, y para aquellos que no tengan esas funciones de diez a veinte años
de prisión y de doscientos cincuenta a doce mil quinientos días de multa1191.
1190
LFDO, artículo 4º, fracción I, inciso a).
1191
LFDO, artículo 4º, fracción I, inciso b).
1192
LFDO, artículo 4º, fracción II, inciso a).
1193
LFDO, artículo 4º, fracción II, inciso b).
430
por una mitad1194, con ello podemos advertir que para legislador mexicano es
sumamente importante el aporte de peligrosidad que implica la intervención
delictiva en el seno de la organización criminal .
431
contribución a la realización del tipo penal, deben ser castigados con la pena
establecida en la ley de acuerdo a su quantum de participación delictiva en base a su
rol de intervención delictivo en el seno de una organización criminal. Finalmente, no
podemos concebir el delito de organizaciones criminales sin la figura de la
coautoría.
1197
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 794.
1198
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 346.
1199
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico – práctico de teoría del delito…, op. cit.,
2014, pág. 172.
432
encontramos otros sujetos que, sin estar comprendido en el verbo típico, ingresan en
el campo de la tipicidad por una extensión del tipo penal en virtud de las reglas de la
parte general del Derecho penal, a los que se denomina partícipes. El partícipe está
supeditado a la actuación del autor, pues su intervención solamente se produce
siempre que el autor, por lo menos, haya iniciado la tentativa: el autor tiene el poder
de manipular el resultado del hecho punible cuya contribución es considerada como
un todo y el resultado le es atribuible; y el partícipe será aquel cuya intervención
está condicionada al resultado obtenido por el autor o aquel cuyo reaccionar no
contribuye decididamente a la ejecución del delito, sino que su intervención se
limita a coadyuvar a su ejecución1200.
433
participen activamente en la organización, formen parte de ella o cooperen
económicamente o de cualquier otro modo serán sancionados con sendas penas, aquí
concurre los mismo presupuestos jurídicos para acreditar la participación como
concurre en el caso mexicano.
434
o a modo de participe1202, pues “la participación exterioriza un desvalor socialmente
insoportable en tanto que el partícipe se solidariza a través de su aportación con el
injusto doloso ajeno”1203.
1202
MIRÓ LLINARES, Fernando, Conocimiento e imputación en la participación delictiva.
Aproximación a una teoría de la intervención como participe en el delito, Atelier, Barcelona,
España, 2009, págs. 39, 43 y sigs.
1203
SCHÜNEMANN, en ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito:
Fundamento y límites, Marcial Pons, Madrid, España, 2003, pág. 119.
1204
Apud MIRÓ LLINARES, Fernando, Conocimiento e imputación en la participación
delictiva…, op. cit., 2009, págs. 57 y sigs.
1205
LFDO, artículo 2º ter.
1206
CPE, artículo 570 bis 1.
435
partícipe, que realiza el injusto de organizaciones criminales en la medida de su
contribución, en la medida de su aportación criminal, fundamentado a su rol de
intervención delictiva, se atribuye el hecho penalmente relevante del colectivo
criminal, por formar parte del proyecto antinormativo en conjunto y negar así tanto
coautores como partícipes la vigencia de la norma1207.
1207
Apud MIRÓ LLINARES, Fernando, Conocimiento e imputación en la participación
delictiva…, op. cit., 2009, págs. 57 y sigs., 136, donde estima que el partícipe, en relación con el
autor y en el caso específico de la organizaciones criminales con los coautores, co-realiza con y a
través de los coautores el injusto típico de organizaciones criminales, y así se integra un injusto que
se conforma por la intervención principal y la intervención accesoria en la organización criminal,
entendida la primera como aquella que es valorada socialmente como la realización completa y
autónoma del injusto de organizaciones criminales coautores, y la segunda, como acto de integrarse
en el injusto que hubiera existido sin tal intervención pero no del mismo modo que representa la
coparticipación delictiva en el seno de una organización criminal.
436
de tal modo que su actuar sólo tiene sentido en el contexto de la configuración
delictiva de otro, así cuando el miembro de la organización criminal de facto se
agrupa de forma permanente o reiterada, y que de forma coordinada y concertada
hay un reparto de tareas -roles de intervención delictiva- con la finalidad de cometer
delitos fin, el partícipe forma parte activamente o coopera económicamente o de
cualquier otro modo, a sabiendas de la finalidad y actividad delictiva de la
organización criminal, se estará conformando la conducta de injusto del partícipe, y
será la parte general del Derecho penal la que determine específicamente la forma de
configurarse dicha intervención, si fue a través de inducción, cooperación necesaria
o complicidad, esto puede ser identificado de forma muy sencilla a través del rol de
intervención delictiva del partícipe1208.
Por su parte, se afirma que los límites de la imputación del partícipe dependen
del fundamento con el que se justifique su injusto, es decir, de la razón que legitime
la ampliación de la punibilidad a conductas que no realizan directamente el tipo1209,
según nuestra perspectiva, dichos límites se traducen al respectivo rol de
intervención delictiva que tenga el partícipe en el seno de la organización criminal,
además la propia LFDO y el CPE señalan las hipótesis normativas de participación
en la organización criminal.
437
denominado sistema de responsabilidad por la intervención1210, por supuesto
nosotros sostenemos el segundo postulado, dado a que hemos seguido que la
intervención delictiva del partícipe se sostiene en base al rol de intervención
delictivo del partícipe, más en el delito de organizaciones criminales, así cada sujeto
partícipe responde por el hecho, pero de modo distinto, con ello como lo hemos
visto el legislador tanto mexicano, como español, sanciona a coautores y partícipes
por la diferencia del quantum de participación por la intervención delictiva en
relación al rol de intervención delictiva de los miembros o partícipes de la
organización criminal.
1210
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, págs. 145 y
146.
438
determinación”1211, donde podemos encontrar conductas que por si mismas podrían
constituir participación por aquellos sujetos que determinen inducir, cooperar o
ayudar a agruparse de facto a por lo menos tres sujetos, con las características de una
organización criminal1212.
1211
LFDO, artículo 2º bis.
1212
Apud ROBLES PLANAS, Ricardo, La Participación en el delito…, op. cit., 2003, págs.
148 y sigs.
1213
Apud ROBLES PLANAS, Ricardo, La Participación en el delito…, op. cit., 2003, págs.
153 y sigs.
439
Como siguiente punto en la estructura de la intervención delictiva, sopesamos
la intervención en el delito y el principio de autoresponsabilidad, así no sólo al autor
es un sujeto autoresponsable, sino también el partícipe y como consecuencia de ello
debe responder por su propia conducta de intervención, y con ello determinar los
límites al ámbito de responsabilidad de cada interviniente en la organización
criminal, con ello la característica de la imputación en la participación se da por la
atribución al partícipe del hecho como obra también suya, en relación al quantum de
intervención delictiva, basado en el rol de intervención delictiva del partícipe1214.
1214
Apud ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, págs.
161 y sigs.
1215
Apud ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, págs.
177 y sigs.
440
delictiva permanente en el tiempo con una finalidad de cometer delitos fin, así
cuando por lo menos tres personas se han reunido y de manera fáctica han decidido
que esta agrupación tenga como finalidad cometer delitos y se han repartido tareas
de manera concertada para alcanzar el fin delictivo, han configurado con su parcela
individual del rol de intervención delictivo, una realización del tipo como prestación
colectiva de los partícipes, es decir, la ejecución del hecho se puede imputar
objetivamente a todos ellos de acuerdo al grado de intervención delictiva imputable,
de acuerdo a su rol de intervención delictiva, en este caso en particular, la relación
de sentido delictivo del comportamiento constituye la congregación relevante en
sentido jurídico-penal, que a su vez fundamenta la imputación objetiva de la
realización típica respecto a los partícipes de la organización criminal1216.
1216
Apud WEEZEL, Alex Van, Coautoría en delitos de organización…, op cit., 2003, págs.
312 y sigs.
1217
JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 69.
1218
Apud JAKOBS, Günther, La imputación objetiva en el Derecho penal…, op. cit., 1997,
págs. 74 y sigs.
441
En suma, el tipo penal de organizaciones criminales allega una expectativa
normativa de comportamiento básico para el funcionamiento de sistema social, y
que a la vez sólo puede ser defraudado mediante una conducta capaz de desautorizar
la vigencia de la norma, que en este caso, la defraudación es posible mediante el
comportamiento de agruparse de manera fáctico por cuando menos tres personas
para que de forma permanente y reiterada, así como de forma coordinada se repartan
tareas con la finalidad de cometer delitos fin, aquí es donde, estos comportamientos
contradicen la vigencia de la norma por reunir un significado comunicativo, así una
vez establecido que la imputación objetiva es igual para autores y participes en el
proceso de imputación en la organización criminal, podemos comentar que la
conducta culpable del miembro de la organización criminal adquiere sentido de una
intervención punible por infringir la vigencia de la norma, adaptándose de ese modo
a un colectivo típico. La infracción de la norma es el elemento que vincula la obra
individual del miembro de a organización criminal con el tipo comprendido como
colectivo de infracción, entonces, lo que en común reúne el aporte de cada miembro
de la organización criminal que se traduce en el respectivo rol de intervención
delictiva, dentro del colectivo típico, constituye el nexo de vinculación típica y la
infracción de la norma1219. Por ende, en el injusto típico del organización criminal se
amplia estableciendo la punibilidad del partícipe, y esto en base a que aunque él no
fue el ultimo en realizar la fase ejecutiva del delito, pero con su comportamiento
configura su organización de tal manera que tiene sentido para alcanzar
consecuencias objetivamente delictivas1220.
1219
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit.,
2014, págs. 177 y sigs.
1220
JAKOBS, Günther, La Imputación objetiva en el Derecho penal, op. cit., 1997, pág. 79.
442
por uno o varios intervinientes, pasa ser un solo injusto para todos, propio del
colevtivo típico.
1221
Apud CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit.,
2014, págs. 177 y sigs.
1222
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, pág. 185.
443
No tendrá lugar la intervención delictiva por parte de alguno de los
intervinientes cuando exista en la realización típica ámbitos neutrales, que son
aquellos en los que en un desarrollo normal de las conductas de las personas no
deriva ningún riesgo para el bien jurídico material y por ella dicha conducta será
inocua, es decir, lo exigido para le Derecho penal en los ámbitos neutrales no es otra
cosa que la conducta no comparte circunstancias constitutivas de riesgos penalmente
relevantes1223. El momento constitutivo de la intervención delictiva se halla en el
nivel de imputación objetiva de la conducta, cuando los intervinientes en ese hecho
objetivizado se constituye la diferencia entre coautores y participes1224.
1223
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, pág. 212.
1224
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, pág. 218.
1225
CARO JOHN, José Antonio, Manual teórico-práctico de teoría del delito…, op. cit.,
2014, pág. 179.
1226
ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, pág. 220.
444
determinen dolosamente a otro a cometerlo1227, y de manera similar el CPE prescribe
que serán considerados autores los que inducen directamente a otro u otros a
ejecutarlo1228. Estiamos que la autoría y participación son formas de intervención
delictiva que se fundamentan en el quantum de intervención, es decir, en la
graduación cuantitativa de la intervención delictiva que se imputa a un sujeto.
Así pues, inducir es determinar dolosamente a un hecho doloso por parte del
inductor, por ello es esencial que exista un dolo del inductor que influya en el dolo
del inducido a cometer el hecho punible, que en este caso es el integrase a una
organización criminal, aquí es muy importante vislumbrar que estamos en presencia
de un tipo penal de estatus, la inducción versa en el contenido de que el inducido se
enclave a una organización de facto ilícita, permanente y con una finalidad
específica que es cometer delitos fin, el caso muy diferente a que el inductor lo
conmine a cometer el delito fin. Así pues, es necesario un dolo del inductor que este
dirigido al a la provocación de la resolución delictiva y por la otra, a la ejecución del
hecho principal por el coautor1232. El inductor se caracteriza por proporcionar al
1227
CPM, artículo 13, fracción V.
1228
CPE, artículo 28.
1229
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 739.
1230
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág. 246.
1231
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 739.
1232
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal…, op. cit., 2002, pág. 740.
445
autor el motivo decisivo para la comisión del hecho1233. El inductor al hacer nacer la
idea criminal se integra al injusto, que en este caso lo es el inducir a uno o varios
sujetos a componer una organización criminal y por ello es castigado de acuerdo con
la norma aplicable al hecho principal.
1233
RENZIKOWSKI, en ROBLES PLANAS, Ricardo, La Participación en el delito…, op. cit.,
2003, pág. 125.
1234
Apud ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit., 2003, págs.
175.
1235
SCHUMANN, en ROBLES PLANAS, Ricardo, La participación en el delito…, op. cit.,
2003, pág. 128.
1236
CUELLO CONTRERAS, Joaquín, Derecho penal español, Parte general. Teoría del delito
(2),volumen II, 2ª edic., Dykinson, Madrid, España, 2009, pág. 290.
446
peligro un bien jurídico de una manera grave, directa, inmediata y frontal, por ello
todos aquellos comportamientos que se declaren igualmente relevantes, deben de
cumplir en alguna forma con la conexión de las conductas que sí se encuentran con
un vínculo de inmediatez y cercanía a la lesión del bien jurídico protegido, por ello
deben imputarse dichas conductas tanto al autor como a los partícipes1237.
En el caso que nos ocupa, la LFDO señala, en su artículo 2º ter, que “quien
participe intencional y activamente en sus actividades ilícitas u otras de distinta
naturales cuando conozca que con su participación contribuye al logro de la
finalidad delictiva”, determinando la participación en su modalidad de cooperación,
y también el CPE, en su artículo 570 bis, dispone que “aquellos que cooperen
económicamente o de cualquier otro modo a la misma serán castigados”, pues con lo
que la doctrina ha determinado cooperación, sin embargo, en ambos cuerpos
legislativos la cooperación no es otra cosa que una forma de intervención delictiva,
que encuadra un quantum de intervención en el delito de organizaciones criminales,
1237
OLMEDO CARDENETE, Miguel Domingo, La inducción como forma de participación
accesoria, Edersa, España, 1999, págs. 177 y sigs.
1238
CPM, artículo 13, fracción VII.
1239
CPE, artículo 28 b).
447
en base a rol de intervención delictiva, por lo que es complicado distinguir en este
caso del injusto de organizaciones criminales, entre coautor o cooperador, ya que
ambos son intervinientes que infringen la norma, contribuyen de acuerdo a su rol de
intervención delictivo, con un aporte fundamental a la ejecución del delito, por lo
que al ser complicada la distinción entre cooperación y coautoría lo decisivo sería
eliminar la cooperación puesto que materialmente es coautoría1240.
1240
Vid. POLAINO NAVARRETE, Miguel, Lecciones de Derecho penal…, op. cit., 2016, pág.
249.
1241
CPM, artículo 13, fracción VIII.
1242
CPE, artículo 29.
1243
LFDO, artículo 2º ter.
1244
CPE, artículo 570 bis.
448
haya prestado ayuda a otro para la comisión dolosa de un hecho antijurídico1245.
Se ha manifestado que cómplice es quien auxilia a una completa realización del
tipo1246, aquel que facilita la ejecución del delito, y se ha vinculado al hecho
mediante su aportación.
1245
STRATENWERTH, Günter, Derecho penal…, op. cit., 2000, pág. 358.
1246
JAKOBS, Günther, Derecho penal…, op. cit., 1997, pág. 816.
449
450
CONCLUSIONES
Capítulo I
1. Las organizaciones criminales tanto en México como en España han sido
objeto de un estudio muy interesante en los últimos años. Por lo que respecta al
concepto criminológico de la organización criminal, inicialmente se propuso que la
organización criminal es un grupo de tres o más personas que se reúnen de manera
permanente en el tiempo, con el propósito y finalidad de cometer delitos.
2. Posteriormente se analizaron sendos conceptos que propuestos por los
organismos internaciones que han estudiado al crimen organizado y de la misma
manera se analizaron las descripciones típicas de delincuencia organizada y
organizaciones criminales de México y España respectivamente, y se concluyo que
ambas legislaciones contienen las mismas características de tipificación siendo
estas: a) la agrupación de tres o más personas; b) estabilidad o indefinición
temporal; c) concierto y coordinación entre sus integrantes; d) reparto de tareas y
funciones y; e) una finalidad criminal.
3. Los factores criminológicos que más influyen en la organización criminal
son socio-culturales, económicos y político, incidiendo en un comportamiento de
agresividad social, por causas como el desempleo, la poca educación cívica y
cultural, además de los fenómenos de migración, explotación infantil,
discriminación y la falta de oportunidades económicas para los jóvenes.
4. Seguidamente se examinaron las características esenciales de la
configuración de la organización criminal, desde una perspectiva criminológica,
dicho análisis nos dio como desenlace, que la organización criminal contiene un
rasgo característico de permanencia a un grupo criminal, dicho rasgo característico
contempla un reparto de tareas o papeles que representan el rol de intervención
delictiva del miembro de la organización criminal, hasta característica criminal hace
que el miembro de la organización criminal se sienta identificado con la
451
organización y con ello la permanencia a la misma, sea un factor determinante en la
subsistencia en el tiempo de dicha organización criminal.
5. La finalidad económica como característica criminológica de la
organización criminal es un referente imprescindible como fenómeno criminológico
y jurídico, toda vez que, a través de una organización criminal se logra un poder
económico notable que hace que la organización criminal contemple acciones de
corrupción y escrute la impunidad, así las organizaciones criminales en la
corrupción han encontrado el medio más poderoso para conseguir sus objetivos, su
finalidad de poder económico, así como político y en todos los ámbitos de poder.
6. El uso de la violencia por parte de la organización criminal para fines de
de comisión de delitos, entre los que resaltan aquellos establecidos en el artículo 2º
de la LFDO, como son: delitos contra la salud, secuestro, terrorismo, tráfico de
personas, tráfico y venta de armas, turismo sexual, lavador de dinero y más
recientemente robo hidrocarburos.
Capítulo II
1. En el capítulo segundo analizamos la acción del delito de organizaciones
criminales. El miembro de la organización criminal, realiza una acción orientada a la
actividad delictiva creando un resultado externo de agrupación, siendo elemento
esencial de la acción del miembro de la organización criminal la intención finalista
de la comisión de delitos. Por ello definimos a la acción del miembro de la
organización criminal como aquel comportamiento humano sensorial externo que
crea un peligro de dañosidad social, y que se realiza de manera intencional para
cometer delitos fin.
2. Seguidamente llegamos a la conclusión de que el núcleo de la conducta
típica de la organización criminal es: a) la existencia de un grupo de tres o más
personas; b) que los sujetos imputados participen a través de su conducta en la
agrupación criminal; y c) que con esa agrupación delictiva, se ponga en peligro el
bien jurídico protegido.
452
3. Por lo que respecta a el análisis del tipo penal de delincuencia organizada
en México, dispuesto en el artículo 2º de la LFDO, se conforma con: a) tres o más
personas que se organicen de hecho para realizar; b) en forma permanente o
reiterada; c) conductas para sí o unidas, tiene como finalidad o resultado cometer
alguno o algunos de los delitos establecidos en el artículo segundo de la LFDO. El
primer elemento de la conducta típica es un elemento objetivo cuantitativo de
número de miembros de la organización criminal, el segundo es un elemento
normativo de temporalidad conforme al cual la organización criminal se constituye
de forma permanente o reiterada, y el tercer elemento es subjetivo referido a la
intención finalista de cometer delitos fin.
4. Respecto del análisis del tipo penal de organizaciones criminales
contenido en el artículo 570 bis del CPE, el mismo se constituye con los siguientes
actos: a) agrupación formada por más de dos personas, es un elemento objetivo
cuantitativo; b) de carácter estable o por tiempo indefinido, este elemento requiere
que dicha agrupación no sea transitoria, ni por una sola ocasión u ocasional, sino
debe tener carácter de estable en el tiempo; c) que de manera concertada y
coordinada se repartan tareas o funciones, este es un elemento normativo de
organización, que los integrantes de la organización criminal tengan entre ellos una
coordinación en el desarrollo de sus actividades delictivas y con ello se contempla
un reparto de tareas y funciones de manera concertadas, en ejercicio de su
distribución de roles de intervención delictiva, que serán la base de su punibilidad;
además; d) con el fin de cometer delitos, así como de llevar a acabo la perpetración
reiterada de faltas, este último elemento es subjetivo derivado de la finalidad de
agrupación y de ella emana la finalidad de cometer delitos fin.
Capítulo III
1. En el capítulo tercero se abordó el examen de los elementos de la
tipicidad, la imputación objetiva del resultado y los fundamentos normativos de
imputación personal, inicialmente propusimos el concepto de tipo penal, que
consideramos como aquella descripción lingüística que hace el legislador de una
453
conducta que él mismo considera que es un delito, el tipo penal consiste en una
descripción legal hecha por el legislador que interesa al Derecho penal.
2. Es de resaltar el nexo de imputación penal en cuanto al tipo penal de
organización criminal, que se acredita cuando la conducta del miembro de la
organización criminal, adecua a lo descrito al tipo cuando forma parte activa en la
agrupación delictiva, que se integra por dos factores: a) uno interno, constituido por
la voluntad y finalidad de agrupación; b) y el otro externo, que es la exteriorización
de los movimientos corporales sensoriales desarrollados por el miembro de la
organización criminal, dirigidos a organizarse de manera fáctica en un lapso de
tiempo permanente y con una finalidad delictiva.
3. Respecto a la imputación objetiva, en el desarrollo de la presente tesis
hemos decidido vincularnos con el sistema del funcionalismo normativista. Así se
ha analizado como primer principio de imputación objetiva al denominado rol
social, que identifica a cada sujeto en sociedad y delimita la responsabilidad de cada
uno: quien ejerce su rol adecua su comportamiento a la norma, por ello los
miembros de la organización criminal incumplen su rol de ser ciudadanos
respetuosos de sus derechos y deberes.
4. Por lo que respecta el riesgo permitido, vivimos en una sociedad en riesgo
en que las actividades cotidianas conllevan un riesgo, que pueden ser permitido ono
según el contexto normativo: los miembros de la organización criminal con su
actividad delictiva crean un riesgo no permitido acompañado de un comportamiento
lesivo permanente en el tiempo, y la peligrosidad permanente de la organización
criminal sobrepasa las fronteras del riesgo permitido, creando de un peligro
desaprobado jurídicamente.
5. En cuanto a los principios de confianza, de prohibición de regreso y de
autopuesta en peligro de la víctima, podemos concluir que la confianza presupone
que el autor realizará su comportamiento de modo correcto, situación que no
acontece con los miembros de la organización criminal, los ciudadanos confiamos
en que los demás se comporten dentro de los parámetros del riesgo permitido, lo que
454
no acontece con los miembros de la organización criminal, que tampoco despliegan
una conducta inocua, por lo tanto no hay cabida para que confluya de modo general
una prohibición de regreso, pues la conducta del miembro de la organización
criminal no es neutral, del mismo modo que tampoco la autopuesta en peligro de la
víctima en el delito de organizaciones criminales es en todos los casos inocua.
6. Por lo que respecta a los fundamentos normativos de la imputación penal,
los miembros de la organización criminal quebrantan las expectativas sociales y a
todas luces quebrantan su expectativa social, e cuanto son sujetos que de manera
voluntaria y consciente de su agrupación delictiva han decidido comportarse con la
finalidad de la ulterior comisión de delitos, ya que todo comportamiento de una
persona en sociedad demuestra un cumplimiento del contrato social, situación en la
que el miembro de la organización criminal defrauda las expectativas sociales.
7. A los miembros de la organización criminal se les imputa objetivamente
su falta de motivación de evitar la realización del comportamiento prohibido,
teniendo la capacidad de acción de evitar su comportamiento ilícito intencional, con
el que han incrementado el riesgo permitido en una sociedad, por lo que se les
imputa su actitud de desvalor a la norma mediante un comportamiento que
quebranta la norma penal, por lo tanto, un comportamiento injusto.
Capítulo IV
1. En este capítulo se trata la antijuridicidad, el bien jurídico y las causas de
justificación en el delito de organización criminal. La categoría jurídica de la
antijuridicidad se acredita cuando primeramente se encuentra comprobada la
conducta típica del tipo penal de organización criminal mo siendo la conducta típica
amparada por ninguna causa de justificación. El miembro de la organización
criminal se pronuncia con su conducta en el sentido de una negación a la juricidad
de su comportamiento como persona en Derecho, y con ello la decisión de agruparse
de manera ilícita con la finalidad de cometer delitos fin genera una lesión al bien
jurídico de la seguridad ciudadana.
455
2. Los miembros de la organización criminal con su conducta típica han
quebrantado la norma, y al no acreditar ninguna causa de justificación estamos en
presencia de una conducta típica y antijurídica, un injusto típico de organización
criminal. Así, la organización criminal resulta ser una asociación que daña social y
potencialmente la estabilidad de las personas en sociedad y por ello el legislador a
través del tipo penal protege el bien jurídico de la seguridad ciudadana.
3. Hemos examinado la problemática de la vigencia de la norma como bien
jurídico, estimando que se ha de imputar a los miembros de la organización criminal
comportarse contrariamente a las expectativas sociales establecidas en la sociedad,
lesionando con ello el colectivo social, al instituirse en el estatus de miembro de la
organización criminal que quebranta la vigencia de la norma, manifestándose como
un ente potencialmente peligroso por su integración en la organización criminal. Al
contravenir la expectativa social, los miembros de la organización criminal
transgreden la seguridad cognitiva, que es una condición necesaria para poder
disfrutar la vida en sociedad, sin la que estamos en una expectativa de peligro
latente, que es la que comunica la organización criminal al miembro de la
organización criminal que en en este contexto se muestra un foco de peligro, que
pone en peligro la seguridad cognitiva de la sociedad. Con ello la organización
criminal crea una desestabilidad permanente para los ciudadanos, produce una
erosión a la seguridad cognitiva del ordenamiento jurídico y la conducta de los
miembros de la organización criminal establecen un ataque frontal a las bases
mismas del sistema social, y con ello demuestra y declara una enemistad con el
Estado.
4. Por lo que respecta a la delimitación del bien jurídico material que
protege el tipo penal de organización criminal, tanto en la Jurisprudencia, como en
la dogmática, no se han puesto de acuerdo ni en México ni en España, se ha escrito
además muy poco referente al tema , así que hemos concluido que el bien jurídico
material tutelado en el tipo de organizaciones criminales en España y delincuencia
organizada en México es constituido por la seguridad ciudadana, como un bien
456
jurídico colectivo que consiste en las condiciones de garantía de la sociedad frente a
perjuicios y lesiones en su seguridad como colectivo ciudadano, provenientes de los
actos de estatus de miembros de la organización criminal, así de la permanencia en
la sociedad de una organización criminal que constituye una puesta en peligro de la
seguridad y con ello también de la funcionalidad del sistema social. Así, la
inseguridad ciudadana que provoca la permanencia de la organización criminal en la
sociedad produce un atemorizamiento en la población de manera permanente, y la
inseguridad ciudadana afecta no sólo a los bienes jurídicos individuales, sino
también a los colectivos y a la convivencia social, que se traduce en que para que
exista una seguridad cognitiva en la vigencia de la norma. La organización criminal
crea una situación de peligro que atemoriza a los ciudadanos y les impide su sano
desarrollo de personalidad dentro de los parámetros de la normalidad de la seguridad
ciudadana y dentro de las medidas del riesgo permitido en una sociedad del riesgo.
Así se configura la seguridad ciudadana como un bien jurídico susceptible de
limitarle ejercicio de determinados derechos y libertades ciudadanas.
Capítulo V
1. En el capítulo quinto se examina la imputación subjetiva del delito de
organización criminal, que versa sobre la imputación a la capacidad de motivación
del mienbro de la organización, concebida como la capacidad de formarse una
intención en segundo plano con asiento en la norma de comportamiento, por lo que
se le reprocha la realización del comportamiento prohibido en el tipo penal. La
imputación subjetiva en el delito de organización criminal desde la perspectiva
funcionalista normativista contempla la capacidad de culpabilidad, la culpabilidad y
la forma comisiva dolosa del tipo.
2. Tendrán capacidad de culpabilidad aquellos miembros de la organización
criminal que han sido capaces de obrar responsablemente porque tienen la capacidad
de comprender la desaprobación jurídica penal de los actos que realizan y además de
dirigir su comportamiento de acuerdo a esa comprensión, así quienes, solamente han
alcanzado una edad determinada y no padecen anomalías psíquicas poseen el grado
457
mínimo de capacidad de autodeterminación que es exigido por el Derecho.
Contrariamente quienes no cuenta con esa capacidad serán excluidos de
responsabilidad penal, tales como menores de edad y personas con alteración o
discapacidad psíquica, que determinan la inimputabilidad delñ sujeto.
3. En cuanto a la categoría de culpabilidad, nos decantamos por un concepto
funcional de culpabilidad, sosteniendo que la fidelidad al Derecho es la parte
sustancial de culpabilidad, el miembro de la organización criminal al realizar el
injusto penal demostrando la falta de disposición de motivarse conforme a la norma
correspondiente y se confirma un déficit de fidelidad al Derecho. Así el Derecho
penal reacciona en contra del miembro de la organización criminal, porque no
observó la prohibición de organizarse de forma criminal, acreditando el déficit de
motivación de fidelidad al Derecho y por tanto se le reprocha su falla personal.
4. En lo que respecta al dolo, hemos concluido que la comisión del delito de
organización criminal ha de ser esencialmente dolosa, su atribución subjetiva es
dolosa, y entendemos al respecto el dolo como un dolo normativo, donde la función
del dolo se concreta en que la conducta típica de organización criminal orienta el
ánimo del miembro de la organización, porque con su conducta dicho miembro
reconoce los riesgos implícitos de su comportamiento delictivo de organización para
cometer delitos fin de forma permanente y reiterada con una distribución de roles de
intervención delictiva, y con ello en el seno de una organización criminal el
miembro de ésta fundamenta la reprochabilidad de su conducta generadora de un
riesgo penalmente relevante, incumpliendo un deber de evitación con su actuar
doloso.
5. Finalmente, por lo que respecta a la imputación subjetiva en el delito de
organización criminal, evidentemente el miembro de la organización criminal, al
momento de comisión de la conducta típica, es decir, de agruparse, reunirse de
forma permanente o reiterada para cometer delitos en el contexto de una
coordinación y concertación de reparto de tareas de acuerdo a su rol de intervención
458
delictiva, tiene una perspectiva subjetiva en la que asume su conducta típica y la
comisión dolosa del tipo penal.
Capítulo VI
1. Tomando en consideración que el principio de culpabilidad vierte
condiciones de Política criminal, podemos afirmar que la punibilidad en las
concretas exigencias político-criminales determinantes de la necesidad y
conveniencia de imposición de la pena. La necesidad y merecimiento de la pena
para los miembros de la organización criminal debe ser proporcional en base a la
retribución de su culpabilidad y con perspectiva de prevención general positiva
como medición de la pena, de ahí la necesidad de la imposición de una pena a los
miembros de la organización criminal que se funda en el peligro expuesto de la
seguridad ciudadana de un Estado democrático de Derecho, al miembro de la
organización criminal se le sanciona para que las normas de comportamiento se
refuercen punitivamente.
2. Por lo que respecta a la prevención general positiva, consideramos que el
Derecho penal moderno se debe alejar de fines retributivos y trasladarse a fines
eminentemente preventivos, teniendo la culpabilidad como su límite, por ello una
pena efectiva es sinónimo de prevención. Empero, considero que la prevención
general positiva destinada a los ciudadanos en Derecho tiene buenas repercusiones
sociales en general, pero es más cuestionable respecto de transgresores de las
normas de forma permanente, como lo son los miembros de la organización
criminal, en que los postulados del denominado Derecho penal del enemigo a
nuestro criterio es la mejor forma de analizar a la organización criminal desde una
perspectiva de Política criminal.
3. Desde la vista de la prevención especial, se estima en la organización
criminal el temor fundado de que sus integrantes sigan delinquiendo y por ello se
requieren excepcionales medidas de prevención criminal. En relación al denominado
Derecho penal del enemigo, concluimos que representa un Derecho penal de
excepción que combate determinados supuestos de especial peligrosidad como es la
459
organización criminal, mediante el adelantamiento de las barreras de punición a un
estadio previo a la lesión del bien jurídico material protegido que es precisamente la
seguridad ciudadana, y así también se sanciona la preparación de delitos fin como
delito consumado por su sola organización fáctica, y la legislación mexicana va más
allá, sancionando el simple concierto previo para delinquir, es decir, el
adelantamiento del adelantamiento de las barreras de punición. Y todo ello, porque a
la organización criminal se atribuye la producción de condiciones de inseguridad
ciudadana, pues sus miembros no ofrecen ninguna garantía mínima de seguridad
cognitiva, que es necesaria para que las personas en Derecho puedan desarrollarse
en sociedad, por ello se les trata normativamente no como personas en derecho sino
como enemigos, por la excepcional peligrosidad que representa su organización
criminal.
4. La organización criminal es un delito de estatus, un injusto de
organización, que conforma un sistema antijurídico, un sistema social donde las
relaciones entre los elementos del sistema. Los miembros de la organización
criminal se hallan funcionalmente organizados para obtener fines delictivos, por lo
que nos adscribimos a la concepción de LAMPE al considerar a la organización como
un injusto sistémico, un delito autónomo y propio de organización, en que se imputa
la organización como delito, independientemente de los delitos ejecutados a través
de la organización.
Capítulo VII
1. En este capitulo nos adentramos en el estudio del iter criminis, la tentativa
y el desistimiento en la organización criminal. El delito de organización criminal
también genera una sistemática progresiva delictiva, en la que el legislador tipifica a
la organización criminal como un delito anticipado, configurado como un injusto
sistémico referido a la comisión de futuros delitos fin. Así, también consideramos a
la organización criminal como una forma de anticipación de la punibilidad. La
organización criminal como un delito de peligro abstracto, y como un delito de
estatus se ha de criminalizar en un estadio previo al de la efectiva realización de los
460
objetivos finales de la agrupación, que es cometer delitos fin, sin necesidad de que
estos se concreten, con lo que el delito de organización criminal es un delito
consumado como acto preparatorio y autónomo.
3. Por lo que respecta a la tentativa, considerada como una primera fase de
la ejecución del delito, se plantea una dificultad muy severa en su realización en el
delito de organizaciones criminales, toda vez queel delito de organización criminal
es un delito de mera actividad, de peligro abstracto, de consumación fáctica, que se
se consuma cuando tres o más personas se organizan de hecho, de carácter
permanente o por tiempo indefinido, de manera coordinada y concertada con un
respectivo rol de intervención delictiva, con la finalidad de cometer delitos fin.
4. Una situación normativa por demás interesante en lo que respecta a los
miembros de la organización criminal es la contribución al esclarecimiento del
delito, de manera que el miembro de la organización criminal puede de manera
voluntaria contribuir al esclarecimiento del delito, Cuando el miembro de la
organización criminal ha consumado el delito y posteriormente decide de manera
voluntaria desistirse de ser miembro activo de dicha organización criminal y
contribuir el esclarecimiento de los hechos e impedir la consumación de delitos fin,
por cuestiones de Política criminal se le conceden beneficios punitivos.
Capítulo VIII
1. La intervención delictiva tradicionalmente se ha establecido a través de la
autoría y de la participación. Autor es aquel que comete el hecho punible en su lado
objetivo y subjetivo, normativamente el autor puede ser una sola persona o acometer
el acontecer punible por varios sujetos, dicha responsabilidad penal bajo al
perspectiva funcionalista que aquí se defendió es graduable acorde al rol de
intervención delictiva del miembro de la organización criminal, por ello defendemos
el concepto de intervención delictiva. La configuración típica requiere de un número
especifico de intervinientes, es decir, una intervención delictiva cuantitativa de por
lo menos tres miembros de la organización criminal, así que la intervención delictiva
que aquí se defiende, es por el grado de intervención del miembro de la organización
461
criminal, a lo que le hemos denominado rol de intervención delictiva, así que la
discrepancia entre autoría y participación no es tanto una cuestión cualitativa ciuanto
precisamente cuantitativa, en que los autores y partícipes responden todos ellos por
la infracción a una norma, con distintas cuotas de participación, o como lo hemos
llamado rol de intervención delictiva, con una perspectiva por el quantum de
intervención.
2. Por lo que respecta a la teoría del dominio del hecho, la hemos rechazado
y nos decantamos por una teoría funcionalista de intervención delictiva, sosteniendo
que el dominio del hecho no permite distinguir el cargo de los aportes de cada uno
de los intervinientes en el hecho punible ni delimitar quién tiene el dominio del
hecho al momento de cometer el delito. En cambio, si analizamos el nivel de
intervención delictiva, estaremos en una mejor posición para imputar el hecho
punible, por lo que la atribución normativa es de superior jerarquía que el dominio.
3. En definitiva, sostenemos la teoría del dominio funcional del hecho en la
intervención delictiva de los miembros de la organización criminal por el rol de
participación de cada uno de ellos, por el quantum de intervención delictiva dentro
del seno de la organización criminal, por lo que en la organización criminal es de
suma importancia definir los roles de intervención delictiva dentro de la
organización criminal, para determinar funcionalmente en un conglomerado
colectivo criminal las aportaciones que tenga cada miembro, determinándose la
intervención delictiva del miembro de la organización criminal se determina en
función de su atribución normativa de su comportamiento.
4. Por lo que concierne a la participación, partícipe es aquel sujeto que se
caracteriza por no ejecutar la conducta típica, no comete el delito solo, sino que
aporta una parcela para la concreción de la ejecución típica, es decir, partícipe es
aquel que ha infringido la norma bajo su parcela de intervención delictiva, por lo
que en la participación es indispensable conocer el rol de intervención delictiva del
partícipe para poder imputar su conducta en contribución a la ejecución del injusto
que cometan los coautores de la organización criminal. Por ello, en definitiva, para
462
poder imputar el delito de organización criminal en su calidad de partícipe, es de
gran relevancia el conocimiento que tenga el sujeto en su comportamiento, que
funciona como baremo de medición de intervención de acuerdo al rol de
intervención delictiva que presente el partícipe, toda vez que el partícipe también, al
igual que el coautor, realiza un hecho injusto de participación en base a la valoración
de su intervención, el partícipe realiza el hecho pero responde a partir de la
existencia del hecho del autor y además responde por sus propios actos de acuerdo a
la aportación que tenga en base a su rol de intervención delictiva en el seno de la
organización criminal.
5. Como resultado en el delito de organizaciones criminales la intervención
delictiva es obra de todos, es una obra común en la que ha habido una organización
conjunta de acuerdo al rol de intervención delictiva de cada uno de sus miembros en
su calidad de coautores y participes, que no es otra cosa que el reparto de funciones
y tareas que estable el tipo penal, por lo que es la comunidad integrada por el autor y
el partícipe, a quienes se les habrá de imputar el hecho punible de organizaciones
criminales de acuerdo al rol de intervención delictiva de cada miembro, ya sea por
coautoría, inducción, cooperación necesaria o complicidad. Podemos concluir
respecta a los miembros de la organización criminal que su comportamiento
corresponde a una organización con la finalidad de cometer delitos fin de manera
permanente o reiterada, con una coordinación y concertación criminal, por lo que el
estatus de miembro de la organización criminal conlleva la creación de un riesgo no
permitido, el cual da como resultado el estatus de organización.
463
464
BIBLIOGRAFÍA
BELING, Ernst Von, Esquema de Derecho penal. La doctrina del delito tipo, trad., SOLER Sebastián,
Librería el Foro, Argentina, 2002.
BECK, Ulrich, ¿Qué es la globalización?. Falacias del globalismo. Respuestas a la globalización,
Paidos, España, 2004.
BERDUGO GÓMEZ DE LA TORRE, Ignacio, ET ÁL., Curso de Derecho penal. Parte general,
Ediciones Experiencia S.L., Barcelona, España, 2004.
BINDING, Karl, La culpabilidad en Derecho penal, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, Euros,
Argentina, sa.
BLANCO CORDERO, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales, 2ª edic., Aranzadi, A Thomson
company, España, 2002.
- ID., Criminalidad organizada y mercados ilegales, en Revista Eguzkilore, no. 11, Cuaderno del
Instituto Vasco de Criminología, San Sebastián, España, 1997.
BLANCO LOZANO, Carlos, Tratado de Derecho penal, El sistema de la parte general. La estructura
del delito, tomo I, Volumen 2, J.M. Bosch Editor, España, 2005.
BOLAÑOS GONZÁLEZ, Mireya, (Compiladora), Imputación objetiva y dogmática penal, Consejo de
465
Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la Universidad de los Andes,
Venezuela, 2005.
BOLEA BARDON, Carolina, La cooperación necesaria: Análisis dogmático y jurisprudencial,
Atelier, Barcelona, España, 2004.
BONET ESTEVA, Margarita, La víctima del delito. (La autopuesta en peligro como causa de
exclusión del tipo de injusto), McGraw Hill, España, 1999.
BOTTKE, Wilfried, “La actual discusión sobre las finalidades de la pena”, en SILVA SÁNCHEZ, Jesús
María, Política criminal y nuevo Derecho penal. Libro homenaje a Claus ROXIN, J.M. Bosch
editor s.a., Barcelona, España, 1997.
BUSTOS RAMÍREZ, Juan / LARRAURI PIJOAN Elena, Victimología: presente y futuro. (Hacia un
sistema penal de alternativas), PPU, Barcelona, España, 1993.
CACIAGLI, Mario, Clientilismo, corrupción y criminalidad organizada. Evidencias empíricas y
propuestas teóricas a partir de los casos italianos, Centro de estudios Constitucionales,
Madrid, España, 1996.
CANCIO MELIÁ, Manuel, Líneas básicas de la teoría de la imputación objetiva. Ángel Editor,
México, 2001.
- ID., Conducta de la víctima e imputación objetiva en Derecho penal. Estudio sobre los ámbitos de
responsabilidad de la víctima y autor en actividades arriesgadas, Bosch, España, 2001.
- ID., “Aproximación a la teoría de la imputación objetiva”, en BOLAÑOS GONZÁLEZ, Mireya,
(Compiladora), Imputación objetiva y dogmática penal, Consejo de Desarrollo Científico,
Humanístico y Tecnológico de la Universidad de los Andes, Venezuela, 2005, págs., 87-122.
- ID., “De nuevo: ¿Derecho penal del enemigo?”, en JAKOBS, Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel,
Derecho penal del enemigo, 2ª edic., Thompson Civitas, España, 2006, págs., 85-152.
- ID., “Algunas reflexiones sobre lo objetivo y lo subjetivo en la teoría de la imputación objetiva”,
en DAZA GÓMEZ, Carlos, Director y presentador / QUINTERO MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS,
Miguel, coordinadores, El pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores
editor y distribuidor, México, 2007, págs., 493-513.
- ID., “Conducta de la víctima y responsabilidad jurídico-penal del autor”, en DAZA GÓMEZ, Carlos,
Director y presentador / QUINTERO MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel, coordinadores,
El pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores editor y distribuidor,
México, 2007, págs., 515-570.
- ID., “El injusto de los delitos de organización: peligro y significado”, en CANCIO MELIÁ, Manuel /
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Delitos de organización, B de F, Argentina, 2008, págs., 15-
84.
ID., “Derecho penal del enemigo: Contexto político-criminal y concepto teórico. Algunas tesis sobre
la construcción de Günther JAKOBS, en CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJOO SÁNCHEZ,
Bernardo, Teoría funcional de la pena y de la culpabilidad. Seminario con GÜNTHER Jakobs
en la UAM, Civitas, España, 2008, págs., 63-87.
- ID, Los delitos de terrorismo. Estructura típica e injusto, Reus, Madrid, España, 2010.
CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo, Teoría funcional de la pena y de la
culpabilidad. Seminario con GÜNTHER Jakobs en la UAM, Civitas, España, 2008.
CANCIO MELIÁ, Manuel / SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Delitos de organización, B de F,
Argentina, 2008.
CANCIO MELIÁ, Manuel / POZUELO PÉREZ, Laura, (Coordinadores), Política criminal en
vanguardia. Inmigración clandestina, terrorismo, criminalidad organizada, Thomson
Civitas, España, 2008.
CANCIO MELIÁ, Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos, Coordinadores, Derecho penal del
enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 1, B de F., Buenos Aires Argentina, 2006.
- ID., Derecho penal del enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 2, B de F., Buenos Aires
Argentina, 2006.
CANCIO MELIÁ, Manuel / FERRANTE, Marcelo / SANCINETTI, Marcelo A., Estudios sobre la
466
imputación objetiva, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1998.
CARDONA TORRES, Juan, Derecho penal. Parte especial. Adaptado a la reforma de la Ley orgánica
5/2010, de 22 de junio, Bosch, Barcelona, España, 2010.
CARO JOHN, José Antonio, “Conductas neutrales y prohibición de regreso”, en CARO JOHN, José
Antonio / POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales,
Flores Editor y Distribuidor., México, 2009, págs., 163-202.
- ID,. “Intervención delictiva y deber de solidaridad mínima”, en CARO JOHN, José Antonio /
POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales, Flores Editor
y Distribuidor., México, 2009, págs., 203-226.
- ID,. “Imputación subjetiva”, en CARO JOHN, José Antonio / POLAINO ORTS, Miguel, Derecho
penal funcionalista. Aspectos fundamentales, Flores Editor y Distribuidor., México, 2009,
págs., 259-28.
- ID., Manual teórico – práctico de teoría del delito. Materiales de aplicación a la investigación y
judialización de delitos cometidos en el ejercicio de la función pública, Ara, Perú, 2014.
CARO JOHN, José Antonio / POLAINO ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos
fundamentales, Flores Editor y Distribuidor., México, 2009.
CASTELLS, Manuel, La era de la información. Economía, sociedad y cultura, Alianza, Madrid,
España, 2006.
CASTELLANOS MUÑOZ, Jesús / GUTIÉRREZ SANTOS, Oscar, La función de investigación de las
policías conforme al nuevo modelo policial en México, y su normativa federal, Flores
editores, México, 2016.
CATANZARO, Raimundo, El Delito como empresa, Taurus, España, 1992.
CEREZO RAMIREZ, Fuensanta, Conductas agresivas en la edad escolar: aproximación teórica y
metodológica: propuestas de intervención, Piramide, España, 2006.
CIGÜELA SOLA, Javier, La culpabilidad colectiva en el Derecho penal. Crítica y propuesta de una
responsabilidad estructural de la empresa, Marcial Pons, España, 2015.
Criminalidad organizada, Reunión de la sección Nacional Española Preparatoria del XVI Congreso
de la AIDP en Budapest, Gabinete del Rector de la Universidad de Castilla-La Mancha,
España, 1999.
COLINA RAMÍREZ, Edgar Iván, La defraudación tributaria en el código penal español. Análisis
jurídico-dogmático del artículo 305 CP, Bosch, España, 2010.
- ID., Ley federal de extinción de dominio. Análisis jurídico – procesal, Flores editor y distribuidor,
México, 2011.
- ID., Sobre la legitimación del derecho penal del riesgo, Bosch penal, España, 2014.
- ID., Derecho penal del riesgo (Un estudio desde su legitimación), Flores editor y distribuidor,
México, 2015.
- ID-. La evolución de la Política criminal, Flores editor y distribuidor, México, 2016.
CORCINO BARRUETA, Fernando, “Coautoría, imputación objetiva y semántica social”, en
KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel / CORCINO BARRUETA, Imputación normativa.
Aspectos objetivo y subjetivo de la imputación penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 63-
88.
CORCOY BIDASOLO, Mirenxu, El Delito imprudente. Criterios de imputación del resultado, PPU,
Barcelona, España. 1989.
CUELLO CONTRERAS, Joaquín, El Derecho penal español. Curso de iniciación. Parte general.
Nociones introductorias. Teoría del Delito, 2ª Edición, Editorial Civitas S.A., Madrid,
España, 1996.
- ID., El Derecho Penal español. Parte general. Teoría del delito (2),volumen II, 2ª edic., Dykinson,
Madrid, España, 2009.
CHAMPO SÁNCHEZ, Nimrod Mihael, El dominio del hecho. Formas de autoría en el delito, Editorial
Porrúa, México, 2010.
CHOCLÁN MONTALVO, José Antonio, “Criminalidad organizada. Concepto. La asociación ilícita.
467
Problemas de autoría y participación”, en GRANADOS PÉREZ, Carlos, La criminalidad
organizada. Aspectos sustantivos, procesales y orgánicos, Consejo General del Poder
Judicial, España, 2001, págs., 215-268.
DAZA GÓMEZ, Carlos, Director y presentador / QUINTERO MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel,
coordinadores, El pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores editor y
distribuidor, México, 2007.
DE JESÚS, Damásio E, Imputación objetiva, B de F Editorial, Argentina, 2006.
DE LA CRUZ OCHOA, Ramón, Crimen organizado. Delitos más frecuentes. Aspectos criminológicos
y penales, Editorial Universitaria, Cuba, 2008.
DELGADO MARTÍN, Joaquín, La Criminalidad organizada, J.M. Bosch Editor, Barcelona, España,
2001.
DE TOLEDO Y UBIETO, Emilio Octavio / GURDIEL SIERRA, Manuel / CORTÉS BECHIARELLI, Emilio
(Coordinadores), Estudios penales en recuerdo del Profesor RUIZ ANTÓN, Tirant lo Blanch,
Valencia, España, 2004.
DÍAZ AGUADO, María José, Et. Al, Infancia en situación de riesgo social. Un instrumento para su
detección a través de la escuela, Comunidad de Madrid, Dirección General de Investigación,
España, 1996.
DÍEZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel, “Coautoría alternativa y coautoría aditiva: ¿Autoría o
participación?. Reflexiones sobre el concepto de coautoría”, en SILVA SÁNCHEZ, Jesús María,
(coordinador), Política criminal y nuevo Derecho penal. Libro homenaje a Claus ROXIN, J.M.
Bosch editor s.a., Barcelona, España, 1997, págs.., 295- 330.
DÍEZ RIPOLLÉS, José Luis, Los elementos subjetivos del delito. Bases metodológicas, Tirant lo
blanch, Valencia, España. 1990.
DÍEZ RIPOLLÉS, José Luis / ROMERO CASABONA, Carlos María / GRACIA MARTÍN, Luis / HIGUERA
GUIMERÁ, Juan Felipe, La ciencia del Derecho penal ante el nuevo siglo. Libro homenaje al
Profesor Doctor Don José CEREZO MIR, Tecnos, Madrid, España, 2002.
DONNA, Edgardo Alberto, La culpabilidad y la prevención como conceptos antagónicos, en
AA.VV., Teorías actuales en Derecho penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1998.
DONINI, Massino, “El Derecho penal frente al enemigo”, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel /
FARALDO CABANA Patricia, en CANCIO MELIÁ, Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos,
Coordinadores, Derecho penal del enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 1, B de F.,
Buenos Aires Argentina, 2006, págs., 603-684.
ENGISH, Karl, La teoría de la libertad de la voluntad en la actual doctrina filosófica del Derecho
penal, trad., GÚZMAN DALBORA, José Luis, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2006.
ESER, Albin / GIMBERNAT ORDEIG, Enrique / PERRON, Walter (Editores), Justificación y
Exculpación en Derecho Penal, (Coloquio Hispano-Alemán de Derecho Penal), Servicio de
Publicaciones, Facultad de Derecho, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España,
1995.
ESER, Albin / HIRSCH, Hans Jachim / ROXIN, Claus / CHRISTIE, Nils / MAIER, Julio, B.J / BERTONI,
Eduardo Andrés / BOVINO, Alberto / LARRAURI, Elensa, De los delitos y de las víctimas, Ad-
Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1992.
FABIAN CHAPARROS, Eduardo, El Delito de blanqueo de capitales, Colex, Madrid, España, 1998.
FALCIONI, Marta Beatriz, Imputabilidad, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, Argentina, 1987.
FARALDO CABANA, Patricia, Derecho penal de excepción. Terrorismo e inmigración, Tirant lo
Blanch, Valencia, España, 2007.
- ID., Asociaciones ilícitas y organizaciones criminales en el código penal español, Tirant lo
Blanch, Valencia, España, 2012.
FARRÉ TREPAT, Elena, La tentativa de delito. Doctrina y Jurisprudencia, Bosch, España, 1986.
FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo J, La distinción entre dolo e imprudencia en los delitos de resultado
lesivo. Sobre la normativización del dolo, En Cuadernos de política criminal, Edersa, Madrid,
España, sa.
468
- ID., Las teorías relativas II. La prevención especial, Revista peruana de ciencias penales, año VII-
VIII, Ediciones especial, No. 11, Idemsa, Perú, sa.
- ID., El injusto penal y su prevención ante el nuevo código penal de 1995, Colex, España, 1997.
- ID., Límites de la participación criminal. ¿Existe una “prohibición de regreso” como límite
general del tipo en Derecho penal?, Comares, Madrid, España, 1999.
- ID., Imputación objetiva en Derecho penal, Instituto Peruano de Ciencias Penales, Grijley, Perú,
2002.
- ID., “El Derecho penal del enemigo y el Estado democrático de derecho”, en CANCIO MELIÁ,
Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos, Coordinadores, Derecho penal del enemigo. El
discurso penal de exclusión, Vol. 1, B de F., Buenos Aires Argentina, 2006, págs., 799-845.
- ID., Retribución y prevención general. Un estudio sobre la teoría de la pena y las funciones del
Derecho penal, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2007.
- ID., “Prevención general positiva: estabilización normativa mediante imposición de males. Una
réplica de la teoría de la pena de GÜNTHER Jakobs”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJOO
SÁNCHEZ, Bernardo, Teoría funcional de la pena y de la culpabilidad. Seminario con
GÜNTHER Jakobs en la UAM, Civitas, España, 2008.
FELDMAN, M. Philip, trad., HERNÁNDEZ PADILLA, Javier, Comportamiento criminal: Un análisis
psicológico, Fondo de Cultura Económica, México, 1989.
FERRÉ OLIVÉ, Juan Carlos / ANARTE BORRALLO, Enrique, Delincuencia organizada. Aspectos
penales, procesales y criminológicos, Universidad de Huelva Publicaciones, España, 1999.
FERNÁNDEZ, Gonzalo D., Bien jurídico y sistema del delito. Ensayo de fundamentación dogmática,
B de F, Argentina, 2004.
FERNANDO NIÑO, Luis, El Bien Jurídico como referencia garantista, Editoriales del Puerto, Buenos
Aires, Argentina, 2008.
FOUCAULT, Michel, Seguridad, territorio y población, Fondo de Cultura Económica, México, 2006.
FRANK, Reinhard, Sobre la estructura del concepto de Culpabilidad, trad., ABOSO, Gustavo
Eduardo / Low, Tea, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2002.
FRISCH, Wolfgang, Tipo penal e imputación objetiva, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / DE LA
GÁNDARA VALLEJO, Beatriz / JEAN VALLEJO, Manuel / REYES ALVARADO, Yesid, Colex,
España,1995.
- ID., Comportamiento típico e imputación del resultado, trads., CUELLO CONTRERAS, Joaquín /
SERRANO MURILLO, José Luis, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., España,
2004.
FRISCH, Wolfgang / ROBLES PLANAS, Ricardo, Desvalorar e imputar. Sobre la imputación objetiva
en Derecho penal, trad., ROBLES PLANAS, Ricardo, Editorial B de F, Buenos Aires, 2012.
GARCÍA CAVERO, Percy, Derecho penal económico. Parte general, Ara editores, Perú, 2003.
GARCÍA DE PAZ, María Isabel, El moderno Derecho penal y la anticipación de la tutela penal,
Secretariado de publicaciones e intercambio científico, Universidad de Valladolid, España,
1999.
GARCÍA – PABLOS DE MOLINA, Antonio, Asociaciones ilícitas en el código penal, Bosch, España,
1978.
GARCÍA VALDÉS, Carlos, Et. Al., (Coordinadores), Estudios penales en homenaje a Enrique
GIMBERNAT, tomo I, Edisofer S.L., Madrid, España, 2008.
GARRIDO, Vicente / STANGELAND, Per / REDONDO, Santiago, Principios de Criminología, 3ª edic.,
Tirant lo Blanch, 2006.
GIDDENS, Anthony, Un mundo desbocado, los efectos de la globalización en nuestras vidas,
Taurus, España, 2003.
GIL GIL, Alicia, La ausencia del elemento subjetivo de justificación, Comares, Granada, España,
2002.
GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, Introducción a la parte general del Derecho español, Universidad
Complutense, Facultad de Derecho, España, 1979.
469
- ID., Estudios de Derecho Penal, 3ª edic., Tecnos, España, 1990.
- ID., “La distinción entre delitos propios (puros) y delitos impropios de omisión (o de comisión por
omisión)”, en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Problemas capitales del moderno
Derecho penal a principios del siglo XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 39-68.
- ID., “La causalidad en la omisión impropia y la llamada “omisión por comisión””, en MORENO
HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Problemas capitales del moderno Derecho penal a
principios del siglo XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 123-210.
- ID., Delitos cualificados por el resultado y causalidad, 2ª edic., B de F. Buenos Aires, Argentina,
2007.
GOLDSCHMIDT, James, La concepción normativa de la culpabilidad, 2ª edic., B de F, Buenos Aires,
Argentina, 2002.
GÓMEZ BENÍTEZ, José Manuel, Teoría jurídica del delito. Derecho penal parte general, Editorial
Civitas, España, 1984.
GÓMEZ GÓMEZ, Amalia, La Escuela sin ley, Salva Libros, Madrid. España. 2009.
GÓMEZ GONZÁLEZ, Orlando T, Participación criminal: Análisis doctrinal y jurisprudencial,
Dykinson, España, 2003.
GÓMEZ – JARA DÍEZ, Carlos, Teoría de sistemas y Derecho penal. Fundamentos y posibilidades de
aplicación, Comares, Granada, España, 2005.
- ID., “Segunda sesión: Culpabilidad y prevención”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJOO SÁNCHEZ,
Bernardo, Teoría funcional de la pena y de la culpabilidad. Seminario con GÜNTHER Jakobs
en la UAM, Civitas, España, 2008.
GÓMEZ RIVERO, María del Carmen / MENDOZA CALDERÓN, Silvia, Casos prácticos de Derecho
penal. Parte general (adoptado al EES), Tecnos, España, 2009.
GÓMEZ TOMILLO, Manuel, Comentarios al código penal, 2ª edic., Lex Nova, Valladolid, España,
2011.
GONZÁLEZ CUSSAC, José Luis / CUERDA ARNAU, María Luisa, (Directores), Nuevas amenazas a la
seguridad nacional. Terrorismo, criminalidad organizada y tecnologías de la información y
la comunicación, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2013.
GONZÁLEZ RUIZ, Samuel / LÓPEZ PORTILLO, Ernesto, Et. Al., Seguridad pública en México.
Problemas actuales, perspectivas y propuestas, UNAM, México, 1994.
GONZÁLEZ RUS, Juan José, La Criminalidad organizada, Tirant lo blanch, Valencia. España, 2013.
GRACIA MARTÍN, Luis, Fundamentos de dogmática penal. Una introducción a la concepción
finalista de la responsabilidad penal, Atelier, Barcelona, España, 2006.
- ID., “Sobre la negación de la condición de persona como paradigma de Derecho penal del
enemigo”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos, Coordinadores,
Derecho penal del enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 1, B de F., Buenos Aires
Argentina, 2006, págs., 1051-1080.
GRANADOS PÉREZ, Carlos, La criminalidad organizada. Aspectos sustantivos, procesales y
orgánicos, Consejo General del Poder Judicial, España, 2001.
GRECO, Luis, “Acerca del llamado Derecho penal del enemigo”, en CANCIO MELIÁ, Manuel /
GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos, Coordinadores, Derecho penal del enemigo. El discurso
penal de exclusión, Vol. 1, B de F., Buenos Aires Argentina, 2006, págs., 1081-1111
- ID., Lo vivo y lo muerto en la teoría de la pena de Feuerbach. Una contribución al debate actual
sobre los fundamentos del Derecho penal, trads., DROPULICH, Paola / BÉGUELIN, José R.,
Marcial Pons, España, 2015.
GUTIÉRREZ ALVIZ CONRADI, Faustino / VALCÁRCE LÓPEZ, Marta, La criminalidad organizada
ante la justicia, Secretariado de Publicaciones Universidad de Sevilla, Sevilla, España, 1996.
- ID., La cooperación internacional frente a la criminalidad organizada, Secretariado de
Publicaciones Universidad de Sevilla, Sevilla, España, 2001.
GUTIÉRREZ GIL, Andrés Javier, “La participación por colaboración en el delito de terrorismo”, en
GRANADOS PÉREZ, Carlos, La criminalidad organizada. Aspectos sustantivos, procesales y
470
orgánicos, Consejo General del Poder Judicial, España, 2001, págs., 13-70.
GUTIÉRREZ SANTOS, Oscar, Sistema de justicia para adolescentes, Flores editor y distribuidor,
México, 2011.
- ID., Conducta típica e imputación objetiva en Derecho penal. Referencia al tipo penal de
delincuencia organizada, Flores editor y distribuidor, México, 2015.
HASSEMER, Winfried, Persona, mundo y responsabilidad. Bases para una teoría de la imputación
en Derecho penal, trads., MUÑOZ CONDE, Francisco / DÍAZ PITA, María del Mar, Temis,
Colombia, 1999.
- ID., Por qué no debe suprimirse el Derecho penal, trads., ONTIVEROS ALONSO, Miguel, Inacipe,
México, 2003.
HEFENDEHL, Roland, (ED), La teoría del bien jurídico. ¿Fundamentos de legitimación del Derecho
penal o juego de abalorios dogmáticos?, trad, ALCÁCER, Rafael / MARTÍN, María / ORTIZ DE
URBINA, Iñigo, Marcial Pons, España, 2007.
HENKEL, Heinrich, Exigibilidad e inexigibilidad como principio jurídico regulativo, trad., GUZMÁN
DALBORA, José Luis, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2005.
HERRERA MORENO, Myriam, Victimología. Nociones básicas, tomo I, Servi-copy, España, 2014.
HERRERO HERRERO, César, Criminología (Parte general y especial), 3ª edic., Dykinson, Madrid,
España, 2007.
HIRSCH, Hans Joachim, Derecho penal, obras completas. La doctrina de los elementos negativos
del tipo penal. El error sobre las causa de justificación, trad., STYMA, Dirk, rev / DONNA,
Edgar Alberto, tomo IV, Rubinzal-Culzoni Editores, Argentina, 2005.
HORMAZABAL MALAREE, Hernan, Bien jurídico y estado social y democrático de derecho. Objeto
protegido por la norma penal, Editorial jurídica Conosur, Santiago de Chile, 1992.
HRUSCHKA, Joachim, Imputación y Derecho penal. Estudios sobre la teoría de la imputación,
Aranzadi, España, 2005.
- ID., La imputación ordinaria y extraordinaria en PUFENDORF, trad., PASTOR MUÑOZ, Nuria,
Universidad Externado de Colombia, Centro de investigaciones en Filosofía y Derecho,
cuadernos de conferencias y artículos No. 35, Colombia, 2006.
IGLESIAS BÁREZ, Mercedes, El caso Bildu: Continuidad y ruptura en la doctrina del Tribunal
Constitucional sobre la legalización de Formaciones políticas, Salamanca, España, sa.
IZQUIERDO ESCRIBANO, Antonio, La inmigración inesperada: La población extranjera en España:
(1991-1995), Trotta, España, 1996.
JAÉN VALLEJO, Manuel, El concepto de acción en la dogmática penal. Editorial Colex, España,
1994.
JAKOBS, Günther, La imputación penal de la acción y de la omisión, trad., SÁNCHEZ-VERA, Javier,
Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigaciones de Derecho penal y Filosofía
del Derecho, Colombia, 1996
- ID., Derecho penal. Parte general. Fundamentos y teoría de la imputación, trads. CUELLO
CONTRERAS, Joaquín / SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis, 2° edic., Marcial Pons,
Ediciones Jurídicas, España, 1997.
- ID., La Imputación objetiva en el Derecho penal, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, AD-HOC,
Buenos Aires, Argentina, 1997.
- ID., Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997.
- ID., “Culpabilidad y prevención”, trad., SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J, en JAKOBS, Günther,
Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997, págs., 73-100.
- ID., “La imputación objetiva, especialmente en el ámbito de las instituciones jurídico penales del
riesgo permitido, la prohibición de regreso y el principio de confianza en Estudios de
Derecho penal”, trad., PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Estudios de
Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SUÁREZ
471
GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997. págs., 209-222.
- ID., “Representación del autor e imputación objetiva”, trad., SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J, en
JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA
RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997,
págs., 223-240.
- ID., “El desistimiento como modificación del hecho”, trad., PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en
JAKOBS, Günther, Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA
RAMOS, Enrique / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997,
págs., 325-345.
- ID., “El principio de culpabilidad”, trad., PEÑARANDA RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther,
Estudios de Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Enrique /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Editorial Civitas, Madrid, España. 1997, págs., 365-394.
- ID., La autoría mediata con instrumentos que actúan por error como problema de imputación
objetiva, 1ª reimpresión, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel, Universidad Externado de
Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y filosofía del Derecho, Colombia,
1998.
- ID., Sobre la teoría de la pena, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel, Universidad Externado de
Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y filosofía del Derecho, Colombia,
1998.
- ID., “ Imputación jurídico penal. Desarrollo del sistema a partir de las condiciones de vigencia de
la norma”, en JAKOBS, Günther / STRUENSEE, Eberhard, Problemas capitales del Derecho
penal moderno, Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 1998, págs., 33-54.
- ID., “ Conocimiento y desconocimiento de la norma”, en JAKOBS, Günther / STRUENSEE,
Eberhard, Problemas capitales del Derecho penal moderno, Hammurabi, Buenos Aires,
Argentina, 1998, págs., 55-80.
- ID., Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO
SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000.
- ID., “El concepto jurídico-penal de acción”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en JAKOBS, Günther,
Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO
SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ
GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, págs., 77-108.
- ID., “La prohibición de regreso en los delitos de resultado. Estudios sobre el fundamento de la
responsabilidad jurídico-penal en la comisión”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en JAKOBS,
Günther, Bases para una teoría funcional del Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel
/ FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. /
SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, págs., 169-208.
- ID., “Criminalización en el estado previo a la lesión de un bien jurídico”, trad., PEÑARANDA
RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Bases para una teoría funcional del Derecho penal,
trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo / PEÑARANDA RAMOS, Enrique
/ SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J., Palestra Editores, Lima, Perú,
2000, págs., 209-248.
- ID., “La autoría mediata con instrumentos que actúan por error como problema de imputación
objetiva”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en JAKOBS, Günther, Bases para una teoría
funcional del Derecho penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo /
PEÑARANDA RAMOS, Enrique / SANCINETTI, Marcelo A. / SUÁREZ GONZÁLEZ, Carlos J.,
Palestra Editores, Lima, Perú, 2000, págs., 249-268.
- ID., Sociedad, norma y persona en una teoría de un Derecho penal funcional, trads., CANCIO
MELIÁ, Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo, Civitas, España, 2000.
- ID., “El ocaso del dominio del hecho. Una contribución a la normativización de los conceptos
jurídicos”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en JAKOBS, Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, EL
472
sistema funcionalista del Derecho penal, Griley, Lima, Perú, 2000, págs., 165- 194.
-ID., ¿Qué protege el Derecho penal: bienes jurídicos o la vigencia de la norma?, trad., CANCIO
MELIÁ, Manuel, Ediciones jurídicas Cuyo, Santiago de Chile, 2001.
- ID., Moderna Dogmática Penal. Estudios Compilados, Trads., AAVV, Editorial Porrúa, México,
2002.
- ID., “Sociedad, norma y persona en una teoría de un Derecho penal funcional”, trads., CANCIO
MELIÁ Manuel / FEIJÓO SÁNCHEZ Bernardo, en JAKOBS, Günther, Moderna Dogmática
Penal. Estudios Compilados, Trads., AAVV, Editorial Porrúa, México, 2002, págs., 3-41.
- ID., “Criminalización en el estadio previo a la lesión de un bien jurídico”, trad., PEÑARANDA
RAMOS, Enrique, en JAKOBS, Günther, Moderna Dogmática Penal. Estudios Compilados,
Trads., AA.VV., Editorial Porrúa, México, 2002, págs., 390-431.
- ID., “La normativización del Derecho penal en el ejemplo de la participación”, trad., CANCIO
MELIÁ, Manuel, en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Fundamentos de la
dogmática penal y de política criminal. (Ontologismo y normativismo), Editorial Jus Poenale,
México, 2002, págs., 1-33
-ID., Sobre la normativización de la dogmática jurídico-penal, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel /
FEIJÓO SÁNCHEZ, Bernardo, Thomson, Civitas, Madrid, España, 2003.
- ID., “La idea de la normativización en la dogmática jurídico-penal”, trad., CANCIO MELIÁ,
Manuel, en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Problemas capitales del moderno
Derecho penal a principios del siglo XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 69-86.
- ID., “Sobre los grados de la incumbencia. Reflexiones sobre el origen y la importancia de los
deberes de actuación y de permisión”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en MORENO HERNÁNDEZ,
Moisés, (Coordinador), Problemas capitales del moderno Derecho penal a principios del siglo
XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 211-226.
-ID., Dogmática de Derecho penal y la configuración normativa de la sociedad, trads., AA.VV.,
Thomson, Civitas, Madrid, España, 2004.
- ID., “Derecho penal del ciudadano y Derecho penal del enemigo”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel,
en JAKOBS, Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, Derecho penal del enemigo, 2ª edic.,
Thompson Civitas, España, 2006, págs., 21-56.
- ID., “¿Terroristas como personas en Derecho?”, trad., CANCIO MELIÁ, Manuel, en JAKOBS,
Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, Derecho penal del enemigo, 2ª edic., Thompson Civitas,
España, 2006, págs., 57-84.
-ID., El Derecho penal como disciplina Científica, trad., VAN WEEZZEL, Alex, Thomson, Civitas,
España, 2008.
- ID., “¿De qué trata exactamente la problemática del Derecho penal del enemigo?” trad., POLAINO
ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO ORTS,
Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad., POLAINO
ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, págs., 1-6.
- ID., “¿Derecho penal del enemigo? Un estudio acerca de los presupuestos de la juricidad” trad.,
POLAINO ORTS, Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO
ORTS, Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad.,
POLAINO ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, págs., 7-40.
- ID., “¿Derecho penal del enemigo? Un estudio acerca de los presupuestos de la juridicidad”, Trad.,
CANCIO MELIÁ, Manuel, en CANCIO MELIÁ, Manuel / FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo, Teoría
funcional de la pena y de la culpabilidad. Seminario con GÜNTHER Jakobs en la UAM,
Civitas, España, 2008, págs., 23-62.
- ID,. “Sobre el concepto de persona en Derecho”, trad., POLAINO ORTS, Miguel en JAKOBS,
Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Persona y enemigo. Teoría y práctica del Derecho penal
del enemigo, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Ara editores, Perú, 2011, págs., 15-32.
- ID,. “Sobre la teoría del Derecho penal del enemigo”, trad., POLAINO ORTS, Miguel en JAKOBS,
Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Persona y enemigo. Teoría y práctica del Derecho penal
473
del enemigo, trads., POLAINO ORTS, Miguel, Ara editores, Perú, 2011, págs., 33-58.
- ID., “En los límites de la orientación jurídica: Derecho penal del enemigo”, trad., POLAINO ORTS,
Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO ORTS, Miguel, El
Derecho penal ante la criminalidad del núcleo duro. Una respuesta desde el Estado de
Derecho, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Contexto, Resistencia, Choco, 2011, págs., 17-36.
- ID., “Estado de Derecho y combate de peligros: Un esbozo”, trad., POLAINO ORTS, Miguel, en
JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO ORTS, Miguel, El Derecho
penal ante la criminalidad del núcleo duro. Una respuesta desde el Estado de Derecho, trad.,
POLAINO ORTS, Miguel, Contexto, Resistencia, Choco, 2011, págs., 37-39.
- ID,. “En los límites de la orientación jurídica: Derecho penal del enemigo”, trad., POLAINO ORTS,
Miguel, en JAKOBS, Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Criminalidad Organizada. Formas de
combate mediante el Derecho penal, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Flores editor y
distribuidor, México, 2013, págs., 1-32.
- ID,. “Estado de Derecho y combate de peligros: un esbozo”, trad., POLAINO ORTS, Miguel, en
JAKOBS, Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Criminalidad Organizada. Formas de combate
mediante el Derecho penal, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor,
México, 2013, págs., 33-38.
- ID,. “Sobre la teoría del Derecho penal del enemigo”, trad., POLAINO ORTS, Miguel, en JAKOBS,
Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Criminalidad Organizada. Formas de combate mediante
el Derecho penal, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2013,
págs., 39-70.
-ID., El lado comunicativo y el lado silencioso del Derecho penal. Expectativas normativas,
intervención delictiva, Derecho penal del enemigo, trad., POLAINO ORTS, Miguel,
Universidad de Sevilla, Sevilla, España, 2014.
JAKOBS, Günther / CANCIO MELIÁ, Manuel, EL sistema funcionalista del Derecho penal, Griley,
Lima, Perú, 2000.
- ID., Derecho penal del enemigo, 2ª edic., Thompson Civitas, España, 2006.
JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO ORTS, Miguel, El Derecho penal del
enemigo en el contexto del funcionalismo, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Flores editor y
distribuidor, México, 2008.
- ID., El Derecho penal ante la criminalidad del núcleo duro. Una respuesta desde el Estado de
Derecho, trad., POLAINO ORTS, Miguel, Contexto, Resistencia, Choco, 2011.
- ID., Bien jurídico, vigencia de la norma y daño social, trads., POLAINO ORTS, Miguel, Ara, Perú,
2010.
JAKOBS, Günther / POLAINO ORTS, Miguel, Persona y enemigo. Teoría y práctica del Derecho
penal del enemigo, trads., POLAINO ORTS, Miguel, Ara editores, Perú, 2011.
- ID,. Criminalidad Organizada. Formas de combate mediante el Derecho penal, trad., POLAINO
ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2013.
JAKOBS, Günther / STRUENSEE, Eberhard, Problemas capitales del Derecho penal moderno,
Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 1998.
JESCHECK, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho penal. Parte general, trad. OLMEDO CARDENETE,
Miguel, 5ª edic., Comares, Granada, España, 2002.
-ID., Evolución del concepto jurídico penal de culpabilidad en Alemania y Austria, trad., ESQUINAS
VALVERDE, Patricia, Revista electrónica de ciencia penal y criminología, RECPC 05-01-2003,
disponible en; http://criminet.urg.es/recpc
JIMÉNEZ DÍAZ, María José, Seguridad ciudadana y Derecho penal, Dykinson S.L., España, 2006.
JIMÉNEZ VILLAREJO, José, Director, Elementos subjetivos de los tipos penales, Consejo General del
Poder Judicial, Madrid, España, 1994.
JOHNSON, David, W, Cómo reducir la violencia en las escuelas, Paidos, Buenos Aires Argentina,
1999.
KAUFMANN, Armin, Dogmática de los delitos de omisión, trads., CUELLO CONTRERAS, Joaquín /
474
SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis, Marcial Pons, España, 2006.
- ID., Estudios de Derecho penal, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2013.
- Id., Teoría de las normas. Fundamentos de la dogmática penal moderna, trads., BACIGALUPO,
Enrique / GARZÓN VALDÉS, Ernesto, Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1977.
KINDHÄUSER, Urs, La lógica de la construcción del delito, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, Revista
de análisis especializado de jurisprudencia, tomo 14, ediciones Caballero Bustamante, 2009.
- ID., KINDHÄUSER, Urs, “Acción y norma en el Derecho penal”, trad., DE LA VEGA MARTINIS,
Orlando Humberto, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel, Normativismo en
Derecho penal. Estudios de dogmática jurídico-penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 69-
100.
- ID., “El Denominado Riesgo no Permitido”, trad., PASTOR MUÑOZ, Nuria, en KINDHÄUSER, Urs /
POLAINO ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho penal. Estudios de dogmática jurídico-
penal, Contexto, Argentina, 2011. págs., 219-236.
- ID., “La fidelidad al Derecho como categoría de la culpabilidad”, trad., GARCÍA CAVERO, Percy,
en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado
democrático de Derecho, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011.
- ID., “Culpabilidad jurídico – penal en el Estado democrático de Derecho”, trad., MAÑALICH, Juan
Pablo, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado
democrático de Derecho, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011.
- ID., “Personalidad, culpabilidad y retribución, de la legitimación y fundamentación ético – jurídica
de la pena criminal”, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan
Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, trad., MAÑALICH, Juan
Pablo, Argentina, B de F, 2011.
- ID., “Retribución de culpabilidad y pena”, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER, Urs /
MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho, B de F,
Argentina, 2011.
- ID., “Culpabilidad y prevención en el Estado democrático de Derecho”, trad., MAÑALICH, Juan
Pablo, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel / CORCINO BARRUETA, Imputación
normativa. Aspectos objetivo y subjetivo de la imputación penal, Contexto, Argentina, 2011,
págs., 89-106.
- ID., “El tipo subjetivo”, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS,
Miguel / CORCINO BARRUETA, Imputación normativa. Aspectos objetivo y subjetivo de la
imputación penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 107-124.
KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de
Derecho, trad., MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011.
KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho penal. Estudios de
dogmática penal, Contexto, Argentina, 2011.
KINDHÄUSER, Urs / POLAINO ORTS, Miguel / CORCINO BARRUETA, Fernando, Imputación
normativa. Aspectos objetivo y subjetivo de la imputación penal, Contexto, Argentina, 2011.
LAMPE, Ernst-Joachim, La dogmática jurídico-penal entre la ontología social y el funcionalismo,
trads., GÓMEZ – JARA DÍEZ, Carlos / ORCE, Guillermo / POLAINO ORTS, Miguel, Editora
jurídica Grijley, Perú, 2003.
LATORRE LATORRE, Ángel / MUÑOZ GRAU, Encarnación, Educación para la tolerancia. Programa
de prevención de conductas agresivas y violencias en las aulas. Desclée De Brouwer, Bilbao,
España. 2004.
LESCH, Heiko, H., Intervención delictiva e imputación objetiva, trad., SÁNCHEZ-VERA GÓMEZ-
TRELLES, Javier, primer reimpresión, Universidad Externado de Colombia, Centro de
investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho, Colombia, 1997.
- ID., “ ¿Es la determinación común sobre el hecho presupuesto de la autoría?, trad., GONZÁLEZ
RIVERO, Pilar, en Revista del Poder Judicial, Consejo General del Poder Judicial, 3ª época,
número 57, Madrid, España, 2000, págs., 83-98.
475
- ID., Injusto y culpabilidad en derecho penal, trads., RANGUES, Ramón, Universidad Externado de
Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho, Colombia,
2001.
LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, Jacobo, “Posición de la unión europea sobre el crimen organizado,
GRANADOS PÉREZ, Carlos, La criminalidad organizada. Aspectos sustantivos, procesales y
orgánicos, Consejo General del Poder Judicial, España, 2001, págs., 113-144.
LÓPEZ-MUÑOZ, Juliaán, Criminalidad organizada. Aspectos jurídicos y criminológicos, Dykinson,
España, 2015.
LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco, Seguridad ciudadana y orden público, El consultor de los
Ayuntamientos de Madrid y de los juzgados, Madrid, España, 1992.
LLOBET ANGLÍ, Mariona, Derecho penal del terrorismo. Límites de su punición en un estado
democrático, La Ley, España, 2010.
LYNCH, Enrique, La televisión, el espejo del reino. Debolsillo, España, 2000.
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel, “Culpabilidad y pena en el código penal español de 1995”, en
AA.VV., Teorías actuales en Derecho penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 1998.
-ID., Curso de Derecho penal. Parte general, tomo I, Editorial Universitas, Madrid, España, 2004.
MAÑALICH, Juan Pablo, La tentativa y el desistimiento en el Derecho penal. Algunas
consideraciones conceptuales, en revista de estudios de la Justicia, centro de estudios de la
Justicia, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, Chile, No. 4, 2004, págs., 137-175.
- ID., “Retribucionismo expresivo. Acerca de la función comunicativa de la pena”, en KINDHÄUSER,
Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en el Estado democrático de Derecho,
trad., MAÑALICH, Juan Pablo, B de F, Argentina, 2011.
- ID., “Pena y ciudadanía”, en KINDHÄUSER, Urs / MAÑALICH, Juan Pablo, Pena y culpabilidad en
el Estado democrático de Derecho, trad., MAÑALICH, Juan Pablo B de F, Argentina, 2011.
- ID., Organización delictiva. Bases para su elaboración dogmática en Derecho penal chileno, en
revista Chilena de Derecho, vol., 38 Nº., 2, 2011, págs., 279-310.
- ID., Norma, causalidad y acción. Una teoría de las normas para la dogmática de los delitos de
resultado puro, Marcial Pons, Madrid, España, 2014.
MAQUEDA ABREU, Luisa, “La doctrina jurisprudencial sobre la imputación subjetiva en los delitos
cualificados por el resultado”, en JIMÉNEZ VILLAREJO, José, Director, Elementos subjetivos
de los tipos penales, Consejo General del Poder Judicial, Madrid, España, 1994, págs., 179-
198.
MÁRQUEZ PIÑERO, Rafael, Derecho penal, Parte general, Trillas, México, 2001.
- ID., “ Consideraciones en torno a la estructura de la ciencia del Derecho penal en función de las
exigencias de nuestra época”, en DAZA GÓMEZ, Carlos, Director y presentador / QUINTERO
MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel, coordinadores, El pensamiento filosófico y jurídico-
penal de Günther JAKOBS, Flores editor y distribuidor, México, 2007, págs., 179-216.
MARTÍN CRUZ, Andrés, Los fundamentos de la capacidad de culpabilidad penal por razón de la
edad, Comares, Granada, España, 2004.
MARTÍN GARCÍA, Pedro, “Problemas procesales del dolo: su prueba”, en JIMÉNEZ VILLAREJO, José,
Director, Elementos subjetivos de los tipos penales, Consejo General del Poder Judicial,
Madrid, España, 1994, págs., 199-229.
MARTÍNEZ ESCAMILLA, Margarita, La Imputación objetiva del resultado, EDERSA, España, 1992.
MARTÍNEZ GARAY, Lucia, La imputabilidad penal. Concepto, fundamento, naturaleza jurídica y
elementos, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2005.
MARTÍNEZ RODRÍGUEZ, José Antonio, El tráfico de drogas y la atipicidad de su tenencia, Bosch,
España, 2012.
MASSIMO, Pavarini, Democracia y seguridad. Nuevos enfoques en las políticas de seguridad
pública, Ediciones Coyoacán, México, 2006.
MEDINA ARIZA, Juan J, “Una introducción al estudio criminológico del crimen organizado”, en
FERRÉ OLIVÉ, Juan Carlos / ANARTE BORRALLO, Enrique, Delincuencia organizada.
476
Aspectos penales, procesales y criminológicos, Universidad de Huelva Publicaciones,
España, 1999, págs., 109-134.
MEINI, IVÁN, El dominio de la organización en Derecho penal, Palestra, Perú, 2008.
MELENDO PARDOS, Mariano, El concepto material de la culpabilidad y el principio de
inexigibilidad. Sobre el nacimiento y evolución de las concepciones normativas, Comares,
Granada, España, 2002.
MEZGER, Edmund, Tratado de Derecho penal, trad., RODRÍGUEZ MUÑOZ, José Arturo, tomo I,
Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, España, 1935.
- ID., Derecho penal. Parte general, trad., FINZI, Conrado A., Editorial Bibliográfica Argentina,
Argentina. 1958.
MIDDENDORFF, Wolf. La criminalidad violenta de nuestra época, Espasa-Calpe S.A., Madrid,
España, 1978.
MILITELLO, Vicenzo, Et. Al., Il Crimine organozzato come fenomeno transnazionale. Forme di
manifestazione, prevenzione e repressione in Italia, Germania e Spagna, Giuffré Editore,
Edition Iuscrim, Alemania, 2000.
MIRÓ LLINARES, Fernando, Conocimiento e imputación en la participación delictiva. Aproximación
a una teoría de la intervención como participe en el delito, Atelier, Barcelona, España, 2009.
- ID., (Director), ¿Casos difíciles o irresolubles?. Problemas esenciales de la teoría del delito desde
el análisis de paradigmáticos casos Jurisprudenciales, Dykinson S.L., España, 2010.
- ID., “La imputación penal. Enseñanzas del modelo Kantiano para la superación (sistemática) de la
teoría de la imputación objetiva”, en MIRÓ LINARES, Fernando,/ POLAINO ORTS, Miguel. La
Imputación Penal a Debate. Una Confrontación entre la Doctrina de la Imputación Kantiana
y la Imputación Objetiva de Jakobs, Ara Editores, Perú, 2010, págs., 13-56.
- ID., El Cibercrimen. Fenomenología y criminología de la delincuencia en el ciberespacio, Marcial
Pons, España, 2012.
- ID., “La imputación penal. Enseñanzas del modelo Kantiano para la superación (sistemática) de la
teoría de la imputación objetiva”, en MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO ORTS, Miguel.
Imputación y valoración en Derecho penal. Un debate moderno entre conceptos funcionalista y
kantiana de imputación, Flores editor y distribuidor, México, 2013, págs., 1-54.
- MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO ORTS, Miguel, La Imputación penal a debate. Una
confrontación entre la doctrina de la imputación kantiana y la imputación objetiva de
Jakobs, Ara Editores, Perú, 2010.
- ID., Imputación y valoración en Derecho penal. Un debate moderno entre los conceptos
funcionalista y kantiano de imputación, Flores editor y distribuidor, México, 2013.
MIR PUIG, Santiago, Función de la pena y teoría del delito en el Estado social y democrático de
Derecho, 2ª edición revisada, Bosch, Barcelona, España, 1982.
- ID., “Conocimiento y voluntad en el dolo”, en JIMÉNEZ VILLAREJO, José, Director, Elementos
subjetivos de los tipos penales, Consejo General del Poder Judicial, Madrid, España, 1994,
págs., 9-36.
- ID., Derecho penal. Parte general, 10ª edic., Editorial Reppertor, Barcelona, España, 2015.
MIR PUIG, Santiago / QUERALT, Joan J., (Directores), La seguridad pública ante el Derecho penal,
B de F, Buenos Aires, Argentina, 2010.
MOCCIA, Sergio, Criminalitá organizzata e risposte ordinamentali. Tra efficienza e garanzia,
Edizioni Scientifiche italiane, Italia, 1999.
MONTEALEGRE LYNETT, Eduardo, (Coordinador), El funcionalismo en Derecho penal. Libro
homenaje al Profesor Günther JAKOBS, Universidad Externado de Colombia, Centro de
Investigación en Filosofía y Derecho, Tomo I, Colombia, 2003.
- ID., El funcionalismo en Derecho penal. Libro homenaje al Profesor Günther JAKOBS,
Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigación en Filosofía y Derecho, Tomo
II, Colombia, 2003.
MONTEALEGRE LYNETT, Eduardo / PERDOMO TORRES, Jorge Fernando, “Funcionalismo y
477
normativismo penal. Una introducción a la obra de Günther JAKOBS”, en DAZA GÓMEZ,
Carlos, Director y presentador / QUINTERO MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel,
coordinadores, El pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores editor y
distribuidor, México, 2007, págs., 63-133.
MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Fundamentos de la dogmática penal y de política
criminal. (Ontologismo y normativismo), Editorial Ius Poenale, México, 2002.
- ID., (Coordinador), Problemas capitales del moderno Derecho penal a principios del siglo XXI,
Editorial Ius Poenale, México, 2003.
MORILLAS CUEVA, Lorenzo, (Coordinador), Sistema de Derecho penal español. Parte general,
Dykenson, S.L., Madrid, España, 2011.
MUÑOZ CASTELLANOS, Jesús / GUTIÉRREZ SANTOS, Oscar, La función de investigación de las
policías. Conforme al nuevo modelo policial en México y su normatividad federal, Flores
editor y distribuidor, México, 2016
MUÑOZ CONDE, Francisco, (director), Problemas actuales del Derecho penal y de la Criminología.
Estudios penales en memoria de la Profesora Dra. María del Mar Díaz Pita, Tirant lo
blanch, Valencia, 2008.
MÜSSIG, Bernd, Desmaterialización del bien jurídico y de la política criminal. Sobre las
perspectivas y los fundamentos de una teoría crítica del bien jurídico hacia el sistema, trads.,
CANCIO MELIÁ, Manuel / PEÑARANDA RAMOS, Manuel, Universidad Externado de
Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho, Colombia,
2001.
- ID., “ Derecho penal del enemigo: Concepto y fatídico presagio. Algunas tesis”, trads., CANCIO
MELIÁ, Manuel, en CANCIO MELIÁ, Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos,
Coordinadores, Derecho penal del enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 2, B de F.,
Buenos Aires Argentina, 2006, págs., 371-390.
NAUKE, Wolfgang / OTTO, Harro / JAKOBS, Günther / ROXIN, Claus, La prohibición de regreso en
derecho penal, Trads., CANCIO MELIÁ, Manuel / SANCINETTI, Marcelo A., Universidad
Externado de Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y Filosofía del Derecho,
Colombia, 1998.
NÚÑEZ PAZ, Miguel Ángel, El delito intentado. Fundamento de su punición, concepto, naturaleza y
elementos. La llamada tentativa inidónea, el desistimiento en la tentativa, Colex, España,
2003.
OLMEDO CARDENETE, Miguel Domingo, La inducción como forma de participación accesoria,
Edersa, España, 1999.
ORSI, Omar Gabriel, Sistema penal y crimen organizado. Estrategias de aprehensión y
criminalización del conflicto, Editores del Puerto, Argentina, 2007.
ORTEGA RUIZ, Rosario, Malos tratos entre escolares. De la investigación a la intervención,
Ministerio de educación, política social y deporte. Madrid, España, 2008.
PALOMAR OLMEDA, Alberto, El nuevo régimen de la seguridad ciudadana, Aranzadi, España,
2015.
PANTOJA GARCÍA, Felix / BUENO ARÚS, Francisco, (Directores), Actual doctrina de la
imputabilidad penal, Consejo general del poder judicial, España, 2007.
PAWLIK, Michel, La libertad institucionalizada. Estudios de filosofía jurídica y Derecho penal,
trads., AA.VV., Marcial Pons, España, 2010.
- ID., Ciudadanía y Derecho penal. Fundamentos de la teoría de la pena y del delito en un estado
de libertades, trads., AA. VV., Atelier, Barcelona, España, 2016.
PÉREZ BARRERA, Gabriel, El dolo eventual. Hacia el abandono de la idea de dolo como estado
mental, Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 2011
PÉREZ LAMARCA, Carmen, (Coordinadora), Delitos y faltas. La parte especial del Derecho penal,
Colex, España, 2012.
PÉREZ MANZANO, Mercedes, Culpabilidad y prevención. Las teorías de la prevención general
478
positiva en la fundamentación de la imputºación subjetiva y de la pena, Ediciones de la
Universidad Autónoma de Madrid, España, 1986.
- ID., “Aportaciones de la prevención general positiva a la resolución de las antinomias de los fines
de la pena”, en SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Política criminal y nuevo Derecho penal. Libro
homenaje a Claus ROXIN, J.M. Bosch editor s.a., Barcelona, España, 1997.
PIÑA ROCHEFORT, Juan Ignacio, Rol social y sistema de imputación. Una Aproximación
sociológica a la función del Derecho penal, J.M. Bosch Editor, España, 2005.
POLAINO NAVARRETE, Miguel, Los elementos subjetivos del injusto en el Código penal español,
Publicaciones de la Universidad de Sevilla, España, 1972.
- ID., El bien jurídico en el Derecho penal, Publicaciones de la Universidad de Sevilla, Sevilla,
España, 1974.
- ID., Criminalidad actual y Derecho penal, Instituto de Criminología de la Universidad
Complutense, Sección Delegada de la Universidad de Córdoba, Colección estudios
Criminológicos, Córdoba, España, 1988.
- ID., El injusto típico en la teoría del delito, MAVE Mario A. Viera, Editor, Argentina, 2000.
- ID., Derecho penal. Parte general. Teoría jurídica del delito, volumen I, tomo II, Bosch,
Barcelona, España, 2000.
- ID., Fundamentos dogmáticos del moderno Derecho penal, Editorial Porrúa, México, 2001.
- ID., El injusto de la tentativa en el ejemplo de los delitos de mera actividad y de omisión pura.
Sobre el concepto jurídico-penal de resultado, Universidad Externado de Colombia, Centro
de investigación en Filosofía y Derecho, Colombia, 2004.
- ID., Acción, omisión y sujetos en la teoría del delito. (De la disposición de garante a la
responsabilidad penal de las personas jurídicas), Grijley, Chile, 2009.
- ID., Lecciones de Derecho penal. Parte especial, (Coordinador), tomo II, Tecnos, España, 2011.
- ID., Lecciones de teoría del delito, 3ª edic., Mergablum, España, 2012.
- ID., Lecciones de Derecho penal. Parte general, tomo II, Tecnos, 2ª edic., España, 2016.
POLAINO-ORTS, Miguel, “El Derecho penal del enemigo como garantía de la juridicidad
democrática estatal” en JAKOBS, Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS,
Miguel, El Derecho penal del enemigo en el contexto del funcionalismo, trad. POLAINO-
ORTS, Miguel, Flores editor y distribuidor, México, 2008, págs., 41-46.
- ID., “Derecho penal del enemigo: ¿Qué es? ¿Existe? ¿Debe existir? Por qué existe?”, en JAKOBS,
Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, El Derecho penal del
enemigo en el contexto del funcionalismo, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editor y
distribuidor, México, 2008, págs., 47-100.
- ID., Derecho penal del enemigo, fundamentos, potencial de sentido y límites de vigencia, Bosch,
España, 2009.
- ID., “La normativización de la acción y de la imputación en el ejemplo de los delito de habla”, en
CARO JOHN, José Antonio / POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista. Aspectos
fundamentales, Flores Editor y Distribuidor, México, 2009, págs. 1-34.
- ID., “La anticipación de la punibilidad como Derecho penal del enemigo: los delitos de obstáculo”,
en CARO JOHN, José Antonio / POLAINO-ORTS, Miguel, Derecho penal funcionalista.
Aspectos fundamentales, Flores Editor y Distribuidor, México, 2009, págs. 35-62.
- ID., “¿Qué es la imputación objetiva?”, en CARO JOHN, José Antonio / POLAINO ORTS, Miguel,
Derecho penal funcionalista. Aspectos fundamentales, Flores Editor y Distribuidor, México,
2009, págs. 63-100.
- ID., “Las cuatro caras de la imputación penal. Acotaciones críticas al concepto Kantiano de
imputación desde una perspectiva funcionalista”, en MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO-
ORTS, Miguel. La imputación penal a debate. Una confrontación entre la doctrina de la
imputación Kantiana y la imputación objetiva de Jakobs, Ara Editores, Perú, 2010, págs., 57-
88.
- ID., “Criminalidad organizada: El combate penal de las organizaciones y de los grupos
479
criminales”, en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel, Persona y enemigo. Teoría y
práctica del Derecho penal del enemigo, trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Ara editores, Perú,
2011, págs., 59-84.
- ID., “Organizaciones y grupos criminales: Nuevos perfiles de su combate penal”, en JAKOBS,
Günther / POLAINO NAVARRETE, Miguel / POLAINO-ORTS, Miguel, El Derecho penal ante la
criminalidad del núcleo duro: Una respuesta desde el Estado de Derecho, trad., POLAINO
ORTS, Miguel, Resistencia, Chaco, 2011, págs., 79-102.
- ID., “Imputación funcionalista”, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO-ORTS, Miguel / CORCINO
BARRUETA, Imputación normativa. Aspectos objetivo y subjetivo de la imputación penal,
Contexto, Argentina, 2011, págs., 13-44.
- ID., “¿Imputación kantiana versus imputación funcionalista?”, en KINDHÄUSER, Urs / POLAINO-
ORTS, Miguel / CORCINO BARRUETA, Imputación normativa. Aspectos objetivo y subjetivo
de la imputación penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 45-62.
- ID., “Vigencia de la norma: El potencial de sentido de un concepto”, en KINDHÄUSER, Urs /
POLAINO-ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho penal. Estudios de dogmática jurídico-
penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 19-68.
- ID., “Normativización de la acción y de la imputación en el ejemplo de los delito de habla”, en
KINDHÄUSER, Urs / POLAINO-ORTS, Miguel, Normativismo en Derecho penal. Estudios de
dogmática jurídico-penal, Contexto, Argentina, 2011, págs., 101-126.
-ID., “Criminalidad organizada: fundamentos dogmáticos y límites normativos (con referencia a la
Ley Federal mexicana contra la delincuencia organizada)”, en JAKOBS, Günther / POLAINO-
ORTS, Miguel, Criminalidad organizada. Formas de combate mediante el Derecho penal,
trad. POLAINO-ORTS, Miguel, Flores editores, México, 2013, págs., 71-154.
- ID., “Organizaciones y grupos criminales”, en JAKOBS, Günther / POLAINO-ORTS, Miguel,
Criminalidad organizada. Formas de combate mediante el Derecho penal, trad. POLAINO
ORTS, Miguel, Flores editores, México, 2013, págs., 155-250.
- ID., Curso de Derecho penal del enemigo. Delincuencia grave y exclusión social en el Estado de
Derecho, Editorial edición digital, 2ª edición España, 2013.
- ID., “Las cuatro caras de la imputación penal. Acotaciones críticas al concepto Kantiano de
imputación desde una perspectiva funcionalista”, en MIRÓ LINARES, Fernando / POLAINO-
ORTS, Miguel. Imputación y valoración en Derecho penal. Un debate moderno entre los
conceptos funcionalista y kantiano de imputación, Flores editor y distribuidor, México, 2013,
págs., 55-94.
- ID., Funcionalismo penal y autodeterminación personal, Flores editor y distribuidor, México,
2013.
- ID., El Derecho penal del enemigo ante el Estado de Derecho, Flores editor y distribuidor,
México, 2013.
- ID., Funcionalismo normativo. Bases dogmáticas para el nuevo sistema de justicia penal (I).
Fundamentos y función del Derecho penal, Instituto de Investigación del Centro de estudios
Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas, México, 2014.
POLITUFF LIFSHITZ, Sergio, Los elementos subjetivos del tipo legal, 2ª edic., B de F, Buenos Aires,
Argentina, 2008.
PORCIÚNCULA, José Carlos, Lo “objetivo” y lo “subjetivo” en el tipo penal. Hacia la
“exteriorización de lo interno”, Atelier, Barcelona, España, 2014.
PUENTE ABA, Luz María, (Directora), Criminalidad organizada, terrorismo e inmigración. Retos
contemporáneos de la política criminal, Editorial Comares, Granada, España, 2008.
PUPPE, Ingeborg, La Imputación objetiva. Presentada mediante casos ilustrativos de la
jurisprudencia de los altos tribunales, trad., GARCÍA CAVERO, Percy, Ediciones El Partal,
S.L., Granada, España. 2001.
-ID., La distinción entre dolo e imprudencia. Comentario al § 15 del Código Penal Alemán, trad.
SANCINETTI, Marcerlo A., Revisión de la traducción, GALLI, María de las Mercedes,
480
Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 2010.
-ID., El derecho penal como ciencia. Método, teoría del delito, tipificado y justificación, trad.,
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2014.
QUINTERO, María Eloísa, Complemento a la realización del tipo y a la culpabilidad: Actos
preparatorios, tentativa y desistimiento, en http://www.inacipe.gob.mx/stories/investigacion/
descargas/CAPÍTULO%2011%20Complemento.pdf
RAMÍREZ MARÍN, Juan, Seguridad pública y constitución, Porrúa, México, 2003.
REYES ALVARADO Yesid, “El concepto de imputación objetiva”, en DAZA GÓMEZ, Carlos, Director
y presentador / QUINTERO MARÍA Eloísa / POLAINO ORTS, Miguel, coordinadores, El
pensamiento filosófico y jurídico-penal de Günther JAKOBS, Flores editor y distribuidor,
México, 2007, págs., 467-492.
RIGHI, Esteban, La culpabilidad en materia penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 2003.
RIVERA VELÁZQUEZ, Jaime, Crimen organizado y autodefensas en México: el caso de Michoacán,
Friedrich Ebert, Stiftung, 2014, disponible en www.library.fes.di.
ROBLES PLANAS, Ricardo, La Participación en el delito: Fundamento y límites, Marcial Pons,
Madrid, España, 2003.
RODRÍGUEZ PADRÓN, Celso, “La influencia de la culpabilidad en la determinación de la pena”, en
JIMÉNEZ VILLAREJO, José, Director, Elementos subjetivos de los tipos penales, Consejo
General del Poder Judicial, Madrid, España, 1994.
ROXIN, Claus, Problemas básicos de Derecho penal, trad., LUZON PEÑA, Diego-Manuel, Reus,
Madrid, España, 1976.
- ID., “Reflexiones sobre la problemática de la imputación en el Derecho penal”, trad. LUZON PEÑA,
Diego-Manuel, en ROXIN, Claus, Problemas Básicos de Derecho penal, trad., LUZON PEÑA, Diego-
Manuel, Reus, Madrid, España, 1976, págs.,128-148.
- ID., “Sobre el desistimiento de la tentativa inacabada”, trad., LUZON PEÑA, Diego-Manuel, en
ROXIN, Claus, Problemas básicos de Derecho penal, trad., LUZON PEÑA, Diego-Manuel, Reus,
Madrid, España, 1976, págs., 248-272.
- ID., Teoría del tipo penal. Tipos abiertos y elementos del deber jurídico, trad., BACIGALUPO,
Enrique, Depalma, Argentina, 1979.
- ID., Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad. Muñoz Conde, Francisco, Reus, España,
1981.
- ID., “Reflexiones político-criminales sobre el principio de culpabilidad”, trad. Muñoz Conde,
Francisco, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad. Muñoz
Conde, Francisco, Reus, España, 1981, págs., 41-56.
- ID., “Culpabilidad y responsabilidad como categorías sistemáticas jurídico penales”, trad. Muñoz
Conde, Francisco, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad.
Muñoz Conde, Francisco, Reus, España, 1981, págs., 57-92.
- ID., “La determinación de la penal a la luz de la teoría de los fines de la pena”, trad. Muñoz Conde,
Francisco, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad. Muñoz
Conde, Francisco, Reus, España, 1981, págs., 93-114.
- ID., “Prevención y determinación de la penal”, trad. Muñoz Conde, Francisco, en ROXIN, Claus,
Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad. Muñoz Conde, Francisco, Reus, España,
1981, págs., 115-146.
- ID., “Culpabilidad, prevención y responsabilidad en Derecho Penal”, trad. Muñoz Conde,
Francisco, en ROXIN, Claus, Culpabilidad y prevención en Derecho penal, trad. Muñoz
Conde, Francisco, Reus, España, 1981, págs. 147-187.
- ID., Derecho penal. Parte general. Fundamentos. La estructura de la teoría del delito, trads.,
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel / DÍAZ Y GARCÍA-CONLLEDO, Miguel, / DE VICENTE REMESAL,
Javier, tomo I, 2ª edic., Civitas, España, 1997.
- ID., Dogmática penal y política criminal, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., Idemsa, Lima,
Perú, 1998.
481
- ID., “El principio de culpabilidad y sus cambios”, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., en
ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A.,
Idemsa, Lima, Perú, 1998, págs., 169-205.
- ID., “Acerca del fundamento penal de la tentativa”, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., en
ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A.,
Idemsa, Lima, Perú, 1998, págs., 255-278.
- ID., “La tentativa frustrada. Al mismo tiempo, una contribución acerca del problema de la
repetición de la acción ejecutiva”, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., en ROXIN, Claus,
Dogmática penal y política criminal, trads. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A., Idemsa, Lima, Perú,
1998, págs., 279-314.
- ID., “La delimitación entre tentativa inidónea y delito putativo”, trads. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., en ROXIN, Claus, Dogmática penal y política criminal, trads. ABANTO VÁSQUEZ,
Manuel A., Idemsa, Lima, Perú, 1998, págs., 315-344.
- ID., “Problemas de autoría y participación en la criminalidad organizada” en FERRÉ OLIVÉ, Juan
Carlos / ANARTE BORRALLO, Enrique, Delincuencia organizada. Aspectos penales, procesales y
criminológicos, Universidad de Huelva Publicaciones, España, 1999, págs. 191-198.
- ID., Autoría y dominio del hecho en Derecho penal, trads. a la 7ª edic. CUELLO CONTRERAS,
Joaquín / SERRANO GONZÁLEZ DE MURILLO, José Luis, Marcial Pons, ediciones jurídicas y
sociales S.A., Madrid, España, 2000.
- ID., “Las formas de intervención en el delito: Estado de la cuestión”, trad. CASTIÑEIRA PALOU,
María Teresa, en ROXIN, Claus / JAKOBS, Günther / SCHÜNEMANN, Bernd / FRISCH, Wolfgang /
KÖHLER, Michael, trads. SILVA SÁNCHEZ, José María / AA.VV., Sobre el estado de la teoría del
delito (Seminario en la Universitat Pompeu Fabra), Civitas, España, 2000, págs., 155-179.
- ID., La evolución de la política criminal, el Derecho penal, y el proceso penal, trads., GÓMEZ
RIVERO, Carmen / GARCÍA CANTIZO, María del Carmen, Tirant lo Blanch, Valencia, España,
2000.
- ID., “Normativismo, política criminal y empirismo en la dogmática penal”, trad. ABANTO
VÁSQUEZ, Manuel A., en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Problemas capitales
del moderno Derecho penal a principios del siglo XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003,
págs., 23-38.
- ID., Dirección de la organización como autoría mediata, trad., GÓMEZ NAVAJAS, Justa, Revista
de estudios de la Justicia, No. 7, año 2006.
- ID., Evolución y modernas tendencias de la teoría del delito en Alemania, trad. ONTIVEROS
ALONSO, Miguel, Ubijus, México, 2008.
- ID., El dominio de organización como forma independiente de autoría mediata, trad. ABANTO
VÁSQUEZ, Miguel A, Conferencia dictada en la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés
Bello, Chile, 2009.
- ID., La imputación objetiva en el Derecho penal, 2ª edic., trad. ABANTO VÁSQUEZ, Manuel A.,
Grijley, Perú, 2013.
- ID., Derecho penal. Parte general. Tomo II, Especiales formas de aparición del delito, trads.
LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel (Director) / DÍAZ Y GARCÍA CONLLEDO, Miguel, / DE VICENTE
REMESAL, Javier / PAREDES CASTAÑÓN, José Manuel, Civitas, España, 2014.
- ID., Política criminal y sistema de Derecho penal, trad. Muñoz Conde, Francisco, Bosch, España,
sa.
ROXIN, Claus / JAKOBS, Günther / SCHÜNEMANN, Bernd / FRISCH, Wolfgang / KÖHLER, Michael,
Sobre el estado de la teoría del delito (Seminario enla Universitat Pompeu Fabra), trads. SILVA
SÁNCHEZ, José María / AA.VV., Civitas, España, 2000.
RUEDA MARTÍN, María Ángeles, La Teoría de la imputación objetiva del resultado en el delito
doloso de acción, J.M. Bosch Editor, España, 2001.
RUDOLPHI, Hans-Joachim, Causalidad e imputación objetiva, trad. LÓPEZ DÍAZ, Claudia,
Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigaciones de Derecho Penal y Filosofía
482
del Derecho, Colombia, 1998.
RUSCONI, Maximiliano Adolfo, Cuestiones de imputación y responsabilidad en el Derecho penal
moderno. Principio de culpabilidad. Víctima e ilícito penal. Riesgo permitido. El
comportamiento alternativo conforme a Derecho. Responsabilidad de las personas jurídicas.
In dubio pro reo. Ad-Hoc, Buenos Aries, Argentina, 1997.
SACHER DE KÖSTER, Mariana, La evolución del tipo subjetivo, Ad- Hoc, Buenos, Aires, Argentina,
1998.
SÁNCHEZ GARCÍA DE PAZ, Isabel, La criminalidad organizada. Aspectos penales, procesales,
administrativos y policiales, Dykinson, Madrid. España. 2005.
SANCINETTI, Marcelo A, Subjetivismo e imputación objetiva en Derecho penal, Universidad
Externado de Colombia, Colombia, 1996.
SÁNCHEZ - OSTIZ, Pablo, Imputación y teoría del delito. La doctrina kantiana de la imputación su
recepción en el pensamiento jurídico-penal contemporáneo, B de F, Buenos Aires,
Argentina, 2008.
- ID., Fundamentos de política criminal. Un retorno a los principios, Marcial Pons, España, 2012.
SANTA-RITA TAMÉS, Gilberto, El delito de organización terrorista: Un modelo de Derecho penal
del enemigo. Análisis desde la perspectiva de la imputación objetiva, JB Bosch penal,
España, 2015.
SANZ MORÁN, Ángel José, “Algunas consideraciones sobre culpabilidad y pena”, en DÍEZ
RIPOLLÉS, José Luis / ROMERO CASABONA, Carlos María / GRACIA MARTÍN, Luis /
HIGUERA GUIMERÁ, Juan Felipe, La Ciencia del Derecho penal ante el nuevo siglo. Libro
homenaje al Profesor Doctor Don José CEREZO MIR, Tecnos, Madrid, España, 2002.
SCIMÉ, Francisco Salvador, Criminología causas y cosas del delito, Ediciones jurídicas, Buenos
Aires, Argentina, 1999.
SCHWIND, Hans Dieter, Kriminologie in der praxis. Polizei, Justiz, Kriminalpolitik, Grundlagen.
Kriminilogie. Alemania, 1986.
SEN AMARTYA, Kuman, Desarrollo y libertad. Barcelona, Planeta, España, 2000.
SERRANO GÓMEZ, Alfonso / SERRANO MAÍLLO, Alfonso / SERRANO TÀRRAGA, María Dolores /
VÁZQUEZ GONZÁLEZ, Carlos, Curso de Derecho penal. Parte especial, Dykinson, España,
2012.
SHÜNEMANN, Bernd, (compilador), El sistema moderno del Derecho penal: cuestiones
fundamentales. Estudios en honor de Claus ROXIN en su 50º. aniversario, trad. SILVA
SÁNCHEZ, Jesús María, Tecnos, España, 1991.
- ID., “La función del principio de culpabilidad en el Derecho penal preventivo”, en SHÜNEMANN,
Bernd, (compilador), , El sistema moderno del Derecho penal: cuestiones fundamentales.
Estudios en honor de Claus ROXIN en su 50º. aniversario, trad. SILVA SÁNCHEZ, Jesús María,
Tecnos, España, 1991.
- ID., “El sistema del ilícito jurídico-penal: concepto de bien jurídico y victimodogmática como
enlace entre el sistema de la parte general y de la parte especial”, trad. SACHER, Mariana, en
MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador), Problemas capitales del moderno Derecho
penal a principios del siglo XXI, Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 87-114.
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Aproximación al Derecho penal contemporáneo, J.M., Bosch, editor
s.a., España, 1992.
- ID., (coordinador), Política criminal y nuevo Derecho penal. Libro homenaje a Claus ROXIN, J.M.
Bosch editor s.a., Barcelona, España, 1997.
- ID., Política criminal y persona, Ad-Hoc, Buenos Aires, Argentina, 2000.
- ID., Instituciones de Derecho penal, Ángel editor, México, 2001.
- ID., Normas y acciones en Derecho penal, Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 2003.
- ID., “¿Pertenencia o intervención? del delito de pertenencia a una organización criminal a la figura
de la participación a través de organización en el delito”, en OCTAVIO DE TOLEDO Y UBIETO,
Emilio / GURDIEL SIERRA, Manuel / CORTÉS BECHIARELLI, Emilio (Coordinadores), Estudios
483
penales en recuerdo del Profesor RUIZ ANTÓN, Tirant lo Blanch, Valencia, España, 2004, págs.,
1069-1096.
- ID., “La intervención a través de la organización, ¿Una forma moderna de participación en el
delito?”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, Delitos de organización, B de
F, Argentina, 2008, págs., 87-118.
- ID., La expansión del Derecho penal. Aspectos de la política criminal en las sociedades
postindustriales, 3ª edic., ampliada, B de F, Argentina, 2011.
- ID., Medio siglo de dogmática penal alemana. (Un punto de vista iberoamericana), Universidad
Externado de Colombia, Centro de investigación en Filosofía y Derecho, cuadernos de conferencias
y artículos No. 46, Colombia, 2013.
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María / BALDÓ LAVILLA, Francisco, CORCOY BIDASOLO, Mirentxu, Casos
de la jurisprudencia penal con comentarios doctrinales parte general, 2ª edic., JB, España, 1997.
SUÁREZ-MIRA RODRÍGUEZ, (Coordinador), JUDEL PRIETO, Ángel / PIÑOL RODRÍGUEZ José Ramón,
Manual de Derecho penal, tomo I, Parte general, 2ª edic., Thomson, Civitas, España, 2002.
- ID., (Coordinador), JUDEL PRIETO, Ángel / PIÑOL RODRÍGUEZ José Ramón, Manual de Derecho
penal, tomo II, Parte Especial, 3ª edic., Thomson, Civitas, España, 2005.
STRATENWERTH, Günter, ¿Qué aporta la teoría de los fines de la pena?, Universidad Externado de
Colombia, Centro de investigaciones de Derecho penal y filosofía del Derecho, Colombia,
1996.
- ID., Derecho penal. Parte general I. El hecho punible, trads., CANCIO MELIÁ, Manuel /
SANCINETTI, Marcelo A., Thomson, Civitas, España, 2000.
STRUENSEE, Eberhard, Dolo, tentativa y delito punitivo, trad., SANCINETTI, Marcelo A.,
Hammurabi, Buenos Aires, Argentina, 1992.
- ID., “En torno a la estructura de la omisión culposa”, en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés,
(Coordinador), Problemas capitales del moderno Derecho penal a principios del siglo XXI,
Editorial Ius Poenale, México, 2003, págs., 115-122.
- ID., “El ontologismo en los normativistas”, en MORENO HERNÁNDEZ, Moisés, (Coordinador),
Problemas capitales del moderno Derecho penal a principios del siglo XXI, Editorial Ius
Poenale, México, 2003, págs., 227-240.
SZABÓ, Denis, trad. BLANCO, Félix, Criminología y política en materia criminal, XXI Siglo
veintiuno editores, México, 1980.
TORÍO LÓPEZ, Angel, Acción peligrosa y dolo. Perspectivas Jurisprudenciales y legislativas, en
JIMÉNEZ VILLAREJO, José, Director, Elementos subjetivos de los tipos penales, Consejo
General del Poder Judicial, Madrid, España, 1994, págs., 155-179.
VÁZQUEZ GONZÁLEZ, Carlos, La responsabilidad penal de los menores en Europa, disponible en:
www.victimasyjusticia.org
VINYAMATA CAMP, Eduardo, Pandillas y Maras: Aproximación a su comprensión y propuestas de
estrategia de solución del conflicto que éstas generan desde la perspectiva de la
conflictología, Tirant lo blanca, Valencia, España, 2008.
VOßGÄTTER, Isabel, Concepto social de acción e imputación objetiva, trads., PASTOR MUÑOZ,
Nuria / RAGUÉS I VALLÉS, Ramón, Universidad Externado de Colombia, Centro de
investigación en Filosofía y Derecho, cuadernos de conferencias y artículos No. 36,
Colombia, 2006.
VON LISZT, Franz, Tratado de Derecho penal, trad., JIMÉNEZ DE ASUA, Luis, tomo II, 20º edic.,
Instituto editorial Reus, España, 1927.
- ID., La idea del fin en el Derecho penal, Monografías jurídicas, no. 40, Temis, Colombia, 1998.
WELZEL, Hans, Teoría de la acción finalista, trads., FONTAN BALESTRA, Carlos / FRIKER, Eduardo,
Astrea, Argentina. 1951.
- ID., Derecho penal. Parte general, trad., FONTAN BALESTRA, Carlos, Roque Depalma Editor,
Buenos Aires, Argentina, 1956.
- ID., Derecho penal alemán. Parte general, 11ª edic., 4ª edic., castellana, trads. BUSTOS RAMÍREZ,
484
Juan / YÁÑEZ PÉREZ, Sergio, Editorial jurídica de Chile, Chile, 1993.
- ID., El nuevo sistema del Derecho penal. Una introducción a la doctrina de la acción finalista,
trad., CEREZO MIR, José, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2004.
WESSELS, Johanes, Derecho penal. Parte general, trad., FINZI, Conrado A., Ediciones Depalma,
Buenos Aires, Argentina, 1980.
WEEZEL, Alex Van, “Coautoría en delitos de organización”, en MONTEALEGRE LYNETT, Eduardo,
(Coordinador), El funcionalismo en Derecho penal. Libro homenaje al Profesor Günther
JAKOBS, Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigación en Filosofía y
Derecho, Tomo II, Colombia, 2003, págs., 277-323.
WOLTER, JÜRGEN / FREUD, Georg, (Editores), El sistema integral del Derecho penal. Delito,
determinación de la pena y proceso penal, trads., BENLLOCH PETIT, Guillermo, (ET, AL),
Marcial Pons, España, 2004.
YACOBUCCI, Guillermo Jorge, “El dilema de la legalidad en ele Derecho penal de los Derechos
humanos”, en CANCIO MELIÁ, Manuel / GÓMEZ – JARA DÍEZ Carlos, Coordinadores,
Derecho penal del enemigo. El discurso penal de exclusión, Vol. 2, B de F., Buenos Aires
Argentina, 2006, págs.., 1073-1117.
ZACZYK, Rainer, Aspectos de la fundamentación liberal en el Derecho, trads., PERDOMO TORRES
Jorge Fernando / PICASSO María del Rosario, Universidad externado de Colombia, Colombia,
2005.
- ID., Libertad, Derecho y fundamentación de la pena, trads. AA.VV., Universidad externado de
Colombia, Colombia, 2010.
ZIELINSKI, Diethart, Dolo e imprudencia, Comentarios a los artículos del código penal alemán,
trad. SANCINETTI, Marcelo A., Hammurabi, Buenos Aires Argentina, 2003.
ZIFFER, Patricia S., El delito de asociación ilícita, AD-HOC, Argentina, 2005.
ZUGALDÍA ESPINAR, José Miguel, “Seguridad ciudadana y Estado social de Derecho (A propósito
del Código penal de la seguridad y el pensamiento funcionalista)”, en OCTAVIO DE TOLEDO Y
UBIETO, Emilio / GURDIEL SIERRA, Manuel / CORTÉS BECHIARELLI, Emilio
(Coordinadores), Estudios penales en recuerdo del Profesor RUIZ ANTÓN, Tirant lo Blanch,
Valencia, España, 2004.
ZÚÑIGA RODRÍGUEZ, Laura, Criminalidad organizada y sistema de Derecho penal. Contribución a
la determinación del injusto penal de organización criminal, Editorial Comares, Granada,
España, 2009.
Sitios Web
www.sesióndecontrol.org
http://www.volrairenet.org/article125678.html
http://www.diputados.gob.mx
http://www.eluniversal.com.mx
http://www.library.fes.di
http://www.victimasyjusticia.org
http://www.boe.es
http://www.inacipe.gob.mx
Sentencias
STS 24.3.1998 Ponente: BERDUGO Y GÓMEZ DE LA TORRE, Juan Ramón.
STS 12.06.2007 Ponente: GIMÉNEZ GARCÍA, Joaquín.
STS 29.12.2010 Ponente: BERDUGO Y GÓMEZ DE LA TORRE, Juan Ramón.
STC 5.05.2011 Ponente: ORTEGA ÁLVAREZ, Luis Ignacio.
STS 25.10.2013 Ponente: MENÉNDEZ DE LUARCA, Miguel Colmenero.
485
Época: Novena Época, Registro: 179616, Instancia: Primera Sala , Tipo de Tesis: Aislada, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXI, Enero de 2005, Materia(s):
Penal, Tesis: 1a. CLXVIII/2004, Página: 412, Delincuencia organizada. El delito previsto en
el artículo 2ª. de la Ley federal relativa es autónomo con respecto al de asociación delictuosa
contenido en el artículo 164 del Código penal federal
Época: Novena Época, Registro: 197472, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de,
Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VI,
Noviembre de 1997, Materia(s): Penal, Tesis: IV.4o.1 P, página: 515, rubro “Salud, delito
contra la. tentativa de suministro. Los actos preparatorios no la integran”.
Época: Novena Época, Registro: 189846, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de,
Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIII, Abril de
2001, Materia(s): Penal, Tesis: XIX.2o.34 P, Página: 1141, rubro, “Tentativa delictuosa.
elementos para que la conducta del activo sea idónea para integrarla (Legislación del Estado
de Tamaulipas)”.
Legislaciones
Convención de la Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional en la resolución
55/25 de la Asamblea General, del 15 de noviembre del año 2000.
Preámbulo de las disposiciones generales de la LO
Código Nacional de Procedimientos Penales
Código Penal Aleman
Código Penal Español
Código Penal Mexicano
Constitución Política de España
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Ley de Enjuiciamiento Criminal
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos
Ley Federal contra la Delincuencia Organizada
Ley Federal para Prevenir e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita
Ley General de Salud
Ley Gereral Penitenciaria
Ley General para Prevenir y Sancionar los Deitos en Materia de Secuestros
Ley de Migración
Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes
Ley Orgánica
Ley Orgánica de Responsabilidad de los menores
486