La Evolución en La Alimentación Del Hombre
La Evolución en La Alimentación Del Hombre
La Evolución en La Alimentación Del Hombre
Universidad ECCI
Tecnología Gestión Gastronómica
Historia de los Alimentos
Tercer Semestre
Bogotá D.C
2019
La Evolución en la Alimentación del Hombre
La alimentación en el hombre nace como algo básico dada la dependencia de ella para sobrevivir,
asimismo el ser humano ha ido adquiriendo distintas costumbres y hábitos alimentarios que ayudaron en
su momento a que pudiera persistir ante las adversidades que el medio le presentaba. El hecho consiste en
que él con la aplicación de la inteligencia, comenzó ya desde épocas remotas, a hacer de la necesidad de
comer un verdadero arte, eligiendo sus ingredientes y creando sus comidas más allá de su primitivo acto
de supervivencia. El cazador tosco dio paso a un hombre más refinado, que empezó a distinguir sabores,
colores y aromas. Los antropólogos revelan ahora que este proceso fue complejo y estuvo matizado por
infinidad de otras historias.
El hombre lleva sobre la tierra más de cinco millones de años, pero durante más del 99% de este
período ha vivido como cazador y recolector de alimentos que la naturaleza puso a su disposición, sin
embargo, hace más de cinco millones de años, el Australopitecos, merodeaba la sábana africana en busca
de bayas, raíces, hojas y ocasionales brevas, con un poco de suerte podía procurarse algún alimento y
llegar a salvo a su cueva. Evidencias arqueológicas dictaminan que lejos de ser un gran cazador de
bestias, el hombre antiguo se agolpaba sobre los restos abandonados de grandes predadores para sorber el
tuétano de los huesos. Hasta que no aprendió a manipular las piedras, palos y los huesos como armas
haciéndose competitivo y eficaz no era cazador, era el cazado.
Al descubrir que con diferentes instrumentos de la naturaleza podía matar, la carne se convirtió en
su alimento preferido y base fundamental de su dieta, la pesca y la recolección de alimentos acuáticos
tuvo una aparición tardía hace 35 mil años, si nos referimos a ella en forma intensiva y organizada. No
obstante, el mar y los ríos le dieron de comer desde hace mucho tiempo más tales como salmones,
truchas, carpas, mariscos, cangrejos, moluscos, etc. formaron una parte importante en la dieta
prehistórica. El descubrimiento del fuego marcó el comienzo de otra etapa en la evolución humana, no
sólo trajo aparejada la tecnología, sino que le permitió al hombre asar y calentar su comida además de
darse calor a sí mismo. Seguramente la primera sustancia caliente que probó fue un pedazo de carne
chamuscada, pero tendrían que pasar muchísimos años hasta que aprendiera a hervir y hornear.
Antes de eso, el aumento poblacional y las variaciones climáticas obligaron al hombre a dar un
paso fundamental, ante la escasez de carne y la necesidad de compartir sus alimentos preferidos con cada
vez más individuos se percató que podía almacenar cereales como el trigo silvestre, la cebada, el sorgo, el
mijo y algunas legumbres como porotos y garbanzos, y que si los guardaba secos podía utilizarlos meses
después. También descubrió que podía arrojar semillas, cultivarlas y esperar sus frutos para así general la
agricultura, la domesticación de las plantas cambiaría para siempre su vida e influiría directamente en su
evolución social, pasando de ser un nómada a un ser prácticamente sedentario alojándose en casas
rústicas ya no sólo sino con personas ligadas a él, su familia.
Otra cultura fue la griega quien llevó de la cocina aristocrática la cocción del pescado, aunque
tardaron en apreciarlo, Lo cocinaban con orégano, hinojo y comino. El pescado principal era atún que se
conservaba en aceite de oliva, pero había también rodaballo, dorada, salmonete, pulpo, pez espada y
esturión. Los griegos comían todas las carnes que hoy en día se conocen, la que menos consumían era la
carne de buey por su algo costo, como especias se encontraban el laurel, tonillo, orégano, retama, salvia,
cilantro y malva. La leche era de oveja o de cabra ya que la de las vacas apenas si alcanzaba para amantar
a sus terneros, esta cocina es considerada la madre de la cocina occidental, la cocina griega aporta a la
mundial la entrada de carne de cerdo, los asados y los guisos a bases de hierbas aromáticas.
A parte de las dos culturas anteriormente mencionadas cabe destacar la romana se basó en la
incorporación de muchos vegetales que eran desconocidos o considerados inaceptables hasta entonces
entre ellos la col, los nabos y los rábanos, la gallina fue una de las primeras aves de la época, había olivos,
ciruela, granado, membrillos, cerezos y la higuera autóctona de Italia. Se hacían 3 comidas diarias:
desayuno, el almuerzo y la cena. El pueblo romano tomaba el pullmentun (papilla de harina de trigo y
agua que diluida hacía de bebida). Los romanos conocían la levadura y aunque su pan era fermentado
hacia otros tipos de panes uno sin fermento y uno levemente fermentado. El garo se utilizaba para
condimentar o aliñar cualquier comida, este era el líquido que se obtenía pescando la carne de diversos
pescados con sal, a esto se añadía hierbas olorosas como la ruda, el anís, hinojo, menta, albaca, tonillo etc.
Los romanos organizaban grandes banquetes de derecho por clases privilegiada, eran tan amantes del
placer de comer que a medida que comían estos debían retirarse al vomitorium en donde excitándose la
garganta con plumas de pavo real devolvían lo comido para aliviarse el vientre y poder continuar
comiendo.
Avanzando en el tiempo, en la edad media se comía mucho asno joven, este se rellenaba de
aceitunas verdes, pajaritos, trufas enteras y luego se asaba al espetón, la cocina medieval era un arte que
necesitaba de mucha dedicación y de mucha inventiva, sobre todo se descubrieron sabores insólitos como
la delicadeza de la leche de almendras o del agua de rosas, la fuerza del agridulce y el encanto exótico de
especias olvidadas.
Los hombres y mujeres del medioevo eran grandes comedores y para sus comidas y sus grandes
banquetes realizaban enormes cantidades de platos. El gusto de la época privilegiaba la superposición de
los sabores, típico es el caso del agridulce, el amplio uso del azúcar y de las especias. los condimentos
más preferidos de la época eran el trigo, el queso, el azúcar y la canela, entre los animales la predilección
era por los cuadrúpedos y los pájaros, a menudo, los presentaban revestidos de su propia piel o de su
plumaje, decorados con oro o rellenos con otros animales vivos más pequeños. Había comida para todos,
los empleados artesanos comían 4 platos servidos por sus patrones: una sopa, dos platos de carne y uno de
legumbres.
A la diferencia de los campesinos, los ricos burgueses y los grandes señores eran más carnívoros,
además de cerdos consumían: gallinas, ocas, grullas, ciervos, jabalíes y corozos. Para lograr ser un chef
medieval era recomendable seguir las estaciones y buscar siempre los productos frescos y de calidad.
Además, seguir las reglas impuestas por la Iglesia, se debía comer ligero, sin grasas el miércoles, el
viernes y el sábado, las vigilias de las festividades y naturalmente durante la Cuaresma, lo que significaba
sustituir la carne por el pescado, las grasas animales por las vegetales y la leche animal por la de
almendras.
Bibliografía:
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https://hipertextual.com/2017/04/edad-media-gastronomia.
Especias: http://olmo.pntic.mec.es/jtac0001/historia/exploradores/especias.htm
https://social.shorthand.com/MarinaMarin5/jgPdWp30rn/las-especias-el-oro-de-la-edad-media