Este documento describe los cambios físicos y emocionales que está experimentando Katty, una niña de 10 años. Katty nota que su cara se ha alargado y que ahora es más alta, y que también está experimentando cambios emocionales como sentir tristeza y enojo de forma impredecible, así como una necesidad de soledad y afecto.
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Este documento describe los cambios físicos y emocionales que está experimentando Katty, una niña de 10 años. Katty nota que su cara se ha alargado y que ahora es más alta, y que también está experimentando cambios emocionales como sentir tristeza y enojo de forma impredecible, así como una necesidad de soledad y afecto.
Este documento describe los cambios físicos y emocionales que está experimentando Katty, una niña de 10 años. Katty nota que su cara se ha alargado y que ahora es más alta, y que también está experimentando cambios emocionales como sentir tristeza y enojo de forma impredecible, así como una necesidad de soledad y afecto.
Este documento describe los cambios físicos y emocionales que está experimentando Katty, una niña de 10 años. Katty nota que su cara se ha alargado y que ahora es más alta, y que también está experimentando cambios emocionales como sentir tristeza y enojo de forma impredecible, así como una necesidad de soledad y afecto.
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Algo me está sucediendo
¡Hola! Mi nombre es Katty. El 3 de marzo cumplí diez años. Nací en la región Apurímac. Mis padres y yo vinimos a Lima cuando tenía seis años. Recuerdo que cuando llegué a esta ciudad entré a la escuela, al primer grado de primaria, y era la más pequeñita de todos. Les tenía mucho miedo a las niñas y los niños de mi edad, y también a los adultos. Pero poco a poco me fui adaptando y empecé a hacer muchos amigos.
Ahora estoy en el quinto grado de primaria. Hace
unos días, mi tía Juana vino a recogerme a la salida del colegio. La saludé, pero ella no me reconoció. Me dijo que había crecido mucho, que ahora estoy muy alta, que mi cara ya no es tan redonda como cuando era pequeña, y que antes era más graciosa y habladora. Tiene razón, ayer me miré al espejo y mi cara ahora es un poco más alargada y, como dice mi tía, ahora estoy un poco más alta.
Pero creo que no solo he cambiado
físicamente; he empezado a sentir otros cambios. Por ejemplo, siento que a veces no tengo control sobre mis emociones; algunas veces estoy alegre y tranquila, cuando de pronto una profunda tristeza me agobia. Algunos días estoy muy sensible y siento ganas de demostrar afecto; otros días parece que nada me importa y no quiero que nadie se me acerque, porque estoy furiosa. Me ha empezado a gustar la soledad, pero a la vez me hace sufrir.
En estos últimos meses, estoy más irritable, me enojo con facilidad, me
aburro rápido y, a veces, reacciono mal ante las travesuras y bromas de mis compañeros. Me impaciento y suelo contestar mal.