Atletismo
Atletismo
Atletismo
En 2000, el libro publicado por el diario deportivo francés L'Équipe, 100 campeones en un siglo de
deporte, establecía una clasificación de los 100 atletas del siglo, en la que el atletismo era el deporte más
representado. Por otra parte, en 1999, la IAAF nombra a los campeones de atletismo del siglo XX. Entre los
hombres, el estadounidense Carl Lewis superó a su compatriota Jesse Owens, mientras que la
neerlandesa Fanny Blankers-Koen fue premiada entre las mujeres. El 2012 esa misma institución crea
el Salón de la Fama.
Hombres
Entre los velocistas, el estadounidense Carl Lewis es, sin duda, el atleta que ha marcado la disciplina por la
amplitud de su palmarés. Con sus nueve títulos olímpicos (entre ellos cuatro en salto de longitud) y ocho
campeonatos del mundo, ha logrado mantener su dominio durante casi dos décadas. Jesse Owens se
aseguró un lugar en la historia del deporte con la obtención de cuatro títulos olímpicos en los Juegos de
1936. En la actualidad ostenta el record mundial en 100 m. el Jamaiquino Usain Bolt con 9,58 segundos y en
los 200 m. con 19,19 segundos.
Los finlandeses voladores, sobrenombre dado a entre otros atletas a Paavo Nurmi, Ville Ritola o Hannes
Kolehmainen reinaron en las carreras de larga y media distancia en la primera mitad del siglo XX. El
checoslovaco Emil Zátopek entró en la leyenda adjudicándose los 5000 m, los 10000 m, y la maratón en
los Juegos de 1952.
Hoy día, el etíope Kenenisa Bekele, sucesor de Gebrselassie, domina el fondo mundial. El americano Jeremy
Wariner reina en los 400 metros, acercándose poco a poco a las marcas de Michael Johnson. Desde 2008, el
jamaicano Usain Bolt tiene un rendimiento excepcional en la velocidad. En los Juegos Olímpicos de Beijing,
ganó los 100 m, 200 m y relevos 4×100 m, en cada caso para establecer un nuevo récord mundial.
Mujeres
Desde su primera aparición en los Juegos Olímpicos en 1928, el atletismo también ha forjado a lo largo de
las décadas sus leyendas femeninas. Las carreras rápidas han consagrado a la neerlandesa Fanny Blankers-
Koen, la única mujer que ganó cuatro medallas de oro en una olimpiada, la australiana Betty Cuthbert, la
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polaca Irena Szewińska, las alemanas orientales Marita Koch y Marlies Göhr, la francesa Marie-Jose Perec, la
australiana Cathy Freeman, la mexicana Ana Guevara y la ex velocista jamaiquina Merlene Ottey.
Entre las «fondistas», los grandes nombres son Jarmila Kratochvílová, Tatyana Kazankina, Ana Fidelia
Quiroz, María Mutola, Gabriela Szabo, Doina Melinte, Joan Benoit, Ingrid Kristiansen, Hassiba
Boulmerka, Svetlana Masterkova, Kelly Holmes y Derartu Tulu, por nombrar solo algunas. La británica Paula
Radcliffe colecciona primeros puestos en la pista antes de convertirse en la gran líder de la maratón.
Hoy en día, el atletismo femenino está dominado principalmente por cuatro atletas: la sueca Carolina
Klüft en heptatlón que no ha conocido la derrota en un gran campeonato, la pertiguista rusa Yelena
Isinbáyeva que sigue los pasos de Sergei Bubka. Por otra parte, las etíopes Tirunesh Dibaba y Meseret Defar.
2. ATLETISMO FEMENINO
El atletismo femenino, definitivamente ha ocupado su lugar desde el final de la guerra de 1939-1945. Sin
embargo, la práctica de este deporte por las mujeres se remonta a las civilizaciones antiguas donde en
el Antiguo Egipto varios competidores se enfrentaban en las pruebas de pesas y lanzamientos, o en las
escenas de carreras que se describen en la mitología griega. Hacia el 1350 a.C, Hippodome esposa
de Pélops creó juegos exclusivamente para las mujeres, llamados los Juegos de Hera. También se
organizaban competiciones y carreras cada cuatro años. En el siglo XVI en Alemania se organizaban pruebas
deportivas femeninas abiertas a jóvenes pastores en Markt Groningen. Con la reglamentación del atletismo,
las primeras reuniones enfrentando a mujeres aparecen al final del siglo XIX. Se realizan en las
universidades estadounidenses competiciones entre los estudiantes, a imagen de las jóvenes del Vassar
College de Nueva York de 1895. Los atletas estadounidenses participan en las competiciones nacionales
universitarias desde 1903.
En ausencia de los hombres, movilizados durante la Guerra Mundial, la emancipación del deporte femenino
se aceleró. Así, los acontecimientos deportivos inter-fábricas se celebran en Francia y en el Reino Unido. La
Federación de Sociedades Deportivas Femeninas de Francia se fundó el 18 de enero de 1918, basada en
particular en los clubes deportivos femeninos fundados antes de la Gran Guerra como Femina Sport (1912),
que ya practicaba el atletismo. Alice Milliat se convirtió en presidenta de la FSFSF. Ante la negativa del
barón Pierre de Coubertin y del Comité Olímpico Internacional a dar cabida a las mujeres en el atletismo,
Milliat decidió la creación en 1921 de los primeros Juegos mundiales femeninos, integrados por cinco
naciones europeas en Montecarlo. Luego los Juegos femeninos de París en 1922 y en Gotemburgo en 1926.
En agosto de 1922, en el Congreso de la Federación deportiva femenina internacional (fundado en 1921),
llegó la aprobación de los primeros 38 récords mundiales de atletismo femenino. Los primeros años 1920
corresponden igualmente a las primeras pruebas nacionales e internacionales femeninas en otras naciones
europeas.
En 1928, la IAAF acepta la realidad de atletismo de la mujer con la decisión de integrar algunas pruebas
durante los Juegos de Ámsterdam. En la carrera de 800 m, la llegada de algunos competidores agotados
provocó cierta controversia y no fue prueba femenina hasta 1960. Un periodista alemán de la época afirmó:
«Creemos que las mujeres no deben correr en distancias tan grandes […] casi todos los competidores
estaban agotados. No fue agradable». Esta visión de la carrera fue aún cuestionada por el COI en 1952 que
consideraba que estas mujeres se habían desplomado más por la decepción que por el agotamiento real. En
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los Juegos de Los Ángeles de 1984, con ocasión de la integración de la maratón en el programa olímpico
femenino, la llegada de la suiza Gabriela Andersen-Schiess causó la misma controversia que en 1928.
Totalmente deshidratada, concluyó los últimos metros tambaleándose y cayéndose en la línea de meta, en
contraste con la victoria de Joan Benoit en mejor tiempo que Emil Zátopek en los Helsinki en 1952
El contingente de atletas femeninas siguió creciendo en los Juegos Olímpicos y en los Campeonatos del
Mundo y las diferencias de programas entre hombres y mujeres se ha reducido en los últimos años. La
pértiga y el lanzamiento de martillo se introdujeron en los juegos Olímpicos de Sídney 2000. En los Juegos
Olímpicos 2008, aparecieron en el programa los 3.000 m obstáculos femeninos.
3. INNOVACIONES DE LA DISCIPLINA
Técnicas
La progresión en las marcas deportivas durante los siglos ha sido debida en parte a las innovaciones en el
material y también a la evolución técnica de cada prueba. Al final del siglo XVIII, un general de Estados
Unidos inventó el « crouch start», una técnica consistente en iniciar una carrera en cuclillas. Tom Burke,
primer campeón olímpico de los 100 metros en la historia, utilizó este nuevo método. En los Juegos de
1900, el estadounidense Alvin Kraenzlein innovó mediante la reducción del número de pasos entre las
vallas. En la década de 1920, los Estados Unidos presentaron una nueva técnica de salto de longitud, el
« hitch kick» que consiste en la realización de batidas en el aire durante el salto. En el lanzamiento de peso,
el estadounidense Parry O'Brien inventó la técnica de lanzar mediante la rotación de 180 °. Inmediatamente
después de la Segunda Guerra Mundial, los entrenadores soviéticos desarrollaron diferentes técnicas para
saltar. Valeri Brumel fue uno de los primeros atletas en experimentar con la técnica de «rodillo ventral»,
que de inmediato sustituyó a la de «tijera». Unos años más tarde, la disciplina fue revolucionada una vez
más con la llegada del «Fosbury flop», del nombre del americano Dick Fosbury que ganó el salto de altura
de los Juegos de México en 1968 con la técnica del «salto dorsal».
Entrenamiento
Con la aparición del profesionalismo al principio del siglo XX, los métodos de entrenamiento continuaron
mejorando considerablemente. En los Estados Unidos, la preparación física de los velocistas se desarrolla
desde las primeras competiciones nacionales. La técnica consiste en ejecutar el entrenamiento a ritmo de
competición. En la década de 1920, el fondista de Finlandia Paavo Nurmi inventó un método de
entrenamiento variado y basado en rigurosas sesiones de resistencia y velocidad cronometradas. Inspirado
en el ejemplo de Finlandia, el entrenador sueco Kid Holmer desarrolló el fartlek sistema en el que el
deportista es libre de crear para sí mismo un entrenamiento que se adapte su propia individualidad. Holmer
estableció un verdadero campo de entrenamiento situado en plena naturaleza sueca compuesto por un
recorrido altamente selectivo con colinas y obstáculos (troncos de los árboles, el río... En la década de 1950,
la técnica de entrenamiento por intervalos, la interval training, fue desarrollada por médicos en
Alemania. Este exigente sistema benefició en la posguerra a los atletas de la Europa del Este, incluido
al Checo Emil Zátopek, corredor que ganó varias medallas en los Juegos Olímpicos. La RDA, gracias a una
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política de detección temprana, entrenamiento de alto nivel, y a la investigación
en biomecánica o fisiología, produjo velocistas de alto nivel.
4. RENDIMIENTOS
Récords
Los récords del mundo de atletismo masculino son reconocidos oficialmente por la IAAF desde 1912. Antes
de esa fecha, las marcas de los atletas eran establecidas sin ninguna garantía de cumplimiento de una
normativa unificada, y sin reglamentos específicos para cada prueba. La primera lista de récords se publica
por primera vez en 1914 y está integrada por 53 récords de carreras a pie, 30 récords de marcha y 12
récords de concursos. En 1936, los resultados de las mujeres se transmiten a su vez por la IAAF. Estos se
regían anteriormente por la FSFI, una federación de mujeres autónoma. Desde 1987, la Federación
Internacional de Atletismo tiene en cuenta las pruebas disputadas en sala. En la actualidad, casi una
cincuentena de pruebas atléticas (incluyendo 22 para las mujeres) están reconocidas a nivel mundial,
continental o nacional. Las pruebas que no son reconocidas se consideran como «mejores marcas».
Límites
Los récords mundiales han cambiado considerablemente durante el siglo XX, especialmente en los años
1920 y en la década de 1950. Con los avances tecnológicos, la evolución de los materiales, la mejora de los
métodos de formación, y con la ayuda del dopaje, el rendimiento deportivo ha aumentado, sobre todo
desde 1970. Desde hace varios años, los nuevos récords mundiales en el atletismo son menos numerosos a
pesar de la mejora de los métodos de entrenamiento y de los métodos de reclutamiento de los atletas.
Según los estudios, los límites fisiológicos de la especie humana serían alcanzados en una generación, o sea
en el 2027. Así, algunos récords mundiales como los 100 m femeninos en poder de la
estadounidense Florence Griffith-Joyner desde 1988 (10s 49) parecen hoy día inalcanzables. Entre los
hombres, los límites de la capacidad fisiológica humana estarían alrededor de 9 s 67.
En 2009, durante la final de 100 metros del Campeonato del Mundo de Berlín, el jamaicano Usain Bolt tocó
con la mano esta barrera, estableciendo un nuevo récord mundial, con un tiempo de 9 s 58, con un viento
favorable pequeño
5. DOPAJE
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El dopaje en el atletismo es un fenómeno antiguo. El primer caso registrado data de principios del siglo XX
en la maratón olímpica de 1904, donde el estadounidense Thomas Hicks se benefició de una inyección
de estricnina puesta por su entrenador en un desfallecimiento durante la carrera. Esta práctica no suscitó
ninguna indignación y después la utilización de drogas en el deporte estaba bien considerada. En 1941
en Basilea, el extraño comportamiento de tres corredores después de un cross puso de relieve el problema
de la toma de anfetaminas para mejorar el esfuerzo y la resistencia. En los Juegos de Londres de 1948, el
entusiasmo y el nerviosismo de Emil Zátopek después de su llegada victoriosa en los 10000 m. hicieron
pensar a los expertos en la toma de esa sustancia. En la década de 1950, los rumores indicaban un dopaje
organizado con esteroides anabólicos de los atletas soviéticos, y luego de los estadounidenses. Además,
el fondista finlandés Lasse Virén fue objeto de rumores en lo concerniente a la autotransfusión, técnica
utilizada para mejorar la oxigenación del organismo.
Los años 1970 y 1980 están marcados por el dopaje de Estado, especialmente el de los deportistas de
la Alemania Oriental. Durante este período, las mujeres atletas de la RDA dominaron el mundo del
atletismo. Las sospechas de dopaje que existen se apoyan en las declaraciones de los pocos atletas que
continuaron con éxitos después de pasarse a Occidente, como Renate Neufeld en 1977. Desde la caída
del Muro de Berlín, numerosos velocistas han denunciado este dopaje institucionalizado. En 1993, los
esteroides fueron considerados por los expertos como la causa de la muerte de los atletas Detlef
Gerstenberg y Uwe Beyer. El dopaje está considerado desde entonces como una trampa y se castiga como
tal. Se pusieron en marcha controles antidopaje para tratar de detener un fenómeno que el atletismo
nacional e internacional considera como un azote tanto para la imagen de las distintas disciplinas como para
la salud de los atletas. La IAAF participa multiplicando los controles y el seguimiento de los atletas. También
está adherida al código de la Agencia mundial antidopaje.
Varios atletas de alto nivel se han visto implicados en casos de dopaje. Un ejemplo paradigmático fue el
velocista canadiense Ben Johnson, después de una victoria y un récord mundial en los 100 m en los Juegos
Olímpicos de 1988 en Seúl, se vio despojado de su título y su récord por dopaje. Después de su suspensión,
dio positivo de nuevo en 1993 y, finalmente, fue suspendido de por vida. En 2004 se descubrió el escándalo
de los laboratorios farmacéuticos Balco. Durante años, proporcionaba a los deportistas sustancias
prohibidas, incluyendo THG, un esteroide anabólico indetectable. Tras la investigación, Víctor Conte, el
director del laboratorio, dio los nombres de grandes campeones, como Tim Montgomery, Dwain
Chambers o Marion Jones. Esta última termina en octubre de 2007 con varios años de sospechas y rumores
al admitir haber recurrido al dopaje. Fue sentenciada a seis meses de prisión en enero de 2008 por
perjurio. Otras figuras destacadas en el atletismo han sido también sancionadas por la IAAF en los últimos
años por dopaje. Se puede citar el caso del velocista campeón olímpico y mundial Justin Gatlin quien dio
positivo en abril de 2006 por esteroides y fue suspendido ocho años. O el de los corredores de
fondo Hezekiél Sepeng y Süreyya Ayhan. Otro ejemplo es Rashid Ramzi, quien hizo un doblete histórico en
el Mundial de Helsinki al ganar el oro en los 800 y en los 1.500 metros y, nuevamente ganar el oro en los
1.500 metros en los Juegos de Pekín, dio positivo para EPO CERA en el test de dopaje. En noviembre de
2009 fue desposeído de su medalla.
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