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    Devocional Miercoles 25 de Noviembre Texto: Ii Timoteo 1:6-7

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    Gabriel Huanambal Valenzuela
    Pablo escribe a Timoteo para animarlo a avivar el don que Dios le dio y recordarle que Dios no dio un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Pablo conocía la timidez de Timoteo y quería ayudarlo a superarla para que sirviera mejor a Dios. Las tres cosas que Dios da para enfrentar la cobardía son: el espíritu de poder, de amor y de dominio propio.

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    Pablo escribe a Timoteo para animarlo a avivar el don que Dios le dio y recordarle que Dios no dio un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Pablo conocía la timidez de Timoteo y quería ayudarlo a superarla para que sirviera mejor a Dios. Las tres cosas que Dios da para enfrentar la cobardía son: el espíritu de poder, de amor y de dominio propio.

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    Pablo escribe a Timoteo para animarlo a avivar el don que Dios le dio y recordarle que Dios no dio un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Pablo conocía la timidez de Timoteo y quería ayudarlo a superarla para que sirviera mejor a Dios. Las tres cosas que Dios da para enfrentar la cobardía son: el espíritu de poder, de amor y de dominio propio.

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    Pablo escribe a Timoteo para animarlo a avivar el don que Dios le dio y recordarle que Dios no dio un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Pablo conocía la timidez de Timoteo y quería ayudarlo a superarla para que sirviera mejor a Dios. Las tres cosas que Dios da para enfrentar la cobardía son: el espíritu de poder, de amor y de dominio propio.

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    DEVOCIONAL MIERCOLES 25 DE NOVIEMBRE

    TEXTO: II TIMOTEO 1:6-7

    I. SALUDO.

    Amados hermanos y amigos buenos días. Qué bueno es leer y escuchar la Palabra cada día, que
    nuestro Señor bendiga sus vidas y los fortalezca. Vamos a estudiar la carta de II Timoteo 1:6-7.

    II. LECTURA BÍBLICA

    1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis
    manos.

    1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

    III. REFLEXIÓN

    En estas palabras Pablo está enseñando al joven líder Timoteo la manera de ser un hombre de Dios
    con buen testimonio y servidor en la iglesia.

    Timoteo era un hombre dotado y valioso para el reino de Dios; pero parecía tenía una raíz de timidez
    en él, lo que requería que Pablo frecuentemente lo animara a ser fuerte y valiente. El Señor puso a
    Pablo al lado de Timoteo para ayudarlo en esta área de su vida que tenia que superar y mejorar para
    ser de mas provecho en la obra de Dios. Quien como Pablo para enseñar lo que era ser valiente,
    Pablo también fue un hombre que nunca evito la confrontación, si leemos (Gálatas 2:11-21)
    encontramos que se atrevió a reprender públicamente al apóstol Pedro para poder ayudarlo a ser de
    más provecho para las cosas de Dios. Pero a la vez Pablo era un hombre de amor profundo, su amor
    lo vemos por ejemplo cuando se dirigió a los pastores de las iglesias de la región de Mileto hasta
    Éfeso diciéndoles: Por tanto, velad, acordándoos que, por tres años, de noche y de día, no he cesado
    de amonestar con lágrimas a cada uno (Hch. 20:31).

    Pablo enseño a Timoteo repitiéndole por años que no se desanime, Pablo le dijo “te aconsejo”, esta
    palabra en griego es anamnesis, la anamnesis es utilizada hoy en los hospitales, cuando vamos a un
    hospital sacan nuestra historia clínica donde dice todo lo que hemos pasado en nuestra salud, esta
    es la anamnesis, en otras palabras Pablo conocía la historia ministerial de Timoteo y le está
    recordando sus debilidades, y una debilidad es su constante desanimo, por eso necesita
    constantemente un avivamiento personal, una búsqueda de Dios para dejar sus debilidades y buscar
    en Cristo el ánimo que necesita para seguir adelante, Pablo había confiado en él y le renueva su
    confianza ya que la forma de dar públicamente su autoridad era mediante la “imposición de las
    manos”.
    Pablo le recordó que la cobardía no proviene de Dios, sino que es una obra de la carne o de
    condiciones externas que no son del Espíritu Santo. Contra esta fuerza que nos lleva a ser cobardes,
    el Espíritu de Dios nos da tres actitudes para enfrentarlo, primero poder o ESPIRITU DE DUNAMIS, es
    el poder para hacer las cosas más allá de lo que pensamos, entendemos o queremos, luego ESPÍRITU
    DE AGAPE, es decir Espíritu para amar con el amor de Dios, y por último ESPÍTRITU DE
    SOFRONISMOS, esta es la capacidad que da Dios para ser disciplinado y tener control sobre las
    emociones, los deseos y las circunstancias. La cobardía frente a las situaciones de la vida es algo que
    en algún momento puede venir, a veces problemas personales, problemas de nuestra familia,
    situaciones laborales, desafíos ministeriales, conflictos diversos, y otros, recordemos que hay que
    recordarnos que Dios ya nos dio Espíritu de Poder, de amor y de dominio propio.

    IV. REFLEXIÓN

    Les dejo una pregunta:

    1. ¿Cuáles son las tres cosas que Dios nos ha dado para enfrentar la cobardía?

    Que nuestro buen Dios les bendiga.

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