Historia de Las Artes Y Del Diseño Contemporáneo
Historia de Las Artes Y Del Diseño Contemporáneo
Historia de Las Artes Y Del Diseño Contemporáneo
DISEÑO CONTEMPORÁNEO.
• INTRODUCCIÓN AL DISEÑO
• El DISEÑO GRÁFICO EN LA ANTIGÜEDAD.
• El DISEÑO GRAFICO EN GRECIA Y ROMA.
• HITOS EN EL ESTILO.
• LA MARCA.
• EL PROCESO GREMIAL.
• ARTE-ARTESANÍA, INTERACCIÓN HISTÓRICA.
• HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL.
• TECNOLOGÍA Y MEDIOS DE PRODUCCIÓN.(Aspectos socio-políticos).
• LA HERMANDAD PRERAFAELITA.
• LA REFLEXIÓN DE LA TÉCNICA A MEDIADOS DEL XIX.
ARQUITECTURA.
• MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS E INFLUENCIA EN EL DISEÑO:
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
MOVIMIENTO ARTES Y OFICIOS.
ART NOVEAU.
CUBISMO.
FUTURISMO.
DE STIJL.
SUPREMATISMO Y CONSTRUCTIVISMO RUSO.
BAUHAUS.
FAUVISMO.
EXPRESIONISMO.
DADAÍSMO.
SURREALISMO.
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TRABAJOS A REALIZAR A LO LARGO DEL CURSO:
(Relación con los capítulos del índice)
Primer avance
El objetivo es brindar una definición más clara de qué es el diseño, teniendo en cuenta autores
que han abordado este problema.
Fue notorio que varios autores empiezan explicando el significado de diseño de acuerdo al
significado que le da cada idioma, como en el ingles, español, alemán y griego; como se
verá más adelante estas definiciones están muy ligadas a la cultura de la región.
Como se puede ver esta definición está sesgada hacia inclinaciones culturales, como se nota
en esta definición un concepto “italiano” de diseño, esta concepción española de diseño
afirma que “el diseño se hizo tan visible que oculto la importancia real de diseño”
(Broncano, 2006:103).
Mientras que la definición que da el Oxford Dictionary tiene más en cuenta el uso habitual
que se da por parte de la ingeniería y el diseño de objetos. Ya que no es casual que la
palabra “design” signifique designio y dibujo al mismo tiempo, aquí se puede notar las dos
componentes fundamentales del diseño, que en la definición española no queda demasiado
claro.
Continuando con esta dinámica se encuentra a Flusser que hace la aclaración que en el
idioma ingles la palabra design, es sustantivo y verbo, y afirma que: “como sustantivo
significa, “intención”, “plan”, “propósito”, “meta”, “conspiración malévola”, “conjura”,
“forma”, “estructura fundamental”, todas estas significaciones, junto con otras muchas,
están en relación con “ardid” y “malicia”“. (Flusser; 1999:23).
De acuerdo con lo anterior se puede decir que la palabra diseño esta dentro de un contexto
de malicias, ardides, lo que permite afirmar que el diseñador es una persona dedicada a
realizar engaños. En este mismo sentido, si se acepta que una de las bases principales del
diseño es la mecánica y máquina, se estaría haciendo referencia a la palabra griega mechos,
que designa un mecanismo que tiene por objetivo engañar. Por esta razón Flusser señala
que “una maquina es un mecanismo para engañar”. (1999:24).
Entonces, los sistemas mecánicos que se diseñan se usan para engañar a la naturaleza, el
engaño consiste en cambiar las condiciones físicas dadas por la naturaleza, un ejemplo es el
diseño de unapalanca para engañar la fuerza de gravedad que actúa sobre el cuerpo que
necesito mover con este objeto.
De acuerdo a este contexto también es importante tener en cuenta la palabra “técnica”. La
palabra griega techné tiene como significado “arte” y esta relacionada con tekton
(carpintero). Se podría decir que la madera no tiene forma y el carpintero, el artista, el
técnico, le confiere una forma.
Flusser señala que “precisamente mediante tal acto es como el artista–técnico obliga a la forma a
aparecer. […]
La acusación fundamental de Platón en contra del arte y la técnica, radica en el hecho de que
estas traicionan y desfiguran las formas (ideas) intuidas teóricamente cuando las encarnan en
materia.
Los artistas y los técnicos son, a sus ojos, traidores de las ideas y embusteros, porque inducen
maliciosamente a los seres humanos a contemplar ideas deformadas”. (1999:24).
Podemos tomar como ejemplo entre la práctica y la teoría un simple ejercicio de dibujar un
triangulo, si sumamos los ángulos internos de un triángulo no vamos a obtener exactamente
los 180º, ya que existe un error ya sea por el instrumento de medición, por el grosor de la
línea, etc.… pero el triángulo teórico sí tiene en sus ángulos internos 180º. Y esto es lo que
sucede con las demás disciplinas en las cuales las ecuaciones, simulaciones, modelos
matemáticos deben ser modificadas cuando son comparadas con la experimentación de
campo.
Por ejemplo, Galileo no descubrió la fórmula de la caída libre, llegó a este modelo
matemático por medio de la experimentación y el modelo que mejor se acercaba a la
situación real fue el que asumió como el real (aproximado).
La mecánica teórica es un diseño que coloca bajo los fenómenos para poder tenerlos bajo
control, ya que lo que se tiene en los libros son simples ecuaciones que describen un
fenómeno físico, lo que se conoce como modelamiento, y esta es la forma como se puede
predecir el futuro del fenómeno físico analizado, teniendo en cuenta diferentes condiciones
o modificando las variables.
La actividad del diseñador tiene que ver con pensar y hacer objetos, esto quiere decir que la
investigación de los diseñadores va dirigida hacia el problema de cómo son los objetos que
funcionan, más que con el mismo hecho de su funcionamiento. Esta definición inicial se
podría hacer mas compleja si se hace que el diseñador también tenga en cuenta en el
desarrollo de sus proyectos la funcionalidad de los objetos y se aleje de la teoría de la caja
negra del diseño (ver figura 1.), esta teoría habla acerca de que los sistemas están
compuestos básicamente por entradas, proceso y las salidas, las entradas son los
requerimientos del sistemas para generar la salida, las salidas son el fin por el cual esta
diseñado el sistema, y el proceso en este caso esta representado por la caja negra, que como
su nombre lo indica es algo oscuro que no permite tener claro que es lo que sucede en el
proceso, esta falta de claridad es por parte del diseñador, puesto que muchos diseñadores se
desentienden del desarrollo del proceso, por esta razón esto se vuelve oscuro y algunas
veces imposible de alcanzar.
Flusser señala que: “No hay duda de que, al superar la separación entre arte y técnica, se
abrió un horizonte, dentro del cual podemos diseñar con perfección cada vez mayor,
liberarnos cada vez más de nuestra condición y llevar una vida cada vez más arti-ficial (más
bella)”.
La cultura en la cual el diseño se puede usar como instrumento para desarrollarla es la que
acepte que el diseño esta basado en engaños, esta aquí, la técnica y el arte, es decir, con el
diseño, podemos retomar el ejemplo anterior de la palanca, esta es una aplicación para la
física, este diseño se podría decir que esta desarrollado desde el homo-sapiens o antes pero
con el desarrollo de la técnica y la tecnología este concepto primario se sigue utilizando
para el desarrollo de maquinas y procesos de ultima tecnología, pero se debe subrayar la
importancia del manejo conceptual de los “engaños”, si esto no se tiene en cuenta los
diseños no se podrían desarrollar. “este es el diseño que constituye el fundamento de toda
cultura: engañar a la naturaleza precisamente por medio de la cultura, superar a lo natural
mediante lo artificial y construir maquinas, de las que sale un dios que somos nosotros
mismos”. (Flusser; 1999:26).
A causa del desarrollo del diseño y gracias a que empezamos a ser concientes de que ser un
ser humano es un diseño en contra de la naturaleza, podemos hacernos la pregunta acerca
de la idea de diseño. Esto creo que se puede responder analizando elementos fabricados por
sistemas de producción continua, que en un principio eran muy complejos y de un costo
elevado, gracias al diseño se han desarrollado máquinas que automatizan los procesos de
manufactura y aumenta de forma exponencial la producción ya sea por hora, por día o por
mes; lo que trajo como consecuencia que los valores comerciales de los materiales se ven
reducidos, bajando el costo de los productos.
El material que están hechos tienen un valor bajo, y el trabajo que según Marx es la fuente
de todo los valores, es realizado por máquinas de alta producción diseñadas por el hombre,
entonces lo único que confiere valor a estos elementos es su diseño.
Como lo afirma Broncano: “La idea de diseño hace referencia a una operación conceptual
por que un objeto o proceso nace, se hace realidad, pero se hace realidad primeramente en
la mente del ingeniero […] Como ejercicio intelectual, un diseño es un acto por el que algo,
un objeto o proceso adquieren existencia intencional”. (2006:105).
La idea que expresa Broncano es un concepto inicial de la ingeniería en la cual la labor del
ingeniero era usar su ingenio para solucionar problemas por medio del diseño, ahora en este
tiempo la labor del ingeniero se está centrando en la solución de problemas particulares de
sistemas que fallan y en algunos casos el reemplazo de piezas, pero no solucionan
problemas de diseño más amplios donde se desplegaría esa característica que lo vuelve
ingeniero, ingeniar soluciones.
La formación del ingeniero esta basada en repetir y administrar lo que existe, las empresas
y administradores de sociedades se conforman con copiar y demandan administradores de
técnicas, esto lo que esta haciendo es cortando la capacidad para plantearse problemas de
diseño y por consiguiente se podría decir que lo más grave es la perdida de la capacidad de
buscar soluciones novedosas a los problemas.
Con esta misma dinámica Broncano afirma: “Mi propuesta, y éste es en parte el tema de la
conferencia, como ejemplo aplicado, es que se tome en serio la idea de la ingeniería como
una forma de cultura y que, como tal, se consideren sus aspectos humanísticos,
conceptuales, de relación con la sociedad, de los proyectos, desde el pathos y nos solo
desde el ethos de la profesión del ingeniero”.
Con respecto a lo anterior Broncano dice: “Un diseño, para decirlo rápidamente, es una
respuesta novedosa y eficiente a un problema práctico. Estas tres condiciones componen
sendas dimensiones del juicio técnico”.
Cuando el autor se refiere a respuesta novedosa, quiere decir generar una solución que no
sea la copia o repetición de algo existente, sin irse a los extremos de afirmar que la novedad
es generar nuevos conceptos, se pueden usar conceptos ya conocidos en problemas muy
bien definidos y este proceso de diseño se podría decir que es novedoso, esto surge en
apoyo de los diseñadores que están en contra del diseño de artefactos de forma
desmesurada y, en algunos casos, sin ningún tipo de función.
En la mayoría de los casos la solución de problemas esta orientada hacia la adaptación del
medio de acuerdo a las necesidades, basados en esto podemos citar a Ortega que sostenía
que: “los humanos no tienen medio, tienen entorno”. Esto quiere decir que el ser humano se
rodea de artefactos para realizar funciones que por medios biológicos no son posibles de
hacer.
“la idea de que la cultura esta constituida por “grúas” y andamios ha sido popularizada por
Denté, D. (1955) Darwin`s Dangereus Ideas. Nueva York: Penguin.
Fue anticipada por Vigotsky, para quien la cultura constituía un “entorno próximo” que
permitía a las personas alcanzar la realización de acciones por si mismas hubieran sido
incapaces de llegar a realizar.[…] La más importante de todas las grúas o andamios fue el
lenguaje, después las matemáticas, la escritura, etc.”
La función esta constituida por los requerimientos y determinantes del problema de diseño,
que por medio del método de diseño se llega a la configuración de forma y definición de
materiales.
“Lo propio de la tecnología serían los cambios en la función debidos a la perspectivas del
uso, de manera que la regla serían las exaltaciones mas que las adaptaciones, para usar el
término introducido por S. J. Gould para este evento evolutivo. De manera que los
artefactos no tendrían identidad independiente de la que les es conferida por la mirada de
los usuarios. Puesto que esta idea se ha convertido en un dogma de la escuela
constructivista.” (Broncano;).
El segundo elemento que se ha establecido para definir la identidad del diseño es el que
corresponde o depende del usuario, el usuario es autónomo para realizar el uso que
considere más conveniente por esta razón aparece lo que se conoce como la coevolución de
las intenciones del diseñador y del usuario, esto corresponde a las modificaciones que
puede realizar el diseñador de acuerdo a los nuevos usos que propone el usuario.
Podemos
citar el ejemplo que propone Broncano del automóvil en Estados Unidos, que en la
mitología americana es el habitáculo preferido para la iniciación sexual, lo que no fue la
intención inicial de los Ford y otros diseñadores, pero hoy en día se puede ver que los
diseñadores están incluyendo algunas comodidades al respecto.
Se puede ver que en el escrito de Reichenbach, el origen de la nueva filosofía, habla acerca
de que en nuestra época el trabajo científico es un trabajo en grupo, los aportes de cada
individuo serán menores o mayores , pero siempre serán pequeños en comparación con las
disciplinas en que estos se encuentran, y esto significa que la generación del conocimiento
que se esta realizando en estos días es con los conceptos y bases teóricas que otros
científicos han dejado hace mucho tiempo, en estos días no hay una generación de
conocimiento completamente nuevo.
Flusser, Vilém, 1999, filosofía del diseño, Pablo Marinas, Madrid, Editorial Síntesis, 177.
Reichenbach, Hans, 1951, el origen de la nueva filosofía, México, Fondo de cultura
económica, 1967, pp.
Broncano, Fernando, 2006, entre ingenieros y ciudadanos, España, Montesionos, 238
Maldonado, Tomas. 1977. “El Diseño Industrial Reconsiderado”. Barcelona, Gustavo G
El Diseño Gráfico en la Antigüedad.
por Paola L. Fraticola
Las diversas tecnologías utilizadas en los últimos 2.500 años para la multiplicación y
transmisión de comunicaciones visuales intencionadas, han ido desfigurando
sucesivamente la actividad proyectual que hoy conocemos por diseño gráfico hasta el
extremo de confundir el campo de actividades y competencias que debería serle propio,
incluyendo, por supuesto, sus lejanas fuentes originales.Uno de los elementos
desfiguradores más poderosos reside ya en su propia naturaleza, en las comunicaciones
percibidas a través del órgano de la visión, el cómo se transmite una determinada
información ha resultado siempre un elemento significativo trascendental para lograr su
propósito de persuadir a una parte de la sociedad.
El culto hacia los medios de comunicación visual utilizados en la Antigüedad, como ser la
pintura, la escultura, el dibujo, el mosaico, etc., ha permitido a muchos de ellos a la
funcion de informar temporalmente. Este medio se ha convertido en obra de arte, en el
auténtico y definitivo mensaje.
Dorfles clasificó como una forma comunicativa distinta de entres las utilizadas por el
hombre en las diversas etapas evolutivas de su cultura.
Si dividimos el diseño en las mayores agrupaciones tipológicas posibles, se reduce el
campo de análisis a tres factores principales:
Esta fuera de duda que uno de los usos del templo griego fue el de la intencionalidad
de su forma simbólica. La construcción de templos y la producción de estatuas,
obedecen prioritariamente a una clara voluntad de afirmar el poder, su religión y su
cultura a través de la implantación sistemática de modelos cuya función
emblemática, en efecto, aumenta a medida que el espectador se aleja del objeto.
Contemplando un templo griego a distancia veremos que su forma equivale, en
cierta medida a una auténtica marca distintiva.
A finales del siglo XIX, William Morris tuvo una importante influencia en el diseño
inglés. Su conocimiento y simpatía por las imágenes medievales y clásicas resultaban
atractivos a la afición del gusto victoriano por los estilos decorativos. El uso de
imágenes lineales y florales entrelazadas en complejas muestras formaron la base de
gran parte de la imaginería tardo-victoriana. Ilustradores como Aubrey Beardsley y el
norteamericano Will Bradley ilustraron un nuevo estilo que se basaba en
combinaciones de simples siluetas. Esto era adecuado para los métodos de impresión
y los atrevidos diseños que encontramos en muchos productos victorianos. El diseño
gráfico de esta época tenía a menudo un estilo que reflejaba las cualidades de
marca, la nacionalidad y los lejanos países exóticos de donde provenían los
productos de lujo o sus ingredientes. Las imágenes usadas para promocionar
productos de lujo eran a menudo visualmente complejas y con mucho texto. En
muchos casos, tales diseños no se enfrentaban en competencia con otras marcas, de
forma que el estilo sólo tenía que atraer a un pequeño número de consumidores que
tenían estilos de vida claramente definidos, que eran, a su vez, reflejados en estas
imágenes. Muchos artículos de uso corriente, como los productos de limpieza, eran
embellecidos con un grafismo simple, pero llamativo, que todavía es la fórmula
utilizada hoy en día.
El estilo distintivo de William Morris se basa en imágenes de un El logotipo de AEG, diseñado por Peter Behrens hacia 1907, fue la
período anterior, mezclándose en composiciones decorativas y inspiración de un nuevo movimiento de diseño funcional
románticas. El trabajo de Morris inspiró a muchos diseñadores, que
usaron su diseño floral de construcción geométrica en numerosas
formas.
Inicios del estilo moderno
A principios del siglo actual los diseñadores se rebelaron contra la naturaleza florida
del grafismo de finales de siglo XIX y adoptaron un enfoque más funcional que
reflejaba la potencia y creciente productividad de la industria moderna. Peter
Behrens transformó el estilo gráfico de AEG en la Alemania de 1907 con su
simplificada identidad corporativa, que combinó diversos elementos de diseño gráfico
moderno en un solo diseño. Este trabajo inspiró un nuevo movimiento europeo en el
que el diseño ya no se basaba en imágenes tradicionales, sino que inventaba las
suyas propias para reflejar las cualidades de nuevos productos y estilos de vida.
Estas imágenes, a menudo de naturaleza bastante abstracta, se desarrollaron en
paralelo con ideas visuales más convencionales. El trabajo de Behrens y los
contemporáneos que pensaban como él liberó al diseñador para cruzar las barreras
visuales y controlar las imágenes y estilos con una movilidad que hasta entonces
había sido privilegio exclusivo de los creadores artísticos.
A medida que el consumismo se fue desarrollando y aumentaba la capacidad de
compra personal, los mercados se fueron segmentando, exigiendo una mayor
individualización en todas las áreas del diseño. Los productos requerían un estilo de
presentación que reforzara su atracción para el público.
Estilo y Mercado
Hoy en día, podemos reutilizar toda esta información visual para crear nuevos
diseños. Además las técnicas actuales de diseño y las fórmulas científicas que se
usan para producir diseños posibilitan la transmisión de un mensaje visual específico.
El estilo del diseño es de la mayor importancia para el mensaje que transmite, ya
que los consumidores son conscientes de las imágenes con las que se relacionan y
con las que quieren relacionarse. Las imágenes y el estilo del mercado juvenil, por
ejemplo, deben estar en sintonía con las características particulares de este grupo.
Además, la estructura de clases de la sociedad moderna es compleja y la gente que
procede de culturas distintas responde de forma diferente a los estilos visuales. El
diseñador actual debe, por lo tanto, no sólo estar familiarizado tanto con referencias
históricas como contemporáneas, sino también ser consciente de la naturaleza
compleja de la sociedad moderna.
Este diseño muy pictórico ha sido reforzado con elementos gráficos cuidadosamente concebidos.
Este estilo de diseño todavía es imitado en la actualidad siempre que se requieren detalladas
ilustraciones.
El trabajo de artistas innovadores ha influido durante todo este siglo en los diseñadores. Todavía
hoy aparecen ecos de la influencia de los trabajos de El Lissitzky.
A principios de los años sesenta se contempló un cambio en todas las áreas del diseño gráfico, conducido por una nueva
vanguardia de diseñadores como Germano Facetti, Colin Forbes y Ole Vedel.
Estas cubiertas de libros encargadas por Penguin marcaron el surgimiento de un nuevo e interesante estilo de diseño.
Esta caja para una máquina de escribir Olivetti fue diseñada por Alan Fletcher. El
diseñador jugó con la idea de la cinta de máquinas de escribir en la creación de una
tipografía en forma de cintas.
¿A quién marcan?
marca: Provincia, distrito fronterizo. / Instrumento que se usa para medir la estatura
de las personas, medida cierta y segura que debe tener una cosa. / Acción de
marcar. Señal que se hace en una persona o animal o cosa. / En ciertas pruebas
deportivas, tiempo que se emplea o distancia o altura que alcanza un competidor. /
Galicismo por cicatriz, señal. / Marca de fábrica: distintivo o señal que pone el
fabricante a los productos de su industria. / De marca mayor o de más marca:
expresión figurativa con que se declara que una cosa es excesiva en su línea y que
sobrepuja a la común.
Fuera de los distante que puedan parecer estos ejemplos, es posible encontrar algo
en común: cada una de estas marcas está hablando, comunica.
Representa algo más allá de la marca misma, habla de sus referente en ausencia (la
yerra, del dueño del ganado; la pintura, de guerra; las huellas, del caballo).
De esta forma, las marcas quedan planteadas como signos.
Los signos generan un estímulo cuya imagen mental está asociada en nuestro
espíritu a la imagen de otro estímulo que ese signo tiene por función evocar, con el
objeto de establecer una comunicación.
La función del signo es re-presentar –substituir–, ocupar el puesto de otra
evocándola a título de sustituto. Señala la ausencia del objeto de sustituido, una
ausencia en sí misma. Representa algo que ya fue presentado.
Para que el signo funcione como tal debe repetirse, sin repetición no habría
reconocimiento. Actúa dentro de una contexto –temporal, físico y cultural–
determinado. Además, existe para un grupo de personas –receptores–.
Según la forma en que el signo representa –designa– a su referente, puede ser
clasificado de la siguiente manera:
ícono: signo que sustituye algo tomando de éste sus rasgos pertinentes. Posee
alguna semejanza o analogía con su referente pero no tiene propiedades en común
con el objeto, sino con el modelo perceptivo del mismo (comic, mapa, un retrato
fotográfico).
señal: signo que aporta una información tendiente a promover una conducta, a
determinar una reacción en el receptor. Es intencional, premeditada (semáforo,
barrera, señal de contramano).
Los primeros signos empleados por el hombre con el fin de darse a entender fueron
los gestos, ya sea con movimientos de manos o expresiones de la cara. El lenguaje
fonético representa una instancia posterior.
La vida en comunidad llevó al hombre a distinguir y señalar la propiedad de diversos
objetos (nombre, firma, sello, monograma). El significado de estar marcas de
propiedad se transformó cuando los animales u objetos fueron puestos a la venta en
el mercado, con la economía de intercambio. El comercio incorporó el concepto de
calidad a la idea de propiedad.
Como punteo básico planteamos aquí las propiedades y funciones que creemos
indispensables para que un isotipo sea efectivo:
Desde el principio de la creación plástica el arte y la artesanía creativa tuvieron una función de
soporte mutuo, de colaboración “fueron de la mano”. La industrialización provoca una separación
de hecho y establece una incógnita sobre la pervivencia de ambos.
From the beginning of plastic creation, the art and creative craftwork had a funtion of arqut
support of collaboration “they walked together”. Industrial development makes with its real
separation and makes an unknown about both survival.
Desde la antigüedad, el arte y la artesanía o lo que es lo mismo, los artistas y los artesanos en su
relación productiva vivieron diferentes etapas: la identificación unívoca al principio, la
subordinación del artesano al arte desde el Renacimiento hasta el Modernismo y la forma
autónoma en la que coexisten actualmente.
Artistas-artesanos
Los bajorrelieves egipcios, los frisos del Partenón, las pinturas de las ánforas griegas, las mismas
ánforas, las tallas, tablas y frescos románicos, góticos o renacentistas y multitud de obras
realizadas a lo largo de la historia, manifiestan la importancia de la habilidad y la técnica al
servicio de las ideas estéticas. Desde un principio, sus autores se caracterizan por un gran
dominio del oficio, apreciación que se mantiene a través de la historia, considerándose esto
como algo propio de individuos especialmente dotados para las filigranas y virtuosismos
manuales. Para los griegos clásicos, no existía una forma diferente o una distinción entre artista
o “arte”1 y artesano o “artesanía”, tampoco tenían vocablos para hacer tal separación.
Grecia, arte público, funcional y popular
Lo primero que hemos de considerar, es que no obstante ser una época brillantísima, no todos
los templos, ni todas las estatuas griegas resultaron obras de arte, como tampoco cada pieza
teatral, ni cualquier vasija o cualquier monumento funerario.
En la Grecia clásica, por ejemplo, la cerámica tenía varios cánones y tipos propios que dieron
origen a unos característicos prototipos. Había sin embargo, zonas enteras en que la calidad fue
siempre pobre, como, la de la cerámica del sur de Italia, que se hacía imitando, tal cual, la de
Atenas. En este tiempo pasó algo verdaderamente revolucionario: los escultores, los ceramistas y
los pintores, adquirieron el hábito de firmar sus obras. No eran individualistas, eran individuales,
porque aceptaban en su tarea disposiciones generales y cánones concretos y solo después
exploraban sus posibilidades libremente, utilizando su habilidad, su imaginación y su inventiva.
Los ceramistas atenienses sobresalieron pintando las superficies curvas de las ánforas con
escenas, a menudo de complicada composición. No es menospreciar la calidad artesanal de la
cerámica decir que su pintura era solo decorativa, las ánforas se hacían con fines utilitarios y se
las decoraba, para hacerlas agradables, pero no para convertir su material en un soporte en el
que pintar “una obra de arte”. De alguna manera, y désele la explicación que se quiera, los
atenienses consiguieron impulsar esta idea de lo útil y bello, de lo “funcional”. Las formas de los
objetos, siendo como eran variadísimas, se ajustaban siempre a sus funciones. Como escribió un
historiador del arte
“su temática decorativa no tenía límites, yendo desde lo mitológico a lo militar o a lo doméstico,
sin pararse en barras por los asuntos libertinos, grotescos u obscenos. Los decoradores de vasijas
gozaban en esto de una libertad que a los escultores les era negada y desde luego hacían uso de
ella con alegre desenfado y pasmosa imaginación. Sus limitaciones no eran otras que las
inherentes a las materias mismas con que trabajaban”2.
Y habría que decir también que en la Grecia clásica, el arte era algo público y popular que vivió y
floreció desde las legendarias China o Babilonia y que se producía en la vida diaria, no una cosa
aparte a la que se dedicaran ratos de ocio o estuviera destinada al disfrute de ricos
coleccionistas.
Roma y el románico
Después Roma, con sus singularidades y tomando como modelo el arte heleno, inunda de belleza
el ámbito mediterráneo. La parte oriental del Imperio romano fue helenística hasta el final y gozó
de similar esplendor al que tuvo durante la anterior dominación griega. El arte paleocristiano, en
su aspecto más popular y realista, conserva las características del helénico tardío.
Uno de estos encargos para un tabernáculo alemán en 1493, exige: ”El cuerpo principal, hay que
hacerlo con la más pura y la más fina de las artesanías, puesto que quedará completamente
expuesto a la vista del espectador“3. En este punto es interesante pararse a pensar cómo desde
nuestra perspectiva histórica hacemos una a veces pretenciosa distinción entre artesanos y
artistas.
Pero la cosa no es tan sencilla porque, hasta el “Cinquecento” italiano no se hacía tal
diferenciación. ”La separación entre el artista y el artesano que ya en el siglo XVI era clara en
Italia, tardó mucho más tiempo en reconocerse en España, y los talleres de los más insignes
artistas, funcionaban con arreglo a las normas gremiales”4. En cualquier caso, y hasta la irrupción
de la industria, ambos trabajan de forma armónica y complementaria.
Con el Barroco, el artesano creativo desarrolla una gran actividad. Se trata de un estilo sensual y
muy rico de formas, “el delirio dinámico se despliega en contrastes: entre formas pequeñas y
grandes, cercanas y lejanas, entre lo cóncavo y lo convexo, la luz y la oscuridad”5.
En el siglo XVII es impresionante la artesanía del mueble en Francia y Holanda, que, en este
terreno, son los países que marcan la pauta. El ebanista francés André-Charles Boulle es
reconocido en toda Europa.
Con la nueva técnica de la marquetería muy semejante a la taracea renacentista italiana, con
pequeñas placas de distintas clases de madera, estaño, marfil, etc, cortadas en variadas formas,
se componen adornos, para aumentar la sensación de suntuosidad. También los grabadores y
orfebres son considerados verdaderos artistas.
Al ideal barroco de la técnica virtuosa le sucede el ideal neoclásico que elimina el toque
individual, la “arbitrariedad” genial del artesano. La reducción de las técnicas propias del arte a
sistemas o métodos rigurosos, señalan el momento en que el arte comienza a separarse de la
técnica de la producción artesanal.
Aquí surge lo que será cada vez más fuerte: la unión entre el diseñador y la naciente tecnología
industrial. Son los “Tiempos Modernos” que con tanta ironía nos retrata el melancólico Charles
Chaplin. Mírese un mueble “rococó”; tiene líneas caprichosamente curvas, formas torneadas y
modeladas, tallas, voladizos, dorados, pinturas, borlas. Han colaborado para hacerlo diversos
artesanos de diferentes especialidades (carpinteros, talladores, doradores, tapiceros, bordadores)
aportando cada uno de ellos su experiencia artística al trabajo común.
La calidad artística del objeto depende de la bondad de la realización, del modo en que se ha
sabido mezclar la experiencia con una brillante inventiva. Si nos fijamos en un mueble neoclásico
veremos que tiene líneas simples, podría al menos en sus partes esenciales ser producido en
serie. Su estética reside en la fidelidad que guarda con el proyecto.
Vemos que la Revolución Industrial, salvo en el caso de la arquitectura, que se está desarrollando
gracias a la innovación técnica, está “quitándole los papeles” a la artesanía artística, y poco a
poco, también a los demás artistas plásticos, aunque éstos últimos seguirán luchando, a partir
del siglo XIX cada día más aislados, integrando corrientes, cada día también, más “conceptuales”
y efímeras. Ya en el siglo XX la vanguardia rusa y la Bauhaus, consiguen darle al arte una
función, social, la primera, y reanudar entre el arte y la industria la relación que unía al arte con
el artesanado. la segunda. Más adelante volveremos sobre esto.
Como es habitual en el largo camino de la historia del arte, de una forma esquemática y a
grandes rasgos, las corrientes clásicas suceden a las románticas y a las románticas las clásicas,
al Neoclasicismo y al eclecticismo decimonónico le contesta el Modernismo o Art Noveau6, que se
convierte en casi el último movimiento romántico o emocional del arte, ya que posteriormente se
darán las dos formas de expresionismo, figurativo y abstracto, tan característico del siglo pasado.
El Art Noveau fue un fenómeno europeo, que comenzó hacia 1890, tuvo su apogeo en el cambio
de siglo y concluyó unos cinco años más tarde. El inglés William Morris, teórico, pintor y
humanista utópico, coetáneo de Robert Owen y de Charles Fourier, es el precursor de este
movimiento, que se preocupó de la renovación de la actividad creativa. Pensaba que las obras
artísticas del siglo XIX, se habían realizado de forma aislada, y por tanto que la unidad de las
artes se había perdido. Los pintores no se interesaban por la evolución de la arquitectura y ésta,
a su vez, consideraba la pintura y la escultura como “artes menores”.
Por esto el Modernismo se propone acortar distancias entre las artes. Como Morris pensaba que
la industrialización era la causa de la decadencia, propuso de nuevo la producción artesana.
Montó una sociedad de talleres, donde había pintores, decoradores, y otros artistas cuyo interés
estaba dirigido a proveer de bellas formas los objetos cotidianos. Morris luchaba porque esta
corriente artística, sirviera para cualificar el trabajo y desarrollar la creatividad de los obreros. La
rica burguesía industrial que, no tiene un interés real por el arte, del que se ocupa solo por
prestigio social, neutraliza su sentido humanista, utilizando el trabajo de los artistas en beneficio
propio.
Desaparece el artesanado. El arte para el arte
Desde comienzos del siglo XX, varias corrientes intentan definir la función social de la obra de
arte, que después del expresionismo de entreguerras ya no es la representación del mundo. “De
pintar las cosas se ha pasado a pintar las ideas: el artista se ha cegado para el mundo exterior y
ha vuelto la pupila hacia los paisajes internos y subjetivos”7.
Está claro que los medios industriales de captación de la realidad (fotografía, cine, después la
televisión, etc.), han “liberado” al arte de lo que era una tradicional servidumbre, a la que estaba
sometido históricamente por los poderosos como la iglesia, la aristocracia o la burguesía. ¿Esta
función antigua del arte, era su auténtica razón de ser, o al contrario, por desprenderse de la
función representativa, la pintura, la escultura, las artes plásticas nacían para sí mismas? ¿Era
el principio de una vida, o el principio de una muerte? Con la llegada de la industria y la crisis del
artesanado, este ha perdido toda autonomía de iniciativa.
La división del trabajo y lo repetitivo de éste en las fábricas le priva de la libertad, y por lo tanto
no es creativo, no depende de una experiencia estética de la realidad, es por lo tanto una
actividad alienante. ”Como último heredero del espíritu creativo del trabajo artesanal, el artista
tiende a establecer un modelo de trabajo creativo que implica la experiencia, y la renueva; y
remontándose después del problema específico al general, tiende a demostrar cuál puede ser, en
la unidad funcional del cuerpo social, el valor del individuo y de su actividad. El artista se sitúa de
este modo en el centro de la problemática del mundo moderno”8.
Cajas blancas. 46x55. Acrílico s/ tela, 1991.
En este proceso, el artista lucha, no solo técnicamente, para conseguir, una obra meritoria y
coherente, sino también con el problema de la manutención, porque la obra de arte ha pasado a
ser una mercancía. Por sus cualidades arcaicas de obra única, la obra de arte tiene un precio
alto, por lo que, pocas personas pueden adquirirla.
Como la cantidad y la calidad son antagónicos, podemos decir que, admitiendo las excepciones
naturales, los individuos que adquieren tales obras, no son un dechado de sensibilidad y gusto.
Pensemos si un sentido funcional y democrático de la vida puede aceptar como válido que -
como escribió Cézanne - “el artista, solo puede dirigirse a un número sumamente limitado de
gente”.
A partir del final de la Gran Guerra de 1914-18 y tras el triunfo de la revolución comunista, nace
la vanguardia rusa, (Kandinsky, Malevic, Tatlin...) que dentro del proceso revolucionario, se
plantea la función social del arte. Kazimir Malevic, es además de un gran pintor, un teórico que
se preocupa de la formación cultural de las generaciones que tendrán que construir el socialismo.
Crea un programa didáctico para la educación del proletariado, pero, paradojas de la vida, este
programa, que no debió gustar a Lenin, será utilizado en Alemania para la formación del método
didáctico de la Bauhaus.
Mientras que la vanguardia rusa no se subordina formalmente (en sus principios teóricos,
plásticos, estéticos) al poder político, otra paradoja, el racionalista Walter Gropius9 se implica en
la producción y el consumo capitalista que estará encantado, de integrar el arte en su propia
funcionalidad Económica.
La Bauhaus fué una escuela auténticamente democrática, Gropius era socialdemócrata y pensaba
que el progreso parte de la educación en libertad y que por tanto, la escuela libre es la semilla de
la sociedad democrática. El diseño industrial, que en la teoría de esta escuela, era un buen
método para moralizar la producción, degenera casi siempre en el típico proceso de marketing,
de forma que el producto resulta sicológicamente más atrayente, pero no de una manera racional
o razonable sino actuando sobre el inconsciente e incluso sobre las lógicas frustraciones del
consumidor alienado y agobiado. Este fenómeno es evidente en los países de alto nivel
tecnológico y “consumista”.
En cuanto a la tecnología y su relación con la plástica, depende obviamente del uso que le
demos. En un sentido amplio, gracias a ella, la arquitectura y la ingeniería se han desarrollado
sorprendentemente. Podemos disfrutar de la lectura, por el ingenio de Gútemberg, y no porque
se editen miles de ejemplares de una obra literaria ésta pierde lo más mínimo de su sustancia.
Algo similar sucede con la música: aunque el calor de una audición en directo sea insuperable,
las reproducciones que actualmente oímos, son de gran fidelidad. Los hermanos Lumière, que
basan su creatividad en la técnología, inician un arte novísimo, la cinematografía, un arte, que
sobre un soporte químico, utiliza para su desarrollo (aparte de la fotografía, en sus formas
creativas) las artes y los principios estéticos tradicionales: género, interpretación, música
encuadre, ritmo, etc.
El cine, por tanto, es un continente, un vehículo, un soporte nuevo donde se aglutinan armónica
y equilibradamente las formas clásicas de expresión. A partir de la segunda contienda mundial,
el centro gravitatorio del arte mundial se desplaza a Nueva York, donde se desarrollan las últimas
tendencias de relevancia, como el Expresionismo Abstracto, el Pop-Art, y el Op-Art.
A partir de 1980 varios “modos” se van sucediendo tanto en Norteamérica como en Europa al
calor de la bonanza económica, que se conocen por posmodernos: “Los postmodernos rechazan
los requerimientos de innovación, de estilo e integridad, ya imposibles de cumplir, que hasta
entonces habían marcado la evolución de la modernidad, y al mismo tiempo se idealizan a sí
mismos en un sentido grandioso de su propia omnipotencia artística”10. Este autismo, y estas
pretensiones creativas, no se habían dado en ningún “movimiento” artístico en el ancho, largo y
fecundo recorrido artístico de la Humanidad y demuestra una clara desorientación.
De la misma manera que han evolucionado las mitologías paganas, la alquimia, el feudalismo y el
artesanado, lo puede hacer el arte contemporáneo. Pero al paganismo le ha sucedido el
cristianismo, a la alquimia la ciencia, al feudalismo las monarquías y el estado burgués, al
artesanado genéricamente la industria.
¿Qué puede pasarle al arte? La producción de algo nuevo, o novedoso, como gusta decirse
ahora, no puede ser la única exigencia a la que debe someterse el artista del siglo XXI, se le ha
de pedir coherencia histórica, que no elimine los espacios comparativos, que nos permitan
evaluar su obra. Antonio Machado, por boca de su profesor apócrifo Juan de Mairena, solía decir
que “los novedosos apedrean a los originales”.
Bajo mi óptica, como pintor y artesano creativo, lo que está sucediendo con las artes plásticas
representativas, fundamentalmente con la pintura, es algo que acontece por causa de la propia
inercia histórica, por la necesaria e inevitable interrelación que el arte desarrolla con la sociedad.
Hay un aspecto, una diferenciación de tipo formal entre el arte y la artesanía artística o creativa,
en lo referente al proceso creativo. La obra de arte, como un artista la concibe, parte en su
génesis de una idea que éste desarrolla técnicamente conforme a su tendencia conceptual, y su
personalidad creativa.
Este proceso en la realización de la obra, antónimo al del pintor, está permitiendo al artesano
desarrollar sus ideas desde la materia, sin cuestionar ésta, pensando que es un vehículo y no un
lastre para la creación plástica. La sencillez creativa (que no implica simplicidad), actúa dándole
alas, ya que no se siente molesto ni ofendido con la función social de su trabajo, auténticamente
popular, que tras los avatares y peripecias del arte a través de los siglos y dentro de su modesta
significación emerge, no resucita, porque siempre existió, produciendo objetos de alto nivel
estético, que relajan, reconfortan, divierten y, en esta sociedad global, donde se está imponiendo
la estandarización estética y formal, son diferentes y alternativos.
Notas
1 Lo mismo debió suceder en Roma, ya que arte, lo encontramos en el diccionario latino como
Ars : habilidad y técnica.
6 Denominado también Art Noveau en Francia, Modern stile en Inglaterra, Jugend stil en
Alemania o Liberty en Italia.
9 Walter Gropius convoca en torno suyo, en la Bauhaus de Weimar, a los artistas más avanzados
como, KandinsKy, Klee, Albers, Moholy-Naguy etc. A los que convence de que el sitio de los
artistas está en la escuela y que su “función social” es la enseñanza.
Bibliografía
CARLO ARGAN, Giulio. El Arte Moderno. Traducción Joaquín Espinosa Carbonell. Valencia:
Fernando Torres Editor, 1997, 4ª edición.
HALE, J. R. La Europa del Renacimiento. Traducción de Ramón Cotarelo. Madrid: Siglo veintiuno
editores,1980, 5ª edición.
HATJE, Ursula. Historia de los Estilos Artísticos. Traducción Antón Dieterich, Madrid: Editora
Istmo, 1985.
GARCÍA, Manuel Blas. Arte-artesanía, interacción histórica. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de
Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, nº 599, 5 de agosto de 2005.
http://www.ub.es/geocrit/b3w-599.htm]. [ISSN 1138-9796].
HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL. EVOLUCIÓN.
Sin embargo, hay dos raíces que nadie discute. Una de ellas parte de la mercadotecnia y la
explotación del diseño industrial para aumentar las ventas de un producto y el volumen de
operaciones de una empresa. La otra, que constituye un punto de partida histórico más
apropiado, es más abstracta, y se centra en el papel que desempeñan los seres humanos en una
sociedad industrial, que incluye la búsqueda de formas estéticas apropiadas y mejora de los
productos existentes, en una era tecnológica que avanza a gran velocidad.
El establecimiento de escuelas de diseño, como la Central School of Arts and Crafts, fundada en
1896, fue uno de los primeros intentos de desarrollar una comprensión crítica de los objetos y la
arquitectura. El gobierno alemán fomentó la cooperación entre artistas, fabricantes y vendedores
a través del Deutscher Werkbund (Asociación Alemana de Artesanos, fundada en 1907), y uno de
los miembros de esta organización, Peter Behrens, puede considerarse uno de los primeros
diseñadores industriales propiamente dichos, al colaborar con la empresa alemana AEG. El
polémico debate de la Werkbund, que continuó con la escuela de diseño de la Bauhaus (fundada
en Weimar en 1919), se centraba en las relaciones entre las sensibilidades artísticas y
artesanales, el aprovechamiento de la máquina, el uso de nuevos materiales en arquitectura y el
diseño para la producción industrial.
La pureza formal del movimiento moderno (que se aprecia especialmente en la obra de
arquitectos como Le Corbusier o Ludwig Mies van der Rohe) tuvo una importante influencia en la
naciente disciplina del diseño industrial. Los países escandinavos, con una gran tradición artesana
y una industrialización tardía, demostraron que el diseño industrial (aplicado a muebles, textiles y
productos de consumo) podía combinar los ideales modernistas de la producción en serie, la
decoración y las formas directas con los factores humanos sutiles, el conocimiento de los
materiales y la facilidad de comercialización.
El finlandés Alvar Aalto, el sueco Bruno Mathsson y el danés Arne Jacobsen se hicieron famosos
por sus diseños funcionales de aspecto sencillo. Durante la década de 1950, el estilo escandinavo
tuvo una gran influencia en el diseño industrial internacional. Uno de los fenómenos más
paradigmáticos de la importancia económica del diseño industrial fue el que se produjo en Italia
tras la II Guerra Mundial. Allí, un gran número de industrias confiaron su recuperación al apoyo
de esta disciplina, vinculada en el país transalpino con la primera generación de críticos al
movimiento moderno.
Así, empresas como Fiat, Olivetti o Pirelli contaron con las investigaciones formales que
introdujeron algunas figuras de la importancia de Gio Ponti, Ettore Sottsass, Giambattista
Pininfarina o Achille Castiglioni, que revolucionaron la imagen de los productos industriales y
volvieron a situar a Italia entre los países más pujantes del mundo. El ejemplo italiano sirvió de
acicate para el diseño español, que alcanzó a mediados de la década de 1980 una relevancia
similar a la transalpina, aunque la industria ibérica no pueda competir a la altura de su rival
italiano. Compañías como la francesa Citroën, la alemana Braun o la italiana Olivetti adquirieron
una reputación envidiable durante la posguerra mundial por el éxito de sus productos, que se
debió en parte a su fe en el diseño. Su trabajo fue reconocido con numerosos premios
internacionales de diseño.
Aunque en aquel momento ya se estaba desarrollando un mercado para bienes de consumo, las
empresas estadounidenses tenían gamas de productos bastante similares entre sí y vendían a
precios constantes al tener una capacidad de producción similar. Las presiones adicionales
surgidas del hundimiento del mercado bursátil en 1929 aumentaron el deseo de las empresas de
obtener ventajas en esos mercados tan competitivos. Las empresas empezaron a aprovechar la
experiencia de un grupo de personas con conocimientos de primera mano en el fomento de las
ventas de un producto determinado. Entre estas personas figuraban los escaparatistas de los
grandes almacenes o los artistas comerciales que dibujaban las ilustraciones de los catálogos de
venta por correo.
Walter Dorwin Teague, Norman Bel Geddes, Henry Dreyfus y Raymond Loewy comenzaron así
sus carreras y establecieron asesorías de diseño industrial de gran éxito en Estados Unidos en las
décadas de 1920 y 1930 a partir de la colaboración con grandes grupos empresariales.
En aquel periodo se empleó por primera vez el término “diseño industrial” para describir su
trabajo, que se centraba en productos de consumo, como automóviles y otros vehículos, neveras,
cocinas y una amplia gama de productos domésticos mecánicos o eléctricos.
Las ventajas comerciales no sólo procedían del moderno aspecto estilizado de un producto, sino
muchas veces también de mejoras claras en la fabricación o el montaje y de ideas inteligentes
sobre el empleo de los aparatos. Los productos de los diseñadores industriales eran con
frecuencia más baratos de fabricar y más fáciles de usar que sus predecesores, por lo que se
vendían mucho más. Eso hizo que la profesión de diseñador industrial obtuviera un
reconocimiento social inmediato.
Aquel periodo se asocia muchas veces con el aerodinamismo, que implicaba el uso de los
estudios del siglo XIX sobre formas naturales eficientes (como las de aves y peces). Ese
movimiento llevó a la aplicación de formas aerodinámicas a los automóviles, trenes y aviones,
pero también al diseño estilizado de objetos de consumo estáticos, como tostadoras o
grapadoras, como emblema de la modernidad.
Actualmente el diseño industrial recoge otros aspectos como optimización de materiales, criterios
técnicos de comportamiento de los objetos, mejora continua de los productos y nuevas
prestaciones de los mismos.
Como tiene la terminación logos, (tecno)logia sería conocimiento, interpretación, aplicación y/o
estudio de la técnica y de sus variables, en cuanto aplicación y aplicativo, a lo largo de la historia
de determinada sociedad.
Otros autores denominan esta interpretación de Estado-ciencia; sin embargo, pensamos que no
se trata aquí de ningún atributo del Estado, pero sí de la ciencia social investigativa que se
muestra capaz de analizar el desarrollo de la técnica y de sus varios usos por la humanidad.
Nuestro abordaje también será generalista y no exhaustiva – en la verdad, sino una presentación
de los métodos de investigación de cada uno de los autores clásicos de la sociología, en lo que se
refiere al tema.
Volviendo la atención al presente, es fácil percibir como la técnica, las invenciones, las
creaciones, las ideas y las invenciones científicas, el ingenio de los más capacitados, las dudas
más profundas de los científicos más renombrados, el trabajo inmaterial, la intelectualidad, están
presos al sistema capitalista. Es como si todo funcionara para la economía de mercado, como si
nada pudiera ser visto o pensado fuera de allí. Algunos hasta llamarían a esto razón instrumental
y puede ser realmente la razón como instrumento de la producción, pues, no hay libre
pensamiento fuera del mercado. Todo ocurre como si no hubiera vida inteligente fuera de ese
tipo de ocurrencia sistémica.
Sin embargo, si miráramos con más atención lo que denominamos aquí Sociología de la
Tecnología, entonces, veremos que fue exactamente ese flujo del sistema económico capitalista
que siempre encerró la creatividad y la perspicacia de Marx, Weber y Durkheim.
De cierto modo, aquí estarían de acuerdo: fue dando un gran paso al frente por el capitalismo, lo
que muestra su fuerza y superioridad, y es justamente el incremento de sí mismo. Ese
incremento no se da por fuera de la racionalidad (cientifica), de la división social del trabajo que
estimula los hombres a que produzcan más y a que cooperen entre sí o, en la constante
revolución de los medios de producción. También es importante ver que esto sólo ocurre de esa
forma porque la energía intelectual (científica y tecnológica) y material (de los recursos del
capital y financiera) es gigantesca, constante y brutal en relación a cualquier fuerza de oposición
– Auguste Comte diría que es la fuerza del adelanto: una fuerza indudable que hace parecer a
todos ignorantes o reaccionarios a aquellos que osan indagar el futuro y cuestionar el adelanto
que nos llevará hasta allá.
Debemos ver que se trata de una instrumentalización de la razón de larga data, de un proceso
que, por lo menos, viene desde la formación de la baja modernidad, con la compactación del
Estado Moderno, a partir de la centralización de Portugal, pasando inmediatamente a
continuación por la lectura metódica (como no-especulativa) de la política, con la virtud de
Maquiavelo, esa inteligencia tecnológica pasó a predominar — Hobbes se adaptó bien al
mecanismo [2].
Con Descartes y el racionalismo (en 1637 publicó su Discurso del método), el método ganó
mucho más peso y significado, pero ese dominio del método ya venía por lo menos desde el siglo
XVI — las grandes navegaciones exigían mucho cálculo y precisión. Es importante dejar en claro
que en tiempos obscurantistas fue “revolucionario” escribir de modo claro sobre la propia
necesidad de hacer “las cosas precisas y claras” — la claridad y la duda metódica actuaba para
esclarecer las irracionalidades de la época.
El poeta portugués Fernando Pessoa diría que navegar es preciso: siendo la navegación un
atributo o tarea estrictamente matemática [3]. En suma, podemos decir que la razón en la
modernidad siempre estuvo en la base del avance del capital y es lo que Marx nos decía en el
Manifiesto. De modo complementario podemos decir que sólo un Estado muy fuerte podría
costear una empresa del porte de la que se quedó conocida como expansión ultramarina (o
colonialismo) y, solamente en este sentido, podemos pensar en un tipo de Estado-ciencia. A
aquella altura, el Estado Capitalista estaba a las vueltas con el desarrollo metódico y científico,
con la tecnología alcanzando el status de Razón de Estado.
Hasta hoy se mantiene ese secreto de Estado, para los descubrimientos científicos y tecnológicos:
así como se castiga actualmente como crimen la violación del secreto industrial [4].
De hecho, en esta imbricación entre técnica y política, es curioso notar que Estado también viene
de stato y de status, que quiere decir firme, fuerte. Y desde entonces desarrollo tecnológico y
política se hicieron sinónimos de fortaleza y dominio del conocimiento — la tecnología y la ciencia
serían parte vital de la soberanía. Ya pensando en el periodo de nuestra contemporaneidad, a
mediados del siglo XX, la rapidez con que la tecnología sufrió transformaciones, así como impactó
la vida social fue vertiginoso – nosotros nos transformamos muy rápidamente, en un ritmo nunca
imaginado en largos dos millones de años de desarrollo tecnológico y social. De ese periodo en
delante pasamos a convivir con otros fenómenos también muy presentes y avasalladores, como
el sucateamento, la depreciación acelerada, la robotización, la rotinização, la cosificación.
Después de 1848, la tecnología vendría a revolucionar más una vez todo nuestro modo de vida,
de actuar y de pensar. Es fantástico y dramático (como las contradicciones del sistema) pensar
que las personas puedan tener conciencia de que son meras cosas, aún siendo intercambiados
como cualquier objeto en la orden de la producción. A lo más profundo de la indignación, el
sujeto se rebela y grita: “no me trate así, porque no soy cosa”. ¿Qué diría Marx al ver millones de
personas dotadas de un tipo de conciencia fetichista y al mismo tiempo nihilista? Diríamos que
una parte de la llamada conciencia maquínica — que no es exactamente pensar como la
máquina, pero sí a partir de la máquina.
La lectura “catastrófica” (con muchas aspas) de películas como Blade Runner y Mad Max tiene
que ser muy relativizada. Pero de donde viene esa idea[5] de revolucionar el modo de producir,
de pensar, de vivir? Esta lógica es lo que compone el centro del llamado materialismo histórico y
para tal es preciso retornar a Marx, en dos obras que se interrelacionan: Ideología Alemana
(1845-46) y Formaciones Económicas Pre-capitalistas (1857-58).
Hay un intervalo de diez años entre una producción y otra, entre el joven Marx y el autor ya
maduro. En líneas sucintas, así nos presenta Hobsbawm el materialismo histórico-concreto: De
entrada, Marx se preocupa — como en su Prefacio a la CRÍTICA — en establecer el mecanismo
general de todas las transformaciones sociales: es decir — la formación de las relaciones sociales
de producción que corresponden a una práctica definida de desarrollo de las fuerzas productivas
materiales; el desarrollo periódico de conflictos entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción; las “épocas de revolución social” en que las relaciones sociales de producción se
ajustan nuevamente al nivel de las fuerzas productivas. Este análisis general no implica ninguna
formulación sobre periodos históricos específicos ni sobre relaciones de producción y fuerzas
productivas concretas.
Así, la palabra “clase” ni siquiera es mencionada en el Prefacio, en la medida en que las clases
son sólo casos especiales de las relaciones sociales de producción en periodos históricos
específicos, aunque, de correcto, muy largos (Hobsbawm, p. 15). Esa idea de revolucionar la
base material de producción (medios de producción, tecnología), por lo tanto, viene de la historia
y de la acción de los hombres concretos[6] sobre su realidad de producción.
De conformidad con eso, las causas profundas de todas las transformaciones sociales y de todas
las revoluciones políticas no deben ser buscadas en las cabezas de los hombres ni en la idea que
ellos hagan de la verdad eterna o de la eterna justicia, pero en las transformaciones operadas en
el modo de producción y de cambio; deben ser buscadas no en la filosofía, pero en la economía
de la época de que se trata.
Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son
irracionales e injustas, de que la razón se convirtió en insensatez y la benção en plaga, eso ya no
es que un indicio de que los métodos de producción y las formas de distribución produjeron
silenciosamente transformaciones con las cuales ya no concuerda la orden social, formado según
el patrón de condiciones económicas anteriores. Y así ya está dicho que en las nuevas relaciones
de producción tienen forzosamente que contenerse — más o menos desarrollado — los medios
necesarios para por fin a los males descubiertos[9]. Y esos medios no deben ser quitados de la
cabeza de alguien, pero la cabeza es la que tiene que los descubrís los hechos materiales de
producción, tal y cual la realidad los ofrece (Engels, s/d, p. 49).
Pero del pasado al presente, hay algo de diferente, o sea, del modo de producción antiguo al
modo de producción moderno. Antiguamente, el hombre era el objeto de la producción, hoy, la
producción es el objetivo del hombre y la riqueza es el objetivo de la producción. Pero del pasado
al presente hay mucho más, hay una subversión de valores, o sea, del valor de uso latente de
otrora, experimentamos el predominio (que parece inagotable) del valor de cambio.
En el pasado, la relación era directa, y aún con la mediación del Estado, la mercancía no tomaba
el control de las relaciones sociales. Como decía Marx, ahora volviendo aún más al pasado, el
punto clave de las sociedades antiguas, basadas en la propiedad de la tierra y en la agricultura
indica que: “...el objetivo económico es la producción de valores de uso, es decir, la reproducción
de los individuos en determinadas relaciones con su comunidad...” (Marx, 1991, p. 77).
En los modos de producción basados en la sociedad tribal, la tribu, como formación colectiva,
está hecha por individuos, pero la propia conciencia social de su existencia proviene de la tierra,
del mundo natural y de la amplia interacción con lo social. En este aspecto hay alienación de las
condiciones sociales, espirituales y materiales de la vida.
En suma, estas sociedades se resumen en los aspectos básicos:
2. no hay estahamento de forma alguna. Sin embargo, como venimos, Marx indicaba dos
factores básicos de conformación de ese modo de vida, entonces, falta el segundo:
2. La actitud en relación a la tierra, a la tierra como propiedad del individuo que la trabaja,
significa que el hombre se muestra, desde el principio, como algo más que la abstracción del
“individuo que trabaja”, tiendo un modo objetivo de existencia en la propiedad de la tierra, que
antecede su actividad y no surge como simple consecuencia de ella, siendo tanto una pre-
condición de su actividad, como es su propia piel, como son los órganos sensoriales, pues toda la
piel, y todos los órganos de los sentidos son, también, desarrollados, reproducidos, etc., en el
proceso de la vida, cuanto presuposiciónones de este proceso de reproducción La mediación
inmediata de esta actitud es la existencia del individuo — más o menos naturalmente
evolucionada, más o menos históricamente desarrollada y modificada — como miembro de una
comunidad; es decir, su existencia natural como parte de una tribu etc (Marx, 1991, pp. 77-78).
Nuevamente en Marx: Un individuo aislado, de igual manera que no podría hablar, no podría ser
propietario del suelo. Como mucho podría vivir de él, como una fuente de sufrimientos, como
viven los animales. La relación con la tierra, como propiedad, nace de su ocupación, pacífica o
violenta, por la tribu, por la comunidad en forma más o menos primitiva o ya históricamente
desarrollada (Marx, 1991, p. 78). El objetivo general de esa presentación resumida de las
sociedades primitivas, tribales, fue sólo reforzar la importancia de que el desarrollo de los modos
de producción tuvieron un largo del proceso de hominización .
Sin embargo, si pensáramos exclusivamente en la fase de la modernidad en que vivimos
actualmente, tal vez dijéramos que el resultado final de la hominización no coincide con la
humanización requerida, o hasta que estemos experimentando una profunda crisis de
deshumanización, con las constantes y sucesivas revoluciones del modo de producción
capitalista, desde mediados del siglo XX.
En este sentido, el contraste del pasado con el presente, entre el valor de uso y el valor de
cambio (por comparación diría Weber), puede ser una llave valiosa para que entendamos el
mundo actual, además de mejor comprender nuestras angustias personales, las plagas sociales y
las tantas irracionalidades que nos consumen. Por eso, es interesante notar que los modos de
producción asiático y antiguo (son diferentes), prácticamente no conocieron la sujeción del
individuo al valor de cambio — este valor de cambio que es nuestra propia esclavitud, una vez
que somos sólo cosas listas para el consumo, cambio o descarte.
Irónicamente, el objetivo de las primeras sociedades era formar ciudadanos, personas mejores,
de mejor calidad: La riqueza no constituía el objetivo de la producción, aunque Catão pudiera
haber investigado los más lucrativos métodos de cultivo, o Brutus pudiera, hasta, haber prestado
dinero a la tasa más favorable de intereses.
La investigación, siempre, era sobre cual es el tipo de propiedad que generaría los mejores
ciudadanos [...] La riqueza por un lado, era un objeto materializado en objetos, en productos
materiales, de cierta forma contrapuesta al hombre, como un sujeto. Por otro lado, en la calidad
de valor, se constituía simplemente en el derecho de comandar el trabajo de otras personas, no
con propósitos de dominio pero de placer personal, etc [...] Así, la antigua concepción según la
cual el hombre siempre aparece (por más angostamente religiosa, nacional o política que sea la
apreciación) como el objetivo de la producción parece mucho más elevada que a del mundo
moderno, en la cual la producción es el objetivo del hombre, y la riqueza, el objetivo de la
producción.
Aquí vemos la superioridad del mundo antiguo basado en el valor de uso, en que las personas no
eran meros objetos de consumo y de cambio.
Esta propuesta de análisis material de los modos de producción aún auxiliará en la demolición de
la tesis del adelanto positivista, pues Marx será claro al decir que, en cierto aspecto, el mundo
antiguo es superior al mundo de la moderna sociedad capitalista: En la economía política
burguesa — este completo desarrollo de las potencialidades humanas aparece como una total
alienación, como destrucción de todos los objetivos unilaterales determinados, como sacrificio del
fin en sí aún en provecho de fuerzas que le son externas. Por esto, de cierto modo, el mundo
aparentemente infantil de los antiguos se muestra superior; y es así, pues, en la medida en que
recogiéramos contornos cerrados, forma y limitación establecida. Los antiguos proporcionaban
satisfacción limitada, mientras el mundo moderno nos deja insatisfechos o, cuando parece
satisfecho consigo, es vulgar y mezquino (Marx, 1991, p. 81). En esta fase, si ellos practicaban
cambios era sólo para abastecimiento del grupo, de aquello que no se tenía en abundancia, y
funcionaba como expediente para el abastecimiento y no para acumulación. Por lo tanto, el valor
de uso reiterado será su marca más distintiva.
Con eso, también podemos ver que del pasado remoto, pre-capitalista, para el mundo moderno
de la total dependencia tecnológica, la organización social y sus valores variaron drásticamente:
del valor de uso unificador al valor de cambio y al aislamiento social. Digamos aunque la
conciencia maquínica — un cierto fatalismo tecnológico: sólo se sobrevive gracias a los
instrumentos, a las herramientas, a las prórrogas, a los aportes y soportes tecnológicos del
hombre — ya estaba presente; pero en las sociedades primeras esa conciencia era compartida,
vivificada, estaba bajo control del grupo.
Por eso, no sólo en este aspecto, constituyen el envés del mundo moderno, en que el hombre se
encuentra como extensión de la máquina. En suma, lo que hay mucho nosotros ya perdemos, al
menos desde el final de la artesanía es esta conciencia social, comunal sobre la propiedad de los
medios de producción.
En las tribus de otrora esta conciencia comunal coincidía con la propiedad colectiva de los medios
de producción, siempre a partir de la tierra de la propiedad agraria. Hoy, lo que ya no tenemos —
y en este contraste se queda evidente — es el control sobre los “modos de (re)producción de la
vida social”.
Por un lado, la diferencia esencial se da entre la conciencia social sobre la producción material y
espiritual de la vida y, por otro, con la mera conciencia maquínica la que estamos sujetos, en la
calidad de “robots alegres”, como ya denunciaba C. W. Mills. Hoy, la riqueza, el trabajo y la
producción no son más humanos, en el sentido de que servirían a la satisfacción de las
necesidades humanas (individuales y del grupo) y al desarrollo de las potencialidades de todos
cómo uno todo.
Lo que es la riqueza, sino una situación en que el hombre no se reproduce a sí aún en una forma
determinada, limitada, pero sí en su totalidad, se desvencilhando del pasado e integrándose en el
movimiento absoluto de lo hacerse? (Marx, 1991, pp. 80-81). Por lo tanto, se ve claramente
como el hombre ya no es el centro de ese proyecto de hominización, pero sí la propia riqueza
material. Tal vez en la ficción del futuro vengamos a discutir si somos o no, imagen y semejanza
de nuestros replicantes, como en Blade Runner. De cualquier modo, con ficción o no, riqueza hoy
significa concentrar en la producción y en el capital todas las necesidades, capacidades, placeres
y fuerzas productivas: la riqueza como la llena realización (o esgotamento de las facultades
creadoras, pero ahora, únicamente, para provecho del mundo maquínico de consumo y del
propio capital insaciable.
Bibliografía
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ENGELS, Friedrich. Del socialismo utópico al socialismo científico. São Paulo : Editora Moraes, s/d.
MILLS, C. Wright. La Imaginación Sociológica. 4ª ed. Río de Janeiro : Zahar Editores, 1975.
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MARX, Karl. Prefacio a la Contribución a la Crítica de la Economía Política. 3ª ed. São Paulo :
Martins Fontes: 2003 , pp. 03-08 . ______ Formaciones Económicas Pre-capitalistas. 6ª ed. Río
de Janeiro : Paz y Tierra, 1991.
[1] En este contexto, deberemos entender que “la tecnología es el estado del arte de la técnica" -
y así no está adstratita al curso estrictamente capitalista.
[2] Las doce razones para la soberanía, dictadas por Hobbes, no se acuerdan los eslabones
detallados de un instrumento o mecanismo en lleno funcionamiento, como una correa dentada
que necesita ser aceitada?
[3] Con el devaneo siendo cada vez más preciso, “pensar por pensar”, como ejercicio diletante,
descompromissado, es un coste a la deriva, es un lujo que ya no compite más a los “hombres
modernos”. A partir de entonces, todo llevaría a un engajamento de resultados y es de ahí que
también advino la teleologia positivista de la historia.
[6] La innovación, en gran medida, transcurre del genio del hombre individual, pero las
condiciones para que ella se produzca y para que también produzca algún resultado son dadas
por el hombre-colectivo, mientras género.
[7] También es curioso notar que además de las clases, Engels apunte las capas sociales.
[8] Otra curiosidad histórica es a de que Hermes, en la mitología griega, tanto era dios del
comercio cuanto de los ladrones.
[9] Por eso, puédese decir que está presente la idea de finalismo.
LA HERMANDAD PRERRAFAELISTA. Una introducción rápida
En 1848, el año de la revolución, del resurgir del Cartismo en Inglaterra, tres pintores
(Millais, Rosetti y Hunt) se reunieron oficialmente en la casa del primero para fundar la
HPR o Hermandad prerrafaelista que buscaría una salida a la pintura de betún
oficial heredada de Reynolds.
Pero también estaba un deseo (tan moderno) de salir del estudio y pintar al natural
(como lo estaban haciendo en la escuela de Barbizón francesa o lo harán Manet y los
impresionistas).
También tenían claro que el color era el futuro y no las sombras (como los
impresionistas reafirmarán), empezando a investigar en sus relaciones visuales.
Como vemos un movimiento paradójico que muy pronto derivó de la observación directa
de la Naturaleza para ingresar en nuevos caminos, buscando esa pureza del arte, su
carácter sagrado que Gauguin unos años después se fue a buscar en las islas del
Pacífico o Van Gogh encontró entre los pinos, los cipreses o los girasoles de la
costa francesa de Arles.
Los prerrafaelistas fueron entonces introduciéndose en un mundo cada vez más
literario que nos llevará a finales de siglo al Simbolismo, en donde se comienza a
explorar (¡escándalo en la sociedad puritana victoriana!) en el mundo de los deseos
oscuros, de la sexualidad, de la atracción de la muerte… (como lo hacía por los mismos
años Courbet en Francia).
Fueron ellos también los responsables de crear un nuevo prototipo de mujer, bella y
amenazante a la vez que explotará en la obra de Munch o la de Picasso y sus
bañistas mantis.
Hunt
Como vemos modernidad y recreación del pasado algo tan parecido a la actual
posmodernidad que no es difícil comprender por qué esta pintura ha ido volviéndose
cada vez más visible en los últimos años
Vicente Camarasa
Dante Gabriel Rossetti. Lady Lilith. 1868
Al principio, Turner unió la luz y las tinieblas y creó la pintura. Después, Ruskin, su profeta,
predicó su religión escribiendo Modern Painting. Más tarde, tres discípulos atolondrados
fundaron la Hermandad Prerrafaelista. Se llamaban: John Everet Millais, William Holman
Hunt y Dante Gabriel Rossetti. Escogieron a otros cuatro cofrades: William Michael
Rossetti, Thomas Woolner, James Collison yFrederic George Stephens , y se declararon
firmemente en contra de aquella industrialización sin sentimiento que se había convertido en un
valor moral para la sociedad victoriana. Decidieron hacerse medievales, como si fuese una
elección vocacional, vivir en el pasado (o más bien en una concepción idealizada del pasado) y
dedicar su existencia sólo a la noble empresa del Arte. Condenaron duramente
laTransfiguración de Rafael como punto de inflexión hacia la decadencia del arte italiano, con lo
que se ganaron el sobrenombre de Prerrafaelistas. Este nombre, que en un principio fue
peyorativo, fue adoptado con alegría empezando a firmar sus cuadros con las iniciales PRB
de Pre Raphaelist Brotherhood (Hermandad Prerrafaelista). La prensa de la época los
encontró muy divertidos y empezó a especular con el significado de aquellas tres misteriosas
letras hasta llegar a la conclusión de querían decir : Please Ring the Bell (Por favor, llamen al
timbre). En realidad, el movimiento propiamente dicho no duró más de cinco años, desde 1848
hasta 1853, pero fue más tarde de esas fechas cuando estos pintores realizaron sus mejores
producciones y obtuvieron éxito. Se podría dividir la historia prerrafaelista en dos fases: la
primera de declaración de principios que convirtió a aquellos artistas, en opinión de Ruskin, en
cruzados del Arte que luchaban contra la maquinaria de la Academia, con una calidad técnica
bastante dudosa.
La segunda fase, a la que se unieron Ford Madox Brown, Edward Burne-Jones y William
Morris, en la que los principios se convirtieron en dogmas de fe (Morris, Hunt), o en una mera
pose (Rossetti, Millais). Los prerrafaelistas constituyeron un movimiento pero no un estilo,
aunque algunos de sus miembros compartían elementos técnicos comunes. Hunt y Millais habían
sido dibujantes antes que pintores, lo que se evidenciaba en sus obras de contornos marcados
estrechamente ligados al uso del color. Usando la técnica del fondo blanco húmedo, los colores
delimitados por aquellos contornos, adquirían un brillo de esmalte, de acuerdo con la filosofía de
convertir a los artistas en artesanos medievales alejados de aquel mundo moderno de producción
en masa.
La temática que escogieron era ecléctica. En principio, hubo una intención de recreación
medieval (que en realidad había llegado ya hacía tiempo a Inglaterra en Literatura y
Arquitectura), que les hizo buscar inspiración en los textos del Ciclo
Artúrico,Dante o Shakespeare, sin dejar de lado la temática religiosa revisitada
iconográficamente de un modo muy personal.
Por otra parte, los temas contemporáneos, a menudo de crítica social, se hacen sentir en las
obras de Ford Madox Brown y John Everet Millais. Como grupo, los prerrafaelistas respondieron a
todos los tópicos sobre el artista bohemio (falsamente), excéntrico (más bien alocado), generoso
(con el dinero que gentilmente proveía Ruskin), desgraciado en el amor (con frecuencia, por pura
negligencia sentimental) y de nobles ideales ( que paulatinamente fueron abandonados en busca
de prestigio y por necesidades económicas inevitables). Tal vez, los Prerrafaelistas fueron la
culminación del Romanticismo al mismo tiempo que uno de los pocos movimientos pictóricos
notables en la cultura de un país mucho más dotado para la Literatura que para el Arte.
Pinceladas
El grupo prerrafaelista encaja perfectamente con el modelo de artistas que tanto temía
la bienpensante sociedad victoriana, exaltados y excéntricos, no exentos de algún
pequeño tono ridículo. Aquí van algunos ejemplos:
Mientras Rossetti vivía en Chatham Place pasó por una fase anti literaria. Sostenía que
los libros no tenían ninguna utilidad para un pintor, por eso tiró toda su biblioteca por
la ventana. Durante la marea baja, los libros quedaron al descubierto y la gente de la
playa los recogió y se los devolvió esperando obtener alguna compensación económica.
Era costumbre prerrafaelista enamorarse de la mujer de otro y/o estar casado con la
persona equivocada. John Ruskin se casó con Effie Gray, a quien nunca hizo feliz por
su frialdad y la excesiva dependencia que el crítico tenía de sus padres. John Everet
Millais se enamoró rápidamente de la esposa de Ruskin y fue correspondido. Effie hizo
anular su matrimonio con Ruskin argumentando que nunca se había consumado y se
casó con Millais.
Cuando Dante Gabriel Rossetti conoció a Jane, la esposa de William Morris se enamoró
de ella y se convirtieron en amantes. Morris, con el corazón ligeramente agrietado,
buscó consuelo en Georgiana, la mujer de Burne-Jones, que, por aquella época, le era
infiel con su modelo María Zambaco.
William Morris
Dante Gabriel Jane Morris Maria Zambaco
Georgiana Burne- Edward Burne-
Rossetti Jones
Jones
Doble identidad
Dante Gabriel Rossetti, Cristina Rossetti y sus
padres. Fotografía tomada por Lewis Carroll el 7 de octubre
de 1863.
Dicen que, del nombre que los padres escogen para su hijo se puede deducir que expectativas
tienen puestas en él. A juzgar por el nombre de Rossetti, las aspiraciones de sus progenitores no
eran pocas. Dante Gabriel Rossetti nació en el número 38 de la calle Charlotte, cerca del Museo
Británico, el día 2 de mayo de 1828. Su padre, de origen italiano, se había visto obligado a
abandonar Nápoles a causa de sus ideas políticas y se había instalado en Londres, trabajando
como profesor de italiano en el King’s College. Su madre, Frances Mary Lavinia Polidori, era hija
de un emigrante italiano y prima del escritor James Polidori. Los Rossetti tuvieron cuatro hijos,
Dante Gabriel, William Michael, María que se convirtió en monja anglicana, y la célebre
poetisa Cristina Rossetti. El joven Rossetti se interesó pronto por el Arte y la Poesía,
aproximándose a Dante, Blake y Poe, cuya influencia se nota a menudo en su obra. En 1847
conoció a Ford Madox Brown, John Everet Millais y Holman Hunt y fundaron la Hermandad
Prerrafaelista bajo la protección de JohnRuskin. Idealistas y poco realistas, los miembros de la
Hermandad fueron duramente criticados en sus inicios, alcanzando el éxito cuando el grupo, en
cierto modo, ya se había disuelto.
Dante Gabriel Rossetti. Beata Beatrix. 1872
A partir de ese momento, Rossetti empezó a degenerar física y mentalmente. Tenía trastornos de
salud, sufría insomnio, dejó de ser un hombre activo, se engordó, perdió cabello y empezó a
obsesionarse con la idea de estar perdiendo la vista. La gran solución victoriana para los estados
de insomnio era el cloral, un líquido incoloro que no sólo no proporcionaba el sueño prometido
sino que además le produjo melancolía y laxitud. En su caso, además, le provocó manía
persecutoria. Siete años después de la muerta de Elizabeth, decidió recuperar sus poemas e hizo
desenterrar su cadáver, cosa que se realizó en secreto y le hizo sentirse culpable de una manera
supersticiosa. Pero en aquellas poesías había depositado sus esperanzas de convertirse en un
artista aclamado y respetado. Efectivamente, conoció el éxito con su obra poética y pictórica,
pero nunca consiguió el equilibrio emocional ni el económico. Sus últimos años fueron de
aislamiento total. Rompió su amistad con Millais, Hunt, Morris y Burne-Jones. Continuaba
manteniendo una relación tempestuosa con Fanny Cornforth que, más envejecida, se moría de
celos de la nueva modelo de Rossetti, Alexa Wilding, e intentaba sacarle al pintor todo el dinero
que podía, aunque fue la última mujer que cuidó de él. El 9 de abril de 1882, murió a los 54
años. La dualidad de Rossetti no se limita a su identidad nacional, sino que también incluye otros
aspectos como el amor (idealizado y temido), la amistad (fraterna pero desleal) y el éxito (fama y
ruina) Rossetti fue muchas personas y vivió muchas vidas, pero sobre todo es el hombre que nos
dejó una obra artística y literaria sin la que no es posible explicar la historia inglesa de la segunda
mitad del siglo XIX.
Un poco de Poesía de
Dante Gabriel Rossetti
La época victoriana fue fea. La próspera Inglaterra industrial y colonial nunca se esforzó en
esconder una población margina, desnutrida y enferma que vivía hacinada en oscuros callejones
húmedos, ahogándose bajo el humo de las fábricas. Trabajadores de todas las edades
destrozaban su salud por el bien de Gran Bretaña y sus florecientes empresarios.
El clima, tal vez a causa de aquella incipiente pero pertinaz contaminación, se volvió más duro, la
nieve era frecuente en invierno y la niebla inundaba las calles de ciudades como Londres. Era la
Inglaterra de los huérfanos pobres que acaban encontrando la felicidad en las novelas
de Dickens y la de las mujeres que abandonaban el campo o el servicio doméstico para
construirse un futuro en las fábricas, pero que caían en la prostitución y el alcohol y, en algunos
casos, tenían sus quince minutos de gloria cuando su nombre era publicado en los periódicos
como víctimas de Jack el Destripador. No es extraño que este gris panorama, física y
moralmente, desencadenase la huida al pasado del los Prerrafaelistas. En nuestra cultura La Edad
Media está considerada la época más oscura de la historia occidental. Este prejuicio nació en el
Renacimiento y creció reforzándose durante el siglo XVIII, en el que se enfatizaba el mundo
grecorromano frente aquel otro pasado bárbaro. Pero lo cierto es que el periodo medieval duró
casi diez siglos y hubo tiempo de sobras para luces y oscuridades diversas. Los prerrafaelistas lo
contemplaron con un resplandor deslumbrante: caballeros que rescatan doncellas en peligro,
misticismo heroico y, sobre todo, la posibilidad de idealizar libremente aquello que no se ha
conocido. Este fue el mudo mágico a donde siempre se podía escapar. Sin embargo, la crudeza
de la realidad acechaba en cada esquina y los muy heterogéneos miembros de la Hermandad
Prerrafaelista no pudieron resistirse a mostrar sus preocupaciones sociales.
Hunt ha plasmado aquí un episodio social en una cierta clave mística. Una pareja, en un
abigarrado interior burgués, algo desordenado, parece mantener un juego amoroso desigual. El
es un joven de buena familia. Ella, posiblemente acaba de debutar como entretenida. El gato que
aferra al pajarito del ángulo inferior izquierdo es un reflejo de la situación: la muchacha está
atrapada en un destino oscuro. Posiblemente terminará rechazada y despreciada como el guante
que yace a sus pies. Pero, de improviso, parece que ve la luz con su mirada sorprendida y a la
vez esperanzada. Su conciencia ha despertado y tal vez consiga redimirse.
Otro amante de los mundos imaginarios, Lewis Carroll, autor de Alicia en el País de las
Maravillas, fue amigo personal de la familia Rossetti, a quien fotografió en varias ocasiones.
Cuando vio por primera vez el wombat recién adquirido por el pintor, quedó tan fascinado que lo
convirtió en un personaje de su libro. El ilustrador de Alicia, John Tenniel, recibió indicaciones
muy precisas sobre los dibujos de la obra y tuvo que representar el wombat de Rossetti en su
recreación del lirón que comparte mesa con la Liebre de Marzo y el Sombrerero Loco. La relación
de Carroll con los prerrafaelistas fue estrecha. También él soñaba con caballeros blancos y reinas
imposibles. Para el dibujo de Alicia sentada en un tren, hizo copiar a Tenniel la pintura de
Millais Mi primer sermón, para la que había posado Effie, la hija pequeña del pintor. Era de
esperar que artistas y escritores, se negasen a contemplar el gris panorama de Gran Bretaña
desde su ventana y prefiriesen perseguir un conejo blanco que los condujese a un mundo de
maravillas absurdas donde esconderse, al menos, de vez en cuando, de toda aquella lamentable
realidad.
Hijas de Eva e hijas de Lilith
Fanny Cornforth
Posiblemente la mujer con quien Rossetti compartía la cama la noche del suicidio de Elizabeth
Siddal, era Fanny Cornforth, bautizada por Rossetti con el poco amable sobrenombre de La
Elefanta, mujer exuberante, de origen muy bajo y vida disipada que mantuvo una tormentosa y
violenta relación con el pintor. Pero quien volvió a enamorarlo espiritualmente fue Jane, la
esposa de su amigo y colega William Morris. También de origen modesto, se convirtió en su
nueva confidente, musa y amante. Sin embargo, esta nueva relación, más o menos clandestina,
no consiguió alejar su depresión. La azarosa vida sentimental de Rossetti marca claramente las
fases de evolución de su obra y la moral dual, apasionada y puritana, que subyace en su
representación de mujeres. Después de una primera época mística en donde la figura femenina
aparece como doncella virtuosa, Virgen María, o la Beatriz de Dante (encarnadas en la belleza
triste de Elizabeth), comienza un segundo periodo de modelos de fuerte sexualidad (Fanny
Cornforth), belleza deslumbrante (Alexa Wilding) y casi irreales (Jane Morris).
El cuadro fue concebido como parte de un conjunto que se completa con la más casta Sibila
Palmifera. Curiosamente, las dos obras juntas guardan un cierto paralelismo con el Amor Sagrado
y Amor Profano de Tiziano. Ambas mujeres responden a dos alegorías y comparten con el
cuadro del pintor anglo-italiano un particular uso simbólico del color en una convención que, hoy
en día, ha desaparecido. El rojo, el color sagrado de la mujer virtuosa, el blanco para la mujer
mundana. En nuestra cultura, el blanco simboliza la pureza y el rojo la provocación.
La femme fatale prerafaelista resulta hoy tremendamente moderna y parece haber inspirado una
iconografía que más tarde en cine se encargaría de desarrollar. Lady Lilith fue, sin duda, la
primera vampiresa.
Elizabeth Eleanor Siddal (1829-1862), también llamada
Lizzie o Guggums, nació en Holborn, Londres, hija de un modesto cuchillero. Fue introducida
como modelo en la Hermandad Prerrafaelista por Walter H. Deverell en su cuadro Noche de
Reyes, representada como Viola y, muy pronto, se convirtió en la musa de todo el grupo, hasta
que conoció al posesivo Rossetti. El pintor empezó a instruirla como artista y le presento a Ruskin
quien compraba toda su producción, cosa que permitía a Siddal adquirir medicamentos para su
salud, cada vez más deteriorada. En 1860 se casó con Rossetti y el año siguiente su única hija
nació muerta. Adicta al láudano y trastornada por las continuas infidelidades de su marido, puso
fina su vida en 1862. Pero Siddal no sólo fue una musa inspiradora sino también un talento
creador que produjo poesía y una pintura mucho más fiel a los cánones prerrafaelistas que la de
algunos de sus colegas masculinos, incluido el propio Rossetti. En 1991 empezó a valorarse su
obra.
LA REFLEXIÓN SOBRE LA TÉCNICA A
MEDIADOS DEL S. XIX
HORMIGÓN ARMADO
ARQUITECTURA E INDUSTRIA
REVOLUCION INDUSTRIAL Y
TRANSFORMACIÓN TÉCNICA
EL CAMBIO EN LA PRODUCCIÓN
El Renacimiento italiano en el siglo XV, marca el comienzo de un proceso que
tardará al menos 200 años en florecer.
La figura del discípulo que adquiere experiencia en un taller irá abandonando
su papel y abrirá el lugar de una nueva forma de conocer la naturaleza y los
fenómenos que será capaz de determinar a priori sus expectativas.
Esta inversión es determinante y la nueva forma de conocer será denominada
ciencia, palabra latina que había significado de una manera genérica
conocimiento, saber, y que poco a poco conseguirá la madurez de su
significado actual como “conocimiento objetivo de la naturaleza”.
En cierto modo, la relación conceptual entre “conocer” la naturaleza y
“modificarla” mediante la técnica, no aparece ni se altera en la época industrial,
iniciada en el siglo XVIII y desarrollada en el XIX. Lo que ocurre es un
consecuente desarrollo de los cambios conceptuales comenzados en el
renacimiento.
Presentación
Este curso evita estudiar la Arquitectura como tema particular pues considera
esta opción reducida y cerrada. Su ámbito es complejo y difícilmente
disciplinable. Por tanto el período que define la modernidad arquitectónica debe
atender al arte en todas sus manifestaciones sin perder de vista la estética,
para construir una mirada plural.
La ciudad de finales del siglo XIX constituye el escenario de transición donde
las contradicciones estimularon la naciente reflexión entre lo nuevo y lo viejo en
un contexto de audaz convivencia.
A partir del Renacimiento-Barroco y del período posterior donde se cristaliza el
pensamiento moderno en la arquitectura del siglo XX, se construye la trama de
lo que podemos definir como “Teoría de la arquitectura”. Esta trama es la
estructura que permite presentar un grupo de autores, tratados, críticas y
teorías que dejan inferir explicaciones e interpretaciones entre obra y
pensamiento.
Dichos textos constituyen un magnífico diálogo que a través de los tiempos ha
acompañado la producción arquitectónica y que en ocasiones no se ha limitado
a hacer comentarios sino que ha anticipado caminos y soluciones.
Por tanto, lo que se pretende con la asignatura es dar indicios sobre aquel
diálogo e invitar a la lectura de dichos textos que configuran un trabajo de
reflexión apasionado a partir del cual, por caminos extraños y complejos, ha
nacido la concepción de arquitectura que hoy conocemos.
Las inquietudes que surjan a partir de los contenidos, las hipótesis que se
construyan y la problematización que de ellas se haga, son el único valor
didáctico del curso.
Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA BASE
Los contenidos presentados están en su mayoría basados en las siguientes
obras:
Es la fase de la historia del siglo XIX en la que coexisten estilos diversos, haciendo
referencia todos ellos a diferentes periodos históricos anteriores.
El Crystal Palace
Con estos cambios surgió la clase burguesa, dueña de las maquinarias y de las
empresas, y verdadera beneficiaria de la revolución industrial. Inglaterra, el país más
desarrollado por entonces, fue el primer país donde la revolución industrial tuvo sus
consecuencias : gran incremento de la población, mayor concentración de gente en la
ciudad que abandona el campo en busca de las nuevas tecnologías. Las grandes
industrias, necesitadas de gran cantidad de mano de obra, crearon nuevos
asentamientos en los lugares de trabajo para esta clase trabajadora. La gran actividad
industrial, llevó a la creación de nuevas carreteras y caminos, la extensión del
ferrocarril, para satisfacer las necesidades de la ciudad.
Sin embargo, la gran explosión demográfica de la población en la ciudad provoca
grandes problemas de asentamiento, problemas de higiene, de salud, en perjuicio de la
clase trabajadora. Estos problemas surgen en el pico de la revolución industrial, entre
1760 y 1830.
El campo de las cubiertas de hierro es mucho más amplio, como pueden ser los
invernaderos, los mercados cubiertos, los grandes almacenes, las estaciones
ferroviarias, etc. Como se ve, todos estos sectores tipológicos presentan una gama
muy amplia de implicaciones diferentes. Las galerías públicas resuelven un problema
urbanístico, el de unir diversos puntos del centro urbano. Con las estaciones
ferroviarias se crea un tipo completamente nuevo.
El gran aporte de esta arquitectura es haber dado una espacialidad totalmente inédita.
Como fundamento de los principales rivivals arquitectónicos, desarrollados en la
segunda mitad del siglo XVIII y durante todo el siglo siguiente, se encuentran la
historiografía y la teorización.
El neoclasicismo
El Neogótico
El neogótico en cambio, refleja los nuevos tiempos y presenta sus aspectos más
significativos en las propuestas derivadas de la crítica a la sociedad industrial.
Augustus Pugin, arquitecto y autor de varios escritos, sostenía que no era lícito rehacer
las formas góticas sin revivir su contenido religioso original.
Morris inicia un intento de dar calidad al producto industrial, que constituye uno de los
fundamentos del arte moderno. Desde las artes aplicadas, teniendo en cuenta que
todas las artes dependían entre sí, modificó la arquitectura y el urbanismo de la época.
El movimiento arts & crafts, además de producir una renovación en las artes aplicadas,
determinó una modificación edificatoria y un notable desarrollo urbanístico.
Al movimiento arts & crafts se asocia la ciudad jardín, un hito de la cultura urbanística
moderna, que trata de agrupar las ventajas del campo y de la ciudad industrial. Esta
ciudad jardín representa una unidad urbanística autosuficiente en cuanto que la
actividad industrial que se desarrolla y el terreno agrícola que se cultiva están
proporcionados al número de habitantes.
El Crystal Palace
Este edificio se considera como obra paradigmática, puesto que constituye uno de los
primeros ejemplos en que la estructura constructiva asume plenamente un valor
arquitectónico ; porque introduce una nueva tipología arquitectónica, la de las grandes
instalaciones para exposiciones ; porque esta construido sobre principios de
modulación y repetición.
Al mismo tiempo es una obra emblemática, ya que refleja el lenguaje, el código de la
época, simboliza la historicidad de su tiempo. El edificio se construyó para la
Exposición de Londres de 1851. El proyecto es de Joseph Paxton, que tuvo la idea de
recoger toda la exposición en un inmenso invernadero.
El Crystal Palace ha resultado paradigmático para las obras más significativas de las
sucesivas exposiciones universales, como la Torre Eiffel, construida en 1889.
La escuela de Chicago
En definitiva, la segunda mitad del siglo XIX fue la gran época del urbanismo.
Como cada uno de los arquitectos de Chicago siguieron una de las dos tendencias,
vamos a clasificarlos como estructuralistas y neorrománicos.
William Le Baron Jenney
Leiter Building
1879
Chicago, E.U.A.
• El edificio Leiter de 1879, con seis pisos de altura y planta baja, con estructura interna
de hierro fundido, puesta en manifiesto al exterior por medio de una malla ortogonal,
pilastras de ladrillo y amplias aberturas, proyectado por Le Baron Jenney.
• El Home Insurance Company de 1864, con once pisos y realizado por el mismo
arquitecto y en la misma línea arquitectónica.
• El edificio Tacoma de 1888, de Holabird y Roche, de doce pisos, que introduce en la
estructura de esqueleto bow-windows poligonales. • El segundo edificio Leiter, de Le
Baron Jenney de 1889.
• El edificio Reliance, iniciado en 1890 por Burnham y Root, de quince plantas, el más
significativo de las construcciones de Chicago, que puede considerarse el punto de
partida de la corriente estructuralista.
Esta obra resume los mejores aspectos de todos los fenómenos del eclecticismo
historicista : la elección de un modelo histórico sobre los demás, las razones
constructivas, el valor simbólico representativo. La bolsa de Amsterdam está entre las
más emblemáticas del siglo XIX, pero es también una obra paradigmática para la
producción posterior de la arquitectura holandesa.
Los espacios principales del edificio son los de las tres salas de la bolsa. A lo largo de
los lados mayores de las tres salas se enlazan tres órdenes de pequeños espacios
modulares, destinados a oficinas. La comunicación entre estas zonas está dada por
galerías están a lo largo de los salones.
La volumetría interna del edificio se traduce, igual que en las basílicas medievales del
románico, en el perfil de la fachada. La fachada central muestra claramente una nave
central, la sala, y dos naves laterales, las oficinas. Lo moderno del edificio serían las
arcadas metálicas del techo de la sala principal.
Revolución industrial - Inglaterra ( 1760 - 1840 )
Aspectos :
Politicos y sociales:
- Inglaterra se convierte en el país más poderoso de Europa y en el “taller” del Mundo, gran
potencia naval exportadora de productos.
- El poder político se desplazó de la aristocracia hacia la burguesía, conformada por los
fabricantes capitalistas, comerciantes y empresarios.
- Formación de una clase social formada por los obreros de fábricas, el proletariado, dueños
únicamente de su fuerza de trabajo.
- Traslado de la clase trabajadora del campo a la ciudad, lo que implicó una degradación de la
calidad de vida, el hacinamiento en las viviendas y la aparición de barrios insalubres.
- Surgen malas condiciones de trabajo, acompañadas de la falta de legislación que protegiera a
los trabajadores quienes eran mal remunerados y debían cumplir con largas jornadas laborales.
Así también surge la huelga.
- Se produce una profunda urbanización, producto del éxodo rural.
Economicos:
- La energía fue el impulso básico para la transformación de la sociedad agrícola en una sociedad
industrial.
- El perfeccionamiento de la máquina de vapor, la electricidad y los motores a gasolina
aumentaron la productividad.
- El trabajo se trasladó de la fabricación de productos primarios a la de bienes manufacturados y
servicios.
- La inversión de capital en máquinas para la fabricación masiva llegó a ser la base del cambio
industrial y el desarrollo.
-Traslado de la actividad del taller a la fábrica, y de una economía artesanal a un industrial.
- Producción en masa que produjo un incremento de productos disponibles y la reducción de
costos.
- Conformación de los grandes mercados nacionales e internacionales.
- Fortalecimiento del mercado nacional. Prospera la actividad mercantil, industrial y económica.
Culturales:
- Con la democratización de la enseñanza, surge un gran aumento en la demanda de libros y
material escrito.
- Gran importancia de los periódicos.
- En el terreno urbano, se instalan los negocios en las calles mas importantes, y surge la
necesidad de la publicidad para la comercialización de los productos.
- Las artesanías y la unidad de diseño y producción que tenía el artesano llegan a su fin.
- Se formaron grandes centros de investigación, laboratorios y museos.
Tipografía
- Las necesidades masivas de comunicación de una creciente sociedad urbana e industrializada
produjeron la expansión de imprentas comerciales, anuncios y carteles.
- La tipografía ya no era utilizada solo para textos, por lo que se necesito una clase diferente de
carácter, tan-gible y expresivo, y de mayor tamaño e impacto visual para poder leerse a
distancia.
- La era industrial requería que las letras del alfabeto se transformaran en formas visuales
abstractas.
- Se producen rediseños de tipografías basados en las Romanas Clásicas.
- Hubo 3 innovaciones importantes:
A. Negrita: Creada por Cotterell en 1765, se trata basicamente de una letra romanas con rasgos
mas gruesos y mayor contraste y peso.
B. Egipcias (Mecanas) se caracterizan por serif rectangulares y gruesos, peso uniforme y
ascendentes y descendentes cortos. Incluyen las:
1. Jónicas: presentan patines con pequeños corchetes, mayor contraste entro los trazon finos y
gruesos.
2. Clarendon: letra egipcia mas condensada, con mayor contraste entre rasgos finos y gruesos y
serif más ligeros.
3. Toscanas: serifs curvados y extendidos, gran cantidad de variables.
C. San-Serif: no prensentan serif y los rasgos tienen el mismo espesor.
Litografía
Técnica inventada por Aloys Senefelder en 1796. El proceso consiste en grabar con instrumentos
grasos sobre placas planas de piedra. Al ser una técnica más libre, presentó mas posibilidades
que la imprenta tipográfica. En 1800 comenzon a experimentar con litografías multicolor.
En 1846 Richard Hoe perfeccionó la prensa litográfica, usando placas curvas metálica en vez de
piedra.
La litografía permitió una aproximación más fluida al lenguaje de la imagen, a la vez que logró el
impacto gráfico por medio de la simplificación.
Fotografía
Surge en 1826, de la mano de Niepce. La primera fotografía existente es una placa delgada de
peltre que Niepce expuso durante todo el día.
Daguerre y Talbot fueron perfeccionando poco a poco la técnica.
Fotograbado: se trabaja utilizando ácidos sobre una plancha metálica donde se ha reproducido la
tipografía.
Esta técnica se aplicó en la producción gráfica periodística y de libros.
William Morris:nacido en Inglaterra, es una figura fundamental en la historia del diseño. Con su
experiencia en arte y arquitectura funda, en 1861, Morris, Marshall, Faulkner & Co., una empresa
de arquitectura y diseño industrial que el personalmente financia, que produjo muebles, objetos,
papeles de pared, azulejos, tapicerías, vidrieras emplomadas y alfombras.
William Morris fue un artesano, diseñador, impresor, poeta, escritor y activista político y durante
gran parte de su vida se preocupó intensamente en preservar las artes y oficios medievales
abominando de las modernas formas de producción en masa. Le dedicó especial atención al
diseño gráfico, en especial al diseño tipográfico y el aspecto visual del libro como unidad.
Decía que el arte y el oficio pueden combinarse para crear objetos bellos, desde edificios hasta
ropa de cama.
En el diseño editorial, su principal inspiración eran el arte medieval y las configuraciones
botánicas. Realizó diseños muy trabajados, con un estudio de todos los elementos que
intervienen en la página. Sus diseños eran muy sobrecargados y contenían una decoración
basada en la vegetación. Su más importante lección consistió en la distribución de la mancha
impresa sobre la página en blanco.
Novedades en el diseño de William Morris
La extraordinaria influencia que tuvo William Morris sobre el diseño gráfico, especialmente en el
diseño del libro, no fue la imitación estilística directa de los modelos de tipos, las iniciales y los
ribetes. Más bien, el concepto de Morris del libro bien hecho, sus bellísimos diseños de tipos de
letra, su sentido de la unidad del diseño y de los más pequeños detalles relacionados con el
concepto total, inspiraron a toda una nueva generación de diseñadores de libros.
Sus libros conforman un todo armonioso y sus páginas tipográficas, que constituyen la
abrumadora mayoría de las páginas de sus libros, fueron concebidas y realizadas a partir de un
estilo ameno. Su demanda por la destreza, la honestidad en los materiales, el hacer lo utilitario
hermoso y adecuar la concepción del diseño para que sea práctico, fueron actitudes adoptadas
por las generaciones siguientes.
El efecto de largo alcance de William Morris constituyó un mejoramiento significativo del diseño
del libro y de la tipografía en todo el mundo.
Diseño tipográfico
William Morris creó unos tipos que representaban el ideal de la era. Llamó Golden a su primer
tipo de letra (1889-1890), basado en los caracteres romanos llamados venecianos, creados por
Jenson en el s. XV.
Entre 1891 y1892 desarrolla el tipo Troy, un estilo de letra gótica cuyos caracteres son
notablemente legibles. Hizo los caracteres mas anchos, aumentó las diferencias entre los
caracteres similares e hizo más redondos los caracteres curvos.
Asimismo creó líneas, ornamentos e iniciales para apoyar y complementar sus alfabetos.
Frederic Goudy nació en 1865 en Illinois (USA).
En 1899, en Chicago, se convirtió en diseñador independiente y se especializó en letreros y
diseño tipográfico.
Diseño un total de 122 tipos de letras por su cuenta.
La variedad y la destreza de su trabajo lo hacen el mas prolifero diseñador estadounidense de
tipos.
Algunos de los tipos diseñados por Goudy son: Goudy Old Style y Goudy Newstyle.
William Swiddins alumno de Goudy, demostró ser un diseñador de libros muy culto.. El creó la
frase “Diseñador Gráfico” para describir sus actividades profesionales. Diseño el Caledonia, uno
de los tipos mças ampliamente utilizados para libros en Norteamérica.
Bruce Rogers nació en1870 en Indiana (USA).
Llegó a ser el diseñador estadounidense de libros más importante del siglo XX. Después de
graduarse de la Universidad, se convirtió en ilustrador de periódicos.
Diseñó varios libros bajo fuerte influencia del Movimiento de Artes y Oficios. Su trabajo dio la
clave para el buen diseño del libro del siglo XX.
Trabajó para la imprenta Riversida hasta 1912, año en el que la abandono para convertirse en
diseñador de libros independiente.
Poseía un notable sentido de la proporción y la precisión visual.
Rogers era un clasicista que revivió las formas del pasado.
Art Noveau
Desde el año 1890 al año 1910 surge un estilo de transición entre el historicismo y un estilo
moderno que buscaba cambios e innovación.
Se trata de un estilo decorativo, caracterizado por la explosión de formas que invadieron todas
las artes del diseño, arquitecturas, modas, productos, gráficos, etc.
La linea es un elemento fundamental en la composición, se organiza en configuraciones que
derivan de formas orgánicas.
Es un arte nuevo donde la estructura, decoración y función están unificadas, debido a que a
veces las formas eran inventadas en vez de copiarse de la naturaleza o el pasado.
Se dio además una estrecha colaboración con el movimiento simbolista francés de la literatura
con su rechazo al realismo, a favor de la metafísica.
El arte Nouveau para algunos fue una expresión de la decadencia de finales del siglo y para otros
fue una reacción contra la decadencia y el materialismo de esa época.
Los diseñadores gráficos y los ilustradores trataron de hacer del arte parte de la vida cotidiana y
fueron capaces de mejorar significativamente la calidad visual de las comunicaciones masivas.
Tuvo un carácter internacional por los avances de la tecnología de transportación y las
comunicaciones, tuvo gran importancia la imprenta, como en la estampa japonesa que se abrió a
occidente.
La transición de los gráficos victorianos al estilo Art. Nouveau fue gradual, los artistas gráficos
Jules Cheret y Eugene Grasset tuvieron un papel importante en la transición.
En el año 1881 una nueva ley francesa permitió la libertad de prensa la que trajo aparejado una
industria floreciente de carteles, diseñadores, impresiones, etc. Las calles de convirtieron en
galerías de arte.
Se desarrolla aproximadamente desde a el año 1890 a 1910.
- Surge en Francia, pero se traslada a toda Europa y Estados Unidos
- Francia: Art Nouveau
España: Modernismo
Italia: Liberti
Alemania: Jugenstil
Austria: Seccession
Inglaterra: Modern Style
Estados Unidos: Modern Style
En este periodo se produce una descentralización, por lo que no se da solo en las ciudades y
países mas grandes, sino también en otras ciudades y naciones mas pequeñas.
- Características:
Eugene Grasset
Nacido en Suiza, se dedicó a diseño y a la ilustración.
Contemporáneo de Cheret, fue el primer diseñador, ilustrador que rivalizó con Cheret, en
popularidad pública.
Su estudio del arte medieval y su fascinación por el arte oriental y lo exótico se reflejó
fuertemente en sus diseños de muebles, vitrales, textiles y libros.
El diseño de Grasset muestra una integración total de ilustraciones, formatos y tipografía. Utilizo
los ribetes decorativos para enmarcar el contenido y buscó la integración de la ilustración y el
texto en una unidad. Sus doncellas eran altas, esbeltas, con poses estáticas anunciando tintas,
chocolates, cervezas, etc. Eran dibujos en grueso contorno negro y áreas planas a color. Sus
figuras imitan a Botticcelli. Tuvo gran influencia medieval y oriental utilizo colores de baja
intensidad contrastaban fuertemente con los colores brillantes de Cheret.
Alphons Mucha
Cubismo
Francia (1907 - 1914) Se inicia con la obra “Les Demoiselles d' Avignon” de Pablo Picasso
Se busca acercar el arte a la ciencia. Representación simultánea de lo que se ve y lo que se sabe
del objeto.
Reduce las figuras a las formas geométricas esenciales.
Rechaza la representación del aire, de la luz natural, de la emoción sentimental y del contenido
literario del tema.
Cubismo geométrico: se geometriza tanto la figura como el fondo. El espacio avanza, rebatiendo
los planos posteriores. El color se reduce a gamas de poca variación, aunque todavía se advierten
las diferencias tonales.
Cubismo analítico: la representación es cada vez mas planimétrica. Se considera al espacio no
como un lugar estático sino como un campo de fuerzas múltiples. Hay una desintegración total
del objeto. Se incorpora el concepto de cuarta dimensión. Pierde importancia el color, se usan
colores neutros. Collague.
Cubismo sintético: figuras más amplias y significadas, a menudo realizadas con colores intensos y
generalmente planos. Reconstrucción del objeto sobre el plano. Síntesis formal. Collage, nuevos
materiales. Recobra importancia el color.
Paul Cezanne: geometrización de la naturaleza.
Teoría de la Relatividad de Albert Einstein: 4ta dimensión.
Toma del cubismo la síntesis geométrica y la técnica del collage, aplicada especialmente a la
tipografía.
Futurismo
Italia. Se inicia en 1909 con el Manifiesto Literario de Marinetti
Arte revolucionario que surge en la época del fascismo y revoluciona todas las srtes poniendo a
prueba las formas y las ideas contra las nuevas realidades sociales.
Prodomina el interés por el movimiento y la velocidad de objetos y figuras.
Utilizan una amplia gama cromática con color fragmentado.
Utilizan la técnica divisionista, repitiendo la misma imagen varias veces como una secuencia
fílmica. Libertad en el uso de la tipografía.
Neoimpresionismo: Seurat
Cubismo: en cuanto al concepto y el análisis de la forma. Representación simultánea. Técnica.
Nietzsche: Nihilismo / Beliscismo / Nacionalismo
Rayos x: radiografía.
Cinematografía: representación del movimiento.
Vladimir Tatlin
El objetivo de Tatlin era liberar al arte de toda interpretación emocional y burguesa de la realidad
en favor de un nuevo lenguaje abstracto
El Lissitzky
Pintor, arquitecto, diseñador gráfico y fotógrafo, fue quien mejor llevó a cabo el ideal
constructivista. Influyó profundamente en el curso del diseño gráfico. Las propiedades
matemáticas y estructurales de la arquitectura se convirtieron en las bases de su arte.
Sus contactos incluía a Malevich, la corriente De Stijl, la Bauhaus, los dadaístas y otros
construcitvistas. El acceso a excelentes imprentas de Alemania le permitieron desarrollar
rápidamente sus ideas tipográficas. Su tremenda energía y su trayectoria de experimentación con
le fotomontaje, la impresión y el diseño gráfico le permitieron convertirse en el conducto de
mayor importancia por medio del cual el suprematismo y el constructivismo fluyeron en Europa
Occidental.
Como diseñador gráfico, Lissitzky no decoraba el libro, lo construía al programar visualemnte el
objeto completo. Eran importantes las relaciones visuales y el contraste de los elementos, la
relación de las formas con el espacio n blanco de la página y una comprensión de las
posibilidades de impresión, como la sobreposición de colores. Defendió el potencial del montaje y
del fotomontaje para mensajes de comunicación compleja. La composición tipográfica y las
imágenes fotográficas era empleadas como material de construcción para armar páginas,
portadas y carteles.
1920: el gobierno ruso ofreció apoyo oficial nuevo arte ruso, e incluso buscó publicarlo por medio
de un periódico internacional.
Alexander Rodchenko
Era un comunista apasionado que trajo un espíritu inventivo y buena voluntad para inventar con
la tipografía, el montaje y la fotografía.
Su interés por la geometría descriptiva lo condujo a la precisión analítica y a la definición de la
forma en sus pinturas.
Se interesó por la comunicación visual, debido a que sus puntos de vista sociales.
Produjo diseños gráficos con sólida construcción geométrica y grandes áreas de color puro.
Utilizó tipografías de mucho peso.
Fotomontaje: consistía en mostrar acciones simultaneas, sobreimprimir imágenes, usar
acercamientos extremos e imágenes en perspectiva, y la reputación rítmica de algunas imágenes.
Fotogramas: fotografía sin cámara.
- Curso preliminar: (a cargo de Johannes Itten). los alumnos que ingresaban debían pasar por un
curso preliminar de 6 meses. En el se buscaba liberar las aptitudes creativas de cada estudiante,
desarrollar una comprensión de la naturaleza física de los materiales y enseñar los principios
fundamentales del diseño, que son la base de todo arte visual.
Después del curso preliminar el alumno elegía un taller.
Metodología de experiencia directa. Buscando desarrollar: la conciencia perceptiva, capacidad
intelectual y experiencia emocional.
Etapas:
1) Weimar (1919-1924)
En este periodo es importante la influencia del Expresionismo.
El curso preliminar estaba a cargo de Johannes Itten. Además, Kandisky y Klee.
En 1923 Itten abandona la Bauhaus por un desacuerdo en cuanto al manejo del curso preliminar,
por lo que es reemplazado por Moholy Nagy (constructivista).
Teo Van Doesburg (constructivista Holandés), a pesar de no formar parte del plantel docente,
ejerció gran influencia en los alumnos. La Bauhaus y De Stijl tenían objetivos similares.
En 1923 el gobierno exige a la Bauhaus muestras de lo que estaban trabajando por lo que se
realiza la Primera Exposición de la Bauhaus, a la que asistieron 15000 personas y do
reconocimiento mundial a la Bauhaus.
El lema de la escuela era “arte y tecnología, una unidad nueva”
La estructura de enseñanza cambia de maestro-oficial-aprendiz a maestro-alumno.
2) Dessau (1925-1932)
Se construye un edificio para la escuela.
En este periodo hay una gran influencia del Constructivismo y De Stijl.
La identidad y la filosofia de la Bauhaus se desarrollan completamente.
Los maestros cambiaron su nombre por e de profesores, y la organización medieval de
enseñanza fue abandonada.
En 1926 la escuela recibe el nombre de Escuela Superior de la forma.
Se modifica el currículo. Surgen nuevos talleres:
- Taller de tipografía: dirigido por Bayer (antiguo alumno de la Bauhaus).
- Publicidad.
- Creación de espacios: diseño gráfico 3D
El curso preliminar era dirigido por Moholy Nagy y Josef Albers.
Se comienza la publicación de la revista de la Bauhaus y se editan 13 libros que difundían las
ideas de la escuela en relación al arte, el diseño y la arquitectura.
1930: lo sucede Mies Van der Rohe, arquitecto cuya afirmación “menos es mas” se constituyó en
la actitud principal de la arquitectura del sglo XX. Buscaba la máxima expresión con economía de
elementos.
Al irse Bayer, el taller tipográfico es dirigido por Josst Schmidt. Se trabaja un diseño variado de la
tipografía. Sistema de organización por medio de retícula. Crea un diseño de alfabeto en
plantillas.
1931: comienza la persecución nazi: se persigue a los estudiantes y en 1932 se cancelan los
contratos a los profesores.
3) Berlín (1932-1933)
Intenta reunirse y seguir sus trabajos en una fábrica abandonada pero ante los inconvenientes
deciden darle fin a la escuela.
Muchos se trasladan a EEUU con la intención de continuar el movimiento. Aunque la escuela no
pudo sobrevivir al nazismo, pudo proyectarse con el traslado de muchos a EEUU.
Moholy-Nagy: (Húngaro)
- Se inclina hacia el dibujo.
- Se vio fuertemente influenciado por el constructivismo, mas que nada por Malevich.
- en 1922 participa de la Primera exposición en Weimar.
- en 1923 reemplaza a Itten en el curso preliminar.
- Experimenta con las técnicas gráficas (tipografía, fotografía)
- Principio: los textos, especialmente los de caja baja (minúscula) afirman el programa racional.
- Cartel: elemento fundamental. En el, intenta fusiona la tipografía con la fotografía, dando inicio
a la fototipografía.
- Buscaba contrastes fuertes
- Uso audaz del color.
- Tipografía como instrumento de comunicación. Los tipos se podían utilizar en todas las
direcciones y en todos los tamaños.
- Edita “la Nueva visión”, una publicación en la cual sintetiza los principios básicos educativos de
la Bauhaus, con el objetivo de educar al público para que comprenda la labor del diseñador.
Herbert Bayer: (Austríaco)
- En 1921 ingresa como alumno de la Buahaus. Fue alumno de Kandisky y Moholy-Nagy.
- En 1923 realiza su primer diseño importante: papel moneda para el Estado de Turingia.
- En 1925 es nombrado profesor de la Bauhaus del área de diseño.
- Trata de llegar a un alfabeto universal basado en la caja baja, siguiendo las ideas de Moholy-
Nagy. Alfabeto simple, sin serif, basado en formas curvas y en algunos casos rectas, construidas
racionalmente. Decía que no eran necesarias las mayúsculas ya que en el lenguaje oral o se
utilizan y que para lograr las jerarquías se debían usar los contrastes de variables tamaño y peso.
- Para lograr jerarquias y llamados de atención en sus diseños utiliza la utellería gráfica. Trabaja
con negro y blanco, ordenando sus composiciones de manera dinámica.
- Tambien introduce en sus diseños el uso de fotografías.
- en 1928 abandona la Bauhaus y se va a Berlín, luego se traslada a EEUU.
Jan Tschichold (Alemán)
- Trabaja de manera independiente a los diseñadores de la Bauhaus pero muy influenciado por el
movimiento.
- Aplica idea constructivistas al diseño grafico y tipografico.
- En 1923 asiste a la Primera Exposicion de la Bauhaus y queda impresionado.
- Trabaja con tipografia asimetrica.
- 1928: publica su primer libro: “La nueva tipografía”. Buscaba una tipografia nueva que exprese
el espiritu, la vitalidad y la sensibilidad visual de su época. Rechaza cualquier tipo de decoración
en favor de un diseño racional. Diseña Tipografías san serif.
- Plantea un ordenamiento en el plano gráfico a basa de una red geométrica subyaciente.
(Antecedente de la grilla)
- Utiliza la utillería para dar contrastes y jerarquía.
- también usa fotografía, pero sin manipularla.
- En 1933 es arrestado por los nazis, acusado de crear una tipografía no alemana. Luego se
traslada a Basilea, donde continúa su trabajo, peor volviendo a tipografías mas clásicas.
Paul Renner (Alemán)
Crea la tipografía Futura. Palo seco sin serif, con 15 versiones.
Publica el libro “El arte de la tipografía”, donde puntualiza todos los detalles del diseño de la
tipografía futura.
Fauvismo
Francia (1905/1908)
Salón de Otoño: Fauves (fieras)
Representantes: Matisse, Derain, Dufy,
Vlaminck.
Características:
- Máxima libertad en concepción y ejecución de las pinturas.
- Imagen de carácter no imitativo. Pintura figurativa pero sin imitacion de la realidad.
- No es escuela, no posee teorías ni manifiestos (mas bien es un grupo de amigos).
- Simplificación exagerada de la forma.
- Gusto por el dibujo y los efectos decorativos del color.
- La linea contorneaba las figuras.
- Temas: temas triviales: paisajes, retratos, interiores de viviendas, naturalezas muertas. No les
importa el tema sino el aspecto plastico.
- Color: autonomía cromática, valor inusitado del color. Contrastes agresivos. Preponderancias del
color sobre la forma. Contraste de complementarios.
-Técnica: pintura al oleo, cerámica y escultura.
-Influencias:
Puntillismo: uso del color.
Van Gogh: exaltación, color violento y dinámico.
Gauguin: síntesis formal, tintas planas, culto por el primitivismo.
Cezanne: composición estructurada.
Arte negro.
-Diseño gráfico:
Uso de colore brillantes.
Contrastes contrapuestos.
Usos de formas sencillas.
Linea suelta y fluida.
Renovación Fauve:
1) la forma de captar y expresar el color
2) Introducción por el gusto negro-africano (arte no imitativo).
Expresionismo
Alemania (1905/1939)
Antecedente: Van Gogh
En este periodo, la sociedad estaba formada por una burguesía adinerada y poderosa en
contraposición al proletariado muy pobre.
Los progresos tecnológicos transformaron el medio social natural en un artificial, produciendose
una deshumanización y triunfo de la fealdad.
Influye el pensamiento de la época:
Nietzche: en contra del gobierno.
Freud: el rol del inconsciente en el individuo. Inconsciente como motor de acción.
Marx: el hombre es un juguete de la sociedad.
Darwin: planteos evolucionistas. Baja el status del hombre al relacionarlo con el mono, con lo que
desestabiliza el pensamiento de la época.
Características:
-Prima el sentimientos sobre el pensamiento. Expresión del interior y los dramas internos.
- Carácter revolucionario. Arte de protesta. Denuncia contra lo que está sucediendo en la
sociedad.
- Clima de pesimismo romántico.
- No constituyó una escuela.
- Auténtico preludio de la guerra (antipositivista).
- Artista: aprende realidad exterior, la vivienda y se expresa.
- Amplia gama de colores, agresividad de los contrastes, preponderancia de las emociones.
- Expresa el alma del artistas, no su habilidad.
- Dibujo explosivo, no se busca representar la realidad.
- Composiciones desordenadas, con un espacio abigarrado y poco profundo.
- Temas: gran ciudad, ser humano destruido, miseria, guerra, ruptura con el viejo mundo y
deseo de construir uno nuevo, violencia, locura, muerte, salvajismo sexual.
-Técnica: pinturas, escultura, arquitectura, cine , teatro y xilografías.
- Relación con el arte negro africano y de Oceanía.
Etapas
Puente
- grupo compacto: 4 arquitectos, entre ellos Kirchner.
- Desarrollaron actividades pictóricas y teóricas.
- Experimentación con técnicas gráficas.
- Revista (Der Sturm), órgano de difusión.
- Pintura desagradable.
- Grupo perseguido por los nazis.
- Representan temas relacionados con la sociedad, fundamentalmente a la burguesía y la clase
alta.
Jinete azul
- Representantes: Kandinsky, Marc, Macke, y Klee.
- No era un grupo con intenciones politicas ni de denuncia.
- Su interes era artistico plastico, relacionado con una necesidad espiritual profunda.
- Pintura abstraca.
- Pintura relacionada con la musica
- Realizan escritos y manifiestos.
- Publican el Almanaque (1er número)
- Kandinsky: tendencia a la abstracción
Favorecen:
- La libertad y espontaneidad
- La contradicción
- Lo inmediato
- El absurdo
- La imperfección
Valorizan:
- El gesto
-El escándalo y la protesta
- El azar, lo casual, lo espontaneo e improvisado.
- La ironía y el humor negro.
Técnica: Pintura, escultura, dibujo, grabado, etc.
Novedades:
- Ready Made (Duchamp): se eleva a categoría artística un objeto de la vida cotidiana.
- Fotomontaje (Heartfield-Hausmann): eran generalmente de rechazo político, de denuncia a las
atrocidades de la política.
- Assemblage (Schwtters-Tzara: collage tipográfico, crean cosas muy sueltas, libradas al azar,
signos constituidos en formas visuales. Collage con desperdicios.
-Rayogramas (Man Ray) -fotogramas: fotografía sin cámara. Se proyectan luces sobre papel
sensible para construir formas.
Expansión:
- Alemania: Berlín, Colonia, Hannover.
- Estados Unidos: Nueva York.
- Paris.
Publicaciones:
- Revista Dadá: Tzara 1917
- Revista Merz: Schwitters en Hannover
- Revista 291: Duchamp en Estados Unidos en 1915
- Revista 391: Picabia en Estados Unidos en 1916
Tipografía: Collage tipográfico
Consideraciones óptico-gráficas, usando letras y signos que tiene valores formales para cras
campos de tensiones y contrastes.
Técnica: collage de letras y signos pictóricos.
Fotomontaje: se recortan y pegan fotografías de revistas industriales, cartas antiguas, anuncios,
etiquetas o páginas de libros y de la combinación de esas imágenes resultan composiciones ricas
en asociaciones provocadoras.
Kurt Schwitters (alemán)
Llama Merz a sus pinturas.
Trabaja elementos dispares unidos en la hoja con la ayuda de clavos y pegamentos. Elementos
como papeles, trapos pedazos de máquinas, etc.
Sus complejos diseños combinaban elementos del absurdo y azar tomados del dadaísmo con
propiedades acentuadas del diseño.
Se relaciono con artistas constructivistas.
Utilizó tipografía muy trabajada. Títulos generalmente en negrita.
A pesar de pretender que ellos no estaba creando arte, sino burlándose y difamando a una
sociedad que se había vuelto loca, varios dadaístas produjeron un arte visual significativo que fue
una aportaciónpara e diseño gráfico.
Surrealismo
Surge en Francia en el año 1924
El mundo de la intuición, los sueños y el reino del inconsciente.
Automatismo psíquico puro por medio del cual se pretende expresar ya sea verbalmente o por
escrito la verdadera función del pensamiento. El pensamiento dictado en ausencia de todo control
ejercido por la razón, la estética o por preocupaciones morales.
Andre Breton, fundador del surrealismo, infundió a la palabra toda la magia de los sueños, el
espíritu de rebelión y los misterios del subconsciente.
Se expresan mediante 3 manifiestos:
1ero: 1924 literario ( André Breton)
2do: 1930 Afirma conceptos del primer manifiesto
3ero 1940 en EEUU, de la mano de artistas emigrados por la 2da Guerra.
Características:
- Derivan del dadaísmo
- Exalta la libertad como medio para crear
- Se basan en la 1era teoría de Freud: liberación del inconsciente, mundo de los sueños.
- Valoran el humor, la ironía y las contradicciones del hombre.
Se expresa:
- Automatismo psíquico: liberación del pensamiento, similar al del azar dadá.
- Liberación del inconsciente: estado entre sueño y vigilia, inducido por drogas, hipnosis, etc.
Lineas de desarrollo:
-Naturalismo
Características:
Técnica minuciosa (similar al renacimiento)
Naturalismo cuidadosos (la imagen escapa de un sueño irreal)
Imágenes ambiguas.
Representantes:
Salvador Dalí: método paranoico-critico
Rene Magritte: ilusionismo onírico. Cambios de escala imprevistos. Desafíos a las leyes de la
gravedad y a luz.
Aportes al diseño gráfico:
Proporcionó un ejemplo poético de la liberación de espíritu humano, fue pionero de las técnicas
nuevas y demostró como la fantasía y la intuición podían ser expresadas en términos visuales.
Uso del realismo: obra familiar y aceptable. No representan lo que se supone. Recuero.
La historia es siempre una construcción humana. Es el hombre quien ha dividido los períodos
históricos, llamándolos Prehistoria e Historia, y a éstos, a su vez, Edad de Piedra, de Bronce, de Hierro,
Edad Antigua, y así sucesivamente. En su intento de explicar el pasado, el hombre toma los hechos que
considera más relevantes y los usa para marcar hitos que actúan como periodizadores: los "períodos
históricos" recogen las fluctuaciones, destacadas de acuerdo con determinados criterios, para cada
época. Estos hechos, absolutamente arbitrarios, son relevantes para la sociedad que así los considera,
pero no más relevantes que otros, de manera que es factible pensar en una revisión de las particiones
temporales y su reemplazo por otras que se consideren más pertinentes.
Por lo tanto, decir que desde 1945 comienza la fase "moderna" del Diseño Gráfico e Industrial (1) es
tan arbitrario como decir que la Historia comienza con la aparición de la escritura, o la "era común"
con el nacimiento de Cristo.
Se puede hablar de todo esto y de mucho más. Pero aun así se tendrá la seguridad de estar nombrando
sólo a algunos representantes de los que, en lo que va de este siglo, contribuyeron a plasmar el Diseño
Gráfico. Se sabrá también que se deja de lado la misma cantidad de diseñadores industriales -amén de
los desarrollos realizados, sobre todo en el ámbito del diseño de edición, desde el Renacimiento en
adelante-.
No es mi intención entrar a discutir o polemizar con quienes pongan en tela de juicio esta aseveración,
sino proponer que se acepte el año 1945 como punto de referencia arbitrario y que se intente
fundamentar por qué esa fecha marca un antes y un después, tanto del diseño como actividad como
del pensamiento alrededor del diseño.(2)
El año 1945 representa el comienzo de la posguerra, con todo lo que implica para el mundo político-
económico contemporáneo: la división del mundo en dos bloques antagónicos, la cohesión interna de
cada uno de los bloques, basada no sólo en razones políticas sino también en su organización social y
en el nivel de vida. En el bloque occidental, Europa comenzó su recuperación económica con el aporte
de Estados Unidos que, de esta manera, logró consolidar su hegemonía.
El desarrollo de la tecnología, en todos sus aspectos, comienza así una carrera desenfrenada. En 1947,
Norbert Wiener descubrió la unidad entre un grupo de problemas relacionados con la comunicación, el
control y la mecánica estadística, tanto en los organismos vivos como en las máquinas. Se determinó
así un nuevo campo de investigación, la cibernética —del griego kubernetes, "timonel"—, entendida
como acción hacia el futuro.
En el proceso que se inició entonces, el diseño llegó a tener en la vida social un lugar protagónico que
no había ocupado hasta entonces: por un lado, se convierte en un factor económico incorporado a la
producción y, por otro, relacionado con el anterior, adquiere una masividad hasta entonces
desconocida que lo convierte en factor operante sobre las imágenes mentales de sus usuarios. Las dos
miradas se complementan pero tienen consecuencias distintas: convertirse en factor económico
incorporado a la producción incidió en la caracterización del Diseño mismo y en el desarrollo
profesional de los diseñadores; convertirse en factor operante en la conciencia de los usuarios es un
tema que trasciende al Diseño pero que debe ser considerado en tanto da cuenta de su potencia en la
vida social.
Los desarrollos de este artículo se encuadran en estos dos ejes y pretenden introducir reflexiones
sobre el estatuto teórico del Diseño Gráfico.
Decir que el diseño obtuvo un lugar protagónico signifíca, en relación con la producción de bienes, que
llegó a otorgar a los productos un valor económico derivado exclusivamente de su acción. La primera
consecuencia de esta situación fue que, a partir de entonces, el diseño conquistó un lugar en el
espectro de las profesiones. Hacer hincapié en el nacimiento de la profesión no es algo banal: significa
el momento de la constitución de la disciplina como práctica social.
Antes de 1945, ser diseñador no era una profesión: se era arquitecto, ingeniero o artista, pero no
diseñador. Además de los testimonios históricos, el lenguaje mismo aporta un elemento más: algunos
idiomas, como el italiano, el francés y el alemán, aún hoy no reconocen la diferencia entre "diseñar" y
"dibujar". Estos límites imprecisos muestran el estatuto poco claro del diseño.
La posguerra conduce a aclarar esos límites a partir de un movimiento altamente significativo para el
diseño: su inclusión en el proyecto de la sociedad posindustrial. La palabra "significativo" se usa aquí
desprovista de toda valoración sobre el "significado" del momento; sin embargo, no se debe dejar de
señalar que el proceso que va a describirse es objeto de valoraciones políticas e ideológicas disímiles.
El año 1945 marca un giro en la producción de objetos y en la concepción del objeto producido. A
partir de entonces, el diseño es uno de los factores de producción. Tanto el diseño del objeto mismo
como el diseño de las condiciones de su presentación en el mercado constituyen, a partir de ese
momento, uno de los pasos imprescindibles de la producción.
La inclusión del diseño en el proyecto industrial dominante lo hace cambiar de signo; cambio que se
refiere -en principio y muy sintéticamente- a la mutación de su esfera de preocupación y acción: de la
utopía social a la producción industrial. Con este cambio, el diseño -fundamentalmente en las
acepciones de Diseño Gráfico y Diseño Industrial- pasa a ser una profesión y una disciplina.
A partir de 1945, el diseño da un salto cuantitativo. Sin embargo, pensarlo sólo en esos términos
implica olvidar que la cantidad, llegada a un cierto punto, se transforma en cualidad. La difusión del
diseño en todas las esferas de producción de objetos artificiales lo transforma cualitativamente en su
propio interior.
1. En el presente texto, al hablar de diseño se hace referencia al Diseño Gráfico e Industrial -salvo
cuando se aclara específicamente que se trata de Diseño Gráfico-. Una segunda aclaración
terminológica: la palabra "diseño" designa distintos aspectos. Los distinguiremos de la siguiente
manera: "diseño" cuando nos referimos a la prácúca social y "Diseño" cuando se trata del proceso de
prefiguración. Al referirnos al conjunto de los hechos de diseño, se dirá "objetos" o "piezas" de diseño.
2. Todos los críticos coinciden en marcar continuidades y diferencias entre el período de entre guerras
y el de postguerra.
El énfasis puesto en la diferencia tiende a subrayar el comienzo de un carácter del diseño, desconocido
hasta entonces.
Algunas consideraciones necesarias
En esta reducción arbitraria de los hitos del diseño se ejemplificará el pasaje entre las dos mitades del
siglo con dos escuelas, cuya influencia ha sido enorme no sólo en relación con la producción sino
también respecto de la enseñanza y la conceptualización del diseño: la Bauhaus y la de Ulm.
Como ya se dijo, la reducción del desarrollo del Diseño Gráfico no pretende anular su riqueza sino, al
contrario, potenciar algunos aspectos para encontrar notas características que posibiliten reflexionar
sobre él. De esta manera, la propuesta debe tomarse como un corte metodológico y no como una
interpretación histórica: si la intención fuera ésa, haría falta mucho más que una breve referencia a
ambas escuelas.
No se escapa tampoco que en esta división sólo se considera la línea europea del diseño. Esto es válido
en tanto los dos casos que sirven de ejemplo son tomados como paradigmáticos, sin intención de
realizar una lectura histórica. De todas maneras, cabe señalar que la otra gran vertiente del diseño
moderno -el diseño norteamericano- también alcanza su perfil actual durante la posguerra, aunque es
posible encontrar ejemplos de diseñadores -como Raymond Loewy-que ya prefiguraban, en la década
del '30, el nacimiento de la profesión de diseñador (Durmer, 1993: 14).
Primera historia
En 1919 comienza a funcionar en Weimar la Staatliches Bauhaus, como continuidad de las escuelas
que Henry Van de Velde había creado en Alemania en la primera década del siglo.
La formación gráfica y pictórica de la Bauhaus abarcaba un amplio espectro que incluía tanto el dibujo
artístico v la pintura, con un punto especial para murales y vidrieras, como el dibujo arquitectónico y
proyectivo, el diseño de exteriores o interiores y el de muebles u objetos de uso cotidiano. La
formación total de los alumnos -tal como se desprende de la lectura del plan de estudios de la
Bauhaus- incluía tres aspectos: manual-artesanal, gráfico-pictórico v científico-tecnológico. El
diseñador -que aún no se llamaba así- obtenía carta de ciudadanía como artesano-artista y desde allí
estaba destinado a crear, diseñar "la nueva estructura del futuro".
En 1919 aparece el primer manifiesto de la Bauhaus, redactado por Walter Gropius. Uno de sus
párrafos dice así:
¡Configuremos, pues, un nuevo género de artesanos sin las pretensiones clasistas que quieren erigir
una arrogante barrera entre artesanos y artistas!
Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro en que todo constituirá
un solo conjunto, arquitectura, plástica, pintura, y que un día se elevará hacia el cielo de la mano de
millones de artífices como símbolo cristalino de la nueva fe.
Los acentos mesiánicos del comienzo de la Bauhaus, coincidentes con los de todas las vanguardias,
proponen para el diseño un lugar de acción desde el cual se proyectarían como protagonistas de la
transformación de la humanidad:
Y nosotros, que estamos a merced de la sociedad que todo lo devora, no seamos parásitos... (ídem:
72).
[...] la Staatliches Bauhaus, fundada después de la catástrofe de la guerra, en medio del caos de la
revolución y en la época del gran florecimiento de un arte explosivo cargado de sentimientos, se
convierte en el lugar de reunión de aquellos que, llenos de fe en el futuro, quieren construir la catedral
del socialismo... equilibrando las contradicciones polares; amando el pasado más remoto así como el
futuro más lejano; rechazando tanto la reacción como el anarquismo; dejando los objetos individuales
egoístas para avanzar hacia lo típico, abandonando lo problemático en favor de lo posible y seguro, así
nos convertiremos en portadores de la responsabilidad y en conciencia del mundo
Estos ejemplos son elocuentes respecto del lugar del diseño para el movimiento "fundador" del siglo:
reunión de todas las disciplinas en una unidad de arte y técnica capaz de construir un gran edificio, sin
fronteras, entre lo monumental y lo decorativo y, sobre todo, capaz de convertirse en conciencia del
mundo.
Los objetos producidos artificialmente, los objetos artesanales, tomaban, para la Bauhaus, el lugar de
símbolos de la nueva humanidad; el diseño, el trabajo del artesano, era la clave para volver visible lo
invisible, convirtiéndose en la expresión natural de ese espíritu salvador.
Ser diseñador era convertirse en conciencia del mundo. Diseñar era salvarlo.
Más allá de este lugar concedido al diseño, la Bauhaus lo potenció en aspectos formales y
estructurales; específicamente en relación con el Diseño Gráfico vigorizó la comunicación visual en
aspectos referidos a la tipografía, la fotografía y la composición aplicados al diseño de alfabetos,
isotipos, logotipos, folletos, catálogos y carteles publicitarios. Su acción excedió ampliamente la
declaración utópica de sus fundadores. Finalmente, respecto de la enseñanza se constituyó en un hito
en la consolidación de lo que luego serían las escuelas de Diseño.
Segunda historia
En Europa comienza un período casi de parálisis en reíación con el diseño. No eran tiempos de diseño y
los mavores "avances" pueden encontrarse, quizás, en los diseños comunicacionales del partido
nacionalsocialista.
El diseño parece trasladarse a Estados Unidos: la School of Design en Chicago -1939- o el Illinois
Institute of Technology.
Habría que esperar a la posguerra para que el diseño volviera a escena en Alemania, época en la que
los diseñadores comienzan a decir que "la vida no tiene nada de artístico y que la estética es un
resultado de la economía, la función, la técnica y la organización social" (Aicher, 1994: 85).
Escuchemos la conocida historia, tantas veces contada: después de la Segunda Guerra Mundial, Max
Braun, como tantos otros empresarios alemanes, inició la reconstrucción de su empresa de radios que
había fundado en la década del '20. Cuando murió, en 1951, el plan Marshall estaba en marcha: la
electrónica, en pleno desarrollo.
Dos de sus hijos tomaron a su cargo la conducción de la empresa e iniciaron modificaciones en la línea
de productos, ampliándola a máquinas de afeitar, aparatos de cocina y flashes electrónicos. En 1954,
los Braun se pusieron en contacto con tres diseñadores de la escuela de Ulm -Hans Gugelot, Otl Aicher
y Dieter Rams-, quienes establecieron los fundamentos para la futura imagen de empresa, basada en
el diseño de los productos.
La línea Braun salió al mercado provista de un nuevo valor competitivo: el diseño. Los rasgos de esta
novedad pueden resumirse en tres aspectos:
— se insistía en un diseño armónico que pretendía reflejar tanto los rasgos de necesidad y los modos
de comportamiento como la nueva tecnología industrial;
El fenómeno Braun no alcanzó solamente a los productos, sino que la empresa misma se lanzó como
imagen al mercado.
La "confianza" en la firma Braun fue apuntalada desde lo que decían sus productos y desde el cómo se
decía de esos productos y de sus fabricantes.
Muchos años más tarde, Otl Aicher (1994: 83), uno de sus artífices, dirá:
[...] entonces, en Ulm, teníamos que retornar a las cosas, a los asuntos reales, a los productos, a la
calle, a lo cotidiano, a los hombres, teníamos que dar un giro. No se trataba de ninguna extensión del
arte a la vida, al dominio práctico; se trataba de un contra-arte, de un trabajo de civilización, de
cultura de civilización...
En 1961, el Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó una importante exposición bajo el
título "El Arte del Assemblage". William C. Seitz señaló en su introducción al catálogo: "La actual
ola de assemblage. .marca un cambio del arte subjetivo, fluidamente abstracto, hacia una
revisada asociación con el medio ambiente. El método de yuxtaponer es un vehículo apropiado
para expresar sentimientos de desencanto por el resbaladizo idioma internacional en que ha
tendido a manifestarse la abstracción libremente articulada y los valores sociales que esta
situación refleja".
El assemblage fue importante también por otra razón. No sólo proveía un medio de transición del
expresionismo abstracto a las aparentemente muy diferentes proposiciones del pop art, sino que
trajo una recon-sideración radical de los formatos dentro de los cuales podían operar las artes
visuales. Por ejemplo, el assemblage daba un punto de partida para dos conceptos que habrían de
ser cada vez más importantes para los artistas: el medio ambiente y el happening.
Por supuesto, algunos practicantes del assemblage no se apartaron mucho de sus fuentes
originales. Las exquisitas cajas hechas por Joseph Cornell, con sus yuxtaposiciones poéticas de
objetos, y los ingeniosos collages de Enrico Baj son cosas que exploran los recursos de una
tradición, sin buscar ampliarlos muy radicalmente. Otros artistas no estaban satisfechos con esto.
La mayoría de ellos caen en la categoría que ahora casi melosamente se ha dado en llamar
"neodadá". Uno preferiría decir, casi, que son a menudo artistas que, con lo que hacen, quieren
explorar la idea de lo mínimo, lo inestable, lo efímero.
En Norteamérica, los dos exponentes más discutidos del neodadá han sido indudablemente,
Robert Rauschenberg y Jasper Johns. De los dos, Rauschenberg es el más variado y Johns el más
elegante; esta elegancia es una parte genuina, aunque algo incómoda de tener en cuenta para
cualquier discusión sobre lo que estos artistas representan.
Rauschenberg nació en Texas en 1925. A fines de la década del cuarenta estudió en la Academie
Julien en París, y luego, con Albers trabajó en el Black Mountain College. A principios de la década
del cincuenta, Rauschenberg pintó una serie de cuadros completamente blancos donde la única
imágen era la propia sombra del espectador.
Más tarde preparó una serie de cuadros enteramente negros. Ninguno de estos desarrollos era
único. El pintor italiano Lucio Fontana (Nació en 1899 en Rosario, Prov. de Santa Fe. Estudió en la
Academia Brera de Milán. En 1946 publicó en Buenos Aires el Manifiesto Blanco) hizo una serie de
telas totalmente blancas en 1946; el francés Yves Klein exhibió sus primeros monocromos en
1950. Después de estos experimentos con el minimismo, Rauschenberg comenzó a moverse hacia
la "pintura de asociaciones", un modo de creación en donde una superficie pintada se combina con
varios objetos que están fijados a esa superficie. A veces las pinturas se desarrollan en objetos
tridimensionales que se sostienen solos, tales como la famosa cabra embalsamada que ha
aparecido en tantas exposiciones del arte norteamericano contemporáneo. Una pintura hace uso
de un equipo de radiofonía funcionando; otra, de un reloj. El artista también ha usado imágenes
fotográficas, que son estampadas directamente sobre la tela.
La filosofía estética que informa sobre esto es esencialmente la del compositor experimental John
Cage, a quien Rauschenberg conoció en Carolina del Norte. Una de las ideas básicas de Cage es la
de "desenfocar" la mente del espectador: el artista no crea algo separado y cerrado, sino que en
cambio hace algo para que el espectador se vuelva más abierto, más consciente de sí mismo y de
su medio. Dice Cage: "Nueva música; nuevo escuchar. No un intento para comprender algo que
está siendo dicho, ya que, si se dijese algo, se daría a los sonidos formas de palabras. Sólo una
atención a la actividad de los sonidos".
Una pintura típica de Rauschenberg, como la enorme Barcaza pintada en 1962, es una especie de
ensueño al que se invita a unirse a los espectadores; un flujo de imágenes que no son
necesariamente fijas e inmutables. Cage comenta la "cualidad del encuéntro" entre Rauschenberg
y los materiales que usa; uno puede comparar esto con la manera en que trabajaba Kurt
Schwitters. Pero Rauschenberg es un Schwitters que ha pasado a través de la experiencia
expresionista abstracta.
De la descripción de las actividades de estos dos artistas, resulta que ellos representan un
alejamiento de la pintura "pura". Aún para Johns, a pesar de todo su virtuosismo, la pintura no es
más que un medio para lograr ciertos resultados, que posiblemente se consigan también de
alguna otra manera.
Rauschenberg ha estado por años asociado a la compañía de baile Merce Cunningham: actúa con
ellos además de diseñar vestuarios y escenarios, y evidentemente esto es una parte tan central e
importante de su actividad como lo es la pintura. Una de las direcciones sugeridas por una pintura
como Barcaza es el paso hacia el cuadro vivo, obra de arte que rodea o casi rodea al espectador.
Las obras voluminosas y feroces de Edward Kienholz son un ejemplo.
Lo que significa esto quizá pueda deducirse de la obra de Arman, quien fue uno de los adherentes
del grupo. La obra más característica de Arman consiste en la acumulación al azar de objetos,
pero objetos de Ia misma clase, encerrados en plásticos transparentes. Estas acumulaciones
pueden presentarse como paneles, o ser tridimensionales. Por ejemplo. Arman ha hecho un torso
de mujer en plástico, lleno de guantes retorcidos. Otro artista atraído por lo sistemático es
Christo, quien es más conocido por sus paquetes, objetos sólidos misteriosos, que a veces
sugieren y a veces esconden lo que está envuelto en ellos.
La principal personalidad entre estos europeos neodadaístas fue indudablemente el fallecido Yves
Klein. Klein es un ejemplo de un artista que fue importante por lo que hizo -el valor simbólico de
sus acciones- más que por lo que realizó. Uno ve en él un ejemplo de la creciente tendencia en la
que la personalidad del artista es su única creación, verdadera y completa.
Klein nació en 1928. Fue músico de jazz, rosacruz y experto en yudo (estudió yudo en Japón y
escribió un libro sobre el tema que todavía es un texto fundamental). En el yudo, los oponentes
son considerados colaboradores y es esta noción la que parece subyacer en gran parte del
pensamiento de Klein sobre el arte. Lo mismo pasa con el deseo de "alejarse de la idea del arte".
Klein dice: "La esencia de la pintura es ese algo, ese «pegamento etéreo», ese producto
intermedio que segrega el artista con todo su ser creativo y que él tiene el poder de colocar,
incrustar e impregnar dentro de la materia pictórica de la pintura".
Además de crear los monocromos ya mencionados, Klein adoptó varios métodos no ortodoxos de
producir obras de arte. Por ejemplo, usó un lanzallamas, o la acción de la lluvia en una tela
preparada. (Llamó Cosmogonías a las pinturas producidas por los elementos). Bajo su dirección,
muchachas jóvenes, embadurnadas con pintura azul, se echaron sobre la tela extendida sobre el
suelo. La ceremonia fue llevada acabo en público, mientras veinte músicos tocaban la Sinfonía
Monótona, una única "nota" mantenida durante diez minutos que se alternaba con diez minutos de
silencio. La ejecución de estas Improntas está documentada en el film Mondo Cane. En otra
ocasión -en París en 1958- Klein ofreció una exposición de vacíos: una galería pintada de blanco,
con todo el mobiliario eliminado y un Guardia Republicano en la puerta. Llegó Albert Camus y
escribió las palabras "con el vacío, plenos poderes" en el libro de visitas. Hubo miles de otros
visitantes al vernissage, tantos que casi causan un tumulto. Otra de las ideas de Klein era ofrecer
en venta "zonas de sensibilidad pictórica inmaterial". Eran pagadas con hojas de oro, que el artista
tiraba inmediatamente al Sena, mientras el comprador quemaba su recibo.
Estas acciones tienen una cierta rectitud poética en sí, cualidad a menudo ausente de los
happenings más chapuceros y más elaborados que tenían lugar en Nueva York. Klein, en la época
de su muerte en 1962, parecía estar en el punto de unión entre un cierto número de diferentes
tendencias. Está la conexión evidente con los dadaístas originales y también con ciertos artistas
contemporáneos que se encuentran en los límites del dadá, tales como Lucio Fontana, cuyos
propios experimentos con monocromos se convirtieron en las más familiares telas tajeadas. Las
"líneas" de Piero Manzoni también recuerdan la obra de Klein: pinceladas únicas, ininterrumpidas,
que
se desenvuelven en largas tiras de papel. Todas éstas, a su vez, están relacionadas de una
manera más general con la tendencia hacia lo minimista en escultura. Por otro lado, Klein, tanto
como Johns y Rauschenberg, es uno de los profetas del pop art. Su uso de la monotonía, de lo
indiferenciado, le da algo en común con Andy Warhol, por ejemplo.
Pero sóló hay algo en común. El neodadá y el pop art no son idénticos, si bien el neodadá incluye
pop. Los artistas de quienes he hablado hasta ahora no son, según mi punto de vista, genuinos
practicantes del pop, a pesar de que su obra ha sido incluida en exposiciones y discutida en libros
bajo ese rótulo. Los factores que crearon el pop art no son universales sino que tenían mucho que
ver con la cultura urbana de Inglaterra y Norteamérica en los aõs después de la guerra. Sólo los
artistas que estuvieron en íntimo contacto con esa cultura, captaron su tono e idioma especial de
todos los estilos de posguerra, es éste el que más visiblemente tiene "vivencia local y nombre".
Después de que el pop se apuntó el éxito inicial, muy naturalmente ejerció influencia en otras
partes. Muchos de los artistas conectados con el "nuevo realismo" de Pierre Restany juguetearon
con él. Están, por ejemplo, las figuras fotográficas de Michelangelo Pistoletto adheridas a fondos
espejados en los que el espectador se ve reflejado a sí mismo, completando así la composición; y
las hábiles parodias de pintores como Prud'hon hechas por Martial Raysse. En una versión del
Cupido y Psique de Prud'hon, titulada Cuadro simple y dulce, Cupido sostiene con sus dedos un
corazón de neón. El joven francés Alain Jacquet usa imágenes fotográficas de una manera que
recuerda tanto a Warhol como a Lichtenstein.
Los japoneses han estado igualmente ansiosos de ponerse al nivel del pop. Tomio Miki ha hecho
una especialidad de las orejas fundidas en aluminio, como Warhol la ha hecho de las imágenes de
Marilyn Monroe repetidas infinitamente. Al examinar estos trabajos, sin embargo, uno se da
cuenta de que el compromiso con el medio ambiente urbano no es tan inmediato como parece ser
en el caso de los artistas pop líderes ingleses y norteamericanos.
Ahora parece estar generalmente aceptado que el pop art, en su definición más aproximada,
comenzó en Inglaterra y brotó de una serie de discusiones que tuvieron lugar en el Instituto de
Artes Contemporáneas en Londres, en un grupo que se llamó a sí mismo Grupo Independiente.
Incluyó artistas, críticos y arquitectos, entre ellos Eduardo Paolozzi, Alison y Peter Smithson,
Richard Hamilton, Peter Reyner Banham y Lawrence Alloway. El grupo estaba fascinado por la
nueva cultura popular urbana y particularmente por sus manifestaciones en Norteamérica. En
parte, eso era un efecto retardado de la guerra, cuando Norteamérica había parecido a los artistas
de
Inglaterra un Eldorado de todas las cosas buenas, desde el nylon a los coches nuevos. Pero
también, en parte era una reacción contra el romanticismo solemne; la atmósfera de grandes
esfuerzos que había prevalecido en el arte británico durante la década del cuarenta.
En 1956 el grupo fue responsable de una exposición en la Whitechapel Art Gallery que se llamó
"Esto es mañana". Dividida en doce secciones, la exhibición fue diseñada para atraer al espectador
a una serie de ambientes. En su libro sobre el pop art, Mario Amaya señala que el aspecto
ambiental probablemente deba algo a la exhibición de Richard Buckle del Ballet Diaghilev, que
tuvo lugar en Londres en 1954, y que usó la excusa de un tema teatral para ofrecer un gran
despliegue teatral.
Desde el punto de vista del futuro, sin embargo, probablemente la parte más significativa de "Esto
es mañana" fue un display suministrado por Richatd Hamilton a la entrada, -un collage titulado
"¿Qué es es lo que hace que los hogares de hoy sean tan diferentes, tan atractivos?"
En el cuadro hay un hombre musculoso de una revista de fisiculturismo y una desnudista con
lentejuelas en los pechos-. El musculoso lleva un chupetín gigante con la palabra POP en grandes
letras. Con esta obra se crearon muchas de las convenciones del pop art, incluso, el uso de
imágenes prestadas.
Hamilton ya sabía claramente lo que él creía que debía de ser un verdadero arte moderno. Las
cualidades que estaba buscando eran, así lo dijo en 1957, popularidad, transitoriedad,
desechabilidad, ingenio, sexualidad, artimañas y atractivos. Debía ser de bajo costo, producido en
masa, joven y resultar un Gran Negocio. Éstas eran las cualidades que los artistas pop ingleses
que la década del sesenta habrían de adorar posteriormente. Pero admitida la prioridad de
Hamilton y la del Grupo Independiente, todavía es algo difícil probar que el arte surgió
directamente de sus actividades. De todos los artistas que pertenecieron a este grupo, el propio
Hamilton es el único que se puede clasificar como pintor pop. Además, está el hecho de que
siempre fue un trabajador muy lento y que, en este período, muy poco de su obra habría de ser
visto en Inglaterra.
Hay otros dos pintores que podrían titularse como "transicionales". Los dos están entre los más
interesantes que produjo Gran Bretaña en los años recientes. Ambos fueron estudiantes del Royal
College of Art, a mediados de la década del cincuenta. Uno es Peter Blake, que se clasificaría a sí
mismo sin duda alguna como "realista".
La obra de Blake representa, en medio del siglo veinte, un retorno a la tradición de los
prerrafaelistas. Como los prerrafaelistas, es nostálgico, pero no del medioevo. Cuando mira hacia
atrás es hacia la cultura popular de mediados de la década del cuarenta y del cincuenta. A
diferencia de otros pintores pop, a Blake siempre le preocupa estar algo fuera de moda. Su casa
está repleta de recuerdos, postales, souvenirs de la playa, juguetes, chirimbolos de todo tipo y de
todo esto se destila una poesía muy personal.
Richard Smith representa una actitud que es casi totalmente opuesta a ésta. Como estudiante,
pintaba en un estilo figurativo que fue influido por el Euston Road School y los pintores de "Pileta
de Cocina". Todavía estaba en el Royal College en la época de "This is Tomorrow" y en él, por lo
menos, la exposición tuvo una evidente influencia. Durante 1957 a 1959, compartió un estudio
con Peter Blake, pero en 1959 se fue a Norteamérica, y ha dividido su tiempo desde entonces
entre Inglaterra y Estados Unidos. Los primeros trabajos típicos de Smith, estaban basados sobre
los envases. También fue influido por la fotografía en color, del tipo que se encuentra en revistas
como Vogue.
Debido a que se había establecido exitosamente en Nueva York, Smith significó mucho para sus
colegas ingleses, como ejemplo y como influencia. Cuando volvió a Inglaterra en 1961, llevó
consigo información al minuto sobre las actividades de pintores como Jasper Johns que impactaron
a artistas tales como Peter Phillips y Derek Boshier. Smith ya había absorbido la indiferencia
norteamericana a las limitaciones convencionales de formato, y el sentido norteamericano de la
escala, por ejemplo.
La fecha clave en el pop británico fue 1961, no tanto por la reanudación del contacto de Smith con
los artistas británicos sino a causa de la exposición de los jóvenes contemporáneos que tuvo lugar
ese año. Esta produjo quizá la máxima sensación entre todas las exhibiciones de estudiantes que
tuvieron lugar desde la guerra.
La razón era la presencia de un grupo de jóvenes artistas del Royal College of Art: Phillips,
Boshier, Allen Jones y David Hockney. Exponiendo con ellos estaba un estudiante norteamericano
un poco mayor que ellos: R. B. Kitaj. Kitaj, como Smith, tenía un conocimiento de primera mano
sobre las técnicas norteamericanas y apadrinó la nueva obsesión por la fantasía popular, entre sus
compañeros de estudios.
Una de las debilidades del pop art británico fue su fácil y rápido éxito. Inglaterra, en lo que
concernía a las artes visuales, estaba finalmente separándose de su insularidad (en su literatura,
la insularidad habría de durar mucho más) .El hedonismo de fipes
de la década del cincuenta había echado raíces y los nuevos artistas parecían ofrecer precisamente
el arte alegre, desprejuiciado, centrado en el placer, que calzaba con la tónica de la época. Pero
los artistas modernos con algo de talento todavía estaban en pañales y los jóvenes leones del pop
no encontraron mucha competencia.
Bien pronto quedó claro que los artistas que se agruparon tras su espectacular debut en la
muestra de Jóvenes Contemporáneos, eran temperamentalmente muy diferentes. Phillips era el
más genuinamente interesado en la imaginería popular, pero la usó en una forma rígida y
dogmática. Boshier cayó bajo la influencia de Richard Smith y se desvió de la imaginería figurativa
en dirección al pop art. Más caprichosos y personales que cualquiera de estos dos, fueron Hockney
y Jones.
Hockney es un artista que tuvo un desarrollo interesante aunque algo errático. Comenzó como el
Niño Prodigio del arte británico. Su estilo de vida fue famoso instantáneamente; su cabello rubio
teñido, anteojos redondos y saco de lamé dorado crearon -o contribuyeron a crear- una
personalidad que atrajo incluso a personas que no estaban vitalmente interesadas en la pintura.
En este sentido, forma parte del desarrollo general de la culturinglesa, que fue simbolizada por la
repentina y enorme fama de los Beatles. Pero también estaba claro que Hockney estaba
precozmente dotado. En sus primeros trabajos adoptó un estilo de historieta Faux-Naïf, que debía
mucho a los dibujos para niños. A menudo estos primeros cuadros tienen una deliciosa, muda
ironía.
Algo de la obra más característica de Hockney en esta época, deberá encontrarse en sus
reproducciones. La serie de grabados titulada The Rake's Progress cuenta sus reacciones al mundo
de ensueño de Norteamérica, que visitó por primera vez en 1961. Refleja actitudes profundamente
ambiguas. El comentario es a menudo agudo -la escena del manicomio, por ejemplo, muestra un
grupo de autómatas gobernados por una radio a transistores que se ha convertido en parte de su
anatomía- pero el tono general de la serie es de ávido placer. Hockney ha pasado gran parte de su
tiempo en Norteamérica desde entonces y le gusta particularmente el sur de California.
Al poco tiempo, la situación precaria de estos primeros trabajos fue amenazada. La pintura de
Hockney se volvió progresivamente, seca, cada vez más preocupada con una especie de
neoclasicismo. Algunas pinturas de paisajes californianos del período intermedio -casas estilo
rancho, con regadores haciendo grandes arcos sobre los jardines, piletas de natación con
arabescos estilo art-nouveau en el agua- son desconcertantemente opacas cuando se comparan
con su obra anterior. Los críticos norteamericanos las han comparado con el realismo de Edward
Hopper. No es seguro que ahora se intente una ironía más estricta, una sátira sobre la vida
burguesa y complaciente de los suburbios de Los Angeles. En conjunto uno sospecha que no.
Allen Jones, como Hockney, es un artista cuya obra del principio era cautivante porque irradiaba
un aire de placer no contaminado por el humor satírico. El más "pictórico'. de todos los artistas
pop ingleses, en lo que concierne al color, parece haber aprendido mucho de Matisse. También
tiene una deuda con el orfismo de Robert Delaunay. Jones es un artista menos narrativo que
Hockney: está interesado metamorfosis, transformaciones, ambigüedades visuales. Una serie de
Hermafroditas (Imágenes masculina/femenina fundiéndose una en otra en la misma tela) parecen
particularmente características de su obra. Jones ha mostrado una fantasía particularmente
diestra e ingeniosa con las telas modeladas: una serie de pinturas de Medallas de Boda, hechas en
1963, está compuesta por altas telas verticales a las que se les añaden telas octogonales.
Jones se asemeja a Hockney pero algo menos feliz, a causa de que él parece también estar
teniendo dificultades en profundizar y desarrollar su obra, la cual tiene tendencia a tornarse cada
vez más dura y más estridente; el color parece estar abandonando la confortable tradición de
"bellas artes" de los fauves.Esto muestra una extrema
estrechez de contenido.
Otros pintores australianos, como los hermanos Arthur y David Boyd, han mostrado una similar
inhabilidad para romper exitosamente con la imaginería australiana.
La posición de la pintura australiana como una especie de pre POP es interesante tanto en el
contexto norteamericano como en el inglés, porque está claro que hay una buena dosis de
nacionalismo en el pop art norteamericano o, quizás, es evidente que el nacionalismo contribuyó a
su repentino y abrumador éxito. Los artistas pop norteamericanos fueron descubiertos y
promocionados por coleccionistas y marchands. Los críticos y teóricos se quedaron muy atrás de
estos entusiastas. Evidentemente el ambiente artístico norteamericano consideraba y en cierta
medida todavía parece considerar, el triunfo del pop art como un rechazo de sí mismo y de la
dirección que había elegido fomentar. Un líder defensor del expresionismo abstracto, Harold
Rosenberg, dijo lo siguiente sobre el nuevo estilo: "Ciertamente el Pop Art ganó el derecho de ser
llamado movimiento a través del número de sus adherentes, su fuerza imaginativa, la cantidad de
charla que generó". Pero si bien el expresionismo abstracto tenía demasiado poder de
permanencia, el pop muy probablemente tenía demasiado poco. Su superficialidad congénita, aun
teniendo la ventaja de permitir al artista un campo casi ilimitado de temas familiares para explotar
( cualquier cosa, desde servilletas hasta tarjetas de crédito) , desembocó en una monotonía
cualitativa que podía causar que el interés en otro chiste más de este tipo se desvaneciese de la
noche a la mañana. El expresionismo abstracto todavía sobresale en calidad, significado y
capacidad para producir obras nuevas; sumando la producción de sus veteranos a la de alguno de
los nuevos artistas, continúa ocupando el primer lugar en la carrera de obstáculos que podríamos
llamar: «¿Y ahora qué sigue?».
En efeto, el pop art desafió al expresionismo abstracto -o pareció desafiarlo- de tres formas
diferentes. Era figurativo donde el expresionismo abstracto era principalmente abstracto; era más
"nuevo" que expresionismo abstracto, y era "más norteamericano".
La obra inicial de Lichtenstein está basada sobre las tiras de historietas; incluso se reeproducen
minuciosamente los puntos que son parte del proceso barato de impresión en color. El artista dijo
una vez durante una entrevista: "Pienso que mi trabajo es diferente a las tiras cómicas, pero yo
no lo llamaría transformación.Lo que hago es forma, mientras que la tira cómica no está formada
en el sentido en que estoy usando la palabra; las historietas tienen formas, pero no ha habido
esfuerzo para hacerlas intensamente unificadas. El propósito es diferente, uno intenta describir y
yo intento unificar. Ymi obra es realmente diferente de las tiras cómicas en que cada marca está
realmente en un lugar diferente, a pesar de lo leve que la diferencia parezca a algunos".
Es decir, la imaginería es en parte una estrategia, un medio para unificar la superficie del cuadro.
Otra finalidad puede verse con máxima claridad en la serie de Pinceladas: versiones congeladas,
minuciosas ( en la técnica de la tira cómica) de las marcas que un pintor expresionista abstracto
habría hecho con una pasada de pincel. La serie es un experimento en "supresión", palabra que
aparece bastante a menudo en la conversación de Lichtenstein.
También es un intento de hacer que el público ponga en duda su propia escala de valores.
Esto nos lleva al problema de los valores ofrecidos por los propios artistas pop. Uno de los
aspectos más característicos y más preocupantes del pop art es el hecho de que, a pesar de ser
figurativo, a menudo parece ser incapaz de usar la imagen de primera mano. Para ser viables, sus
imágenes deben haber sido procesadas de alguna manera. Rosenquist dice: "Trato la imagen del
cartel publicitario tal cual es. La pinto como reproducción de otras cosas. Trato de alejarme la más
posible". Sus trozos y pedazos de imágenes publicitarias están mezclados de manera tal que
producen un efecto abs-
tracto. Similarmente, los desnudos de Tom Wesselmann se han vuelto crecientemente arbitrarios,
siluetas chatas donde se desvanece la presencia humana.
Se puede hacer una comparación entre Rosenquist y Larry Rivers, artista que se define mejor
como "casi pop". Rivers es un artista seductor; pinta de una manera que deleita a los admiradores
de los impresionistas y que, en particular, parece deber mucho a Manet.
Las imágenes de que se ocupa a veces recuerdan al pop, porque Rivers está interesado en temas
tales como el envase, el diseño de billetes de Banco y así sucesivamente. Pero siempre le
preocupa hacer variaciones pictóricas sobre éstos, más que imitaciones. Rivers está preparado
para pintar directamente de la naturaleza. Trata a algunos de estos cuadros como una lección de
vocabulario, un desnudo femenino será cuidadosamente rotulado con todos los nombres de las
partes del cuerpo, pero en francés, no en inglés. Otras pinturas son relatos fragmentarios de una
experiencia en particular, por ejemplo un accidente callejero. La característica sobresaliente de
todas estas pinturas es una especie de observación indirecta evasiva, como si el artista fuese
incapaz de enfocar el tema durante un tiempo muy largo. George Segal muestra casi la misma
impotencia al ser confrontado con la realidad objetiva. Sus esculturas están hechas no con un
proceso de modelado, sino sacando moldes de los modelos, casi como si el artista no tuviese
confianza en su propia visión de ellos.
El más controvertido, así como el más famoso, de los artistas pop norteamericanos es Andy
Warhol. Las actividades de Warhol van más allá de los límites convencionales de la pintura: ha
hecho numerosas películas, ha dirigido entretenimientos en un club nocturno, el
"VelvetUnderground", y la especie de notoriedad de que disfruta es como la otorgada a un actor
famoso o a una estrella cinematográfica. Cuando tuvo lugar la primera retrospectiva de la obra de
Warhol, en Filadelfia en 1965, el tumulto en el vernissage fue tal, que algunas de las obras
expuestas tuvieron que ser retiradas por miedo a que se produjeran daños. Se vio claramente que
los visitantes querían ver al propio artista y no a sus productos.
Sin embargo, las actitudes de Warhol hacia la noción de "personalidad" son ambiguas. Por un
lado, llama a los actores de sus películas "superestrellas", por otro lado declara que él mismo
quiere ser una máquina, algo que hace no pinturas sino productos industriales.
Samuel Adams Green, en su introducción al catálogo de la exposición de Filadelfia, señala sobre
Warhol: "Su lenguaje pictórico consiste en estereotipos. Recién ahora,
en nuestra época, una cultura ha conocido tantos bienes absolutamente impersonales, hechos a
máquina y jamás tocados por la mano humana. El arte de Warhol usa la vitalidad y fuerza visual,
que son habilidades comprobadas por el tiempo en el mundo de la publicidad, donde se preocupan
más por el envase que por el contenido. Warhol acepta no cuestionar nuestros hábitos y héroes
más populares. Aceptando su inevitabilidad son más fáciles de manejar que oponiéndoseles.
Aceptamos la leyenda glorificada prefiriéndola a la realidad de nuestras experiencias inmediatas,
en medida tal que la leyenda se convierte en lugar común, y, finalmente, es despojada de las
cualidades que nos interesaron en primer lugar".
De hecho, Warhol parece preocuparse más que la mayoría de los artistas pop por anestesiar
nuestra reacción a lo que se nos pone enfrente. Muchos de sus cuadros tienen asociaciones
morbosas: la señora Kennedy después del asesinato de su marido; Marilyn Monroe después de su
suicidio, "fotos" de criminales, accidentes automovilísticos, la silla eléctrica, funerales de
gangsters, disturbios raciales.
Las imágenes se repiten una y otra vez, en ampliaciones fotográficas impresas con pantalla de
seda, sobre tela. La única modificación es una capa de color sintético, crudamente aplicada. La
repetición y el color son los instrumentos de una confusión estética y moral que ha sido
deliberadamente urdida. Reconocemos el narcisismo de Warhol cuando miramos sus cuadros, pero
aun esto apenas nos llega. El poeta y crítico de arte Frank O'Hara señaló una vez que mucho del
pop art era esencialmente una "escenificación", un intento imperturbable de descubrir
exactamente cuánto habrá de tragarse el público.
Lichtenstein también dijo, hablando de los comienzos del pop en Norteamérica: "Era difícil lograr
una pintura suficientemente despreciable como para que nadie la colgase: todos estaban colgando
todo". Warhol lleva esta actitud a extremos, de manera que muchos de lo que hace es
desdeñosamente privado y aristocrático. Esto aparece en su obsesiva preocupación por el tedio,
por ejemplo. Ha hecho una película de un hombre durmiendo -eso y nada más- que dura más de
seis horas.
Hay una clara conexión entre sus actividades y tipos de arte que superficialmente parecen muy
diferentes de lo que él produce. Sus imágenes obtenidas con tramas de seda no están lejos del
"arte mínimo" porque, a pesar de ser figurativas, son casi sin contenido. Cuanto más de cerca se
examine el pop art norteamericano, menos parece una celebración de la cultura de masas, o
incluso una reacción contra ella. En cambio, se usa la fantasía popular como una especie de
escondite, un medio para aproximarse sigilosamente a los problemas filosóficos abstrusos.
Los artistas, al ser interrogados, casi siempre hablan de las maneras de ver algo, más que sobre
lo que realmente se ve. La real atracción de los avisos, signos, historietas y el resto, en cuanto les
concierne, parece consistir que la imaginería está "dada", está gratuitamente allí, de manera que
no es necesario complicar el problema volviéndola a crear. No romantizan el material, como hacen
sus colegas británicos.
.Una consecuencia del pop art en Norteamerica ha sido un intento de revalidar la pintura
puramente realista. A menudo, como con los "hiperrealistas", el realismo está en el cambio, una
reproducción de una reproducción (una fotografía) .
Pintores aislados, tales como Philip Pearlstein, han vuelto ala directa observación del modelo. Lo
que relaciona a Pearlstein con el "hiper-realismo" es una neutralidad programática de la actitud,
mientras que su estilo, rondando el borde de lo trivial, se acerca al "arte mínimo".
Op Art y Arte Cinético
por Paola L. Fraticola
Cuando al pop art le sucedió, como fenómeno periodístico, el op art, hubo una tendencia natural de
los periodistas a buscar la mayor cantidad posible de artistas op.De allí que se incluyera en esta
categoría a artistas cuyo interés en los efectos ópticos era en realidad muy marginal. Una
distorsión más seria consistió en presentar al op art como algo que había hecho una súbita
aparición en escena, casi como lo había hecho el pop. De hecho, la pintura óptica, como la
abstracción "hard edge", tenia profundas raíces en la tradición del Bauhaus, y es la consecuencia
del tipo de experimentos que el Bauhaus alentaba en sus alumnos.
Pero Vasarely estaba preparado para ir más lejos que la mayoría de aquellos que condenaron a la
abstracción libre, proponiendo que miremos al artista simplemente como a un hombre que hace
prototipos que pueden entonces reproducirse a voluntad: "el valor del prototipo no consiste en la
rareza del objeto, sino en la rareza de la cualidad que representa". Vasarely siente que todas las
artes plásticas forman una unidad y que no hay necesidad de dividirlas en categorías fijas, tales
como pintura, escultura, gráfica o incluso arquitectura.
"Nuestro tiempo, con la intrusión de las técnicas, con su velocidad, con sus nuevas ciencias, sus
teorías, sus descubrimientos, sus materiales novedosos, impone su ley sobre nosotros. Ahora, la
pintura abstracta, nueva en su concepción, diferente en su enfoque, todavía está atada al mundo
anterior, a la vieja pintura, por medio de una técnica común y una presentación formal que la
retiene y lanza una sombra de ambigüedad sobre sus conquistas".
Uno lee esta declaración con respeto, debe decirse que Vasarely es, en muchas maneras, un artista
curiosamente dividido, formalmente mucho menos inventivo que fértil en nuevas ideas y
conceptos. Sus pinturas abstractas no-cinéticas, por ejemplo, deben mucho a la obra hecha unos
cuarenta años atrás por Auguste Herbin. Vasarely reconoce específicamente una deuda con el
vocabulario de "formas de color" de Herbin (formas relacionadas con el color, pero sin referencias
naturalistas, que se usan como unidades en agrupamientos más complejos). Pretende que este
vocabulario es empleado por él en nuevas formas, que se liberan de los métodos de composición
de Herbin todavía tradicionales. Pero la diferencia no es siempre tan notable como él desearía
hacernos suponer.
Es natural, entonces, fijar la atención en su exploración de los efectos cinéticos, fuente de sus
creaciones más originales. Es fácil ver la influencia de tal obra en sus contemporáneos, por ejemplo
el alemán Günter Frühtrunk. El cinetismo era importante para Vasarely por dos razones: una es
personal, el hecho de que, según nos dice, "la idea del movimiento me ha perseguido desde mi
niñez"; y la otra es la idea más general de que una pintura que vive por medio de efectos ópticos
existe esencialmente en el ojo y en la mente del espectador y no simplemente en la pared -se
completa a sí misma cuando se la mira-.
Ya he empezado a usar las palabras "arte cinético" y "arte óptico" casi indistintamente. De hecho,
el primero me parece un término mejor. El arte cinético puede abarcar una buena cantidad de
categorías de objetos.
Están ante todo, aquellas obras de arte que, a pesar de ser estáticas de hecho, parecen moverse o
cambiar. Pueden ser de dos o de tres dimensiones. Vasarely, por ejemplo, se a dedicado a obras
compuestas en planos separados y con pantallas y objetos tridimensionales. Las obras estáticas
dependen para su cinetismo de la acción de la luz y de bien conocido fenómenos ópticos, tales
como la tendencia del ojo a producir imágenes latentes al ser sometido a contrastes muy brillantes
de blanco y negro, o la yuxtaposición de ciertos tintes.
Segundo, hay objetos que se mueven al azar, sin energía mecánica, tales como los móviles de
Alexander Calder.
Tercero, están las obras accionadas mecánicamente y que usan luces, electroimanes o incluso
agua.
La necesidad de precisión en las obras de la primera categoría y el hecho de que las de segunda y
tercera son en realidad máquinas, aunque sin embargo de un tipo muy simple, da al arte cinético
un sobretono mecanicista. Parece estar en la frontera de un arte que es realmente producido por
máquinas más que por hombres. Esto, sin embargo es una excesiva
simplificación.
Bridget Riley, por ejemplo, quien es probablemente la más brillante de todos
los artistas cinéticos que han trabajado en dos dimensiones, rechazará
ciertamente la sugerencia de que sus pinturas no están destinadas a expresar
o comunicar un sentimiento. Su obra está a menudo intrincadamente
programada: las formas y su relación recíproca se ajustan a series
matemáticas predeterminadas, pero se llega a las progresiones en forma
instintiva. La señorita Riley trabajó anteriormente sólo en blanco y negro,
pero ahora, habiendo pasado a través de una fase donde los colores se
usaron en sordina, ha creado una serie de deslumbrantes cuadros llenos de
coloridos, que exploran la forma en la que se puede hecr que cada color se vuelque en otro por
medios ópticos; o la manera en que la totalidad de la superficie del cuadro pueda trasladarse de lo
cálido a lo frío, a través de la progresión de matices.
En contraste con la obra de los pintores coloristas, la superficie no
permanece inerte, sino que se ondula con energía muscular.
Muy pocos de entre los otros artistas ópticos han producido una obra tan
compleja como ésta, aunque hay paralelos en la pintura del norteamericano
Richard Anuszkiewicz, el italiano Piero Dorazio y el inglés Peter Sedgley.
Sedgley suministra aun otra variación al tema de los círculos concéntricos, el
omnipresente modelo del blanco. Aquí el modelo se usa para producir
potentes efectos de recesión o proyección -algunos cuadros llevan al
espectador hacia adentro, dentro de un túnel que siempre retrocede; otros
parecen flotar hacia él saliendo desde la pared, en golpes de luz. Los cuadros
de Sedgley, como los de la señorita Riley, sugieren la noción de que una
gran cantidad de arte cinético y óptico pretende arrojar ala espectador a un trance hipnótico,
consiguiendo entonces por otra ruta el "desenfoque" recomendado por Cage.
La siguiente etapa en la pintura óptica está representada por obras que tienen un muy ligero
relieve. A menudo esta dimensión adicional es usada para proveer planos de color, que se mueven
a medida que el espectador cambia su posición en relación a ellos. Los "fisicromos" del venezolano
Carlos Cruz-Diez son obras de esta naturaleza y también las del artista israelí Yaacov Agam. El
principio empleado es casi como el que se podrá encontrar en algunos de los "cuadros sorpresas"
hechos en la época victoriana, donde una imagen se remplaza sorpresivamente por otra, según el
punto de vista que uno adopte.
Un artista más importante, que a veces hace uso de efectos algo
parecidos, es otro venezolano, J. R. Soto. Las primeras influencias
sobre Soto fueron las de Mondrian y Malevich. A principios de la
década del cincuenta, hizo pinturas que creaban su efecto por
repetición de unidades. Las unidades estaban dispuestas de manera
tal que el ritmo que las unía llegó a parecer más importante al ojo
que cualquier parte individual y la pintura era, por lo tanto, al menos
por implicancias, no algo completo en sí mismo, sino una parte
tomada de un soporte infinitamente grande que el espectador debía
imaginar. Soto se interesó luego en efectos de superposición, como lo
había hecho Vasarely. Dos modelos hechos sobre láminas de plexiglás
fueron montados algo separados
y parecían mezclarse en un
nuevo espacio que oscilaba
entre los planos frontal y
posterior suministrados por las
láminas. Más tarde, Soto
empezó una serie de experimentos con pantallas forradas que
tienen placas metálicas que se proyectan enfrente de ellas, o
si no varillas metálicas o alambres libremente suspendidos
frente a este campo vibratorio. La vibración tiende, desde el punto de vista óptico, a absorber y
disolver los sólidos suspendidos o proyectados. A cada instante, a medida que el espectador mueve
sus ojos, aparece una nueva ola de actividad óptica. La más intensa de las obras de Soto consiste
en grandes mamparas de varillas colgantes. Suspendidas a lo largo de una pared, estas capas de
varillas parecen disolver todo el costado de una habitación, tomando en cuenta todas las reacciones
instintivas del espectador hacia un espacio cerrado. Relacionados con la obra de Soto, pero usando
un principio algo diferente, están los relieves ejecutados por el argentino Luis Tomasello. Tomasello
fija por un ángulo, sobre una superficie blanca, una serie de cubos huecos. Los mismos son blancos
en la parte exterior, pero algo coloreados en la interior, y unas de las caras, invisible al espectador,
se deja abierta. Por refracción, esto produce efectos trémulos y suaves de luz coloreada, sobre el
plano que están fijados los cubos.
En el límite del arte cinético, pero ciertamente muy próximos a la obra de Tomasello, están los
relieves y esculturas del brasileño Sergio de Camargo. Camargo usa, para cubrir la superficies de
sus obras, pequeñas unidades cilíndricas colocadas al azar e inclinadas, de manera que el plano en
el extremo del cilindro nunca está orientado frente al espectador. La obra en sí está generalmente
pintada de blanco, de manera que cada pieza se convierte en un intrincado juego de reflejos y
sombras. Aquí también, como en la obra de todos los artistas sudamericanos que he comentado,
parece haber un deseo de disolver todo lo sólido, todo lo pesado, en favor de un juego etéreo de
luz y color. Distancias, planos y formas se vuelven ambiguos. A pesar de ser físicamente masiva, la
obra parece ligera y flotante. Un efecto similar se puede observar en la obra del artista alemán
Günther Uecker quien usa púas o clavos para quebrar sus superficies, produciendo así un aspecto
diáfano, una superficie que no es verdaderamente una superficie.
Podría pensarse que la ingravidez, como parte de la tradición cinética, nos retrotrae hacia
Alexander Calder. Calder es un artista que, aun cuando aparenta ser de poco peso en casi todos los
sentidos, resultó tener una poderosa influencia en el arte de su época. Calder exhibió sus móviles
por primera vez en los años treinta -la idea original vino de un divertido y delicado circo de juguete
que había construido, pero los móviles en sí, con sus costados brillantemente pintados, conectados
por ejes y cables, parecen haber tomado una cantidad de ideas de las pinturas de Miró, hipótesis
confirmada por la naturaleza- Miró de los dibujos de Calder.
Pero había una diferencia importante -la disposición de las formas en un móvil de Calder es
siempre provisional, ya que cada chapa se mueve en una nueva relación con las otras. Las
posibilidades del objeto son, por supuesto, gobernadas por factores tales como los varios puntos de
equilibrio, el largo de los cables y el peso de las chapas. La caprichosidad organizada que produce
este sistema es una cualidad extremadamente característica del arte cinético de posguerra.
Además de hacer móviles, Calder construye lo que él llama estables, de los cuales algunos de los
más grandes no incorporan ninguna parte móvil. Son un eslabón inesperado entre la obra de
Calder y la de escultores como David Smith y Anthony Caro. Mientras tanto, Calder, aun en los
móviles, permanece considerablemente más inventivo que otros artistas que hacen esculturas,
empleando los mismos principios. Basta con comparar, por ejemplo, los móviles de Calder con las
piezas mucho más complicadas de George Rickey.
En lo que concierne a la mayoría de la gente, son los objetos provistos de un motor los que
parecen más nuevos y más fascinantes.
En realidad, las obras de arte accionadas por máquinas no son tan novedosas como parecen ser.
Aun si es innecesario traer a la discusión cosas tales como las fuentes de Versalles, la escultura
mecánicamente accionada es algo que se puede rastrear por lo menos hasta principios de 1920.
Tiene ascendencia tanto constructivista como dadaísta. Ya en 1920, Naum Gabo hizo una escultura
que consistía en una sola varilla vibrante. Duchamp y Man Ray, en el mismo año, produjeron el
"rotorrelieve", una plancha de vidrio circular que, al girar, formaba un diseño ilusorio.
El arte cinético de postguerra ha tenido a reflejar esta doble ascendencia. Los mecanismos
desvencijados de Jean Tinguely evidentemente deben mucho a las "composiciones mecánicas"
hechas por Picabia en la cumbre del período dada, en 1917-19 . Los dibujos de Picabia son
parodias, elegantemente sardónicas, de planos convencionales de ingeniería, diseños para
maquinas que nunca podrían funcionar. Uno está socarronamente dedicado "a la memoria de
Leonardo Da Vinci".
Las máquinas de Tinguely funcionan, pero apenas lo justo.
Gruñen y tiemblan y uno sospecha que a menudo tienen funciones y fallas que no fueron previstas
por el autor cuando las ideo originalmente. De hecho han sido roturadas "pseudomáquinas", porque
se mueven sin una función. O a veces tienen funciones que implican un comentario satírico.
Tinguely ha hecho máquinas que producen dibujos expresionistas abstractos, por ejemplo. Quizá la
más famosa sea la máquina autodestructiva que hizo para el Museo De Arte Moderno de Nueva
York en Marzo de 1960, y que provocó un famoso escándalo.
Desde las máquinas de Tinguely, algunas de las cuales en realidad se mueven por el piso, hay sólo
un corto paso a cosas tales como los robots deliberadamente desvencijados creados por Bruce
Lacey y Nam June Paik. Por ejemplo, Lacey declara que pretende que sus robots simbolicen el
compromiso humano en el moderno medio ambiente tecnológico.
Muy diferente de Tinguely, a pesar de que a menudo se lo asocia con él, es el artista griego Takis.
Allí donde Tinguely se burla de la torpeza de las máquinas y de las torpeza de los hombres al tratar
con ellas, Takis intenta explotar nuevas posibilidades tecnológicas.
Algunas de sus obras más interesantes son aquellas que emplean los principios del magnetismo. En
los Ballets magnéticos, por ejemplo, dos imágenes están suspendidas del techo por hilos.
En la base, un electroimán se conecta y desconecta con ritmo regular. Cuando está conectado,
atrae al polo positivo de uno de los imanes y rechaza al polo negativo del otro. Cuando está
desconectado, los dos imanes se atraen de uno a otro. Alternativamente, Takis usará un imán para
mantener suspendida, temblando en el aire, una aguja. Lo que es nuevo en estas obras es que no
existen como una forma , sino casi como una energía inmaterial. La función de las partes visibles
no es ser interesantes en sí misma, sino demostrar el efecto de esa energía. El punto quizá se
aclare más si no uno compara la obra de Takis con la del belga Pol Bury. Pol Bury pertenece tan
firmemente a la tradición surrealista, como Tinguely pertenece a la tradición del dada. Sus
máquinas tienen las partes móviles escondidas. Un crítico señaló el hecho de que la obra de Bury
es "deliberadamente desconcertante".
Sus Máquinas se revuelven cautelosamente, más que moverse en una manera muy decisiva o
positiva. Un conjunto de pequeñas esferas en un plano inclinado se entrechocan y se mueven hacia
a arriba con tironcitos casi imperceptibles, en vez de rodar hacia abajo como uno podría esperar.
Puñados de agujas o antenas ondulantes crujen al mismo tiempo. Sin embargo, el movimiento es
sólo parte de lo que la obra tiene que decir. Los más lentos tienen una presencia formal que nos
sorprende , aun antes de que nos demos cuenta de que, de hecho, se están moviendo. No ocurre lo
mismo con cualquiera de las invenciones de Takis cuando se desconectan.
Dada esta inclinación hacia lo inmaterial, parece inevitable que Takis hubiese debido experimentar
con luz. Sus famosas señales son luces intermitentes colocadas en los extremos de largas varas
flexibles; otro medio de expresar la fuerza de la energía que mueve al universo.
En general, la luz a sido el medio favorito de muchos artistas cinéticos. La forma en la que se
utiliza difiere ampliamente de un artista a otro. El alemán Heinz Mack, por ejemplo, usa una
mecanización del principio Moiré. Un disco que rota debajo de una superficie de vidrio transparente
y uniformemente ondulada hace ambigua a la propia superficie. No es tanto el movimiento en sí lo
que retiene nuestra atención, sino la lenta interferencia de los rayos de luz que se reflejan hacia
nosotros desde la parte de atrás; parecen atraídos hacia un vórtice, luego esparcidos hacia afuera
de nuevo. Por otro lado, el norteamericano Frank Malina, hace cajas de luz donde plantillas
coloreadas, constantemente cambiantes, seproyectan sobre una pantalla de plexiglás. El resultado
es una mera extensión de la abstracción libre: un cuadro que nunca llega a su estado final porque
está constantemente pasando por un proceso de metamorfosis.
Más imaginativa y más radical es la obra ofrecida por artistas tales como Liliane Lijn y Nicolás
Schöfer, a pesar de que estos dos están en agudo contraste el uno con el otro. La señorita Lijn es
una purista. Atrapa gotas de líquido bajo la tapa transparente de plexiglás de una mesa rotante.
Sobre ésta, volviéndose en sentido contrario a la rotación, hay una esfera o grupo de esferas de
plexiglás. El líquido atrapado en el disco está afectado por el movimiento de estos sólidos y se
rompe en dibujos que recuerdan a los que forman las limaduras de hierro bajo la acción de un
imán. Uno puede observar de cerca estos diseños ya que la obra está brillantemente iluminada.
Schöffer es un artista barroco. Su obra gira y destella, proyectando rayos de luz y refracciones
titilantes. Combina el movimiento de una pieza de escultura cinética con proyecciones luminosas
que extienden profundamente el movimiento en el espacio. La totalidad del volumen de aire que
rodea la escultura se convierte en una entidad ambigua. Schöffer, a veces, ha ido más lejos al
producir obras que reaccionan con la intensidad de la luz y con sonidos. También ha experimentado
notablemente con combinaciones de luz, movimiento cinético y música en la torre de luz y sonido
que construyó en la ciudad de Lieja (Bélgica), en 1961. Trabajos de esta clase parecen traducir a
términos contemporáneos los experimentos del Siglo XVII; algunos emprendimientos de Schöfer
son el equivalente actual de las máscaras ideadas por Ben Jonson e Iñigo Jones, para la corte de
los Estuardo.
De hecho, el arte cinético parece tener dos tendencias que a la vez se oponen y refuerzan una a
otra. Una es la tradición del espectáculo. Gran parte del arte cinético es "arte de exposición".
Sus ambiciones son ambientalistas. Pretende bombardear al espectador con nuevas experiencias.
Los más grandes triunfos logrados por los artistas cinéticos han tenido lugar en grandes
exhibiciones colectivas, tales como la de "Luz y Movimiento" que tuvo lugar en el Museo de Arte
Moderno en Paris en el verano y otoño de 1967. Aquí el mero número de artistas y la naturaleza
espectacular de algunas de las obras expuestas, tendería a disfrazar la extrema limitación de
muchas de las contribuciones individuales.
La otra tradición es la de la investigación científica o pseudo-científica, representada por el Groupe
de Recherche d'Art Visuel, fundado en París en 1959, como gesto de desafío hacia la moda
entonces triunfante de la abstracción informal. El grupo está en gran parte bajo la influencia de
Vasarely y particularmente afectado por su dogma de que el artista debe ser lo más anónimo
posible, de que la obra y no el individuo debe hablar. Yvaral, hijo de Vasarely, era miembro, pero
los dos artistas más conocidos asociados al grupo eran, probablemente, el argentino Julio Le Parc,
ganador del Gran Premio de la Bienal de Venecia en 1966, y el francés François Morellet.
Cualesquiera que sean las razones para esta falta de sofisticación técnica, las pretensiones de los
artistas cinéticos, en el sentido de que estaban produciendo "arte para la era tecnológica", deben
ser tomadas con pinzas. Sería más justo evidentemente, decir que el repentino surgimiento del
arte cinético en la década del cincuenta y a principios de la del sesenta, representaba una especie
de nostalgia por la tecnología, más que una presencia de la tecnología en sí. Siguió luego un
verdadero compromiso tecnológico, pero lentamente y con dificultad.
Ha habido uno o dos desarrollos más en las artes, que pueden considerarse en conjunción con el
cinetismo, a pesar de que no llegaron a ser precisamente la misma cosa. Uno es la tendencia a
comparar modelos científicos, macrofotografías y otros productos colaterales de la investigación
científica, con la obra de artistas contemporáneos, y pretender que las frecuentes similitudes que
allí se encuentran son argumentos para un parentesco entre las nuevas artes y las nuevas ciencias.
El problema está en que la similitud se encuentra más a menudo con los productos de los
abstraccionistas libres, que con los de cualquier artista con una declarada dedicación a la ciencia.
Lo que uno ve no es la influencia de la ciencia sobre el arte, sino la de los artistas sobre los
científicos. Las más bonitas macrofotografías carecen a menudo de sentido desde un punto de vista
estrictamente científico, y la razón para tomarlas es estética. El arte a enseñado al fotógrafo a
mirar su tema de una cierta manera, ha hecho de su apariencia algo con significado para él. Una de
las más prominentes características de la historia de la fotografía es la tendencia del hombre que
está detrás de la cámara, a ser influido por cualquiera que sea el estilo de pintura dominante en
ese momento. Es así como las fotografías tomadas por los fotógrafos del círculo de los
prerrafaelistas, tienden a ser similares a las pinturas de Rossetti o Millais.
Otro aspecto de la relación entre el arte y la ciencia ha sido representado por el "arte de
computadora", experimentos hechos para descubrir qué se podía programar en las computadoras
para que éstas lo hiciesen, y también qué se les podía persuadir que hiciesen si ciertos elementos
se introdujesen al azar en la programación. Hasta dónde una computadora puede realmente hacer
arte es una cuestión en discusión. Una autoridad en la materia dice: "la computadora es usada
como una herramienta para el espectador y artistas; no produce arte, pero es usada para
manipular pensamientos e ideas que podrían llamarse arte". Lo que produce en el presente,
ciertamente, en el campo de las artes visuales en oposición al de la música, tiende a ser sin
interés.
El comentario del Dr. Johnson referente a una mujer predicando parece aplicable en este caso: no
es que la computadora lo haga bien, sino que es sorprendente que lo pueda hacer.
Existe, sin embargo, la posibilidad de que el interés por las computadoras extienda eventualmente
las capacidades del artista visual, al forzarlo a pensar de nuevas formas. Al analizar las ideas, de
manera de que puedan alimentar a la máquina, el artista está efectuando un proceso de
pensamientos más rigurosos que aquel al cual quizás esté acostumbrado. Una vez programada, la
computadora efectúa los procesos que se le han pedido que haga con una lógica sin falla. Puede
hacerse que la misma presente tantas alternativas diferentes como las que desee el usuario, y los
análisis del producto terminado pueden almacenarse para su futuro uso. Como herramienta para
ahorrar trabajo, la computadora abre un campo mucho más amplio en las operaciones en las que
interviene el azar, simplemente porque trabaja mucho más rápidamente y con mucha más
seguridad que la que el artista puede esperar de él mismo. En este sentido, puede decirse que la
computadora extiende la idea de libertad, que se encontraba en la obra de artistas tales como
Pollock y Louis, a la esfera intelectual así como a la física. Pero la totalidad de sus potencialidades
no será probablemente comprendida hasta tanto el operador pueda sentirla como parte de una
extensión de su propia mente, así Pollock consideró a la pintura y a la tela, trapos y pinceles, como
extensiones de su propio cuerpo.
Arte conceptual, entornos y happenings
por Paola L. Fraticola
En consecuencia, la respuesta es menos precisa que lo que uno querría, pero la dirección
indicada es clara: hubo un cambio de la atención desde la concreción física hacia la "idea" del
arte. A menudo se ha supuesto que la propia concreción ya no tiene gran importancia: unas
pocas declaraciones en un pedazo de papel servirán del mismo modo que una obra producida
por los métodos tradicionales y en materiales tradicionalmente aceptados.
Aun aquellos artistas que continúan haciendo escultura o pintura sobre tela han sido afectados
por la nueva manera de pensar, ya que la obra de arte puede ser vista esencialmente como el
plano de un proceso de pensamiento, una reseña visible de todos los pasos que han sido
necesarios para lograr un determinado resultado final.
La corriente principal del arte conceptual, sin embargo, trata de alejarse lo más posible de la
idea establecida de cómo debe ser una obra de arte. Un dirigible plateado tamaño natural,
obra de Panamarenko, llenó un gran salón en la Documenta de Kassel en 1972. Panamarenko
está obsesionado con las máquinas voladoras, pero principalmente con aquéllas de los
primeros días de la tecnología de la aviación. Inventa nuevas variantes de éstas, pero
aparentemente sin la esperanza de verlas ir por los aires. Está contento con que sean
presentadas al espectador como una fuente de experiencia estética. A menudo, parece sentir
que los dibujos o planos pueden servir igual que el propio objeto.
Curiosamente, una de las rutas por la que los artistas han llegado a actividades de este tipo
es a través de una exageración del tamaño físico y la presencia de la obra. No contentos con
que el espectador revise lo que hacen en conjunto, desde una distancia
elegida por sí mismo, han creado el entorno-que-todo-lo-abarca. El entorno, en su forma más
simple y básica, está representado por las cuatro chapas de acero de Richard Serra, apoyadas
sobre sus bordes como para dividir el espacio de una habitación grande. (Latotalidad ilustrada
en la foto no puede ser observada por nadie que esté en el cuarto.) Lo que hicieron fue
modificar el espacio, de manera que no había ya ninguna posición desde donde éste se
pudiese experimentar en su totalidad.
El Concepto del entorno es muy anterior a la década del setenta.
Quizá los más celebrados ejemplos en la historia inicial del arte moderno fueron las sucesivas
Merzbauten (Construcciones Merz), creadas por el artista dadaísta alemán Kurt Schwitters, la
primera de las cuales se hizo en su casa en Hanover desde 1920 en adelante.
Con la llegada del pop art, el medio ambiente tomó una nueva y especial importancia. Había
varias razones para esto. Una era que el pop se especializaba en lo "dado", lo que llevó a los
artistas a experimentar con la reproducción literal de la realidad. Las obras más ambiciosas de
Edward Kienholz entran en esta categoría. Estaba, también, el gran interés de los artistas por
los fenómenos de la cultura popular, entre éstos, experiencias como pasatiempos y
espectáculos de parques de diversión; el "Túnel del Amor", por ejemplo. Pero lo más
importante de todo era la creciente insistencia de
que todos los sentidos del espectador debían comprometerse, que la obra de arte debía ser
considerada no tanto como un objeto para ser tomado y retenido, sino como un mecanismo
para producir una sensación particular, o una serie de sensaciones.
La cuestión ya no era más " ¿qué es?" sino " ¿cómo debo reaccionar ante esto?".
Muchos artistas pop, incluyendo a Jim Dine y Claes Oldenburg, estuvieron mezclados con los
happenings. Quizás el más recordado de todos los eventos de Nueva York en este período sea
El accidente automovílistico de Jim Dine, que se representó en la Galería Reuben en
noviembre de 1960. Las fases sucesivas (que duraron como veinte minutos en total) eran una
alegoría de las palabras del título.
En los Estados Unidos, la moda de los happenings decayó, no sólo a causa de que los propios
eventos perdieron su novedad, sino porque su papel les fue gradualmente robado por el teatro
experimental o teatro-fuera-de-Brodway. Éste adoptó no sólo muchas de las técnicas, sino
también el nuevo ethos que los happenings ayudaron a crear. En general, desde principios de
la década del sesenta, la narrativa ha jugado una parte cada vez más pequeña en el teatro de
avant-garde e igualmente ocurrió con la creación de carácter. Estos cambios brotan del arte
contemporáneo.
Muy bien podría haber sido el mayor conservadorismo de las actitudes culturales en Europa el
que hizo que, a pesar de que los happenings dejaron súbitamente de estar de moda en
Norteamérica, hubiera un surgimiento del entusiasmo por ellos a través del Atlántico, donde
se los describió generalmente como "eventos". Los países donde había quizá más actividad
eran Inglaterra, Alemania y Austria. Fuera de Europa, se crearon eventos espectaculares en
Japón.
Los espectáculos montados por los europeos diferían en muchas maneras de los happenings
norteamericanos que les precedieron.
Eran más abstractos, menos específicos incluso que sus predecesores.
Gran parte de su energía iba a la exploración de situaciones extremas. A veces,
evidentemente, los artistas que tomaban parte en ellos parecían concentrarse en una
búsqueda desesperada de lo inaceptable, de algo que los devolviese a la posición de rebeldes
y enemigos de la sociedad. Al mismo tiempo, estos eventos europeos eran marcadamente
más intelectuales que lo que se había hecho en los Estados Unidos. Había menos disposición
para considerar esta forma de actividad como un mero retozo en el mundo del arte.
En Inglaterra es típica la obra de Stuart Brisley, que combina imágenes de distanciamiento
con otras que parecen preparadas para provocar rechazo o náusea. Al mismo tiempo, el
artista está atado a varias limitaciones físicas. La actuación se vuelve algo que el participante
debe forzarse a aguantar y el espectador, naturalmente, es
consciente de esto. Para un evento, Brisley pasó muchas horas casi sin moverse en un baño
lleno de agua y vísceras de animales.
La obra aún más extrema, violenta y terrorífica pertenece a varios miembros del Grupo Viena
en Austria; entre ellos Hermann Nitsch, Otto Muehl, Günther Brus y Rudolf Schwarzkogler.
Muchos de sus eventos y acciones son irrefrenadas expresiones de fantasía sadomasoquista.
Nirsch ha pretendido que toma sobre sí "lo aparentemente negativo, desabrido, perverso y
obsceno, la pasión y la histeria del acto de sacrificio de manera que USTED se evita el
desdoroso, vergonzoso descenso hacia el extremo".
Esto, válido o no, es un ejemplo de la aspiración hacia la intelectualidad, desconocida para los
realizadores norteamericanos de happenings de principios de la década del sesenta.
El polo opuesto a la obra de este tipo estaba representado por el Estilo Bonito, la actitud
estudiada, y las "performances" de los ingleses Gilbert y George.
Recientemente lograron una tremenda reputación con una pieza llamada Escultura cantante,
que se repitió muchas veces en diferentes lugares. La presentación era en extremo simple, los
dos ejecutantes, con manos y caras doradas, se paraban
en un pedestal y hacían mímica con una grabación de la canción de comedia musical "Bajo los
arcos", La idea, si había alguna, era la preocupación por el estilo y la elegancia, El estilo era
arrancado de su contexto y examinado como una entidad separada, Se escudriñaba también
la noción de trivialidad, y, finalmente, se presentaba
la cuestión de la división, o la falta de ella, entre el creador y lo que creaba, Gilbert y George
se describían a sí mismos como "esculturas vivientes" y hay más de una implicación en el
hecho de que todo lo que hacen deba ser considerado como arte,
Un artista que parece tener un propósito muy similar al de estos dos ingleses, a pesar de que
en otros aspectos es muy diferente, es el alemán Joseph Beuys. De todos los ejecutores de
eventos y acciones, Beuys quizá sea el más discutido. Después de su actuación en la Segunda
Guerra Mundial, como piloto de Stuka, fue estudiante de ciencias naturales y luego se dedicó
al arte. Su actividad cubrió un amplio campo, pero apuntando gradualmente a la personalidad
del propio artista. Desde trabajos emblemáticos, tales como Fetteke, o esquinas gordas,
donde la energía plástica amorfa se casaba simbólicamente con la geometría de los ángulos,
progresó en la creación de eventos que involucraban extraordinarias proezas de resistencia
mayores que las realizadas por Brisley. En una de ellas el artista se paró sobre una caja
durante veinticuatro horas seguidas, ejecutando varias acciones complejas al alcance del
brazo, habiendo ayunado previamente varios días.
Sin embargo, Beuys no estaba satisfecho con el distanciamiento que esta clase de actividad le
imponía. Por lo tanto, en 1967 formó una organización política radical, pero no comprometida:
el Partido Estudiantil Alemán. Gradualmente, su principal forma de actividad artística empezó
a ser la exposición de sus enfoques políticos, pero a menudo, todavía, con un museo como
escenario. En 1972, cuando se lo invitó a tomar parte en una exposición en la Tate Gallery,
pasó un día explicando sus puntos de vista políticos a una numerosa y atenta audiencia. En el
mismo año, en Kassel, tenía una oficina especial abierta a todos los visitantes, en la planta
baja de uno de los edificios de la exposición, y se enfrascaba en diálogos con cualquier
visitante a quien le interesase discutir con él o interrogarlo.
En sus recientes contactos con el público, Beuys parece sugerir que el arte, y la intención de
hacer arte, están fuera de lugar actualmente y son obstrucciones más que refuerzos para la
comunicación de ideas.
El reemplazo del objeto por la idea a veces ha sido justificado con razones tecnológicas. Se ha
argumentado, por ejemplo, que el video es el medio artístico del futuro y que la traducción del
arte a términos electrónicos impone su propia marca de desmaterialización. De hecho, la
experimentación en este campo ha tomado tres diferentes direcciones. En primer lugar, está
lo que podríamos describir como el aburrimiento del video, una continuación de los
experimentos hechos por Andy Warhol en algunas de sus películas.
Una pieza de Gilbert y George, Gordon nos emborracha, con las palabras del título repetidas
indefinidamente en la banda de sonido, puede tomarse como ejemplo. En segundo lugar están
las cintas grabadas que muestran la distorsión y transformación de la imaginería.
Éstas parecen ser el próximo paso hacia adelante del arte cinético y, en particular, de las
cajas de luz de Frank Malina. Finalmente, hay una especie de video que se escapa de todas
las emisiones estéticas y se presenta como una variante de los programas disponibles en la
televisión "oficial", una plataforma para portavoces radicales y grupos minoritarios. Uno se
pregunta por qué el video de este tercer tipo, que en realidad está comprometido con la
polémica y con la información, desea rotularse "arte" y por qué las galerías de arte son
lugares apropiados para exhibirlo. Pero entonces uno se pregunta también, por qué Beuys
piensa que una galería de arte es un lugar apropiado, y por lo menos un eficiente mecanismo,
para diseminar una nueva filosofía política.
El arte conceptual "puro", arte sólo de declaraciones, o arte donde se pide al público que
encuentre su satisfacción siguiendo al creador paso a paso en su proceso de pensamiento, sin
pedir a éste que tome una forma más concreta que palabras o diagramas en papel, parece
también sufrir de esta forma de impropiedad en un grado aun más fuerte. Evidentemente, la
naturaleza pública de una exhibición artística muy a menudo parece inadecuada para lo que
está siendo hecho por el artista conceptual. Partiendo del uso deliberado de materiales y
técnicas "inapropiadas", como en el caso
de Dubuffet, el arte del siglo xx ha progresado hasta un deliberado desajuste con los medios
de expresión y con el marco dentro del cual existe.
En parte, por lo menos, esto parece una inevitable consecuencia de las transferencias de
interés desde el objeto artístico hacia el artista. El artista moderno desea estacarse cada vez
más como su mejor y más auténtica creación.
El ingenio que brilla en Soy un verdadero artista, por el conceptualista británico Keith Arnatt,
parece ejercido a expensas de la profesión que ha elegido. Mientras propone
la cuestión de una definición válida de la realidad -como se pretende que haga-, propone más
peligrosamente la cuestión de una válida definición del arte.
Si todos los valores residen en la personalidad del artista, que logra un momento de
autorreconocimiento, y entonces le está permitido hacer cualquier demanda que desee al
público, ¿entonces no podemos protegernos de la charlatanería? Éste es un temor que ha sido
expresado miles de veces desde el comienzo del movimiento moderno, pero nunca ha
parecido tan válido como ahora.
Hay culturas, por supuesto, en las que ciertos individuos tienen la cualidad, el mana, y no se
les pide más que eso. Los filósofos budistas a menudo parecen tener justo ese tipo de relación
con los que los rodean. Pero, en conjunto, esas culturas tienen poco tiempo para el
"profesionalismo" como lo entendemos en Occidente.
Lo que ahora está en conflicto es la nueva visión que el artista tiene de sí mismo y la visión
que el público tiene de él, y la lucha se hace más aguda por el hecho de que el arte de la
extrema avant-garde, ahora se destaca por su casi total dependencia de la subvención
gubernamental. Se ha escapado del mercado para lanzarse sobre la misericordia de la
burocracia cultural. El atractivo público que tiene es el atractivo de la curiosidad. Puede ser
radical en política, pero es profundamente elitista en sus actitudes para con el público.
Pero, aceptados estos defectos, uno debe reconocer que el artista moderno continúa
explorando su propia humanidad y las posibilidades de la imaginación humana con admirable
y aun heroica persistencia. Algunos artistas se inclinan a proponer un veredicto
Completamente negativo sobre el futuro del hombre, pero la mayoría
todavía parece ver al arte Como expresión de fe en lo que le pueda suceder a la humanidad.
Objetos entre el arte y el diseño
ABEL FIGUERES
Uno de los fenómenos que se ha puesto de manifiesto en el mundo de las artes plásticas,
durante la década de los ochenta, ha sido una cierta recuperación de los objetos como tema,
motivo y medio de expresión. A menudo esta recuperación se ha convertido incluso en una
moda.
La aproximación al mundo objetual no es ninguna novedad en la historia del arte del siglo XX,
aunque últimamente muchos artistas —jóvenes y no tan jóvenes— han iniciado o decantado su
actividad, de una manera muy explícita, hacia la realización de objetos o hacia el entorno
objetual. A veces, esta última aproximación se ha hecho desde un punto de vista más bien
escultórico; otras, partiendo de las aportaciones y la estética del dadaísmo, del surrealismo, del
arte conceptual o del minimalismo; otras, por medio de todo tipo de montajes y de
instalaciones, y todavía otras, desde posiciones puede que más perversas, o tan sólo
superficiales —las más—, y como consecuencia de la resaca de aquello que se denominó
posmodernidad.
Pese a todo, las complejas relaciones que se establecen entre el «objeto de arte» y la ideología
dominante en la sociedad actual —consumo masivo, materialismo, producción en serie, estudios
de mercado, estandarización, etc. — son especialmente tensas y contradictorias.
Por otro lado, desde el área del diseño —y más concretamente del diseño de mobiliario y de
objetos de uso cotidiano— se ha dado un fenómeno que podríamos considerar inverso. Nos
referimos al hecho de diseñar (?) objetos carentes de funcionalidad o que, como mínimo, la
tienen muy reducida. Objetos que, en unos casos, tienen un plus exagerado de esteticismo y de
decorativismo o que, en otros casos son sólo el producto de una acción o un pensamiento
especulativos y/o experimentales mucho más cercanos a una actividad artística libre que a una
de diseño proyectual y metodológico.
La cultura del simulacro ha llevado consigo, como consecuencia y de forma inevitable, otras
imágenes, otros símbolos y, por tanto, otros objetos. Imágenes, símbolos y objetos que
responden a una demanda y a una necesidad de los poderes fácticos —económicos, políticos,
sociales— para objetualizar y visualizar aspectos más bien intangibles de las relaciones sociales.
Lo cierto es que, como indica Baudrillard,
de pronto, ha entrado en escena otra figura del poder, la de la demanda colectiva de signos de
poder.1
En nuestro país es interesante observar cómo uno de los más grandes consumidores de
«diseño» han sido las instituciones públicas, los poderes políticos, los locales destinados al ocio
y las grandes empresas monopolísticas. Exactamente como si estas instituciones fuesen las más
necesitadas de cultura del simulacro y a la vez, las más conscientes de esta necesidad.
Hay que tener en cuenta, pues, que éste es también el sustrato donde aparecen muchos de los
objetos que se encuentran en el diseño.
La historia de los objetos en el arte contemporáneo tiene ya una larga tradición. Dejando de
lado la escultura —entendida como el producto de la acción de ejecutar, modelar o construir
obras tridimensionales—, la aparición de diversos «objetos», fragmentos, bibelotes o máquinas
que devienen obras de arte —más bien por el hecho de utilizar canales y medios artísticos que
no por sus características—, es reconocida, como mínimo, desde principios de siglo.
Desde los ready-made de Duchamp o la estética de los constructivistas soviéticos —que quería
alcanzar tanto las artes plásticas como el diseño en general— hasta los specific objects de
Donald Judd o las máquinas absurdas de Jean Tinguely, han sido muchos los artistas que se
han servido de los objetos, que los han manipulado o que los han querido redefinir.
Últimamente este hecho se ha acentuado de forma exagerada. Ello ha obligado a la crítica a
buscar definiciones y conceptos que intentasen ajustarse a las nuevas actividades y a los
nuevos comportamientos.
La utilización de los objetos como pretexto es la consecuencia del alud de todo tipo de
esculturas que hemos vivido durante los últimos años. Un alud que lleva implícitas una enorme
pluralidad y una gran cantidad de manifestaciones distintas y, a veces, innovadoras, que nos
han llevado a utilizar el término de «nuevos comportamientos escultóricos».
Estos nuevos comportamientos hacen referencia a cuestiones que hasta ahora habían estado
excluidas de la práctica escultórica tradicional; práctica que ha fracasado
Lo cierto es que cada vez es más grande el número de experiencias artísticas que están
vinculadas a la tridimensionalidad y al espacio, que centran su atención en el entorno de la
presencia del objeto.
Objetos descontextualizados y desfuncionalizados
Una de las formas de actuación que ha caracterizado el arte de nuestro siglo y uno de los
métodos que han utilizado los artistas —como mínimo a partir del ready-made de Duchamp—
ha sido el de la descontextualización de los objetos.
Roue de bicyclette (1913), Porte-bouteilles (1914), In advance of the broken arm (1915) o
Fontaine (1917), de Marcel Duchamp, son objetos que no han sufrido ninguna transformación
ni manipulación. Tan sólo la colocación en el espacio y la presentación en un contexto diferente
de lo habitual los han cargado de nuevos significados artistificándolos mediante la voluntad del
artista.
Algunos de los artistas actuales basan su lenguaje personal precisamente en esta
descontextualización y desfuncionalización de los objetos, aunque a menudo el objeto en
cuestión, ha sufrido alguna manipulación.
Carrelage + siége roulant (1990), de Jean-Pierre Raynaud, por citar alguna, es una pieza en la
que se puede ver una silla de ruedas de enfermo —como las utilizadas en hospitales— plegada,
pintada de rojo e incrustada en un encofrado de madera recubierto de cerámica blanca. El
objeto utilitario ha sido desprovisto de su función y «enmarcado» a la manera de una obra de
arte.
Esto nos hace pensar —y demuestra una vez más— que cualquier objeto puede ser artistificado
si lo desproveemos de su vertiente funcional.
Son muchos los artistas contemporáneos que trabajan a partir de los objetos, con los objetos o
desde los objetos descontextualizándolos, y muchas las obras que nos podrían servir de
ejemplo. Por citar unos cuantos nombres mencionaremos tan sólo a Arman, John Armleder,
Richard Artschwager, Ashley Bickerton, Robert Gover, Mike Kelley, Bertrand Lavier, Alian
McCollum, Cady Noland, Claes Oldenburg, Daniel Spoerri, Haim Steinbach, Krzysztof Wodiczko,
etc. Más adelante nos referiremos a la obra de alguno de ellos.
Si tradicionalmente los diseñadores habían tenido en cuenta la función como una de las
características principales del proyecto de diseño y por tanto del objeto, los artistas han
convertido el objeto en una obra de arte extrayéndole su funcionalidad.
Como dice Ann Hindrytot —refiriéndose a los artistas— en este caso, «el acto creador central es
la apropiación del objeto "exterior"».4 Esta apropiación y el consiguiente desplazamiento es lo
que da una nueva significación a la obra. La descontextualización, por tanto, lleva implícito el
cambio de significado y de contenido.
Uno de los objetivos históricos principales del diseño industrial era la elaboración de productos
que satisficieran las necesidades del consumidor. Se trataba, por tanto, de proyectar objetos
que se distinguieran tanto por sus cualidades como por su funcionalidad.
De todos es sabido que en el contexto de la conducta social del hombre acontecen dos formas
distintas de relaciones humanas. Una se desarrolla a través de la conducta (palabra, gesto,
etc.); la otra por medio de objetos. Esta última puede ser considerada, pues, una relación
indirecta. Por tanto. Los objetos de diseño industrial, desde el punto de vista tradicional, ya
formaban parte de las relaciones indirectas entre las personas.
Pero en la actualidad, en la sociedad postindustrial —allí donde los hay—, los valores
funcionales han cedido protagonismo a los valores simbólicos y al decorativismo, y los objetos
funcionales han sido sustituidos por sus símbolos. Estos se han convertido, consecuentemente,
en símbolos de relaciones indirectas entre las personas. Todo esto no es más que un ejemplo
de la sofisticada esquizofrenia de las sociedades postindustriales.
Uno de los fenómenos que también ha contribuido a esta situación es el que podríamos llamar
el fracaso del diseño industrial. Un fracaso que hace más de dos décadas los observadores más
críticos ya habían denunciado y explicado.
Hoy se impone una crítica radical; el proyecto del diseño industrial ha fracasado, en primer
lugar porque su programa nunca fue explícitamente político y anticapitalista, y también porque
los artistas fueron los primeros en sabotearlo, al no estar dispuestos a convertirse en técnicos
proyectistas, renunciando a la inspiración y sustituyéndola por el método, renunciando a la
escuela y sustituyéndola por el mercado.5
La supeditación a las leyes del mercado y del consumo masificado es, para Giulio Cario Argan,
una de las causas principales de la situación que ahora vivimos. Este consumo masificado ha
comportado ciertos fenómenos negativos que se han convertido en habituales protagonistas de
la escena.
Los fenómenos negativos del styling y del kitsch no son en ningún caso rarezas o desviaciones,
sino que ocupan todo el campo fenoménico del diseño industrial.
Además, el diseño cada vez más es un espectáculo y una noticia, algo que sirve para divertir al
personal y para llenar las páginas de numerosas revistas que dedican más espacio a los
anuncios, a la publicidad y a la promoción que a los comentarios, a la información o a la crítica
(wbat is that) del diseño.
Por eso es lógico pensar que
A esta situación, hay que añadirle otro de los fenómenos que más ha contribuido a la
difuminación de fronteras y al mestizaje objetual. Nos referimos a la llamada «posmodernidad»
y a los también llamados «diseño experimental», «diseño radical», etc.
Es evidente que en la cultura del arte y el diseño actuales los límites han entrado en crisis y se
han desdibujado las fronteras entre las disciplinas.
El diseño experimental de los años ochenta ha optado por situarse en aquello que, desde un
punto de vista geopolítico, podríamos definir como la frontera. En la frontera se puede aceptar
la diversidad, que es la base de cualquier eclecticismo, pero eso también puede significar un
revoltijo y una confluencia considerables.
Situarse en la frontera ha permitido al diseño contemporáneo escabullirse de los límites
restrictivos del funcionalismo descarnado, pero también lo ha abocado a una situación confusa,
efímera, trivial y heterogénea en la que la moda se ha convertido en un concepto omnipresente
y casi en una dictadura, paradójicamente, uniformadora.
Bares, tiendas y locales «de diseño», revistas y «movidas» diversas han hecho circular por el
mundo del diseño de nuestro país algunos de los postulados básicos de la posmodernidad: la
desideologización, la singularidad, la fragmentación, el simulacro, la apariencia, el juego por el
juego, la ahistoricidad, el transvanguardismo, la copia, el eclecticismo, el decorativismo, la
interdisciplinariedad, el acriticismo, etc.
Los diseñadores han pasado a ser artistas y se han dejado llevar por la fiebre de la originalidad
caprichosa y de la ocurrencia pueril.
Fue la fórmica la que dinamitó todo. Fórmica, el gran horror de nuestra época, que de golpe
empezó a gustarme porque ya estaba harto de mirar toda esta madera tan bella... No había
color en absoluto y era muy dura y brillante, de manera que era un cuadro que representaba
un trozo de madera. Si haces alguna cosa con aquello que coges, entonces tienes un objeto y
un cuadro de alguna cosa al mismo tiempo.9
Las obras de Artschwager recuerdan a los muebles tradicionales, pero sólo son un simulacro, un
símbolo de los mismos. El símbolo de un objeto que no tiene la función que su aspecto visual
parece anunciar.
Las mesas y las sillas de Artschwager no se parecen exactamente a ninguna mesa ni a ninguna
silla del mundo real a pesar de que su aspecto nos hace deducir que se trata de mesas o de
sillas. Por un lado te invitan a utilizarlas, pero por otro, rechazan esta acción. Si nos fijamos
bien observamos que son un poco demasiado altas o demasiado bajas, que son muy relucientes
y compactas, que no dejan espacio para las piernas, etc. Entonces nos damos cuenta de que se
trata de simulacros de mesa o de silla y que son más bien sus símbolos aunque éstos sean
tridimensionales.
El Vehículo podium, el Vehículo de los vagabundos (Homeless vehicle) o el Poliscar son algunos
de los «diseños» que Wodiczko ha pensado para aquellos que, precisamente, no pueden hacer
encargos profesionales porque no tienen capacidad económica aunque sí tienen evidentísimas
necesidades básicas y vitales de cierto tipo de objetos.
El Vehículo podium (1977-79) es un tipo de pulpito con ruedas impulsado por un motor
eléctrico que sólo se mueve en una dirección. Está pensado para facilitar el trabajo de los
oradores espontáneos que quieren hablar en público y que han de ir a la búsqueda de sus
oyentes. La intensidad de la voz del orador controla la velocidad del vehículo.
El Vehículo de los vagabundos (1988-89) está diseñado para cubrir las necesidades de cobijo de
los indigentes. Como indica el propio artista, «pretende ser de utilidad al significativo número
de individuos que, según todas las previsiones de futuro, continuarán empujados a llevar una
vida nómada dentro del entorno urbano».10
De este vehículo se hicieron cuatro variantes que diferían en los materiales de construcción y en
algunas características y mejoras técnicas. Fueron aprobados, utilizados y presentados
públicamente en diferentes calles, parques y plazas de Nueva York (Manhattan, Brooklyn, etc.)
y Filadelfia.
El Poliscar, otra propuesta para los que no tienen hogar, puede ser utilizado a la vez como
hábitat, caseta de vigilancia y medio de transporte y comunicación. Su chasis permite la
transformación del vehículo adoptando tres posiciones: la vertical, indicada para desplazarse
por la ciudad y dos posiciones horizontales, una para conducir y otra para descansar o dormir.
El Poliscar está pensado también para que los que no tienen vivienda puedan aprender y
desarrollar estrategias y nuevas técnicas de comunicación, algunas de las cuales ya han sido
utilizadas por los squatters, para protección, entre otras cosas, ante las acciones de desahucio
de la policía de Nueva York. Por eso están equipados con transmisores de onda corta y
conexiones de vídeo.
En la exposición que el artista polaco hizo en la Fundado Antoni Tàpies de Barcelona el verano
de 1992, presentó por primera vez en público un nuevo «diseño»: el Xenobáculo (Alien staff).
El Xenobáculo es un objeto que
se parece a la vara del pastor bíblico y al bastón burgués del siglo xviii. Está equipado con un
pequeño monitor de alta tecnología y un altavoz minúsculo. Además, va acompañado de un
video, unas baterías y un walkie-talkie o un transmisor de onda corta que lleva el usuario
dentro de una mochila especial. Las reducidas medidas del monitor, el hecho de que se
encuentre a la altura de los ojos y la proximidad a la cara del usuario son aspectos significativos
del diseño. La pequeña imagen de la pantalla atrae la atención de la gente y provoca que se
acerquen al monitor —y, por tanto, a la cara del usuario—, y así se acorta la distancia habitual
respecto al inmigrante, al intruso.11
Por todo lo que hemos mencionado anteriormente, estamos de acuerdo con Yves Michaud
cuando asevera que
es imposible decir qué actividad desarrolla Krzysztof Wodiczko: ¿es diseñador de objetos
utópicos?, ¿inventor de productos de consumo futuristas?, ¿activista político?, ¿filósofo
perturbador?
Y compartimos su deducción cuando concluye que sólo el mundo del arte podía acoger en sus
márgenes a este desplazado.12
Los instrumentos y los vehículos de Wodiczko se encuentran entre las imprecisas fronteras del
arte y del diseño y se caracterizan por su fuerte carga de compromiso social y político.
Inciden de Heno en una de las profundas heridas y de los déficit del diseño comercializado: la
dependencia —mediante el encargo y el pedido— de los intereses del cliente y del mercado,
con lo que, en la mayoría de los casos, el producto diseñado se convierte en un signo de
ostentación, en un distintivo de clase social y/ o en un símbolo de poder.
La obra, los conceptos y las propuestas de diseñadores italianos como por ejemplo Alessandro
Mendini o Ettore Sottsass han sido de una importancia capital para la historia del diseño de las
últimas décadas y han representado un bache y una provocación.
Alessandro Mendini (Milán, 1931) es conocido como arquitecto, ideólogo y teórico del diseño,
pintor, diseñador de muebles, objetos e interiores, editor de publicaciones como Casabella,
Modo, Domus, Olio, etc. Sus diseños forman parte de las colecciones permanentes del Museo
de Arte Moderno de Nueva York o del Centro Georges Pompidou, de París. A lo largo de su
carrera ha fomentado y ha formado parte de colectivos como Global Tools, Memphis, Alchimia,
Nuova Alchimia, etc.
Sus ideas y posiciones estéticas se han convertido en manifiestos, como en el caso de The
manifesto of farewells (El manifiesto de las despedidas).13
Mendini es otro de estos individuos que navega a gusto y de manera divertida por aguas
turbulentas y confusas entre el arte y el diseño. Hasta le gusta confundir las dos formas de
expresión en lo que podríamos denominar «arte-diseño» o «diseño-arte».
Para Mendini el decorativismo es imprescindible y excitante. Puede ser por eso que cree que
una de las mejores vías de comunicación de su concepto de la vida es diseñar muebles. Los
muebles y los objetos de Mendini son irónicos, divertidos, sensuales, contradictorios,
especulativos, iconoclastas y, en muchos sentidos, artísticos.
Pero hablar de Mendini nos llevaría a referirnos a creadores que generalmente todavía se
considera que se encuentran dentro de la órbita del diseño. Y eso nos obligaría a entrar de
lleno en el mundo de los «diseñadores», lo cual habíamos dicho con anterioridad que
intentaríamos evitar. En otra ocasión nos extenderemos más a gusto. De todas formas no
hemos podido evitar hacer como mínimo alguna referencia.
El artista norteamericano Alian McCollum (Los Ángeles, 1944) se ha dedicado desde 1977 a la
investigación de la obra de arte en lo que concierne a la función que ésta alcanza dentro del
comportamiento del sistema social, reflexionando sobre el status del objeto artístico y del arte
en la cultura contemporánea.
McCollum plantea en su trabajo la disyuntiva y la confrontación entre el arte en serie y la obra
única, entre la producción masiva y el disfrute individual. La reflexión alrededor de la función, el
significado y el valor del arte en nuestra sociedad son sus temas preferidos.
Las relaciones entre arte y artesanía, la producción industrial y masiva de objetos y la tensión
que se produce entre cultura y medios de comunicación de masas también son temas que se
derivan de la contemplación de sus obras.
El arte de McCollum se caracteriza por una peculiar manera de utilizar la seriación como método
de trabajo. La mayoría de sus trabajos en serie y de sus planteamientos inciden en la
objetualización de las piezas. Este es el caso, por ejemplo, de los Plaster surrogates
(Substitutos de yeso), los Perfect vehicies (Vehículos perfectos) o los Individual works (Obras
individuales).
Los Individual works aluden más directamente a la producción en masa aunque no han sido
realizados por medios de producción automatizados.
Se trata de objetos pequeños —entre cinco y ocho centímetros— y manipulabas que no hacen
referencia a ninguna función. Cada uno ha sido realizado mediante la combinación aleatoria de
150 moldes, cuyas formas han sido tomadas de objetos o fragmentos de objetos de la vida
cotidiana, No hay dos iguales, aunque la multiplicidad y la aparente similitud den la sensación
de que han sido producidos en serie.
(In)conclusiones
(algunas conclusiones inconclusivas)
Nada más lejos de la voluntad de quien escribe —por imposible— que pretender extraer
conclusiones de una situación escurridiza, heterogénea, compleja, abierta y confusa como ésta.
Cualquier conclusión que se intentase extraer en estos momentos sería inconclusiva porque
estamos inmersos (y sumergidos) en esta problemática.
Únicamente a modo de inconclusiones o de conclusiones inconclusivas, querría mencionar
algunos aspectos o conceptos dialécticos que se encuentran en el centro del huracán objetual.
Nos referimos al acriticismo frente al espíritu crítico, a la teoría o a la práctica aisladas ante la
praxis, a la dependencia del mercado versus la independencia del mercado, a la masificación
enfrentada a la individualidad, al afuncionalismo versus la funcionalidad, al diseño industrial o
postindustrial ante el diseño ecológico, etc.
Pero probablemente en la base de toda esta problemática se encuentra la falta de crítica sobre
la situación que nos rodea.
El acriticismo es una de las características imperantes del momento actual tanto en el campo de
las artes como en el del diseño en general. Por tanto, se pone de relieve la necesidad de
reflexionar sobre las ideas y los objetos que nos ha dejado el postmodernismo en general,
sobre el culto a la trivialidad y al decorativismo, sobre el cinismo, sobre los trans, los neo y los
post, si no se quiere caer en la trampa de fomentar un academicismo de la post modernidad y
de la trivialidad.
El mismo Alessandro Mendini criticaba recientemente el hecho de que muchos jóvenes
diseñadores con dificultad mostraban divergencias en lo referente a los intereses con el mundo
financiero al mismo tiempo que prevenía sobre la necesidad de ser crítico.15
No podemos olvidar que —aunque parezca chocante— cuando todo vale, cuando no importa lo
que se piense o lo que se haga porque todo es engullido por el mercado y por el consumo, la
mayoría de las cosas no suelen valer nada. Desde este punto de vista, la blandura conceptual
no parece en absoluto una metodología de futuro, sino una reacción frente al pasado.
Como dice de forma acertada Baudrillard, «el momento crucial se da en la transición desde
unos signos que disimulan algo a unos signos que disimulan que no hay nada».16
Y cuando detrás de los signos y de los objetos no hay nada, el recurso a la trivialidad deviene
patético y el afuncionalismo llega a lo absurdo si, además, se utilizan los medios de producción
y de reproducción y de reproducción multiplicándose sus efectos.
Por todo lo anterior, pensamos que la reflexión y el espíritu crítico han de ser en estos
momentos los protagonistas de la escena si no queremos convertir todo en una mascarada
objetual o en un carnaval del «disseny »* es decir, del diseño sin seny y sin razón. Habrá que
ver, en definitiva, cómo evoluciona todo.
1. Jean Baudrillard, Cultura y simulacro, Editorial Kairós, Barcelona, 1987, 3ª ed., p. 53.
2. Jean Baudrillard, op. cit., p. 11.
3. Manel Clot, «Acerca del objeto como pretexto», Lápiz, n. 52, Madrid, 1988.
4. Ann Hindrytot, «Le moment de l'object», Artstudio n. 19, monográfico L'art el l'object, París,
1990, p. 22.
5. Giulio Cario Argan, «¿El diseño sirve a las masas?*, prólogo al libro de Tomás Maldonado El
diseño industrial reconsiderado, Ed. Gustavo Gilí, col. «Punto y Línea», Barcelona, 1977, p. 8.
6. Giulio Cario Argan, op. di., pp. 8-9,
7. Giulio Cario Argan, op. cit, p. 9.
8. Dan Cameron, L'art i el seu doble. Fundado Caixa de Pensions, Barcelona, 1986, p. 21.
9. Citado en «The Object: Still-life», de Jan McDevitt, Craft Horizons, septiembre-octubre,
1965, p. 54. Y vuelto a citar por Dan Cameron en L'art y el seu doble.
10. Krzysztof Wodiczko, «Projecte del vehicle dels sense llar», Krzysztof Wodiczko.
Instruments, projeccions, vebicles. Fundado Antoni Tàpies, Barcelona, 1992, p. 234.
11. Krzysztof Wodiczko, «El Xenobácul», Krzysztof Wodiczko. Instruments, projeccions,
vehicles, Fundació Antoni Tàpies, Barcelona, 1992, pp. 303-304.
12. Yves Michaud, «Perfecionament, pertorbació i desplaçament», en Krzysztof Wodiczko.
Instruments, projeccions, vehides. Fundado Antoni Tàpies, Barcelona, 1992, p. 3.5.
13. Ver Mudo, n. 29, Milán, 1980.
14. Jean Baudrillard, op. cit-, p. 95.
15. Daniel Capella, «Entrevista con Alessandro Mendini», ARDÍ, n. 20, Barcelona, marzo-abril,
1991.
16. Jean Baudrillard, op. at., p. 18.
* Diseño en catalán: disseny. Y además: combinación del prefijo de negación dis, y la voz
catalana seny equivalente a 'juicio, ponderación, cordura'. (N. del T.)
LA FOTOGRAFÍA DE MODA COMO MEDIO
ESPECÍFICOPARA LA DIFUSIÓN DE ESTILOS Y
TENDENCIAS EN EL PERIODO 1920-1950
1
Celia Martín Larrumbe . Universidad de Navarra
La Fotografía fue uno de los medios de difusión de tendencias y corrientes estéticas más
potente de la primera mitad del siglo XX. Se erigió como un medio esencial en la difusión de
tendencias estilísticas y corrientes estéticas, dada su polisemia y sus características técnicas.
Era un medio apto para ilustrar, crear o reproducir, por tanto, un instrumento particularmente
eficaz para comunicar.
Dentro del amplio campo de la Fotografía profesional, hay una especialidad que casi
constituye un subgénero, el de la Fotografía de moda. Este tipo de fotografías se convirtió en
una pieza clave en el proceso de creación de tendencias y educación del gusto. Los encargos
realizados por publicaciones especializadas en moda, decoración y Arte, o por las propias
casas comerciales de moda tenían un objetivo que iba más allá de la mera comercialización
de un producto. Desde fechas tempranas, la Fotografía de moda surge como una extensión
del propio diseño presentado, de la publicación en que aparece, y de la firma comercial.
Dado que el objetivo último de estas imágenes era mostrar con el mayor protagonismo
posible las piezas diseñadas, se podían utilizar recursos muy diversos en aras de esa eficacia
expresiva, permitiendo al profesional trabajar con un margen creativo mayor que otros
géneros. Los fotógrafos de Moda recurrieron a referentes no sólo de otros géneros
fotográficos, como el retrato o la composición con objetos, sino de todos los medios
artísticos, especialmente de las artes plásticas. La libertad a la hora de sacar el mayor partido
a las posibilidades sugestivas y expresivas de los diseños, les permitía utilizar distintos
estilos, técnicas, plantear el trabajo en estudio o exterior, etc. Por tanto, podían ampliar los
recursos del medio según les conviniera en cada caso, con la exclusiva limitación de obtener
imágenes lo suficientemente atractivas, capaces de suscitar la atención y el deseo de quien
las contemplara, y de plasmar el estilo y espíritu de cada creación. Las Fotografías de este
periodo, captan una serie de concepciones estéticas expresadas mediante el diseño de Moda.
Se trata de imágenes que encierran las claves de la estética de cada momento, plasmadas
gracias a la conjunción del trabajo del fotógrafo y del autor de los diseños. La dificultad
estribaba en conseguir captar de manera certera el espíritu de cada pieza, aportando a su vez
cada fotógrafo su estilo personal.
1
Celia Martín Larumbe es doctora, trabaja en el Archivo Histórico de ETSAUN, pertenece al Depar-
tamento de Teoría e Historia de la Arquitectura de la Universidad de Navarra.
Entre los años 1910-1930 es cuando se establecieron las bases de la Fotografía de moda
como un subgénero específico, profesionalizándose la figura del fotógrafo de moda como
especialista. Ello se debió a la confluencia de varios factores:
Las sucesivas y conniventes corrientes estéticas que se generaron en la primera mitad del
siglo XX, definieron las pautas creativas de la Fotografía de moda y caracterizaron este tipo
de imágenes. En esa integración de la Moda en las tendencias visuales y los nuevos
conceptos estéticos, tuvieron una incidencia decisiva las revistas especializadas y las de
información gráfica en general, que fueron el medio en el que se originó este subgénero
fotográfico.
Los primeros demandantes de estas fotografías, fueron las editoriales que las publicaban este
tipo de revistas. Ya en la década de 1910, estudios como el de los Reutlinger en París se
especializaron en Fotografía para el mundo del espectáculo y la Moda, mez
3
Trabajó entre 1928-1936 para Vanity Fair.
Director artístico de Vogue desde 1946. En 1962 se convierte en director editorial de las publicaciones
Condé Nast.
La fotografía de moda como medio específico para la difusión de estilos...
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clando los intereses publicitarios con las posibilidades creativas , aunque fue la contratación
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de Adolphe De Meyer como fotógrafo de Vogue en el mismo periodo , el primer caso claro
de asociación directa para realizar este tipo de fotografías de manera específica para una
publicación. Sin embargo, la concepción de la Fotografía de Moda cambió cuando Edward
Steichen, figura esencial en la Fotografía artística del siglo XX y en la promoción de las
vanguardias artísticas, realizó por encargo de Poiret una serie de fotografías para Arte y
Decoración en 1911. Su trabajo en este campo supuso la calificación de la Fotografía de
Moda como medio artístico. Posteriormente realizó trabajos puntuales para Vogue en la
década de 1920, que muestran a la perfección la continuidad conceptual y estética que había
entre la moda y los medios artísticos. La contratación de fotógrafos altamente cualificados
para integrarse en los equipos artísticos de las revistas especializadas supone el inicio de la
Fotografía de Moda como la conocemos. Y fueron sin duda las figuras del editor y el director
artístico de cada publicación, las que desarrollaron la definición de un estilo visual
característico, que captara las tendencias de forma eficaz y atractiva.
La efervescencia creativa en todos los campos que caracterizó la primera mitad del siglo XX,
coincide con la llegada desde 1930 de directores artísticos a las revistas especializadas, como
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Mehemed Fehmy , Alexey Brodovitch , o posteriormente el equipo formado por la redactora
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Carmel Snow con el director artístico Alexander Liberman , quienes darán lugar a un código
visual tan potente y eficaz, que hoy nos resulta imposible no recordar el estilo del periodo sin
que afloren a nuestra mente fotografías concretas de fotógrafos clásicos del género. Tuvieron
la perspicacia de requerir para sus trabajos a los mejores fotógrafos, tanto especializados,
como no. La colaboración de los equipos artísticos formados por cada publicación, generó
figuras tan coherentes e influyentes en el campo de la Moda como las de Hoyningen-Huene,
Cecil Beaton, Richard Avendon, o Irving Penn, fotógrafos de cabecera de las principales
revistas del ramo en sus ediciones norteamericana y europea durante el periodo 1930-1960.
Ellos fueron los encargados de plasmar los patrones estéticos que se marcaban tanto por
parte de las distintas Casas de moda, como por parte de las publicaciones, que se
convirtieron entre 1940 y 1960 en quien verdaderamente marcaba las pautas estéticas.
Redactoras como Carmel Snow o Diana Vreeland, fueron decisivas en el desarrollo de la
carrera como fotógrafos de moda de Avendon o Penn, al darles la libertad creativa necesaria,
para crear imágenes poderosas y atractivas. La influencia de sus fotografías se amplificó al
colaborar en otras publicaciones no especializadas, como Time, Life, Paris Match, etc.,
donde podían también desarrollar trabajos específicos de esta naturaleza siguiendo las
mismas pautas estilísticas.
5
J.P. Bougeron. Les Reutlinger,photographes à Paris, 1850-1937. Paris. Bougeron. 1979.
Fue contratado en 1914 para trabajar permanentemente para la revista, donde permaneció hasta 1921,
cuando pasó a Harper´s Bazaar. Sobre el papel de Vogue vid. AA.VV. Unseen Vogue: The secret history
of fashion photography.Timevaner. Londres.2002.
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Trabajó entre 1928-1936 para Vanity Fair.
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Director artístico de Harper´s Bazaar entre 1934 y 1958.
Director artístico de Vogue desde 1946. En 1962 se convierte en director editorial de las publicaciones
Condé Nast.
La vinculación de estos fotógrafos especializados con los diseñadores y las firmas
comerciales, era también directa. Un somero repaso de los propios archivos gráficos de
Casas como Dior, Balenciaga, Givenchy, Balmain, etc. nos muestra soberbias colecciones de
fotografías de todos los clásicos del medio. Estos archivos permiten repasar la evolución
técnica y estilística de la Fotografía de Moda, demostrando que existía todo un circuito
especializado en la producción de fotografías de Moda, y unas interacciones diversas en la
creación de imágenes de moda.
Los diseñadores de alta costura estuvieron en relación directa con los círculos artísticos de
cada momento, y la influencia de las corrientes estéticas imperantes en las tendencias
estilísticas de estos creadores, ha sido una constante a lo largo de la Historia. Figuras como
Poiret, Balenciaga o Dior, eran habituales en los cenáculos artísticos europeos, y estaban
integradas en los mismos. Las concomitancias entre ambos mundos creativos quedan
explícitas en muchos casos: Los primeros encargos de fotografía de Moda realizados a
Steichen (1911), fueron fruto de la recomendación por sus amigos cubistas a Poiret como el
fotógrafo adecuado para plasmar la estética modernista de sus diseños. Elsa Schiaparelli en
la década de 1930, desarrolló una intensa colaboración con Dalí, Cocteau y Giacometti, que
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fue plasmada a su vez por fotógrafos adscritos al surrealismo como Man Ray y Lee Miller .
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Quizás Man Ray sea el mejor ejemplo de esa interacción de Moda y Arte, dada su
producción para distintos medios especializados, y su relación de amistad con diseñadores,
artistas plásticos y fotógrafos.
Esa simbiosis ha quedado atrapada por la Fotografía de distintos especialistas: George
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Hoyningen-Huene , realizó sus fotografías con un estilo deudor de la abstracción
geométrica y la reinterpretación vanguardista de la tradición clásica y las culturas de la
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Antigüedad, Cecil Beaton recurrió a códigos Dadaístas, Surrealistas, y a las tendencias
experimentales para inspirar sus fotografías en los primeros años cuarenta, pasando luego a
un estilo más influido por su trabajo como escenógrafo, y en los cincuenta Erwin
Blumenfeld tomará las líneas experimentales de la abstracción y la actitud irreverente del
dadaísmo para crear imágenes inesperadas, dotadas de una fina ironía. Irving Penn o Richard
Avendon, claves en la evolución de la fotografía de Moda de la segunda mitad del siglo XX,
plantearon una vuelta a lo netamente fotográfico, a lo original, que también está en la base de
la creación de los grandes modistos de este periodo, como Balenciaga, que surge de la
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búsqueda de lo esencial para construir la nueva estética . Richard Avendon inicia el camino
que seguirán los colegas especializados de su momento (Kublin, Dahl-Wolf, Clarke...), a la
búsqueda de imágenes que condensaran composiciones resueltas eficazmente evitando la
artificiosidad. La introducción de aspectos novedosos en el género, como sacar a la modelo
del estudio, plantear la toma
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R. Martín. Fashion and Surrealism. Roma. Rizzoli. 1989. F. Baudot. Elsa Schiaparelli. Roma. Rizzoli.
1997.
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Fue el quien encauzó al dibujante Hoyningen a la Fotografía de Moda, quien a su vez introdujo en este
campo al arquitecto Horst. Beaton contrató a Blumenfeld para Vogue, y Brodovich formó a Avendon
como fotógrafo de Moda... Las interacciones son múltiples.
11
W.E. Ewing. George Hoyningen-Huene; l´elegance des années trente. París. Denöel. 1986.
12
D. Mellor. Cecil Beaton. Londres. Barbican Gallery. 1986.
13
M.Harrison. Apparences: La Photographie de Mode depuis 1945. Paris. Chêne.1991.
La fotografía de moda como medio específico para la difusión de estilos...
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Destacan Blanco y Negro, Nuevo Mundo, Mundo gráfico, o La Esfera, como pioneras en la década de
1920. les siguieron de forma imparable una avalancha de publicaciones: Crónica, Elegancias, Estampa...
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Generalmente Manuel Frères y Louis Hugelmann.
dichas publicaciones. Sus imágenes no aportan notas de especial relevancia que permitan
hablar de una Fotografía de moda propiamente dicha. La falta de una demanda concreta
sostenida es la causa directa. Las editoriales españolas del momento, Prensa Española y
Prensa Gráfica, no buscaban la especialización en ese segmento editorial, y no siguieron una
línea de creación de imagen de marca exclusiva, como en los casos de publicaciones
específicas anglosajonas y francesas.
Hubo que esperar a los años treinta, cuando publicaciones como D´Aci y D´alla, o La Revista
Ford, dieron cabida a los trabajos de una nueva generación de fotógrafos profesionales,
sobre todo los dedicados a la fotografía publicitaria, que introdujeron nuevos planteamientos
en la Fotografía de Moda. Estas revistas estaban vinculadas a la renovación estética de las
corrientes de vanguardia europeas, y en ellas hubo espacio para los trabajos más
innovadores. Los encargos publicitarios de algunas casas comerciales catalanas como
Myrurgia o Joyerías Roca, a estos nuevos fotógrafos, fueron las primeras muestras de la
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nueva concepción de Arte total. Josep Masanna, José Catalá Roca, Ramón Batllés ,
fueron algunos de los profesionales que iniciaron la andadura de la nueva Fotografía
publicitaria, medio de experimentación y expresión artística que dio la entrada en las
vanguardias a estos profesionales. Entre ellos, Ramón Batllés, que comenzó su carrera
profesional en la década de 1930, prolongándose hasta 1960, fue pionero en la Fotografía de
Moda en España. Fue colaborador habitual de publicaciones de vanguardia como las citadas
D´Aci y D´Alla, 24x 36, y La Revista Ford. En ellas sus series de moda encontraron cabida,
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dado su tratamiento formal inserto en las nuevas corrientes de fotografía de vanguardia. .
A partir de 1940 se especializó en Fotografía de Moda, realizando trabajos para la Casa Santa
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Eulalia, y para el diseñador Pedro Rodríguez, y como fotógrafo de Arte y Moda , una de las
pocas revistas especializadas que hubo en España en el periodo 1940-1960 con interés por
marcar una estética concreta. La importancia que se daba en esta revista a las cuestiones
estéticas y de creación de tendencias, queda reflejada directamente en el hecho de que
contara con la dirección artística de Domingo Viladomat, quien coordinaba el trabajo de los
distintos profesionales que confluían en las páginas de Arte y Hogar. Este prolífico artista,
desarrolló una intensa carrera profesional como pintor, ilustrador, escenógrafo y finalmente,
director de cine. En la revista Arte y Hogar desarrolló una estética de lujo y exclusividad,
subrayada por las fotografías de moda realizadas por Batllés, que aunaron la plasmación del
glamour y de un modelo femenino selecto y moderno, al hilo de las tendencias
internacionales.
En su misma línea de trabajo se halla Pedro Mª Irurzun, fotógrafo navarro que desarrolló
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su producción como fotógrafo artístico hasta su muerte en 1958 . La Revista
16
M. Fondevilla. Myrurgia: Belleza y glamour 1916-1936. Lundwerg. Barcelona. 2003.
17
18
Sobre todo D´Aci y D´Alla, es una plasmación del concepto de Arte total difundido por la Bauhaus.
Las fotografías de la revista eran suyas o del estudio Salgado de Madrid, desde el inicio de la misma en
1943.
19
Martín Larumbe, C. Pedro Mª Irurzun. Fotografías 1930-1958. 1ª ed. Pamplona: Gobierno de Navarra.
2005; Martín Larumbe, C. “Pedro Mª Irurzun y la “generación puente”: Otras opciones fotográficas en la
España de posguerra.”en I Congreso de Historia de la Fotografía en el País Vasco y Navarra. Actas.
Photomuseum de Zarautz. Zarautz, 2005.
La fotografía de moda como medio específico para la difusión de estilos...
Ford y 24x36, fueron el punto de encuentro de Batllés con el fotógrafo Pedro Mª Irurzun en
los años treinta del pasado siglo. El fotógrafo navarro aprendió del catalán un determinado
estilo profesional, basado en un concienzudo proceso de trabajo: diseño de la iluminación y
la composición del motivo, trabajo con el/la modelo, serie de tomas, procesado de
20
negativos , y según el resultado, procesado de positivos con papeles de acabados
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especiales . Desarrolló diversos encargos publicitarios desde 1940 , y a partir de 1950 de la
mano de Batllés se inició en la Fotografía de Moda, colaborando con el catalán y realizando
encargos concretos para, el modisto navarro Juan Bruguera, la Casa Santa Eulalia, etc.
Otra figura reseñable por sus incursiones en este ámbito fue Juan Gyenes quien desde la
apertura de su estudio madrileño en 1940, se convirtió en fotógrafo de la alta sociedad
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española de la época. Su amistad con personalidades como Balenciaga y Paco Rabanne, le
llevó a realizar series de Moda con un estilo clásico y depurado, y siempre acorde con el
espíritu de la obra dichos creadores. Sus series sobre modelos más interesantes son aquellas
en las que Gyenes realizaba una interpretación del espíritu que plasma cada diseño, más que
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el modelo en sí mismo . No podemos decir que el campo de la Fotografía de moda fuera su
especialidad, pero su clientela, asidua a la alta costura, y sus relaciones personales con dicho
medio, le llevaron a realizar encargos puntuales, desarrollados en la línea de clasicismo y
sobriedad que caracterizó sus imágenes.
Estas son algunas de los escasas referencias que tenemos respecto a fotógrafos dedicados a
este campo de trabajo desde 1939. No podemos obviar factores como la larga posguerra, la
penuria económica y el control sobre la prensa que sufrió España hasta finales de los años
cincuenta, que explican la falta tanto de una industria de la Moda, como de publicaciones
especializadas. Este tipo de publicaciones eran consideradas como excesivamente frívolas
para el nuevo “espíritu nacional”, austero y contenido. Hasta bien entrada la década de 1950,
la situación de autarquía y aislamiento de España no permitió el desarrollo de una industria
tan característica como la de la moda, y, en consecuencia la demanda de publicidad
específica no comenzó a activarse en nuestro país hasta entonces. Aunque estudios
profesionales como los de Amer Ventosa, JalónÁngel, etc. realizaron encargos para
publicaciones específicas, sin embargo, no podremos hablar de un verdadero desarrollo de
una Fotografía de Moda hasta el desarrollo de la iniciativa “Moda de España” en la década
de 1980. Fue entonces cuando el interés en
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Su volumen de trabajo y la ambición del mismo le llevaron a derivar el laborioso proceso de retoque de
sus negativos al profesional pamplonés José Galle, con quien mantenía una estrecha relación.
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Irurzun realizaba sus trabajos en papeles al clorobromuro, de acabados cálidos. Prefería sus variantes
más exquisitas (Vitara Opal, Bromesko...), y realizaba distintos tirajes con las innumerables calidades de
papeles que entonces existían en el mercado.
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Al igual que Batllés, realizó trabajos publicitarios de toda naturaleza: para joyerías, para la Casa Singer
de máquinas de coser, para Marie Brizard, para concesionarios de Renault, la editorial Aranzadi, joyerías
de Pamplona, etc.
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Fue uno de los pocos fotógrafos que retrató asiduamente a Balenciaga, sobre todo en su etapa de
madurez.
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En los años sesenta realizó series a piezas de Balenciaga en relación a obras de Velázquez, Goya y el
Greco, y a piezas de Rabanne en la casa de Dalí en Port Lligat.
impulsar la industria española del sector, y por crear una marca
exportable y competitiva, hizo que las inversiones y ayudas estatales
atrajeran a fotógrafos de una nueva generación a este campo creativo. Jóvenes artistas de
perfiles tan heterogéneos como Pedro Avellaned, Ouka Leele, Alberto García Alix, Javier
Vallhonrat o Rafael Navarro, aceptaron encargos para la emergente industria de la Moda.
Con ellos se abría una nueva concepción de la Fotografía de Moda como ámbito profesional
abierto a las tendencias estéticas más diversas, y España se conectaba por fin a las
corrientes internacionales del sector.
TRABAJO DE ANÁLISIS
Basado en el siguiente resumen-esquema (a completar por el/la
alumno/a)
INDUSTRIAL.
3. EL MOVIMIENTO MODERNISTA.
5. EL DISEÑO INDUSTRIAL.
concretar.