Ramos

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CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN FLOREAL GORINI

II ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA


EMANCIPATORIA EN NUESTRA AMÉRICA

DIRECTORES DE LA PUBLICACIÓN:

PABLO FRISCH
NATALIA STOPPANI

Publicación Anual - Nº 2

ISSN: 2347-016X
Título de la publicación: II Encuentro hacia una pedagogía emancipatoria en Nuestra América

Directores de la publicación: Pablo Frisch y Natalia Stoppani

Título del artículo: “¿Es posible la Educación Sexual Integral en el marco de una pedagogía
emancipatoria?”.

Autor/es del artículo: Gabriela Ramos

Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Prof. Juan Carlos Junio
Subdirector: Ing. Horacio López
Director Artístico: Juano Villafañe
Secretario de Ediciones y Biblioteca: Jorge C. Testero
Secretario de Investigaciones: Pablo Imen
Secretario de Comunicaciones: Luis Pablo Giniger

 Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini


Av. Corrientes 1543 (C1042AAB) - Ciudad de Buenos Aires - [011]-5077-8000 -
www.centrocultural.coop

 De los autores
¿Es posible la Educación Sexual Integral en el marco de una pedagogía
emancipatoria?

Ramos, Gabriela A.

Resumen.

Partiendo del marco legal internacional por el cual el Estado Argentino se


compromete a brindar Educación Sexual Integral en la escuela se plantea una
revisión del marco legal nacional para poder evaluar la efectiva implementación
de la Ley Nº26150/06 .

Pensando a la sexualidad como una construcción cultural y entendiéndola


como un dispositivo de control social, me propongo reflexionar acerca de los
intercambios de poder que se ponen en juego cuando se trata de gobernar
sobre el cuerpo sexuado de niños, niñas y adolescentes que habitan las
escuelas.

El artículo 1 garantiza el derecho de niños, niñas y adolescentes a recibir


información científica, actualizada, comprensible y pertinente sobre sexualidad
dentro del ámbito escolar. ¿Qué implicaría, entonces, una educación sexual
dentro de una pedagogía emancipatoria? ¿Cuál es el alcance de la integralidad
que plantea la ley? ¿Sería el marco desarrollado por la teoría queer la que
podría aportar respuestas a estos interrogantes?¿Pueden los cuerpos ser
educados desde los enfoques de la pedagogía libertaria?

Este trabajo intenta abrir estas preguntas para poner en cuestión las
prácticas político- educativas llevadas a cabo hasta el presente en torno a la
Educación Sexual Integral.

“Quien enseña sin emancipar atonta. Y quien emancipa no ha de preocuparse de lo que el


emancipado debe aprender. Aprenderá lo que quiera, quizá nada” Jacques Ranciere 1.

1 Ranciere, Jacques. “El maestro ignorante”. Laertes Ediciones, Barcelona. 2002


Según John Sargis “el objetivo de la educación emancipatoria es estimular
al estudiante a cuestionar todos los valores, normas, creencias, etc. que son
los que constituyen el paradigma social dominante. Este espacio educacional
abre un espacio de ruptura que emancipa al aprendiz de todo eso que daba por
supuesto. Este cambio no es un virage, ni una marcha atrás ni una vía
alternativa, sino una ruptura con el poder por el que estos supuestos se
consideraban deseables y aceptables…”2

Pues bien, ¿cómo podríamos pensar desde este postulado una educación
sexual que efectivamente incentive a lxs estudiantes a descubrir los vectores
de poder que disciplinan la sexualidad en esta época? Partiendo del supuesto
que cuando hablamos de sexualidad hacemos referencia a una dimensión
específicamente humana construida en el marco de relaciones vinculares
enmarcadas en un tiempo y un espacio que siempre son sociales y sometida a
valores, actitudes, roles y prácticas, mandatos y expectativas que agrupan a las
personas y que a pesar de ser modificable es percibida como constitutiva de la
esencia de cada quien.

Desde el año 2006 la República Argentina cuenta con la Ley Nº 26150 que
garantiza a nivel nacional el derecho de niños-niñas y adolescentes a recibir
información científica, actualizada, comprensible y pertinente sobre la
sexualidad en la escuela. En consonancia con este marco regulatorio, desde
octubre del mismo año la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con la Ley
Nº 2110 de Educación Sexual Integral. En el artículo 1 se define a la educación
sexual integral como aquella que articula aspectos biológicos, psicológicos,
sociales, afectivos y éticos.

¿Qué implica que la educación sexual sea integral? Básicamente que debe
garantizarse la multidimensionalidad de la mirada para abordar los contenidos
referente a la sexualidad. Pensar a la sexualidad desde el enfoque biomédico,
desde la perspectiva de derechos humanos y desde el enfoque de género. Si
ya es complejo intentar construir la interdisciplinariedad que encierra esta
propuesta pedagógica, mucho más lo es si intentamos pensarla al servicio de
una educación emancipatoria.

Ya no alcanzaría con abordar los contenidos que figuran en el Diseño


Curricular de Educación Sexual Integral o de incorporar los nuevos enfoques a
los contenidos tradicionales, sino que debería acompañarse a lxs estudiantes a
realizar un proceso de develamiento de los entramados de poder-saber que
circulan en la sociedad acerca de la sexualidad y sobre todo contribuir a
deconstruirlos. Una educación sexual que aporte a la comprensión de que la
supuesta “libertad sexual” lograda en el siglo pasado es un dispositivo que
pretende distraer de aquello que verdaderamente debe ser objeto de lucha en
nuestra sociedad: el control de nuestros propios cuerpos y nuestros propios
deseos.

2 Sargis, John. “Educación emancipadora para la autonomía”. En The International Journal of


Inclusive Democracy, vol.4 no.3 -July 2008
Ese control sobre nuestros cuerpos opera en forma estratégica a través de
la producción de un tipo de discurso acerca de lo que es la sexualidad. La
“sexualidad” no es un dato “natural”, no está dado, es el “correlato” de una
práctica discursiva y en tal sentido produce y reproduce la heteronormatividad.
Esta producción-reproducción de saber-verdad sobre la sexualidad continúa
sosteniendo una sexualidad al servicio de la reproducción, la relación sexual
entendida como coito-genital, la familia heterosexual, el placer como una
obligación y no como posibilidad.

En la escuela se instala y se fortalece una política del conocimiento de la


sexualidad que contribuye a que esta producción se haga en términos
heteronormativos. Desde una pedagogía feminista, queer y descolonial, que
debería ser emancipadora proponemos habilitar espacios pedagógicos
antinormativos, que posibiliten problematizar LA norma para habilitar otros
modos de vida, otras formas de vivir el cuerpo y otras formas de vivir el género.

Proponemos para la educación sexual3:

 Un enfoque de género que historice y problematice las expectativas


sociales en cuanto a los cuerpos sexuados de mujeres y varones, los
estereotipos y las desigualdades que conciernen a lo femenino y lo
masculino
 Un enfoque en que la sexualidad sea comprendida en su integralidad e
intersecada por los mecanismos que en cada época definen las
relaciones sociales
 Un enfoque en el que se reconceptualice la mirada acerca de los
cuerpos
 Un enfoque que incorpore en los discursos educativos la dimensión del
placer
 Un enfoque que promueva vínculos no sexistas
 Un enfoque que posibilite desnaturalizar la violencia cotidiana a la con
más frecuencia de lo comúnmente reconocido está sujeta la sexualidad
 Un enfoque que des-eduque y promueva la escucha de los-as adultos.

Si “la educación sexual en la escuela es una respuesta, en nombre de los


intereses de la familia, a los fenómenos que escapan a su control… nada
puede decir del saber que causa el deseo…” 4 ¿Cómo podría garantizarse que
la educación sexual en la escuela devenga emancipatoria? Digo devenga pues
no lo será per se, el sólo hecho de ser integral no garantiza que sea libertaria…
con las mejores intenciones podemos caer en moralizar en el sentido liberal la
sexualidad de lxs estudiantes; así planteado la escuela domesticaría la
sexualidad de acuerdo a los nuevos paradigmas: “la liberación sexual”.

¿Qué estamos necesitando en la escuela para proponer una ESI que revise
críticamente estas cuestiones? ¿Qué le pedimos al Estado en nombre de quien
educamos? Que cumpla con el artículo 8 de la Ley5 donde se compromete a
ofrecer “programas de capacitación permanente y gratuita de los educadores
3 Alonso, G y Morgade, G. ( comp) “CUERPO Y SEXUALIDADES EN LA ESCUELA. De la
“normalidad” a la disidencia. “ Ed. Paidos. Argentina.
4 García German, “Prologo a la edición española”. En Scherer, Rene. “La pedagogía pervertida”.
Barcelona. Laertes Ediciones. 1984.
5 Ley Nacional Nº 26150/ 06
en el marco de la formación docente continua y a la inclusión de los contenidos
y didáctica de la educación sexual integral en los programas de formación de
educadores”.

Desde la política pública hay diferentes propuestas para la formación


docente, con muy diferente impacto sobre la vida de lxs estudiantes, con muy
diferentes posibilidades de modificación de las prácticas escolares pero por
sobre todo con muy poca capacidad de transformación de la vida de lxs
docentes. Estamos proponiendo capacitación permanente con una modalidad
centrada en grupos de debate y reflexión como parte de la formación docente
continua, no en el sentido de la formación tradicional, la “c-a-p-a-c-i-t-a-c-i-ó-n”
y la transmisión de información sobre nuevos métodos de enseñanza, nuevos
contenidos o nuevos recursos didácticos para la ESI sino en la línea de
promover espacios para la desnaturalización de las normas que gobiernan
nuestros cuerpos. Incorporando la lectura de textos a propósito de los cuales
abrir un espacio de discusión y de producción de conocimiento más horizontal
acerca de la sexualidad que implique al-a docente desde la construcción-
revisión de su propia identidad sexuada. Retomando las preguntas de Deborah
Britzman6 ¿qué acontece con la sexualidad cuando profesores y profesoras
que trabajan en la escuela comienzan a discutir sus significados? ¿Será que la
sexualidad modifica la manera como un profesor o profesora debe enseñar?

Las formas con las que hablamos de la sexualidad son las forma con las
que tendemos a producir significados sobre ella, los vínculos interpersonales y
el cuerpo de los otrxs en la escuela podrían estimularnos a producir nuevas
preguntas… ¿qué cambios en el conocimiento puede producir poner a lxs
docentes a explorar sus propias sexualidades como modo de aprehender
acerca de su propio cuerpo? ¿Cómo impactaría en la subjetividad del-a
docente si pudiera dejarse atravesar por los valores del “cuidado y prevención”,
“el placer”, la “responsabilidad”, “las relaciones saludables”? Todos preceptos
laicos que constituyen el dogma de la moral sexual esperada para que cumplan
nuestros alumnxs….pero ¿hasta qué punto podemos validarlos con nuestra
propia experiencia de vida? Por ahora aparecen sólo como “conceptos
blandos” y políticamente correctos, sin encarnadura en la vida de cada unx.
Sólo cuando seamos capaces de situarnos como sujetos sexuados, con
cuerpos políticamente sexuados, lxs docentes, podremos evitar caer en la
didactización de la educación sexual, donde el idioma para referirnos a la
sexualidad no esté escolarizado, deje de ser meramente explicativo,
informativo y por lo tanto se encuentre deserotizado, desexualizado,
deshumanizado. Me refiero a erotismo en el sentido en el que lo propone
Georges Bataille7, como una cierta práctica subjetiva que posibilita que un
sujeto sea llamado a ejercer un papel activo en la elaboración de la pregunta
para colocarse en posición protagónica de su propio aprendizaje.

Podríamos ofrecer a lxs docentes espacios de exploración del precepto que


sostiene que la sexualidad es dinámica, flexible y está en permanente
construcción… ¿pero qué ocurre verdaderamente en la escuela frente al
6 Britzman, Deborah. “Curiosidade, sexualidade e currículo” en Guacira Lopes Louro. “O Corpo
educado: pedagogías da sexualidade”. Brasil Autêntica Editora. 1999
7 Bataille, Georges. “El erotismo”. Ed. Tusquets. Barcelona. 2007
proceso de transgeneridad de unx colega? ¿Cómo acompañamos, permitimos,
silenciamos la aparición de los nuevos cuerpos en escena?

Favorecer la curiosidad de lxs docentes, retomar la búsqueda por la


pregunta, el placer por la búsqueda y por el conocimiento convencidxs que toda
voluntad de saber encubre una voluntad de saber sobre la sexualidad,
despertar el deseo, el deseo de investigar, de dudar, de cuestionar, de saber …
sobre la sexualidad: la propia, la de lxs otrxs. Porque como sostiene Judith
Butler8 'el deseo' es una cuestión política, pero también filosófica.

El erotismo es entonces, la única fuerza motivadora que puede volver a


colocarnos en una postura de pregunta pues tiene la capacidad de
desestabilizar la docilidad que propone la educación…al menos la educación
bancaria…la educación que tenemos.

Desde una pedagogía emancipatoria estamos convencidxs que el desarrollo


del pensamiento crítico que se ofrece desde el aula debería orientar los
hábitos, los modos de ser y de vivir fuera del aula. La escuela desde la ESI
debe proveer herramientas para poder vivir, cuidar y disfrutar la sexualidad.

Si la regla de oro de la educación es la de la buena suplencia o sea, que no


haya nunca un exceso de deseo que supere al poder entonces se entiende por
qué al deseo no hay que destruirlo, hay que regularlo y esto puede ser más
difícil aún que aniquilarlo9…Tal vez esto haya logrado eficazmente hacer el
sistema educativo con quienes ejercen la docencia, ha logrado aniquilar su
deseo… su deseo de saber, el deseo de saber que ha sido domesticado por el
conocimiento social se encuentra excluido de la educación.

El sistema educativo a partir de la sanción de la ley de ESI ha habilitado


para lxs docentes el derecho a la información sobre sexualidad negándoles
sistemáticamente el derecho a la imaginación, a la fantasía, al placer que hace
que se desee llevar a la práctica esa información…o sea que se transforme en
conocimiento, en apropiación de esa información, en saber…

“…Cuando eros está presente en el contexto de la sala del aula, eros está
destinado a florecer…” lxs docentes debemos “…descubrir el lugar de eros
dentro de nosotrxs mismos y juntos permitir que la mente y el cuerpo sientan y
conozcan el deseo…” tal vez este sea un camino posible para que la ESI que
debemos garantizar como derecho de niños, niñas y adolescentes sea
verdaderamente emancipatoria, no sólo para quienes habitan las escuelas en
calidad de a-lumnxs, también para quienes tenemos la obligación de garantizar
ese derecho.…

8 Butler, Judith and Regina Michalik (Interviewer). “El Deseo como Filosofía. Entrevista con Judith
Butler." in: Lola Press. May 2001.
9 Scherer, René. “La pedagogía pervertida”. Barcelona. Laertes Ediciones. 1983.
Bibliografía

Alonso, G y Morgade, G. ( comp) “Cuerpo y sexualidades en la escuela. De la “normalidad” a


la disidencia. “Ed. Paidos. Argentina.

Bataille, Georges. “El erotismo”. Ed. Tusquets. Barcelona. 2007

Britzman, Deborah. “Curiosidade, sexualidade e currículo” en Guacira Lopes Louro. “O Corpo


educado: pedagogías da sexualidade”. Brasil Autêntica Editora. 1999

Butler, Judith and Regina Michalik (Interviewer). "El Deseo como Filosofía. Entrevista con
Judith Butler." in: Lola Press. May 2001.

Ranciere, Jacques. “El maestro ignorante”. Laertes Ediciones, Barcelona. 2002

Sargis, John. “Educación emancipadora para la autonomía”. En The International Journal of


Inclusive Democracy, vol.4 no.3 -July 2008

Scherer, René. “La pedagogía pervertida”. Barcelona. Laertes Ediciones. 1983.

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