Caudal: Métodos Volumétricos
Caudal: Métodos Volumétricos
Caudal: Métodos Volumétricos
Caudal
Métodos volumétricos
Método velocidad/superficie
Clasificación de una estación de aforo
Formulas empíricas para calcular la velocidad
Vertederos de aforo
Aforadores
Limnígrafos
En el presente capítulo se analizan los métodos para medir los caudales de escorrentía
en los canales, los arroyos y los ríos
Métodos volumétricos
La forma más sencilla de calcular los caudales pequeños es la medición directa del
tiempo que se tarda en llenar un recipiente de volumen conocido. La corriente se desvía
hacia un canal o cañería que descarga en un recipiente adecuado y el tiempo que demora
su llenado se mide por medio de un cronómetro. La variación entre diversas mediciones
efectuadas sucesivamente dará una indicación de la precisión de los resultados.
Método velocidad/superficie
La unidad métrica es m³/s. Como m³/s es una unidad grande, las corrientes menores se
miden en litros por segundo (1/s).
Otro método consiste en vertir en la corriente una cantidad de colorante muy intenso y
medir el tiempo en que recorre aguas abajo una distancia conocida. Se mide el tiempo
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Saneamiento III – 2009
que tarda el primer colorante y el último en llegar al punto de medición aguas abajo, y
se utiliza la media de los dos tiempos para calcular la velocidad media.
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Cálculo del caudal de una corriente a partir de las mediciones efectuadas con un
molinete. Los cálculos correspondientes a este ejemplo figuran en el Cuadro 2
1 2 3 4 5 6 7 8
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TOTAL 9,23
D es la profundidad de la corriente en el punto medio de cada sección.
Si se efectúan mediciones del caudal por el método del molinete cuando el río fluye a
profundidades diferentes, esas mediciones se pueden utilizar para trazar un gráfico del
caudal en comparación con la profundidad de la corriente tal como se muestra en la
Figura 23. La profundidad del flujo de una corriente o de un río se denomina nivel de
agua, y cuando se ha obtenido una curva del caudal con relación al nivel de agua, la
estación de aforo se describe como calibrada. Las estimaciones posteriores del caudal
se pueden obtener midiendo el nivel en un punto de medición permanente y efectuando
lecturas del caudal a partir de la curva de calibrado. Si la sección transversal de la
corriente se modifica, se tendrá que trazar una nueva curva de calibrado. Para trazar la
curva, es necesario tomar mediciones a muchos niveles diferentes del caudal, con
inclusión de caudales poco frecuentes que producen inundaciones. Es evidente que esto
puede requerir mucho tiempo, por lo que es preferible utilizar algún tipo de vertedero o
aforador que no necesite ser calibrado individualmente, como se analiza más adelante.
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Forma. Los canales pueden tener idénticas áreas de sección transversal, pendientes y
rugosidad, pero puede haber diferencias de velocidad de la corriente en función de su
forma. La razón es que el agua que está cerca de los lados y del fondo de una corriente
se desliza más lentamente a causa de la fricción; un canal con una menor superficie de
contacto con el agua tendrá menor resistencia fricción y, por lo tanto, una mayor
velocidad. El parámetro utilizado para medir el efecto de la forma del canal se
denomina radio hidráulico del canal. Se define como la superficie de la sección
transversal dividida por el perímetro mojado, o sea la longitud del lecho y los lados del
canal que están en contacto con el agua. La Figura 24 muestra cómo los canales pueden
tener la misma superficie de sección transversal pero un radio hidráulico diferente. Si
todos los demás factores son constantes, cuanto menor es el valor de R menor será la
velocidad.
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Todas estas variables que influyen en la velocidad de la corriente se han reunido en una
ecuación empírica conocida como la fórmula de Manning, tal como sigue:
donde:
R es el radio hidráulico en metros (la letra M se utiliza también para designar al radio
hidráulico, con el significado de profundidad hidráulica media)
S es la pendiente media del canal en metros por metro (también se utiliza la letra i para
designar a la pendiente)
donde
Sección transversal uniforme, alineación regular sin guijarros ni vegetación, en suelos 0,016
sedimentarios finos
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Sección transversal uniforme, alineación regular, sin guijarros ni vegetación, con suelos de 0,018
arcilla duros u horizontes endurecidos
Sección transversal uniforme, alineación regular, con pocos guijarros, escasa vegetación, en 0,020
tierra franca arcillosa
Pequeñas variaciones en la sección transversal, alineación bastante regular, pocas piedras, hierba 0,0225
fina en las orillas, en suelos arenosos y arcillosos, y también en canales recién limpiados y
rastrillados
Alineación irregular, con ondulaciones en el fondo, en suelo de grava o esquistos arcillosos, con 0,025
orillas irregulares o vegetación
Sección transversal y alineación irregulares, rocas dispersas y grava suelta en el fondo, o con 0,030
considerable vegetación en los márgenes inclinados, o en un material de grava de hasta 150 mm
de diámetro
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Vertederos de aforo
La medición del caudal de las corrientes naturales nunca puede ser exacta debido a que
el canal suele ser irregular y por lo tanto es irregular la relación entre nivel y caudal. Se
pueden obtener cálculos más confiables cuando el caudal pasa a través de una sección
donde esos problemas se han limitado. Existe una amplia variedad de esos dispositivos,
la mayoría idóneos para una aplicación particular. A continuación se describe una
selección de los dispositivos que son fáciles de instalar y de hacer funcionar.
En general las estructuras a través de la corriente que cambian el nivel de aguas arriba
se denominan vertederos y las estructuras de tipo canal se denominan aforadores,
aunque esta distinción no siempre se cumple. Una distinción más importante es entre
dispositivos estándar y no estándar. Un vertedero o aforador estándar es el que se
construye e instala siguiendo especificaciones uniformes y cuando el caudal puede
obtenerse directamente de la profundidad de la corriente mediante el empleo de
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La mayor parte de los vertederos están concebidos para una descarga libre sobre la
sección crítica con el fin de que el caudal sea proporcional a la profundidad de la
corriente en el vertedero, pero algunos vertederos pueden funcionar en una situación
denominada sumergida o ahogada, en el que el nivel de aguas abajo interfiere con la
corriente sobre el vertedero. Algunos tipos de vertederos se pueden corregir mediante la
sumersión parcial, pero esto constituye una complicación poco conveniente que requiere
medidas adicionales y más cálculos, por lo que se la debe evitar siempre que sea
posible.
CORRIENTE LIBRE
CORRIENTE SUMERGIDA
Otra variación que también es preferible evitar, es la del vertedero sin contracción, que
es un vertedero instalado en un canal del mismo ancho que la sección crítica.
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Los dos tipos más comunes son el vertedero triangular (con escotadura en V) y el
vertedero rectangular. Debe haber una poza de amortiguación o un canal de acceso
aguas arriba para calmar cualquier turbulencia y lograr que el agua se acerque al
vertedero lenta y suavemente. Para tener mediciones precisas el ancho del canal de
acceso debe equivaler a ocho veces al ancho del vertedero y debe extenderse aguas
arriba 15 veces la profundidad de la corriente sobre el vertedero. El vertedero debe tener
el extremo agudo del lado aguas arriba para que la corriente fluya libremente. A esto se
denomina contracción final, necesaria para aplicar la calibración normalizada
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El vertedero compuesto se utiliza a veces cuando hace falta una medición sensible de
caudales reducidos a través de la escotadura en V y se necesitan también mediciones de
caudales grandes a través de la escotadura rectangular. El diseño y la calibración más
complicadas implican que este tipo de vertedero se limite a estudios hidrológicos
complejos
Un vertedero Cipolletti
Un vertedero compuesto
En las corrientes o ríos con gradientes suaves, puede resultar difícil instalar vertederos
con pared aguda que requieren un rebose libre de aguas abajo. La otra posibilidad está
constituida por los vertederos que pueden funcionar parcialmente sumergidos.
Aforadores
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En los Estados Unidos se han desarrollado varios modelos de aforadores para ser
utilizados en situaciones especiales y se emplean extensamente a pesar de lo inadecuado
de las unidades de medida. El diseño, la construcción y las calibraciones de laboratorio
se efectuaron en unidades de pies por segundo (pps) y el método práctico consiste en
construir los aforadores según las especificaciones originales en pies y utilizar las
conversiones métricas de los índices de los caudales calculadas por un consorcio de
laboratorios hidráulicos de los Países Bajos (Bos 1976).
Llamado así por el nombre del ingeniero de regadío estadounidense que lo concibió, se
describe técnicamente como un canal venturi o de onda estacionaria o de un aforador de
profundidad crítica. Sus principales ventajas son que sólo existe una pequeña pérdida de
carga a través del aforador, que deja pasar fácilmente sedimentos o desechos, que no
necesita condiciones especiales de acceso o una poza de amortiguación y que tampoco
necesita correcciones para una sumersión de hasta el 70%. En consecuencia, es
adecuado para la medición del caudal en los canales de riego o en las corrientes
naturales con una pendiente suave.
El principio básico se ilustra en la Figura. El aforador está constituido por una sección
de convergencia con un piso nivelado, una garganta con un piso en pendiente hacia
aguas abajo y una sección de divergencia con un piso en pendiente hacia aguas arriba.
Gracias a ello el caudal avanza a una velocidad crítica a través de la garganta y con una
onda estacionaria en la sección de divergencia.
Ha
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Hb
Con un flujo libre, el nivel del agua en la salida no es lo bastante elevado como para
afectar el caudal a través de la garganta y, en consecuencia, el caudal es proporcional al
nivel medido en el punto especificado en la sección de convergencia (Figura). La
relación del nivel del agua aguas abajo Hb con el nivel aguas arriba Ha se conoce como
el grado de sumersión; una ventaja del canal de aforo Parshall es que no requiere
corrección alguna hasta un 70% de sumersión. Si es probable que se produzca un grado
de sumersión mayor, Ha y Hb deben registrarse.
La dimensión de los aforadores con un ancho de garganta de uno a ocho pies se indica
en la Figura 33. Los manuales citados en la sección Otras obras de consulta dan
dimensiones y Cuadros de aforo para aforadores menores o mayores y factores de
corrección para una sumersión superior al 70%.
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Aforadores en H
Los requisitos del diseño eran que el aforador debería medir caudales escasos con
exactitud, pero tener también una buena capacidad para caudales elevados, y que no
necesitara una poza de amortiguación. Otro requisito consistía en que pudiera dar paso a
una escorrentía que contuviera una fuerte carga de sedimentos.
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Existen tres tipos de aforadores en H. El más pequeño (HS) puede registrar caudales de
hasta 22 l/s, el tipo normal (H) puede medir caudales de hasta 2,36 m³/s y el mayor (HL)
caudales de hasta 3,32 m³/s.
Al igual que con el canal de aforo Parshall, se pueden efectuar mediciones en un punto
de la profundidad del caudal a partir de una plancha de medición situada en el muro del
canal, o en un registro constante a partir de un registrador de un flotador. En todos los
aforadores existe una curva del cono de depresión, es decir, el nivel de superficie
desciende cuando el agua se acelera en el punto de descarga; es esencial, por
consiguiente, que la medida de la profundidad del caudal se efectúe exactamente a la
distancia especificada aguas arriba desde la sección de control.
Los aforadores en H tienen otras dos ventajas. El agua fluye a través de la escotadura
rápidamente de manera que no se produce depósito de sedimentos en el aforador. Por
otro lado, el diseño de salida con una escotadura con pendiente del fondo hacia aguas
arriba no queda obstruida por residuos flotantes.
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Este es otro aforador de profundidad crítica de un diseño similar al Parshall, que resulta
particularmente útil como aforador portátil para mediciones eventuales de pequeños
caudales en corrientes o canales sin revestir (Chamberlain 1952).
Existen muchas versiones de mayor tamaño y variaciones del principio del aforador de
Washington. Por lo común se suelen construir in situ en lugar de prefabricarse y son
particularmente útiles para corrientes rápidas de montaña (Goodell 1950) o en
condiciones semitropicales en las que pueden ocurrir inundaciones repentinas con
mucha carga (Gwinn 1964). No existen aforadores estandarizados y se tienen que
calibrar utilizando el método velocidad/superficie examinado en la sección Método
velocidad/superficie.
Las estructuras existentes se pueden a veces utilizar como secciones de control para dar
una estimación de los caudales máximos a través de las alcantarillas de las carreteras o
de las aperturas de los puentes. Para alcantarillas rectangulares, se puede calcular un
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valor aproximado a partir de la fórmula general del caudal que atraviesa un vertedero
rectangular:
Caudal en litros por segundo para una profundidad de caudal medida a escala en
milímetros
donde:
Limnígrafos
Algunas veces una sola medición de la profundidad máxima del caudal basta para
calcular el caudal máximo, como se describió en la sección relativa al método
velocidad/superficie. Si hace falta un hidrograma, es decir, una gráfica del caudal en
función del tiempo, es necesario un registro constante de los cambios del nivel del agua.
Durante décadas el método común era un flotador cuyo ascenso y descenso en una poza
de amortiguación registraba en un diagrama movido por un aparato de relojería. Esos
registradores eran flexibles en el sentido de que se podía utilizar un engranaje que
permitía abarcar variaciones de nivel grandes o pequeñas y la relación tiempo-velocidad
de los diagramas podía también variar por medio del engranaje en el aparato de
relojería. La desventaja era la sensibilidad a errores accidentales y a un mal
funcionamiento; para indicar, por ejemplo, algunos de ellos, la cañería de la poza de
amortiguación se bloqueaba, los insectos anidaban en la caja del registrador, la humedad
o la aridez provocaban el desborde o la sequedad de la tinta del registrador, el diagrama
podía estirarse o contraerse, el reloj se para, el observador no puede llegar al lugar para
cambiar el diagrama, y muchos otros problemas. Las inspecciones diarias no son
siempre posibles en lugares remotos o de difícil acceso. Además de las dificultades de
obtener datos correctos, el análisis y la computación de los diagramas son laboriosos.
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