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tIS,.

,
aJU\tos ~ua.nos-
Selección y Notas de
José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos

M I N 1ST E R I O O E E O U e A e (o N -P U B LI eA
LIMA
COSTA

ó'
LEYENDAS
EL MEDANO BLANCO

De Sechura, Distrito de la Provi ncia y Departamento


de Piura. Contada por doña Josefa Amaya a Avelina
Paiva, alumna del cuarto año de media del Colegio
Particular "Nuestra Señora de Lourdes" de Piura.

,t:""n :1 Dist,ri;o de Sechura, en el, desierto, a unos


.l9 ~emte kllometros de la poblaclOn, se encuentra
un inmenso médano, que por la blancura de sus are-
-nas le llaman Médano Blanco.
Este es muy alto, nadie puede subirlo, porque dicen
que está encantado.
Está rodeado de forraje y cuentan los pastores que
habitan por allí, que siempre oían tocar un. tamborci-
to pero que nunca lleg6 a ser descubierto quien lo toca-
ba. En el centro del médano, hay corales y cosas de
oro, por eso la gente quería subir; y apenas habrían
subido cinco a seis metros, comenzaban a hundirse; y
como tenían miedo, no continuaban.

23
Se cuenta que dos señores, yendo por esos lugares,
se perdieron del camino. Cuando se dieron cuenta que
estaban perdidos ya habían caminado bastante; tenían
sed y no encontraban donde tomar' agua.
Caminaron más y más, buscando como orientarse.
De pron to, vieron un río, se alegraron y se dirigieron
a él. Cuando llegaron hicieron beber a sus· caballos.
Ellos llevaban dos depósitos y también los llenaron de
agua. Creían que era el río de Batán, que pasa cerca
de Sechura; pero como estaban cansados, se quedaron
a descansar y se durmieron. Cuando despertaron, cuál
sería su sorpresa al ver que el río era un médano; los
depósitos que llenaron de agua estaban llenos de are-
na. Estaban encantados; este médano era el famoso
Médano Blanco, y no sab-ían cómo llegaron a él.
Dicen que en época de Semana Santa aparecen va-
rios de esos llamados encantos, junto al Médano; tam-
bién dicen que aparece, un patito; y creen que éste fue
una persona que por curiosa subió al médano y se que-
dó encantada. Algunas veces el patito aparece en los
ríos, transformado en patito de oro, y cuando encuentra
alguna persona buena, sale a hablarle, diciéndole que
en tal o cual lugar hay un tesoro reservado para él.

24
LA PLA YA DE YASILA

Del Puerto de . Paita, Departamento de Piura. Con-


tada por el señor Miguel Carrillo, de 70 años de
edad, a Consuelo Vatgas, alumna del cuarto año de
media del Colegio Particular "Nuestra Señora de
Lourdes", de Piura.

J ::~idades
1 . (la es una atrayente playa situada en las'pro-
de Paita. '
Acerca del origen de este nombre unos dicen que
viene de dos palabras que se unieron. Un joven lla-
mado Zila vivía en esa playa, y cuando sus familiares
lo llamaban, le decían "Ya Zila", y al unirse estas dos
palabras, llamaron a esta atrayente playa: "Yasila".
Según otros el origen de la palabra se remonta a
los tiempos del último Inca de una regi6n llamada Chin-
chasuyo. Había entonces una familia muy respetada
y en ella siempre se destacaba el hijo mayor como sa-
bio, o sea Amau tao
. En aquel tiempo la tribu nombr6 como Cacique

25
a un hombre llamado Yucay) el cual era enemigo del
Amauta. Siempre, desde su infancia, el hijo de la fa-
milia se había distinguido por su ingenio, es decir, el
hijo de la familia respetada. Este hijo era €ntonces
Huayna, contemporáneo de Yucay. En cambio Yu-
cayera envidioso, y siempre buscaba la forma de des-
hacer el trabajo de Huayna, pero éste, que era más há-
bil que Yucay, lograba evitarlo.
Pasaron algunos años hasta que Yucay se destac6
como guerrero y lo elevaron a "Cacique. Lo primero
que hizo fue expulsar a la familia de Huayna, y orden6
que se retiraran en secreto, durante la noche. La fa-
milia de Huayna se componía de siete personas, y sa-
lieron en más de 100 llamas, pues se les permiti6 que
llevaran sus tesoros.
El viaje fue penoso, hasta que llegaron a una pla-
ya solitaria. Y sintieron temor; pero luego se acostum-
braron a la soledad, y decidreron quedarse. Yempeza-
ron a construir sus viviendas.
Pero como la felicidad nunca es duradera, cierto
día unos indios desconocidos, incivilizados, llegaron a
perturbarles su tranquilidad, atacándolos. Ellos pen-
saron en salvarse y se embarcaron en un gran bote, gl-
miendo y pidiendo ayuda. Mas) viendo que todo era
inútil, resolviero~ callarse. " "" ,
La familia de Huayna continu6 navegando en su
canoa, cantando himnos al sol,-y en sus estrofas decían
varias veces: "Yasila, Y asila". De allí que la gen te "d e
aquellos tiempos opt6 por Üama~le a este lugar: Yasila.

'26
EL PUEBLO DE NARIHUALA

Del Distrito de Catacaos, Provincia y Departamen-


to de Piura. Con tada por el señor Néstor Zapata, de
39 años, a Dilna Zapata, alumna del cuarto año de
media del Colegio Particular "Nuestra Señora de
Lourdes" de Piura.

~oco~ kil6metros de la ciudad de C~tacaos


J1 e~iste un pueblecito llamado. Narihualá. Es-
te pueblo, según relatos históricos y los restos encon-
trados, fue poblado por varias ' tribus. En tiempo, en
que los tallanes poblaron esta ciudad, vivían formando
ayllus que se dedicaban al pastoreo y la agricultura.
Al tener noticias de que el Conquistador Francisco
Pizarro se encontraba cerca del pueblo, se llenaron de
espanto, y se enterraron vivos, con todas las riquezas
que poseían, a fin de que los españoles no se apodera-
ran de ellas. También dicen que este pueblo tenía un
grandioso templo dedicado al culto del Sol, adornado
con objetos de gran valor. Entre estos objetos eXlS-

21
tía una campana de oro; al descubrirla, los españoles
se llenaron de admiraci6n; y aument6 más S\l codicia.
Se arrojaron para capturar la campana, pero ella se
desplom6, y cay6 al suelo, hundiéndose; y no fue posi-
ble encontrarla apesar de los esfuerzos de los españoles.
Hoy este pueblo tiene pocos habitantes; y todavía exis-
ten paredes de casas an tiguas. La Iglesia está cons-
truÍda sobre una lomita de tierra, a la cual se le ha de-
nominado, el Alto de N arihualá.
Cuentan los pobladores que el día de Viernes Santo
(1) sale un indiecito que lleva en la mano derecha un
candil encendido y en la izquierda una campana que al
tocarla hace gran ruido; y que este día es el apropiado
para hacer la bv,squeda de los objetos enterrados.
Muchas veces han encontrado sepulcros rodeados
de objetos de oro, plata y huacos que contienen dentro
gran can tidad de perlas.
Está prohibido por el gobierno y las autoridades
apoderarse de estas riquezas aplicando serios castigos
a los que desobedecen esta orden.

28
LA BARQUITA MISTERIOSA

Recogida en Paita, Provincia del Departamento de


Piura, por Francisca Libaqui, alumna del tercer año
de meriia del Colegio Nacional "Miguel Grau" de
Magdalena Nueva, Lima. .

~n el Departamento de Piura, como sabemos, se


19 ~ncuentra Cabo Blanco. Dicen que en este SItIO
ocurrió un caso que hasta-ahol'a se recuerda con mucho
temor. Pues cuentan que gentes que se dedicaban a
l?- pesca, en las noches iban en su "bote a pescar cerca de
Cabo Blanco, pero no volvían nunca más; sólo su
barca era devuelta por las olas a la orilla, pero sin la .
menor seña de algún pobre pescador; desaparecían mis-
teriosamente, como por encanto. Y cuentan que to-
das las noches aparecía un barquito luminoso a pasear-
se y nave~ar; " y luego desaparecía en la inme.nsidad
de las aguas. En Semana Santa era cuando los dedica-
dos a la pesca sentían un impulso de irse muy adentro
del mar a pescar pero no se volvía a saber nada de ellos.

29
La esposa de un pescador estaba cierta vez triste
y desesperada por la tardanza de su esposo, cuando sin-
tió un inmenso calor en todo el cuerpo y el reflejo tan
grande de la luz de aquel barquito; y luego ella quiso
huir hacia su humilde hogar, pero se quedó petrificada
y una voz débil le dijo : "No habrá más aflicciones
para este sitio, pero pido que mañana, que es día de
San Juan, arrojen al mar un niño sin bautizar, a las doce
de la noche, o si no los hombres que fueron a pescar de-
, ".
sa pareceran
La mujer palideció y prometió hacer lo convenido;
la barca desapareció rápidamente. Para esto, todas las
mujeres comentaban sobre la voz que había salido de
la barca. Y una mujer, haciendo el más grande de los
sacrificios, tomó a su hijita en sus brazos; la niña esta-
ba moribunda, desahuciada por los médicos; y con gran
. pena arrojó la criatura al mar. Y una luz hizo estre-
mecer a la mujer: era la explosión de aquella barca que
según dicen era de un pirata que estaba condenado y
que quiso salvarse haciendo desaparecer a muchos hom-
bres; pero sólo un niño sin pecado podía salvarlo (2);
.y es por eso que desapareció para siempre aquella inmen-
sa pena e inquietud de los pescadores, con el sacrificio
de la criatura moribunda. Sin embargo, aún hoy, con
mucha timidez, van cerca de ese sitio, para ver si sale la
barquita mágica, pero la barquita no se asoma. Y dicen
que sólo para Semana Santa sale a las doce de la noche
y da terror .

30
EL CERRO DE LA VIEJA Y EL VIEJO

Recogida en Lambayeque, Provincia del Departa-


men to del mismo nombre, por Hilda Merea Canelo,
alumna del tercer año de media del Colegio Nacional
"Miguel Grau" de Magdalena Nueva, Lima,

n
~
uentan los antepasados esta leyenda del Cerro de
la Vieja y del Viejo que se encuentra en el centro
de la carretera de Lambayeque a ·r..10tupe .
D icen que en el cerro vivían un par de viejitos; y
un día se les presentó Nuestro Senor J esucristo en per-
sona, y como tenía sed, les pidió por favor le dieran
agua; y los viejos le negaron; y entonces Nuestro Se'ñor
Jesucristo, en castigo, los convirtió en cerros. Y dicen
que cada añ0 cae una piedra de los cerros y que éstos
lanzan sus ·quejidos:

31.-
EL CERRO DE LA CAMPANA

Recogida en TrujiiJ0, capital del Departamento de


La Libertad, por Carlota Linares M., alumna del
quinto año de media del Colegio Nacional "Miguel
Grau" de Magdalena Nueva, Lima.

n antaba muy pocos años, cuando una de aquellas


l..I tardes en que la familia, el! tre una yotra cosa,
hace rec'a er la conversaci6n sobre temas hist6ricos, le-
yendas y cosas lejanas que han ocurrido aquí o allá,
que yo escuché una historia, una historia que se grab6
tanto en mi memoria, que nunca pude olvidar y la
cual voy a relatar como yo la escuché entonces:
Hace muchísimos años de este suceso y los espa-
ñoles aún eran dueños y señores del Perú.
En un cerrito de la Caleta de Huanchaco apareci6
una Virgen. En ese lugar se levant6 una Capilla. Poco
tiempo después, y cuando ya la Capilla albergaba a la
Virgen, muy cerca se encontr6 una enorme campana

32
de oro de una belleza divina; llevaba una inscripción
que rezaba: "Para la Iglesia de Huanchaco". La no-
ticia se difundió en un momento y llegó hasta Trujillo.
Se trató de averiguar su procedencia; pero vanos fue-
ron los esfuerzos porque no se supo nada . Se discutió
sobre el destino que se debía dar a la campana; según
unos debía quedarse en la Capilla de Huanchaco; pero
otros alegaban que no podfa quedarse una cosa de tan-
to valor en una Caleta insignificante; que Trujillo ad-
quiriría mayor atractivo con su catedral adornada por
esa campana; además lo mismo daba que estuviera
en una Iglesia o en otra. Aceptándose la segunda opinión,
y con mucho trabajo, en el cual cooperaron mucl~os hom-
bres, se trasladó la campana hasta la Catedral de Tru-
jillo. Pero si el transporte fue difícil, mucho más cos-
t6 subirla hasta la torre y fijarla en las barras donde
se debía tañer. Muy cansados y transpirando a cual
mejor bajaron los hombres de la torre para contem-
plar cuán hermosa se veía la Catedral con su nueva y
potente campana. Mas el espeCtáculo no duraría;
al día siguiente, y muy temprano , acudieron nuevos
curiosos a conocer la campana; pero cuál sería su sor-
presa al contemplar la torre vacía y los barrotes de la
campana rotos. ¡La campana había desaparecido!
Un mensajero de Huanchaco vino a confundirlos
más; pues, la campana se hallaba en el lugar donde la
vier6n por primera vez. Pero a pesar de este raro su-
ceso, no se conformaron con que la campana se quedara

33
en Huanchaco. E hicieron los preparatIvos para lle-
varla nuevamente a Trujillo. Esta vez la encon-
traron muy pesada y tuvieron que redoblar el es-
fuerzo y el ingenio para conseguir su propósito. Con
todo, sin tieron gran satisfacción al con tem pIar la cam-
pana nuevamente en la Catedral donde por segunda
vez la admiraron. Se pusieron guardianes para evitar
que se repitiera el suceso que días antes los había asom-
brado. Pero ~q ué · sucedió? Quizá los guardianes se
durmieron; lo cierto es que al día siguiente, en lugar
de la campana, estaban sólo los barrotes rotos.
Esta vez no podrían apoderarse más de la campa-
na; los habitantes de Huanchaco la habían visto pasar
por el aire, en vuelo veloz, y clavarse con gran estruen-
do en un cerro que 'queda cerca de la Capilla de esa Ca-
leta.
y ahí está y estará; quién sabe hasta cuando.
A la Virgen de la Capilla se le hace una gran fies-
ta cada cinco años y se la lleva desde Huanchaco hasta
Trujillo. En las vísperas de esa fiesta, cuentan que a
1as doce de la noche se oyen los tañidos graves y sono-
ros de la campana; y otros dicen que no sólo por esos
días sino todos los días a las doce de la noche se oyen
unos toques como si llamaran a misa; que el repique es
muy impresionante y extraño.
Esta Capilla es notable por su Virgen y porque ahí
reposan los restos del Dean Saavedra. Y además jun-
to a ella se halla el Cerro de la Campana (3).

34
EL CERRO DE PITURA

Recogida en Pacasmayo, Provincia del Departamen-


to de La Libertad, por J ose fina Arias R., alumna del
tercer año de mediá del Colegio Nacional "Miguel
Grau" de Magdalena Nueva, Lima.

~n la Provincia de Pacasmayo, hay una hacienda


19 ;lamada Chafán y cerc.a de ella existe un cerro
llamado Pitura; junto al cerro hay una fuente llamada
la Toma Mayor por ser la que reparte el agua a toda
la Provincia; esta fuente es muy profunda y en el fon-
do hay peces de color rojo y plomo.
La leyenda dice que este cerro está encantado,
porque todos los años a las seis de la tarde, se oye como
si tocaran tambores y pi tos. Y cuando la gen te oye la
música del cerro dice: "Será un buen año"; y también
dicen: "Se viene agua". Porque cuando se oye e~ta
música hay abundancia de agua en la fuente; y tam-
bién se ve que del cerro salen llamas; y por todo ésto
creen que son espíritus que están buscando salvación
y que ellos son los que rondan por el cerro.
Se han hecho visitas a este cerro con el fin de sa-
ber quiénes son los que tocan los tambores y pitos pero
no se ha visto absolutamente nada.
l ' \ ,

36
LAS LINTERNAS

Recogida en Guadalupe~ Distrito de la Provincia de


Pacasmayo, Departamento de La Libertad. por Edda
Horna c., alumna del tercer año de media del Co-
legio Nacional "Miguel Grau" de Magdalena Nueva,
Lima.

( ) uentan que un señor tenia ' su hacienda Jlamada


L.t Semán. Este señor tenía sus chacras en las cua-
les estaban trillando; y por temor a que le robaran el
arroz, mandó a diez guardianes; ellos entraron en una
choza, y se sentaron en rústicos asientos; todos toma-,
ron café; después, nueve de ellos, se fueron a resguardar
los campos de arroz, dispersándose de tres en tres. El
décimo guardián se quedó en la choza, cuidando por los
alrededores de ésta; al cabo de un momen to se le pre-
sen tó el capataz y le dijo, en un tono burlesco: "Hijo
, ¿ves tu, 1o que yo veo.~" . " ¿_Q'
mIO, ue es 1o que usted ve
y yo no veo?", fue la respuesta del guardián. Aquel res-
pondió: "Mira por la cima de los mon tes y ,c uen ta las lin-

37
ternas". El guardián obedeció, y mir6 hacia ellas y con
gran sorpresa exclam6: "¿Pero, estoy soñando o es
verdad lo que veo?". "Ciertamente, es verdad" -res-
pondi6 el capataz. Aquella linterna que ves, cuya
llama es de color rojo intenso, no es una linterna como
las nuestras, ella está encantada y si quieres convencer-
te vamos a seguirla y verás a donde nos lleva". Y am-
bos, armados con sus machetes y palas, se encaminaron
a la búsqueda. Pero sucedió algo extraño; conforme se
iban aproximando la linterna se retiraba más y más.
Dándose cuenta el capataz y el guardián que se habían
retirado de la choza más de la cuenta, al ver que era
grande la distancia, se detuvieron. La linterna, poco
a poco, se fue transformando en un toro de oro que su-
bía hasta la plataforma de una huaca; una vez que lleg6
allí, comenz6 el toro a mugir, haciendo temblar total-
men te a la huaca. Dicen que esta linterna está encan:'
tada y se pasea por todos esos sitios.

38
LA FIESTA DE LOS NEGROS
R ecogida en eI.Puerto del Callao por Estela Westphalen
I'.'lilano, alumna del cuarto año de media del Co-
legio Nacional "Miguel Grau " de Magdalena Nue-
va, Lima.

/:J
~
uenta la historia que hace muchos años el famoso
Puerto del Callao se extendía hasta la Isla de
San Lorenzo, pero que debido a un castigo mandado
por Dios, se ha reducido a lo que es.
Dicen que los negros festejaban a un dios desco-
nocido, danzando los bailes más inmorales, que causa-
ba escrúpulos entre los chalacos que lo presenciaban.
Quiso Dios poner fin a esta fiesta escandalosa de los
negros, y como para borrar esta falta puso todo su vi-
gor sobre las aguas tranquilas del océano, haciendo
que crecieran enormemen te las olas, y buscando terre-
no donde extenderse, taparon inmensas áreas del Puer-
to, trayendo el espanto y terror de los negros. Estos

39
corrieron a salvar sus vidas, pero todo fue en vano.
Nunca más el mar azotó como aquel día.
Sin embargo, todos los años para Semana Santa el
mar se embravece, como recordando que en tiempos
antiguos estos terrenos no le pertenecían.

40
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o
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LAS ISLAS DE PACHACAMAC

Recogida en el Distrito de Pachacamac, Provincia de


Lima, Departamento del mismo nombre por Hortensia
Lizárraga, alumna del cuarto año de media del Colegio
Nacional HMi~uel Gra4" ele Masdalenll Nueva l Lirr¡a.

L a leyenda sobre el origen de las islas de Pachacamac


dice así: Habían dos curacas que se odiaban, cada
uno de ellos tenían sus hijos. El hijo de un curaca se
enamoró de la hij a del otro curaca. E 1 padre de 1a .
joven, al darse cuenta de estos amores, la encerró en
su palacio, para que no la pudiera ver el hijo del otro
curaca. Este, para poder penetrar al castillo, se con-
virtió en un pájaro hermoso.
Un día, cuando ella estaba en su jardín con sus-
doncellas, se presen tó el páj aro; la niña al verlo tan her~
maso lo quiso aprisionar; y viendo que no podía, llamó
a sus ~oncellas para que le ayudasen. Y así pudieron
cogerlo. La niña encerró al pájaro en una jaula y lo

4/.
puso en su cuarto. Pasaron pocos días y el pájaro se
convirtió en el hijo del curaca; volvió a su verdadero ser.
El padre, después de muchos meses, se da cuen ta
que su hija iba a tener un bebé; en tonces le pregunta
cómo había sido ésto; y ella le contesta, que un día so-
ñó que el pájaro que tenía en su cuarto se había conver-
tido en gente. El padre al darse cuenta que su hija
fue víctima de un ardid, manda que la maten; ella hu-
ye, pero al voltear la cara, ve con gran sorpresa que
le está persiguiendo el mismo pájaro, pero en forma re-
pugnante. Entonces, para no ser alcanzada, se arroja
al mar jun to con su hijo. Al caer al mar, el hijo se con-
virtió en una isla pequeña y ella en una isla grande.
y así es como se formaron las islas de Pachacamac.

·42
LA LAGUNA ENCANTADA

Recogida en Cañete, Provincia del Departamento de


Lima, por Enrique~a Alfaro F., alumna del cuarto
año de media del Colegio Nacional "Miguel Grau"
de Magdalena Nueva, Lima.

A ( ,é en qué lugar de Cañete hay una laguna


....,1 t';e~ueña, cuyas aguas son calientes, y en las
que nadie se puede bañar, porque sale un animal raro
en medio de la laguna, y empieza a dar vueltas forman-
do espuma, y se oye luego, como a lo lejos, los acordes
de una marcha guerrera.
Esta laguna está rodeada de cerros, y s610 se le en-
cuentra de casualidad. Según dice la leyenda, el agua
cambia de color; y muchos pastores que han encontra-
do esta laguna no la han podido ver por segunda vez,
porque cuando llegaban al sitio ésta ya había desapare-
cido. La misma persona sólo puede verla una vez.

43
EL CERRO ENCANTADO

Recogida en Cañete, Provincia del Departamento de


Lima, por Enriqueta Alfaro F ., alumna del cuarto
año de media del Colegio Nacional "Miguel Grau" de
Ma~dalena Nueva, Limll,

~ un pueblecito de Cañete, llamado Boca del


19 ~Ío, hay un cerro bañado por el mar; y en él, di-
cen los antiguos, existe una princesa encantada, la cual
está encadenada; y que en noches de luna, cuando los
pescadores salen en sus barcas, oyen el claro tañer de
unas campanas. Muchos antiguos aseguran que han
visto a la princesa, que es hermosísima y está engala-
nada de piedras preciosas, y que hay oculto bajo el ce-
rro, un castillo.

44
EL PAJARO MALO

Recogida en Cañete, Provincia del Departamento de


Lima, por Celinda Sánchez, alumna del cuarto año
de media del Colegio Nacional "Miguel Grau" de
Magdalena Nueva, Lima.

~ual que en los ti~mpos antiguos, los habitantes ·


J ~~ este lugar) sobre todo los de las chacras) tie-
nen la superstición del Pájaro Malo.
Dicen que anuncia la muerte de cualquier indivi-
duo) cantandú sobre el techo de la casa del que va a
mOrIr.
y es por eso que lo denominan así: Pájaro Malo.
Este animal tiene un aspecto horrible: plumaje negro,
ojos grandes y saltones; causa miedo el verlo . . Rara
vez sale a la población; vive en el campo, generalmente
en los árboles más hermosos, y casi escondido entre
las hojas.

45
EL CERRO HUECO

R ecogida en Cañete, Provincia del Departamento de


Lima, por Gloria Makthon G., alumna del cuarto
año de media del Col egio Nacional "Miguel Grau" de
Magdalena Nueva, Lima.

e erca de las ruinas de Yucahuasi hay un pueblo,


que queda más o menos a diez kilómetros de Ca-
ñete; en este lugar hay muchas rumas que pertenecen
al tiempo de los incas .
En este pueblo hay un cerro que tiene una aber-
tura muy grande y profunda, por lo cual le llaman Cerro
Hueco.
Cuen tan los habi tan tes del lugar que después del
terremoto del año 1904, duran te el gobierno de don José
Pardo, apareció en el Cerro Hueco un faisán . Después
del terremoto, muchas personas habían perdido a sus
familiares; entre ellas un señor que había quedado solo.
Como un entretenimiento, este señor cazó al faisán , y

46
se lo llev6 para tenerlo bajo su cuidado. Cierta vez
se 0lvid6 de darle la comida, y el faisán desapareci6;
el señor -fue en su busca y después de vario'S días lo vol-
vi6 a encontrar, y lo criaba con más cuidado. D espués
de muchos años, un día que el señor descuid6 al faisán,
éste desapareci 6 de nuevo; y por más que el señor 10 bus-
c6, no lo volvi6 a encontrar; s610 haIl6 una de las ma-
ravillosas plumas que el pájaro le dej6 en el Cerro
Hueco.
• Los habitantes del valle creen que este animal,
tan hermoso, había sido mandado por Dios para que
sirviera de compañía a aquel señor que había perdido
a toda su familia en el terremo to.

47
EL POZO DE LA CALZADA

Recogida en el Puerto de Cerro Azul, P rovincia


de Cañete, Departamento de Lima, por Nilda Ferra-
ri M ., alumn a del tercer año de media del Coleg io
Nacion al "Miguel Grau" de Magdalena Nueva, Lim a.

¡;) erca de Cerro Azul, en el camino a San Lui s, hay


~ un sitio llamado La Calzada. Por un cerro pr6-
ximo corre una cequiecita. Respecto al origen de esta
acequia, se dice que un inglés, apellidado Renycke, hom-
bre muy rico, lleg6 a pasearse a Cañete; y se estableci6
en San Luis. De allí se iba a pasear a estos lugares.
Entonces todavía no se había fundado el pueblo de Ce-
rro Azul. Y vi6 que aquellas tierras muertas podrían
producir mucho, pero hacía falta agua para regarlas.
Dícese que vendi6 su alma al diablo a ccunbio de que se
presen tara un pozo de agua en el cerro para poder re-
gar las tierras. Así se cumpli6 el pacto: apareci6 este
pozo; y el señor inglés al poco tiempo muri6; y cuando

48
10 velaban, apareci6 un perro que tenía los ojos como
dos fuegos; y se apagaron las luces. Algunos acompa-
ñantes se desmayaron. Cuando prendieron las luces,
y volvieron en sí, no encontraron el cuerpo. El diablo
cumpli6 su palabra y se llev6 al señor inglés. Pero hasta
la actualidad baja' el agua del cerro.

49
LA LAGUNA MISTERIOSA

Recogida en Cañete, Provincia del Departamento de


Lima, por Celinda Sánchez, alumna del cuarto año
de media del Colegio Nacional "Miguel Grau" de
Magdalena Nueva, Lima.

~te es un paisaje que nos presenta el río Cañete,


19 :obre todo al atardecer; se halla situado en una
parte interior de una campiña llamada Carmen Alto, más
o menos a diez kilómetros de la ciudad de Cañete. Ver-
daderamen te no es una laguna la que existe en es te
lugar) sino una parte del río Cañete que tiene la forma
de laguna, por cuya razón, los habitan tes de ese lugar,
lo denominan así: "la laguna misteriosa". De ella
dice la gen te que la ha bendecido Dios; porque cuanc:lo
el río crece y aumenta el volumen de sus aguas. éstas
no se mezclan con las de la laguna y sólo se desplazan
por un lado, sin destruir nada. Los alrededores de b.

50
laguna están adornados, por un lado de pin torescos ce-
rritos, y por el otro de hermosos árboles; y al pie de
éstos, hay numerosas florecillas. Su misterio se debe
principalmente a la aparición de una pata con bastantes
patitos sólo el día de San J uan, porque en otros días-
jamás aparecen dichos animalitos.

5i
EL POZO ENCANT ADO

Recogida en Cañ ete, P rovi ncia del p epartamento de


Lima , por Yolanda González Zavala, alumna del
cuarto año de media del Colegio Nacional "Miguel
Grau" de Magdalena Nueva, Lima.

~n Cañete, a pocos metros de la carretera 'Pana-


19 :nericana, en el Sur, se encuentra la entrada a la
pequeña hacienda de Hualcará, donde hay un pozo de
agua cristalina, al que llaman "El Pozo Encantado",
Según la leyenda, dicen que cuando se acerca al
pozo alguna persona se le presenta una bella joven que
sale del interior de él y ofrece al caminante un vaso de
agua; yel que toma dicha agua desaparece lo mismo
que la joven, no quedando ninguna señal de nada.
Por esta razón los habitantes procuran no acercar-
se al pozo por temor a desaparecer bebiendo el agua
encantada.

52

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