Bases Neurop. Tema 6

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Tema 6: Desarrollo evolutivo de la atención.


Bases Neuropsicológicas.

6.2 La atención

La atención es un proceso cognitivo complejo, que participa e interactúa con otros procesos cognitivos
como la percepción, la memoria, el lenguaje, las funciones ejecutivas. Engloba diversos fenómenos
psicológicos.

Es necesario que exista un proceso de selección y filtro que establezca un orden de prioridades y secuencie
temporalmente las respuestas más adecuadas para cada ocasión. La atención es la encargada de realizar
la selección de los estímulos más pertinentes para realizar una determinada actividad sensorial,
cognitiva o motora.

La atención, consiste en la focalización selectiva hacia un determinado estímulo, filtrando, desechando e


inhibiendo las informaciones no deseadas. Para llevar a cabo cualquier proceso cognitivo es necesario
cierto grado de selección de los estímulos que acceden al SN, mediante la puesta en juego de los
mecanismos atencionales.

La atención constituye algo más que la selección de estímulos, permite supervisar y regular los procesos
cognitivos, participa, tanto en el proceso de adquisición de la información como en la supervisión de la
actividad mental, de tal manera que resulta muy difícil de separar la atención del funcionamiento
ejecutivo.

6.3 Sistemas atencionales: Bases neuroanatómicas (IMPORTANTE)

La atención es una función compleja distribuida en redes neuronales. Los procesos más
pasivos relacionados con la atención involuntaria se localizan en las áreas más profundas del encéfalo,
mientras que los que requieren un mayor grado de atención voluntaria y un mayor componente cognitivo
y motivacional se sitúan en las áreas corticales.

La estructura de la atención podría distribuirse en diferentes niveles de complejidad creciente.

ATENCIÓN PASIVA

Atención más rudimentaria e inespecífica. tampoco ejerce ningún tipo de esfuerzo voluntario. La atención
pasiva también se caracteriza porque no está vinculada con los motivos, necesidades o intereses
inmediatos del sujeto. Este tipo de atención incluye el estado de alerta y la respuesta de orientación.

- Estado de alerta o vigilancia es la base fundamental de los procesos atencionales y constituye su nivel
más elemental y primario. Permite que el sistema nervioso disponga de suficiente capacidad para la
recepción inespecífica (nosotros captamos todo y nuestro sistema se pone en alerta) de las informaciones
externas e internas. Se localiza en la formación reticular, un conjunto de pequeñas estructuras situadas en
el tronco cerebral y en el tálamo, especialmente un núcleo denominado locus coeruleus, que es de donde
surgen neuronas que utilizan el neurotransmisor noradrenalina. Estas neuronas se proyectan a amplias
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regiones cerebrales provocando un cierto nivel de activación de estas redes y permitiendo así un
procesamiento eficiente de la información.

SARA: Sistema Activador Reticular Ascendente


SARD: Sistema Activador Reticular Descendente

- Respuesta de orientación es una modalidad de atención pasiva común a todos los mamíferos, que
permite la supervivencia del individuo y le prepara para responder ante cualquier estímulo externo
sorpresivo. Surge cuando un estímulo no se espera, provocando un estado de alerta general. El lóbulo
parietal es el responsable de preparar los mapas sensoriales necesarios para el control y la orientación de
la atención, pero también provoca cambios somáticos y neurovegetativos que preparan al sujeto para la
acción, por lo tanto, implica la activación de los circuitos corticales tálamo-frontales y del sistema límbico.

ATENCIÓN ACTIVA

La atención activa participan los aspectos motivacionales del sujeto. Se lleva a cabo mediante una
actuación consciente, intencionada, volitiva (interviene nuestra voluntad) y con una utilidad práctica. Una
vez que se dispone de suficiente nivel de activación psicofísica, para permitir el acceso de nuevas
informaciones al sistema nervioso, entra en juego el proceso de atención voluntaria y activa, que tiene
varias modalidades:

- Atención focalizada, el foco atencional se concentra en un objetivo concreto, depende preferentemente


de los factores motivacionales de cada sujeto. Se incluyen en la atención focalizada los ejercicios de
tachado o cancelación de letras, sílabas o palabras en un texto.
- Atención sostenida, el foco atencional se puede mantener durante un periodo de tiempo resistiendo a la
fatiga y a los estímulos distractores. Un ejemplo de esta modalidad sostenida sería tachar determinadas
letras o palabras en un texto de la forma más eficiente durante varios minutos.
- Atención selectiva es la capacidad para seleccionar y activar los procesos cognitivos sobre aquellos
estímulos o actividades que interesan, anulando los que son irrelevantes. Un ejemplo de atención selectiva
sería tratar de seguir una conversación con una persona en un entorno ruidoso mientras otras personas
hablan entre sí de manera simultánea. (tarea de inhibición tipo stroop)
- Atención alternante consiste en la capacidad para cambiar el foco de atención desde un estímulo a otro
voluntariamente o ante demandas externas, desplazándolo entre varias tareas. Por ejemplo, escuchar la
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TV y entender lo que dicen y cambiar de atención a leer una noticia y entenderla e ir intercambiando la
tarea, un minuto cada tarea).

- La atención dividida implica prestar atención a por lo menos dos estímulos al mismo tiempo. También
frente a una carga de estímulos, el individuo logra repartir sus recursos atencionales para así poder
desempeñar una tarea compleja. Esta modalidad de atención implica un mayor nivel de esfuerzo mental ya
que implica la participación de otros componentes cognitivos como la memoria operativa, la resistencia a
la interferencia y la flexibilidad mental. (Prestar atención a dos tareas a la vez en un tiempo determinado)

En la atención activa, o voluntaria participan las redes


frontoparietales, si el lóbulo parietal era el responsable del
control y la orientación de la atención, el área prefrontal es la
encargada de dirigir el foco de atención hacia el lugar
adecuado, inhibir estímulos distractores. El giro cingulado,
regula los procesos motivacionales, ya que establece
conexiones entre la corteza prefrontal y las estructuras
límbicas.

El hemisferio derecho es dominante en el control de la actividad


atencional y sus lesiones afectan más intensamente a la respuesta
atencional.

Las fibras que conectan la formación reticular con la corteza cerebral


son más densas en el hemisferio derecho que en el izquierdo y que
existe un mayor incremento de la actividad metabólica durante la
realización de tareas de atención sostenida en el hemisferio derecho
que en el izquierdo. Por lo que, las lesiones del hemisferio derecho
producen más trastornos atencionales que las lesiones homólogas
del hemisferio izquierdo.

6.4 Desarrollo de la atención en la infancia y la adolescencia (IMPORT.)

Durante la infancia, y a lo largo del proceso madurativo, ciertos procesos atencionales pasan de ser
involuntarios a ser controlados. Primeramente, (al nacer) el niño es dependiente del medio y atiende de
acuerdo con las características del estímulo (novedad, contraste, intensidad, duración, etc.).
Paulatinamente va adquiriendo control voluntario sobre su atención.

Se ha observado cómo el feto responde a estímulos auditivos, este aspecto explica cómo la atención
auditiva se desarrolla antes que la visual.
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Entre los dos y tres El bebé va poniendo en marcha sus mecanismos


meses visuales. A partir del tercer mes, el bebé empieza a utilizar su atención de otra
manera más flexible y está influenciada por la experiencia que va acumulando.
A los seis meses Perseguir la mirada de otra persona, pero no regir su atención hacia el objeto al
que proporciona atención la otra persona. Esta habilidad se completará hacia
los doce meses. (Puede atender al objeto de atención de otra persona)
A lo largo del primer Emergen capacidades rudimentarias de función atencional ejecutiva
año
Durante la infancia, la atención parece, en principio, estar guiada por los estímulos
del entorno
Desde los dos hasta Se da una ampliación en la capacidad para mantener la atención.
los
cuatro años
A los cuatro años Escudriñar su contexto de forma independiente, siendo cada vez menos
«dirigido» por la peculiaridad de los estímulos.
A los cinco-seis años Se consolida la capacidad de atención selectiva.
A los cinco años Se observa en los niños un mayor control en la destreza para dirigir la atención
hacia
aspectos del contexto que resulten interesantes e inhabilitar los que no resulten
relevantes en ese momento
Entre los siete y los Se produce un aumento en relación con la atención
nueve años sostenida.
Hacia los nueve-doce La atención selectiva mejora.
años

La capacidad para sostener la atención a lo largo del tiempo no finaliza durante la niñez.

Hacia los trece- La ejecución atencional es similar a la de un adulto


quince años

A medida que se desarrolla el proceso de mielinización del lóbulo frontal se incrementa la capacidad para
seleccionar estímulos relevantes, inhibiendo la atención de otros estímulos del entorno (Fuentes y García,
2008).
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