Carbohidratos
Carbohidratos
Carbohidratos
(CARBOHIDRATOS)
Química Biológica
Esto se cumple gracias a una enzima, la amilasa, que ayuda a descomponer esta molécula
en glucosa o azúcar en sangre, que hace posible que el cuerpo utilice la energía para realizar sus
funciones.
FUENTES DE CARBOHIDRATOS
1. La fruta.
Además de ser una fuente importante de carbohidratos también suministran una parte
importante de vitaminas y minerales necesarias para el rendimiento deportivo de cada uno
de los atletas, independientemente de la disciplina que practiques. Antes de entrenar
debemos escoger una fruta con un índice glucémico bajo como la pera y la manzana, dos
frutas de temporada que podemos encontrar fácilmente y que además nos aportarán muchas
vitaminas y pectina.
Las frutas rojas como las fresas, las moras, los arándanos, las cerezas son también una gran
opción para comer antes de hacer deporte, ya que además de tener índices glucémicos bajos
son muy ricas en antioxidantes. Las uvas y el pomelo son otras variedades que no podemos
olvidar antes de hacer deporte.
Después de hacer ejercicio, debemos añadir carbohidratos de índice glucémico alto como el
plátano maduro, la sandía, melón dulce, la naranja, que además nos ayudarán a reponer
sales minerales que hemos perdido con el ejercicio.
2. Barritas energéticas.
Las barras energéticas están diseñadas específicamente para su uso antes, durante y después
del ejercicio, son excelentes para el abastecimiento y reabastecimiento de combustible en
torno a los entrenamientos, ya que proporcionan energía abundante, y rápida.
Antes y después de los entrenamientos, elije las barritas con alto contenido de
carbohidratos, moderada en proteínas y baja en grasa y fibra. Puedes consumirlas con
bastante rapidez, sin utensilios adicionales. Ocupan poco espacio y pueden llevarse en un
bolso o un bolsillo.
3. Bebidas deportivas.
Las bebidas creadas específicamente para deportivas proporcionan los carbohidratos que se
necesitan para alimentar los músculos. Además de carbohidratos, contienen agua y suelen
estar enriquecidas con electrolitos para ofrecer una óptima hidratación.
Debido a su alto contenido en azúcar, sin embargo, estos productos sólo deben utilizarse
inmediatamente antes, durante y después de los entrenamientos y carreras.
4. Arroz integral.
Los granos de cereales como el arroz integral son algunas de las fuentes más ricas en
hidratos de carbono. Una taza de arroz integral tiene 45g de carbohidratos. El arroz es muy
bajo en sodio, tiene un bajo aporte de azúcares simples y está exento de grasa.
El arroz integral se considera más saludable que el arroz blanco, ya que contienen más
fibra, vitaminas y minerales. También se absorbe más lentamente (su índice glucémico es
bajo), por lo que proporcionan energía prolongada. El arroz es rico en fósforo, zinc, niacina
y vitamina B6.
5. Legumbres.
Las legumbres son uno de los alimentos más importantes, que deben de estar incluidos en la
alimentación de deportistas, por su gran aporte de proteína vegetal, por lo que no aportan
grasas saturadas como las carnes rojas, ni colesterol. Si bien las legumbres son
relativamente ricas en hidratos de carbono, una parte sustancial de las mismas son la fibra y
la carga glucémica global es bastante baja.
Las legumbres son también una excelente fuente de hierro, proteínas y ácido fólico, así
como minerales esenciales. Las legumbres portan gran saciedad al ingerirlas por lo que
pueden ser una buena ayuda para adelgazar sin hambre, ya que su fibra exige masticación y
retrasa la digestión, permitiendo que el apetito se mantenga a raya por más tiempo. Al igual
que el arroz, son muy versátiles y permiten una amplia variedad de comidas y su
combinación con verduras, carnes, lácteos o cereales. No se deben comer legumbres antes
de hacer ejercicio por ser flatulentas.
7. Copos de avena.
La avena es un ingrediente casi infaltable en los batidos, desayunos y demás comidas de los
deportistas. Esto es así, no sólo por su riqueza en carbohidratos complejos (una media taza,
te da la friolera de 54 gramos) sino que este alimento es un cereal con muchas más ventajas
nutricionales.
Tiene buena cantidad de fibra lo cual convierte a la avena en un cereal de bajo índice
glucémico, tiene proteínas en cantidades importantes, posee grasas insaturadas y, además,
tiene micronutrientes de gran valor al momento de hacer deporte. Además, la avena es muy
versátil y acompañada de frutas, leche o yogur es una gran alternativa para antes del
entrenamiento como después de este para recuperarse correctamente.
Los alimentos integrales tienen un índice glucémico menos que los refinados, es decir, la
medida que indica la velocidad en la que un alimento afecta la secreción de insulina tras su
ingestión. Además, tienen mayores cantidades de vitaminas y minerales que los procesados.
Son alimentos que, a casi todo el mundo gusta su sabor y textura, y además combinan con
casi cualquier alimento.
9. Quinoa.
Técnicamente una semilla y no un grano, la quinoa es una buena fuente de proteína y fibra,
y tiene un índice glucémico muy bajo. También es rica en hierro, tiene un perfil completo
de aminoácidos (ideal para los vegetarianos) y se cocina en muy poco tiempo.
10. Patatas.
Las patatas no tienen muy buena fama en las dietas porque se asocian con aceite, fritura y
grasa, pero eso no debe por qué ser así. Las patatas hervidas no añaden nada de grasa extra
y nos dan mucha energía útil. Hoy por hoy, la patata es uno de los pilares básicos de la
alimentación;
es un producto económico y con una excelente versatilidad gastronómica. Pero más allá de
que podamos disfrutar de su sabor de mil y una maneras, estos tubérculos cuentan con
numerosas ventajas a nivel nutricional. Las patatas son buenas fuentes de carbohidratos,
bastante ricas vitamina C, vitamina B6 y minerales esenciales para el deportista como el
potasio, además de contener pequeñas cantidades de otros minerales como magnesio y
hierro.
La fuente principal de energía para casi todos los asiáticos, africanos y latinoamericanos
son los carbohidratos. Los carbohidratos constituyen en general la mayor porción de su
dieta, tanto como el 80 por ciento en algunos casos. Por el contrario, los carbohidratos
representan únicamente del 45 al 50 por ciento de la dieta en muchas personas en países
industrializados.
Los carbohidratos son compuestos que contienen carbono, hidrógeno y oxígeno en las
proporciones 6:12:6. Durante el metabolismo se queman para producir energía, y liberan
dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Los carbohidratos en la dieta humana están sobre
todo en forma de almidones y diversos azúcares. Los carbohidratos se pueden dividir en
tres
grupos:
monosacáridos, ejemplo, glucosa, fructosa, galactosa;
disacáridos, ejemplo, sacarosa (azúcar de mesa), lactosa, maltosa;
polisacáridos, ejemplo, almidón, glicógeno (almidón animal), celulosa.
Monosacáridos
Los carbohidratos más sencillos son los monosacáridos o azúcares simples. Estos azúcares
pueden pasar a través de la pared del tracto alimentario sin ser modificados por las enzimas
digestivas. Los tres más comunes son: glucosa, fructosa y galactosa.
Debido a que la glucosa es el azúcar en la sangre, con frecuencia se utiliza como sustancia
para dar energía a las personas a las que se alimenta por vía endovenosa. La glucosa
disuelta en agua estéril, casi siempre en concentraciones de 5 a 10 por ciento, por lo general
se utiliza con este propósito.
Disacáridos
Los disacáridos, compuestos de azúcares simples, necesitan que el cuerpo los convierta en
monosacáridos antes que se puedan absorber en el tracto alimentario. Ejemplos de
disacáridos son la sacarosa, la lactosa y la maltosa. La sacarosa es el nombre científico para
el azúcar de mesa (el tipo que, por ejemplo, se emplea para endulzar el té). Se produce
habitualmente de la caña de azúcar, pero también a partir de la remolacha. La sacarosa se
halla también en las zanahorias y la piña. La lactosa es el disacárido que se encuentra en la
leche humana y animal. Es mucho menos dulce que la sacarosa. La maltosa se encuentra en
las semillas germinadas.
Polisacáridos
Los polisacáridos son químicamente los carbohidratos más complejos. Tienden a ser
insolubles en el agua y los seres humanos sólo pueden utilizar algunos para producir
energía. Ejemplos de polisacáridos son: el almidón, el glicógeno y la celulosa.
El almidón es una fuente de energía importante para los seres humanos. Se encuentra en los
granos cereales, así como en raíces comestibles tales como patatas y yuca. El almidón se
libera durante la cocción, cuando el calor rompe los gránulos.
Ahora hay un interés creciente en la fibra alimentaria, debido a que las dietas altas en fibra
se consideran saludables. Una clara ventaja de las dietas altas en fibra es la menor
incidencia de estreñimiento con respecto a las personas que tienen una dieta baja en fibra.
El volumen en las dietas de alto contenido de fibra puede contribuir a una sensación de
llenura o saciedad, que puede llevar a un menor consumo de energía, y esto, a su vez, ayuda
a reducir la probabilidad de obesidad. Una dieta alta en fibra resulta en un tránsito más
rápido de los alimentos a través del tracto intestinal, y por lo tanto, se considera de ayuda
para un funcionamiento intestinal normal y saludable. La fibra dietética se ha encontrado
unida a la bilis en los intestinos.
Ahora se reconoce que el alto contenido en fibra de la mayoría de las dietas tradicionales
puede ser un factor importante para prevenir ciertas enfermedades que parecen ser mucho
más frecuentes en las personas que consumen dietas de bajo contenido en fibra, comunes en
los países industrializados. Debido a que la fibra facilita el paso rápido de materiales a
través del intestino, puede ser un factor en el control de diverticulitis, apendicitis,
hemorroides, ciertos tipos de cáncer y quizá de arteriosclerosis, la que lleva a la enfermedad
coronaria.
El consumo frecuente de cualquier tipo de carbohidrato fermentable viscoso, ya sea
almidón o azúcar, puede contribuir a la caries dental, sobre todo cuando además existe una
higiene oral pobre. Un adecuado consumo de flúor y/o su aplicación tópica es la mejor
protección contra la caries
Al consumir una porción de carbohidrato, es decir, un pan o una fruta, por ejemplo, este se
irá descomponiendo progresivamente y sus moléculas se irán separando a medida que va
transitando por el sistema gastrointestinal, llegando al intestino en forma
de monosacáridos para poder ser absorbidos.
Los carbohidratos simples, por ser digeridos y absorbidos más fácilmente por el organismo,
hacen que el azúcar en la sangre aumente rápidamente, es decir, tienen un índice glucémico
elevado; además, aumentan la sensación de hambre y favorecen la acumulación de grasa en
el organismo, motivo por el cual su ingesta debe ser reducida, debiendo preferir el consumo
de carbohidratos complejos ricos en fibras.
2. Complejos (polisacáridos)
Dentro de los carbohidratos complejos se encuentra la fibra, que son componentes de los
vegetales que no son digeridos por las enzimas gastrointestinales, algunos ejemplos son la
celulosa, los fructooligosacáridos (FOS) y la lignina. Estos alimentos hacen que la digestión
sea más lenta, aumentan la sensación de saciedad y favorecen los movimientos intestinales.
1. Producir energía
Los carbohidratos, tanto los complejos como los simples, son la principal fuente de energía
del organismo, debido a que durante su digestión a través del tracto gastrointestinal se
genera glucosa.
4. Preservan los músculos
Las fibras, que pueden ser solubles o insolubles, son un tipo de carbohidrato que no es
digerido por el organismo y no produce glucosa, pero es esencial para el proceso de
digestión, ya que disminuye la absorción de colesterol, ayuda a regular el azúcar en la
sangre, favorece los movimientos intestinales y el aumento del volumen de las heces,
evitando problemas como el estreñimiento, por ejemplo.
Según un estudio publicado en The Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition, prescindir de
los carbohidratos puede aumentar a largo plazo el riesgo de sufrir enfermedades
cardiovasculares y arritmias. Esto no quiere decir que suprimir aquellos hidratos de carbono
que provengan de comida basura tipo patatas fritas, donuts, pizza y demás no sea
beneficioso para la salud del corazón.
3. Falta de potasio
4. Desequilibrio vitamínico
Volvemos al problema de eliminar frutas y verduras, que son ricas en hidratos de carbono.
Según un estudio publicado en The Journal of the International Society of Sports Nutrition,
los planes de alimentación que restringen mucho los carbohidratos carecen de los niveles
adecuados de vitamina B7, vitamina D, vitamina E, cromo, yodo y molibdeno. Estos
nutrientes esenciales garantizan el buen funcionamiento de los órganos y la salud, por lo
que es de esperar que se produzcan una serie de problemas como la caída del cabello, el
aumento de peso o la pérdida de memoria, entre otros.
Todo el que se haya puesto a dieta alguna vez en su vida sabe que los cambios que se
experimentan no son solo físicos sino también mentales. Según un estudio publicado
en Pediatrics, un estilo de vida sin carbohidratos acaba provocando un sueño de poca
calidad lo que se relaciona con una función mental deficiente.
Una reducción grande y repentina de los carbohidratos puede producir efectos secundarios
a corto plazo, por ejemplo:
Estreñimiento.
Dolor de cabeza.
Calambres musculares.
Una fuerte restricción de carbohidratos puede hacer que el cuerpo descomponga las grasas
en cetonas para obtener energía (cetosis). La cetosis puede causar efectos secundarios como
mal aliento, dolor de cabeza, fatiga y debilidad.
No está claro qué tipo de posibles riesgos para la salud a largo plazo puede tener una dieta
baja en carbohidratos. Si limitas los carbohidratos a largo plazo, es posible que consumas
muy pocas vitaminas y minerales, y tengas problemas digestivos.
Algunos expertos en salud piensan que, comer una gran cantidad de grasa y proteína de
origen animal podría aumentar el riesgo de presentar una enfermedad cardíaca o algunos
tipos de cáncer.
Si optas por seguir una dieta baja en carbohidratos, piensa en las grasas y proteínas que
eliges. Limita el consumo de alimentos con grasas saturadas y grasas trans, como la carne y
los productos lácteos con alto contenido de grasa. Estos alimentos pueden aumentar el
riesgo para una enfermedad cardíaca.