1 acto

(La escena debe dejar claro que

estamos al aire libre, en un lugar
salvaje, en el que predomina la
vegetación)
(Se escuchan los cantos de las
aves. Todo, sin embargo, rezuma
tranquilidad).
(Ahora escuchamos unos
disparos de escopeta, uno, dos,
tres, cuatro).
(Dos Elefantes cruzan la escena,
están Huyendo)
(Entra el Rey, que lleva una
escopeta, y un Lacayo)
El Rey se para en mitad de la
escena y apunta hacia el frente,
luego hacia el fondo y termina
apuntando hacia el Lacayo
LACAYO:
Cuidado, Majestad, no soy un
elefante.

REY:
(baja la escopeta)
Tienes suerte, lacayo, ¿Hacia
dónde han huido?

LACAYO:
Hacia el interior de la selva, Es
decir, hacia el lugar al que huyen
siempre los elefantes

REY:
-¡Excelente!
(El Rey avanza hacia el lugar por
el que salieron los elefantes y
sale de escena).

LACAYO:
-¿Excelente? -¡Espere,
Majestad!
(Sale también).
2 acto
(Por el otro extremo entran tres
Elefantes, avanzan sigilosos).

ELEFANTE 1:
-¿Se han ido?
ELEFANTE 2:
Yo diría que se han marchado.

ELEFANTE 3:
Ese hombre es un peligro para
todos nosotros

ELEFANTE 2:
Ese hombre es un peligro y
punto

ELEFANTE 1:
Debe haber alguna manera de
evitar que siga cazando
elefantes

(Escuchamos una explosión y el

Mago aparece en escena)

MAGO:
Existe una solución, pero no
llegaréis hasta ella hablando
como cotorras
ELEFANTE 2:
Querido Mago, ¿y sería usted
tan amable de compartir esa
solución con nosotros?

MAGO:
Debéis utilizar la magia para
vencer a ese hombre.

ELEFANTE 1:
Por los huesos de mis
antepasados. Usaré la magia y
hasta mi trompita si hace falta

MAGO:
Existen unas palabras mágicas
que debéis decir, pero tenemos
que ir hasta mi cabaña, ya que
no las recuerdo

ELEFANTE 3:
-¡Qué poca memoria tenéis los
humanos!, -¡vamos, vamos!
ELEFANTE 1:
Si, no sea que regrese con su
escopeta.

(Salen todos)
3 acto
(Escuchamos disparos de
escopeta)
(Entran el Rey y el Lacayo)

REY:
-¿Hacia dónde han ido?

LACAYO:
No lo sé, Majestad, soy un
lacayo y no un rastreador de
huellas
REY:
Si yo no fuese un Rey un poco
anciano, te daría un guantazo
con mi propia mano -¡Adelante!
(Sale el Rey).
LACAYO.-
-¿Un guantazo con una mano?, -
¡esperad!
(Sale)

(Un Elefante cruza la escena,

desde el lugar por el que salieron
el Rey y el Lacayo Huye y mira a
su alrededor y cruza la escena
hasta salir)
(Entran el Rey y su Lacayo)

LACAYO:
No me preguntéis a dónde ha
ido, porque no lo sé

REY:
Sois malvado
LACAYO:
Psss
(Desde lo alto caen una red
encima del rey del lacayo )
(Entra el Elefante 1)

ELEFANTE 1:
-¡El cazador ha sido cazado!

REY:
-¡Soltadme, soy tu Rey!

ELEFANTE 1:
Sólo te soltaré si prometes no
volver a cazar elefantes.

REY:
-¡Sois malvado!

LACAYO:
-¿También el elefante? Por favor,
majestad, prometed que no
cazaréis más elefantes y
podremos irnos al palacio
REY:
-¡Jamás!, -¡soy el Rey!

ELEFANTE 1:
Las palabras del Mago
escucharás y tú para siempre
cambiarás.

LACAYO:
-¿Cambiar éste?, lo dudo.

(C apagan las luces )

4 acto

(Donde estaba el Rey vemos,

con la escopeta a sus pies a un
Elefante, junto a él está el
Lacayo, libre de la red también,
el Elefante 1 ha desaparecido

ELEFANTE/REY:
-¿Qué me sucede?, siento como
si de repente hubiese engordado
dos mil kilos, y...hasta mi voz ah
cambiado

LACAYO.:
-¡lo habéis convertido en un
elefante!

ELEFANTE/REY:
-¿Que dices, bobo?
-(se toca la colita, las orejas y la
trompa y grita:)-¿qué brujería es
ésta?

LACAYO:
Vaya, ahora no cazaréis más
elefantes.
(Entra la Reina y dos Soldados)

REINA:
-¡Menos mal que os encuentro,
lacayo! Estaba ya preocupada y
he salido del palacio a buscar a
mi marido
ELEFANTE/REY:
Reina mía, soy vuestro marido

REINA:
(Se sobresalta al escuchar al
elefante)
-¿Me estáis llamando gorda?, -
¿dónde está mi marido?

LACAYO:
Es cierto lo que dice, mi Reina.
El elefante es vuestro marido.

REINA:
-¿Habéis bebido vino, lacayo? Si
este elefante fuera mi marido, yo
ya me habría dado cuenta el día
de mi boda
LACAYO:
-¡Es él!
REINA:
(Muy ofendida)
-¡Estáis borracho! -¡Soldados!,
detened a este lacayo y llevadlo
al palacio

ELEFANTE/REY:
Mi reina querida…

REINA:
(A uno de los soldados)
Coge esa escopeta y si el
elefante intenta seguirnos,
dispárale

(La Reina sale de escena con

paso majestuoso, el soldado con
cuidado, coge la escopeta del
suelo; mientras su compañero
saca de escena al Lacayo).

SOLDADO.-
No te muevas de ahí, se dónde
tengo que disparar si no
obedeces
ELEFANTE/REY:
Soy tu rey.

SOLDADO:
Como quieras, pero si te mueves
de ahí, disparo.

(Se escucha una explosión y el

Mago aparece en escena).
(El Soldado apunta con la
escopeta hacia el recién
llegado).

SOLDADO.-
-¡Alto!, -¿quién eres?

MAGO.-
Las palabras del Mago
escucharás y tú como un tronco
dormirás.

(El Soldado deja caer la

escopeta y luego
cae de golpe al suelo, y desde
allí, ronca).

ELEFANTE/REY:
Eres un mago, haces magia!

MAGO:
Así es. Y vengo a ofrecerte la
oportunidad de convertirte en
otro animal, si lo prefieres.

ELEFANTE/REY.-
Quiero volver a ser el rey.

MAGO:
Eso es imposible, una vez dichas
las palabras mágicas, ya no hay
marcha atrás Pero te ofrezco
convertirte en otro animal, si lo
prefieres

ELEFANTE/REY.:
Quiero volver a vivir en palacio
(lo dice con
tristeza)

MAGO:
Entonces pedid ser un animal
pequeño y os podréis meter por
todos los agujeros de palacio

ELEFANTE/REY:
De acuerdo, quiero ser un ratón
(Se apagan las luces)
5 acto
Sale el elefante y entra un
pequeño ratón donde antes
estaba el elefante. El Mago lo
observa)

RATÓN:
Debo ir a palacio, es mi hogar
MAGO:
Ve, pues…
(Sale el ratón)

MAGO:
(Al público):
Y esa es la razón por la que los
elefantes temen a los ratones, se
asustan de ellos porque saben
que todos los ratones
descienden de aquel rey que
cazaba elefantes y fue
convertido en ratón para seguir
viviendo en un palacio.
(Pausa)
Las palabras del mago
escucharéis y que es el final de
la obra, sabréis.

(Sale el Mago)
FIN