Universidad Tecnologica de Los Andes

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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, CONTABLES Y SOCIALES

EL ACTO JURIDICO, SUJETOS DEL


PROCESO CIVIL, ACTIVO PASIVO
TERCEROS LITIS CONSORTE Y EL
MINISTERIO PUBLICO.

ASIGNATURA:

PRÁCTICA DE DERECHO CIVIL O PROCESAL CIVIL

CATEDRÁTICO:

DR. GERMAN MARIO LUNA ALVAREZ.

ALUMNAS:

- MARGIORI MANSILLA MAMANI

- MARIA JOSE MELENDRES MONTES

CUSCO- 2022

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RESUMEN

En esta monografia nos proponemos a discernir con claridad y sencillez, la


connotación, función y significación de cada uno de los sujetos que intervienen en un
proceso judicial y delimitar teóricamente sus alcances. Aunque tienen diferentes
denominaciones, todos ellos son aspectos de una misma institución: sujetos
procesales. Su tratamiento diferenciado sólo se justifica por la necesidad de claridad
expositiva y didáctica, asi como tambien el litis consorte y el ministerio publico.

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ÍNDICE GENERAL

RESUMEN

INTRODUCCION

1. EL ACTO JURIDICO

1.1. DEFINICIÓN

2. ELEMENTOS PARA SU VALIDEZ

2.1. Objeto física y jurídicamente posible

2.2. Fin lícito

2.3. Forma

3. SUJETOS DEL PROCESO CIVIL


3.1. Clasificacion de las partes.
3.2. El demandante.
3.3. El demandado.
3.4. El juez
3.5. Tipos de actos jurídicos

4. LITISCONSORCIO
4.1. ¿Quiénes son los litisconsorte?

5. INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN LOS PROCESOS CIVILES


5.1. ¿Quiénes son los terceros?

6. MINISTERIO PUBLICO

6.1. Funciones Del Ministerio Publico


6.2. El Ministerio Publico Y Los Procesos Civiles
6.3. Atribuciones Del Fiscal

7. CONCLUSIONES
8. BIBLIOGRAFIA.

2
INTRODUCCION

Los sujetos procesales son aquellos que en el proceso jurisdiccional tienen facultad
para realizar actos procesales cualquiera que sea la posición que ocupen en éste. La
doctrina diferencia entre quienes tienen la calidad de parte, terceros e intervinientes.
El concepto de sujeto procesal es omnicomprensivo de todos ellos.

Desde la doctrina mayoritaria, parte es quien pide en nombre propio o de otro la


actuación de la vo- luntad de la ley frente a otro en el proceso, por lo que adquiere la
calidad de actor (pretende) o de opositor (resistente); sin embargo, igualmente el
tercero es definido al unísono por la doctrina como aquél que con posterioridad al
establecimiento de la relación jurídica procesal llega al proceso entre otros,
adquiriendo en algunos eventos la calidad de parte y en otros la de mero interviniente;
pero al definir al interviniente se dice que es aquél que por voluntad propia o forzada
llega al proceso con capa- cidad para realizar actos procesales de parte, con lo que la
confusión torna en gaseosos tales conceptos.

Es menester entonces determinar con claridad y ojalá con sencillez, la connotación de


cada uno de esos términos y delimitar teóricamente sus alcan- ces para concluir que
son aspectos de una misma institución: sujetos procesales, y que su tratamiento
diferenciado sólo se justifica por didáctica, aunque al final, como siempre, la confusión
sea manifiesta.

1. EL ACTO JURÍDICO

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1.1. Concepto

Según nuestra normativa vigente del código civil peruano de 1984 artículo 140 del II
libro, menciona que:

“El acto jurídico es la manifestación de la voluntad destinada a crear, regular,


modificar, o extinguir relaciones jurídicas.”

Así también tenemos los conceptos de Vidal Ramírez qué nos dice sobre el acto jurídico
conduce a considerar, previamente, el concepto de hecho jurídico pues de él deriva el
acto jurídico con la presencia imprescindible de la voluntad, de la licitud y de la
manifestación de voluntad. (Vidal Ramírez, 2011, p. 31).

Así mismo adiciona las condiciones para que tenga la validez requerida los cuales se
manifiesta en 4 ítems y son:

1. Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones contempladas en la ley.


2. Objeto físico y jurídicamente posible.
3. Fin licito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

De tal manera que el acto jurídico es la causa que determina varios efectos jurídicos,
tanto patrimoniales o extrapatrimoniales. Lo cual tiene una mayor amplitud que un
contrato como fuente emergente de obligaciones, es así que las lesiones tienen como
resultado efectos jurídicos como el reparo o indemnización; la filiación, asistencia; el
reconocimiento de un hijo, obediencia; el matrimonio; fidelidad; el albacea,
cumplimiento.

En la variedad de los casos, lo que llega a suceder es que por medio de un acto jurídico
tiene por objeto exclusivo de crear obligaciones entre las partes.

Las partes pueden celebrar todo tipo de contrato, desde los mencionado en el código
civil a partir del articulo 1529 hasta el 1949 entre ellos tenemos la compraventa,
arrendamiento, mutuo, locación y servicios, etc.

Aquellas definiciones legislativas cumplen un con el propósito practico y orientan el


sentido de toda la amplitud normativa referida al derecho civil, y de forma muy
particular, el derecho patrimonial el cual es emergente y principal protagonista.

El contrato es un acto jurídico plurilateral y patrimonial, en el sentido de que la


principal motivación es el aspecto patrimonial involucrado y que puede realizarse
entre dos o mas personas, de tal manera que la ausencia de uno de estos elementos
del acto jurídico determinaría inmediatamente su invalidez del contrato como tal,
aunque podría darse la figura de una promesa unilateral o convención.

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2. ELEMENTOS PARA SU VALIDEZ
2.1. Agente capaz

La capacidad para ser parte contractual se rige por las disposiciones contenidas en el
título II del Libro I sobre Derechos de las Personas, respecto de la capacidad de goce,
de ejercicio y la incapacidad absoluta, relativa y adquirida. Como premisa general solo
las personas que tienen plena capacidad de ejercicio pueden celebrar contratos,
porque solo alguien con plena capacidad podrá manifestar válidamente su voluntad o
consentimiento; en este caso tanto los menores como los incapaces no podrían
celebrar contratos, salvo que se encuentren debidamente representados por padres,
tutores o curadores, según sea el caso. Al respecto, el artículo 1358 establece una
excepción: “los incapaces no privados de discernimiento pueden celebrar contratos
relaciones con las necesidades ordinarias de su vida diaria.” De esta manera, cualquier
menor de edad, podrá comprar una golosina, un juguete, entre otros bienes, que son
naturales a su edad y necesidades. Finalmente, cuando el agente o declarante no tiene
la capacidad de derecho, el acto jurídico es nulo. Si el agente no tiene capacidad de
ejercicio, el acto podrá ser nulo o anulable, si es incapaz absoluto o relativo,
respectivamente. La misma disposición se aplica a los contratos.

2.2. Objeto física y jurídicamente posible

Entendemos por jurídicamente posible, su legalidad o licitud; por físicamente posible,


aquello que el agente pueda realizar. En este punto, la materialización del objeto como
tal, es la primera aproximación, de tal manera que nadie puede vender algo que no
existe. A su vez, conocemos que existen bienes inmateriales. En este caso la posibilidad
radicará en la titularidad sobre ellos, y ya no necesariamente, en su posibilidad de
materialización. Creemos que la imposibilidad en ambos casos no tiene naturaleza
personal, sino general. Así, se pueden cumplir prestaciones por terceros o a través de
otros contratos, que la parte primigenia no podría realizar; por ejemplo, si una de las
partes tiene que entregar una cierta cantidad de dinero a la otra, no se requerirá que
sea esta misma la que realice exclusivamente la entrega, no es necesario, salvo que
nos refiramos a obligaciones de carácter personal tal como se establece en el artículo
1149 aplicable a todo tipo de contrato: “ la prestación puede ser ejecutada por
persona distinta al deudor, a no ser que del pacto o de las circunstancias resultara que
este fue elegido por sus cualidades personalidades”

2.3. Fin lícito

La finalidad o fin lícito consiste en la orientación que se da a la manifestación de la


voluntad para que ésta se dirija, directa y reflexivamente, a la producción de efectos

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jurídicos. Emite pues, una identificación de la finalidad del acto jurídico con los efectos
buscados mediante la manifestación de voluntad. Aquí cabe preguntarnos por qué
celebramos el contrato, cuál es el motivo o el impulso.

El Fin lícito nos hace alusión a los actos jurídicos que vulneran las leyes, al orden
público y a las buenas costumbres las cuales están protegidas por la nulidad como lo
indica el artículo v del título preliminar del código civil que indica qué, es nulo el acto
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres.

Menciona en el artículo 234 del código civil la cual nos define la institución del
matrimonio como la unión voluntaria mente concertada por un varón y una mujer este
acto sería nulo entre 2 personas del mismo sexo porque estarían contraviniendo a la
norma que tiene una naturaleza imperativa puesto que no sería referencia al artículo
234 del código civil puesto que nos expresa la unión de un varón y una mujer, y caso
contrario sería la unión de 2 personas del mismo sexo que aún no se encuentra
regulado en nuestro código civil.

2.4. Forma

La formalidad del acto jurídico, la norma establece una formalidad para celebrar el
acto jurídico, en caso contrario esta será pasible la sanción más grave nos referimos a
la anualidad del acto jurídico.

Un acto jurídico qué está bajo sanción de nulidad si no se cumple los requisitos cómo
es la escritura pública, la indicación individual del inmueble, su valor real y de las
cargas que ha de satisfacer el donatario es posible de una sanción de nulidad
mencionado en el artículo 1625 del código civil.

Todo acto jurídico y contrato deben revestir una formalidad mínima. En ambos casos
es la manifestación de la voluntad exteriorizada. Respecto al acto jurídico, el artículo
143 establece que: “cuando la ley no designe una forma específica para un acto
jurídico, los interesados pueden usar la que juzguen conveniente”; la misma norma se
extiende a los contratos, de tal manera que estos se perfeccionan por el
consentimiento de las partes; excepto aquellos que, además deben observar la forma
señalada por ley, se presume que la forma que las partes convienen adoptar
anticipadamente y por escrito es requisito indispensable para la validez del acto
(artículo 1352 y 1411, respectivamente). En ambos casos, si la ley ordena determinada
forma y el acto no reviste la forma imperativa, es inválido, consecuentemente, se
castiga con nulidad absoluta este acto.

3 tipos de actos jurídicos

Son los siguientes:

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 Acto jurídico intervivos. Es aquel que cuya eficacia se produce durante la vida
de los contratantes.
 Acto jurídico mortis causa. Es aquel cuya eficacia dependerá del fallecimiento
de aquel cuya voluntad emana.
 Acto jurídico gratuito. Es aquel que no tiene un interés económico.
 Acto jurídico oneroso. Es aquel que responde a un interés económico.
 Acto jurídico formal. Su eficacia dependerá de la observancia de las
formalidades ordenadas por la ley.
 Acto jurídico no formal. La eficacia no dependerá del cumplimiento de
solemnidad alguna.
 Acto constitutivo. Es el que genera efectos jurídicos desde el momento de su
celebración y estos rigen para el futuro.
 Acto declarativo. Es aquel que reconoce efectos jurídicos ya existentes, por lo
que su eficacia es retroactiva.

3. SUJETOS DEL PROCESO CIVIL.

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Los principales sujetos procesales en el ámbito civil son tres; el demandante quién es
el que reclama un derecho, el demandado la parte acusada y el juez quién es el que
conoce y debe resolver el litis entre las partes.

Sin embargo, existen otros sujetos procesales secundarios como; los auxiliares de la
jurisdicción civil y los órganos de auxilio judicial.

3.1. Clasificación de las partes

1. Partes directas e indirectas

a. Partes directas

Son aquellas entre las cuales se traba o se constitu- ye la relación jurídica procesal
compleja. Aquellas entre las que, de acuerdo con la normatividad pro- cesal, habrá de
transcurrir esa serie o secuencia de actos coordinados y proyectados hacia la decisión
final o sentencia.

___________________________

PRADO BRINGAS, Rafael y ZEGARRA VALENCIA, Francisco (2016). “Comentario al


artículo 97 del Código Procesal Civil”. En: Código Procesal Civil comentado por los
mejores especialistas. Análisis y comentarios artículo por artículo, Tomo I, pp. 586-590.

En estricto sentido las partes directas no serán sino

- el actor (demandante y/o acusador) y

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- el opositor (demandado y/o acusado).

b. Partes indirectas

En sentido amplio serían los demás intervinientes en el proceso.

En sentido estricto sólo serán aquellos que ocupen el lugar de la parte directa por un
acto voluntario de la parte o por autorización legal (acto entre vivos o en interés de
otro) o por un hecho procesal (muerte de la parte) como en el caso de la sucesión y de
la sustitución procesal.

En síntesis, todo aquel que por la ley o por voluntad quiera, deba o tenga que
intervenir en el proceso entre otros que se tienen la calidad de partes directas, es parte
indirecta.

En la mayoría de los casos las partes acuden directamente al proceso, por sí o por
medio de apoderado y permanecen durante todo el transcurso del proceso; cuando
ello no es posible, estamos frente a la figura de la sucesión procesal, regulada por el
art. 60 C.P.C.

De conformidad con el artículo 60 mencionado, la sucesión procesal ocurre en los


eventos de desaparición o extinción de la persona que venía ocupando la posición de
parte, extinción de la persona jurídica por adquisición o traspaso de la universalidad de
sus derechos y obligaciones, o cuando se adquiere sólo el derecho o la cosa en litigio.
En el último evento estamos en presencia de la denominada subrogación, la cual es
ocupar el lugar de otro en la relación procesal, debiendo denominarse mejor
sustitución procesal, aunque el subrogado y el subrogatario son exactamente la misma
parte para efectos del proceso, pudiendo continuar actuando el subrogante o el
subrogado a excepción de éste, pero nunca los dos al tiempo, aun cuando es posible
de acuerdo con las normas sobre intervención litisconsorcial que en los casos de
subrogación éste se convierta en un tercero o en litisconsorte facultativo del art. 52
C.P.C. “Intervenciones adhesivas y litisconsorcial”. Lo ideal es que quien se subrogue
en el derecho acuda al proceso desplazando al subrogante, en cuyo caso estamos
también frente al fenómeno de la sucesión procesal del art. 60 C.P.C., que también
establece el trámite.

3.2. El demandante.

Se trata de aquella persona natural o jurídica que interpone o presenta la demanda,


solicitando una o varias pretensiones ante el órgano jurisdiccional, ejercitando su
derecho de acción.

3.3. El demandado.

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Es aquella persona natural o jurídica a quien va dirigido la demanda presentada ante
un juzgado, habiéndose iniciado un proceso judicial que llegara a culminar con una
sentencia.

3.4. El juez

Se trata de aquel magistrado que administra justicia y que pertenece al poder judicial;
su jerarquía es de primera o segunda instancia y nivel supremos. Los jueces de paz no
letrados no se les obligan a contar con el titulo de abogado, vienen a ser ciudadanos
honorables propuestos por instituciones u organizaciones vecinales del lugar. En el
ámbito civil es quien administra justicia ante una controversia de materia civil,
tomando en cuenta los medios probatorios presentados por las partes durante el
proceso civil.

La finalidad del juez estipulado en el artículo 48 del código procesal civil nos dice que la
función del juez y de sus auxiliares son el derecho público y deben realizar una labor
conjunta que está destinada a hacer efectiva la finalidad del proceso y que el
incumplimiento de sus deberes debe ser sancionado por la ley

Entonces decimos que la finalidad del juez en la solución de lo controvertido con


relevancia jurídica de manera definitiva que esta es lograda mediante la colaboración
del juez y de sus auxiliares y es que las Funciones que desempeñan estos de carácter
público su finalidad inmediata es poder resolver los conflictos intersubjetivos siendo su
finalidad devolver la Paz social en justicia lo cual está involucra a la sociedad en su
totalidad y no en un caso determinado. Mencionando también que en el artículo 50
del código procesal civil tenemos los deberes de los jueces, artículo 51 código procesal
civil sus facultades genéricas, en el artículo 52 del código procesal civil la facultad
disciplinaria que tienen los jueces, en el artículo 53 del código postal civil las facultades
coercitivas que tiene el juez.

AUXILIARES DE LA JURISDICCIÓN CIVIL

De acuerdo con el artículo 54 Son auxiliares de la jurisdicción civil:

 LOS SECRETARIOS DE SALA


 LOS RELATORES
 LOS SECRETARIOS DE JUZGADO
 LOS OFICIALES AUXILIARES DE JUSTICIA Y LOS ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL.

Siendo algunos de ellos necesariamente abogados, como el del secretario y el


relator judicial tanto en las cortes superiores. Estando estos establecidos en el
artículo 250,251,252 de la ley orgánica del poder judicial.

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LOS ÓRGANOS DE AUXILIO JUDICIAL

Establecidos en el artículo 55 del código procesal civil son órganos judiciales:

 El perito
 El depositario
 El interventor
 El martillero público
 El curador procesal
 La policía
 Los otros órganos que determine la ley.

Estos no forman parte de la carrera de la carrera judicial, puesto que estos son apoyo
de los órganos juriscionales en la realización de los actos procesales. Demarcando sus
deberes y responsabilidades en el articulo 56 del código procesal civil, asiendo
mención que se rige por lo dispuesto en la ley orgánica del poder judicial.

Como bien lo recalcamos los sujetos procesales principales son el demandante el


demandado y el juez, pero sin embargo en el código civil nos establece también
aquellos segundarios que son de ayuda al juez, para la resolución de conflicto.

LITISCONSORCIO

3.5. ¿Quiénes son los litisconsortes?

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Son aquellos que concurren mancomunadamente al proceso. Se habla de litisconsorcio
por activa y por pasiva.

 Litisconsorcio por activa


Es una parte plural por activa, cuando varios forman

la parte demandante.

 Litisconsorcio por pasiva

Es una parte plural por pasiva, cuando varias per- sonas naturales o jurídicas forman la
parte demandada.

Artículo 92.- Litisconsorcio activo y pasivo

De acuerdo con el artículo 92 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Hay litisconsorcio cuando dos o más personas litigan en forma conjunta como
demandantes o demandados, porque tienen una misma pretensión, sus pretensiones
son conexas o porque la sentencia a expedirse respecto de una pudiera afectar a la
otra.

Litisconsorcio implica la presencia de varias personas como partes que, por


obligaciones, derechos o intereses comunes, están unidas en una determinada
posición y piden al órgano jurisdiccional el pronunciamiento de una decisión lógica y
jurídicamente única. Este conjunto de personas que están en una misma posición
constituye una parte procesal única aunque compleja. Carnelutti lo explicó este
fenómeno así: «El sujeto jurídico, cuando en vez de ser una sola persona, lo
constituyen una organización de personas (socios de una sociedad actuando entre
ellos o con un tercero) darían lugar a una parte procesal única pero compleja».
(Ledesma Narváez, 2008, p. 346)

Artículo 93.- Litisconsorcio necesario

De acuerdo con el artículo 93 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Cuando la decisión a recaer en el proceso afecta de manera uniforme a todos los


litisconsortes, sólo será expedida válidamente si todos comparecen o son emplazados,
según se trate de litisconsorcio activo o pasivo, respectivamente, salvo disposición
legal en contrario.

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La figura procesal del litisconsorte necesario -también conocida como obligatorio-
surge cuando la relación del derecho sustancial, sobre la cual debe pronunciarse el
juez, está integrada por una pluralidad de sujetos, bien sea activos o pasivos, en forma
tal que no es susceptible de escindirse en tantas relaciones aisladas como sujetos
activos o pasivos individualmente considerados existan, sino que se presenta como
una, única e indivisible frente al conjunto de tales sujetos. (Ledesma Narváez, 2008, p.
347)

Es decir, al tener las partes demandante y demandada, compuestas por grupos de


personas, derechos e intereses en común que la decisión que tome el juez los afectará
por igual.

Ahora bien, siguiendo a Prado Bringas y Zegarra Valencia, a efectos de poder detectar
cuando existe legitimación plural para demandar o ser demandado corresponde
analizar los dos tipos de litisconsorte necesario que la doctrina reconoce: i) propio; y,
ii) impropio:

El primer supuesto es el más sencillo. Existe litisconsorcio necesario propio cuando es


la propia ley la que señala que personas deben demandar o ser demandados
conjuntamente.

Así, a modo de ejemplo, podemos señalar que en la denominada Acción petitoria de


herencia (art. 665 del CC) se requiere demandar a la pluralidad de sucesores. En el
proceso de separación de cuerpos y divorcio por causal (art. 481 del CPC) el cónyuge
demandante ha de demandar tanto al otro cónyuge como al Ministerio Público.
Mientras que en la intervención principal excluyente (art. 99 del CPC), como en el
supuesto de tercería de propiedad (art. 533 del CPC), se requiere interponer la
pretensión tanto al demandante como al demandado del proceso primigenio.

El segundo supuesto es el que mayor explicación requiere, y es que el litisconsorte


necesario impropio es el que más frecuente se da en la casuística y es imposible
determinar de manera general todos los casos en los que se puede dar.

A diferencia del litisconsorte necesario propio, a decir de Montero Aroca, el


litisconsorte necesario impropio no se encuentra constituido de manera previa por la
ley, sino que se encuentra determinado por la situación material en la que se
encuentran las partes. Es decir, “se desprende de la naturaleza de la relación jurídico-
material respecto de la que (las partes) hacen las afirmaciones legitimadoras”. (Prado
Bringas y Zegarra Valencia, 2016, p. 566)

En otras palabras, en el litisconsorcio propio será la ley la que establezca la


acumulación subjetiva mientras que en el litisconsorcio impropio la acumulación se
desprenderá del caso en concreto (derecho material).

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Artículo 94.- Litisconsorcio facultativo

De acuerdo con el artículo 94 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Los litisconsortes facultativos serán considerados como litigantes independientes. Los


actos de cada uno de ellos no favorecen ni perjudican a los demás, sin que por ello se
afecte la unidad del proceso.

Esta figura opera cuando en un proceso, de manera voluntaria, litiguen dos o más
personas en forma conjunta porque sus pretensiones son conexas, produciendo una
acumulación de pretensiones. Nótese que la creación de este litisconsorcio es por
voluntad de partes y no por una exigencia legal, como sucede en el caso del
litisconsorte necesario. No es un litisconsorte propiamente dicho porque no hay
comunidad de suertes, como lo sería en el necesario, sino lo que existe es – como
señala Parra Quijano – una pluralidad de partes que aprovechan el procedimiento para
discutir independientemente sus pretensiones. (Ledesma Narváez, 2008, p. 354).

Artículo 95.- Facultades del Juez respecto del litisconsorcio necesario

De acuerdo con el artículo 95 del Código Procesal Civil, tenemos que:

En caso de litisconsorcio necesario, el Juez puede integrar la relación procesal


emplazando a una persona, si de la demanda o de la contestación aparece evidente
que la decisión a recaer en el proceso le va a afectar.

Si carece de la información necesaria, devolverá la demanda y requerirá al


demandante los datos para el emplazamiento al litisconsorte.

Si el defecto se denuncia o el Juez lo advierte después de notificada la demanda,


suspenderá la tramitación del proceso hasta que se establezca correctamente la
relación procesal.

La integración parte de un supuesto: la existencia de una pretensión única con varios


sujetos legitimados, de tal manera, que ella debe ser dirigida no contra uno sino contra
todos, para lo cual es necesario obtener la citación de todos. La integración puede
operar de oficio o porque las partes lo soliciten. En el caso del demandante, opera
antes de la notificación de la demanda a través de la modificación de esta (ver el
artículo 428 del CPC), pero después de notificada, el juez evaluará la integración si
fuere el caso. (Ledesma Narváez, 2008, p. 358)

En el caso del demandado, este puede integrarlo bajo la figura de falta de legitimidad
pasiva, pues no comprende a todas las personas que constituyen el litisconsorte
necesario, en tal caso, se dispondrá las citaciones que falten. Si este defecto se

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denuncia o el juez lo advierte después de notificada la demanda generará como efecto
inmediato, la suspensión del proceso. (Ibídem, p. 359)

Artículo 96.- Audiencia complementaria

De acuerdo con el artículo 96 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Si al momento de la integración ya se ha realizado la audiencia de pruebas y alguno de


los incorporados ofreciera medios probatorios, el Juez fijará el día y la hora para una
audiencia complementaria de pruebas que debe realizarse dentro de un plazo que no
excederá de veinte días.

A través de la integración se emplaza al proceso a un sujeto por considerar que este


comparte legitimación plural con los demás sujetos para ser parte en el proceso. En tal
sentido, desde su incorporación el sujeto incorporado goza de todos los derechos
procesales que los demás legitimados en el proceso. (Prado Bringas y Zegarra Valencia,
2016, p. 584).

De ahí que el presente artículo establezca la obligatoriedad de una audiencia


complementaria en el caso que el sujeto integrado presente pruebas. De esta manera,
el CPC tutela por el respeto de su derecho de defensa y a la prueba; pero sobre todo le
da al juez la posibilidad de conocer los hechos que el litisconsorte incorpora al proceso.
(Ídem)

4. INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN LOS PROCESOS CIVILES.

4.1. ¿Quiénes son los terceros?

Son aquellos que con posterioridad a la relación jurídica procesal constituida entre
otros, llegan al proceso.

 ¿Quiénes son las tercerías?

Aquellos que llegan al proceso para excluir a las par- tes o a una de las partes. Se habla
de tercería simple si se excluye sólo a una parte y tercería ad-excluden- dum si se
excluye a las dos partes al mismo tiempo.

Desde una perspectiva teórica y didáctica, una relación jurídica procesal clásica,
unitaria y elemental, supone la presencia de dos partes (demandante y demandada),
en cada parte una sola persona y, finalmente, de una sola pretensión procesal. Claro,
la teoría no coincide con la realidad; una relación procesal simplificada aparece pocas
veces en el mundo real, en donde es mucho más común advertir la presencia de varias
relaciones jurídicas procesales al interior de un mismo proceso. (Monroy Gálvez, 1993,
p. 44)
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Es decir, en la práctica judicial, la regla no es que una persona demande solo una
pretensión a otra. Si no, por el contrario:

1. que varias personas demanden una o varias pretensiones a otra (demandantes


vs. demandado).
2. que una persona demande una o varias pretensiones a otras (demandante vs.
demandados).
3. que varias personas demanden una o varias pretensiones a otras (demandantes
vs. demandados).

Alineados en la terminología antes descrita, afirmamos que el litisconsorcio no es otra


cosa que una acumulación subjetiva, es decir, la presencia de más de una persona en
calidad de parte demandante o demandada. La necesidad de su tratamiento legislativo
separado surge del hecho que las personas que conforman una parte en calidad de
litisconsortes, pueden tener en su interior, relaciones distintas y heterogéneas.
(Monroy Gálvez, 1993, p. 47)

Artículo 98.- Intervención litisconsorcial

De acuerdo con el artículo 98 del Código Procesal Civil, se tiene que:

Quien se considere titular de una relación jurídica sustancial a la que presumiblemente


deban extenderse los efectos de una sentencia, y que por tal razón estuviera
legitimado para demandar o haber sido demandado en el proceso, puede intervenir
como litisconsorte de una parte, con las mismas facultades de ésta.

Esta intervención puede ocurrir incluso durante el trámite en segunda instancia.

Solo para establecer una diferencia con el coadyuvante, diremos que esta vez estamos
ante un interviniente a quien la decisión a recaer en el proceso lo va a afectar
directamente, es decir, que el amparo o desamparo de la pretensión va a producir una
modificación en su universo patrimonial o moral. (Monroy Gálvez, 1993, p. 52).

Artículo 99.- Intervención excluyente principal

De acuerdo con el artículo 99 del Código Procesal Civil, se tiene que:

Quien pretenda, en todo o en parte, ser declarado titular del derecho discutido, puede
intervenir formulando su exigencia contra demandante y demandado.

_______________________

16
MONROY GÁLVEZ, Juan (1993). «Partes, acumulación, litisconsorcio, intervención de
terceros y sucesión procesal en el Código Procesal Civil.» En: Ius Et Veritas, n. 6, pp. 41-
60, Lima: PUCP

Esta intervención sólo será admisible antes de la expedición de sentencia en primera


instancia. El excluyente actuará como una parte más en el proceso. Si ofreciera prueba,
ésta se sujetará al trámite propio del proceso en que comparece, otorgándose
similares facultades probatorias a las partes.

La intervención del excluyente no suspende el proceso, pero sí la expedición de la


sentencia.

La presente forma de intervención constituye un caso de acumulación objetiva-


subjetiva de pretensiones, que se origina de manera sucesiva en el proceso. En la
doctrina se le conoce como un caso de intervención principal. Debido a ello, cuando
hablamos de intervención excluyente principal no nos encontramos ante uno de los
supuestos en los cuales un sujeto se incorpora como una de las partes preestablecidas
del proceso, como suceden en los anteriores casos (intervención coadyuvante e
intervención litisconsorcial), sino que nos encontramos ante un caso en el que un
sujeto interpondrá su propia pretensión contra las partes originarias del proceso por
considerar que es titular de la relación jurídica que ha sido deducida por las partes en
el proceso. (Prado Bringas y Zegarra Valencia, 2016, p. 595)

En otras palabras, el interviniente principal solicita al juez su incorporación en un


proceso iniciado a fin de hacer valer dentro de él su pretensión. La originalidad de la
propuesta es que su pretensión está en directa oposición con lo pretendido por las
partes en el proceso. (Monroy Gálvez, 1993, p. 53).

Artículo 100.- Intervención excluyente de propiedad o de derecho preferente

De acuerdo con el artículo 100 del Código Procesal Civil, se tiene que:

Puede intervenir en un proceso quien pretende se le reconozca su derecho en


oposición a los litigantes, como consecuencia de alguna medida cautelar ejecutada
sobre un bien de su propiedad o sobre el cual tuviera un mejor derecho que el titular
de la medida cautelar.

También puede intervenir en un proceso quien pretenda se le reconozca derecho


preferente respecto de lo obtenido en la ejecución forzada.

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CARDONA GALEANO, P.P. Litisconsorcio e intervención voluntaria de terceros. Revista
Tribuna Jurídica #1

Las intervenciones descritas en este Artículo se tramitarán de acuerdo a lo dispuesto


en el Sub Capítulo 5, Capítulo II, Título II, SECCIÓN QUINTA de este Código.

La presente forma de intervención constituye un caso de acumulación objetiva-


subjetiva de pretensiones, que se origina de manera sucesiva en el proceso. En la
doctrina se le conoce como un caso de intervención principal. Debido a ello, cuando
hablamos de intervención excluyente de propiedad o de derecho excluyente, no nos
encontramos ante uno de los supuestos en los cuales un sujeto se incorpora como una
de las partes preestablecidas del proceso, como suceden en los anteriores casos
(intervención coadyuvante e intervención litisconsorcial), sino que nos encontramos
ante un caso en el que un sujeto interpondrá su propia pretensión contra las partes
originarias del proceso, a efectos de liberar su propiedad o cobrar con preferencia su
crédito. (Prado Bringas y Zegarra Valencia, 2016, p. 598).

Artículo 101.- Requisitos y trámite común de las intervenciones

De acuerdo con el artículo 101 del Código Procesal Civil, se tiene que:

Los terceros deben invocar interés legítimo. La solicitud tendrá la formalidad prevista
para la demanda, en lo que fuera aplicable, debiendo acompañarse los medios
probatorios correspondientes.

El Juez declarará la procedencia o denegará de plano el pedido de intervención. En el


primer caso, dará curso a las peticiones del tercero legitimado. Sólo es apelable la
resolución que deniega la intervención. Los intervinientes se incorporan al proceso en
el estado en que este se halle al momento de su intervención.

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LEDESMA NARVÁEZ, Marianella (2008). Comentarios al Código Procesal Civil. Análisis
artículo por artículo. Tomo I. Lima: Gaceta Jurídica.

MINISTERIO PUBLICO

El papel del ministerio público en los procesos civiles

El ministerio público como un ente constitucionalmente autónomo del estado, este


tiene como la función principal de ser defensor de la legalidad, los derechos de los
ciudadanos y así como los interese públicos en temas penales como el titular de la
acción penal, y en otras materias o ámbitos reservados por la ley, este actúa en
representación de un interés ya sea colectivo que es público o como dictaminador
en determinados asuntos, teniendo fiscales civiles , fiscales de familia y fiscales de
contencioso administrativos, encargados de velar por el interés común.

ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PUBLICO

Comprendido en el código procesal civil a partir del artículo 113 que nos habla de las
atribuciones de este, su triple identidad del ministerio público en los procesos civil. A
nivel civil puede dictaminar, revisa la legalidad de lo que a ocurrido en un proceso,
indica al juez sobre lo que opina sobre materia controvertida, tercero con un interés,
cuando la ley lo dispone así menciona en nuestro código civil.

Ministerio Público, atribuciones:

I. EL MINISTERIO PÚBLICO COMO PARTE

Este actúa como parte en los procesos civiles y se encuentra legitimado para así
promover una serie de acciones haciendo cumplir lo dispuesto en las leyes sustantivas
y procesal y es así como entre ellas podemos señalar La actuación del ministerio
público en los procesos

o Como bien lo menciona el artículo 275 del código civil, el ministerio


público tiene la facultad de promover la acción de nulidad del
matrimonio cuando tenga en ella un interés legítimo.

o El ministerio público también puede solicitar la declaración de la


muerte presunta comprendido en el artículo 63 del código civil.

o también la disolución de un comité por actos que sean contrarios al


orden público lo encontramos en el artículo 120 del código civil.

19
o oponerse al matrimonio Cuando el ministerio público tenga noticia
de la existencia de alguna causa de nulidad establecido en el artículo
254 del código civil.

o En los casos que los padres tengan intereses o puestos altos en sus
hijos el ministerio público también puede pedir al juez la tutela del
menor para conferir el cargo al pariente quien corresponda una
tutela legítima artículo 460 del código civil.

o También en casos de familia el ministerio público puede impugnar el


nombramiento de los tutores artículo 516 del código civil.

o También el ministerio público tiene la facultad de solicitar


interdicción de la persona con capacidad de ejercicio restringido
artículo 583 del código civil.

El ministerio público como parte vemos que más se centra en lo que es respecto a
la familia cuidando y velando por los menores incapaces y el núcleo familiar.

II. COMO TERCERO CON INTERÉS, CUANDO LA LEY DISPONE QUE SE LE CITE

El ministerio público interviene en los procesos civiles como un tercero con interés para
así velar por el cumplimiento de las normas de carácter sustantivo y los procesales
como un representante de la sociedad.

Actuando como tercero con interés cuando en la ley nos dice que se debe citar al
ministerio público cuando se ve qué se atenta contra una correcta aplicación de los
derechos sustantivos procesales velando por la legalidad y los derechos que puedan ser
lesionados.

El ministerio público debe ser citado en los procesos civiles y este forma parte en el
proceso común como un tercero con interés.

por ejemplo:

o El ministerio público interviene en los casos de los procesos civiles de


adopción contemplados en el artículo 781 del código procesal civil.

o La constitución del patrimonio familiar también interviniente el ministerio


público como lo contempla el artículo 798 del código procesal civil.

20
o También en los casos de la sucesión intestada el ministerio público también
actúa como un tercero artículo 835 el código procesal civil.

III. COMO DICTAMINADOR

El ministerio público interviniendo en los procesos civiles éste emite dictámenes,


en lo cual podemos decir que son opiniones sobre un determinado asunto en la vía
de ilustración al órgano jurisdiccional sobre el asunto que trata el proceso,
meramente una opinión del ministerio público.

Ddictámenes fiscales artículo 116 del código procesal civil se emite después de la
actuación de pruebas y antes de la expedición de la sentencia

También emite dictámenes en aquellos procesos de títulos supletorios prescripción


adquisitiva y rectificación de áreas o linderos artículo 507 del código procesal civil
cuando al emplazado Se le declare rebelde se solicita al ministerio público su
pronunciamiento antes de la sentencia y este dictamen debe ser expedido dentro
de los 10 días bajo su responsabilidad.

DICTAMEN

En el código procesal nos dice sobre dictamen en su artículo 114 Cuando la ley
requiera dictamen fiscal, éste será fundamentado.

Pues en la jurisprudencia nos habla que la falta de dictamen fiscal acarrea nulidad
sólo en aquellos casos de los cuales la ley lo ha señalado así expresamente, los
dictámenes fiscales si bien deben emitirse su omisión no es necesariamente causal
de nulidad por ser de carácter ilustrativo y no determinante para el criterio judicial.

Cuando se trata respecto a la comisión de un dictamen fiscal es necesario aclarar


que no debe haber siempre la nulidad cuando esté no incide en el fondo del asunto
o sea cuando este no afecta el sentido del fallo

PLAZOS

Comprendidos en el artículo 115 nos dice que los representantes del ministerio
público deben cumplir con los plazos que están establecidos en la ley, y que estos
mismo están bajo responsabilidad.

Y demarca cuando no existe plazos determinados para ciertos actos, que es el juez
quien determina estos plazos.

21
OPORTUNIDAD

Eestablecido en el artículo 116 de nuestro código procesal civil nos dice que el
ministerio público para presentar los dictámenes en los casos que proceden se
debe emitir después de los medios probatorios y antes de que el juez expida la
sentencia.

CAUSALES DE EXCUSACIÓN Y ABSTENCIÓN

En este artículo 117 nos menciona que los representantes del ministerio público
deben excusar se o abstenerse de intervenir en aquellos procesos de las cuales que
afectan a los jueces, y no pueden ser re acusados

LA RESPONSABILIDAD DEL MINISTERIO PÚBLICO

Comprendidos en el artículo 118 nos dice que el ministerio público es responsable


civilmente cuando esté actúa con la licencia sus Funciones ya sea por dolo o fraude.
además, nos menciona que el proceso se sujeta a trámite que le corresponda de
responsabilidad civil de los jueces.

LAS FUNCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO

Las Funciones del ministerio público en la nación como ya habíamos mencionado


antes es defender la legalidad de los derechos ciudadanos y en especial de los
intereses públicos, además que este es el representante de la sociedad en el juicio
para los efectos de defender a la familia porque recordemos que el Fin del estado
es velar por la familia como el núcleo principal de la sociedad y también establecido
en nuestra constitución también velando por los menores e incapaces.

También debemos aclarar que su función es velar por la moral pública persigue los
delitos y claro la reparación civil.

LOS ÓRGANOS DEL MINISTERIO PÚBLICO

En los ámbitos del proceso civil los fiscales que acuden al llamado tenemos a la
fiscalía superior de la familia, la fiscalía superior de temas civiles, Parte de los
sujetos del proceso civil.

4.2. ATRIBUCIONES DEL FISCAL

Articulo 89 -A (D.L. N°052)

22
Son atribuciones del fiscal superior de familia:

A) Emitir dictamen previo a la resolución que pone fin a la instancia:

i. En los procesos a que se refiere el artículo 85 incisos 1,2,3,4, y 5.


De la presente ley.
ii. En los incidentes sobre oposición al matrimonio de quieres
pretenden contraerlo.

B) El dictamen será meramente ilustrativo y su omisión no causará nulidad


procesal en los casos que expresamente señala la ley.
C) Emitir dictamen previo a la resolución final superior.

AGUDELO RAMÍREZ, M. (2003). Sujetos del proceso jurisdiccional. Revista Temas


Procesales del Centro de Estudios de Derecho Procesal

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CONCLUSIONES

 Es complicado determinar claramente y de forma independiente, quién es


parte, tercero e intervinien- te, con exclusión de los demás conceptos. Si parte
es quien reclama o defiende su interés, el tercero que llega a reclamar para sí o
a defender su interés se convierte en parte, al igual que el intervieniente que
llega como tercero para asumir la condición de parte, bien porque su interés es
propio e indepen- diente o porque es el mismo de la parte, como en el caso del
litisconsorcio necesario.

 Obviamente, la definición e intelección de tales conceptos sigue teniendo


vigencia, más por didácti- ca que por ciencia, pero debe insistirse en que todo
aquel que realice actos procesales en el proceso, en provecho suyo o de otro, al
igual que el juez hace el proceso, es decir, es sujeto procesal.

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BIBLIOGRAFIA

 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella (2008). Comentarios al Código Procesal Civil.


Análisis artículo por artículo. Tomo I. Lima: Gaceta Jurídica.
 PRADO BRINGAS, Rafael y ZEGARRA VALENCIA, Francisco (2016). “Comentario
al artículo 97 del Código Procesal Civil”. En: Código Procesal Civil comentado
por los mejores especialistas. Análisis y comentarios artículo por artículo, Tomo
I, pp. 586-590.
 MONROY GÁLVEZ, Juan (1993). «Partes, acumulación, litisconsorcio,
intervención de terceros y sucesión procesal en el Código Procesal Civil.» En:
Ius Et Veritas, n. 6, pp. 41-60, Lima: PUCP.

 AGUDELO RAMÍREZ, M. (2003). Sujetos del proceso jurisdiccional. Revista


Temas Procesales del Centro de Estudios de Derecho Procesal.
 RICO PUERTA, A. (2008). Teoría General del Proceso. Bogotá: Editorial Leyer.
Segunda edición. QUINTERO, B. & PRIETO, E. (2000). Teoría General del
Proceso. Bogotá: Editorial Temis. 3a. ed. ROCCO, U. (1969). Tratado de derecho
procesal civil. Tomo 1.
 CARDONA GALEANO, P.P. Litisconsorcio e intervención voluntaria de terceros.
Revista Tribuna Jurídica # 1

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