Manual FIEBRE TIFOIDEA DVE Revisión 23012023
Manual FIEBRE TIFOIDEA DVE Revisión 23012023
Manual FIEBRE TIFOIDEA DVE Revisión 23012023
IX.
X. Antecedentes de la enfermedad o evento………………............…..
Distribución geográfica y aspectos históricos ………..…………………..
En América ………………..…………………………………………...…….
En Venezuela ……..………………………………………….......…………
XI.
XII. Cuadro clínico
Descripción ………………..………………………………..........................
Formas Clínicas …..…………………………………………………………
XIII.
XIV. Aspectos epidemiológicos
Agente Etiológico ………………..…………………………………………..
Fuente de Infección..………………..……………………………………….
Modo de transmisión ………………..………………………………………
Periodo de incubación ………………..……………………………………..
Periodo de transmisibilidad ………………..……………………………….
Susceptibilidad ………………..……………………………………………..
Inmunidad ………………..………………………………………….............
XV.
XVI. Alteraciones de laboratorio ……………..
………………………………………...
XVII.
XVIII. Tratamiento ..…………………………………………..........................................
XIX.
XX. Diagnóstico diferencial ………………..……………………………………………
XXI.
XXII. Diagnóstico etiológico ………………..…………………………………………….
XXII.2. Técnicas Diagnósticas ……………………………………………………….
– Diagnóstico Virológico ………………..…………………………...
– Diagnóstico Serológico ………………..……………………………
– Diagnóstico Anatomopatológico ………………..………………….
XXII.4. Toma conservación y envío de muestras ………………..…………………
XXIII.
XXIV. Vigilancia epidemiológica ………………..………………………………………..
XXIV.2. Objetivos ………………..
…………………………………………...............
XXIV.4. Componentes ………………..
………………………………………….......
XXIV.6. Estrategias ………………..
…………………………………………............
XXIV.8. Vigilancia de Casos Humanos ………………..
…………………………….
XXIV.8.2. Definición de casos ………………..
……………………….............
o Caso Sospechoso …………………………………
o Caso Confirmado ………………..…………………….
o Caso confirmado por criterio Clínico Epidemiológico
o Caso descartado ………………..…………...………..
XXIV.8.4. Acciones de los niveles en situación de casos y
epidemia………
XXIV.10. Vigilancia Sindromática ………………..……………….
…….....................
XXIV.12. Vigilancia del Riesgo Epidemiológico y Mapeo de Riesgo
…….............
XXIV.14. Vigilancia de la Resistencia a los Antibióticos
XXIV.16. Sistema de Información
XXIV.16.2. Proceso de notificación ………………..
………………………………
XXIV.16.4. Sistema de registro y notificación
……………………………...…….
XXIV.16.6. Análisis e interpretación de la información
………………………….
XXIV.16.8. Difusión de la información………………..
……………………………
XXV.
XXVI. Medidas de prevención y control…………………………………….………
XXVI.1. Acciones de los niveles en situación de casos y epidemia………
XXVI.3. Sobre el vector ……………………………………………………………
XXVI.5. Sobre los susceptibles ……………………………………………………
XXVII.
XXVIII. Formularios e instructivos …….………..……………………………..…………......
XXIX.
XXX. Referencias Bibliográficas ………..……………………………..……………......
XXXI.
XXXII. Anexos …………………………..…………………… 2
XXXII.2. Fichas de sistema de información de enfermedad de notificación
obligatoria ……………………….……
XXXII.4. Ficha de datos para identificación de aislados
bacterianos………………………
I) Introducción
La mayoría de los países en vía de desarrollo de las zonas tropicales tienen una carga de
morbilidad muy elevada debido a varias enfermedades infecciosas, como ébola, malaria,
la fiebre hemorrágica venezolana, la fiebre tifoidea, la fiebre amarilla, el cólera y el
dengue, que presentan al inicio de la enfermedad síntomas no específicos similares a la
fiebre tifoidea. Con todo este ruido de fondo, ¿cómo pueden los sistemas de vigilancia,
con las deficiencias que presentan en casi todo el mundo, detectar un evento
epidemiológico fuera de lo común? (3)
3
II) Objetivos del manual
III) Alcance
El documento está diseñado para su aplicación en todas las instituciones de salud del
país, pública o privada para orientar la conducta sobre vigilancia, diagnóstico y
tratamiento de la fiebre tifoidea en la población venezolana que pueda ser objeto de
infección por Salmonella typhi.
Se estima que la tasa de enfermedad para S. Typhi en las Américas es de 10 por 100.000
habitantes (2-32; IC de 95%) y la mortalidad de 0,07 (0,01-0,2; IC de 95%) por 100.000
habitantes. (1) En 2018, Canadá informó sobre la detección de S. Typhi a partir de la
muestra de un paciente pediátrico, confirmando presencia de plásmidos conjugativos que
portan genes de resistencia incluyendo a ampicilina, cefalosporinas de espectro
extendido, fluoroquinolonas, cloranfenicol y trimetoprima-sulfametoxazol. En el mismo
año, Estados Unidos de América notificó dos casos de fiebre tifoidea, con resistencia
extendida, en viajeros provenientes de Pakistán donde actualmente se registra un brote
de por S. Typhi H58. (1)
4
De acuerdo a los datos recolectados en 2016 por la Red Latinoamericana de Vigilancia de
Resistencia a los Antimicrobianos (ReLAVRA) (1) la circulación de S. Typhi en
Latinoamérica y Caribe, es limitada. En efecto, Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica,
Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y
Venezuela no reportaron aislamientos de S. Typhi. Brasil, Cuba y Perú reportaron menos
de diez aislamientos por país, todos ellos sensibles a fluoroquinolonas y cefalosporinas de
tercera generación. Ecuador reportó 8 aislamientos, 4 de los cuales fueron resistentes a
ciprofloxacina y uno a cefalosporinas de tercera generación. Guatemala reportó 13
aislamientos, 2 de los cuales presentaron resistencia a fluoroquinolonas y ninguno a
cefalosporinas de tercera generación. Colombia reportó 204 aislamientos y El Salvador
298 aislamientos con porcentajes altos de resistencia a fluoroquinolonas (12,7 y 40%
respectivamente) pero sin resistencia a cefalosporinas de tercera generación. (1)
El cuadro clínico varía desde una afección benigna con febrícula hasta una enfermedad
grave, con molestia abdominal y numerosas complicaciones. La gravedad depende de
factores tales como la virulencia de la cepa, la magnitud del inóculo ingerido, el lapso
transcurrido hasta recibir un tratamiento adecuado, la edad y los antecedentes de
vacunación. (2)
5
o ningún signo físico más allá de la pirexia. Las manchas rosadas, máculas eritematosas
blanqueadoras de aproximadamente 2 a 4 mm de diámetro y que se encuentran
clásicamente en el tronco, están bien descritas, pero son poco comunes. En estudios
realizados en entornos no endémicos, se ha observado hepatomegalia en el 3-37% de los
adultos y en el 18-32% de los niños, típicamente en la tercera semana de la enfermedad,
mientras que la esplenomegalia se describe en 12-37% de adultos y niños, contrastando
con los entornos endémicos, donde se ha descrito que los niños tienen tasas de
esplenomegalia de hasta el 85% y hepatomegalia de hasta el 90% (3). Los niños se ven
afectados de manera desproporcionada por la fiebre tifoidea, con una incidencia máxima
en personas entre las edades de 5 a 15 años. (3)
a. Agente Etiológico
El ser humano es el único reservorio de S. Typhi (1), tanto para la fiebre tifoidea como
para la paratifoidea. Es cuestionable el papel de los animales domésticos en lo relativo a
la paratifoidea. Los cuadros de enfermedad aguda, o incluso de infección leve o
subclínica, pueden ir seguidos por el estado de portador, encontrándose contactos en el
núcleo familiar portadores transitorios o permanentes. (2)
En el caso de fiebre tifoidea los individuos eliminan al patógeno, a pesar de que ya hayan
desaparecido los síntomas de la infección/ enfermedad. En muchas partes del mundo son
más comunes los portadores fecales de corta duración que los portadores urinarios. El
estado de portador crónico es más común (de 2%-5%) en las personas infectadas en las
edades medias de la vida, especialmente las mujeres; los portadores a menudo tienen
alteraciones de las vías biliares, incluso cálculos, y presencia de S. Typhi en la vesícula
biliar. (2)
c. Modo de transmisión
Las moscas pueden contaminar los alimentos, tras lo cual los microorganismos pueden
multiplicarse en ellos para alcanzar dosis infectantes (que son mucho menores en el caso
de fiebre tifoidea que en el de la paratifoidea. (2)
6
d. Período de Incubación
e. Período de Transmisibilidad
Consiste en el tiempo en el que persisten los bacilos en las heces y la orina, por lo común
desde la primera semana hasta el final de la convalecencia; después es variable (por lo
general, de una a dos semanas para el caso de la fiebre paratifoidea). Cerca del 10% de
los pacientes con fiebre tifoidea no tratados excretarán bacilos durante 3 meses después
del inicio de los síntomas, y de 2-5% se convertirán en portadores permanentes. (2)
f. Susceptibilidad
La susceptibilidad es general; es mayor en las personas con aclorhidria
gástrica. Aumenta en las personas seropositivas al VIH. Después de
recuperarse de un cuadro sintomático, de una infección subclínica y tras la
inmunización activa, se adquiere inmunidad específica relativa. (2)
g. Inmunidad:
Existe una relativa escasez de conocimiento sobre las respuestas del huésped en la
infección humana natural, sin embargo, varios estudios han demostrado que existe una
amplia respuesta inmunitaria humoral y mediada por células (CMI) a la infección. La
respuesta CMI inducida por S. Typhi está asociada con la producción de IFN por parte de
las células T CD4 y CD8, la proliferación de células T y la producción de linfocitos T
citotóxicos (CTL) CD8 específicos. A pesar de esta sólida respuesta inmunitaria a la
infección por S. Typhi entre el 2% y el 3% de las personas infectadas presentan una
infección recurrente o presentan una recaída (6)
7
evasión de la destrucción temprana mediada por el sistema inmunitario innato y la
localización en un nicho permisivo. El nicho permisivo en humanos es principalmente el
tracto biliar y la vesícula biliar. (7)
Para inducir el estado de portador crónico de la vesícula biliar, las bacterias deben
ingresar al tracto biliar ya sea por una ruta descendente después de una infección
sistémica o por una ruta ascendente directamente desde el intestino delgado. En la vía
ascendente, la bacteria entraría en el sistema biliar a través del esfínter de Oddi, que, en
caso de mal funcionamiento por intervención quirúrgica o patología, puede fallar como
barrera mecánica. Sin embargo, la ruta más probable es la transferencia directa desde el
hígado a la vesícula biliar durante la fase sistémica de la fiebre tifoidea. (7)
Normalmente, las células de Kupffer en el hígado evitan que los metabolitos tóxicos y las
bacterias entren en el sistema hepatobiliar y la acción de lavado continuo de la bilis y el
efecto bacteriostático de las sales biliares mantienen el tracto biliar relativamente estéril.
La falla de estas u otras funciones de la vesícula biliar, además de la capacidad del
organismo para eludir estos sistemas, probablemente induce y ayuda a mantener el
estado de portador a largo plazo. (8)
Los estudios realizados en regiones endémicas han mostrado una tasa de portación
crónica de S. Typhi del 2 al 5% e indican que es posible detectar prospectivamente a
estos individuos a través de sus títulos anormalmente altos de anticuerpos anti-Vi. (11,12)
8
alimentario y están asociados con portadores crónicos asintomáticos empleados como
preparadores o manipuladores de alimentos.
IX) Tratamiento
9
Pautas de elección (19)
: esquema antimicrobiano recomendados para tratamiento-
OPS
No complicada
Estado de Portador
Investigaciones con datos colectados entre 2016-2019 refieren que 99.5% de los aislados
de Salmonella Typhi fueron susceptibles a la cetriaxona y 100% a la azitromicina.La
azitromicina es un medicamento efectivo para tratar enteropatógenos, con tasas de
curación clínica con intervalo entre 82-100%.Una revisión sistemática en Cochrane evaluó
su función en el año 2008, encontrando equivalencia con fármacos como cloranfenicol,
ceftriaxona. (3)
X) Diagnóstico Etiológico:
a. Técnicas Diagnósticas
i. Diagnóstico Bacteriológico
Se recomienda los cultivos de sangre, considerado el pilar del diagnóstico de fiebre
tifoidea y paratifoidea (3), la toma de muestra se indica antes de la administración de
10
antibióticos, en un intervalo desde el inicio de síntomas hasta 7 días, y otras muestras con
carácter no invasivo como las heces, hisopados rectales y orina.
Una revisión sistemática reciente señala que la sensibilidad diagnóstica promedio del
hemocultivo es del 61,1 % [intervalo de confianza (IC) del 95 %: 51,9–70,3 %]. El
hemocultivo es positivo durante la primera semana de evolución. Indicando que la falta de
sensibilidad obedece a tres factores: en primer lugar, el volumen de sangre que se toma
es crítico y se relaciona directamente con la cantidad de bacterias en sangre (< 10
bacterias/1 ml); segundo, la antibióticoterapia previa a la toma de la muestra; y tercero, el
tiempo de la toma de la muestra, ya que la cantidad de bacterias en el torrente sanguíneo
es mayor en la primera semana de enfermedad, en comparación con las semanas
posteriores a la misma. (20)
Se han practicado varias pruebas para el diagnóstico de la Fiebre Tifoidea, entre ellas se
encuentra la reacción de Widal, que no es la prueba estándar de oro para el diagnóstico
de fiebre tifoidea, por su baja especificidad por presentar reacciones antigénicas cruzadas
con otras bacterias, virus y hongos, por lo que puede proporcionar falsos positivos y
negativos, estos últimos pueden ocurrir si el paciente está recibiendo esteroides o
11
antibióticos sin estar diagnosticados, que la serología se haya realizado durante la
primera semana de la enfermedad, en pacientes con inmunodeficiencias adquiridas o
congénitas y en portadores crónicos de Salmonella Typhi. Se pueden presentar falsos
positivos en procesos no infecciosos como las enfermedades autoinmunes o las
hepatopatías crónicas.
No se puede confirmar el diagnóstico de fiebre tifoidea mediante serología, sea cual sea
la técnica utilizada. Al respecto, evidencias científicas confirman que el diagnóstico de
fiebre tifoidea depende de la detección de los microorganismos mediante cultivo o del
aislamiento de su ADN mediante reacción en cadena de polimerasa (PCR). (21)
Tipo de muestras requeridas para cultivo: muestra de sangre y/o heces, orina. El período
óptimo para la toma de muestra: la muestra debe obtenerse en el período agudo de la
enfermedad, antes de iniciar el tratamiento con antibióticos.
Frascos de hemocultivo
Torniquete
Jeringas.
Algodón
Guantes estériles.
Alcohol etílico o isopropílico al 70%
12
Solución yodada.
Cabina de bioseguridad clase II
Procedimiento:
Conservación y transporte
La inoculación de la muestra al frasco debe realizarse inmediatamente de obtenida
la muestra para evitar que se coagule.
Transportar inmediatamente al laboratorio, máximo dos horas después de la toma
de muestra.
Los hemocultivos NUNCA DEBEN DE REFRIGERARSE
13
Condiciones generales: Debe tomarse al comienzo del proceso agudo. Debe solicitar al
laboratorio el material necesario para la toma de muestra, el cual consiste en dos hisopos
buferados y un tubo con medio de transporte (Cary & Blair).
Materiales necesarios:
Recolector de heces.
Hisopo Buferado
Medio de transporte Cary & Blair
Procedimiento
Las heces para la toma de muestra son recogidas a través de una evacuación
normal, en un recipiente plástico.
Debe recoger la muestra lo más estéril posible.
Una vez recogida las heces, impregne los hisopos suministrados con el material
más mucoso y/o sanguinolento
Introducir el hisopo en el medio de transporte Cary & Blair, aproximadamente a un
tercio del fondo del tubo. Rompiendo el aplicador por debajo de la zona que fue
tocada con los dedos.
Cerrar muy bien el recipiente con la muestra para evitar derrames y
contaminación.
Rotular con nombre y apellido del paciente y fecha de la toma de la muestra.
Conservación y transporte
✓ No se debe tomar la muestra del agua del inodoro, ni de recipientes que puedan
contener restos de desinfectantes o estén contaminados por disposiciones anteriores.
✓Debe evitar orinar en el momento de evacuar.
✓ Enviar al laboratorio máximo en 48 horas a temperatura ambiente.
Condiciones generales: Debe tomarse al comienzo del proceso agudo. Debe solicitar al
laboratorio el material necesario para la toma de muestra, el cual consiste en dos hisopos
buferados y un tubo con medio de transporte (Cary & Blair).
Materiales necesarios:
Hisopo Buferado
Medio de transporte Cary & Blair
Procedimiento
Introducir el hisopo estéril en el canal rectal unos 2 cm.
Rotar suavemente y dejarlo por unos segundos, para que el hisopo absorba
suficiente cantidad de muestra.
Sacar el hisopo del canal rectal.
Introducir el hisopo con la muestra dentro del tubo con el medio de transporte Cary
&Blair, aproximadamente a un tercio del fondo del tubo.
14
Cortar el sobrante del palillo del hisopo.
Cerrar muy bien el recipiente con la muestra para evitar derrames y contaminación
Rotular el tubo con el nombre y apellido del paciente y fecha de la toma de la
muestra
Conservación y transporte
iv. Urocultivo.
Materiales necesarios:
Gasas
Jabón neutro
Frasco recolector estéril de boca ancha de tapa de rosca para orina
Procedimiento:
15
Realizar la higiene de los genitales. Retraer el prepucio antes de lavar el glande
con la gasa humedecida con jabón y/o con solución salina fisiológica. Descartar la
gasa.
Enjuagar el glande, usando una gasa húmeda. Repetir el procedimiento con otra
gasa.
Secar la zona usando una o más piezas de gasa seca.
Indicar al paciente que mantenga el prepucio retirado e inicie la micción
directamente en un recipiente (orina para descartar).
Después del chorro inicial colocar el frasco estéril para recolectar la muestra del
chorro medio.
Al terminar de orinar, inmediatamente tapar el frasco y limpiar la superficie del
mismo.
Conservación y transporte: Transportar la muestra de orina inmediatamente al
laboratorio. Colocar el recolector de orina en un envase con hielo (mantener a 4°C)
Los laboratorios clínicos públicos y privados que aíslen e identifiquen Salmonella Typhi,
deben enviar las cepas al Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”, donde se
realizará su confirmación y estudio de susceptibilidad. Las cepas se enviarán
preferiblemente en tubos de agar nutritivo debidamente sellados y rotulados (nombre del
paciente y número de cepa) acompañado de las fichas 1) investigación de Fiebre Tifoidea
y 2) Ficha de datos para identificación de aislados bacterianos de muestra clínica. Deben
ser enviadas a temperatura ambiente, cumpliendo con la normativa de triple empaque
para transporte de material biológico. El contenedor primario debe venir rotulado con el
nombre del paciente y número de cepa, debe ubicarse en el interior del contenedor
secundario, el cual se coloca en la caja que debe venir rotulada de la siguiente manera:
16
a. Objetivo general: Establecer el sistema de vigilancia epidemiológica de
fiebre tifoidea
b. Objetivos específicos:
i. Fortalecer el Sistema de Vigilancia Sindromática Febril prolongado
para la detección, caracterización de fiebre tifoidea.
ii. Fortalecer el sistema de vigilancia de la fiebre tifoidea que incluye a
casos clínicos y portadores.
iii. Caracterizar la sensibilidad y resistencia antimicrobiana.
iv. Identificar áreas de riesgo según las condiciones sanitario
ambiental.
v. Ejecutar metodología integrada de investigación de casos o brotes.
vi. Implementar las medidas de prevención y control.
c. Componentes
i. Vigilancia Síndrome Febril Prolongado
ii. Vigilancia de Casos de Fiebre Tifoidea
iii. Vigilancia de Portadores
iv. Vigilancia de resistencia a los antibióticos
v. Vigilancia de áreas y factores de riesgo
vi. Vigilancia de inocuidad de los alimentos
vii. Vigilancia calidad de agua de acueductos
d. Estrategias:
• Según áreas geográficas:
En las áreas de brote:
1. Vigilancia Intensificada de casos, contactos y muertes
2. Vigilancia de Síndrome de Febril prolongado, todos los establecimientos.
3. Vigilancia de portadores
4. Vigilancia de resistencia a los antibióticos
5. Vigilancia calidad de agua de acueductos
6. Vigilancia de portadores asintomáticos en manipuladores de alimentos
En las áreas de Alto Riesgo (ver Matriz de Priorización de riesgo)
7. Vigilancia Intensificada de casos, contactos y muertes
8. Vigilancia de Síndrome de Febril prolongado, en establecimientos centinelas.
En el resto del país:
9. Vigilancia Intensificada de casos, contactos y muertes en humanos
10. Vigilancia de Síndrome de Febril prolongado, todos los establecimientos
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Las enfermedades que pueden incluirse en este síndrome son:
- Dengue
- Fiebre chikungunya
- Malaria / Paludismo
- Fiebre amarilla
- Fiebre Tifoidea
Aspectos a evaluar en la anamnesis del Paciente:
- Antecedentes de viajes
- Contacto con animales o con personas enfermas
- Síntomas y signos acompañantes
- Uso de medicamentos
- Programa de inmunización
- En adolescentes factores de riesgo para ITS (VIH)
- Etnia
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Grupos con mayor riesgo de transmisión de patógenos gastrointestinales:
Todos los niños de cinco años o menos que asisten a la escuela, preescolar,
guardería o grupos similares de cuidado o cuidado de niños.
Personas que habitan en el hogar, el trabajo o la escuela con mala disposición de
agua potable, excretas, inadecuada lavado de manos.
Manipuladores de alimentos, que preparan o sirven alimentos.
Trabajador sanitario, asistencia social o personal de guarderías que trabajen con
niños pequeños, ancianos u otras personas especialmente vulnerables, y cuyas
actividades aumenten el riesgo de transmisión de infecciones por vía fecal-oral.
Evaluación del nivel de riesgo de los casos y los contactos según los siguientes
criterios:
1. ¿Está el caso en un grupo de riesgo?
2. ¿El caso viajó a un área endémica en los últimos 28 días?
3. ¿Un contacto con síntomas similares?
4. ¿Un contacto con antecedentes de viaje?
5. ¿Un contacto con un vínculo epidemiológico confirmado con un caso conocido?
6. ¿Un contacto con un alimento implicado?
7. ¿Consumo de alimentos en la calle o restaurantes en los últimos 15 días?
CONTACTOS
Contacto a agua y/o alimentos: es una persona que ha consumido alimentos
preparados por una persona infectada y hasta 48 horas después del comienzo
de los antibióticos.
Compañero de viaje: alguien que viajó cerca del caso y que probablemente
haya estado expuesto a las mismas fuentes de infección que el caso (en lugar
de alguien que simplemente viajó en el mismo autobús/avión o estuvo en el
mismo grupo turístico que el caso). Es posible que no vivan necesariamente con
el caso.
Contacto del hogar: alguien que vive/permaneció en el mismo hogar que el
caso y/o ha compartido un baño y/o ha comido alimentos preparados por el caso
regularmente mientras el caso era sintomático y hasta 48 horas después del
comienzo de los antibióticos
otros contactos: pueden incluir contactos cercanos/sexuales o amigos
cercanos/familiares que han comido alimentos preparados por el caso mientras
tenían síntomas
1) en su propia residencia
2) comidas ambulantes o en la calle
3) comidas en restaurantes o ferias de comidas
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4) comidas en poblaciones concentradas
g. Vigilancia de Portadores
20
Factores de Riesgo para Portadores Crónicos: Los factores de riesgo para portadores
de Salmonella Typhi e incluyen: (1) género femenino, (2) > 50 años de edad (3) residencia
en áreas de alto riesgo para enfermedades gastrointestinales (4) las anomalías de la
vesícula biliar y (5) los cálculos biliares (6) cursos de tratamiento inadecuados.
Criterios de riesgo:
a. Incidencia de Morbimortalidad por enfermedades gastrointestinales:
diarrea, Amibiasis y hepatitis A
b. Disponibilidad y frecuencia de Agua Potable:
c. Inadecuado manejo de las excretas
d. Áreas de producción de hortalizas con aguas residuales
e. Asigne el valor a cada unidad de análisis.
f. Estime la media de cada variable (x).
g. Estime la desviación estándar de cada variable (s).
h. Estandarice los valores de cada uno de los indicadores seleccionados,
para lo cual deberá estimar el Valor de “Zeta” de la siguiente manera: Z =
(X1 – x) / s
i. Asigne un puntaje a cada valor de Z según la siguiente escala:
=< -3.5 entonces el puntaje asignado = -4
21
j. El Valor del puntaje final de cada unidad es la suma de los puntajes
asignados a cada variable, este es el índice de condiciones de riesgo
que sirve para conformar los estratos.
k. ordene el índice de mayor a menor.
l. Construya las Categoría o estratos, para lo cual identifique cual es el mayor
y menor puntaje índice, se restan los dos valores con esto se halla el rango
de los datos, para conseguir la amplitud de clase se divide este rango entre
tres, asigne a la primera categoría los valores más alto riesgo, los
siguientes medianos riesgos y los más bajos, bajo riesgo.
m. Usos de la estratificación de los municipios para priorizar áreas a fortalecer
la vigilancia de humanos y mejorar las condiciones ambientales de agua y
excretas
El tratamiento para la fiebre tifoidea por lo general es muy efectivo, sin embargo, en los
últimos años ha habido un aumento en la resistencia a antibióticos, presentándose brotes
relacionados a resistencia antimicrobiana en algunos lugares del mundo. (4,16-17) Los
microorganismos comienzan a no responder a los medicamentos y las infecciones se
vuelven más difíciles de tratar, aumenta la severidad de los cuadros, hay mayor
requerimiento de cuidados por parte del sistema de salud y mayor riesgo de muerte para
las personas.
22
De acuerdo a los datos recolectados en 2016 por la Red Latinoamericana de Vigilancia de
Resistencia a los Antimicrobianos (ReLAVRA) la circulación de S. Typhi en Latinoamérica
y Caribe, es limitada, sin embargo, hay que considerar que Ecuador reportó 8
aislamientos, 4 de los cuales fueron resistentes a ciprofloxacina y uno a cefalosporinas de
tercera generación. Guatemala reportó 13 aislamientos, 2 de los cuales presentaron
resistencia a fluoroquinolonas y ninguno a cefalosporinas de tercera generación.
Colombia reportó 204 aislamientos y El Salvador 298 aislamientos de S. Typhi con
porcentajes altos de resistencia a fluoroquinolonas (12,7 y 40% respectivamente) pero sin
resistencia a cefalosporinas de tercera generación. (1)
En los años 1970, la resistencia al cloranfenicol (altamente eficaz en esa época) se asoció
con resistencia simultánea a sulfonamidas, tetraciclinas y estreptomicina, lo que obligó a
utilizar medicamentos alternativos como el cotrimoxazol y amoxicilina. (18). Posteriormente,
en la década de 1980, surgieron cepas multidrogorresistentes: resistentes al cloranfenicol,
ampicilina, cotrimoxazol, y estreptomicina, las cuales se volvieron muy frecuentes. (14) En
Estados Unidos, la proporción de cultivos resistentes al ácido nalidíxico aumentó de un
19% a 42%, entre los años 1999 a 2004; y en Canadá este mismo medicamento, aumentó
su resistencia del 40% al 80% durante el año 2000 a 2006. Lo anterior obligó a utilizar
otros antimicrobianos (exponiéndolos al desarrollo de cepas resistentes a estos, de ser
utilizados de manera inadecuada), como las fluoroquinolonas, cefalosporinas y,
últimamente la azitromicina. (18)
23
Fuente: Programa venezolano de Vigilancia de la Resistencia a los antimicrobianos.
Disponible en: https://provenra.com.ve/graficos-reportes. I: sensibilidad Intermedia, S:
sensible, R: resistencia. Años 2000-2020.(Fiebre Tifoidea).
a. Sistema de Información:
i. Proceso de notificación
ii. Sistema de registro y notificación:
24
Manejo de casos sospechosos de fiebre tifoidea acciones:
Nabarro et al (3) sugieren que los casos asintomáticos no necesitan seguimiento, pero en
los casos sintomáticos además de hacer diagnóstico diferencial, considerar una nueva
toma de muestra. En particular, en aquellos pacientes con enfermedad febril prolongada,
se debe indicar toma de muestra de sangre para cultivo y/o médula espinal, considerar los
coprocultivos por su mayor positividad en estadios tardíos de la infección de Fiebre
entérica.
Manejo Hospitalario
Criterios de ingreso
Intolerancia para la ingesta oral de líquidos.
Signos de deshidratación moderada o severa
Pacientes con riesgo de sepsis, en diarreas invasivas
Edad > 65 años.
Fiebre > 38,5ºC más leucocitosis/leucopenia con desviación a la izquierda.
Enfermedad de base: enfermedad linfoproliferativas, diabetes, cirrosis,
insuficiencia renal crónica, infección por el VIH, etc.
El objetivo principal es reemplazar las pérdidas de agua y electrolitos.
25
a) Para el paciente con diarreas con pres)ión arterial normal y con adecuado
volumen de orina:
Rehidratación por vía oral 1000 CC., cada hora en las tres primeras horas.
El volumen de orina a las tres horas debe ser mayor de 120 CC. Si esto no
ocurre, debe iniciarse la rehidratación por vía endovenosa y manejarse como
una deshidratación moderada
La hidratación oral debe continuar a razón de 1000cc/hora hasta que el
volumen urinario sea 100cc/hora y hasta que cesen las diarreas.
26
II) MEDIDAS PREVENTIVAS
27
Las cinco claves de la OMS para una alimentación más segura sirven de base
para los programas educativos destinados a capacitar a los manipuladores de
alimentos y educar a los consumidores. Son especialmente importantes en la
prevención de la intoxicación alimentaria. Las cinco claves de Safer Food son:
a. manténgase limpio
b. separar crudo y cocido
c. cocinar bien
d. mantener los alimentos a temperaturas seguras
e. utilizar agua potable y materias primas.
Las cinco claves de la OMS para cultivar frutas y verduras más seguras: promover la
salud mediante la disminución de la contaminación microbiana y las cinco claves para
productos acuícolas más seguros para proteger la salud pública proporcionan a los
trabajadores rurales, incluidos los pequeños agricultores que cultivan frutas y verduras
frescas y pescado para sí mismos, sus familias y para la venta en el mercado local,
prácticas clave para prevenir la contaminación microbiana.
Las cinco claves para cultivar frutas y verduras más seguras son:
Las cinco claves para productos acuícolas más seguros para proteger la salud
pública son:
28
29
30
31
32
33
III) Referencias
1. Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la
Salud. Alerta Epidemiológica: Salmonella entérica serovar Typhi
haplotipo H58. 10 de octubre de 2018, Washington, D.C. OPS/OMS.
2018
2. Heymann, D. El control de las enfermedades transmisibles.
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