Los Procesos de Trabajo Taylorista y Fordista. Notas Sobre La Hiperracionalización Del Trabajo y La Caída de La Tasa de Ganancia
Los Procesos de Trabajo Taylorista y Fordista. Notas Sobre La Hiperracionalización Del Trabajo y La Caída de La Tasa de Ganancia
Los Procesos de Trabajo Taylorista y Fordista. Notas Sobre La Hiperracionalización Del Trabajo y La Caída de La Tasa de Ganancia
RESUMEN: Este ensayo intenta caracterizar, en la línea del argumento propuesta por Marx en El Capital,
tanto la especificidad técnica de los procesos de trabajo taylorista de un lado y fordista del otro, como
también su particular función económica, es decir su incidencia singular sobre los movimientos a mediano
plazo de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Con ello, no solo se descifran dos de los
procesos de trabajo más importantes y más difundidos dentro de todas las economías capitalistas
nacionales, a todo lo largo del siglo XX cronológico, sino que también se comprenden sus intrínsecos
límites históricos y la concomitante necesidad de su actual superación.
Ure… tiene sin embargo el mérito de haber captado por primera vez correctamente el espíritu del
sistema fabril… La supresión de la jerarquía de las facultades; la quiebra de las especializaciones
escondidas tras la ´división del trabajo´ y con ello la subordinación pasiva –y, ligados con ésta, la
disciplina absoluta, el encuartelamiento, la sumisión al cronómetro y a las leyes fabriles– .
Carlos Marx, Manuscritos de 1861-1863.
Introducción
Por eso, lo mismo si se trata de estudios de caso: la capitalistas desarrolladas,1 no sólo difundidas ampliamente
salud de los trabajadores, el desgaste obrero, el proceso en términos cuantitativos, sino también fundamentales en
laboral en una empresa o en una rama determinada, que términos cualitativos. Pues a pesar de las “islas de automa-
si se discute sobre la validez actual de la teoría marxista tización” importantes que, progresiva e irrefrenablemente
del proceso de trabajo o los criterios de subperiodización se apoderan de los procesos laborales, las figuras taylorista
específica del modo de producción capitalista, aparece y fordista siguen siendo aún hoy las modalidades pre-
necesariamente la referencia, más o menos desarrollada, a dominantes de los procesos industriales básicos de las
estas figuras particulares del acto productivo capitalista. economías más desarrolladas.
Referencia obligada que no hace más que evidenciar la Desde su surgimiento, en la primera mitad del siglo
importancia crucial del taylorismo y del fordismo dentro XX,2 estas formas laborales y productivas no han dejado de
del capitalismo contemporáneo. El taylorismo y el fordismo propagarse con más o menos fuerza, siguiéndole los pasos
constituyen en la actualidad, las formas más difundidas al desarrollo industrial capitalista y difundiéndose tan
y generales de los procesos de trabajo en las sociedades ampliamente como él, al modo de su propia sombra.
Difusión, fuerza y vigencia actual de los modos taylorista y
fordista, que a su vez nos remiten a los motivos económicos,
1
Esta idea planteada desde los años cincuenta por Georges Friedmann, pero también tecnológicos y políticos de su desarrollo.
en su obra El trabajo desmenuzado, ha sido reiterada más recientemente Porque si estas modalidades han podido apoderarse hasta
también por Alfred Shon Rethel, en Trabajo manual y trabajo intelectual,
por Christian Palloix, en Procès de production et crise du capitalsme, por
tal punto de la industria moderna eso sólo se explica por el
Elmar Altvater, en su artículo “Implicaciones sociales del cambio tecnoló- hecho de que constituyen la respuesta capitalista básica a
gico” y por Harry Braverman en Trabajo y capital monopolista, trabajos las consecuencias que la introducción en gran escala de la
cuya referencia completa puede verse en nuestra bibliografía final. industria clásica –la gran industria del siglo XIX, estudiada
2
No es sólo una referencia histórica-anecdótica el hecho de que el taylo-
rismo y el fordismo se desarrollen dentro del proceso de consolidación
por Marx–, había provocado sobre la tasa de ganancia. A
de Estados Unidos, en el momento mismo en que este país –al que Marx la importante caída de la cuota de beneficio que la maqui-
consideraba “la forma más moderna de sociedad burguesa” (–subrayado nización de los procesos laborales había traído consigo,
nuestro– en sus Elementos fundamentales para la crítica de la economía los capitalistas responden con la hiperracionalización
política. Grundrisse, tomo I, p. 25)– lleva hasta su extremo el desarrollo
capitalista de su época y se convierte en el nuevo centro imperialista del
del trabajo individual y colectivo, compensando así sus
mundo burgués. En realidad, este es el ambiente más propicio para la pérdidas por la vía del aumento de la plusvalía y de la
emergencia de estas formas, pues en ellas se trata de una prolongación disminución del tiempo de rotación del capital.3
intensificada y de una mayor densificación del desarrollo capitalista Y con ello, además de adecuar completamente las
europeo, el que trasladado a un nuevo espacio “libre”, puede entonces
desplegar hasta sus últimas consecuencias los caracteres de este modo
funciones apendiculares del factor subjetivo respecto de
de producción (al respecto véase las agudas observaciones de Antonio la máquina –preparando y/o acelerando la introducción y/o
Gramsci, en su ensayo sobre “Americanismo y fordismo”, así como los desarrollo de la gran industria–, reducen también la ya de por
textos de Benjamín Coriat, El taller y el cronómetro, o de Michel Aglietta, sí golpeada “autonomía obrera”, incrementando su subordi-
el de Regulación y crisis del capitalismo. La experiencia de los Estados
Unidos. Véase también el artículo de Daniel Nelson, “Le taylorisme dans
nación y sometimiento al capital, al perfeccionar sus formas
l’industrie americaine, 1900-1930”. y métodos de control sobre el trabajador.4
3
Sobre este punto, véase el texto de Benjamín Coriat, Ciencia, Tecnología Para entender con más profundidad estas afirmaciones,
y Capital, pp. 109-151, y el de Alfred Sohn Rethel, Trabajo manual e veamos con más cuidado en qué consisten el taylorismo
intelectual, en especial su parte tercera.
4
Véase la obra de Benjamín Coriat, El taller y el cronómetro, y el libro
y el fordismo, cuál es su vinculación funcional con los
de Georges Friedmann, La crisis del progreso. Para la respuesta, contra- movimientos de la tasa de ganancia, y cuál es su sentido
dictoria a veces, peculiar en otras, de los empresarios y de los obreros tecnológico y económico particular.
frente a la extensión del taylorismo, en esta primera mitad del siglo XX,
resulta útil comparar los trabajos de Aimee Moutet y Georges Ribeill
sobre el caso de Francia, con los de Daniel Nelson sobre Estados
Los modos técnico-reales del taylorismo y del fordismo,
Unidos, y los de Craig R. Littler sobre Inglaterra o los de Heinrich en tanto procesos de trabajo
Homburg respecto de Alemania, todos ellos citados en la bibliografía
final. Allí puede constatarse que ni los empresarios, ni los obreros ... aumenta portentosamente la regularidad, uni-
europeos, tenían al principio muy claro el sentido específico del taylo- formidad, ordenamiento, continuidad y energía
rismo, siendo igualmente difícil su definición precisa frente al mismo. del trabajo.
Esto mismo se ha reflejado en los dirigentes socialistas de la época,
Carlos Marx, El Capital.
provocando el extraño hecho de que autores tan agudos e importantes, e
igualmente críticos como el mismo Lenin, o Gramsci y Bujarin, hubieran
“reivindicado” en su momento y hasta cierto punto a ese taylorismo, lo
que ha complicado grandemente una clara toma de posición al respecto, Dentro de los estudios que hacen referencia al proceso
para amplios sectores de la intelectualidad socialista y para los pensadores
críticos en general.
de trabajo, desde las muy variadas ópticas que lo toman
24
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
como eje explicativo importante son escasas, sin embargo, Sistema, cuya finalidad es la de racionalizar el modo
las definiciones puntuales y rigurosas sobre lo que son el de trabajo, pero no del obrero colectivo, como había suce-
taylorismo y el fordismo. Más que una explicación detenida dido ya en la figura manufacturera capitalista, sino ahora
de su contenido, la mayoría de los autores se centra privile- del obrero individual, miembro sin embargo del mismo
giadamente en la consideración de su contexto histórico obrero colectivo.8 Racionalización que retomando entonces
específico, en sus implicaciones sociales generales o en las experiencias de la forma manufacturera, supera sus
su significación política particular. Por eso, es incluso procedimientos empíricos y recentra su acción específica,
frecuente observar el hecho de que el taylorismo y el girando ahora sobre las tareas individuales de los dis-
fordismo no son ni siquiera claramente diferenciados,
sino que se les aborda como un solo fenómeno especí-
fico, como formas prácticamente idénticas, similares o
intercambiables entre sí.5 5
Un gran mérito del coloquio sobre el taylorismo, organizado en 1983
Con ello se deja de lado, precisamente, uno de los elemen- por la Universidad de París XIII, fue el de “aislar” el fenómeno taylorista,
tos esenciales que permiten definir a estas figuras laborales:6 permitiendo así distinguirlo de la modalidad laboral fordista. Al respecto,
el hecho de que aunque se trata de mecanismos tecnológicos véase el libro colectivo de las Actas de este mismo coloquio, publicado
cualitativamente diversos –y por lo tanto de formas de mo- bajo el título de Le Taylorisme, y citado en nuestra bibliografía final.
6
Acotamos aquí la comprensión del taylorismo y el fordismo, conci-
dificación del proceso laboral claramente diferenciadas–, biéndolos solamente como figuras particulares del proceso de trabajo. En
el objetivo o función económica que los anima, sí es contra de quienes los conciben como todo un “régimen de acumulación”
fundamentalmente único. La realidad, pues, del plano de la particular o todo un “modo de regulación” del capital (como es el caso en
diferencia entre taylorismo y fordismo en cuanto figuras los trabajos de Alain Lipietz, Michel Aglietta, Robert Boyer y Benjamín
Coriat, entre otros), creemos que su importancia central se circunscribe
del acto laboral, pero al mismo tiempo del nivel de su sólo al ámbito del proceso de trabajo. Y aunque la peculiar “relación
similitud, en tanto meras variantes particulares de la salarial”, las formas de competencia intercapitalistas, o la intervención del
hiperracionalización del trabajo y de su intensificación, Estado en la economía, desarrolladas contemporáneamente al taylorismo
para la mayor obtención de plusvalía absoluta para el y fordismo, puedan tener un apoyo importante en estas formas del acto
laboral, creemos que derivan más bien y centralmente, de la evolución y
capital. profundización continuas de las anteriores tendencias ya presentes en el
Sin la comprensión adecuada de lo que, estrictamente modo de producción capitalista, tales como la centralización del capital
hablando, son el taylorismo y el fordismo, es imposible (que lleva a la intervención estatal), la acumulación o concentración (que
fijar tanto sus similitudes como sus diferencias. Pero aumenta la escala de la “producción en masa”, ya señalada por Marx
como rasgo típico de la gran industria en sus Elementos fundamentales
sin la captación de ambas, es igualmente difícil ubicar para la crítica de la economía política. Grundrisse, tomo II, p. 220), o
las razones de su éxito inicial y de su renovada fuerza como el aumento absoluto del salario real, en contra de su disminución
actual. relativa creciente (que crea el consumo de masa, y estimula el desarrollo
Es necesario, retomando una vez más la diferencia paralelo del sector II de la producción).
7
Para una comprensión acertada del taylorismo hay que leer los trabajos
establecida por Marx, preguntarse doblemente sobre del propio Frederic Winslow Taylor, personaje bastante consciente de
el contenido del taylorismo y el fordismo. En primer los motivos y fines económicos de su propio sistema, lo que se refleja
lugar, ¿qué son estas figuras en cuanto a su especificidad claramente en su libro Administración científica. También puede verse
tecnológica, es decir, en cuanto al modo técnico-real del Benjamín Coriat, Ciencia, Técnica y Capital, pp. 87-107; Georges Fried-
mann, La crisis del progreso, pp. 86-125; Alfred Sohn Rethel, Trabajo
proceso laboral que cada una de ellas pone en acción?, manual e intelectual, tercera parte, y a Harry Braverman, Trabajo y
y en segundo término ¿cuál es su contenido económico- capital monopolista, pp. 106-167. La abundante literatura sobre la crisis
formal correspondiente, cuáles las relaciones y motivos del taylorismo y fordismo toca casi siempre de paso aspectos parciales de
económicos particulares que se derivan de dichos mo- su definición. Para una referencia sólo de paso a los múltiples sentidos
en que ha sido manejada la definición del taylorismo, véase el artículo
dos tecnológicos en cuestión? Pasemos a responder estas de Michel Freyssenet, “División du travail, taylorisme et automatisation.
preguntas, para luego derivar de ello, una apreciación Confusions, différences et enjeux”.
más global de este “americanismo” en la producción. 8
Como explica Marx, la división manufacturera del trabajo no es más que
El taylorismo, considerado como modo técnico-real una racionalización empírica del modo de trabajo del obrero colectivo,
racionalización que en el taylorismo reaparece, pero tomando como cen-
del proceso de trabajo, no es más que un sistema de tro al obrero individual y ya no al cuerpo obrero global, y desarrollándose
hiperracionalización del quehacer individual del obre- metódica y conscientemente, y no de manera empírica. (Sobre este punto
ro, basado en la descomposición-recomposición de los véase el trabajo de Harry Braverman, Trabajo y capital monopolista, p.
gestos y movimientos particulares que componen su tarea 112). Sobre la figura manufacturera y sus rasgos fundamentales, véase
nuestro libro, Carlos Antonio Aguirre Rojas, El Problema del fetichismo
específica, sistema mantenido o reproducido a través de en El Capital, pp. 91-98. Valdría la pena llevar a cabo una comparación
todo un conjunto complejo de capataces que auxilian, más detenida entre las dos formas de la manufactura capitalista (la
supervisan e instruyen al obrero, y de “primas salariales” heterogénea y la orgánica); y de las figuras taylorista y fordista de los
que “premian” o refuerzan su adecuado cumplimiento.7 procesos de trabajo.
25
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
tintos miembros componentes del obrero colectivo.9 A colectivo de elaboración de un producto cualquiera, racio-
partir del estudio, análisis y observación minuciosa de los nalizando al extremo su forma de ejecución. Pero no lo ha
movimientos, gestos y actos aislados que forman la tarea hecho por amor a la técnica de la administración, ni por
del obrero individual, se lleva a cabo la descomposición una vocación “científica” innata –a pesar de Taylor–, sino
de su quehacer cotidiano en un conjunto de movimientos para aumentar la intensidad del trabajo y acrecentar la
y acciones simples, elementales, que luego de ser medidos y plusvalía extraída a sus trabajadores. Si la tarea individual
reducidos a un estándar, son seleccionados y recompuestos ha sido reconstruida desde sus raíces mismas, eso sólo ha
bajo una nueva forma. Esta forma nueva de ejecución de la sido hecho para aumentar el beneficio de los “aplicadores”
tarea –a la que Taylor, sin ironía alguna, llamaba “la única del taylorismo, de los capitalistas.
mejor posible”–, es una forma donde se han eliminado Y por eso, el mismo celo que se ha puesto en recompo-
todos los gestos y movimientos superfluos, excesivos ner el modo del trabajo individual, en crear los mecanismos
o inútiles, reduciendo el tiempo de su consecución, al de constitución del Taylorismo, se pone en reproducir y
acrecentar en una escala muy considerable la intensidad conservar su adecuado funcionamiento, en los mecanismos
y eficiencia capitalista del trabajo ejecutado. de reproducción del mismo.10 Una vez creada la nueva
Con ello, el taylorismo ha redefinido el modo de tra- forma hiperracionalizada del trabajo, la misma tiene que
bajo individual, los momentos particulares del proceso ser mantenida a través de todo un especializado equipo de
capataces e “instructores”, y de una ficha de instrucciones
dada solícita y gratuitamente al obrero por la dirección.
9
De aquí las claras semejanzas entre forma manufacturera y forma taylo- Además, y por si esta supervisión-intromisión-vigilan-
rista del proceso de trabajo, tales como el hecho de estar centradas ambas
cia-control –expresión conspicua del comando capitalista
en el factor subjetivo del proceso laboral, el implicar una remodelación
importante de la organización misma del trabajo, el atacar centralmente, sobre el trabajo, y “desarrollo completo del trabajo de
aunque desde distintos ángulos, las funciones de la voluntad e inteligencia supervisión” al que alude Marx en El Capital, tomo I,
individuales y/o colectivas del cuerpo obrero en funciones, etcétera. En vol. 2, p. 517–, no fuera suficiente, al obrero se le “pre-
este sentido, resulta interesante la discusión sobre el hecho de que aunque
mia” constantemente con primas salariales que refuerzan
el taylorismo da aparentemente un paso atrás respecto de la gran industria
–centrada en la revolución del instrumento de trabajo, en los factores –conductismo de por medio– su adecuado sometimiento y
objetivos del acto laboral–, no hace sin embargo más que perfeccionar el cumplimiento de las nuevas formas de trabajo, o se le castiga,
funcionamiento del factor subjetivo dentro de la gran industria, o acelerar con la misma constancia, cambiando su adjudicación a diver-
rápidamente el paso de las formas cooperativas simples o manufactureras,
sas tareas, hasta lograr convertirlo en un “obrero de primera
hacia las formas típicas de la misma gran industria.
10
Insistimos en esta doble composición del taylorismo, que abarca su ins- clase”, o sea un obrero taylorizado de modo satisfactorio, o
tauración y su constante reproducción, por el hecho de que ella demuestra eventualmente también hasta despedirlo.
cómo sólo en procesos de trabajo ya cooperativos y en gran escala es que Así, y a través de todos estos mecanismos personales,
resulta rentable la remodelación tayloriana de los mismos. Teóricamente,
económicos e institucionales, el taylorismo puede desa-
hasta el más pequeño, atrasado y limitado proceso de trabajo podría ser
susceptible de recomposición taylorista. Pero prácticamente, los costos de rrollarse dentro de las fábricas y talleres, refigurando el
esta inicial recomposición y luego su adecuada y continua reproducción proceso de trabajo y poniéndolo acorde a las necesidades
y perfeccionamiento, sólo son rentables en términos capitalistas dentro y ansias del capital en funciones.
de los casos de la producción cooperativa y en gran escala. De ahí que
Esta refiguración del acto laboral se halla centrada en
el taylorismo sólo cobre sentido como sub-etapa ulterior de la gran
industria, antes descrita. el factor subjetivo del proceso de trabajo, con lo cual se
11
El taylorismo puede desarrollarse lo mismo dentro de procesos ya típicos desplaza, nuevamente y respecto de la gran industria clá-
de la gran industria –donde operaría el cambio de eje señalado–, como sica, el eje de las transformaciones técnico-reales de este
dentro de formas cooperativas simples o manufactureras, donde entonces
mismo proceso.11 El taylorismo crea sobre todo un nuevo
acelera, con su hiperracionalización concomitante, el paso hacia dicha
industria. Pero de cualquier modo, su existencia sólo es posible, como tipo de obrero colectivo, una nueva figura del productor,
decimos, dentro de procesos cooperativos y en gran escala, los únicos que dejando en cambio en segundo plano a los instrumentos de
hacen costeable el estudio de tiempos y movimientos, la recomposición trabajo. Al concentrarse en la tarea individual del miembro
de las tareas, el equipo de capataces, la oficina de métodos, y todos los
singular del cuerpo obrero global, incide sobre todo en las
diversos etcéteras que el mismo Taylor señala. Esta amplitud tecnoló-
gica del taylorismo es una de las razones importantes de su éxito, pero facultades y potencias del factor subjetivo, relegando en
también una expresión de su carácter menos cohesionado e integral que cambio a los elementos objetivos.
otras figuras laborales, una expresión de su limitación. Un punto aparte es el Por eso, el cambio tecnológico básico de las formas
de las pretensiones divertidas de universalidad más global del taylorismo,
tayloristas estriba en la creación de un nuevo tipo de obrero
donde se le querría aplicar a la vida cotidiana, al arte, etcétera. En estos
últimos casos, se desfigura y caricaturiza a este sistema, reduciéndolo sólo a la colectivo, el obrero colectivo recompuesto por la reade-
racionalización en la ejecución de una tarea cualquiera, pero dejando de lado cuación y recomposición de las tareas de sus miembros
tanto su finalidad económico-productiva específica, como sus mecanismos individuales constitutivos. Con la hiperracionalización
de reproducción, consustanciales y determinados.
(o descomposición/recomposición) de los modos indivi-
26
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
duales del trabajo, se rehace también la figura del obrero tivamente, tanto en una estandarización importante de los
colectivo, cuyos miembros singulares trabajan ahora de instrumentos y herramientas, como en el perfeccionamientos
distinta forma. Ha cambiado nuevamente, como en la de detalle en la misma línea de la racionalización del trabajo
manufactura, el modo de trabajo y la organización toda vivo –adecuando de modo más preciso las herramientas a la
del trabajo global, pero ahora no a partir de este mismo tarea individual, o perfeccionando el diseño de las máqui-
trabajo colectivo recompuesto, sino de los cambios en las nas para facilitar la introducción de la hiperracionalización
tareas individuales que lo conforman.12 tayloriana–, no se modifica la estructura esencial de dichos
Y con ello, aunque centralmente se ha intensificado medios de trabajo fundamentales. Por eso, resulta claro que
el trabajo, aumentando la producción de plusvalía abso- el taylorismo no es una nueva etapa, distinta y superior a
luta para el capitalista, también se ha incrementado, en la gran industria, del modo de producción capitalista, sino
cierta medida, la eficiencia particular del trabajo individual, solamente un perfeccionamiento y adecuación, desde el lado
aumentando su productividad individual.13 Con lo cual se ha del factor subjetivo, de la propia gran industria capitalista.
acrecentado también, en alguna escala, la fuerza productiva O en su defecto, y dentro de la tendencia ya señalada por
natural del trabajo social –aquí, más que nunca, síntesis de Marx respecto a la propagación y difusión social de la gran
los muchos trabajos individuales–. industria a todas las ramas de la producción, un modo de
He aquí la única parte legítima del taylorismo en tér- acelerar y preparar la introducción de la maquinaria y el
minos histórico-generales. En contra de su sentido global paso de las formas premaquinizadas del proceso de trabajo
y esencial, puramente explotador y capitalista, el taylo- capitalista hacia su figura clásica gran industrial.
rismo produce también marginalmente un real progreso Por lo que toca a los demás elementos complemen-
de las fuerzas productivas sociales.14 En sus aspectos de tarios del factor objetivo, sí se producen en cambio
racionalización legítima del trabajo individual –al eliminar modificaciones de mayor importancia. Los medios de
verdaderos gestos o movimientos superfluos del quehacer
individual, pero sin necesariamente aumentar su ritmo o
intensidad–, el taylorismo produce un uso más racional de
la fuerza de trabajo y de su aplicación. Pero al ser esto un
resultado colateral y no el objetivo central, dicho aporte se
subsume y pervierte dentro del movimiento más general
que lo anima.
Movimiento y sentido tan obviamente capitalistas 12
Para entender mejor la especificidad del taylorismo, resulta útil compa-
que también se hacen evidentes en la afectación de las rar sus similitudes y diferencias con la forma manufacturera del proceso
potencias intelectuales de los mismos obreros. Así como de trabajo, lo que muy esquemáticamente hemos tratado de hacer en el
en el taller manufacturero, el capital usurpa la voluntad Cuadro 1, incluido al final de este ensayo.
e inteligencia colectivas del cuerpo obrero global, en el
13
Para la relación entre intensidad del trabajo y plusvalía absoluta, y
productividad del trabajo y plusvalía relativa, así como para el contenido
taylorismo reactualiza esta usurpación pero ahora como particular de cada uno de estos conceptos, remitimos al lector a la lectura
reapropiación-expropiación de la voluntad e inteligencia del texto del ‘Apéndice’ de este mismo ensayo.
individuales de los obreros singulares. Al imponer y dictar 14
Resulta muy importante entrar a esta discusión de los aspectos, de un
el modo y formas de ejecución del trabajo individual, el lado “positivos” (o histórico-progresivos, en el sentido de real desa-
rrollo de la productividad del trabajo) y del otro lado “negativos” (o
capital se arroga parte del espacio todavía antes delegado a derivados de la mera explotación capitalista intensificada del trabajo)
la voluntad e inteligencia del obrero individual. La “auto- de este proceso del taylorismo. Y ello, porque ha sido el mismo Lenin,
nomía obrera” se ve reducida y golpeada una vez más por junto a autores importantes como Gramsci o Bujarin, los que en un cierto
esta imposición del capital, el que así consolida y ensancha momento han “defendido” y reivindicado a este mismo proceso de trabajo
taylorista. Sin entrar más al detalle de este punto, creemos, es claro que
su control sobre el colectivo trabajador. lo que predomina, en el taylorismo y en el fordismo, es su carácter de
Junto a estos cambios fundamentales del factor subjeti- métodos de intensificación del trabajo, o sea de una mayor explotación
vo, se desarrollan también algunas modificaciones impor- de la fuerza laboral. Otro es el problema de que, en la primera mitad del
tantes de los elementos objetivos. En ellas se marca clara- siglo XX, y para nuestros autores socialistas mencionados, no existía
una real alternativa que oponer a este taylorismo y fordismo, superior
mente el sentido global de las formas tayloristas. Mientras a ellas en términos de rendimiento del trabajo, aunque no de la produc-
en la figura de la gran industria clásica, la revolución del tividad. Pero esa alternativa existe hoy en la automatización laboral.
proceso de trabajo toma como centro al instrumento de Respecto a este punto, véase el ensayo de Vladimir Illich Lenin, “Las
trabajo, al que transforma de modo esencial, en condi- tareas inmediatas del poder soviético”, y también el texto de su ‘Primera
Variante’, el artículo de Antonio Gramsci, “Americanismo y fordismo”,
ciones histórico-universales, en el taylorismo en cambio, además de la obra de Nicolás Bujarin, Teoría del materialismo histórico.
dichos instrumentos son modificados en términos mucho Para la distinción clara entre intensidad, productividad y rendimiento del
más marginales y periféricos. Y aunque se producen efec- trabajo, véase el argumento de nuestro ‘Apéndice’, recién citado.
27
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
comunicación y de transporte se modifican de raíz a partir instrumento maquinizado, deberá avanzar también el revo-
de la introducción de la electricidad y de sus diversos lucionamiento de los materiales utilizados, de los objetos
usos.15 El telégrafo, el teléfono, la radio y la televisión en que se plasma la acción laboral.
se desarrollan y propagan por todo el planeta, al mismo Y así, mientras el uso del motor eléctrico provoca un
tiempo que la red de carreteras asfaltadas se extiende con paso adelante e importante en la velocidad de acción de
los nuevos vehículos movidos por el motor de combustión la misma maquinaria, el uso de materiales de trabajo
interna. La velocidad de desplazamiento de las personas más resistentes, maleables y ligeros, permite alcanzar
y de las cosas se acelera en un crecimiento exponencial, una mayor perfección y más amplias posibilidades de trans-
poniéndose entonces acorde a las nuevas demandas del formación del elemento objetivo pasivo del acto laboral. Por
capital. Y si la producción capitalista no se ha transfor- eso, paralelamente al desarrollo y difusión del taylorismo,
mado demasiado por lo que toca a los instrumentos de vemos introducirse nuevos objetos de trabajo de mayor
trabajo específicos, en cambio la infraestructura de las resistencia, que además de ser más livianos y flexibles,
condiciones generales objetivas del proceso de trabajo,16 son también más baratos que sus predecesores, a los que
sí se ha desarrollado en gran escala. vienen a sustituir. Es esta la etapa en que se difunde la
Por último, en lo que toca a los objetos de trabajo, se producción de acero barato,17 por los nuevos métodos
da un cambio que profundiza la línea ya abierta por el recién inventados en el siglo anterior, y en que se ensayan
desarrollo de la gran industria clásica. Si con esta última en gran escala todo tipo de aleaciones de nuevos metales
se ha dado la inversión técnico-real y el recentramiento o elementos.
del proceso laboral en torno de los medios objetivos de Estos son los cambios básicos que el taylorismo im-
trabajo, el desarrollo posterior tiene que readecuar las plica respecto de los distintos elementos del proceso de
características de los objetos de trabajo a esas nuevas y trabajo. Como fruto de su desarrollo, se produce también
revolucionarias figuras de los medios de trabajo. Por eso, un aumento y profundización del crecimiento de la escala
si la maquinaria reasimila y reproduce en sí misma las de la producción, consolidándose el carácter de produc-
capacidades del obrero –siendo entonces ella la que posee ción en masa o en serie que había adquirido ya desde la
la fuerza, la velocidad, la destreza, e incluso la “voluntad” gran industria del siglo XIX. Y al mismo tiempo que se
e “inteligencia” del proceso–, su desarrollo ulterior sólo afirma esta producción masiva, característica del modo
puede ir en el sentido de aumentar y potenciar dichas de producción capitalista acabado, se desarrolla también
“capacidades” de la propia máquina. Pero entonces, y una estandarización de los productos, correspondiente y
necesariamente al mismo ritmo que este progreso del derivada de la estandarización de los instrumentos y del
modo de trabajo individual.
El capital logra así, a través del taylorismo, expandir
su comando sobre el trabajo, al cubrir no sólo el proceso
global, sino también sus momentos singulares, antes
reservados aún parcialmente al dominio de los mismos
15
Para una lúcida descripción de la importancia tecnológica y productiva obreros individuales. Así, y con esta figura laboral, el
de la introducción y desarrollo de la electricidad, véase Lewis Mumford, despotismo del capital crece, llegando a imponer al tra-
Técnica y civilización, pp. 241-249 y 255-271. También puede verse a Abbot bajador el modo de ejecución de sus tareas individuales
Payson Usher, en su Historia de las invenciones mecánicas, pp. 332-352, y confiscando los últimos reductos de ejercicio libre de su
a Robert Forbes, Historia de la técnica, pp. 297-325, o la obra de T. K.
Derry y Trevor Williams, Historia de la tecnología, vol. III, pp. 893-936. voluntad e inteligencia individuales.
Sobre este punto resulta interesante la afirmación premonitoria de Marx, He aquí, brevemente expuesto, el aspecto técnico-real
cuando dijo que “Su majestad el vapor, que durante el siglo pasado había del taylorismo en tanto modalidad específica del proceso de
revolucionado al mundo, había terminado su reinado, y entregaba el cetro trabajo (ver Cuadro 1).
a otra fuerza incomparablemente más revolucionaria: la chispa eléctrica”,
tal como lo refiere Guillermo Liebknecht en su texto de remembranzas La otra modalidad que es importante analizar, para
sobre Marx, “De mis recuerdos sobre Marx”, p. 26. comprender la configuración de los procesos de trabajo
16
Para este concepto de condiciones generales objetivas del proceso la- durante el largo siglo XX histórico, que no cronológico,
boral, que es generalmente obviado en las explicaciones del punto, véase siglo que aún no concluye, y que es una modalidad que se
El Capital, tomo I, vol. 1, p. 219, y también los Elementos fundamentales
para la crítica de la economía política. Grundrisse, tomo II, pp. 12-24, desarrolla de manera contemporánea al taylorismo, es la
y los Manuscrits de 1861-1863, p. 64. figura laboral del fordismo.
17
Sobre esta difusión del acero barato, véase por ejemplo el libro de El fordismo, en tanto aspecto o modo tecnológico-real
Norman G. Pounds, Geografía del Hierro y el Acero. del acto laboral, no es otra cosa que una especie de taylo-
18
Resulta interesante comparar más puntualmente las diferencias y
similitudes entre el fordismo y el taylorismo. Al respecto véase nuestro rismo, pero ahora, lo que cambia esencialmente las cosas,
Cuadro 2. una suerte de taylorismo maquinizado.18 Al igual que el
28
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
taylorismo, el fordismo es también un sistema de hiperra- ción. Según el modelo ideal del fordismo –cuya realización
cionalización del modo de trabajo individual del obrero depende en mucho de la escala global de la producción, que
singular, miembro del obrero colectivo, pero a diferencia pueda ser tan inmensa que permita “pulverizar” o dividir
del taylorismo, esta hiperracionalización es realizada a tra- el trabajo hasta este punto–, un obrero, por ejemplo, sólo
vés de máquinas, mediante un sistema mecánico completo debería colocar la tuerca que el siguiente obrero debería
y complejo, cuyas piezas clave o mecanismos esenciales atornillar. Movimientos supersimplificados donde la eli-
son, en primer lugar la cadena de montaje, y en segundo, minación de gestos improductivos –como en el taylorismo–,
todo un conjunto integrado de formas de movimiento y es llevada continuamente al extremo máximo posible.
transporte interno de los objetos de trabajo, compuesto de Cadena de montaje que impone tan despiadadamente
grúas, deslizadores, vagonetas, transportadores, etcétera. los ritmos individual y general del trabajo mediante má-
El fordismo19 es inconcebible sin la aplicación espe- quinas21 que necesariamente presupone también el sistema
cífica de la maquinaria a la producción. A diferencia del mecanizado de movimiento interno del objeto de trabajo.
taylorismo, que puede ser aplicado dentro de cualquier Sistema en el cual las grúas, transportadores, vagonetas,
trabajo cooperativo o social en gran escala, el fordismo deslizadores..., trasladan el objeto de trabajo de una fase
es en cambio, necesariamente una subetapa de la gran a otra de su elaboración o transformación, igualmente a
industria, presupone el uso de máquinas para su implanta- ritmos predeterminados, con lo que logran unir en un solo
ción. Y en esta vía, su sentido general es bastante claro, se movimiento continuo y uniforme todos los momentos del
trata solamente de racionalizar y perfeccionar la función proceso o partes de la cadena. A través de este sistema,
apendicular de los obreros individuales, respecto de los se asegura la alimentación o suministro regular, fluido y
movimientos y funcionamiento del gran sistema mecánico constante, de todas y cada una de las partes de la cadena,
de la fábrica. con lo cual se crea, en su sentido más estricto y literal, un
Racionalización que como mencionamos, tiene como verdadero sistema de maquinaria totalmente integrado,
sus soportes materiales principales a la introducción de la una fábrica absolutamente mecanizada en sus formas de
cadena de montaje en el taller, y al desarrollo del sistema funcionamiento general.
de movimiento mecánico interno de los objetos de trabajo. Además, y con la combinación funcional de la cadena
Con estas dos innovaciones, es posible imponer al obrero y el sistema mecánico de movimiento interno del objeto de
el ritmo y modo individual de su trabajo, eliminando nue-
vamente los poros de tiempo improductivo, suprimiendo
los gestos inútiles o excesivos –como agacharse, moverse
en torno del objeto, etcétera–, y predeterminando de modo
19
Para el análisis del modo fordista, deben verse también las obras del
propio Henry Ford, en particular su libro titulado My life and my work.
regular y minucioso la forma específica de su quehacer También esclarecedores son los trabajos de Benjamín Coriat, El Taller
cotidiano individual. Y todo ello, no a través de “primas y el Cronómetro, pp. 38-66, de Alfred Sohn Rethel, Trabajo manual y
salariales” –siempre aleatorias en su poder de seducción –, trabajo intelectual, tercera parte, y los libros y ensayos de Michel Aglietta,
o de capataces e “instructores” más o menos despóticos o Alain Lipietz, Robert Boyer y Benjamín Coriat, y Georges Friedmann,
citados en nuestra bibliografía final. Para una síntesis de la concepción
“amigables” –a los que también siempre se puede burlar, más global de Ford, véase en particular el análisis de Georges Friedmann
desobedecer e incluso enfrentar–, sino a través de las contenido en La crisis del progreso, pp. 125-160.
máquinas mismas, de los mudos e impersonales miembros 20
Tratamos de definir así a la cadena de montaje para cubrir todas sus
del sistema maquinizado general. variantes concretas posibles. Aquellos que han abordado diversos estudios
de caso, saben perfectamente que entre el concepto o definición abstracta
¿Qué es la cadena de montaje? Un mecanismo en y la realidad, hay siempre importantes aspectos no considerados. La
movimiento constante, que uniendo todos los momentos “cadena” típica de Ford es más bien, muchas veces, una combinación de
constitutivos de la transformación completa del objeto de una banda central en movimiento y de muchas pequeñas “subcadenas”
trabajo hasta su conversión en producto, va trasladando la que la alimentan permanentemente. Además, el ritmo preestablecido de
movimiento de la cadena –o sea el ritmo general, que ahora es también
pieza principal frente a los obreros, fijados a sus puestos directamente individual, del trabajo–, tiene puntos de “ajuste”, lo mismo
de trabajo, para que ésta vaya siendo modificada perti- que el suministro regular de piezas parcialmente transformadas de un
nentemente (ensamblada, adicionada con partes nuevas, departamento al otro, se cubre muchas veces con “stocks” preexistentes,
remachada, soldada, atornillada, remodelada, etcétera) que son como una reserva sustitutiva que impide la detención inmediata de
todo el proceso, en el momento en que hay problemas de cualquier tipo,
en tiempos rigurosos y preestablecidos, hasta conver- en cualquier punto o momento del proceso global. Para una descripción
tirse en el producto final resultante de un proceso de real de la cadena y de la irreductible readecuación y oposición obrera a
trabajo determinado.20 ella, véase el libro de Robert Linhart, De cadenas y hombres.
Mecanismo altamente integrado, en donde las tareas
21
Por eso dice Georges Friedmann que la cadena fordista no es más que
“una forma bastarda, donde el obrero hace lo que todavía no pueden
individuales de los obreros tienden a ser convertidas en hacer las máquinas” (en su libro Problemas humanos del maquinismo
movimientos simples y elementales de rápida y fácil ejecu- industrial, en especial en las pp. 211-224).
29
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
trabajo, aumentan considerablemente las posibilidades la cadena lo incorpora incluso como pieza constitutiva de sí
de control y supervisión global del proceso por parte del misma, como miembro mecanizado pero vivo y consciente
capitalista. Al moverse el proceso de trabajo como una de su mismo funcionamiento.
suerte de reloj en funcionamiento normal, resulta mucho Tenemos, pues, un perfeccionamiento extremo de la
más sencillo e inmediato detectar los puntos o momentos función apendicular del obrero respecto a la máquina,
en donde comienza a haber fallas, detenciones o retrasos. perfeccionamiento que lo lleva a ser integrado funcio-
Y por lo tanto, la posibilidad de intervenir y regular, en nalmente del modo más profundo y radical posible, a la
función del capital, las distintas partes de la producción, acción misma de dicha máquina. Y con ello, a consolidar
se hace mayor.22 lo que ya había conquistado parcialmente el taylorismo.
Estos son los rasgos generales de la modalidad fordis- Con la imposición ahora mecánica –y por lo tanto segura
ta del trabajo. A tono con ellos, se modifican también los y efectiva–,24 de la nueva forma hiperracionalizada del
distintos elementos particulares del proceso de trabajo. trabajo individual, se afianza el aumento marginal de la
Así, el obrero colectivo de la gran industria clásica –al productividad del trabajo que deriva de la parte legítima
que podríamos llamar obrero socializado integral–,23 se y racional de estas nuevas formas laborales. Al convertir
convierte en un obrero colectivo que podríamos llamar al trabajo en un actuar mecanizado y predeterminado
maquinizado, y no tanto porque se combine con la ma- como pieza viva de la cadena, se asegura no sólo la mayor
quinaria, sino en cuanto que los obreros individuales que intensidad del trabajo, sino también, en parte, su mayor pro-
lo forman se convierten, propiamente hablando, en piezas ductividad real. El fordismo consolida y reafirma entonces,
vivas o humanas de la nueva figura del sistema mecánico a través de las máquinas y de su utilización, los cambios
integral, de la cadena de montaje y de sus complementos. Y originados por el taylorismo.
así como la maquinaria de la gran industria clásica había ya Igualmente en lo que toca a la voluntad e inteligencia
convertido en su apéndice vivo al obrero individual, ahora de los productores. Como en las modalidades taylorizadas,
en las figuras fordistas se da también una usurpación e
intervención del capital, que ahora llega a dictar el modo
y formas de ejecución individual del trabajo, y a proyectar
22
También es cierto que con esta mayor integración del proceso, él mis-
idealmente con antelación dichas formas y modo, pero
mo se vuelve, en cierto sentido, más vulnerable respecto de las acciones ahora a través de medios mecanizados y maquinizados,
obreras. Porque si un movimiento de paro, huelga o sabotaje, logra detener convirtiendo dicha “voluntad” de ejecución, e “inteligen-
los departamentos decisivos de la cadena, tiene asegurada una fuerza cia” de definición del modo de ejecución individual del
superior que la que representa el sólo número directo de obreros que
participan en esta acción. Pero en la medida en que, como hemos visto,
trabajo, en atributos mecánicos de la cadena de montaje,
el capital se protege de esta eventualidad –creando stocks de reserva de en aplicaciones capitalistas de la ciencia ya incorporadas al
las piezas suministradas por esos departamentos clave, instruyendo a sus sistema integral de la maquinaria. De este modo, aunque
capataces e ingenieros para suplir a los obreros en puntos críticos de la el fordismo se presenta como más limitado y estrecho que el
cadena, etcétera–, fuerza al mismo tiempo a que toda acción en su contra
sea cada vez más colectiva, más social y más organizada. Aquí, una vez
taylorismo, –pues su aplicación es menos universal, y se
más, el capital ayuda a forjar las armas, contradictoriamente, que sus circunscribe sólo a los procesos de trabajo gran industriales,
propios sepultureros habrán de empuñar para darle fin. basados en el empleo de maquinaria–, se hace evidente tam-
23
Para la explicación de esta caracterización, véase nuestro libro, Carlos bién como forma mucho más segura, perfecta y consolidada
Antonio Aguirre Rojas, El problema del fetichismo en El Capital, antes
ya citado.
de conseguir el objetivo que ambas figuras comparten.25
24
De esta forma más segura y efectiva, por cuanto maquinizada, de Aunque al igual que el taylorismo, la acción del for-
imponer la racionalización laboral, deriva la crítica explícita de Ford dismo toma como centro al factor subjetivo del proceso
al sistema de Taylor: “En general los obreros siempre han sospechado, de trabajo, implica sin embargo cambios más importantes
visto con malos ojos o se han resistido a la dirección científica, y en esto
obran, instintivamente, con más lógica que la mayoría de los directores
que el sistema de Taylor en algunos elementos objetivos,
de industrias quieren conceder. Es natural que un hombre se resista a ser dado que dicha acción se realiza a través de las máquinas
convertido en máquina. Nosotros regulamos la velocidad de los obreros, mismas. Por eso, en lo que se refiere al más importante
por la velocidad del carril en el que van pasando las piezas...” (en el componente de los factores objetivos, al instrumento de
libro del mismo Henry Ford, titulado En marcha, p. 48). Dejando de lado
la cínica y asombrosa afirmación de Ford, de que los hombres se resisten a
trabajo, el modelo fordista sí conlleva un cambio de cierta
ser convertidos en máquinas, cuando el fordismo lo que hace es justamente magnitud. Es sólo en esta figura laboral que se crea, rigu-
eso, hay aquí sin embargo una correcta percepción de la superioridad del rosamente hablando, un sistema completo e integral de la
fordismo sobre el taylorismo, a partir del uso de la maquinaria, para la maquinaria, donde las distintas fases del proceso de trabajo
obtención de los mismos fines esenciales.
25
Lo que en nuestra opinión, apoya la tesis que sostenemos aquí, de
en cada uno de sus momentos, y en la interconexión misma de
caracterizar al fordismo como una suerte de hiperracionalización gran dichas fases se han mecanizado completamente, a través tanto
industrial del proceso de trabajo en su conjunto. de la cadena de montaje, como del sistema interno de despla-
30
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
zamiento de los objetos. Con ello, el espacio instrumental se Por último, y una vez más a semejanza del taylorismo,
ha perfeccionado en alto grado, maquinizando todas y cada el capital desarrolla a partir de la variante fordista nuevas
una de las partes del proceso global, y profundizando, de formas y mecanismos de control y comando refinado sobre
paso, la estandarización ya alcanzada por su predecesor el trabajo vivo. Comenzando con la estructuración y puesta
taylorista. Este es el cambio más importante del lado de a punto de todo el nuevo sistema mecanizado integral, el
los elementos objetivos. Como vemos, aunque el fordismo capital logra consolidar su despotismo y vigilancia sobre
implica un cambio cualitativo importante de los instrumentos los trabajadores, a los que ahora mantiene sometidos a
de trabajo, este se da más en el sentido de perfeccionar y través de las propias máquinas, mediante su incorporación
profundizar lo ya realizado por la gran industria clásica, como piezas vivas funcionales de la precisa, cronometrada
y en función de posibilitar la hiperracionalización e in- y perfectamente acompasada cadena de montaje.
tensificación del trabajo, que en la vía de una verdadera Estos son los rasgos principales del modo técnico-real
“revolución” o “transformación radical” de dichos correspondiente a la figura fordista del proceso de trabajo
medios de trabajo instrumentales. (sobre estos rasgos, véase nuestro Cuadro 2, al final de este
Por lo que se refiere a las condiciones generales ob- mismo ensayo).
jetivas, el fordismo no hace más que beneficiarse de los
cambios ya reseñados para el taylorismo en este plano. El “sentido económico” del taylorismo y el fordismo
Y puesto que ambas figuras son prácticamente contem- para el funcionamiento adecuado del capitalismo
poráneas –con una diferencia de tan sólo 20 años, pero moderno”
desarrolladas en el mismo ambiente, dentro de condiciones
iguales, y a partir del mismo impulso y motivos econó- ...la dificultad que se nos presenta no es ya la que ha
ocupado a los economistas hasta el día de hoy –la de ex-
micos–, se apoyan igualmente en los mismos nuevos plicar la baja de la tasa de ganancia–, sino la inversa:
medios de comunicación y de transporte, derivados del explicar por qué esa baja no es mayor o más rápida.
uso moderno de la electricidad, y del descubrimiento de los Deben actuar influencias contrarrestantes...
motores de combustión interna. Carlos Marx, El Capital.
También en cuanto a las características del objeto de
trabajo, donde el único cambio que instaura el fordismo Hemos visto ya la diversidad específica entre taylo-
estriba en el principio de que el objeto de trabajo debe rismo y fordismo, en cuanto modalidades tecnológicas
estar “siempre en movimiento”. Con lo que, obviamente, particulares del acto de trabajo. A pesar de sus importan-
el obrero estará siempre móvil –pues el capital no puede tes puntos de similitud y de contacto también señalados,
llegar hasta este grado de “perfeccionamiento”–, pero sí han podido ya quedar claras las diferencias básicas entre
fijado de por vida al puesto de trabajo. Y dado que Ford ambas figuras. Ahora, sin embargo, debemos atender a
piensa que “caminar no es una actividad que produzca aquello que esencialmente las identifica, convirtiéndolas
beneficios” (aunque esto sólo respecto de la actividad en meros caminos particulares de alcanzar un solo y único
dentro de la fábrica; no vaya a creerse que fue por esta objetivo.
idea por lo que Ford desarrolló sus distintos modelos de Este objetivo no es otro que la hiperracionalización del
automóvil), quien debe desplazarse continuamente es el modo de trabajo del obrero individual. Pero esta hiperra-
objeto de trabajo y no el obrero.26
Al igual que en el taylorismo, el producto de trabajo
que resulta de esta modalidad productiva laboral, es un 26
Sobre este punto, resulta útil revisar el libro de Georges Friedmann,
producto que necesariamente se produce en gran escala, La crisis del progreso.
como producto masivo o en serie. Porque igual que en el 27
Marx consideraba ya a la producción en masa un rasgo típico de la gran
caso de la gran industria clásica y aún más, la aplicación industria clásica, tal y como lo confirma la cita siguiente: “...merced a la
producción en enormes masas, la cual queda puesta con la maquinaria,
fordista de la maquinaria al proceso productivo, hace crecer desaparece igualmente, en el producto, toda relación con la necesidad
las dimensiones de éste, aumentando en la misma medida la inmediata del productor, y por consiguiente, con el valor de uso inmediato;
cantidad del producto arrojado en cada ciclo de la produc- en la forma en que se produce el producto y bajo las circunstancias en
ción. Y así como los pequeños talleres no son típicos de la que se produce, está ya puesto que sólo se le produce en cuanto portador
de valor, y que su valor de uso no es más que una condición para ello”
gran industria clásica, así la producción en pequeña escala (en Elementos fundamentales para la crítica de la economía política.
no checa ni con esa gran industria,27 ni con el taylorismo Grundrisse, tomo II, p. 220). Sobre este punto véase también de Benjamín
ni con el fordismo. Producir en una medida creciente, en Coriat, el capítulo 2, del libro El taller y el cronómetro.
grandes masas, trae de modo natural el perfeccionamiento
28
Henry Ford se jactaba de que todas las piezas de cualquiera de los 15
millones de modelos “T”, producidos en su empresa, eran completamente
de la estandarización de los productos, que simplifica y intercambiables entre sí, y altamente homogéneas. Sobre este punto véase
acelera su obtención en una escala mayor.28 la obra de Georges Friedmann, La crisis del progreso, p. 130.
31
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
32
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
mientos fundamentales. Es entonces cuando se registra, de Incremento de la productividad que se completa tam-
manera patente y perceptible, incluso para los cerebros de los bién con un aumento de cierta magnitud de la intensidad del
capitalistas prácticos, la fuerte y acelerada caída progresiva trabajo, reforzando entonces con nueva plusvalía absoluta,
de esta tasa. los aumentos entre la plusvalía total y el capital variable
Con relación a la figura manufacturera previa, la intro- desembolsado. Aumentos que además, algo deben también
ducción a gran escala de la maquinaria, hace aumentar en a la reducción de dicho desembolso en capital variable.
proporciones descomunales a la composición técnica, y a la Con la introducción de las formas laborales de gran
composición en valor del capital en funciones. Aumenta así, industria, se opera una reducción salarial importante que
en una medida muy importante, el volumen de medios de se alimenta simultáneamente de varias fuentes. Por ejemplo
producción movidos por la misma fuerza de trabajo –desa- del desplazamiento y sustitución del trabajo calificado, me-
rrollo importantísimo de las fuerzas productivas humanas y de jor pagado, por el trabajo simple, menos remunerado, pero
la productividad del trabajo social–, y la proporción dada del también de la nueva explotación de fuerzas de trabajo
capital constante respecto al variable. Hay, pues, un incremento antes no utilizadas, del empleo productivo de niños y mu-
de grandes dimensiones de la composición orgánica den- jeres. Empleo que además de suministrar fuerza de trabajo
tro de la que funciona el capital social global, incremento más barata al capital, recompone el ingreso familiar del
que como sabemos, mueve hacia abajo la relación general hogar obrero, permitiéndole rebajar el salario a los obreros
entre la plusvalía y el capital total invertido. varones adultos.
Al mismo tiempo, y sólo a partir de esta figura maquinizada Hay un claro incremento de la tasa de plusvalía del
gran industrial, se desarrolla el capital fijo en cuanto tal. Con la capital social global, aumento que no se ve mermado sino
maquinaria, la producción capitalista crea una forma material en una ínfima escala por el establecimiento de la jornada
acorde a sus necesidades de autovalorización, pero sólo al pre- “normal” de trabajo, a partir de las grandes luchas obreras
cio de instituir un tiempo de rotación cuyas dimensiones de este período capitalista.
sólo se comparan con la escala que adquiere asimismo Aumento muy importante que aunque explica el desa-
el propio proceso industrial.33 El tiempo de rotación del rrollo de esta modalidad del proceso de trabajo capitalista,
capital social global es un tiempo de considerable mag- no logra contrapesar el efecto combinado de la compo-
nitud, puesto que las nuevas máquinas no se desgastan sición orgánica altamente incrementada y del tiempo de
completamente sino al cabo de largos períodos de trabajo. rotación mucho mayor, desarrollados como rasgos inhe-
Por eso, es también a partir de esta figura laboral que aparece rentes a esta misma modalidad.
el riesgo permanente de desvalorización para el capital fijo Efecto combinado cuyo sentido general es el de esta-
en funciones, pues su larga permanencia en la producción, blecer el movimiento descendente de la tasa de ganancia,
acrecenta la constante amenaza de “obsolescencia moral”, a como movimiento claro y patente. Claridad y fuerza que
partir del rápido e ininterrumpido progreso tecnológico. se hacen evidentes a través de su reflejo en las mejores
Por lo tanto, y también a causa del paso a la producción ma- cabezas de la Economía Política Clásica, y en particular
quinizada, es que se instaura un tiempo de rotación importante en el propio Ricardo.34
para el capital social global, lo que igualmente afecta de modo Como vemos, el desarrollo de la gran industria clásica
negativo la relación de la cuota de ganancia. Y aunque con el en el siglo XIX, implica un efecto global claramente ne-
uso de maquinaria se ha acortado el tiempo de producción gativo para el capital en tanto potenciador del movimiento
del producto, el ensanchamiento de los mercados ha hecho progresivo declinante de la tasa de ganancia del capital so-
crecer el tiempo de circulación de las mismas mercancías, cial global en general (véase Cuadro 3). Pero es, al mismo
contrarrestando este beneficio obtenido en cuanto al tiempo tiempo, el precio pagado por el capital, la contrapartida
de rotación del capital circulante. necesaria tanto del paso de alcance histórico-universal que
Desde este punto de vista, los dos componentes básicos que
guardan una relación inversa respecto de la tasa de ganancia,
han sufrido incrementos muy importantes, lo que obviamente
tiene que repercutir negativamente sobre dicha tasa, aceleran- 33
Dice Marx: “La maquinaria, pues, se presenta como la forma más
do y profundizando su movimiento descendente. adecuada del capital fixe, y el capital fixe –en cuanto se considera al
capital en su relación consigo mismo–, como la forma más adecuada
Sin embargo, la maquinaria no ha sido introducida por del capital en general” (en sus Elementos fundamentales para la crítica de
mero pasatiempo u ociosidad. Si de pronto se ha apoderado de la economía política. Grundrisse, vol. 2, p. 220).
los talleres capitalistas, remodelándolos de arriba abajo, ha 34
Es Marx quien señala cómo la preocupación por los movimientos de la
sido porque su adopción implica un importante salto adelan- tasa de ganancia constituye uno de los problemas fundamentales de los
economistas clásicos, sobre todo a finales del siglo XVIII y princi-
te de la productividad del trabajo, y por esta vía un incremento pios del siglo XIX. Al respecto, véase su obra Historia Crítica de
básico de la plusvalía relativa extraída al trabajador. las Teorías de la Plusvalía.
33
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
significa la introducción y desarrollo de la maquinaria dentro Lo que sucede es que el taylorismo y el fordismo cons-
del proceso de trabajo humano,35 como del establecimiento tituyen la forma de respuesta capitalista obvia, a las con-
adecuado y funcional de las leyes económicas básicas del secuencias ya reseñadas del desarrollo de la gran industria
modo de producción capitalista. clásica, respecto del movimiento de la tasa de ganancia. Ya
Pero el capitalista, aunque en absoluto es consciente de que al hiperracionalizar el modo de ejecución del trabajo
los mecanismos internos que determinan el movimiento individual, lo que hacen es desarrollar un nuevo modo de
de la tasa de ganancia del capital social global –ni estos le intensificar en gran escala el trabajo, activando así un au-
interesan demasiado–, está en cambio muy atento respecto mento muy importante del grado de explotación del trabajo,
del contenido inmediato de su bolsillo. Él sabe claramente es decir, una de las más importantes, si no es que la más
que aumentando la explotación de sus trabajadores, dismi- importante, de las causas contrarrestantes de la caída de la
nuyendo el derroche de sus materias primas, o acelerando tasa de ganancia. De esta manera, y al incidir selectivamente
el proceso de amortización de sus inversiones, aumenta sobre la fuerza de trabajo, el taylorismo y el fordismo con-
sus ganancias y/o sus posibilidades de incrementarlas. trabalancean los efectos aceleradores del descenso de la
Sabe muy bien esto, aunque no sepa el por qué. Y lo “sabe cuota de beneficio ocasionados por la introducción en gran
hacer”, aunque no lo “puede saber” demasiado bien. escala de la maquinaria, revirtiendo incluso algunas de sus
Pero este conocimiento le basta para aquilatar en sus principales consecuencias.36
justos términos, lo que el taylorismo y el fordismo signi- Así, por ejemplo, en lo que toca al tiempo de rotación del
fican para él. Pues si estas nuevas variantes o subetapas capital, como hemos visto, el núcleo tecnológico de ambas
de la gran industria capitalista, incrementan el grosor de figuras no es otro que la hiperracionalización del modo de
sus bolsillos, o el volumen lleno de sus arcas, él no dudará trabajo individual, cuyo fin fundamental es el aumento de la
un instante en aplicarlos y en hacerlos suyos. Por nuestra intensidad del trabajo. Pero decir trabajo más intenso es decir
parte, y dudando un poco más que el burgués práctico, vale también más rápido desgaste del capital fijo, y más rápido con-
la pena detenerse con más detalle en las razones profundas sumo productivo de todo el capital constante circulante. O sea,
que explican el por qué de esta aceptación. reducción del tiempo de rotación del capital fijo y disminución
del tiempo de producción del producto, y por lo tanto, acor-
35
Véase al respecto nuestro libro, Carlos Antonio Aguirre Rojas, El tamiento importante del tiempo de rotación del capital social
problema del fetichismo en El Capital, pp. 98-113.
36
Se trata de una especie de movimiento “pendular” que el capitalismo ha global. Acortamiento que además, se hace todavía mayor por
seguido a lo largo de sus últimos dos siglos de existencia histórica: si la la disminución del tiempo de circulación de las mercancías,
gran industria clásica promueve al primer plano los factores “acelerado- resultante del desarrollo de los nuevos y más potentes medios
res” de la caída de la tasa de ganancia, el taylorismo y fordismo promue- de comunicación y de transporte ya mencionados en la parte
ven, en cambio y de modo dominante, a las “causas contrarrestantes” de
esta caída. Lo que nos explica el hecho de que una parte importante de los anterior. Por último, y como consecuencia de todo esto, una
problemas que enfrenta hoy la moderna automatización capitalista, para disminución considerable del riesgo de desvalorización, por la
lograr su más amplia y extendida difusión general, derivan precisamente reducción clara de la amenaza de la ‘obsolescencia moral’.37
del hecho de que ella es, una vez más, el otro extremo del movimiento Acortamiento del tiempo de rotación, que no es más que
pendular, aquél que vuelve a acentuar o acelerar el movimiento descen-
dente de esa tasa de ganancia, y no sus causas enlentecedoras. una reversión parcial de su propia instauración, determi-
37
Obsolescencia o desgaste “moral” del capital, es un término de Marx, nada por la gran industria clásica y por su desarrollo, cuyo
que designa la prematura superación tecnológica del capital fijo, antes efecto práctico no es otro que el de atenuar y enlentecer,
de que se cumpla su desgaste o superación real (véase sobre este pun- el de contrarrestar el movimiento de la caída de la tasa de
to, el texto de El Capital, tomo II, vol. 4, pp. 205-206). Es lo mismo
que hoy se conoce bajo el término de obsolescencia económica, en la beneficio capitalista.
literatura económica corriente. Atenuación que también se hace efectiva a partir del nuevo
38
Es importante observar que el aumento absoluto de los salarios no es y recurrente incremento de la tasa de plusvalía del capital
algo exclusivo del fordismo, se presenta igualmente como constitutivo social global. Pero ahora no por la vía privilegiada de su
del taylorismo. Ya que con las “primas salariales” y con el “salario para
un obrero de primera clase”, pregonados por Taylor, se da de hecho el modalidad relativa, sino por la vuelta y el recentramiento
mismo incremento absoluto de los salarios, que tan popular hizo a Henry en torno de su variante absoluta. Por el desarrollo básico de
Ford. Por eso, no estamos de acuerdo en la diferenciación que según una mucha mayor intensidad del trabajo, recompuesto y
Benjamín Coriat y Robert Boyer se establece entre taylorismo y fordismo, reestructurado hasta en sus últimos y más pequeños gestos
como dos distintos “regímenes de acumulación”, pues esta distinción se
basa en negar al taylorismo el incremento salarial típico del fordismo, constitutivos.
negando así la modificación de los patrones de consumo, y el concomitante Aumento básico de la plusvalía absoluta para el capi-
desarrollo del consumo de masas, etcétera (Al respecto, véase el ensayo de tal, que supera con creces el eventual acortamiento marginal
estos dos autores recién mencionados, titulado Técnica y dinámica de la de la jornada de trabajo, y el tan referido y propagandizado
acumulación, pp. 19-25). Para la función primordial asignada por Frederic
Winslow Taylor a las primas salariales y al salario diferencial aumentado, aumento de los salarios que acompaña a estas figuras
véase su libro Administración de Talleres. laborales.38 Porque aunque el taylorismo y el fordismo in-
34
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
crementan de hecho el nivel absoluto de los salarios reales, El taylorismo y el fordismo son la respuesta capitalista
en cierta medida, este aumento es siempre muy inferior al a las consecuencias que implica el desarrollo de la gran
de la intensidad del trabajo, con lo que el salario relativo industria clásica, el contrabalanceo claro de una manifesta-
–relativo al volumen de la riqueza creada por el trabajo ción aguda y patente de la tendencia decreciente de la tasa
que es pagado con ese salario– en realidad disminuye. de ganancia, y su sustitución por formas más atenuadas y
Reduccción que sólo expresa el obvio incremento del aceptables, más “contrarrestadas” de dicha tendencia.
grado de explotación del trabajador, cuya fuerza de trabajo Por eso, aunque en lo tecnológico son esencialmente
es ahora desgastada mucho más rápido y en forma más diferentes, en lo económico se hallan identificados de un
intensiva, aunque dicho desgaste intensivo mayor sólo es modo también esencial. Y si su adopción real se decide
parcialmente recompensado por el mencionado incremento a partir de la especificidad del proceso de trabajo de que
salarial. se trate, su amplia propagación y éxito se halla más bien
Así como el capital taylorizado-fordizado no deja po- vinculado a la función económica que ambas figuras
ros libres o improductivos en la ejecución individual de cumplen. De aquí su fuerza y amplitud actuales, que ni
la tarea del obrero, tampoco olvida ninguna posibilidad la tan referida “crisis interna de sus estructuras”,41 ni la
de incremento de su plusvalor extraído. Junto a este con- posibilidad superadora que ya le enfrenta, en la figura de
siderable aumento de plusvalía absoluta, el capital recibe la automatización, han podio romper.
también los frutos del aumento moderado de plusvalía El taylorismo y el fordismo, formas refinadas y ex-
relativa, derivada del incremento de la productividad del tremas de la explotación capitalista del trabajo, fueron
trabajo que resulta de la pequeña parte de racionalización paradójicamente reivindicados por los más importantes
legítima del trabajo, que implican estas figuras del proceso pensadores socialistas que asistieron a su constitución y a
de trabajo. sus primeros éxitos dentro de la producción.42 Lo mismo
Con ello, y al igual que la primera forma histórica de
la gran industria –aunque por caminos distintos–, estas
segundas variantes de las figuras gran industriales que
son el taylorismo y el fordismo, conquistan un incremento 39
Pensamos nosotros que, si bien en el fordismo hay una remodelación
también muy importante de la tasa de plusvalía del capi- completa de la figura técnica del proceso de trabajo, con la instaura-
tal social global. Pero a diferencia de esa primera forma ción de la cadena de montaje, este nuevo proceso laboral conserva sin
clásica, en esta segunda variante hiperracionalizada, este embargo una composición técnica, es decir una relación determinada
entre la fuerza de trabajo y los medios de producción, que es similar o
incremento de la tasa de plusvalor no se combina con muy aproximada, en términos proporcionales, lo que implica que tam-
iguales incrementos de los otros dos determinantes de la bién permanecen sin variación significativa la composición de valor y la
tasa de ganancia, sino con una evidente disminución del composición orgánica de este capital remodelado “fordistamente”.
tiempo de rotación y con un efecto prácticamente nulo o
40
Es lo que en nuestro cuadro 3 significa el signo positivo de la g’ (tasa de
ganancia), resultante en general de las formas del taylorismo-fordismo.
neutral de la composición orgánica, la que si llega a variar No significa un aumento absoluto de dicha tasa –lo que contradiría la ley
de carácter en cuanto a su estructura técnica o modalidad general de su caída tendencial–, sino solamente un predominio, dentro de
concreta-real, no se mueve en cambio, hablando en térmi- estas figuras laborales, de las causas contrarrestantes sobre la tendencia
nos gruesos, ni en cuanto a su proporcionalidad técnica, ni general. Y eso es exactamente lo contrario de lo que sucede en la figura
de la gran industria clásica, en donde predomina en cambio y sin duda
en cuanto a su composición en valor.39 alguna, la tendencia general sobre todas las posibles contratendencias.
Por tanto, el efecto combinado de estos incrementos, 41
Es muy amplia la bibliografía moderna sobre la “crisis del fordismo y
decrementos y conservaciones estables en el mismo nivel, taylorismo”. Sobre este punto, siempre es útil volver al trabajo pionero
no es otro que el de la desaceleración y el reflujo impor- de Georges Friedman, La crisis del progreso, que ya marca algunos de
los límites de éstas figuras. A modo de meros ejemplos, pueden consul-
tante del movimiento general descendente de la tasa de tarse también los otros trabajos de Georges Friedman, y las obras de
ganancia, o lo que es lo mismo, la promoción a primer Benjamín Coriat, Franco Ferraris, Michel Aglietta, Alain Lipietz,
plano y en una medida considerable, de una de las causas Pignon-Querzola, Claude Durand, Alain Touraine, Harry Braverman,
contrarrestantes de la caída de la tasa de ganancia por etcétera, citadas en la bibliografía final.
42
Véase sobre este punto el texto de Vladimir Ilich Lenin, “Primera
encima de sus factores aceleradores directos40 (como lo variante del artículo ‘Las tareas inmediatas del poder soviético’”; de
esquematizamos en el Cuadro 3). Antonio Gramsci, “Americanismo y fordismo”, y de Nicolás Bujarin,
He aquí resumidas, las formas hoy más difundidas y Teoría del materialismo histórico. Para ser estrictos, hay que recordar que
predominantes dentro del ámbito laboral capitalista. Lenin recomendaba la adopción del taylorismo y fordismo, pero insistiendo
en que sólo después de despojarlo de su contenido capitalista básico. Sin
embargo, creemos que luego de este “despojo”, muy poco quedaría del
verdadero taylorismo y fordismo. Tal vez por eso se “olvidó” la salvedad
de Lenin, quedándose sólo con su recomendación, como muy bien lo
* * * supo Stajanov, y sus forzados émulos y seguidores.
35
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
Lenin que Gramsci o Bujarin, fueron partidarios –si bien más o menos críticos– de estas modalidades laborales. Y esto es
perfectamente comprensible tratándose de sus países, con un muy bajo desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo.
En estas condiciones, era lógico que el desarrollo del taylorismo y el fordismo se aparecieran como la única vía posible del
progreso, y como el recurso obvio para adelantar rápidamente en ése desarrollo de la socialización de la producción y de
las potencias productivas de esas sociedades. Con lo que el socialismo ruso lograría adquirir su base material adecuada, y
el proyecto socialista en Italia, adelantar a pasos de gigante hacia su objetivo final.
Pero ahora el fordismo-taylorismo ya no tiene que ser reivindicado, ni siquiera parcialmente, pues ya existe de hecho
su propia superación: la automatización de los procesos laborales no es otra cosa que la creación de la base material ade-
cuada de la futura sociedad comunista. Y aunque en el momento presente, esta automatización se halla aún pervertida y
constreñida por los mezquinos criterios de la valorización, constituye a pesar de todo, el germen ya vivo de lo que en el
futuro serán los procesos productivos humanos.
Y en tanto tal germen, el recordatorio permanente de que cada día está más cerca esa nueva figura social, ése “reino
de la libertad” entrevisto por Marx, cuya posibilidad real es ya incancelable, a pesar del taylorismo y el fordismo, y pese
al propio capital.
Cuadro 1
Principales similitudes y diferencias entre la manufactura y el taylorismo
Similitudes
Diferencias
Manufactura Taylorismo
2. Afecta centralmente el modo de trabajo colectivo y 2. Afecta centralmente el modo de trabajo individual y por
complementariamente al modo de trabajo individual esa vía al modo de trabajo colectivo
6. No afecta las destrezas y habilidades ya especializadas como 6. Afecta y usurpa las facultades físicas de los obreros
facultades físicas de los obreros individuales, miembros del obrero colectivo
7. Presupone el desarrollo de una división del trabajo interior al 7. No presupone la existencia de la división interna del
taller, con todas sus diversas consecuencias trabajo dentro del taller
36
Cuadro 2
Características de los distintos elementos del proceso de trabajo en las figuras taylorista y fordista
Capital controla no
Usurpada por el Nuevos e Perfeccionamiento sólo el proceso en
La voluntad Aumenta y
Obrero colectivo Aumento de la capital, que importantes de los materiales general, sino sus
colectiva del taller, ensancha la escala
recompuesto por la fuerza productiva ahora medios utilizados (más momentos
TAYLORISMO usurpada por el Estandarización de la producción en
hiperracionalización del trabajo por el dicta y define el de comunicación resistencia, individuales.
(Socialización capital, se serie o masiva.
(descomposición/ incremento de las plan ideal no de las máquinas y ligereza, El despotismo
real no actualiza Y de transporte, Estandarización de
recomposición de productividades de sólo herramientas. maleabilidad, aumenta hasta fijar
como imposición basados en la
37
maquinizada del los obreros Colectivo sino Perfeccionamientos los productos,
las tareas de del modo y formas electricidad y en baratura, etc.) el modo de ejecución
modo individuales. individual para la de derivada de la
sus miembros del quehacer la combustión Desarrollo de de tareas
de trabajo Rehace la Ejecución detalle para facilitar estandarización de
individuales, individual, interna. Acordes nuevos materiales individuales,
individual). organización del Particular la recomposición de los instrumentos y
supervisados reduciendo aún nuevamente a por aleaciones, etc. y hasta afectar a la
por los nuevos trabajo por la del trabajo. las tareas del modo de
más los avances voluntad y la
“capataces”. recomposición de las individuales. trabajo.
el papel de la generales de la inteligencia
tareas individuales gran industria. individuales
voluntad del
que abarca.
obrero individual.
Las mismas
La inteligencia características El capital impone, a
Obrero colectivo La voluntad Lo mismo que en
Colectiva, que Ahonda la través de las
maquinizado, cuyos Consolidación del colectiva, ya Espacio instrumental la figura taylorista.
presente en la figura producción en serie máquinas,
miembros Aumento de la fuerza atributo mecánico se perfecciona hasta Un principio de
como aplicación taylorista y la estandarización el modo, tiempo
FORDISMO individuales son productiva del trabajo de la máquina, se ser un sistema esta forma es que
capitalista de la que es del producto, cuyas y formas de ejecución
(Socialización real “piezas humanas” por imposición actualiza como completo e integral el objeto de trabajo
ciencia a la contemporánea partes se vuelven de las tareas
maquinizada del de la nueva mecánica de la imposición de la maquinaria, a debe estar
producción, se a absolutamente individuales,
modo maquinaria: la Hiperracionalización también partir de la cadena “siempre
extiende hasta ésta. Ambas se homogéneas e consolidando su
de trabajo cadena del mismo. Trabajo mecánica del de montaje y el en movimiento”.
fijar intercambiables comando y
individual). de montaje. se vuelve actuar modo conjunto de grúas, apoyan en los
el plan ideal mismos entre sí. despotismo
Perfeccionamiento mecanizado y y formas de la transportadores, etc.
de la progresos sobre el trabajo.
de funciones predeterminado como ejecución Se ahonda la
Ejecución de este plano.
apendiculares del pieza de la cadena. individual del estandarización.
individual del
obrero individual a trabajo.
trabajo.
través de las
máquinas.
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
Características de los distintos elementos del proceso de trabajo en las figuras taylorista y fordista
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
Cuadro 3
Comparación de los efectos de la gran industria clásica, del taylorismo y el fordismo
sobre los diversos componentes de la tasa de ganancia del capital social global
Si modifica su carácter
Composición técnica del Aumento sustancial por
concreto, su
capital introducción inicial de la
magnitud proporcional
(mp/ft) maquinaria
Composición Orgánica del casi no varía
Capital
(c/v) -- (mp/ft)
Relación inversa con g’ Prácticamente igual o
Aumento sustancial, reflejo del
(1) Composición de valor del ascenso
Incremento en la composición
capital relativo pequeño respecto
técnica
de la
(c/v) figura anterior
38
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
Apéndice: nota sobre las plusvalíasabsoluta y relativa Marx dice: “Denomino plusvalor absoluto al produ-
sobre sus mecánismos fundamentales cido mediante la prolongación de la jornada laboral; por
el contrario, al que surge de la reducción del tiempo de
Si el taylorismo y el fordismo son básicamente diversas trabajo necesario y del consiguiente cambio en la proporción
modalidades tecnológicas encaminadas a potenciar y de magnitud que media entre ambas partes componentes de la
acrecentar la intensidad del trabajo, cobra importancia jornada laboral, lo denomino plusvalor relativo” (El Capital,
la precisión sobre este concepto y sobre su relación con las tomo I, vol. 2, p. 383). Vayamos por partes.
formas de extracción del plusvalor. El plusvalor absoluto se obtiene prolongando la jor-
Una afirmación usual y casi siempre aceptada como nada laboral. Pero ¿qué es la jornada laboral? No una
evidente, es la de que el modo de producción capitalista magnitud dada de tiempo físico, sino una magnitud espe-
tiende en general, y más mientras mayor desarrollado está, cífica de tiempo de trabajo o cantidad de trabajo realizada
a concentrarse en los métodos de extracción de plusva- durante un determinado tiempo físico. Por tanto, hay que
lor relativo, dejando un poco de lado el desarrollo de la distinguir:
plusvalía absoluta. Se afirma entonces que el plusvalor
absoluto habría sido algo predominante característico de
las primeras etapas capitalistas, siendo luego desplazado 1) tiempo físico Jornada física o de tiempo físico
de manera radical por las formas de la plusvalía relativa,
las que lo reincorporarían sólo marginalmente dentro del 2) tiempo de trabajo
Jornada laboral o de trabajo
movimiento general del progreso capitalista. cantidad de trabajo
Sin embargo, si todo nuestro desarrollo previo es co-
rrecto, habría que matizar un poco esta afirmación. Porque
si el taylorismo y el fordismo, las formas aun hoy predo- Mientras el tiempo físico es de duración determinada, de
minantes en la industria capitalista más desarrollada, son magnitud dada de una vez y para siempre, y se le mide con-
formas centradas en la extracción del plusvalor absoluto y vencionalmente en el tiempo de los relojes, en horas, segundos
no relativo, entonces la tesis arriba expuesta –tesis que sin y minutos, el tiempo de trabajo es una magnitud elástica que
duda alguna, puede apoyarse pertinentemente en varios tex- puede condensarse o expandirse dentro del tiempo físico,
tos de Marx y en su línea argumental general– sólo tendría a partir del modo de desgaste de la fuerza de trabajo, de la
una validez general como tendencia global del modo de ejecución o ejercicio mismo del acto laboral.
producción capitalista en una perspectiva de largo plazo. Por eso, si Marx habla de una prolongación de la jornada
Validez general que por lo demás, se ve claramente con- de trabajo, está hablando de una prolongación del tiempo de
firmada por el desarrollo reciente de la automatización. trabajo, o lo que idéntico a esto, de un incremento de la can-
En lo inmediato, y viendo más de cerca el proceso con- tidad de trabajo gastada o ejercida en una jornada de tiempo
creto de la historia capitalista moderna, puede entenderse físico cualquiera.
este desarrollo “excepcional” del taylorismo-fordismo
respecto de la línea general del progreso capitalista. Porque a
diferencia de la gran industria clásica, cuyo eje lo constituye
el aumento de la productividad del trabajo en gran escala, el
desarrollo de la vía relativa de extracción de plusvalía, las
formas tayloristas ó fordistas relanzan el avance capitalista
tomando como centro la intensidad del trabajo, y por lo tanto
43
La distinción entre plusvalía absoluta y plusvalía relativa tiene una im-
el plusvalor absoluto.
portancia que rebasa la mera claridad conceptual. Como puede inferirse de
Llegados a este punto, es posible que alguien objete que los textos de Marx, los diversos tipos de extracción de plusvalía se hallan
la intensidad del trabajo es plusvalía relativa y no absoluta, asociados a los dos sentidos fundamentales y contrapuestos que animan el
puesto que esta última sólo se desarrolla con la prolongación movimiento mismo del capital. Así, mientras el desarrollo de la plusvalía
absoluta se halla ligada al aspecto clasista y explotador del capitalismo, la
absoluta de la jornada de trabajo. Y entonces es necesario,
plusvalía relativa se vincula, en cambio a su sentido histórico-progresivo
para evitar confusiones, pasar a aclarar el contenido mismo y civilizador. No hay desarrollo de la plusvalía absoluta –por cualquiera
de estos conceptos.43 ¿Cómo define Marx al plusvalor abso- de sus dos vías posibles– que no sea al mismo tiempo y necesariamente,
luto y al plusvalor relativo?, ¿qué relación tienen con ambos la aumento de la explotación económica del trabajo por el capital, a dife-
rencia de esto, el avance de la plusvalía relativa es siempre aumento de
intensidad del trabajo, la productividad del trabajo y la cantidad
la productividad del trabajo, o lo que es lo mismo, desarrollo real de las
de productos creados?, ¿de qué manera incide el desarrollo de fuerzas productivas del trabajo en cuanto tal. Por eso, tan importante como
estos factores sobre el valor global producido y sobre el valor es distinguir entre progreso tecnológico y uso o aplicación capitalista del
individual de las distintas mercancías? Veamos. mismo, lo es distinguir las dos formas básicas de la plusvalía.
39
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
Es importante subrayar que dicha prolongación admite dos Esto sucede, por así decirlo, a través de la condensación
variantes posibles: del tiempo de trabajo, ya que cada fracción de tiempo se
a) o se prolonga la jornada física, aumentando igual- llena con más trabajo; la intensidad crece…” (Capital y
mente la jornada labora, al incrementar el tiempo físico tecnología, p. 57).
durante el cual se trabaja, siempre manteniendo incam- Resulta claro que la intensidad del trabajo no
biadas todas las demás condiciones del trabajo. Estamos es más que el modo de desarrollar la vía o modalidad
aquí frente a la prolongación tangible de la jornada laboral, intensiva del plusvalor absoluto. Plusvalor que además
tan característica de las primeras etapas del capitalismo. se llama precisamente absoluto, porque está basado en
b) O también, se mantiene constante la jornada física, un incremento siempre absoluto del tiempo de trabajo o
prolongando, sin embargo, la jornada laboral, al desarrollar cantidad de trabajo realizados por el trabajador.
una mayor cantidad de trabajo o aumentar el tiempo de No hay entonces plusvalor absoluto sin aumento abso-
trabajo, pero dentro de un mismo tiempo físico que per- luto de la cantidad de trabajo o tiempo de trabajo, es decir,
manece invariable. Esta prolongación sólo es posible si se sin aumento absoluto –extensivo o intensivo– de la jornada
incrementa la intensidad del trabajo, si se desarrolla “…un laboral. Pero entonces, no hay tampoco plusvalía absoluta
mayor gasto de trabajo en el mismo tiempo, una tensión sin un aumento necesario del valor global producido44 en
acrecentada de la fuerza de trabajo, un taponamiento una jornada física, ya que dicho valor global no es más
más denso de los poros que se producen en el tiempo de que la expresión económica de la cantidad de trabajo
trabajo…”, y así, “Esta compresión de una masa mayor desgastada durante un tiempo físico cualquiera. Aunque
de trabajo en un período dado, cuenta ahora como lo que al mismo tiempo, y en virtud del propio aumento del valor
es, como una mayor cantidad de trabajo” (El Capital, tomo global producido dentro de la jornada laboral incrementa-
I, vol. 2, pp. 499-500). da, el mayor número de productos creados en esa jornada
Cuenta como una prolongación de la jornada laboral, mantiene invariable su valor individual, pues más trabajo
pero por su vía intensiva, por la vía de la condensación se distribuye igualmente entre más mercancías.
de una mayor cantidad de trabajo dentro de un mismo Pasemos ahora al plusvalor relativo. Este plusvalor
tiempo físico. brota soóo del cambio proporcional de magnitudes de
De este modo, el plusvalor absoluto, basado en la la jornada laboral, de la reducción de su parte destinada
prolongación de la jornada laboral, conoce dos formas al tiempo de trabajo necesario. Pero observemos con
fundamentales de desarrollo: la forma extensiva, que hace cuidado. Si se trata entonces de un cambio proporcional
crecer a un mismo tiempo la jornada física y la jornada de las magnitudes que constituyen la jornada laboral, es
laboral, y la forma intensiva, que desarrollando la inten- porque ahora se da por supuesta la constancia o invaria-
sidad del trabajo, mantiene incambiada la jornada física, bilidad de esta jornada. A diferencia del plusvalor absoluto,
pero aumenta la jornada laboral ejecutada dentro de dicha donde la primera condición era la prolongación de la jornada
jornada física. laboral, en este plusvalor relativo la primera condición
Marx dice claramente sobre esto: “…también sin pro- es la constancia o inmutabilidad de esta misma jornada.
longar la jornada de trabajo [se refiere aquí, obviamente, Dado pues un determinado e invariable tiempo de trabajo
a la jornada física (Nota mía), Carlos Antonio Aguirre –una cantidad de trabajo– se hace necesario hacer variar
Rojas] el empleo de la maquinaria aumenta el tiempo de su distribución interna entre los dos rubros básicos que
trabajo absoluto y, por lo mismo, el plusvalor absoluto. lo constituyen.
Es entonces forzoso reducir la parte del tiempo de tra-
bajo necesario, para que crezca de modo inverso y propor-
cional la parte del tiempo de trabajo excedente o plusvalor.
Se trata obviamente de un crecimiento sólo operado dentro
de un cambio relativo, de una redistribución relativa de
una previa magnitud dada, donde el plusvalor crece a costa
precisamente del tiempo destinado a la reproducción del
obrero. Por eso Marx llama a esta forma de obtención
44
Dice también Marx, en sus Manuscritos de 1861-1863: “Nosotros
llamamos plusvalor absoluto a la forma de plusvalor considerada hasta de plusvalía, la plusvalía relativa.
ahora, porque su existencia misma, su tasa de crecimiento, todo acrecen- Ahora ¿cómo se logra esta redistribución relativa, este
tamiento de ella es al mismo tiempo un aumento absoluto del valor creado acortamiento del tiempo de trabajo necesario? Recordemos
(del valor producido)…” (Manuscrits de 1861-1863, pp. 243 y 251). En que este último no es más que la expresión en trabajo de
estos manuscritos, Marx trata también el punto de los movimientos ab-
solutos o relativos del salario, para los distintos casos de la plusvalía absoluta los medios de subsistencia necesarios para la reproducción
y relativa. Véase Manuscrits de 1861-1863, p. 366. del trabajador. Por tanto, para reducir el tiempo de trabajo
40
LOS PROCESOS DE TRABAJO TAYLORISTA Y FORDISTA
necesario, es imperativo reducir primero el valor de estos medios de subsistencia. ¿Y cómo se reduce este valor? Del mismo
modo que el valor de cualquier otra mercancía, desarrollando la productividad del trabajo.45
No hay plusvalía relativa sin desarrollo de la productividad del trabajo. Pero, ¿qué es desarrollo de la productividad del
trabajo? Es el aumento de la cantidad de productos obtenidos a partir del mismo gasto de trabajo previamente realizado.
Es incrementar las fuerzas productivas del trabajo, logrando que con una misma cantidad de trabajo o tiempo de trabajo
–con una jornada laboral incambiada– se produzca una cantidad mucho mayor de los productos en cuestión. O como dice
Marx “En general, el método de producción del plusvalor relativo consiste en poner al obrero, mediante el aumento de la
fuerza productiva del trabajo, en condiciones de producir más con el mismo gasto de trabajo y en el mismo tiempo” (El
Capital, tomo I, vol. 2, p. 499).
Para representarlo más claramente, tendríamos:
Tiempo de trabajo
� Jornada laboral o de trabajo
cantidad de trabajo
cantidad de productos o
2) Producto de la jornada laboral
valores de uso
Desarrollar la productividad del trabajo y por tanto la plusvalía relativa, es incrementar la cantidad de productos o va-
lores de uso creados, dejando constante el tiempo o cantidad de trabajo invertidos en dicha creación productiva. Por tanto,
dejando también invariable el valor global producido en esta jornada, pero haciendo disminuir necesariamente el valor
individual de cada mercancía producida bajo las nuevas condiciones de productividad del trabajo.
Pero entonces ¿de dónde brota la confusión entre productividad del trabajo e intensidad del trabajo, y por ende entre
plusvalía absoluta y relativa? Del hecho de que en ambas hay un incremento absoluto de la cantidad de productos o valores
de uso producidos en una jornada física de duración constante o variable. Tanto la prolongación extensiva de la jornada
laboral o su aumento condensado o intensivo, como el incremento de la productividad del trabajo gastado en dicha
jornada, hacen elevarse en términos absolutos la cantidad de productos obtenidos en la jornada física de que se trate.
Para volver a nuestras gráficas anteriores, tenemos:
tiempo de trabajo o
1) Jornada laboral o de trabajo
cantidad de trabajo
tiempo de trabajo o
2) Jornada laboralo de trabajo
cantidad de trabajo
Donde los casos antes explicados serían resumidamente los siguientes, e implicarían los cambios o transformaciones
así señalados:
Vía extensiva → aumenta 1, aumenta 2, aumenta 3.
Plusvalía absoluta
Vía intensiva → constante 1, aumenta 2, aumenta 3.
45
Dejamos aquí de lado el tratamiento más detallado del mecanismo básico de desarrollo de la plusvalía relativa. Como sabemos, el aumento
constante de la productividad del trabajo no se da sólo en las ramas que producen medios de subsistencia necesarios, sino en todas las ramas de la producción.
Esto se explica por la búsqueda incesante de la plusvalía extraordinaria por parte de todos los capitalistas, plusvalía que no es más que el modo individual de
actualizarse esa plusvalía relativa social, para toda la clase en su conjunto.
41
CARLOS ANTONIO AGUIRRE ROJAS
Como vemos, en todas hay aumento de 3, incremento de la cantidad de productos obtenidos dentro de la jornada físi-
ca de que se trate. Por eso, al ver que tanto en la vía intensiva de la plusvalía absoluta, como en la plusvalía relativa, se
mantiene constante la duración de la jornada física y se incrementa el número de productos creados, se tiende a confundir
ambas variables. La confusión se borra si atendemos al valor global producido en cada caso y al valor individual de las
mercancías, también en cada una de las distintas opciones. Y entonces tenemos:
mantiene constante el
disminuye el valor individual de
Plusvalor relativo valor global producido
las mercancías creadas
Con lo cual nos es siempre muy fácil saber si estamos ante una forma de desarrollo de la plusvalía absoluta o de la
plusvalía relativa.46
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46
Véase al respecto Manuscrits de 1861-1863, p. 251-254 y pp. 135, 243 y 366.
42
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