Resumen - El Abc de La Regulacion de Bacilea PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 13

Universidad Andina del Cusco

Facultad de Ciencias Económicas Administrativas y


ContablesEscuela Profesional de Finanzas

RESUMEN DEL ABC DE LA REGULACIÓN


DE BASILEA

Docente : Vargas Bejarano Mario Nicanor

Estudiante : Castro Carrión Patrick Addriano

Código : 017100929D

Cusco- Perú
2023
EL ABC DE LA REGULACIÓN BANCARIA DE BASILEA

Introducción

La regulación de las actividades bancarias es un tema polémico tanto en círculos


académicos como profesionales. La regulación de Basilea, varios aspectos de los cuales
se describen aquí. Los fundamentos son el resultado de un consenso alcanzado por
muchos países. Los Estados pueden hacer las modificaciones que consideren apropiadas.
Como toda regulación, la normativa de Basilea es controvertida, como intentaremos que
se muestra en estas páginas.

Por lo que se refiere a la intermediación financiera y los riesgos inherentes a ella, la


regulación busca disminuir las probabilidades de un colapso bancario por el impacto que
tendría en la economía, empezando por las pérdidas que registrarían los depositantes y la
parálisis del crédito al sector productivo.

En su seno convergen los sistemas de regulación y supervisión e instituciones


especializadas, como el prestamista de última instancia y los seguros de depósitos. La
regulación de la actividad bancaria, en la que colaboran de distintas maneras esas
instituciones, casi siempre en coordinación con las autoridades hacendarias, se convierte
en un instrumento crucial para prevenir y resolver las crisis bancarias. En ese sentido, la
regulación bancaria contribuye a la estabilidad de largo plazo del sistema monetario y
crediticio. Su argumento central es que una regulación excesiva puede perjudicar el
funcionamiento de los mercados financieros y reducir su utilidad económica.

Davies y Green (2008: 35) consideran que en la regulación se debe encontrar un equilibrio
entre la seguridad y la solidez, por un lado, y la asunción de riesgos por otro. Delong
(2011: 14), sostiene que las elevadas utilidades obtenidas por los bancos de inversión
norteamericanos resultaban de los menores niveles de capitalización que debían cumplir,
en comparación de los requerimientos que imponía la normativa a los bancos comerciales.
Como se sabe, con la desregulación, la situación cambió completamente, a favor de los
bancos comerciales.

1. Breve historia sobre la regulación de Basilea

Esta regulación nació a principios de los años 70, posterior a que se percibiera la
necesidad de definir reglas de carácter general que aseguraran la solvencia de los
bancos que poseían una actividad internacional creciente. La tarea se asignó al Banco
de Pagos Internacionales. En 1974 este banco formó el Comité de Supervisión
Bancaria de Basilea (bcbs, por sus siglas en inglés). Su primer gran acuerdo, llamado
Basilea i (bi, en adelante), se hizo público en 1988 (bi, bcbs, 1988). En él se coloca al
capital como pilar principal de la regulación prudencial en la actividad bancaria, lo
cual significa que considera a éste como la base en que descansa la solvencia de un
banco por su capacidad para absorber pérdidas.

Diversos estudios sobre bi, en la práctica, mostraron algunas de sus debilidades y la


necesidad de mediciones más refinadas de los riesgos asociados a los activos
bancarios. En él se mejora la medición del riesgo y se adicionan dos pilares para
reforzar al requerimiento de capital mediante supervisión y divulgación de
información. «Sin embargo, reconoce que no todos los riesgos pueden medirse con
exactitud, y por lo tanto concluye en la necesidad de que se desarrolle un proceso de
estimación de los mismos». Se da por descontado que los riesgos estimados no
constituyen una relación completa de todos los riesgos posibles, pero sugiere que se
deben considerar el riesgo operacional, el de tipo de interés en el banking book, el de
liquidez y otros Diversos estudios sobre bi, en la práctica, mostraron algunas de sus
debilidades y la necesidad de mediciones más refinadas de los riesgos asociados a los
activos bancarios. En él se mejora la medición del riesgo y se adicionan dos pilares
para reforzar al requerimiento de capital mediante supervisión y divulgación de
información. «Sin embargo, reconoce que no todos los riesgos pueden medirse con
exactitud, y por lo tanto concluye en la necesidad de que se desarrolle un proceso de
estimación de los mismos». Se da por descontado que los riesgos estimados no
constituyen una relación completa de todos los riesgos posibles, pero sugiere que se
deben considerar el riesgo operacional, el de tipo de interés en el banking book, el de
liquidez y otros. Además del riesgo crédito y el de riesgo de mercado, presentes en bi
y posteriores enmiendas. En resumen, en bii se establecen guías para determinar los
requerimientos de capital de los riesgos crédito, mercado y operativo con
metodologías diversas. También introduce normas para el riesgo de liquidez, normas
contra cíclicas y para riesgo sistémicos.
2. Los riesgos bancarios que vislumbra el pilar I

La capitalización de un banco mide su capacidad para enfrentar pérdidas, es decir, su


solvencia. Así se ha reconocido a través de la historia y por eso el capital aparece en
las regulaciones puestas en marcha en muy diversos países y contextos.

Así se ha reconocido a través de la historia y por eso el capital aparece en las


regulaciones puestas en marcha en muy diversos países y contextos. Basilea
introduce, desde 1988, un requerimiento de capital en función del riesgo,
consecuentemente su determinación se vuelve compleja al vincular al capital bancario
con algo contingente. Al capital como una medida del riesgo se le llama capital
económico. Dado un nivel de riesgo, cuanto mayor sea el capital económico menor
es la probabilidad de incumplimiento.
Por el contrario, a menor riesgo menor monto requerido de capital económico. Ante
la dificultad que representa la cuantificación del capital mencionados, bi establece un
capital regulatorio como sustituto del capital económico y proporciona metodologías
para su estimación. En bi, se requiere capital sólo para el riesgo crédito, en 1996
también para el riesgo mercado y con bii el requerimiento contempla al riesgo
operacional. A continuación, se describen algunas metodologías de Basilea para el
cálculo del capital para diferentes tipos de riesgo.
2.1. Riesgo crédito

El riesgo crédito puede calcularse mediante cuatro metodologías: un método bi,


un método estándar y dos de calificaciones internas (IRB básico y avanzado)
contemplados en bii.

2.1.1. Métodos bi y bii-estándar

Estos métodos son similares. En ambos se clasifican todos los activos


bancarios en grupos o bandas de riesgo que reciben ponderaciones
diversas. En el primero se forman cinco grupos de riesgo, mientras que el
segundo el número de grupos es mayor, para permitir una distinción más
refinada entre activos con riesgos diferentes.

2.1.2. Métodos de calificaciones internas (IRB)

Para aplicar los irb, los bancos requieren de la autorización previa de la


autoridad, que hará la evaluación respectiva con base en ciertas guías e
información cualitativa y cuantitativa, previstas en los pilares ii o iii. En el
irb-básico el banco sólo estima pd, los demás parámetros los asigna el
supervisor y en el irb-avanzado el banco estima todos los parámetros. El
banco debe cubrirlas con provisiones por lo que son un costo. Para un
banco los riesgos son sus pérdidas inesperadas y deben cubrirse con
capital. Las fórmulas para el requerimiento de capital varían según el
activo de que se trate. Por ejemplo, el capital requerido para posiciones
frente a empresas, soberanos y bancos es.

2.2. Riesgos de mercado

El riesgo de mercado puede definirse como la posibilidad de pérdidas en


posiciones dentro y fuera de balance a raíz de oscilaciones en los precios de
mercado, como tasas de interés o tipos de cambio y otros. En bi se explica la
importancia de controlar determinados riesgos de mercado como el de tasas de
interés y de divisas entre otros, aunque no se requiere capital para controlarlos.
Las primeras guías de capital para riesgo de mercado fueron emitidas en 1996.
Algunas modificaciones al tratamiento del riesgo mercado aparecen en 2005 y
2009. En cualquiera de las enmiendas mencionadas el riesgo de mercado puede
calcularse mediante métodos estándar, modelos internos o combinaciones de
ambos.

2.2.1. Método estándar para riesgos de mercado

En el método estándar, el riesgo de mercado se divide en riesgos de: tasas


de interés, acciones, divisas, productos básicos y de opciones. Tales
componentes pueden calcularse en forma separada y es posible que para
el riesgo específico se utilice el método estándar y que el cálculo del riesgo
general de mercado use modelos internos. El capital total requerido para
riesgo de mercado es la suma aritmética de los capitales de sus
componentes.
2.2.2. Modelos internos para riesgos de mercado

Los modelos internos deben considerar al menos seis factores de riesgo de


mercado, que son definidos como características o circunstancias del
mercado, los cuales pueden tener efectos adversos en cuanto a tipos de
interés en cada una de las monedas, en los tipos de cambio, las cotizaciones
bursátiles y en los productos básicos. El conocido modelo APT (Arbitrage
Pricing Model) toma en cuenta la sensibilidad de los activos a cada uno de
los factores de riesgo, en lugar de tomar en cuenta sólo su sensibilidad
respecto al mercado general como es el caso del modelo CAPM (Capital
Assets Pricing Model). Los factores de riesgo comúnmente considerados
son los resultados inesperados respecto a inflación, pib, precios del
petróleo, cambios en la curva de rendimientos o en la confianza de los
clientes por incumplimientos en bonos corporativos, variaciones
inesperadas en los índices bursátiles spot o futuros, o movimientos
imprevistos en los tipos de cambio. Los sistemas de medición deben
incluir factores de riesgo que permitan captar las volatilidades de las tasas
de interés y los precios, es decir el riesgo vega, de posiciones con opciones.

2.3. Riesgo operacional


2.3.1. Antecedentes

Quiebras famosas como la del banco Baring de Inglaterra o quebrantos


enormes, como el de Daiwa de Japón, en febrero y septiembre de 1995,
respectivamente, entre otros casos, mostraron que la solvencia de los
bancos podría estar en riesgo por eventos no relacionados con riesgos de
crédito o de mercado. En los casos mencionados, se trató de pérdidas
cuantiosas derivadas de operaciones de alto riesgo, que no fueron
debidamente supervisadas por los servicios de control interno de esos
bancos. En septiembre de 1998 el bcbs publicó el primer documento que
se ocupa específicamente del riesgo operacional. El punto de partida para
calibrar el capital para el riesgo operacional, establecido por el bcbs en
enero de 2001, fue 20% del capital económico total del banco.

En septiembre de ese mismo año, el bcbs publica los resultados del


proceso consultivo, y se aclara que la definición de riesgo operacional no
incluye al riesgo sistémico y que la calibración así lo considera. Para el
ejercicio Loss data collection exercise for operacional risk se solicitaron
datos sobre pérdidas operacionales, asignaciones de capital por riesgo
operacional, perdidas esperadas y posibles indicadores de riesgo a un
conjunto de entidades. Participaron 89 entidades financieras,
aproximadamente la mitad de ellas proporcionó datos del capital
económico asignado por riesgo operacional.

2.3.2. Métodos de cálculo de capital para riesgo operacional

Tanto el método de indicador básico como el método estándar utilizan el


volumen anual de ingresos como único factor de riesgo. En el método
estándar los ingresos se dividen en ocho líneas de negocios, en cada una,
el cálculo del capital es semejante al método de indicador básico, pero con
ponderaciones que van de 12 a 18% según la línea.

2.3.3. Conclusión y análisis sobre riesgo operacional

Una de las críticas respecto al tratamiento del riesgo operacional,


explicado en los párrafos anteriores, es que ni el método del indicador
básico ni el estándar son sensibles al riesgo y como se ve, penaliza a la
entidad bancaria sólo por tener mayores ingresos y eso no promueve una
cultura de control del riesgo, que es uno de los fundamentos de la
existencia del bcbs. Esta crítica carece de fundamento si se toma en cuenta
que ambos métodos son etapas necesarias para avanzar hacia métodos de
cálculo de capital más sensibles ante el riesgo, al introducir estímulos para
que los bancos desarrollen modelos que permitan conocer mejor las
fuentes de riesgos, sus intensidades y frecuencias, las áreas en las que
surgen y formas de abatirlos. Una meta del bcbs es la creación de una
cultura de riesgo operacional que involucre a toda la organización.

2.4. Asignación de capital y determinación del nivel de capitalización

Según bi o bii, los requerimientos regulatorios de capital para el riesgo crédito o


el operacional pueden cubrirse con los llamados Tier 1 y Tier 2. Tier 3 es el capital
constituido por deuda subordinada de corto plazo, autorizado para cubrir
exclusivamente riesgos de mercado. También en este caso hay restricciones, por
ejemplo, Tier 3 sólo es elegible con un respaldo de Tier 1, tal que Tier 3 2.5 Tier
1. Lo cual significa que al menos 28.5% de los riesgos de mercado deben ser
cubiertos con Tier 1.

El capital disponible se usa en primer lugar para cubrir el requerimiento mínimo


del riesgo crédito y el operacional mediante Tier 1 y Tier 2. Posteriormente se
hace la asignación del capital para riesgo mercado con Tier 1, Tier 2 y Tier 3.
3. El pilar ii: supervisión de la suficiencia de capital bancario

El pilar ii proporciona guías para la supervisión bancaria en relación con las


especificidades que surgen de la regulación por capital, y con eso complementa las guías
de carácter más general emitidas y actualizadas constantemente por el cbsb en sus
Principios Básicos para una Supervisión Eficaz. El nivel de cumplimiento de estos
principios es una referencia usada por el fmi o el Banco Mundial para evaluar los sistemas
de supervisión bancaria de los diversos países aquellos riesgos considerados en el pilar i,
pero que el proceso no captura totalmente elementos no considerados en el pilar i factores
externos.

4. El pilar iii: los requerimientos de divulgación e información

En esencia, este pilar establece requerimientos de divulgación a los bancos, con la


finalidad de que la información pertinente y oportuna ayude fomentar la disciplina del
mercado en las instituciones bancarias. La tesis subyacente es que, si cada uno de los
participantes del mercado mejora su desempeño, el sistema bancario será más sólido y
seguro, lo cual es un objetivo de la regulación de Basilea. En cuanto a divulgación, la
contabilidad y las regulaciones del mercado de valores son elementos importantes. Sin
embargo, la regulación por capital introduce elementos no contemplados en la
contabilidad normal, y que son importantes tanto para los supervisores como para el
mercado.

En cuanto al mercado, la información se vuelve más trascendente cuando el supervisor


autoriza al banco usar las metodologías internas contempladas en el pilar i, porque con
ello le dan al banco una mayor discrecionalidad, consecuentemente la información
proporcionada debe permitir al mercado evaluar los procedimientos de supervisión
internos y externos, para realizar su propia evaluación de la solvencia del banco.
Concretamente, el pilar iii señala por medio de los cuadros ubicados en los párrafos 823
a 826 de bii, los requisitos de divulgación general para riesgo crédito, por ejemplo, se
debe informar qué segmentos están sometidos al método estándar o usan metodologías
internas, coberturas de riesgo crédito, titulizaciones, riesgo mercado, riesgo operativo,
posiciones accionarias y el riesgo de tipo de interés en el banking book.

5. Basile iii: las lecciones de la crisis financiera

BIII es un conjunto de reformas elaboradas o programadas por el bcbs, para incorporar


las lecciones extraídas de la crisis financiera mundial que comenzó en EUA en 2007. Esta
es la conclusión de diversas comisiones de expertos nombradas por el Congreso
norteamericano, de los auditores independientes del FMI, y de otros informes.

5.1. Lecciones de la crisis financiera


5.1.1. Con sólo regulación y supervisión no se puede asegurar la
estabilidad financiera

Según Caruana, ningún regulador o supervisor puede asegurar estabilidad


financiera cuando el precio de los activos cae en 60 o 70%, lo cual puede
ocurrir por fallas en las políticas económicas en general incluyendo la
política monetaria.

5.1.2. La regulación debe incluir medidas para controlar los riesgos


sistémicos

La buena gestión individual de los riesgos en cada banco no evita la


concentración del riesgo en el sistema en su conjunto. Por medio del
tiempo pueden reducirse los márgenes de seguridad financiera, cuando se
observa un incremento sostenido en el nivel de precios de los activos y
poca volatilidad. Precisamente cuando el riesgo parecía más remoto según
los indicadores de mercado y cuando la complacencia estaba en su punto
álgido, es cuando el sistema resultó más frágil Dimensión intersectorial.
Estas entidades, conocidas como «Sistémicas» o Too Big To Fail, tienen
un riesgo moral latente, y consecuentemente requieren de una regulación
especial porque pueden beneficiarse al no internalizar todos los riesgos
que imponen a la economía en su conjunto.

Caruana una supervisión más activa. Cabe destacar la supremacía de la


primera lección mencionada por Caruana. Hay un consenso en el sentido
de que uno de los factores determinantes de la crisis financiera actual fue
la política monetaria del banco central norteamericano, que desde 2001
impuso tasas de interés excesivamente bajas durante demasiado tiempo,
provocando un aumento desmedido en el precio de los activos. Como dice
Caruana, la economía termina pagando las consecuencias del movimiento
a la baja.

Ninguna racionalidad los lleva a formar una reserva de capital asociada a


un evento tan incierto e impredecible como el estallido de una crisis.
Cuando ésta aparece, principalmente bajo la forma de una disminución
repentina de la liquidez en algunos mercados, el banco central debe
cumplir con oportunidad y suficiencia su papel de prestamista de última
instancia, buscando evitar que el pánico se generalice y que el fuego inicial
se extienda por el bosque. Si esta intervención es tardía o insuficiente, la
crisis se extiende. La trayectoria que siguió la crisis hipotecaria y su
transformación en crisis financiera internacional, es una prueba fehaciente
de que las intervenciones del banco central y del Tesoro resultaron
insuficientes para evitar la expansión de la crisis del mercado hipotecario,
que a partir de septiembre de 2008 se convirtió en una crisis financiera
internacional.

5.1.3. La cooperación internacional y la estabilidad económica y


financiera

La crisis mostró que los problemas de un sector aparentemente aislado en


un país, como el hipotecario de EUA, pueden propagarse a otros sectores
y tener repercusiones en otros países. Se necesita la cooperación
internacional. Ahí, el Comité de Basilea es sólo uno de muchos
organismos que, de manera directa o indirecta, son responsables de
procurar la estabilidad económica y financiera mundial16 y cuyo éxito
depende de su acción coordinada.

5.2. Principales reformas incluidas en BIII

Las reformas de BIII, puestas en marcha en 2009, buscan proteger a los bancos de
perturbaciones ocasionadas por tensiones financieras o económicas de cualquier
tipo. BIII, es una regulación dirigida tanto a reforzar la regulación sobre los bancos
en lo individual, como para proteger al sistema bancario en su conjunto, frente a
los riesgos sistémicos que pueden acumularse y tener una amplificación procíclica
a lo largo del tiempo. Es decir, BIII posee elementos micro prudenciales y
sistémicos o macro prudenciales.

6. Principales documentos actuales de BIII y contenidos esenciales

En la actualidad puede considerarse a biii como un esquema en proceso de conformación,


aunque ya existen documentos para los ejes que a continuación se desarrollan.

6.1. Fortalecimiento del capital

El BCBS anuncia el acuerdo sobre nueva estructura para fortalecer al capital, en


un comunicado de prensa de la reunión del grupo de gobernadores y jefes de
supervisión realizada el 12 de septiembre de 2010 (bcbs, bis, 2010e).
Posteriormente, en la primera parte del documento "BASEL III: A global
regulatory framework for more resilient banks and banking systems" se
incorporan detalles.

En la práctica, las autoridades de cada país que adopta los acuerdos, deciden qué
instrumentos componen cada clase de capital bajo las pautas de bi o biii, según el
caso.

El capital de conservación puede consumirse en caso de crisis, en el momento que


la autoridad financiera lo crea conveniente. El capital contra ciclo puede aumentar
o disminuir en función algún indicador del nivel agregado de crédito. Esta medida
pretende prevenir el exceso de apalancamiento en el sector bancario, y
proporcionar mayor protección frente a riesgos de modelos y errores de medición.

6.2. Normas internacionales de liquidez

De ese documento llama la atención el hecho de que, por primera vez, reconoce
al seguro de depósitos como un esquema que puede ser eficaz contra las corridas
bancarias si se cumplen varias condiciones, pero considera que la sola presencia
del seguro de depósitos es insuficiente para la estabilidad de los depósitos.
6.3. Medidas contra cíclicas

A este respecto, BCBS estableció directivas para determinar cuándo se debe


imponer el búfer Contracíclico en el documento Guidance for national authorities
operating the countercyclical capital buffer determina que ese aumento sea de
entre 0 y 2.5% del capital «que permita la completa absorción de pérdidas», lo
cual es imposible de calcular en cualquier escenario de crisis.

6.4. Gobierno corporativo

El gobierno corporativo, como sistema de relaciones entre la gerencia, el consejo


de administración, los accionistas y demás interesados, fija los objetivos de una
compañía, los medios para lograrlo y las formas de supervisión interna. La
reciente crisis hizo evidentes algunas deficiencias en el gobierno corporativo de
diversas entidades financieras. Ante ello, el bcbs emitió en octubre de 2010 un
conjunto de principios para guiar a bancos y supervisores en la promoción de
buenas prácticas. Las áreas de interés consideradas en el documento, Principles
for Enhancing Corporate Governance (bcbs, bis, 2010d) incluyen guías sobre: 1)
el papel del consejo de administración; 2) las cualidades y la estructura del
consejo; 3) la importancia de mantener una administración de riesgos como
unidad independiente, incluido un director de riesgos; 4) la importancia del
monitoreo de los riesgos totales de la entidad; 5) la vigilancia del sistema de
compensaciones por parte del consejo de administración; y 6) la comprensión del
consejo de administración de la estructura operativa del banco y sus riesgos.

6.5. Transparencia y divulgación de la información

Finalmente, el 27 de diciembre del mismo año, el BCBS emitió el documento


Pillar 3 Disclosure Requirements for Remuneration, como parte del proceso
de consulta sobre requerimientos de divulgación sobre remuneraciones. La
propuesta cubre los principales componentes de prácticas sanas de remuneración
tomadas en los Principles for Sound Compensation Practices (FSB, 2009). Es
importante mencionar que el bcbs trabaja sobre el tratamiento a bancos con
importancia sistémica (TBTF).
Conclusiones

• La regulación y supervisión bancaria evolucionan continuamente para adaptarse


a nuevos contextos, derivados de las innovaciones financieras, los avances
tecnológicos, los cambios en los sistemas de información, las crisis financieras y
las distorsiones creadas por las normativas y su aplicación en la práctica. La
regulación de Basilea surgió como consecuencia de una crisis bancaria. Gracias a
la nueva regulación por requerimientos de capital, esas instituciones adquirieron
una mayor libertad operativa cuando la crisis hipotecaria estalló , bii estaba en el
proceso de ponerse en práctica como dice Caruana , es necesario que las mejoras
a nivel micro se acompañen de medidas adecuadas a nivel macro , que las
instituciones financieras de riesgo sistémico asuman sus responsabilidades
internalizando sus riesgos, y que existan los acuerdos de cooperación
internacional necesarios para resolver los problemas que se presenten en caso de
crisis. Es evidente, concluye, que en esta crisis no existieron estas medidas de
acompañamiento.
• BIII es un producto de la crisis financiera mundial. La mayoría de estos cambios
podían haberse tomado desde bii, consolidando la solvencia de los bancos en un
escenario sin crisis financieras. Así, la reserva especial anticíclica parece más una
respuesta política ante la efervescencia creada por la crisis y el justo reclamo
social por una regulación y supervisión más rigurosas de la actividad bancaria,
que una solución acorde a las propuestas de BI y BII.

También podría gustarte