Análisis Experimental de La Conducta I

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ANÁLISIS EXPERIMENTAL DE LA CONDUCTA I

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL ANÁLISIS EXPERIMENTAL DE LA CONDUCTA

1.1 Principales precursores del análisis experimental de la conducta.

1.2 La teoría de la evolución

1.3 El reflejo como conducta

1.4 El descubrimiento de la operante

1.5 La metodología de n=1

1.6 El origen del análisis experimental de la conducta

1.6.1 Causas de la conducta

1.6.2 Modelo causal: selección por consecuencias

1.6.3 Conducta respondiente y conducta operante


1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL ANÁLISIS EXPERIMENTAL DE LA CONDUCTA

El conductismo es una corriente de la Psicología que se centra en


el estudio de las leyes comunes que determinan el comportamiento
humano y animal. En su origen, el conductismo tradicional deja de
lado lo intrapsíquico para focalizarse en la conducta
observable, es decir, prioriza lo objetivo por encima de lo
subjetivo. 

Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas


rasas” cuya conducta está determinada por los refuerzos y
castigos que reciban más que por predisposiciones internas. El
comportamiento, por tanto, no depende principalmente de fenómenos
internos, como los instintos o los pensamientos (que no dejan de ser, por
otra parte, conductas encubiertas) sino más bien del entorno, y no
podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en que
tienen lugar.

De hecho, aquellos procesos que ocurren en el sistema nervioso y que


para muchos otros psicólogos son la causa de cómo actuamos, para los
conductistas no son más que otro tipo de reacciones generadas a través
de nuestra interacción con el entorno.

Los conductistas a menudo han sido vinculados al mundo de la


psiquiatría por su utilización del método experimental para obtener
conocimientos, pero esta asociación no es acertada, ya que en muchos
aspectos, los conductistas se diferencian claramente de los psiquiatras.
Una de estas diferencias es la oposición del conductismo al concepto de
enfermedad mental.
Desde esta filosofía aplicada a la psicología, no pueden existir
conductas patológicas, ya que estas son juzgadas siempre según su
adecuación a un contexto. Mientras que las enfermedades deben tener
causas biológicas relativamente bien aisladas y conocidas, los
conductistas señalan que no hay suficiente evidencia a favor de la
existencia de estos biomarcadores en el caso de los trastornos mentales.
Por consiguiente, se oponen a la idea de que el tratamiento de
problemas como las fobias o el TOC deba centrarse en psicofármacos.

 los principales términos de la teoría conductista.

1. Estímulo
Este término se refiere a cualquier señal, información o evento
que produce una reacción (respuesta) de un organismo.

2. Respuesta
Cualquier conducta de un organismo que surge como reacción a un
estímulo.

3. Condicionamiento
El condicionamiento es un tipo de aprendizaje derivado de la
asociación entre estímulos y respuestas.

4. Refuerzo
Un refuerzo es cualquier consecuencia de una conducta que aumenta la
probabilidad de que ésta vuelva a darse.
5. Castigo
Opuesto al refuerzo: consecuencia de una conducta que disminuye la
probabilidad de que vuelva a darse.

Principales precursores del análisis experimental de la conducta.

Wundt: el nacimiento de la Psicología


Experimental
Wilhelm Wundt (1832-1920), considerado por muchos “el padre de la
Psicología”, sentó las bases de lo que acabaría siendo el
conductismo. Creó el primer laboratorio de Psicología científica y
utilizó de forma sistemática la estadística y el método experimental para
extraer reglas generales sobre el funcionamiento de los procesos
mentales y la naturaleza de la conciencia.

Los métodos de Wundt dependían en gran medida de la


introspección o autoobservación, técnica en la que los sujetos
experimentales proporcionan datos sobre su propia experiencia.

Watson: la Psicología vista desde el


conductismo
John Broadus Watson (1878-1958) criticó el uso de la metodología
introspectiva de Wundt y sus seguidores. En una conferencia en 1913
que se considera el nacimiento del conductismo, Watson afirmó que para
ser verdaderamente científica la Psicología debía centrarse en la
conducta manifiesta en lugar de en los estados mentales y conceptos
como “conciencia” o “mente”, que no podían ser analizados de forma
objetiva.

Watson también rechazaba la concepción dualista que separaba el


cuerpo y la mente (o el alma) y planteaba que la conducta de las
personas y la de los animales debía ser estudiada del mismo modo ya
que, si se dejaba de lado el método introspectivo, no había una diferencia
real entre ambas.

En un conocido y controvertido experimento Watson y su ayudante


Rosalie Rayner consiguieron provocar una fobia a las ratas a un
bebé de nueve meses (“el pequeño Albert”). Para ello emparejaron la
presencia de la rata con sonidos fuertes. El caso del pequeño Albert
demostró que la conducta humana no sólo es predecible sino también
modificable.

La caja negra
Para Watson los seres vivos somos “cajas negras” cuyo interior no
es observable. Cuando los estímulos externos llegan a nosotros damos
respuestas en consecuencia. Desde el punto de vista de los primeros
conductistas, si bien se dan procesos intermedios dentro del organismo,
al ser inobservables deben ser ignorados al analizar el comportamiento.

Sin embargo, a mediados del siglo XX los conductistas matizaron esto y,


sin desdeñar la importanca de los procesos no onservables directamente
que ocurren en el interior del cuerpo, señalaron que la psicología no
necesita dar cuenta de ellos para aportar explicaciones sobre las lógicas
que rigen la conducta. B. F. Skinner, por ejemplo, se caracterizó por dar
a los procesos mentales exactamente el mismo estatus que la conducta
observable, y por concebir el pensamiento como conducta verbal. De
este autor hablaremos más adelante.

Algunos neoconductistas como Clark Hull y Edward Tolman sí


incluyeron procesos intermedios (o variables intervinientes) en sus
modelos. Hull incluía el impulso o motivación interna y el hábito, mientras
que Tolman afirmaba que construimos representaciones mentales del
espacio (mapas cognitivos).

Watson y el conductismo en general fueron influidos de forma clave por


dos autores: Ivan Pavlov y Edward Thorndike.

Condicionamiento clásico: los perros de Pavlov


Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) era un fisiólogo ruso que se dio
cuenta, mientras realizaba experimentos sobre secreción de saliva en
perros, de que los animales salivaban de forma anticipada cuando
veían u olían la comida, e incluso simplemente cuando se acercaban los
encargados de darles de comer. Posteriormente consiguió que salivaran
al oír el sonido de un metrónomo, de una campana, de un timbre o de
una luz por asociar estos estímulos con la presencia de comida.

A partir de estos estudios Pavlov describió el condicionamiento clásico,


un concepto fundamental en el conductismo, gracias al cual se
desarrollaron las primeras intervenciones basadas en las técnicas de
modificación de la conducta en seres humanos. Ahora bien, para
entender cómo funciona el condicionamiento clásico primero hay que
saber con qué estímulos se trabaja en él.

Un estímulo incondicionado (es decir, que no requiere aprendizaje para


provocar una respuesta) provoca una respuesta incondicionada; en el
caso de los perros, la comida causa salivación de forma espontánea. Si
se empareja repetidamente el estímulo incondicionado (la comida) con
un estímulo neutro (por ejemplo la campana), el estímulo neutro
acabará produciendo la respuesta incondicionada (salivar) sin
necesidad de que esté presente también el estímulo incondicionado.

Para Pavlov no es necesario el concepto de mente ya


que conceptualiza las respuestas como reflejos que se dan después
de la aparición de estímulos externos.

El experimento del pequeño Albert de Watson y Rayner es otro ejemplo


de condicionamiento clásico. En este caso la rata es un estímulo neutro
que se convierte en un estímulo condicionado que provoca la respuesta
de miedo por asociación con el ruido fuerte (estímulo incondicionado).

Los animales en el conductismo


Los conductistas clásicos empleaban frecuentemente animales en sus
estudios. Los animales son considerados equivalentes a las personas
en cuanto a su conducta y los principios de aprendizaje extraídos de
estos estudios se extrapolan en muchos casos a los seres humanos; eso
sí, siempre procurando respetar una serie de presuposiciones
epistemológicas que justifiquen esta extrapolación. No hay que olvidar
que entre especies hay muchos aspectos del comportamiento que
varían.
La observación sistemática de la conducta animal daría paso a la
Etología y la Psicología Comparada. Konrad Lorenz y Niko Tinbergen
son dos de los representantes más importantes de estas corrientes.

Condicionamiento instrumental: los gatos de


Thorndike
Edward Lee Thorndike (1874-1949), contemporáneo de Pavlov, realizó
diversos experimentos con animales para estudiar el
aprendizaje. Introdujo gatos en “cajas-problema” para observar si
conseguían escapar de ellas y de qué modo.

En las cajas había varios elementos con los que los gatos podían
interactuar, como un botón o una anilla, y sólo el contacto con uno de
estos objetos podía hacer que se abriera la puerta de la caja. Al principio
los gatos conseguían salían de la caja por ensayo y error, pero a medida
que se repetían los intentos cada vez escapaban con más facilidad.

A partir de estos resultados Thorndike formuló la ley del efecto, que


afirma que si una conducta tiene un resultado satisfactorio es más
probable que se repita, y que si el resultado es insatisfactorio esta
probabilidad disminuye. Posteriormente formularía la ley del ejercicio,
según la cual los aprendizajes y hábitos que se repiten se ven reforzados
y los que no se repiten se debilitan.

Los estudios y las obras de Thorndike introdujeron el


condicionamiento instrumental. Según este modelo el aprendizaje es
consecuencia del reforzamiento o el debilitamiento de la asociación entre
una conducta y sus consecuencias. Esto sirvió como base para formular
propuestas más tarde, en el surgimiento del verdadero conductismo, tal y
como veremos.

El conductismo radical de Skinner


Las propuestas de Thorndike fueron el antecedente de lo que conocemos
como condicionamiento operante, pero este paradigma no se desarrolló
de forma completa hasta la aparición de las obras de Burrhus Frederic
Skinner (1904-1990).

Skinner introdujo los conceptos de refuerzo positivo y negativo. Se


denomina refuerzo positivo al hecho de premiar una conducta dando
algo, mientras que el refuerzo negativo consiste en la retirada o la
evitación de un evento desagradable. En ambos casos, la intención es la
de aumentar la frecuencia e intensidad de aparición de una conducta
determinada.

Skinner defendía el conductismo radical, que mantiene que todo el


comportamiento es resultado de asociaciones aprendidas entre
estímulos y respuestas. El enfoque teórico y metodológico desarrollado
por Skinner se conoce como análisis experimental de la conducta y ha
sido especialmente eficaz en la educación de niños con discapacidad
intelectual y del desarrollo.
Desarrollo del conductismo: la revolución
cognitiva
El conductismo entró en declive a partir de los años 50, coincidiendo con
el auge de la psicología cognitiva. El cognitivismo es un modelo
teórico que surgió como reacción al énfasis radical del conductismo en
la conducta manifiesta, dejando de lado la cognición. La inclusión
progresiva de variables intervinientes en los modelos conductistas
favoreció en gran medida este cambio de paradigma, conocido como
“revolución cognitiva”.

En la práctica psicosocial, las aportaciones y principios del conductismo y


el cognitivismo acabarían confluyendo en lo que conocemos como
terapia cognitivo-conductual, que se centra en encontrar los programas
de tratamiento más avalados por la evidencia científica.

Las terapias de tercera generación desarrolladas en los últimos


años recuperan parte de los principios del conductismo radical,
reduciendo la influencia del cognitivismo. Algunos ejemplos son
la Terapia de Aceptación y Compromiso, la Terapia de Activación
Conductual para la depresión o la Terapia Dialéctica Conductual para
el trastorno límite de la personalidad.

1.2 La teoría de la evolución

La Teoría de la Evolución, también conocida como Teoría de Darwin, recoge


los descubrimientos y evidencias científicas que el científico inglés recogió
para explicar la evolución biológica. En esta teoría se explica que los seres
vivos tienen un origen y que, a lo largo de su vida, van cambiando poco a
poco.
En realidad, a lo que se opone la teoría de la evolución es a una comprensión
de la creación que se desprende de una lectura literal del Génesis. Dicha
interpretación literal niega que unas especies provengan de otras
por evolución y defiende que están creadas directamente por Dios.

Pruebas de la evolución
 Anatomía. Las especies comparten características físicas porque dichas
características estaban presentes en un ancestro común (estructuras homólogas).
 Biología molecular. El ADN y el código genético reflejan la ascendencia
compartida de la vida. ...
 Biogeografía. ...
 Fósiles. ...
 Observación directa.
La evolución es el cambio en las características de una especie
a lo largo del tiempo cambio evolutivo). El concepto de
evolución más popular es el de la teoría de Charles Darwin en
su libro el origen de las especies; en esta obra Darwin habla
acerca de la selección natural y establece cómo las especies se
adaptan para sobrevivir. En la teoría de la evolución de Darwin,
los rasgos que ayudan a una especie a sobrevivir pasan a
nuevas generaciones (representada en la genética de
poblaciones), mientras que los que las diferentes especies que
no se adaptan a este cambio gradual, que bien pueden ser
cambios en el medio ambiente, desaparecen con el tiempo. Los
procesos evolutivos adicionales (evolución genética) incluyen la
deriva genética, la mutación y la migración de genes. El estudio
de la evolución nos explica la historia de la vida, el por qué de
nuestra información genética y trasfondo de la evolución de las
especies incluyendo la transformación del homo sapiens.

1.3 El reflejo como conducta

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