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De actualidad

Desde las redes


Noticias de la AMC
ciencia

Fernando Mayani, Mareldi Ahumada y Héctor Mayani

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Grandes retos para


Homo sapiens
Hoy la humanidad se enfrenta a diversos retos muy importantes, entre ellos: el cambio
climático, la pérdida de la biodiversidad, la crisis energética y el aumento de enferme-
dades crónicas y emergentes. Tenemos que actuar de inmediato, tanto a nivel individual
como global, para revertir el estado de riesgo en el que nos encontramos.

S
i bien no sabemos con certeza cuántas especies biológicas han existido en
la Tierra, sí tenemos claro que ninguna ha dejado una huella tan grande y
profunda como la nuestra, Homo sapiens. Sobre todo en el transcurso de los
últimos 300 años, la actividad humana ha tenido un impacto significativo en el
estado de salud del planeta. Hemos explotado los recursos naturales de una ma-
nera descuidada e irresponsable, al tiempo que hemos caído en prácticas dañinas,
incongruentes y con resultados devastadores.
Estamos viviendo el primer cuarto del siglo xxi y el panorama para la huma-
nidad es complicado. Enfrentamos numerosos y complejos problemas que no sólo
afectan nuestra vida, sino que incluso ponen en riesgo nuestra existencia. Entre
ellos, hay algunos que resultan particularmente relevantes y que constituyen los
temas medulares del presente artículo.

La contaminación ambiental y el cambio climático


La actividad humana, sobre todo en los últimos tres siglos, debido a la industriali-
zación, ha generado sustancias químicas potencialmente dañinas que se acumulan
tanto en la atmósfera como en el agua y el suelo. A esto llamamos contaminación.
La contaminación atmosférica ha afectado la calidad del aire que respiramos todos
los seres vivos; la contaminación del agua ha dañado no sólo la vida de plantas y
animales acuáticos, sino también la calidad del agua que consumimos; la conta-
minación del suelo ha perturbado el desarrollo de la vegetación y la agricultura.
Son muchas las sustancias que contribuyen a la contaminación atmosférica;
entre ellas destacan el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y los clorofluo-
rocarbonos (cfc). Se ha calculado que durante el último medio millón de años los
niveles de CO2 han oscilado entre 160 y 280 partes por millón (ppm); sin embar-
go, de 1950 a la fecha, su concentración se ha incrementado de forma dramática

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y hoy está por encima de 400 ppm. El CH4 también timos años el planeta ha sufrido una pérdida ace-
ha aumentado sus niveles de manera importante: de lerada de hábitats y especies debido a la actividad
0.5 ppm (antes de la Revolución Industrial) a 1.8 ppm humana.
(en la actualidad). Por su parte, la acumulación de Entre los principales factores que han provocado
cfc en la estratósfera es responsable de la destruc- esta pérdida de ecosistemas se encuentran el cam-
ción de la capa de ozono. Estos cambios han con- bio de uso de suelo –para tener más zonas urbanas,
tribuido, entre muchas otras cosas, al aumento de agrícolas o ganaderas– y la sobreexplotación de los
la temperatura media del planeta (calentamiento recursos. Se estima que desde 1990 se han perdido
global). más de 1.5 millones de km2 de bosque en el mun-
El cambio climático ha tenido fuertes repercu- do, lo que representa 46% de este ecosistema. El
siones ambientales –la acidificación de los océanos, caso más conocido es el de la región del Amazonas,
el retroceso de los glaciares, el deshielo ártico, las la cual ha perdido casi 20% de su extensión en los
inundaciones, la desertificación y el aumento del ni- últimos 50 años. En México, se ha perdido 30% de
vel del mar–, así como sociales –cambios en la pro- la vegetación y sólo la mitad del país mantiene su
ducción agrícola, pérdida de cosechas, aumento de diversidad vegetal original.
la desigualdad y la pobreza, migraciones y expansión Por otra parte, los manglares están desaparecien-
de enfermedades–. Las estimaciones recientes indi- do de tres a cinco veces más rápido que los bosques,
can que al final del presente siglo la temperatura y en los últimos 40 años se ha reducido a la mitad
promedio de la Tierra aumentará entre 2 y 4 °C con su cobertura original. Los arrecifes de coral y otros
respecto a la actual. Esto es grave, pues repercutirá ecosistemas marinos tampoco son ajenos a estos
de forma negativa en todos los aspectos de nuestra impactos. La Gran Barrera de Coral de Australia
vida y hará que más fenómenos meteorológicos ex- ha perdido más de la mitad de sus corales desde
tremos se presenten con mayor frecuencia. 1995, por lo que hoy tiene zonas que son auténticos
De mantenerse la tendencia actual, en tan sólo cementerios coralinos.
unas cuantas décadas el hielo ártico será escaso du- En el caso de la diversidad de especies, el panora-
rante el verano; grandes extensiones de bosques y ma es similar. Se estima que aproximadamente 40%
selvas serán consumidas por incendios naturales; de las especies vegetales se encuentran en peligro de
huracanes y tornados azotarán con más fuerza; las extinción, y que cerca de 30% de las especies de
sequías serán cada vez más frecuentes y prolonga- vertebrados e invertebrados están en la misma situa-
das. Científicos prominentes, como el sueco Johan ción. En los últimos 50 años, hemos perdido más de
Rockström, consideran que hemos alcanzado un es- 65% de las poblaciones silvestres y el planeta está
tado ambiental crítico a nivel global y que los próxi- siendo dominado por especies domesticadas (sólo
mos diez años serán fundamentales para determinar el 30% de los individuos de aves son silvestres, mien-
futuro del planeta y, sobre todo, el nuestro como espe- tras que sólo son silvestres 4% de los mamíferos).
cie. Debemos tomar medidas, globales e individuales, ¿Cómo nos afecta esta situación? La respuesta es
para revertir la contaminación y el cambio climático; simple: sin biodiversidad no podemos vivir. Los eco-
por ejemplo, una de las más importantes es reducir sistemas y las especies que los habitan tienen bene-
la emisión de gases de efecto invernadero: a la mitad ficios fundamentales para la humanidad. Pensemos,
dentro de una década y a casi cero para el año 2050. nuevamente, en los bosques. Ellos proveen un sinfín
de recursos naturales, como alimentos y productos
maderables, y brindan servicios al planeta, como la
La pérdida de ecosistemas y la biodiversidad producción de oxígeno, el secuestro de CO2, la regu-
La Tierra cuenta con una gran variedad de ecosis- lación de la temperatura ambiental, la generación de
temas y en cada uno de ellos existe una diversidad lluvia, además de que constituyen el hábitat de miles
biológica específica. Desafortunadamente, en los úl- de especies.

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Así como los bosques, cada ecosistema provee


servicios específicos que con frecuencia pasan in-
advertidos para las personas, hasta que su ausencia
comienza a afectarnos. Por ejemplo, muchas de las
inundaciones se deben a que no existe vegetación
que retenga el agua y permita su filtración hacia
el suelo. Por otra parte, los huracanes que golpean
nuestras costas actualmente tienen efectos más fuer-
tes debido a la pérdida de manglares y arrecifes, los
cuales actúan como barreras naturales.
Las especies también desempeñan una función
primordial para la provisión de servicios ambienta-
les. Los animales nectarívoros, por ejemplo, son
fundamentales para la polinización, un proceso su-
mamente relevante para el ser humano, ya que más
de 70% de las plantas, tanto de cultivo como sil-
vestres, dependen de ella. Por lo anterior, la actual
pérdida de especies nectarívoras está generando un
grave desbalance ecológico.
Para lograr frenar esta situación, debemos llevar
a cabo diversas estrategias. Una de las más urgentes
es la política de “cero deforestación”, acompañada
de campañas de reforestación a partir de especies na-
tivas de cada lugar. Asimismo, debemos prevenir la
contaminación marina, reglamentar eficazmente
la explotación pesquera, poner fin a la caza furtiva y
al tráfico de especies, aumentar los recursos financie-
ros para conservar la biodiversidad y darle un nuevo
enfoque al turismo. Además, debemos cambiar nues-
tra alimentación hacia un consumo sostenible, en el capacidad para migrar hacia una transición energé-
que la base de nuestra dieta sea vegetal, sin que esto tica basada en fuentes renovables, como la eólica,
implique dejar de comer de manera definitiva ali- solar, hidráulica y geotérmica.
mentos de origen animal. Sin duda alguna, la electricidad ha impulsado en
gran medida el crecimiento cultural y tecnológico
de nuestra especie y ya no podemos imaginar una
Agotamiento de los recursos naturales realidad sin ella. Además de ofrecernos un sinfín
y la crisis energética de comodidades, nos brinda iluminación, comuni-
La naturaleza nos provee numerosos recursos para cación, refrigeración y calefacción, equipo médico,
producir alimentos, ropa, vivienda, electricidad y, entretenimiento… Nuestra dependencia en la elec-
con ello, cubrir diversas necesidades. Sin embargo, tricidad es cada vez mayor y nuestro consumo per
el agotamiento de los recursos naturales es un esce- cápita va en aumento, pero, junto con este incesante
nario al que nos dirigimos con gran velocidad si no crecimiento, la producción de energía ha ido ago-
implementamos medidas urgentes. No sólo debemos tando nuestro planeta de sus recursos naturales, ha
enfocarnos en un cambio estructural de nuestro con- provocado mayores emisiones de CO2 y otros conta-
sumo masivo de recursos, sino también en nuestra minantes atmosféricos, y actualmente es la principal

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responsable del calentamiento global, junto con la muy grande. Esto nos lleva a uno de los obstá-
industria del transporte. culos para ser sostenibles en materia energética:
Hoy, el reto más grande no es lograr abastecer encontrar sistemas de almacenamiento que sean
nuestro consumo eléctrico, sino hacerlo de manera eficientes y asequibles. Actualmente contamos
sostenible. En las últimas décadas, entre la comuni- con diversas formas de almacenamiento, como
dad científica se ha hablado de las redes eléctricas las baterías, pero son una tecnología cara. De
del futuro, las cuales buscan integrar las llamadas hecho, aun cuando la luz solar es “gratuita”, hoy
energías limpias –solar y eólica– para reemplazar la resulta más barato producir un kilo vatio (kW) a
generación a partir de la quema de petróleo, carbón partir de una turbina de gas natural que producir-
y –en menor medida– gas natural. Si bien, en teoría, lo a partir de energía solar y almacenarlo en una
esta meta es plausible debido a la infinita capacidad batería. Más aún, las baterías tienen un ciclo de
de las energías renovables, hay dos retos importantes vida corto, debido a la degradación química que
que abordar: sufren por su uso.
■ El segundo problema que enfrentamos con res-
■ El primero concierne a un asunto técnico y se pecto al consumo sostenible de energía es de ín-
refiere a la disponibilidad de las energías reno- dole social. A la fecha sigue habiendo una lucha
vables. La luz solar y el viento se presentan de por parte de gobiernos y empresas privadas por no
manera intermitente; en cambio, nuestro con- disminuir el uso de energías contaminantes. De-
sumo de electricidad es continuo y bajo demanda. bemos entender que, por encima de intereses po-
A diferencia de otros bienes básicos, la electri- líticos y lucrativos, es necesario priorizar la salud
cidad se genera y se consume aproximadamente del ambiente. Poco a poco nos hemos dado cuen-
en el mismo instante, por lo tanto, el almacena- ta de que nuestra manera actual de generar elec-
miento de energías intermitentes es un desafío tricidad ha contribuido de manera significativa al
cambio climático. En 2015, 196 países firmaron
el Acuerdo de París con el objetivo de establecer
metas para reducir y, eventualmente, eliminar la
emisión de gases contaminantes. Este esfuerzo in-
ternacional es fundamental; sin embargo, exige
una inversión económica significativa por parte
de los gobiernos y sólo tendrá éxito si se lleva a
cabo de una manera global y coordinada, y si se
acompaña de un cambio social.

Enfermedades crónicas y emergentes


Las enfermedades son –y han sido siempre– la
principal causa de muerte de los seres humanos. Tan
sólo en el siglo pasado, aproximadamente 1 700 mi-
llones de personas murieron por alguna enfermedad
transmisible, mientras que poco más de 2 000 mi-
llones fallecieron por algún padecimiento no trans-
misible. A pesar de estos números, hay que destacar
que los avances en la medicina nos han permitido
ganar terreno en nuestra lucha contra las enferme-
dades. Prueba de ello es que, a principios del siglo

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xx, la esperanza de vida era de alrededor de 30 años, pecialistas han estimado que en la naturaleza deben
mientras que hoy es superior: 65 años en promedio existir cientos de millones de tipos de virus que toda-
en el mundo. Esto se ha debido al desarrollo de va- vía no se descubren, muchos de los cuales tendrían
cunas, antibióticos, programas de salud pública, nue- el potencial de infectar a los seres humanos. Es indu-
vas técnicas quirúrgicas, quimioterapia, radioterapia dable que habrá futuras pandemias, por lo que debe-
y grandes avances en diversos métodos diagnósticos, mos prepararnos para enfrentarlas, aunque no sa-
entre otros. bemos cuándo ni dónde aparecerán.
Hoy se han controlado muchas enfermedades in- Adicionalmente, debido a que la gente vive
fecciosas que en otros tiempos provocaron la muerte más años, la incidencia de enfermedades asociadas
de millones de personas. Sin embargo, hay enfer- al envejecimiento –cardiovasculares, metabólicas,
medades emergentes causadas por agentes infec- neoplásicas y neurodegenerativas– ha aumentado
ciosos que recientemente se han identificado y que de manera significativa. Por ello, también debemos
ponen en riesgo a las poblaciones vulnerables. El emprender programas estratégicos de prevención e
ejemplo más reciente es COVID-19, la enfermedad investigación en estas áreas, para combatir de una
causada por el virus SARS-CoV-2. A tres años desde forma más eficaz estos padecimientos.
su aparición, más de 640 millones de personas se Por lo tanto, los retos actuales y futuros en ma-
han infectado y más de 6.5 millones han fallecido. teria de salud son abrumadores y complejos. Por un
COVID-19 nos ha recordado que, a pesar de los gran- lado, hay varias enfermedades que sin ser transmi-
des avances en la medicina, no estamos exentos de sibles se han convertido en verdaderas pandemias,
sufrir los estragos provocados por nuevos agentes como la obesidad. Por otra parte, las desigualdades
infecciosos, los cuales se han vuelto más frecuentes sociales tienen una fuerte influencia en el acceso a
debido al deterioro que estamos ocasionando en el los sistemas de salud, de tal suerte que en muchas
ambiente. regiones del planeta y en varios sectores de la socie-
Ahora tomemos como ejemplo el cáncer, una
devastadora enfermedad no contagiosa que consti-
tuye la segunda causa de muerte en el mundo. Hace
tan sólo 70 años, la palabra cáncer era sinónimo de
muerte, pero esto ya ha cambiado. En 1955, la su-
pervivencia a cinco años en pacientes con cáncer
de próstata era de 38%, pero hoy es de 94%; para pa-
cientes con cáncer de mama, la supervivencia era de
54%, mientras que hoy es de 86%; en el caso de me-
nores con leucemia, la supervivencia era de 20% y
actualmente supera 90%. Los datos anteriores dejan
ver los importantes avances en cuanto al diagnóstico
y tratamiento del cáncer; no obstante, son ciertos
sólo para los países con un alto índice de desarrollo,
mientras que para otras naciones las cifras no son tan
alentadoras. De hecho, de los 10 millones de per-
sonas que cada año mueren en el mundo por algún
tipo de cáncer, alrededor de 70% viven en países en
vías de desarrollo.
Lo expuesto en los párrafos anteriores nos deja
ver que la lucha contra las enfermedades es una
batalla continua para la que no hay tregua. Los es-

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dad, el acceso a tratamientos médicos de calidad se en todos los niveles, desde el individual, en el que
ha vuelto un lujo del que sólo goza una minoría. Es, todas y cada una de las personas cambiemos nues-
pues, necesario emprender un cambio sustancial en tros hábitos por prácticas más responsables y salu-
las políticas de todos los países, para buscar dar más dables, hasta el gubernamental y el global, con
apoyo a la investigación en temas médicos y fomen- políticas y presupuestos enfocados a frenar la conta-
tar acciones que fortalezcan la salud pública. minación ambiental, la sobreexplotación de los
recursos naturales y la desigualdad social, para pro-
mover e impulsar la conservación, la salud, la educa-
Reflexiones finales ción y la ciencia.
En los últimos 300 años, la actividad humana ha
llevado al planeta a un estado crítico. Sin embar-
go, la historia evolutiva del mundo nos ha enseña- Fernando Mayani
do que, ante los cambios drásticos y catastróficos, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México.
la vida en la Tierra siempre encuentra nuevas vías, [email protected]
nuevos caminos. Durante los cambios ambientales,
se extinguen especies y surgen nuevas; siempre ha- Mareldi Ahumada
brá formas de vida que permanezcan y evolucionen. Clean Energy Institute, University of Washington, Seattle.
La pregunta es si nuestra especie podrá resistir y so- [email protected]
breponerse a los cambios ambientales que nosotros
mismos hemos provocado. Héctor Mayani
Si bien la situación es muy delicada, todavía es- Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Oncológicas,
tamos a tiempo de revertir el estado de fragilidad y Instituto Mexicano del Seguro Social.
riesgo en el que nos encontramos. Pero debemos ac- [email protected]
tuar de inmediato. Las acciones deben emprenderse

Referencias específicas
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