1 - Aristotle - S - Demonstrative - Logic - Corcoran Es
1 - Aristotle - S - Demonstrative - Logic - Corcoran Es
1 - Aristotle - S - Demonstrative - Logic - Corcoran Es
Introducción
Este documento expositivo sobre la lógica demostrativa de Aristóteles está
dirigido a un público amplio que incluye a no especialistas. La lógica
demostrativa es el estudio de la demostración por oposición a la persuasión.
Presupone la distinción socrática entre conocimiento y opinión, que separa el
conocimiento (creencias que se sabe que son verdaderas) de la opinión
(creencias que no se saben). La lógica demostrativa es el tema de los dos
volúmenes de los Analíticos de Aristóteles, como dice en su primera frase. Muchos
de sus ejemplos son geométricos. Toda demostración no repetitiva produce o
confirma el conocimiento de (la verdad de) su conclusión para toda persona que
comprenda la demostración. La persuasión sólo produce opinión. Aristóteles
presentó una concepción general de la demostración, basada en la verdad y la
consecuencia, destinada a aplicarse a todas las demostraciones. Según él, una
demostración es una argumentación extendida que comienza con premisas
conocidas como verdades e implica una cadena de razonamientos que muestran
por pasos deductivamente evidentes que su conclusión es una consecuencia de
sus premisas. En resumen, una demostración es una deducción cuyas premisas
se sabe que son verdaderas. Para Aristóteles, partiendo de premisas que se
sabe que son verdaderas y de una conclusión que no se sabe que es verdadera, el
conocedor demuestra la conclusión deduciéndola de las premisas, con lo que
adquiere el conocimiento de la conclusión.
A menudo ocurre que una persona "vuelve a demostrar" una proposición
después de haber
La nueva argumentación tiene una conclusión que ya se sabe que es verdadera,
por lo que no se produce el conocimiento de la verdad de la conclusión. La
nueva argumentación tiene una conclusión que ya se sabe que es verdadera,
por lo que no se produce el conocimiento de la verdad de la conclusión. En este
caso, la nueva argumentación sigue siendo una demostración. En un caso
degenerado aún más extremo de demostraciones repetitivas, la conclusión es en
realidad una de las premisas. Como ya se sabe que las premisas son verdaderas,
también lo es la conclusión. En este caso, la demostración
Historia y Filosofía de la Lógica ISSN 0144-5340 impreso/ISSN 1464-5149 en línea ª 2009 Taylor & Francis
http://www.informaworld.com DOI: 10.1080/01445340802228362
2 John Corcoran
1 Las personas deducen; las proposiciones implican. Un conjunto dado de proposiciones implica toda proposición
cuya información esté contenida en la del conjunto dado (Corcoran 1989, pp. 2-12). Deducir una conclusión dada a
partir de premisas dadas es ver que el conjunto de premisas implica esa conclusión. Todo conjunto de
proposiciones tiene implicaciones ocultas que no se han deducido y que quizá nunca se deduzcan. Tras años de
esfuerzo por parte de muchas personas, Andrew Wiles finalmente dedujo la proposición de Fermat a partir de un
conjunto de proposiciones que no se sabía que la implicaban. Queda por ver si la proposición de Goldbach está
implícita en las proposiciones conocidas de la aritmética.
2 Tal y como se utilizan aquí las palabras, la demostración y la persuasión son actividades fundamentalmente
diferentes. El objetivo de la demostración es producir conocimiento, lo que requiere que la conclusión sea cierta.
El objetivo de la persuasión es producir creencias, para lo cual la cuestión de la verdad es irrelevante. Por
supuesto, cuando demuestro, produzco creencias. Sin embargo, cuando he demostrado una proposición,
sería literalmente falso decir que me he persuadido de ella. Tales comentarios se hacen. Sin embargo, son
La lógica demostrativa de 3
falsedades o medias verdades engañosas
Aristótelesy confusas cuando se dicen sin ironía ni juego.
3 Existe una amplia y creciente bibliografía sobre el conocimiento y la creencia. Se pueden encontrar referencias
en mi entrada de la enciclopedia de 2007 "Conocimiento y creencia" (Corcoran 2007b) y en mi artículo de 2006b
"Un ensayo sobre el conocimiento y la creencia".
4 John Corcoran
4 Aristóteles parecía pensar que la demostración es universal en el sentido de que un discurso que produce
conocimiento demostrativo para una persona racional hace lo mismo para cualquier otra. Nunca se preguntó qué
capacidades y qué experiencias son necesarias para que una persona pueda comprender una determinada
demostración (Corcoran 1989, pp. 22-23).
5 Henri Poincare'(Newman 1956, p. 2043) dijo que recrea el razonamiento para sí mismo en el curso de seguir la
demostración de otra persona. Decía que a menudo tiene la sensación de que "podría haberlo inventado".
La lógica demostrativa de 5
6 En algunos casos es obvio que la Aristóteles
conclusión se sigue de las premisas, por ejemplo, si la conclusión es una de las
premisas. Sin embargo, en muchos casos una conclusión está temporalmente oculta, es decir, no puede verse
que se sigue sin un encadenamiento de dos o más pasos deductivos. Además, como ha enseñado e l trabajo d e
G o ¨
d e l
, en muchos casos una conclusión que se sigue de unas premisas dadas está permanentemente oculta:
no puede deducirse de esas premisas mediante una cadena de pasos deductivos por muchos pasos que se den.
6 John Corcoran
falsas.8 Tarski (1956/ 1983, p. 474) señala este punto en su famoso artículo sobre la
definición de consecuencias. El mismo proceso de deducción que se utiliza para
ampliar nuestro conocimiento se utiliza también para ampliar nuestra opinión.
Además, también se utiliza para determinar las consecuencias de proposiciones que
no se creen y que incluso podrían no creerse, o incluso saberse falsas. Por último,
aunque Aristóteles no lo diga explícitamente, la deducción se utiliza para mostrar
que algunas proposiciones conocidas como verdaderas implican otras conocidas
como verdaderas, revelando así que ciertas demostraciones tienen premisas
redundantes. No hay ninguna justificación para atribuir a Aristóteles, o a
cualquier otro lógico consumado, la absurda opinión de que ninguna
demostración tiene una premisa "redundante", es decir, una premisa que no es
necesaria para la deducción de la conclusión.9
Otro de sus descubrimientos importantes fue que la deducción es neutra en
cuanto al tema: la misma
El proceso de deducción utilizado para llegar a una conclusión a partir de
premisas geométricas también se utiliza para llegar a conclusiones a partir de
proposiciones sobre biología o cualquier otro tema. Utilizando la distinción
deducción/demostración, su argumento era que, por lo que respecta al proceso,
es decir, una vez expuestas las premisas, la demostración es un tipo de deducción:
demostrar es deducir a partir de premisas que se sabe que son verdaderas.
La deducción es independiente del contenido, en el sentido de que no es
necesario conocer la materia en sí. (cf. Tarski 1956/1983, pp. 414-415.) No es
necesario conocer los números ni ninguna otra cosa pertinente a la materia de la
aritmética para deducir "Ningún número cuadrado que sea perfecto es un
número par que sea primo" de "Ningún número primo es cuadrado". O, lo que es
más interesante, no es necesario conocer la materia para deducir "Todo número
distinto de cero es sucesor de un número" de "Todo número tiene todas las
propiedades del cero y del sucesor de todo número al que pertenece".
7 Como se verá más adelante, es significativo que todas las demostraciones específicas mencionadas en la
Analítica previa sean geométricas y que la mayoría de ellas impliquen razonamientos indirectos o reductio ad
absurdum. Por cierto, aunque en este trabajo parto de la base de que la Analítica anterior precede a la Analítica
posterior, mi interpretación básica es totalmente compatible con la perspicaz opinión de Solmsen de que la teoría
general de la demostración de Aristóteles fue elaborada en gran medida antes de que descubriera la clase de las
deducciones y se diera cuenta de que ésta incluye las demostraciones como una subclase (Ross 1949, pp. 6-12,
esp. 9).
8 Por supuesto, la demostración no es cognitivamente neutra. El objetivo de una demostración es producir el
conocimiento de su conclusión. Es importante distinguir los procesos de deducción y demostración de sus
respectivos productos, las deducciones y las demostraciones. Aunque el proceso de deducción es cognitivamente
La lógica demostrativa de 7
neutro, sería absurdo decir que Aristóteles
las deducciones individuales son cognitivamente neutras. ¿Cómo pueden ser
cognitivamente neutras las deducciones cuando las demostraciones no lo son? Al fin y al cabo, toda demostración
es una deducción. Véase la sección siguiente sobre la teoría general de la deducción de Aristóteles.
9 De lo contrario, no habríamos sabido que las argumentaciones de Euclides que utilizaban el postulado paralelo
eran demostraciones hasta 1868, cuando Beltrami demostró su independencia, estableciendo así la consistencia
de la geometría no euclidiana (Church 1956, p. 328). En general, para juzgar si una argumentación es una deducción
no es n e c e s a r i o demostrar la independencia de las premisas. Estoy en deuda con uno de los revisores por
alertarme de la necesidad de hacer explícito este punto.
8 John Corcoran
Demostrativos e intuitivos
Siguiendo la terminología de Charles Sanders Peirce (1839-1914), una creencia
que se sabe verdadera puede denominarse cognición. Las cogniciones de una
persona obtenidas por demostración se denominan demostrativas o apodícticas.
Las cogniciones de una persona que no se han obtenido mediante demostración
se denominan intuitivas. En ambos casos, es conveniente abreviar la
combinación adjetivo/sustantivo en un sustantivo. Así, diremos
10 Se ha interpretado que otros autores, en particular Kant y Peirce, sostienen la opinión casi diametralmente
opuesta de que toda demostración matemática requiere un diagrama.
11 Por supuesto, esto no excluye en absoluto los usos heurísticos de los diagramas. Por ejemplo, un diagrama,
tabla, gráfico o dispositivo mecánico podría ser heurísticamente útil para determinar qué proposiciones es
prometedor intentar deducir a partir de unas premisas dadas o qué vías de deducción es prometedor seguir. Sin
embargo, según este punto de vista, las ayudas heurísticas no pueden sustituir a la deducción apodíctica. Este
punto de vista antidiagrama de la deducción domina la lógica moderna dominante. En el folclore matemático
moderno, se ilustra con los muchos y frecuentes chistes sobre profesores de matemáticas que esconden o
La lógica demostrativa de 9
borran las ilustraciones de la pizarra que utilizan como ayudas heurísticas o mnemotécnicas.
Aristóteles
12 No puedo suscribir este punto de vista formalista de la deducción, ni tampoco Aristóteles. Véase Corcoran 1989.
Las visiones materialista y formalista de la deducción son falacias opuestas. Ilustran lo que Frango Nabrasa
(comunicación personal) llamó "la ley de Newton de las falacias": para cada falacia hay una falacia igual y opuesta,
y los intentos demasiado entusiastas de evitar una llevan a los estudiantes incautos a la otra.
10 John Corcoran
menudo erróneos, los intentos individuales de aplicar la intuición suelen ser arduos
y a menudo erróneos. No todas las intuiciones son "intuitivamente obvias" y no
todas las creencias que se consideran intuiciones lo son realmente (Tarski
1969/1993, p. 110, p. 117). Se puede decir que las intuiciones son evidentes por
sí mismas o inmediatas en varios sentidos, pero normalmente no en el sentido de
'trivial', 'obvio', 'fácil' o 'instantáneo'. Los procesos de deducción e intuición son
igualmente falibles en el sentido de que no hay garantía de que los intentos de
aplicarlos tengan siempre éxito.
Algunos autores subdividen las intuiciones en las que implican esencialmente
la percepción de los sentidos y las que se conocen de forma puramente
intelectual. El antiguo médico Galeno (129- 216 EC), escribió lo siguiente
(Institutio Logica I.1, Kieffer 1964, p. 31; traducción de James Hankinson,
comunicación personal).
Como han señalado los filósofos, a menudo a las personas les resulta difícil
determinar con certeza cuáles de sus intuiciones son perceptivas y cuáles
intelectivas o, en términos equivalentes a los de Galeno, cuáles de sus
intuiciones son perceptivas y cuáles intelectivas. Para mayor claridad, cabe
señalar que otros autores utilizan una terminología diferente para las dos
subclases. Llaman "inducciones" a las intuiciones conocidas perceptivamente y
restringen el término "intuición" a las intuiciones conocidas intelectualmente.
Es imposible tener conocimiento demostrativo informativo sin conocimiento
intuitivo.13 Así lo afirmaron Platón, Aristóteles, Galeno, Leibniz, Pascal y muchos
otros, incluido Tarski (1969/1993, p. 117). Sin embargo, también es difícil para las
personas determinar con certeza exactamente cuáles de sus cogniciones son
intuitivas y cuáles son demostrativas. Peirce dijo en el artículo de 1868 que no hay
pruebas de que tengamos la capacidad de determinar, dada una cognición
arbitraria, si es intuitiva o demostrativa (1992, p. 12). En otros tiempos se
sostenía que los axiomas y postulados debían ser todos intuitivos, pero ahora
está claro que esta restricción es impracticable.
13 Este pasaje se refiere al conocimiento informativo. No debe considerarse que excluye la posibilidad de un
La lógica demostrativa de 11
conocimiento demostrativo no informativo
Aristóteles que no se base en premisas intuitivas. Por ejemplo, tenemos
conocimiento demostrativo no informativo de muchas tautologías, como que todo número par que es primo es un
número primo que es par. La silogística de Aristóteles no reconocía las tautologías y, por tanto, no reconocía el
papel de las tautologías en la deducción, que fue uno de los descubrimientos revolucionarios de Boole.
12 John Corcoran
apoyarse en la argumentación.
14 Es importante comprender cómo debe utilizarse esta terminología. A efectos de discusión, asumamos por el
momento que una vez que una persona tiene una cognición, nunca la pierde, olvida o renuncia a ella. Supongamos
además que las personas comienzan sin cogniciones. A medida que se consigue cada cognición, se establece
como intuitiva o como demostrativa. Para una persona determinada, ninguna cognición es ambas cosas. Sin
embargo, no conozco ninguna razón para no pensar que quizá algunas de las cogniciones intuitivas de una persona
se encuentren entre las demostrativas de otra. Se puede esperar que un investigador experimentado tenga un número
mucho mayor de cogniciones intuitivas que un neófito.
Para entender la concepción de verdad y consecuencia de la demostración, es útil ver cómo falla una
demostración "aparente". Cualquier argumentación no repetitiva que no tenga el potencial de convertirse en una
demostración para mí en mi estado actual de conocimiento o bien tiene una premisa que no sé si es cierta o bien
tiene una cadena de deducción que no puedo seguir, que no me muestra que la conclusión se sigue de sus
premisas. El problema está en el conjunto de premisas o en la cadena de deducción, en los datos o en el
proceso.
Ahora bien, si tengo una demostración no repetitiva que deseo compartir con otra persona que no conoce la
conclusión, la situación es similar. Todas las premisas deben ser (contenidos de) las cogniciones de la otra persona.
Y la otra persona debe ser capaz de seguir la cadena de deducción hasta su conclusión y, a través de ella, llegar
a saber que la conclusión es una consecuencia lógica de las premisas.
Nada de lo anterior debe interpretarse como negación de los hechos notables de la empatía deductiva, sin la
cual la enseñanza de la lógica sería imposible, y de la empatía demostrativa, sin la cual la enseñanza de las
matemáticas sería imposible. Bajo empatía demostrativa incluyo la capacidad de seguir una argumentación
cuyas premisas y conclusión me consta que son verdaderas y concluir que habría demostrado la conclusión si no la
hubiera conocido ya. E n l a práctica, debo tener empatía demostrativa para poder enseñar a otros las
matemáticas que conozco. Bajo empatía deductiva, incluyo la capacidad de seguir una argumentación cuyas
La lógica demostrativa de 13
premisas son conocidas por mí para implicar su conclusión y juzgar que habría demostrado que la conclusión se
Aristóteles
sigue si yo no la hubiera conocido ya. Profundizar en este importante tema nos alejaría de la tarea inmediata.
15 Aristóteles llamaba a una deducción inmediata un teleios syllogismos o un silogismo completo, donde por completo
quería decir que no se requiere nada más para ver que la conclusión se sigue (Aristóteles, 24b22, Boger 2004, p. 188,
Smith 1989, p. 110, p. 115).
14 John Corcoran
Esquema de deducción
directa p1
p2
p3
?fc
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ic1
ic2
ic3
fc
QED
Deducción directa 1
1. Todo cuadrángulo es un polígono.
2. Todo rectángulo es un cuadrángulo.
3. Cada cuadrado es un rectángulo.
? Un cuadrado es un polígono.
4. Cada cuadrado es un cuadrilátero. 3, 2
5. Cada cuadrado es un polígono. 4, 1
6. Algún polígono es un cuadrado. 5
7. Un cuadrado es un
polígono. 6 QED
16 En el caso de las deducciones inmediatas, debo considerar un único eslabón como una cadena de razonamiento
"degenerada". El acto de deducir la conclusión de las premisas es algo más que la conclusión y las premisas. La
conclusión se sigue sin ningún acto, pero para mí deducirla, ver que se sigue, requiere un acto.
17 En una demostración, sería apropiado tomar la QED que marca el final de una deducción como una abreviatura
del latín tradicional quod erat demonstrandum (lo que había que demostrar, o más propiamente, lo que había que
demostrar), refiriéndose a la última conclusión intermedia. Sin embargo, eso sería inadecuado con las deducciones,
ya que una deducción no es necesariamente una demostración. Afortunadamente, quienes prefieran tomarlo
como una abreviatura del latín son libres de utilizar quod erat deducendum (lo que debía deducirse, o más
propiamente, lo que debía deducirse).
La lógica demostrativa de 15
Aristóteles
El ejemplo procede del silogismo categórico de Aristóteles, que se limita a las
proposiciones de las cuatro formas categóricas sujeto-cópula-predicado. En los
siguientes ejemplos de proposiciones categóricas, el sujeto es 'cuadrado', el
predicado 'polígono' y la cópula el resto.18 Tomar el sujeto como 'cada cuadrado', el
predicado como 'un polígono' o 'es un polígono', o la cópula como 'es' o 'es un'
es una falacia de segmentación común.19 Hoy diríamos que la cópula es una
constante lógica o formal y que el sujeto y el predicado son constantes no
lógicas o de contenido.
Todo cuadrado es un
polígono. Ningún cuadrado
es un polígono.
Algún cuadrado es un polígono.
Algún cuadrado no es un
Descargado por: [State University of New York] En: 23:25 27 enero 2009
polígono
18 Tanto en griego como en español, en una oración categórica como 'Todo cuadrado es un rectángulo', el sujeto
'cuadrado' divide a la cópula 'Todo . . . es un'. Aristóteles reformuló su griego de forma artificial para que la cópula
se situara enteramente entre el sujeto y el predicado, a los que llamó 'términos' (utilizando la palabra griega para
terminal, punto final y final). También desplazó el predicado a la parte delantera. Por ejemplo, "Todo cuadrado es
16 John Corcoran
un rectángulo" sería "El rectángulo pertenece a todo cuadrado". Véase la sección "Lenguajes coloquiales y
formalizados" en Corcoran 2003.
19 Romper una frase de un modo que no corresponde a los constituyentes de la proposición que expresa, por
ejemplo, considerar que "ningún número es cuadrado si es primo" es una frase categórica con "el número es
cuadrado si" como sujeto.
20 Una proposición que es una combinación verdadero-funcional de un conjunto de proposiciones se compone de
las del conjunto de tal manera que su valor de verdad viene determinado por los de las proposiciones del conjunto.
Por ejemplo, "cero es par si uno es impar" es una combinación verdadero-funcional de las dos proposiciones "cero
es par" y "uno es impar", pero "cero es par porque uno es impar" es una combinación no verdadero-funcional.
Aristóteles no hizo esta distinción.
La lógica demostrativa de 17
Aristóteles
conclusión se asume como premisa auxiliar. A continuación, se deducen una
serie de conclusiones intermedias hasta llegar a una que contradice
contradictoriamente una proposición anterior. Para representar una demostración
indirecta simple, se añade *fc (el opuesto contradictorio de la conclusión final)
como una nueva suposición,21 la @ indica suposición auxiliar, y la X indica que la
última conclusión intermedia ic3 contradice opuestamente una de las
conclusiones intermedias anteriores o una de las premisas o incluso, en casos
extremadamente raros, la suposición auxiliar (Corcoran 1988). @ puede leerse
'Asumir como supuesto auxiliar' o 'Asumir a efectos de razonamiento'. X puede
leerse 'Una contradicción', o más literalmente 'Que contradice una proposición
anterior', donde el pronombre relativo se refiere a la última conclusión
intermedia.22
Esquema de deducción
Descargado por: [State University of New York] En: 23:25 27 enero 2009
indirecta p1
p2
p3
?fc
@*fc
ic1
ic2
ic3
X
QED
Deducción indirecta 1
1. Todo cuadrángulo es un polígono.
2. Todo rectángulo es un cuadrángulo.
3. Cada cuadrado es un rectángulo.
? Algún polígono es un cuadrado.
4. Supongamos: Ningún polígono es un cuadrado.
5. Ningún cuadrilátero es un cuadrado. 1, 4
6. Ningún rectángulo es un cuadrado. 2, 5
7. Algún rectángulo es un cuadrado. 3
8. Contradicción. 7,
6 QED
21 Para algunos sería engañoso y confuso utilizar *p para la oposición contradictoria de p, ya que la misma notación
se utiliza ampliamente para la negación de p. Además, la tilde * es normalmente un símbolo del lenguaje
objeto. Pero incluso en las formalizaciones de la silogística categórica, el signo para la oposición contradictoria
es metalingüístico: **p es exactamente p.
22 En una deducción indirecta, sería inapropiado tomar el QED que marca el final de una deducción como una
abreviatura del latín tradicional quod erat deducendum (lo que se iba a deducir) refiriéndose a la última conclusión
intermedia porque la última conclusión intermedia no suele ser la conclusión que se va a deducir. Para una discusión de
los casos inusuales en los que sí lo es, véase Corcoran 1988. Euclides evitó esta torpeza repitiendo la conclusión
final justo después de llegar a su contradicción, de modo que, efectivamente, la QED podría tomarse siempre
como referida a la última conclusión intermedia. Sin embargo, sería menos artificial abandonar la idea de
referirse a la última conclusión intermedia considerando la QED como mera puntuación que marca el final de una
deducción.
En el ejemplo de la deducción indirecta, la conclusión que se deduce aparece una sola vez, precedida por el signo de
interrogación; no aparece como conclusión intermedia. Sin embargo, la prueba de Aristóteles de que toda conclusión
deducible directamente de premisas dadas puede deducirse también indirectamente depende probablemente de la
posibilidad de que la conclusión enunciada aparezca dos veces, la segunda como conclusión intermedia. Véase el
18 John Corcoran
diagrama de la página 115 de Corcoran 1974a.
La lógica demostrativa de 19
Aristóteles
Al igual que la demostración, la deducción también permite adquirir nuevos
conocimientos a partir de los adquiridos previamente. Sin embargo, con la
deducción se hace referencia al conocimiento de que una conclusión se sigue de
unas premisas y no al conocimiento de la verdad de su conclusión. Al igual que la
demostración, la deducción reduce un problema a resolver a problemas ya
resueltos. Sin embargo, aquí el problema a resolver es "ver" que la conclusión se
sigue de las premisas. Los problemas ya resueltos son ver que las conclusiones
de las reglas de deducción se siguen de sus respectivas premisas. Según
Aristóteles, una conclusión "oculta" se ve que se sigue mediante el
encadenamiento de argumentos evidentemente válidos que conectan esa
conclusión con las premisas.
Tres conversiones
Todo cuadrado es un rectángulo. Ningún círculo es un
rectángulo. Algún cuadrado es un rectángulo. Algún rectángulo es
un cuadrado. Ningún rectángulo es un círculo. Algún rectángulo
es un cuadrado.
23 Desde el punto de vista de Aristóteles (Corcoran 2006a), las conclusiones de las dos últimas son conversas
[externas] de sus respectivas premisas en un sentido moderno de 'conversa' (Corcoran 1999, p. 189). Además, las
20 John Corcoran
conclusiones son equivalentes lógicos de las premisas. Sin embargo, en el primer caso, la conclusión no es ni una
conversa ni un equivalente de la premisa. Además, la primera regla es bastante artificial. Desde el punto de vista
de Aristóteles, no es inmediatamente evidente que "Algún cuadrado es un rectángulo" se siga de "Todo
cuadrado es un rectángulo": la inversión de los términos es necesaria. De todos modos, la deducción de
Aristóteles de una conclusión existencial a partir de una premisa universal ha sido criticada sin sentido e
injustamente (Corcoran 1974a, p. 104, p. 126; Smith 1989, pp. xxv-xxvi). Implica lo que se ha denominado
importación existencial (Corcoran 2007a).
La lógica demostrativa de 21
Aristóteles
Aristóteles reunió lo que consideraba argumentos categóricos evidentemente
válidos bajo las ocho reglas, aunque no se refirió a ellas como reglas de
deducción. Aristóteles parecía pensar que la conclusión de cualquier otro
argumento categórico válido estaba "oculta" en el sentido de que no podía verse
que se seguía sin encadenar dos o más de los argumentos evidentemente
válidos. Además, creía que cualquier conclusión categórica que se siguiera
lógicamente de un conjunto dado de premisas categóricas, sin importar cuántas
fueran, era deducible de ellas por medio de una deducción construida utilizando
sólo sus ocho reglas. En otras palabras, creía que toda conclusión categórica
oculta en premisas categóricas podía "extraerse" aplicando sus ocho reglas en
una deducción directa o indirecta. Tenía buenas razones para su creencia y, por
lo que yo sé, podría haber creído que tenía un conocimiento demostrativo de
ello, como se argumenta contundentemente en el artículo de Smiley de 1994. La
creencia de Aristóteles se ha establecido desde entonces utilizando métodos
Descargado por: [State University of New York] En: 23:25 27 enero 2009
Es obvio que ninguna de las premisas es redundante; cada una es esencial con
respecto a la otra para la conclusión: la conclusión no se sigue de ninguna de las
dos por sí sola. Por tanto, cualquier deducción de la conclusión a partir de ellas debe
utilizar ambas. Obsérvese que una de las premisas es una negativa existencial. En
este caso, la conclusión intermedia contradice a la negativa existencial. En una
deducción directa, una de las siete reglas esquematizadas tendría que aplicarse a la
negativa existencial por sí misma o en combinación con la otra premisa o con una
conclusión intermedia. Sin embargo, como señalamos anteriormente, ninguna de esas
reglas se aplica a una premisa negativa existencial. Por lo tanto, no es posible la
deducción directa de esta conclusión a partir de estas premisas.
El razonamiento que acabamos de utilizar para demostrar que esta conclusión no
puede deducirse de estas premisas mediante una deducción directa puede aplicarse en
general para demostrar que ninguna conclusión puede deducirse directamente de un
conjunto de premisas que contengan una negativa existencial, a menos, claro está,
que la negativa existencial sea redundante o que la conclusión sea una de las
premisas.
Así, en el silogismo categórico de Aristóteles, las deducciones directas son
en cierto sentido superfluas, mientras que las indirectas son indispensables.24
24 John Corcoran
Para más detalles, véase Corcoran y Scanlan 1982.
24 Irónicamente quizás, hay textos modernos de lógica simbólica cuyas deducciones son exclusivamente indirectas
(Jeffrey 1967/ 1991).
La lógica demostrativa de 25
Aristóteles
Fondo geométrico
Resulta difficultoso comprender el significado de la lógica de Aristóteles sin ser
consciente de su contexto histórico. Aristóteles tuvo una formación rigurosa y un
profundo interés por la geometría, tema que está repleto de demostraciones
directas e indirectas y que se menciona repetidamente en los Analíticos. Pasó
veinte años en la Academia de Platón, cuya entrada se dice que llevaba el lema:
Que no entre aquí nadie que no sepa geometría. El hecho de que la Academia
dispusiera de presentaciones axiomáticas de la geometría dos generaciones
antes que las de Euclides se ha señalado a menudo. David Ross (1923/1959, p.
47) señaló que "ya existían en tiempos de Aristóteles los Elementos de Geometría".
Según Thomas Heath (1908/1925/1956, Vol. 1, pp. 116-117), 'El libro de texto de
geometría de la Academia fue escrito por Teudio de Magnesia. . . El libro de
texto de geometría de la Academia fue escrito por Theudius de Magnesia,
[quien] debe considerarse el precursor inmediato de Euclides, y sin duda Euclides
Descargado por: [State University of New York] En: 23:25 27 enero 2009
Paradigmas aristotélicos
En la página 24 de su influyente obra maestra de 1962 La estructura de las
revoluciones científicas, Thomas Kuhn decía que la ciencia normal "parece un intento
de forzar a la naturaleza a entrar en la caja preformada y relativamente inflexible
que proporciona el paradigma". Continuando en la misma página, añadió dos de
las frases más reveladoras del libro.
25 Una de las más ridículas fue insistir en que un singular como "Sócrates es griego" era una elipsis para un
26 John Corcoran
universal "Todo Sócrates es griego". Este absurdo se diseñó para perpetuar la ilusión de que el paradigma de
Aristóteles exigía que toda proposición fuera categórica. La ilusión se basaba en confundir la ilustración particular
de Aristóteles de su teoría general de la deducción con esa teoría general.
La lógica demostrativa de 27
Aristóteles
aspectos bien fundados. Algunos fueron ciertamente patéticos en la sabiduría
retrospectiva.26 En cambio, unos pocos fueron ingeniosos y serán recordados
como sólidas contribuciones a la sabiduría lógica, si no a la lógica dominante. En
esta última categoría incluyo el brillante intento de Guillermo de Ockham de dar
cuenta de los términos vacíos en el marco de la lógica categorial de Aristóteles
(Corcoran 1981).
Sería un grave error pensar que por "paradigmas inflexibles" sólo entiendo
los que se remontan a la antigüedad, aunque en este ensayo sólo son relevantes
los paradigmas antiguos. Durante dos milenios, la lógica estuvo dominada por al
menos tres paradigmas que aparentemente llevaban el imprimátur de Aristóteles.
Dos de ellos se tratan en este ensayo: la teoría de las deducciones categóricas y
la teoría de la demostración de verdad y consecuencia. Un tercer paradigma
importante, la metodología lógica de Aristóteles, incluido su método para
establecer la independencia, queda fuera del alcance de este ensayo. Se ha
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tratado en otros lugares (Corcoran 1974a, 1992, 1994b). Por lo tanto, no se ha dicho
nada en este ensayo sobre una de las contribuciones más duraderas de Aristóteles:
su método de contraargumentos para establecer la independencia, es decir, para
producir el conocimiento de que una conclusión no se sigue de premisas dadas.
La lógica deductiva ha realizado progresos inconmensurables desde la teoría
de las deducciones categóricas de Aristóteles. Cada vez más argumentos han
sido sometidos al mismo tipo de tratamiento que Aristóteles dio a los argumentos
categóricos. En retrospectiva, el explosivo aumento en el campo del que se
informa en la obra maestra de 1854 de George Boole (1815-1864) sirvió
simplemente para encender una reacción en cadena de nuevos avances que
continúa incluso hoy en día (Corcoran 2006a). El sistema de Aristóteles no
reconocía términos compuestos (como "triángulo o cuadrado") ni ecuaciones
(como "1 + 2 = 3"). El sistema de Boole reconoce ambos. A diferencia de otros
innovadores lógicos revolucionarios, la grandeza de Boole como lógico fue
reconocida casi de inmediato. En 1865, apenas una década después de sus Leyes
del Pensamiento de 1854 y ni siquiera un año después de su trágica muerte, la
lógica de Boole fue objeto de una conferencia en la Universidad de Harvard
titulada "Boole's Calculus of Logic" ("El cálculo lógico de Boole") impartida por
C. S. Peirce. Peirce abrió su conferencia con las siguientes palabras proféticas
(Peirce 1865/1982, pp. 223-224).
26 El intento de Boole de forzar el silogismo de Aristóteles en el molde de la lógica ecuacional podría considerarse
patético una vez que se ve que condujo a Boole a su "falacia de las soluciones" y le cegó ante las deducciones
indirectas de Aristóteles. Boole nunca intentó siquiera encajar las deducciones indirectas en su molde. Frege
tiene una enmarañada explicación de que las deducciones indirectas son deducciones directas disfrazadas. Varias
28 John Corcoran
décadas más tarde, Tarski (1941, pp. 157-159) todavía decía a sus lectores que las expresiones 'prueba indirecta' y
'prueba por reductio ad absurdum' indican pruebas directas que utilizan cierta ley lógica que él llama 'la llamada
LEY DE REDUCTIO AD ABSURDUM'. En la misma página, afirmaba que "las pruebas de este tipo pueden
caracterizarse generalmente de la siguiente manera: suponemos que el teorema es falso, y derivamos de ello ciertas
consecuencias que nos obligan a rechazar la suposición original", lo que no es una mala descripción de una
deducción indirecta genuina, pero nada que ver con la deducción directa que había puesto como ejemplo.
La lógica demostrativa de 29
Aristóteles
Notation', Peirce reconocía en letra de imprenta proposiciones simples que
tenían más de dos términos (1992, pp. 225-226). Algunos ejemplos son la
proposición triádica de que el signo "7" denota el número siete para la persona
Charles y la proposición tetrádica de que uno es a dos lo que tres es a seis. Peirce
retomó el tema en su manuscrito de 1907 'Pragmatism' (1998, pp. 407-408),
donde presentó su ahora conocido análisis triádico de proposiciones sobre dar
como 'La persona Abe da el perro Rex a la persona Ben'.
Dado el interés de Aristóteles por la geometría y sus observaciones
históricamente importantes sobre el desarrollo de la teoría de la proporción
(analogía), es notable que en el Organon no encontremos ninguna discusión
sobre proposiciones tetrádicas o argumentos de proporcionalidad como el
siguiente.
1 : 2 :: 3 : 6. 1 : 2 :: 3 : 6. 1 : 2 :: 3 : 6.
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? 3 : 6 :: 1 : 2. ?1 : 3 :: 2: 6. ? 2 : 1 :: 6 : 3.
Deducción directa 2
1. Si todo rectángulo es un cuadrilátero, todo cuadrilátero es un polígono.
2. Si todo cuadrado es un rectángulo, todo rectángulo es un cuadrilátero.
3. Cada cuadrado es un rectángulo.
? Un cuadrado es un polígono.
4. Todo rectángulo es un cuadrilátero. 2, 3
5. Todo cuadrilátero es un polígono. 1, 4
6. Cada cuadrado es un cuadrilátero. 3, 4
7. Cada cuadrado es un polígono. 6, 5
8. Algún polígono es un cuadrado. 7
9. Un cuadrado es un
polígono. 8 QED
Conclusión
La Analítica de Aristóteles contiene una teoría general de la demostración, una
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que el razonador establezca un subobjetivo y vea que la mejor manera de alcanzar el subobjetivo es el razonamiento
indirecto y así comenzar una subdeducción indirecta dentro de la deducción indirecta inicial (Corcoran 1974a, pp.
32 John Corcoran
116-117).
28 Esto es especialmente irónico porque en otra parte del mismo libro Łukasiewicz dijo que la Analítica Prior no
contiene ningún instrumento de prueba en absoluto. Su opinión es que la Analítica previa presenta una teoría
axiomática cuya lógica subyacente se presupone pero no se presenta.
La lógica demostrativa de 33
Aristóteles
p. 58) se fijó en la definición más amplia. En lugar de tomarla como una pista para
una teoría más amplia, criticó la definición de Aristóteles por ser "demasiado
general".
Por último, los principales comentaristas e historiadores de la lógica ni
siquiera se han percatado de que en los Analíticos anteriores se encuentre una
teoría especial de la deducción. De hecho, a pesar de la observación anterior,
Łukasiewicz ni siquiera se dio cuenta de que hay alguna teoría de la deducción
que se encuentra en cualquier parte de la Analítica. Sabía que toda ciencia
axiomática o deductiva presupone una lógica subyacente que especifica cómo
debe llevarse a cabo la deducción a partir de sus premisas básicas. En lugar de
reconocer que la identificación de la naturaleza de las lógicas subyacentes era el
objetivo de Aristóteles en la Analítica previa, consideró que Aristóteles estaba
presentando una ciencia axiomática cuya lógica subyacente presupuesta no se
encontraba en ninguna parte de la Analítica. Más recientemente, Lejewski
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Agradecimientos
Dedico este artículo a mi amigo y colega el profesor Robin Smith con motivo
del vigésimo aniversario de su traducción definitiva con comentarios de los
Analíticos previos de Aristóteles.
Este ensayo se basa en mi conferencia en el Coloquio Internacional de Historia
de la Lo'gica dedicado a la Lo'gica de Aristo'teles celebrado en noviembre de 2007 en
Santiago de Chile en la PUC de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El primer ponente fue el venerado Prof. Roberto Torretti, reconocido decano de
los filósofos chilenos.
29 El trabajo de 1973 de Timothy Smiley sobre el silogismo categórico coincide en todo con el mío. Él descubrió
independientemente sus puntos principales más o menos al mismo tiempo que yo descubrí los míos. Es un
accidente insignificante que mi primera publicación sobre este tema sea anterior a la suya.
30 En este artículo presenté lo que considero la más básica y simple de las teorías de la demostración atribuibles
responsablemente a Aristóteles. Hay varios pasajes, por lo general discutidos y oscuros, en los que Aristóteles
parece elaborar más sus puntos de vista sobre la naturaleza de las premisas últimas de una demostración,
nuestro conocimiento de ellas y lo que muestra una deducción de una consecuencia a partir de ellas. He aquí algunos
ejemplos representativos. Dice que las premisas últimas deben ser "necesarias" y conocidas como tales, que es imposible
34 John Corcoran
demostrar cualquiera de ellas utilizando otras como premisas, y que las deducciones deben mostrar que los hechos
referidos en las respectivas premisas son las "causas" de los referidos en las respectivas conclusiones. Estos pasajes
tienden a desviar la atención de los aspectos profundos, claros, útiles y bellos de la Analítica. Ninguna de estas ideas ha
desempeñado hasta ahora papel alguno en la comprensión moderna de la demostración. Haber planteado
cuestiones tan turbias y polémicas habría hecho difficultoso, si no imposible, dejar al lector con una apreciación de la clara y
duradera contribución que Aristóteles hizo a nuestra comprensión de la demostración.
La lógica demostrativa de 35
Aristóteles
La PUC/CL tiene una rica tradición de excelencia en lógica, tanto en
matemáticas como en filosofía. Su distinguida facultad de lógica acoge
anualmente la conferencia internacional de lógica que lleva el nombre de
Rolando Chuaqui (1935-1994), el gran lógico chileno. Bajo la dirección de
Chuaqui, la PUC se ganó la distinción de ser la primera universidad en conceder
el doctorado honoris causa a Alfred Tarski (Feferman y Feferman 2004, 353).
Agradezco al profesor Manuel Correia la organización del coloquio y su atenta y
cálida hospitalidad. También estoy agradecido a otros profesores santiaguinos,
especialmente al matemático Renato Lewin. Siempre estaré agradecido a
Roberto Torretti por su cálida y generosa introducción y por su amable
hospitalidad. Este ensayo debe mucho a las informativas discusiones con Pierre
Adler, George Boger, Elizabeth Compton, Manuel Correia, Newton da Costa,
John Foran, Gabriela Fulugonio, James Gasser, Josiah Gould, Steven Halady,
James Hankinson, David Hitchcock, Forest Hansen, Amanda Hicks, John
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Kearns, Daniel Merrill, Joaquin Miller, Mary Mulhern, Frango Nabrasa, Carlo
Penco, Saci Perereˆ , Walther Prager, Anthony Preus, Jose'Miguel Sagu¨illo,
Michael Scanlan, Robin Smith, Thomas Sullivan, Roberto Torretti, Kevin Tracy,
Jiyuan Yu, y otros. El editor de la HPL, John Dawson, y sus dos árbitros
anónimos hicieron muchas sugerencias útiles. El artículo toma prestado de mis
entradas de enciclopedia citadas en las referencias, especialmente de 'Lógica
demostrativa', 'Conocimiento y creencia' y 'Revoluciones científicas'. Partes de
este artículo se presentaron en el Seminario Aristóteles de la Universidad de
Búfalo del profesor Jiyuan Yu, en el Coloquio de Lógica de Búfalo, en el
Coloquio de Filosofía de la Universidad de Búfalo, en el Evergreen State College
y en el Canisius College.
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