Historia Cristo Redntor
Historia Cristo Redntor
Historia Cristo Redntor
La elección del lugar en el que se colocaría esta famosa imagen estuvo a cargo del Círculo
Católico de Río de Janeiro. El Monte del Corcovado tuvo como competidores al Pão de
Açúcar y al Monte de San Antonio, pero fue elegido debido a que era el más alto de los
tres.
Antes de llegar a su forma actual, la imagen del Cristo Redentor tuvo varias
modificaciones. El proyecto aprobado de Heitor da Silva consistía en la imagen de Jesús
sosteniendo una cruz en la mano izquierda y un globo terráqueo en la otra mano que,
según la princesa Isabel, eran los atributos materiales más importantes en la visión del
ingeniero.
La imagen de Cristo cuenta con una espectacular iluminación que engalana las noches de
la capital del estado del mismo nombre. A través de tres ascensores y escaleras
mecánicas, los turistas pueden disfrutar de una de las más espectaculares vistas como la
Laguna Rodrigo de Freitas, las playas de Ipanema y Leblon, el Jardín Botánico, el Jockey
Club y gran parte del Parque de Tijuca, hacia la parte sur; mientras que por el norte es
posible admirar Copacabana, Botafogo, Flamengo, la Bahía de Guanabara y el Monte de
Pão de Açúcar. En la parte frontal es posible contemplar el centro de la ciudad, la Bahía de
Guanabara y Niteroi; y desde el oeste aparecen el Estadio Maracaná y una parte del
Parque Tijuca, además del Océano Atlántico.
Sin dudarlo, esta se convertirá en una de las mejores experiencias que tendrá el turista
que visite Brasil, ya que estará en la cima de Río de Janeiro bajo la atenta mirada de Cristo
Redentor.
Considerado el atractivo central de Río de Janeiro, el Cristo Redentor es la obra art decó
más grande del mundo con 38 metros de altura y un peso de 1 200 toneladas. Con los
brazos extendidos, la imagen de Cristo pareciera estar protegiendo a la ciudad que nunca
duerme.
Esta impresionante estatua está situada en la cima del Cerro del Corcovado, a 710 metros
sobre el nivel del mar. Representa la fe y la simpatía del pueblo carioca, por lo que este
coloso promete ser, con más de 80 años de historia, uno de los principales atractivos
turísticos durante el desarrollo de la Copa del Mundo FIFA 2014 y de los Juegos Olímpicos
2016.
1. El Monte de Concorvado mide unos 710 metros y forma parte del Parque Nacional de
Tijuca. En el siglo XVI, las colonos portugueses lo llamaron “Pico da Tentação” (Pico de la
Tentación) en honor a la montaña bíblica que lleva el mismo nombre y en la que Jesús fue
tentado por el Diablo. Un siglo después, fue bautizada como “O Corcovado” para señalar
su forma redonda; “corcova” significa “joroba” en portugués.
2. El Emperador de Brasil Pedro I fue el primero en ordenar una expedición hasta la cima
del monte en el año de 1824. En el año de 1882 su hijo, el Emperador Pedro II inauguró un
ferrocarril de 3,800 metros hasta la cima del monte que todavía funciona hoy en día y es
por el Padre Maria Boss. La estatua fue construida en Francia porque se pensaba que en
ese momento los trabajadores brasileros no eran capaces de construir una obra maestra
como esta. A pesar de que estaba construida por un gran número de piezas (sólo la cabeza
consta de 50) una por una fueron transportadas hasta Rio de Janeiro.
4. Más de 1000 toneladas de hormigón forman los 38 metros de altura de la estatua que
fue construida al revés, primero la cabeza hasta llegar a los pies.
5. En los planos originales de la estatua, el Cristo tenía en sus manos un globo terráqueo y
una cruz.
8. El Gobierno Brasileño tiene previsto crear una réplica de la estatua del Cristo Redentor
de 10 metros de altura para promover el país durante los Juegos Olímpicos de Brasil de
2016. La réplica será construida en Primose Hill, en el norte de Londres.
9. Portugal posee una réplica del Cristo Redentor en Almada. Construida en 1959 y
apodada “Cristo Rey” (Cristo-Rei), mide 110 metros y ofrece una de las vistas más
hermosas de Lisboa.
10. El Cristo Redentor y el Concorvado han sido la inspiración para numerosos poemas y
son el tema central de múltiples canciones como el “Corcovado” de Tom Jobim” y
“Blessed to be a Witness” de Ben Harper.
Historia del Cristo Redentor
La construcción de un monumento religioso en Río de Janeiro fue sugerido por primera vez
en 1859 cuando el sacerdote Pedro María Boss le pidió financiamiento a la Princesa Isabel
de Brasil para construir un monumento religioso. La princesa no prestó mucha atención y
la idea fue totalmente descartada cuando Brasil se convirtió en república en 1889,
separando por ley a la Iglesia y el Estado.
Con los esquemas del ingeniero Heitor Da Silva Costa, y la financiación de todos los
brasileños, en 1922 se colocó la primera piedra. Carlos Oswald aportó sus diseños, y la
imagen es obra del francés Paul Maximilien Landowski. Su construcción tardó 5 años,
en los cuales se utilizó el tren de Corcovado como único modo de llevar las grandes
piezas de ésta estatua hasta el lugar. Así fue como en 1926 se iniciaron las obras y luego
se terminó en 1931.
Su inauguración, al fin, se produjo el 12 de Octubre de 1.931, después de aproximadamente
cinco años de obras. En la ceremonia de inauguración estaba previsto que la iluminación
del monumento fuera accionada desde la ciudad italiana de Nápoles, donde el científico
italiano Guillermo Marconi emitiría una señal eléctrica que sería retransmitida por una
antena situada en el barrio carioca de Jacarepaguá, vía una estación receptora localizada en
Dorchester, Inglaterra. Sin embargo, el mal tiempo imposibilitó la hazaña y la iluminación
fue finalmente accionada directamente desde el local.
La construcción de hormigón armado, de más de 1.000 toneladas, combina ingeniería,
arquitectura y escultura, y tiene entre sus logros el hecho de que nadie muriera en
accidente durante las obras, algo que no era normal en la época y con proyectos de esa
dimensión. Por las condiciones de construcción, sobre una base en la que casi no cabía el
andamio, con fuertes vientos, y la estructura de la estatua, cuyos brazos se extienden hacia
el vacío y la cabeza queda inclinada en un desafío a la ingeniería.
Para el revestimiento de la obra varios materiales fueron estudiados para finalmente elegir
la “piedra- jabón”. Si bien es un material débil, que incluso puede ser rayado con las uñas
es extremadamente resistente al paso del tiempo, no se deforma, ni se raja con las
variaciones de temperatura.
Su iluminación, de color gris verdosa, intentó cambiarse a azul hace unos años, pero fueron
tales las lluvias torrenciales que se produjeron durante su inauguración, que tuvo que ser
aplazada, y por superstición, se pensó que el Cristo se negaba a que lo cambiaran.
Por otro lado, en el año 2.000, y durante un periodo de fuertes recortes eléctricos, el
Cristo redentor fue el único que no sufrió ninguna restricción lumínica,
permaneciendo iluminado en todo momento. El sistema de iluminación fue sustituido
dos veces: en 1932 y en 2000. Restaurado en 1980, con motivo de la visita del papa Juan
Pablo II, y nuevamente en 1990.
En 2003 fue inaugurado un sistema de escaleras mecánicas para facilitar el acceso a la
plataforma donde se eleva la estatua. Desde el 12 de octubre de 2003 se puede realizar
matrimonios, bautizos y celebraciones ecuménicos católicos, haciendo uso de su capilla de
Nuestra Señora de Aparecida en la base del Cristo.
En el 2006 el lugar donde está El Cristo Redentor fue declarado santuario.