La Familia Cristiana
La Familia Cristiana
La Familia Cristiana
María Goretti
Asignatura
Informática
Tema
La Familia Cristiana
Profesor
Julio Ortiz
Alumna
Briana Suazo
Fecha
18 agosto 2022
La familia cristiana
Entre otros elementos esenciales innumerables para una vivencia feliz, saludable,
dentro de un contexto de cuidado, desarrollo y crecimiento en el contexto familiar,
hay algunos hábitos que pueden fortalecer el vínculo afectivo entre sus miembros.
Y que benefician no solamente la unidad familiar, sino que también a cada
persona individualmente. Ellos son:
Organización: disciplina y orden: “si el hogar debe ser el lugar más atractivo del
mundo” la limpieza, el aseo y el orden son indispensables en la formación de los
hábitos de cada miembro de la familia. Si el culto personal y familiar contribuye a
acercarnos a Dios y a mantener nuestra mente pura y limpia, ese mismo proceso
debe contribuir para organizar nuestra vida exterior. El desorden, el descuido y la
falta de esmero nos apartan de un Dios que todo lo creó con orden y belleza. Los
hijos disciplinados, por otro lado, son una bendición para la escuela donde
estudian y para la sociedad en la que se desempeñan.
Perdón: disposición para ofrecer y recibir perdón: El tema del perdón no debe
estar presente solo en una oración, muchas veces repetida automáticamente.
Debe permear, en primer lugar, nuestras relaciones con cada miembro de la
familia. El perdón abre camino para la cura y la reconciliación de las relaciones.
Tener la conciencia de que Dios perdona nuestros pecados, arrojándolos al fondo
del mar, debe ser el modelo principal de acción ante la intención de juzgar,
condenar o tomar represalias cuando alguien nos hiere intencionalmente o no.
Practique el hábito de perdonar. Adquiera el hábito de perdonar más, de apretar
más la mano de alguien, de abrazar. “Actualice la foto de las personas todos los
días”.
Comunicación: disposición para dialogar. Permite saber lo que el otro está
pensando y sintiendo. Es la mejor forma de resolver desentendidos o de ofrecer
alguna aclaración. Practique fielmente el hábito de preguntar cómo se siente cada
miembro de su familia. Dedique momentos para mirar a los ojos escuchando con
el corazón. Trate de demostrar respeto por medio de sus actitudes a las criaturas
especiales de Dios. Ese hábito contribuirá para que todos los miembros de la
familia sepan relacionarse y ser más felices. No se olvide de incluir siempre a los
más jóvenes y a los de más edad en los diálogos. Es una forma de construir y
mantener la historia de la familia por medio de todos sus protagonistas.