Qué Es La Edad Media
Qué Es La Edad Media
Qué Es La Edad Media
La Edad Media es el período de la historia comprendido entre la caída del Imperio Romano de
Occidente, en 476 d. C., y la llegada de los españoles a América, en 1492. Este periodo histórico
se encuentra entre la Edad Antigua y la Edad Moderna.
Durante la Edad Media, el poder de los Estados europeos se vio debilitado a favor de señores
feudales, grandes terratenientes que se ocupaban de la seguridad de sus tierras. La
organización política, económica y social giró en torno a los feudos, en los que los campesinos
trabajaban a cambio de la protección y el amparo de su señor feudal.
Además, durante este periodo surgió la religión musulmana y se expandió por la península
arábiga, el Medio Oriente, el norte de África y el sur de Europa. En contraposición, la Iglesia
cristiana se desarrolló como una fuerza fundamental en Europa, que dio identidad cultural a las
diferentes unidades políticas en el continente.
Edad Media
Comenzó en 476 d. C., con la caída del Imperio Romano de Occidente y finalizó en 1492 d. C.,
con la llegada de los colonizadores europeos a América.
Durante sus más de diez siglos de historia, surgieron y cayeron diferentes Estados; en Europa
predominó la fragmentación política y el establecimiento de un sistema político, económico y
social llamado feudalismo.
La religión cristiana dominó la escena europea como fuerza política y generó una identidad
cultural que se enfrentó a la expansión musulmana.
Edad Media
Los artistas del siglo XVI consideraban que la Edad Media había sido una época oscura.
Los primeros estudiosos que empezaron a utilizar el término “Edad Media” fueron filósofos,
artistas y poetas de los siglos XVI y XVII. Giorgio Vasari, un historiador del arte, publicó en 1550
su libro Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde
Cimabue hasta nuestros tiempos. En esta obra resaltaba dos periodos históricos por el
esplendor del arte y de la cultura: la Edad Antigua, de la que enaltecía la escultura y la
arquitectura griegas y romanas, y la Edad Moderna, su propio tiempo, en pleno auge del
Renacimiento italiano.
Al tiempo que había entre ambos periodos, Vasari lo llamó Edad Media y lo veía como un
periodo oscuro, sin avances culturales. Veía a la Edad Media como una etapa inferior, entre dos
etapas superiores, la Antigüedad y la Modernidad. Esta visión se mantuvo en otras ramas de
los estudios sobre el pasado, y fue compartida por los historiadores del siglo XIX.
Actualmente, los historiadores ya no consideran a la Edad Media como una época oscura. El
desarrollo de los estudios históricos y diferentes escuelas historiográficas resaltan la
importancia de la época. En este periodo se produjeron cambios muy importantes y
movimientos políticos, económicos y culturales de gran relevancia.
papa-edad-media
Temprana Edad Media (476-843 d. C.). Luego de la caída de Imperio Romano de Occidente, se
conformaron tres grandes centros de poder: los reinos romano-germánicos, el Imperio
bizantino y los califatos musulmanes. De esta etapa data el Imperio franco de Carlomagno, el
reinado de Justiniano en Bizancio y la gran expansión de la fe musulmana.
Alta Edad Media (843-1100 d. C.). Durante este periodo tomó forma el sistema feudal, basado
en las relaciones de fidelidad personal, la producción agrícola y la autosuficiencia económica.
Las incesantes guerras y la pérdida de grandes unidades políticas llevaron al despoblamiento
de las ciudades y la preponderancia de la vida rural. Se consolidó el poder del Papa cristiano
sobre Occidente, en confrontación directa con el Imperio Bizantino, que fundó la Iglesia
Ortodoxa.
Baja Edad Media (1100-1492 d. C.). En este periodo resurgieron las ciudades y apareció un
nuevo grupo social: la burguesía. De este periodo datan las Guerras Cruzadas cristianas para
recuperar territorios en Oriente, la crisis del siglo XIV, la peste negra de 1348, el fortalecimiento
de las monarquías (Inglaterra, Francia y España) y el gran Cisma de la Iglesia cristiana. Finaliza
con la llegada de Colón a América en 1492 d. C.
Edad Media
Desde finales del siglo V, se consolidaron los diferentes reinos romano-germánicos en Europa.
Desde la caída del Imperio Romano de Occidente, se disolvió la unidad política, cultural y
administrativa que existía en torno al mar Mediterráneo. El continente europeo, el norte de
África y el Cercano Oriente asiático pasaron a ser áreas de disputa entre diversos pueblos e
identidades culturales.
Imperio bizantino. El Imperio Romano de Oriente sobrevivió a los ataques de los pueblos
germánicos y se mantuvo como unidad política durante casi toda la Edad Media. Durante el
siguiente milenio, diferentes influencias culturales y políticas se combinaron y transformaron la
identidad del Imperio oriental, que se caracterizó por el legado de la cultura griega, el
enaltecimiento sagrado del emperador y la Iglesia Cristiana Ortodoxa, autónoma de la
influencia papal de Occidente. Durante todo el periodo, el Imperio Bizantino se constituyó
como una barrera frente al avance de los califatos árabes.
Imperio carolingio. Durante los siglos VIII y IX d. C., bajo la dinastía de los carolingios, el reino
franco logró consolidar su autoridad política y territorial a través de una alianza con el papado
cristiano. Durante el reinado de Pipino el Breve y Carlomagno, el Imperio se consolidó
estableciendo lazos de fidelidad personal con la aristocracia guerrera, a cambio de tierras y
privilegios reales. A la muerte de Carlomagno en 814 d. C., estallaron disputas por la sucesión
del imperio, que finalmente terminó dividiéndose en diferentes reinos.
Fortalecimiento de las monarquías. La crisis del siglo XIV disminuyó el poder de los señores
feudales y permitió el fortalecimiento de la autoridad de los reyes. Inglaterra, Francia y los
reinos cristianos de la península ibérica se aliaron con las burguesías locales e impulsaron
políticas para controlar a los nobles.
Edad Media
Durante la Edad Media, los caballeros consolidaron su poder como señores feudales.
Desde el siglo XI, el sistema feudal o feudalismo fue el modelo imperante durante la Edad
Media, y consistía en la organización político-territorial de Europa en pequeñas unidades
políticas llamadas feudos.
Los feudos eran tierras que los reyes habían otorgado a nobles guerreros por su servicio. Los
feudos incluían un castillo, los bosques y las tierras que lo rodeaban. Los señores feudales
poseían el usufructo de la tierra y tenían el derecho a explotar el trabajo de los campesinos que
habitaban en el feudo.
La entrega de feudos se realizaba mediante una ceremonia en la que el señor feudal rendía
homenaje al rey, le juraba fidelidad y le prometía asistirlo en caso de guerra. Así, el señor
quedaba unido al monarca mediante un vínculo doble: el del beneficio, por el cual reconocía
que la propiedad era del rey, y el del vasallaje, por el cual comprometía su lealtad.
A medida que el poder de los reyes se fue debilitando, los señores feudales comenzaron a
tener más autonomía y adquirir más derechos sobre sus tierras. Por ejemplo, el poder de ban
los convertía en jueces de todo lo que sucedía en sus tierras: podían fijar impuestos, establecer
obligaciones a los campesinos y castigar las desobediencias.
Con el tiempo, los señores más importantes (condes, duques y marqueses) otorgaron, a su vez,
partes de sus feudos a otros señores menos poderosos (barones y caballeros), también
mediante una ceremonia de vasallaje.
Edad Media
Desde la imposición del feudalismo, la sociedad quedó atravesada por la desigualdad jurídica,
ya que impusieron diferencias legales entre los que tenían privilegios (el rey y los señores
feudales) y los que no los tenían (los campesinos y artesanos). La pertenencia a uno u otro
grupo quedaba definida desde el nacimiento y no podía modificarse legalmente. Según la
Iglesia cristiana, este orden social había sido establecido por Dios.
Campesinos y artesanos. La mayoría del campesinado estaba constituido por siervos, que eran
campesinos sujetos a la tierra en la que vivían y que debían trabajar para el señor feudal. Los
siervos debían trabajar sus propias tierras y las del señor. Además, existían algunos campesinos
que eran libres y dueños de las tierras que trabajaban, llamadas alodios. Sin embargo, los
campesinos libres fueron cada vez menos. Los artesanos dedicaban gran parte del tiempo a su
oficio, pero también cultivaban sus tierras para la propia subsistencia.
Señores feudales. Los señores integraban el grupo privilegiado de la sociedad feudal y eran
nobles. No debían pagar tributos ni trabajar la tierra. Los señores podían ser laicos o religiosos.
Los señores religiosos eran miembros de la jerarquía de la Iglesia y los señores laicos eran
nobles que se dedicaban a la guerra.
Con el resurgimiento de las ciudades desde el siglo XI, apareció un nuevo grupo social: la
burguesía. Los burgueses eran los habitantes de los burgos: los nuevos núcleos urbanos que se
fueron formando en cruces de caminos, cerca de los castillos o las viejas ciudades romanas. Se
dedicaban a la producción artesanal (herrajes, cerámicas, tejido, mobiliario, etc.) para el
intercambio con productos agrícolas del campesinado.