Resilencia Ciudadana

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E.N.C.O.O.

Estudiante: Juan David Godínez López

Curso: Seminario

Docente: Kelvin Barrios

Grado: 6to PC. Sección; A,


Ciclo; 2,023
Introducción
La resiliencia ciudadana, es la capacidad de
instituciones, comunidades e individuos en una ciudad
para sobrevivir, adaptarse y crecer a pesar de Las
adversidades u obstáculos que se les presenten, en el
Año 2,020 en Guatemala se nos presentó un obstáculo
muy grande para cumplir con nuestras actividades,
independientemente de nuestra labor la pandemia nos
afectó en gran medida ya que como sociedad
dependemos directa e indirectamente de las demás
personas. Al estar aislados del mundo es cuando en
verdad comprendimos lo indispensables que son todos
en la sociedad. En este escrito profundizaremos más
en el concepto de resiliencia, así como también
hablaremos sobre como afecto la pandemia al país,
pero enfocándonos en sector educativo.
Índice.
Significado de Resiliencia..........................................................................................4
¿Qué es Resiliencia?.........................................................................................4
Resiliencia en la psicología................................................................................4
Resiliencia ambiental..........................................................................................5
Resiliencia en adolescentes y niños..................................................................5
Otros tipos de resiliencia....................................................................................5
Efectos que tuvo la pandemia en Guatemala...........................................................5
La pandemia y sus efectos virales. Impactos en la economía y la salud en
Guatemala..........................................................................................................5
Impactos en el empleo.......................................................................................8
Impacto sanitario de la pandemia en Guatemala...............................................8
Pandemia y sectores más vulnerables...............................................................9
Efectos que tuvo la pandemia sobre el sector educativo....................................10
Significado de Resiliencia
¿Qué es Resiliencia?
La palabra resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos
críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada.
También indica volver a la normalidad. Resiliencia es un término que deriva del
verbo en latín resilio, resilire, que significa "saltar hacia atrás, rebotar". La
resiliencia es una aptitud que adoptan algunos individuos que se caracterizan por
su postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de
pensar en un mejor futuro. No obstante, no todas las personas poseen esta
característica, aunque tampoco se relaciona con la genética. Muchas veces esta
habilidad es desconocida por el individuo y la descubre únicamente cuando se
encuentra en medio de una situación difícil que logra superar gracias a su postura
de lucha y de seguir adelante. Ahora bien, se denomina como resiliente a aquella
persona que, en medio de una situación particular, es asertiva y convierte el dolor
en una virtud como, por ejemplo, el padecimiento de una enfermedad, la pérdida
de un ser querido, la pérdida de cualquier parte de su cuerpo, quedar en
bancarrota, entre otros. Algunos sinónimos que se pueden emplear para indicar la
palabra resiliencia son fortaleza, invulnerabilidad y resistencia.

Resiliencia en la psicología
La resiliencia en el ámbito de la psicología se entiende como la capacidad que
posee la persona para hacer frente a sus propios problemas, superar los
obstáculos y no ceder a la presión, independientemente de la situación. Es la
capacidad de un individuo para sobreponerse a períodos de dolor emocional y
traumas. Se corresponde, de manera aproximada, con el término "entereza". La
teoría dice que la resiliencia es la capacidad del individuo de ser asertivo y tomar
una decisión cuando se tiene la oportunidad de tomar una actitud correcta, a pesar
de tener miedo de lo que eso puede causar. Por consiguiente, esta cualidad se
origina cuando la persona demuestra si sabe o no hacer frente a una situación de
presión, superarla e integrar el aprendizaje a su vida.
Lo opuesto a la resiliencia es la anomia.
Resiliencia ambiental
La resiliencia ecológica o ambiental es la capacidad que tiene un determinado
sistema para recuperar el equilibrio después de haber sufrido una perturbación.
Este concepto se refiere a la capacidad de restauración de un sistema. El término
de resiliencia del medio ambiente se conoció a partir del año 1970, gracias al
trabajo del famoso ecologista canadiense C. S. Holling.

Resiliencia en adolescentes y niños


El desarrollo de una personalidad resiliente en niños y adolescentes es parte de su
desarrollo emocional y social para lograr la adaptación al entorno de manera
saludable. Cuando se pone en práctica la resiliencia, se logran destacar las
fortalezas y oportunidades de una situación negativa para seguir adelante en el
proyecto de vida. El desarrollo de la resiliencia es esencial para determinar la
confianza, optimismo, autoestima y para creer y desarrollar la capacidad de
superación ante las adversidades.

Otros tipos de resiliencia


 Resiliencia en sistemas tecnológicos: capacidad que tiene un sistema de
resistir y recuperarse ante desastres y perturbaciones.
 Resiliencia jurídica: posibilidad que poseen las personas de recuperar su
estado original de libertad, igualdad e inocencia, después de haber sido
sometidas a las acciones de fuerza del Estado.
 Resiliencia en sociología: capacidad que tienen los grupos sociales para
sobreponerse a resultados adversos, reconstruyendo sus vínculos internos.
 Resiliencia organizacional: en cuanto a gestión, se refiere a los procesos de
cambios y al equilibrio emocional de los trabajadores para hacer frente a las
diversas e inesperadas situaciones laborales.

https://www.significados.com/resiliencia/

Efectos que tuvo la pandemia en Guatemala

La pandemia y sus efectos virales. Impactos en la


economía y la salud en Guatemala
En materia económica, el impacto acumulado de la pandemia puede resumirse en
términos generales en tres tipos de impactos económicos:

 En materia económica, el impacto acumulado de la pandemia puede


resumirse en términos generales en tres tipos de impactos económicos:
 La mayor caída de la inversión ante la incertidumbre generalizada
 La contracción del consumo de bienes y servicios guatemaltecos en general
ante la pérdida de muchas fuentes de ingreso y empleo, sumado a un
ahorro preventivo de la población

En el segundo trimestre de 2020, el momento más crítico de la crisis sanitaria


cuando se manifestaron con claridad los efectos económicos de la pandemia, en
América Latina la región más afectada fue Centroamérica registrando un -17,2 por
ciento de contracción.
Mientras en el acumulado a los primeros tres trimestres de 2020, aunque las cifras
tuvieron un recálculo menos negativo, en el caso de América del Sur se registró
una contracción interanual del -7,7 por ciento, mientras que Centroamérica
experimentó una del -9,0 por ciento; en cualquiera de los casos, siempre fueron
muy altas (Cepal, 20.21b).
Respecto a otro indicador, conocido como el Índice Mensual de Actividad
Económica (IMAE) en las variaciones interanuales, el impacto de la pandemia es
aún más claro: exceptuando Nicaragua, donde se mantuvo en terreno positivo casi
todo el período, hubo una contracción en la actividad económica a partir de marzo
de 2020, llegando a reducciones máximas entre abril y mayo en los demás países.
A partir de ese momento, la actividad siguió contrayéndose, pero a tasas menores.
Hacia finales de 2020 Guatemala empezó a registrar un crecimiento en el
indicador.
La CEPAL (2020b) considerando el grado de impacto en las actividades
productivas, categorizó los sectores en tres grupos: los más afectados, que
corresponden sobre todo al sector servicios; los medianamente afectados,
vinculados al sector de manufactura, y los menos afectados, que se refieren al
sector agropecuario o a la silvicultura, como se muestra en la Figura 4. Así pues,
de acuerdo con CEPAL: Si se analiza el peso relativo en el PIB de 2019 de los
sectores, Panamá es en el istmo el país que tiene la mayor participación de los
sectores más afectados, con un 35,5 por ciento, concordante con la alta
contracción económica y con la fuerte reducción de actividad en dos de las
principales actividades generadoras de sus ingresos: el canal de Panamá y la
zona libre de Colón. En comparación con otros integrantes de América Latina,
Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua tienen una mayor participación en
el PIB de sectores menos afectados. Es decir, poseen una estructura productiva
con un mayor peso del sector agropecuario. El comercio se ha visto afectado por
la disminución de exportaciones a socios importantes. Nicaragua, Países Bajos y
Canadá presentan las variaciones interanuales positivas más grandes a junio
2020: 21.8, 17.3 y 12.5 respectivamente. Por otra parte, Italia, El Salvador y
Estados Unidos presentan las variaciones interanuales negativas más
significativas: -13.8, -10.2 y -5.9 por ciento, respectivamente. Fue hasta junio que
se dieron a conocer los motivos de la contracción en el consumo de bienes y
servicios guatemaltecos, con la pérdida de muchas fuentes de ingreso de la
población, siendo las remesas una de ellas. Los patrones de gasto de los hogares
se redirigieron al consumo de bienes y servicios esenciales para la prevención y la
reacción al COVID-19, o bien al ahorro preventivo. Esto impactó en la baja de las
importaciones y en las exportaciones de bienes no esenciales. Finalmente, las
medidas de reacción al contagio también impactaron en el costo de las cadenas
de logística, aparte de hacerlas menos eficientes. En general, las exportaciones de
bienes se estancaron hasta el tercer trimestre del 2020, con cambios visibles en
los patrones de gasto de consumidores internacionales. Los que han presentado
variaciones interanuales negativas han sido los artículos de vestuario, con un -
23.0 por ciento; bebidas líquidas alcohólicas y vinagres en -13.6 por ciento, entre
otros.
Por otra parte, al cerrar el año el sector agrícola representó un leve crecimiento
incluso a diferencia de los demás países de la región. El cardamomo fue el
producto emergente en la pandemia que reportó el segundo lugar con crecimiento
de las exportaciones en medio de la emergencia, con un 8 por ciento; esto, por
encima del café, el banano y el azúcar, los otros rubros tradicionales del sector
agrícola que alcanzaron un 7.7, 7.6 y 6 por ciento respectivamente. En cuanto a
los mercados, hubo una variación colocándose en primer lugar EE. UU. con 31.9
por ciento y en segundo, Centroamérica con un 29.3 por ciento; tras este mercado,
se encontraba la Unión Europea con 18 por ciento (Banguat y PL comercio 2020).
Con respecto a la inversión extranjera directa (IED), Moreno y Morales (2020)
señalan que “las bajas tasas de interés prevalecientes en los mercados financieros
de la región y la volatilidad en la percepción del riesgo de los países son
elementos que desmotivan el flujo de IED.” Así pues, los autores destacan que el
índice de bonos de mercados emergentes (EMBI, por su sigla en inglés), la cual
responde a una medición del riesgo país utilizada por inversores externos, entre
febrero y septiembre de 2020 aumentó en la mayoría de los integrantes del istmo
muy por encima del incremento percibido en Latinoamérica en su conjunto, con un
31,8 por ciento. A nivel de los ingresos totales del gobierno, desde marzo de 2020
todos los países de la región reportaron variaciones negativas respecto al año
anterior. Por su parte, Guatemala experimentó una afectación menor con una
reducción inferior al 10 por ciento. Con relación a los gastos, el promedio respecto
al PIB alcanzó el 20 por ciento para la mayoría de los países. Comparativamente
tanto El Salvador, Guatemala y Honduras reportaron un crecimiento en el gasto
para el segundo trimestre de 2020, mientras que Panamá tuvo una reducción. En
una primera instancia, todos los gobiernos a nivel centroamericano sufrirían
fuertes déficits en 2020, siendo el mayor afectado el de El Salvador, que llegaría
casi al 12 por ciento del PIB. Por su parte, Nicaragua, Honduras y Guatemala
gozarían de un mejor escenario en el corto plazo. El ICEFI (2020b) señala que en
Centroamérica solamente Nicaragua presenta una razón deuda-recaudación con
adecuada capacidad de pago, al estar debajo del 250 por ciento recomendado por
el FMI. Por otra parte, Costa Rica se registra con 532 por ciento; El Salvador con
539 por ciento; Guatemala con 523 por ciento; Honduras con 350 por ciento; y en
Panamá con 802 por ciento. En síntesis, la pandemia ha colocado la situación
presupuestaria y la sostenibilidad de la deuda pública de los gobiernos en una
posición más crítica a la que ya se encontraba en los países de la zona.

Impactos en el empleo
Uno de los impactos más graves de la pandemia, no solo en Centroamérica sino a
nivel mundial, ha sido el ocasionado sobre los mercados laborales ante la
desaparición de millones de puestos de empleos, cuya recuperación se prevé
lenta. El teletrabajo se ha constituido como una oportunidad para mantener el
empleo, pero no todos los trabajos son susceptibles de realizarse a distancia. Para
países desarrollados, el potencial del teletrabajo ronda en un 40 por ciento,
mientras que para países en desarrollo éste puede descender hasta el 5 por
ciento. En una submuestra de América Latina y el Caribe, el potencial de empleos
que pueden llevarse a cabo en esta modalidad ronda el 20 por ciento.
En la mayoría de los países de Centroamérica, los niveles serían similares o
inferiores al promedio de América Latina. Solamente en Costa Rica, de acuerdo
con Ulate et al. (2020), se estima el potencial del teletrabajo en un 34 por ciento,
colocándolo cerca de los niveles de países desarrollados. En segundo lugar, se
ubicaría Panamá con un 25 por ciento. Mientras tanto, El Salvador se estima un 16
por ciento. En el caso de Guatemala y Honduras, serían los países con menor
potencial de teletrabajo, con alrededor del 14 por ciento.
Al desagregar el continente americano, el conjunto de América Latina y el Caribe
sufrió una reducción del 16,2 por ciento de las horas de trabajo, perdiendo 39
millones de empleos: 10 millones en América Central, lo que representan una
reducción de 13,8 por ciento y 27 millones en América del Sur, convirtiéndose en
el mayor porcentaje, con un 17,7 por ciento. Sin embargo, estas proyecciones
siguen sin capturar el efecto del aumento en la informalidad que ha tenido un gran
impacto junto al subempleo y la reducción de jornadas laborales. Adicionalmente,
la OIT prevé que desaparezcan muchos más empleos del sector formal y que los
trabajadores del sector informal que continúen laborando, lo hagan ganando
mucho menos en comparación con salarios pagados antes de la pandemia.
Las expectativas de contratación de trabajadores, por parte de las empresas del
país, se han deteriorado de cara al tercer trimestre del 2020. El 17 por ciento de
los empleadores guatemaltecos anticipan una disminución en sus planillas
laborales y la tendencia neta del empleo es negativa por -13 por ciento. Tan sólo
en el departamento de Guatemala, donde más elevada ha sido la prevalencia de
contagios, se han suspendido a más de 111 mil trabajadores.

Impacto sanitario de la pandemia en Guatemala


La experiencia en la región de Centroamérica para responder ante emergencias
de salud pública, como la actual pandemia a causa del SARS CoV-2, ha expuesto
la debilidad existente en los sistemas salubristas en toda la región para prepararse
y responder de manera eficaz. Aunado a estos sucesos, han subrayado las
brechas preexistentes y los comportamientos heterogéneos en el acceso y la
calidad de la atención (GE et al., 2021). La enfermedad COVID-19 comenzó a
propagarse en Wuhan, China en diciembre de 2019, y el 11 de marzo del 2020 la
Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró pandemia. A dos meses de
concluir el 2021 hubieron cerca de 240 millones de casos en todo el mundo;
Guatemala no fue la excepción, con casi 600 mil casos, en un país en que los
entornos humanitarios, los sistemas de salud y socioeconómicos ya están
fragmentados y sobrecargados para hacer frente a esta emergencia. De la región
centroamericana, es el país con más casos acumulados seguido por Costa Rica y
Panamá con 546 mil 595 y 469 mil 190 respectivamente (Jhons Hopkins
coronavirus resource center).

Pandemia y sectores más vulnerables


Desde que en marzo del 2020 se confirmara el primer caso de COVID-19 en el
territorio nacional, se impulsaron distintas medidas para mitigar la propagación del
virus. Pero antes de su llegada, el sistema de salud guatemalteco contaba con
brechas preexistentes y comportamientos heterogéneos en el acceso y la calidad
de la atención, enfrentando serios desafíos. La pandemia resaltó la vulnerabilidad
de poblaciones en riesgo, aquellas que viven en áreas rurales, mayoritariamente
indígenas y afectadas por la situación de pobreza, además de los altos índices de
desnutrición. Y es que acorde a datos de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y
Nutricional (SESAN) los casos de desnutrición aguda se incrementaron en un 16.4
por ciento en el último año; entre el 1 de enero y el 21 de agosto de 2020 se
contabilizaron 18 mil 260 casos de menores de 5 años, mientras que en el mismo
período de 2021 fueron 21 mil 262; es decir, 3,002 más en el 2021. La tasa de
desnutrición aguda aumentó de 79,1 casos por cada 10 mil niños en 2020 a 92,1
casos por cada 10 mil niños en 2021, infiriendo que uno de cada dos niños en
Guatemala padece de desnutrición. La población indígena representa el 37.3 por
ciento la población guatemalteca; no obstante, las diferencias de condiciones
laborales en proporción a los habitantes no indígena son muy evidentes. Desde
esta perspectiva, destaca que 8 de cada 10 personas laboran principalmente en el
sector informal, lo cual implica que únicamente el 10.1 por ciento tiene acceso a la
cobertura del IGSS, en contraste al cerca del 30 por ciento de cobertura de la
población no indígena. A esto se añade que la mayor desigualdad se evidencia en
los ingresos de los trabajares del sector informal, donde el salario de un trabajador
indígena equivale a un tercio de los ingresos de un no indígena.
Las medidas tomadas ante la pandemia no solo encarecieron las condiciones de
vida; también, propiciaron un aumento de violencia de género, dando lugar a un
alza de las diversas formas de violencia y a mayores riesgos de vulneración de los
derechos de las mujeres. Las denuncias por violencia intrafamiliar registraron un
incremento durante el período de confinamiento. Estas crecieron a partir de
febrero 2019 y para junio del mismo año, prácticamente se habían duplicado. En
total, el número de denuncias documentadas hasta agosto del año 2020 fue de
801, mientras que, para el mismo período en el 2019, fue de 636, observándose
un alza de 26 por ciento. En Guatemala
https://library.fes.de/pdf-files/bueros/fesamcentral/19400.pdf

Efectos que tuvo la pandemia sobre el sector


educativo
¡

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