LAS POSADAS. Texto para Dramatizar

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GUIÓN ANUNACIÓN

Narrador: Al sexto mes de la concepción de Juan el Bautista, fue enviado por


Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la
virgen era María.

Y entrando…

Ángel Gabriel: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» «No temas,
María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y
vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será
llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

Virgen María: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»

Ángel: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya
el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible
para Dios.»

Virgen María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»

Y el ángel dejándola se fue.


GUIÓN VISITA A SANTA ISABEL

Narrador: Por aquellos días se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías.

Virgen María: Shalom, Isabel.

Isabel: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno!; y ¿de dónde
a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la
voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que
se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

Virgen María: (Cantar el Magníficat)

«Engrandece mi alma al Señory mi espíritu se alegra en Dios mi salvador


48.porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora
todas las generaciones me llamarán bienaventurada, 49.porque ha hecho en mi
favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre 50.y su misericordia alcanza
de generación en generación a los que le temen. 51.Desplegó la fuerza de su
brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. 52.Derribó a los
potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. 53.A los hambrientos colmó
de bienes y despidió a los ricos sin nada. 54.Acogió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia 55.- como había anunciado a nuestros padres -
en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.»

Narrador: María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
LAS POSADAS

AL INICIA RECORRIDO:

Virgen María: ¿Falta mucho, José? Ya no puedo más…

San José: Tranquila, María, ya queda muy poco. Son muchos kilómetros desde
Nazaret, lo sé, pero estamos a punto de llegar a Belén.

Virgen María: Lo sé… pero siento que está a punto de nacer…

San José: En cuanto lleguemos, buscaremos una posada. La mejor, la más


cómoda, para que nuestro hijo pueda nacer con las mayores comodidades.

Virgen María: Ay, José, Dios te oiga. Espero que no encontremos problemas
al llegar…

PRIMERA POSADA

San José: María, probemos en esta posada. Es la más grande, la mejor de Belén.
Me han hablado muy bien de ella. (José golpea la puerta)

Posadero 1: ¿Quién llama?

San José: ‘En el nombre del cielo pedimos posada, pues no puede andar mi
esposa amada’

Posadero 1: ‘Aquí no es mesón, sigan adelante. Yo no puedo abrir, no sea algún


tunante…’

San José: Pero… No somos tunantes. Y mi mujer está embarazada. ¿No tendrá
una habitación libre?

Posadero 1: Le dije que no, y no insista más. ¡Fuera!

San José: Vamos, María. Aquí no hay espacio. Sigamos caminando.


SEGUNDA POSADA

San José golpea la puerta…

Posadero 2: ¿Quién es?

San José: ‘En el nombre del cielo pedimos posada, pues no puede andar mi
esposa amada’.

Posadero 2: ¡Amigo, esta posada solo es para personas importantes, no para


cualquier peregrino!

San José: ‘No sean inhumanos, tengan caridad, que el Dios de los cielos se lo
premiará’.

Posadero 2: ‘Ya se pueden ir, y no molestar, porque si me enfado, los voy a


apalear’.

San José: ‘Venimos rendidos desde Nazaret. Yo soy carpintero y me llamo


José’.

Posadero 2: ‘No me importa el nombre. Déjenos dormir, porque ya les dije que
no hemos de abrir’.

San José: Oh, lo siento, María, no nos dejan pasar…

Virgen María: Vamos, José, sigamos buscando, tal vez haya algún albergue
más adelante.

San José: ¿Un albergue? ¿Cómo va a nacer nuestro hijo en un albergue?

Virgen María: No hay más posadas. Y no podemos hacer más. No importa


dónde nazca. ¡Vayamos a pedir habitación!

San José: De acuerdo, María, iremos al albergue.


TERCERA POSADA

Virgen María: ¡Aquí es! ¡Oh, no! ¡Parece que está repleto de gente!

San José: No nos demos por vencidos tan pronto. Pediremos habitación por si
acaso. Tal vez haya espacio, aunque sea en un rincón, para que nazca el Hijo de
Dios. (Golpea la puerta).

Posadero 3: ¡Voy! ¿Quién es?

San José: ¡Posada le pido, amado casero, la reina del cielo pronto va a ser
Madre del Divino Verbo!

Posadero 3: ‘Pues si es una reina quien lo solicita, ¿cómo es que de noche anda
tan solita?’.

San José: ‘Mi esposa es María, y es la reina del cielo. Yo soy José, el
carpintero, y pronto va nacer el Mesías, el Hijo de Dios, el Divino Verbo.

Posadero 3: Pero… esperad… Tengo todas las habitaciones completas. No os


puedo dar posada. ¡Seguid adelante!

Virgen María: ¡Oh, no! ¡No nos quedan más opciones!

San José: Tranquila María, sigamos caminando.


CUARTA POSADA

San José golpea la puerta.

Posadero 4: ¡Voy! ¿Quién es?

San José: ‘En el nombre del cielo pedimos posada, pues no puede andar mi
esposa amada’

Posadero 4: ¿De dónde vienen y a tan altas horas de la noche?

San José: ‘Venimos rendidos desde Nazaret. Yo soy José, el carpintero; y mi


esposa es María, es reina del cielo y Madre va a ser del Divino Verbo.

Posadero 4: ‘¿Eres tú José? ¿Eres tú María? Entren, peregrinos, no los


conocía’.

San José: ‘Dios pague señores la hospitalidad y os colme el cielo de felicidad’.

Posadero 4: Bueno, tengo un viejo pesebre, en donde duerme un buey… Tal


vez si lo arreglo un poco y enciendo una pequeña hoguera, puedan estar
calientes. Yo creo que podré hacer unas camas con paja…

Virgen María: Sí, sí, lo que sea, pero pronto… ¡Creo que el bebé ya viene!

San José: Tranquila, que en seguida podrás acostarte. ¡Corra, buen hombre! ¡El
niño Dios está a punto de nacer!

Todos: ‘Dichosa la casa que abriga este día a la virgen pura, la hermosa María’.
‘Entren, santos peregrinos, reciban este rincón; aunque es pobre la morada, os
la doy de corazón’.

(Para el dramatizado, María se recuesta en el pesebre para el nacimiento del


Niño Jesús. Se entona el Gloria in Excelsis Deo. Los ángeles entran danzando
con el Niño Jesús).

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