Sociedad y Derecho
Sociedad y Derecho
Sociedad y Derecho
(Carlos Carrillo)
SOCIEDAD Y DERECHO
INTRODUCCIÓN
LA SOCIEDAD Y EL DERECHO
La sustancia de la sociedad está en los individuos que la constituyen
en cuanto están unidos en un cierto orden"
EL FIN DE LA SOCIEDAD
EL BIEN COMÚN
El fin de la sociedad es el bien común, el cual es distinto del bien
individual de cada uno de sus componentes, o de la simple reunión de
los bienes individuales de cada una de las personas que la constituyen,
o del bien de un todo con vida orgánica que tiene su razón de ser en sí
mismo. El bien común es el conjunto de las condiciones espirituales,
culturales y materiales necesarias para que la sociedad pueda realizar su
fin propio y establecer un orden justo que facilite a las personas
humanas que integran la sociedad alcanzar su fin trascendente.
El bien común se funda en obligaciones de justicia. La justicia determina
y especifica el bien común; y, por ello, el bien común constituye un orden
de justicia.
LA SUBSIDIARIEDAD
El otro principio rector del bien común es la subsidiariedad, según el cual
cada persona y sociedad tiene una esfera específica de obrar que la es
connatural y que debe cumplir ella misma según su jerarquía, de tal
suerte que las sociedades intermedias y el Estado no deben absorber tareas
que incumben, por naturaleza, a otras sociedades o a las personas;
pero sí deben las sociedades y el Estado ejercer el derecho y asumir
la obligación de actuar e intervenir, en caso de insuficiencia de
aquéllas.
Esto implica el que persigan sus propios intereses en armonía con las
exigencias de aquél y contribuyan al mismo objetivo con las
prestaciones en bienes y servicios que las legítimas autoridades
establezcan, según criterios de justicia, en la debida forma y en el
ámbito de la propia competencia, es decir, con actos formalmente
perfectos y cuyo contenido sea moralmente bueno o, al menos,
ordenable al bien.
Bien común
Justicia social
Subsidiaredad
Solidaridad
LA SOCIEDAD Y EL DERECHO
Tradicionalmente la doctrina indica que para que haya Derecho, tiene que
haber sociedad. La fórmula de esta doctrina se resume en un en un
aforismo latino: Ubi ius, ibi societas; donde hay Derecho, hay sociedad.
Esto entendido como el ambiente elemental de desarrollo del derecho a
partir de las interacciones humanas y la necesidad de resolver los conflictos
que naturalmente se producen entre las personas, no concibiendo la
existencia de normas y principio fuera de un cuerpo social.
Existe también otra tesis, expresada en otro aforismo latino, que sostiene:
Ubi societas, ibi ius; es decir, donde hay sociedad, hay Derecho.
Por otra parte, hay quienes sostienen que ius proviene de ioues, que querría
decir “quoud iobe iubet” (lo dispuesto o decidido por el dios Júpiter, que
en latín arcaico se decía iobe). Tal vez por dicción ioubes terminó
pronunciándose ious y finalmente ius, término que aparece en la
denominada Ley de las doce Tablas (Siglo V a. de C.) significado de lo
justo.
La palabra derecho es un término que tiene distintos sentidos entre los que
destacan:
Definiciones de derecho
Más allá del contexto en que se utilice el término en doctrina se afirma que
la analogía propia del derecho es la analogía de atribución. Sin embargo, tal
como señala Jaime Williams Benavente en su obra Lecciones de
Introducción al derecho, ello supone resolver un problema fundamental, a
saber: ¿Cuál de las distintas acepciones del término ius es el analogado
principal?
Dado que además de las jurídicas, hay otros tipos de normas, se dice que lo
que le daría el carácter de jurídico a la norma es su origen:
Modelo Judicialista:
Modelo Subjetivista:
Modelo Realista
Santo Tomás diferenciaba el derecho (la cosa misma debida) de la Ley, que
vendría a ser el título de la cual emana el derecho. El derecho objetivo
requiere título. La ley natural es el título natural por antonomasia que
constituye lo suyo de cada cual. Los derechos naturales, son los bienes
atribuidos por título natural. No se trata sólo de bienes que la persona posee
en acto, sino que también de todos aquellos bienes a los cuales se haya
naturalmente ordenada para alcanzar su perfección propia.