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Esfera 4

Mientras algunos historiadores señalan que la Revolución mexicana terminó con la


promulgación de la Constitución de 1917, otros han sugerido distintos momentos:
el inicio del gobierno de Álvaro Obregón en 1920 o el de Plutarco Elías Calles en
1924; hay quienes consideran que el final llegó hasta 1940, cuando terminó el
sexenio del presidente Lázaro Cárdenas.

Independientemente de ello, la fase armada de la Revolución transcurrió durante


la década de 1910.

Elecciones 2010

Para acabar con la popularidad y las aspiraciones de Madero, las autoridades


porfiristas lo aprehendieron en Monterrey y lo trasladaron a una cárcel en San Luis
Potosí, tras acusarlo de incitar a la rebelión durante un mitin político. Con Madero
en prisión, se realizaron las elecciones presidenciales entre junio y julio de 1910,
en las cuales resultó vencedor con una sospechosa y abrumadora mayoría el
presidente Porfirio Díaz.

El Plan de San Luis comenzó a ser difundido en diferentes partes del país.
Mientras la fecha pactada se aproximaba, los maderistas —adeptos a Francisco I.
Madero— comenzaron a organizarse para iniciar la rebelión.

Sin embargo, a partir del 20 de noviembre y durante los meses siguientes,


incontables grupos y caudillos de todas partes del país se sumaron a la revuelta
maderista. Entre ellos se encontraban Abraham González, Francisco Villa y
Pascual Orozco en Chihuahua; los hermanos Arrieta en Durango; Ramón F. Iturbe
en Sinaloa, y Emiliano Zapata en Morelos, entre muchos otros.

Madero fue elegido nuevo presidente de la República, cargo que ejerció a partir de
noviembre de 1911.  Sin embargo, el nuevo presidente no impulsó las reformas
sociales y económicas de inmediato, aun cuando el Plan de San Luis que él
mismo había lanzado consideraba la restitución de tierras a las comunidades
campesinas. La libertad sin precedentes que tuvo la prensa provocó que Madero
no fuera únicamente cuestionado, sino hasta ridiculizado y atacado sin piedad por
diversas publicaciones.
El desinterés de Madero por las cuestiones agrarias que tanto interesaban a
buena parte de los combatientes que participaron en su revuelta provocó que
pronto perdiera su apoyo. En ese sentido, Emiliano Zapata y los campesinos de
Morelos se levantaron nuevamente en armas, esta vez en contra del gobierno de
Madero, a través del Plan de Ayala (28 de noviembre de 1911), mientras que el
chihuahuense Pascual Orozco hizo lo propio mediante el Plan de la Empacadora
(25 de marzo de 1912).
Del 9 al 19 de febrero de 1913, las fuerzas militares de México se sublevaron
(Golpe de Estado) y derrocaron al presidente 
Francisco I. Madero
A esos diez días se les conoce como la decena trágica.

La lucha de Victoriano Huerta contra el Congreso no constituyó su principal


problema, pero sí lo fueron los numerosos grupos revolucionarios que censuraron
el golpe de Estado y el asesinato de Madero. La mayoría de los movimientos
regionales que había secundado la revuelta maderista durante 1910 y 1911
desconoció al régimen de Huerta, a quien consideraba un usurpador.

Estos grupos armados se aliaron en momentos específicos a lo largo de la


Revolución mexicana en función a un objetivo común.

¿Cuál fue la postura de Emiliano Zapata, Pancho Villa y Venustiano Carranza


ante el derrocamiento de Madero y el ascenso al poder de Huerta?

Zapata

Los zapatistas permanecieron en el estatus de guerra contra el gobierno desde


antes de producirse el golpe de Estado. Sin embargo, a finales de febrero de
1913, el propio Zapata alertaba a sus correligionarios de no entablar pláticas de
paz con el régimen “ilegal” de Huerta, al que deberían seguir combatiendo.

Villa

Pancho Villa se encontraba en el Paso, Texas, cuando se produjo el golpe de


Estado, debido a que allí se había refugiado luego de haber escapado de la cárcel
de Tlatelolco a finales de 1912. Al enterarse del magnicidio, Villa cruzó la frontera
acompañado de ocho hombres a principios de marzo de 1913, con el objetivo de
reclutar tropa y combatir al régimen espurio de Huerta.

Carranza

El entonces gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, censuró de inmediato


al nuevo gobierno ilegítimo y desde principios de marzo comenzó a combatir a las
fuerzas federales. Carranza promulgó el Plan de Guadalupe el 26 de marzo de
1913, mediante el cual se desconocía a Victoriano Huerta como presidente y se
nombraba al propio Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista.

Ejército Constitucionalista, agrupación militar denominada así porque defendía


el orden legal fundado en la Constitución de 1857.

La División del Norte de Francisco Villa tomó sucesivamente las plazas de Ciudad
Juárez, Chihuahua, Ojinaga, Torreón, Saltillo y Zacatecas, luego de superar a los
federales en cruentas y decisivas batallas.
Las fuerzas del noroeste también enfilaron su marcha hacia el Sur. Luego de
tomar Guaymas, Culiacán, Mazatlán y Tepic, entre otras plazas, Obregón derrotó
a los federales en la batalla de Orendáin, lo que le permitió capturar Guadalajara.

En el sur del país, Zapata y su Ejército Libertador del Sur lograron dominar casi
todo el estado de Morelos y partes de Guerrero y, para mediados de 1914,
ocupaban ya Cuajimalpa, Xochimilco y Milpa Alta.

Llave 2

Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Pancho Villa y Emiliano Zapata, caudillos


más reconocidos de la Revolución mexicana.

La convención de Aguascalientes
Los revolucionarios reiniciaron sus trabajos el 10 de octubre siguiente en
la Convención de Aguascalientes. Cuando se pensaba que las discusiones serían
protagonizadas por carrancistas y villistas, el general Felipe Ángeles propuso
invitar a los zapatistas, ya que estos no contaban con representación en la junta, a
pesar de constituir uno de los movimientos revolucionarios más importantes.
Los revolucionarios acordaron declarar soberana a la Convención, lo que
significaba que se erigía como la máxima autoridad revolucionaria, por encima de
los caudillismos. Además de Felipe Ángeles, en las reuniones participaron
importantes personajes, como Álvaro Obregón, Pancho Villa, Eugenio Aguirre
Benavides, Antonio I. Villarreal, Calixto Contreras y Raúl Madero, así como los
zapatistas Paulino Martínez y Antonio Díaz Soto y Gama, a partir del 26 de
octubre, cuando se incorporó su comitiva.
Durante las discusiones, se aprobó el Plan de Ayala y, en un intento por salvar la
unidad revolucionaria, se removió de la jefatura de sus respectivos ejércitos y
mandos a Carranza y a Villa. En sustitución de Carranza, los convencionistas
eligieron el 1 de noviembre a Eulalio Gutiérrez como nuevo presidente provisional
del país, quien asumió el cargo días después.
Postura de Venustiano Carranza y de Eulalio Gutiérrez.

Carranza decidió entonces trasladar la sede de su gobierno provisional a


Veracruz, puerto que ocupó el 23 de noviembre, una vez desalojado por las tropas
estadounidenses que lo habían tomado meses atrás para forzar a Huerta a dejar
el poder. Tras la ruptura revolucionaria, muchos generales y militares
abandonaron la Convención y se mantuvieron fieles a Carranza.

Eulalio Gutiérrez instaló su gobierno en Palacio Nacional a inicios de diciembre.


Los generales Pancho Villa y Emiliano Zapata se entrevistaron el 4 de diciembre
en el llamado Pacto de Xochimilco, episodio en el cual ratificaron su alianza en
contra de Carranza y en pos del reparto agrario. Ambos personajes y sus fuerzas
conjuntas de cincuenta mil hombres entrarían triunfantes a la Ciudad de México
días después.

Conoces los artículos más polémicos y representativos de la Constitución


de 1917
Art 3
Gracias a la intervención de diputados progresistas, como el general Francisco J.
Mújica, el artículo tercero reconoció formalmente el principio de educación laica,
según el cual toda la enseñanza impartida por el Estado y por instituciones
privadas debería ser libre de cualquier elemento o carácter de tipo religioso. El
artículo dispuso, además, la observancia de escuelas públicas y privadas a los
programas educativos del Estado.
Art 27
El artículo 27 fue también de los más debatidos. Su redacción final reconoció la
propiedad del Estado mexicano sobre el suelo y el subsuelo del territorio nacional,
lo que afectó los intereses de empresas mineras y petroleras. Asimismo, dispuso
la desintegración de los latifundios y la restitución de las tierras a las comunidades
indígenas y campesinas.

Art 123

Las demandas de la clase trabajadora y el apoyo que brindaron los obreros al


constitucionalismo también fueron reconocidas por los diputados. Por ello, el
artículo 123 fue elaborado con la finalidad de reglamentar disposiciones generales
para las relaciones laborales establecidas entre patrones y empleados. Gracias a
este artículo, se pudo finalmente proteger a los trabajadores de abusos e
injusticias.

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