Accesibilidad Al Sistema Público de Salud en La Matanza
Accesibilidad Al Sistema Público de Salud en La Matanza
Accesibilidad Al Sistema Público de Salud en La Matanza
Matanza
aCCesiBilidad al sistema pÚBliCo
de salud en la matanZa
ISBN 978-987-4417-76-3
Resumen.............................................................................................. 9
1. Introducción................................................................................ 11
2. Desarrollo conceptual y antecedentes del tema............................. 13
3. Metodología. ............................................................................... 35
4. Resultados.................................................................................... 41
5. Conclusiones................................................................................ 55
6. Bibliografía . ................................................................................ 63
Sobre los autores.............................................................................. 69
Resumen
Palabras clave
Accesibilidad- Barreras- Sistema Público de Salud- Derecho
a la Salud.
9
1. Introducción
11
2. Desarrollo conceptual y antecedentes
del tema
13
de la seguridad social formal o medicina prepaga, de aquellos
que se desempeñan en sectores informales de la economía, que
no tienen obra social y que no pueden hacer frente a los niveles
elevados de gasto de bolsillo que significa la atención de la salud.
Por último, observamos la fragmentación territorial que deri-
va de la existencia de sistemas de salud a nivel subnacional con
coberturas dispares de acuerdo con las condiciones socioeconó-
micas de cada provincia, de cada municipio y en nuestro caso
también, con cada cordón del conurbano (Cetrángolo, 2014).
Desde otro punto de vista, nuestro sistema de salud está
basado en la oferta pública a la que tienen derecho todos los
habitantes del país, independientemente de que tengan co-
bertura privada u obra social. Sin embargo, existen múltiples
publicaciones que refieren que el sistema de salud no logra
cubrir satisfactoriamente la demanda e informan la existencia
de barreras de acceso al mismo (OPS/OMS/ PNUD/CEPAL)1.
Según el estudio de la Dirección de Economía de la Salud de
la Secretaría de Gobierno de Salud, en conjunto con la Dirección
Nacional de Política Fiscal e Ingresos del Ministerio de Hacienda
y la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el año 2017 el
Gasto en Salud Corriente alcanzó el 9,4% del Producto Bruto
Interno (PIB)2. Este 9,4% del PIB, se divide de la siguiente ma-
nera: el 2,7% corresponde al Gasto Público en Salud, el 3,9% al
de la Seguridad Social (incluye el PAMI) y 2,8% al Gasto Privado
(Ministerio de Salud, 2019; Cetrángolo, 2014).
Tomando como criterio el tipo de financiamiento y su inscrip-
ción institucional, suele plantearse un esquema de tres subsec-
tores para analizar el campo de la salud en Argentina: el llamado
subsector “privado”, dirigido a una población con capacidad
de financiamiento, y compuesto por la medicina prepaga, las
1
Aportes para el Desarrollo Humano en la Argentina. OPS/OMS- PNUD-
CEPAL, diciembre 2011.
2
Noviembre de 2019: https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-gasto-en-
salud-represento-el-94-por-ciento-del-pbi-en-el-ano-2017
14
clínicas y mutuales, más los consultorios particulares; las obras
sociales sindicales, provinciales, más el Instituto Nacional de
Seguridad Social para Jubilados y Pensionados (INSSJP/PAMI),
abocadas al universo de los trabajadores formales (activos y
pasivos) y sus familias; y el subsector público, en el que alguna
de las tres instancias jurisdiccionales –nación, provincia o mu-
nicipios– presta servicios a través de hospitales, centros de salud
y/o programas específicos (Moro, en Airovich, 2012).
Estos tres subsectores presentes en el subsistema de salud
argentino presentan un alto grado de autonomía al interior de
cada una. A su vez al interior del propio subsistema estatal, la
multiplicidad de jurisdicciones, las asimetrías regionales, más las
dificultades en la articulación y funcionamiento en red hacen que
la fragmentación se imponga como su principal característica.
No obstante, es necesario reconocer que la descentralización
del sistema de salud generó una ventana de oportunidad para
acercar las definiciones de políticas de salud a las necesidades
de la población.
Según la definición, la Atención Primaria de la Salud (APS)
debería abarcar las necesidades sanitarias de una persona a lo lar-
go de su vida, incluyendo la prevención, la enseñanza de hábitos
saludables e inmunizaciones, el tratamiento de las enfermedades
que se presenten, la rehabilitación en caso de necesitarlo y los
cuidados paliativos cuando se requieran. Este primer nivel de
atención prioriza estratégicamente aquellos servicios de salud
cruciales destinados a las personas y las familias, a través de la
asistencia primaria, así como a la comunidad toda, mediante fun-
ciones de salud pública como elementos centrales de servicios
integrados de salud. La APS posibilita tratar a las personas y las
comunidades como agentes clave en la producción de su propia
salud, en el autocuidado y su bienestar que es fundamental para
entender y dar respuesta a las complejidades de nuestro mundo
en constante evolución. (OMS, 2019)
Las enfermedades crónicas han sido consideradas durante
mucho tiempo como propias y exclusivas de las sociedades
15
prósperas, pero hoy este concepto se ha desplazado. Ahora los
países de ingresos medianos y bajos se encuentran en un proceso
de Transición epidemiológica3 y soportan la mayor parte de la
carga de morbilidad debida a esas enfermedades.
Es sabido que los costos de la atención sanitaria que deman-
dan estas enfermedades, cuando las personas no tienen acceso
al Sistema Público de Salud, pueden tener efectos catastróficos
sobre todo en las familias ya empobrecidas (Chan, 2017).
16
El distrito limita al noroeste con la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, al sudoeste con los partidos de Cañuelas y Marcos
Paz; al sudeste con los partidos de Lomas de Zamora y Esteban
Echeverría; y por último, al noroeste con Marcos Paz, Merlo,
Morón y Tres de Febrero.
La Matanza pertenece al conjunto de los municipios del
conurbano bonaerense, pero es el único que por su extensión
forma parte simultáneamente del primero, segundo y tercer
anillo del conurbano de una metrópolis que llega a 15 millones
de personas con enormes diferencias en el ejercicio del derecho
a la salud. (Varela, B. Vinuesa, J, 2012)
La extensión del partido presenta una profunda segmentación
espacial, está dividido en 15 localidades, que se subdividen en
tres grandes zonas o regiones muy diferenciadas en cuanto a
sus características sociohabitacionales, económicas y culturales.
Siguiendo al Plan Estratégico de La Matanza (PELM)4 dichas
zonas son tres:
• Primer Cordón. Corresponde territorialmente desde la
Avenida General Paz hasta el Camino de Cintura. Las
localidades que lo componen son: Ramos Mejía, Villa
Luzuriaga, Lomas del Mirador, Aldo Bonzi, Tapiales,
Tablada, San Justo y Ciudad Madero. Esta zona es limí-
trofe con la Ciudad de Buenos Aires y, según resultados
de una investigación realizada por el Observatorio Social
de la Universidad Nacional de La Matanza (Secretaría de
Ciencia y Tecnología y Dto. de Cs. Económicas, 2019),
muestran que los habitantes tienen mayores posibilida-
des de acceder a los servicios de agua potable, cloacas
4
El Plan Estratégico de La Matanza es un documento elaborado entre mayo
y noviembre del 2004 y publicado en 2005 por la Secretaría de Gobierno del
Municipio de La Matanza con el fin de “optimizar la gestión de gobierno y
permitiendo la activa participación del municipio, aún contra las limitaciones
y la falta de recursos, en la generación de crecimiento y bienestar en el marco
de una comunidad organizada”, y ofrecer a la vez un diagnóstico profundo de
la actualidad socio-económica, infraestructural, territorial, medioambiental e
institucional del municipio de La Matanza.
17
y cuentan con la mayoría de las calles asfaltadas. La
presencia de villas y asentamientos está focalizada en
sectores relativamente reducidos ya que se encuentran en
menor medida comparado con el segundo y tercer cordón
del partido. Es la zona de mayor recaudación fiscal y de
menores índices de pobreza e indigencia y ello debido
al mayor desarrollo económico y de infraestructura a lo
largo de los años.
• Segundo Cordón. Comprende desde el Camino de Cintu-
ra hasta la Avenida Intendente Federico Pedro Russo. Las
localidades ubicadas en este cordón son: Isidro Casanova,
Ciudad Evita, Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere.
En esta zona, la densidad poblacional es intermedia. Re-
cién en los últimos años se amplió la cobertura de agua
potable y cloacas ya que al momento del desarrollo del
PELM (2005) era sólo del 50%, además sólo la mitad de
las calles se encuentran asfaltadas. La forma de acceso es
a través de las RN3 y RN4. La zona carece de avenidas
transversales que faciliten la circulación en la misma.
Los niveles de ingreso de la población son regulares y la
recaudación impositiva es regular y/o mala.
• Tercer Cordón. Comienza en la Avenida Intendente Fe-
derico Pedro Russo y llega hasta el límite oeste del muni-
cipio. González Catán, Virrey del Pino y 20 de Junio son
las únicas localidades que componen este cordón. Esta
zona es la que presenta peores condiciones de habitabili-
dad. La mayoría de los vecinos no poseía agua potable ni
cloacas en 2005, y la situación continúa. Es el territorio
donde existen los mayores déficits infraestructurales y
sociales. La posibilidad de acceso a servicios, centros
educativos y de salud disminuye respecto a las otras
zonas, siendo casi nulos. Los índices de pobreza son los
mayores del distrito llegando hasta casi un 80% (PELM,
2005). Esta zona se ubica geográficamente más alejada
de la ciudad de Buenos Aires y con mayor población en
18
condiciones de vulnerabilidad económica y social, sin
embargo, es la más extensa de las tres como se puede
observar en el Mapa 1. El territorio es de tipo urbano/
rural con una densidad poblacional media (Secretaría de
Ciencia y Tecnología y Dto. de Cs. Económicas, 2019).
Mapa 1
19
Centro de Salud, con servicios básicos (clínica médica, pediatría,
obstetricia, laboratorio y vacunación) y atención ambulatoria.
Estas regiones tienen a su cargo formulación y ejecución de los
planes, programas y proyectos en salud pública en su ámbito
territorial, en articulación con iniciativas de índole municipal,
provincial y nacional.
Por fuera de la gestión de cada Región contamos con el Hos-
pital Municipal del Niño (3.er Nivel), el Centro de Vías Respi-
ratorias, el Centro de Rehabilitación Física y el Departamento
de Epidemiología y Profilaxis.
También en el Partido se encuentran los hospitales provin-
ciales, “Dr. Diego Paroissien” en Isidro Casanova, “Dr. Alberto
Balestrini” en Ciudad Evita y el “Simplemente Evita” en Gon-
zález Catán.
Mapa 2. Mapa de la ubicación geográfica de los diferentes
efectores de Salud del Partido.
20
Fuente: Elaboración propia.
21
• Unidad de Salud Eva Perón (Nº 22), Federico P. Russo
Nº4200.
• Unidad de Salud Bo. Independencia, Juan Cobo e/José
Hernández y E. de Lucas Bo. Independencia.
22
• Unidad de Salud San José Obrero. Los Toldos Manzana
29.
• Unidad de Salud San Pedro, Bedoya Nº6367.
• Unidad de Salud El Torero, El Poncho e Itaú Unidad de
Salud Villa Giardino Recuerdo e Iguazú.
23
• Centro de Salud Villa Recondo (Nº8), Av. Avelino Díaz
Nº500 Bo. Vicente López y Planes.
• P.C.C. José Hernández, Los Nogales e/Lobos y P. de los
Andes.
• Unidad de Salud Justo Villegas, Guatemala Nº4905 Bo.
Justo Villegas.
24
de consultas se corresponde con la información del Ministerio
de Salud de la Provincia de Buenos Aires sobre rendimientos
hospitalarios de los años que se indican). Esto permitió medir
la evolución de las consultas por habitante por año. Tomando
como una medida estándar, o nivel deseado, entre 4 a 6 consul-
tas por habitante/año, y partiendo del hecho de que en el año
2015 obtuvimos un valor de 3,1 consultas, observamos que la
atención por cápita fue decreciendo.
Tabla 1. Evolución de las consultas por habitante por año
CONSULTAS/
C O N S U LTA S
AÑO POBLACIÓN HABITANTE/
TOTALES
AÑO
2015 1.977.465 6.139.039 3,19
2016 2.087.359 4.995.985 2,39
2017 2.136.695 4.230.901 1,98
2018 2.185.597 3.684.080 1,68
En la Tabla 1, se puede apreciar una baja significativa en la
demanda de manera consecutiva en los últimos años, el dato,
si bien no es objetivo de esta investigación, nos abrió otros
interrogantes respecto a cuáles son los motivos que generan
esta disminución en la demanda de asistencia por parte de la
población y la posible vinculación entre la disminución y las
barreras de acceso al sistema de salud.
25
el concepto de accesibilidad, ya que es frecuente su utilización
como sinónimo de otros como disponibilidad y aceptabilidad;
con una ambigüedad inherente a considerarla como propiedad
de los recursos para la atención a la salud de la población de
usuarios potenciales de los servicios. Frenk cita a Avedis Dona-
bedian, quien considera la accesibilidad como rasgo adicional a
la mera presencia o disponibilidad del recurso en cierto lugar y
momento dado, y como grado de ajuste entre las características
de la población y los recursos de atención a la salud.
La accesibilidad por sí misma está supeditada a la conjun-
ción de aspectos económicos, culturales, sociales, geográficos
y de contexto, más allá del derecho de las personas para recibir
atención a su salud, de la disponibilidad de las instituciones y
de los medios para lograrla. (Flores-Sandí, 2012)
De acuerdo con el análisis realizado por Ballesteros (2013) a
partir del análisis de las dos encuestas nacionales (Encuesta Na-
cional de Factores de Riesgo realizada en 2009 por el Ministerio
de Salud la Nación y la Encuesta de la Deuda Social Argentina
realizada en el 2010 por la Universidad Católica Argentina), que
muestran las diferentes posibilidades de acceso a los servicios
de salud, se hacen evidentes las desigualdades en los Procesos
de Salud -Enfermedad -Atención / Cuidado. La clase social,
el género y la etnia generan distintas posibilidades de acceso
a los servicios de salud y condicionan además su utilización.
También inciden las redes, los círculos sociales y sus contextos
biográficos.
Wallace y Enríquez (2001) complejizan más el concepto de
accesibilidad, incorporando tres dimensiones: disponibilidad,
accesibilidad y aceptabilidad. La disponibilidad referida a la
existencia de recursos físicos y humanos suficientes para respon-
der a las necesidades médicas de la población; la accesibilidad
remite a la existencia de medios para acceder a los servicios en
cuestión, los cuales deben responder a las necesidades y valores
de los usuarios, de manera que se vean motivados a utilizarlos
apropiadamente; y por último, la aceptabilidad de los servicios
26
de salud alude a la satisfacción que manifiestan los usuarios.
Otros autores agregan a las dimensiones antes mencionadas
la adecuación funcional y la capacidad financiera (Figueroa
Pedraza, 2014)
A nivel regional, Hirmas Adauy & Col (2013), en una revisión
sistemática sobre barreras y facilitadores en el acceso a cuidados
de la salud, identificaron los siguientes puntos a tener en cuenta:
1) Costo de medicamentos, consultas y exámenes.
2) Temor o vergüenza a ser atendido en un Servicio de salud.
3) Desconfianza de los equipos de salud y en el tratamiento
prescripto.
4) Estigma social, creencia y mitos.
27
lkiner y otros, 2000; Villarreal Ríos, 2000; Figueroa Pedraza,
2014; Landini, 2014).
Por otra parte, autores como Moseley (1979) ponen mayor
énfasis en la accesibilidad física, aquella vinculada al azar del
lugar elegido o no de residencia. Este rasgo resulta de interés
en el estudio de la accesibilidad de la población rural, que La
Matanza también posee en una proporción relativamente impor-
tante. La variable adquiere significación en la medida en que dos
personas pueden vivir a una misma distancia, en nuestro caso
de un Centro de Salud, y sin embargo ser accesible a uno, pero
inaccesible al otro porque sus atributos y condiciones indivi-
duales expresan diferencias de oportunidades de acceso; no solo
es la distancia geográfica entonces, sino también lo vinculado
a lo social, sus valores, educación, creencias y percepciones de
situación de salud-enfermedad determinante de la accesibilidad
física cuando entran en juego los otros componentes.
La población migrante, y aquella estrechamente vinculada
culturalmente con la comunidad indígena o pueblos originarios
del país y otros países del continente, radicados o en tránsito
pero con fuertes nexos familiares con residentes, es portadora
de una cosmovisión diferente a la perspectiva de la medicina
occidental; a este rasgo se agrega una dispersión por idioma,
pautas cul-turales y costumbres que se sostienen en defensa de
su propia identidad a lo que se agrega la condición económica
de precariedad que usualmente caracteriza a dicha población. La
suma de todo esto implica diferencias sustantivas al momento
de percibir la necesidad de atención de su salud y efectivizarla a
través de una demanda a los Servicios de Salud. Por otra parte,
los Servicios de Salud adolecen de programas específicos de
acercamiento y comprensión de esas diferencias culturales. En
forma solapada o manifiesta muchas veces aparecen expresio-
nes de segregación o incomprensión, que terminan afectando
al trato digno y a una atención de calidad. Esto a su vez inhibe
la decisión de realizar las consultas necesarias y puede ser un
factor conocido, pero invisibilizado en la planificación de la
28
oferta de servicios. Si bien el presente estudio no considera la
variable de la procedencia no le es ajeno tenerla presente a la
hora de realizar sus propias conclusiones.
La identificación de barreras y de elementos facilitadores en
el acceso a la atención de la salud es un aporte que contribuye
a hacer un monitoreo de la equidad en salud para mejorar el
acceso de toda la población y reducir las inequidades sociales y
de salud en la que se encuentran las poblaciones más vulnera-
bilizadas y de riesgo. (Hirmas, 2013).
Considerando los conceptos citados, que abordan el término
accesibilidad, en el presente estudio trabajaremos exclusivamente
sobre accesibilidad, entendida como la existencia de medios para
acceder a los servicios del Sistema Público de Salud en el proce-
so de búsqueda de atención por parte de los individuos en un
momento dado, determinado por su necesidad o requerimiento
y no el vinculado a la oferta, ni a la calidad de los servicios de
salud disponibles en la localidad.
La distribución y localización adecuada de los servicios son
requisitos indispensables para el cumplimiento del derecho a
la salud. Esta supone la existencia de una oferta oportuna y
sistemática de los servicios adecuados a la cantidad y a las carac-
terísticas de las necesidades de la población y de las necesidades
o problemas de la población en materia de salud.
Debemos también considerar el concepto de desigualdades
en salud, que hace mención del impacto que tienen sobre la
distribución de la salud y sobre la enfermedad en la población
aquellos factores como la economía, la educación, la ocupación,
la vivienda si es urbana semi rural o rural y las condiciones
sociales del lugar donde vive o se desempeña laboralmente
(Flores-Sandí, 2012).
Los datos sobre la distribución de la atención de salud den-
tro de la localidad y entre los subgrupos de población son muy
importantes, ya que estos ayudan a identificar inequidades5 en
5
A este respecto es importante no confundir desigualdad con inequidad. Las
desigualdades, según las define la OMS, son diferencias en el estado de salud,
29
el acceso a la atención en salud, aquellas diferencias injustas y
evitables en la prestación de los servicios sanitarios.
Estas inequidades se derivan de factores tales como la educa-
ción, el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica, el sexo,
entre otros y tal como hemos descrito anteriormente el partido
de La Matanza por su extensión presenta grandes diferencias
socioeconómicas de acuerdo con ubicación geográfica.
30
adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones
de trato equitativo y digno.
Y en su inciso 8, sostiene:
La Provincia garantiza a todos sus habitantes el acceso a la
salud en los aspectos preventivos, asistenciales y terapéuti-
cos; sostiene el hospital público y gratuito en general, con
funciones de asistencia sanitaria, investigación y formación;
promueve la educación para la salud; la rehabilitación y la
reinserción de las personas tóxico dependientes. El medica-
mento por su condición de bien social integra el derecho a
la salud; la Provincia a los fines de su seguridad, eficacia y
disponibilidad asegura, en el ámbito de sus atribuciones, la
participación de profesionales competentes en su proceso
de producción y comercialización.
31
necesite. Es sabido que el acceso a los servicios de salud
está vinculado a la posibilidad de obtener atención en
salud que sea independiente de características como el
ingreso económico de las personas, el lugar de residencia,
la condición laboral o la pertenencia a una raza, nacio-
nalidad o minoría. Implica la eliminación de todas las
barreras u obstáculos, ya sean de tipo físico, económico,
social o de información para el uso de los servicios de
salud (OMS, 2017; Peranovich, 2017).
3. Aceptabilidad, implica que los establecimientos, bienes
y servicios deben ser respetuosos de la ética médica y
culturalmente apropiados; también deben ser sensibles
a los requerimientos del género y el ciclo de vida. Es
importante que los servicios puedan responder a las
necesidades y valores de los usuarios, de manera que los
motiven a utilizarlos de forma apropiada y dignamente.
4. Calidad, señala que los establecimientos, bienes y ser-
vicios de salud deben ser apropiados desde el punto de
vista científico y médico.
32
donde la gente vive y trabaja y, según la declaración Alma Ata,
constituye el primer eslabón de atención ideal.
La APS no constituye únicamente el agente sanitario y las
acciones de terreno, sino que además ofrece la mejor calidad
prestacional con tecnología apropiada y da a las personas una red
de complejidades crecientes que les permite acceder al máximo
nivel de atención del sistema sanitario. En nuestro país, el acceso
a los diferentes niveles de atención se da a través del sistema de
referencia y contrarreferencia dentro de la red de instituciones
que la componen.
33
3. Metodología
35
vestigación realizada por el Observatorio Social de la UNLaM
(2019), que señala que solamente el 3.1 % de las personas que
residen en el tercer cordón acceden a cloaca, frente al 58.8 del
segundo cordón y 94.2 del primer cordón.
Asimismo, el transporte público en las localidades más
alejadas es mucho menor, existen solamente cuatro líneas que
atraviesan esta zona: 96, 88, 620 y 218; y algunas de estas líneas
no ingresan a los barrios, sino que atraviesan los barrios por la
RN. N°3, motivo por el cual las personas deben caminar nume-
rosas cuadras hasta la ruta o alguna calle asfaltada para acceder
a este servicio. Esto último encuentra serias dificultades en días
de lluvia intensa, cuando muchas calles quedan anegadas porque
se inundan con frecuencia.
Nuestro universo de estudio es una muestra representativa
de la población que reside en las siguientes localidades selec-
cionadas del partido de la Matanza: Virrey del Pino, González
Catán, Gregorio de Laferrere, Rafael Castillo, San Justo y Lomas
del Mirador. La elección de estas localidades es representativa
de los tres cordones que integran el partido y en los cuales se
distribuyen los distintos efectores sanitarios. De esta manera,
las localidades garantizan la inclusión de las particularidades
y características de la población residente según ubicación
geográfica.
Respecto de nuestro proyecto original, se modificó una de
las localidades seleccionadas en el proyecto inicial: se reemplazó
Ramos Mejía, por Lomas del Mirador, ya que por una cuestión
de organización de la recolección de datos se decidió tomar
los principales cordones de la red de transportes que conectan
a las diferentes localidades: RN 3, RP 21, RP 1001 y el Tren
Belgrano Sur.
La fuente de datos es primaria y la misma se obtuvo a través
de una encuesta semiestructurada diseñada a tal fin, la encuesta
ha sido previamente validada. La validación se realizó a través
de relevamientos piloto de los datos en dos etapas: la primera se
realizó en el mes de julio, en la plaza de San Justo y la segunda
36
en el mes de noviembre en paradas de colectivos de la zona de
Laferrere y San Justo.
A los efectos de la validación de la encuesta, se realizó una
primera prueba piloto por parte del equipo y posteriormente se
capacitó a 4 estudiantes de 4to año de la carrera de medicina
a los efectos de tener estandarizada la forma de la toma de la
encuesta. Luego, se hizo una segunda prueba, la cual fue reali-
zada por los encuestadores capacitados, quienes en este piloto
tomaron 10 encuestas cada uno. La información obtenida de
estas cuarenta (40) encuestas fueron procesadas y junto a los
encuestadores se analizaron las dificultades y necesidades de
ajuste en la realización del cuestionario.
A partir de este análisis, se incorporaron otras preguntas
que permitieran ampliar la información de los encuestados.
Finalmente, también, a fin de lograr un instrumento lo más
efectivo y completo posible a los efectos de la investigación y
a partir de la presentación de un resumen de este trabajo en el
precongreso de Health Global System, CABA y GBA, acudimos a
la revisión de las sociólogas Mónica Levcovich y Ethel Terreno,
con experiencia en el diseño de este tipo de instrumentos. Las
especialistas aportaron la sugerencia de incluir un espacio abierto
para que los encuestado pudieran comentar, elogiar, criticar o
proponer algo con relación al tema del acceso a los servicios
públicos de salud (Hospitales y Unidades sanitarias). Gracias
a esta indicación que seguimos, la población se ha expresado
y hemos hallado allí una de las mayores críticas o sugerencias
respecto de la obtención de turnos y el tiempo de espera.
La elección de la muestra se estableció inicialmente por
conveniencia con las personas que concurren o transitan por las
plazas centrales de las localidades seleccionadas, considerando
la afluencia numerosa de la población local en estos lugares.
Luego esta muestra se amplió a las paradas de colectivos en
las localidades seleccionadas en el tramo del cordón de Ruta 3,
desde el Km 47.700 hasta la Av. Gral. Paz, el cordón de ruta 21
desde Gregorio de Laferrere a González Catán; a las paradas de
37
colectivos en diferentes tramos de la ruta 1001 entre G. Catán
y Rafael Castillo y la estación de tren de Rafael Castillo. Tal
modificación respondió a que a partir del piloto realizado en
la plaza se notó mayoritariamente presencia de mujeres y a fin
de tener una muestra más heterogénea, se consideró necesario
hacer esta modificación.
Las encuestas se realizaron en diferentes días y horarios
diurnos: mañana, mediodía y tarde.
Previamente, se calculó el tamaño muestral para una pobla-
ción estimada de 1.389.564 habitantes pertenecientes a las loca-
lidades seleccionadas (Virrey del Pino, González Catán, Rafael
Castillo, Gregorio de Laferrere, San Justo, Lomas del Mirador,
según datos del último censo poblacional (2010). Considerando
un nivel de confianza del 95%, un error esperado del 5% y una
prevalencia esperada del evento de estudio del 50% el tamaño
muestral mínimo de sujetos a encuestar fue de 381. Para mejorar
la estimación se agregó un 5% más, por lo que la muestra final
planificada para este trabajo fue de 400, finalmente se hicieron
402 encuestas.
Para cumplir con los objetivos de investigación, se seleccio-
naron las siguientes variables de análisis:
• Distancia al centro de salud, unidad sanitaria u hospital
al que asiste con mayor frecuencia
• Tiempo de traslado al centro de salud, unidad sanitaria
u hospital al que asiste con mayor frecuencia
• Modo de traslado al centro de salud, unidad sanitaria u
hospital al que asiste con mayor frecuencia
Estas variables fueron analizadas por edad, sexo, educación
y también comparativamente por localidad.
A fin de acceder a la información requerida para los obje-
tivos del presente proyecto, ante la imposibilidad de realizar
la muestra a través de encuestas domiciliarias por motivos de
financiamiento, tiempo de ejecución (que implicaría un rele-
vamiento de ese estilo) y por razones de seguridad, se optó por
encuestar a la población en las paradas de transporte público
38
que conectan a las localidades seleccionadas, garantizando, de
esta manera, una toma cercana a los domicilios de las personas.
Inicialmente se había planteado realizar la toma de muestras
en las plazas centrales de las localidades seleccionadas, pero
visto que habitualmente los centros de salud y hospitales tienen
a poca distancia plazas centrales y barriales a las que acuden
mayoritariamente mujeres, con niños, a los efectos de disminuir
el sesgo y obtener mayor heterogeneidad en la muestra, se optó
por hacerlo en las paradas de transporte público de pasajeros,
como se explicó más arriba.
Para llevar a cabo el análisis de los datos se utilizó el sistema
estadístico STATA.
39
4. Resultados
41
Gráfico 1. Población y género
42
4.2 Perfil de la población encuestada
La estructura por edad, sexo, localización geográfica, cober-
tura social e instrucción de los encuestados es un primer aspecto
del problema que nos ocupa.
Tabla 2. Características generales de la muestra (n=402)
Características n (%)
Sexo
Femenino 220 (54,7)
Masculino 182 (45,3)
Edad
16-21 49 (12,2)
22-30 105 (26,1)
31-40 89 (22,1)
41-50 75 (18,7)
51-60 43 (10,7)
60 o más 41 (10,2)
Localidad
Virrey del Pino 101 (25,1)
G. Catan 71 (17,7)
Laferrere 64 (15,9)
R. Castillo 48 (11,9)
S. Justo 68 (16,9)
Lomas del Mirador 50 (12,4)
Nivel de Educación
Primario Incompleto 71 (17,7)
Primario completo 11 (2,7)
Secundario incompleto 207 (51,5)
Secundario completo 58 (14,4)
Superior 53 (13,2)
43
NS/NC 2 (0,5)
Cobertura en salud
Obra Social IOMA o PAMI 57 (14,2)
Obra Social Sindical 100 (24,9)
Prepaga 11 (2,7)
No Tiene 232 (57,7)
NS/NC 2 (0,5)
Ocupación actual
Monotributo 15 (3,7)
Cuentapropista Ni Inscripto 51 (12,7)
Relación de dependencia informal 109 (27,1)
(trabajo en negro)
Relación de dependencia formal 94 (23,4)
(trabajo con aportes)
Estudiante 33 (8,2)
Jubilado 30 (7,5)
Desocupado 66 (16,4)
NS/NC 4 (1)
Elaboración propia, UNLaM. Diciembre, 2019
44
Cuando se le preguntó a los/as entrevistados el lugar donde
accedían frecuentemente a los servicios de salud, el 51% ma-
nifestó asistir a efectores de salud pertenecientes al 2° nivel de
atención, administrados por el Municipio de La Matanza y un 22
% a establecimientos de 2° nivel de otro distrito. El 14 % de la
muestra reportó que asiste al 1° nivel de atención perteneciente
a La Matanza, tal como se muestra en el Gráfico 2.
Gráfico 2. Distribución de la utilización de servicio de salud pública según
nivel de atención (n=255)
45
de las consultas realizadas en el segundo nivel de atención son
por cuestiones banales o menores, que podrían resolverse en el
primer nivel de atención.
Asimismo, llama la atención que el 22% de las personas en-
cuestadas utilizan el 2do. nivel de atención de otros distritos, este
dato podría responder al déficit del sistema sanitario del partido
para abastecer las necesidades de la población. Adicionalmente
debería jerarquizarse e indagarse con más información y preci-
sión respecto a los motivos por los cuales no acuden al primer
nivel de atención del distrito de pertenencia, dado que no solo
puede deberse a accesibilidad física sino también a capacidad
resolutiva y calidad de la atención. Otro aspecto que podría in-
cidir en esta elección es la percepción de prestigio que pueden
tener servicios de distritos lindantes sobre otros locales, por
memoria histórica de la población, asociada a complejidad de la
tecnología, la impronta de la infraestructura edilicia y también
acciones y comentarios del propio personal del equipo de salud
que refuerzan dicha percepción.
Del total de la muestra (n=402), el 71,8% (289/402) refirió
utilizar ocasionalmente algún servicio de salud pública mien-
tras que el 28,1% (113/402) manifestó no utilizarlos. Dentro
del subgrupo que reportó que no utilizó servicios públicos,
los motivos principales fueron: 84,2% porque tiene medicina
prepaga, 8,8% porque no se enferma y un 2,4% porque no lo
considera necesario.
En la Tabla 3, a partir de una muestra de 255 respondedores,
se puede observar que la mayor parte de la población encuesta-
da asistió al 2° nivel de atención (72,9% IC 67,1-78,1). Dentro
de este subgrupo se visualizó una prevalencia más alta en las
mujeres (75,7% IC 68,1-81,9) que en los hombres (69,1% IC
59,7-77,2); en el grupo de más de 40 años (76% IC 66,6-83,4)
que en el de menos de esta edad (70,9% IC 66,6-83,4); y en el
grupo de primario incompleto/completo (81% IC 70,1-89,3).
46
Tabla 3. Utilización de servicios de salud según nivel de
atención (n= 255)
47
festó que menos de una hora; un 43,2% más de una hora hasta
3; mientras que un 14,8% reportó más de 3 horas de espera.
Y consideraron que los principales síntomas que lo motivan
a acudir a una consulta médica fueron: dolor (38,7%), fiebre
(15,6%), controles de salud (9,3%), accidente y emergencia
(8,6%), gripe (7,4%), el resto de las categorías fueron en por-
centajes menores al 6%.
Sin embargo, una parte importante de la muestra (68,3%) no
tuvo la necesidad o algún malestar para asistir en los últimos
30 días al centro de salud. Dentro del subgrupo que sintió un
malestar o necesidad de atención en los últimos 30 días y no
consultó (n=39) los principales motivos de no asistencia fueron:
no era importante el malestar (43,6%), no podía abandonar el
trabajo (25,6%) y no tuvo tiempo (15,6%). Este último dato es
llamativo y consideramos importante destacarlo ya que coin-
cide con un análisis realizado por este grupo de investigación
-a partir de los datos publicados por la dirección de informati-
zación y estadísticas del Ministerio de Educación-, respecto de
la variación interanual de las consultas, que visualiza una baja
en las consultas médicas, por lo que creemos que es un tema
para investigar.
Como lo muestra la Tabla 4, se puede observar que, en el total
de la muestra, el 44,6% (IC 38,9-50,4) se encontró entre 10 y
50 cuadras del centro de salud que utiliza con frecuencia; otro
aspecto importante es en cuanto al tiempo de traslado en el 72%
fue hasta 30 min y un 53,6% se traslada por transporte público.
48
Tabla 4. Distancia, tiempo y modo de traslado al centro de
salud que utiliza con frecuencia (n=289)
49
familiar fue de 12,9% (IC 8,6-19,1) en mujeres vs. 20,5 (IC
14,3-28,4) en los hombres.
Del total de la muestra bajo análisis que asistió al sistema
de salud público (n=289), solo un 13,2% refirió que cuando él/
ella o un familiar se enferma, no se le ocasiona ningún gasto.
El resto de la muestra reportó algún tipo de gasto, donde los
más prevalentes fueron: medicación (79,9%), pérdida del día
laboral (31,1%), estudios complementarios (27,3%) y trasporte
(20,4%). Un 47,6% refirió que puede afrontar este gasto, mien-
tras que 47,6% expuso que no puede afrontarlo/o solo puede
afrontarlo en algunas ocasiones. Las principales estrategias que
utilizan para hacerle frente son: pedir prestado en un 18,9%;
pedir ayuda familiar en el 11,4%, no completar el tratamiento
en un 5,3% y buscar ayuda social en un 5,3%; mientras que el
resto de categorías fueron menores al 5%. Cabe resaltar que el
49,2% de los participantes que respondieron a la pregunta de
esta variable (n=132) correspondió a la categoría de no sabe/
no contesta.
El 40,7% percibió que es muy accesible/accesible acceder
al sistema de salud, mientras que el 6% refirió que es poco
accesible/medianamente accesible/poco accesible y un 3,3%
directamente refirió que es inaccesible.
La Tabla 5 presenta la distribución de barreras percibidas por
los y las participantes. En el análisis de datos totales, el tiempo
de espera (26,7% IC 20,8-33,6) y la obtención de turnos (27,8%
IC 21,8-34,7) se plantean como los más críticos. Cuando se
realizó un análisis de subgrupo según género, la distancia como
barrera fue reconocida por el 13,9% de hombres y por el 7,4% de
las mujeres; mientras que la obtención de turnos como barrera
fue reconocida predominantemente por las mujeres (35,2% IC
26,7-44,7), respecto de los hombres (17,7% IC 10,7-27,9).
50
Tabla 5. Principales barreras de acceso a la salud (n= 187)
51
se describió, de acuerdo con las características del distrito, aque-
llas localidades más cercanas a la Av. General Paz y a través de
ella a la Capital Federal poseen mayor acceso a determinados
servicios, como ser el transporte público.
Dentro de la categoría de entre 30 min. y 60 min. de tiempo
de traslado al centro de salud se vio un porcentaje más alto en la
localidad de Virrey del Pino (26,8% IC 18,3-37,5); y dentro de la
categoría de traslado a través de transporte público, se observó
que en San justo fue más alta la tasa (65,2% IC 50,3-77,6) que
en el resto de las localidades.
Tabla 6. Distancia, tiempo y modo de traslado al centro de
salud que utiliza con frecuencia según localidad (n=289)
52
53
Elaboración propia, UNLaM. Diciembre, 2019
5. Conclusiones
55
accesibilidad al primer nivel de atención, como así también se
desarrollaran todas aquellas acciones que puedan contribuir a
mejorar el acceso a los servicios básicos, que son determinantes
en el acceso a la salud.
Respecto a la atención en los distintos niveles, como ya se
ha indicado en otros apartados, focalizamos sobre el hecho de
que solamente el 14% de la población concurre al primer nivel
de atención. En una situación ideal el primer nivel de atención
debería tener una capacidad de contención mayor al 80% de
las necesidades de la población. Este nivel, por definición, es
la puerta de entrada al sistema público de salud y el lugar en el
cual se desarrollan las acciones de prevención necesarias para
evitar que la población enferme. Es también el espacio en el que
las personas deben ser empoderadas respecto al cuidado de su
salud. Por lo tanto entendemos que este es un sector a trabajar.
Prosiguiendo con este tema, es necesario considerar que, si la
atención por guardia en los hospitales de segundo nivel se corres-
ponde en un 90% con patologías banales, de baja complejidad
(según el relevamiento realizado por la Dirección de Información
y Estadísticas del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos
Aires, sobre las consultas realizadas en los Servicios de emer-
gencias, entre los meses de enero y mayo de 2019), esta mayor
demanda podría originarse por déficit de otros sectores, tanto
sea de la atención ambulatoria del hospital, como del primer
nivel, y en este destacamos situaciones como la restricción de
horarios, la escasez de turnos, la falta de capacidad resolutiva, la
cultura del hospitalocentrismo y la falta de medicamentos, entre
otros. Así mismo, subrayamos la importancia del relanzamiento
del Programa Remediar7, una política que prioriza la estrategia
de Atención Primaria de la Salud y que seguramente incidirá
en una mayor participación del primer nivel de atención. Cabe
aclarar que este programa fue discontinuado y, en algunos ru-
bros, suspendido por el Gobierno de Mauricio Macri durante el
7
Creado en el año 2002, es un programa de provisión gratuita de medicamentos
esenciales de uso ambulatorio para el Primer Nivel de Atención de la Salud
56
periodo 2015-2019. Es una hipótesis que esta decisión pueda
estar vinculada con la disminución de las consultas en el primer
nivel de atención.
En relación más estrecha con la accesibilidad, es necesario
considerar los siguientes datos. De las 402 encuestas un 71,9%
es decir 289 personas, asistieron ocasionalmente al sistema de
salud público; un 35,7% manifestó que la asistencia es periódica
y un 62,5% manifestó que solo asiste cuando se enferma. Al
preguntar si la asistencia es programada: un 37,6% respondió
que sí y que lo hace mediante un turno, y un 44,5% asiste por
demanda espontánea (sin turno). Entre las razones que dificul-
tan el acceso, el dinero es uno de los motivos.
Casi la mitad de la población encuestada, el 47,6%, refirió
que no puede afrontar siempre el gasto de bolsillo y para hacerlo
recurre a diversas estrategias. Muchos de los encuestados no
respondieron esta pregunta.
Otro factor que dificulta el acceso es el de las barreras per-
sonales, físicas y geográficas. La barrera personal de “no poder
ausentarse del hogar” fue más frecuente en el grupo de mujeres
con un 3,7% (IC 1,4-9,5) mientras que los hombres solo lo ma-
nifestaron en un 1,3% (IC 0,2-8,6); respecto a la barrera de “no
poder ausentarse del trabajo”, se observó de manera inversa,
donde los hombres la refirieron en un 27,8% (IC 19,0-38,8) y
las mujeres en un 13,9% (IC 19,0-38,8).
Vinculado con las barreras geográficas, un último aspecto
a considerar en las dificultades de acceso, es el tema de los
traslados y distancias, del análisis de la Tabla 5, se desprenden
las consecuencias que originan las demoras en el acceso a los
centros de salud. En la variable modo de traslado se destaca la
población que lo realiza caminando, esto es una limitante por
los tiempos que debe dedicarle al traslado y además son causales
de limitantes a los accesos. Esto se da en la zona más alejada a
los centros más urbanizados del partido de La Matanza, como
Virrey del Pino, lo cual ratifica que esta es una zona que nece-
sita un direccionamiento de políticas públicas en el sentido de
57
minimizar los problemas de accesibilidad al Sistema Público
de Salud y otras medidas que seguramente serán parte de otro
proyecto de investigación.
El caso que más llama la atención es el de Lomas del Mirador,
donde se registra que más del 80% de la población está ubicada
entre 10 a 100 cuadras de distancia, lo que determina que mu-
chas veces las necesidades de atención se resuelven fuera del
distrito, por lo que la accesibilidad local tiende a no corregirse;
estas personas deciden trasladarse a efectores ubicados en Ca-
pital Federal, como ser el Hospital Santojanni, Vélez Sarsfield
entre otros. En este sentido resulta importante destacar que la
ubicación geográfica y la mayor urbanización del partido en las
localidades limítrofes a la CABA facilita el acceso a determinados
servicios, como ser el transporte público. Para estas personas
resulta más accesible y sencillo trasladarse hacia Capital, que
hacia el interior del Municipio.
Un estudio de indicadores de accesibilidad geográfica a los
Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) en la Cuen-
ca Matanza Riachuelo (CMR) durante el periodo 2002-2009
(Panam Salud Publica, 2013), a partir de cuatro indicadores
geo sanitarios,8 mostró que algunos CAPS no son demandados
según lo esperado, que existen sectores de la CMR donde la
atención primaria está alejada de la población, que para ciertas
especialidades algunos pocos CAPS concentran la demanda de
toda la región y finalmente que algunos CAPS tienen obstáculos
territoriales o no están interconectados al transporte público
lo que puede incidir en una disminución de su demanda real.
Dado que este estudio utilizó un método diferente de análisis
sus resultados no pueden compararse, sin embargo, surgen del
8
Los indicadores fueron definidos como Demanda real según número de
recetas prescriptas por CAPS, Demanda potencial ajustada por proximidad
al CAPS mediante la unidad de distancia de 10 cuadras; Demanda diferencial
extrapolando una muestra de proximidad más cercana al CAPS y el área de
su influencia; el cuarto indicador correspondió a la Movilidad y conectividad,
según un área de servicio de 15 minutos tanto sea a pie como transporte
automotor.
58
mismo, que también existen núcleos de población vulnerable
con claras dificultades de acceso según distancia y movilidad
Si coincidimos en que la accesibilidad física constituye un
factor fundamental para el acceso a los SPS, la planificación de
políticas sanitarias debe relevar permanentemente estos datos y
confrontarlos con la tasa de uso de servicios de 1er y 2do nivel y
el de jurisdicciones vecinas. El desafío de la regionalización de
la oferta de centros de atención permite además tener mejores
indicadores desagregados para identificar las problemáticas lo-
cales, y una mejor asignación de recursos y responsabilidades.
Dicho relevamiento posibilitaría además evaluar el impacto de
los programas según necesidades del territorio o área progra-
mática optimizando la gestión y reasignación de los recursos
humanos, de insumos y equipamiento
Por otra parte, como el conocimiento de la estructura demo-
gráfica y la densidad poblacional de cada zona es susceptible
de variaciones periódicas por migraciones o situaciones socioe-
conómicas y laborales, es fundamental que los indicadores de
accesibilidad y modo de traslado se actualicen con regularidad,
dado que pueden emerger nuevos o diferentes problemas de
accesibilidad. Dicho conocimiento permitiría, eventualmente,
corregir deficiencias o inequidades en la oferta de servicios de
salud que, de lo contrario, podrían no ser percibidas cuando
se evalúan de manera general. La utilización y monitoreo
sistemático de estos indicadores de accesibilidad geográfica y
los medios que dispone la población zonificando el territorio,
puede convertirse de este modo en un poderoso instrumento
de planificación sanitaria
Un desafío adicional es construir indicadores confiables y
disponibles para los efectores y planificadores de fácil obtención,
que permitan desagregar datos para identificar los núcleos de
población más vulnerables y/o con más dificultades de accesi-
bilidad a los servicios de salud, considerando además que las
necesidades ocultas o demanda potencial no se transforman en
demandas efectivas justamente por dicho problema. Para com-
59
prender esta propuesta observemos los siguientes datos. Según
estadísticas de la Provincia de Buenos Aires en Salud, se realiza-
ron en el año 2018 un total 69.146.443 consultas (Estadísticas
Ministerio de Salud Provincia de Buenos Aires, 2020). De estos
datos corresponde a la Región Sanitaria XII (Municipio de La
Matanza) la cantidad de 3.684.080 consultas médicas represen-
tando el 5.33% del total de las consultas (Estadísticas Ministerio
de Salud Provincia de Buenos Aires, 2020). Como hiciéramos
referencia anteriormente, estos datos muestran además que la
consulta por habitante sólo alcanza a 1,68 consultas, número
que se encuentra francamente por debajo de los estándares in-
ternacionales. Puede conjeturarse que existe un problema que
atraviesa la demanda de atención que debe ser abordado desde
otra perspectiva.
Para terminar, observamos que la infraestructura de servicios
de salud, a pesar de su magnitud, se encuentra relativamente
subdimensionada en relación con la velocidad de crecimiento
poblacional del municipio y a la proporción de población sin
obra social. Es muy importante para mejorar la accesibilidad
en salud que la población encuentre servicios integrales e in-
tegrados que respondan a las necesidades de todos los grupos
sociales y para eso va a ser necesario efectuar grandes cambios
en el modelo de atención y en la manera en que está organizada
la prestación de dichos servicios
Queda reflejado en las estadísticas de los servicios de salud,
la disminución relativa de consultas realizadas con relación
al número de habitantes, dado el crecimiento demográfico en
los últimos años. Que la necesidad de salud no se transforme
en demanda y efectivización de la consulta y atención puede
obedecer a múltiples fenómenos, además de los obstáculos de
accesibilidad. Estos podrían constituir un nuevo campo de hi-
pótesis para la investigación social.
60
Limitaciones y fortalezas
El diseño del estudio fue transversal y descriptivo y permitió
brindar información sobre las prevalencias de diferentes varia-
bles de barreras de acceso al sistema de salud, siendo un dato
con escasos antecedentes a nivel del país y de la provincia de
Buenos Aires.
En este trabajo no es posible descartar potenciales sesgos de
selección, complacencia y confusión.
- Sesgo de selección: la aplicación de la encuesta solo se reali-
zó a participantes que accedieron a contestarla y que circulaban
por puntos estratégicos de las diferentes localidades (paradas
de colectivo), donde la selección de sujetos fue intencional y
no siguió un muestreo aleatorio y probabilístico; además la
motivación para realizar la encuesta pudo haber resultado un
factor condicionante para la efectiva realización de la misma. Sin
embargo, se verificó que la muestra obtenida llegue a un número
mínimo de individuos a incluir a partir del cálculo de tamaño
muestral y que se obtengan cuotas mínimas entre los partici-
pantes de las diferentes localidades y el género por lo cual este
sesgo entre los aceptadores y no aceptadores fue minimizado.
- Sesgo de complacencia social (información): este sesgo se
puede producir cuando la persona encuestada, tiende a alterar
sistemáticamente las respuestas en la dirección que percibe
como buena o deseable, mientras que las consideradas social-
mente indeseables tienden a omitirse. Sin embargo, los datos se
recolectaron a través de un cuestionario con preguntas cerradas
y abiertas, directas e indirectas y fue implementado por un
investigador/a previamente entrenado/a donde además se realizó
una instancia piloto del instrumento, lo que podría disminuir
la influencia de este sesgo.
- Sesgo de confusión: al analizar las variables relacionadas a
las barreras de acceso según características sociodemográficas
como género, puede resultar en una sobre o subestimación de las
diferencias encontradas por la acción de una tercera variable que
61
no es controlada (confundidoras), por lo que se requieren futu-
ros estudios que incorporen modelos estadísticos ajustados por
potenciales confundidores para explorar posibles asociaciones.
Este estudio tiene importantes fortalezas en el campo de la
epidemiología y de las políticas sanitarias. Las más relevantes
fueron que la muestra tuvo un número mínimo suficiente de
individuos para poder arribar a conclusiones y que permitió
hacer estimaciones de la prevalencia sobre un tema de escasos
antecedentes documentados a nivel local.
Como lo postula la OMS, las inequidades en salud son aque-
llas desigualdades que se consideran evitables, innecesarias e
injustas y se deben a políticas sociales o a obstáculos que inter-
fieren con el ejercicio de los derechos esenciales; por lo que esta
propuesta cobra relevancia al momento de obtener resultados
valiosos a nivel poblacional de este problema de salud pública.
Si bien los datos obtenidos en este estudio pertenecen a las
localidades del Partido de La Matanza, no pueden extrapolarse
a toda la población del partido y/o de la Provincia de Buenos
Aires. Sin embargo, esta propuesta aporta evidencia a un tema
que hoy necesita de mayor cantidad de estudios poblacionales
con rigurosidad metodológica.
Los resultados obtenidos pueden constituirse en insumo para
definir acciones en el campo de la salud pública.
62
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Sobre los autores
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Directiva de la SAP. Profesor asociado (UNLaM). Vicedecano
Dpto. de Ciencias de la Salud (UNLaM).
Giménez Prieto, Blanca. Licenciada en Relaciones Laborales
(UNLaM). Maestranda en Políticas Sociales Urbanas (UNTREF).
Asesora de asuntos académicos del Departamento de Ciencias de
la Salud desde su creación en 2011. Responsable RRHH Hospital
Dr. Rene Favaloro desde 2015. Docente e Investigadora en el
Dpto. de Ciencias de la Salud (UNLaM).
Moyano, Daniela. Licenciada en Nutrición (UNC), Docto-
randa en Ciencias Biomédicas (UCA), Magister en Salud Pública
(UNC), Magister en Efectividad Clínica (UBA), Especialista en
Políticas Públicas (UNC) y Diplomada en Derechos Sociales,
Económicos y Culturales (UMET). Integrante del Programa de
Liderazgo Latinoamericano de Nutrición (Programa LILANUT).
Docente UNLaM.
Spinelli, Patricia Andrea María. Médica (UBA). Especialista
en Terapia Intensiva de adultos. Maestranda en Salud Pública.
Directora Nacional de Emergencias Sanitarias. Ex Directora de
Emergencias de la Provincia de Buenos Aires. Docente Uni-
versitaria, Carrera de Medicina, Dpto. de Ciencias de la Salud
(UNLaM).
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