El Virreinato y La Economia 5º
El Virreinato y La Economia 5º
El Virreinato y La Economia 5º
Las reformas de España en Indias impulsaron el crecimiento de la a región rioplatense durante la segunda
mitad del siglo XVIII.
Cuando Buenos Aires se convirtió en la capital de un nuevo Virreinato, y el Reglamento de Libre Comercio
habilitó su puerto para el comercio ultramarino, se potenció el desarrollo de las cualidades productivas y
comerciales de esta ciudad.
La actividad comercial
La principal actividad económica de Buenos Aires era el comercio. Desde España, Inglaterra y Francia,
arribaban al puerto rioplatense productos de hierro, textiles y bienes de lujo, así como esclavos africanos.
Las mercaderías importadas se distribuían por todo el interior del Virreinato y llegaban hasta los centros
mineros del Perú y de Chile. A su vez, Buenos Aires exportaba plata, oro y yerba mate -que provenía de las
antiguas misiones jesuíticas-, y muy especialmente, vendía productos derivados de la explotación
ganadera.
La actividad ganadera
La exportación de cueros de ganado cimarrón o salvaje era una actividad que se realizaba desde hacía
mucho tiempo, pero aumentó a lo largo del siglo XVIII. Esta situación hizo que disminuyera notablemente
la cantidad de animales, y el Cabildo restringió la cacería. Fue así como a los viejos terratenientes, se fueron
sumando militares, comerciantes y funcionarios. En las zonas rurales, surgió la estancia colonial, que
consistía en grandes extensiones de tierra donde los animales tenían marca y dueño. En las estancias,
además se criaban mulas, equinos y ovejas para el mercado interno, y existían lugares donde se obtenía el
sebo y se preparaba el tasajo, carne seca y salada, que podía conservarse durante algún tiempo.
También se cultivaban algunos cereales, aunque la producción no se exportaba porque apenas alcanzaba
para abastecer las ciudades cercanas. En el Río de la Plata y en las actuales provincias del litoral fluvial, el
desarrollo de la agricultura encontró grandes limitaciones: la tecnología era escasa y atrasada; y la mano de
obra, como no era abundante, resultaba muy cara.